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258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/cuestionario_Compressed.pdf 258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/Manual.pdf CUESTIONARIO DE PERSONALIDAD EPI MANUAL (5ª Edición revisada) INTRODUCCIÓN El “Eysenck Personality Inventory” “EPI” es el resultado del desarrollo de un instrumento similar, el Maudsley Personlity Inventory” y como él está diseñado para evaluar dos grandes dimensiones de la personalidad: neuroticismo y extraversión. Estos dos instrumentos son bastantes similares y se correlacionan en tan alto grado que son válidos para el EPI los resultados experimentales obtenidos con el primitivo instrumento. Sin embargo, el Cuestionario EPI presenta, frente al MPI, las siguientes ventajas: Tiene dos Formas paralelas (A y B) que permiten el retest en un tratamiento experimental, sin la interferencia de los factores de memoria. Se ha logrado una mayor independencia entre los dos factores evaluados mediante una mejor selección de los elementos; la correlación entra ambos factores no es estadísticamente significativa. Se ha introducido una escala de “sinceridad” (S) con la que se puede identificar a los sujetos que tienden a responder en una dirección “deseable” Se ha elevado la fiabilidad “test-retest”; incluso con períodos de intervalo de varios meses, se ha llegado a obtener un coeficiente de 0,85, bastante elevado en una prueba de personalidad de este tipo. Además, se dispone de una prueba directa de la validez del EPI como instrumento descriptivo de las manifestaciones de conducta de la personalidad. La base teórica y validación experimental de los conceptos de neuroticismo y extraversión han sido presentadas en detalle en varias obras del autor. En pocas palabras, el neuroticismo señala la hiperacción emocional general y a predisposición a la depresión neurótica bajo los efectos de “stress”; la extraversión, en tanto que opuesta a la introversión, indica las tendencias impulsivas y sociables a la exteriorización y la no-inhibición de un sujeto. Estas dos dimensiones están conceptualizadas como completamente independientes y los estudios experimentales realizados lo han demostrado en varias ocasiones. En 1973, y tras un período de varios meses de preparación y estudios, ofrecíamos a los psicólogos españoles una primera adaptación y tipificación en España del Cuestionario de personalidad EPI de Eysenck como respuesta a la conveniencia de disponer en nuestros medios psicológicos de pruebas variadas para explorar la personalidad en sus múltiples aspectos. El presente Cuestionario era un posa más en nuestro intento de ofrecer un repertorio de tests amplio y selecto. Acudimos a una de las figuras más representativas en el estudio de la personalidad, H.J. Eysenck, cuyos trabajos en este campo son ampliamente conocidos. Desde los primeros momentos de nuestra tarea tuvimos conciencia de las dificultades que implica adaptar una prueba de personalidad a nuestro medio cultural. Nos animaba, sin embargo, el hecho de que la misma se dirige a una estructura bastante simple de la personalidad: dos factores ortogonales y bipolares claramente definidos en la mayoría de los estudios, el neuroticismo y a extraversión. Cuando, recientemente, tuvimos noticia de los avances y nuevos instrumentos que venían desarrollando los profesores Eysenck, iniciamos y hemos terminado la adaptación de un nuevo cuestionario para niños EPQ-J. Esta segunda edición del Manual presenta, literalmente, todo el contenido de la primera edición además de los resultados obtenidos en nuestra adaptación española, toda la información derivada del estudio original de la prueba y de los trabajos realizados para su adaptación en otros países; este contenido se ha dispuesto y ordenado de acuerdo con la presentación habitual de los demás Manuales del fondo de distribución de TEA Ediciones. En esta segunda edición únicamente añadimos un Apéndice (Análisis recientes), con los resultados encontrados en diversas aplicaciones. Estos datos son discordantes de los obtenidos con anterioridad, y sólo se presentan a título orientativo. El valor y medida de nuestro acierto al iniciar la adaptación de este Cuestionario han venido confirmados por su aplicabilidad en nuestros medios psicológicos, y una muestra de ello ha sido la necesidad de esta segunda edición; en esas aplicaciones ha ido encontrando ese contraste que le da el uso práctico. Ya desde las primeras fases del trabajo nos fueron muy valiosas las aplicaciones y observaciones recogidas en diversos centros, así como las colaboraciones de personal de estos y otros organismos. A todos ellos agradecemos la colaboración prestada. Queremos, igualmente, aprovechar esta ocasión para pedir y agradecer, de antemano, cualquier colaboración u observaciones que nos puedan prestar todas aquellas personas que apliquen la prueba; estos datos serían recogidos e incorporados en la próxima edición del Manual. 1. DESCRIPCIÓN GENERAL 1.1 Ficha Técnica Nombre: Cuestionario de Personalidad EPI Autores: H.J Eysenck Adaptación española: M. Sánchez Turet Administración: individual y colectiva Duración: variable; aproximadamente unos doce minutos Aplicación: Adolescentes y adultos Significación: Evaluación de dos dimensiones de la personalidad, neuroticismo y extraversión; incluye una escala de sinceridad Tipificación: Baremos de escolares (varones y mujeres) y profesionales (Varones y mujeres). 1.2 CARACTERISTICAS GENERALES Siempre ha sido reconocida por todos los psicólogos la importancia de llegar a una descripción de las principales dimensiones de la conducta de los individuos; en esta dirección, renombrados investigadores han dedicado sus esfuerzos a definir los factores fundamentales de la personalidad. Una revisión bibliográfica hecha por Eysenck (1960), muestra la solidez y reconocimiento de la hipótesis de dos dimensiones o factores claramente diferenciados y particularmente importantes: la extraversión-introversión y el neuroticismo (emotividad o ansiedad) – estabilidad emocional. La figura 1 muestra la relación entre estas dos dimensiones y el antiguo esquema de temperamento de Galeno-Kant-Wundt. En el anillo externo se representan gráficamente los rasgos que se han obtenido y cuantiosas muestras de sujetos; se ha observado que una gran parte de a varianza total común de todas estas variables (y de otras que, por falta de espacio, no han podido ser representadas en el gráfico), puede ser explicada en términos de los dos factores Fundamentales. Cuando Eysenck (1947) propuso por primera vez esta hipótesis, se discutió vivamente la eficacia de dicha estructura; sin embargo, la mayor parte de los esquemas actuales (tales como los de Cattell y el de Guilford sobre la personalidad han definido factores de segundo orden que se asemejan a las dos dimensiones fundamentales del esquema de la figura 1. Así, Cattell (1957) realiza análisis factoriales de la personalidad y llega a definir un “factor general de integración” (estabilidad emocional) y un “factor de introversión-extraversión”. Sin negar la existencia e importancia de los factores adicionales a N y E, es necesario admitir que no hay otros dos factores que contribuyan tanto como ellos a una descripción de la personalidad en el área no cognitiva. Uno de los postulados básicos en la construcción de este Cuestionario de personalidad es que el análisis factorial es un método necesario, pero no suficiente, para aislar y definir las dimensiones principales de la personalidad y para construir los instrumentos destinados a su evaluación. Los análisis de las correlaciones son importantes, pero no dan más que indicaciones; como Thurstone ha indicado, “una correlación es una confesión de ignorancia”. Además, sería posible presentar sus innumerables formas diferentes las relaciones observadas entre los rasgos, todas ellas matemáticamente equivalentes entre sí, pero muy diferentes desde el punto de vista psicológico. Por tanto, es indispensable ir más allá del mero estudio estadístico, y confrontar y estructurar las dimensiones de la personalidad en el cuerpo principal de la psicología experimental y teórica. El trabajo presente, llevado así, tiende en conjunto a confirmar la opinión de que el factor N está en estrecha relación con el grado heredado de labilidad del sistema nervioso autónomo, mientras que el factor E está en estrecha relación con el grado de excitación-inhibición prevalente en el sistema nervioso central; este equilibrio es probablemente también hereditario en gran parte y puede tener como intermediario la formación reticular ascendente. Se admite que los sujetos introvertidos se caracterizan por un fuerte potencial de excitación y un débil potencial de inhibición, mientras que en los sujetos extravertidos domina un fuerte potencial de inhibición. La gran influencia de la herencia sobre N y E ha sido mostrada en varios estudios; tal vez el más claro sea el de Shields (1962), que encontró una correlación muy elevada entre gemelos univitelinos idénticos educados separadamente, tanto en neuroticismo como en extraversión y que, además, era mayor entre gemelos univitelinos educados separadamente que entre gemelos bivitelinos educados