Logo Studenta

VIVENCIAS DE UN LLAMADO INT

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

VIVENCIAS DEVIVENCIAS DE
UN LLAMADOUN LLAMADO
Conmemorando 45 Aniversarios de Ministerio del 
Pastor Bernardo Mejía
BERNARDO MEJÍA
 
 
Edición: 2020 
Publicaciones Refugio 
Calle Rondón. Edi icio Templo de Refugio, Puerto Cabello, 
Edo. Carabobo. Venezuela. Tlf 58-242-361-0011 
ministeriosrefugiovenezuela@gmail.com 
ISBN: 978-9945-09-572-2
Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la revisión 
Reina-Valera 1960 
Sociedades Bíblicas Unidas. Todos los Derechos Reservados. 
 
Impreso en Colombia. 
Categoría: Liderazgo Espiritual. 
TABLA DE CONTENIDO
 
DEDICATORIA .................................................................
AGRADECIMIENTOS ................................................................
PRÓLOGO ................................................................................
PREFACIO ................................................................................
INTRODUCCIÓN ..........................................................................
CAPÍTULO I: 
 DEL LLAMADO ..................................................
CAPÍTULO II: 
 BREVE BIOGRAFIA ..................................................
CAPÍTULO III: 
 PRINCIPIO DEL LLAMADO ...................................
CAPÍTULO IV: 
 LOS PRIMEROS PASOS DEL LLAMADO .......
CAPÍTULO V: 
 MI LLAMADO AL EXTRANJERO .....................
CAPÍTULO VI: 
 MI LLAMADO A COLOMBIA – SURAMERICA
CAPÍTULO VII: 
 MI LLAMADO A HAITI ....................................
5
7
9
11
13
15
25
31
33
41
43
49
CAPÍTULO VIII: 
 MI LLAMADO A PUERTO RICO .....................
CAPÍTULO IX: 
 MI LLAMADO A VENEZUELA .....................
CAPÍTULO X: 
 AVIVAMIENTO EN PUERTO CABELLO .......
CAPÍTULO XI: 
 SIN COMPAÑÍA MINISTERIAL .....................
CAPÍTULO XII: 
 DE NUEVO AL CENTRO DE PUERTO CABELLO
CAPÍTULO XIII: .................................................................
 DE LAS CONEXIONES DIVINAS EN LOS 
 ÚLTIMOS AÑOS ...................................................
CAPÍTULO XIV: 
 VENEZUELA AYER Y HOY ....................................
RESEÑA PARA LAS FOTOS ..................................................
53
57
63
73
83
91
111
117
5
DEDICATORIA
A mi Dios, quien me tuvo por iel cuando me llamó a Su 
servicio en esta tierra, porque en el devenir de mi existencia 
y a través de todos estos años me ha demostrado Su in inita 
bondad, Su misericordia y Su idelidad y por sostenerme en 
Su camino, guardarme del mal y utilizarme en Su labor, a Él 
sea siempre la gloria y la honra. 
Todo lo que soy y todo lo que tengo se lo debo a Él, mi vida 
entera, mi familia todo lo dedico a Él y el resto de mis años 
que pueda estar en esta tierra, siempre y eternamente estaré 
agradecido de mi Dios.
Filipenses 3:14 14 prosigo a la meta, al premio del supremo 
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Le amo con todo mi corazón...
7
Primeramente deseo agradecer al Señor Jesucristo por 
haber salvado mi alma y llamarme a su Santo Servicio, 
también a mi esposa Irrosmada y mi hijo Eliezer por 
animarme con la escritura del libro. A mi hermana en la fe y 
consuegra Eddye Ostia de Gener en la corrección del texto, y 
también a aquellos personas que oraron por mí, para que el 
Señor me fortaleciera y capacitara para escribir todas estas 
vivencias.
A mi sobrina Radhaisis Román, por decirme en una 
oportunidad que me animara a escribir un libro y aunque mi 
respuesta fue “ya existen muchos libros”, ella muy sonriente 
me dijo: “Si tío, tienes razón, pero siempre es bueno leer algo 
nuevo”, reconozco que mi sobrina es una dedicada lectora, lo 
cual es complemento de su labor como Docente de Escuela 
Primaria en la ciudad de New York.
Agradezco haber escuchado dos cosas. La primera: “El que 
deja de leer, deja de crecer”, la segunda fue a través de una 
entrevista que le hizo un famoso odontólogo colombiano, 
Marlon Becerra a un destacado escritor de nombre Mario 
Mendoza, donde este último hace mención de que: “El que lee 
vive mucho”. Destaca que en las nuevas medidas de la ONU se 
habla que una persona con mucho dinero no necesariamente 
es una persona rica y lo que leemos es patrimonio inmaterial 
re iriéndose a lo que tenemos en la mente, lo que hemos 
leído, lo que conocemos.
Sigue diciendo en su valioso comentario que existen personas 
con muchas riquezas materiales, y en relación a dichas 
AGRADECIMIENTOS
8
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
medidas, son indigentes, no tienen repercusión, no signi ican 
nada, ya no es importante el camino de hacer dinero, de 
escalar socialmente. Aconseja a las nuevas generaciones 
que se vistan de cualquier manera, que compren cualquier 
celular, que anden a pie, pero, que tengan cuidado con lo que 
tienen dentro, porque esas son las nuevas riquezas y que un 
país encaminado en esa línea sería un país diferente. Este 
escritor parece coincidir con lo dicho por el sabio Salomón en 
Proverbios 16:16 “mejor es la sabiduría y la inteligencia 
que el oro y la plata”.
También agradezco a mi hijo en la fe, Arnoldo Viloria, quien 
tuvo a bien transcribir estos textos, y a tantas personas que se 
me han acercado preguntándome como empezó mi llamado, 
este fue otro de los motivos que me animaron a escribir esta 
semblanza de mi vida, así podrán conocer más acerca de 
tantas experiencias durante estos 45 años de arduo trabajo 
en el Camino.
9
Vivencias de un Llamado es una obra elaborada no por el 
mero arte de la escritura o la inspiración de una imaginación, 
sino que cada línea relata la historia de un hombre de Dios, 
que a temprana edad, recibió un llamado para cumplir una 
misión. Fue una fe sencilla y una con ianza en la cual ese 
llamado era la voluntad expresa de Dios para su vida. El 
autor se lanzó como a una aventura para ir descubriendo 
que Dios tenía un plan bien trazado, y poco a poco lo fue 
comprendiendo a medida que avanza en su experiencia de 
fe. 
Todas las situaciones aquí narradas, mani iestan la 
obediencia de un hombre que le ha creído a Dios, y por otro 
lado, la manifestación de un Dios bueno y misericordioso 
que tiene cuidado de aquellos que se atreven a creerle y 
responden a Su llamado. 
Conozco al Pastor Bernardo Mejía, hemos trabajado juntos 
por más de 30 años. En muchas de las vivencias narradas 
en este libro, he sido testigo y me consta personalmente la 
veracidad de las mismas, más aún de la idelidad y obediencia 
a su llamado. 
Sé que muchos, al leer este libro, al igual que yo, se 
trasladarán al pasado a revivir unas experiencias que nunca 
vamos a olvidar, otros podrán tener una presentación clara 
de lo que se vive en un llamado de Dios. De seguro les hará 
comprender que el llamado es una acto de la Gracia y la 
Misericordia de Dios y está esbozado dentro de un plan bien 
PRÓLOGO
10
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
estructurado y delineado por Él para un tiempo especí ico, 
lugares especí icos y con gente especí ica. 
A todos aquellos hombres y mujeres que han respondido 
al llamado de Dios para sus vidas, a los que lo recibieron 
pero por alguna razón no han respondido al mismo, y a los 
que serán llamados para servir en cualquier área del Santo 
Ministerio del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, les 
recomiendo la lectura amena y sincera de “Vivencias de un 
Llamado”. 
 
Manuel Torres González 
Presidente Internacional 
Ministerios Cristianos Arca Evangélica 
 
11
 La Biblia nos habla acerca de las misiones como un servicio 
a Dios. Declarar el Evangelio a las Naciones es y será siempre 
la obra esencial del culto cristiano. La creación misma anhela 
escuchar el Evangelio hablado. Las Naciones están tan 
perdidas que ni siquiera pueden ver su precario estado de 
orfandad de Dios, es por ello que necesitan profundamente 
el trabajo misionero para llevarles el Evangelio, darles 
esperanza y darles el mensaje de Cristo para que nuestro 
Señor pueda obrar en los corazones de la humanidad. 
De una forma sincera y detallada, el apóstol Bernardo Mejía 
nos relata su historia, una vida dedicada al servicio del Señor. 
Con sus palabrasnos muestra como Dios ha guiado cada uno 
de sus pasos y cómo le ha usado para llevar el Evangelio a las 
Naciones. Su experiencia nos revela que ser misionero no es 
un proyecto de vanidad, sino que requiere de trabajo arduo 
y una constante fe y esperanza en Dios. Este ministerio es 
la joya de la corona del culto cristiano, el tipo de servicio 
en el que David se regocija, que Cristo ordena y por el cual 
el apóstol Pablo trabajó sin cesar: “Porque os acordáis, 
hermanos, de nuestro trabajo y fatiga, trabajamos día y 
noche, que tal vez no seamos una carga para ninguno de 
ustedes mientras les anunciamos el Evangelio de Dios”. 1a 
Tesalonicenses 2:9. 
Una y otra vez el apóstol nos llama a la oración y a la continua 
unidad entre los miembros del ministerio. Dios aparta a 
los misioneros de una manera única y providencial, un 
“llamado” especial. Si el Evangelio es el corazón de la Iglesia, 
PREFACIO 
12
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
que mantiene la sangre vital luyendo hacia sus miembros, 
entonces los misioneros son el sistema vascular que lleva 
esa sangre vital a cada persona que habita este agitado 
mundo. Un corazón palpitante no signi ica nada sin el resto 
del sistema vascular. “¿Cómo pues, invocarán en quien no 
han creído, y cómo oirán sin haber quien les predique? 
Romanos 10:14 
Afortunadamente, en cualquier cosa que Dios nos llame 
a hacer, Él proporciona los medios para cumplir con el 
compromiso. Así como llama a los misioneros, les habla a 
todos a lo largo de las Escrituras. En este libro, el objetivo 
del apóstol Bernardo Mejía es demostrar la idelidad de 
Dios en cada paso de su ministerio, así como también servir 
de inspiración para aquellos obreros del Evangelio que 
necesiten aliento y fortaleza. 
