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Garrett, Thomson - Introducción a la práctica de la filosofía

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Thomson, Garrett 
Introducción a la práctica de la filosofía / Garrett Thomson; traducción al 
castellano por Pablo R. Arango Giraldo. - Bogotá: Panamericana Editorial, 2002. 
272 p.; 23 cm. - (Pedagogía y educación) 
Título en inglés: On Philosophy 
Incluye bibliografía. 
ISBN 958-30-0886-9 
1. Filosofía 2. Filosofía - Enseñanza I. Arango Giraldo, Pablo R., tr. II. Tít. III. Serie 
100 cd 19 ed. 
AHH0739 
CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Angel Arango 
Garrett Thomson 
INTRODUCCIÓN A 
LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
Traducción 
Pablo R. Arango Giraldo 
Título original en inglés: On Phihsophy 
Editor 
Panamericana Editorial Ltda. 
Dirección editorial 
Andrés Olivos Lombana 
Edición 
Gabriela García de la Torre 
Traducción 
Pablo R. Arango Giraldo 
Autoedición digital 
La Piragua Editores 
Diseño de carátula 
Primera edición en Panamericana Editorial Ltda., marzo de 2002 
© Garrett Thomson 
© De la traducción, Pablo R. Arango Giraldo 
© Panamericana Editorial Ltda. 
Calle 12 No. 34-20, Tcls.: 3603077 - 2770100 
Fox: (57 1) 2373805 
Correo electrónico: panaedit@panamcricanacditorial.com 
www. panamericanaeditorial .com.co 
Bogotá, D. C , Colombia 
ISBN volumen: 958-30-0886-9 
ISBN colección: 958-30-0885-0 
Todos los derechos reservados. 
Prohibida su reproducción total o parcial 
por cualquier medio sin permiso del Editor. 
Impreso por Panamericana Formas e Impresos S. A. 
Calle 65 No. 95-28, Tcls.: 4302110 - 4 3 0 0 3 5 5 , Fax. (57 1) 2763008 
Quien sólo actúa como impresor. 
Impreso en Colombia Printed in Colombia 
Diego Martínez Celis 
mailto:panaedit@panamcricanacditorial.com
C O N T I i N I DO 
Prefacio 1 3 
CAPÍTULO 1 MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 17 
Hacer filosofía 18 
Las fases de la filosofía 19 
Primera fase: preguntar 1 9 
Segunda fase, analizar '. 21 
Tercera fase: responder y argumentar 24 
¿Aplicaciones prácticas? 25 
La naturaleza de lo no empírico 26 
Algunos ejemplos 30 
Vida cotidiana 33 
APÉNDICE CIENCIA Y ESPECULACIÓN 35 
CAPÍTULO II DISCUTIR ACERCA DE Dios 37 
El primer movimiento 38 
El segundo movimiento 40 
El tercer movimiento 42 
Maldad 4 3 
Libre albedrío 4 4 
Necesidad y utilidad 4 0 
Dios no lo permitiría 4 7 
Otros significados para bueno y malo 4 8 
Algún sufrimiento malo o innecesario 4 # 
CAPÍTULO III PREGUNTARLE LA HORA A DIOS 5 I 
Tiempo 57 
El fatalismo y el tiempo 5 9 
CAPÍTULO IV OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS 6 1 
¿Por qué es importante Dios? 62 
Dios como trascendente 64 
Mas allá de la existencia 67 
Lo inexpresable ?' 
El dualismo Dios/Universo 74 
¿Es Dios un ser? 76 
Conclusión 7 9 
6 INTRODUCCIÓN A I .A PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
CAPÍTULO V DESAPARECER EL MUNDO 8 1 
Elementos de la escena anterior 8 1 
Sembrar semillas de duda 8 3 
El mundo desaparece 8 7 
Cualidades primarias y secundarias 9 0 
Conclusiones :.. 93 
CAPÍTULO V I MIRAR EL MUNDO 9 5 
El espejismo 9 5 
Una crítica del argumento de la ilusión 9 7 
Una concepción alternativa de la percepción: El realismo directo... 9 8 
El argumento del lenguaje privado 1 0 0 
Otra implicación 102 
CAPÍTULO Vil ¿Es USTED SU CUERPO? 105 
Primer nivel: Ontológico 106 
Dualismo 106 
El argumento de la divisibilidad 110 
Problemas con el dualismo 1 I 1 
Materialismo I 16 
Problemas con el materialismo 1 1 7 
¿Es ontológico el problema? 1 2 0 
APÉNDICE VIDA DESPUÉS DE L\ MUERTE 123 
CAPÍTULO VIII SALVAR LO MENTAL 1 25 
El segundo nivel: Contenidos mentales 1 2 6 
Del conductismo al funcionalismo 1 2 8 
Otra visita al argumento del lenguaje privado 1 2 9 
Tercer nivel: Descripciones 1 3 0 
Dos tipos diferentes de descripción ..- 131 
Las tres estrategias 1 3 4 
Conclusiones 1 4 2 
Los tres niveles: ontológico, contenidos mentales y descripciones 144 
CAPÍTULO I X EL PROBLEMA DE LOS PUNTOS: LA CIENCIA 145 
El problema 146 
Reformular el problema 147 
Una solución: La cuarta vía 1 4 9 
Dos desafíos 152 
CONTENIDO _ ] _ 
El primer desafío: Dualismo 153 
El segundo desafío: Materialismo reductivo I 5 5 
Las otras ciencias I 5 6 
Conclusión 1 5 8 
APÉNDICE CÁLCULOS 1 5 9 
A. Tiempo 1 5 9 
B. Espacio 1 5 9 
CAPÍTULO X MORALIDAD SIN AUTORIDADES••; 161 
Subjetivismo 1 6 2 
Las réplicas 163 
Análisis del subjetivismo 1 6 8 
Relativismo cultural 1 7 0 
Análisis 1 7 0 
Respuestas 1 7 2 
Teoría de las órdenes divinas 1 7 3 
Derechos morales 1 7 4 
La lista ampliada 1 7 6 
Teoría del contrato social 1 7 6 
Utilitarismo 1 7 8 
Teoría kantiana 1 7 8 
Conclusión 1 7 9 
APÉNDICE I HECHOS Y OPINIONES 181 
APÉNDICE 2 VERBOS, SUSTANTIVOS Y ADJETIVOS 183 
CAPÍTULO XI MORALIDAD SIN RECIAS 185 
Argumentos contra el utilitarismo 191 
Argumentos contra la teoría kantiana 1 9 2 
El conflicto 193 
La naturaleza del conflicto 198 
Combinación 2 0 0 
1. Utilitarismo de reglas 2 0 0 
2. Utilitarismo con limitaciones kantianas 2 0 2 
Moralidad sin reglas 2 0 2 
Razones concluyentes 2 0 2 
Razones no concluyentes 2 0 4 
Mejores razones 2 0 5 
Conclusión 2 0 6 
8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
APÉNDICE LA FALACIA NATURALISTA ES UNA FALACIA 2 0 7 
1. El dolores malo 2 0 7 
2. El dolores intrínseca y no concluyentcmente malo '. 2 0 8 
La falacia naturalista es una falacia 2 0 8 
Del dolor a la moral 2 1 0 
CAPÍTULO X I I UNA MEJOR VIDA • . 2 1 3 
Metas y valores 2 1 3 
Racionalidad instrumental 2 1 5 
Placer y felicidad 2 1 8 
a. El placer es el fin 2 1 9 
b. Del placer a la apreciación 2 2 1 
Deseos .- 2 2 4 
Intereses y necesidades 2 2 8 
Conclusiones 2 3 2 
APÉNDICE 1 RAZONAMIENTO CRÍTICO: CULTIVAR NUESTRO PROPIO PROFESOR 2 3 5 
Actitudes 2 3 5 
1. Estar abierto 2 3 5 
2. Ser crítico 2 3 6 
3. Ser paciente 2 3 8 
4. Ser sencillo 2 3 9 
CONCLUSIÓN 2 3 9 
ALGUNAS HABIUDADES 2 4 0 
APÉNDICE 2 LÓGICA: HACER CONEXIONES 2 4 1 
Convertiré! texto en argumento 2 4 3 
Evaluar un argumento 2 4 3 
Elaborar un argumento 2 4 5 
Formas válidas basadas en conectivas lógicas 2 4 6 
Formas válidas basadas en conjuntos 2 4 7 
Algunas falacias formales 2 4 8 
Algunas falacias informales 2 4 8 
APÉNDICE 3 ANÁLISIS 2 4 9 
Claridad: preguntas y afirmaciones 2 5 0 
Términos clave 2 5 0 
Distinciones importantes 2 5 2 
Identificar las suposiciones ocultas 2 5 3 
¿Son plausibles las consecuencias lógicas? 2 5 3 
Contraejemplos 2 5 4 
CONTENIDO 9 
APÉNDICE 4 HACER CANTAR A LOS LIBROS 255 
El fenómeno de la canción en la cabeza 255 
Mapas desde el helicóptero 256 
La prueba de la radio 258 
Ruido interno 259 
Resumen 259 
APÉNDICE 5 AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO 261 
Paso I: elegir 261 
Paso 2: preparar 262 
Paso 3: escribir 264 
Paso 4. releer y reescribir 264 
Bibliografía 267 
A Pablo Arango y 
Lucio y Antonieta Lince. 
P R E F A C I O 
Un hombre va conduciendo su carro por la autopista central. Su 
teléfono timbra. Su esposa le pregunta con voz ansiosa: "¿Dónde 
estás?" Él contesta: "Estoy conduciendo por la autopista central". 
Ella le dice: "Por favor, ten cuidado. Acabo de escuchar en la radio 
que hay un lunático conduciendo a toda velocidad y en contravía 
en la autopista central". El hombre contesta: "¿Uno?, ¡Hay miles!" 
Hay dos monjes budistas jóvenes a quienes les fascina fumar. Se 
arman de valor y deciden preguntarle al monje mayor si les conce-
de el permiso para fumar durante las largas sesiones de medita -
ción. El primer monje entra al despacho del jefe del monasterio. 
Después de unos minutos, se escuchan gritos de ira en la oficina y 
el joven monje sale con rostro grave negando con la cabeza. El 
segundo monje entra a la oficina. Después de unos momentos, aden-
t ro se escuchan risotadas, y el segundo monje sale de allí con una 
gran sonrisa, asintiendo con la cabeza. El primer monje, perplejo, le 
pregunta a su amigo: "¿Por qué él te dio la aprobación, sabiendo que 
a mí me la negó tan categóricamente? ¿Qué le preguntaste?" El se-
gundo monje contesta: "Simplemente le pregunté si podía meditar 
mientras fumaba". 