juntos. Otra línea de estudio unida a la ciencia biológica es la demostración de quela posición de un sujeto a lo largo de la dimensión extraversión-introversión puede alterarse con el uso de las drogas. Las drogas estimulantes llevan a los sujetos hacia la introversión y las drogas depresivas les llevan hacia la extraversión. Siguiendo estas líneas de pensamiento, las deducciones han sido obtenidas a partir de la psicología general y experimental, y con referencia a las expectativas de conducta de los sujetos extravertidos e introvertidos, en una gran variedad de estudios experimentales de laboratorio. Se han elaborado hipótesis y llevado a cabo trabajos para observar la relación entre extraversión y condicionamiento, nivel de aspiración, efectos figurales posteriores, encubrimiento, reminiscencia, vigilancia, error y juicio sobre el tiempo, condicionamiento verbal, dolor privación, tolerancia y otros muchos aspectos. Las relaciones teóricas entre estas definiciones experimentales de la extraversión y la comportamental que presenta el EPI tienen su explicación en los párrafos siguientes, donde se describe la naturaleza de las dos escalas del Cuestionario. Hay que señalar, en primer lugar, que los modelos descriptivos con los que se define la naturaleza de N y E en el cuestionario EPI, se refieren a la personalidad en su aspecto fenotípico, mientras que los tests y estudios experimentales mencionados en los párrafos anteriores apuntan al aspecto genotípico de la misma. Las diferencias existentes en los aspectos comportamentales y constitucionales de la personalidad han sido discutidos en detalle por el autor. La figura 2, tomada de este trabajo, muestra las relaciones implicadas para la variable E solamente. En el diagrama, los subíndices “B” y “C” de los fenómenos (F) se refieren a comportamiento (B, de “behavior”) y a la constitución, y “A” indica las influencias ambientales o de entorno. Se observará que en el nivel más fundamental (N1) se encuentra el concepto constitucional del equilibrio, “excitación-inhibición”, que pueden bascular a un lado u otro y motivar diferencias constitucionales o genotípicas en las dimensiones extraversión-introversión; es posible medirlo con una cierta precisión en términos de condicionamiento, vigilancia, post-efectos figurales y otras variables de laboratorio. La conducta observable (FB) está en función de las diferencias constitucionales (FC) en interacción con el ambiente (A); esta interacción origina unas diferencias descriptivas, fenotípicas, de extraversión-introversión, cuya mejor evaluación puede realizarse con la ayuda de cuestionarios del tipo del EPI. Esta diferencia entre los tests de laboratorio y los cuestionarios (en cuanto que estrechamente relacionados, respectivamente, con los aspectos genotípicos y fenotípicos de la personalidad, no tiene, naturalmente, un carácter absoluto; sin embargo, puede ser útil cuando se considera la significación de los resultados obtenidos por la utilización de diferentes tipos de instrumentos de medida. Neuroticismo-estabilidad (N) La descripción de este factor bipolar no requiere tanta fundamentación como el de extraversión; es muy similar a la que ha sido dada por muchos otros autores desde que Woodworth publicó su “Personal Data Sheet” y Taylor su “Manifiest Anxiety Scale”. La puntuaciones elevadas en N son indicativas de labilidad emocional e hiperactividad; las personas que obtienen esas puntuaciones tienden a ser emocionalmente hipersensibles, con dificultades para recuperarse después de una situación emocional. Estos sujetos se quejan frecuentemente de desarreglos somáticos difusos y de poca importancia, tales como jaquecas, trastornos digestivos, insomnio, dolores de espalda, etc., así como manifiestan estados de preocupación, ansiedad y otros sentimientos desagradables. Estos individuos están predispuestos a manifestar problemas neuróticos bajo el efecto de situaciones de “stress”; pero conviene no confundir tales predisposiciones conla verdadera depresión neurótica; un sujeto puede muy bien obtener una puntuación alta en la escala N y adaptarse de manera adecuada al trabajo, a la sociedad, a la vida sexual y a la familia. Extraversión-introversión (E) De una manera descriptiva, los estudios factoriales han llegado a un cuadro que puede parecerse (no siendo ciertamente idéntico), al dado por Jung. En los párrafos siguientes se dan breves descripciones del extravertido típico y del introvertido típico; se les puede considerar como puntos extremos ideales de un continuo, a los cuales cada sujeto se aproxima más o menos. Las puntuaciones altas en E, significativas de extraversión, son obtenidas por sujetos que tienen tendencia a ser expansivos, impulsivos y no inhibidos, que tienen numerosos contactos sociales y frecuentemente toman parte en las actividades de grupo. El extravertido típico es sociable, le gustan las reuniones, tiene muchos amigo, necesita de personas con quienes charlar y no le gusta leer o trabajar en solitario; busca las emociones fuertes, se arriesga, hace proyectos y se conduce por impulsos del momento; generalmente es un individuo impulsivo. Le gusta mucho la chanza, tiene siempre dispuesta una rápida respuesta y, en general, le gusta el cambio; es despreocupado, poco exigente, optimista y le gusta reírse y vivir contento. Esta persona prefiere el movimiento y la acción; tiende a ser agresivo y pierde fácilmente la sangre fría. No posee un gran control sobre sus sentimientos, ni es una persona con la que siempre se pueda contar. En el otro polo de este factor, el introvertido típico es un individuo tranquilo, retraído, introspectivo, a quien le gustan más los libros que las personas; se muestra reservado y distante, excepto con sus amigos íntimos. Tiende a ser previsor, a pensarlo antes de comprometerse y a desconfiar de los impulsos del momento. No le gustan las sensaciones fuertes, toma en serio las cosas cotidianas y le gusta llevar una vida ordenada. Controla estrechamente sus sentimientos, raramente se conduce de una manera agresiva y no se encoleriza fácilmente. Es un poco pesimista, concede gran valor a los criterios éticos y es una persona en la que se puede confiar. Sinceridad (S) Esta escala del EPI es una adaptación de la variable “L” del MMPI. Redactada y adaptada en principio para su uso en el MPI de Eysenck, ha sido objeto de amplios análisis de elementos y análisis factoriales durante varios años; algunos han sido publicados. En ellos se ha observado que esta escala resulta fiable, válida y útil para identificar a los sujetos que tienden a responder en un sentido deseable. En la adaptación española se ha cambiado la dirección de esta dimensión de modo que no apunte hacia insinceridad, sino hacia sinceridad; de esta forma su interpretación se adecúa a la denominación de la escala, a la vez que se elimina la utilización de un concepto peyorativo (insinceridad o mentira) cuya significación no está muy clara. Está constituida por una serie de cuestiones relativas a pequeñas faltas morales o sociales, cuya omisión se sabe que es frecuente en casi todas las personas, pero cuya confesión pública o en un cuestionario que va a ser leído puede resultar molesta e inducir a no ser sincero. Estas preguntas, ligeramente embarazosas, poseen una interconsitencia relativamente alta. Sin embargo, la interpretación de la escala, es decir, determinar si realmente mide sinceridad o auténtica asimilación de las normas sociales, no es fácil. En este sentido, no hay una regla absoluta que defina su utilización en las aplicaciones prácticas puesto que las muestras estudiadas en la tipificación difieren entre sí en esta dimensión. No obstante, se puede indicar que, en general, una puntuación directa de 7º menos cuando se aplican ambas Formas A y B (3 ó 4 puntos cuando se aplica una sola), señala que se ha producido esa dirección deseable y habrá que considerar con bastante escepticismo las puntuaciones obtenidas en extraversión y, sobre todo, en neuroticismo. En muchas ocasiones, las puntuaciones bajas en S invalidan los resultados del Cuestionario. Aparte de estas consideraciones prácticas, se ha estudiado la tendencia a dar puntuaciones bajas en sinceridad como un rasgo más de la personalidad, cuyo estudio puede ser importante; sin embargo, no existe una documentación bibliográfica suficiente sobre el particular. Distorsión de las respuestas Es bien conocido que en la aplicación de todo tipo de cuestionarios suelen aparecer diversas “actitudes de respuesta”, es decir, determinadas tendencias de los individuos a preferir ciertas categorías de respuestas (por ejemplo, inclinarse por el “SI” o por el “NO”) sin tener en cuenta el contenido de la frase o pregunta. En el EPI (Eysenck 1962) se ha eliminado ya, a propósito, la posibilidad de aparición de la tendencia a dar respuestas “?” (interrogante) a los elementos. Otra de las actitudes de respuesta, la tendencia a dar contestaciones extremas, no puede manifestarse en este Cuestionario que emplea sólo la dicotomía “SI-NO”. El tipo de respuestas de quiescencia ha sido intensamente estudiado en relación con el MPI (Eysenck 1962) y con el EPI (Eysenck y Eysenck 1963, 1964); se ha observado que tiene en estas pruebas muy