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258_EPI_Cuestionario_de_Personalidad_de_adolescentes_y_adultos

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258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/cuestionario_Compressed.pdf
258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/Manual.pdf
 
CUESTIONARIO DE 
PERSONALIDAD 
EPI 
MANUAL 
(5ª Edición revisada) 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
El “Eysenck Personality Inventory” “EPI” es el resultado del desarrollo de un instrumento 
similar, el Maudsley Personlity Inventory” y como él está diseñado para evaluar dos grandes 
dimensiones de la personalidad: neuroticismo y extraversión. Estos dos instrumentos son 
bastantes similares y se correlacionan en tan alto grado que son válidos para el EPI los resultados 
experimentales obtenidos con el primitivo instrumento. 
Sin embargo, el Cuestionario EPI presenta, frente al MPI, las siguientes ventajas: 
 Tiene dos Formas paralelas (A y B) que permiten el retest en un tratamiento 
experimental, sin la interferencia de los factores de memoria. 
 Se ha logrado una mayor independencia entre los dos factores evaluados mediante 
una mejor selección de los elementos; la correlación entra ambos factores no es 
estadísticamente significativa. 
 Se ha introducido una escala de “sinceridad” (S) con la que se puede identificar a los 
sujetos que tienden a responder en una dirección “deseable” 
 Se ha elevado la fiabilidad “test-retest”; incluso con períodos de intervalo de varios 
meses, se ha llegado a obtener un coeficiente de 0,85, bastante elevado en una 
prueba de personalidad de este tipo. 
 Además, se dispone de una prueba directa de la validez del EPI como instrumento 
descriptivo de las manifestaciones de conducta de la personalidad. 
La base teórica y validación experimental de los conceptos de neuroticismo y extraversión 
han sido presentadas en detalle en varias obras del autor. En pocas palabras, el neuroticismo 
señala la hiperacción emocional general y a predisposición a la depresión neurótica bajo los 
efectos de “stress”; la extraversión, en tanto que opuesta a la introversión, indica las tendencias 
impulsivas y sociables a la exteriorización y la no-inhibición de un sujeto. 
Estas dos dimensiones están conceptualizadas como completamente independientes y los 
estudios experimentales realizados lo han demostrado en varias ocasiones. 
En 1973, y tras un período de varios meses de preparación y estudios, ofrecíamos a los 
psicólogos españoles una primera adaptación y tipificación en España del Cuestionario de 
personalidad EPI de Eysenck como respuesta a la conveniencia de disponer en nuestros medios 
psicológicos de pruebas variadas para explorar la personalidad en sus múltiples aspectos. 
El presente Cuestionario era un posa más en nuestro intento de ofrecer un repertorio de 
tests amplio y selecto. Acudimos a una de las figuras más representativas en el estudio de la 
personalidad, H.J. Eysenck, cuyos trabajos en este campo son ampliamente conocidos. Desde los 
primeros momentos de nuestra tarea tuvimos conciencia de las dificultades que implica adaptar 
una prueba de personalidad a nuestro medio cultural. Nos animaba, sin embargo, el hecho de que 
la misma se dirige a una estructura bastante simple de la personalidad: dos factores ortogonales y 
bipolares claramente definidos en la mayoría de los estudios, el neuroticismo y a extraversión. 
Cuando, recientemente, tuvimos noticia de los avances y nuevos instrumentos que venían 
desarrollando los profesores Eysenck, iniciamos y hemos terminado la adaptación de un nuevo 
cuestionario para niños EPQ-J. 
Esta segunda edición del Manual presenta, literalmente, todo el contenido de la primera 
edición además de los resultados obtenidos en nuestra adaptación española, toda la información 
derivada del estudio original de la prueba y de los trabajos realizados para su adaptación en otros 
países; este contenido se ha dispuesto y ordenado de acuerdo con la presentación habitual de los 
demás Manuales del fondo de distribución de TEA Ediciones. En esta segunda edición 
únicamente añadimos un Apéndice (Análisis recientes), con los resultados encontrados en 
diversas aplicaciones. Estos datos son discordantes de los obtenidos con anterioridad, y sólo se 
presentan a título orientativo. 
El valor y medida de nuestro acierto al iniciar la adaptación de este Cuestionario han venido 
confirmados por su aplicabilidad en nuestros medios psicológicos, y una muestra de ello ha sido la 
necesidad de esta segunda edición; en esas aplicaciones ha ido encontrando ese contraste que le 
da el uso práctico. 
Ya desde las primeras fases del trabajo nos fueron muy valiosas las aplicaciones y 
observaciones recogidas en diversos centros, así como las colaboraciones de personal de estos y 
otros organismos. A todos ellos agradecemos la colaboración prestada. 
Queremos, igualmente, aprovechar esta ocasión para pedir y agradecer, de antemano, 
cualquier colaboración u observaciones que nos puedan prestar todas aquellas personas que 
apliquen la prueba; estos datos serían recogidos e incorporados en la próxima edición del Manual. 
 
 
1. DESCRIPCIÓN GENERAL 
 
1.1 Ficha Técnica 
 Nombre: Cuestionario de Personalidad EPI 
 Autores: H.J Eysenck 
 Adaptación española: M. Sánchez Turet 
 Administración: individual y colectiva 
 Duración: variable; aproximadamente unos doce minutos 
 Aplicación: Adolescentes y adultos 
 Significación: Evaluación de dos dimensiones de la personalidad, neuroticismo y 
extraversión; incluye una escala de sinceridad 
 Tipificación: Baremos de escolares (varones y mujeres) y profesionales (Varones y 
mujeres). 
1.2 CARACTERISTICAS GENERALES 
Siempre ha sido reconocida por todos los psicólogos la importancia de llegar a una 
descripción de las principales dimensiones de la conducta de los individuos; en esta dirección, 
renombrados investigadores han dedicado sus esfuerzos a definir los factores fundamentales de 
la personalidad. 
Una revisión bibliográfica hecha por Eysenck (1960), muestra la solidez y reconocimiento de 
la hipótesis de dos dimensiones o factores claramente diferenciados y particularmente 
importantes: la extraversión-introversión y el neuroticismo (emotividad o ansiedad) – estabilidad 
emocional. 
La figura 1 muestra la relación entre estas dos dimensiones y el antiguo esquema de 
temperamento de Galeno-Kant-Wundt. En el anillo externo se representan gráficamente los 
rasgos que se han obtenido y cuantiosas muestras de sujetos; se ha observado que una gran 
parte de a varianza total común de todas estas variables (y de otras que, por falta de espacio, no 
han podido ser representadas en el gráfico), puede ser explicada en términos de los dos factores 
 
