Logo Studenta

La cosecha imperfecta

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

2/11/23, 17:18 La cosecha imperfecta
https://w w w.churchof jesuschrist.org/study/general-conference/2023/04/54stanf ill?lang=spa 1/4
La cosecha imperfecta
Por el élder Vern P. Stan�ll
De los Setenta
El Salvador está dispuesto a aceptar nuestras humildes ofrendas y a perfeccionarlas mediante Su
gracia. Con Cristo no hay cosecha imperfecta.
De niño aprendí a amar los cambios drásticos de las estaciones del año en el suroeste de Montana,
donde me crie. Mi estación favorita era el otoño: la época de la cosecha. Nuestra familia esperaba y
oraba para que los meses de arduo trabajo fueran recompensados con una cosecha abundante. Mis
padres se preocupaban por el clima, la salud de los animales y los cultivos, y muchas otras cosas
sobre las que tenían poco control.
Al crecer me fui dando cuenta cada vez más de la importancia de estas cosas, pues nuestra
subsistencia dependía de la cosecha. Mi padre me enseñó sobre el equipo que usábamos para
cosechar el cereal. Yo lo observaba cuando llevaba la maquinaria al campo, cortaba una pequeña
franja de cereal y luego veri�caba detrás de la cosechadora para asegurarse de que la mayor parte
del grano había caído en el depósito y no hubiera sido arrojado afuera con los desechos. Repetía
este ejercicio varias veces, ajustando la máquina cada vez. Yo corría a la par, rebuscaba entre los
desechos con él y hacía de cuenta que sabía lo que hacía.
Luego de que él estuviera satisfecho con los ajustes a la máquina, yo encontraba algunos granos
entre los desechos sobre el suelo y se los mostraba con una mirada crítica. Nunca olvidaré lo que mi
padre me dijo: “Está bastante bien, y es lo mejor que puede hacer esta máquina”. Sin estar
realmente satisfecho con su explicación, yo re�exionaba sobre las imperfecciones de la cosecha.
Poco tiempo después, cuando el clima se volvía frío por las tardes, veía a miles de cisnes, gansos y
patos migrantes que descendían sobre los campos para alimentarse en su largo viaje hacia el sur y se
comían el cereal sobrante de nuestra cosecha imperfecta. Dios la había hecho perfecta y ningún
grano se perdía.
En nuestro mundo, y aun en la cultura de la Iglesia, siempre está la tentación de obsesionarse con
la perfección. Las redes sociales, las expectativas poco realistas, y a menudo nuestra propia
autocrítica, crean sentimientos de insu�ciencia, de que no somos lo bastante buenos y que nunca lo
seremos. Algunos incluso malinterpretan la invitación del Salvador: “Sed, pues, vosotros
perfectos”1.
Recuerden que el perfeccionismo no es lo mismo que ser perfeccionados en Cristo2 . El
perfeccionismo requiere un nivel imposible y autoimpuesto por el que se nos compara con los
demás. Esto genera sentimientos de culpa y ansiedad, y puede hacer que queramos rendirnos y
aislarnos.
https://twitter.com/intent/tweet?text=La%20cosecha%20imperfecta&url=https%3A%2F%2Fwww.churchofjesuschrist.org%2Fstudy%2Fgeneral-conference%2F2023%2F04%2F54stanfill%3Flang%3Dspa
https://www.facebook.com/sharer/sharer.php?u=https%3A%2F%2Fwww.churchofjesuschrist.org%2Fstudy%2Fgeneral-conference%2F2023%2F04%2F54stanfill%3Flang%3Dspa
https://wa.me/?text=La%20cosecha%20imperfecta%20-%20https%3A%2F%2Fwww.churchofjesuschrist.org%2Fstudy%2Fgeneral-conference%2F2023%2F04%2F54stanfill%3Flang%3Dspa
mailto:?body=https%3A%2F%2Fwww.churchofjesuschrist.org%2Fstudy%2Fgeneral-conference%2F2023%2F04%2F54stanfill%3Flang%3Dspa&subject=La%20cosecha%20imperfecta
2/11/23, 17:18 La cosecha imperfecta
https://w w w.churchof jesuschrist.org/study/general-conference/2023/04/54stanf ill?lang=spa 2/4
Ser perfeccionados en Cristo es otra cuestión; es el proceso, guiado amorosamente por el Espíritu
Santo, de llegar a ser más como el Salvador. El nivel lo establece un Padre Celestial amoroso y
omnisciente, y está de�nido con claridad en los convenios que se nos invita a recibir. Nos libera de
las cargas de los sentimientos de culpa e insu�ciencia, y siempre hace hincapié en quiénes somos a
los ojos de Dios. Mientras este proceso nos eleva y nos impulsa a ser mejores, se nos valora por
nuestra devoción personal a Dios, la cual manifestamos en nuestros esfuerzos por seguirlo con fe.
