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Thomson, Garrett Introducción a la práctica de la filosofía / Garrett Thomson; traducción al castellano por Pablo R. Arango Giraldo. - Bogotá: Panamericana Editorial, 2002. 272 p.; 23 cm. - (Pedagogía y educación) Título en inglés: On Philosophy Incluye bibliografía. ISBN 958-30-0886-9 1. Filosofía 2. Filosofía - Enseñanza I. Arango Giraldo, Pablo R., tr. II. Tít. III. Serie 100 cd 19 ed. AHH0739 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Angel Arango Garrett Thomson INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA Traducción Pablo R. Arango Giraldo Título original en inglés: On Phihsophy Editor Panamericana Editorial Ltda. Dirección editorial Andrés Olivos Lombana Edición Gabriela García de la Torre Traducción Pablo R. Arango Giraldo Autoedición digital La Piragua Editores Diseño de carátula Primera edición en Panamericana Editorial Ltda., marzo de 2002 © Garrett Thomson © De la traducción, Pablo R. Arango Giraldo © Panamericana Editorial Ltda. Calle 12 No. 34-20, Tcls.: 3603077 - 2770100 Fox: (57 1) 2373805 Correo electrónico: panaedit@panamcricanacditorial.com www. panamericanaeditorial .com.co Bogotá, D. C , Colombia ISBN volumen: 958-30-0886-9 ISBN colección: 958-30-0885-0 Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin permiso del Editor. Impreso por Panamericana Formas e Impresos S. A. Calle 65 No. 95-28, Tcls.: 4302110 - 4 3 0 0 3 5 5 , Fax. (57 1) 2763008 Quien sólo actúa como impresor. Impreso en Colombia Printed in Colombia Diego Martínez Celis mailto:panaedit@panamcricanacditorial.com C O N T I i N I DO Prefacio 1 3 CAPÍTULO 1 MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 17 Hacer filosofía 18 Las fases de la filosofía 19 Primera fase: preguntar 1 9 Segunda fase, analizar '. 21 Tercera fase: responder y argumentar 24 ¿Aplicaciones prácticas? 25 La naturaleza de lo no empírico 26 Algunos ejemplos 30 Vida cotidiana 33 APÉNDICE CIENCIA Y ESPECULACIÓN 35 CAPÍTULO II DISCUTIR ACERCA DE Dios 37 El primer movimiento 38 El segundo movimiento 40 El tercer movimiento 42 Maldad 4 3 Libre albedrío 4 4 Necesidad y utilidad 4 0 Dios no lo permitiría 4 7 Otros significados para bueno y malo 4 8 Algún sufrimiento malo o innecesario 4 # CAPÍTULO III PREGUNTARLE LA HORA A DIOS 5 I Tiempo 57 El fatalismo y el tiempo 5 9 CAPÍTULO IV OTRAS MANERAS DE PENSAR EN DIOS 6 1 ¿Por qué es importante Dios? 62 Dios como trascendente 64 Mas allá de la existencia 67 Lo inexpresable ?' El dualismo Dios/Universo 74 ¿Es Dios un ser? 76 Conclusión 7 9 6 INTRODUCCIÓN A I .A PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA CAPÍTULO V DESAPARECER EL MUNDO 8 1 Elementos de la escena anterior 8 1 Sembrar semillas de duda 8 3 El mundo desaparece 8 7 Cualidades primarias y secundarias 9 0 Conclusiones :.. 93 CAPÍTULO V I MIRAR EL MUNDO 9 5 El espejismo 9 5 Una crítica del argumento de la ilusión 9 7 Una concepción alternativa de la percepción: El realismo directo... 9 8 El argumento del lenguaje privado 1 0 0 Otra implicación 102 CAPÍTULO Vil ¿Es USTED SU CUERPO? 105 Primer nivel: Ontológico 106 Dualismo 106 El argumento de la divisibilidad 110 Problemas con el dualismo 1 I 1 Materialismo I 16 Problemas con el materialismo 1 1 7 ¿Es ontológico el problema? 1 2 0 APÉNDICE VIDA DESPUÉS DE L\ MUERTE 123 CAPÍTULO VIII SALVAR LO MENTAL 1 25 El segundo nivel: Contenidos mentales 1 2 6 Del conductismo al funcionalismo 1 2 8 Otra visita al argumento del lenguaje privado 1 2 9 Tercer nivel: Descripciones 1 3 0 Dos tipos diferentes de descripción ..