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Los 7 Poderes de Dios Por: Wuilber Anach Gonzalez W. Anach www.facebook.com/revelacion2021 Por mi fe, en el nombre de Jesús: Declaro que, mientras usted lee el libro, su fe se encenderá y algunos milagros comenzarán a manifestarse en su vida. Justo ahora le llegará una buena noticia, alguna deuda le será cancelada o recibirá algún beneficio inesperado, y cualquier enfermedad será destruida, por el poder de la palabra escrita. En el nombre de Jesús, ¡amén! Profeta W. Anach Copyright © 2021 Wuilber Anach Gonzalez Todos los derechos reservados. ISBN: Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. Enlaces a YouTube sobre Milagros Ministraciones en línea Tumor desaparece: https://youtu.be/LxOjThKsXIg Paralitico sanado: https://youtu.be/v5gJh2SqUGI Sanado de Cáncer: https://youtu.be/XJm579wA9sw Muda por 55 años habla: https://youtu.be/4-Fwd8XTqIA Varios: https://youtu.be/eovj_3if4_s Recomendación Si usted quisiera conocer mi más reciente libro sobre los milagros, puede abrir este enlace, le conducirá directamente a Amazon: Amazon.com: RECIBE Y LIBERA MILAGROS: Aprende a Recibir y a Liberar sobre otros "grandes" Milagros, en el nombre de Jesucristo. (Spanish Edition) eBook : Anach Gonzalez, Wuilber : Kindle Store https://youtu.be/LxOjThKsXIg https://youtu.be/v5gJh2SqUGI https://youtu.be/XJm579wA9sw https://youtu.be/4-Fwd8XTqIA https://youtu.be/eovj_3if4_s https://www.amazon.com/RECIBE-LIBERA-MILAGROS-Milagros-Jesucristo-ebook/dp/B09BZZ12DH/ref=sr_1_1?crid=3UW9ASLD6A6QC&dchild=1&keywords=recibe+y+libera+milagros&qid=1635785702&sprefix=recibe+y+livber%2Caps%2C155&sr=8-1 DEDICATORIA Dedico este libro a toda la humanidad, para que sean bendecidos más allá de sus expectativas. W. Anach Sobre el libro En este libro enseño sobre los 7 poderes de Dios descritos en la Biblia, para que todos puedan conocerlos, entenderlos y aprendan a usarlos. Quiero que desde el principio tengan presente que todos estos operan desde el amor, por eso ningún capítulo tiene por título “El poder del Amor”. Yo soy un hombre de fe que por más de 20 años los he usado y, sin lugar a duda, la muestra está en mi programa en vivo por Facebook: La hora del Milagro, donde oro por los enfermos y Dios hace maravillas. Es excitante ver cómo Dios responde a mis clamores de manera tan efectiva y rápida, haciendo que las enfermedades se esfumen cuando uso el poder de la palabra hablada. Nuestro ministerio ha sido escenario de innumerables manifestaciones del poder de Dios. En este libro usted encontrará algunos enlaces que le confirmarán estas aseveraciones. Los milagros son tantos que seguro estoy que ya pasan de miles, y estoy plenamente convencido de que cualquiera que se convierta a Dios de todo corazón y active su fe para probar sus 7 poderes tendrá resultados más allá de sus expectativas, porque el Señor es Todopoderoso para darnos aún más de lo que le pedimos, y yo quiero enseñarle a usted, como amigo y lector, cómo puede lograrlo también. Las enseñanzas, revelaciones y testimonios que encontrarás en este libro te ayudarán a cambiar tu vida para siempre. En mi libro anterior: Recibe y Libera Milagros, enseñé lo suficiente como para que cualquier persona pueda convertirse en un auténtico recibidor y liberador de milagros. Mayormente hice énfasis en la fe, en nuestra capacidad de creer. Pero en este libro añado el conocimiento de los 7 poderes de Dios revelados en las escrituras; es decir que, quien haya leído mi primer libro sobre cómo activar la fe para recibir y emitir milagros, y lo activó, ahora cuenta con este otro, donde enseño cómo activar estos poderes para perfeccionar nuestra relación con Dios y para alcanzar cualquier milagro. Para aquellos que leyeron el anterior, nada les será imposible por medio de la fe, ya sea que anhelen milagros económicos, de salud, de restauración matrimonial, de liberación de demonios, sobre crecimiento espiritual y/o muchos más. También podrá abrir los enlaces a mi canal de YouTube, para ver y oír grandes milagros. Su espiritualidad sin dudas aumentará. Espero que al adquirirlo encuentre en cada palabra la motivación que lo inspire a practicar lo aprendido y que, además, si le parece bien, lo comparta con otros, y que muy pronto pueda ver sus primeros milagros, así como los de sus seres queridos y toda persona que pretenda ayudar. ¡Amén! INDICE Sobre el Autor Introducción Capítulo 1. El poder de la palabra escrita Capítulo 2. El poder de la palabra hablada Capítulo 3. El poder de la alabanza Capítulo 4. El poder de la intercesión Capítulo 5. El poder del ayuno Capítulo 6. El poder de la ofrenda Capítulo 7. El poder del servicio Sobre el Autor Wuilber Anach Gonzalez nacido en Xavier, Contramaestre-Cuba, 1972, radicado desde 2014 en Spokane, Washington-EE.UU., es un profeta, maestro, conferencista y predicador del Evangelio de Jesucristo, presidente y fundador del Ministerio Internacional Restauración de la Fe Apostólica, que actualmente cuenta con más de 30 000 mil seguidores en las redes sociales. Hoy por hoy conduce su programa “La Hora del Milagro” perteneciente a su Ministerio, radicado en Spokane Washington, el cual puede ser sintonizado en www.facebook.com/revelacion2021 cada semana, de lunes a jueves y domingos. Durante la transmisión de este, entra en contacto con sus seguidores de habla hispana en tiempo real para enseñarles a desarrollar su fe en el nombre de Cristo, así como hacer oraciones de sanación por ellos en vivo y en directo. Gracias a sus extraordinarios dones de “milagros” y “sanidades” descritos en la Biblia. Son incontables las curaciones que Dios ha hecho a través de su mano: mudos que logran hablar, sordos que logran oír, ciegos que logran ver, pacientes de cáncer sanados, mujeres estériles embarazadas, pacientes de VIH liberados, milagros financieros y deudas pagadas; así como personas con sobrepeso que rebajan instantáneamente. Niños que crecen justo en el momento de la oración en vivo, personas liberadas de espíritus tormentosos, y muchas más obras milagrosas que son imposibles de enumerar y son consideradas como extraordinarias, ya que son realizadas por medio de la palabra hablada, en llamadas a distancia. Le agradecería mucho que me dejara su comentario en la sección de valoración de Amazon, donde se califica por estrellas. Sera bueno conocer su opinión acerca del libro. ¡Gracias! AGRADECIMIENTOS Primeramente, a mi Señor Jesucristo, quien me dio la sabiduría y la habilidad para escribir este libro, pues no soy escritor de oficio. Y, a todos aquellos que contribuyeron a su publicación, mil gracias. Introducción Recientemente, me encontraba de rodillas en un tiempo de oración y recibí la revelación para escribir sobre cinco de los siete poderes de Dios que están dispuestos en la Biblia para nosotros y que podemos usarlos constantemente en nuestra rutina diaria, para alcanzar nuestras metas y nuestros sueños. No quiero decir que no los conocía, pues desde hace más de 20 años he hecho uso de tales poderes, los cuales que usted conocerá en este libro. Pero la revelación de entenderlos a todos como manifestaciones específicas del Gran Poder de Dios no había sido sino hasta que recibí la revelación y la motivación para escribir acerca de esto. Al terminar mi tiempo de oración, sentí que debía hacer una pequeña prédica en vivo por mi página de Facebook, y ahí expliqué brevemente en qué consisten los primeros cinco poderes que aparecen reflejados en los primeros cinco capítulos del libro. Luego, los otros dos me fueron añadidos al terminar la enseñanza y tomé la decisión de escribir sobre esto porque me pareció genial poder compartir esta poderosa revelación para el bien de todos. Estoy plenamenteconvencido que puede ser de gran bendición, no solamente para la iglesia, sino también para cualquier creyente en la faz de la tierra que quiera ver prosperar su vida en todos los sentidos. Cada capítulo está dedicado a explicar detalladamente en qué consiste el poder al cual se refiere. En algunos conocerá sobre testimonios, experiencias propias y anécdotas leídas y oídas acerca de otras personas. Espero que este pequeño libro se convierta en un manual de uso continuo para todo aquel que anhele tener una vida bendecida y próspera a través de los siete poderes que Dios nos ha regalado en las escrituras, y que podemos usar en el nombre del padre del hijo y del Espíritu Santo, amén. Mil gracias… Capítulo 1 El poder de la palabra escrita Todo creyente en Jesucristo debe saber que para poder vivir una vida exitosa tendrá que seguir las recomendaciones de Jesús, palabras por palabras y hechos