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123 CAQ - Cuestionario de Anlisis clnico

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123. CAQ - Cuestionario de Análisis clínico/Cuestionario.docCAQ
CUESTIONARIO
CUADERNILLO
INSTRUCCIONES
A continuación encontrará una serie de cuestiones que permitirán conocer sus actitudes e intereses. No hay respuestas correctas o incorrectas (cada persona tiene un modo de ser distinto). Por tanto, conteste con sinceridad.
Después de escribir sus datos personales en la parte superior de la HOJA de RESPUESTAS, anote todas sus contestaciones en la misma hoja. Como verá, cada cuestión tiene en este CUADERNILLO tres posibles respuestas (A, B , C), que también están en la Hoja. Lea atentamente cada cuestión y las tres posibles respuestas; así le será más fácil decidirse.
Ahora, conteste a los ejemplos de práctica que vienen aquí, y para dar sus respuestas marque en la Hoja el espacio que hay debajo de la letra correspondiente. Si tiene dudas pregunte ahora al examinador.
EJEMPLOS
1. Me gusta presenciar una competición deportiva:
A. Sí
B. A veces 
C. No
2. Prefiero las personas:
A. Reservadas
B.
Término medio
C. Que hacen amigos con facilidad
3. El dinero no hace la felicidad
A. Cierto
B. A medias
C. No
4. He comprendido las instrucciones:
A. Sí
B. A medias
C. No
Al contestar, tenga en cuenta lo siguiente:
· No piense demasiado las frases, ni emplee mucho tiempo en decidirse. Las frases son muy cortas para darle más detalles. Debe contestar lo que es habitual en usted. Generalmente, se contestan 5/6 cuestiones por minuto, y se tarde unos tres cuartos de hora en completar toda la prueba.
· Evite señalar muchas veces la repuesta “intermedia” (B). Si puede, decídase por uno de los extremos (A, C).
· Procure no dejar ninguna cuestión sin contestar. Es posible que alguna no tenga mucho que ver con usted; intente elegir la respuesta que se acerque más a su manera de ser. Si alguna cuestión le parece muy personal, no se preocupe; recuerde que las Hojas se guardan como documentos confidenciales y no pueden ser valoradas sin una plantilla especial. Además, al obtener los resultados no se consideran las marcas una a una, sino globalmente.
· Conteste sinceramente; es lo mejor. No lo haga pensando en “lo que es bueno” o “lo que interesa” para impresionar al examinador.
ESPERE, NO PASE A LA PAGINA SIGUIENTE HASTA QUE SE LO INDIQUEN
1. En la actualidad mi mente trabaja muy bien y con rapidez:
A. Si, casi siempre
B. Algunas veces
C. Casi nunca
2. Me siento a gusto y contento
A. Casi siempre
B. Algunas veces
C. Casi nunca
3. Jamás me siento tan molesto o aburrido que tenga necesidad de destruir todo lo que me rodea:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso, me ocurre a menudo
4. Las cosas me salen bien porque soy una persona echada para adelante:
A. Cierto 
B. A medias
C. Falso
5. Los ruidos me despiertan hasta del sueño más profundo:
A. Si, a menudo
B. A veces
C. No, Casi nunca
6. Creo que soy una persona torpe y desmañada al manejar objetos:
A. Siempre
B. A veces
C. Casi nunca
7. Suelo tener bastantes ganas de hacer cosas:
A. Casi siempre
B. Algunas veces
C. Casi nunca
8. Me siento solo y desgraciado:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Casi nunca
9. Los sentimientos de culpabilidad:
A. No me molestan 
B. A medias
C. Me perturban
10. Me resulta fácil estar cariñoso, alegre y a gusto con los niños pequeños de los demás:
A. Casi siempre
B. Algunas veces
C. Casi nunca
11. Critico las creencias habituales de la gente sin importarme lo que piensen de mí:
A. Si
B. Término medio
C. No
12. Casi nadie dice la verdad ni confía en lo que cuentan los demás:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
13. Personalmente siento que la gente:
A. Se porta bien conmigo
B. Término medio
C. Ha sido bastante injusta
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
14. Cuando me quedo desanimado me cuesta recuperarme:
B. A menudo
B. Término medio
C. Casi nunca
15. Tengo la sensación de que caigo bien a la mayoría de la gente que me conoce:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
16. A veces tengo que hablar muy despacio, como si estuviera esperando que las palabras me vengan a la lengua:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
17. Es raro que compruebe una y otra vez si he hecho correctamente una cosa:
A. Cierto
B. A medias
C. Falso, lo hago para asegurarme
18. Algunas ideas o palabras sin importancia me pasan por la cabeza y me están rondando una y otra vez:
A. Sí, a menudo
B. Alguna vez
C. No, muy raramente
19. Mis emociones son tan poco lógicas que soy incapaz de controlarlas:
A. A menudo me pasa eso
B. A veces
C. Nunca me pasa
20. A veces siento que mis nervios están a punto de estallar:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
21. No puedo llevar al día mis tareas porque no me siento bien:
A. Me pasa eso muchas veces
B. A veces
C. Casi nunca 
22. Últimamente veo todo muy negro:
A. Falso
B. A medias
C. Cierto
23. Cuando veo una persona atrevida que se arriesga por tonterías, aunque le salgan bien:
A. No me conmuevo
B. A veces
C. Me conmuevo
24. Me gustaría hacer cosas arriesgadas, como las de un piloto de carreras o de aviación:
A. Sí, mucho
B. A veces
C. No, nada
25. Odio la idea de tener que ir a un hospital si caigo enfermo:
A. Cierto
B. No mucho
C. Falso, me hago a la idea
26. Me siento triste y de mal humor:
A. Casi nunca
B. A veces
C. A menudo
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
27. Al despertarme por las mañanas, me siento sin energías para comenzar el día:
A. Cierto
B. A medias
C. Nunca 
28. Suelo estar tan tenso y agitado que me tiemblan las manos:
A. No, casi nunca
B. Término medio
C. Sí, a menudo
29. Me encuentro a gusto cuando estoy solo, sin los demás:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
1. Sé muy bien qué cosas valiosas quiero hacer en esta vida:
A. Cierto
B. A medias
C. Falso, no lo sé
2. Siempre hay gente poniendo reglas para fastidiarme y dejarme sin libertad:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
3. Cuando la gente me gasta bromas y dice que soy un tipo “curioso”:
A. No me importa
B. No estoy seguro
C. Me molesta
4. Comparado con los demás, tengo menos fuerza y energía para estar dos o tres días sin dormir:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso, me sobran energías
5. Me llegan a cansar tanto las personas que me están molestando, que ni me preocupo de contestarles:
A. A menudo
B. Alguna vez
C. Casi nunca
6. A veces me han tratado mal algunos familiares o personas que creía amigos:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
7. Cuando estoy de viaje o vacaciones compruebo frecuentemente cuánto dinero me queda:
A. Falso
B. A medias
C. Sí, lo cuento a menudo
8. Cuando estoy en un lugar de silencio o de reposo, temo que me entren ganas de gritar:
A. A menudo
B. A veces
C. Nunca
9. Suelo ver el “lado alegre de la vida” y sacarle gusto a lo que hago:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
10. Cada pocos días tengo el vientre molesto o hinchado:
A. Cierto
B. Término medio
C. No me pasa eso
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
11. Me siento débil y enfermo:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Casi nunca
12. Cosas que realmente me merezcan la pena en esta vida:
A. Hay muy pocas
B. Término medio
C. Hay muchas
13. Cuando veo una injusticia suelo pensar:
A. ¡No hay derecho!
B. Término medio
C. Bueno, ¡la vida es así!
14. En el colegio evitaba tareas en las que debía llevar la voz cantante o hacerme cargo de cosas nuevas.
A. Sí
B. A veces
C. No 
15. Si algo me trastorna, mis músculos se tensan y están a punto de estallar:
A. Sí
B. A veces
C. No 
16. Hay muy pocos momentos en que mi vida me parece vacía y solitaria:
A. Sí
B. A medias
C. No, me ocurre a menudo
17. Casi nunca tengo esos momentos en que, sin ton ni son, el ánimo y el humor se vienen abajo:
A. Cierto, no me pasa eso
B. Término medio
C. Falso, tengo esos momentos 
18. Pensando en las cosas que debería haber hecho:
A. A veces no
puedo dormir
B. Término medio
C. Puedo dormir tranquilamente 
19. Me siento demasiado decaído e inútil para querer hablar con la gente:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
1. Tengo un estomago delicado, y fácilmente tengo trastornos digestivos:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
2. Ante reglas y normas que me obliguen a algo:
A. Las acepto sin molestarme B. Término medio C. Me rebelo y afirmó mis derechos
3. Puedo soportar el dolor y la incomodidades:
A. Menos que los demás
B. No estoy seguro
C. Tanto o más de los demás
4. Las críticas hieren fácilmente mis sentimientos y pueden conmigo:
B. Cierto
B. A veces
C. Falso, nunca
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
5. La mayoría de las personas son amables y están dispuestas a ayudarme:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
6. Creo que la gente me evita por motivos que desconozco:
A. 
Falso
B. Término medio
C. Cierto 
7. Me preocupo una y otra vez por cosas sin importancia si no están bien hechas:
A. A menudo
B. A veces
C. No, Nunca
8. Tengo dudas de haberle sido útil a alguien en esta vida:
A. A menudo
B. A veces
C. Estoy seguro de haber sido útil
9. Tengo muchas y muy buenas cualidades que los demás aprecian y reconocen:
A. Sí
B. Término medio
C. No, tengo muy pocas
10. Casi nunca me siento mal o indispuesto:
A. Cierto, no me pasa
B. Término medio
C. Falso, me ocurre a menudo
11. Cuando oigo hablar de una enfermedad empiezo a pensar que tengo algo parecido:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Casi nunca
12. Me encuentro a gusto conmigo mismo y con lo que me rodea:
A. Cierto
B. A medias
C. Falso, estoy harto de todo
13. Me preocupan y pienso mucho las cosas que puedan salir mal:
A. A menudo
B. A veces
C. Casi nunca
14. Me siento aburrido por la rutina, y me gusta intentar cosas nuevas:
A. Cierto, a menudo
B. Término medio
C. Falso, no me pasa eso
15. Lo que pienso sobre lo que hacen los demás, sea bueno o malo:
A. Pocas veces lo digo
B. Término medio
C. Lo digo abiertamente
16. Es raro que esté tan tenso que necesite un gran esfuerzo para hacer frente a algo:
A. Cierto, casi nunca me ocurre
B. No estoy seguro
C. Falso, me pasa eso
17. Casi siempre me levanto cansado y necesito dormir más:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
18. Suelo pensar que he fracasado en mis tareas.
A. No, casi nunca
B. Término medio
C. Sí, y me siento culpable
19. Pienso que la vida es tan absurda y sin sentido, que no merece la pena decirle a los demás cómo me siento:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
20. Me resulta fácil hablar con la gente de cosas sin importancia pero alegres:
A. Siempre
B. A veces
C. Nunca
21. La gente elige sus amistades:
A. Por los beneficios que le dan
B. Término medio
C. Por verdadera amistad
22. La gente que no tiene demasiadas “agallas” para cuidarse por sí misma debería, sin más, se atendida por otros:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
23. Soy más feliz cuando sigo mi camino, sin prestar atención a lo que dice la gente:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
24. No tengo momentos en los que me cueste recordar dónde estoy o el nombre de mis amigos:
A. Cierto, no tengo esos olvidos
B. Término medio
 C. Falso, me ocurre a menudo
25. Los demás me dejan en paz en cosas que no quiero hacer:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso, me obligan a hacerlas
26. Tengo costumbre de contar las cosas (mis pasos, farolas, ladrillos, etc.) sin ninguna razón aparente:
A. A menudo
B. A veces
C. Raras veces
27. Soy del tipo de persona a quien los demás suelen respetar y pedir consejo:
A. Sí
B. Término medio
C. No
28. Pienso que no valgo para nada.
A. Sí, muchas veces
B. A veces
C. No, casi nunca
29. La mayor parte del tiempo me siento flojo y tan cansado que apenas puedo moverme:
A. Cierto
B. En parte
C. No, casi nunca
30. Raras veces me siento harto y a disgusto con mi vida:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso, a menudo me siento así
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
31. Pienso que la muerte es el final de todos nuestros problemas:
A. Lo pienso a menudo
B. A veces
C. No, casi nunca
32. Estoy a disgusto hasta que encuentro algo arriesgado que hacer:
A. Sí
B. Término medio
C. No
33. Me gusta hacerme responsable del dinero familiar y de la marcha de los negocios:
A. Sí
B. Poco
C. Nada
34. Tengo confianza en mí para dar la cara y resolver la mayoría de los imprevistos que me salen al paso:
A. Cierto
B. A veces
C. Falso
35. Me pongo de mal humor cuando estoy decaído:
A. A menudo
B. Alguna vez
C. Casi nunca
36. Pienso que nadie me quiere realmente:
A. Lo pienso alguna vez
B. Alguna vez
C. Nunca
37. Cuando pienso lo que me pasa por los errores que he cometido:
A. Puedo dormirme
B. Término medio
C. No logro dormirme
38. Mi vida está llena de momentos de alegría y animación:
A. Sí, muchos
B. Término medio
C. No, casi ninguno
39. Cuando he hecho alguna cosa bien, he encontrado:
A. Aliento y ánimo
B. Término medio
C. Celos y envidia
40. Cuando se alba públicamente el trabajo de personas que conozco, pienso que yo valgo poco:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
41. Siento placer ante los imprevistos y discusiones que desconciertan a los demás:
A. A menudo
B. veces
C. Nunca
42. La gente murmura de las cosas atrevidas que hago, pero no me importa ser el centro de su atención:
A. Cierto
B. Sólo alguna vez
C. Falso, me preocupa
43. La gente parece estar de acuerdo en tratarme como si mis opiniones no valieran la pena:
A. Sí, suelen tratarme así
B. A veces
C. No, nunca me tratan así
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
44. Cuando pienso que he podido hacer algún mal sin querer a un familiar:
A. No me preocupo
B. A medias
C. Me preocupo
45. Pienso que hay cosas en mi vida que debo hacer con precisión, no importa cuánto tiempo p trabajo me lleven:
A. Sí, me ocurre con muchas cosas B. A veces
C. Con ninguna
46. Me decido fácil y rápidamente, y es raro que tenga que cambiar de decisión:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
47. Tengo sólo unas pocas amistades que confían en mí y en las que yo puedo confiar:
A. Cierto, son pocas
B. Término medio
C. Falso, tengo muchas
48. Siento que la vida es una carga muy pesada
A. Pocas
veces
B. Término medio
C. muchas veces
49. Últimamente me importa un comino lo que pueda pasar.
A. Cierto, no me importa
B. A veces
C. Falso, me importa mucho
50. La vida me parece ya vacía, sin sentido ni propósito:
A. Muy cierto
B. En parte
C. Falso
51. Me gusta estar con personas que gastan bromas, aunque éstas sean un poco peligrosas:
A. Sí, es cierto B. Tal vez
C. No, no me gusta
100. Conservo la sangre fría ante un accidente grave:
A. Casi nunca B. A veces
C. Casi siempre
101. Si me dicen que alguien ha hablado mal de mí, prefiero:
