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Mlchel Davoust El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 Contrariamente al caso de los textos egipcios o hititas, carecemos de textos bilingües para la escritura maya. No obstante, Diego de Landa nos ha dejado una lista de glifos de días y de meses, además de un pseudo- alfabeto.' Si bien se han realizado tentativas de descifrado desde finales del síglo pasado, es durante los últimos veinte años cuando un grupo de investigadores parece avanzar hacia una solución logo-silábica con la utilización de complementos fon4ticos. Los investigadores coinciden en un grupo de lenguas maya-chol y yucateca y confirman el primer silabario parcial de Landa. Pero hace falta un trabajo importante en cuanto al establecimiento de un nuevo catalogo de glifos, de una gramática de la escritura y un mejor conocimiento de la lengua proto-chol. El motivo de este estudio es establecer la concordancia de un número cada vez mayor de investigadores en cuanto a los valores fonéticos propuestos por la escuela americana. Esta escritura jerogiífica, como muchas otras del área mesoamericana, no ha recibido la misma intensidad de estudio que las del Medio Oriente, particularmente las de Egipto y la Mesopotamia. Sin embargo, en muchos aspectos, la escritura maya es afín a aquéllas, al formar parte igualmente de las escrituras logo-silábicas. En este espacio intentaremos exponer los problemas, las etapas y los resultados de su descifrado, cuyo progreso ha sido notable en los últimos veinte años. &$ichel Davoust, de nacionalidad francesa, obtuvo un doctorado en Antropología Social, con especialidad en la epigrafía maya del área de Mesoamérica en la Ecole des Hautes Etudes en Scíences Sociales de París. Actualmente se encuentra finalizando estudios adicionales para completar su doctorado de estado. ' Alfred M. Tozzer, ed., Landas# Relación de las cosas de YwAún (Cambridge: Harvard University Press, 1941). Mesoamérica 13 (junio de 1987) 164 Mi'chel Davoust EL PROBLEMA DEL DESCIFRADO La escritura maya pertenece a una civilización que se desarrolló desde el siglo 111 hasta el siglo X de nuestra era. Se extendió en la región sudeste de México, principalmente en la penínsu1.a de Yucatán y en las tierras altas de Chiapas. La volvemos a encontrar en la región del Petén y en el altiplano de Guatemala y, finalmente, en el actual territorio de Belice. Incluso se desborda sobre el territorio de Honduras, en la frontera con Guatemala. Esta civilización se caracteriza por una serie de ciudades federadas en forma compleja, cuyos centros urbanos están compuestos de un conjunto de palacios, templos, patios y juegos de pelota. Asimismo, se caracteriza por la abundancia de vasijas de cerámica policroma y, finalmente, por una escritura jeroglífica. Dicha escritura está presente principalmente en la región central del Petén y en los valles de los ríos Usumacinta y La Pasión. Abarca un gran número de estelas, altares, paneles, escalinatas y dinteles en más de doscientos sitios. Tenemos referencias a la misma en los códices - desgraciadamente en su mayoría perdidos- y, finalmente, la volvemos a encontrar en vasijas policromas de figuras naturalistas similares al estilo griego. Es, asimismo, la escritura m& importante de Mesoamérica, tanto por el número de inscripciones como por su grado de complejidad. El texto más antiguo está inscrito sobre la estela 29 de Tikal (fechado en el año 292 d.C.). El último texto conocido se encuentra en el monumento 101 de Toniná, fechado en el año 909 d.C. Sólo se han conservado tres códices mayas; el más antiguo, el de la ciudad de Dresden, se remonta al siglo xii. El códice de París (conservado en la Biblioteca Nacional de París), data del siglo XIV. Finalmente, el más reciente, el de Madrid, data del siglo xv. Estos códices fueron escritos en la región de kúcatán y han hecho posible que se mantuviera la tradición escrita hasta la llegada de los españoles, a mediados del siglo XVI. La escritura maya fue patrimonio de una élite de jefes y sacerdotes que querian conservar los acontecimientos míticos e históricos de sus familias, para lo cual utilizaron un calendario cuyo origen se remonta a una fecha situada en el año 3113 a.c. Los acontecimientos históricos tienen que ver principalmente con las genealogías de esta éiite. Los códices observados contienen, de preferencia, almanaques adivinatorios asociados con eventos de la vida cotidiana (nacimiento, matrimonio y trabajos agrícolas). En la actualidad, el territorio de esta civilización desaparecida está habitado por indígenas de la familia lingüística maya. Casi dos millones El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 165 de indígenas hablan 28 lenguas de esta familia, que se distribuyen en seis ramas principales: los grupos huastecas, los yucatecos (choles-tzeltales), los chuj-jacaltecas, los mames y los quichés.2 Los métodos de clasificación de estas lenguas se basan, en gran parte, en el método gloto-cronológico, que tiene en cuenta el número mínimo de siglas de divergencia por cada lengua. ¿Cuáles de estas lenguas son las que pudieron haber sido utilizadas en la región del Petén durante el período clásico, es decir, entre el año 300 y el 900 d.C.? Las opiniones de otros investigadores y las nuestras parecen estar de acuerdo en cuanto a las lenguas yucateca y chol. Thompson ve una lengua antigua estrechamente emparentada con las lenguas chol, putún y chortí utilizadas en el siglo X V I . ~ Asimismo, Kelley ve un grupo chol o itzá (yucateco, lacandón, mopán).