- 131 Las tres estrategias 1 3 4 Conclusiones 1 4 2 Los tres niveles: ontológico, contenidos mentales y descripciones 144 CAPÍTULO I X EL PROBLEMA DE LOS PUNTOS: LA CIENCIA 145 El problema 146 Reformular el problema 147 Una solución: La cuarta vía 1 4 9 Dos desafíos 152 CONTENIDO _ ] _ El primer desafío: Dualismo 153 El segundo desafío: Materialismo reductivo I 5 5 Las otras ciencias I 5 6 Conclusión 1 5 8 APÉNDICE CÁLCULOS 1 5 9 A. Tiempo 1 5 9 B. Espacio 1 5 9 CAPÍTULO X MORALIDAD SIN AUTORIDADES••; 161 Subjetivismo 1 6 2 Las réplicas 163 Análisis del subjetivismo 1 6 8 Relativismo cultural 1 7 0 Análisis 1 7 0 Respuestas 1 7 2 Teoría de las órdenes divinas 1 7 3 Derechos morales 1 7 4 La lista ampliada 1 7 6 Teoría del contrato social 1 7 6 Utilitarismo 1 7 8 Teoría kantiana 1 7 8 Conclusión 1 7 9 APÉNDICE I HECHOS Y OPINIONES 181 APÉNDICE 2 VERBOS, SUSTANTIVOS Y ADJETIVOS 183 CAPÍTULO XI MORALIDAD SIN RECIAS 185 Argumentos contra el utilitarismo 191 Argumentos contra la teoría kantiana 1 9 2 El conflicto 193 La naturaleza del conflicto 198 Combinación 2 0 0 1. Utilitarismo de reglas 2 0 0 2. Utilitarismo con limitaciones kantianas 2 0 2 Moralidad sin reglas 2 0 2 Razones concluyentes 2 0 2 Razones no concluyentes 2 0 4 Mejores razones 2 0 5 Conclusión 2 0 6 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA APÉNDICE LA FALACIA NATURALISTA ES UNA FALACIA 2 0 7 1. El dolores malo 2 0 7 2. El dolores intrínseca y no concluyentcmente malo '. 2 0 8 La falacia naturalista es una falacia 2 0 8 Del dolor a la moral 2 1 0 CAPÍTULO X I I UNA MEJOR VIDA • . 2 1 3 Metas y valores 2 1 3 Racionalidad instrumental 2 1 5 Placer y felicidad 2 1 8 a. El placer es el fin 2 1 9 b. Del placer a la apreciación 2 2 1 Deseos .- 2 2 4 Intereses y necesidades 2 2 8 Conclusiones 2 3 2 APÉNDICE 1 RAZONAMIENTO CRÍTICO: CULTIVAR NUESTRO PROPIO PROFESOR 2 3 5 Actitudes 2 3 5 1. Estar abierto 2 3 5 2. Ser crítico 2 3 6 3. Ser paciente 2 3 8 4. Ser sencillo 2 3 9 CONCLUSIÓN 2 3 9 ALGUNAS HABIUDADES 2 4 0 APÉNDICE 2 LÓGICA: HACER CONEXIONES 2 4 1 Convertiré! texto en argumento 2 4 3 Evaluar un argumento 2 4 3 Elaborar un argumento 2 4 5 Formas válidas basadas en conectivas lógicas 2 4 6 Formas válidas basadas en conjuntos 2 4 7 Algunas falacias formales 2 4 8 Algunas falacias informales 2 4 8 APÉNDICE 3 ANÁLISIS 2 4 9 Claridad: preguntas y afirmaciones 2 5 0 Términos clave 2 5 0 Distinciones importantes 2 5 2 Identificar las suposiciones ocultas 2 5 3 ¿Son plausibles las consecuencias lógicas? 2 5 3 Contraejemplos 2 5 4 CONTENIDO 9 APÉNDICE 4 HACER CANTAR A LOS LIBROS 255 El fenómeno de la canción en la cabeza 255 Mapas desde el helicóptero 256 La prueba de la radio 258 Ruido interno 259 Resumen 259 APÉNDICE 5 AYUDAS PARA ESCRIBIR UN ENSAYO 261 Paso I: elegir 261 Paso 2: preparar 262 Paso 3: escribir 264 Paso 4. releer y reescribir 264 Bibliografía 267 A Pablo Arango y Lucio y Antonieta Lince. P R E F A C I O Un hombre va conduciendo su carro por la autopista central. Su teléfono timbra. Su esposa le pregunta con voz ansiosa: "¿Dónde estás?" Él contesta: "Estoy conduciendo por la autopista central". Ella le dice: "Por favor, ten cuidado. Acabo de escuchar en la radio que hay un lunático conduciendo a toda velocidad y en contravía en la autopista central". El hombre contesta: "¿Uno?, ¡Hay miles!" Hay dos monjes budistas jóvenes a quienes les fascina fumar. Se arman de valor y deciden preguntarle al monje mayor si les conce- de el permiso para fumar durante las largas sesiones de medita - ción. El primer monje entra al despacho del jefe del monasterio. Después de unos minutos, se escuchan gritos de ira en la oficina y el joven