A. Verme con él cara a cara B. Término medio 
C. No darme por enterado
102. Duermo profundamente y me despierto lleno de energías
A. Casi siempre 
B. Sólo a veces
C. Casi ningún día
103. Suelo culparme de todo lo que me sale mal y siempre soy crítico conmigo mismo:
A. Sí, la mayoría de las veces 
B. Alguna vez
C. Nunca
52. Me siento como su hubiera hecho algo malo, pero no sé qué ha sido:
A. Sí, a menudo
B. Alguna vez
C. Nunca
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
53. Si la gente dice que soy descuidado con la parte que me toca hacer.
A. No me importa
B. A medias
C. Me preocupa
54. Puedo confiar en la mayoría de los que dicen que son mis amigos:
A. Si, completamente
B. A medias
C. No, nada
55. Se puede confiar en que la mayoría de los fontaneros no te cobrarán demasiado por sus servicios:
A. Cierto
B. Tal vez
C. Falso, no hay que desconfiar
56. No me causan gran temor las enfermedades que desconozco:
A. Cierto
B. En parte, cierto
C. Falso, me atemoriza
57. Cuando estoy en medio de una multitud, me pone nervioso pensar que puedan lesionarme:
A. A menudo
B. A veces
C. Casi nunca
58. Creo ver gente observándome desde lugares ocultos, pero desaparecen cuando miro atentamente:
A. Sí, a menudo
B. Alguna vez
C. Falso, nunca
59. Nunca he sentido el impulso de ser violento o de llevar una vida desordenada:
A. Nunca o he sentido
B. A veces
C. Lo siento a menudo
60. Cuando estoy en un lugar donde hay otros usos y costumbres:
A. Me siento perdido B. Término medio C. No cómo actuar y me pongo nervioso
61. Algunas veces creo que soy una persona sin éxito, un desastre.
A. Cierto
B. Tal vez
C. Falso
62. Cuando me excito pierdo la cabeza y hago tonterías:
A. Sí, a menudo
B. Sólo alguna vez
C. No, raramente
63. Al sentarme a la mesa, no me cuesta comer.
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso, me cuesta tragar
64. Casi nunca deseo “¡Que se acabe ya todo!”:
A. Cierto, no lo deseo
B. Término medio
C. Falso, lo deseo
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
65. Son ya muy pocas las cosas que me apetece hacer:
A. Si
B. Término medio
C. No, hay muchas
66. La vida diaria no me da oportunidades para expresarme tal como soy:
A. Sí, me falta algo
B. Término medio
C. Falso, yo tengo oportunidades
67. Sueño mucho sobre cosas que me dan miedo:
A. Sí, a menudo
B. A veces
C. No, casi nunca
68. Las ratas, arañas o culebras:
A. Me dejan tan tranquilos
B. A medias
C. Me dan escalofríos
69. Me preocupo porque no hago mucho por resolver mis problemas:
A. A menudo
B. A veces
C. Casi nunca me preocupo por eso
70. Cuando pienso en los errores que he cometido en mi vida:
A. Me siento muy mal B. Término medio
C. No le doy muchas vueltas
71. En sueños, tengo pesadillas en las que estoy solo y abandonado:
A. Sí, a menudo
B. A veces
C. Casi nunca
72. Disfruto y me esfuerzo en salir de casa para conocer gente nueva:
A. Sí
B. A medias
C. No
73. En la mayoría de las ciudades pequeñas o pueblos no hay peligro de ser atacado cuando se sale a dar un paseo:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
74. Cuando hablan contigo, muchas personas intentan averiguar tus asuntos personales o negocios privados:
A. Casi siempre 
B. A veces
C. Casi nunca
75. Me gusta que la gente esté muy en desacuerdo conmigo y tomo como un desafío o estímulo:
A. A menudo
B. Pocas veces
C. Nunca
76. Creo que recibo la simpatía y comprensión que toda persona debe esperar:
A. Sí
B. A medias
C. No
77. Nunca he sentido la sensación de que me estuvieran obligado a hacer algo mediante hipnotismo o con magia:
A. Cierto, nunca
B. A veces
C. Falso, la he tenido
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
78. Los demás nunca dicen de mí que soy demasiado ordenado, aseado y limpio:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso, dicen que soy así.
79. Me pasan por la mente palabrotas o ideas sucias y no puedo librarme de ellas:
A. A menudo
B. A veces
C. Casi nunca
80. Tengo pocos éxitos en la vida por mi poca valía:
A. Falso
B. Término medio
C. Cierto
81. Me considero una persona feliz y contenta, a pesar de tener problemas como todos:
A. Cierto
B. No estoy seguro
C. Falso
82. No creo estar peor de la salud que los demás
A. Cierto, estoy como todos
 B. No estoy seguro
C. Falso, estoy peor que ellos
83. Creo que he llegado al final de mi camino, y prefiero detenerme
A. A menudo
B. A veces
C. Casi nunca
84. Cuando me levanto por la mañana me siento en forma para hacer frente a los problemas diarios:
A. Caso siempre
B. A veces
C. Casi nunca
85. Al encontrarme con peligros y problemas, las demás personas:
A. Se alteran menos que yo 
B. No estoy seguro
C. Se alteran más que yo
86. Me siento seguro de mí y tranquilo:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Casi nunca
87. Ante una emergencia, pienso con calma y serenidad:
A. Siempre
B. A veces
C. Nunca
88. Me siento cansado y no consigo descansar lo suficiente:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Raras veces
89. Al recordar los aciertos y fallos de mi vida pasada:
A. Pienso más en los aciertos 
B. Término medio
C. Pienso más en los fallos
90. Casi nunca tengo molestias de estómago o de vientre:
A. Cierto
B. Término medio
C. Falso
NO SE DETENGA, CONTINUE EN LA PÁGINA SIGUIENTE
91. Me resulta fácil charlar y gastar bromas a una persona del otro sexos:
A. Cierto
B. A medias
C. Falso, me cuesta hacerlo
92. “No confíes en nadie” es una norma segura en esta vida:
A. Casi siempre
B. A veces
C. Casi nunca
LA PRUEBA HA TERMINADO
123. CAQ - Cuestionario de Análisis clínico/Hoja de respuestas del CAQ (2).doc
123. CAQ - Cuestionario de Análisis clínico/Manual Caq.doc
CAQ
Cuestionario de análisis clínico
MANUAL
(3ª edición revisada y ampliada)
INDICE
PROLOGO A LA ADAPTACIÓN ESPAÑOLA
1. DESCRIPCIÓN GENERAL
1.1 Ficha técnica
1.2 Fundamentación y descripción del CAQ original
1.3 Versión española
1.4 Material para la aplicación
2. NORMAS PARA SU UTILIZACIÓN
2.1 Normas de aplicación
2.2 Normas de corrección y puntuación
3. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA
3.1 Estudio experimental para su adaptación
3.2 Fiabilidad
3.3 Validez
3.4 Validez criterial: grupos clínicos
3.5 Correlaciones con otras pruebas
3.6 Análisis factoriales
3.7 Escala de validación (V) y distorsión motivacional
3.8 Influencia de la edad y el sexo
3.9 Índices de atracción
4. NORMAS DE INTERPRETACIÓN
4.1 Muestra de tipificación
4.2 Datos normativos y tablas de conversación
4.3 Descripción de las escalas
4.4 Factores de segundo orden
4.5 Elaboración de un perfil
BAREMOS
APÉNDICE: casos prácticos
DESCRIPCIÓN GERERAL
Nombre original: Clinical Analysis Questionnaire
Autor: Samuel E. Krug
Adaptación española: TEA EDICINES
Administración: individual y colectiva
Duración: variable entre 30 y 45, minutos
Significación: Evaluación de doce variables clínicas de la personalidad
Tipificación: Baremos en decatipos para adolescentes y adultos de cada sexo.
1.2 Fundamentación y descripción del CAQ original
En los años 60, R.B.Cattell y sus colaboradores emprendieron una serie programada de investigaciones para fusionar dos importantes vías en el desarrollo de la investigación de la personalidad:
1. Evaluación de síndromes patológicamente importantes y modelos de conducta desviada determinados por la observación clínica.
2. Medida de rasgos identificados y consistentemente replicados mediante procedimientos y técnicas factoriales en adultos normales.
El primer tipo de estudio se remonta al siglo XIX y tiene sus raíces en las técnicas asociativas de Wundt y Yung, en las técnicas proyectivas desarrolladas a partir de los conceptos psicoanalíticos y de la Gestalt, y en las técnicas terapéuticas que demostraron algún grado de valor diagnostico. El segundo enfoque tiene sus orígenes en la teoría de la personalidad basada en los análisis factoriales y se apoya principalmente en la medida y evaluación objetiva de un amplio espectro de rasgos.
Aunque algunos instrumentos, construidos cuidadosamente para abarcar la dinámica normal de la personalidad, como el 16PF, han aportado importantes contribuciones a la comprensión de su patología (véase Karson y O´dell 1980), hay ciertas áreas de la conducta desviada donde el 16 PF no diferencia suficientemente entre distintos grupos clínicos. Esto es particularmente cierto con respecto a la identificación y comprensión de trastornos en los que la depresión y la psicosis son los rasgos centrales.
Otros instrumentos ya arraigados, como el MMPI, han sido orientados principalmente hacia el área patológica. Por ejemplo, aunque el MMPI puede ofrecer suficiente información con respecto a un determinado síndrome, no ogra diferenciar características no patológicas de la estructura de la personalidad, y con ello se pierde una parte importante de la dinámica del sujeto.
Como resultado de numerosas investigaciones
(véase la obra y bibliografía de Krug, 1980), el “Cuestionario de Análisis clínico (CAQ)” fue construido para cubrir esa necesidad de un único instrumento que pudiese medir simultáneamente rasgos normales y patológicos y permitir un perfil completo y multidimensional del sujeto.
Originalmente consta de dos partes (la versión española del CAQ recoge únicamente la parte I, la específicamente cínica) y 28 escalas; la primera (CAQ-1) recoge los 16 rasgos de personalidad previamente medidos por el 16PF y la segunda incluye 12 rasgos, siete de los cuáles miden manifestaciones primarias de la depresión y las cinco restantes han sido desarrolladas para evaluar rasgos factorialmente identificados en el conjunto de los elementos del MMPI. De esta forma, el CAQ combina datos de tipo patológico con información sobre la estructura misma de la personalidad; así pues, sirve tanto para el diagnóstico como para la planificación de un tratamiento.
Los 16 rasgos del 16PF fueron identificados por Cattell y colaboradores después de una extensa serie de investigaciones, comenzados a partir de los años 30 y destinados a definir dimensiones primarias de la personalidad normal. Estos rasgos han sido replicados en una amplia variedad de culturas, muestran cambios consistentes y previsibles en grupos de diferentes edades medias y permiten hacer predicciones de la conducta o actividad humana.
Aunque, en principio, el 16F no tuvo la intención de ser una prueba clínica, ha contribuido significativamente a las investigaciones clínicas con las cinco escalas primarias de ansiedad, rasgos que posteriormente se ha comprobado que son componentes de una estructura más amplia, de segundo orden, denominado Ansiedad.
Normalmente, estos componentes primarios y, en cierto modo independientes, se presentan bastante conexionados; no obstante, se observan algunas desviaciones del modelo general. En investigaciones psicofarmacológicas, por ejemplo, se ha visto que el fármaco meprobamateactúa reduciendo el nivel de ansiedad mediante un aumento de la tolerancia a la tensión (escala C), y no tanto mediante una reducción directa del nivel de tensión (escala Q4). Muchos estudios en el campo médico señalan la escala C, como un índice causal de riesgo, pero esto no puede aplicarse de igual forma a todas las ansiedades primarias, ni al modelo como tal conjunto.
Por otra parte, en las formas obsesivas de los trastornos neuróticos no es raro encontrar elevadas todas las escalas de ansiedad, excepto Q3 (normalmente contribuye a la ansiedad en sujetos incontrolados y de baja autoestima), que puntúa en sentido inverso. Cuando se mejoraron estas escalas primarias de ansiedad y su fiabilidad se logó un importante avance en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos neuróticos en los que la ansiedad es la característica principal.
Durante bastantes años la depresión fue tratada solamente como un fenómeno clínico unidimensional y se le dedicó poca atención a un examen científico de la misma. En uno de los primeros intentos para definir sus componentes, se encontraron cinco factores entre los elementos diseñados para describir la actitud y evaluación de los sujetos deprimidos. Basándose en esto, el equipo de Cattell identificó y replicó 7 componentes diferentes, aunque interrelacionados, de la depresión primaria; cada uno de los cuáles reflejaba aspectos distintos de la depresión clínica; uno de ellos, por ejemplo, recogía dolencias somáticas tales como problemas gastrointestinales, dolores de cabeza y trastornos del sueño; otro se centraba en la autoculpabilidad, minusvalía personal y excesiva autocrítica; y todos ellos resultaban distintos de las escalas de personalidad incluidas en el 16PF.
Las restantes escalas del CAQ fueron construidas a partir de análisis factoriales de los elementos del MMPI. Reuniendo análisis de esta prueba y de las 16 escalas del 16PF, se llegó a la conclusión de que en el MMPI había 5 dimensiones que cubrían aspectos no incluidos en las 16 escalas del 16PF. Posteriormente se confirmó que estas cinco dimensiones eran factorialmente independientes de los siete rasgos de depresión previamente identificados.
El CAQ original tiene 272 elementos, 128 en la parte I (que cubre la estructura de personalidad normal) y 144 en la parte II (para apreciar la depresión y los rasgos patológicos).
Como se ha indicado anteriormente, la adaptación española de CAQ centró sus esfuerzos en la parte II, y el resultado se denominará CAQ, sin especificación de la parte a que pertenece originalmente. Se consideró que cualquiera de las Formas del 16PF podría sustituir a esos 28 elementos de la parte I del CAQ original para apreciar las 16 escalas primarias.
Sin embargo, antes de pasar a describir el CAQ (parte II) conviene que el usuario español conozca la composición de esa parte I. Su validez se ha apoyado en las numerosas investigaciones factoriales que previamente se habían realizado con muy diferentes muestras, y también en seis nuevas investigaciones con respecto a la depresión y rasgos patológicos (con sujetos estudiantes y adultos así como con casos hospitalizados y ambulatorios). Se partió de un conjunto de más de 4.000 elementos procedentes de investigaciones anteriores con las Formas del 16PF. Las 128 cuestiones finalmente incluidas en la parte I tienen la siguiente procedencia:
· La mitad se tomó, sin ningún cambio, de la Forma A
· Un 10% procede también de la Forma A, pero incluyen pequeños cambios; así, por ejemplo, el 177. “Me gusta un trabajo que presente cambios, variedad y viajes, aunque implique algún peligro”, aparece en el CAQ-I como 177. “Me gusta un trabajo con variedad, aunque tenga un poco de riesgo”. Cambios como éste fueron introducidos generalmente para acortar la redacción y simplificar e nivel de lectura exigido.
· Un 20% fue sacado de otras Formas (B, c o D) del 17PF.
· El 20% restante reúne elementos no publicados (o muy cambiados frente a los ya existentes en el 16PF).