Estos chistes nos recuerdan que algunas veces, realmente i m -
porta cómo concebimos las cosas. La filosofía es la cienciay el arte 
de concebir las cosas de nuevas maneras. En consecuencia, un 
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
l ibro introductor io sobre filosofía debería desafiar y estimular a sus 
lectores para pensar y extraer cosas de sí mismos. 
Al mismo t iempo, deseo promover el sentimiento de que pode-
mos realizar progresos en la filosofía, y combat i r el c in ismo que 
afirma que sólo podemos permanecer en nuestras posiciones o, 
aún peor, que sólo podemos girar y girar en círculo. 
He tratado de lograr estos dos objetivos argumentando a favor 
de conclusiones definidas acerca de algunos de los problemas y 
áreas centrales de la filosofía, tales como la naturaleza de Dios, la 
percepción, la relación entre la mente y el cuerpo, y la ética. En 
otras palabras, he tratado de comprometerme a mí mismo con el 
pensamiento filosófico a fin de estimular a otros para hacer lo mis-
mo. Espero que, al hacerlo, haya mostrado el poder y la belleza del 
pensamiento filosófico, y que haya logrado expresar mi propio amor 
hacia esta actividad un tanto particular. 
Además, uno de los aspectos relativamente novedosos de este 
trabajo es que he tratado de extraer los argumentos y las conclusio-
nes que pretenden apoyar como silogismos, de tal forma que mis 
lectores puedan debatir los y tomar posición con respecto a mis 
afirmaciones. Para ser claro, se supone que usted debe desafiar mis 
argumentos y conclusiones. Ése es el propósito del l ibro. 
Un l ibro in t roductor io sobre filosofía debería ofrecer una guía 
práctica para pensar filosóficamente. Por esta razón, el capítulo I 
versa sobre la naturaleza de la filosofía, y he incluido c inco apéndi-
ces sobre diversas habilidades y actitudes filosóficas, tales como el 
pensamiento crítico, el análisis, la lectura y la escritura. He tratado 
de ofrecer estas guías de manera práctica e integral, enfocándolas 
tanto en los aspectos intelectuales como en los aspectos emoc io -
nales del forcejeo filosófico. 
Espero que mis lectores tengan el t iempo suficiente para rela-
cionar estas guías prácticas con el cuerpo central del texto. En otras 
palabras, el objet ivo de este l ibro no tratar de convencer a nadie de 
que mis conclusiones son correctas, sino más bien que los lectores 
sean testigos del pensamiento filosófico en acción y aprendan de 
él, que comparen la manera en que he procedido con los consejos 
PREFACIO 
que doy en los apéndices. Por favor, aprendan de lo que hago, má^ 
que de lo que digo. 
Dado que mi intención es mostrar el pensamiento filosófico en 
acción, me he concentrado en los problemas más importantes de 
las áreas filosóficas que abordo a lo largo del l ibro. De esta mane-
ra, el l ibro entero puede servir como una introducción a la filosofía 
en general, pero sus capítulos también pueden ser utilizados para 
cursos introductor ios a las diferentes áreas de la filosofía que son 
tratadas en ellos. Así, los capítulos II a IV pueden ser utilizados en 
cursos de filosofía de la religión o en estudios filosóficos sobre el 
concepto de Dios; los capítulos V a IX pueden servir en cursos de 
filosofía de la mente o de filosofía de la percepción, y los capítulos 
X a XII pueden ser útiles en cursos sobre ética. 
Diferentes secciones de este libro están basadas en otros textos 
que he escrito. En algunos apartes de los capítulos V y VI utilicé 
material de mi l ibro Bacon io Kanl. Para escribir el capítulo VIII, me 
apropié de material de G. Thomson y R Turetzky, "A Simple Cuide to 
the Philosophy of Mind" , en Tíie Experience o\ Philosophy. Algunas par-
tes del capítulo IX se pueden encontrar, de manera diferente, en On 
the Meaning of Life. Una de las secciones del capítulo XII se basa en 
mi primer libro, Needs, y una versión del capítulo I fue publicada en 
castellano en la Revista Aleph No. I 12. 
Me gustaría expresar mi gratitud a la Universidad de Caldas, en 
Manizales, por el apoyo que me dio para llevar a cabo este proyec-
to de investigación que se materializó en este l ibro. También quie -
ro agradecerles a todos mis amigos en Colombia , quienes han 
hecho que mis estancias en ese país fueran maravillosas. Quiero 
agradecerle a Jaime Ramos por sus útiles comentarios sobre este 
l ibro. Estoy especialmente agradecido con Pablo R. Arango, por su 
cuidadosa traducción. Quiero dedicar este libro a él y a mis sue-
gros, Antonieta Ocampo de Lince y Lucio Lince, a quien algunas 
veces llamo 'e l necio". 
CAPÍTULO I 
M O S T R A R L O 
Q U E O T R O S O C U L T A N 
Hay un lugar en Oxford donde algunos profesores toman el sol al 
desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacer-
dote. Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada 
que va hasta el río Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus 
periódicos. No es una cosa digna de verse, como descubrieron unas 
jóvenes damas una tarde infortunada. Estas damiselas, la crema y 
nata de la sociedad británica, tomaron con su barco una vía equ i -
vocada y pasaron lentamente frente al Placer del Sacerdote. Hubo 
un momento largo y muy bochornoso en el que ambos bandos se 
dieron cuenta de lo que estaba pasando. De repente, los profeso-
res gritaron: "¡Oh! Dios mío", agarraron sus periódicos y cubrieron 
sus partes íntimas. El único de los profesores que no lo hizo fue el 
de filosofía, quien cubrió su rostro. Cuando el barco siguió de lar-
go, los profesores se volvieron hacia el filósofo y le preguntaron: 
"Mi estimado colega, ¿por qué no cubrió sus partes íntimas como 
todos nosotros?" El profesor los miró y contestó obedientemente: 
n Mis queridos colegas, ustedes t ienen que reconocer que en la c iu -
dad de Oxford yo soy reconocido i por mi cara!" 
La filosofía debería ser uno de los asuntos más emocionantes 
que se puedan estudiar actualmente en las universidades. Digo esto 
porque con la práctica de la filosofía uno puede profundizar en su 
propia comprensión y puede obtener una concepción muy amplia 
de muchas ramas diferentes del conocimiento. Uno puede tener en 
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
sus manos el racimo de las cuestiones críticas. La práctica de la 
filosofía requiere que uno mejore sus habilidades críticas y de pen-
samiento; debe ser un ejercicio del que Woody Alien llama su se-
g u n d o órgano p r e f e r i d o : el c e r e b r o . Es ex igen te y r equ ie re 
creatividad; pero lo mejor de todo es que uno puede aprender de sí 
m ismo. 
Para ver cómo es posible esto, consideremos qué es la filosofía. 
Las definiciones más comunes son: el amor a la sabiduría; el análi-
sis de los conceptos; la manera de hallar respuestas a preguntas 
fundamentales. El problema de estas definiciones es que todas son 
correctas. Cada una tiene razón, pero sólo nos dan parte del cua-
dro,- ninguna ofrece una visión general. Necesitamos una imagen 
más completa que nos permita una comprensión plena, una ima-
gen que articule todas las partes diferentes del total . 
Otro problema con esas definiciones es que omiten el aspecto 
más importante de Id filosofía, es decir, la práctica. El objet ivo de 
estudiar filosofía es aprender a hacer filosofía. Uno puede apren-
der lo que han dicho diferentes pensadores en el pasado, pero p ro -
bablemente esos trozos sueltos de información no se quedarán 
por mucho t iempo con nosotros. Adquir ir esta información no es la 
tarea principal. Lo importante es practicar las habilidades, desarro-
llar el ta lento, aprender a pensar creativa y críticamente acerca de 
preguntas filosóficas. Es ayudar al cerebro a pararse sobre sus pro -
pios pies. La filosofía es un proceso. 
] JACP.R rn.osoiiA 
Ante t o d o , la filosofía es un proceso humano. Ser un pensador 
independ iente es una cuestión de a c t i t ud y sen t imien to , t a n t o 
como de razón. Para comprometerse con eso, uno t iene que apren-
der de sí mismo, de sus propios procesos de pensamiento. Esto 
significa preguntar cont inuamente , analizar, contestar y a rgumen-
tar por uno mismo (más adelante veremos estas cuat ro ins tan-
cias). Para hacer t odo esto es necesario saber cuándo hay que ser 
paciente, cuándo hay que simplificar, cómo ser creat ivo y cómo 
ser destruct ivo. 
Cap i tu lo I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 
Por supuesto, uno también puede hacer filosofía con la ayuda 
de otros . Se puede practicar d iscut iendo con amigos, leyendo y 
escuchando a otros. De todas maneras, t odo está en ufto mismo, 
porque es uno quien debe estar o no de acuerdo con lo que otros 
dicen. Uno es el responsable de su comprensión y de sus actitudes 
hacia el conocimiento. 
Cuando recibimos pasivamente el conocimiento, la información 
nos golpea como si viniera del exterior; no nos pertenece. Sin em -
bargo, nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos está 
más ligada a nosotros que nuestros propios ojos. No podemos evi-
tar poseerla. Nuestra manera de ver el mundo determina lo que 
hacemos y las oportunidades que perdemos. De este modo, somos 
responsables de nuestra actitud hacia el conocimiento. 
La filosofía es un forcejeo contra nuestros patrones de pensa-
miento, prejuicios y sentimientos. No es únicamente una búsqueda 
intelectual. Involucra a) ser humano entero. No podemos luchar 
contra los modelos de pensamiento propios y contra nuestras pre-
suposiciones más íntimas sin tratar de superar nuestros sentimien-
tos y de buscar una relación apropiada para nuestra comprensión. 
(Ver el Apéndice 1, en la página 235, para más detalles.) 
LA? IASIS ni. iv i II.OSOHA 
Las definiciones muy específicas de filosofía sólo nos ofrecen frag-
mentos del cuadro general. Acabamos de ver que la imagen global 
requiere ser presentada como un proceso. Por esta razón, una ima-
gen de la filosofía debe tener tres fases o etapas. 
Primera lase: preg'imfar 
En la primera etapa, el objet ivo es estar realmente confundidos, 
sentirnos perdidos, desorientados, perplejos. ¿Por qué hay que lo -
grar esto? Porque sólo así se afronta una pregunta. ¿Por qué el o b -
jet ivo es la confusión? Sólo cuando nos sent imos confund idos 
buscamos una respuesta y preguntamos activamente; cuando esta-
mos perdidos, investigamos mejor. 