Radha Isis Román es maestra de profesión
13
 Dios tiene un llamado, un plan y un propósito individual en 
cada hombre a quien llama a Su servicio. Es muy importante 
procurar conocerlo de manera explícita para que no quede 
duda de nuestro llamado una vez que estemos seguros para 
qué nos escogió el Arquitecto y Maestro de la Obra. Debemos 
seguir Sus planes sin desviarnos ni a la derecha, ni a la 
izquierda para hacer Su perfecta voluntad. 
Cuando dejamos que la fuerza y el Poder de Dios actúen 
en todo y de manera especial en lo concerniente a la Obra 
de Dios, los resultados serán gloriosos y fructíferos. En la 
Biblia, la Palabra de Dios, vemos muchos ejemplos que nos 
dan enseñanzas, Jacob usó su astucia y el resultado fue 
sufrir muchas a licciones; sólo cuando el Ángel del Señor 
descoyuntó su muslo y lo dejó sin fuerzas fue que recibió la 
mayor bendición del Señor. Mientras luchamos con nuestras 
fuerzas y no damos lugar a Su poder, no tendremos éxito. 
Moisés en sus fuerzas cometió muchos errores, mató al 
egipcio, enojado golpeó la peña, arrojó las Tablas de la Ley al 
ver la idolatría en el pueblo, pero cuando se dispuso a dejar 
que Dios actuara, encontró una bella promesa en Éxodo 
33:14 -”Mi presencia irá contigo y te daré descanso”- Así 
que no somos nosotros, sino que es la Presencia, el Poder de 
Dios el que hace la obra. 
Qué hermoso es escuchar el cántico de Ana en 1a de Samuel 
2:9-”Nadie será fuerte por su propia fuerza”- Muchos 
tuvieron que ser quebrantados antes de ser usados por 
INTRODUCCIÓN 
14
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Dios y los que no tuvieron esa experiencia fracasaron, tal 
como sucedió a Sansón. Es di ícil tener fuerza y capacidad 
intelectual y no usarla para depender de la fe. En ese punto 
es cuando llega el fracaso. Como Jacob usamos la astucia 
para lograr nuestros objetivos, vamos, venimos, ponemos, 
quitamos sin contar ni consultar con Dios para saber si el 
Señor aprueba nuestros planes. No descansamos porque 
creemos que sin nosotros la obra no prospera, pero nos 
enfermamos o peor aún, morimos antes de tiempo por no 
con iar en que la obra la hace es Dios. 
Muchos de los programas y actividades que hacemos en 
la Iglesia parecen ser buenos y hasta excelentes, pero si 
no contamos con la aprobación de Dios no obtendremos 
los resultados que esperamos. Dios tiene un tiempo para 
cada cosa, sólo Él sabe cuándo los corazones están listos 
para recibir una visión para cualquier actividad, sabemos 
que las cosas no funcionan de igual manera en todo lugar 
debido a las diferentes culturas que existen: de igual manera 
en lo espiritual hay actividades distintas, gobernantes, 
principados, potestades que operan en una región más que 
en otras. He visto sitios donde las personas son más unidas, 
colaboradoras, esforzadas a involucrarse en actividades, en 
otros la gente vive en su centro de confort, son perezosos, no 
participan, son inactivos. Es por ello que si no buscamos la 
perfecta dirección divina en nuestro llamado, no tendremos 
éxitos, Él sabe cuál es el mejor método, el mejor tiempo, sabe 
cuándo la mies está madura y así tu único esfuerzo tiene que 
ser orar, buscar la inspiración y guía del Espíritu Santo. 
Para algunos esto es más di ícil, pre ieren leer un libro que 
les de ciertas ideas para llevarlas a cabo, pero descuidan el 
orar o buscar la revelación divina. Es por ello que vemos 
tan poco avance en algunos ministerios, es posible que 
esa sea la causa que provoca tantos fracasos. Si ponemos 
nuestros planes en las amorosas manos de nuestro Padre 
Celestial, el éxito estará asegurado, en cualquier cosa que 
nos propongamos debe estar la guía de su Santo Espíritu que 
nos llevará a lugares y posiciones jamás soñadas. 
15
Dice en el libro de Hebreos capítulo 3 versículos del 
1 al 5 dice: “Por tanto, hermanos santos, participantes 
del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo 
sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es ϔiel 
al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda 
la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés 
es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la 
casa el que la hizo. Y Moisés a la verdad fue ϔiel en toda la 
casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba 
a decir”
Algunas cosas que debemos tener en cuenta en cuanto al 
llamado, algunos hoy en día lo ven como una profesión y no 
como una vocación de servicio sin importar los sacri icios 
que hay que enfrentar, peor aún es tener un llamado y no 
saber exactamente a qué te llamo Dios, y luego pasarse la 
vida improvisando cosas y dejando de hacer otras porque 
no encontramos el éxito. Algunos han pensado que les falta 
en su llamado la imposición de manos de otro ministro 
acompañado de una palabra de prosperidad. 
He conocido a muchos cristianos que han estado sirviendo 
en la obra de Dios, pero creen que no son exitosos y hacen 
esfuerzos inancieros para viajar a países donde algún líder 
está viviendo un avivamiento en su ministerio, pensando que 
para obtener lo mismo, basta con ir y procurar que “les caiga” 
un poquito de la Unción y Avivamiento. Lo único que puedo 
hacer es lamentar que muchos de ellos no sólo perdieron 
su dinero sino también su tiempo, algunos ya están en la 
CAPÍTULO I
DEL LLAMADO
16
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
presencia del Señor pero nunca obtuvieron lo que deseaban, 
otros que aún viven están en la misma condición o peor.
¿Qué podemos pensar acerca de eso? ¿Tal vez no fueron 
llamados realmente por Dios? ¿No entendieron la tarea para 
lo cual Dios los llamó? ¿No conocieron su tiempo?
Pudiéramos pensar muchas cosas, pero la verdad es que 
en este tiempo, el ministerio de los llamados está siendo 
muy afectado por las competencias, todos queremos ser el 
mejor, el más grande, el de la congregación más numerosa, 
el más famoso, han tergiversado el término de “cabeza y no 
cola”, pero se han olvidado que el mayor servirá al menor; 
en esa competencia perdemos el tiempo y en vez de buscar 
la perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas y llamados, 
nos pasamos el tiempo compitiendo e imitando a otros.
También debemos recordar que el llamado no es algo que 
nosotros escogemos, debe ser por la perfecta voluntad de Dios 
como dice Hebreos 5:4 “4 Y nadietoma para sí esta honra, 
sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón”, siendo 
así, antes de lanzarnos a un ministerio deberíamos estar muy 
seguros que Dios nos llamó y saber bien a qué nos llamó, 
cuáles son nuestras limitaciones para no extralimitarnos 
y traer fracaso al llamado. No todos fuimos llamados para 
predicarle a las multitudes en los estadios, ni todos fuimos 
llamados para ser pastores de 10 mil miembros, ni para 
administrar grandes sumas de dinero pero, perdemos el 
tiempo mirando a aquellos que han alcanzado ésto, porque 
así lo quiso Dios y no nos ocupamos en el llamado personal e 
individual que nos hizo Dios.
Oremos y bendigamos a aquellos que se mueven en 
ministerios de mayor responsabilidad que el nuestro, y no 
compitamos ni tengamos envidias, ya que el llamado también 
es santo como lo dice 2da de Timoteo 1:9 “quien nos salvó 
y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras 
obras, sino según el propósito Suyo y la Gracia que nos fue 
dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,”. 
DEL LLAMADO
17
Pudiera decir muchas cosas en cuanto al tema pero sólo 
quiero recordarles a mis amados consiervos que Dios nos 
hizo un llamado, y aunque no soy escritor, algo parecido dijo 
el profeta Amós en su libro, en el capítulo 7:14 “Entonces 
respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni 
soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos 
silvestres”. Sólo he querido compartir este sentir desde lo 
más profundo de mi corazón, con el in de bendecir y ayudar 
a otros con las vivencias que he tenido en este tiempo de 
ministerio, le oro al Señor que cada hombre y mujer llamado 
al ministerio pueda encontrar el verdadero propósito de Dios 
para su vida, no haciendo sus propios planes y ejecuciones 
fuera de Su Voluntad.
Soy un seguidor de las enseñanzas de Kenneth E. Hagin y 
tengo unos amigos misioneros que saben cuánto me agradan 
sus libros, ellos son Gary quien es de Estados Unidos y su 
esposa Elena oriunda de Costa Rica, hace unos años me 
hicieron llegar uno de sus libros llamado “Planes, Propósitos 
y Ejecuciones”, Hagin hace mención entre sus párrafos que 
muchos líderes habían fracasado o habían muerto a temprana 
edad teniendo un llamado de Dios porque siguieron sus 
propios planes en el llamado y no siguieron los planes de 
Dios. La pregunta más grande que él hace es la siguiente 
¿Qué van a decir cuando estén delante de Jesucristo?, cuando 
el Señor les pregunte “¿seguiste mis planes para tu vida o 
seguiste tus propios planes?”.
También Hagin nos dice que el próximo derramamiento 
espiritual que Dios quiere traer sobre la tierra, requerirá que 
el hombre haga un lado sus planes, propósitos y maneras de 
ejecutarlos, y que practique la verdadera adoración a Dios; 
personalmente me agradó mucho este libro y no me canso 
de leerlo, he aprendido acerca del cambio en el orden de la 
adoración. 
También he aprendido en este libro acerca de la llave para la 
presencia y el poder de Dios, las demostraciones del Espíritu 
Santo y la adoración verdadera del Nuevo Testamento. 
18
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Hombres como Kenneth E. Hagin que tuvieron 70 años de 
ministerio en la tierra, Billy Graham, Morris Cerullo, Bill 
Hamon, entre otros, que por haber entendido su llamado 
e hicieron exactamente como Dios les ordenó, han podido 
vivir muchos años de éxito ministerial.
Lo que digo a continuación lo hago con temor y temblor, 
nunca en la historia de la Iglesia se había oído que algún 
pastor se haya quitado la vida por estar bajo presión o 
depresión, solo se menciona un caso en la Biblia, y es el 
de Judas, yo sé que la batalla con las tinieblas no es fácil, 
algunos profetas del Antiguo Testamento también sintieron 
la presión del enemigo a tal punto que desearon morirse 
como es el caso de Jeremías y Elías, pero no atentaron contra 
sus vidas; lastimosamente en los primeros 15 años que van 
de este siglo XXI, comenzamos a escuchar casos consecutivos 
de hombres y mujeres que estando activos en el servicio del 
ministerio, atentaron contra sus vidas, siendo los primeros 
casos en Brasil, Estados Unidos, República Dominicana y 
unos de los últimos casos en Venezuela. Estas son noticias 
que no solo causan dolor sino también preocupación.