Las cuestiones de la parte II no fueron tomadas de ningún instrumento previo; el conjunto inicial fue elaborado basándose en la sintomatología clínica, y durante el curso de seis estudios de validación factorial se fueron depurando en su redacción y seleccionando en su número hasta llegar a los 144 finalmente elegidos.
Cada elementos tiene tres alternativas de respuesta (A, B y C); generalmente la alternativa B es “Termino medio” o “No estoy seguro”, para posibilitar un punto medio entre las alternativas A y C; sin embargo, en las instrucciones de aplicación se pide al sujeto que utilice la respuesta B lo menos posible. Se examinó cuidadosamente cada elemento y se utilizaron varios criterios de selección, aunque el primordial fue su validez (operativamente considerada como la correlación entre el elemento y el factor subyacente); también fueron depurados en cuanto a la claridad y contenido potencial ofensivo (relación con actitudes políticas o religiosas). En la versión final, las cuestiones se distribuyeron de forma cíclica, para presentar un contenido variado, mantener el interés y evitar efectos de sensibilización.
En el Manual original, el autor”
reconoce que “como la parte I define rasgos del 16PF, es posible que otra versión de éste pueda substituir la información contenida en la parte I. De hecho, bastantes clínicos han procedido de esta manera, aplicando el 16PF como una rutina más de primera aproximación al caso e introduciendo la parte II del CAQ cuando el perfil del 16PF sugiera la presencia de una desviación psicológica seria”
1.3 Versión española
En los párrafos anteriores se ha indicado que la versión española del CAQ se refiere únicamente a lo que originalmente se conoce con CAQ-II, puesto que el usuario español tiene ya adaptadas y tipificadas varias Formas del 16PF para ser utilizadas como parte I.
Contando con la experiencia acumulada con trabajos similares con el MMPI, los 16PF y los cuestionarios de Eysenck (EPI y EPQ), en el proceso de la adaptación española del CAQ se han seguido las siguientes fases:
a) Estudio de publicaciones originales (esencialmente de Krug y de Cattell)
b) Versión castellana de las cuestiones originales, teniendo en cuenta las diferentes escalas implicadas; se pidió a varios profesionales que hicieran “su” versión, se limaron las diferencias y el resultado se presentó a otros profesionales para que enjuiciaran la prueba.
c) También se pidió a estos profesionales que elaboraran unos pocos elementos nuevos para medir alguna de las escalas del CAQ. Al final, en la versión experimental se pudo incluir un elemento más por cada escala, es decir, está versión estaba formada por 156elementos en vez de los 144 originales.
d) Aplicación experimental del primer borrador a una muestra pequeña
e) Análisis de resultados e introducción de pequeños retoques
f) Aplicación a muestras grandes (casi un millar de adolescentes y otro millar de adultos)
g) Análisis de resultados (a nivel de elemento de escala) para definir los 14 elementos finales y la dirección de respuestas (alternativa A o C) puntuable. El criterio principalmente empleado fue la correlación de cada elemento con su escala (corregido el efecto espúreo de que el mismo es un componente de la escala) y la pequeña o nula relación con las demás.
h) Nueva corrección y puntuación de las aplicaciones experimentales con la plantilla definitiva, para realizar análisis de distribuciones, obtener estadísticos básicos, estudiar la matriz de intercorrelaciones, comparar y relacionar sus resultados con los de otros instrumentos de Cattell (16PF y HSPQ), analizar diferencias intersexos, etc.
i) Elaboración de baremos separados por edad (adolescentes y adultos) y sexo (varones y mujeres).
j) Obtención de muestras de casos clínicos y análisis diferenciales de resultados
k) Redacción del presente Manual.
1.4 Material para la aplicación 
Aparte de este Manual (con las bases teóricas, descripción, normas de aplicación, corrección, de fundamentación estadística e interpretación de los resultados), es necesario el material siguiente:
· Cuadernillo del CAQ
· Hoja de respuestas (de diseño especial si posteriormente se utilizan procesos de mecanización y lectura óptica)
· Plantilla de corrección, única para las 12 escalas clínicas.
2. NORMAS PARA SU UTILIZACIÓN
2.1 Normas de aplicación
Las instrucciones para la aplicación están impresas en la portada interior del Cuadernillo, con cuatro ejemplos de práctica para explicar la forma de dar las respuestas y lograr la cooperación de los sujetos. Estas instrucciones pueden ser leídas en voz alta por el examinador, cuando se trate de exámenes colectivos, mientras los sujetos las siguen mentalmente. En el caso de un examen individual, el sujeto puede leerlas en silencio, estando presente el examinador para aclarar cualquier duda.
Es muy conveniente que los sujetos hayan comprendido perfectamente la tarea de comenzar a prueba, y el examinador pondrá especial cuidado en la comprensión y aceptación de los cuatro puntos últimos de las instrucciones. Por estas razones, es aconsejable que, una vez comenzada la prueba y durante los primeros momentos, se compruebe el seguimiento de dichas instrucciones, evitando que esto signifique que una “fiscalización” de las respuestas concretas que se van dando.
Como el CAQ es un test objetivo, puede ser aplicado por personal auxiliar. Sin embargo, queda bajo la responsabilidad del psicólogo, psiquiatra u otro profesional cualificado para esta tarea, la comprobación de que el personal auxiliar tenga la competencia necesaria para la aplicación de este tipo de pruebas, de modo que se logre un buen clima y se conteste adecuadamente a las dudas o preguntas del examinando.
En el caso de un sujeto analfabeto, invidente o con cualquier otro impedimento, el examinador puede leer cada cuestión el voz alta y anotar la contestación dada por el sujeto; en ningún caso se puede cambiar la redacción de las cuestiones, ampliarlas o interpretarlas, ni aconsejar una de las respuestas.
Con algún tipo de sujetos (casos especiales de pacientes físicos o psíquicos), tal vez sean necesarias instrucciones adicionales para indicarles que contesten tal como se sienten “ahora” o como se sentían “antes” de su dolencia actual; la elección de una de estas alternativas dependerá de la naturaleza y finalidad del examen, pero se recomienda que una u otra sea seguida en todo el examen y se tenga en cuenta esta peculiaridad a la hora de interpretar los resultados.
Una vez finalizada la prueba, y antes de que se retire el sujeto, convendría revisar su Hoja de respuestas, para comprobar que se han seguido las instrucciones dadas (una sola respuesta a todos los elementos y sólo un pequeño número de contestaciones B o de tipo “intermedio”); en caso contrario, tal vez sea posible pedirle que reconsidere esas deficiencias, puesto que una Hoja mal cumplimentada puede invalidar el esfuerzo de toda la aplicación.
2.2 Normas de corrección y puntuación
Las contestaciones anotadas en la Hoja de respuestas pueden sEr puntuadas y corregidas mediante un proceso de mecanización o manualmente con la ayuda de la Plantilla de corrección. Cada respuesta puede recibir 2, 1 ó 0 puntos, y la puntuación de cada elemento contribuye a una sola escala. Si el proceso es mecanizado, y se han seguido las exigencias del mismo (utilización de Hoja especial de identificación, etc.), la máquina realizará el proceso hasta obtener las puntuaciones directas, las derivadas o cualquiera de las “salidas” existentes en dicho proceso.
Cuando el proceso se haga manualmente, antes de utilizar la Plantilla de corrección conviene examinar la Hoja para comprobar que no se han hecho anotaciones inapropiadas, como por ejemplo marcar dos de las tres alternativas de un elemento u omitir por completo una de las cuestiones. Si se presenta alguno de estos casos, el examinador puede hacer las correcciones oportunas (2).
En la adaptación española se ha modificado el diseño original de la Hoja y ordenación de los elementos para que todo este proceso de corrección pueda realizarse con una sola Plantilla. Está formada por bandas horizontales; cada una se refiere a una escala y su posición se corresponde con las casillas existentes en el margen derecho de la Hoja de respuestas para anotar las puntuaciones directas (PD).
Una vez colocada la Plantilla sobre la Hoja, de modo que por las señales de referencia (situadas en la parte izquierda y fuera del recuadro dedicado a las contestaciones) aparezcan las estrellas impresas en el margen izquierdo, se procederá a calcular la puntuación directa de cada escala o banda horizontal de la Plantilla. Dicha puntuación puede hallarse comenzando por la izquierda y sumando los puntos obtenidos por las contestaciones del sujeto que aparezcan a través de círculos transparentes de la Plantilla (al lado de os cuáles se indican lospuntos,2 ó 1, que recibe la contestación). Al terminar la puntuación de cada banda de la Plantilla, se anota el resultado en la casilla existente en el margen derecho de la Hoja.
La puntuación máxima en cualquiera de las escalas D1 a PS es de 24 puntos. Si se utiliza la escala V (de validación), la puntuación máxima es 9 (puesto que los elementos son dicotómicos y sólo reciben 1 ó 0 puntos).
(2) Si esto no es posible y se desea hacer una estimación en la escala correspondiente, podrían seguirse los siguientes pasos:
a) Obtener la puntuación con los elementos correctamente contestados
b) Multiplicar este valor por 12,número total de elementos existentes
c) Dividir el resultado por el número de elementos contestados
d) Redondear el cociente al entero más próximo.
3. JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA
Los apartados de este capítulo pretenden aportar información sobre análisis y resultados obtenidos en muestras originales y españolas, e incluyen estadísticos que fundamentan las características psicométricas de este instrumento.
3.1 Estudio experimental para su adaptación
Las fases de este proceso han quedado someramente señaladas en el punto 1.3 de este Manual. Aunque en este proceso
se ha intentado, primordialmente, conservar los valores discriminativos del CAQ para las aplicaciones prácticas, se ha seguido una metodología que pudiera reproducir y comprobar también en nuestro país el esquema y modelo de personalidad propuesto por el autor original.
La estrategia utilizada ha consistido, fundamentalmente, en la versión fiel (no literal) de las cuestiones originales, la inclusión de elementos suplementarios (uno por cada escala del CAQ) para posibles sustituciones por originales no satisfactorios, los análisis de los resultados en una amplia muestra de sujetos españoles (normales y clínicos) y la depuración de la versión fianl del cuestionario.
La técnica principal para definir la pertinencia de un elemento dentro de una escala ha sido el índice de homogeneidad corregido, es decir la correlación del elemento con su escala antes de que éste se incluyera en la misma para obtener la puntuación directa. Para mejorar la independencia de las escalas, se ha seleccionado el elemento que, además de tener una buena homogeneidad con su escala, tuviera pequeñas o nulas relaciones con los demás.
Sin embargo, no se ha pretendido elaborar escalas ortogonales o independientes, puesto que estas variables son componentes de dimensiones superiores que comprenden a todas las escalas o a un grupo sustancial de ellas (tales como el factor de Depresión general).
En primer lugar, se llegó a la readaptación final de la versión experimental (con 156 elementos y fruto de varias versiones depuradas) con la colaboración de diferentes con experiencia en tests y en teoría de la personalidad.
Esta versión experimental ha sido aplicada, junto a otras pruebas psicológicas, a varias muestras y en diferentes situaciones (selección de personal, procesos de investigación en otras áreas y diagnóstico de casos clínicos). Los resultados han sido sometidos a análisis de elementos (atracción, fiabilidad, homogeneidad y variabilidad) y de puntuaciones directas (distribuciones, correlaciones y factoriales), en un intento de aproximar sus características psicométricas a las que originalmente presenta el CAQ en muestras americanas.
Dentro de este estudio se han podido comparar sus resultados con los originales, y las diferencias encontradas pueden ser achacables a sesgos muéstrales o a características peculiares de la población española. Es difícil decidirse por una de estas alternativas o asignar un peso relativo a cada una de ellas, puesto que el cuestionario, una vez adaptado ua no es exactamente el mismo como para definir diferencias transculturales.
3.2 Fiabilidad
Los tests psicológicos deben poseer una razonable fiabilidad si se pretende que sean útiles, tanto cuando se emplean con fines de investigación como cuando se aplican con un propósito práctico. Existen varios tipos de fiabilidad y diferentes métodos para su obtención (test-restest, consistencia interna o coeficiente “alfa”, etc.)
En nuestro país no se han realizado aún estudios de fiabilidad test-restest. En los estudios originales (100 varones y mujeres, estudiantes universitarios), y con un día de intervalo entre ambas aplicaciones, se obtienen en las escalas clínicas los índices que presenta la primera columna de la tabla 1, mejores (con una mediana de 0,80) que los de las escalas normales (CAQ parte I, tipo 16PF), por lo que se aconseja (cuando se desee mayor fiabilidad) aplicar el 16PF Forma A en lugar de ese AQ Parte I. En ese mismo estudio original se analizan las puntuaciones en dimensiones secundarias y se observa una elevada fiabilidad (mediana de 0,92).
En las muestras experimentales españolas se han obtenido los coeficientes “alfa” de as 12 escalas, así como los índices de atracción promedio de los 12 elementos de cada escala. Los resultados se encuentran en la misma tabla 1.
Estos índices “alfa” son sensiblemente inferiores a los índices de precisión obtenidos en las muestras americanas; esto puede ser debido, por una lado, a la técnica empleada (según la formulación KR-20 de Kuder-Richardson) y, por otro, a los bajos índices de atracción que han tenido estos constructos entre los sujetos españoles (lo cual normalmente viene unido a una variabilidad restringida en las alternativas de respuesta).
Así pues, dado ese grado de fiabilidad en el CAQ, y teniendo en cuenta el error típico de medida (que hace que, a nivel de decatipo, se espere tener un error aproximado de más de una unidad decatipo), los decatipos extremos pueden ser más fiables e indicativos de alejamiento de la normalidad, mientras que los de tipo medio exigen una mayor cautela para su interpretación. Por otra parte, como los datos en dimensiones secundarias son más fiables, es aconsejable su cálculo y utilización con un decimal, mientras que en los de las escalas primarias se emplea su valor entero.
Tabla 1. Fiabilidad y Validez del CAQ
	FIABILIDAD
	VALIDEZ
	