2 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
En la metafísica tenemos que abrirnos a la naturaleza misteriosa 
de las cosas. Esto significa que debemos quitar la piel a nuestras 
suposiciones más arraigadas. Cuando creemos que entendemos, 
estamos satisfechos de nosotros mismos y tendemos a olvidar. Los 
humanos estamos más perdidos y somos más ignorantes de lo que 
admit imos normalmente. Por supuesto, sabemos ponernos los za-
patos, arreglar el televisor y también sabemos cómo hacer que un 
átomo explote. Pero este conoc imiento práctico puede hacernos 
arrogantes, puede hacernos olvidar el misterio de las cosas. He-
mos adquir ido un conocimiento y una habilidad increíbles durante 
el último siglo. Ese conoc imiento técnico puede hacernos sentir 
cómodos, como si el universo fuera la sala de nuestra casa. Con tal 
sent imiento , o lv idamos la naturaleza profundamente enigmática 
de las cosas. El universo y nosotros mismos somos incomprensi -
blemente misteriosos, y llegar a acostumbrarnos a esto no equivale 
a comprenderlo. Estamos acostumbrados a la manera como se c o m -
portan las cosas; esto no significa que las entendamos. 
Supongamos que un conejo se materializa en la esquina del cuar-
to durante unos segundos cada hora. Al principio estaríamos per-
plejos: "éste es un fenómeno muy extraño, ¿cuál es su causa?" Pero 
tarde o temprano nos acostumbraríamos a las apariciones del co -
nejo. Nos quejaríamos si llega retrasado, y cuando otros expresen 
sorpresa ante el fenómeno, diríamos: "¡Oh, eso! No es más que el 
efecto conejo". Éste es un ejemplo t on to hasta que reemplazamos 
"conejo" por M pi mesón" (un t ipo rarísimo de partícula subatómica). 
Hay muchos hechos y rasgos extraños en el universo. Nuestra sola 
existencia es uno de ellos. Nuestra propia conciencia es ot ro . Para 
resucitar nuestras preguntas personales, necesitamos sacudir nues-
tros sent imientos de seguridad y redescubrir el cuestionario que 
teníamos cuando éramos niños. Esto no es fácil, porque nos gusta 
sentir que sabemos; detestamos sentirnos perdidos. 
Este mismo t ipo de apertura es necesario en otras áreas de la 
vida. En una corporación, las personas necesitan exponerse a 
preguntas como : ¿Por qué estamos en este negocio? ¿Qué es lo 
que hacemos? Sin tales cues t ionamien tos , la comprensión no 
puede progresar. Este mismo t i p o de preguntas se puede hacer 
Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 
acerca de las grandes inst i tuc iones sociales y de nuestras act iv i -
dades personales. 
Seg'iintla fase: analizar 
La mayoría de las personas piensan: "tengo la pregunta, venga la 
respuesta". Esto puede ser un error craso. Cuando quiera que t en -
gamos una pregunta difícil, es una equivocación apresurarse a c o n -
testarla. Primero hay que entender bien la pregunta. De otra manera, 
nuestra respuesta no será más que un reflejo o un balbuceo super-
ficial de palabras. En la segunda fase de la filosofía, tratamos de 
comprender las preguntas, sin contestarlas. Tratamos de mejorar 
nuestras preguntas. 
Esto se aplica no sólo a la filosofía académica, sino también a 
otras áreas de la vida. La mayor parte de un problema profundo se 
resuelve comprendiendo en qué consiste. Así es en mercadeo y 
administración, en las relaciones personales, en las investigacio-
nes científicas, en la planificación de una carrera. En todos los ca-
sos, el problema no viene empacado y et iquetado, aguardando una 
respuesta satisfactoria. Primero tenemos que diagnosticar el p ro -
blema, saber cómo pensar acerca de él. Cuando la dif icultad es, 
¿cómo debo abordar este problema?, ¿cómo debo pensar en él?, 
entonces la dif icultad es filosófica. Si el problema es ¿cuál es el 
problema?, entonces la cuestión es conceptual. Una vez compren-
dida la pregunta, la respuesta puede llegar a ser obvia y fácil. 
Es necesario analizar las preguntas por tres razones. Primero, 
porque sin la comprensión de la pregunta, el significado de las res-
puestas se nos pierde. En la Cuta del viajero de la galaxia, las personas 
del planeta X están cansadas de inquietarse por las preguntas fun -
damentales acerca de la vida. Ellos quieren continuar con su vida 
cotidiana sin molestias. Para responder las preguntas metafísicas 
de una vez por todas, deciden construir una gran computadora l lama-
da Pensamiento Profundo. Ella les dará las respuestas a las pregun-
tas fundamentales: ¿cuál es el propósito de todo?; ¿cuál es el sig-
nificado de la vida? La computadora les informa que se tomará diez 
mil años para trabajar en las respuestas. M No importa" , contestan, 
22 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DF. LA FILOSOFÍA 
"por lo menos tendremos las respuestas en diez mil años". Diez mil 
años después, llega e! gran día. Pensamiento Profundo revelará el 
secreto, la respuesta al misterio de la vida. Las muchedumbres se 
reúnen fuera del albergue del palacio, donde está la computadora; 
todos esperan. El jefe de Estado sube hasta Pensamiento Profun-
do: "¿Tiene la respuesta", pregunta. 
" iOh! , sí, la tengo", contesta la gran máquina. ' 
"¿Cuál es, entonces?", replica el jefe, expectante. 
"Oh, lo siento, no puedo decírselo". 
"¿Qué? ¿Por qué no puede decírmelo?", pregunta nervioso el jefe. 
"Porque a usted no le gustaría la respuesta", afirma la computa -
dora. 
"Eso no importa. Sólo déme la respuesta; es su deber, para eso 
la construimos", exclama el jefe. 
La computadora reflexiona un momento : "Muy bien; le daré la 
respuesta a la gran pregunta, pero primero debe prometer no eno-
jarse conmigo, no censurarme si no le gusta la contestación". 
El jefe contesta ávidamente: "Sí, sí. Por supuesto. Cualquier cosa. 
Sólo dígala". 
"Bien", dice la computadora en tono renuente, "La respuesta a 
su pregunta es 42" . 
"¿Qué?", chilla el jefe, "¡42!, pero, ¿cómo es posible?" 
Y ahora viene el postre, la moraleja de esta historia: la computa -
dora dice, sabiamente:"El problema es que, en primer lugar, usted 
nunca entendió la pregunta, y así no puede esperar comprender la 
respuesta". 
La comprensión no consiste únicamente en tener las respues-
tas. Podemos mejorar la comprensión sin conocer la respuesta. Por 
ejemplo, si tenemos un mapa de la pregunta "¿existe Dios 9 " , p o -
dríamos llegar a comprenderla, sin tener una respuesta. 
La segunda razón por la cual necesitamos hacer un análisis de 
las preguntas conceptuales, antes de contestarlas, es que la pre-
gunta puede ser errónea. 
Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 2 3 
¿Ha dejado de pegarle a su mamá? Obviamente, uno no debe 
contestar esta pregunta. Si la respuesta es sí, entonces significa que 
uno le pegaba. Si es no, entonces significa que todavía le pega. ¿Me 
pagará los mil dólares el viernes, o el sábado? De nuevo, uno no 
debe contestar esta pregunta. Ambas preguntas cont ienen una su-
posición tácita, a saber: que uno tiene una madre a quien le pega, y 
que usted me debe mil dólares. Esas suposiciones son incorrectas 
y en ese sentido, las preguntas también lo son. 
Debemos evitar contestar preguntas basadas en suposiciones 
falsas. Quizás el presupuesto de "cuál es el significado de la vida", 
o de, "cuál es el color del número cinco" es equivocado. Si pode-
mos ver ese falso supuesto entonces tal vez nos salvemos de la 
perplejidad que nos lleva a hacer la pregunta, aunque no le demos 
respuesta. O, también, al suprimir el supuesto falso podemos me -
jorar la pregunta, es decir, podemos convertirla en una más fácil de 
responder. 
La tercera razón por la que es necesario el análisis, antes de 
responder , es que a lgunas veces, en una so la p r e g u n t a , se 
involucran muchas otras. Preguntas como, "¿cuál es el s ignif icado 
de la vida?", "¿es mora lmente mala la eutanasia?", "¿cuál es la 
relación entre la mente y el sistema nervioso?", cont ienen m u -
chas otras, diferentes, todas mezcladas. Evitaremos la confusión 
si separamos y respondemos una por una. Surge entonces, de 
nuevo, la necesidad de analizar. 
Esclarecer, mejorar las preguntas, es un proceso muy diferente 
de responderlas. Sólo podemos contestar preguntas nuevas y más 
claras si mejoramos nuestra comprensión de los interrogantes an -
teriores. Buenas respuestas exigen buenas preguntas.Gran parte del 
trabajo que implica resolver problemas, como, "¿cuándo es malo 
matar?", consiste en clarificar la pregunta, y para el lo es necesario 
considerar qué significa "moralmente malo". "¿Los computadores 
pueden pensar por sí mismos?", "¿existe Dios?" Antes de contestar 
estas preguntas, tenemos que desempacarlas, ver qué cont ienen. 
cQué es el análisis? Cualquier pregunta profunda e importante ejer-
ce una enorme presión sobre algunas palabras clave. Por ejemplo, 
cuando decimos 'Dios existe", ¿qué significa la palabra "existe"? No 
24 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
significa lo mismo que cuando se refiere a cosas normales, a cosas 
que podemos ver y tocar y que ocupan un espacio. Dios no existe 
de este modo . Así, cuando afirmamos que Dios existe, ¿qué-quere-
mos decir? Cuando af irmamos o negamos que una computadora 
puede pensar, es en la palabra "pensar" donde está todo el énfa-
sis. Tenemos que explicarla. El análisis exige que ident i f iquemos y 
expliquemos las palabras clave. 
Muchas personas no están acostumbradas a analizar las pala-
bras. Éstas son como partes del paisaje cot idiano que damos por 
conoc ido y en el que apenas reparamos. Por ejemplo, ¿usted sabe 
qué significa la palabra "consuetudinario"? "Sí, lo sé: significa 'que 
ocurre todos los días'". ¿Qué tan a menudo utiliza esta palabra? 
Quizás una vez al mes, a lo sumo. Pero, ¿cuántas veces utiliza la 
palabra "bueno"? ¿Una vez cada quince minutos? Bien, ¿pero qué 
significa? Ésta es una pregunta difícil. Es una palabra que usamos 
sin examinar. Pero si, por ejemplo, queremos saber cómo es una 
buena vida, entonces tenemos que entender cómo funciona esta 
palabra. El análisis es el intento de discernir explorando dist intos 
signif icados. 
El análisis apunta en dos direcciones: atrás, hacia la pregunta, y 
adelante, hacia la respuesta. Nos ayuda a corregir la pregunta, y la 
nueva pregunta puede ser analizada una vez más para hacerla aún 
más precisa. Sin embargo, este proceso de mejorar las preguntas 
debe estar or ientado por la necesidad de obtener respuestas. 