Otros ministros por endeudarse y no poder pagar, se 
enfermaron de tanta preocupación acumulada, al inal 
fallecieron por tal causa. Casos recientes sucedieron en 
Puerto Rico, muchos pastores se endeudaron para hacer 
agrandar sus iglesias y después hubo una crisis económica 
donde muchas personas perdieron sus empleos, muchos 
creyentes comprometidos con sus diezmos y ofrendas 
empezaron a emigrar dejando muchos de esos locales vacíos, 
seguido de ello pasó el huracán María en el 2017 y devastó 
la isla, más personas abandonaron el país, y entre ellos gente 
de negocios que sostenían muchos ministerios.
Luego de estos acontecimientos, estas personas ya no estaban 
en sus congregaciones ni aportaban inancieramente. ¿Qué 
cree usted que paso con muchos de estos locales? Tuvieron 
que ser entregados a los bancos, ¿Cómo se sintieron estos 
pastores? Tal vez defraudados. Ahora nos hacemos la 
DEL LLAMADO
19
pregunta: ¿Los envió Dios o lo hicieron para complacer sus 
deseos personales? No lo sabremos, pero lo que si sabemos, 
es que duele ver a nuestros consiervos en situaciones 
embarazosas y traumáticas. 
Cuando pensé en la portada de este libro, imaginé que los 
hombres y mujeres llamados por Dios debemos vivir de 
rodillas, en cuanto a orar en todo tiempo como manda la 
Palabra del Señor, teniendo simbólicamente en las manos 
una piedra dando a entender que debemos aportar en la 
edi icación del templo, el cuerpo de Cristo. 
Si cada uno de nosotros, ora y recibe con irmación de 
Dios para hacer exactamente lo que Él nos llamó a hacer 
y no a competir con la labor de otros consiervos, sin darle 
importancia a que mi labor parezca más pequeña, lo que 
debe importar es lo que le agrade a Dios.
Algunos hemos tenido que trabajar en zonas rurales, otros 
sólo en cárceles, en hospitales, predicando en barrios a 
pocas personas, hay pastores ieles a Dios y les ha tocado 
congregaciones pequeñas y a otros muy grandes, hay quienes 
les ha tocado predicarle a miles de personas en estadios, 
pero, a cada uno Dios lo llamo al lugar que Él ha querido, 
como lo dice 1ra de Corintios 3:5-10 “5 ¿Qué, pues, es 
Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales 
habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió 
el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo 
ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que 
riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el 
que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá 
su recompensa conforme a su labor. 9 Porque nosotros 
somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza 
de Dios, ediϔicio de Dios 10Conforme a la gracia de Dios 
que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el 
fundamento, y otro ediϔica encima; pero cada uno mire 
cómo sobreediϔica.”.
Me gustaría ver que los ministros del Señor no se midan por 
la cantidad de miembros en sus Iglesias, ni por la cantidad 
20
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
de dinero que reciben en el ministerio, sino más bien por 
lo que invierten en la obra. Dios nos libre del espíritu de 
Balaam que se lanzó por lucros al ministerio, como lo dice 
2da de Pedro 2:15 “15 Han dejado el camino recto, y se han 
extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, 
el cual amó el premio de la maldad” y en Judas 11 “11¡¡Ay 
de ellos!! porque han seguido el camino de Caín, y se 
lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en 
la contradicción de Coré.”.
Después de todo, lo importante es que el Señor nos pagará 
a todos por igual, si trabajaste más, si viviste más años en 
el ministerio, si llegaste con una edad avanzada y trabajaste 
poco tiempo, podemos leer lo que el Señor dijo en cuanto a 
los que hemos sido llamados en Mateo 20:1-16 “1 Porque 
el reino de los cieloses semejante a un hombre, padre 
de familia, que salió por la mañana a contratar obreros 
para su viña. 2 Y habiendo convenido con los obreros en 
un denario al día, los envió a su viña. 3 Saliendo cerca 
de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la 
plaza desocupados; 4 y les dijo: Id también vosotros a mi 
viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 5 Salió otra 
vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. 
6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que 
estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí 
todo el día desocupados? 7 Le dijeron: Porque nadie nos 
ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la viña, 
y recibiréis lo que sea justo. 8 Cuando llegó la noche, el 
señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros 
y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta 
los primeros. 9 Y al venir los que habían ido cerca de la 
hora undécima, recibieron cada uno un denario. 10 Al venir 
también los primeros, pensaron que habían de recibir 
más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 
11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 
12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, 
y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado 
la carga y el calor del día. 13 Él, respondiendo, dijo a uno de 
DEL LLAMADO
21
ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo 
en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero 
dar a este postrero, como a ti. 15 ¿No me es lícito hacer 
lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque 
yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán postreros, y los 
postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas 
pocos los escogidos”.
Es por esto que hago esta re lexión porque si Dios nos llama 
para que hagamos algo, Él va a responder por ese proyecto. 
“Si Dios te manda, hazlo, no te defraudara”. Es mi experiencia, 
y la quiero compartir con mis consiervos, creo en que 
debemos orar siempre hasta estar seguros que vamos hacer 
la perfecta Voluntad de Dios y no la nuestra
EL FRACASO DEL PASTOR
Un pastor de un pequeño pueblo llegó a la Iglesia animado y 
motivado para realizar la reunión de la noche. La hora pasaba 
y la gente no llegaba, después de quince minutos de atraso 
entraron tres niños, después de veinte minutos entraron tres 
jóvenes, entonces el pastor decidió comenzar el culto con las 
seis personas. Al pasar el tiempo entró una pareja que ocupó 
los últimos asientos de la Iglesia. Cuando el pastor hacía la 
lectura de la Palabra para la prédica, entró un señor con sus 
ropas sucias y una cuerda en sus manos. Aún sin entender la 
falta de asistencia del pueblo, el pastor condujo el culto muy 
animado, predicando con dedicación y celo.
Cuando volvía a su casa fue asaltado y golpeado por dos 
ladrones que se llevaron el bolso donde estaba su Biblia, 
además de otras pertenencias de valor. Mientras su esposa 
hacía las curaciones de sus heridas, él describió ese día 
como: El día más triste de su vida, el día más fracasado de su 
llamado al Ministerio, el día menos fructífero de su carrera.
Después de cinco años, el pastor decidió compartir esta 
historia a la Iglesia, mientras terminaba de contarla, un 
22
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
matrimonio de gran referencia en aquella congregación, le 
interrumpen y dicen: “Pastor, aquella pareja de la historia que 
se sentó en el fondo, éramos nosotros, estábamos al borde del 
divorcio a causa de varias diferencias que había en nuestro 
hogar. Habíamos decidido poner in a nuestro matrimonio, 
pero decidimos pasar primero a una Iglesia, dejaríamos allí 
nuestras alianzas y después cada cual seguiría su camino. 
Pero desistimos del divorcio después de escuchar la prédica 
de aquella noche, hoy estamos aquí con el hogar y la familia 
restaurados”. 
Mientras el matrimonio hablaba, uno de los empresarios 
más prósperos que ayudaba en el sustento de esa Iglesia, 
se levantó pidiendo oportunidad para hablar y dijo: “Pastor, 
yo soy aquél señor que entró sucio con una cuerda en las 
manos, estaba al borde de la quiebra, perdido en las drogas, 
mi esposa y mis hijos se habían ido de la casa a causa de 
mis agresiones: aquella noche intenté suicidarme, sólo que 
la cuerda se rompió, cuando iba a comprar otra cuerda vi 
la Iglesia abierta y decidí entrar, aun estando todo sucio y 
con la cuerda en las manos. Esa noche el mensaje perforó mi 
corazón y salí de allí con ánimos para vivir, hoy estoy libre de 
las drogas, mi familia volvió a casa y me convertí en el mayor 
empresario del pueblo.
En la puerta de entrada, el obrero que recibía a las personas 
gritó: “Pastor, yo soy uno de aquellos ladrones que lo asaltó, 
el otro murió aquella misma noche cuando realizábamos el 
segundo asalto, en su bolso había una Biblia, comencé a leerla 
cuando despertaba en la mañana y luego tomé la decisión de 
entrar a esta Iglesia. El pastor quedó en shock y comenzó 
a llorar junto con la congregación. Al inal de aquella noche 
que él consideraba como una noche de fracaso, fue una noche 
muy productiva.
Historias como ésta hay muy parecidas, peor aún, las de 
misioneros en tribus indias y africanas que no llegaron a ver 
el fruto de su labor, pues éste llega después de su partida a la 
eternidad. Es por eso es que les repito, consiervos amados: 
DEL LLAMADO
23
No midas tus éxitos por lo que ves solamente. Son lecciones 
de la historia.
1- Ejerza su llamado con dedicación y celo, más allá del 
número de personas que tengas en tu congregación.
2- Dé su mayor esfuerzo todos los días, pues cada día es 
un instrumento para la vida de alguien.
3- En los peores días de su vida, puede ser una bendición 
para quien lo necesite.
4- El día que usted considere como el menos fructífero 
de su vida en la tierra, puede ser el más productivo en 
el mundo espiritual.
5- Dios usa las circunstancias malas de la vida para 
producir grandes victorias.
6- Nunca diga: Dios no hizo nada hoy, sólo por el hecho 
de que tus ojos no lo vieron.
7- Estamos seguros de que Dios nos llamó, también 
estamos seguros de que Él siempre está obrando 
aunque no lo veamos.
25
Nací en Santa Domingo, República Dominicana, un día 20 
del mes de agosto del año 1957, en el hospital de Maternidad 
“La Angelita”. Mis padres, Don Valentín Mejía y Doña Grecia 
Sprot.
Mi padre, hijo de un agricultor y comerciante, creció en el 
campo, donde conoció a mi madre, ella vivía en San Pedro 
de Macorís y muchas veces visitaba a su padre (mi abuelo), 
que trabajaba en el mencionado campo. Mi abuelo también 
era de San Pedro de Macorís, hijo de ingleses que habitaron 
las costas del este de República Dominicana (la familia Sprot 
Farriel)
Mi madre, fue la primera de 33 hijos (quizás más) que tuvo 
mi abuelo con varias concubinas. Era muy jovencita cuando 
se unió con mi papá, tenía apenas 15 años y engendraron 
4 hijos, de los cuales yo soy el segundo, nacimos con la 
diferencia de un año cada uno, de manera que mi madre 
antes de los 22 años ya nos había tenido a todos.
