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W Anach - LOS 7 PODERES DE DIOS

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Los
7
Poderes de Dios
 
Por: Wuilber Anach Gonzalez
W. Anach www.facebook.com/revelacion2021
 
Por mi fe, en el nombre de Jesús:
Declaro que, mientras usted lee el libro, su fe se
encenderá y algunos milagros comenzarán a manifestarse
en su vida. Justo ahora le llegará una buena noticia,
alguna deuda le será cancelada o recibirá algún beneficio
inesperado, y cualquier enfermedad será destruida, por el
poder de la palabra escrita. En el nombre de Jesús, ¡amén!
Profeta W. Anach
 
Copyright © 2021 Wuilber Anach Gonzalez
Todos los derechos reservados.
ISBN:
Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones
establecidas en el ordenamiento jurídico, queda
rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los
titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta
obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la
reprografía y el tratamiento informático.
 
 
Enlaces a YouTube sobre Milagros
Ministraciones en línea
Tumor desaparece: https://youtu.be/LxOjThKsXIg
Paralitico sanado: https://youtu.be/v5gJh2SqUGI
Sanado de Cáncer: https://youtu.be/XJm579wA9sw
Muda por 55 años habla: https://youtu.be/4-Fwd8XTqIA
Varios: https://youtu.be/eovj_3if4_s
 
 
Recomendación
Si usted quisiera conocer mi más reciente libro sobre los
milagros, puede abrir este enlace, le conducirá
directamente a Amazon: Amazon.com: RECIBE Y LIBERA
MILAGROS: Aprende a Recibir y a Liberar sobre otros
"grandes" Milagros, en el nombre de Jesucristo. (Spanish
Edition) eBook : Anach Gonzalez, Wuilber : Kindle Store
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DEDICATORIA
Dedico este libro a toda la humanidad, para que sean
bendecidos más allá de sus expectativas.
W. Anach 
Sobre el libro
En este libro enseño sobre los 7 poderes de Dios
descritos en la Biblia, para que todos puedan conocerlos,
entenderlos y aprendan a usarlos. Quiero que desde el
principio tengan presente que todos estos operan desde el
amor, por eso ningún capítulo tiene por título “El poder del
Amor”. Yo soy un hombre de fe que por más de 20 años los
he usado y, sin lugar a duda, la muestra está en mi programa
en vivo por Facebook: La hora del Milagro, donde oro por los
enfermos y Dios hace maravillas.
Es excitante ver cómo Dios responde a mis clamores
de manera tan efectiva y rápida, haciendo que las
enfermedades se esfumen cuando uso el poder de la
palabra hablada. Nuestro ministerio ha sido escenario de
innumerables manifestaciones del poder de Dios. En este
libro usted encontrará algunos enlaces que le confirmarán
estas aseveraciones.
Los milagros son tantos que seguro estoy que ya
pasan de miles, y estoy plenamente convencido de que
cualquiera que se convierta a Dios de todo corazón y active
su fe para probar sus 7 poderes tendrá resultados más allá
de sus expectativas, porque el Señor es Todopoderoso para
darnos aún más de lo que le pedimos, y yo quiero enseñarle
a usted, como amigo y lector, cómo puede lograrlo también.
Las enseñanzas, revelaciones y testimonios que
encontrarás en este libro te ayudarán a cambiar tu vida para
siempre. En mi libro anterior: Recibe y Libera Milagros,
enseñé lo suficiente como para que cualquier persona
pueda convertirse en un auténtico recibidor y liberador de
milagros. Mayormente hice énfasis en la fe, en nuestra
capacidad de creer.
Pero en este libro añado el conocimiento de los 7
poderes de Dios revelados en las escrituras; es decir que,
quien haya leído mi primer libro sobre cómo activar la fe
para recibir y emitir milagros, y lo activó, ahora cuenta con
este otro, donde enseño cómo activar estos poderes para
perfeccionar nuestra relación con Dios y para alcanzar
cualquier milagro.
Para aquellos que leyeron el anterior, nada les será
imposible por medio de la fe, ya sea que anhelen milagros
económicos, de salud, de restauración matrimonial, de
liberación de demonios, sobre crecimiento espiritual y/o
muchos más.
También podrá abrir los enlaces a mi canal de
YouTube, para ver y oír grandes milagros. Su espiritualidad
sin dudas aumentará. Espero que al adquirirlo encuentre en
cada palabra la motivación que lo inspire a practicar lo
aprendido y que, además, si le parece bien, lo comparta con
otros, y que muy pronto pueda ver sus primeros milagros,
así como los de sus seres queridos y toda persona que
pretenda ayudar. ¡Amén!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INDICE
Sobre el Autor
Introducción
Capítulo 1.
El poder de la palabra escrita
Capítulo 2.
El poder de la palabra hablada
Capítulo 3.
El poder de la alabanza
Capítulo 4.
El poder de la intercesión
Capítulo 5.
El poder del ayuno
Capítulo 6.
El poder de la ofrenda
Capítulo 7.
El poder del servicio
Sobre el Autor
 
 Wuilber Anach Gonzalez nacido en Xavier,
Contramaestre-Cuba, 1972, radicado desde 2014 en
Spokane, Washington-EE.UU., es un profeta, maestro,
conferencista y predicador del Evangelio de Jesucristo,
presidente y fundador del Ministerio Internacional
Restauración de la Fe Apostólica, que actualmente cuenta
con más de 30 000 mil seguidores en las redes sociales.
Hoy por hoy conduce su programa “La Hora del
Milagro” perteneciente a su Ministerio, radicado en Spokane
Washington, el cual puede ser sintonizado en
www.facebook.com/revelacion2021 cada semana, de lunes
a jueves y domingos. Durante la transmisión de este, entra
en contacto con sus seguidores de habla hispana en tiempo
real para enseñarles a desarrollar su fe en el nombre de
Cristo, así como hacer oraciones de sanación por ellos en
vivo y en directo. Gracias a sus extraordinarios dones de
“milagros” y “sanidades” descritos en la Biblia.
Son incontables las curaciones que Dios ha hecho a
través de su mano: mudos que logran hablar, sordos que
logran oír, ciegos que logran ver, pacientes de cáncer
sanados, mujeres estériles embarazadas, pacientes de VIH
liberados, milagros financieros y deudas pagadas; así como
personas con sobrepeso que rebajan instantáneamente.
Niños que crecen justo en el momento de la oración
en vivo, personas liberadas de espíritus tormentosos, y
muchas más obras milagrosas que son imposibles de
enumerar y son consideradas como extraordinarias, ya que
son realizadas por medio de la palabra hablada, en llamadas
a distancia.
Le agradecería mucho que me dejara su comentario
en la sección de valoración de Amazon, donde se califica
por estrellas. Sera bueno conocer su opinión acerca del
libro. ¡Gracias!
AGRADECIMIENTOS
 
Primeramente, a mi Señor Jesucristo, quien me dio la
sabiduría y la habilidad para escribir este libro, pues no soy
escritor de oficio. Y, a todos aquellos que contribuyeron a
su publicación, mil gracias.
 
Introducción
 
Recientemente, me encontraba de rodillas en un
tiempo de oración y recibí la revelación para escribir sobre
cinco de los siete poderes de Dios que están dispuestos en
la Biblia para nosotros y que podemos usarlos
constantemente en nuestra rutina diaria, para alcanzar
nuestras metas y nuestros sueños. No quiero decir que no
los conocía, pues desde hace más de 20 años he hecho
uso de tales poderes, los cuales que usted conocerá en
este libro.
Pero la revelación de entenderlos a todos como
manifestaciones específicas del Gran Poder de Dios no
había sido sino hasta que recibí la revelación y la motivación
para escribir acerca de esto.
Al terminar mi tiempo de oración, sentí que debía
hacer una pequeña prédica en vivo por mi página de
Facebook, y ahí expliqué brevemente en qué consisten los
primeros cinco poderes que aparecen reflejados en los
primeros cinco capítulos del libro. Luego, los otros dos me
fueron añadidos al terminar la enseñanza y tomé la decisión
de escribir sobre esto porque me pareció genial poder
compartir esta poderosa revelación para el bien de todos.
Estoy plenamenteconvencido que puede ser de gran
bendición, no solamente para la iglesia, sino también para
cualquier creyente en la faz de la tierra que quiera ver
prosperar su vida en todos los sentidos.
Cada capítulo está dedicado a explicar
detalladamente en qué consiste el poder al cual se refiere.
En algunos conocerá sobre testimonios, experiencias
propias y anécdotas leídas y oídas acerca de otras
personas. Espero que este pequeño libro se convierta en un
manual de uso continuo para todo aquel que anhele tener
una vida bendecida y próspera a través de los siete poderes
que Dios nos ha regalado en las escrituras, y que podemos
usar en el nombre del padre del hijo y del Espíritu Santo,
amén.
Mil gracias…
 