* Más recientemente, Campbell y Justeson concordaron en que el chol y el tzeltal eran los portadores de la civilización clásica, mientras que el yucateco fue la lengua de los códices escritos en la región de Yucatán y de algunos sitios de la región central tales como Naranjo y Caracol.' Es posible que los tzeltales que habitaban los altos de Chiapas hayan podido ser los habitantes de Toniná, Poco Uinic y Chinkultic. Muchos grupos fueron desplazados en el período colonial y reagrupados en poblaciones controladas por los españoles. Así, un gran número de choles-manches o chortís desaparecieron, si bien los chortís actuales de la región de Copán pueden ser sus descendientes. En el siglo XVI, a la llegada de los españoles, podemos sumariamente distribuir esos grupos Iingüísticos de la siguiente forma (Figura 1): al norte, el grupo yucateco ocupaba toda la península de Yucatán, región donde se escribieron los tres códices y donde se encuentran sitios puuc tales como Uxmal y Kabah o el sitio maya-tolteca de Chichén Itzá. Este grupo yucateco se extendió hacia el sur en la región central del Petén y de Belice, donde se localiza el grupo Itzá, junto al lago de Petén Itzá y cerca de Tikal. La región central estaba ocupada por el grupo chol, que se subdivide en chol occidental (chontal de Tabasco y chol Estas clasificaciones fueron hechas por Terrence S. Kaufman; véanse E pmto- IzeM-tzotzii: jonologín comparada y dtccionano reconstrurdo (bféxico: Universidad Nacional Autónoma de México, 19721; e Idromm de mesmménca (Guatemala: Seniinario de Integración Social Guatemalteca, 1974). J. Eric S. Thompson, Maya Hiemglophrc UJntrng: An Intmduction (Washington, D.C.: Carnegie Institution of Washington, 19501, pág. 16. * David H. Kelley, Deciphen'ng the Maya Script (Austin: Gniversity of Texas Press, 1976). John S. Justeson y Lyle Campbell, Phonetrcrsrn rn Mayan Hreroglyphrc Wntrng (Al- bany: Institute for Mesoamerican Studies, State üniversity of New York, 1984). Michel Davoust Fzjura 1. Sitios arqueológicos y distribución lingüística del área maya. El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 167 palencano) y chol oriental (chol manche o chortí) de la región actual de La Pasión, y chortí cerca de Copán. Finalmente, en Ia periferia sur, el grupo tzeltal ocupaba los altos de Chiapas cerca de los sitios de Palenque, Toniná, Chinkultic, Poco Uinic y otros. Esta hipótesis,de la existencia inicial de un grupo lingüístico chol y de uno yucateco después, está confirmada por los progresos recientes del descifrado fonético de los glifos para los meses del año. Confirma los nombres choles de los meses y después, en el período postclásico, el préstamo de esta escritura por parte de los escribientes yucatecos en los códices, como lo indica la presencia de complementos fonéticos dados por Landa para leer en yucateco los glifos de los meses de origen chol. Con respecto a la escritura maya, los glifos de los textos de los monumentos se componen de un número de bloques de tamaños variables, pero generalmente rectangulares. El glifo ocupa el espacio de este bloque. Los textos se leen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo por columna de pares. Cada glifo se compone de varios grafema o elementos gráficos. En el centro está el elemento principal que ocupa el espacio más grande y alrededor gravitan los elementos menores, llamados afijos por todos los autores. Aunque el término se puede prestar a confusión con los afijos gramaticales, su posición está precisada por una denominación, es decir que si el afijo está a la izquierda del elemento principal, se le llama prefijo. Si está encima, se le denomina superfijo; si está debajo se convierte en sufijo y si está a fa derecha se llama postfijo (ver la Figura 2). Los afijos son equivalentes a los elementos principales, pues el elemento distintivo es el tamaño. El elemento principal reducido se convierte en el afijo, que es una especie de alógrafo, lo cual quiere decir que son elementos variables según la región o el período de tiempo. Escalante hizo el primer análisis completo de los textos del códice de Dresden y reconoció cuatro combinaciones de glifos que llamó Ucartucho".%sí, la forma sombreada dentro de un cartucho puede tener como forma variable una línea punteada en la base. Además, podemos distinguir tres formas (ver la Figura 3): primeramente, la forma simbólica, usada por ejemplo en el número 8, que tiene una barra con tres puntos, o en el día kin, que está simbolizado por una flor de cuatro pétalos que representa al sol. En segundo lugar, tenemos la forma antropomorfa o de figuras incompietas. Estos glifos están representados por cabezas humanas o de animales. Así, la cabeza del Roberto Escalante, Análisis de estructuras e n ef códice de D n s d e n (México: Universidad Nacional Autónoma de México, 1971). Michel Davoust E L E M E N T O P R I N C I P A L Super f i jo D O SOC3 Sufijo GL IFOS SEPARACOS Figura 2. Estructura del glifo según Beyer y Thompson O . . Lugar de Tu n Dios Sol, en te ro Figura 9. Formas variantes del número 8 y del día kin. UNlON D E DOS GLIFOS F U S I O N O I N F I J A C I O N D E DOS GLIFOS 1 2 .. O Lu9Or de Tun @a .-- O o .