Al aceptar la invitación del Salvador de venir a Él, enseguida nos damos cuenta de que hacer lo
mejor que podamos es su�ciente, y que la gracia de un Salvador amoroso cubrirá la diferencia
como no podemos ni imaginar.
Podemos ver este principio en acción cuando el Salvador alimentó a los cinco mil.
“Y cuando alzó Jesús los ojos y vio que había venido a él una gran multitud, dijo a Felipe: ¿De
dónde compraremos pan para que coman estos? […].
“Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno de ellos tome
un poco.
“Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
“Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es esto para
tantos?”3.
¿Alguna vez se preguntaron cómo se habrá sentido el Salvador con este muchacho, quien con la fe
de un niño ofreció lo que debería haber sabido que era terriblemente insu�ciente para la tarea
encomendada?
“Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los discípulos, y los
discípulos a los que estaban recostados; asimismo repartió de los pescados, cuanto querían.
“Y cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged lo que ha quedado, para que no se pierda
nada”4.
El Salvador perfeccionó la humilde ofrenda.
Poco después de esta experiencia, Jesús envió a Sus discípulos por delante en una barca. Estos
pronto se encontraron en un mar tormentoso en medio de la noche, y tuvieron miedo cuando
vieron una �gura fantasmal caminando hacia ellos sobre el agua.
“Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo! ¡Yo soy, no tengáis miedo!
“Entonces le respondió Pedro y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
“Y él dijo: Ven. Y descendió Pedro de la barca y anduvo sobre las aguas para ir a Jesús.
“Mas al ver el viento fuerte, tuvo miedo y, comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor,
sálvame!
“Y al momento Jesús, extendiendo la mano, le sujetó y le dijo: ¡Oh hombre de poca fe! ¿Por qué
dudaste?”5.
Hermanos y hermanas, tal vez ese no fuera el �nal de la conversación. Creo que cuando Pedro y el
Salvador caminaban de vuelta al barco codo con codo, con Pedro totalmente empapado y quizás
2/11/23, 17:18 La cosecha imperfecta
https://w w w.churchof jesuschrist.org/study/general-conference/2023/04/54stanf ill?lang=spa 3/4
sintiéndose muy insensato, el Salvador pudo haber dicho algo como: “Oh, Pedro, no temas ni te
preocupes. Si pudieras verte como yo te veo, tus dudas desaparecerían y tu fe aumentaría. Te amo,
querido Pedro; saliste del barco. Tu ofrenda es aceptable, y aunque �aqueaste, yo siempre estaré allí
para levantarte desde las profundidades y tu ofrenda será hecha perfecta”.
El élder Dieter F. Uchtdorf enseñó:
“Creo que el Salvador Jesucristo querría que vieran, sintieran y supieran que Él es su fortaleza; que
con la ayuda de Él, no hay límites en lo que pueden lograr; que el potencial de ustedes es ilimitado.
Querría que se vieran a sí mismos como Él los ve, lo cual es muy diferente del modo en que el
mundo los ve […].
“Él da fuerzas al cansado y multiplica la fortaleza de quien se siente sin fuerzas”6.
Debemos recordar que sea cual fuere nuestra mejor, aunque imperfecta, ofrenda, el Salvador puede
hacerla perfecta. Sin importar cuán insigni�cantes puedan parecer nuestros esfuerzos, nunca
debemos subestimar el poder del Salvador. Una sencilla palabra amable, una breve pero sincera
visita de ministración o una lección de la Primaria enseñada con amor pueden, con la ayuda del
Señor, brindar consuelo, ablandar corazones y cambiar vidas eternas. Nuestros torpes esfuerzos
pueden conducir a milagros y, en el proceso, podemos participar de una cosecha perfecta.
A menudo nos hallamos en situaciones exigentes. Puede que no nos sintamos capaces de hacer la
tarea. Tal vez miremos a aquellos con quienesservimos y sintamos que nunca estaremos a la altura.
Hermanos y hermanas, si se sienten así, miren a los extraordinarios hombres y mujeres que hay
detrás de mí, junto a quienes presto servicio.
Los entiendo a ustedes a la perfección.
Sin embargo, he aprendido que, tal como el perfeccionismo no es lo mismo que el ser
perfeccionados en Cristo, la autocomparación no es lo mismo que la emulación. Compararnos con
los demás solo puede arrojar dos resultados: o nos veremos mejores que ellos y los juzgaremos y
criticaremos, o nos veremos inferiores y nos sentiremos ansiosos, desanimados y autocríticos.