Fundamentales. 
Cuando Eysenck (1947) propuso por primera vez esta hipótesis, se discutió vivamente la 
eficacia de dicha estructura; sin embargo, la mayor parte de los esquemas actuales (tales como 
los de Cattell y el de Guilford sobre la personalidad han definido factores de segundo orden que se 
asemejan a las dos dimensiones fundamentales del esquema de la figura 1. Así, Cattell (1957) 
realiza análisis factoriales de la personalidad y llega a definir un “factor general de integración” 
(estabilidad emocional) y un “factor de introversión-extraversión”. Sin negar la existencia e 
importancia de los factores adicionales a N y E, es necesario admitir que no hay otros dos factores 
que contribuyan tanto como ellos a una descripción de la personalidad en el área no cognitiva. 
Uno de los postulados básicos en la construcción de este Cuestionario de personalidad es 
que el análisis factorial es un método necesario, pero no suficiente, para aislar y definir las 
dimensiones principales de la personalidad y para construir los instrumentos destinados a su 
evaluación. Los análisis de las correlaciones son importantes, pero no dan más que indicaciones; 
como Thurstone ha indicado, “una correlación es una confesión de ignorancia”. Además, sería 
posible presentar sus innumerables
formas diferentes las relaciones observadas entre los rasgos, 
todas ellas matemáticamente equivalentes entre sí, pero muy diferentes desde el punto de vista 
psicológico. 
Por tanto, es indispensable ir más allá del mero estudio estadístico, y confrontar y 
estructurar las dimensiones de la personalidad en el cuerpo principal de la psicología experimental 
y teórica. El trabajo presente, llevado así, tiende en conjunto a confirmar la opinión de que el factor 
N está en estrecha relación con el grado heredado de labilidad del sistema nervioso autónomo, 
mientras que el factor E está en estrecha relación con el grado de excitación-inhibición prevalente 
en el sistema nervioso central; este equilibrio es probablemente también hereditario en gran parte 
y puede tener como intermediario la formación reticular ascendente. Se admite que los sujetos 
introvertidos se caracterizan por un fuerte potencial de excitación y un débil potencial de inhibición, 
mientras que en los sujetos extravertidos domina un fuerte potencial de inhibición. 
La gran influencia de la herencia sobre N y E ha sido mostrada en varios estudios; tal vez el 
más claro sea el de Shields (1962), que encontró una correlación muy elevada entre gemelos 
univitelinos idénticos educados separadamente, tanto en neuroticismo como en extraversión y 
que, además, era mayor entre gemelos univitelinos educados separadamente que entre gemelos 
bivitelinos educados juntos. 
Otra línea de estudio unida a la ciencia biológica es la demostración de quela posición de un 
sujeto a lo largo de la dimensión extraversión-introversión puede alterarse con el uso de las 
drogas. Las drogas estimulantes llevan a los sujetos hacia la introversión y las drogas depresivas 
les llevan hacia la extraversión. 
Siguiendo estas líneas de pensamiento, las deducciones han sido obtenidas a partir de la 
psicología general y experimental, y con referencia a las expectativas de conducta de los sujetos 
extravertidos e introvertidos, en una gran variedad de estudios experimentales de laboratorio. Se 
han elaborado hipótesis y llevado a cabo trabajos para observar la relación entre extraversión y 
condicionamiento, nivel de aspiración, efectos figurales posteriores, encubrimiento, reminiscencia, 
vigilancia, error y juicio sobre el tiempo, condicionamiento verbal, dolor privación, tolerancia y otros 
muchos aspectos. Las relaciones teóricas entre estas definiciones experimentales de la 
extraversión y la comportamental que presenta el EPI tienen su explicación en los párrafos 
siguientes, donde se describe la naturaleza de las dos escalas del Cuestionario. 
Hay que señalar, en primer lugar, que los modelos descriptivos con los que se define la 
naturaleza de N y E en el cuestionario EPI, se refieren a la personalidad en su aspecto fenotípico, 
mientras que los tests y estudios experimentales mencionados en los párrafos anteriores apuntan 
al aspecto genotípico de la misma. 
Las diferencias existentes en los aspectos comportamentales y constitucionales de la 
personalidad han sido discutidos en detalle por el autor. La figura 2, tomada de este trabajo, 
muestra las relaciones implicadas para la variable E solamente. En el diagrama, los subíndices “B” 
y “C” de los fenómenos (F) se refieren a comportamiento (B, de “behavior”) y a la constitución, y 
“A” indica las influencias ambientales o de entorno. 
Se observará que en el nivel más fundamental (N1) se encuentra el concepto constitucional 
del equilibrio, “excitación-inhibición”, que pueden bascular a un lado u otro y motivar diferencias 
constitucionales o genotípicas en las dimensiones extraversión-introversión; es posible medirlo 
con una cierta precisión en términos de condicionamiento, vigilancia, post-efectos figurales y otras 
variables de laboratorio. 
La conducta observable (FB) está en función de las diferencias constitucionales (FC) en 
interacción con el ambiente (A); esta interacción origina unas diferencias descriptivas, fenotípicas, 
de extraversión-introversión, cuya mejor evaluación puede realizarse con la ayuda de 
cuestionarios del tipo del EPI. 
Esta diferencia entre los tests de laboratorio y los cuestionarios (en cuanto que 
estrechamente relacionados, respectivamente, con los aspectos genotípicos y fenotípicos de la 
personalidad, no tiene, naturalmente, un carácter absoluto; sin embargo, puede ser útil cuando se 
considera la significación de los resultados obtenidos por la utilización de diferentes tipos de 
instrumentos de medida. 
Neuroticismo-estabilidad (N) 
La descripción de este factor bipolar no requiere tanta fundamentación como el de 
extraversión; es muy similar a la que ha sido dada por muchos otros autores desde que 
Woodworth publicó su “Personal Data Sheet” y Taylor su “Manifiest Anxiety Scale”. 
La puntuaciones elevadas en N son indicativas de labilidad emocional e hiperactividad; las 
personas que obtienen esas puntuaciones tienden a ser emocionalmente hipersensibles, con 
dificultades para recuperarse después de una situación emocional. Estos sujetos se quejan 
frecuentemente de desarreglos somáticos difusos y de poca importancia, tales como jaquecas, 
trastornos digestivos, insomnio, dolores de espalda, etc., así como manifiestan estados de 
preocupación, ansiedad y otros sentimientos desagradables. 
Estos individuos están predispuestos a manifestar problemas neuróticos bajo el efecto de 
situaciones de “stress”; pero conviene no confundir tales predisposiciones conla verdadera 
depresión neurótica; un sujeto puede muy bien obtener una puntuación alta en la escala N y 
adaptarse de manera adecuada al trabajo, a la sociedad, a la vida sexual y a la familia. 
 
 
 
 
 
Extraversión-introversión (E) 
De una manera descriptiva, los estudios factoriales han llegado a un cuadro que puede 
parecerse (no siendo ciertamente idéntico), al dado por Jung. En los párrafos siguientes se dan 
breves descripciones del extravertido típico y del introvertido típico; se les puede considerar como 
puntos extremos ideales de un continuo, a los cuales cada sujeto se aproxima más o menos. 
Las puntuaciones altas en E, significativas de extraversión, son obtenidas por sujetos que 
tienen tendencia a ser expansivos, impulsivos y no inhibidos, que tienen numerosos contactos 
sociales y frecuentemente toman parte en las actividades de grupo. 
El extravertido típico es sociable, le gustan las reuniones, tiene muchos amigo, necesita de 
personas con quienes charlar y no le gusta leer o trabajar en solitario; busca las emociones 
fuertes, se arriesga, hace proyectos y se conduce por impulsos del momento; generalmente es un 
individuo impulsivo. Le gusta mucho la chanza, tiene siempre dispuesta una rápida respuesta y, 
en general, le gusta el cambio; es despreocupado, poco exigente, optimista y le gusta reírse y vivir 
contento. Esta persona prefiere el movimiento y la acción; tiende a ser agresivo y pierde 
fácilmente la sangre fría. No posee un gran control sobre sus sentimientos, ni es una persona con 
la que siempre se pueda contar. 
En el otro polo de este factor, el introvertido típico es un individuo tranquilo, retraído, 
introspectivo, a quien le gustan más los libros que las personas; se muestra reservado y distante, 
excepto con sus amigos íntimos. Tiende a ser previsor, a pensarlo antes de comprometerse y a 
desconfiar de los impulsos del momento. No le gustan las sensaciones fuertes, toma en serio las 
cosas cotidianas y le gusta llevar una vida ordenada. Controla estrechamente sus sentimientos, 
raramente se conduce de una manera agresiva y no se encoleriza fácilmente. Es un poco 
pesimista, concede gran valor a los criterios éticos y es una persona en la que se puede confiar. 
Sinceridad (S) 
Esta escala del EPI es una adaptación de la variable “L” del MMPI. Redactada y adaptada 
en principio para su uso en el MPI de Eysenck, ha sido objeto de amplios análisis de elementos y 
análisis factoriales
durante varios años; algunos han sido publicados. En ellos se ha observado 
que esta escala resulta fiable, válida y útil para identificar a los sujetos que tienden a responder en 
un sentido deseable. 
En la adaptación española se ha cambiado la dirección de esta dimensión de modo que no 
apunte hacia insinceridad, sino hacia sinceridad; de esta forma su interpretación se adecúa a la 
denominación de la escala, a la vez que se elimina la utilización de un concepto peyorativo 
(insinceridad o mentira) cuya significación no está muy clara. Está constituida por una serie de 
cuestiones relativas a pequeñas faltas morales o sociales, cuya omisión se sabe que es frecuente 
en casi todas las personas, pero cuya confesión pública o en un cuestionario que va a ser leído 
puede resultar molesta e inducir a no ser sincero. Estas preguntas, ligeramente embarazosas, 
poseen una interconsitencia relativamente alta. Sin embargo, la interpretación de la escala, es 
decir, determinar si realmente mide sinceridad o auténtica asimilación de las normas sociales, no 
es fácil. 
En este sentido, no hay una regla absoluta que defina su utilización en las aplicaciones 
prácticas puesto que las muestras estudiadas en la tipificación difieren entre sí en esta dimensión. 
No obstante, se puede indicar que, en general, una puntuación directa de 7º menos cuando se 
aplican ambas Formas A y B (3 ó 4 puntos cuando se aplica una sola), señala que se ha 
producido esa dirección deseable y habrá que considerar con bastante escepticismo las 
puntuaciones obtenidas en extraversión y, sobre todo, en neuroticismo. En muchas ocasiones, las 
puntuaciones bajas en S invalidan los resultados del Cuestionario. 
Aparte de estas consideraciones prácticas, se ha estudiado la tendencia a dar puntuaciones 
bajas en sinceridad como un rasgo más de la personalidad, cuyo estudio puede ser importante; 
sin embargo, no existe una documentación bibliográfica suficiente sobre el particular. 
 