Tercera lase: responder y argumentar 
No podemos quedarnos en el nivel del análisis. Necesitamos las 
respuestas. Ésta es la tercera etapa. Obviamente, no puede ser cual -
quier respuesta. Queremos hallar la mejor o la verdadera. Después 
de todo , a eso apunta en principio la pregunta. Esto significa que 
en esta tercera fase necesitamos contestar y argumentar. 
Responder 
Las respuestas a preguntas filosóficas no tienen que ser teorías gran-
diosas. Pueden consistir en frases simples. Una vez que hayamos 
Capítulo (. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 25 
completado el análisis, la respuesta puede ser casi obvia. El trabajo 
está en el análisis. Esto se puede ver si preguntamos: por qué es 
importante la respuesta. Para responder esta nueva pregunta se re-
quiere más análisis (ver el Apéndice de la página 249). 
Cuando una posición filosófica responde a una gama de pro -
blemas diferentes, entonces se trata de una teoría. Una teoría pre -
t e n d e r e so l ve r p r o b l e m a s . N o ex i s t e en el vac ío . C u a n d o 
abordamos una teoría, es bueno recordar qué problemas se su -
pone que resuelve. 
Argumentar 
Debemos buscar evidencia o argumentos a favor de una teoría. Tam-
bién necesitamos hallar evidencia y argumentos contra otras pos i -
bles respuestas. Pero más que esto, es indispensable ver si hay 
argumentos contundentes que refuten la respuesta que creemos 
verdadera. Éstos pueden llegar a cambiar nuestra mente, o pueden 
introducir la duda (ver el Apéndice de la página 241). 
Ante la ausencia de evidencia, la mejor respuesta es: no sé. Sin 
evidencia, cualquier teoría es mera especulación y ésta se encuen-
tra a un paso de la superstición, que es un estado en el que cree-
mos a lgo s in t ene r una razón. Por es to d e b e m o s exam ina r 
críticamente los argumentos á favor y en contra de una teoría. Sin 
un argumento, ¿por qué debe alguien creer lo que uno dice? No 
debería hacerlo. 
¿APLICACIONES PRÁCTICAS? 
Quizá desea saber cuál es la ut i l idad de la filosofía, para usted y 
para la sociedad en general. Como la filosofía es a veces muy abs-
tracta, parece estar lejos de cualquier aplicación práctica. 
En primer lugar, teoría y práctica no siempre están divorciadas. 
La teoría concierne a nuestra comprensión del mundo y de noso-
tros mismos, y la comprensión se manifiesta usualmente en la ac-
ción. Un ejemplo: los grandes cambios políticos de este siglo, que 
trajeron la democracia a la mayoría de las naciones, dependieron 
2 6 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
en parte del desarrollo de una teoría de los derechos en los siglos 
anteriores. Estas teorías posibi l i taron una nueva comprensión que 
d io a luz acciones nuevas. Otro ejemplo: hacemos esfuerzos para 
mejorar la calidad de nuestras vidas, para ser más felices. Pero, ¿qué 
const i tuye una mejora de la calidad de vida? 
El solo hecho de captar mejor los asuntos importantes es una 
buena noticia, aunque no sepamos exactamente cuál será su utilidad 
más tarde. La comprensión no siempre paga un dividendo inmedia-
to y predecible. El progreso material del que disfrutamos ahora es en 
parte el fruto de la labor de científicos, matemáticos y filósofos des-
de el siglo XVI. Nuestra comprensión cambió y con ella nuestras ac-
ciones. Ninguna de estas acciones fue un resultado inmediato. La 
Revolución Industrial fue precedida por una revolución conceptual. 
En segundo lugar, hacer filosofía es de algún modo inherente a 
la condición humana, en parte es inevitable. Es así porque no po -
demos evitar las preguntas conceptuales. Son una parte integral de 
cualquierárea del conoc imiento y también de la vida cotidiana. La 
comprensión no consiste únicamente en conocer muchos hechos. 
Uno tiene que saber cómo organizarlos. Los hechos tienen que ser 
relacionados, conceptual izados. 
Tercero, en un nivel personal, necesitamos mejorar nuestras ca-
pacidades mentales. El punto es que la práctica de la filosofía nos 
habilitará para razonar, pues preguntaremos, analizaremos, respon-
deremos y argumentaremos mejor. 
No obstante, a menudo la filosofía se sitúa muy lejos de la prác-
tica. En parte porque los filósofos tratan de concentrar su atención 
en cuestiones estratégicas. El punto estratégico clave puede pare-
cer incomprens ib le y de difícil acceso si no se reconocen sus 
implicaciones lejanas. Pero algunas veces, solamente es así: i ncom-
prensible y de difícil acceso. 
LA NATURALEZA DI-: LO NO EMPÍRICO 
La filosofía tiene tres aspectos: 
• La primera característica de la filosofía es que se trata de un pro -
ceso humano que busca mejorar la comprensión. 
Capítulo I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 
• La segunda es que consta de tres pasos. De éstos, el segundo es 
especialmente dist int ivo: e[ análisis o el intento de mejorar las 
preguntas. 
• El tercer rasgo es su asunto o materia: lo no empírico o a priori . 
Explicaré lo no empírico o a pr ior i de tres maneras, porque es 
muy impor tan te . Es crucial captar este pun to de manera t an to 
intuit iva c o m o inte lectua l . De lo cont ra r io , con fund i remos la f i -
losofía con la especulación empírica, con preguntas c o m o "¿exis-
ten los f an tasmas 9 " 
I) Primero, una pregunta empírica es ta l , que se puede resolver 
por comple to mediante la observación empírica o la exper imen-
tación. Ejemplos de preguntas empíricas son: ¿cuántos elefantes 
hay en Sumatra?; ¿cuáles son las características de un electrón?; 
¿cuál es la causa del cáncer? Tales preguntas se pueden contestar 
por medio de la investigación empírica. Sin embargo, no todas 
las preguntas son empíricas. Ejemplos de preguntas no empíricas 
son: ¿qué es la justicia?; ¿cómo debe ser una buena explicación 
científica? 
Una pregunta no empírica o a priori es aquella que no puede ser 
resuelta solamente con evidencia fáctica. Esto no significa que la 
información empírica sea irrelevante. Significa que es insuficiente. 
Por ejemplo, uno lee una novela policíaca. ¿Quién es el asesino? 
Uno conoce todos los hechos, pero eso no basta para responder la 
pregunta. Hay que saber cuáles hechos son pertinentes y tenemos 
que poder hacer las deducciones lógicas correctas, como Sherlock 
Holmes 1 . Conocer los hechos es necesario, pero no suficiente. Para 
trabajar en la filosofía de la física, uno tiene que saber sobre física, 
pero eso no basta. También hay que saber cómo pensar críticamente 
acerca de los conceptos de la física. En este caso, la evidencia 
empírica es insuficiente. Para apoyar una verdad no empírica o a 
priori es necesaria una forma distinta de demostración. Esto es, un 
La frase "Jones es el asesino" es obviamente empírica. La frase relevante a priori es 
vs¡ Henry estuvo en el dormitor io, si Carla estuvo con Frank, y si el asesinato fue 
cometido a las 4:30. entonces tiene que ser jones ' . 
2 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
argumento. Tratamos de apoyar o refutar una afirmación a priori 
con una demostración o argumento. 
2) Hay una segunda manera de pensar acerca de las afirmacio-
nes a pr ior i . Son frases que, si son verdaderas, entonces son necesa-
riamente ve rdaderas . No pueden ser falsas, c o m o " t o d o s los 
hermanos son varones". En lógica, seria contradictorio negar una 
verdad necesaria. Una contradicción es una afirmación que no pue-
de ser verdadera. Así, las verdades a priori son verdades necesarias. 
He aquí una clasificación preliminar de las proposiciones: 
Verdaderas Falsas 
Necesarias 2 + 2 = 4 M i abuelo no 
tiene nietos 
Empíricas La capital de India Londres está en 
es Nueva D c l i Italia 
Este punto se relaciona con la explicación anterior acerca de la evi-
dencia. No es necesario recoger evidencia empírica para apoyar una 
afirmación a prior i . Sería una tontería aplicar una encuesta para 
verificar si todos los hermanos son varones. No hay que verificar 
cada día que 2 más 2 es igual a 4 . Ninguna evidencia empírica es 
suficiente para apoyar una afirmación a priori . Uno puede entrevis-
tar a mil hermanos para corroborar si todos son varones, pero esto 
no nos dará evidencia para afirmar que todos los hermanos lo sean. 
La matemática consiste en proposiciones a priori o no empíri-
cas. Supongamos que puse dos naranjas en mi sombrero y luego 
puse otras dos. Después usted mira en el sombrero y sólo hay tres 
naranjas. No concluirá que en esta ocasión 2 más 2 es igual a 3. Es 
así porque "2 más 2 igual a 4 " es una verdad necesaria. Si es verda-
dera, es necesariamente verdadera. 
No debemos confundir verdades necesarias con af irmaciones 
que conocemos con certeza. Podemos equivocarnos al pensar que 
una afirmación es una verdad necesaria. ¡Las personas cometemos 
C a p í t u l o I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 2 9 
errores en matemáticas! No hay que pensar que las verdades nece-
sarias son obvias. Pueden ser difíciles de descubrir. La ignorancia y 
el error, ambos, son posibles con respecto a las verdades necesa-
rias o a priori . El punto es que las descubrimos mediante el razona-
miento, y no solamente a través de la investigación empírica. 
3) La tercera explicación de lo a priori es metafórica. Nuestros 
conceptos son como lentes o gafas a través de los cuales mira-
mos el mundo. Un concepto es una manera de pensar o de mirar. 
Si uno no tiene los lentes o los conceptos apropiados, entonces 
no puede reconocer lo que mira. Por ejemplo, un hombre de la 
Edad de Piedra no puede reconocer una computadora porque no 
tiene el concepto "computadora " . Un niño de dos años no tiene 
el concepto de introvert ido. Si uno no t iene el concepto de ami -
go, no puede reconocer a otros como amigos. Los conceptos de -
finen la manera como miramos, pensamos y sent imos el mundo. 
Son nuestros lentes. 
(Un ejemplo un poco más abstracto: vemos que el mundo cons-
ta de objetos en el espacio. Vemos el mundo a través de este lente 
o concepto. Quizás hay otras maneras de mirar y de pensar el mun-
do. Tal vez aquella que aprendemos de la mecánica cuántica: que el 
mundo no consiste realmente de objetos materiales. Un objeto debe 
tener una posición definida en un t iempo def inido, pero los elec-
trones no los tienen. En la mecánica cuántica, las partículas están 
superpuestas. Esto significa que no tienen una ubicación def in i t i -
va, sólo un rango de probabil idades, hasta que son medidas. Esto 
se aplica a otras características de las partículas subatómicas, como 
su masa y velocidad. Sería erróneo pensar en estas partículas como 
pequeñas bolas de billar, ya que no son objetos.) 