Compararnos con los demás casi nunca es productivo, no es edi�cante, y en ocasiones es
absolutamente deprimente. De hecho, esas comparaciones pueden ser espiritualmente destructivas e
impedirnos recibir la ayuda espiritual que necesitamos. En cambio, emular a quienes respetamos y
que demuestran tener atributos semejantes a los de Cristo puede ser instructivo y edi�cante, y puede
ayudarnos a ser mejores discípulos de Jesucristo.
Al emular al Padre, el Salvador nos dio un modelo a seguir. Él corrigió a Su discípulo, Felipe,
diciendo: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?”7.
Y luego, enseñó: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago él también
las hará”8.
Sin importar cuán insigni�cantes parezcan nuestros esfuerzos, si somos sinceros, el Salvador nos
usará para llevar a cabo Su obra. Si tan solo hacemos lo mejor que podamos y con�amos en Él
para cubrir la diferencia, podremos llegar a ser parte de los milagros que nos rodean.
El élder Dale G. Renlund dijo: “No necesitamos que sean perfectos, pero los necesitamos, porque
todo el que esté deseoso puede hacer algo”9.
2/11/23, 17:18 La cosecha imperfecta
https://w w w.churchof jesuschrist.org/study/general-conference/2023/04/54stanf ill?lang=spa 4/4
Y, como nos enseña el presidente Russell M. Nelson: “El Señor ama el esfuerzo”10.
El Salvador está dispuesto a aceptar nuestras humildes ofrendas y a perfeccionarlas mediante Su
gracia. Con Cristo no hay cosecha imperfecta. Debemos tener el valor de creer que Su gracia es
para nosotros: que Él nos ayudará, nos rescatará de las profundidades cuando �aqueemos y
perfeccionará nuestros esfuerzos imperfectos.
En la parábola del sembrador, el Salvador describe las semillas que se plantan en buena tierra.
Algunas producirán por cien, otras por sesenta, otras por treinta; todas son parte de Su cosecha
perfecta11.
El profeta Moroni invitó a todos: “Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él […], y si os abstenéis
de toda impiedad, y amáis a Dios con todo vuestro poder, mente y fuerza, entonces su gracia os es
su�ciente, para que por su gracia seáis perfectos en Cristo”12 .
Hermanos y hermanas, testi�co de Cristo, quien tiene el poder de perfeccionar aun la ofrenda más
humilde. Hagamos lo mejor posible, traigamos lo que podamos y, con fe, presentemos nuestra
ofrenda imperfecta a Sus pies. En el nombre de Él, quien es el Maestro de la cosecha perfecta, aun
Jesucristo. Amén.
Notas
1. Mateo 5:48.
2. Véase Moroni 10:32.
3. Juan 6:5, 7–9.
4. Juan 6:11–12.
5. Mateo 14:27–31.
6. Dieter F. Uchtdorf, “Jesucristo es la fortaleza de la juventud”, Liahona, noviembre de
2022, págs. 9, 10.
7. Juan 14:9.
8. Juan 14:12.
9. Dale G. Renlund, en Aubrey Eyre, “Elder Renlund Visits Caribbean Saints Preparing to
Withstand ‘Seismic Hits of Life’”, Church News, 4 de marzo de 2020,
ChurchofJesusChrist.org.
10. véase Russell M. Nelson, en Joy D. Jones, “Un llamamiento especialmente noble”,
Liahona, mayo de 2020, pág. 16.
11. Véase Mateo 13:1–23.
12. Moroni 10:32.
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/matt/5.48?lang=spa#p48
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/bofm/moro/10.32?lang=spa#p32
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/john/6.5,7-9?lang=spa#p5
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/john/6.11-12?lang=spa#p11
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/matt/14.27-31?lang=spa#p27
https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2022/10/12uchtdorf?lang=spa&para=11#p11
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/john/14.9?lang=spa#p9
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/john/14.12?lang=spa#p12
https://www.churchofjesuschrist.org/church/news/elder-renlund-visits-caribbean-saints-preparing-to-withstand-seismic-hits-of-life
https://www.churchofjesuschrist.org/church/news/elder-renlund-visits-caribbean-saints-preparing-to-withstand-seismic-hits-of-life
https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2020/04/14jones?lang=spa&para=28#p28
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/nt/matt/13.1-23?lang=spa#p1
https://www.churchofjesuschrist.org/study/scriptures/bofm/moro/10.32?lang=spa#p32

Continuar navegando