Distorsión de las respuestas 
Es bien conocido que en la aplicación de todo tipo de cuestionarios suelen aparecer 
diversas “actitudes de respuesta”, es decir, determinadas tendencias de los individuos a preferir 
ciertas categorías de respuestas (por ejemplo, inclinarse por el “SI” o por el “NO”) sin tener en 
cuenta el contenido de la frase o pregunta. 
En el EPI (Eysenck 1962) se ha eliminado ya, a propósito, la posibilidad de aparición de la 
tendencia a dar respuestas “?” (interrogante) a los elementos. 
Otra de las actitudes de respuesta, la tendencia a dar contestaciones extremas, no puede 
manifestarse en este Cuestionario que emplea sólo la dicotomía “SI-NO”. 
El tipo de respuestas de quiescencia ha sido intensamente estudiado en relación con el MPI 
(Eysenck 1962) y con el EPI (Eysenck y Eysenck 1963, 1964); se ha observado que tiene en estas 
pruebas muy poca importancia. No está ausente, sin embargo, y conviene tenerlo en cuenta con 
cierto tipo de sujetos. 
La tendencia a dar respuestas deseables que favorezcan la imagen del sujeto, se ha 
estudiado también con algún cuidado y no se ha encontrado que juegue un papel importante en 
las condiciones normales de aplicabilidad de la prueba. Como única excepción, se ha encontrado 
en las situaciones de selección de personal y en ellas hay que tener un cuidado especial (Eysenck 
y Eysenck 1963). Como única excepción, se ha encontrado en las situaciones de selección de 
personal y en ellas hay que tener un cuidado especial. Sin embargo, esta actitud puede ser 
detectada mediante la escala “S incorporada al Cuestionario EPI. Gómez y Braun (1967)han 
estudiado la influencia de unas determinadas instrucciones dadas a los sujetos en los momentos 
previos a la aplicación del Cuestionario; el grupo experimental (que había recibido instrucciones 
de ”aparecer como un candidato ideal para un puesto de vendedor”), disminuyó 
considerablemente sus puntuaciones en N y S, a la vez que las aumentaba en E, mostrando con 
ello la sensibilidad del EPI a los defectos de distorsión de las respuestas. 
Construcción de las escalas 
Las primeras escalas, construidas sobre las bases teóricas indicadas al principio de este 
apartado formaron el “Maudsley Medical Questionnaire”. Estas escalas fueron elaboradas a partir 
de amplios y repetidos análisis factoriales sobre diferentes grupos de elementos. Además, se 
tuvieron en cuenta los análisis publicados por otros autores, la mayor parte de los cuales han sido 
recogidos en la obra “The Structure of Human Personality” 
En la construcción del EPI se llevaron a cabo unos doce estudios factoriales, uno de los 
cuales permitió obtener una matriz cuadrada de 128 entradas que concluía todos los elementos de 
las Formas A y B y algunos elementos provisionales. 
Los sujetos que componían la muestra de estos estudios eran más ampliamente 
representativos de lo que es acostumbrado en estos trabajos; además de estudiantes 
universitarios, se incluyeron grupos de sujetos de clase media y trabajadores (que variaban en 
edad y sexo), asó como muestras representativas de la población total, que, en general, fueron 
examinadas por personal técnico de una empresa consultora de estudio de mercados. En algunas 
ocasiones, los sujetos rellenaron los Cuestionarios y, en otras, contestaron a los elementos en el 
desarrollo de la entrevista. 
La muestra total sobrepasó el número de 30.000, y algunos de los trabajos publicados en 
aquella ocasión se citan en la Bibliografía de este Manual. 
Es posible que este sea el único Cuestionario que haya incluido todos sus elementos en un 
solo análisis factorial; existen algunas razones para utilizar con cautela aquellos cuestionarios que 
han sido construidos analizando separadamente sus partes. Este cuidado especial tenido en la 
construcción de la prueba, se ha reflejado en la fiabilidad y validez resultantes en muy amplias 
aplicaciones. 
1.3. APLICACIONES 
La evaluación de las dimensiones neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión que 
permite el EPI, ha mostrado su utilidad en una gran variedad de situaciones. A continuación se 
indican algunas de estas aplicaciones del Cuestionario. 
Aplicaciones industriales 
Se han llevado a cabo numerosos estudios en análisis de mercados para descubrir los 
rasgos de personalidad correspondientes al consumo de diferentes productos y marcas de 
artículos, a la lectura de diferentes diarios o revistas, a la participación ante los programas de la 
televisión, a la asistencia a espectáculos y a muchas otras actividades. En la mayoría de los casos 
se han encontrado diferencias en los rasgos de personalidad. Así, por ejemplo, el hecho de ver la 
televisión, muestra una gran relación curvilínea con la extraversión; ambas relaciones son más 
fuertes que la existente con inteligencia. Aunque se podría haber previsto a partir de la teoría, se 
ha encontrado que los fumadores son más extravertidos que los no fumadores. Se ha descuidado 
bastante el establecimiento de un sistema de relaciones entre la personalidad y el comportamiento 
del consumidor cuando se realizan estudios de motivación, en los cuales hantenido mayor favor 
las poco fiables técnicas proyectivas. 
En lo que se refiere a la selección y clasificación de personal, se ha estudiado la relación 
entre la extraversión y los diferentes criterios de comportamiento en la situación de trabajos en 
serie; las principales constataciones sugieren que los trabajadores más extravertidos estaban 
menos adaptados a este tipo de actividad y mostraban una tendencia significativamente más 
grande a dejar la empresa. Estos resultados concuerdan con los de P. J. Taylor, que encontró una 
correlación de 0,26 entre la escala de extraversión del EPI y la frecuencia de asistencia a la 
enfermería, y de 0,23 con el absentismo (sin tener en cuenta las ausencias por enfermedad o 
vacaciones). Un estudio sobre la relación entre la extraversión y el número de accidentes, muestra
que los extravertidos son culpables de mayor número de violaciones de las reglas de circulación y 
de más accidentes que los introvertidos. Otros estudios han corroborado la relación negativa y 
significativa entre la extraversión y la perseverancia en las tareas mentales; los más introvertidos 
eran más perseverantes. Los hombres de negocios que han tenido éxito son introvertidos 
estables. La relación entre el temperamento y la rapidez y precisión en la tarea, la relación entre la 
personalidad y la estimulación en el trabajo, etc., han sido, igualmente, objeto de estudio. 
Orientación y consejo escolares 
Se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre la relación entre las dimensiones 
de neuroticismo y extraversión y el aprendizaje, así como con el éxito en los estudios 
universitarios. 
Así, por ejemplo, en el caso de estudiantes de diversas especialidades de ingenieros, la 
cuantía de fracasos variaba enormemente; el grupo de neuróticos introvertidos tenía el porcentaje 
menor de fracasos (21%), y el grupo de extravertidos estables el porcentaje mayor (60%. En otro 
estudio se ha observado que los buenos alumnos se caracterizaban por neuroticismo elevado 
(alto nivel de conducta autónoma) e introversión (lenta acumulación y rápida disipación de la 
inhibición reactiva). 
Esta tendencia (relación positiva entre introversión y éxito en los estudios), corresponde a lo 
que se podría esperar de, entre otros rasgos, las preferencias del extravertido por la rapidez frente 
a la precisión y de sus ejecuciones relativamente mediocres en las tareas que exigen una atención 
prolongada en condiciones de monotonía y aburrimiento. La ejecución de los extravertidos 
decrece rápidamente en la tarea de vigilancia. 
Estos resultados, que tienen una gran importancia en la orientación profesional hacia 
determinadas tareas, habían sido previstos y verificados en varias ocasiones por Eysenck (1960). 
En relación con el aprendizaje y las diferencias individuales de la personalidad, se ha 
comprobado la existencia de una determinada relación entre el neuroticismo y el aprendizaje de 
series. Entre la dificultad de la tarea y el neuroticismo se ha observado alguna interacción: la 
ansiedad facilita el aprendizaje en las tareas fáciles y lo dificulta en las tareas más complejas. 
Las relaciones obtenidas entre la perseverancia y la extraversión-introversión tiene también 
implicaciones en el dominio educativo; la primera se relaciona positiva y significativamente con la 
introversión en las tareas intelectuales. Por otra parte, es también positiva la relación entre 
neuroticismo y riqueza de vocabulario. 
Aunque no se ha encontrado ninguna correlación significativa entre la inteligencia y el 
neuroticismo y la extraversión, en las Matrices progresivas de Raven aparecía una relación 
curvilínea, y los sujetos que obtenían mejores resultados estaban en la zona media de la 
dimensión neuroticismo. 
Se han encontrado todas las diferencias encontradas entre los extravertidos y los 
introvertidos frente a las tareas escolares, y se han encontrado cuatro características principales: 
a) en la rapidez de aprendizaje, los introvertidos son más capaces de obtener rápidamente 
respuestas condicionadas que los extravertidos; b) los introvertidos neuróticos tienden a ser más 
inteligentes que los extravertidos neuróticos; c) ante la disminución de la capacidad de trabajo, los 
introvertidos son superiores a los extravertidos en las tareas que exigen atención o un trabajo 
sostenido; d) en cuanto a la precisión y rapidez, los introvertidos emprenden las tareas lentamente 
y con precisión, mientras que los extravertidos son rápidos e imprecisos. 
De la misma forma, aunque con menos evidencia que en la dimensión extraversión-
introversión, se han estudiado las diferencias en el factor neuroticismo entre las tareas escolares, 
y se han encontrado tres características: a) existe una relación casi nula entre neuroticismo e 
inteligencia; la posibilidad de un mejor éxito escolar en los estudiantes neuróticos puede ser 
debido únicamente a una inteligencia superior; b) existe alguna posibilidad de que el neuroticismo 
se relacione con el éxito escolar a través de su manifestación en la perseverancia; c) en cuanto a 
la rapidez de aprendizaje, los sujetos con una gran medida de ansiedad (neuróticos) tienen más 
éxito en las tareas simples, pero tienen dificultades en las tareas complejas cuando han sido 
hechas ya asociaciones defectuosas. 
Existen algunas implicaciones de la teoría psicológico-genética, que ha mostrado, con algún 
detalle, cómo las actividades disciplinarias de los padres, de los profesores y de los compañeros, 
pueden tener éxito como estímulos incondicionados que producen reacciones simpáticas 
autónomas en ese tipo de comportamiento asocial e indeseable que la sociedad quiere hacer 
desaparecer. De acuerdo con la teoría básica de construcción del EPI, los extrovertidos 
inestables, de difícil condicionamiento, tienen predisposición a un comportamiento criminal, en 
tanto, que los introvertidos inestables, de fácil condicionamiento, están predispuestos a un 
comportamiento neurótico. El introvertido, de condicionamiento “excesivamente fácil”, establece, 
de acuerdo con sus previas experiencias, fuertes reacciones del sistema autónomo que acaban 
asociándose a estímulos condicionados y provocando síntomas. Al contrario, el extravertido no 
tiene tan fácil condicionamiento y no llega a establecer las respuestas condicionadas que son la 
base de un comportamiento social. En este campo se ha estudiado la relación entre las 
dimensiones de neuroticismo y extraversión y la capacidad de condicionamiento sobre una 
muestra de delincuentes encarcelados de la Marina, y se ha encontrado una correlación negativa 
(-0,25) con la extraversión y no significativa con el neuroticismo. Esto viene a apoyar la posición 
teórica de que los extravertidos, así como los psicópatas, son de difícil condicionamiento. 
En el consejo de orientación, las puntuaciones del EPI son útiles como suplemento de una 
batería de tests. Las escalas, aunque independientes de la inteligencia, están relacionadas con la 
adaptación emocional general y el desarrollo de la personalidad. Los resultados obtenidos en los 
estudios citados indican que unos y otros, extravertidos e introvertidos, se adaptan de modo 
diferente a diferentes actividades profesionales; igualmente, se han señalado diferencias 
importantes en cuanto al éxito escolar, indicando su importancia en la investigación pedagógica y 
en la orientación y consejo escolares. 
Diagnóstico clínico 
En el tratamiento de trastornos del comportamiento, el papel principal del EPI está en el 
diagnóstico. Para comprender su función precisa es necesario considerar que los diagnósticos 
psiquiátricos corrientes se basan en la analogía de estos trastornos con las enfermedades físicas, 
lo que ha llevado a una categorización de los sujetos que tienen tales trastornos en grupos 
cualitativamente diferentes. 
En lugar de esto, se ha propuesto considerar la clasificación como un problema de 
dimensiones más que de categorías. En vez de clasificar a cada enfermo dentro de una categoría 
u otra, se le asigna una posición sobre las dimensiones principales de la personalidad. Este 
método, aparte de ser más fiable, está más de acuerdo con los datos experimentales; facilita 
también la descripción individual del sujeto y evita las categorías cajón desastre del tipo de 
neuróticos diversos. 
Las dos dimensiones principales de la personalidad en relación con las tareas clínicas son 
neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión. Están ligadas a la nosología psiquiátrica de 
acuerdo con las consideraciones teóricas ya expuestas. Según esta teoría, los que sufren de 
desórdenes distímicos (ansiedad, fobias, obsesiones, depresiones reacciones, etc.), deberían 
obtener puntuaciones elevadas en neuroticismo y bajas
en extraversión, mientras que los 
histéricos y los que presentan un comportamiento psicopático deberían alcanzar puntuaciones 
elevadas, a la vez, en neuroticismo y extraversión. 
Las muestras clínicas tienden a presentar puntuaciones netamente más elevadas en 
neuroticismo y a situarse más bien hacia el polo introvertido enla otra dimensión. Así, por ejemplo, 
en una muestra compuesta principalmente por pacientes externos, en tratamiento por un síndrome 
de ansiedad, se obtuvieron en l EPI unas puntuaciones medias de N=15,9, mientras el grupo de 
control presentaba N= 8,4 y E= 15,5. 
Existe una relación muy clara entre el diagnóstico de la personalidad con las dos 
dimensiones principales y a terapéutica sobre el comportamiento. Según las bases teóricas 
desarrolladas anteriormente, es posible comprender un comportamiento neurótico apoyándose en 
la teoría del aprendizaje y deducir en consecuencia un tratamiento apropiado. La elección de este 
tratamiento depende en gran medida de la posición precisa del paciente en el esquema de dos 
factores bipolares que permiten el EPI. 
Se puede considerar, pues, el Cuestionario como un instrumento aplicable de manera 
rutinaria a todos los pacientes, externos o internos, para elaborar su diagnóstico. Han sido 
realizados muy diferentes estudios para establecer las concomitancias bidimensionales de la 
personalidad en campos tales como los efectos de los procedimientos psicoquirúrgicos sobre el 
comportamiento, la presencia de acné, el asma de los escolares, la obesidad en mujeres no 
casadas, la violación de las reglas de circulación, los accidentes y el cáncer de pulmón en los 
varones. Se han estudiado también las diferencias de personalidad entre las madres de niños 
agresivos y las madres de niños no agresivos, entre los fumadores y los no fumadores, entre los 
alcohólicos y los no alcohólicos, y entre los que presentan enfermedades psicosomáticas y los que 
no las tienen. 
Actualmente se utiliza cada vez más el EPI en estudios generales sobre diversas formas de 
enfermedades mentales o físicas. Los resutados han tenido frecuentemente una importancia e 
interés considerables. Así, por ejemplo, se han encontrado relaciones significativas y muy 
sugerentes entre el cáncer y la extraversión; los sujetos extravertidos aparecían más 
predispuestos a esta enfermedad. En otros estudios, se han elaborado modelos de 
comportamiento distímico en los sujetos que sufren de trastornos psicosomáticos. De esta forma 
se han estudiado otras enfermedades, y parece razonable sugerir que el pequeño esfuerzo 
suplementario que significaaplicar el EPI será ampliamente compensado por lainformación 
complementaria adquirida. 
Aplicaciones experimentales 
Se ha observado que existe una fuerte interacción entre la personalidad y numerosos 
fenómenos experimentales, desde el condicionamiento a los post-efectos figurales, desde la 
actitud de vigilancia al nivel de aspiración (Eysenck 1960). Es posible que la aplicación sistemática 
del EPI en estos estudios experimentales permitiera obtener nueva información y reducir, a la vez, 
la varianza-error del estudio. Más aún, se deberían planificar las investigaciones teniendo 
presente la existencia de diferencias individuales, de modo que se pudiera hacer mejor uso desde 
el principio del conocimiento que se va a cumulando en la determinación de las reacciones 
experimentales. 
Se han obtenido muchos resultados en los que las puntuaciones del EPI se correlacionaban 
con un gran número de variables experimentales, como por ejemplo, la relación ya citada 
anteriormente entre la extraversión y el condicionamiento, la fuerte correlación positiva (0,71) 
entre la extraversión y el número de palabras pronunciadas en una discusión de grupo, o la 
correlación significativa (0,49) entre las puntuaciones E y una escala de búsqueda de 
sensaciones. 
Los estudios psico-farmacológicos, en los que se busca la interacción de ciertas drogas, sus 
efectos comportamentales y las dimensiones de la personalidad, constituyen un campo 
experimental muy interesante y en el que tienen aplicación la evaluación que permite el EPI. 
Eysenck (1963) ha recogido muchos trabajos realizados en este sentido. 
Por tanto, el EPI permite una medida rápida fiable y válida de las dos dimensiones más 
importantes de la personalidad y juega un papel importante en todos aquellos estudios donde se 
considere que la personalidad y las diferencias individuales influyen de alguna manera. Los 
hospitales, las clínicas, las empresas, los centros de estudio y otros organismos tienen problemas 
diferentes, manejan muestras diferentes de la población y tienden hacia diferentes soluciones: 
posiblemente en todos ellos pueden estudiarse algunos aspectos con la aplicación del EPI. 
 