- Lugar de Tun Luqar de Tun El descifrado de la escritura maya a partir de f 960 169 dios maíz puede representar el número 8. El glifo del día kin puede estar representado por la cabeza del dios sol. En tercer lugar, tenemos la forma antropomorfa o de figuras completas, donde más raramente el elemento está representado por un personaje completo. Por ejemplo, el número 8 puede ser reemplazado por el dios maíz .entero, de la misma manera que el elemento flor de cuatro pétalos puede serlo por el dios sol completo. Los glifos pueden asociarse en grupos glificos, en frases o en textos. En 1962, Thompson estableció un catálogo de los glifos de los tres códices, de los monumentos y de las vasijas con alrededor de 10,000 ejemplos.' Distinguió 862 signos que comprenden 370 afijos, 356 elementos principales y 87 formas antropomorfas. Sin embargo, actualmente el número reconocido alcanza 950 para un Corpus de 30,000 ejemplos, según Ringle y Smith-Stark.' Al referirnos a las condiciones del descifrado de la escritura maya, es conveniente recordar que todo descifrador se plantea tres incógnitas ante toda escritura desconocida: ¿se conoce la lengua subyacente a la escritura?, ¿se conoce el sistema de escritura utilizado? y jexísten textos bilingües? Para la primera, hemos visto que las lenguas yucateca y chol eran las lenguas habladas durante el período colonial cerca de los sitios arqueológicos. Sin embargo, los expertos están divididos en cuanto al tipo de escritura considerado. Según Gelb, para empezar, podemos considerar cuatro tipos de escrituras posibles: la logo-gráfica, la logo-silábica, la silábica y la alfabética. Si el número de signos es muy reducido (alrededor de una treintena), la escritura es alfabética. Si encontramos varias veintenas de signos, la escritura es silábica. Si el número alcanza varios centenares, la escritura es logo-silábica. Finalmente, si el número incluye varios millares de signos, entonces la escritura es logo-gráfica. Siendo el número total de signos mayas entre 800 y 900, esta escritura forma parte de la familia logo-silábica, comparable a la egipcia, la hitita, la cuneiforme y la sumeria. Pero el desacuerdo persiste en cuanto a la proporción de los signos logo-gráficos y silábicos. Si bien Barthel y Dutting no ven más que una escritura logo-gráfica, Thompson identifica muy pocas sílabas.' Incluso para Kelley, el número de signos silábicos identificados ' J. Eric S. Thompson, A Catalq of Maya HiewIyphs (Norrnan: University of OkIa- homa Press, 1962). * 'Modeling the Maya Script: Gornputational Approaches to Decipherrnentn, en Quinta Mesa Redondo de Palenque (Austin: University of Texas Press, 1983). ' Thornas S. Barthel, "A mebingen Key to Maya Glyphsn, Tkibw 26 (1977): 97-102. 1 70 Michel Davoust sólo es de 33.'' Sin embargo, en 1983, Justeson y Campbell identificaron 66 signos." No obstante, el sistema silábico permanece todavía incompleto, pues podríamos tener un silabario teórico de 100 signos de tipo CV; entre las otras escrituras logo-silábicas, la cuneiforme, por ejemplo, comprende de 100 a 150 sílabas, y la hitita 60. A esta última escritura es a la que en la actualidad el sistema maya parece ser más afín. Como decíamos, a diferencia de los textos egipcios o hititas, para la escritura maya no tenemos texto bilingüe. Los españoles no glosaron los códices como ocurrió con algunos códices aztecas. Así, en el códíce Men- doza, tenemos la traducción española junto al pictograma. Sin embargo, como veremos a continuación, Diego de Landa nos dejó los glifos de los meses y de los días con nombres en yucateco y un pseudo-alfabeto de 27 signos. LAS ETAPAS DE LA SOLUCIÓN Diego de Landa llegó a Yucatán en 1549 y se convirtió en obispo de esta región. Fue autor de un manuscrito titulado Relación de las cosas de Yucatán escrito hacia 1566 y descubierto por Brasseur de Bourbourg en Madrid y publicado en 1864. Al final del manuscrito, Landa escribió una lista de los glifos de los 20 días y de los 18 meses; ademh, añadió un alfabeto de 27 signos con una letra latina correspondiente y, en tres casos, los valores silábicos ca, cu y ku (ver la Figura 4). Landa dio dos ejemplos de cómo leer los glifos con los elementos del supuesto alfabeto, como por ejemplo con las letras -e- y -1-, que equivalen a le; y a las letras -a- y -h-, que son iguales a Ha, así como un ejemplo con una lectura casi silábica: ma-i-n-ka-ti, correspondiente a la expresión: Ma in katí (no deseo) (Figura 3). Asimismo, expuso el funcionamiento del calendario maya de 365 días con los cuatro días portadores del año que 61 llama letras dominicales. Además de Landa, los religiosos espaiíoles nos han dejado gramáticas y diccionarios de las lenguas indígenas, particularmente del maya yucateco y del chortí. A estos documentos se han añadido crónicas en lengua maya yucateca escritas en varias poblaciones de Yucatán y que datan del siglo XVI hasta el siglo XVíti. Estas son probablemente copias parciales de antiguos códices ahora desaparecidos. Desde principios del siglo XIX, algunos viajeros europeos se interesaron en los monumentosmayas -particularmente en los sitios de Palenque y Deciphering the Maya Scrxpt. I 1 Phoneticism in Moyan Hiemglyphic Writing. El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 171 I E L PSEUDO ALFABETO DE LANDA l 1 ~ R A B B @ O Q ; A A A B B C T E H @ B @ @ ~ @ s ~ a @ ... I CA K L L M N O O &> a@fyQ 1;: .?J$ A ,, P P p CU K U X X U U Z LECTURA SlLABlCA DE LANDA 0 ,l&)om 0 3 - 0 pJ 5 @ 6 e i e Le m o 1 n ka t i LOS GLl FOS DE LOS MESES,DE LANDA 0 o E e e B G a s gq :- CI., @ POP Uo Z i P Z o t z ' Tzec .e@: @ bq . Y.. ..,. . ,.x ? X u l Yoxkln MOI ~ h ' e n Y ox % Q Bm& :., :.,...,: O ' 0 i$ F- Z O C Cah M a t Konkin Muan Pox Koyob Cumhu 1 Figura 4. Lista de glifos y alfabeto legados por Landa. Copán- y copiaron inscripciones de estos sitios entre 1834 y 1843. De 1860 a 1870. Brasseur de Bourbourg publicó documentos importantes, especialmente la obra de Landa ya mencionada, la tercera parte del códice de Madrid y el texto de la traducción del Popo1 Vuh. Fue el primero en reconocer el afijo CT (pronombre de la tercera persona del singular), los glifos de los días, el día kin y los nombres de los códices. León de Rosny identificó un glifo para bautismo y los de los cuatro puntos cardinales.12 Thomas determinó el verdadero significado de los textos de los paneles del templo de Palenque.13 