	Originales
	Españoles
	Originales
	Españoles
	Esc
	Test-restest
	Coef. alfa
	Atracción
	validez
	Homogeneidad
	Comunalidad
	Validez
	D1
	0,85
	0,49
	0,10
	0,86
	0,30
	0,60
	0,68
	D2
	0,74
	0,50
	0,06
	0,59
	0,31
	0,73
	0,64
	D3
	0,85
	0,16
	0,63
	0,71
	0,21
	0,21
	0,09
	D4
	0,73
	0,54
	0,20
	0,75
	0,34
	0,48
	0,53
	D5
	0,75
	0,64
	0,14
	0,67
	0,40
	0,64
	0,72
	D6
	0,71
	0,72
	0,26
	0,65
	0,40
	0,50
	0,54
	D7
	0,67
	0,45
	0,12
	0,60
	0,30
	0,47
	0,48
	Pa
	0,86
	0,60
	0,18
	0,80
	0,34
	0,36
	0,54
	Pp
	0,84
	0,42
	0,66
	0,45
	0,29
	0,36
	0,32
	Sc
	0,90
	0,51
	0,13
	0,84
	0,31
	0,61
	0,62
	As
	0,75
	0,44
	0,44
	0,78
	0,28
	0,30
	0,40
	Ps
	0,84
	0,67
	0,15
	0,73
	0,38
	0,64
	0,72
	Depr.
	0,95
	