Cuando hacemos investigación empírica, examinamos una par-
te del mundo; pero, para hacerlo, debemos mirar a través de un 
juego de lentes o conceptos. En la filosofía estudiamos los lentes. 
Investigamos el concepto a través del cual miramos normalmente. 
Mejorar la comprensión requiere reformar nuestros conceptos o 
lentes. Una manera de caracterizar la filosofía es decir que se trata 
del estudio de los conceptos. En otras palabras, la filosofía consis-
te en pensar acerca de nuestras maneras de pensar. 
3 0 INTRODUCCIÓN A LA, PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
En la investigación empírica, uno tiene que intentar verificar o 
refutar oraciones empíricas acerca del mundo, mediante observa-
ciones. Esto es equivalente a mirar a través del lente. En la ciencia 
empírica, en lugar de examinar el lente, observamos el mundo a 
través suyo. En la filosofía, en cambio, miramos el lente para estu-
diar sus rasgos. Así, la filosofía es el estudio de cómo debemos 
pensar en un área particular. ¿Cómo debemos examinar los lentes? 
Tratando de descubrir verdades a pr ior i , sobre todo las quedefinen 
conceptos. Descubrimos esas verdades a priori por medio de análi-
sis y argumentos. 
Algunos ejemplos 
Las preguntas conceptuales son amplias. Nos topamos con ellas 
en todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, consideremos 
una investigación empírica ordinaria. Necesitamos hacer un censo 
comple to de cuántos habitantes hay en la ciudad. Antes de hacer 
una investigación empírica, hay preguntas conceptuales que debe-
mos responder: ¿Tendremos en cuenta a las personas que pasaron 
la noche en un hotel?; ¿qué pasa con los que sólo permanecen tres 
meses?; ¿y los estudiantes universitarios? No se puede informar 
cuántos habitantes hay en la c iudad, a menos que antes se haya 
respondido a la pregunta de qué es un habitante. Ésta es una pre-
gunta no empírica o a priori. Responderla es una condición de la 
investigación empírica. 
En todas las áreas de estudio usamos conceptos. Así, cada campo 
tiene su aspecto filosófico propio. Hay filosofía de la biología, de la 
física, del arte, de la educación, de la historia, de la sociología, de la 
economía, del deporte y del diseño. Hay filosofía de la arquitectura, 
de la ingeniería, de la medicina, del desarrollo. La filosofía no se 
restringe a las ramas tradicionales de metafísica, ética y epistemo-
logía. Ciertamente, no se confina al estudio de la historia de la f i lo -
sofía. Vamos a mirar algunas ramas de la filosofía para tener una 
idea de cómo trabaja. 
Capítulo i. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 
Psicología 
¿Qué es psicología? ¿El estudio de la conducta? Ésta es la def in i -
ción usual, peta la naturaleza de la psicología es conceptualmente 
discutible. Mientras algunos piensan que debemos hacer experi -
mentos sobre la conducta, otros afirman que no es sólo cuestión 
de conducta. Algunos dicen, por ejemplo, que se debe dirigir a las 
causas psicológicas de la conducta, los estados mentales o proce-
sos cognitivos. Otros psicólogos incluyen cuadros del inconsciente 
psicológico. Otros afirman que debemos investigar el funcionamien-
to del sistema nervioso y otros dicen que debemos construir mode-
los de cognición similares a los de los computadores. En conse-
cuenc ia , hay p r o b l e m a s metodológicos en el e s t u d i o de la 
psicología y éstos son problemas conceptuales o filosóficos. No 
se resuelven tan sólo exper imentando, s ino también clarif icando 
nuestros conceptos . 
Historia 
¿Qué es una buena explicación histórica? Ésta es una pregunta a 
priori. ¿Qué causó la caída del Imperio Romano?, es una pregunta 
empírica. En la historia, buscamos las razones que explican la Re-
forma, la Revolución Industrial, la expansión del Imperio Inca. Pero 
también necesitamos hacer la pregunta no empírica: ¿qué ingre-
dientes debe incluir una explicación histórica? Consideremos la 
Segunda Guerra Mundial . ¿Debemos pensar en las psicologías de 
líderes como Hitler o Chamberlain? ¿O tal vez la historia debe con -
cernir a la masa total de las personas? Otra posibi l idad es que las 
explicaciones históricas abarquen las fuerzas económicas o los ras-
gos estructurales de la sociedad alemana de la época. Por ot ro lado, 
quizá debamos discutir las condiciones culturales que causaron la 
guerra. Éstas son preguntas conceptuales acerca de la historia. 
Biología 
Las bacter ias están vivas, ¿pero lo están los virus? ¿Qué hace 
que una cosa viva?, ¿acaso ciertas funciones? Un virus parece 
cumpl i r muchas de esas funciones. ¿Qué es una cosa viva? Algo 
3 2 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
que crece, come y respira. Otra pregunta: ¿cómo debemos c las i -
ficar las especies?; ¿qué es una especie? Para saber cuántas es-
pecies hay en la cuenca del Amazonas, uno debe saber qué es 
una especie. Una más: ¿cuándo es cor rec to explicar hechos b i o -
lógicos en cuanto a propósitos? Todas éstas son preguntas de la 
filosofía de la biología. 
Economía 
Tanto la micro como la macroeconomía involucran af irmaciones 
conceptuales. Por ejemplo, los precios se fijan en el pun to en que 
la demanda marginal es igual a la oferta marginal. Ésta es una afir-
mación a pr ior i . Ofrece una parte del armazón conceptua l de la 
microeconomía. Define parte de la racionalidad económica. Según 
la teoría microeconómica común, las personas revelan sus prefe-
rencias a través de las compras que hacen. Ésta es una suposición 
def in i tor ia oculta en la curva de la demanda. ¿Es correcta?, ¿cuál 
es la relación entre las preferencias del consumidor y la fel icidad 
humana? 
En la macroeconomía, la teoría de la moneda nos dice que MV 
es igual a PQ (la cantidad de dinero en circulación, por la velocidad 
a la que circula, es igual al nivel de precios por la cantidad de bie-
nes producidos). Ésta también es una afirmación a pr ior i . ¿Debe-
mos explicar la inflación en esos términos? 
ucacwn 
¿Qué d e b e n a p r e n d e r los n iños? ¿ C ó m o se d e b e d e f i n i r e 
implementar un plan de estudios? ¿En qué términos se deben de f i -
nir las metas de una universidad? Todas éstas son preguntas c o n -
ceptuales. Para responderlas, uno tiene que saber algo acerca de 
niños, escuelas y universidades, pero tal conoc imiento no basta. 
Cualquier campo de estudio t iene un aspecto empírico y o t ro 
conceptua l . Tradicionalmente, el estudio científico se ha concen -
t rado casi exclusivamente en los aspectos empíricos de la ciencia: 
¿cómo establecer o demostrar la falsedad de una hipótesis con 
Capítulo 1. MOSTRAR LO O JE OTROS OCULTAN 3 3 
experimentos?, o ¿cómo obtener evidencia y analizarla satisfacto-
riamente? Razonablemente, exigimos que nuestros científicos se-
pan manejar los métodos de la ciencia empírica con cuidado y coraje. 
Pero la ciencia tiene también una faceta conceptual , y ésta ha sido 
menos discutida. 
Vida cotidiana 
En nuestro diario vivir usamos conceptos: aburrimiento, diversión, 
rutina, trabajo, amistad. Si está considerando qué t ipo de trabajo 
es mejor para usted, o si está considerando su amistad con alguien, 
o si reflexiona sobre sus obligaciones como esposo o empleado, 
en cada uno de estos casos usted, probablemente, está haciendo 
filosofía. Quizás usted hace preguntas como, ¿qué es la amistad, 
después de todo?; ¿qué debo buscar en un trabajo? Tales pregun-
tas buscan redefinir ideas importantes. Son filosóficas porque no 
estamos buscando únicamente más información, sino también una 
mejor manera de organizar lo que ya sabemos. Todos nosotros lo 
hacemos, y todos somos filósofos. 
Los negocios, el trabajo, las tertulias, los problemas personales, 
todos exigen que pensemos filosóficamente. Es así porque todas 
las acciones nacen en el entendimiento, y éste debe ser enmarcado 
en términos de ideas y conceptos. Cuando tenemos que examinar 
el armazón conceptual, nos embarcamos en la filosofía. 
Cualquier buen pensador t iene que romper el molde de las 
viejas maneras de pensar. Tiene que reinventar los conceptos vie-
jos. En la medida en que lo hagamos, seremos filósofos. Einstein 
era tanto un filósofo de la física como un científico. Jefferson no 
era sólo un político; era también un filósofo de la política. Más 
profanamente, t odos los l ibros sobre c rec imiento personal , sa-
lud y manejo de negocios cont ienen e lementos de filosofía, pues 
tratan de desafiar nuestra manera habitual de pensar acerca de 
esas cosas. ¡No todos los filósofos están en los depar tamentos 
de Filosofía! 
Por eso, la filosofía es más que las grandes cuestiones metafísi-
cas y éticas, como el significado de la vida y la existencia de Dios. 
3 4 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
Por eso hay filosofía de la biología, de la economía, del manejo de 
los negocios, del crecimiento personal, de la política, de la educa-
ción, de los medios de comunicación. En cualquier área del conoc i -
miento en la que usemos conceptos, el estudio de esos conceptos 
es la filosofía de esa rama del conoc imiento . 
A P É N D I C E 
C I E N C I A Y K S P E C I M J ^ I Ó N 
Muchas personas conc iben que los hechosy las op in iones son opuestos . 
Además, ident i f ican los hechos con los hechos científicos. Por eso, t o d o 
lo que no sea ciencia, es mera opinión. Y lo que es meramente opinión, es 
sólo cuestión de gustos. Esto implica que, c o m o la filosofía no es ciencia, 
entonces es puramente subjetiva. 
Esto es un error. Algunas de las razones por las cuales es una equ i vo -
cación serán tratadas en el apéndice del capítulo X. Por el m o m e n t o , 
basta con decir que las af irmaciones a priori no son empíricas, pero t a m -
poco son una mera cuestión de gusto . 
Consideremos dos puntos : 
Primero: las matemáticas no consisten en af i rmaciones empíricas. No 
son una ciencia empírica. Aun así, no son meramente un asunto de gus -
tos. Uno puede ser ignorante y equivocarse en matemáticas. Y éstas se 
basan en af i rmaciones a pr ior i . 
Segundo: igualmente, en la filosofía, uno puede comete r errores o ser 
ignorante. Algunas def in ic iones son mejores y peores que otras. Las t e o -
rías filosóficas pueden ser erróneas. Los argumentos pueden ser débiles. 
Es así porque la filosofía consiste también en af i rmaciones a pr ior i . 