monje sale con rostro grave negando con la cabeza. El segundo monje entra a la oficina. Después de unos momentos, aden- t ro se escuchan risotadas, y el segundo monje sale de allí con una gran sonrisa, asintiendo con la cabeza. El primer monje, perplejo, le pregunta a su amigo: "¿Por qué él te dio la aprobación, sabiendo que a mí me la negó tan categóricamente? ¿Qué le preguntaste?" El se- gundo monje contesta: "Simplemente le pregunté si podía meditar mientras fumaba". Estos chistes nos recuerdan que algunas veces, realmente i m - porta cómo concebimos las cosas. La filosofía es la cienciay el arte de concebir las cosas de nuevas maneras. En consecuencia, un INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA l ibro introductor io sobre filosofía debería desafiar y estimular a sus lectores para pensar y extraer cosas de sí mismos. Al mismo t iempo, deseo promover el sentimiento de que pode- mos realizar progresos en la filosofía, y combat i r el c in ismo que afirma que sólo podemos permanecer en nuestras posiciones o, aún peor, que sólo podemos girar y girar en círculo. He tratado de lograr estos dos objetivos argumentando a favor de conclusiones definidas acerca de algunos de los problemas y áreas centrales de la filosofía, tales como la naturaleza de Dios, la percepción, la relación entre la mente y el cuerpo, y la ética. En otras palabras, he tratado de comprometerme a mí mismo con el pensamiento filosófico a fin de estimular a otros para hacer lo mis- mo. Espero que, al hacerlo, haya mostrado el poder y la belleza del pensamiento filosófico, y que haya logrado expresar mi propio amor hacia esta actividad un tanto particular. Además, uno de los aspectos relativamente novedosos de este trabajo es que he tratado de extraer los argumentos y las conclusio- nes que pretenden apoyar como silogismos, de tal forma que mis lectores puedan debatir los y tomar posición con respecto a mis afirmaciones. Para ser claro, se supone que usted debe desafiar mis argumentos y conclusiones. Ése es el propósito del l ibro. Un l ibro in t roductor io sobre filosofía debería ofrecer una guía práctica para pensar filosóficamente. Por esta razón, el capítulo I versa sobre la naturaleza de la filosofía, y he incluido c inco apéndi- ces sobre diversas habilidades y actitudes filosóficas, tales como el pensamiento crítico, el análisis, la lectura y la escritura. He tratado de ofrecer estas guías de manera práctica e integral, enfocándolas tanto en los aspectos intelectuales como en los aspectos emoc io - nales del forcejeo filosófico. Espero que mis lectores tengan el t iempo suficiente para rela- cionar estas guías prácticas con el cuerpo central del texto. En otras palabras, el objet ivo de este l ibro no tratar de convencer a nadie de que mis conclusiones son correctas, sino más bien que los lectores sean testigos del pensamiento filosófico en acción y aprendan de él, que comparen la manera en que he procedido con los consejos PREFACIO que doy en los apéndices. Por favor, aprendan de lo que hago, má^ que de lo que digo. Dado que mi intención es mostrar el pensamiento filosófico en acción, me he concentrado en los problemas más importantes de las áreas filosóficas que abordo a lo largo del l ibro. De esta mane- ra, el l ibro entero puede servir como una introducción a la filosofía en general, pero sus capítulos también pueden ser utilizados para cursos introductor ios a las diferentes áreas de la filosofía que son tratadas en ellos. Así, los capítulos II a IV pueden ser utilizados en cursos de filosofía de la religión o en estudios filosóficos sobre el concepto de