por hechos, y estos siete poderes que usted va a aprender en este libro son exactamente eso: recomendaciones de Jesús para que podamos vivir una vida bendecida que, además, nos permita ayudar a otros a tener éxito en todos los desafíos que se les presenten a lo largo de la vida. Vea este texto: Juan 5:39 Escudriñad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí… El Señor nos recomienda escudriñar bien las escrituras, porque son estas las que poseen la clave del éxito en todas las áreas de la vida del hombre, ya que El, es su autor. Desde el matrimonio y la familia hasta la realización y el éxito personal. Él le dijo a los de su generación que profundizaran en el estudio de la palabra escrita para que pudieran descubrir cuál era la perfecta voluntad de Dios. Al decir: “estas dan testimonio de mí”, estaba diciendo: toda la bondad de mi padre revelada en este libro es una obra preparada para mí, porque mi padre es uno conmigo y mi voluntad es la suya. También él apóstol Pablo, conocido como el más completo intérprete del Evangelio de Jesucristo, nos lo confirma en varias de sus epístolas: Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 2 Timoteo 3:16-17 “Toda la escritura es inspirada” por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. De estas y otras declaraciones similares en todo el contexto bíblico depende la credibilidad y la autoridad de las escrituras para todos los creyentes, Dios es el autor de su revelación, y los hombres quienes la escribieron, habiendo sido primero inspirados por El. Es difícil encontrar algún libro que diga de sí mismo o que insinúe ser la palabra auténtica de Dios, el creador de los cielos y de la tierra, que está destinado para los hombres, aparte de la Biblia. La mayoría de los escritos antiguos de los que tenemos registro, que hablan de dioses o divinidades nunca dicen que los conocimientos que aparecen allí recopilados sean en alguna manera absolutos; sin embargo, la Biblia no solamente lo dice, sino que, lo afirma y lo garantiza e insta a toda persona a probar la eficacia de la palabra poniéndola por obra. En el evangelio de Lucas encontramos el siguiente relato: Lucas 4:1-13 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto 2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales tuvo hambre. 3 entonces el diablo le dijo: si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios 5 y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6 y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7 si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8 respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11 y: En las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 13 y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. En este pasaje vemos cómo Jesús en dos ocasiones le hace recordar al diablo el poder de la escritura y la eficacia que tiene al ser aplicada, rechazándole las dos primeras tentaciones. En la tercera tentación quien reconoce y valida el poder de la palabra escrita es el mismo Satanás, interpelando a Jesús y usando su misma arma de defensa: escrito está. El usó el mismo poder que Jesús estaba usando para defenderse, pero de manera incorrecta. En la respuesta de Jesús a la última tentación vemos el segundo poder de Dios: Dicho está. Es decir: el poder de la Palabra Hablada. Este obviamente lo desarrollaremos en el capítulo dos. ¿Ha visto usted cuántas religiones que aún existen en la actualidad que desde hace miles de años han usado la Biblia de manera incorrecta, y que con el uso de las escrituras incluso han cometido guerras y crímenes de lesa humanidad? Es muy triste esto, pero así ha sido desde que hay hombres sobre la tierra. El enemigo de Dios no puede impedir que todos los seres humanos lean Las Sagradas Escrituras, pero sí puede influirlos para que se interprete de manera incorrecta. En el tiempo que Jesús predicó el evangelio, fue confrontado principalmente por las mismas personas de su pueblo. Quienes, según la tradición se creían, decían ser la máxima autoridad para comprender las escrituras; sin embargo, el mensaje de Jesús los evidenció de tal manera que ellos terminaron llevando a Jesús a la muerte. Uno de los mandamientos de Jesús es que nosotros guardemos la palabra de Dios tal y como está escrita, y esto significa que lo que está escrito para nosotros debe ser observado y aplicado en el día a día, ya sea mientras enfrentemos tentaciones, mientras oremos por nuestros propósitos o mientras actuemos a favor de otras personas. La Biblia dice que no debemos de ir más allá de lo que está escrito: 1 Corintios 4:6 Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que, por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros. En estos últimos tiempos han surgido muchas denominaciones y ministerios de corte cristiano que tuercen de la palabra de Dios y la usan de manera incorrecta enseñando muchas veces cosas que jamás le pasaron por la mente a Dios, o negando rotundamente las que Dios establece, las que hay que enseñar. De esto se encargan los llamados “teólogos” quienes creen ser la autoridad máxima en la interpretación de las escrituras. Cuando a usted le pregunta a uno de ellos sobre qué opinión tienen de “los milagros”, contestan que ya no son necesarios en estos tiempos, que los milagros fueron solamente para la época de Jesús y de los apóstoles. Pero, cuando usted lee Las Sagradas Escrituras, se da cuenta de que ellos mienten porque Jesús dijo que los milagros suceden en la vida de cualquier persona que se convierta y crea de todo corazón, y que estos serían una de las señales del verdadero evangelio. Esto literalmente aparece en el libro de Marcos 16: 17-20 Marcos 16:17-20 Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echaránfuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amen. En una ocasión, un profesor de Teología estaba impartiendo su clase con unos cuantos alumnos y citando este texto que he mencionado, y preguntó: ¿cómo se debe interpretar esta porción de la palabra? Un alumno levantó su mano y pidió permiso para dar la respuesta y lo que dijo dejó al profesor sin palabras, contestó: esta porción no debe interpretarse, debe obedecerse porque ahí dice que hay que hacerlo y sencillamente hay que hacerlo. En mi caso, ver la palabra de Dios de esta manera es lo que me ha conducido siempre al éxito. Si Jesús dijo que yo puedo hacerlo, creo que lo puedo hacer y doy el paso de fe para lograrlo, así de simple. A nosotros debe bastarnos con hacer exactamente lo que dice la Biblia literalmente para que nos funcionen sus promesas, porque la palabra es más que suficiente para resolver cualquier situación que se nos presente. La cuestión está en creer y actuar. Entonces nosotros debemos aprendernos todas las promesas que están en las escrituras para orar basados en estas. Es decir que, si usted va a orar por un enfermo, puede repetir el poder de la palabra escrita usando una porción de la Biblia, por ejemplo: Isaías 53:4-5 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Este texto habla del sacrificio de Jesús a favor de la humanidad, pero démonos cuenta de que esto se escribió setecientos cincuenta años antes de que naciera Jesús, por el profeta Isaías. Entonces, la palabra escrita fue tan poderosa que, casi un milenio después de haberse escrito tuvo su cabal cumplimiento. Veamos lo que el evangelista Mateo nos confirma al respecto: Mateo 8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Es decir que Jesús demostró cabalmente que la palabra escrita posee tanto poder que ni aún el tiempo le resta validez y pertinencia. Asimismo, nosotros debemos usar el poder de la palabra escrita para hacer nuestras oraciones. Esto es algo que yo uso alguna que otra vez en las oraciones que hago en vivo para las personas enfermas en mi programa “La Hora del Milagro” a través de mi página Ministerio Internacional Restauración de la Fe Apostólica, en Facebook. Casi siempre yo uso el poder de la palabra hablada, pero eventualmente hago uso también de los otros seis poderes. Todos son importantes, pero nosotros mayormente nos vamos a identificar con el que más resultados nos dé. En mi caso, el poder de la palabra hablada es el que más manifestaciones milagrosas de Dios me ha otorgado, entonces casi siempre uso más este. Recordemos que la palabra escrita son solo letras para quien no cree en Dios, pues ellos no validan la verdad de Dios en un estilo de vida. Entonces esta se queda en el nivel de la religión, sin poder liberar el poder de Dios. Es cierto que los judíos desecharon a Jesús, pero no fue porque ellos no creían en la palabra escrita, sino