A lgunas veces se d ice que los filósofos están en c o m p l e t o desacuer-
do unos con ot ros . Tomemos cualquier afirmación filosófica y podremos 
hallar a lguno que esté en desacuerdo con ella. En consecuencia, en f i l o -
sofía no hay progreso . 
Esas af i rmaciones son equivocadas. En pr imer lugar, realmente hay 
mucho más consenso en la filosofía de lo que parece a primera vista. Por 
e jemplo, en la filosofía de la mente, algunos son dual istas y otros son 
material istas. Desacuerdo, pero éste impl ica el acuerdo. El dualista puede 
decir: "si el a rgumento del lenguaje pr ivado fuera sólido, el mater ia l ismo 
sería verdadero, pero el a rgumento no es sólido". El material ista puede 
decir: "si el a rgumento del lenguaje pr ivado fuera débil, el dua l ismo sería 
verdadero, pero el a rgumento es sólido". Hay un p r o f u n d o acuerdo aquí 
acerca de lo que es el asunto central . Gran parte del consenso en filosofía 
es cond ic iona l de esa manera. En otras palabras, consiste en un acuerdo 
mutuo sobre propos ic iones de la fo rma «Si p entonces q» o «Dado p. se 
sigue q». 
36 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
Por otra parte, el desacuerdo entre los filósofos es más aparente que 
real: usualmente enfocan sus trabajos en los puntos de desacuerdo, t ien-
den a escribir acerca de ellos. Pero lo hacen así, normalmente, creyendo 
que ésa es la mejor manera de progresar. 
C A P Í T U L O I J 
D I S C U T I R A C E R C A D E D I O S 
Muchas personas piensan que no puede haber un argumento sóli-
do para probar la existencia de Dios, que se trata de una mera cues-
tión de fe. Sin embargo , esa suposición es muy ampl ia . Esta 
afirmación se justificaría, o bien porque se conocieran todos los 
posibles argumentos a favor de la existencia de Dios, o bien en el 
caso de que se tuviera una excelente razón general y a priori para 
pensar que es imposible probar tal cosa. 
No se puede recoger la evidencia que señale quién mató a J. F. 
Kennedy, por ejemplo, examinando la composición de las depos i -
ciones de una ardilla. ¿Por qué no? Lo que cuenta como prueba o 
evidencia de un hecho dado, no es cuestión de decisión o creencia 
personal. Aquello que cuenta como evidencia depende en parte del 
significado de la proposición y de las cadenas causales pertinentes. 
No hay una cadena causal plausible y pertinente que conecte el ase-
sinato con la composición de las deposiciones de las ardillas. 
Quizá podemos probar que Dios realmente existe. Sin estudiar 
los argumentos, no podemos dejar esa posibi l idad por fuera. Tene-
mos que examinar las mejores pruebas de la existencia de Dios, 
cuidadosamente y sin prejuicios. Además, la creencia personal o la 
fe no pueden contar como evidencia para probar la existencia de 
Dios, o para probar lo contrario. Lo verdadero o lo falso no depen-
de de nuestras creencias. La afirmación "Dios existe" es verdadera 
3 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
o falsa, y la verdad o falsedad de las proposiciones no depende de 
las creencias de alguien. La afirmación de que Dios existe no de-
pende de si alguien es ateo, agnóstico o creyente. Dios existe o no, 
independientemente de lo que creamos. Aunque t o d o el mundo 
crea que es verdad, eso no la hace verdadera. Lo mismo si es falsa. 
Así, quizá hay realmente un argumento sólido para probar la exis-
tencia de Dios. Miremos. 
E L PRIMEIS M O V I M I E N T O 
Quizá la mejor evidencia de la existencia de Dios está siempre ante 
nuestros ojos. ¡Usted la está viendo en este momento ! El universo 
mismo. Sin duda alguna, el universo existe. Sea lo que sea, algo 
existe, y la total idad de lo que existe es el universo. Por más que lo 
pensemos, lo más notor io es que alguna cosa existe. ¿Cómo puede 
ser que algo exista? Parece que hay dos posibil idades: o ha existido 
siempre, o ha l legado a ser. Y si llegó a ser, debe de haber una 
explicación. La única explicación posible del nacimiento del univer-
so es Dios. 
Según esta línea de pensamiento, el primer argumento a favor 
de la existencia de Dios es como sigue: 
1. Algo existe 
2. Si algo existe, entonces hubo un primer evento 
3. Todo debe tener una causa 
4 . Debe de haber una causa del primer evento 
5. La única causa posible del primer evento es Dios 
6. Por lo tanto, Dios existe 
Este argumento es lógicamente válido. Ahora la pregunta es: ¿son 
verdaderas las premisas? 
Tal vez la más inquietante de las premisas es la segunda ("Si algo 
existe, entonces hubo un primer evento".} Consideremos el razo-
namiento a su favor. La idea es que debe de haber un primer even-
to, porque para la cadena de razonamientos es imposible continuar 
Capítulo I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS 3 9 
por siempre. Un acontecimiento debe tener una causa, y ésta a su 
vez otra, y así sucesivamente, pero no para siempre. ¿Por qué no? 
Si la cadena se extendiera por siempre en el pasado, entonces t en -
dríamos c o m o un in f in i to número de deudas que ningún dinero 
podría pagar. En tal caso, la deuda primitiva u original no puede ser 
pagada. Según esta analogía, una cadena infinita de causas no podría 
explicar los acontecimientos actuales. Nos quedaríamos con una 
deuda explicativa en nuestras manos. Por consiguiente, tiene que 
haber un primer evento. 
Ésta es una manera de explicar el razonamiento que apoya la 
segunda premisa en el argumento. ¿Logra realmente justificarla? 
La debilidad de este argumento a favor de la segunda premisa es 
que para concluir que una cadena infinita de causas no puede ex-
plicar los eventos en el presente, se apoya en una analogía. 
Sin embargo, podría argumentarse que la serie infinita de acon-
tecimientos pasados, como un todo, debe tener una causa, y que la 
única causa posible de esta serie infinita es Dios. 
En vista de estas consideraciones, quizás la premisa más débil 
del argumento anterior no es la segunda, sino la quinta ("La única 
causa posible del primer evento es Dios".) Esta premisa tiene dos 
t ipos de problemas. En primer lugar, ¿podemos pensar en otra p o -
sible causa del primer evento? Advierto que esta premisa no afirma: 
la causa del primer evento es Dios. Puesta así, esta premisa seria 
una petición de principio. La frase "Dios es la causa del primer even-
to " , asume que Dios existe, y por eso no presenta ninguna eviden-
cia para la conclusión que a f i rma . Es un a r g u m e n t o c i rcu lar : 
concluimos que Dios existe, sólo porque lo presuponemos. 
La quinta premisa afirma que la única causa posible del primer 
evento es Dios. Escrita de ese modo, la premisa no asume la exis-
tencia de Dios. Para refutar la quinta premisa, tenemos que mostrar 
que aparte de Dios, hay otras posibles causas del primer evento. Si 
hay otras posibles causas del primer evento, entonces la premisa 
es falsa. 
En efecto, hay otras posibles causas del pr imer evento, pore jemplo: el universo mismo; Blod; Gog; Gop. Si Dios es un ser 
4 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
omnisc iente, omn ipo ten te y t o d o bondadoso, entonces Blod p o -
dría ser muy sabio (pero no omnisciente) , omn ipo ten te y t odo b o n -
dadoso ; Gog podría ser omn isc i en te , muy poderoso (pero no 
omnipotente ) y t o d o bondadoso, y Gop podría ser omnisciente, 
o m n i p o t e n t e y muy bondadoso (pero no t o d o bondadoso) . Tai 
vez, la causa del pr imer evento no es ningún ser en absoluto. En 
otras palabras, no hay únicamente una posible causa del primer 
evento. La quinta premisa declara que sólo hay una posible causa 
y, en consecuencia, esta premisa es falsa. Por lo tanto , el argu-
mento no es sólido y no aporta ninguna evidencia de la existen-
cia de Dios. 
En segundo lugar, otra forma de refutar la qu inta premisa se-
ría mostrar que Dios no es una posib le causa del universo. ¿Qué 
es el universo? Seguramente la definición correcta es: t o d o lo 
que existe. Si Dios existe, entonces esta definición implica que 
Dios forma parte del universo y, en este caso, no podemos exp l i -
car el universo ape lando a Dios c o m o su causa, aun si Dios exis-
te. Dada esta definición del universo, ¿durante cuánto t i empo 
existe el universo? Si Dios existió antes del pr imer evento, y si 
hace parte del universo, entonces tal vez la respuesta debe ser: 
Dios ha existido por s iempre. 
Consideremos este punto de ot ro modo : si Dios existe, en ton -
ces es parte del universo (todo lo que existe) y en este caso, una 
posible causa del universo es el universo mismo. Por lo tanto, Dios 
no sería una posible causa del universo. 
Si el universo es t o d o lo que existe, y si Dios existe, entonces 
Dios no es una posible causa del universo. Este argumento asume 
que una parte del universo no puede ser su causa. Pero esa suposi -
ción es razonable. 
JÜL S E G U N D O M O V I M I E N T O 
¿Sabe algo acerca del ADN? El ADN es una molécula extraordina-
riamente grande y compleja, y no parece probable que una cosa 
así ocurra por puro azar. Visto de esta manera, esto parece ser 
Capítulo lí. DISCUTIR ACERCA DE DIOS 4 1 
evidencia suficiente de que el universo ha sido diseñado, y la única 
cosa que podría diseñar el universo es Dios. 
1. El universo tiene un orden 
2. Si tiene un orden, entonces debe haber un diseño 
3. Si hay un diseño en el un ive rso , en tonces debe haber un 
diseñador 
4. El único diseñador posible del universo es Dios 
5. Dios existe 
Una vez más, hemos construido argumento que pueda ser válido. 
Así, para evaluarlo, sólo tenemos que preguntar: ¿son verdaderas 
las premisas? 
Podríamos objetar la cuarta premisa de este argumento ("El úni-
co diseñador posible del universo es Dios"), con base en las mis -
mas consideraciones que hicimos acerca de la quinta premisa del 
primer argumento en la sección anterior (aquella que dice "La única 
causa posible del primer evento es Dios"). Es decir, podemos obje -
tar que hay otros posibles diseñadores del universo aparte de Dios, 
y por eso este segundo argumento no es sólido. 
Sin embargo, vale la pena examinar la segunda premisa ("Si el 
universo tiene un orden, entonces debe haber un diseño"). El razo-
namiento oculto en la segunda premisa es que el orden que vemos 
en el universo es muy improbable, y que, en consecuencia, no pue-
de ser sólo cuestión de azar: lo más probable es que haya un plan. 
Esta línea de razonamiento tiene dos problemas. 