poca importancia. No está ausente, sin embargo, y conviene tenerlo en cuenta con cierto tipo de sujetos. La tendencia a dar respuestas deseables que favorezcan la imagen del sujeto, se ha estudiado también con algún cuidado y no se ha encontrado que juegue un papel importante en las condiciones normales de aplicabilidad de la prueba. Como única excepción, se ha encontrado en las situaciones de selección de personal y en ellas hay que tener un cuidado especial (Eysenck y Eysenck 1963). Como única excepción, se ha encontrado en las situaciones de selección de personal y en ellas hay que tener un cuidado especial. Sin embargo, esta actitud puede ser detectada mediante la escala “S incorporada al Cuestionario EPI. Gómez y Braun (1967)han estudiado la influencia de unas determinadas instrucciones dadas a los sujetos en los momentos previos a la aplicación del Cuestionario; el grupo experimental (que había recibido instrucciones de ”aparecer como un candidato ideal para un puesto de vendedor”), disminuyó considerablemente sus puntuaciones en N y S, a la vez que las aumentaba en E, mostrando con ello la sensibilidad del EPI a los defectos de distorsión de las respuestas. Construcción de las escalas Las primeras escalas, construidas sobre las bases teóricas indicadas al principio de este apartado formaron el “Maudsley Medical Questionnaire”. Estas escalas fueron elaboradas a partir de amplios y repetidos análisis factoriales sobre diferentes grupos de elementos. Además, se tuvieron en cuenta los análisis publicados por otros autores, la mayor parte de los cuales han sido recogidos en la obra “The Structure of Human Personality” En la construcción del EPI se llevaron a cabo unos doce estudios factoriales, uno de los cuales permitió obtener una matriz cuadrada de 128 entradas que concluía todos los elementos de las Formas A y B y algunos elementos provisionales. Los sujetos que componían la muestra de estos estudios eran más ampliamente representativos de lo que es acostumbrado en estos trabajos; además de estudiantes universitarios, se incluyeron grupos de sujetos de clase media y trabajadores (que variaban en edad y sexo), asó como muestras representativas de la población total, que, en general, fueron examinadas por personal técnico de una empresa consultora de estudio de mercados. En algunas ocasiones, los sujetos rellenaron los Cuestionarios y, en otras, contestaron a los elementos en el desarrollo de la entrevista. La muestra total sobrepasó el número de 30.000, y algunos de los trabajos publicados en aquella ocasión se citan en la Bibliografía de este Manual. Es posible que este sea el único Cuestionario que haya incluido todos sus elementos en un solo análisis factorial; existen algunas razones para utilizar con cautela aquellos cuestionarios que han sido construidos analizando separadamente sus partes. Este cuidado especial tenido en la construcción de la prueba, se ha reflejado en la fiabilidad y validez resultantes en muy amplias aplicaciones. 1.3. APLICACIONES La evaluación de las dimensiones neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión que permite el EPI, ha mostrado su utilidad en una gran variedad de situaciones. A continuación se indican algunas de estas aplicaciones del Cuestionario. Aplicaciones industriales Se han llevado a cabo numerosos estudios en análisis de mercados para descubrir los rasgos de personalidad correspondientes al consumo de diferentes productos y marcas de artículos, a la lectura de diferentes diarios o revistas, a la participación ante los programas de la televisión, a la asistencia a espectáculos y a muchas otras actividades. En la mayoría de los casos se han encontrado diferencias en los rasgos de personalidad. Así, por ejemplo, el hecho de ver la televisión, muestra una gran relación curvilínea con la extraversión; ambas relaciones son más fuertes que la existente con inteligencia. Aunque se podría haber previsto a partir de la teoría, se ha encontrado que los fumadores son más extravertidos que los no fumadores. Se ha descuidado bastante el establecimiento de un sistema de relaciones entre la personalidad y el comportamiento del consumidor cuando se realizan estudios de motivación, en los cuales hantenido mayor favor las poco fiables técnicas proyectivas. En lo que se refiere a la selección y clasificación de personal, se ha estudiado la relación entre la extraversión y los diferentes criterios de comportamiento en la situación de trabajos en serie; las principales constataciones sugieren que los trabajadores más extravertidos estaban menos adaptados a este tipo de actividad y mostraban una tendencia significativamente más grande a dejar la empresa. Estos resultados concuerdan con los de P. J. Taylor, que encontró una correlación de 0,26 entre la escala de extraversión del EPI y la frecuencia de asistencia a la enfermería, y de 0,23 con el absentismo (sin tener en cuenta las ausencias por enfermedad o vacaciones). Un estudio sobre la relación entre la extraversión y el número de accidentes, muestra que los extravertidos son culpables de mayor número de violaciones de las reglas de circulación y de más accidentes que los introvertidos. Otros estudios han corroborado la relación negativa y significativa entre la extraversión y la perseverancia en las tareas mentales; los más introvertidos eran más perseverantes. Los hombres de negocios que han tenido éxito son introvertidos estables. La relación entre el temperamento y la rapidez y precisión en la tarea, la relación entre la personalidad y la estimulación en el trabajo, etc., han sido, igualmente, objeto de estudio. Orientación y consejo escolares Se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre la relación entre las dimensiones de neuroticismo y extraversión y el aprendizaje, así como con el éxito en los estudios universitarios. Así, por ejemplo, en el caso de estudiantes de diversas especialidades de ingenieros, la cuantía de fracasos variaba enormemente; el grupo de neuróticos introvertidos tenía el porcentaje menor de fracasos (21%), y el grupo de extravertidos estables el porcentaje mayor (60%. En otro estudio se ha observado que los buenos alumnos se caracterizaban por neuroticismo elevado (alto nivel de conducta autónoma) e introversión (lenta acumulación y rápida disipación de la inhibición reactiva). Esta tendencia (relación positiva entre introversión y éxito en los estudios), corresponde a lo que se podría esperar de, entre otros rasgos, las preferencias del extravertido por la rapidez frente a la precisión y de sus ejecuciones relativamente mediocres en las tareas que exigen una atención prolongada en condiciones de monotonía y aburrimiento. La ejecución de los extravertidos decrece rápidamente en la tarea de vigilancia. Estos resultados, que tienen una gran importancia en la orientación profesional hacia determinadas tareas, habían sido previstos y verificados en varias ocasiones por Eysenck (1960). En relación con el aprendizaje y las diferencias individuales de la personalidad, se ha comprobado la existencia de una determinada relación entre el neuroticismo y el aprendizaje de series. Entre la dificultad de la tarea y el neuroticismo se ha observado alguna interacción: la ansiedad facilita el aprendizaje en las tareas fáciles y lo dificulta en las tareas más complejas. Las relaciones obtenidas entre la perseverancia y la extraversión-introversión tiene también implicaciones en el dominio educativo; la primera se relaciona positiva y significativamente con la introversión en las tareas intelectuales. Por otra parte, es también positiva la relación entre neuroticismo y riqueza de vocabulario. Aunque no se ha encontrado ninguna correlación significativa entre la inteligencia y el neuroticismo y la extraversión, en las Matrices progresivas de Raven aparecía una relación curvilínea, y los sujetos que obtenían mejores resultados estaban en la zona media de la dimensión neuroticismo. Se han encontrado todas las diferencias encontradas entre los extravertidos y los introvertidos frente a las tareas escolares, y se han encontrado cuatro características principales: a) en la rapidez de aprendizaje, los introvertidos son más capaces de obtener rápidamente respuestas condicionadas que los extravertidos; b) los introvertidos neuróticos tienden a ser más inteligentes que los extravertidos neuróticos; c) ante la disminución de la capacidad de trabajo, los introvertidos son superiores a los extravertidos en las tareas que exigen atención o un trabajo sostenido; d) en cuanto a la precisión y rapidez, los introvertidos emprenden las tareas lentamente y con precisión, mientras que los extravertidos son rápidos e imprecisos. De la misma forma, aunque con menos evidencia que en la dimensión extraversión- introversión, se han estudiado las diferencias en el factor neuroticismo entre las tareas escolares, y se han encontrado tres características: a) existe una relación casi nula entre neuroticismo e inteligencia; la posibilidad de un mejor éxito escolar en los estudiantes neuróticos puede ser debido únicamente a una inteligencia superior; b) existe alguna posibilidad de que el neuroticismo se relacione con el éxito escolar a través de su manifestación en la