1.3 MATERIAL DE LA PRUEBA 
 Manual, con las normas de aplicación, corrección, puntuación e interpretación 
 Ejemplar, Formas A o B 
 Plantilla de corrección (válida para ambas Formas). 
 
2. NORMAS PARA LA APLICACÓN, CORRECCIÓN Y 
PUNTUACIÓN 
 
2.1 INSTRUCCIONES PARA LA APLICACIÓN 
En general, se tendrá en cuenta las instrucciones siguientes: 
1. Deben cumplirse los requisitos habituales en la aplicación de pruebas psicológicas del 
material, disposición de la sala, condiciones ambientales, motivación de los sujetos, etc. 
2. El examinador debe conocer la prueba y su material y atenerse estrictamente a las 
instrucciones dadas en el Manual. 
3. Es aconsejable que, antes de la aplicación, se explique brevemente a los sujetos el 
motivo por el que deben contestar al Cuestionario y se insista en el interés que tiene el 
hacerlo bien, de modo que se consiga su aceptación y la disposición adecuada para 
responder al mismo con la máxima sinceridad. El contenido de esta observación 
preliminar es variable, según la situación y el motivo del examen. 
Las instrucciones concretas para cumplimentar el Cuestionario están impresas en la portada 
del ejemplar y deben ser leídas por el examinador en voz alta (cuando se trate de una aplicación 
colectiva), o bien por el mismo sujeto (si es un examen individual); se explicarán de una forma 
sencilla todas las dudas que surjan. 
No existe un tiempo límite para la realización de la prueba, la mayor parte de los sujetos 
terminan cada una de las Formas antes de los diez minutos. 
Cuando se recojan los ejemplares contestados por los sujetos, debe comprobarse si han 
anotado los datos de identificación y si se han contestado (Si o NO) todos los elementos; en el 
caso de que se haya dejado alguno en blanco, es conveniente llamar la atención del sujeto y 
animarle a que los conteste. 
Cuando se trate de sujetos analfabetos, ciegos, etc., el examinador puede leerles 
individualmente, sin la presencia de otras personas, el contenido de cada elemento y anotar él 
mismo las respuestas obtenidas; no obstante, en ningún caso el examinador alterará la redacción 
o formulación de los elementos, ni orientará al sujeto sobre sus respuestas ampliando o 
interpretando por su cuenta el contenido verbal de los mismos. 
 