En 1888, identificó el glifo para casa y los glifos locativos de los trece lugares míticos del dios de la lluvia en el códice de Dresden. Asimismo, reconoció cierto número de glifos de animales, de aves (como el guacamayo, el quetzal, el buitre y el pavo) y de peces. En 1889, Seler identificó los glifos de los colores, e! del perro, el del fuego, el del armadillo y otros.14 Schellhas, a su vez, identificó los glifos de las deidades que las acompañan en los códices y les atribuyó una Ietra.15 De 1880 a 1887, Forsteman identificó los glifos de período en los códices y monumentos, los de los meses, los de las tablas de venus y lunar, y reconoció las cabezas variantes de los números del 1 al 19. En los monumentos se dio principio a un inventario sistemático de las inscripciones. Maler sacó fotografías de los principales sitios del área del río üsuma- cinta jr de la región de! Petén de 1901 a 1911. De 1889 a 1902, Maudslay hizo un inventario de las inscripciones de estos mismos sitios. Por otro lado, Morley, de 1907 a 1948, hizo un estudio sistemático de la parte cronológica de un gran número de sitios, mientras Teeple estudiaba las series lunares en 1930. En 1931, Gates estableció el primer catálogo de los glifos de los códices, que incluía 112 elementos menores y 296 elementos principales, y Beyer, en 1934, estableció reglas concernientes a los elementos principales y a los afijos, reglas que más tarde, en 1950, volvería a usar Thompson.'"n su obra fundamental, Thompson propuso nuevas lecturas l 2 León de Rosny, 'Vocabulaire de I'écriture Hiératique Eúcatkque", en Ccdez Corte sianus (Modnd) (París, 18831, pp. 1-30. l3 Cyrus Thomas, YAids to the Study of the Maya Codicesn, en Stzüi Annual Reporf o/ the Bureau of Ethnology (Washington: Government Printing Office, 1882), pp. 253-371. l4 Eduard Seler, "Caractere des inscriptions azteques et mayasn, Revue d'c th~gmph~e (1889): 8: 1-113. l5 PauI Schellhas, "Representation of Deities of the Maya Manuscriptsn, Paprs ojffbe fiabcdy .Mweurn o j Amencan .41thaeofogy and Eíhndogy, Harvard Unt~ersrty 4 (1904): 1. l6 Williarn E. Gates, "An Outline Dictionary of Maya Glyphs", en MayaSoctety (1931); y Thompson, nifaya Hieroglyphrc Wtttng. EI descifrado de la escritura maya a partir de 1960 1 73 foneticas, de las cuales algunas todavía son aceptadas por la mayor parte de los investigadores. En 1956, Z i m e r m a n publicó un segundo catálogo de las inscripciones de los códices, el cual comprende 83 afijos y 200 elementos principales.17 A partir de 1955, Knorosov introdujo una nueva concepción del sistema fonético maya." Esto quiere decir que el morfema simple de tipo CVC se puede escribir con dos grafemas fonéticos de tipo CV, como por ejemplo CV-c(v). Propuso a la vez nuevas lecturas, de las cuales algunas han sido conservadas por los investigadores. El período alrededor de 1960 y posteriormente ha estado marcado por tres acontecimientos mayores en el descifrado de la escritura: el descubrimiento de los glifos-emblemas específicos de cada sitio importante, hecho por Berlin en 1958, y el establecimiento de un catálogo de las inscripciones de los códices y de los monumentos, realizado por Thompson en 1962 y que incluye un gran número de ejemplos.1G El estudio de Knorosov de 1963 fue traducid9 en 1967 e incluye un catálogo de 414 grafemas en los códices y 186 grafemas para los monumento^.'^ Este catálogo aporta cierto número de valores fonéticos. Este análisis estructural de los textos se hace independientemente de toda hipótesis de la lengua y del tipo de escritura. Después del descubrimiento del glifo-emblema en 1960, Proskouriakoff ha identificado los "glifos nominales" de siete jefes en Piedras Negras.21 Además, ha identificado a otros jefes en Yaxchilán, en cuya identificación ha tenido en cuenta la cronología de las fechas y de la iconografía.22 En efecto, Proskouriakoff ha descubierto el dibujo conocido como "ascensión" en l7 Günter Zimrnermann, Die Hierqlyphen der Maya-Handschrifien (Hamburg: Cram; de Gruyter, 1956). l8 Jurij Knorosov, La escritura de los antiguos mayas (ensayo de descifrado) (Moscú: Editorial de la Academia de Ciencias de la URSS, 1955). l9 Heinrich Berlin, "El glifo 'emblema' en las inscripciones mayas", Joumai de la Smiélí des Amdricanistes 47 (1958): 1 ll-119; y J. Eric S. Shompson, A Cafdog ojzUaya H~e~liemglyph (Norman: University of Oklahoma Press, 1962). La escritura & las antiguos mayas. 'l Tatiana Proskouriakoff, 'Historical Implications of a Pattern of Dates at Piedras Negras, Guatemalan, American Antiquily 25 (1960): 454-475. 22 Tatiana Proskouriakoff, "tiistorical Data in the Inscription~ of Yaxchilan, 1": en Estudios de Cdfwn Maya (1964): 3: 149-1671 e 'Historical Data in the Inscriptions of Yaxchilan, II", en Estudtos de CJtum Maya (1964): 4: 177-201. 1 74 Michel Davoust algunas de l a estelas de Piedras Negras. Ahora bien, ese dibujo está representado cinco veces. La estela que tiene el dibujo de ascención presenta una fecha asociada con un glifo específico llamado "glifo del mal de diente", al cual está asociado el glifo nominal de jefe. En 1962, KeIley reconoció cinco jefes en Q ~ i r i ~ u á . ~ ~ Posteriormente -en 1974 y en 1975- Schele, * Mathews y Lounsbury reconocieron 12 jefes en Palenque, estableciendo una genealogía con los reinos de cada uno de ellos.24 En 1975 y en 1977 respectivamente, Coggins y Jones reconocieron 12 jefes en Tikal, lugar que como Palenque era ciudad capital.25 En 1976, el autor del presente artículo reconoció 12 jefes en Copán; ese mismo año fueron reconocidos los 11 primeros jefes en Palenque y, finalmente, en 1977, 10 jefes en Chichén I t ~ á . ~ ~ Los glifos nominales se designan ya sea con una cifra o con una letra, o bien en la lengua del investigador (por ejemplo, T"Pjaro Jaguar"). Pueden ser denominados por el glifo del día, sin tener en cuenta los afijos (como, por ejemplo, "Cauac-cielo"). Los glifos-títulos son glifos que acompañan a los glifos nominales y los primeros de ellos fueron identificados por Proskouriakoff. Se trata de una cabeza femenina precedída del elemento kin. Berlin identificó el título katún babab, que representa una cabeza de deidad con un brazo que sostiene un hacha. En 1976, Schele y Lounsbury identificaron el título mah k i n ~ . ~ ~ Más recientemente, en 1977, los mismos autores reconocieron el título "cielo" y, de los títulos siguientes, el glífo- emblema.2s 23 David H. Kelley, "Glyphic evidence for a dynastic sequence at Quirigua, Guate- mala", American Antiquity 27 (1962):323-335. 