perseverancia; c) en cuanto a la rapidez de aprendizaje, los sujetos con una gran medida de ansiedad (neuróticos) tienen más éxito en las tareas simples, pero tienen dificultades en las tareas complejas cuando han sido hechas ya asociaciones defectuosas. Existen algunas implicaciones de la teoría psicológico-genética, que ha mostrado, con algún detalle, cómo las actividades disciplinarias de los padres, de los profesores y de los compañeros, pueden tener éxito como estímulos incondicionados que producen reacciones simpáticas autónomas en ese tipo de comportamiento asocial e indeseable que la sociedad quiere hacer desaparecer. De acuerdo con la teoría básica de construcción del EPI, los extrovertidos inestables, de difícil condicionamiento, tienen predisposición a un comportamiento criminal, en tanto, que los introvertidos inestables, de fácil condicionamiento, están predispuestos a un comportamiento neurótico. El introvertido, de condicionamiento “excesivamente fácil”, establece, de acuerdo con sus previas experiencias, fuertes reacciones del sistema autónomo que acaban asociándose a estímulos condicionados y provocando síntomas. Al contrario, el extravertido no tiene tan fácil condicionamiento y no llega a establecer las respuestas condicionadas que son la base de un comportamiento social. En este campo se ha estudiado la relación entre las dimensiones de neuroticismo y extraversión y la capacidad de condicionamiento sobre una muestra de delincuentes encarcelados de la Marina, y se ha encontrado una correlación negativa (-0,25) con la extraversión y no significativa con el neuroticismo. Esto viene a apoyar la posición teórica de que los extravertidos, así como los psicópatas, son de difícil condicionamiento. En el consejo de orientación, las puntuaciones del EPI son útiles como suplemento de una batería de tests. Las escalas, aunque independientes de la inteligencia, están relacionadas con la adaptación emocional general y el desarrollo de la personalidad. Los resultados obtenidos en los estudios citados indican que unos y otros, extravertidos e introvertidos, se adaptan de modo diferente a diferentes actividades profesionales; igualmente, se han señalado diferencias importantes en cuanto al éxito escolar, indicando su importancia en la investigación pedagógica y en la orientación y consejo escolares. Diagnóstico clínico En el tratamiento de trastornos del comportamiento, el papel principal del EPI está en el diagnóstico. Para comprender su función precisa es necesario considerar que los diagnósticos psiquiátricos corrientes se basan en la analogía de estos trastornos con las enfermedades físicas, lo que ha llevado a una categorización de los sujetos que tienen tales trastornos en grupos cualitativamente diferentes. En lugar de esto, se ha propuesto considerar la clasificación como un problema de dimensiones más que de categorías. En vez de clasificar a cada enfermo dentro de una categoría u otra, se le asigna una posición sobre las dimensiones principales de la personalidad. Este método, aparte de ser más fiable, está más de acuerdo con los datos experimentales; facilita también la descripción individual del sujeto y evita las categorías cajón desastre del tipo de neuróticos diversos. Las dos dimensiones principales de la personalidad en relación con las tareas clínicas son neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión. Están ligadas a la nosología psiquiátrica de acuerdo con las consideraciones teóricas ya expuestas. Según esta teoría, los que sufren de desórdenes distímicos (ansiedad, fobias, obsesiones, depresiones reacciones, etc.), deberían obtener puntuaciones elevadas en neuroticismo y bajas en extraversión, mientras que los histéricos y los que presentan un comportamiento psicopático deberían alcanzar puntuaciones elevadas, a la vez, en neuroticismo y extraversión. Las muestras clínicas tienden a presentar puntuaciones netamente más elevadas en neuroticismo y a situarse más bien hacia el polo introvertido enla otra dimensión. Así, por ejemplo, en una muestra compuesta principalmente por pacientes externos, en tratamiento por un síndrome de ansiedad, se obtuvieron en l EPI unas puntuaciones medias de N=15,9, mientras el grupo de control presentaba N= 8,4 y E= 15,5. Existe una relación muy clara entre el diagnóstico de la personalidad con las dos dimensiones principales y a terapéutica sobre el comportamiento. Según las bases teóricas desarrolladas anteriormente, es posible comprender un comportamiento neurótico apoyándose en la teoría del aprendizaje y deducir en consecuencia un tratamiento apropiado. La elección de este tratamiento depende en gran medida de la posición precisa del paciente en el esquema de dos factores bipolares que permiten el EPI. Se puede considerar, pues, el Cuestionario como un instrumento aplicable de manera rutinaria a todos los pacientes, externos o internos, para elaborar su diagnóstico. Han sido realizados muy diferentes estudios para establecer las concomitancias bidimensionales de la personalidad en campos tales como los efectos de los procedimientos psicoquirúrgicos sobre el comportamiento, la presencia de acné, el asma de los escolares, la obesidad en mujeres no casadas, la violación de las reglas de circulación, los accidentes y el cáncer de pulmón en los varones. Se han estudiado también las diferencias de personalidad entre las madres de niños agresivos y las madres de niños no agresivos, entre los fumadores y los no fumadores, entre los alcohólicos y los no alcohólicos, y entre los que presentan enfermedades psicosomáticas y los que no las tienen. Actualmente se utiliza cada vez más el EPI en estudios generales sobre diversas formas de enfermedades mentales o físicas. Los resutados han tenido frecuentemente una importancia e interés considerables. Así, por ejemplo, se han encontrado relaciones significativas y muy sugerentes entre el cáncer y la extraversión; los sujetos extravertidos aparecían más predispuestos a esta enfermedad. En otros estudios, se han elaborado modelos de comportamiento distímico en los sujetos que sufren de trastornos psicosomáticos. De esta forma se han estudiado otras enfermedades, y parece razonable sugerir que el pequeño esfuerzo suplementario que significaaplicar el EPI será ampliamente compensado por lainformación complementaria adquirida. Aplicaciones experimentales Se ha observado que existe una fuerte interacción entre la personalidad y numerosos fenómenos experimentales, desde el condicionamiento a los post-efectos figurales, desde la actitud de vigilancia al nivel de aspiración (Eysenck 1960). Es posible que la aplicación sistemática del EPI en estos estudios experimentales permitiera obtener nueva información y reducir, a la vez, la varianza-error del estudio. Más aún, se deberían planificar las investigaciones teniendo presente la existencia de diferencias individuales, de modo que se pudiera hacer mejor uso desde el principio del conocimiento que se va a cumulando en la determinación de las reacciones experimentales. Se han obtenido muchos resultados en los que las puntuaciones del EPI se correlacionaban con un gran número de variables experimentales, como por ejemplo, la relación ya citada anteriormente entre la extraversión y el condicionamiento, la fuerte correlación positiva (0,71) entre la extraversión y el número de palabras pronunciadas en una discusión de grupo, o la correlación significativa (0,49) entre las puntuaciones E y una escala de búsqueda de sensaciones. Los estudios psico-farmacológicos, en los que se busca la interacción de ciertas drogas, sus efectos comportamentales y las dimensiones de la personalidad, constituyen un campo experimental muy interesante y en el que tienen aplicación la evaluación que permite el EPI. Eysenck (1963) ha recogido muchos trabajos realizados en este sentido. Por tanto, el EPI permite una medida rápida fiable y válida de las dos dimensiones más importantes de la personalidad y juega un papel importante en todos aquellos estudios donde se considere que la personalidad y las diferencias individuales influyen de alguna manera. Los hospitales, las clínicas, las empresas, los centros de estudio y otros organismos tienen problemas diferentes, manejan muestras diferentes de la población y tienden hacia diferentes soluciones: posiblemente en todos ellos pueden estudiarse algunos aspectos con la aplicación del EPI. 1.3 MATERIAL DE LA PRUEBA Manual, con las normas de aplicación, corrección, puntuación e interpretación Ejemplar, Formas A o B Plantilla de corrección (válida para ambas Formas). 2. NORMAS PARA LA APLICACÓN, CORRECCIÓN Y PUNTUACIÓN 2.1 INSTRUCCIONES PARA LA APLICACIÓN En general, se tendrá en cuenta las instrucciones siguientes: 1. Deben cumplirse los requisitos habituales en la aplicación de pruebas psicológicas del material, disposición de la sala, condiciones ambientales, motivación de los sujetos, etc. 2. El examinador debe conocer la prueba y su material y atenerse estrictamente a las instrucciones dadas en el Manual. 