 
Capítulo 1
El poder de la palabra escrita
 
 
Todo creyente en Jesucristo debe saber que para
poder vivir una vida exitosa tendrá que seguir las
recomendaciones de Jesús, palabras por palabras y hechos
por hechos, y estos siete poderes que usted va a aprender
en este libro son exactamente eso: recomendaciones de
Jesús para que podamos vivir una vida bendecida que,
además, nos permita ayudar a otros a tener éxito en todos
los desafíos que se les presenten a lo largo de la vida. Vea
este texto: Juan 5:39 Escudriñad las escrituras; porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas
son las que dan testimonio de mí…
El Señor nos recomienda escudriñar bien las
escrituras, porque son estas las que poseen la clave del
éxito en todas las áreas de la vida del hombre, ya que El, es
su autor. Desde el matrimonio y la familia hasta la
realización y el éxito personal. Él le dijo a los de su
generación que profundizaran en el estudio de la palabra
escrita para que pudieran descubrir cuál era la perfecta
voluntad de Dios. Al decir: “estas dan testimonio de mí”,
estaba diciendo: toda la bondad de mi padre revelada en
este libro es una obra preparada para mí, porque mi padre
es uno conmigo y mi voluntad es la suya. También él apóstol
Pablo, conocido como el más completo intérprete del
Evangelio de Jesucristo, nos lo confirma en varias de sus
epístolas:
Romanos 12:2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta. Hebreos 4:12
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y
el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.
2 Timoteo 3:16-17 “Toda la escritura es inspirada” por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
De estas y otras declaraciones similares en todo el
contexto bíblico depende la credibilidad y la autoridad de las
escrituras para todos los creyentes, Dios es el autor de su
revelación, y los hombres quienes la escribieron, habiendo
sido primero inspirados por El. Es difícil encontrar algún libro
que diga de sí mismo o que insinúe ser la palabra auténtica
de Dios, el creador de los cielos y de la tierra, que está
destinado para los hombres, aparte de la Biblia.
La mayoría de los escritos antiguos de los que
tenemos registro, que hablan de dioses o divinidades nunca
dicen que los conocimientos que aparecen allí recopilados
sean en alguna manera absolutos; sin embargo, la Biblia no
solamente lo dice, sino que, lo afirma y lo garantiza e insta a
toda persona a probar la eficacia de la palabra poniéndola
por obra.
En el evangelio de Lucas encontramos el siguiente
relato: Lucas 4:1-13 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió
del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto 2 por
cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada
en aquellos días, pasados los cuales tuvo hambre. 3
entonces el diablo le dijo: si eres Hijo de Dios, di a esta
piedra que se convierta en pan. 4 Jesús, respondiéndole,
dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra de Dios 5 y le llevó el diablo a un alto monte, y
le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6 y le
dijo el diablo:
A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos;
porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7
si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8
respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque
escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo
servirás.9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo
del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí
abajo; 10 porque escrito está: A sus ángeles mandará
acerca de ti, que te guarden; 11 y: En las manos te
sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 
Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al
Señor tu Dios. 13 y cuando el diablo hubo acabado toda
tentación, se apartó de él por un tiempo.
En este pasaje vemos cómo Jesús en dos ocasiones
le hace recordar al diablo el poder de la escritura y la
eficacia que tiene al ser aplicada, rechazándole las dos
primeras tentaciones. En la tercera tentación quien
reconoce y valida el poder de la palabra escrita es el mismo
Satanás, interpelando a Jesús y usando su misma arma de
defensa: escrito está. El usó el mismo poder que Jesús
estaba usando para defenderse, pero de manera incorrecta.
En la respuesta de Jesús a la última tentación vemos
el segundo poder de Dios: Dicho está. Es decir: el poder de
la Palabra Hablada. Este obviamente lo desarrollaremos en
el capítulo dos.
¿Ha visto usted cuántas religiones que aún existen en
la actualidad que desde hace miles de años han usado la
Biblia de manera incorrecta, y que con el uso de las
escrituras incluso han cometido guerras y crímenes de lesa
humanidad? Es muy triste esto, pero así ha sido desde que
hay hombres sobre la tierra.
El enemigo de Dios no puede impedir que todos los
seres humanos lean Las Sagradas Escrituras, pero sí
puede influirlos para que se interprete de manera incorrecta.
En el tiempo que Jesús predicó el evangelio, fue
confrontado principalmente por las mismas personas de su
pueblo. Quienes, según la tradición se creían, decían ser la
máxima autoridad para comprender las escrituras; sin
embargo, el mensaje de Jesús los evidenció de tal manera
que ellos terminaron llevando a Jesús a la muerte.
Uno de los mandamientos de Jesús es que nosotros
guardemos la palabra de Dios tal y como está escrita, y esto
significa que lo que está escrito para nosotros debe ser
observado y aplicado en el día a día, ya sea mientras
enfrentemos tentaciones, mientras oremos por nuestros
propósitos o mientras actuemos a favor de otras personas.
La Biblia dice que no debemos de ir más allá de lo que está
escrito: 1 Corintios 4:6 Pero esto, hermanos, lo he
presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de
vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más
de lo que está escrito, no sea que, por causa de uno, os
envanezcáis unos contra otros.
En estos últimos tiempos han surgido muchas
denominaciones y ministerios de corte cristiano que tuercen
de la palabra de Dios y la usan de manera incorrecta
enseñando muchas veces cosas que jamás le pasaron por
la mente a Dios, o negando rotundamente las que Dios
establece, las que hay que enseñar. De esto se encargan
los llamados “teólogos” quienes creen ser la autoridad
máxima en la interpretación de las escrituras.
Cuando a usted le pregunta a uno de ellos sobre qué
opinión tienen de “los milagros”, contestan que ya no son
necesarios en estos tiempos, que los milagros fueron
solamente para la época de Jesús y de los apóstoles. Pero,
cuando usted lee Las Sagradas Escrituras, se da cuenta de
que ellos mienten porque Jesús dijo que los milagros
suceden en la vida de cualquier persona que se convierta y
crea de todo corazón, y que estos serían una de las señales
del verdadero evangelio.
 Esto literalmente aparece en el libro de Marcos 16:
17-20 Marcos 16:17-20 Y estas señales seguirán a los que
creyeren: En mi nombre echaránfuera demonios; hablarán
nuevas lenguas; 18 quitarán serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, obrando con
ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que
se seguían. Amen.
En una ocasión, un profesor de Teología estaba
impartiendo su clase con unos cuantos alumnos y citando
este texto que he mencionado, y preguntó: ¿cómo se debe
interpretar esta porción de la palabra? Un alumno levantó su
mano y pidió permiso para dar la respuesta y lo que dijo dejó
al profesor sin palabras, contestó: esta porción no debe
interpretarse, debe obedecerse porque ahí dice que hay que
hacerlo y sencillamente hay que hacerlo.
En mi caso, ver la palabra de Dios de esta manera es
lo que me ha conducido siempre al éxito. Si Jesús dijo que
yo puedo hacerlo, creo que lo puedo hacer y doy el paso de
fe para lograrlo, así de simple. A nosotros debe bastarnos
con hacer exactamente lo que dice la Biblia literalmente para
que nos funcionen sus promesas, porque la palabra es más
que suficiente para resolver cualquier situación que se nos
presente. La cuestión está en creer y actuar.
Entonces nosotros debemos aprendernos todas las
promesas que están en las escrituras para orar basados en
estas. Es decir que, si usted va a orar por un enfermo,
puede repetir el poder de la palabra escrita usando una
porción de la Biblia, por ejemplo:
Isaías 53:4-5 Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados.
Este texto habla del sacrificio de Jesús a favor de la
humanidad, pero démonos cuenta de que esto se escribió
setecientos cincuenta años antes de que naciera Jesús, por
el profeta Isaías. Entonces, la palabra escrita fue tan
poderosa que, casi un milenio después de haberse escrito
tuvo su cabal cumplimiento. Veamos lo que el evangelista
Mateo nos confirma al respecto:
Mateo 8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él
muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los
demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él
mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias.
Es decir que Jesús demostró cabalmente que la
palabra escrita posee tanto poder que ni aún el tiempo le
resta validez y pertinencia. Asimismo, nosotros debemos
usar el poder de la palabra escrita para hacer nuestras
oraciones.
Esto es algo que yo uso alguna que otra vez en las
oraciones que hago en vivo para las personas enfermas en
mi programa “La Hora del Milagro” a través de mi página
Ministerio Internacional Restauración de la Fe Apostólica, en
Facebook. Casi siempre yo uso el poder de la palabra
hablada, pero eventualmente hago uso también de los otros
seis poderes. Todos son importantes, pero nosotros
mayormente nos vamos a identificar con el que más
resultados nos dé.
En mi caso, el poder de la palabra hablada es el que
más manifestaciones milagrosas de Dios me ha otorgado,
entonces casi siempre uso más este. Recordemos que la
palabra escrita son solo letras para quien no cree en Dios,
pues ellos no validan la verdad de Dios en un estilo de vida.
Entonces esta se queda en el nivel de la religión, sin poder
liberar el poder de Dios.
Es cierto que los judíos desecharon a Jesús, pero no
fue porque ellos no creían en la palabra escrita, sino porque
no tenían la revelación de que Jesús era el Mesías. Así
pasa el día de hoy, que tenemos a muchos creyentes que
aceptan la Biblia como auténtica pero que no tienen
revelación del poder de esa palabra para lograr cualquier
cosa que nos propongamos en la vida. El pueblo de Israel
fue creado como nación en las faldas del monte Sinaí,
donde Dios le dio a Moisés por primera vez los 10
mandamientos, que fueron escritos en tablas de piedra.
De ahí en adelante, todo lo que derivó de esta palabra
escrita terminó en completar el compendio de lo que
conocemos hoy como el Antiguo Testamento, lo cual formó
parte de la vida cotidiana de la cultura general de Israel por
miles de años. Después de la muerte y resurrección de
Cristo, los judíos fueron esparcidos por el mundo entero, en
el año 70 d. C., cuando el emperador Tito Vespasiano atacó
a Jerusalén, la destruyó y los judíos empezaron a emigrar a
Europa, a Egipto, a África y a otras regiones. Y, a donde
quiera que fuesen, llevaban sus escritos y aplicaban sus
recomendaciones en el diario vivir. Gracias a esto, la
identidad judía ha permanecido hasta el día de hoy.
Mi oración a Dios es que ellos puedan abrir los ojos
del espíritu y puedan creer en el poder que esa palabra
escrita tiene para conducirlos a la salvación del alma y al
perdón de los pecados, pues aún creen que debe venir un
mesías a salvarlos y no saben que quien les va a llegar va a
ser el Anticristo, el que va a poner a la humanidad el 666, el
sello de la bestia, según la revelación que Dios le dio al
apóstol Juan: Apocalipsis 13:17-18: Y que ninguno pudiese
comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre
de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay
sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la
bestia, pues es número de hombre. Y su número es
seiscientos sesenta y seis.
La Biblia dice que al final todo Israel será salvo, pero
será un resto que quedará después de la gran persecución
que el falso Mesías traerá sobre la nación entera.
 