Dios; los capítulos V a IX pueden servir en cursos de filosofía de la mente o de filosofía de la percepción, y los capítulos X a XII pueden ser útiles en cursos sobre ética. Diferentes secciones de este libro están basadas en otros textos que he escrito. En algunos apartes de los capítulos V y VI utilicé material de mi l ibro Bacon io Kanl. Para escribir el capítulo VIII, me apropié de material de G. Thomson y R Turetzky, "A Simple Cuide to the Philosophy of Mind" , en Tíie Experience o\ Philosophy. Algunas par- tes del capítulo IX se pueden encontrar, de manera diferente, en On the Meaning of Life. Una de las secciones del capítulo XII se basa en mi primer libro, Needs, y una versión del capítulo I fue publicada en castellano en la Revista Aleph No. I 12. Me gustaría expresar mi gratitud a la Universidad de Caldas, en Manizales, por el apoyo que me dio para llevar a cabo este proyec- to de investigación que se materializó en este l ibro. También quie - ro agradecerles a todos mis amigos en Colombia , quienes han hecho que mis estancias en ese país fueran maravillosas. Quiero agradecerle a Jaime Ramos por sus útiles comentarios sobre este l ibro. Estoy especialmente agradecido con Pablo R. Arango, por su cuidadosa traducción. Quiero dedicar este libro a él y a mis sue- gros, Antonieta Ocampo de Lince y Lucio Lince, a quien algunas veces llamo 'e l necio". CAPÍTULO I M O S T R A R L O Q U E O T R O S O C U L T A N Hay un lugar en Oxford donde algunos profesores toman el sol al desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacer- dote. Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada que va hasta el río Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus periódicos. No es una cosa digna de verse, como descubrieron unas jóvenes damas una tarde infortunada. Estas damiselas, la crema y nata de la sociedad británica, tomaron con su barco una vía equ i - vocada y pasaron lentamente frente al Placer del Sacerdote. Hubo un momento largo y muy bochornoso en el que ambos bandos se dieron cuenta de lo que estaba pasando. De repente, los profeso- res gritaron: "¡Oh! Dios mío", agarraron sus periódicos y cubrieron sus partes íntimas. El único de los profesores que no lo hizo fue el de filosofía, quien cubrió su rostro. Cuando el barco siguió de lar- go, los profesores se volvieron hacia el filósofo y le preguntaron: "Mi estimado colega, ¿por qué no cubrió sus partes íntimas como todos nosotros?" El profesor los miró y contestó obedientemente: n Mis queridos colegas, ustedes t ienen que reconocer que en la c iu - dad de Oxford yo soy reconocido i por mi cara!" La filosofía debería ser uno de los asuntos más emocionantes que se puedan estudiar actualmente en las universidades. Digo esto porque con la práctica de la filosofía uno puede profundizar en su propia comprensión y puede obtener una concepción muy amplia de muchas ramas diferentes del conocimiento. Uno puede tener en INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA sus manos el racimo de las cuestiones críticas. La práctica de la filosofía requiere que uno mejore sus habilidades críticas y de pen- samiento; debe ser un ejercicio del que Woody Alien llama su se- g u n d o órgano p r e f e r i d o : el c e r e b r o . Es ex igen te y r equ ie re creatividad; pero lo mejor de todo es que uno puede aprender de sí m ismo. Para ver cómo es posible esto, consideremos qué es la filosofía. Las definiciones más comunes son: el amor a la sabiduría; el análi- sis de los conceptos; la manera de hallar respuestas a preguntas fundamentales. El problema de estas definiciones es que todas son correctas. Cada