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Aneurismas cerebrales Aneurismas congénitos Los aneurismas congénitos se producen con mayor frecuencia en el lugar en el que dos arterias se unen en el circuito arterial cerebral llis. En este punto, existe una deficiencia en la túnica media, y esto se complica con el desarrollo de ateromatosis, lo que debilita la pared arterial y produce una dilatación local. Los aneurismas pueden presionar las estructuras vecinas, como el nervio óptico o los pares craneales tercero, cuarto y sexto, y producir síntomas o signos, o pueden romperse bruscamente en el espacio subaracnoideo. En este último caso, se puede producir una cefalea brusca, seguida de confusión. La muerte puede ocurrir rápidamente, o el paciente puede sobrevivir a la primera hemorragia sólo para morir semanas o días después. La colocación de un clip o la ligadura del cuello del aneurisma ofrecen la mejor posibilidad de recuperación. Otros tipos de aneurismas son infrecuentes e incluyen los debidos al debilitamiento de la pared arterial tras el alojamiento de un émbolo séptico; los debidos al daño de la carótida interna al entrar en el seno cavernoso tras una fractura de cráneo, y los que se asocian con enfermedades de la pared arterial, como la ateromatosis. Hemorragia intracraneal La hemorragia intracraneal puede ser consecuencia de un traumatismo o de lesiones cerebrales vasculares. Se consideran cuatro variantes: a) epidural, b) subdural, c) subaracnoidea y d) cerebral. Las hemorragias subdural y epidural se describen en la página 23. Hemorragia subaracnoidea La hemorragia subaracnoidea suele ser consecuencia de la extravasación o rotura de un aneurisma congénito en el circuito arterial cerebral o, con menor frecuencia, de un angioma o de una contusión o laceración del cerebro y de las meninges. Los síntomas, que son de inicio brusco, incluyen cefalea, rigidez de nuca y pérdida de la consciencia. El diagnóstico se establece mediante la tomografía computarizada (TC). Se pueden identificar las zonas de sangre densas en el espacio subaracnoideo. La extracción de líquido cefalorraquídeo muy hemorrágico mediante punción lumbar también es diagnóstica, pero este método ha sido sustituido por la TC. Hemorragia cerebral La hemorragia cerebral se debe generalmente a la rotura de una arteria ateromatosa, y es más frecuente en los pacientes con hipertensión. Suele producirse en pacientes de mediana edad, y a menudo implica la rotura de la arteria lenticuloestriada de pared fina, rama de la arteria cerebral media. Las fibras corticonucleares y corticoespinales importantes en la cápsula interna resultan dañadas, produciendo hemiplejía del lado contralateral del cuerpo. El paciente pierde inmediatamente la consciencia, y la parálisis es evidente cuando ésta se recupera. En algunos casos, la hemorragia se abre al ventrículo lateral, dando lugar a una pérdida de consciencia más profunda y a lesiones corticoespinales en ambos lados del cuerpo. La hemorragia también puede 811 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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