Las profecías confirman la autoridad de Las Sagradas
Escrituras
 
Una de las verdades irrebatibles que dan a las
escrituras el sello de auténticas son las profecías que
contiene de principio a fin. Según la mayoría de los teólogos,
solamente con Jesús se cumplieron 365 profecías.
Citaré a continuación tres de ellas:
Isaías 53:4-5 Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados.
Salmos 41:9 Aún mi íntimo amigo en quien yo
confiaba, el que de mi pan comía, contra mí ha levantado su
calcañar…
Zacarías 13:6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son
estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido
en casa de mis amigos. Esto es lo que a mi juicio da mayor
grado de veracidad a la Santa palabra de Dios. Entonces, si
la Biblia ha demostrado ser auténtica y que sus palabras son
verdaderas, yo debo asumir como una verdad inamovible
cada una de las verdades que enseña. Por eso es por lo
que este libro, que habla sobre el poder que estamos
procurando con la dirección del Espiritu Santo, va a
despertar el interés y la motivación en cada lector de que
crea con todo su corazón en lo que está escrito para que
pueda ser beneficiado en toda su manera de vivir.
Por eso la recomendación para beneficiarnos de la
palabra escrita es que, cuanto más la leamos, será mucho
mejor porque, cuando conocemos lo que se ha escrito para
nosotros, esto nos cambia la vida como creyentes. Ya que
cada escenario de la vida exigirá que nosotros adoptemos
una actitud y si conocemos la palabra escrita de seguro que
será la mejor y la que más beneficio nos traerá.
Cuando una persona que tiene revelación lee Lucas
10:19, y por supuesto lo cree profundamente dentro de su
corazón, ese poder escrito se convierte en un poder
espiritual y real, porque la palabra escrita es la superficie del
Espíritu y el Espíritu es la profundidad de la palabra escrita.
Cuando nosotros leemos las promesas de Dios para
nosotros y las creemos, estas se vuelven reales, porque
cobran vida dentro de nosotros, ya que nuestro espíritu es
semejante al de Dios, fuimos creados para creer. La palabra
escrita tiene el poder de la iluminación,por eso es
importante que nosotros conozcamos toda la palabra de
Dios para ser iluminados interiormente y poder manifestar
exteriormente el poder de esa palabra que sale de nuestro
interior con fuerza y con vida.
Cuando la palabra escrita se repite como un producto
intelectual no tiene ningún poder. De hecho, en muchas
universidades se lee la Biblia y en muchas iglesias se lee
también y hasta los que practican religiones de
oscurantismo leen la Biblia, pero esta no les aporta ningún
poder que se corresponda con lo que está escrito, porque
no se puede activar la palabra escrita solamente con el
entendimiento, sino además con el espíritu y con la fe.
La Biblia dice que por las llagas de Jesús yo estoy
totalmente curado, también dice que no hay hijo de Dios
pobre ni que mendigue pan, dice además que todo lo que yo
pida en oración con fe lo puedo recibir y además dice que si
yo me deleito en la palabra de Dios lo que yo desee en mi
corazón Dios me lo dará, etc. Jesús dijo a sus discípulos en
el libro de Marcos 10:28-30 Entonces Pedro comenzó a
decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido. 29 respondió Jesús y dijo:
De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado
casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o
hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que no
reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con
persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. Todo
esto yo lo he creído profundísimamente y lo he visto
manifestado en mi vida a lo largo de estos últimos 7 años.
Salí de Cuba en el año 2014 y me vine a vivir a los
Estados Unidos para servir al Señor, pues en el año 2005
había recibido una profecía acerca de mi ministerio, a través
de un profeta de Nicaragua. Este me dijo que mi ministerio
no era en Cuba y que no me preocupara por hacer nada,
porque todo me sería concedido y literalmente cada palabra
que dijo se cumplió. No podría contar la cantidad de
personas que a través del ministerio que Dios me ha dado
han sido sanados de cuantas enfermedades hay bajo el
cielo.
Casos de sida, cáncer, diabetes, sordera, mudez,
esterilidad, artritis, Coronavirus, parálisis, etc. La palabra
escrita dice de mí quién soy en Cristo Jesús y también dice
lo que debo tener y recibir. Esto yo lo creo
profundísimamente y animo a todo el que lea este libro a que
haga lo mismo, si de verdad quiere ver grandes
manifestaciones del Señor. Cuando usted comienza a creer
en la escritura, el Espíritu de Dios, activará todo aquello que
está reservado para usted.
Pero solo si usted lo cree de todo corazón, no porque
le haya sido impuesto. Muchas religiones imponen la fe a las
personas, y por eso sus prácticas religiosas no tienen
poder, porque no salen del corazón. Después de la
publicación de este libro yo publicaré un manual de 40
oraciones poderosas, basados en la palabra de Dios.
Cada una de estas oraciones como mínimo va a
tener dos versículos de respaldo, y voy a explicar de manera
breve, pero profunda la conexión que hay entre la oración
que usted puede hacer y el conocimiento de la palabra
escrita sobre la cual debe estar establecida su revelación
para que pueda orar eficazmente. Recordemos que Dios
nunca contestará una oración que primeramente él no lo
haya prometido. Es ahí donde el conocimiento de la palabra
escrita se vuelve determinante para lograr hacer una
oración eficaz.
 