3. Es aconsejable que, antes de la aplicación, se explique brevemente a los sujetos el motivo por el que deben contestar al Cuestionario y se insista en el interés que tiene el hacerlo bien, de modo que se consiga su aceptación y la disposición adecuada para responder al mismo con la máxima sinceridad. El contenido de esta observación preliminar es variable, según la situación y el motivo del examen. Las instrucciones concretas para cumplimentar el Cuestionario están impresas en la portada del ejemplar y deben ser leídas por el examinador en voz alta (cuando se trate de una aplicación colectiva), o bien por el mismo sujeto (si es un examen individual); se explicarán de una forma sencilla todas las dudas que surjan. No existe un tiempo límite para la realización de la prueba, la mayor parte de los sujetos terminan cada una de las Formas antes de los diez minutos. Cuando se recojan los ejemplares contestados por los sujetos, debe comprobarse si han anotado los datos de identificación y si se han contestado (Si o NO) todos los elementos; en el caso de que se haya dejado alguno en blanco, es conveniente llamar la atención del sujeto y animarle a que los conteste. Cuando se trate de sujetos analfabetos, ciegos, etc., el examinador puede leerles individualmente, sin la presencia de otras personas, el contenido de cada elemento y anotar él mismo las respuestas obtenidas; no obstante, en ningún caso el examinador alterará la redacción o formulación de los elementos, ni orientará al sujeto sobre sus respuestas ampliando o interpretando por su cuenta el contenido verbal de los mismos. 2.2 CORRECCIÓN Y PUNTUACIÓN La puntuación directa en cada una de las escalas (N, E y S) es el número total, encada una de las variables, de coincidencias entre las respuestas del sujeto y las existentes en la plantilla de corrección. Existe una sola plantilla transparente para su utilización con las dos Formas, A y B. Esta plantilla está formada por dos partes (una para cada página del ejemplar de la prueba) con tres columnas correspondientes a las tres escalas. Para facilitar la corrección, se colocará la plantilla sobre la primera página de respuestas, de modo que la primera columna de círculos impresos en la plantilla transparente de la escala N se superponga sobre las respuestas del sujeto y por el primero de los círculos aparezca la letra N impresa en el ejemplar. A continuación se cuentan las respuestas del sujeto, las cruces, que aparezcan por los círculos de la plantilla, y su número se anota en el recuadro existente en el margen inferior del ejemplar. De forma similar se obtiene la puntuación de esta página con las dos columnas siguientes de la plantilla, escalas E y S, y sus valores se anotan en el margen inferior. Las tres columnas siguientes de la plantilla están destinadas a la segunda página del ejemplar del EPI, y su corrección se realiza del mismo modo, anotando los resultados en el margen inferior. Finalmente, se suman los valores obtenidos en las dos páginas en cada una de las escalas y los resultados, las puntuaciones directas (D), se registran en el recuadro existente en el ángulo superior derecho de la portada del ejemplar. 3. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA 3.1 ANALISIS DE ELEMENTOS Dentro de las fases de adaptación española y una vez redactados los elementos que reflejan el contenido de los originales, se añadieron algunos más para posible sustitución si los existentes no resultaban satisfactorios en los análisis de elementos. De este modo, cada una de las Formas quedó constituida por 69 elementos, que se aplicaron a dos muestras: a) 200 varones adultos, bastante variables en cuanto a la edad (ẋ = 33,70 años y Sx = 12,57 años), de los cuales 60 tenían estudios superiores, 73 estudios medios y 67 estudios primarios. b) 200 mujeres adultas, más variables que los varones en cuanto a edad (ẋ = 36,18 años y Sx = 14,52 años), de los cuales 57 tenían estudios superiores, 82 estudios medios y 61 estudios primarios. Separadamente para cada Forma, se realizaron dos análisis factoriales (uno con los varones y otro con las mujeres) tomando con variables los 69 elementos de cada Forma, según el método de factor Principal y rotación Varimax. A partir de la matrices de saturaciones, se pudieron definir 2 factores fundamentales (que en uno de los análisis llegaron a explicar el 46,02% de la varianza común) y un tercer factor cuyo valor propio era menor que los anteriores en todos los análisis; por el contenido de los elementos que tenía mayores saturaciones en ellos, se pudieron identificar los factores definidos como neuroticismo, extraversión y sinceridad. Para cada una de las variables (elementos del Cuestionario experimental) se obtuvieron 12 saturaciones, cuatro para cada factor o escala, es decir, un total de 828 saturaciones, de las cuales e 58% eran estadísticamente significativas al nivel de confianza del 5%. Como las variables estaban dicotomizados (SI-NO), se calcularon índices “phi” de correlación y para su significación se utilizó la técnica de “chi-cuadrado”; en estas condiciones, y con una muestra de 200 casos en cada análisis, el índice de correlación debía ser superior a 0,1386para ser significativo. A partir de los resultados se eliminaron algunos elementos, se cambió la dirección de respuesta (SI-NO) en otros y se decidió cuáles iban a formar parte del Cuestionario definitivo, con 24 elementos para la escala N, otros 24 elementos para la escala E y 9 para la escala S, tal como Eysenck había construido el Cuestionario original. En general, se ha observado en los estudios sobre muestras de sujetos españoles lo siguiente: a) El factor mejor definido ha sido neuroticismo (con una saturación promedio de 0,640), ligeramente más destacado en las mujeres y en la Forma B. b) Le sigue en importancia el factor extraversión (con una saturación promedio de 0,615), bastante destacado en las mujeres y ligeramente en la Forma B c) Con grandes oscilaciones en los diferentes análisis, sigue el factor de sinceridad (con una saturación promedio de 0,256). En esta variable, la discriminación ha resultado mayor en los varones (Forma B con una saturación promedio de 0,607, y Forma A con 0,275) y muy baja en las mujeres (en ambas Formas). 3.2 FIABILIDAD El coeficiente de fiabilidad es un estadístico que indica la precisión o estabilidad de los resultados; señala la cuantía en que las medidas de una prueba están libres de los errores casuales. Así, por ejemplo, un coeficiente de 0,90 quiere decir que, en la muestra y condiciones utilizadas en el estudio, el 90% de la varianza de la prueba se debe a la auténtica medida, y sólo el 10% a errores aleatorios. Existen, en general, dos procedimientos apropiados para calcular la fiabilidad en las pruebas de tipo cuestionario: la estabilidad en la repetición (test-retest) y la precisión Split-half o de las dos mitades (consistencia interna). El primero, el más apropiado, se utilizó en los estudios originales ingleses; se realizó sobre dos muestras de 92 y 27 sujetos, en las cuales el tiempo transcurrido entre la primera y segunda aplicación fue de un año en la primera muestra y de nueve meses en la segunda. Los resultados, satisfactorios para una prueba de personalidad, se recogen en la tabla 1, para cada una de las Formas y para todo el Cuestionario. Tabla 1 Fiabilidad test-restest del EPI (muestras inglesas) Muestra Neuroticismo Extraversión A B A+B A B A+B 92 0,84 0,81 0,84 0,82 0,85 0,88 27 0,88 0,91 0,92 0,97 0,80 0,94 La fiabilidad calculada por el procedimiento de las dos mitades se ha obtenido correlacionando las Formas A y B entre sí sobre una muestra compuesta por 1.655 normales, 210 neuróticos y 90 psicóticos. Para todo el conjunto del Cuestionario (A+B) se ha aplicado la corrección de Spearman Brown; los coeficientes corregidos vienen dados entre paréntesis. Los resultados han sido menos satisfactorios que los anteriores, pero suficientes para unaprueba de personalidad; se recogen en la tabla 2. Tabla 2 Fiabilidad “Split-halt” del EPI (muestras inglesas) Muestra Neuroticismo Extraversión NA x NB A+B EA X EB A+B Normales 0,81 (0,90) 0,76 (0,86) Neuróticos 0,87 (0,93) 0,75 (0,86) Psicóticos 0,91 (0,95) 0,74 (0,85) En consecuencia, si se van a tomar decisiones individuales a partir de los resultados del EPI, se deberían aplicar las dos Formas, pero si sólo se van a utilizar para estudios experimentales, puede bastar la aplicación de una sola Forma. En un estudio realizado en Francia por K. Ganansia (1971) sobre 100 estudiantes (50 varones y 50 mujeres), se hallaron resultados parecidos a los anteriores: 0,81 para N correlacionando ambas Formas, y 0,73 para E con el mismo procedimiento. En los estudios estadísticos realizados por Les Editions du Centre de psychologie Appliquée de Paris para su adaptación en Francia (1971), se observaron resultados un poco inferiores a los encontrados por Eysenck: 0,74 y 0,66 para N y E correlacionando ambas Formas, y 0,85y 0,79 cuando se corrigieron los índices con la fórmula de Spearman-Brown. En los estudios de adaptación española, se ha calculado la fiabilidad con el mismo procedimiento. Se han utilizado las siguientes muestras: 250 profesionales varones, 239 profesionales mujeres, 245 estudiantes 8diversos cursos) varones y 241 estudiantes (diversos cursos) mujeres, y un grupo especial de 58 estudiantes del último curso de la Sección de psicología de la facultad de Filosofía y Letras. Los resultados obtenidos se resumen en la tabla 3, indicando la media (ẋ) y desviación típica (Sx) de los grupos; encada escala se ha calculado la fiabilidad (r11) correlacionando ambas formas A y B, así como la fiabilidad de todo el Cuestionario (A+B) mediante la corrección de Spearman-Brown. Por último, y para el conjunto de todas las muestras, se ha obtenido la fiabilidad promedio de todos los rxx con la ayuda de la “z” de Fisher. 