2.2 CORRECCIÓN Y PUNTUACIÓN 
La puntuación directa en cada una de las escalas (N, E y S) es el número total, encada una 
de las variables, de coincidencias entre las respuestas del sujeto y las existentes en la plantilla de 
corrección. 
Existe una sola plantilla transparente para su utilización con las dos Formas, A y B. Esta 
plantilla está formada por dos partes (una para cada página del ejemplar de la prueba) con tres 
columnas correspondientes a las tres escalas. 
Para facilitar la corrección, se colocará la plantilla sobre la primera página de respuestas, de 
modo que la primera columna de círculos impresos en la plantilla transparente de la escala N se 
superponga sobre las respuestas del sujeto y por el primero de los círculos aparezca la letra N 
impresa en el ejemplar. A continuación se cuentan las respuestas del sujeto, las cruces, que 
aparezcan por
los círculos de la plantilla, y su número se anota en el recuadro existente en el 
margen inferior del ejemplar. De forma similar se obtiene la puntuación de esta página con las dos 
columnas siguientes de la plantilla, escalas E y S, y sus valores se anotan en el margen inferior. 
Las tres columnas siguientes de la plantilla están destinadas a la segunda página del 
ejemplar del EPI, y su corrección se realiza del mismo modo, anotando los resultados en el 
margen inferior. 
Finalmente, se suman los valores obtenidos en las dos páginas en cada una de las escalas 
y los resultados, las puntuaciones directas (D), se registran en el recuadro existente en el ángulo 
superior derecho de la portada del ejemplar. 
 
3. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA 
 
3.1 ANALISIS DE ELEMENTOS 
 
Dentro de las fases de adaptación española y una vez redactados los elementos que 
reflejan el contenido de los originales, se añadieron algunos más para posible sustitución si los 
existentes no resultaban satisfactorios en los análisis de elementos. 
De este modo, cada una de las Formas quedó constituida por 69 elementos, que se 
aplicaron a dos muestras: 
a) 200 varones adultos, bastante variables en cuanto a la edad (ẋ = 33,70 años y Sx = 
12,57 años), de los cuales 60 tenían estudios superiores, 73 estudios medios y 67 
estudios primarios. 
b) 200 mujeres adultas, más variables que los varones en cuanto a edad (ẋ = 36,18 años y 
Sx = 14,52 años), de los cuales 57 tenían estudios superiores, 82 estudios medios y 61 
estudios primarios. 
 
Separadamente para cada Forma, se realizaron dos análisis factoriales (uno con los varones 
y otro con las mujeres) tomando con variables los 69 elementos de cada Forma, según el método 
de factor Principal y rotación Varimax. 
A partir de la matrices de saturaciones, se pudieron definir 2 factores fundamentales (que en 
uno de los análisis llegaron a explicar el 46,02% de la varianza común) y un tercer factor cuyo 
valor propio era menor que los anteriores en todos los análisis; por el contenido de los elementos 
que tenía mayores saturaciones en ellos, se pudieron identificar los factores definidos como 
neuroticismo, extraversión y sinceridad. 
Para cada una de las variables (elementos del Cuestionario experimental) se obtuvieron 12 
saturaciones, cuatro para cada factor o escala, es decir, un total de 828 saturaciones, de las 
cuales e 58% eran estadísticamente significativas al nivel de confianza del 5%. Como las variables 
estaban dicotomizados (SI-NO), se calcularon índices “phi” de correlación y para su significación 
se utilizó la técnica de “chi-cuadrado”; en estas condiciones, y con una muestra de 200 casos en 
cada análisis, el índice de correlación debía ser superior a 0,1386para ser significativo. 
A partir de los resultados se eliminaron algunos elementos, se cambió la dirección de 
respuesta (SI-NO) en otros y se decidió cuáles iban a formar parte del Cuestionario definitivo, con 
24 elementos para la escala N, otros 24 elementos para la escala E y 9 para la escala S, tal como 
Eysenck había construido el Cuestionario original. 
En general, se ha observado en los estudios sobre muestras de sujetos españoles lo 
siguiente: 
a) El factor mejor definido ha sido neuroticismo (con una saturación promedio de 0,640), 
ligeramente más destacado en las mujeres y en la Forma B. 
b) Le sigue en importancia el factor extraversión (con una saturación promedio de 0,615), 
bastante destacado en las mujeres y ligeramente en la Forma B 
c) Con grandes oscilaciones en los diferentes análisis, sigue el factor de sinceridad (con 
una saturación promedio de 0,256). En esta variable, la discriminación ha resultado 
mayor en los varones (Forma B con una saturación promedio de 0,607, y Forma A con 
0,275) y muy baja en las mujeres (en ambas Formas). 
 
 
3.2 FIABILIDAD 
El coeficiente de fiabilidad es un estadístico que indica la precisión o estabilidad de los 
resultados; señala la cuantía en que las medidas de una prueba están libres de los errores 
casuales. Así, por ejemplo, un coeficiente de 0,90 quiere decir que, en la muestra y condiciones 
utilizadas en el estudio, el 90% de la varianza de la prueba se debe a la auténtica medida, y sólo 
el 10% a errores aleatorios. 
Existen, en general, dos procedimientos apropiados para calcular la fiabilidad en las pruebas 
de tipo cuestionario: la estabilidad en la repetición (test-retest) y la precisión Split-half o de las dos 
mitades (consistencia interna). El primero, el más apropiado, se utilizó en los estudios originales 
ingleses; se realizó sobre dos muestras de 92 y 27 sujetos, en las cuales el tiempo transcurrido 
entre la primera y segunda aplicación fue de un año en la primera muestra y de nueve meses en 
la segunda. Los resultados, satisfactorios para una prueba de personalidad, se recogen en la tabla 
1, para cada una de las Formas y para todo el Cuestionario. 
Tabla 1 
Fiabilidad test-restest del EPI (muestras inglesas) 
Muestra Neuroticismo Extraversión 
A B A+B A B A+B 
92 0,84 0,81 0,84 0,82 0,85 0,88 
27 0,88 0,91 0,92 0,97 0,80 0,94 
 
La fiabilidad calculada por el procedimiento de las dos mitades se ha obtenido 
correlacionando las Formas A y B entre sí sobre una muestra compuesta por 1.655 normales, 210 
neuróticos y 90 psicóticos. Para todo el conjunto del Cuestionario (A+B) se ha aplicado la 
corrección de Spearman Brown; los coeficientes corregidos vienen dados entre paréntesis. Los 
resultados han sido menos satisfactorios que los anteriores, pero suficientes para unaprueba de 
personalidad; se recogen en la tabla 2. 
Tabla 2 
Fiabilidad “Split-halt” del EPI (muestras inglesas) 
Muestra Neuroticismo Extraversión 
NA x NB A+B EA X EB A+B 
Normales 0,81 (0,90) 0,76 (0,86) 
Neuróticos 0,87 (0,93) 0,75 (0,86) 
Psicóticos 0,91 (0,95) 0,74 (0,85) 
 
En consecuencia, si se van a tomar decisiones individuales a partir de los resultados del 
EPI, se deberían aplicar las dos Formas, pero si sólo se van a utilizar para estudios 
experimentales, puede bastar la aplicación de una sola Forma. 
En un estudio realizado en Francia por K. Ganansia (1971) sobre 100 estudiantes (50 
varones y 50 mujeres), se hallaron resultados parecidos a los anteriores: 0,81 para N 
correlacionando ambas Formas, y 0,73 para E con el mismo procedimiento. 
 
 
En los estudios estadísticos realizados por Les Editions du Centre de psychologie Appliquée 
de Paris para su adaptación en Francia (1971), se observaron resultados un poco inferiores a los 
encontrados por Eysenck: 0,74 y 0,66 para N y E correlacionando ambas Formas, y 0,85y 0,79 
cuando se corrigieron los índices con la fórmula de Spearman-Brown. 
En los estudios de adaptación española, se ha calculado la fiabilidad con el mismo 
procedimiento. Se han utilizado las siguientes muestras: 250 profesionales varones, 239 
profesionales mujeres, 245 estudiantes 8diversos cursos) varones y 241 estudiantes (diversos 
cursos) mujeres, y un grupo especial de 58 estudiantes del último curso de la Sección de 
psicología de la facultad de Filosofía y Letras. Los resultados obtenidos se resumen en la tabla 3, 
indicando la media (ẋ) y desviación típica (Sx) de los grupos; encada escala se ha calculado la 
fiabilidad (r11) correlacionando ambas formas A y B, así como la fiabilidad de todo el Cuestionario 
(A+B) mediante la corrección de Spearman-Brown. Por último, y para el conjunto de todas las 
muestras, se ha obtenido la fiabilidad promedio de todos los rxx con la ayuda de la “z” de Fisher. 
 