Capítulo 2
El poder de la palabra hablada
 
Este es el segundo poder que usaba Jesús, el cual se
manifestaba a través de la autoridad que él ejercía cuando
tenía que predicar la palabra, orar por los enfermos, o para
resucitar a personas muertas. El poder de la palabra
hablada obviamente tiene sus bases en la palabra escrita,
porque es llevar la palabra de la Biblia al espíritu humano, y
de ahí proyectarla con nuestra propia manera de hablar para
liberar el poder de Dios.
En este caso, además de recordarle a Dios las
escrituras podremos hablar con nuestras propias palabras y
actuando en consecuencia a lo que está escrito: cómo
actuaba Jesús a la hora de orar por las personas haciendo
uso de su autoridad.
En el evangelio de Lucas, el Señor aseguró que los
que creemos en él recibimos de su autoridad para hacer las
mismas obras que él hizo, veamos: Lucas 10:19 He aquí os
doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre
toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Hasta aquí las
citas bíblicas que he estado usando pertenecen a la versión
de la Reina Valera 1960, aunque no les he puesto las
abreviaturas que preceden cada cita, pero veamos cómo
este mismo texto de Lucas nos presenta la versión católica:
DHH Lucas 10:19 Yo les he dado poder a ustedes
para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer
toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño.
La primera cita dice “potestad” y esta segunda dice
“poder”. Ambas cosas indican que nosotros podemos leer
las escrituras y aceptar su autoridad incorporándolas a
nuestras vidas como conocimiento y convertirlas en
palabras vivas y aplicadas por medio del creer y del hablar,
es decir, del comunicar de manera verbal el poder de lo que
se escribió, pero con la peculiaridad de nuestro lenguaje y
manera de expresarnos.
Digamos que un hermano de China, en su idioma y
con los términos que se usan allá, le dice a un demonio que
salga inmediatamente del cuerpo de alguien, y lo hace con el
poder de la palabra escrita que carga en su mente y corazón
pero que al hablarla esta se convierte en palabra hablada
con autoridad, según su idioma.
Lo más probable es que el demonio salga
inmediatamente, como también puede pasar con un
hermano ruso, japones, coreano, o de cualquier parte del
mundo, así sea en tribus del África, donde tienen idiomas
diferentes. Si también quieren confrontar a un demonio,
usan la autoridad de la palabra hablada porque conocen la
palabra escrita, y obviamente los resultados serán los
mismos. El poder de la palabra hablada se liberará.
Este poder no está limitado a un idioma o cultura,
porque la palabra hablada es espíritu. Me entristece mucho
ver a algunos grupos “Neojudaizantes” queriendo confundir
a los creyentes con la mentira de que el idioma de Dios es el
hebreo y que, si no dicen Yeshua, o Yahveh en sus
oraciones no tendrán resultados.
Recordemos estas palabras de Jesús: Juan 6:63 El
espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha, las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
En el capítulo uno vemos a Jesús usando la palabra
escrita para confrontar al enemigo de las almas, y luego
vemos al evangelista Mateo recordándonos la palabra
escrita para ver confirmada la profecía acerca de Jesús en
la que se relata que él sería quien cargaría con nuestras
enfermedades y con nuestras dolencias; pero ahora vemos
a Jesús mismo diciendo que las palabras que estaban
escritas y que demostraban que él era el hijo de Dios ahora
se convertían en espíritu y vida cuando él las hablaba.
Jesús predicaba con tanto poder que hasta sus
enemigos (algunas veces) se quedaban maravillados. En
una ocasión, las autoridades judías mandaron a prender a
Jesús y los soldados salieron en el acto para cumplir la
orden recibida, pero, cuando llegaron al lugar donde se
encontraba Jesús y lo escucharon hablar, quedaron tan
perplejos que no pudieron ni siquiera insinuarles al Señor
cuál era el propósito de la misión de ellos al ir a una de sus
reuniones. Fueron tan afectados por el mensaje de Jesús
que confesaron no haber escuchado jamás a un hombre que
hablara con tanto poder.
Literalmente el texto dice: Juan 7:45-46 Los
alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los
fariseos; y estos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído?
46 los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha
hablado como este! Cuando nosotros estamos llenos de la
palabra escrita en nuestra mente y conocemos todas las
promesas, usamos el poder para hablar en nombre de
Jesús con poder y autoridad, entonces lo que sale de
nuestra boca deja de ser simplemente palabrasy se
convierten instantáneamente en el mismo poder que el
Señor Jesús manifestaba.
En el ministerio de Cristo vemos de qué manera él
usaba el poder de la palabra hablada al ejercerla con
autoridad sobre los demonios. En algunas ocasiones,
algunos judíos admiraban a Jesús por tanta autoridad que
lideraba al hablarle a las enfermedades o a los poderes del
mal. Creo que en realidad querían convertirse en discípulos
de Cristo, pero el amor a las cosas terrenales y el temor a
las autoridades religiosas tuvo más poder sobre ellos.
Veamos: Lucas 4:21-28 Y entraron en Capernaum; y
los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22 y
se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como
quien tiene autoridad, y no como los escribas. 23 pero había
en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que
dio voces, 24 diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros,
Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién
eres, el Santo de Dios. 25 pero Jesús le reprendió, diciendo:
¡Cállate! ¡Y sal de él! 26 y el espíritu inmundo, sacudiéndole
con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 27 y todos
se asombraron, de tal manera que discutían entre sí,
diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta?
¿Con qué autoridad manda a los espíritus inmundos y le
obedecen? 28 y muy pronto se difundió su fama por toda la
provincia alrededor de Galilea.
Los ancianos, maestros intérpretes y escribas de la
Ley, por el propio estudio de Las Sagradas Escrituras
sabían que el tiempo más propicio de la historia de ellos
para la venida del mesías era el que estaban viviendo
durante el Ministerio de Cristo, ya que en esa época Roma
dominaba todo el Medio Oriente y ellos no eran la excepción,
pues debían pagar altos impuestos al imperio y admitir la
fuerza política y militar de Roma sobre su nación.
Entonces los judíos clamaban de día y de noche por
la venida del mesías, pensando que este sería un rey al
estilo de los reyes guerreros de Israel, “libradores de
legendarias batallas”, y aún más cercano a la imagen del
Rey David que, siendo un adolescente lleno del poder de
Dios, había liberado a Israel cortando la cabeza al príncipe
filisteo llamado Goliat. Sus Criterios infundados eran más
cercanos a esta interpretación porque, según la profecía, el
mesías debía ser directamente descendiente de David.
Pero al ver que Jesús no se pronunciaba en contra
del imperio romano, ni convocaba a los judíos para levantar
un ejército de liberación, ellos dudaban de que él fuera el
mesías prometido, porque no luchaba contra los enemigos
físicos de Israel, sino contra los enemigos espirituales. Si
nosotros aprendiéramos de Jesús en este sentido, de
seguro que nuestras batallas para conquistar nuestras
bendiciones y oportunidades serían más efectivas, menos
costosas y saldríamos victoriosos en menos tiempo.
Hablaré de esto más adelante.
En una ocasión llegaron a decir que Jesús tenía
poder en sus palabras porque era el diablo quien le otorgaba
tal autoridad. Mateo 12:24 Más los fariseos, al oírlo, decían:
Este no echa fuera los demonios sino por Belcebú, príncipe
de los demonios. La intención del Señor Jesucristo era y
aún es transmitirnos en sus variadas maneras de hacer las
cosas que, la visión sobre los poderes de Dios no está
restringidos a ser liberados de una sola manera. Él podía
decirles a los demonios:
Escrito está que yo soy el hijo de Dios y que tengo
poder sobre ustedes… pero no lo hizo así, si no que les
hablaba dándoles órdenes, como quien tiene autoridad, y
esto le funcionaba muy bien. El poder de la palabra hablada
es uno de los que más yo uso. En el programa que conduzco
de lunes a jueves por Facebook, yo entro en contacto con
muchas personas enfermas (les invito a acompañarnos, si
así lo prefieren) durante una hora yo les envío la palabra
hablada de sanidad y de milagros.
Generalmente, selecciono a unas cinco o seis
personas de las que están conectadas en vivo, de acuerdo
con la instrucción del Espiritu Santo que recibo en mi mente
para ministrarles el poder de Dios y los resultados son
evidentes. Cuando yo los escojo no tomo en cuenta la
gravedad de la enfermedad, puede ser alguien que tenga
una enfermedad terminal y yo le llame y le ore, o si no,
simplemente le envíe la palabra hablada mientras ellos me
ven o me escuchen y la mayoría queda sanada al instante.
Los apóstoles de Jesús solían usar mucho este
poder. El más sobresaliente de los discípulos de Cristo,
desde el comienzo de su ministerio hasta el final, en cuanto
a creer la palabra hablada, fue el apóstol Pedro. A
continuación, citaré tres pasajes de los evangelios y luego
haré un comentario sobre cada uno, en el cual nos veremos
identificados.
 
1-El poder de la palabra hablada para la pesca
 
Lucas 5:1-7 Aconteció que, estando Jesús junto al
lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la
palabra de Dios. 2 y vio dos barcas que estaban cerca de la
orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de
ellas, lavaban sus redes. 3 y entrando en una de aquellas
barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de
tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la
multitud.
4 cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar
adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5
respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos
estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu
palabra echaré la red. 6 y habiéndolo hecho, encerraron
gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 entonces
hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra
barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron
ambas barcas, de tal manera que se hundían.
Pedro pudo haber citado cualquier parte de las
escrituras para lanzar la red, tal vez: Éxodo 16: 14 Y Jehová
dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el
pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día,
para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. Y decir: Señor,
tú que proveíste de pan a nuestro pueblo en el desierto
durante cuarenta años, provéeme de peces en esta hora.
Pero no lo hizo, sino que, confió en la palabra que Jesús
habló, y ya leímos cuales fueron los resultados. ¡Gloria a
Dios!
 