Mis padres eran muy jóvenes y con poco estudio, mi madre 
no sabía leer ni escribir (luego lo aprendió), y mi padre había 
estudiado hasta la primaria, no conocían a Dios ni sabían 
nada acerca de Jesucristo, esta era la razón por la que, se 
peleaban con frecuencia, mi madre era de fuerte carácter. 
Siendo pequeño fui testigo de una terrible pelea, recuerdo 
que al levantarme al siguiente día, vi la franela de mi padre 
llena de sangre y no encontré en la casa a ninguno de los dos, 
ante la situación, le pregunté a una joven que nos ayudaba 
CAPÍTULO II
BREVE BIOGRAFIA
26
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
en los quehaceres de la casa ¿Dónde están mis padres? Yo 
tenía poco menos de 3 años, la joven me respondió: “Ellos 
pelearon anoche y tu mamá golpeo a tu papá en la cabeza”. 
Recuerdo que el objeto era un posa mano de un viejo 
mecedor, también me comento que la policía se los había 
llevado y estaban presos en el cuartel de Villa Altagracia 
(el pueblo donde vivíamos en ese tiempo). Despuésde este 
episodio continuaron viviendo juntos unos años más, pero 
las diferencias, peleas y desacuerdos que solo ellos sabían, 
no pararon hasta que decidieron separarse para siempre, 
situación que me causó un gran dolor pues, como niño 
siempre quería estar al lado de los dos.
Lamentablemente, a nuestra pobreza se le añadía un 
ingrediente más, la separación de mis padres, aunque 
éramos muy pobres eso no me afectó tanto como la 
separación de ellos, me hacía más infeliz, porque no solo 
ellos se distanciaron sino también mis hermanos. Carmen 
la mayor de todos, la entregaron a mi abuela materna y ella 
terminó de darle la crianza, mi mamá se quedó con mis dos 
hermanos menores Mercedes y Radamés y yo me quedé 
en la casa de mis abuelos paternos. Esto era traumático 
para un niño de 5 años, ahora comprendo que mi querida 
madre solo era una joven que no llegaba a los 22 años, en 
una situación económica muy precaria, sin estudios, por esta 
razón no podía hacerse cargo de sus cuatro hijos. Ella luchó 
para sostener a mis dos hermanos, haciendo lo posible por 
visitarme cuando la situación se lo permitía, mi alegría era 
inmensa pues, aunque me llevaba regalos, para mí lo más 
importante era verla a ella y a mis hermanos, mi mejor día 
siempre era cuando se daban esas reuniones familiares.
Al pasar del tiempo, disfrutaba en recordar ese buen día 
de su visita y lo que había compartido con ellos. Siempre 
ha existido un amor grande entre nosotros, lo cual nos ha 
mantenido unidos en nuestra adultez, buscando las ocasiones 
de vernos con más frecuencia en vacaciones o en cualquier 
oportunidad en que pudiésemos reunirnos. 
BREVE BIOGRAFÍA
27
Luego de un tiempo mi madre volvió a casarse con el señor 
Francisco Vargas, quien demostró su amor por ella como 
también a mis hermanos, de esa unión no hubo descendientes.
Por otra parte mi padre también se casó con la señora 
Eduviges Cruz, una mujer analfabeta aunque de una gran 
inteligencia pero muy dura de carácter, mi comportamiento 
debía ser más que excelente, porque a la mínima falta el 
castigo era bastante fuerte. De esa unión nacieron 6 hijos, 
una de mis hermanas falleció cuando estaba muy pequeña, 
los otros 5 se criaron a mi lado, siempre los he amado como 
hermanos sin ninguna distinción, hago esta salvedad porque 
he oído a otras familias hablar haciendo una diferencia, 
como por ejemplo: “Mi hermano de padre, o mi hermano de 
madre”, entre nosotros no hubo tal diferencia y siempre me 
han guardado respeto como hermano mayor.
Volviendo a los días de mi niñez, recuerdo que a la edad de 5 
años, y aún con el vacío que dejó la separación de mis padres, 
yo anhelaba algo que llenara mi corazón, y fue una hermosa 
tarde cuando a mi vecindad llegaron unas hermanas 
cristianas y reunieron a todos los niños en el patio de la 
vecindad y comenzaron a hablarnos de Jesús, nos enseñaron 
canciones cristianas para niños, yo no sé qué ocurría en la 
mente y en el corazón de los demás niños, pero en la mía, 
comencé a ver a Jesús en mi tierna imaginación y sentí que 
Él me amaba, también sentí que lo amaba, desde entonces 
jamás he olvidado esa experiencia y hasta el día de hoy sigo 
enamorado de mi Señor y Salvador Jesucristo, Jesús el de 
Galilea, el que murió por mí en la cruz.
En los años que fui creciendo junto a mi padre y madrastra, 
tuve muchas di icultades para mantener mi fe, pues mi 
madrastra, en su ignorancia, sin conocer al Dios verdadero, 
practicaba la brujería y tenía un gran altar de imágenes de 
ídolos, a ella no le gustaba que asistiera a la Iglesia y que 
en la casa colocara música cristiana, cuando mi padre me 
compraba discos o libros cristianos ella me los rompía. 
28
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
A pesar de que mi padre no era cristiano convertido, 
siempre leía la Biblia y me apoyaba en todo, en ocasiones 
me acompañaba a la Iglesia y llegó a aceptar a Jesucristo 
en varias oportunidades pero no perseveraba porque tenía 
muchos problemas con su esposa, pues ella se oponía a todo 
lo que tuviera relación con el Evangelio.
A pesar de tantos problemas continué creciendo en Cristo y a 
la edad de 14 años fui bautizado en un mover de avivamiento 
que Dios trajo por medio de dos famosos evangelistas de 
ese tiempo, me re iero a David del Villar y Blanco Peña, 
ellos trajeron a Villa Altagracia una poderosa campaña de 
salvación y milagros, muchos jóvenes creyeron en el Señor, 
yo mismo hice una renovación de fe y me a irme más en la 
Iglesia, me uní a los jóvenes y recibimos las clases para ser 
bautizados. 
En medio de un poderoso mover del Espíritu Santo, Dios 
levantó a varios de estos jóvenes para el ministerio, uno de 
ellos es el pastor Ovidio Reyes, quien fue primeramente el 
Presidente de los Jóvenes, como se le decía antiguamente, 
(hoy día se le denomina como Pastor de Jóvenes), sabiamente 
nos disciplinaba cuando fallábamos en el servicio, la Iglesia 
estaba llena del poder del Espíritu Santo, al punto de que en 
las celebraciones de adoración y las vigilias, resultaban rotos 
los bancos y las sillas, pues los jóvenes danzaban, lanzándose 
al piso con mucha fuerza, como becerros en la manada 
como dijo el profeta Isaías en el capítulo 35 de su libro: 
“Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará 
y ϔlorecerá como la rosa. 2 Florecerá profusamente, 
y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria 
del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de 
Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del 
Dios nuestro. 3 Fortaleced las manos cansadas, aϔirmad 
las rodillas endebles. 4 Decid a los de corazón apocado: 
Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con 
retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. 
5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos 
de los sordos se abrirán. 6 Entonces el cojo saltará como 
BREVE BIOGRAFÍA
29
un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas 
serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 
7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal 
en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en 
su guarida, será lugar de cañas y juncos. 8 Y habrá allí 
calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; 
no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con 
ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, 
no se extraviará. 9 No habrá allí león, ni ϔiera subirá por 
él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. 
10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion 
con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y 
tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.”, 
esta profecía parecía cumplirse en mi vida y la vida de los 
demás jóvenes.
Dos años después, me trasladé a la casa de mi madre en la 
capital donde estuve unos días, luego me mudé a la casa de 
mi tío Emilio, quien era el administrador de una tienda de 
ropa para caballeros, yo había aprendido la profesión de 
sastrería en Villa Altagracia, así que comencé a trabajar allí 
fabricando pantalones, de esa manera me ayudaba y ayudaba 
a mi madre.
Cuando tenía 17 años comencé a sentir un fuerte deseo 
de predicar el Evangelio, era algo que no podía resistir, 
tenía sueños, me veía hablando a las personas de Cristo, 
caminando por campos y lugares que no conocía, este sentir 
no se separaba de mi mente ni de día ni de noche, en algunas 
ocasiones salía del trabajo y mientras caminaba a la casa en 
mi mente solo estaba una viva imagen donde iba predicando 
y pensando en la obra de Dios. Sabía que era un llamado de 
parte de Dios y no debía posponerlo. 
En cierta ocasión me pareció escuchar una voz que me dijo: 
“Vengo pronto y si no estás predicando te vas a quedar”. Llegó 
el momento cuando ya la inquietud fue más intensa y decidí 
buscar la presencia de Dios para que me dirigiera. Primero 
hablé con el encargado de mi trabajo (era una empresa que 
30
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
fabricaba uniformes militares); cuando le dije al jefe que no 
iba a seguir trabajando porque Dios me llamaba a predicarel evangelio, este hombre que me tenía mucho afecto, pues 
era el más joven de los trabajadores, hasta me tenía un 
sobrenombre por ser laquito y cara de niño, se enojó y 
golpeó la mesa donde se hacían los cortes de las telas y me 
dijo: “Quién te metió eso en la cabeza”, él era un inconverso, 
yo no podía darle una explicación.
También mi familia me despreció, pensaban que estaba loco, 
mi hermana Mercedes me decía “mi mamá va a tener un hijo 
ingeniero, una doctora y otro según evangélico”, re iriéndose 
al ministerio como una profesión menospreciada. Al mismo 
tiempo, mantenía una batalla en mi mente porque pensaba 
que las personas no me iban a tomar en cuenta y no iban a 
prestar atención por ser tan joven, pues a esa edad mi rostro 
se veía muy juvenil sin barba ni bigote (ésto era algo que le 
pedía con fervor al Señor, pensaba y decía: “Señor si tú me 
das el milagro que me salgan barbas y bigotes me veré más 
adulto y así las personas me prestaran más atención”), pero 
esta petición nunca fue contestada, hoy día le agradezco al 
Señor que no me haya respondido, pues he podido evitar 
comprar muchas hojillas de afeitar y no he perdido tiempo 
frente al espejo ¡Gracias Señor!