	
	0,95
	
	
	
	PSic.
	0,95
	
	
	0,83
	
	
	
	Neur.
	0,85
	
	
	0,71
	
	
	
3.3 Validez
La definición básica de un índice de validez es el grado en que el instrumento mide lo que dice medir; en el caso de un test de conocimientos o aptitudinal esa apreciación es fácil y se puede hacer directamente definiendo con claridad un criterio objetivo. Pero no ocurre así cuando se trata de la medida de una característica de la personalidad.
¿Qué es lo que pretende medir el CAQ?. De acuerdo con las investigaciones previas y fundamentos señalados en el apartado 1., el instrumento fue concebido para medir 12 dimensiones o rasgos independientes que resultaron de la rotación a estructura simple de un conjunto de cuestiones con contenidos normales y patológicos.
En los estudios factoriales originales se dividió cada escala en dos submedidas del factor subyacente y se analizaron factorialmente los resultados de una muestra total de 810 sujetos (normales y casos clínicos); tomando como saturación crítica mínima la de 0,30. Este sistema de análisis factorial por “paquetes” arrojó una estructura muy satisfactoria y concordante en las cuatro submuestras tomadas del grupo total de análisis. Su resumen, en términos de “Coeficiente de validez”, se encuentra también en la tabla 1 y en la base de la misma se han incluido los coeficientes de validez de las tres dimensiones secundarias que los autores obtienen de las escalas primarias del CAQ: Depresión, Psicosis y Neurosis.
En los estudios españoles, como se verá en otro apartado, la estructura factorial del CAQ está modulada por la muestra empleada (de uno u otro sexo, o de uno u otro grupo de edad). En la tabla 1 se incluyen las comunalidades promedios de los cuatro principales análisis factoriales realizados con sujetos normales, como un índice de participación de cada escala para estimar constructos superiores; estos índices tienen mayor cuantía en los grupos clínicos de ambos sexos. La columna final de la tabla 1 presenta otro índice de validez, la correlación de cada escala con el factor general de Desajuste que se define en el análisis conjunto de CAQ con el 16PF; el índice de D3 es bajo porque entrega su variabilidad a otras dimensiones de la personalidad normal.
3.4 Validez criterial: Grupos clínicos
La determinación de la validez de un instrumento puede significar la acumulación de muy diferente tipo de información (resultados en aplicaciones prácticas, correlaciones con
criterios externos, relaciones con otros instrumentos, etc.). En los párrafos anteriores se ha determinado la relación entre el CAQ y los factores subyacentes, y en este apartado se analizan diversas entidades de diagnóstico para las que el CAQ puede tener capacidad discriminativa.
En la tabla 2 se incluyen los perfiles en decatipos de diferentes grupos clínicos analizados en los estudios originales (comparados sus resultados con los baremos normativos en USA), así como los de dos grupos heterogéneos de casos españoles (comparados con los baremos que presenta este Manual). En los párrafos siguientes se específica la entidad nosológica de los grupos estudiados.
Tabla 2 Perfiles numéricos de grupos clínicos
	Grupo
	N
	Sexo
	D1
	D2
	D3
	D4
	D5
	D6
	D7
	Pa
	Pp
	Sc
	As
	Ps
	Esquizofrenicos
	116
58
	V
M
	6,7
7,4
	6,9
7,5
	4,8
5,0
	6,8
7,4
	6,6
7,4
	6,7
7,1
	7,0
7,2
	7,1
6,9
	4,3
4,3
	7,2
7,3
	6,1
7,2
	7,1
7,5
	Esquiz. Paranoicos
	59
11
	V
M
	6,1
7,5
	6,5
7,0
	4,2
5,2
	6,5
7,1
	6,2
6,3
	6,1
6,2
	6,6
6,8
	7,1
7,5
	4,4
4,5
	6,9
7,1
	5,6
6,7
	6,6
7,0
	Esquiz. indiferenciados
	33
19
	V
M
	7,5
6,9
	7,5
7,1
	5,0
4,0
	7,2
7,7
	6,8
7,1
	7,1
6,9
	7,5
7,4
	7,2
6,5
	3,7
4,0
	7,6
7,2
	6,7
7,1
	7,6
7,6
	Neuróticos en general
	26
76
	V
M
	7,3
7,1
	7,2
6,2
	4,7
4,7
	7,3
6,5
	7,0
6,6
	6,8
6,6
	7,1
6,5
	6,1
5,6
	4,3
4,4
	6,7
5,8
	5,6
6,0
	7,3
6,4
	Neu. Ansiedad Neu. Depresión
	31
31
	V+M
V+M
	6,5
7,6
	5,8
7,5
	4,8
4,7
	6,3
7,0
	6,4
7,3
	5,9
7,2
	6,1
7,7
	5,6
6,4
	5,0
4,3
	5,6
6,9
	5,5
6,7
	6,1
7,6
	Probl. Conduct Pers. Antisocial Agres. Pasiva
	76
34
42
	V+M
V+M
V+M
	6,1
6,3
6,0
	6,7
6,8
6,6
	5,5
6,1
5,0
	6,0
5,8
6,2
	6,5
6,6
6,5
	6,6
6,5
6,7
	6,5
6,5
6,5
	6,2
6,2
6,2
	5,1
5,1
5,0
	6,4
6,6
6,2
	6,1
5,7
6,3
	6,5
6,5
6,4
	Alcoholicos
	230
31
	V
M
	7,0
6,7
	6,7
5,9
	6,7
5,3
	7,1
6,2
	6,8
6,4
	7,7
6,9
	6,1
5,8
	6,3
5,8
	4,4
5,4
	6,4
6,4
	6,7
6,5
	6,8
6,4
	Drogadictos
	64
11
	V
M
	5,7
6,9
	6,4
7,2
	5,8
5,4
	6,1
6,9
	6,4
7,4
	6,7
7,0
	6,3
7,7
	6,5
6,4
	6,2
3,6
	6,8
6,6
	6,9
6,6
	6,7
7,7
	Padres violentos
	78
	V+M
	6,3
	6,0
	5,4
	5,9
	5,9
	6,6
	5,9
	7,4
	5,4
	6,4
	6,6
	5,9
	Homosexuales
	25
	V
	5,1
	4,8
	5,8
	5,2
	5,4
	5,2
	5,5
	5,4
	6,6
	4,9
	5,0
	5,0
	Casos clínicos españoles
	40
65
	V
M
	9,8
9,9
	9,7
9,9
	4,7
4,9
	8,3
8,6
	9,2
9,9
	7,6
9,6
	9,7
9,9
	8,9
9,0
	4,6
3,4
	9,1
8,8
	6,5
7,4
	9,1
9,9
ESQUIZOFRENIA
El término se utiliza para describir aquellas desviaciones de la conducta en las que es destacable un desajuste grave del nivel cognitivo y del estado de humor del sujeto, así como la pérdida de contacto con la realidad. El perfil (véase tabla 2) es elevado en todas las escalas excepto en D3 y Pp; en el 16PF se manifiesta por una desviación en las escalas que miden ansiedad (C-, H-, L+, O+ y Q3), y se observan puntos bajos en inteligencia (B-), dominancia (E-), impulsividad (F-) y radicalismo (Q1-). Sin embargo, las desviaciones de los esquizofrénicos paranoicos son, en general, menos altas, y los esquizofrénicos indiferenciados crónicos bajan en D3 y Pp y se elevan en D7.
NEUROSIS
Su principal característica es la ansiedad ( y por eso en el pasado ha resultado útil el 16PF). En los perfiles que presenta la tabla 2, los varones elevan D1, D4 y Ps, mientras que las mujeres se destacan por su D1; en ambos sexos, D3 y Pp están por debajo del promedio.
PROBLEMAS DE CONDUCTA
Se utiliza este término para describir aquellas personas cuya conducta es inusual y claramente inadaptada, pero que no presentan los elevados niveles de ansiedad característicos de los problemas psicóticos. En contraste con éstos, sus desviaciones no son extremas, aunque sus puntuaciones en D3 y Pp son más altas que las de los esquizofrénicos. Los casos diagnósticos como “Personalidades antisociales”, a diferencia de los clasificados como “Personalidades agresivo-pasivas”, presentan en el 16Pf menor conformidad con el grupo (G) y menor tendencia a la autoculpabilidad e inseguridad (O).
Estos tres grupos tienen en el 16PF ciertos componentes de tipo neurótico, tales como puntuaciones bajas en estabilidad emocional (C-), dominancia (E-), impulsividad (F-) y autodisciplina (Q3-), y elevadas en inseguridad (O+) y tensión (Q4+).
DROGAS
En la tabla 2 se recogen los perfiles de adictos al alcohol y los narcóticos (principalmente heroinómanos). Presentan niveles elevados de ansiedad (en el 16PF) y algunas desviaciones en las escalas clínicas del CAQ, aunque no tan fuertes como las de los psicóticos.
Los varones narcoadictos (comparados con los varones alcohólicos), además de una superior elevación en el 16PF en autosuficiencia (Q2), sensibilidad (I) y radicalismo (Q1), en el CAQ elevan la Desviación psicopática (Pp) y bajan en Depresión ansiosa (D4) y Depresión baja-energía (D6). Esto parece mostrar que los narcoadictos son más independientes y propensos a la manifestación de conductas desviadas.
En las mujeres, el patrón es parecido en I y Q2, pero se invierte el sentido en D4, D5 y Pp, lo cual parece mostrar que la mujer narcoadicta, a diferencia del varón es más introvertida y presenta Apatía-retirada (D7+).
En estudios originales se han elaborado unos análisis discriminantes (comparados con las muestras normales) separados de 718 alcohólicos y 544 narcoadictos, y se obtuvieron unas ecuaciones de regresión 8con una validez discriminativa de 0.63 y 0.48, respectivamente) para estimar la propensión a estas drogas a partir de los decatipos en el 16PF y CAQ; son las siguientes:
Alcohólicos = -0,30 (B) -0,33 (C) -0,24 (F) – 0,16 (Q1) + 0,27 (D1) + 0,46 (D6) – 0,24 (D7) – 0,27 (Sc) + 9,96
Narcoadictos = 0,21 (A) – 0,25 (B) + 0,34 (F) – 0,44 (G) – 0,24 (H) + 0,27 (O) + 0,32 (Q2) – 0,23 (D3) + 0,43 (Pp) + 0,93
PADRES VIOLENTOS
Uno de os patrones recogidos en los estudios originales hace referencia al perfil promedio de 78 padres que han maltratado a sus hijos. En contraste con la población general americana, estos sujetos presentan en el 16PF una personalidad poco estable(C-) y elevan los rasgos de suspicacia (L+), inseguridad (O+=, autosuficiencia (Q2+) y tensión (Q4+), es decir poseen un grado elevado de ansiedad; entre las escalas clínicas del CAQ, se observa una desviación de un decatipo o más en Pa (Paranoia), D6 (Culpabilidad-resentimiento) y As (Psicastemia), y en grado menor en D (Hipocondriasis) y Sc (Esquizofrenia).
HOMOSEXUALES
En trabajos precios con el 16PF se indicaba para estos sujetos una elevación de los rasgos de ansiedad, inteligencia baja y poco control de la conducta. Cuando recientemente se ha enfocado este tema con el 16PF+ CAQ, el perfil es bastante diferente, y podría calificarse de normal; no obstante sigue elevada la sensibilidad (I+) y algo bajo los controles de la conducta, es decir, la conformidad al grupo (G-) y la autodisciplina (Q3-). En el CAQ tienen rasgos Pp+ (Desviación psicopática).
Tal vez las razones de la diferencia entre ambos estudios este en que la primera muestra fue de sujetos en prisión por conductas homosexuales, mientras que los de la segunda no habían sido juzgados por estos actos.
CASOS CLÍNICOS ESPAÑOLES
Durante el proceso de tipificación española se ha tenido la colaboración y cesión de 105 casos clínicos (procedentes de un hospital psiquiátrico y de un centro privado), y se han podido estudiar los resultados del CAQ comparándolos con los de la población normativa (Baremos de este manual).
Analizados individualmente, los perfiles son elevados, con muchos apuntamientos extremos (decatipo 10). Las cinco escalas más frecuentemente apuntadas han sido D7, D1, D2, D5, Y Ps, en las que más del 50% de ls sujetos alcanzan el decatipo 10; es decir, se trata de Desajustes (Ps) debido a agentes depresivos (Apatía-reiterada, Hipocondriasis, depresión suicida y depresión baja-energía). También se observa que estos casos clínicos tienden a presentar “valles” extremos en las escalas D3 (Agitación) y Pp (Desviación psicopática).
Los perfiles numéricos de esta
muestra, clasificada por el sexo (aunque no parece haber diferencias entre ellos), se encuentran en las últimas filas de la tabla 2, junto a los encontrados en muestras americanas. 
El perfil de los casos clínicos españoles resulta muy elevado con respecto a los obtenidos en las muestras americanas; probablemente ello es debido a que los baremos españoles han sido elaborados a partir de las puntuaciones de sujetos en procesos de selección (que, como veremos en otro apartado, introducen la “distorsión” para “ocultar” parte de su problemática de personalidad), y los promedios de los grupos clínicos resultan muy alejados de esa muestra normativa.
3.5 Correlaciones con otras pruebas
Aunque la información más importante de una prueba viene indicada por su posibilidad de predicción en algún campo importante de actividad, el grado en que se correlaciona con otras pruebas arroja una luz adicional sobre su naturaleza y características.
Este tipo de datos indica, por ejemplo, si dos pruebas miden idénticos o distintos rasgos, esto es, si el uso de ellas en una batería aumentará su valor predictivo o si representa una innecesaria duplicidad en la evaluación del mismo rasgo. Por otra parte, con ello se tiene información complementaria sobre la validez del instrumento cuando esa característica es sobradamente reconocida en la prueba con la cual se correlaciona.
La tabla 3presenta (en centésimas) un estudio correlacional con 257 norteamericanos adultos normales que habían contestado al MMPI. La escala 1.Hs (Hipocondriasis) tiene su mayor relación con D1 y los índices más significativos de 2D son con dos de las escalas primarias de depresión (D1 y D5). Las relaciones entre 8.Sc del MMPI y Sc del CAQ y entre el 6.Pa y Pa del CAQ son significativas y razonablemente elevadas, pero no as mayores de cada una de estas dimensiones.
Tabla 3. Correlaciones entre el MMPI y el CAQ (N = 257, muestra norteamericana)
	Esc.
	D1
	D2
	D3
	D4
	D5
	D6
	D7
	Pa
	Pp
	Sc
	As
	Ps
	1.Hs
	48
	36
	-36
	18
	33
	21
	24
	21
	-15
	29
	11
	27
	2.D
	41
	5
	-19
	26
	37
	21
	34
	23
	-31
	23
	16
	32
	3.Hy
	23
	01
	​​​-06
	02
	12
	05
	-05
	-00
	-05
	09
	-05
	-00
	4.Pd
	14
	10
	03
	-00
	12
	07
	04
	08
	-06
	16
	03
	21
	5.Mf
	20
	13
	-04
	05
	20
	15
	09
	02
	-12
	16
	10
	10
	6.Pa
	23
	15
	01
	03
	22
	13
	16
	14
	-02
	25
	11
	17
	7.Pt
	38
	3
	-07
	31
	39
	34
	20
	07
	-24
	27
	24
	32
	8.Sc
	34
	35
	0
	19
	33
	21
	26
	17
	-10
	32
	17
	39
	9.Ma
	11
	15
	25
	-05
	18
	15
	-07
	13
	25
	23
	25
	07
	0.Si
	34
	35
	​24
	48
	37
	29
	60
	36
	-42
	33
	21
	44
En realidad, no hay que esperar correspondencia entre ambos instrumentos, puesto que si el MMPI fue diseñado para diferenciar entre diversos tipos o síndromes de personalidad patológica, el CAQ lo ha sido para medir rasgos que teóricamente están presentes en algún grado en todos esos tipos.
Por otra parte, dado que el CAQ ha sido construido como un complemento de tipo clínico a las medidas que se obtienen con el 16PF, más importante que la información anterior puede ser la incluida en la tabla 4, con todas las correlaciones significativas (N.c. del 1%) entre la Forma C del 16PF y las escalas del CAQ, en una muestra de 783 sujetos españoles normales. Es de esperar que cuando se utilice una Forma con mayor validez (como la A o la B o incuso se apliquen ambas si el caso lo requiere), se obtengan índices de conexión más elevados que los que presenta la tabla 4.
Tabla 4 Correlaciones significativas (N.c. 1%) del CAQ con el 16PF-C en adultos (N = 783)
	Esc.
	A
	B
	C
	E
	F
	G
	H
	I
	L
	M
	N
	O
	Q1
	Q2
	Q3
	Q4
	DM
	D1
	-27
	