En este pasaje veo reflejada la vida de muchas de las
personas que leerán este libro y que han pasado mucho
tiempo (como Simón Pedro) intentando progresar en
muchos aspectos de sus vidas, pero han terminado
agotados, decepcionados y sin motivación alguna para
emprender algo nuevo. Permítanme decirle con toda
sinceridad que también a mí me ha pasado. Antes de ser
cristiano, anhelaba ser rico; pero no encontraba la manera
de lograrlo y, decepcionado, terminaba gastando en alcohol
y cigarrillos lo poco que conseguía. Pero un buen día, allá
por el año 1997, me convertí al cristianismo, acepté a
Jesucristo en mi vida como mi Señor y Salvador y todo
comenzó a cambiar.
No lo hice por el interés de tener algo material, sino
porque me encontraba en un callejón sin salida, me sentía
exhausto y sin ánimo para seguir adelante, a pesar de que
era un joven de tan solo 25 años. Procedía de una familia
pobre, con un padre alcohólico. Él y mi madre se habían
separado cuando yo tenía tan solo nueve años y, desde ese
tiempo hasta mis 25, la vida fue muy dura para mí. Cuando
tenía 12 años abandoné los estudios y me entregué a la vida
de la calle, con sexo, alcohol, cigarrillos (de los corrientes y
de lo que cambian la mente) y peleas callejeras.
Era un joven prácticamente frustrado, no había
manera en que encontrara un buen camino por el cual
conducirme. Entonces, la llegada de la fe cristiana a mi vida
y la introducción a las enseñanzas de Jesucristo me
cambiaron para siempre. Me motivé grandemente al
conocer que Jesucristo tenía muchas oportunidades para
personas como yo, que solamente tenía que aceptarlas y
creerlas por la fe.
Esta decisión de ser cristiano me acercó a personas
que ya lo eran y que, habiendo sido semejantes a mí (de
origen pobre y sin oportunidades) ahora vivían vidas muy
bendecidas. Mi primer mentor fue el Reverendo Francisco
Álvarez Cantillo.Un pastor anciano de unos 60 años. Él no
había tenido un trasfondo de pecados como el mío en su
juventud, pero como yo, también procedía de padres muy
pobres. En ese tiempo, él era profesor de historia de un
seminario Bautista, rector y pastor a la vez.
Gracias a Dios, él me adoptó como un hijo y me
motivó a estudiar nuevamente para terminar el nivel
preuniversitario y también para graduar de Teología. Cosas
que emprendí con mucho amor y dedicación y que logré
culminar con muy buenos resultados. Desde entonces, ya
han pasado 24 años de aquella decisión, y me he convertido
en un hombre muy rico de espíritu.
Hablo con tanta pasión y con tanta fe acerca de lo
que Jesucristo puede hacer en la vida de las personas que
son miles en todo el mundo los que han sido bendecidos por
la palabra hablada de fe que predico continuamente y estoy
plenamente seguro de que, si usted opta por usar el poder
de la palabra hablada, tal y como lo está aprendiendo en
este libro, de igual manera será un fiel testigo de este poder.
 
Testimonio de una mujer de Argentina que está
en el mundo de la política
 
Conversación exacta, tomada de mi mensajería de
Facebook.
Le llamaré Juana.
Juana: Ora por mí. Quiero bendecir la obra. Dios me
pagó una deuda muy grande. Solo pague un diez por ciento.
Por eso juntaré para bendecir la obra de Dios.
Yo: ¡Guau! Cuéntame, ¿qué pasó?
Juana: Tenía una deuda de 365 mil pesos y el Profeta
Wuilber Anach oró por cancelación de deuda y terminé
pagando solo 38 mil pesos… No tenía el dinero, me lo
prestaron y, al cabo de tres días, devolví ese dinero y quedé
libre.
Juana: Gloria a Dios y por la oración del profeta
Wuilber. ¡Dios lo siga usando grandemente para su gloria!
Yo: Oh Dios, esto es poderoso. ¿Puedo publicar esto
en público?
Juana: Sí, ahora me pusieron en una lista para
concejal del Distrito de Florencio Varela y luego tengo una
oferta para presentarme en las elecciones para disputar la
presidencia del país Argentina… Me conformo si llego a ser
gobernadora y moverme con la unción de José... y el
Espíritu Santo este conmigo.
Yo: Lo pondré en mi próximo libro también, como
testimonio.
Juana: Amén, profeta... Sacaré foto de la deuda inicial
y lo que pague con el sello pagado para el libro… Tú dijiste:
que Dios golpee la deuda con martillo y caiga… y mi deuda
cayó…
 
Gloria a Dios, todos deberíamos alegrarnos con
testimonios como estos. Esto verdaderamente fue un
milagro extraordinario. Al yo usar el poder de la palabra
hablada y decir: “que Dios golpee la deuda con martillo y
caiga”, ¡guau!, el Señor lo hizo, confirmó lo que hablé,
porque creí y aun sigo creyendo que, al hablar en nombre de
Cristo mis palabras liberan poder.
 
2-El poder de la palabra hablada para caminar
sobre el agua
 
Mateo 14:22-32 Enseguida Jesús hizo a sus
discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra
ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23
despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando
llegó la noche, estaba allí solo. 24 y ya la barca estaba en
medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era
contrario. 25 más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino
a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole
andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y
dieron voces de miedo. 27 pero en seguida Jesús les habló,
diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, ¡no temáis! 28 entonces le
respondió Pedro, y dijo:
Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas. 29 y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca,
andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 pero al ver el
fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio
voces, diciendo: Señor, ¡sálvame! 31 al momento Jesús,
extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca
fe! ¿Por qué dudaste? 32 y cuando ellos subieron en la
barca, se calmó el viento. 33 entonces los que estaban en la
barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres
Hijo de Dios.
Este ha sido un relato muy cuestionado por muchos
estudiosos de Las Sagradas Escrituras que no creen en los
milagros de Jesús, y que dicen que esto solamente es una
parábola, pero el texto literalmente dice que fue un hecho
real, como los otros milagros que Jesús hizo. Yo realmente
he creído y seguiré creyendo que fue un hecho real, y no
una parábola, porque Dios es el autor de los milagros que
suceden en mi ministerio. Hace algún tiempo, durante mi
programa en vivo “La hora del Milagro” hice una oración por
una señora que tenía un tumor de 40 cm de longitud, alojado
en su vientre, y literalmente el tumor desapareció en un
instante, (el testimonio está en la sección de enlaces de
videos al principio del libro) por el poder de la palabra
hablada.
Este poder se activó en mi vida cuando yo comencé a
relacionarme con personas que también lo usaban. Esta
realidad obviamente destruye el criterio que plantea que el
poder de la palabra hablada es solamente para personas
especiales. Usted perfectamente puede usar este poder
recién termine de leer el libro. Si lo cree con todo su ser,
evidentemente podrá, porque así pasó conmigo.
Recordemos que Pedro había experimentado el milagro de
la pesca abundante por la palabra hablada de Jesús y ahora
quería comprobar si también la palabra hablada podía
provocar un milagro para que él caminara sobre el agua.
Aunque, después de saltar del barco y haber
caminado un poco sobre el agua, sintió miedo y comenzó a
hundirse, lo cierto es que como principiante puso por obra la
fe para ver el poder de la palabra obrando de esta manera
tan poderosa, que tuvo resultado. Cuando nosotros
comenzamos a usar la palabra hablada, al principio
notaremos que tendremos que esforzarnos para que esta
palabra haga efecto, porque necesitamos equilibrar nuestra
fe personal a la altura de la palabra, del poder de la palabra
hablada procedente de Dios. Esto solamente es el inicio en
la experiencia del uso y el intento de poner por obra la
palabra hablada. Así que, al ponerla por obra habrá muchas
experiencias qué contar.
 
3-El poder de la palabra hablada sobre la higuera
 
Marcos 11:20-24 Y pasando por la mañana, vieron
que la higuera se había secado desde las raíces. 21
entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la
higuera que maldijiste se ha secado. 22 respondiendo
Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23 porque de cierto os
digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y
échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere
que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24
por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed
que lo recibiréis, y os vendrá.
Cuando Jesús maldijo a la higuera, no lo hizo de mala
fe ni porque estuviera enojado, (humanamente) como dicen
algunos, sino porque cada enseñanza de él ya fuese oral o
demostrativa estaba orientada a crear en los discípulos la fe
suficiente para poder usar los poderes de Dios en la
predicación del Evangelio. Es obvio que la descarga de una
palabra de poder no se libera de quien la diga como si
estuviera declamando una hermosa poesía, pues hay que
poner mucha energía para soltar una palabra de autoridad.
Hay que poner fuerza y convicción profunda, de lo
contrario no habrá efecto alguno. En este texto de la
higuera, Pedro le dice al Señor que comprobara que la
palabra que él había dicho a la higuera se había cumplido, y
Jesús aprovechó la oportunidad para decirle que tal milagro
no había sido hecho sin propósito, sino que, estaba
determinado para dejarles un ejemplo a ellos del poder que
tendría la palabra hablada cuando ellos determinaran
ponerla por obra, logrando aún mayores resultados.
Vea también: Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo:
El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará
también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Sin
lugar a duda, estos milagros provocados por la palabra
hablada a través de Jesús fueron los que colocaron el
fundamento de fe en la vida de Pedro, para que luego de la
resurrección de Cristo y el ascenso al cielo, el usara el
poder de la palabra hablada como herramientaesencial para
ayudar a los necesitados.
Algunos años después de la resurrección de Cristo,
Pedro visitó un pueblo llamado Lida y allí usó el poder de la
palabra hablada para liberar un milagro, veamos:
Hechos 9:32-35 Aconteció que Pedro, visitando a
todos, vino también a los santos que habitaban en Lida. 33 Y
encontró allí a un hombre llamado Eneas, que había estado
postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico.
34 y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz
tu cama. Y al instante se levantó. 35 todos los que vivían en
Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor. Pedro
pudo usar las escrituras con el poder de la palabra escrita
como lo menciona en una de sus cartas. 1 Pedro 2:24 quien
llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
Pedro prefirió usar el poder de la palabra hablada.
Él solía usar el poder de la palabra escrita para
predicar, pero a la hora de sanar a los enfermos prefería
usar el poder de la palabra hablada, porque ese fue el
modelo que Jesús le enseñó. El Señor predicaba primero y
después oraba por cualquier persona, lo hacía con tanta
pasión y autoridad que todos sanaban.
Todos los predicadores del mundo deberíamos
entender y aplicar esta gran verdad: para predicar debemos
usar el poder de la palabra escrita, pero para ayudar a las
personas enfermas y atribuladas debemos ministrar el poder
de la palabra hablada, según lo hicieron Jesús y sus
discípulos.
Después de la primera generación de apóstoles,
surgió otra generación de discípulos que, al igual que la
anterior, aprendieron a usar el poder de la palabra hablada. 
En el libro de los Hechos, en el capítulo seis la Biblia, se
refiere a un discípulo llamado Esteban y se dice que este
predicaba con un poder tan grande entre los judíos que
estos no podían resistirse a la sabiduría por la cual Esteban
hablaba, el poseía el poder de la palabra hablada, y no tenía
quien le refutara, veamos:
Hechos 6:8-10 y Esteban, lleno de gracia y de poder,
hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. 9
entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los
libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de
Asia, disputando con Esteban. 10 pero no podían resistir a la
sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
 