Después de obedecer al llamado del Señor, al pasar el tiempo 
mi familia comenzó a recibir a Cristo como Salvador, mis 
padres, hermanos, mi querida madrastra, se deshizo de las 
imágenes, rompió el altar de los ídolos y hasta hoy es una 
anciana llena del Espíritu Santo y una gran intercesora 
¡Gloria a Dios!
31
Al principio de mi llamado, como apenas era un jovencito 
que acababa de cumplir 17 años, sin ninguna experiencia 
en el ministerio, solo había aprendido las enseñanzas de la 
escuela bíblica dominical y de los mensajes de los pastores 
y evangelistas que predicaban en las campañas, siempre 
prestaba mucha atención y llegué a aprender de memoria 
algunas predicaciones de conocidos evangelistas como Yiye 
Ávila, Jorge Raschke, Luis Palau, entre otros, en ese tiempo 
compraba los discos y casettes grabados con sus mensajes, 
estaba enamorado de todo lo que eran los asuntos de Dios.
 Muchas veces serví como ujier en campañas, me gustaba 
asistir a todos los retiros espirituales que realizaban los 
jóvenes y participar en muchas actividades de mi Iglesia, 
nunca fui indiferente a las actividades de la obra de Dios, 
vivía enamorado de estas cosas, era mi pasión y mi vida.
Siempre pensaba y me decía: “Si fuera un predicador me 
gustaría ir por los campos predicándole a la gente humilde e 
ir fundando Iglesias en esos lugares pobres, todo esto era mi 
imaginación sin saber que años después Dios me permitiría 
hacer exactamente estos sueños realidad. Y fue así como de 
repente empecé a sentir en mi corazón como una demanda 
divina, algo que no podía controlar hasta que decidí buscar 
a Dios en ayuno y oración para encontrar una con irmación 
si era de parte de Dios ese sentir. Me fui de retiro a un lugar 
apartado de la ciudad, un campo me habían recomendado, 
un lugar donde los hermanos iban a buscar la Presencia del 
CAPÍTULO III
PRINCIPIO DEL LLAMADO
32
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Señor. Allí estuve por varios días y el Señor me con irmaba 
el llamado y puso en mi corazón fuerte amor por las almas.
A continuación quiero referir a ustedes una anécdota que 
refuerza en mucho la realidad que he vivido en este servicio 
que me ha encomendado mi Señor:
33
Después de terminar el tiempo de ayuno y oración, 
recuerdo que un anciano de Dios me hizo la propuesta de ir a 
predicar a un caserío, se animó hacerme una pequeña tarima 
de bambú recostada de un árbol de mango, un caserío muy 
cerca de aquel lugar donde había estado buscando dirección 
de Dios, fue mi primera experiencia de predicar a Cristo en 
un lugar público. 
Luego de eso regresé a la ciudad capital y el Señor comenzó 
abrir puertas, predicaba en cultos de barrios, en pequeños 
grupos familiares, en parques y hasta me dieron un espacio 
de media hora en un bloque radial que dirigía un pastor 
de nombre Suero Clase, poco a poco el Señor permitía que 
algunos pastores me invitaran a ministrar en sus iglesias 
como evangelista, y a pesar de ser tan joven Dios me dio su 
gracia para llevar Su Palabra a quien lo necesitaba en ese 
tiempo y lugar.
El Señor me permitió conocer a dos jóvenes un poco mayores 
que yo, Urbano Ventura y Eligio Inoa, estos hermanos 
estaban también dando los primeros pasos en el ministerio y 
nos unimos para ministrar en las actividades evangelísticas. 
Al principio de conocerlos tuvimos una propuesta de viajar 
hacia la ciudad de Nagua, ciudad lejana al oriente del país. 
Eligio conocía una familia de apellido Guillén, el padre de 
esta familia era médico de profesión, nos dieron alojamiento 
en una habitación que era un anexo en el patio de la casa, 
después de estar ahí unos días y participar en una Iglesia 
CAPÍTULO IV
LOS PRIMEROS PASOS DEL LLAMADO
34
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
bien formada de la ciudad, dirigida por un pastor de apellido 
Pereira, tomamos la decisión de quedarnos en la habitación 
en ayuno por varios días. Sucedió que se desató una unción 
en aquel lugar, muchos hermanos escucharon de tal unción, 
y venían para ser llenos del Espíritu Santo y otros eran 
sanados de diversas enfermedades. 
La noticia corrió por la ciudad y cada día llegaban más y 
más hermanos, la casa se mantenía llena de visitas que en 
su mayoría eran creyentes de la Iglesia del pastor Pereira. 
Al principio esto causó ciertos celos ministeriales con el 
pastor, como era natural, gracias al Señor con el tiempo 
llegamos a ser grandes amigos y nos apoyaba en la obra 
del ministerio. Es importante mencionar que el Dr. Guillén, 
tenía su consultorio en la casa y muchas personas de las 
que venían a consultarse, eran de los campos cercanos, y 
luego de su consulta los invitaba a pasar para que nosotros 
oráramos por ellos y salían del lugar completamente sanos 
de sus enfermedades ¡Gloria a Dios!
Al poco tiempo logramos formar un equipo para salir a evan-
gelizar desde Nagua a los pueblos y ciudades circunvecinas, 
nuestra primera campaña fue en un pueblo cercano a la ciu-
dad de San Francisco de Macorís, allí vimos la gloria de Dios 
manifestada en salvación y milagros, la primera noche la 
gente estuvo bajo el poder de Dios por varias horas, tendidos 
en el piso, y cuando se levantaban daban testimonio de ha-
ber visto al Señor Jesús y sus ángeles que hacían operaciones 
de milagros en sus cuerpos. Entre los muchos casos, voy a re-
saltar dos; el primero fue un hombre que había abandonado 
su trabajo de agricultura por una parálisis en sus piernas y 
dijo que mientras estuvo tendido en el piso vio al Señor Jesús 
tomar sus piernas y estirárselas, luego se levantó y caminó 
totalmente sano. 
El segundo fue una mujer que había sido desahuciada 
médicamente por complicaciones del corazón, también 
estuvo tendida en el piso por largo tiempo y dice haber visto 
ángeles que operaban su corazón y fue totalmente sanada. 
LOS PRIMEROS PASOS DEL LLAMADO
35
Cabe destacar que todas estas personas estando en el piso 
tenían un éxtasis en donde experimentaban el poder de Dios 
en sus vidas.
Entre los que formamos el grupo estaban las tres hijas de 
los esposos Guillén donde nos habían hospedado, una joven 
que venía de una congregación no Pentecostal y tuvo una 
experiencia de avivamiento, su nombre es Violeta Espinal 
con un talento de canto, su hermana mayor ya era conocida 
en todo el país por sus grabaciones de canciones cristianas 
en la Rondalla Evangélica Nacional conocida como María 
Victoria Espinal, ella nos apoyaba junto a su esposo y su 
querida madre, aunque nos apoyaba nunca fue parte del 
grupo porque tenía otros compromisos.
También formaba parte del equipo una joven profetiza de 
nombre Loida Gómez, y una anciana que nos acompañaba 
como una madre de nombre Antonia, ésta servía en casa de 
la familia de Violeta Espinal, había estado muy enferma en 
condición grave y nos pidieron ir a orar por ella, recuerdo 
que esa nochefue espectacular; llegamos y estaba tendida 
en la cama, comenzamos a orar y de repente se escuchó un 
ruido que golpeo la ventana, uno de los jóvenes dijo que 
tuvo una visión con un ser negro en forma de hombre que 
se levantaba de la cama y que nos miraba y se reía con burla 
mientras caminaba de espalda y en el momento en que se 
escuchó el ruido dice el joven que vio ese demonio salir por 
la ventana.
Esa misma noche, la hermana quedo libre y sanada, después 
de esto se unió al ministerio y fue parte del equipo, en total 
éramos seis mujeres y seis varones que formamos el equipo 
Misionero Evangelístico “Rapto y Juicio”, nos mantuvimos 
unidos y por un buen tiempo hicimos varias actividades por 
todo el país y cuando llegó el tiempo de separarnos, cada 
quien se fue a una misión especial, las jóvenes formaron un 
equipo de mujeres y se fueron como misioneras a Suramérica, 
del equipo de los varones, un hermano al que cariñosamente 
le decíamos por sobrenombre “Chiche” (para el momento de 
36
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
escribir el libro no recordé su nombre), fue a pastorear al 
sur del país y luego supimos que había partido a la presencia 
del Señor. Otro de los jóvenes de nombre Juan Pablo, se casó 
y se fue a vivir a los Estados Unidos.
El mayor de edad del equipo, Juan Miguel López, venia de 
pasar una gran a licción pues su esposa hacía pocos días 
había muerto de repente, un matrimonio de pocos meses, 
prácticamente estaban recién casados, Juan Miguel se 
nos unió y encontró gran consuelo y compañerismo en el 
equipo mientras ocupaba su mente en las cosas del Señor. 
Su incorporación fue de gran ayuda para el equipo porque 
poseía una camioneta pick up, tenía equipos de sonido para 
las campañas. Además, era un gran artista en manualidades 
e hizo la igura de una Biblia abierta, la ijó sobre el techo 
de la camioneta, al lado colocó unas cornetas de altavoz tipo 
campana y la camioneta estaba llena de textos que también 
los hacia Juan Miguel, un profesional de letras y dibujos; vino 
a completar el equipo, donde llegábamos el vehículo siempre 
llamaba la atención de las personas. Juan Miguel hoy día tiene 
una gran familia y continúa en el Ministerio Evangelístico.
Urbano Ventura, se dedicó al ministerio de la enseñanza, 
ya ha escrito varios libros de texto usados en Instituciones 
Bíblicas, también dirige su propia Universidad Cristiana de 
nombre Universidad Bíblica Internacional (UBI). El hermano 
Eligio Inoa también se dedicó a la escritura de libros y al 
evangelismo hasta el día de hoy.
Con respecto a mi persona, quedé solo en el Ministerio 
Evangelístico predicando en muchos lugares del país. Mi 
condición económica era precaria y muchas veces para comer 
dependía de la bondad de los hermanos que me apoyaban en 
el ministerio entre ellos el líder juvenil Manuel Mejia quien 
era propietario de un negocio de verduras y siempre estaba 
pendiente de mis necesidades al igual que otras hermanas 
adultas de la congregación. No podía acercarme a la casa de 
mi familia, pues no quería abandonar el ministerio, ni ser 
despreciado por ellos, ni ser una carga, ya había escuchado 
LOS PRIMEROS PASOS DEL LLAMADO
37
críticas por haber dejado mi trabajo secular y mis estudios 
para dedicarme a la obra de Dios, yo sentía, sabía y estaba 
completamente seguro del llamado que Dios me había hecho 
y que de alguna manera me iba a ayudar. 