3.3 VALIDEZ 
La utilidad de un cuestionario de personalidad depende, en definitiva, del grado en que es 
capaz de detectar en los sujetos las dimensiones que intenta medir. Existen diferentes métodos 
para obtener un índice de validez. A continuación se citan algunos aplicados al EPI en las fases 
de construcción y en estudios realizados posteriormente. 
Validez factorial 
La validez factorial es la correlación
existente entre una escala o dimensión que pretende 
medir. Existen numerosas confirmaciones con el análisis factorial de la existencia de factores de 
segundo orden de neuroticismo y extraversión. Los esquemas teóricos desarrollados en los 
primeros apartados de este Manual han sido demostrados empíricamente en varios estudios 
independientes. 
Bendig (1960) estudió factorial de un gran número de instrumentos de medida de 
neuroticismo y ansiedad, entre os cuales se encontraba el primitivo MPI. Sus resultados 
confirmaron la existencia de dos factores independientes que él definió como emotividad y 
extraversión-introversión. En este estudio el factor de emotividad era una mezcla de escalas de 
ansiedad y neuroticismo, que tendían a confirmar que se trataba de un solo factor tal como es 
medido por la escala correspondiente del MPI y del EPI. Se obtuvieron saturaciones factoriales de 
0,78 0,79 y 0.78 en tres subescalas extraídas de la de extraversión del MPI; en los tres subgrupos 
de la escala de neuroticismo del MPI se hallaron saturaciones entre 0,64 y 0,78 sobre el factor de 
emotividad. 
Estos resultados de Bendig sugieren que la escala N del MI mide un factor de segundo 
orden que comprenden manifestaciones que unos (Cattell, 1957) han denominado ansiedad y 
otros (Eysenck, 1956) han llamado neuroticismo. En el párrafo dedicado a validez paralela se 
hace referencia a la relación existente entre la ansiedad y el neuroticismo. 
Partiendo del esquema de las dos dimensiones de la personalidad, Hildebrand (198) analizó 
factorialmente una gran batería de tests cognitivos y pruebas de personalidad aplicados a 145 
neuróticos hospitalizados y 25 sujetos normales, y sus resultados definieron los factores de 
neuroticismo, extraversión-introversión y factor “g” de inteligencia general. 
En un reciente análisis de gran amplitud, Eysenck y Eysenck (1968)presentan una prueba 
más de la existencia y ortogonalidad de las dos dimensiones; las correlaciones entre las esclas 
son prácticamente nulas. 
Cuando se introducen en el estudio otro concepto, tales como el de rigidez, añaden muy 
poco a la varianza que se predice. 
También se han utilizado otros métodos estadísticos, como el análisis canónico, en el 
análisis de las dimensiones nosológicas que contribuyen a definir diversas categorías de 
diagnóstico. Con esta metodología se ha llegado también a definir las dimensiones de 
neuroticismo y extraversión. 
Validez de construcción 
En la construcción del Cuestionario se ha partido del esquema teórico presentado 
anteriormente; dicho esquema sugiere que los neuróticos distímicos, es decir, las personas que 
manifiestan ansiedad, depresión, síntomas obsesivos-compulsivos, etc., obtendrán puntuaciones 
elevadas en neuroticismo y bajas de extraversión, mientras que los psicópatas y los histéricos 
deberían obtener puntuaciones elevadas en neuroticismo y sus puntuaciones elevadas en 
extraversión lo serían más que las de los distímicos. 
Se ha encontrado que los histéricos y los psicópatas eran significativamente más 
extravertidos que los distímicos, y que todos los neuróticos tenían puntuaciones más elevadas en 
neuroticismo que los grupos normales. Sobre este aspecto de la validez, pueden observarse 
algunos resultados en la tabla 11 del apartado de “Normas interpretativas”. 
 
Validez paralela 
Si se acepta que las escalas que miden las dimensiones de neuroticismo y extraversión 
definen factores principales en el campo de la personalidad, no es de extrañar que se obtengan 
correlaciones elevadas entre las escalas N y E del MPI y otras medidas destinadas a evaluar 
estas dimensiones. 
En la muestra original de 400 sujetos utilizada para el análisis de elementos en la 
construcción del MPI, la escala E tenía una correlación de 0,79 con la de Ratimia de Guilford, y la 
escala N una correlación de 0,92 con la de Disposición cicloide. 
Hay que señalar que la dimensión neurótica del EPI se relaciona con las escalas de 
ansiedad de otros cuestionarios. En la tabla 4 se indican las correlaciones encontradas, sobre una 
muestra de 82 varones enrolados en la Marina, con las escalas de neuroticismo (N.S.Q.) y 
ansiedad (S.A.F.) de Cattell. 
Tabla 4 
Correlaciones con otras medidas de neuroticismo y ansiedad de Cattell (muestra 
extranjeras). 
Variables NA NB N.S.Q. S.A.F. 
EPI A+B 0,77 0,77 0,42 0,70 
EPI Forma A 0,81 0,41 0,67 
EPI Forma B 0,34 0,62 
N.S.Q. de Cattell 0,41 
 
 
En otras escalas de ansiedad, tales como la de Taylor (M.A.S.: Escala de ansiedad 
manifiesta) hay frecuentemente una mezcla de neuroticismo e introversión, de modo que no 
representan un concepto unifactorial. En un estudio sobre los hábitos del fumador, se ha 
relacionado la Forma A del EPI con la escala de ansiedad de Cattell en una muestra de 146 
sujetos, y se obtuvo una correlación de 0,74 en la escala N, comparable con la de 0,67 indicada 
en la tabla 4. 
Se ha correlacionado también el EPI con el cuestionario M-A-A-C-L- (Multiple Affect 
Adjective Check List), aplicando este en las dos condiciones sobre las cuales se ha tipificado: que 
el sujeto responda a las cuestiones tal como piensa hoy y como opina en general, es decir, el 
reflejo del estado actual y del rasgo o modo de ser. Los resultados se recogen en la tabla 5, en la 
que se observa claramente que el EPI se relaciona con los rasgos, pero no con los estados 
específicos de los afectos. 
 
 
Se ha estudiado también la correlación entre la dimensión de neuroticismo del EPI y las 
escalas basadas en otros conceptos de salud mental. Así, se ha correlacionado con un 
Cuestionario de Orientación personal de Shostrom, basado en gran medida sobre los conceptos 
comprensivos de Maslow y Rogers. Todas las correlaciones con la escala de neuroticismo del EPI 
fueron negativas, y la más elevada (-0,57) se presentaba con Time Competence (una escala que 
mide la orientación del sujeto hacia el presente por oposición con la orientación hacia el pasado y 
futuro, el sentido de culpabilidad, la ansiedad, etc. ...). Las correlaciones con extraversión fueron 
generalmente positivas y más bajas, aunque significativas, y la más alta (0,39) aparecía con una 
escala de Espontaneidad. Todo lo anterior sugiere que los neuróticos identificados con el EPI son 
significativamente menos conscientes de ellos mismos y se aceptan menos que los normales. 
Se ha podido disponer de una comunicación personal de M. Zuckerman (1965), en la que ha 
estudiado las correlaciones entre EPI y otros cuestionarios de personalidad (MMPI, M.A.S. y 
A.C.L.). Los resultados se encuentran en la tabla 6 que viene a continuación. 
 
 
 
 
Otro estudio de correlación con el Cuestionario Psicológico de California (CPI de Gough, 
1957), apunta signos complementarios a favor de las dos dimensiones del EPI. Se han encontrado 
correlaciones positivas entre extraversión y las escalas de “presencia social”, “aceptación de sí 
mismo”, “sociabilidad” y “dominancia” del CPI; los índices eran negativos entre neuroticismo y las 
escalas de “bienestar”, “tolerancia” y “eficacia intelectual” del CPI. Estos resultados se encuentran 
en la tabla 7. 
 
 
 
Por último, se han encontrado correlacionado las escalas del EPI con los dos factores 
principales del CPI sobre una muestra mixta de varones y mujeres; el primer factor presentaba 
una correlación de -0.27 con N y de 0,46 con E, y el segundo de -0,26 con N y de -0,04 con E. Por 
tanto, en este estudio una escala factorial se encuentra más en relación con la extraversión y la 
otra más con la estabilidad emocional (el opuesto de N neuroticismo). 
En los estudios de adaptación española, se han realizado estudios similares con dos 
muestras de estudiantes de los últimos cursos de la enseñanza secundaria. La primera estaba 
formada por 66 alumnos, varones y mujeres, de 6º de Bachillerato y C-O-U. y la segunda por 130 
alumnos varones de 5º y 6º de bachillerato de
diversos colegios. Las variables estudiadas han 
sido las del C.E.P. Control-estabilidad, extraversión, paranoidismo y sinceridad), del Cuestionario 
de adaptación del Bell (inadaptación familiar, salud, social y emocional) y del Cuestionario e 
Bernreuter (neuroticismo, autosuficiencia, introversión, dominancia, desconfianza en sí mismo y 
sociabilidad). Los resultados se resumen en la tabla 8. 
 
