DEFINICIÓN DE FORMULACIÓN

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DEFINICIÓN DE FORMULACIÓN
Formulación es el acto y la consecuencia de formular. Este verbo (formular), en tanto, alude a expresar una proposición, una denuncia u otro mensaje en términos precisos.
Si nos centramos en la química y en las matemáticas, formular supone representar una composición o una relación haciendo uso de símbolos o signos. Este proceso se denomina formulación.
Cómo se desarrolla una formulación
Para la formulación, se combinan los componentes en la estructura indicada por una fórmula. Tomemos el caso de la formulación química: en este marco, se representan los elementos de un compuesto indicando el número de átomos de una molécula o la proporción en que aparecen.
La fórmula química del agua, por ejemplo, es H2O. Este es el resultado de la formulación centrada en los átomos de cada molécula: las moléculas de agua albergan dos átomos de hidrógeno (H2) y un átomo de oxígeno (O).
El concepto en la farmacia
En el terreno de la farmacia, la formulación refiere a la combinación de diversas sustancias químicas para la producción de un medicamento. En ocasiones, la formulación también se vincula a la dosificación del producto.
La formulación farmacéutica supone investigar el fármaco para determinar si resulta estable y si es adecuado para los pacientes. En una etapa previa, se estudian los excipientes que tienen que utilizarse en combinación con el principio activo para optimizar los resultados.
La vía de administración farmacológica
De acuerdo a la vía de administración farmacológica, la formulación tiene diferentes características. Los medicamentos pueden llegar al paciente como cápsulas, tabletas, jarabes, gotas o geles, por mencionar algunas posibilidades. En cada alternativa se busca garantizar la efectividad y la seguridad.
El concepto de vía de administración está lejos de ser una mera propiedad o característica secundaria del fármaco, sino que se trata de uno de los puntos más importantes a estudiar antes de indicarlo a un paciente, para conseguir los mejores resultados y sobrellevar diferentes obstáculos, como ser la falta de movilidad o los problemas de deglución.
Formulación enteral o parenteral
En este marco debemos hablar de las formulaciones enterales y las parenterales, que se relacionan directamente con los dos tipos principales de nutrición: enteral, que se administra en el aparato digestivo, ya sea por la boca (vía oral) o directamente en el tracto gástrico (por sonda); parenteral, se administra por medio de una vena. Este último recurso sirve para los casos anómalos en los que haya problemas para usar la boca o bien el paciente necesite más energía de la que pueda adquirir mediante su alimentación normal.
Las formulaciones enterales son aquellas que suelen derivar en un medicamento en forma de cápsulas o tabletas. La sustancia activa, que por lo general llamamos fármaco, tiene que ser soluble en solución acuosa y deben tenerse en cuenta cuestiones como las dimensiones de la partícula y la forma cristalina, ya que estas están directamente vinculadas con la velocidad de la disolución. Nótese que una rápida no siempre conviene, porque pueden reducir la duración de los efectos o causar altos niveles de plasma en los primeros momentos.
La tableta, como se menciona anteriormente, es una de las formas en las que se administran los fármacos de formulación enteral. Sus características generales suelen ser las siguientes: la sustancia activa se encuentra en un porcentaje que va desde el 5 hasta el 10; alrededor del 80 por ciento se destina a desintegrantes, rellenos, deslizantes, aglutinantes y lubricantes; el porcentaje restante, que ronda el 10, se destina a garantizar la desagregación, la disolución y la desintegración el producto en el organismo.
Con respecto a las parenterales, también se conocen como formulaciones inyectables y se administran de forma intraarticular, intramuscular, intravenosa o subcutánea. El almacenamiento del fármaco, en este caso, se hace en forma inestable o líquida, cuidando la temperatura ambiental.