	-56
	-12
	-13
	-17
	-34
	
	28
	-14
	13
	42
	
	26
	-38
	41
	-41
	D2
	-27
	
	-32
	
	-14
	-11
	-25
	
	27
	-10
	12
	31
	
	30
	-21
	25
	-25
	D3
	13
	
	
	12
	24
	
	19
	-12
	
	-10
	-10
	
	
	-12
	
	-13
	
	D4
	-46
	
	-47
	-24
	-31
	-22
	-42
	
	23
	-15
	21
	39
	-11
	36
	-44
	43
	-44
	D5
	-32
	
	-53
	-19
	-17
	-23
	-41
	
	32
	-19
	22
	45
	
	28
	-37
	44
	-47
	D6
	-24
	
	-49
	-20
	-25
	
	-38
	
	31
	
	20
	55
	
	28
	-27
	42
	-30
	D7
	-42
	
	-40
	-11
	-36
	-13
	-38
	
	29
	
	17
	28
	
	46
	-36
	32
	-38
	Pa
	-25
	
	-33
	
	
	
	-22
	
	44
	-20
	16
	25
	
	23
	-22
	27
	-26
	Pp
	16
	
	32
	24
	16
	
	33
	-14
	-12
	
	-30
	-33
	11
	
	23
	-38
	25
	Sc
	-28
	
	-50
	-16
	-16
	
	-35
	
	40
	-15
	12
	36
	
	29
	-35
	40
	-45
	As
	-24
	
	-39
	-13
	-19
	10
	-33
	
	31
	-17
	22
	40
	10
	21
	-20
	36
	-22
	Ps
	-40
	
	-49
	-21
	-29
	-23
	-49
	
	36
	-10
	22
	44
	
	35
	-38
	43
	-51
Tabla 5 Correlaciones significativas (N.c. 1%) del CAQ con el HSPQ en adolescentes (469 varones fila 1ª, 463 mujeres fila 2ª)
	Esc.
	A
	B
	C
	D
	E
	F
	G
	H
	I
	J
	O
	Q2
	Q3
	Q4
	D1
	-17
-20
	-18
	-48
-48
	30
31
	
	
	-27
-31
	-38
-35
	
	21
21
	44
42
	
	-31
-34
	35
37
	D2
	-14
-26
	-23
	-42
-45
	21
29
	
	
	-36
-39
	-35
-28
	
	23
27
	44
43
	16
	-30
-38
	26
31
	D3
	17
	
	
	
	21
	35
53
	-20
	26
36
	-15
-29
	
	-16
	-16
-21
	-16
	
	D4
	-17
-20
	
	-37
-45
	17
25
	-23
	-28
	-22
-19
	-58
-53
	13
	
	40
45
	17
	-27
-34
	29
33
	D5
	-15
-30
	
	-49
-56
	25
28
	
	
	-29
-30
	-44
-46
	
	22
27
	47
52
	21
	-34
-37
	34
40
	D6
	-14
-12
	
	-38
-47
	28
28
	-19
-22
	-15
	
	-38
-43
	14
18
	17
22
	39
47
	17
	-18
	39
40
	D7
	-35
-41
	-18
	-38
-34
	13
13
	
	-14
-12
	-22
-22
	-43
-42
	
	29
35
	39
42
	39
40
	-31
-28
	15
22
	Pa
	-19
-28
	-13
-15
	-31
-28
	26
37
	14
	14
	-20
-29
	-21
-20
	