En ese tiempo mi pastor Ramón Rivera (ya en la presencia 
del Señor), que había venido de Puerto Rico para pastorear la 
famosa iglesia “Unión Cristiana Misionera” de la calle Ravelo 
en la Ciudad Capital de Santo Domingo, digo famosa porque 
para los años 50 ya se conocía como “Cruzada Misionera”, por 
allí pasaron hombres de Dios muy usados en la unción del 
Espíritu Santo, como por ejemplo Yiye Ávila en su primera 
visita a República Dominicana, entre otros predicadores 
de la época. El pastor me concedió una parte al lado de su 
o icina para que yo tuviera mis cosas como ropa, zapatos 
y mi Biblia, era todo lo que tenía, mi cama era los grandes 
bancos de local y en muchas ocasiones cuando me cansaba 
de los bancos dormía en el altar.
Viviendo aún allí, salía a los diferentes lugares a predicar la 
Palabra, los pastores y los hermanos me atendían con gran 
solicitud, Dios me usaba y cuando tenía que regresar, me 
decía a mí mismo: “Si estos hermanos supieran donde vivo, 
con tantas incomodidades y necesidades”.
El país pasaba por momentos muy críticos, en el año 1964 
habíamos tenido una guerra civil donde los Marines de 
Estados Unidos intervinieron el país, después hubo varios 
gobiernos di íciles y de poco éxito en lo económico, el país 
estaba sumido en la miseria. Las Iglesias no eran la excepción, 
también pasaban necesidades, muchas veces las ofrendas 
para mí no eran su icientes ni para los pasajes del autobús, 
ni para tomar una gaseosa, en oportunidades reconozco que 
los pastores hacían grandes esfuerzos para ayudarme y me 
ofrendaban con generosidad según sus posibilidades.
Años más tarde el líder Manuel Mejía reemplaza al 
pastor Ramón Rivera después de su lamentable muerte, 
convirtiéndose en el pastor de la Iglesia Unión Cristiana y 
Misionera hasta los presentes días.
38
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Dios detuvo la lluvia (Testimonio).
En una oportunidad nos dirigíamos a predicar a una campaña 
en la ciudad de Moca, República Dominicana. Eran tiempos 
de lluvia en todo el territorio nacional, viajamos con muchas 
di icultades en el camino, los ríos estaban crecidos, tuvimos 
que desviarnos varias veces y cuando llegamos a la casa del 
pastor donde nos íbamos a hospedar, nos contó que hacía 
varios días que no celebraban servicios, y no tenían recursos 
económicos esos últimos días, la situación era precaria 
y estaban sin alimentos para ofrecernos algo de cenar. 
Luego él tomó su guitarra y se acercó a la habitación donde 
estábamos para darnos esa explicación, y nos entonó una 
conocida canción, que decía: “Misionero que vas a cumplir tu 
misión1…” Y esa canción nos animó aunque no tuvimos nada 
de comer esa noche. 
Al día siguiente continuamos en ayuno, era el día para 
comenzar la campaña en uno de los parques de la ciudad 
al aire libre, eran como las dos de la tarde y yo miraba 
por la ventana, que todo seguía nublado y oraba, Señor 
¿Cómo vamos a predicar con esta condición atmosférica? Y 
escuche la voz del Señor cuando me dijo: “Ordénales…” en 
ese momento entendí que el Señor me daba autoridad para 
hablarle a las nubes, lo cual hice y al poco tiempo todo el 
cielo comenzó a aclarar. Fuimos al servicio de campaña esa 
noche sin ser impedidos ni perturbados por la lluvia, sólo 
el ultimo día cuando ya terminaba la campaña, en pleno 
servicio comenzaron a caer unas gotas de lluvia, y le dije a 
los presentes, esto es testimonio que Dios detuvo la lluvia 
durante los días de campaña. Esa bella experiencia la vivimos, 
parte del equipo Rapto y Juicio, Juan Miguel López, Urbano 
Ventura, Eligio Inoa y este servidor. Él nos ayudó.
¡Gloria a Dios!
1- LETRA DE LA CANCIÓN “MISIONERO QUE VAS”
Misionero que vas a cumplir tu misión
Tú que anuncias la paz en lejana región
LOS PRIMEROS PASOS DEL LLAMADO
39
A los campos que vas anunciando su Amor
Que mi Cristo te guarde y te sostenga iel
Hasta volvernos a ver
Cuán hermosos son los pies sobre los montes
De el que publica la paz, De el que alegre nuevas trae
De el que anuncia salud, De el que dice a Sion
Tu Dios para siempre reinará por los siglos.
 Amén!
Misionero que vas a los campos de labor
Anunciando las nuevas de Cristo el Salvador
Oraremos por ti, que te guarde el Señor
Que te de Su gracia, que te fortalezca
Y te revista de valor 
41
Cuando el Señor me hace el llamado para ir a otros países 
me da una revelación dramática e inolvidable, pues una 
madrugada mientras dormía en el altar de mi Iglesia, me 
levanté con un dolor fuerte en mi espalda, me privaba la 
respiración, pensé que no lo soportaría y de inmediato el 
diablo hablo a mi mente, me dijo: “Estás tuberculosoy vas 
a morir porque tu ayunas mucho y te alimentas muy mal”, 
pensé que era cierto, pues para esos años en República 
Dominicana había muchos enfermos de tuberculosis al 
punto que fuera de la ciudad, en el famoso kilómetro 28 de la 
autopista Duarte había un Hospital para tuberculosos al lado 
del Hospital Psiquiátrico, de manera que era fácil de creer el 
argumento del diablo, y yo dije “pues si voy a morir ahora, 
que sea en el altar”, me acosté boca arriba y le dije al Señor: 
“Recibe mi espíritu”.
En ese momento siento que mi espíritu salió del cuerpo y 
comenzó a viajar, llegue a un país donde vi multitudes de 
personas y una voz me dice: “Estás en Colombia”, luego me 
pasó a otro país que para ese momento no sabía que limitaba 
con Colombia y de igual manera veo multitudes de personas 
al punto que me parecía ver las gentes como si mirara un 
gran bosque que las hojas no se pueden distinguir de tantas 
que hay, otra vez la voz me dice: “Estás en Venezuela”, y 
de nuevo la voz me dice con una interrogante: “¿No tienes 
compasión de ellos?”, lo que me hizo entender que Dios me 
llamaba a esos países. 
CAPÍTULO V
MI LLAMADO AL EXTRANJERO
42
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Al momento veo que un ángel viene desde el cielo y trae 
en su mano una bolsa plástica transparente y pude ver que 
dentro de ella traía un líquido color rojo, me parecía una 
bebida que normalmente se congela en Santo Domingo y le 
dicen Equimalitos (Bambi en Venezuela), yo la bebí, cuando 
termine de beberla desperté.
Hay dos cosas que deseo resaltar, primero que el diablo es 
un mentiroso porque yo no estaba enfermo ni mucho menos 
de tuberculosis, entiendo que el Señor me quebrantó para 
mostrarme la “Visión de mi Llamado” y que no lo olvidara 
más. Como sucedió con Daniel el profeta y Juan en la Isla de 
Patmos, dice que en la visión cayeron como muertos, pero 
no fue así, Dios sigue obrando en su método especial. Lo 
segundo que quiero resaltar y me llena de con irmación es 
que en ese tiempo yo no estaba familiarizado con la geogra ía 
de Suramérica y el hecho de ver en la visión del llamado a 
Colombia y Venezuela unidos en frontera, no me quedaba 
dudas de la veracidad de Dios al mostrarme esos países para 
llevarles el mensaje.
43
Cuando estuve en lo cierto de que Dios me hacía un 
llamado al extranjero, comencé los trámites para sacar mi 
primer pasaporte, el que aún conservo como recuerdo, con 
mi cuello clerical y cara de niño. Cuando ya lo obtuve, seguí 
orando y esperando que se cumpliera el tiempo de Dios.
En ese entonces, vino a mi iglesia un misionero dominicano 
que se había radicado en Colombia con su familia, eran 
pastores en Villavicencio, Departamento del Meta en 
Colombia, su nombre Francisco Osorias. Yo aproveche 
la ocasión y le pedí su dirección y le dije que algún día 
nos veríamos en Colombia, pues tenía un llamado para 
evangelizar en ese país, ya tenía una conexión. El tiempo 
continuó pasando con varias experiencias, unas buenas y 
otras traumáticamente dolorosas, y en el tiempo perfecto del 
Señor me proveyó el pasaje para viajar a Bogotá, Colombia.
Cuando estoy seguro de la fecha, trato de comunicarme con 
el pastor Francisco Osorias, le envié un telegrama pero no 
tuve respuesta de él, ya se acercaba la fecha para viajar y 
le mandé otro telegrama, no me llegó respuesta, pero me 
con ié dando por sentado que el pastor había recibido mis 
telegramas.
El día llegó, un sábado del mes de Junio del año 1977 abordé 
un avión de la línea colombiana Aerocóndor, era mi primera 
vez en un avión y pensé que sería bueno antes de despegar, 
leer mi Biblia en el Salmo 91, lo cual hice, mientras leía 
estando solo en la ila de asientos a la derecha del avión, en la 
CAPÍTULO VI
MI LLAMADO A COLOMBIA – 
SURAMERICA
44
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
otra ila estaba sentado un caballero, que me miró sonriente 
y me dijo: “Hermano pásese para este lado”, en esos días los 
vuelos no llevaba muchos pasajeros, así que podía tomar los 
asientos desocupados, me pase al lado del caballero y me dice 
yo soy pastor y vengo haciendo escala procedente de Puerto 
Rico y voy a mi casa en Barranquilla, Colombia, yo también 
me identi iqué y le conté como Dios me había llamado, y 
que solo contaba con un pastor a quien le había enviado 
dos telegramas, pero que él aun no me había con irmado si 
recibió mis telegramas. 