una tiene razón, pero sólo nos dan parte del cua- dro,- ninguna ofrece una visión general. Necesitamos una imagen más completa que nos permita una comprensión plena, una ima- gen que articule todas las partes diferentes del total . Otro problema con esas definiciones es que omiten el aspecto más importante de Id filosofía, es decir, la práctica. El objet ivo de estudiar filosofía es aprender a hacer filosofía. Uno puede apren- der lo que han dicho diferentes pensadores en el pasado, pero p ro - bablemente esos trozos sueltos de información no se quedarán por mucho t iempo con nosotros. Adquir ir esta información no es la tarea principal. Lo importante es practicar las habilidades, desarro- llar el ta lento, aprender a pensar creativa y críticamente acerca de preguntas filosóficas. Es ayudar al cerebro a pararse sobre sus pro - pios pies. La filosofía es un proceso. ] JACP.R rn.osoiiA Ante t o d o , la filosofía es un proceso humano. Ser un pensador independ iente es una cuestión de a c t i t ud y sen t imien to , t a n t o como de razón. Para comprometerse con eso, uno t iene que apren- der de sí mismo, de sus propios procesos de pensamiento. Esto significa preguntar cont inuamente , analizar, contestar y a rgumen- tar por uno mismo (más adelante veremos estas cuat ro ins tan- cias). Para hacer t odo esto es necesario saber cuándo hay que ser paciente, cuándo hay que simplificar, cómo ser creat ivo y cómo ser destruct ivo. Cap i tu lo I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN Por supuesto, uno también puede hacer filosofía con la ayuda de otros . Se puede practicar d iscut iendo con amigos, leyendo y escuchando a otros. De todas maneras, t odo está en ufto mismo, porque es uno quien debe estar o no de acuerdo con lo que otros dicen. Uno es el responsable de su comprensión y de sus actitudes hacia el conocimiento. Cuando recibimos pasivamente el conocimiento, la información nos golpea como si viniera del exterior; no nos pertenece. Sin em - bargo, nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos está más ligada a nosotros que nuestros propios ojos. No podemos evi- tar poseerla. Nuestra manera de ver el mundo determina lo que hacemos y las oportunidades que perdemos. De este modo, somos responsables de nuestra actitud hacia el conocimiento. La filosofía es un forcejeo contra nuestros patrones de pensa- miento, prejuicios y sentimientos. No es únicamente una búsqueda intelectual. Involucra a) ser humano entero. No podemos luchar contra los modelos de pensamiento propios y contra nuestras pre- suposiciones más íntimas sin tratar de superar nuestros sentimien- tos y de buscar una relación apropiada para nuestra comprensión. (Ver el Apéndice 1, en la página 235, para más detalles.) LA? IASIS ni. iv i II.OSOHA Las definiciones muy específicas de filosofía sólo nos ofrecen frag- mentos del cuadro general. Acabamos de ver que la imagen global requiere ser presentada como un proceso. Por esta razón, una ima- gen de la filosofía debe tener tres fases o etapas. Primera lase: preg'imfar En la primera etapa, el objet ivo es estar realmente confundidos, sentirnos perdidos, desorientados, perplejos. ¿Por qué hay que lo - grar esto? Porque sólo así se afronta una pregunta. ¿Por qué el o b - jet ivo es la confusión? Sólo cuando nos sent imos confund idos buscamos una respuesta y preguntamos activamente; cuando esta- mos perdidos, investigamos mejor. 