	31
42
	28
26
	13
18
	-27
-28
	22
25
	Pp
	14
	
	28
28
	-15
-13
	28
	33
39
	
	42
47
	-24
	
	-29
-28
	-14
	12
	-24
-30
	Sc
	-22
-25
	-22
	-43
-43
	30
39
	
	
	-29
-35
	-31
-37
	
	25
32
	42
43
	16
19
	-33
-38
	30
36
	As
	
	
	-25
-28
	26
26
	-23
	
	
	-24
-28
	
	17
	20
24
	
	-13
	40
31
	Ps
	-23
-26
	-15
	-52
-54
	26
33
	
	
	-24
-33
	-54
-50
	
	25
25
	54
57
	22
22
	-38
-47
	27
36
Entre los polos altos de un perfil 16PF que favorecen un desviación hacia lo patológico están las escalas O+ y Q4 ya señaladas, y se añaden los rasgos de suspicacia (L+), astucia (N+) y autosuficiencia (Q2+). Entre los polos bajos, además de la oca estabilidad emocional (C-) indicada en e párrafo anterior, se incluyen los propios de una persona reservada (A-), taciturna (F-), de baja integración (Q3-) y sumisa (E-).
El esquema de relaciones es muy similar al encontrado en dos muestras de adolescentes que contestaron en dos muestras de adolescentes que contestaron al HSPQ (hermano menor del 16PF) y al CAQ; las correlaciones significativas (N.c. del 1%) se presentan en centésimas en la tabla 5, en dos filas de índices (uno para cada sexo). Las cuatro variables más significativas son también C-, H-, O+ y Q4+, además de los indicados sobre el 16PF, los sujetos excitables (D+, escala inexistente en el 16PF) parecen también propensos a presentar problemas clínicos en su personalidad. Con pequeñas variaciones o especificaciones, la estructura de relaciones es muy similar en ambos sexos.
Así pues, si en un perfil de personalidad se observan estas crestas (O+, Q4+, L+, N+, etc.) y estos valles (C-, H-, F-, A-, etc.), se podría estimar la existencia de problemas clínicos en la personalidad del sujeto. Visto desde otro ángulo, cuando un sujeto presente en el CAQ un perfil elevado (índice de desajustes en su personalidad), es probable que el tratamiento exija “mejorar” su perfil en el 6PF “reduciendo las crestas o rellenando los valles”.
¿Y en qué proporción ayudarían esos tratamientos de cada rasgo del 16PF a mejorar el perfil en el CAQ?. A partir de las puntuaciones de una muestra de 783 adultos normales, la tabla 6 muestra los resultados de los doce análisis de regresión de todo el perfil del 16PF sobre cada una de las escalas del CAQ; cada columna de la tabla 6 expresa el porcentaje relativo que significa, independientemente de las demás cada escala del 16PF. En la base se encuentran también las “R múltiple” del 16PF sobre cada escala del CAQ y las correspondientes varianzas comunes totales (% VT).
A partir de los resultados obtenidos en esta muestra, el psicólogo que se encuentra, por ejemplo,
con un caso de elevación extrema de D1 (Hipcondriasis), puede decidir el apoyo o tratamiento prioritario que debe darse para “mejorar” la estabilidad emocional (C), antes que “reducir” la aprensividad (O), porque en la primera columna de la tabla 6 se observa que el peso de C es de 37,2% mientras que el de O es de 15,4%. Si en ese supuesto caso de D1+ se atiende también a reducir F(8,3% de impulsividad o surgencia) y Q4 (8,1% de tensión o frustración) y a elevar Q3 (8,1% de control de la autoimagen), la situación clínica del sujeto mejoraría más rápidamente.
En el caso de una Depresión ansiosa (D4+), la atención prioritaria debería dirigirse a elevar la Afectotimia o empatía emocional (21,7% de A), luego a mejorar el control de la autoimagen (15,7% de Q3), y en tercer lugar a procurar el aumento de la estabilidad emocional /12,6% de C).
Tabla 6. Análisis de regresión de la personalidad normal sobre cada escala del CAQ (porcentajes de varianza común con cada escala del 16PF-C)
	Esc.
	D1
	D2
	D3
	D4
	D5
	D6
	D7
	Pa
	Pp
	Sc
	As
	Ps
	A
	-4,2
	-9,1
	3,6
	-21,7
	-6,5
	3,2
	-12,7
	-8,6
	
	-2,6
	-6,4
	-8,4
	B
	-4,2
	-7,1
	-8,4
	
	
	-1,7
	2,1
	-1,5
	-7,9
	5,9
	-1,4
	4,8
	C
	-37,2
	-13,0
	-10,6
	-12,6
	-23,7
	-20,8
	-15,3
	-12,4
	2,7
	-26,7
	-13,9
	-12,6
	E
	-2,4
	1,0
	2,5
	-1,1
	-9,7
	-5,6
	
	7,2
	10,8
	-6,8
	
	-6,9
	F
	8,3
	3,2
	17,0
	-6,2
	6,6
	-4,4
	-13,7
	6,0
	
	5,8
	
	-3,8
	G
	-6,0
	-4,4
	
	-9,2
	-14,1
	2,6
	-2,2
	7,6
	-5,3
	3,2
	16,8
	-14,8
	H
	-7,6
	-4,6
	10,0
	-8,1
	-13,0
	-9,0
	-8,9
	-4,3
	16,4
	-8,1
	-11,3
	-21,5
	I
	-3,1
	-2,1
	-8,3
	1,1
	
	-1,0
	-5,9
	-3,8
	-10,5
	-6,9
	2,7
	-4,0
	L
	1,1
	10,4
	6,3
	-4,0
	5,4
	52
	7,1
	30,8
	7,1
	19,6
	8,4
	10,6
	M
	-2,0
	​-2,2
	-8,8
	-6,6
	-7,6
	
	1,6
	-9,5
	
	-2,7
	-10,2
	
	N
	-6,8
	-3,8
	-7,4
	1,2
	2,3
	
	-1,1
	-1,3
	20,5
	-8,8
	4,2
	1,6
	O
	15,4
	12,8
	2,4
	9,6
	16,0
	32,7
	-2,0
	3,0
	-13,2
	6,3
	16,9
	15,0
	Q1
	2,8
	-2,2
	6,1
	-5,9
	3,7
	7,1
	1,8
	-,15
	6,5
	2,2
	9,9
	
	Q2
	5,6
	15,2
	-2,6
	6,2
	3,4
	5,6
	24,7
	7,5
	11,6
	10,8
	
	7,5
	Q3
	-8,1
	
	
	-15,7
	-4,1
	
	-10,8
	-3,3
	4,7
	-8,2
	2,1
	5,6
	Q4
	8,1
	2,4
	-12,2
	10,5
	11,0
	10,5
	3,0
	4,7
	-21,7
	10,8
	14,9
	8,0
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	R
	0,62
	0,45
	0,34
	0,67
	0,65
	0,64
	0,61
	0,52
	0,55
	0,61
	0,55
	0,67
	%VC
	38,8
	19,9
	11,7
	44,5
	42,1
	40,1
	37,6
	26,6
	29,7
	37,1
	30,1
	44,9
Si el sujeto presentase un perfil con varias crestas, el psicólogo podría atender ponderadamente a los distintos pesos que presenta la tabla 6 para las escalas implicadas en el CAQ y en el 6PF.
Finalmente, en este apartado destinado a las relaciones del CAQ con otras pruebas, puede ser interesante conocer sus correlatos motivacionales. En un estudio con sujetos norteamericanos se obtuvieron sus intercorrelaciones con el MAT (Motivation Analysis Test”) en 106 mujeres estudiantes universitarias. Este test incluye medidas de cinco básicos (temor, sexo, autoafirmación, agresividad y autoindulgencia) y cinco intereses influidos por el aprendizaje (carrera, sentimientos, dependencia, responsabilidad y autorrealización).
La mayoría de los índices de relación entre el NAT y el CAQ son moderados, tal como es esperado de instrumentos diseñados para medir áreas relativamente independientes de la conducta humana, y las conexiones más fuertes vienen a indicar la posibilidad de conflictos o problemas clínicos en el campo de la autorrealización del sujeto.
3.6 ANÁLISIS FACTORIALES
Una información importante para conocer algo más la estructura de un instrumento es el grado de relación entre las distintas escalas que componen el instrumento, para determinar si, a nivel práctico de escala (o factor ya medido en una muestra), los constructos son interindependientes o mantienen entre sí alguna relación significativa; este dato puede ayudar a interpretar los resultados de un sujeto o de un grupo (y mejor en éste que en un individuo concreto, porque hay más probabilidades de que en el grupo se cumplan las relaciones encontradas en una investigación).
Para obtener estos datos se calcularon las matrices R de intercorrelaciones de ambos sexos en una muestra de adultos (699 V y 123 M), otra e adolescentes /469 V y 463 M) y una última de casos clínicos (45 v y 69 M).
La tabla 7 condensa esa información. Por encima de la diagonal (es decir en la mitad superior derecha) se encuentran los resultados de los varones y por debajo de la misma los de las mujeres, y en las filas de cada casilla se encuentran, respectivamente, los de adultos, adolescentes y casos clínicos.
El primer hecho a destacar es que las escalas (factores medidos) no son independientes, lo cual explicaría la existencia de unas dimensiones superiores de patología que agrupase las escalas.
En segundo lugar, se observa que hay dos escalas (D3 y Pp) que, sistemáticamente, se relacionan negativamente (o, al menos, no presentan una relación significativa) con las demás escalas, como si fuesen índices favorables, contrarios a una problemática de desviación clínica.
Por otra parte, es de destacar la mayor interconexión de las escalas en los grupos clínicos. Esto podría ser debido a la heterogeneidad de la muestra en cuanto a su nosología (probablemente se han incluido muy diferentes grupos de diagnóstico, aunque la información recibida es que son principalmente “depresivos”), o a que en los casos clínicos los rasgos están verdaderamente más interrelacionados; tal vez en grupos clínicos más específicos (pertenecientes a una sola entidad nosológica) estas relaciones disminuyan y se parezcan más a las de los grupos normales.
Finalmente, parece que la escala Ps (desviación psicológica) es la que más relaciones tiene con todas las demás, como si en este constructo tuviesen cabida parte de las características de las demás escalas.
Dada la existencia de estas relaciones, y para probar las hipótesis de los autores (sobre la posibilidad de dimensiones generales de patología), se han sometido las seis matrices R a análisis factoriales. Se decidió una solución MLFA (“máxima verosimilitud”) con rotación oblicua, en vez de una de componentes principales más fácil, porque en la realidad las dimensiones secundarias no son independientes y presentan relaciones positivas o negativas.
Tabla 7 Intercorrelaciones del CAQ en varones/mujeres (sobre/debajo de la diagonal) en adultos (fila 1º) adolescentes (2º) y casos clínicos (3º)
	Esc.
	D1
	D2
	D3
	D4
	D5
	D6
	D7
	Pa
	Pp
	Sc
	As
	Ps
	D1
	
	59
61
68
	05
02
-05
	42
40
61
	65
62
83
	49
49
68
	43
41
53
	42
45
46
	-37
-24
-62
	57
56
48
	34
35
21
	57
55
57
	D2
	45
65
65
	
	10
02
09
	36
35
49
	55
61
73
	38
36
74
	48
49
73
	40
49
66
	-26
-22
-40
	54
59
67
	29
26
41
	54
65
72
	D3
	-04
-02
-09
	10
06
-06
	
	-10
-23
-19
	-01
03
-09
	-03
-12
-10
	-07
-09
-11
	06
12
-07
	18
24
45
	01
07
06
	-03
-01
21
	-11
-06
-06
	D4
	51
38
58
	25
31
36
	-20
-29
-22
	
	53
42
64
	43
29
64
	43
41
37
	32
25
20
	-39
-41
-66
	46
38
38
	34
17
30
	55
49
61
	D5
	68
67
70
	54
70
73
	-12
-09
-13
	54
43
45
	