Cuando estábamos próximos a llegar a Barranquilla, ya 
habíamos conversado todo el camino, el pastor, que recuerdo 
bien su nombre Pedro Osorios (es sorprendente que los 
dos tenían un apellido tan parecido con la diferencia en la 
penúltima letra, uno es Osorios y el otro Osorias), me dice 
el pastor Pedro Osorios: “Yo me quedo en Barranquilla, es la 
primera parada, tú tienes que hacer otra escala en la ciudad 
de Antioquia y luego llegas a Bogotá, si al llegar no encuentras 
al pastor que le enviaste los telegramas, entonces toma este 
número y llamas a este pastor que es mi amigo, yo soy el 
supervisor del concilio Iglesias de Dios aquí en Colombia”, 
¡Que grande y sabio es nuestro Dios!, ese hombre de Dios 
era la conexión divina que el Señor me tenía, pues llegué 
por la noche a Bogotá, después de dos escalas. Al salir del 
aeropuerto busqué por todos lados para ver si el pastor 
Francisco Osorias estaba allí, esperé mucho tiempo, ya se 
hacía tarde y comencé a preocuparme, estaba en un país 
donde no conocía a nadie y la persona con que contaba no 
lo encontraba.
Al pasar los minutos se me acerca un taxista, un hombre joven 
y muy dinámico, amablemente me dice: “Padre yo puedo 
llevarlo a un buen hotel si no tiene quien lo venga a buscar”, 
él pensó que yo era un sacerdote católico porque en ese 
tiempo algunos predicadores usábamos cuello clerical para 
ocasiones especiales. Yo acepté la propuesta del taxista y me 
condujo a un hotel mientras me mostraba la gran ciudad de 
Bogotá y me hablaba de los niños de la calle que en Colombia 
MI LLAMADO A COLOMBIA-SURAMERICA
45
le llaman gamines, me explicaba el por qué muchos de ellos 
decidían abandonar sus casas e irse a las calles.
Ya instalado en el hotel, decido llamar al pastor que me 
había recomendado el Reverendo Pedro Osorios (con quien 
compartí el vuelo). Me responde de inmediato la llamada, 
era un pastor jovencito, aun soltero, muy amablemente me 
dice que al día siguiente, que era domingo, me buscaría en la 
dirección del hotel. Puntualmente en la mañana allí estaba 
él, y me dice que le acompañe a un programa de radio que él 
dirigía en una popular emisora de la ciudad llamada “Radio 
Nuevo Continente AM”. Fue para mí una gran bendición 
participar en su programa ese día, pues al presentarme dice: 
“Tengo conmigo un joven evangelista que acaba de llegar 
desde Santo Domingo, República Dominicana”. Fue así como 
muchos pastores de diferentes congregaciones se enteraron 
de mí presencia en la ciudad y se interesaron en invitarme a 
predicar en sus Iglesias.
El pastor me llevó a hospedarme en un apartamento de 
edi icios en el centro de la ciudad llamado El Chapinero, tenia 
de frente una gran montaña llamada el Cerro de Monserrate, 
en pocos días ya tenía una agenda llena para dos meses que 
estuve en Colombia.
El Señor me respaldaba con su gracia y muchos milagros eran 
hechos en cada campaña que se hacía en los locales, en ese 
tiempo y por causa de la inseguridad de los grupos terroristas 
no se permitía hacer campañas al aire libre como yo estaba 
acostumbrado. Uno de los recuerdos que aún conservo, es 
una revista que publiqué y mandé a imprimir en Bogotá 
con muchas fotogra ías de personas que fueron sanadas y 
liberadas en cada una de las campañas que realizaba en las 
diferentes zonas de Bogotá. Esto lo logré gracias a la amistad 
que entablé con una hermana que era fotógrafa de profesión 
y se encargaba de tomar las fotos en las actividades donde 
ministraba.
Cuando ya había pasado aproximadamente un mes en 
Bogotá, nunca supe quién se comunicó desde Republica 
46
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
Dominicana con el pastor FranciscoOsorias (a quien le envié 
los telegramas) y le dio el número de teléfono de la familia 
donde yo estaba hospedado.
Un buen día me dice la hermana donde me hospedaba, que 
un pastor de Villavicencio, Departamento del Meta, me había 
llamado y que venía esa semana a buscarme, me alegré 
mucho, pues al in iba a poder ver a mi paisano y consiervo 
del Señor.
El día que vino a buscarme, conversamos mucho de todo, le 
conté lo que me había pasado en el viaje y durante ese mes 
en Bogotá, el me confesó que nunca recibió mis telegramas, 
ya que no era un medio de comunicación seguro (eso lo supe 
después). Estuve con él una semana compartiendo en su 
congregación y regrese a Bogotá para quedarme unos días 
más y viajar a Barranquilla para encontrarme con el pastor 
Pedro Osorios (el hombre que Dios me puso en conexión 
para abrirme puertas grandes en Colombia), antes de partir 
a Barranquilla me comencé a sentir mal, con debilidad, era 
tanta, que no quería pararme de la cama, con la gran diferencia 
de que cuando me llamaban a pasar al altar para predicar 
y ministrar, toda debilidad se quitaba de mí, recuerdo que 
predicaba y ministraba con energía, pero al terminar volvía 
a sentirme débil. 
Muchas personas estaban siendo llenas del Espíritu Santo, 
otras eran liberadas y sanadas, pero yo me sentía débil y 
enfermo. Así que decidí visitar un médico conocido de la 
familia donde me habían hospedado, la hermana era una 
señora viuda y vivía con su anciana madre, una hermana, un 
hermano y una niña. 
El médico me diagnosticó que tenía hepatitis, en los 
siguientes días volé a Barranquilla y solo pude estar una 
semana porque me sentía muy mal, ya el pastor Pedro había 
hecho los arreglos para que yo predicara una campaña en 
un lugar amplio para presentar actividades masivas, cerca 
de Cartagena de Indias, pero no pude ministrar porque mi 
condición ísica empeoraba y acordé con el pastor cancelar 
MI LLAMADO A COLOMBIA-SURAMERICA
47
la actividad con la esperanza de volver algún día, cosa que no 
fue posible.
Cuando decido viajar de Barranquilla a República Dominicana 
enfermo y débil, mi pastor, un hombre de Dios y lleno del 
fuego del Señor había dejado sus comodidades en la isla de 
Puerto Rico, su tierra natal, para venir a pastorear en Santo 
Domingo, República Dominicana, se enteró de mi condición 
e inmediatamente buscó ayuda y me hospitalizó en un 
pequeño hospital tipo clínica llamado “Padre Bellini”, ahí 
estuve por dos semanas con tratamientos y continuamente 
me administraban sueros. Sé que fue un ataque del diablo 
para debilitar mi Fe, pero no lo pudo lograr, por el contrario, 
el hospital me sirvió de reposo del agotamiento de más 
de dos meses de viajes y predicaciones en Colombia, me 
fortalecí más en el Señor y me dio la oportunidad de conocer 
a otros enfermos para hablarles del Señor.
49
Enseguida de salir del hospital, me uní a un grupo que 
iban de misión para Puerto Príncipe, Haití, aunque el primer 
equipo del ministerio “Rapto y Juicio” se había disuelto, aun 
manteníamos el contacto con algunos y en ciertas ocasiones 
compartíamos en actividades. Para este viaje mi amigo y 
consiervo Juan Miguel López me prestó su camioneta pick 
up, la que tiempo atrás habíamos usado para evangelizar. 
Como la camioneta presentaba algunas fallas, tuvimos que 
repararle el sistema de frenos, el trabajo no quedó muy 
bien y tenía que ayudarme a frenar con los cambios de la 
transmisión sincrónica.
Salimos de madrugada desde Santo Domingo, cuando 
llegamos a la frontera no pudimos pasar con la camioneta 
porque nos faltaba un permiso del vehículo que otorgaba 
el Ministerio de Relaciones Exteriores. Entonces decidimos 
que el grupo se quedara con la camioneta en la frontera, en 
la parte Sur de Republica Dominicana, en un pueblo llamado 
Jimaní, donde conseguimos unos buenos hermanos que 
alojaron al equipo y les prepararon alimentos. Mientras 
tanto yo regresé a la capital para tramitar el permiso que 
faltaba para poder entrar y salir de Haití. 
Dios siempre me ha dado Su Gracia, recuerdo que en la misma 
frontera me proveyó un transporte hasta la capital; era una 
joven pareja que hacían turismo en la zona y manejaban 
un bello coche, en la vía cuando pararon a almorzar en 
un importante restaurant, me brindaron el almuerzo con 
mucho afecto, en cada viaje que he hecho, Dios ha enviado 
CAPÍTULO VII
MI LLAMADO A HAITI
50
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
sus ángeles en forma de personas y me han ayudado de 
manera desinteresada y amorosa.
Les he compartido algo de mi viaje a Colombia y del cuidado 
milagroso que mi Señor me proveyó, de la misma manera, 
más adelante leerán como Dios en cada misión me ha dado 
su ayuda; hay otras tantas que no menciono en el libro pues 
son muchos los testimonios, pero siempre he podido ver el 
favor de Dios en esos momentos di íciles, usando personas 
que no conozco y que muchas veces no volví a ver en toda 
mi vida.
Hoy en día, con nuevas carreteras puede ser un viaje de menos 
tiempo, pero en esa época era un viaje de aproximadamente 
ocho horas, con las carreteras no estaban en buen estado. Al 
día siguiente regresé con los documentos en orden y al tercer 
día, bien temprano estábamos en Emigración tramitando 
nuestra entrada al país de Haití. Llegamos a Puerto Príncipe 
y nos recibieron en el lugar de una misionera puertorriqueña 
que se había mudado a Puerto Príncipe y tenía allí una Iglesia 
hermosa y un gran orfanato con muchos niños y niñas. 
Nos hospedaron y por unos días compartimos con ellos, 
predicamos con intérpretes provistos de la misma Iglesia. 
Visitamos otros pueblos y fue de gran bendición tanto para 
ellos como para nosotros.
Al regreso se nos hizo de noche en el camino y pasamos 
una mala experiencia, que gracias al Señor no fue más que 
un susto. ¿Recuerdan que la camioneta que yo conducía no 
estaba bien de los frenos? En el viaje de Santo Domingo hacia 
los pueblos del sur tenemos muchas montañas, algunas muy 
altas con carretera muy peligrosas, yo no era un experto 
manejando en este tipo de vías. 
La montaña más peligrosa tiene por nombre “Los Cuatro 
Vientos”, muchas personas perdieron sus vidas en esas vías. 