porque no tenían la revelación de que Jesús era el Mesías. Así pasa el día de hoy, que tenemos a muchos creyentes que aceptan la Biblia como auténtica pero que no tienen revelación del poder de esa palabra para lograr cualquier cosa que nos propongamos en la vida. El pueblo de Israel fue creado como nación en las faldas del monte Sinaí, donde Dios le dio a Moisés por primera vez los 10 mandamientos, que fueron escritos en tablas de piedra. De ahí en adelante, todo lo que derivó de esta palabra escrita terminó en completar el compendio de lo que conocemos hoy como el Antiguo Testamento, lo cual formó parte de la vida cotidiana de la cultura general de Israel por miles de años. Después de la muerte y resurrección de Cristo, los judíos fueron esparcidos por el mundo entero, en el año 70 d. C., cuando el emperador Tito Vespasiano atacó a Jerusalén, la destruyó y los judíos empezaron a emigrar a Europa, a Egipto, a África y a otras regiones. Y, a donde quiera que fuesen, llevaban sus escritos y aplicaban sus recomendaciones en el diario vivir. Gracias a esto, la identidad judía ha permanecido hasta el día de hoy. Mi oración a Dios es que ellos puedan abrir los ojos del espíritu y puedan creer en el poder que esa palabra escrita tiene para conducirlos a la salvación del alma y al perdón de los pecados, pues aún creen que debe venir un mesías a salvarlos y no saben que quien les va a llegar va a ser el Anticristo, el que va a poner a la humanidad el 666, el sello de la bestia, según la revelación que Dios le dio al apóstol Juan: Apocalipsis 13:17-18: Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. La Biblia dice que al final todo Israel será salvo, pero será un resto que quedará después de la gran persecución que el falso Mesías traerá sobre la nación entera. Las profecías confirman la autoridad de Las Sagradas Escrituras Una de las verdades irrebatibles que dan a las escrituras el sello de auténticas son las profecías que contiene de principio a fin. Según la mayoría de los teólogos, solamente con Jesús se cumplieron 365 profecías. Citaré a continuación tres de ellas: Isaías 53:4-5 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Salmos 41:9 Aún mi íntimo amigo en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, contra mí ha levantado su calcañar… Zacarías 13:6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Esto es lo que a mi juicio da mayor grado de veracidad a la Santa palabra de Dios. Entonces, si la Biblia ha demostrado ser auténtica y que sus palabras son verdaderas, yo debo asumir como una verdad inamovible cada una de las verdades que enseña. Por eso es por lo que este libro, que habla sobre el poder que estamos procurando con la dirección del Espiritu Santo, va a despertar el interés y la motivación en cada lector de que crea con todo su corazón en lo que está escrito para que pueda ser beneficiado en toda su manera de vivir. Por eso la recomendación para beneficiarnos de la palabra escrita es que, cuanto más la leamos, será mucho mejor porque, cuando conocemos lo que se ha escrito para nosotros, esto nos cambia la vida como creyentes. Ya que cada escenario de la vida exigirá que nosotros adoptemos una actitud y si conocemos la palabra escrita de seguro que será la mejor y la que más beneficio nos traerá. Cuando una persona que tiene revelación lee Lucas 10:19, y por supuesto lo cree profundamente dentro de su corazón, ese poder escrito se convierte en un poder espiritual y real, porque la palabra escrita es la superficie del Espíritu y el Espíritu es la profundidad de la palabra escrita. Cuando nosotros leemos las promesas de Dios para nosotros y las creemos, estas se vuelven reales, porque cobran vida dentro de nosotros, ya que nuestro espíritu es semejante al de Dios, fuimos creados para creer. La palabra escrita tiene el poder de la iluminación,por eso es importante que nosotros conozcamos toda la palabra de Dios para ser iluminados interiormente y poder manifestar exteriormente el poder de esa palabra que sale de nuestro interior con fuerza y con vida. Cuando la palabra escrita se repite como un producto intelectual no tiene ningún poder. De hecho, en muchas universidades se lee la Biblia y en muchas iglesias se lee también y hasta los que practican religiones de oscurantismo leen la Biblia, pero esta no les aporta ningún poder que se corresponda con lo que está escrito, porque no se puede activar la palabra escrita solamente con el entendimiento, sino además con el espíritu y con la fe. La Biblia dice que por las llagas de Jesús yo estoy totalmente curado, también dice que no hay hijo de Dios pobre ni que mendigue pan, dice además que todo lo que yo pida en oración con fe lo puedo recibir y además dice que si yo me deleito en la palabra de Dios lo que yo desee en mi corazón Dios me lo dará, etc. Jesús dijo a sus discípulos en el libro de Marcos 10:28-30 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29 respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Todo esto yo lo he creído profundísimamente y lo he visto manifestado en mi vida a lo largo de estos últimos 7 años. Salí de Cuba en el año 2014 y me vine a vivir a los Estados Unidos para servir al Señor, pues en el año 2005 había recibido una profecía acerca de mi ministerio, a través de un profeta de Nicaragua. Este me dijo que mi ministerio no era en Cuba y que no me preocupara por hacer nada, porque todo me sería concedido y literalmente cada palabra que dijo se cumplió. No podría contar la cantidad de personas que a través del ministerio que Dios me ha dado han sido sanados de cuantas enfermedades hay bajo el cielo. Casos de sida, cáncer, diabetes, sordera, mudez, esterilidad, artritis, Coronavirus, parálisis, etc. La palabra escrita dice de mí quién soy en Cristo Jesús y también dice lo que debo tener y recibir. Esto yo lo creo profundísimamente y animo a todo el que lea este libro a que haga lo mismo, si de verdad quiere ver grandes manifestaciones del Señor. Cuando usted comienza a creer en la escritura, el Espíritu de Dios, activará todo aquello que está reservado para usted. Pero solo si usted lo cree de todo corazón, no porque le haya sido impuesto. Muchas religiones imponen la fe a las personas, y por eso sus prácticas religiosas no tienen poder, porque no salen del corazón. Después de la publicación de este libro yo publicaré un manual de 40 oraciones poderosas, basados en la palabra de Dios. Cada una de estas oraciones como mínimo va a tener dos versículos de respaldo, y voy a explicar de manera breve, pero profunda la conexión que hay entre la oración que usted puede hacer y el conocimiento de la palabra escrita sobre la cual debe estar establecida su revelación para que pueda orar eficazmente. Recordemos que Dios nunca contestará una oración que primeramente él no lo haya prometido. Es ahí donde el conocimiento de la palabra escrita se vuelve determinante para lograr hacer una oración eficaz. Capítulo 2 El poder de la palabra hablada Este es el segundo poder que usaba Jesús, el cual se manifestaba a través de la autoridad que él ejercía cuando tenía que predicar la palabra, orar por los enfermos, o para resucitar a personas muertas. El poder de la palabra hablada obviamente tiene sus bases en la palabra escrita, porque es llevar la palabra de la Biblia al espíritu humano, y de ahí proyectarla con nuestra propia manera de hablar para liberar el poder de Dios. En este caso, además de recordarle a Dios las escrituras podremos hablar con nuestras propias palabras y actuando en consecuencia a lo que está escrito: cómo actuaba Jesús a la hora de orar por las personas haciendo uso de su autoridad. En el evangelio de Lucas, el Señor aseguró que los que creemos en él recibimos de su autoridad para hacer las mismas obras que él hizo, veamos: Lucas 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Hasta aquí las citas bíblicas que he estado usando pertenecen a la versión de la Reina Valera 1960, aunque no les he puesto las abreviaturas que preceden cada cita, pero veamos cómo este mismo texto de Lucas nos presenta la versión católica: DHH Lucas 10:19 Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño. La primera cita dice “potestad” y esta segunda dice “poder”. Ambas cosas indican que nosotros podemos leer las escrituras y aceptar su autoridad incorporándolas a nuestras vidas como conocimiento y convertirlas en palabras vivas y aplicadas por medio del creer y del hablar, es decir, del comunicar de manera verbal el poder de lo que se escribió, pero con la peculiaridad de nuestro lenguaje y manera de expresarnos. Digamos que un hermano de China, en su