También el Señor Jesús, cuando les habló a los
apóstoles de lo que debían asumir cuando tuvieran frente a
las autoridades, les dijo que no se preocuparan por cómo
deberían hablar en ese momento porque les sería dada
palabra.
Les quiso decir que, cuando se vieran en una
situación difícil, tendrían que recordar el poder y la autoridad
que habían recibido de él para poder hablar delante de los
magistrados y de las autoridades, que en dicha situación no
procuraran repetir la palabra escrita porque los fariseos
también la usaban, y para no entrar en debates, entonces
ellos sabrían por el Espíritu Santo cómo hablar con poder y
autoridad irresistible, con una palabra de poder que saldría
de sus bocas, liberada por el poder del Espiritu de Dios.
Al principio de mi conversión yo solía discutir mucho
sobre diversos temas de la Biblia, pero luego de que Dios
me ungió con el fuego del Espiritu Santo perdí el interés de
discutir. Yo suelo decir: El fin de toda contradicción acerca
de la palabra de Dios es la manifestación del poder. Del lado
que este la verdad el poder de Dios se manifestara.
Recordemos a Elias y a los profetas de Baal, como
por revelación divina hizo caer fuego del cielo para
demostrar que Dios estaba con él y dispuesto a estar con su
pueblo. Así también paso con Jesús frente a los fariseos.
Jesús decía: Juan 10: 37-38 Si no hago las obras de mi
Padre, no me creáis. 38 Mas si las hago, aunque no me
creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis
que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
El pudo decir: creed a los que está escrito. Pero
sabía que al decir esto ellos, al igual que satanás, usarían la
palabra para mal, para contradecirle. Muchas veces yo he
tenido el compromiso de predicar la palabra de Dios y he
tratado de preparar algún sermón de manera ordenada y
estructurada conforme a como lo enseña la homilética, pero
a la hora de predicar lo he olvidado todo y he predicado
inspirado en ese momento por una revelación espontánea
del Espíritu de Dios a mi mente y he fluido en el poder de la
palabra de una manera extraordinaria.
Este poder de la palabra hablada sirve tanto para
comunicar la verdad de Dios sencilla y profunda como para
liberar a una persona de cualquier situación del presente,
incluso para librarlo de alguna situación futura que se le
pudiera presentar en su camino. A esto último se le llama
profetizar o declarar palabra profética sobre la vida de
alguien para que le vaya bien. En la antigüedad los
patriarcas o cabezas de familia solían usar el poder de la
palabra hablada para bendecir a sus hijos. Veamos este
pasaje:
Génesis 49:1-2;22-26 Y llamó Jacob a sus hijos, y
dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en
los días venideros. 2 juntaos y oíd, hijos de Jacob, y
escuchad a vuestro padre Israel. 22 rama fructífera es
José. Rama fructífera junto a una fuente, cuyos vástagos se
extienden sobre el muro. 23 le causaron amargura, le
asaetearon, y le aborrecieron los arqueros; más su arco se
mantuvo poderoso, y los brazos de sus manos se
fortalecieron por las manos del Fuerte de Jacob (Por el
nombre del Pastor, la Roca de Israel), 25 Por el Dios de tu
padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te
bendecirá.
Con bendiciones de los cielos de arriba, con
bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de
los pechos y del vientre. 26 las bendiciones de tu padre
fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores;
hasta el término de los collados eternos serán sobre la
cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de
entre sus hermanos. En este pasaje, Jacob bendice a sus
doce hijos con el poder de la palabra hablada. Él pudo citar
alguna porción escrita de los manuscritos que conservaba
de su antecesor Abraham, pero no lo hizo, sino que sintió
que la palabra viva de Dios reposaba dentro de él y decidió
liberarla sobre sus hijos para bendecirles en los días que
apuntaban al futuro.
Pude haber citado otra historia bíblica, pero esta
profecía acerca de José me ha gustado ponerla como
ejemplo porque, desde el inicio de mi carrera de fe, fue un
relato que me gustó mucho y con el cual me identifiqué.
Desde muy pequeño pude darme cuenta de que mis
hermanos me despreciaban. Los dos mayores siempre me
hablaban ásperamente y cada vez que podían me
golpeaban, aun siendo yo un adolescente. Después de mi
conversión ellos cambiaron su actitud hacia mí y hoy sienten
profundo respeto y admiración por quien soy en el Señor.
Algo que siempre hago con mis hijos es que yo les
hablo sobre el futuro de ellos y les decreto con el poder de la
palabra hablada prosperidad, salud y éxitos mientras vivan
ellos sobre la faz de la tierra, y bendigo a la descendencia
de ellos. La palabra hablada no solamente se usa para
dirigirnos con autoridad a los demonios o a las
enfermedades y expulsarlas fuera, sino además podemos
bendecir a las personas y bendecirnos a nosotros mismos
hablando con palabras de poder. Mucha gente no vive mejor
porque destruye su vida con palabras negativas.
 
Cuidado con la palabra hablada en sentido
negativo
 
La mayoría de las personas ignoran el poder de la
palabra hablada, y se automaldicen o maldicen
continuamente a otros. Referente a esto Jesús dijo: Mateo
12:36 Más yo os digo que de toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Esto quiere decir que nosotros debemos tomar
responsabilidad sobre todas las palabras que salen de
nuestra boca porque las palabras ociosas, mezcladas con
las palabras que no construyen o que no edifican deberían
ser erradicadas para siempre de nuestra manera de
expresarnos y de nuestro vocabulario.Casi siempre, cuando alguien está enfermo, suele
decir: pido oración por mi enfermedad. Esa palabra es una
palabra de afirmación que da sentido de pertenencia acerca
de lo que se tiene porque se afirma que es algo que
tenemos en posesión, decirlo de esa forma es incorrecto.
Más bien lo podríamos decir de esta manera: pido oración
para ser sanado de esta enfermedad.
Y no afirmar que la enfermedad es algo de propiedad
personal. También he visto algunas personas decir palabras
como soy un desdichado, soy pobre, soy una persona sin
oportunidades, soy un fracasado, soy viudo, soy divorciado,
etc. Y todo esto crea alrededor de la persona de cosas
negativas que son fabricadas y afirmadas continuamente
por usar de manera inadecuada el poder de la palabra.
Por eso, a la hora de orar, nosotros debemos pedirle
al Señor que perdone todas las palabras negativas que
hemos dicho y que nos arrepentimos de ellas y que nos
estaremos esforzando en erradicarlas de una vez y para
siempre.
Sobre la viudez y el divorcio, yo sugiero que sean
palabras erradicadas de nuestra manera de hablar. Mejor es
que usted diga: soy una persona soltera. Si alguien le
pregunta sobre su estatus civil y se trata de asuntos legales
puede hablar sin temor, pero no debe arrastrar en cada
momento con su nombre esas palabras de fracaso y de
muerte.
Al decir que es viudo, usted afirma que es una víctima
de la muerte, y al decir que es un divorciado afirma que es
una víctima del abandono y del fracaso. Cambie su manera
de hablar. En la Biblia, hay un pasaje que nos muestra cómo
un padre sacrificó a su hija realmente sin desearlo, debido a
que él profirió palabras de muerte sobre la persona que
saliera a recibirlo cuando llegara de la guerra.
Lamentablemente su hija fue quien salió a recibirlo cuando
regresó.
Jueces 11:31 Cualquiera que saliere de las puertas
de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los
amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.
32 y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear
contra ellos; y Jehová los entregó en su mano. 33 y desde
Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega
de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron
sometidos los amonitas por los hijos de Israel. 34 entonces
volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a
recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija
única; no tenía fuera de ella hijo ni hija. 35 y cuando él la vio,
rompió sus vestidos, diciendo:
¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma
has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado
palabra a Jehová, y no podré retractarme. El resumen de
este texto dice que literalmente este Señor sacrificó a su
hija
Gracias a Dios, en estos tiempos no estamos
obligados a cumplir de nuestra propia mano las palabras
negativas que hablamos en nuestra contra o en contra de
nuestro prójimo, pero es obvio que los cazadores de
palabras negativas (demonios) que habitan en el mundo
oscuro y que vigilan sobre nuestros dichos para tomarlos en
autoridad y ejecutar sobre nosotros la propia desgracia o
maldición que anunciamos, no perderán tiempo, sin dudas lo
harán.
Hace algunos años oí acerca de un testimonio que es
digno de relatar para tomar como una referencia
comprensible de lo que puede provocar una palabra negativa
dicha por la boca de un hijo de Dios. Hubo un joven cristiano
en África que se acercó a un pastor y le vio orando por los
enfermos y haciendo milagros. Entonces, él le preguntó al
pastor que cuál era el secreto para que ocurrieran tales
manifestaciones, y el pastor le respondió que no había
ningún secreto, que cualquiera podría hacerlo y que
solamente había que tener fe y decir la palabra hablada a
una persona enferma y que, aunque estuviera muerta,
ocurriría el milagro. Entonces, el joven lo creyó y comenzó a
orar por los enfermos y estos se curaban. Pasado algún
tiempo, el joven fue a una aldea donde había muerto alguien
y oró para que el muerto resucitara, y resucitó.
De ahí en adelante lo continuó haciendo y muchos
muertos fueron resucitados. Pero un día, él estaba reunido
con otros colegas del ministerio, y se quedó viendo una
Coca-Cola encima de una mesa y en forma de broma dijo: 
el que se tome esta Coca-Cola inmediatamente morirá; por
supuesto que ninguno se tomó la Coca-Cola, porque sabían
la autoridad que él tenía.
Así que él continuó hablando con sus amigos y
pasado un lapso, sin darse cuenta y sin recordar lo que
había dicho se tomó la Coca-Cola y cayó muerto al instante.
Él mismo se quitó la vida por no prestar atención a los
dichos de su boca.
He puesto mis palabras en tu boca y mis ángeles
la harán cumplir
 