24 Linda Schele y Peter Mathews, 'Lords of Palenque: The Glyphic Evidence", en Primm Mesa Redonda de Polenque, Merle Greene Robertson, ed. (Pebble Beach: Robert Louis Stevenson School, 1974); y Floyd G. Lounsbury, =The Inscription of the Sarcophagus Lid at Palenquen, en la misma obra, pp. 5-20. 25 Clernency C. Coggins, 'Painting and Drawing Styles at Tikal: Historical and Icono- graphic Reconstructionn (disertacion docloral, Harvard üniversity, 1975); y Christopher Jones. 'Inauguration Dates of Three Late Classic Rulers of Tikal, Guatemalan, Amencan Antrquity 42 (1977): 1: 26-60. 26 Michel Davoust, 'Les Chefs Mayas de Copan, Palenque, et un ancien glyphe embl&men (tesis, Ecole Hautes Etudes Sciences Sociales, 1978). 27 "Highland Rabbits and Lowland Lords", en Actm del 42 Congreso Internaciond de Arnericanista (París, 1976), VIII: 281-295. Linda Schele, "Sky Titles in Xominal Phrases of Late Classic Maya Inscriptions" (tesis para maestría, Cniversity of South Alabama, 1977). El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 1 75 Los glifos para acontecimientos o glifos para eventos (comúnmente referidos como "glifos-acontecimienton o "glifos-eventon) son glifos pre- dicados que van después de la fecha y antes del glifo nominal, siendo su orden fecha, acción, hechor. En 1960, Proskouriakoff identificó un glifo de nacimiento asociado con una fecha de nacimiento, al igual que un glifo de acceso asociado con una fecha inaugural; en 1963, la misma investigadora reconoció un glifo de muerte en Yaxchilán y un glifo de captura asociado con un cautiv~.~"ste glifo de cautivo estaba sobre el muslo del personaje capturado en el texto, después del glifo de captura. En 1968, Berlin descubrió un glifo de matrimonio en Piedras Negras y en Naran j~ ,~ ' Recientemente, en 1983, el autor del presente trabajo descubrió glifos locativos que podrían representar los nombres de sitios. Se pueden colocar después del giifo-emblema o de1 glifo-asiento-de (o "lugar den); también pueden substituir al glifo-emblema. Llevan el prefijo locativo ti o ta, que significa "al lado den o "cerca den; o el prefijo del grupo del agua, yal. En 1971, como mencionábamos anteriormente, Escalante hizo e1 primer análisis de textos del códice de Dresden y reconoció cuatro combinaciones de glifos (Ucartuchon): el glifo, el grupo de glifos, la frase y el texto.31 Los glifos se distribuyen en cinco clases que son: clase 1, que incluye los nombres de deidades; clase 2, los atributos; clase 3, los relativos; clase 4, los nombres de objetos o de animales; y, por último, clase 5, que incluye los nombres de lugares o de puntos cardinales. Los glifos además están clasificados según su posición en la frase y su morfología; es decir, de acuerdo a la presencia o ausencia de ciertos afijos. De esta manera, los glifos relativos están caracterizados por la presencia del prefijo u. Este último indica el pronombre libre de la tercera persona del singular. Finalmente, los glifos están clasificados según su relación con la imagen que está debajo del texto. Escalante definió varios tipos de grupos glificos: los endocéntricos, los aditivos y un sistema de frases glíficas. Los grupos endocéntricos son grupos que tienen un glifo núcleo de la clase 1 y un glifo satélite de la clase 2. Los grupos aditivos son grupos de dos clases, ya sean complementarios o locativos. En los dos casos, están en relaciíin &Histotical Impiications of a Pattern of Dates" y ''Historical Data in the Inscriptions of Yaxchílan" . 30 Berlin, FLEst~dios epigráficos II", AntmpoJqia e UGt& de Guatcda 10 (1968): 1: 13-24. 31 Escalante, Análisis de e~tructump en el códice de Dresden Michel Davoust con la concordancia. La frase complementaria está formada por dos glifos de la clase 2 y el grupo locativo por dos glifos de la clase 5. Con respecto al último en la clasificación glífica -el sistema de frases glíficas- estas frases están formadas por combinaciones de glifos o por grupos de cartuchos. En estas frases, los glifos pueden desempeñar la función de sujeto, predicado, complemento y locativo, correspondiendo a cada una de las cinco clases precedentes. Escalante también distinguió frases simples. Estas pueden ser intransi- tivas, o sea, sin objeto directo y pueden tener un verbo transitivo, es decir, con objeto directo. Asimismo, distinguió frases compuestas o frases que tienen varios predicados. Finalmente, los textos pueden ser homogéneos o heterogéneos; los textos homogéneos están compuestos de frases de una misma estructura y los heterogéneos de frases de estructura diferente. En cuanto a la escritura, podemos distinguir dos escuelas o corrientes de pensamiento: la hipótesis logo-gráfica de Thompson y de Barthel y la hipótesis logo-silábica de Knorosov y de Kelley. En el primer caso, Thomp- son concibe un sistema logo-gráfico donde los logogramas son utilizados como signos silábicos, similares a las