idioma y con los términos que se usan allá, le dice a un demonio que salga inmediatamente del cuerpo de alguien, y lo hace con el poder de la palabra escrita que carga en su mente y corazón pero que al hablarla esta se convierte en palabra hablada con autoridad, según su idioma. Lo más probable es que el demonio salga inmediatamente, como también puede pasar con un hermano ruso, japones, coreano, o de cualquier parte del mundo, así sea en tribus del África, donde tienen idiomas diferentes. Si también quieren confrontar a un demonio, usan la autoridad de la palabra hablada porque conocen la palabra escrita, y obviamente los resultados serán los mismos. El poder de la palabra hablada se liberará. Este poder no está limitado a un idioma o cultura, porque la palabra hablada es espíritu. Me entristece mucho ver a algunos grupos “Neojudaizantes” queriendo confundir a los creyentes con la mentira de que el idioma de Dios es el hebreo y que, si no dicen Yeshua, o Yahveh en sus oraciones no tendrán resultados. Recordemos estas palabras de Jesús: Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha, las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. En el capítulo uno vemos a Jesús usando la palabra escrita para confrontar al enemigo de las almas, y luego vemos al evangelista Mateo recordándonos la palabra escrita para ver confirmada la profecía acerca de Jesús en la que se relata que él sería quien cargaría con nuestras enfermedades y con nuestras dolencias; pero ahora vemos a Jesús mismo diciendo que las palabras que estaban escritas y que demostraban que él era el hijo de Dios ahora se convertían en espíritu y vida cuando él las hablaba. Jesús predicaba con tanto poder que hasta sus enemigos (algunas veces) se quedaban maravillados. En una ocasión, las autoridades judías mandaron a prender a Jesús y los soldados salieron en el acto para cumplir la orden recibida, pero, cuando llegaron al lugar donde se encontraba Jesús y lo escucharon hablar, quedaron tan perplejos que no pudieron ni siquiera insinuarles al Señor cuál era el propósito de la misión de ellos al ir a una de sus reuniones. Fueron tan afectados por el mensaje de Jesús que confesaron no haber escuchado jamás a un hombre que hablara con tanto poder. Literalmente el texto dice: Juan 7:45-46 Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y estos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? 46 los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este! Cuando nosotros estamos llenos de la palabra escrita en nuestra mente y conocemos todas las promesas, usamos el poder para hablar en nombre de Jesús con poder y autoridad, entonces lo que sale de nuestra boca deja de ser simplemente palabrasy se convierten instantáneamente en el mismo poder que el Señor Jesús manifestaba. En el ministerio de Cristo vemos de qué manera él usaba el poder de la palabra hablada al ejercerla con autoridad sobre los demonios. En algunas ocasiones, algunos judíos admiraban a Jesús por tanta autoridad que lideraba al hablarle a las enfermedades o a los poderes del mal. Creo que en realidad querían convertirse en discípulos de Cristo, pero el amor a las cosas terrenales y el temor a las autoridades religiosas tuvo más poder sobre ellos. Veamos: Lucas 4:21-28 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22 y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, 24 diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 25 pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate! ¡Y sal de él! 26 y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27 y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta? ¿Con qué autoridad manda a los espíritus inmundos y le obedecen? 28 y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea. Los ancianos, maestros intérpretes y escribas de la Ley, por el propio estudio de Las Sagradas Escrituras sabían que el tiempo más propicio de la historia de ellos para la venida del mesías era el que estaban viviendo durante el Ministerio de Cristo, ya que en esa época Roma dominaba todo el Medio Oriente y ellos no eran la excepción, pues debían pagar altos impuestos al imperio y admitir la fuerza política y militar de Roma sobre su nación. Entonces los judíos clamaban de día y de noche por la venida del mesías, pensando que este sería un rey al estilo de los reyes guerreros de Israel, “libradores de legendarias batallas”, y aún más cercano a la imagen del Rey David que, siendo un adolescente lleno del poder de Dios, había liberado a Israel cortando la cabeza al príncipe filisteo llamado Goliat. Sus Criterios infundados eran más cercanos a esta interpretación porque, según la profecía, el mesías debía ser directamente descendiente de David. Pero al ver que Jesús no se pronunciaba en contra del imperio romano, ni convocaba a los judíos para levantar un ejército de liberación, ellos dudaban de que él fuera el mesías prometido, porque no luchaba contra los enemigos físicos de Israel, sino contra los enemigos espirituales. Si nosotros aprendiéramos de Jesús en este sentido, de seguro que nuestras batallas para conquistar nuestras bendiciones y oportunidades serían más efectivas, menos costosas y saldríamos victoriosos en menos tiempo. Hablaré de esto más adelante. En una ocasión llegaron a decir que Jesús tenía poder en sus palabras porque era el diablo quien le otorgaba tal autoridad. Mateo 12:24 Más los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Belcebú, príncipe de los demonios. La intención del Señor Jesucristo era y aún es transmitirnos en sus variadas maneras de hacer las cosas que, la visión sobre los poderes de Dios no está restringidos a ser liberados de una sola manera. Él podía decirles a los demonios: Escrito está que yo soy el hijo de Dios y que tengo poder sobre ustedes… pero no lo hizo así, si no que les hablaba dándoles órdenes, como quien tiene autoridad, y esto le funcionaba muy bien. El poder de la palabra hablada es uno de los que más yo uso. En el programa que conduzco de lunes a jueves por Facebook, yo entro en contacto con muchas personas enfermas (les invito a acompañarnos, si así lo prefieren) durante una hora yo les envío la palabra hablada de sanidad y de milagros. Generalmente, selecciono a unas cinco o seis personas de las que están conectadas en vivo, de acuerdo con la instrucción del Espiritu Santo que recibo en mi mente para ministrarles el poder de Dios y los resultados son evidentes. Cuando yo los escojo no tomo en cuenta la gravedad de la enfermedad, puede ser alguien que tenga una enfermedad terminal y yo le llame y le ore, o si no, simplemente le envíe la palabra hablada mientras ellos me ven o me escuchen y la mayoría queda sanada al instante. Los apóstoles de Jesús solían usar mucho este poder. El más sobresaliente de los discípulos de Cristo, desde el comienzo de su ministerio hasta el final, en cuanto a creer la palabra hablada, fue el apóstol Pedro. A continuación, citaré tres pasajes de los evangelios y luego haré un comentario sobre cada uno, en el cual nos veremos identificados. 1-El poder de la palabra hablada para la pesca Lucas 5:1-7 Aconteció que, estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. 6 y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Pedro pudo haber citado cualquier parte de las escrituras para lanzar la red, tal vez: Éxodo 16: 14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Y decir: Señor, tú que proveíste de pan a nuestro pueblo en el desierto durante cuarenta años, provéeme de peces en esta hora. Pero no lo hizo, sino que, confió en la palabra que Jesús habló, y ya leímos cuales fueron los resultados. ¡Gloria a Dios! En este pasaje veo reflejada la vida de muchas de las personas que leerán este libro y que han pasado mucho tiempo (como Simón Pedro) intentando progresar en muchos aspectos de sus vidas, pero han terminado agotados, decepcionados y sin motivación alguna para emprender algo nuevo. Permítanme decirle con toda sinceridad que también a mí me ha pasado. Antes de ser cristiano, anhelaba ser rico; pero no encontraba la manera de lograrlo y, decepcionado, terminaba gastando en alcohol y cigarrillos lo poco que conseguía. Pero un buen día, allá por el año 1997, me convertí al cristianismo, acepté a Jesucristo en mi vida como mi Señor y Salvador y todo comenzó a cambiar. No lo hice por el interés de tener algo material, sino porque me encontraba en un callejón sin salida, me sentía exhausto y sin ánimo para seguir adelante, a pesar de que era un joven de tan solo 25 años. Procedía de una familia pobre, con un padre alcohólico. Él y mi madre se habían separado cuando yo tenía