Sucedió que al subir por la montaña que acabo de mencionar, 
iba un camión cargado delante de mí con una velocidad muy 
lenta, yo estaba a una distancia corta y como la camioneta 
es de cambios manual sincrónicos, me descuidé en una 
MI LLAMADO A HAITI
51
velocidad débil y con mi poca experiencia se me apago la 
camioneta, yo pensaba que si colocaba la palanca en primera 
velocidad la camioneta se iba a detener, pero no fue así, 
pues la pendiente era muy inclinada y la camioneta empezó 
a avanzar hacia atrás (de cada lado de la vía solo habían 
precipicios muy profundos), en la camioneta estaba todo el 
equipo Evangelístico, pues estaba acondicionada para llevar 
personas. 
Fue un momento di ícil y en mi desespero salté de la 
camioneta y le coloqué el pié a la llanta pero no se detuvo, corrí 
desesperado a buscar una piedra para tratar de detenerla, 
me angustiaba que tantas personas fueran a perecer en 
ese precipicio y de repente una misionera y cantante 
puertorriqueña que era parte del grupo de apellido Fontanes 
me gritó que regresara a la camioneta y que pisara el freno 
repetidamente, gracias a Dios la camioneta nunca cambio 
de velocidad de primera a neutro y por eso su velocidad era 
lenta, esto fue lo que hizo que la camioneta se detuviera para 
mi alegría. Les dije que se bajaran y le colocamos una piedra 
en las llantas para asegurarla. Por causa del mismo susto, le 
pedí al equipo que caminaran al inal de la montaña mientras 
yo subía solo en la camioneta. Luego continuamos y pudimos 
llegar bien de la misión a la que habíamos ido. Siempre Fiel y 
Bueno nuestro Señor.
¡Gloria a Dios!
Después de este primer viaje, he viajado tanto a Haití, al 
punto que hoy en día tenemos una misión en la frontera 
norte de la Republica Dominicana donde se dividen los 
pueblos Dajaban en República Dominicana, yJuana Méndez 
en Haití. Esta misión tiene iglesias, orfanatos, escuelas y 
pudimos hacer una emisora Fm, que transmite el mensaje de 
Dios en la lengua local el “Creole”.
53
Luego de regresar de Haití pasé un tiempo ministrando 
la Palabra en diferentes lugares del país, en República 
Dominicana. El Señor Jesucristo tiene todo bajo su control y 
es Él quien nos abre puertas y nos da esas conexiones divinas, 
para ese tiempo conocí a un misionero norteamericano tan 
joven como yo llamado B. Ford, nos hicimos muy amigos, 
él estaba al frente de la dirección de un gran ministerio 
internacional que se encargaban de llevar jóvenes a diferentes 
países para hacer labor misionera de evangelización y ayuda 
social, fue quien Dios usó para conseguir mi primera Visa 
Americana, con la que pude entrar a la Isla de Puerto Rico. 
En mi primer viaje estuve por quince días y prediqué en 
algunas Iglesias, recuerdo que al llegar al aeropuerto me 
detuvieron, quizás por ser tan joven y viajar solo, los o iciales 
se imaginaron que yo trataría de quedarme en la isla como 
muchos lo hacían para buscar una mejor vida en los Estados 
Unidos. Cuando me entrevistaron la pregunta fue: “¿Cuánto 
dinero traes para estar quince días en este país?” Yo no debía 
mentir como cristiano y le respondí: “Tengo cinco dólares 
soy misionero de Jesucristo”. 
El o icial le dice al superior en voz alta: “Es un misionero y 
solo lleva con él cinco dólares”, el superior le hace una seña 
con las manos dando a entender, “déjalo pasar”. Tal vez 
parezca asombroso, pero en casi todos los movimientos del 
llamado de Dios en mi vida a su servicio, ha sido por fe, y 
no he dejado de ver el favor de Dios sobre mi vida en cada 
momento, por eso, al transcurrir la lectura de este libro 
CAPÍTULO VIII
MI LLAMADO A PUERTO RICO
54
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
encontrarás la manera en que Dios ayuda a los que Él lleva a 
su santo ministerio.
Después de esa primera vez, he viajado muchas veces a la 
isla de Puerto Rico, ha sido una plataforma ministerial hasta 
el día de hoy, Dios me ha dado la gracia del ser parte de un 
ministerio internacional con Iglesias en los Estados Unidos, 
Centroamérica, el Caribe y Suramérica, En el año 1979 
estaba viviendo en Puerto Rico, ya me estaba adaptando 
a la manera cómoda y próspera de la Isla, había adquirido 
un local para trabajar mi profesión de sastrería y estaba 
prosperando económicamente, sin abandonar el ministerio, 
pues hasta ese tiempo mantenía una posición en la que decía 
para mis adentros: “Yo no quiero predicar para depender 
de las ofrendas, quiero trabajar y predicar, sosteniendo el 
ministerio con mi trabajo”.
Al pasar el tiempo, decidí entregar el local donde laboraba, 
continuaba trabajando en el ministerio, sin embargo casi me 
olvido que Dios me había llamado también para que predicara 
en Venezuela, fue así que una tarde mientras meditaba en 
oración, hice un plan que no era ordenado por Dios, sino 
que era mi propia decisión, por conveniencia material, 
propuse irme de Puerto Rico a New York aprovechando que 
mi hermana mayor vivía en esa ciudad del norte. Pensamos 
en alquilar y compartir un apartamento, pues el resto de 
nuestra gran familia era de escasos recursos y residían en 
República Dominicana, estando nosotros en mejor situación, 
los podíamos ayudar económicamente.
Hoy en día toda mi familia vive en New York y tienen 
ciudadanía estadounidense, inclusive hay sobrinos que 
nacieron allá. Lo más importante para mí es que la mayoría 
le sirven a Cristo incluyendo mi madrastra, quien es una gran 
intercesora de Dios, una anciana de oración junto a mi padre.
Les cuento lo ocurrido en aquella tarde mientras meditaba en 
el viaje a New York. De repente estaba viviendo nuevamente 
la experiencia que me pasó cuando Dios me hizo el llamado 
de ir a Colombia y Venezuela. Ya había cumplido con ir 
MI LLAMADO A PUERTO RICO
55
a predicar a Colombia pero me faltaba Venezuela para 
completar el llamado, cuando veo esto de nuevo, grité muy 
fuerte y me levanté del lugar diciendo: “Perdóname Señor, 
yo te cumplí con ir a Colombia pero no he ido a Venezuela, 
así que ahora mismo llamaré a mi hermana para decirle que 
no me espere esta semana, porque yo tengo otra misión que 
cumplir, no sé si ella entenderá, pero la verdad debo cumplir 
mi compromiso con Dios”. No pude ver a mi hermana sino 
cuatro años después y más adelante sabrán el por qué.
Al día siguiente fui a noti icar a inmigración que iba a salir del 
país y que según el itinerario del viaje era de un mes, ya que 
estaba en proceso mi solicitud de la tarjeta norteamericana 
“Green Card” (tarjeta verde de residencia de los Estados 
Unidos), este trámite lo estaba haciendo gracias al reverendo 
Fran Hernández de la iglesia de Dios M.B. quien me había 
solicitado como ministro cristiano. Cuando le expongo el 
caso a uno de los o iciales, me regresó los documentos y me 
sugirió que hiciera el trámite cuando regresara de Venezuela, 
ya que si me llamaban para concluir el proceso y no estaba 
en Puerto Rico iba a perder la oportunidad, así que deje los 
papeles en casa de mi hermano y amigo Israel Torres.
Esa misma semana hice los arreglos para viajar a la Republica 
Dominicana, pues por ser mi país de origen debía buscar 
allá la Visa para entrar a la República de Venezuela. Para 
mi bendición, me encontré a mi amigo Severino Guzmán, 
otro joven de 20 años que también estaba en el Ministerio 
Evangelístico y nos habíamos conocido tiempo atrás, él 
también venia de esa gran cosecha de jóvenes que Dios llamó 
en la Republica Dominicana en los años 70, creo que fue una 
década de un gran avivamiento en el país, pues decenas de 
jóvenes tuvieron llamado de Dios al ministerio. 
Entonces yo le digo: “Seve (como cariñosamente solíamos 
llamarle), te invito para que me acompañes a un viaje 
misionero a Venezuela”. Él me respondió que le gustaría ir 
conmigo pero recién había llegado de Guatemala y no tenía 
dinero, porque sembró en muchos pastores de escasos 
56
VIVENCIAS DE UN LLAMADO
recursos. Yo le dije que no había problema, que le pagaría el 
pasaje para que me acompañara, porque la vez que estuve en 
Colombia algunas veces me sentí solo, necesitando compañía 
y tener alguien con quien compartir y comunicarme, así 
entendí que en Su sabiduría, el Señor los llamaba de dos en 
dos.
Severino acepto la invitación, yo tenía algo ahorrado de 
mi trabajo en la sastrería. Así que viajamos a República 
Dominicana a buscar el visado para ir a Venezuela, no 
estaba fácil conseguir que nos aprobaran esta solicitud ya 
que para la época muchas personas querían emigrar a ese 
país para trabajar, esa nación estaba en desarrollo y tenía 
muchas industrias con personal Europeo, Centroamericano 
y Suramericano, Venezuela parecía las Naciones Unidas. 
Pasamos varios días intentando conseguir la Visa, 
nuevamente Dios usó a mi amigo B. Ford; como nuestra 
pasión era la obra de Dios, él hizo valer su in luencia de 
norteamericano para hablar con el Cónsul de Venezuela y 
nos otorgaron las Visas, en esa época Venezuela tenía buenas 
relaciones con los Estados Unidos.
Para el tiempo en que yo vivía en local de mi iglesia, tenía dos 
jóvenes hermanos en la fe, que éramos inseparables hasta 
el día de hoy, uno de ellos es Julio Cesar Martínez, quien 
trabajaba en uno de los diarios más antiguos del país, con 
distribución a nivel nacional llamado “El Listín Diario”, así 
fue como Julio pudo publicar en la prensa el anuncio de mi 
viaje a Venezuela junto a Severino Guzmán. 
El anuncio aún lo conservo y dice de la siguiente manera: 
“Predicadores irán a Venezuela”, haciendo referencia de 
nosotros. El artículo mencionaba que estaríamos por 
espacio de un mes en la nación suramericana para predicar 
el mensaje de Dios.
57
Al in llego el día tan esperado de viajar a Venezuela con 
el pensamiento de estar sólo por un mes evangelizando 
por todo el país, donde Dios nos abriera las puertas y de esa 
manera sentir la satisfacción de cumplir el compromiso

Continuar navegando