	55
43
78
	47
43
50
	41
40
50
	-41
-33
-73
	58
53
53
	39
30
44
	65
56
72
	D6
	45
53
61
	34
48
73
	-15
-10
-03
	46
36
39
	49
56
65
	
	29
23
61
	34
28
53
	-42
-34
-61
	45
37
61
	48
41
46
	47
44
78
	D7
	52
45
58
	48
59
57
	-12
-10
-11
	52
32
42
	53
52
58
	37
31
50
	
	34
39
54
	-21
-15
-35
	49
48
52
	26
08
12
	55
53
62
	Pa
	46
37
42
	22
47
55
	03
09
16
	33
10
22
	49
36
39
	36
29
45
	38
37
33
	
	-16
-11
-31
	53
58
60
	27
23
16
	42
46
42
	Pp
	-26
-26
-58
	-10
-13
-49
	17
41
34
	-37
-43
-50
	-25
-30
-35
	-32
-34
-39
	-25
-14
-29
	-31
-03
-34
	
	-31
-17
-33
	-26
-18
-30
	-37
-29
-59
	Sc
	69
53
49
	35
58
56
	14
-01
17
	58
32
21
	65
57
44
	48
47
55
	55
50
41
	49
57
71
	-23
-17
-34
	
	36
30
26
	58
62
53
	As
	40
32
49
	12
20
56
	-08
01
-26
	32
22
36
	41
31
53
	46
45
71
	14
15
36
	25
13
33
	-23
-19
-43
	42
25
45
	
	32
24
52
	Ps
	56
53
56
	35
65
73
	-10
-11
-15
	59
49
47
	65
63
71
	58
54
59
	56
56
60
	47
38
45
	-35
-28
-43
	65
63
58
	41
27
39
	
Tabla 8. Saturación factorial del CAQ en las muestras normativas.
	
	Adolescentes
	Adultos
	Casos clínicos
	
	Varones
	Mujeres
	Varones
	Mujeres
	Varones
	Mujeres
	Esc
	I
	II
	III
	I
	II
	III
	I
	II
	I
	II
	I
	II
	III
	I
	II
	D1
	52
	
	39
	58
	
	29
	77
	
	76
	
	65
	
	-36
	80
	
	D2
	73
	
	
	87
	
	
	75
	22
	39
	90
	94
	
	
	84
	
	D3
	
	52
	
	
	67
	
	
	31
	
	
	
	
	59
	
	45
	D4
	44
	-47
	
	28
	-51
	
	57
	-25
	71
	
	32
	
	-49
	59
	
	D5
	53
	
	31
	67
	
	
	79
	
	79
	
	56
	25
	-40
	85
	
	D6
	
	
	58
	27
	
	58
	56
	-31
	63
	
	62
	25
	-25
	78
	
	D7
	76
	
	
	76
	
	
	64
	
	63
	
	84
	
	
	68
	
	Pa
	62
	
	
	58
	
	
	60
	
	58
	
	74
	
	
	46
	
	Pp
	
	51
	-29
	
	62
	-22
	-37
	44
	-39
	
	
	
	79
	-57
	
	Sc
	74
	
	
	69
	
	
	77
	
	82
	
	71
	
	
	55
	62
	As
	
	
	57
	
	
	60
	43
	-22
	52
	
	
	99
	
	66
	
	Ps
	75
	
	
	70
	
	
	76
	
	81
	
	55
	35
	
	79
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	
	%V
	28,2
	7,4
	9,1
	29,9
	10,1
	8,0
	39,2
	5,1
	39,8
	8,3
	35,1
	12,5
	13,7
	45,4
	8,6
Adolescentes
La primera dimensión en estos sujetos parece ser un factor general de Desajuste, fundamentalmente depresivo. Se asemeja al factor general de Depresión que indican los autores originales.
La segunda incluye esos aspectos positivos de la personalidad (mientras no sean excesivamente altos) que puedan ayudar a contrarrestar los tipos depresivos. En ambos sexos esta dimensión tiene una relación negativa con la anterior (-0.18 entre varones y 0.19 entre mujeres).
La tercera es fundamentalmente de tipo neurótico (sentimientos de culpabilidad-resentimiento, conductas obsesivo-compulsivas y psicasténicas y quejas hipocondríacas).Está bastante relacionada con el Desajuste o factor general depresivo (0,48 en ambos sexos).
Adultos
En ambos sexos, el factor más amplio es un Desajuste general que incluye en casi todas las escalas clínicas.
En los varones, el segundo tiene un sentido bipolar y correlaciona negativamente con el anterior (-0,19=; en su polo positivo apunta a esos aspectos favorecedores de una buena estructura de personalidad, y en el negativo a algunos aspectos psicóticos (Pa) y otros neuróticos (D6 y D4). Cuando el sujeto exagere estas características pueden haber alguna probabilidad de que surjan conductas autodestructivas (de tipo suicida).
Esta última característica (D2) es la que define como única saturación significativa el segundo factor entre las mujeres. A pesar de esta clara interpretación de la dimensión, hay que tomarla con cautela si se recuerda que la muestra de sujetos era poco numerosa (N = 123)
Grupos clínicos
Ambos sexos presentan una estructura diferente y de difícil interpretación conjunta. Dada la pequeña cuantía de las muestras (45 V y 69 M) y la heterogeneidad de las entidades nosológicas incluidas, únicamente se puede apuntar que el primer factor en ambos sexos alude a una dimensión general de Desajustes. Habrá que esperar a disponer de muestras mayores (y más específicas) para poder analizar la estructura factorial del CAQ en distintos grupos clínicos.
El autor ha estudiado esta estructura en muestras normales mediante el análisis factorial conjunto de las 16 escalas del 16PF y las 12 del CAQ. Independientemente de los factores propios del 16PF (en los que tienen pesos algunas de las escalas del CAQ), se han encontrado tres dimensiones de tipo más clínico: Depresión, Psicoticismo y Neuroticismo; las ecuaciones de regresión en decatipos que se proponen son:
	Dimensión
	Sexo
	Ecuación
	Depresión
	V+M
	0,27(D1+D2+D5) + 0,18 (D7 +Ps) – 0,09 (Q4)-0,44
	Psicoticismo
	V
	0,25 (D7+Ps) + 0,50 (Pa + Sc) – 0,12 (O) – 0,37 (D5) – 0,06
	Psicoticismo
	M
	0,18 (C+F+D7) + 0,35 (Sc + Ps) – 0.53 (D6) + 0,70 (Pa) – 2,26
	Neuroticismo
	V
	0,11(B + G) + 0,43 (O – E) + 0,21 (M – H – D1 – Pa) + 0,32 (Q4) + 4,84
	Neuroticismo
	M
	0,16 (L – Q2 – Q3 – D1) + 0,32 (M – E – N + O – D3 – Pa) + 0,48 (D6) + 8,14
La dimensión de Depresión es casi exclusivamente propia del CAQ, la de Psicoticismo incluye rasgos de ambos cuestionarios, y la de Neuroticismo se nutre fundamentalmente de rasgos del 16 PF (y alguna escala del CAQ, sobre todo en mujeres)
Con sujetos españoles (N = 698 de ambos sexos) y la Forma C del 16PF, Se ha realizado un análisis similar con solución MLFA y rotación oblicua; se definen cinco factores, pero no se ha llegado a la estructura observada en el autor. El primero recoge saturaciones de casi todas las escalas del CAQ y los cuatro restantes son claramente dimensiones encontradas en otras ocasiones con distintas Formas del 16PF.
a) La primera dimensión podría ser un DESAJUSTE GENERAL, de la personalidad; incluye un 25% de la varianza por el análisis y se podría estimar con la siguiente ecuación de regresión en decatipos:
Desajuste = 0,25 (Ps) + o,23 (D5) + 0,19 (D1 + D2) + 0,13 (Pa + Sc) + 0,09 (F + Q3) + 0,08 (D6 – Q4) + 0,07 (D3) + 0,06(D7) – 2,63
b) En la EXTRAVERSIÓN aparecen rasgos negativos del CAQ (D7- y D4-)
c) La INDEPENDENCIA recoge saturaciones de tipo psicótico (Pa, Pp y D3)
d) La SOCIALIZACIÓN tiene que ver con la falta de Depresión ansiosa (D4-)
e) La ANSIEDAD se define como un Neuroticismo de tipo obsesivo-compulsivo (As+ D6+) y alta inhibición (Pp).
3.7 Escala de validación (V) y distorsión motivacional
De todos es conocido que los cuestionarios, como instrumentos de medida, tienen sus limitaciones (entre ellas las de una fiabilidad-validez inferior a la de los clásicos tests de inteligencia). Entre las críticas relacionadas con el tema de este apartado se ha señalado que:
· Muchos sujetos pueden fácilmente falsificar sus respuestas, y a menudo lo hacen
· Las motivaciones de las personas pueden variar según las diferentes condiciones o situaciones en las que se aplican los cuestionarios
· Si se utilizan con una finalidad ocupacional ofrecen al sujeto incentivos para sobrevalorarse, y si la finalidad es clínico-terapéutica la persona puede exagerar sus desviaciones.
Cuando el CAQ se ha aplicado junto a otros instrumentos, una de las primeras comprobaciones a realizar será determinar si entre las distintas medidas hay una cierta congruencia. Si no fuera así, es plausible la existencia de una distorsión por parte del examinando.
Algunas de las Formas del 16PF permiten obtener una medida de la distorsión motivacional (la variable DM existe en las Formas A, C y D), y esta puntuación puede ser aplicable a contenido del CAQ cuando ambos instrumentos se han aplicado en la misma sesión.
En cualquier caso, el usuario del CAQ puede disponer de la escala V (Validación), construida sobre muestras españolas de la misma forma que se hizo originalmente con la escala F del MMPI.
Esta escala V contiene 9 elementos puntuados dicotómicamente (con 1 ó 0). Durante las fases de la adaptación se analizaron las respuestas de una muestra total de 1715 sujetos normales y se seleccionaron las alternativas más infrecuentes, de modo que en ninguna de las tres submuestras empleadas /783 adultos, 469 adolescentes varones y 463 adolescentes mujeres) se sobrepasa el 5% de respuestas sobre el total de las analizadas.
La selección natural total viene especificada en la tabla 9. Aplicada esta escala V a todos los sujetos de la muestra se obtuvieron los estadísticos básicos que recogen también la tabla 9. A partir de la distribución de frecuencias se decidieron los siguientes criterios de clasificación.
	PD Categoría
	0-3 Normal
4 Algo infrecuente
5-9 Infrecuente
Tabla 9. Elementos y alternativas de la escala de validación V con el % de respuesta (N = 1.715)
	Elementos
	Escalas
	Núm.
	1
	2
	32
	40
	42
	42
	56
	98
	134
	Media
	D.t.
	Alt.
	C
	C
	C
	A
	B
	C
	A
	A
	A
	------
	-----
	%
	2,6
	2,2
	1,8
	2,4
	4,4
	5,6
	4,3
	2,4
	2,9
	2,94
	1,04
Este sistema de clasificación tiene, aproximadamente, una capacidad discriminativa del 94%, es decir, existe un 6% de posibilidades de clasificar

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