escrituras azteca y china. Así, él lee el glifo de la sequía kin-tun-haab-ii (Figura 5). Ahora bien, cada elemento principal corresponde a una raíz de tipo CVC y los afijos gráficos corres- ponden a morfemas como los colores o afijos gramaticales, por ejemplo, Il en el ejemplo anterior. No se utilizan signos silábicos, salvo el caso de los sufijos -il o -al, o de las sílabas ca, cu o ku. Pero Thompson rechaza el sistema silábico de Knorosos de tipo CV-c(v), donde la segunda vocal no se pronuncia. Algunos signos se leen ideográficamente; es así como el signo del maíz, formado por el elemento "grano de maíz" y por el afijo "hoja de maízn, designa al maíz sin término preciso. Barthel y Dutting han seguido esta hipótesis logo-gráfica con todas las dudas y las ambivalencias de lo que escriben, ya que no pueden verificarlas por substitución silábica o la utilización de complementos fonéticos. Sin embargo, en 1979 -siguiendo el catálogo de Thompson- propusieron un balance de valores fonéticos a 2, 32 los que llamaron "clave de Tuebingen . La segunda escuela, el logo-silabismo, fundamentalmente americana, ha seguido el sistema morfo-silábico de Knorosov. Kelley, el principal 32 Véase Barthel, 'A Tuebingen Key to Maya Glyphsn El descifrado de Ia escri tura maya a partir de 1960 177 representante, modificó la terminología del ruso. Sustituyó el término "lo- gograma" por el de "morfema", y tanto los elementos principales como los afijos por el de "grafema*. Adoptó el término "alógrafo" para ele- mentos diferentes asociados a un mismo valor fonético. Adoptó además el catálogo de Thompson y, en 1976, hizo.un balance del descifrado de los glifos específicos y de los problemas generales concernientes al fonetismo, la gramática y los métodos utilizado^.^^ Otros investigadores han propuesto, en las mesas redondas de Palenque, varias lecturas nuevas, siempre verifi- cando la hipótesis de Knorosov. Schele, Mathews, Lounsbury y, más recientemente, Houston y Stuart, han verificado varias lecturas logo-gráficas, por medio de substituciones silábicas. Por ejemplo, la forma silábíca bu-la-m(a) del logograma balam (jaguar). Han propuesto igualmente lecturas nuevas, tales como los títulos ahpó, mah, kina, ah kalán y otros en la epigrafía, la lectura u mal ti para un verbo auxiliar, y pach tu t'ul (seguir las huellas de), que designa el acceso al poder. En 1978, Justeson descubrió la utilización de complementos fonéticos que son en su origen signos silábicos utilizados como su fijo^.^^ Después del estudio de conjunto de una cincuentena de escrituras (logo- gráfica, logo-silábica, o silábica), estableció una lista de universales de la escritura en los niveles fonológico, morfológico, sintáctico y semántico. Según Justeson, la escritura maya es un sistema logo-silábico, en el cual los signos silábicos funcionan primeramente como complementos fonéticos, y los elementos principales son originalmente logo-gráficos y después se vuelven silábicos. Los prefijos son siemprelogo-gráficos y los postfijos son o bien logogramas, sufijos, elementos gramaticales, o signos silábicos que también pueden desempeñar el papel de complemento fonético. El sistema de escritura utilizado en las tierras bajas puede representar originalmente a una lengua de las tierras altas en el período preclásico reciente (0-300 d.C.), después a una lengua chol durante el período clásico (300-900 d.C.) y, finalmente, a la lengua yucateca en el período postclásico (900-1500 d.C.). En 1979, Justeson y Campbell convocaron una conferencia en Albany, cuyos trabajos fueron publicados en 1 9 8 4 . ~ ~ En ésta, una decena de investigadores, entre los que se encontraban ademáf Schele, Mathews, Lounsbury, Fox 33 Kelley, Deciphering the Maya Script. 34 John S. Justeson, "Mayan Scribal Practice in the Classic Period: A Test-case of an Explanatory Approach to the Study of Writing Systems" (disertación doctoral, Stanford University, 1978). 35 Phoneticisrn in Maym &emgtyphiC Writing. 1 78 Michel Davoust y Stuart, estuvieron de acuerdo en cuanto al carácter logo-silábico de la escritura, con la utilización de corriplementos fonético^.^' Establecieron un balance de los valores fonéticos para el conjunto de los elementos del catálogo de Thompson, al igual que una nueva tabla sílábica de 66 signos de tipo CV. Constataron que los signos silábicos son en su mayoría derivados de un logograma de tipo CVH, con una consonante final débil, que también puede ser y (o ut) y '. Fox y Justeson propusieron convenciones para la transliteración de los glifos, inspiradas parcialmente en las utilizadas para la escritura ~ u n e i f o r m e . ~ ~ En 1954, Kaufman y Piorman reconstruyeron la lengua proto-chol en los niveles fonológico, morfológico y sintáctico, además de un vocabulario de 714 palabras. Actualmente, Schele y MacLeod están tratando de hacer una gramática de la escritura. En 1982, Schele elaboró un catálogo de los glifos verbales de los monumentos, en el cual se encuentra una introducción corta sobre la morfología y la sintaxis de los verbos del maya yucateco y del chol hablados, así como de algunas construcciones verbales de la epigrafía; igualmente, hizo un inventario de los afijos ~erbales.~"n 1983, MacLeod estableció un corpus de los afijos verbales de la epigrafía, demostrando que lecturas silábicas tales como na-ah o wa-n(e) corresponden a sufijos verbales del chol y del y u c a t e ~ o . ~ ~ RESULTADOS SOTABLES DEL DESCIFRADO Algunos investigadores están de acuerdo en cuanto a un tipo de escritura logo-silábica con la iitilización de complementos fonéticos y de determinativos semánticos, con una tabla de casi sesenta signos silábicos de tipo CV. Definiremos el sistema a partir de estos cuatro componentes. Los logogramas son signos morfémicos en los que se unen al mismo tiempo valores semánticos y valores fonéticos. Así, el logograma que representa una flor de cuatro pétalos que simboliza el sol, tiene el valor kin que significa "soln, pero también "día", "tiempo" y "período". Los 36 Véanse John W. Fox, QuicM Conpuest (Albuquerque: University oP New Mexico Presc, 1978); y David Stuart, "The Count of Captives Glyphn. 