Veamos: Jeremías 1:9- 10 Y extendió Jehová su
mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto
mis palabras en tu boca. 10 Mira que te he puesto en este
día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para
plantar. Cuando Dios habla, sus ángeles obedecen y hacen
que la palabra de Dios hablada se trasforme en obras:
Salmos 103:20 Bendecid a Jehová, vosotros sus
ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
obedeciendo a la voz de su precepto. Así también sucede
con nosotros, que hemos recibido su palabra en nuestro
espíritu para hablarla con toda fe, claridad y autoridad. Los
ángeles tienen la orden de Dios de hacer que lo que
hablemos se cumpla, porque son nuestros ayudadores.
Hebreos 1:14
 
¿Por qué a algunos no les funciona el poder de
la palabra hablada para hacer el bien?
 
Cuando hablamos negativo, el demonio se alimenta
de nuestras palabras de incredulidad y de negatividad,
entonces él las toma y las trae en nuestra contra, y para él,
cuanto más negativas mejor. Pero la palabra hablada que es
buena estará conectada a la responsabilidad que decidamos
asumir respecto del consejo de Dios. Jesús dijo lo siguiente:
si alguno guarda mi palabra y permanece en ella puede pedir
lo que quiera y les será concedido…
Para que la palabra hablada en pro de cosas buenas
pueda funcionar, nosotros tenemos que someternos a la
palabra escrita, porque la palabra escrita es la base y
sustentación energética de la palabra hablada.
No podríamos hablar eficazmente y provocar
milagros con la palabra hablada si no conociéramos
profundamente la palabra escrita y si no nos sometiéramos
a ella. Muchos creyentes suelen usar la palabra hablada
para provocar milagros y obviamente estos milagros no
suceden. Porque ellos no tienen una relación estrecha con
la palabra escrita, y solamente se motivan a usar el poder de
la palabra hablada porque ven que otros lo hacen y tienen
resultados.
En mi anterior libro: Recibe y Libera Milagros, escribí
claramente que, para recibir milagros solo hay que creer,
pero para emitirlos o liberarlos debemos tener un
compromiso real con el autor de los milagros, con el Señor
Jesús. Cualquiera puede ser usado por Dios en un momento
determinado, pero una persona que practica el pecado no
tiene poder para liberar una palabra milagrosa que procede
de Dios.
Cierto es que muchas personas que pertenecen a
religiones oscuras tienen el poder de la palabra hablada,
pero obviamente esta procede del mal y, aunque haya
beneficios resultantes por usarla, estos no serán de
bendición pues estarán relacionadas con el cobrador del
diablo, la muerte. Hay un texto en el libro de los hechos que
relata la anécdota de unos jóvenes que vieron al apóstol
Pablo usar la palabra hablada para expulsar demonios e
intentaron hacer lo mismo y le fue muy mal.
Veamos: Hechos 19:13-17 Pero algunos de los
judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre
del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos,
diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. 14
había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los
sacerdotes, que hacían esto. 15 pero respondiendo el
espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo;
pero vosotros, ¿quiénes sois? 16 el hombre en quien estaba
el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudomás que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa
desnudos y heridos. 17 y esto fue notorio a todos los que
habitaban en Éfeso, así judíos como griegos; y tuvieron
temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor
Jesús.
Todos debemos entender que el poder de Dios no
opera como la magia, sino que opera por la obediencia y por
la fe. Si Jesús no hubiese sido un hombre santo no hubiese
podido usar el poder de Dios y, asimismo, sus apóstoles
tuvieron que consagrarse a él para poder ser canales de
bendición para la generación de su tiempo. Si pretendemos
usar los poderes de Dios y nos mantenemos en el pecado,
en el mejor de los casos no lograremos nada, como también
es posible que llevemos algunos azotes por menospreciar la
santidad del Señor.
Puede ser que algún pecador use la palabra escrita o
hablada para salir de una situación crítica y el Señor le
responda, porque él es bueno y tiene misericordia de todos
los seres humanos. Pero, cuando se menosprecia la
santidad del Señor y se procura vivir en un estilo de vida
irresponsable mientras queremos ser beneficiados por la
palabra escrita o hablada, el Señor ya no nos respaldará,
sino que nos verá como posibles enemigos. Recordemos
que el enemigo, el diablo, usa la palabra escrita para
engañar a las personas y de él, Cristo dijo que era malo y
que había venido a robar a matar y a destruir a la
humanidad.
Capítulo 3
El poder de la alabanza
 
 
Recuerdo un cántico pentecostal que decía: si has
conocido al Señor, alábale porque él se mueve en medio de
la alabanza. No, a la distancia no, acércate al altar donde se
encuentra Dios. Hay varios pasajes del antiguo testamento
que reflejan de una manera bien clara esta gran verdad: el
poder de la alabanza. Cuando el rey Josafat se vio
amenazado por un ejército invasor que lo superaba en
número, él sintió mucho temor y se acercó a Dios e hizo una
oración, la cual fue contestada por el Señor de manera
extraordinaria.
Veamos: 2 Crónicas 20:1-22 Pasadas estas cosas,
aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos
otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. 2
y acudieron algunos y avisaron a Josafat, diciendo: Contra ti
viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he
aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. 3 entonces él
tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a
Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. 4 y se reunieron
los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas
las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
5 entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de
Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio
nuevo; 6 y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres
tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos
de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder,
que no hay quien te resista? 7 Dios nuestro, ¿no echaste tú
los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la
diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?
8 y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella
santuario a tu nombre, diciendo:
9 Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo,
o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta
casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y
a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos
oirás y salvarás. 10 ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y
de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste
que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino
que se apartase de ellos, y no los destruyese; 11 he aquí
ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad
que tú nos diste en posesión.
12 !!Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en
nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene
contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos
nuestros ojos.13 Y todo Judá estaba en pie delante de
Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos.
14 y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de
Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de
Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la
reunión; 15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de
Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis
ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande,
porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. 16 mañana
descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la
cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del
desierto de Jeruel. 17 no habrá para qué peleéis vosotros
en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de
Jehová con vosotros.
Oh, Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid
mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
18 entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo
todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron
delante de Jehová, y adoraron a Jehová. 19 y se levantaron
los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para
alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz. 20 y
cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de
Tecoa.
Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo:
Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová
vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y
seréis prosperados. 21 y habido consejo con el pueblo, puso
a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de
ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que
dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para
siempre.
22 y cuando comenzaron a entonar cantos de
alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y
del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que
venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
Cierto es que el texto es un poco amplio, pero quise
ponerlo completo para que tengamos un entendimiento más
claro de cuál fue el contexto en el cual el poder de la
alabanza trajo la mano de Dios sobre los enemigos de
Israel, siendo confundidos y terminando muertos.
Observe que, desde el versículo seis hasta el
versículo diez, he señalado en negritas el poder de la
escritura o de la palabra escrita. Este rey Josafat conocía
muy bien la historia de su pueblo y poseía los escritos de
Moisés en donde estaban relatados todos los hechos
extraordinarios de Dios a favor de la nación de Israel;
entonces, Josafat comenzó a orar recordándole a Dios todo
lo que estaba escrito, obviamente porque él sabía el secreto
del poder de la palabra escrita, ya que allí Dios había
establecido un pacto con sus antepasados y también les
había dado promesas.
El último versículo (el veintidós) dice que cuando ellos
comenzaron a entonar cantos de alabanza, Dios provocó
que los dos ejércitos, el de Moab y el de Amón se
confundieran y pelearan entre ellos mismos hasta ser
destruidos. Este poder lo he visto en función en iglesias
donde las congregaciones o los coros de alabanzas suelen
ser muy fervorosos y, durante los cantos, las personas se
liberan de enfermedades y de espíritus malos porque el
poder de Dios se mueve en medio de la alabanza.
 