tan solo nueve años y, desde ese tiempo hasta mis 25, la vida fue muy dura para mí. Cuando tenía 12 años abandoné los estudios y me entregué a la vida de la calle, con sexo, alcohol, cigarrillos (de los corrientes y de lo que cambian la mente) y peleas callejeras. Era un joven prácticamente frustrado, no había manera en que encontrara un buen camino por el cual conducirme. Entonces, la llegada de la fe cristiana a mi vida y la introducción a las enseñanzas de Jesucristo me cambiaron para siempre. Me motivé grandemente al conocer que Jesucristo tenía muchas oportunidades para personas como yo, que solamente tenía que aceptarlas y creerlas por la fe. Esta decisión de ser cristiano me acercó a personas que ya lo eran y que, habiendo sido semejantes a mí (de origen pobre y sin oportunidades) ahora vivían vidas muy bendecidas. Mi primer mentor fue el Reverendo Francisco Álvarez Cantillo.Un pastor anciano de unos 60 años. Él no había tenido un trasfondo de pecados como el mío en su juventud, pero como yo, también procedía de padres muy pobres. En ese tiempo, él era profesor de historia de un seminario Bautista, rector y pastor a la vez. Gracias a Dios, él me adoptó como un hijo y me motivó a estudiar nuevamente para terminar el nivel preuniversitario y también para graduar de Teología. Cosas que emprendí con mucho amor y dedicación y que logré culminar con muy buenos resultados. Desde entonces, ya han pasado 24 años de aquella decisión, y me he convertido en un hombre muy rico de espíritu. Hablo con tanta pasión y con tanta fe acerca de lo que Jesucristo puede hacer en la vida de las personas que son miles en todo el mundo los que han sido bendecidos por la palabra hablada de fe que predico continuamente y estoy plenamente seguro de que, si usted opta por usar el poder de la palabra hablada, tal y como lo está aprendiendo en este libro, de igual manera será un fiel testigo de este poder. Testimonio de una mujer de Argentina que está en el mundo de la política Conversación exacta, tomada de mi mensajería de Facebook. Le llamaré Juana. Juana: Ora por mí. Quiero bendecir la obra. Dios me pagó una deuda muy grande. Solo pague un diez por ciento. Por eso juntaré para bendecir la obra de Dios. Yo: ¡Guau! Cuéntame, ¿qué pasó? Juana: Tenía una deuda de 365 mil pesos y el Profeta Wuilber Anach oró por cancelación de deuda y terminé pagando solo 38 mil pesos… No tenía el dinero, me lo prestaron y, al cabo de tres días, devolví ese dinero y quedé libre. Juana: Gloria a Dios y por la oración del profeta Wuilber. ¡Dios lo siga usando grandemente para su gloria! Yo: Oh Dios, esto es poderoso. ¿Puedo publicar esto en público? Juana: Sí, ahora me pusieron en una lista para concejal del Distrito de Florencio Varela y luego tengo una oferta para presentarme en las elecciones para disputar la presidencia del país Argentina… Me conformo si llego a ser gobernadora y moverme con la unción de José... y el Espíritu Santo este conmigo. Yo: Lo pondré en mi próximo libro también, como testimonio. Juana: Amén, profeta... Sacaré foto de la deuda inicial y lo que pague con el sello pagado para el libro… Tú dijiste: que Dios golpee la deuda con martillo y caiga… y mi deuda cayó… Gloria a Dios, todos deberíamos alegrarnos con testimonios como estos. Esto verdaderamente fue un milagro extraordinario. Al yo usar el poder de la palabra hablada y decir: “que Dios golpee la deuda con martillo y caiga”, ¡guau!, el Señor lo hizo, confirmó lo que hablé, porque creí y aun sigo creyendo que, al hablar en nombre de Cristo mis palabras liberan poder. 2-El poder de la palabra hablada para caminar sobre el agua Mateo 14:22-32 Enseguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25 más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, ¡no temáis! 28 entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: Señor, ¡sálvame! 31 al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32 y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. 33 entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. Este ha sido un relato muy cuestionado por muchos estudiosos de Las Sagradas Escrituras que no creen en los milagros de Jesús, y que dicen que esto solamente es una parábola, pero el texto literalmente dice que fue un hecho real, como los otros milagros que Jesús hizo. Yo realmente he creído y seguiré creyendo que fue un hecho real, y no una parábola, porque Dios es el autor de los milagros que suceden en mi ministerio. Hace algún tiempo, durante mi programa en vivo “La hora del Milagro” hice una oración por una señora que tenía un tumor de 40 cm de longitud, alojado en su vientre, y literalmente el tumor desapareció en un instante, (el testimonio está en la sección de enlaces de videos al principio del libro) por el poder de la palabra hablada. Este poder se activó en mi vida cuando yo comencé a relacionarme con personas que también lo usaban. Esta realidad obviamente destruye el criterio que plantea que el poder de la palabra hablada es solamente para personas especiales. Usted perfectamente puede usar este poder recién termine de leer el libro. Si lo cree con todo su ser, evidentemente podrá, porque así pasó conmigo. Recordemos que Pedro había experimentado el milagro de la pesca abundante por la palabra hablada de Jesús y ahora quería comprobar si también la palabra hablada podía provocar un milagro para que él caminara sobre el agua. Aunque, después de saltar del barco y haber caminado un poco sobre el agua, sintió miedo y comenzó a hundirse, lo cierto es que como principiante puso por obra la fe para ver el poder de la palabra obrando de esta manera tan poderosa, que tuvo resultado. Cuando nosotros comenzamos a usar la palabra hablada, al principio notaremos que tendremos que esforzarnos para que esta palabra haga efecto, porque necesitamos equilibrar nuestra fe personal a la altura de la palabra, del poder de la palabra hablada procedente de Dios. Esto solamente es el inicio en la experiencia del uso y el intento de poner por obra la palabra hablada. Así que, al ponerla por obra habrá muchas experiencias qué contar. 3-El poder de la palabra hablada sobre la higuera Marcos 11:20-24 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. 21 entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado. 22 respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24 por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Cuando Jesús maldijo a la higuera, no lo hizo de mala fe ni porque estuviera enojado, (humanamente) como dicen algunos, sino porque cada enseñanza de él ya fuese oral o demostrativa estaba orientada a crear en los discípulos la fe suficiente para poder usar los poderes de Dios en la predicación del Evangelio. Es obvio que la descarga de una palabra de poder no se libera de quien la diga como si estuviera declamando una hermosa poesía, pues hay que poner mucha energía para soltar una palabra de autoridad. Hay que poner fuerza y convicción profunda, de lo contrario no habrá efecto alguno. En este texto de la higuera, Pedro le dice al Señor que comprobara que la palabra que él había dicho a la higuera se había cumplido, y Jesús aprovechó la oportunidad para decirle que tal milagro no había sido hecho sin propósito, sino que, estaba determinado para dejarles un ejemplo a ellos del poder que tendría la palabra hablada cuando ellos determinaran ponerla por obra, logrando aún mayores resultados. Vea también: Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Sin lugar a duda, estos milagros provocados por la palabra hablada a través de Jesús fueron los que colocaron el fundamento de fe en la vida de Pedro, para que luego de la resurrección de Cristo y el ascenso al cielo, el usara el poder de la palabra hablada como herramientaesencial para ayudar a los necesitados. Algunos años después de la resurrección de Cristo, Pedro visitó un pueblo llamado Lida y allí usó el poder de la palabra hablada para liberar un milagro, veamos: Hechos 9:32-35 Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. 33 Y encontró allí a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. 34 y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó. 35 todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor. Pedro pudo usar las escrituras con el poder de la palabra escrita como lo menciona en una de sus cartas. 