3.3 VALIDEZ La utilidad de un cuestionario de personalidad depende, en definitiva, del grado en que es capaz de detectar en los sujetos las dimensiones que intenta medir. Existen diferentes métodos para obtener un índice de validez. A continuación se citan algunos aplicados al EPI en las fases de construcción y en estudios realizados posteriormente. Validez factorial La validez factorial es la correlación existente entre una escala o dimensión que pretende medir. Existen numerosas confirmaciones con el análisis factorial de la existencia de factores de segundo orden de neuroticismo y extraversión. Los esquemas teóricos desarrollados en los primeros apartados de este Manual han sido demostrados empíricamente en varios estudios independientes. Bendig (1960) estudió factorial de un gran número de instrumentos de medida de neuroticismo y ansiedad, entre os cuales se encontraba el primitivo MPI. Sus resultados confirmaron la existencia de dos factores independientes que él definió como emotividad y extraversión-introversión. En este estudio el factor de emotividad era una mezcla de escalas de ansiedad y neuroticismo, que tendían a confirmar que se trataba de un solo factor tal como es medido por la escala correspondiente del MPI y del EPI. Se obtuvieron saturaciones factoriales de 0,78 0,79 y 0.78 en tres subescalas extraídas de la de extraversión del MPI; en los tres subgrupos de la escala de neuroticismo del MPI se hallaron saturaciones entre 0,64 y 0,78 sobre el factor de emotividad. Estos resultados de Bendig sugieren que la escala N del MI mide un factor de segundo orden que comprenden manifestaciones que unos (Cattell, 1957) han denominado ansiedad y otros (Eysenck, 1956) han llamado neuroticismo. En el párrafo dedicado a validez paralela se hace referencia a la relación existente entre la ansiedad y el neuroticismo. Partiendo del esquema de las dos dimensiones de la personalidad, Hildebrand (198) analizó factorialmente una gran batería de tests cognitivos y pruebas de personalidad aplicados a 145 neuróticos hospitalizados y 25 sujetos normales, y sus resultados definieron los factores de neuroticismo, extraversión-introversión y factor “g” de inteligencia general. En un reciente análisis de gran amplitud, Eysenck y Eysenck (1968)presentan una prueba más de la existencia y ortogonalidad de las dos dimensiones; las correlaciones entre las esclas son prácticamente nulas. Cuando se introducen en el estudio otro concepto, tales como el de rigidez, añaden muy poco a la varianza que se predice. También se han utilizado otros métodos estadísticos, como el análisis canónico, en el análisis de las dimensiones nosológicas que contribuyen a definir diversas categorías de diagnóstico. Con esta metodología se ha llegado también a definir las dimensiones de neuroticismo y extraversión. Validez de construcción En la construcción del Cuestionario se ha partido del esquema teórico presentado anteriormente; dicho esquema sugiere que los neuróticos distímicos, es decir, las personas que manifiestan ansiedad, depresión, síntomas obsesivos-compulsivos, etc., obtendrán puntuaciones elevadas en neuroticismo y bajas de extraversión, mientras que los psicópatas y los histéricos deberían obtener puntuaciones elevadas en neuroticismo y sus puntuaciones elevadas en extraversión lo serían más que las de los distímicos. Se ha encontrado que los histéricos y los psicópatas eran significativamente más extravertidos que los distímicos, y que todos los neuróticos tenían puntuaciones más elevadas en neuroticismo que los grupos normales. Sobre este aspecto de la validez, pueden observarse algunos resultados en la tabla 11 del apartado de “Normas interpretativas”. Validez paralela Si se acepta que las escalas que miden las dimensiones de neuroticismo y extraversión definen factores principales en el campo de la personalidad, no es de extrañar que se obtengan correlaciones elevadas entre las escalas N y E del MPI y otras medidas destinadas a evaluar estas dimensiones. En la muestra original de 400 sujetos utilizada para el análisis de elementos en la construcción del MPI, la escala E tenía una correlación de 0,79 con la de Ratimia de Guilford, y la escala N una correlación de 0,92 con la de Disposición cicloide. Hay que señalar que la dimensión neurótica del EPI se relaciona con las escalas de ansiedad de otros cuestionarios. En la tabla 4 se indican las correlaciones encontradas, sobre una muestra de 82 varones enrolados en la Marina, con las escalas de neuroticismo (N.S.Q.) y ansiedad (S.A.F.) de Cattell. Tabla 4 Correlaciones con otras medidas de neuroticismo y ansiedad de Cattell (muestra extranjeras). Variables NA NB N.S.Q. S.A.F. EPI A+B 0,77 0,77 0,42 0,70 EPI Forma A 0,81 0,41 0,67 EPI Forma B 0,34 0,62 N.S.Q. de Cattell 0,41 En otras escalas de ansiedad, tales como la de Taylor (M.A.S.: Escala de ansiedad manifiesta) hay frecuentemente una mezcla de neuroticismo e introversión, de modo que no representan un concepto unifactorial. En un estudio sobre los hábitos del fumador, se ha relacionado la Forma A del EPI con la escala de ansiedad de Cattell en una muestra de 146 sujetos, y se obtuvo una correlación de 0,74 en la escala N, comparable con la de 0,67 indicada en la tabla 4. Se ha correlacionado también el EPI con el cuestionario M-A-A-C-L- (Multiple Affect Adjective Check List), aplicando este en las dos condiciones sobre las cuales se ha tipificado: que el sujeto responda a las cuestiones tal como piensa hoy y como opina en general, es decir, el reflejo del estado actual y del rasgo o modo de ser. Los resultados se recogen en la tabla 5, en la que se observa claramente que el EPI se relaciona con los rasgos, pero no con los estados específicos de los afectos. Se ha estudiado también la correlación entre la dimensión de neuroticismo del EPI y las escalas basadas en otros conceptos de salud mental. Así, se ha correlacionado con un Cuestionario de Orientación personal de Shostrom, basado en gran medida sobre los conceptos comprensivos de Maslow y Rogers. Todas las correlaciones con la escala de neuroticismo del EPI fueron negativas, y la más elevada (-0,57) se presentaba con Time Competence (una escala que mide la orientación del sujeto hacia el presente por oposición con la orientación hacia el pasado y futuro, el sentido de culpabilidad, la ansiedad, etc. ...). Las correlaciones con extraversión fueron generalmente positivas y más bajas, aunque significativas, y la más alta (0,39) aparecía con una escala de Espontaneidad. Todo lo anterior sugiere que los neuróticos identificados con el EPI son significativamente menos conscientes de ellos mismos y se aceptan menos que los normales. Se ha podido disponer de una comunicación personal de M. Zuckerman (1965), en la que ha estudiado las correlaciones entre EPI y otros cuestionarios de personalidad (MMPI, M.A.S. y A.C.L.). Los resultados se encuentran en la tabla 6 que viene a continuación. Otro estudio de correlación con el Cuestionario Psicológico de California (CPI de Gough, 1957), apunta signos complementarios a favor de las dos dimensiones del EPI. Se han encontrado correlaciones positivas entre extraversión y las escalas de “presencia social”, “aceptación de sí mismo”, “sociabilidad” y “dominancia” del CPI; los índices eran negativos entre neuroticismo y las escalas de “bienestar”, “tolerancia” y “eficacia intelectual” del CPI. Estos resultados se encuentran en la tabla 7. Por último, se han encontrado correlacionado las escalas del EPI con los dos factores principales del CPI sobre una muestra mixta de varones y mujeres; el primer factor presentaba una correlación de -0.27 con N y de 0,46 con E, y el segundo de -0,26 con N y de -0,04 con E. Por tanto, en este estudio una escala factorial se encuentra más en relación con la extraversión y la otra más con la estabilidad emocional (el opuesto de N neuroticismo). En los estudios de adaptación española, se han realizado estudios similares con dos muestras de estudiantes de los últimos cursos de la enseñanza secundaria. La primera estaba formada por 66 alumnos, varones y mujeres, de 6º de Bachillerato y C-O-U. y la segunda por 130 alumnos varones de 5º y 6º de bachillerato de diversos colegios. Las variables estudiadas han sido las del C.E.P. Control-estabilidad, extraversión, paranoidismo y sinceridad), del Cuestionario de adaptación del Bell (inadaptación familiar, salud, social y emocional) y del Cuestionario e Bernreuter (neuroticismo, autosuficiencia, introversión, dominancia, desconfianza en sí mismo y sociabilidad). Los resultados se resumen en la tabla 8. Los resultados obtenidos parecen congruentes con las dimensiones evaluadas con el EPI: se han encontrado correlaciones significativas con aquellas variables que de algún modo