37 John W. Fox y John S. Justeson, "Polyvalence in Xlayan Hieroglyphic Vl'ritingn, in Phomticisrn in Mayan Hiercglyphac CÍ'ntrng (Albany: Institute for Mesoamerican Studies, 1984), pp. 17-76, 38 Linda Schele, Maya Glyph: Ihc: tierhs (Ausliu: Universitq o£ Texas Pxesc, 1982). 39 Barbara MacLeod, An Eprgrapker? Annotated Inúez to Cholan and Yucatecan Verb Morphdogy (Columbia: üniversity of Missouri Museum, 1983). El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 1 79 logogramac pueden ser polífonos, es decir, que presentan varios valores fonéticos. Así, el glifo del año haab (365 días) puede tener el valor tun (360 días) y el valor silábico eu, y con su cartucho puede ser el día en yucateco: eauac (ver la Figura 5). Asimismo, el glifo del venado ehih, representado por una mano entreabiertai puede tener el valor logo-gráfico ehuc (asir, tomar, o carbón) y el valor silábico ehi. Los logogramac pueden ser, a la vez, "homófonos", o sea que tienen un valor fonético común. Así, el signo de de los cuatro puntos cardinales y el de la huella del pie tienen el mismo valor: be (camino, pie). Asimismo, el valor silábico bu está representado por el copo de algodón con el infijo ahau, por el lirio de agua con el infijo espejo o por una cabeza de topo con el infijo cruz kan. El valor logo-gráfico Ahau (señor) puede estar representado por el glifo del día ahau, por una cabeza de buitre, por una cabeza masculina de perfil, o por el afijo denominado ben-ich. El valor chan (serpiente) está representado por la forma simbólica del día ehiechán, la cabeza de serpiente, o el hocico estilizado de la serpiente. El silabograma o signo silábico es un signo silábico representado por una consonante y una vocal, por ejemplo, cu, ku y ehi. Muchos signos silábicos se derivan de logogramas de tipo CVH, donde la consonante final es débil: h, w o y. Así, los valores silábicos 60, pa, t u , t a y ea provienen, respectivamente, de los logogramas ba (topo), paw (red), tuy (barba), tah (antorcha) y eay (pez). Como el logograma, también puede ser polífono según su posición de prefijo o de postfijo, o según el contexto. Así, el afijo "hoja de maíz" puede tener el valor silábico wa, o -ab como postfijo solamente. El afijo "paréntesis" puede tener el valor u como prefijo e -il como postfijo. El afijo "hoja de maguey" puede tener los valores silábicos ei y al como postfijo, según el contexto; así, bu-c(i) y ahau-al tienen el mismo sufijo "hoja de maguey". El signo silábico puede ser homófono. Por lo tanto, tenemos varios afijos para el valor rna que podemos llamar "copo de algodón simple*, "doble copo de algodón" o "lirio de agua con infijo ahau". El complemento fonético es un signo silábico que a menudo va como postfijo, indicando el valor o una parte del valor fonético del logograma asociado. De esta manera, el complemento fonético ne representado por el a j o de una cola de animal indica las lecturas logo-gráficas tun, kin y chan (ver la Figura 5). El complemento fonético na indica las lecturas logo-gráficas eaan (cielo), alaan (descendiente) y tan (medio). Raramente actúa como prefijo, como, por ejemplo, el complemento fonético t a ante la cabeza del buitre tahol. 180 Michel Davoust L O S L O G O G R A M A S K I N CAUAC CHI H CHAAN/CAAN S I L A B O G R A M A S Complemento fonético lne l Determlnatlvo semántica. Ahow T U N i n e ) KINLne) CHANfnei Ahaw AHAW C O M B l N A C l O N D E L O S D O S S I S T E M A S LOGOGRAMA+SILABOGRAMA LOGOGRAMAt LOGOGRAMA+ SILABOGRAMA .. P A C A L po-col- l l a l K I N - T U N - H A A B - i i Mes Mes Mes Mes Yucateco Choi Yucoteco 629 w ze- cial ca-ze-wla) P O P KAN-HAL-ab Figura 5. El sistema logo-silábico. El descifrado de la escritura maya a partir de 1960 181 El determinativo semántico es un signo que indica el valor semántico del logograma asociado. Así, la misma cabeza del buitre puede tener el infijo ahau, el cual indica que ese logograma debe leerse como Ahau (señor) y se convierte en una forma variable del día ahau. Esta polivalencia puede deberse a la sucesión de varios grupos lingüísticos distintos que utilizaron la misma escritura: a un grupo quiché de las tierras altas le ha seguido un griipo chol de las tierras bajas en e1 período clásico y, finalmente, un grupo yucateco ha adquirido nuevamente esta escritura en la región del norte, después del abandono de los sitios de la región central. La homofonía se puede explicar por el carácter mismo de la escritura, cuyos signos se presentan de las tres formas distintas: simbólica o antropo- morfa de figura incompleta y completa. Puede deberse al estilo regional según los sitios. Depende asimismo del apoyo de la escritura, distinguiendo una escritura epigráficasobre los monumentos y una escritura cursiva sobre los frescos, las vasijas y los códices. La homofonía puede deberse igualmente a la evolución de los signos a través del tiempo. Sin embargo, se distingue en un mismo documento para un período determinado; por ejemplo, en el códice de Dresden el valor silábico pa se representa alternadamente por los elementos principales "cartucho sombreado" y "cartucho vacío". Para escribir un nombre, el inscriptor maya podía utilizar signos, ya fuera silábicos o logogramas, con o sin complemento fonético, o incluso emplear las dos formas conjuntamente. Por