Primero, la premisa sólo nos ofrece dos alternativas para expl i -
car el orden: diseño o azar. Seguramente, éstas no son las únicas 
posibil idades. Si no lo son, entonces la premisa nos ofrece una 
dicotomía falsa. Otra opción es que el orden en el universo se 
deba en par te a leyes causa les . Por e j e m p l o , la ley causa l 
newtoniana (Fuerza = masa x aceleración), que explica mucho del 
orden que vemos. 
En segundo lugar, la suposición oculta en esta segunda premisa es 
que el orden no se debe al azar. Pero ésa parece ser una afirmación 
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
injustificada. Supongamos que usted tiene un dado con un billón 
de lados. Usted lo tira y aparece el número 587.678.998, y entonces 
exclama: "Válgame Dios, ¿se da cuenta de que la probabi l idad de 
que aparezca ese número es de un billón a uno? ¡Esto no puede ser 
mero azar!" Pero, por supuesto, es puro azar, y usted habría excla-
mado lo mismo en relación con cualquier otro número que hubiera 
salido. Así, este segundo argumento en favor de la existencia de 
Dios falla, al igual que el primero. 
Dos de los argumentos más comunes y más interesantes para 
probar la existencia de Dios, fallan. Por supuesto, esto no significa 
que ningún argumento a favor de la existencia de Dios pueda tener 
éxito. Ausencia de pruebas, no implica ausencia de existencia. 
E L TERCF.R MOVIMIBNTO 
En esta sección argumentaré que, como es def in ido tradicional-
mente, hay evidencia para probar que Dios no existe. He aquí el 
argumento: 
1. Si Dios existe, entonces es omnipotente , omnisciente y todo-
bondadoso 
2. Si existiera un ser omnisciente y todo bondadoso, entonces no 
habría ningún sufr imiento malo o innecesario (SIN) 
3. Hay sufr imiento malo o innecesario (SIN) 
4. Por lo tanto, Dios no existe 
El sufr imiento es malo cuando hay una razón concluyente para evi -
tarlo, y es innecesario cuando no es requisito para alcanzar un pro -
pósito de i m p o r t a n c i a de f i n i t i v a . Se puede pensar que estas 
definiciones son insatisfactorias y preliminares, pero no necesita-
mos una teoría completa de los valores para poder sostener que 
hay algún sufr imiento malo o innecesario. ¿Según qué criterios el 
sufr imiento es malo o innecesario? No necesitamos tener una gama 
de criterios que nos permita poner cada ejemplo de sufr imiento en 
Jas categorías bueno y malo. Basta con tener un ejemplo de sufr i -
miento malo o innecesario. 
Capítulo If. DISCUTIR ACERCA DE DIOS 
Construí el argumento anterior de m o d o que fuera lógicamente 
válido, y así debamos preguntarnos si las premisas son verdaderas. 
Argüiré que las premisas 2 y 3 son verdaderas. Por eso, si Dios exis-
te, entonces la primera premisa debe ser falsa. En otras palabras, 
este argumento implica que si af irmamos que Dios existe, entonces 
tenemos que cambiar la definición de Dios. Tenemos que concebir 
a Dios de otra manera (ver Capítulo IV). 
La segunda premisa es verdadera porque, si Dios es omnisc ien-
te, entonces conoce el sufr imiento malo o innecesario, si lo hay. Si 
es omnipotente , podría cambiarlo. Si es todo-bondadoso, en ton -
ces lo cambiaría. Obviamente, Dios no eliminaría el sufrimiento que 
no es malo o innecesario. Él sólo permitiría el sufr imiento bueno o 
necesario, pero debería eliminar el sufr imiento malo o innecesario. 
Esto significa que si Dios es omnisciente, omnipotente y todo-bon -
dadoso, ningún sufr imiento real puede ser SIN. 
Antes de examinar la tercera premisa, responderé algunas ob je -
ciones a la segunda ("si existiera un ser omnisc iente y t odo podero -
so, entonces no habría sufr imiento malo o innecesario -SIN-"). 
Maldad 
La manera como he presentado el argumento es muy diferente de 
la formulación habitual. Lo he hecho así para evitar compl icac io -
nes innecesarias. El argumento se formula usualmente en términos 
de maldad. Pienso que la maldad, que es un concepto teológico, 
no tiene nada que ver aquí. "Maldad" sugiere una fuerza malévola 
en el universo. Invoca un punto de vista teológico de la ética y en 
consecuencia, introduce el debate acerca de si el papel del ser h u -
mano en el universo es luchar contra la maldad. Lo que está en 
juego en el argumento precedente es algo más simple: el argumen-
to afirma que si hay algún sufr imiento malo o innecesario, en ton -
ces Dios no existe. El argumento no es acerca del lugar de la maldad 
en el universo; más bien concierne a si la existencia de sufr imiento 
malo o innecesario es evidencia suficiente contrala existencia de 
Dios, tal c o m o éste es def inido tradicionalmente. 
4 4 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
LiLre albedrío 
Consideremos el argumento de que Dios no puede existir porque 
hay maldad en el mundo. Algunos escritores replican que la mal -
dad existe porque Dios nos ha dado libre albedrío, y hemos elegi-
do l ibremente hacer el mal. La réplica del ateo es: Dios podría haber 
creado personas que'eligieran l ibremente no cometer actos 'malos 
(o no tantos). El creyente contesta: la l ibertad requiere la posibi l i -
dad real del mal. Sin embargo, este debate es irrelevante para el 
argumento que he ofrecido. Es así porque el argumento no concier-
ne a las causas del sufr imiento. No es pertinente, por ejemplo, si el 
SIN es causado por la estupidez humana, la malicia, los desastres 
naturales o el demonio. El argumento depende de si hay algún su-
fr imiento innecesario, y no de la causa de tal sufr imiento. Usted 
encuentra a una persona agonizando en la calle. Hay una razón 
para detener su dolor, independientemente de cuál sea la causa de 
éste. Usted no necesita conocer la causa, o buscar un culpable. Us-
ted no necesita preguntar, quién es el culpable de su sufr imiento. El 
argumento es acerca de la existencia de SIN, no de sus causas. 
En defensa de la réplica del libre albedrío, usted podría afirmar 
que Dios sólo podía eliminar el sufr imiento privando a los huma-
nos de su libertad. A esto contesto que si algún sufrimiento es ne-
cesario para la preservación de la l ibertad humana, entonces no es 
un sufr imiento innecesario. Este sufr imiento es necesario para que 
tengamos libre albedrío y éste es verdaderamente precioso. 
Este punto nos devuelve a la tercera premisa. Comparemos cua-
tro oraciones: 
3: Hay sufr imiento malo o innecesario 
NO-3: No hay ningún sufr imiento malo o innecesario 
O.IR. 2 1: Muchos sufrimientos son buenos y necesarios 
O.IR. 2: Todos los sufrimientos sirven a algún buen propósito 
La negación de la tercera premisa de nuestro argumento equiva-
le a afirmar que no hay sufr imiento malo o innecesario. No hay 
2 O.IR: Abreviatura de "oración irrelevante" 
Capítulo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS 
ninguno. Negar la tercera premisa es afirmar NO-3, y para demos-
trar que NO-3 es falsa, es suficiente con presentar un solo caso de 
sufrimiento malo o innecesario. 
Infortunadamente, lohn Hick parece olvidar este punto . En su 
libro Eí mal y el amor de Dios, afirma que el argumento del sufrimiento 
no muestra la inexistencia de Dios porque el sufrimiento es necesa-
rio para el desarrollo del alma. Quizá Hick tiene razón. Quizás tene-
mos un alma que necesita sufrir .para desarrollarse. Sin embargo, 
éste es un procedimiento completamente irrelevante. Mostrar que 
algunos o muchos sufrimientos son necesarios, o buenos, no basta 
para refutar la tercera premisa. Para hacerlo, tenemos que mostrar 
que ningún sufr imiento es malo o innecesario. En otras palabras, 
para oponernos al argumento, tenemos que mostrar NO-3 en lugar 
de O.IR. I. 
De nuevo, es completamente irrelevante mostrar que algún sufr i -
miento es bueno o necesario para nosotros. Puedo estar de acuer-
do en que muchos sufrimientos son buenos para nosotros, pero 
ése no es el punto . Para negar la premisa 3, uno tiene que afirmar 
NQ-3, no O.IR. I. La oración "algún sufrimiento es bueno" no ayuda 
a establecer NO-3: No hay ningún sufrimiento malo o innecesario. 
Para refutar NO-3 es suficiente con mostrar un ejemplo de SIN. Uno 
solo. Tomemos uno: un bebé ardiendo en llamas (volveré a este 
ejemplo más adelante). 
Hick también afirma que quienes se oponen a esta idea están 
buscando el paraíso perfecto del hedonista, en el cual todos los 
deseos son satisfechos. Éste parece ser un argumento ad hominem, 
que imputa motivos deshonrosos a su oponente. Por supuesto, si 
es así, no funciona. Aunque quienes piensen que las premisas 2 y 3 
son verdaderas estuvieran motivados de esa manera, eso no prue-
ba que las premisas sean falsas. Además, la sugerencia es incorrec-
ta, porque es el propio Hick quien debe mostrar que el mundo está 
libre de sufr imiento malo o innecesario. 
Usted puede preguntar: ¿es el sufrimiento necesariamente malo? 
A riesgo de repetir, pensar que esta pregunta es pertinente es co -
meter el mismo error de Hick. Ésa no es la cuestión. Uno puede 
4 6 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
pensar que mucho del sufr imiento es bueno para nosotros, porque 
nos hace fuertes; nos hace pensar audazmente; nos hace valientes, 
compasivos, y enfoca nuestra atención en las cosas más impor tan -
tes de la vida. Todo esto puede ser verdad, y en este caso, el sufr i -
miento en general, f inalmente, sería una cosa buena. Sin embargo, 
la tercera premisa dice que hay algún sufr imiento malo o innecesa-
rio. Para negarla, uno tiene que mostrar que no hay ningún sufr i -
m ien to malo o innecesario. El sufr imiento que necesitamos para 
crecer no es innecesario. Es un sufr imiento necesario. Por ejemplo, 
la Biblia dice que si uno mira a una mujer maliciosamente, uno debe 
arrancar su ojo, echarlo al fuego. Eso es algo muy doloroso de ha-
cer, pero es por nuestro propio bien, y no es nada comparado con 
la felicidad en la otra vida. Si esto es cierto, entonces el sufr imiento 
que produce la extirpación del ojo no es malo o innecesario. 
Algunas personas afirman que t o d o lo que ocurre tiene una ra-
zón. Ellos también tratan de negar la tercera premisa ("Hay sufr i -
m ien to malo o innecesario"), sin conseguir lo realmente. Aunque 
t o d o tenga una razón, el argumento contra la existencia de Dios 
sigue funcionando. Aun si nuestras vidas tienen un propósito, el 
argumento sirve todavía. Es así, por la simple razón de que para 
derrotar el argumento se tiene que negar la tercera premisa, se t ie -
ne que afirmar NO-3. La afirmación de que todo tiene una razón no 
lo hace. 