1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Pedro prefirió usar el poder de la palabra hablada. Él solía usar el poder de la palabra escrita para predicar, pero a la hora de sanar a los enfermos prefería usar el poder de la palabra hablada, porque ese fue el modelo que Jesús le enseñó. El Señor predicaba primero y después oraba por cualquier persona, lo hacía con tanta pasión y autoridad que todos sanaban. Todos los predicadores del mundo deberíamos entender y aplicar esta gran verdad: para predicar debemos usar el poder de la palabra escrita, pero para ayudar a las personas enfermas y atribuladas debemos ministrar el poder de la palabra hablada, según lo hicieron Jesús y sus discípulos. Después de la primera generación de apóstoles, surgió otra generación de discípulos que, al igual que la anterior, aprendieron a usar el poder de la palabra hablada. En el libro de los Hechos, en el capítulo seis la Biblia, se refiere a un discípulo llamado Esteban y se dice que este predicaba con un poder tan grande entre los judíos que estos no podían resistirse a la sabiduría por la cual Esteban hablaba, el poseía el poder de la palabra hablada, y no tenía quien le refutara, veamos: Hechos 6:8-10 y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. 9 entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. 10 pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. También el Señor Jesús, cuando les habló a los apóstoles de lo que debían asumir cuando tuvieran frente a las autoridades, les dijo que no se preocuparan por cómo deberían hablar en ese momento porque les sería dada palabra. Les quiso decir que, cuando se vieran en una situación difícil, tendrían que recordar el poder y la autoridad que habían recibido de él para poder hablar delante de los magistrados y de las autoridades, que en dicha situación no procuraran repetir la palabra escrita porque los fariseos también la usaban, y para no entrar en debates, entonces ellos sabrían por el Espíritu Santo cómo hablar con poder y autoridad irresistible, con una palabra de poder que saldría de sus bocas, liberada por el poder del Espiritu de Dios. Al principio de mi conversión yo solía discutir mucho sobre diversos temas de la Biblia, pero luego de que Dios me ungió con el fuego del Espiritu Santo perdí el interés de discutir. Yo suelo decir: El fin de toda contradicción acerca de la palabra de Dios es la manifestación del poder. Del lado que este la verdad el poder de Dios se manifestara. Recordemos a Elias y a los profetas de Baal, como por revelación divina hizo caer fuego del cielo para demostrar que Dios estaba con él y dispuesto a estar con su pueblo. Así también paso con Jesús frente a los fariseos. Jesús decía: Juan 10: 37-38 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. El pudo decir: creed a los que está escrito. Pero sabía que al decir esto ellos, al igual que satanás, usarían la palabra para mal, para contradecirle. Muchas veces yo he tenido el compromiso de predicar la palabra de Dios y he tratado de preparar algún sermón de manera ordenada y estructurada conforme a como lo enseña la homilética, pero a la hora de predicar lo he olvidado todo y he predicado inspirado en ese momento por una revelación espontánea del Espíritu de Dios a mi mente y he fluido en el poder de la palabra de una manera extraordinaria. Este poder de la palabra hablada sirve tanto para comunicar la verdad de Dios sencilla y profunda como para liberar a una persona de cualquier situación del presente, incluso para librarlo de alguna situación futura que se le pudiera presentar en su camino. A esto último se le llama profetizar o declarar palabra profética sobre la vida de alguien para que le vaya bien. En la antigüedad los patriarcas o cabezas de familia solían usar el poder de la palabra hablada para bendecir a sus hijos. Veamos este pasaje: Génesis 49:1-2;22-26 Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros. 2 juntaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a vuestro padre Israel. 22 rama fructífera es José. Rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. 23 le causaron amargura, le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros; más su arco se mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel), 25 Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá. Con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre. 26 las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos. En este pasaje, Jacob bendice a sus doce hijos con el poder de la palabra hablada. Él pudo citar alguna porción escrita de los manuscritos que conservaba de su antecesor Abraham, pero no lo hizo, sino que sintió que la palabra viva de Dios reposaba dentro de él y decidió liberarla sobre sus hijos para bendecirles en los días que apuntaban al futuro. Pude haber citado otra historia bíblica, pero esta profecía acerca de José me ha gustado ponerla como ejemplo porque, desde el inicio de mi carrera de fe, fue un relato que me gustó mucho y con el cual me identifiqué. Desde muy pequeño pude darme cuenta de que mis hermanos me despreciaban. Los dos mayores siempre me hablaban ásperamente y cada vez que podían me golpeaban, aun siendo yo un adolescente. Después de mi conversión ellos cambiaron su actitud hacia mí y hoy sienten profundo respeto y admiración por quien soy en el Señor. Algo que siempre hago con mis hijos es que yo les hablo sobre el futuro de ellos y les decreto con el poder de la palabra hablada prosperidad, salud y éxitos mientras vivan ellos sobre la faz de la tierra, y bendigo a la descendencia de ellos. La palabra hablada no solamente se usa para dirigirnos con autoridad a los demonios o a las enfermedades y expulsarlas fuera, sino además podemos bendecir a las personas y bendecirnos a nosotros mismos hablando con palabras de poder. Mucha gente no vive mejor porque destruye su vida con palabras negativas. Cuidado con la palabra hablada en sentido negativo La mayoría de las personas ignoran el poder de la palabra hablada, y se automaldicen o maldicen continuamente a otros. Referente a esto Jesús dijo: Mateo 12:36 Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Esto quiere decir que nosotros debemos tomar responsabilidad sobre todas las palabras que salen de nuestra boca porque las palabras ociosas, mezcladas con las palabras que no construyen o que no edifican deberían ser erradicadas para siempre de nuestra manera de expresarnos y de nuestro vocabulario.Casi siempre, cuando alguien está enfermo, suele decir: pido oración por mi enfermedad. Esa palabra es una palabra de afirmación que da sentido de pertenencia acerca de lo que se tiene porque se afirma que es algo que tenemos en posesión, decirlo de esa forma es incorrecto. Más bien lo podríamos decir de esta manera: pido oración para ser sanado de esta enfermedad. Y no afirmar que la enfermedad es algo de propiedad personal. También he visto algunas personas decir palabras como soy un desdichado, soy pobre, soy una persona sin oportunidades, soy un fracasado, soy viudo, soy divorciado, etc. Y todo esto crea alrededor de la persona de cosas negativas que son fabricadas y afirmadas continuamente por usar de manera inadecuada el poder de la palabra. Por eso, a la hora de orar, nosotros debemos pedirle al Señor que perdone todas las palabras negativas que hemos dicho y que nos arrepentimos de ellas y que nos estaremos esforzando en erradicarlas de una vez y para siempre. Sobre la viudez y el divorcio, yo sugiero que sean palabras erradicadas de nuestra manera de hablar. Mejor es que usted diga: soy una persona soltera. Si alguien le pregunta sobre su estatus civil y se trata de asuntos legales puede hablar sin temor, pero no debe arrastrar en cada momento con su nombre esas palabras de fracaso y de muerte. Al decir que es viudo, usted afirma que es una víctima de la muerte, y al decir que es un divorciado afirma que es una víctima del abandono y del fracaso. Cambie su manera de hablar. En la Biblia, hay un pasaje que nos muestra cómo un padre sacrificó a su hija realmente sin desearlo, debido a que él profirió palabras de muerte sobre la persona que saliera a recibirlo cuando llegara de la guerra. Lamentablemente su hija fue quien salió a recibirlo cuando regresó. Jueces 11:31 Cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto. 32 y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. 33 y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel. 34 entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. 