ejemplo, el nombre Ix Zac Kuk se puede escribir con el logograma kuk, representado por la cabeza del ave quetzal, p por la forma silábica ku-k(u). La forma logográfica se puede presentar con o sin el complemento fonético. Así, el día kin va a menudo acompañado por su complemento fonético ne. Más raramente, podemos encontrar la forma silábica al lado de la forma logo-gráfica. Por lo tanto, el nombre de Escudo Paca1 comprende primero el logograma paca1 representado por un escudo, y después su forma silábica compuesta de tres signos silábicos: Pa-ca-l(a). La utilización de las lenguas chol y yucateca está confirmada por las lecturas silábicas cuyos nombres choles y yucatecos han sido conservados hasta el período colonial. Así, el nombre del capitán Itza Kak u Paca, señalado en los libros del Chilam Balam escritos en el siglo XVIII, se vuelve a encontrar en los textos de Chichén Itzá del siglo X como glifo nominal. Asimismo, el mes yucateco zec se lee silábicamente ze-c(a), mientras que su equivalente chol cazew se lee silábicamente ca-re-w(a). La utilización de un complemento fonético indica Ia lectura yucateca del glifo de mes de origen chol, tal como lo señaló Landa. Así, el mes yucateco pop tiene el complemento fonético po-p(o) delante del logograma pop. El nombre chol es kan-hui-ab que corresponde a los elementos de Los glífos infijo "amarillo" kan, más infijo "estera" hui, más postfijo "hoja de maíz" ab (ver la Figura 5). La lengua yucateca puede ser confirmada en los textos de los códices y de los sitios del norte de Yucatán, particularmente en Chichén Itzá. Si tomamos como punto de partida el período colonial y la lengua maya yucateca del siglo XVI -transcrita por los religiosos españoles en los diccionarios- podemos pasar por varias etapas sucesivas. Primero, hemos utilizado los glifos de los días, de los meses y del alfabeto de Landa del mismo siglo XVI. Después podemos recurrir sucesivamente a los textos del códice de Madrid (siglo XV), del códice de París (siglo XIV), del códice de Dresden (siglo xII) y, finalmente, a los textos de Chichén Itzá (siglo x); ver la Figura 6. Además, los textos de este sitio tienen una proporción importante de signos silábicos: una gran parte de estos textos puede ser leída en la actualidad, siempre que se siga el vocabulario yucateco del siglo XVI y el proto-yucateco de Fisher. En lengua chol, podemos leer algunas partes de los textos de Palenque, Yaxchilán, Bonampak y Tikal. Tenemos nombres propios de jefes, como Pacal, Ah Tun e Ix Zac Kuk en Palenque; Ah Cacaw en Tikal; Tzotz Bahlam en Yaxchilán; Tah Zih Chaan en Quiriguá; y Uaxac Lahum Umal o Tah Yax Cuc en Copán. Así mismo. podemos leer los títulos rnatcln ("el privilegiado"); mah kina ("e1 todopoderoso"); ah u:inic bac ("el de los veinte cautivos"), bacab y otros. Hasta donde podemos juzgar, no siendo especialistas de las escrituras del Medio Oriente, la escritura maya puede ser afín a la egipcia o a la cuneiforme, por su sistema logo-silábico con la utilización de complemen- t,os fonéticos, o a la neo-hitita, por el aspecto naturalista de sus signos. Queda por hacer un trabajo importante en cuanto a la elaboración de una verdadera gramática de la escritura, tal como se realiza en otras escrituras logo-silábicas, prosiguiendo el trabajo emprendido por Schele y MacLeod en 1983. Para eso, es primordial hacer un nuevo balance de los valores fonéticos propuestos por los distintos investigadores a fin de confirmar la hipótesis logo-silábica de la escritura. Seguidamente, hay que reunir un Corpus importante de lecturas fonéticas y revisar el catálogo de Thompson de 1962. En efecto, estas transcripciones son a veces erróneas o incomple- tas, pues desde esa fecha se han descubierto numerosos nuevos ejemplos. El descifrado de,la escritura maya a partir de 1960 183 I T E X T O D E L C O D I C E D E DRESDENfpa965b) 1 T E X T O EPIGRAFICO : PALENQUE (Giifor,+obiero96) 1 - -- Ah no-be 1 1 1 * a ~ - ~... - ~~ Qulen es el primero . .. _.____CI._-.- A h n u Ynthoe : Ah Tan Lah Chuc ! Pach Zac Tun No - . .- .. . - . - - - --..- ...-"- Señor del río de El que gobierna ; En e l lugar de 1 0 7 - - - - ln a a r z a reo1 blanca plrámtde 1 Figura 6 . Textos epigráficos En 1983, Ringle y Smith-Stark identificaron un centenar de nuevos signos y se han publicado numerosos textos adicionales de inscripciones. Personalmente hemos emprendido esta actualización estableciendo el corpus de los elementos principales de Thompson y añadiendo numerosos ejemplos de lecturas fonéticas. El descifrado está igualmente sujeto a un rnejor conocimiento de la antigua lengua chol, particillarmente la hablarfa entre el siglo 111 y siglo X . Efectivamente, nos hacen falta vocabularios im- portantes de la época colonial en las Lenguas de este grupo y, en particular, un léxico unido a una élite maya, a la que pertenecían los inscriptores de la escritura epigráfica y cursiva. Estamos irremediablemente obligados a utilizar diccionarios de otras lenguas ma3ras, partícuIarmente del maya yu- cateco colonial. Este último ha conservado una parte importante del voca- bulario de esa élite que encontramos en los códices y sobre todo en Chich6n Itzá. Desafortunadamente, un gran número de títulos civiles, militares, re- ligiosos y reverenciales, así como un glosario relacionado con la astrología, con el calendario y con la numerología, han desaparecido del vocabulario chol que ha llegado hasta nosotros. Queda igualmente por hacer un trabajo importante sobre la fonología, morfología y sintaxis del proto-choI. - - -- Publicación del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica y i Plumsock Mesoamerican Studies 13
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