Los resultados obtenidos parecen congruentes con las dimensiones evaluadas con el EPI: 
se han encontrado correlaciones significativas con aquellas variables que de algún modo están 
implicadas en los otros Cuestionarios, tales como las del CEP, la inadaptación social y emocional 
del Bell, y el neuroticismo e introversión el Bernreuter. 
Validez en grupos previamente identificados y calificados 
Utilizando el método de grupos previamente identificados, Eysenck y Eysenck (1936), han 
mostrado que cuando se pide a jueces independientes que clasifiquen a diversos sujetos en 
grupos de extravertidos o introvertidos, estables o inestables y estos contestan al cuestionario 
EPI, los resultados obtenidos en la prueba presentan diferencias claras y previsibles entre los 
grupos extremos previamente determinados por los jueces. En otras palabras, los sujetos que dan 
a los demás la impresión de ser extravertidos, introvertidos, estables o inestables, se reflejan de 
manera similar en el EPI. 
Una demostración parecida se había realizado con el MPI. Se observó que la media del 
grupo se sujetos calificados por los jueces como extravertidos, alcanzaba una puntuación en la 
escala E de la prueba, y se alejaba alrededor de dos desviaciones típicas de la media de las 
puntuaciones típicas de la media de las puntuaciones obtenidas por el grupo más introvertido. En 
el caso de la escala de neuroticismo, la diferencia entre ambas medias de las puntuaciones (de 
los grupos calificados como más estables e inestables), era de una desviación típica y media. 
Otro método utilizado para probar la validez del EPI ha consistido en tener las 
autoevaluaciones de los propios sujetos en una escala de siete puntos sobre la dimensión 
extraversión-introversión. Dicotomizando tanto las autoevaluaciones como las puntuaciones en el 
Cuestionario se obtuvieron los grupos-criterio significativamente diferentes entre sí. Al observar los 
resultados, se encontró que los autocalificados de introversión eran un poco más conscientes de 
su posición sobre el continuo psicológico que los extravertidos. 
En un estudio sobre la frecuencia verbal y la extraversión, se halló una correlación de 0,71 
entre las puntuaciones E y el número total de palabras pronunciadas en el curso de una primera 
reunión de consejo vocacional con pequeños grupos; se concluyó que la escala E del EPI 
predecía adecuadamente la sociabilidad en las primeras reuniones de grupos en las tareas de 
consejo. En un estudio similar, se ha observado que los que no participan en las discusiones de 
clase obtienen puntuaciones significativamente más elevadas en neuroticismo que los que 
participan voluntariamente; pero no se encontró ninguna relación significativa con la escala E. 
3.4. INTERCORRELACIONES DE LAS ESCALAS 
Aunque N y E han sido concebidos como vectores ortogonales (es decir, dimensiones 
independientes) de la personalidad, generalmente se han encontrado pequeñas correlaciones 
negativas en el MPI; en los grupos de normales, estas correlaciones varían de -0,01 a -0,20 y se 
pueden elevar a -0,40 en grupos de neuróticos. 
Ocasionalmente se ha interpretado lo anterior como una prueba de la no independencia de 
los dos factores; pero no es acertado el razonamiento. Según el contenido de los elementos que 
componen un cuestionario, aparecerán correlaciones entre N y E de diverso signo (tal como 
sugiere la figura 1; así, si existe un mayor número de preguntas o elementos que se sitúan en el 
sector melancólico, aparecerá una correlación negativa entre N y E, mientras que si ese peso de 
los elementos se sitúa en el sector colérico, la correlación será positiva. El MPI tenía claramente la 
primera tendencia, y en la construcción del EPI se ha procurado que los elementos se repartan 
equitativamente en los dos sectores. 
En la tabla 9 se recogen los resultados del EPI sobre muestras de sujetos ingleses; para 
todo el Cuestionario, los valores son muy próximos a cero tanto en los sujetos normales como en 
los neuróticos y psicóticos. 
Tabla 9 
Intercorrelaciones de las escalas N y E del EPI 
(muestras extranjeras) 
 
Variables Normales Neuróticos Psicóticos 
Forma A+B -0,06 -0,09 -0,09 
Forma A -0,01 -0,04 -0,05 
Forma B -0,12 -0,16 -0,22 
Muestra (N) 2.000 210 90 
 
En los estudios realizados sobre estudiantes universitarios americanos se obtuvo -0,01 para 
la Forma A (N= 1.003), y -0,11 para la Forma B (N=239). 
Farley (1967) ha estudiado esta relación en siete muestras inglesas, conuntotal de 1.478 
sujetos, y los coeficientes obtenidos, no significativos, variaban entre 0,12 y -0,16 con un valor 
medio de-0,04. 
En los estudios de adaptación española, se ha analizado esta ortogonalidad de los dos 
factores en las muestras citadas en el apartado de Fiabilidad (profesionales: varones y mujeres; 
estudiantes: varones, mujeres y de Psicología), así como en las citadas en el de Validez paralela 
(estudiantes de 5º-6º y de 6º -C.O.U.). Los resultados promedio para cada Forma (a partir de a “z” 
de Fisher). 
 
Los resultados españoles de la Forma A siguen en la línea de los obtenidos en otros países 
(ninguno de los índices es significativo al nivel de confianza del 5%). En la Forma B han 
aparecido, como en los primeros estudios del MPI, algunos índices negativos, y el promedio de 
todas las muestras es ligeramente significativo al 5%. En cuanto al Cuestionario total (Formas 
A+B), aunque han aparecido algunos índices negativos, no es significativo el promedio de todas 
las muestras. Por tanto, ha quedado mejor definida la ortogonalidad de las dos dimensiones con la 
Forma A. 
En resumen, se puede afirmar que el EPI presenta alguna ventaja frente al anterior MPI en 
cuanto a la independencia de las dos dimensiones, sobre todo cuando se utilizan sus resultados 
para las aplicaciones prácticas del Cuestionario. Sin embargo, esto no implica que existan 
realmente y separadamente las dos entidades (N y E); lo único que se afirma es que los 
resultados empíricos son compatibles con la hipótesis de ortogonalidad de los dos factores. 
3.4 INFLUENCIA DE LAS VARIABLES EDAD, SEXO Y CLASE SOCIAL 
En general, se ha observado una tendencia ligeramente significativa a que las puntuaciones 
en N y E descienden al aumentar la variable edad, tal como lo muestran los índices de correlación 
d la tabla 11. Las razones son de tipo especulativo, pero cuando los resultados se utilizan para 
hacer comparaciones se deberían tener en cuenta, sobre todo en estudios experimentales. Es 
conveniente, por tanto, cuando se disponga de aplicaciones suficientes, elaborar baremos 
diferentes para distintos grupos de edad. 
 
 
En los estudios de adaptación española se tomó un grupo de 238 estudiantes de 5º y 6 y 
C.O.U., a los cuales se les había aplicado la Forma A, y las correlaciones obtenidas fueron de 
0,14 para N y 0,06 para E, que no son significativas al nivel de confianza del 5%. No es de 
extrañar que esto sea así, pues el grupo comprendía solamente jóvenes, con una variabilidad muy 
pequeña en edad (Sx= 1,37 años). En otro grupo, formado por 111 profesionales adultos, cuya 
edad tenía una variabilidad mayor, se obtuvo un índice de correlación de -0,13 con N y de -0,10 
con E, en la Forma A. 
Las correlaciones con la variable sexo no son elevadas, porque los elementos del 
Cuestionario que ofrecían grandes diferencias entre ellos fueron eliminados en la elaboración del 
EPI. Sin embargo, las mujeres tienden a tener una puntuación más elevada en neuroticismo y más 
baja en extraversión.
En los grupos estudiados, tanto españoles como extranjeros, estas 
diferencias oscilan de unas muestras a otras. 
En relación con la variable clase social se observa una tendencia general de los niveles 
bajos a obtener puntuaciones más elevadas en N, mientras que en la escala E no se han 
encontrado diferencias. Por otra parte, los sujetos de centros urbanos presentaban puntuaciones 
más elevadas en ambas dimensiones, frente a los de centros rurales. 
4. NORMAS INTERPRETATIVAS 
4.1 RESULTADOS OBTENIDOS ENMUESTRAS EXTRANGERAS 
Como se ha dicho anteriormente, la evaluación de las dos dimensiones principales de la 
personalidad, neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión, ha tenido una gran aplicabilidad 
en una amplia variedad de situaciones. 
Se ha considerado que podría tener algún interés para los aplicadores del cuestionario en 
sujetos españoles el disponer de los estadísticos obtenidos en diferentes muestras extranjeras, 
sobre sujetos normales, neuróticos y psicóticos, y en grupos muy específicos. De esta forma, 
pueden comparar los resultados o diferencias obtenidas en sus aplicaciones prácticas y juzgar 
sobre la significación de los mismos. 
En la tabla 12 se recogen los resultados de K. Ganansia en la Facultad de Nanterre 
(Francia). 
 
 
En 1969, sobre una muestra de casi 1.000 estudiantes, varones y mujeres, de diversas 
especialidades de estudio. 
En la tabla 13 se presentan los resultados obtenidos en las muestras de sujetos ingleses 
utilizadas en la tipificación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En la adaptación francesa del Centre de Psichologie Appliquée (1971) se empleó una 
muestra de casi 1.300 sujetos, clasificados de la siguiente forma: población activa varones (N= 
709), población activa mujeres (N= 233) y población escolar secundaria (N=355). En la tabla 14 se 
presentan los estadísticos representativos de los grupos que componían la muestra de la 
población activa, según el grupo profesional y el sexo. 
 