35 y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme. El resumen de este texto dice que literalmente este Señor sacrificó a su hija Gracias a Dios, en estos tiempos no estamos obligados a cumplir de nuestra propia mano las palabras negativas que hablamos en nuestra contra o en contra de nuestro prójimo, pero es obvio que los cazadores de palabras negativas (demonios) que habitan en el mundo oscuro y que vigilan sobre nuestros dichos para tomarlos en autoridad y ejecutar sobre nosotros la propia desgracia o maldición que anunciamos, no perderán tiempo, sin dudas lo harán. Hace algunos años oí acerca de un testimonio que es digno de relatar para tomar como una referencia comprensible de lo que puede provocar una palabra negativa dicha por la boca de un hijo de Dios. Hubo un joven cristiano en África que se acercó a un pastor y le vio orando por los enfermos y haciendo milagros. Entonces, él le preguntó al pastor que cuál era el secreto para que ocurrieran tales manifestaciones, y el pastor le respondió que no había ningún secreto, que cualquiera podría hacerlo y que solamente había que tener fe y decir la palabra hablada a una persona enferma y que, aunque estuviera muerta, ocurriría el milagro. Entonces, el joven lo creyó y comenzó a orar por los enfermos y estos se curaban. Pasado algún tiempo, el joven fue a una aldea donde había muerto alguien y oró para que el muerto resucitara, y resucitó. De ahí en adelante lo continuó haciendo y muchos muertos fueron resucitados. Pero un día, él estaba reunido con otros colegas del ministerio, y se quedó viendo una Coca-Cola encima de una mesa y en forma de broma dijo: el que se tome esta Coca-Cola inmediatamente morirá; por supuesto que ninguno se tomó la Coca-Cola, porque sabían la autoridad que él tenía. Así que él continuó hablando con sus amigos y pasado un lapso, sin darse cuenta y sin recordar lo que había dicho se tomó la Coca-Cola y cayó muerto al instante. Él mismo se quitó la vida por no prestar atención a los dichos de su boca. He puesto mis palabras en tu boca y mis ángeles la harán cumplir Veamos: Jeremías 1:9- 10 Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. Cuando Dios habla, sus ángeles obedecen y hacen que la palabra de Dios hablada se trasforme en obras: Salmos 103:20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Así también sucede con nosotros, que hemos recibido su palabra en nuestro espíritu para hablarla con toda fe, claridad y autoridad. Los ángeles tienen la orden de Dios de hacer que lo que hablemos se cumpla, porque son nuestros ayudadores. Hebreos 1:14 ¿Por qué a algunos no les funciona el poder de la palabra hablada para hacer el bien? Cuando hablamos negativo, el demonio se alimenta de nuestras palabras de incredulidad y de negatividad, entonces él las toma y las trae en nuestra contra, y para él, cuanto más negativas mejor. Pero la palabra hablada que es buena estará conectada a la responsabilidad que decidamos asumir respecto del consejo de Dios. Jesús dijo lo siguiente: si alguno guarda mi palabra y permanece en ella puede pedir lo que quiera y les será concedido… Para que la palabra hablada en pro de cosas buenas pueda funcionar, nosotros tenemos que someternos a la palabra escrita, porque la palabra escrita es la base y sustentación energética de la palabra hablada. No podríamos hablar eficazmente y provocar milagros con la palabra hablada si no conociéramos profundamente la palabra escrita y si no nos sometiéramos a ella. Muchos creyentes suelen usar la palabra hablada para provocar milagros y obviamente estos milagros no suceden. Porque ellos no tienen una relación estrecha con la palabra escrita, y solamente se motivan a usar el poder de la palabra hablada porque ven que otros lo hacen y tienen resultados. En mi anterior libro: Recibe y Libera Milagros, escribí claramente que, para recibir milagros solo hay que creer, pero para emitirlos o liberarlos debemos tener un compromiso real con el autor de los milagros, con el Señor Jesús. Cualquiera puede ser usado por Dios en un momento determinado, pero una persona que practica el pecado no tiene poder para liberar una palabra milagrosa que procede de Dios. Cierto es que muchas personas que pertenecen a religiones oscuras tienen el poder de la palabra hablada, pero obviamente esta procede del mal y, aunque haya beneficios resultantes por usarla, estos no serán de bendición pues estarán relacionadas con el cobrador del diablo, la muerte. Hay un texto en el libro de los hechos que relata la anécdota de unos jóvenes que vieron al apóstol Pablo usar la palabra hablada para expulsar demonios e intentaron hacer lo mismo y le fue muy mal. Veamos: Hechos 19:13-17 Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 14 había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. 15 pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? 16 el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudomás que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. 17 y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Todos debemos entender que el poder de Dios no opera como la magia, sino que opera por la obediencia y por la fe. Si Jesús no hubiese sido un hombre santo no hubiese podido usar el poder de Dios y, asimismo, sus apóstoles tuvieron que consagrarse a él para poder ser canales de bendición para la generación de su tiempo. Si pretendemos usar los poderes de Dios y nos mantenemos en el pecado, en el mejor de los casos no lograremos nada, como también es posible que llevemos algunos azotes por menospreciar la santidad del Señor. Puede ser que algún pecador use la palabra escrita o hablada para salir de una situación crítica y el Señor le responda, porque él es bueno y tiene misericordia de todos los seres humanos. Pero, cuando se menosprecia la santidad del Señor y se procura vivir en un estilo de vida irresponsable mientras queremos ser beneficiados por la palabra escrita o hablada, el Señor ya no nos respaldará, sino que nos verá como posibles enemigos. Recordemos que el enemigo, el diablo, usa la palabra escrita para engañar a las personas y de él, Cristo dijo que era malo y que había venido a robar a matar y a destruir a la humanidad. Capítulo 3 El poder de la alabanza Recuerdo un cántico pentecostal que decía: si has conocido al Señor, alábale porque él se mueve en medio de la alabanza. No, a la distancia no, acércate al altar donde se encuentra Dios. Hay varios pasajes del antiguo testamento que reflejan de una manera bien clara esta gran verdad: el poder de la alabanza. Cuando el rey Josafat se vio amenazado por un ejército invasor que lo superaba en número, él sintió mucho temor y se acercó a Dios e hizo una oración, la cual fue contestada por el Señor de manera extraordinaria. Veamos: 2 Crónicas 20:1-22 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 2 y acudieron algunos y avisaron a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 3 entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 4 y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová. 5 entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; 6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 7 Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? 8 y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: 9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. 10 ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; 11 he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. 12 !!Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.13 Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos. 14 y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; 15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16 mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. 17 no habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh, Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros. 18 entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 19 y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. 20 y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. 21 y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. 