están implicadas en los otros Cuestionarios, tales como las del CEP, la inadaptación social y emocional del Bell, y el neuroticismo e introversión el Bernreuter. Validez en grupos previamente identificados y calificados Utilizando el método de grupos previamente identificados, Eysenck y Eysenck (1936), han mostrado que cuando se pide a jueces independientes que clasifiquen a diversos sujetos en grupos de extravertidos o introvertidos, estables o inestables y estos contestan al cuestionario EPI, los resultados obtenidos en la prueba presentan diferencias claras y previsibles entre los grupos extremos previamente determinados por los jueces. En otras palabras, los sujetos que dan a los demás la impresión de ser extravertidos, introvertidos, estables o inestables, se reflejan de manera similar en el EPI. Una demostración parecida se había realizado con el MPI. Se observó que la media del grupo se sujetos calificados por los jueces como extravertidos, alcanzaba una puntuación en la escala E de la prueba, y se alejaba alrededor de dos desviaciones típicas de la media de las puntuaciones típicas de la media de las puntuaciones obtenidas por el grupo más introvertido. En el caso de la escala de neuroticismo, la diferencia entre ambas medias de las puntuaciones (de los grupos calificados como más estables e inestables), era de una desviación típica y media. Otro método utilizado para probar la validez del EPI ha consistido en tener las autoevaluaciones de los propios sujetos en una escala de siete puntos sobre la dimensión extraversión-introversión. Dicotomizando tanto las autoevaluaciones como las puntuaciones en el Cuestionario se obtuvieron los grupos-criterio significativamente diferentes entre sí. Al observar los resultados, se encontró que los autocalificados de introversión eran un poco más conscientes de su posición sobre el continuo psicológico que los extravertidos. En un estudio sobre la frecuencia verbal y la extraversión, se halló una correlación de 0,71 entre las puntuaciones E y el número total de palabras pronunciadas en el curso de una primera reunión de consejo vocacional con pequeños grupos; se concluyó que la escala E del EPI predecía adecuadamente la sociabilidad en las primeras reuniones de grupos en las tareas de consejo. En un estudio similar, se ha observado que los que no participan en las discusiones de clase obtienen puntuaciones significativamente más elevadas en neuroticismo que los que participan voluntariamente; pero no se encontró ninguna relación significativa con la escala E. 3.4. INTERCORRELACIONES DE LAS ESCALAS Aunque N y E han sido concebidos como vectores ortogonales (es decir, dimensiones independientes) de la personalidad, generalmente se han encontrado pequeñas correlaciones negativas en el MPI; en los grupos de normales, estas correlaciones varían de -0,01 a -0,20 y se pueden elevar a -0,40 en grupos de neuróticos. Ocasionalmente se ha interpretado lo anterior como una prueba de la no independencia de los dos factores; pero no es acertado el razonamiento. Según el contenido de los elementos que componen un cuestionario, aparecerán correlaciones entre N y E de diverso signo (tal como sugiere la figura 1; así, si existe un mayor número de preguntas o elementos que se sitúan en el sector melancólico, aparecerá una correlación negativa entre N y E, mientras que si ese peso de los elementos se sitúa en el sector colérico, la correlación será positiva. El MPI tenía claramente la primera tendencia, y en la construcción del EPI se ha procurado que los elementos se repartan equitativamente en los dos sectores. En la tabla 9 se recogen los resultados del EPI sobre muestras de sujetos ingleses; para todo el Cuestionario, los valores son muy próximos a cero tanto en los sujetos normales como en los neuróticos y psicóticos. Tabla 9 Intercorrelaciones de las escalas N y E del EPI (muestras extranjeras) Variables Normales Neuróticos Psicóticos Forma A+B -0,06 -0,09 -0,09 Forma A -0,01 -0,04 -0,05 Forma B -0,12 -0,16 -0,22 Muestra (N) 2.000 210 90 En los estudios realizados sobre estudiantes universitarios americanos se obtuvo -0,01 para la Forma A (N= 1.003), y -0,11 para la Forma B (N=239). Farley (1967) ha estudiado esta relación en siete muestras inglesas, conuntotal de 1.478 sujetos, y los coeficientes obtenidos, no significativos, variaban entre 0,12 y -0,16 con un valor medio de-0,04. En los estudios de adaptación española, se ha analizado esta ortogonalidad de los dos factores en las muestras citadas en el apartado de Fiabilidad (profesionales: varones y mujeres; estudiantes: varones, mujeres y de Psicología), así como en las citadas en el de Validez paralela (estudiantes de 5º-6º y de 6º -C.O.U.). Los resultados promedio para cada Forma (a partir de a “z” de Fisher). Los resultados españoles de la Forma A siguen en la línea de los obtenidos en otros países (ninguno de los índices es significativo al nivel de confianza del 5%). En la Forma B han aparecido, como en los primeros estudios del MPI, algunos índices negativos, y el promedio de todas las muestras es ligeramente significativo al 5%. En cuanto al Cuestionario total (Formas A+B), aunque han aparecido algunos índices negativos, no es significativo el promedio de todas las muestras. Por tanto, ha quedado mejor definida la ortogonalidad de las dos dimensiones con la Forma A. En resumen, se puede afirmar que el EPI presenta alguna ventaja frente al anterior MPI en cuanto a la independencia de las dos dimensiones, sobre todo cuando se utilizan sus resultados para las aplicaciones prácticas del Cuestionario. Sin embargo, esto no implica que existan realmente y separadamente las dos entidades (N y E); lo único que se afirma es que los resultados empíricos son compatibles con la hipótesis de ortogonalidad de los dos factores. 3.4 INFLUENCIA DE LAS VARIABLES EDAD, SEXO Y CLASE SOCIAL En general, se ha observado una tendencia ligeramente significativa a que las puntuaciones en N y E descienden al aumentar la variable edad, tal como lo muestran los índices de correlación d la tabla 11. Las razones son de tipo especulativo, pero cuando los resultados se utilizan para hacer comparaciones se deberían tener en cuenta, sobre todo en estudios experimentales. Es conveniente, por tanto, cuando se disponga de aplicaciones suficientes, elaborar baremos diferentes para distintos grupos de edad. En los estudios de adaptación española se tomó un grupo de 238 estudiantes de 5º y 6 y C.O.U., a los cuales se les había aplicado la Forma A, y las correlaciones obtenidas fueron de 0,14 para N y 0,06 para E, que no son significativas al nivel de confianza del 5%. No es de extrañar que esto sea así, pues el grupo comprendía solamente jóvenes, con una variabilidad muy pequeña en edad (Sx= 1,37 años). En otro grupo, formado por 111 profesionales adultos, cuya edad tenía una variabilidad mayor, se obtuvo un índice de correlación de -0,13 con N y de -0,10 con E, en la Forma A. Las correlaciones con la variable sexo no son elevadas, porque los elementos del Cuestionario que ofrecían grandes diferencias entre ellos fueron eliminados en la elaboración del EPI. Sin embargo, las mujeres tienden a tener una puntuación más elevada en neuroticismo y más baja en extraversión. En los grupos estudiados, tanto españoles como extranjeros, estas diferencias oscilan de unas muestras a otras. En relación con la variable clase social se observa una tendencia general de los niveles bajos a obtener puntuaciones más elevadas en N, mientras que en la escala E no se han encontrado diferencias. Por otra parte, los sujetos de centros urbanos presentaban puntuaciones más elevadas en ambas dimensiones, frente a los de centros rurales. 4. NORMAS INTERPRETATIVAS 4.1 RESULTADOS OBTENIDOS ENMUESTRAS EXTRANGERAS Como se ha dicho anteriormente, la evaluación de las dos dimensiones principales de la personalidad, neuroticismo-estabilidad y extraversión-introversión, ha tenido una gran aplicabilidad en una amplia variedad de situaciones. Se ha considerado que podría tener algún interés para los aplicadores del cuestionario en sujetos españoles el disponer de los estadísticos obtenidos en diferentes muestras extranjeras, sobre sujetos normales, neuróticos y psicóticos, y en grupos muy específicos. De esta forma, pueden comparar los resultados o diferencias obtenidas en sus aplicaciones prácticas y juzgar sobre la significación de los mismos. En la tabla 12 se recogen los resultados de K. Ganansia en la Facultad de Nanterre (Francia). En 1969, sobre una muestra de casi 1.000 estudiantes, varones y mujeres, de diversas especialidades de estudio. En la tabla 13 se presentan los resultados obtenidos en las muestras de sujetos ingleses utilizadas en la tipificación. En la adaptación francesa del Centre de Psichologie Appliquée (1971) se empleó una muestra de casi 1.300 sujetos, clasificados de la siguiente forma: población activa varones (N= 709), población activa mujeres (N= 233) y población escolar secundaria (N=355). En la tabla 14 se presentan los estadísticos representativos de los grupos que componían la muestra de la población activa, según el grupo profesional y el sexo. 4.2. DESCRIPCIÓN DE LOS GRUPOS NORMATIVOS ESPAÑOLES En los estudios de tipificación del EPI en la población española, se ha atendido fundamentalmente alas grandes áreas de aplicabilidad del Cuestionario: centros industriales y centros escolares. Dentro de cada uno de estos grupos, y teniendo en cuenta las indicaciones recogidas de los resultados sobre muestras extranjeras, se han separado varones y mujeres,para elaborar una tipificación independientes. La cuantía de los grupos finales es la siguiente: Profesionales, varones … … 250 Profesionales, mujeres … … 239 Escolares, varones … … 245 Escolares, mujeres … … 241 La composición detallada de estos grupos viene indicada en la tabla 15; al final de la misma se han indicado las características de todos los varones y mujeres reunidos, así como las de un grupo de 25 casos patológicos recogidos durante la tipificación. Para cada grupo y variable se ofrecen la media (primera línea, en negrita) y desviación típica. 