Necesidad y utilidad 
Para probar que el sufrimiento es necesario, uno tiene que demos -
trar que no hay una mejor manera de lograr el objet ivo en cuestión. 
Suponga que necesita aprender una lección, por e jemplo: llevar 
siempre consigo la tarjeta de crédito cuando salga de viaje al exte-
rior. Para aprender esta lección, usted sufre un accidente y no pue-
de encontrar un hospital que lo at ienda. Finalmente, un hospita l 
decide ayudarlo, a pesar del hecho de que al parecer usted no t iene 
con qué pagar el t ratamiento. Gracias a esta experiencia horrible, 
usted aprende que es prudente llevar la tarjeta de crédito, en caso 
de emergencia. Af i rmar que ese su f r im ien to era necesario para 
aprender la lección, equivale a af irmar que no había una mejor 
Cap í tu lo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS 
manera de aprender la lección. Equivale a decir que un poco me-
nos de sufr imiento no serviría, que era necesario todo. 
Cuando usted dice que necesita agua, está dic iendo que el agua 
es exactamente lo que necesita tener. Ninguna otra cosa puede t o -
mar su lugar Eso es lo que implica "necesidad" o "necesario". Decir, 
"el sufr imiento era necesario", significa que no podía aprender su 
lección de una manera mejor. Al reflexionar sobre el significado de 
estos términos, uno puede ver que la afirmación de que todo el sufr i -
miento es necesario es demasiado fuerte y poco plausible. Implica 
que no hay una alternativa mejor. 
Estos puntos clarifican el argumento contra la premisa 3. No basta 
con argumentar en favor de O.IR. 2, a saber: todos los sufrimientos 
tienen un propósito. O.IR. 2 sólo establece que el sufr imiento es 
útil, pero no es evidencia suficiente para afirmar que t o d o sufr i -
miento es necesario o bueno. Algo puede ser útil sin que tenga que 
ser necesario; para ser necesario, tiene que ser la única y mejor 
alternativa. 
Dios no lo permitiría 
Algunos de ustedes piensan: "Dios es perfecto, entonces el sufr i -
miento en el mundo no puede ser malo o innecesario". Hay que 
tener cuidado con esto. Uno no puede presuponer que existe un 
Dios omnipotente , omniscientey todo bondadoso, para probar que 
no hay SIN. La existencia de Dios, así definido, es aún cuestión de 
debate. No podemos apelar a esa proposición para defenderla, sin 
caer en circularidad o petición de principio. Comparemos esta idea 
con este argumento: 
Dios existe 
Por lo tanto, Dios existe. 
Éste es un argumento lógicamente válido. ttP implica P" es una p ro -
posición verdadera. Sin embargo, el argumento no es bueno por-
que presupone la conclusión, y no presenta ninguna evidencia a su 
favor. Un argumento circular no ofrece ninguna evidencia para la 
conclusión. La afirmación que tenemos a la mano es "Dios existe". 
4 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
Uno no puede argumentar contra la tercera premisa asumiendo que 
Dios existe: no puede haber ningún sufrimiento malo o innecesario 
porque Dios no lo permitiría. Esto es asumir que Dios existe y es 
una petición de principio. 
Otros significados para bueno y malo 
Ésta es una idea tentadora: los términos "bueno" y "malo" tienen 
un significado cuando se aplican a las acciones humanas, y o t ro 
cuando se aplican a Dios. Efectivamente, esta idea implica que Dios 
es amoral o, quizá, moralmente trascendente. Una galaxia es amo-
ral porque los términos "moralmente bueno" y "moralmente malo" 
no son aplicables a ella. No es ni buena ni mala, y en este sentido, 
está más allá de la moral idad humana. De todas maneras, si se 
argumenta que Dios es como la galaxia, entonces se está negando 
la primera premisa y, por supuesto, esto es precisamente lo que 
af irmo: que el argumento de SIN implica que, si Dios existe, en ton -
ces la concepción tradicional debe ser falsa. 
Algún sufrimiento malo o innecesario 
Quizás usted está listo para ir por el camino difícil, para tratar de 
argumentar valientemente, sin esconderse tras una nube de vague-
dad, que no hay ningún sufr imiento malo o innecesario. Sin embar-
go, sin una apelación circular, a la existencia de Dios para apoyarla, 
es difícil ver cómo se puede argumentar en favor de esta af irma-
ción. (Ver atrás la sección "Dios no lo permitiría".) 
R. Swinburne parece deseoso de ir por este camino. En su artícu-
lo El problema del mal, divide el mal en dos clases: mal activo, direc-
tamente causado por las acciones inmorales de las personas y mal 
pasivo, causado por los eventos y desastres naturales. Él argumen-
ta que el mal activo es compat ib le con la existencia de Dios porque 
defiende el libre albedrío: Dios d io l ibertad a las personas, y esto 
implica que t ienen la capacidad de actuar l icenciosamente. Tam-
bién argumenta que el mal pasivo es compat ible con la existencia 
de Dios, porque es el resultado de las leyes naturales, y sin tales 
leyes, no habría orden y regularidad en la naturaleza. Al parecer, 
Capítulo I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS 4 9 
entonces, el mal pasivo es el precio que debemos pagar por vivir en 
un mundo regular y ordenado. 
Si estos puntos son relevantes para negarla tercera premisa ("Hay 
sufrimiento malo o innecesario"), el resultado final del argumento 
de Swinburne debe ser que no hay ningún sufr imiento malo o inne-
cesario en el mundo. Su posición deber ser ésta: todos los ejem-
plos de mal activo son el precio necesario del libre albedrío, y todos 
los ejemplos de mal pasivo son el mon to ineludible del orden cau-
sal. En otras palabras, no hay ningún sufr imiento malo o innecesa-
rio. Esto es lo que debe afirmar Swinburne si su punto de vista es 
relevante con respecto a la tercera premisa. 
¿Es verdadera la tercera premisa? Como afirmé atrás, para argu-
mentar contra NO-3, es suficiente mostrar un solo ejemplo de SIN. 
Consideremos el ejemplo de un bebé ardiendo en llamas. Puede 
objetar con todas sus fuerzas que no es un ejemplo de sufr imiento 
malo o innecesario. Tal vez, la muerte del bebé a manos del fuego 
alcanzará un objetivo desconocido, que servirá a un propósito me-
jor. En ese caso, tendría que construir el ejemplo con más cuidado. 
Supongamos que nadie sabe que el bebé está ardiendo, y que por 
eso, este evento terrible no puede inspirar a alguien para prevenir 
un sufr imiento peor más adelante. Sin embargo, usted puede afir-
mar que, tal vez, de haber vivido, el bebé hubiera causado más su -
f r i m i e n t o ; de esta manera, quizá éste no sea un e j emp lo de 
sufrimiento malo o innecesario, por razones que desconocemos 3 . 
Tal discusión omite un punto importante . Para mostrar que la 
premisa 3 es verdadera, es suficiente con mostrar un solo ejemplo 
de sufr imiento malo o innecesario. Pero eso no significa que es 
necesario dar tal ejemplo. Tal vez ninguno de los ejemplos específi-
cos que podría dar serían un ejemplo claro e indiscutible de sufr i -
miento malo o innecesario. Sin embargo, puede haber otras razones 
para pensar que hay algún sufr imiento de esa índole, aunque se 
pueda discutir cada uno de los ejemplos dados. 
5 Por ejemplo, Alston afirma que no podemos determinar si el mal aparentemente 
innecesario lo es realmente. (Ver ALSTON, W R, "The Inductive Argument from Evil and 
the Human Cognitive Condit ion ' , en Philosophica! Perspectives, Vfol. 5 ed. f. Tomberlin, 
Ridgeview, Atascadero, California. 1991.) 
5 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA 
Por ejemplo, aunque se pueda discutir cada ejemplo individual 
con alguna fuerza o plausibi l idad, eso no significa que todos los 
ejemplos pueden ser imputados en conjunto. Una cosa es afirmar 
de un ejemplo particular: "Éste puede no ser un ejemplo de SIN", y 
otra bien diferente es afirmar de todos los ejemplos en conjunto: 
"Ninguno de estos ejemplos puede ser un ejemplo de SIN"..Mien-
tras que la primera parece razonable, la segunda lo es mucho me-
nos. 
Hay una buena razón para pensar que NO-3 es falso. Afirmar 
NO-3 es sostener que nunca hay una razón concluyente para evitar 
el sufr imiento. Si nunca hay una razón concluyente, entonces, ¿cuál 
es el objet ivo del razonamiento práctico? En el razonamiento prác-
t ico, t ratamos de descubrir, en condiciones de ignorancia e incerti-
dumbre, qué es lo mejor que se puede hacer en una circunstancia 
dada. Tratamos de hallar una razón concluyente para actuar en s i -
tuaciones particulares. Por supuesto, tener una razón concluyente 
para actuar involucra más que prevenir SIN. En ocasiones, tendre-
mos una razón concluyente para no privar a otras personas de su 
autonomía, para no encarcelarlas sin razón. No obstante, si NO-3 
fuera verdadero, entonces no habría nunca una razón concluyente 
para prevenir y evitar el sufrimiento, y el razonamiento práctico es-
taría desprovisto de una parte importante de su objet ivo. Es inade-
cuado contestar a esto: "Dios sabe mejor" , como parece hacerlo 
Swinburne. Porque eso implica que, si nosotros conociéramos me-
jor, entonces también podríamos saber - justo como alegaría Dios-
que nunca hay una razón concluyente para evitar el sufrimiento. 
C A P Í T U L O I I I 
P R E G U N T A R L E L A H O R A 
A D I O S 
Consideremos o t ro problema con respecto al concepto t rad ic io -
nal de Dios. Según éste, Dios está más allá del t i empo y conoce el 
futuro. 
El principio de bivalencia 4 dice que cualquier proposición clara e 
inequívoca es verdadera o falsa. Por ejemplo, la afirmación "hay 
planetas con vida en el sistema solar de Alfa Centauro" es verdade-
ra o falsa. La oración "hay un agujero negro en el centro de la ga-
laxia" es verdadera o falsa. No importa si sabemos si es verdadera 
o no. El principio de bivalencia se aplica a tales oraciones, aunque 
estemos en la ignorancia absoluta. 
Ahora pensemos en el pr inc ipio de bivalencia con respecto al 
t iempo. Claramente, el pr incipio se aplica a las oraciones acerca 
del pasado: "hace 100.000 años aproximadamente, arribó gente a 
América del Sur por el Océano Pacífico" es o verdadera o falsa. El 
principio también se aplica al presente: "en este momento hay a l -
guien cantando Macarena en Alaska" es verdadera o falsa. 
4 Michael Dummctt distingue entre el principio de bivalencia y ia