22 y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. Cierto es que el texto es un poco amplio, pero quise ponerlo completo para que tengamos un entendimiento más claro de cuál fue el contexto en el cual el poder de la alabanza trajo la mano de Dios sobre los enemigos de Israel, siendo confundidos y terminando muertos. Observe que, desde el versículo seis hasta el versículo diez, he señalado en negritas el poder de la escritura o de la palabra escrita. Este rey Josafat conocía muy bien la historia de su pueblo y poseía los escritos de Moisés en donde estaban relatados todos los hechos extraordinarios de Dios a favor de la nación de Israel; entonces, Josafat comenzó a orar recordándole a Dios todo lo que estaba escrito, obviamente porque él sabía el secreto del poder de la palabra escrita, ya que allí Dios había establecido un pacto con sus antepasados y también les había dado promesas. El último versículo (el veintidós) dice que cuando ellos comenzaron a entonar cantos de alabanza, Dios provocó que los dos ejércitos, el de Moab y el de Amón se confundieran y pelearan entre ellos mismos hasta ser destruidos. Este poder lo he visto en función en iglesias donde las congregaciones o los coros de alabanzas suelen ser muy fervorosos y, durante los cantos, las personas se liberan de enfermedades y de espíritus malos porque el poder de Dios se mueve en medio de la alabanza. Experiencia personal Durante muchos años yo tuve escoliosis. Esto es un tipo de dolencia en la columna vertebral que provoca mucho dolor, porque de un lado los músculos se contraen y del otro lado tienen que estirarse más de lo normal. Entonces, yo siempre tenía dolores. Una noche fui a la iglesia pentecostal a la cual yo asistía y, cuando comenzó la alabanza, sentí que el poder del Espíritu Santo entró en mí y empecé a danzar. Era algo sublime y al mismo tiempo rítmico, entonces comencé a dar vueltas en el mismo sitio y caí al suelo golpeándome la columna por el lado opuesto de la escoliosis, hacia el lado donde se hacía el arco que me provocaba mucho dolor. Entonces, sentí un golpe seco y contundente que me quitó el dolor instantáneamente. Cuando me puse en pie, sentía mi columna sana totalmente, dejó de dolerme. He leído testimonios de personas muy espirituales que, cuando han recibido ataques demoniacos en sus casas, han empezado a cantar y alabar a Dios y los poderesdel enemigo se han retirado. También hay un pasaje del Nuevo Testamento en el libro de los Hechos, en que el apóstol Pablo estaba preso, pero comenzó a cantar y alabar a Dios provocando un terremoto que derribó los barrotes de la cárcel. Leamos: Hechos 16:25-26 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26 entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Ellos habían orado, pero parece que la oración no había tenido mucho efecto. Entonces, acudieron al tercer poder: el poder de la alabanza; y empezaron a lavar con fuerza y esto provocó que el Espíritu de Dios descendiera a aquel lugar y no solamente destruyera a la cárcel, sino que además les zafó los grilletes y les preservó la vida, ya que cuando se genera un terremoto los trozos de escombros y madera no escogen para donde caer. El apóstol Pablo, fiel conocedor de las escrituras no usó el poder de la palabra escrita para actuar, no dice el texto que usó para pedirle a Dios que derribara los muros de aquella prisión, ni tampoco el poder de la palabra hablada, pero sí sabía del texto anterior que mencioné sobre Josafat cuando alabó a Dios y se provocó la victoria. Entonces, sin vacilar, le echó mano al poder de la alabanza y este se liberó sobre él sin demora. Algo interesante de puntualizar en este pasaje es que no solamente el apóstol Pablo fue libre, sino que la liberación se extendió hacia todos los prisioneros de la cárcel, pues no solamente estaban él y Silas, su ayudante, sino que había muchos presos más que habían estado encarcelados por diferentes delitos, y la intervención de Pablo y su compañero en el mundo espiritual provocó que Dios liberara también a los que estaban en su entorno inmediato. Esto también sucede en la actualidad. Muchas personas no creyentes entran a algún templo cristiano cuando están cantando coros y terminan totalmente liberados y renovados de ánimo y de espíritu; aún sin profesar la fe cristiana. Ellos suelen decir que los cantos religiosos les provocan mucha tranquilidad, entonces aprovechan esa bendición. Algo que, recomiendo a mis lectores, es que no seamos rígidos tratando de usar un mismo poder en todos los casos. Obviamente, cuando nosotros somos de Dios, los siete poderes estarán a nuestra disposición, pero siempre habrá uno o dos que se combinarán a la vez y resultarán ser aquellos con los que más nos identifiquemos. En mi caso, yo suelo usar el poder de la palabra escrita y el poder de la palabra hablada. Estos dos poderes los he visto obrar a través de mí en el 99% de las veces. Pruebe usted los siete y mire en cuál de estos tiene mejores resultados. Pero, si aún hace uso de los que con más frecuencia suele usted operar y se da cuenta que no funcionan, pruebe uno de los otros. Algunas veces Dios hará las cosas de manera diferente y usted tiene que estar listo para esto. Hace muchos años, cuando las iglesias pentecostales (en su gran mayoría) entendían el poder de la alabanza, se entregaban a este poder y en sus cultos de adoración a Dios era común ver suceder grandes milagros. Hay testimonios de personas que mientras la iglesia cantaba y alababa, ellos tuvieron éxtasis visiones y revelaciones. Otros fueron curados de diversas enfermedades y experimentaron grandes bendiciones de Dios, pero el enemigo de las almas, el creador del espíritu mundano sacó de la iglesia el poder de la alabanza convirtiendo la adoración a Dios en un espectáculo, de artistas famosos. Esto no debe ser así, debemos regresar a la adoración correcta. Secularización de la alabanza a Dios Usted entra a cualquiera de las grandes iglesias actuales, sean de corte pentecostal, o no y es muy probable que en la plataforma de predica usted presencie un auténtico espectáculo artístico de los cantores y predicadores, a la altura de los grandes artistas seculares del teatro, del cine y de la televisión. Ellos secularizaron la alabanza y la adoración a Dios, se visten como los actores de la farándula, usan sus estilos en el corte de cabello, con ropa de colores y pantalones ajustados. Hacen efectos de luces, provocan humo subiendo del suelo, con más efectos especiales que los que usaba Michael Jackson o de cualquier otro cantante famoso y desconocen lo que es un servicio de adoración y alabanza auténtica a Dios. Usted vístase como le guste, córtese el cabello como le parezca, pero atienda a este sabio consejo: no use las herramientas de Satanás para trabajar en el taller de Dios. Muchos cantantes seculares se hicieron “cristianos” para explorar un nuevo mercado. El mundo es y será el mundo. La iglesia no debe cambiar, debe mantenerse como Jesús la fundó. La Biblia dice: Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Si usted quiere saber cuánta razón hay en lo que escribo, haga esto: Entre a unos de esos sitios, con cámara y cuestionario en mano y haga el papel de un periodista investigador. Escoja a diez personas que traigan síntomas de enfermedades y dígales que los entrevistará después del servicio. Acérquese a cualquiera de ellos y pregúntele qué experimento durante la alabanza y adoración a Dios. ¿Sabe algo? Tal vez le digan: sentí la presencia de Dios. Muy bien, y usted prosiga: ¿y cómo se explica ese sentir? ¿Se te quitó alguna enfermedad de las que traías? ¿Sabes algo? Te dirán que están igual de enfermos. En esos servicios de alabanza, la gente salta, encienden los celulares, dicen gloria Dios y se alegran porque la música produce alegría. Pero para nada se genera el poder de la alabanza para liberarles, porque el propósito de los autores de estas obras de teatro es alimentar a la carne y ganar seguidores al estilo de los cantantes seculares, porque detrás de todo esto se mueve mucho dinero. Mi ánimo no es condenar, criticar o juzgar a nadie, es sencillamente decir la verdad. La iglesia en su gran mayoría ha perdido el entendimiento del poder que genera la alabanza genuina a Dios. Dice el Salmo 22:3 Sin embargo, tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel. Es decir que, cuando la alabanza a Dios es genuina y limpia de intereses personales, termina provocando que Dios se mueva, que actúe en favor de quienes le alaban. En el segundo libro de las crónicas de Israel encontramos este texto: 2 Crónicas 5:13-14 cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios. Los verdaderos adoradores de la actualidad que tienen una relación estrecha con Dios encuentran la inspiración para hacer su música en las escrituras y en experiencias relacionadas con el poder de Dios manifestado en sus vidas, de alguna manera. Muchas de estas alabanzas comunican una experiencia o un acto benéfico de Dios, o un milagro recibido. Cuando es así y se hace con toda sinceridad, el efecto que se genera en donde se esté alabando a Dios es poderoso, y él actuará en favor de los que le alaban porque Dios se agrada de la confianza y la gratitud que el ser humano muestra hacia él. Este pasaje mencionado del libro de las crónicas me hace recordar una manifestación parecida que hubo en una iglesia donde yo estaba de visita para participar en un retiro de oración. Allí habría tal vez unas 50 personas, incluyéndome, y el ambiente era muy
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