4.2 INTERPRETACIÓN DE LAS PUNTUACIONES Una vez determinadas las características del sujeto cuyas puntuaciones se van a intrpretar, es fácil buscar en la cabecera de las tablas de baremos que vienen a continuación el grupo normativo más idóneo. En cada tabla, las puntuaciones directas en las escalas del EPI aparecen en la parte central; en la primavera y última columnas se representan los centiles correspondientes a cada línea. La puntuación centil indica el tanto por ciento del grupo normativo al que un sujeto es superior en los rasgos apreciados por el Cuestionario. Cuando una puntuación directa no aparezca expresamente indicada en las tablas, deberá hacerse la interpolación y asignarle un centil comprendido entre los correspondientes a los valores inmediatamente superior e inferior registrados. Las tabas de baremos no presentan todos los centiles; se ha considerado que una mayor especificación en los mismos daría la impresión de una exactitud que el error de medida no garantiza. En el apartado 1.2 de la Descripción general de este manual, se ha desarrollado con detalle la naturaleza de cada una de las escalas. A continuación se ofrece, para cada una, un breve resumen de su interpretación: Neuroticismo (N): Una puntuación alta indica labilidad emocional e hiperactividad; son sujetos que tienden a ser hipersensibles, que se quejan de desarreglos difusos y manifiestan preocupación, ansiedad y depresión. Una puntuación baja señala una mayor estabilidad emocional. Extraversión (E): Una puntuación alta indica una mayor extraversión social del sujeto; son personas que tienden a ser expansivos, impulsivos y no inhibidos, que les gustan los contactos sociales y las actividades de grupo. Una puntuación baja señala una mayor introversión, propia de personas tranquilas, retraídas e introspectivas, a quienes les gustan más los libros que las personas, la vida ordenada y la seriedad aun en cosas cotidianas. Sinceridad (S): Una puntuación alta indica mayor autenticidad en el sujeto al contestar al Cuestionario. Una puntuación baja no señala una persona mentirosa o insincera, pero puede invalidar la aplicación de la prueba. Estudios complementarios sobre el EPI-A La introducción de los procesos de mecanización en la correlación y obtención de puntuaciones derivadas ha permitido, en estos últimos años, la acumulación de grandes muestras de datos del EPI Forma A, así, como la posibilidad de nuevos análisis que probablemente aparecerán en forma de artículos en revistas especializadas o comunicaciones en reuniones científicas; así, por ejemplo, la reconsideración de la escala de Sinceridad (o distorsión motivacional en otros cuestionarios) más como “una actitud inteligente” del sujeto cuando se encuentra en situaciones de selección de personal que como una nota peyorativa en la medida de su personalidad. En este condensado apartado se destacan los siguientes resultados: a) Se ha replicado en 968 varones y 2.112 mujeres el trabajo de Luengo Martín, el desdoblamiento de las escala E en los dos grandes componentes indicados por los autores Eysenck y Eysenck 1963): IMPULSIVIDAD, con 11 elementos (11, 3, 5, 8, 3, 22, 34, 39, 46 y 56) SOCIABILIDAD, con 13 elementos (15, 17, 20, 25, 27, 29, 32, 37, 41, 44,49, 51 y 53) b) En una muestra de más de 1.000 adolescentes, la Extraversión se relaciona positivamente con las medidas antisocial (A) y delictiva (D) del Cuestionario A-D, pero el Neuroticismo parece independiente de ellas. c) El índice de atracción de los elementos de Sinceridad es más elevado entre los varones (N=918) que entre las mujeres (N= 1.926), y en ellos la medida es más consistente (índice de homogeneidad corregido) d) El análisis factorial de los 9 elementos S del EPI-A es muy similar en ambos sexos y define dos subescalas: una relacionada con conductas que implican a otras personas, y otra con los aspectos más propios e íntimos de la persona. Ambas están en la base de la relación positiva entre S y N, pero la segunda es el principal componente de la relacionadas con la impulsividad que con la Sociabilidad e) En relación con la edad (en 15.160 varones y 18.191 mujeres), la Sinceridad aumenta ligeramente de los 15 a los 22 años, y a partir de ese momento decrece paulatinamente hasta los 50-55 años. En todos los subgrupos de edad, el promedio es siempre inferior en las mujeres. Algunos de los resultados de los citados análisis se incorporan al proceso de corrección mecanizada, sobre todo el indicado en el punto a). APENDICE ANALISIS RECIENTES CON EL EPI-A Desde su primera edición se han realizado diversos estudios y las variables de Eysenck han sido introducidas en investigaciones y experimentos muy diversos, algunos de cuyos frutos han sido tesis doctorales, Memorias de Licenciaturas o artículos en revistas científicas. Nosotros hemos recogido algunas muestras, cuyos estadísticos pueden servir a los usuarios de alguna utilidad comparativa con los que ellos obtienen en sus aplicaciones prácticas: están resumidos en la tabla A-1. Hemos tomado las dos muestras más grandes; en la primera (A) disponíamos, además, de 20 variables aptitudinales y cinco e rendimiento de los sujetos (8º EGB); en la segunda (C), teníamos también sus puntuaciones en un inventario de hábitos de estudio (IHE) y un cuestionario de intereses (Kuder-C9.En cada una de estas muestras se calcularon las matrices de intercorrelaciones (un total de 540 índices) y se sometieron a análisis factoriales (rotación oblicua Quartimin directa). 1. EPI-APTITUDES-RENDIMIENTO El EPI mantiene su ortogonalidad (rNE = 0,051). N se relaciona (sólo al N.c. del 5%) con Memoria de Formas (0,137), Psicomotricidad de Rupp (-0,148); E no correlaciona significativamente con ninguna otra variable, y S se relaciona (sólo al 5%) con Memoria de Formas (0,163), memoria Lógica (0,131) y la aptitud verbal del PMA (0,145), y llega a 0,368 con la Inestabilidad EPI-N) Las variables del EPI son las que menos adecuación presentan a la muestra dentro de toda la batería (28 variables). Se extrajeron ocho factores (67% de la varianza común), y sólo en el V (5,35% de la varianza común) comienza a tener peso alguno de las variables de personalidad. Este factor V parece ser la inestabilidad (con peso en Sinceridad y memoria de Formas), La extraversión aparece en el factor VII (un tipo de memoria) y en el VIII (no identificado). 2. EPI-HÁBITOS-INTERESES Se mantiene la ortogonalidad (rNE = 0,039). N se relaciona al 1% con los intereses mecánicos (-0,175), y sólo al 5% con los intereses Literarios (0,140) y Musicales (0,132); E no correlaciona al 1% con los intereses, y S se relaciona al 1% conlos intereses Musicales (0,191) y de Asistencia Social (-0,165) y los hábitos de Planificación del estudio (-0,165) y los hábitos de Planificación del estudio (-0,270), y sólo al 5% con los intereses Artísticos (0,124) y los hábitos de condiciones ambientales del estudio (-0,140). Es extraño que, aunque significativa el 1%,no haya sido mayor la correlación entre la sinceridad del EPI y la del IHE (sólo 0,264). EPI-S se relaciona, como en la muestra A, con la Inestabilidad (0,277). Las variables del EPI, aunque presentan buena adecuación alamuestra dentro de toda la batería (19variables), son las que tienen menos correlación múltiple con todas las demás. Se extrajeron seis factores (60% de la varianza común), y en los tres últimos tienen peso las variables de Eysenck. El factor IV (8,75% de la varianza común) viene definido por la Inestabilidad (saturación de 0,690), los intereses mecánicos (-0,611) y Literarios (0519) y la Sinceridad del EPI (0,433). El factor V presenta saturaciones en Extraversión (0420) y los intereses Artísticos (0,318) y al Aire Libre (-0,376); en él son positivos los pesos de la Sinceridad del EPI (0,227) y del IHE (0,384) y la variable Verificación del Kuder-C (0,698). El factor VI se define en gran medida por los intereses humanitarios de Asistencia Social (0,923), y son negativos los de EPIS-S (-0,466) y los intereses Artísticos (-0,315), Musicales (-0,284), Administrativos (-0,245) y Mecánicos (-0,219) 258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/Plantilla de correccion/PLANTILLA EPI.pdf 258. EPI Cuestionario de Personalidad de adolescentes y adultos/Plantillas de correccion.pdf
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