2 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA En la metafísica tenemos que abrirnos a la naturaleza misteriosa de las cosas. Esto significa que debemos quitar la piel a nuestras suposiciones más arraigadas. Cuando creemos que entendemos, estamos satisfechos de nosotros mismos y tendemos a olvidar. Los humanos estamos más perdidos y somos más ignorantes de lo que admit imos normalmente. Por supuesto, sabemos ponernos los za- patos, arreglar el televisor y también sabemos cómo hacer que un átomo explote. Pero este conoc imiento práctico puede hacernos arrogantes, puede hacernos olvidar el misterio de las cosas. He- mos adquir ido un conocimiento y una habilidad increíbles durante el último siglo. Ese conoc imiento técnico puede hacernos sentir cómodos, como si el universo fuera la sala de nuestra casa. Con tal sent imiento , o lv idamos la naturaleza profundamente enigmática de las cosas. El universo y nosotros mismos somos incomprensi - blemente misteriosos, y llegar a acostumbrarnos a esto no equivale a comprenderlo. Estamos acostumbrados a la manera como se c o m - portan las cosas; esto no significa que las entendamos. Supongamos que un conejo se materializa en la esquina del cuar- to durante unos segundos cada hora. Al principio estaríamos per- plejos: "éste es un fenómeno muy extraño, ¿cuál es su causa?" Pero tarde o temprano nos acostumbraríamos a las apariciones del co - nejo. Nos quejaríamos si llega retrasado, y cuando otros expresen sorpresa ante el fenómeno, diríamos: "¡Oh, eso! No es más que el efecto conejo". Éste es un ejemplo t on to hasta que reemplazamos "conejo" por M pi mesón" (un t ipo rarísimo de partícula subatómica). Hay muchos hechos y rasgos extraños en el universo. Nuestra sola existencia es uno de ellos. Nuestra propia conciencia es ot ro . Para resucitar nuestras preguntas personales, necesitamos sacudir nues- tros sent imientos de seguridad y redescubrir el cuestionario que teníamos cuando éramos niños. Esto no es fácil, porque nos gusta sentir que sabemos; detestamos sentirnos perdidos. Este mismo t ipo de apertura es necesario en otras áreas de la vida. En una corporación, las personas necesitan exponerse a preguntas como : ¿Por qué estamos en este negocio? ¿Qué es lo que hacemos? Sin tales cues t ionamien tos , la comprensión no puede progresar. Este mismo t i p o de preguntas se puede hacer Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN acerca de las grandes inst i tuc iones sociales y de nuestras act iv i - dades personales. Seg'iintla fase: analizar La mayoría de las personas piensan: "tengo la pregunta, venga la respuesta". Esto puede ser un error craso. Cuando quiera que t en - gamos una pregunta difícil, es una equivocación apresurarse a c o n - testarla. Primero hay que entender bien la pregunta. De otra manera, nuestra respuesta no será más que un reflejo o un balbuceo super- ficial de palabras. En la segunda fase de la filosofía, tratamos de comprender las preguntas, sin contestarlas. Tratamos de mejorar nuestras preguntas. Esto se aplica no sólo a la filosofía académica, sino también a otras áreas de la vida. La mayor parte de un problema profundo se resuelve comprendiendo en qué consiste. Así es en mercadeo y administración, en las relaciones personales, en las investigacio- nes científicas, en la planificación de una carrera. En todos los ca- sos, el problema no viene empacado y et iquetado, aguardando una respuesta satisfactoria. Primero tenemos que diagnosticar el p ro - blema, saber cómo pensar acerca de él. Cuando la dif icultad es, ¿cómo debo abordar este problema?, ¿cómo debo pensar en él?, entonces la dif icultad es filosófica. Si el problema es ¿cuál es el problema?, entonces la cuestión es conceptual. Una vez compren- dida la pregunta, la respuesta puede llegar a ser obvia