4.2. DESCRIPCIÓN DE LOS GRUPOS NORMATIVOS ESPAÑOLES 
En los estudios de tipificación del EPI en la población española, se ha atendido 
fundamentalmente alas grandes áreas de aplicabilidad del Cuestionario: centros industriales y 
centros escolares. 
Dentro de cada uno de estos grupos, y teniendo en cuenta las indicaciones recogidas de los 
resultados sobre muestras extranjeras, se han separado varones y mujeres,para elaborar una 
tipificación independientes. 
La cuantía de los grupos finales es la siguiente: 
 Profesionales, varones … … 250 
 Profesionales, mujeres … … 239 
 Escolares, varones … … 245 
 Escolares, mujeres … … 241 
La composición detallada de estos grupos viene indicada en la tabla 15; al final de la misma 
se han indicado las características de todos los varones y mujeres reunidos, así como las de un 
grupo de 25 casos patológicos recogidos durante la tipificación. Para cada grupo y variable se 
ofrecen la media (primera línea, en negrita) y desviación típica. 
 
4.2 INTERPRETACIÓN DE LAS PUNTUACIONES 
Una vez determinadas las características del sujeto cuyas puntuaciones se van a intrpretar, 
es fácil buscar en la cabecera de las tablas de baremos que vienen a continuación el grupo 
normativo más idóneo. 
En cada tabla, las puntuaciones directas en las escalas del EPI aparecen en la parte central; 
en la primavera y última columnas se representan los centiles correspondientes a cada línea. 
La puntuación centil indica el tanto por ciento del grupo normativo al que un sujeto es 
superior en los rasgos apreciados por el Cuestionario. 
Cuando una puntuación directa no aparezca expresamente indicada en las tablas, deberá 
hacerse la interpolación y asignarle un centil comprendido entre los correspondientes a los valores 
inmediatamente superior e inferior registrados. Las tabas de baremos no presentan todos los 
centiles; se ha considerado que una mayor especificación en los mismos daría la impresión de 
una exactitud que el error de medida no garantiza. 
En el apartado 1.2 de la Descripción general de este manual, se ha desarrollado con detalle 
la naturaleza de cada una de las escalas. A continuación se ofrece, para cada una, un breve 
resumen de su interpretación: 
 Neuroticismo (N): Una puntuación alta indica labilidad emocional e hiperactividad; 
son sujetos que tienden a ser hipersensibles, que se quejan de desarreglos difusos y 
manifiestan preocupación, ansiedad y depresión. Una puntuación baja señala una 
mayor estabilidad emocional. 
 Extraversión (E): Una puntuación alta indica una mayor extraversión social del sujeto; 
son personas que tienden a ser expansivos, impulsivos y no inhibidos, que les 
gustan los contactos sociales y las actividades de grupo. Una puntuación baja señala 
una mayor introversión, propia de personas tranquilas, retraídas e introspectivas, a 
quienes les gustan más los libros que las personas, la vida ordenada y la seriedad 
aun en cosas cotidianas. 
 Sinceridad (S): Una puntuación alta indica mayor autenticidad en el sujeto al 
contestar al Cuestionario. Una puntuación baja no señala una persona mentirosa o 
insincera, pero puede invalidar la aplicación de la prueba. 
Estudios complementarios sobre el EPI-A 
La introducción de los procesos de mecanización en la correlación y obtención de 
puntuaciones derivadas ha permitido, en estos últimos años, la acumulación de grandes muestras 
de datos del EPI Forma A, así, como la posibilidad de nuevos análisis que probablemente 
aparecerán en forma de artículos en revistas especializadas o comunicaciones en reuniones 
científicas; así, por ejemplo, la reconsideración de la escala de Sinceridad (o distorsión 
motivacional en otros cuestionarios) más como “una actitud inteligente” del sujeto cuando se 
encuentra en situaciones de selección de personal que como una nota peyorativa en la medida de 
su personalidad. 
En este condensado apartado se destacan los siguientes resultados: 
a) Se ha replicado en 968 varones y 2.112 mujeres el trabajo de Luengo Martín, el 
desdoblamiento de las escala E en los dos grandes componentes indicados por los 
autores Eysenck y Eysenck 1963): 
 IMPULSIVIDAD, con 11 elementos (11, 3, 5, 8, 3, 22, 34, 39, 46 y 56) 
 SOCIABILIDAD, con 13 elementos (15, 17, 20, 25, 27, 29, 32, 37, 41, 44,49, 51 y 
53) 
b) En una muestra de más de 1.000 adolescentes, la Extraversión se relaciona 
positivamente con las medidas antisocial (A) y delictiva (D) del Cuestionario A-D, 
pero el Neuroticismo parece independiente de ellas. 
c) El índice de atracción de los elementos de Sinceridad es más elevado entre los 
varones (N=918) que entre las mujeres (N= 1.926), y en ellos la medida es más 
consistente (índice de homogeneidad corregido) 
d) El análisis factorial de los 9 elementos S del EPI-A es muy similar en ambos sexos y 
define dos subescalas: una relacionada con conductas que implican a otras 
personas, y otra con los aspectos más propios e íntimos de la persona. Ambas están 
en la base de la relación positiva entre S y N, pero la segunda es el principal 
componente de la relacionadas con la impulsividad que con la Sociabilidad 
e) En relación con la edad (en 15.160 varones y 18.191 mujeres), la Sinceridad 
aumenta ligeramente de los 15 a los 22 años, y a partir de ese momento decrece 
paulatinamente hasta los 50-55 años. En todos los subgrupos de edad, el promedio 
es siempre inferior en las mujeres. 
Algunos de los resultados de los citados análisis se incorporan al proceso de corrección 
mecanizada, sobre todo el indicado en el punto a). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
APENDICE 
ANALISIS RECIENTES CON EL EPI-A 
Desde su primera edición se han realizado diversos estudios y las variables de Eysenck han 
sido introducidas en investigaciones y experimentos muy diversos, algunos de cuyos frutos han 
sido tesis doctorales, Memorias de Licenciaturas o artículos en revistas científicas.
Nosotros hemos recogido algunas muestras, cuyos estadísticos pueden servir a los usuarios 
de alguna utilidad comparativa con los que ellos obtienen en sus aplicaciones prácticas: están 
resumidos en la tabla A-1. 
 
 
Hemos tomado las dos muestras más grandes; en la primera (A) disponíamos, además, de 
20 variables aptitudinales y cinco e rendimiento de los sujetos (8º EGB); en la segunda (C), 
teníamos también sus puntuaciones en un inventario de hábitos de estudio (IHE) y un cuestionario 
de intereses (Kuder-C9.En cada una de estas muestras se calcularon las matrices de 
intercorrelaciones (un total de 540 índices) y se sometieron a análisis factoriales (rotación oblicua 
Quartimin directa). 
1. EPI-APTITUDES-RENDIMIENTO 
El EPI mantiene su ortogonalidad (rNE = 0,051). N se relaciona (sólo al N.c. del 5%) con 
Memoria de Formas (0,137), Psicomotricidad de Rupp (-0,148); E no correlaciona 
significativamente con ninguna otra variable, y S se relaciona (sólo al 5%) con Memoria de Formas 
(0,163), memoria Lógica (0,131) y la aptitud verbal del PMA (0,145), y llega a 0,368 con la 
Inestabilidad EPI-N) 
Las variables del EPI son las que menos adecuación presentan a la muestra dentro de toda 
la batería (28 variables). Se extrajeron ocho factores (67% de la varianza común), y sólo en el V 
(5,35% de la varianza común) comienza a tener peso alguno de las variables de personalidad. 
Este factor V parece ser la inestabilidad (con peso en Sinceridad y memoria de Formas), La 
extraversión aparece en el factor VII (un tipo de memoria) y en el VIII (no identificado). 
2. EPI-HÁBITOS-INTERESES 
Se mantiene la ortogonalidad (rNE = 0,039). N se relaciona al 1% con los intereses 
mecánicos (-0,175), y sólo al 5% con los intereses Literarios (0,140) y Musicales (0,132); E no 
correlaciona al 1% con los intereses, y S se relaciona al 1% conlos intereses Musicales (0,191) y 
de Asistencia Social (-0,165) y los hábitos de Planificación del estudio (-0,165) y los hábitos de 
Planificación del estudio (-0,270), y sólo al 5% con los intereses Artísticos (0,124) y los hábitos de 
condiciones ambientales del estudio (-0,140). Es extraño que, aunque significativa el 1%,no haya 
sido mayor la correlación entre la sinceridad del EPI y la del IHE (sólo 0,264). EPI-S se relaciona, 
como en la muestra A, con la Inestabilidad (0,277). 
Las variables del EPI, aunque presentan buena adecuación alamuestra dentro de toda la 
batería (19variables), son las que tienen menos correlación múltiple con todas las demás. Se 
extrajeron seis factores (60% de la varianza común), y en los tres últimos tienen peso las variables 
de Eysenck. El factor IV (8,75% de la varianza común) viene definido por la Inestabilidad 
(saturación de 0,690), los intereses mecánicos (-0,611) y Literarios (0519) y la Sinceridad del EPI 
(0,433). El factor V presenta saturaciones en Extraversión (0420) y los intereses Artísticos (0,318) 
y al Aire Libre (-0,376); en él son positivos los pesos de la Sinceridad del EPI (0,227) y del IHE 
(0,384) y la variable Verificación del Kuder-C (0,698). El factor VI se define en gran medida por los 
intereses humanitarios de Asistencia Social (0,923), y son negativos los de EPIS-S (-0,466) y los 
intereses Artísticos (-0,315), Musicales (-0,284), Administrativos (-0,245) y Mecánicos (-0,219) 
258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/Plantilla de correccion/PLANTILLA EPI.pdf
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