Experiencia personal
 
Durante muchos años yo tuve escoliosis. Esto es un
tipo de dolencia en la columna vertebral que provoca mucho
dolor, porque de un lado los músculos se contraen y del otro
lado tienen que estirarse más de lo normal. Entonces, yo
siempre tenía dolores. Una noche fui a la iglesia pentecostal
a la cual yo asistía y, cuando comenzó la alabanza, sentí que
el poder del Espíritu Santo entró en mí y empecé a danzar.
Era algo sublime y al mismo tiempo rítmico, entonces
comencé a dar vueltas en el mismo sitio y caí al suelo
golpeándome la columna por el lado opuesto de la
escoliosis, hacia el lado donde se hacía el arco que me
provocaba mucho dolor. Entonces, sentí un golpe seco y
contundente que me quitó el dolor instantáneamente.
Cuando me puse en pie, sentía mi columna sana totalmente,
dejó de dolerme.
He leído testimonios de personas muy espirituales
que, cuando han recibido ataques demoniacos en sus
casas, han empezado a cantar y alabar a Dios y los poderesdel enemigo se han retirado. También hay un pasaje del
Nuevo Testamento en el libro de los Hechos, en que el
apóstol Pablo estaba preso, pero comenzó a cantar y alabar
a Dios provocando un terremoto que derribó los barrotes de
la cárcel. Leamos:
Hechos 16:25-26 Pero a medianoche, orando Pablo y
Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26
entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal
manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al
instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de
todos se soltaron. Ellos habían orado, pero parece que la
oración no había tenido mucho efecto. Entonces, acudieron
al tercer poder: el poder de la alabanza; y empezaron a lavar
con fuerza y esto provocó que el Espíritu de Dios
descendiera a aquel lugar y no solamente destruyera a la
cárcel, sino que además les zafó los grilletes y les preservó
la vida, ya que cuando se genera un terremoto los trozos de
escombros y madera no escogen para donde caer.
El apóstol Pablo, fiel conocedor de las escrituras no
usó el poder de la palabra escrita para actuar, no dice el
texto que usó para pedirle a Dios que derribara los muros de
aquella prisión, ni tampoco el poder de la palabra hablada,
pero sí sabía del texto anterior que mencioné sobre Josafat
cuando alabó a Dios y se provocó la victoria.
Entonces, sin vacilar, le echó mano al poder de la
alabanza y este se liberó sobre él sin demora. Algo
interesante de puntualizar en este pasaje es que no
solamente el apóstol Pablo fue libre, sino que la liberación se
extendió hacia todos los prisioneros de la cárcel, pues no
solamente estaban él y Silas, su ayudante, sino que había
muchos presos más que habían estado encarcelados por
diferentes delitos, y la intervención de Pablo y su compañero
en el mundo espiritual provocó que Dios liberara también a
los que estaban en su entorno inmediato.
Esto también sucede en la actualidad. Muchas
personas no creyentes entran a algún templo cristiano
cuando están cantando coros y terminan totalmente
liberados y renovados de ánimo y de espíritu; aún sin
profesar la fe cristiana. Ellos suelen decir que los cantos
religiosos les provocan mucha tranquilidad, entonces
aprovechan esa bendición.
Algo que, recomiendo a mis lectores, es que no
seamos rígidos tratando de usar un mismo poder en todos
los casos. Obviamente, cuando nosotros somos de Dios, los
siete poderes estarán a nuestra disposición, pero siempre
habrá uno o dos que se combinarán a la vez y resultarán ser
aquellos con los que más nos identifiquemos.
En mi caso, yo suelo usar el poder de la palabra
escrita y el poder de la palabra hablada. Estos dos poderes
los he visto obrar a través de mí en el 99% de las veces.
Pruebe usted los siete y mire en cuál de estos tiene mejores
resultados. Pero, si aún hace uso de los que con más
frecuencia suele usted operar y se da cuenta que no
funcionan, pruebe uno de los otros. Algunas veces Dios
hará las cosas de manera diferente y usted tiene que estar
listo para esto.
Hace muchos años, cuando las iglesias
pentecostales (en su gran mayoría) entendían el poder de la
alabanza, se entregaban a este poder y en sus cultos de
adoración a Dios era común ver suceder grandes milagros.
Hay testimonios de personas que mientras la iglesia cantaba
y alababa, ellos tuvieron éxtasis visiones y revelaciones.
Otros fueron curados de diversas enfermedades y
experimentaron grandes bendiciones de Dios, pero el
enemigo de las almas, el creador del espíritu mundano sacó
de la iglesia el poder de la alabanza convirtiendo la
adoración a Dios en un espectáculo, de artistas famosos. 
Esto no debe ser así, debemos regresar a la adoración
correcta.
 
Secularización de la alabanza a Dios
 
 Usted entra a cualquiera de las grandes iglesias
actuales, sean de corte pentecostal, o no y es muy probable
que en la plataforma de predica usted presencie un
auténtico espectáculo artístico de los cantores y
predicadores, a la altura de los grandes artistas seculares
del teatro, del cine y de la televisión.
Ellos secularizaron la alabanza y la adoración a Dios,
se visten como los actores de la farándula, usan sus estilos
en el corte de cabello, con ropa de colores y pantalones
ajustados. Hacen efectos de luces, provocan humo
subiendo del suelo, con más efectos especiales que los que
usaba Michael Jackson o de cualquier otro cantante famoso
y desconocen lo que es un servicio de adoración y alabanza
auténtica a Dios.
Usted vístase como le guste, córtese el cabello como
le parezca, pero atienda a este sabio consejo: no use las
herramientas de Satanás para trabajar en el taller de Dios.
Muchos cantantes seculares se hicieron “cristianos” para
explorar un nuevo mercado.
El mundo es y será el mundo. La iglesia no debe
cambiar, debe mantenerse como Jesús la fundó. La Biblia
dice: Efesios 5:25-27 Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela
a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha.
Si usted quiere saber cuánta razón hay en lo que
escribo, haga esto: Entre a unos de esos sitios, con cámara
y cuestionario en mano y haga el papel de un periodista
investigador. Escoja a diez personas que traigan síntomas
de enfermedades y dígales que los entrevistará después del
servicio. Acérquese a cualquiera de ellos y pregúntele qué
experimento durante la alabanza y adoración a Dios. ¿Sabe
algo? Tal vez le digan: sentí la presencia de Dios. Muy bien,
y usted prosiga: ¿y cómo se explica ese sentir? ¿Se te quitó
alguna enfermedad de las que traías? ¿Sabes algo? Te
dirán que están igual de enfermos.
En esos servicios de alabanza, la gente salta,
encienden los celulares, dicen gloria Dios y se alegran
porque la música produce alegría. Pero para nada se
genera el poder de la alabanza para liberarles, porque el
propósito de los autores de estas obras de teatro es
alimentar a la carne y ganar seguidores al estilo de los
cantantes seculares, porque detrás de todo esto se mueve
mucho dinero. Mi ánimo no es condenar, criticar o juzgar a
nadie, es sencillamente decir la verdad. La iglesia en su
gran mayoría ha perdido el entendimiento del poder que
genera la alabanza genuina a Dios.
 
Dice el Salmo 22:3 Sin embargo, tú eres santo, que
habitas entre las alabanzas de Israel. Es decir que, cuando
la alabanza a Dios es genuina y limpia de intereses
personales, termina provocando que Dios se mueva, que
actúe en favor de quienes le alaban. En el segundo libro de
las crónicas de Israel encontramos este texto:
2 Crónicas 5:13-14 cuando sonaban, pues, las
trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar
gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con
trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y
alababan a Jehová, diciendo: porque él es bueno, porque su
misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de
una nube, la casa de Jehová. 14 y no podían los sacerdotes
estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la
gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Los verdaderos adoradores de la actualidad que
tienen una relación estrecha con Dios encuentran la
inspiración para hacer su música en las escrituras y en
experiencias relacionadas con el poder de Dios manifestado
en sus vidas, de alguna manera. Muchas de estas
alabanzas comunican una experiencia o un acto benéfico de
Dios, o un milagro recibido. Cuando es así y se hace con
toda sinceridad, el efecto que se genera en donde se esté
alabando a Dios es poderoso, y él actuará en favor de los
que le alaban porque Dios se agrada de la confianza y la
gratitud que el ser humano muestra hacia él.
Este pasaje mencionado del libro de las crónicas me
hace recordar una manifestación parecida que hubo en una
iglesia donde yo estaba de visita para participar en un retiro
de oración. Allí habría tal vez unas 50 personas,
incluyéndome, y el ambiente era muy

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