y fácil. Es necesario analizar las preguntas por tres razones. Primero, porque sin la comprensión de la pregunta, el significado de las res- puestas se nos pierde. En la Cuta del viajero de la galaxia, las personas del planeta X están cansadas de inquietarse por las preguntas fun - damentales acerca de la vida. Ellos quieren continuar con su vida cotidiana sin molestias. Para responder las preguntas metafísicas de una vez por todas, deciden construir una gran computadora l lama- da Pensamiento Profundo. Ella les dará las respuestas a las pregun- tas fundamentales: ¿cuál es el propósito de todo?; ¿cuál es el sig- nificado de la vida? La computadora les informa que se tomará diez mil años para trabajar en las respuestas. M No importa" , contestan, 22 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DF. LA FILOSOFÍA "por lo menos tendremos las respuestas en diez mil años". Diez mil años después, llega e! gran día. Pensamiento Profundo revelará el secreto, la respuesta al misterio de la vida. Las muchedumbres se reúnen fuera del albergue del palacio, donde está la computadora; todos esperan. El jefe de Estado sube hasta Pensamiento Profun- do: "¿Tiene la respuesta", pregunta. " iOh! , sí, la tengo", contesta la gran máquina. ' "¿Cuál es, entonces?", replica el jefe, expectante. "Oh, lo siento, no puedo decírselo". "¿Qué? ¿Por qué no puede decírmelo?", pregunta nervioso el jefe. "Porque a usted no le gustaría la respuesta", afirma la computa - dora. "Eso no importa. Sólo déme la respuesta; es su deber, para eso la construimos", exclama el jefe. La computadora reflexiona un momento : "Muy bien; le daré la respuesta a la gran pregunta, pero primero debe prometer no eno- jarse conmigo, no censurarme si no le gusta la contestación". El jefe contesta ávidamente: "Sí, sí. Por supuesto. Cualquier cosa. Sólo dígala". "Bien", dice la computadora en tono renuente, "La respuesta a su pregunta es 42" . "¿Qué?", chilla el jefe, "¡42!, pero, ¿cómo es posible?" Y ahora viene el postre, la moraleja de esta historia: la computa - dora dice, sabiamente:"El problema es que, en primer lugar, usted nunca entendió la pregunta, y así no puede esperar comprender la respuesta". La comprensión no consiste únicamente en tener las respues- tas. Podemos mejorar la comprensión sin conocer la respuesta. Por ejemplo, si tenemos un mapa de la pregunta "¿existe Dios 9 " , p o - dríamos llegar a comprenderla, sin tener una respuesta. La segunda razón por la cual necesitamos hacer un análisis de las preguntas conceptuales, antes de contestarlas, es que la pre- gunta puede ser errónea. Capítulo 1. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 2 3 ¿Ha dejado de pegarle a su mamá? Obviamente, uno no debe contestar esta pregunta. Si la respuesta es sí, entonces significa que uno le pegaba. Si es no, entonces significa que todavía le pega. ¿Me pagará los mil dólares el viernes, o el sábado? De nuevo, uno no debe contestar esta pregunta. Ambas preguntas cont ienen una su- posición tácita, a saber: que uno tiene una madre a quien le pega, y que usted me debe mil dólares. Esas suposiciones son incorrectas y en ese sentido, las preguntas también lo son. Debemos evitar contestar preguntas basadas en suposiciones falsas. Quizás el presupuesto de "cuál es el significado de la vida", o de, "cuál es el color del número cinco" es equivocado. Si pode- mos ver ese falso supuesto entonces tal vez nos salvemos de la perplejidad que nos lleva a hacer la pregunta, aunque no le demos respuesta. O, también, al suprimir el supuesto falso podemos me - jorar la pregunta, es decir, podemos convertirla en una más fácil de responder. La tercera razón por la que es necesario el análisis, antes de responder , es que a lgunas veces, en una so la p r e g u n t a , se involucran muchas otras. Preguntas como, "¿cuál es el s ignif icado de la vida?", "¿es mora lmente mala la eutanasia?", "¿cuál es la relación entre la mente y el sistema nervioso?", cont ienen m u - chas otras, diferentes, todas mezcladas. Evitaremos la confusión si separamos y respondemos una por una. Surge entonces, de nuevo, la necesidad de analizar. Esclarecer, mejorar las preguntas, es un proceso muy diferente de responderlas. Sólo podemos contestar preguntas nuevas y más claras si mejoramos nuestra comprensión de los interrogantes an - teriores. Buenas respuestas exigen buenas preguntas.Gran parte del trabajo que implica resolver problemas, como, "¿cuándo es malo matar?", consiste en clarificar la pregunta, y para el lo es necesario considerar qué significa "moralmente malo". "¿Los computadores pueden pensar por sí mismos?", "¿existe Dios?" Antes de contestar estas preguntas, tenemos que desempacarlas, ver qué cont ienen. cQué es el análisis? Cualquier pregunta profunda e importante ejer- ce una enorme presión sobre algunas palabras clave. Por ejemplo, cuando decimos 'Dios existe", ¿qué significa la palabra "existe"? No 24 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA significa lo mismo que cuando se refiere a cosas normales, a cosas que podemos ver y tocar y que ocupan un espacio. Dios no existe de este modo . Así, cuando afirmamos que Dios existe, ¿qué-quere- mos decir? Cuando af irmamos o negamos que una computadora puede pensar, es en la palabra "pensar" donde está todo el énfa- sis. Tenemos que explicarla. El análisis exige que ident i f iquemos y expliquemos las palabras clave. Muchas personas no están acostumbradas a analizar las pala- bras. Éstas son como partes del paisaje cot idiano que damos por conoc ido y en el que apenas reparamos. Por ejemplo, ¿usted sabe qué significa la palabra "consuetudinario"? "Sí, lo sé: significa 'que ocurre todos los días'". ¿Qué tan a menudo utiliza esta palabra? Quizás una vez al mes, a lo sumo. Pero, ¿cuántas veces utiliza la palabra "bueno"? ¿Una vez cada quince minutos? Bien, ¿pero qué significa? Ésta es una pregunta difícil. Es una palabra que usamos sin examinar. Pero si, por ejemplo, queremos saber cómo es una buena vida, entonces tenemos que entender cómo funciona esta palabra. El análisis es el intento de discernir explorando dist intos signif icados. El análisis apunta en dos direcciones: atrás, hacia la pregunta, y adelante, hacia la respuesta. Nos ayuda a corregir la pregunta, y la nueva pregunta puede ser analizada una vez más para hacerla aún más precisa. Sin embargo, este proceso de mejorar las preguntas debe estar or ientado por la necesidad de obtener respuestas. Tercera lase: responder y argumentar No podemos quedarnos en el nivel del análisis. Necesitamos las respuestas. Ésta es la tercera etapa. Obviamente, no puede ser cual - quier respuesta. Queremos hallar la mejor o la verdadera. Después de todo , a eso apunta en principio la pregunta. Esto significa que en esta tercera fase necesitamos contestar y argumentar. Responder Las respuestas a preguntas filosóficas no tienen que ser teorías gran- diosas. Pueden consistir en frases simples. Una vez que hayamos Capítulo (. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 25 completado el análisis, la respuesta puede ser casi obvia. El trabajo está en el análisis. Esto se puede ver si preguntamos: por qué es importante la respuesta. Para responder esta nueva pregunta se re- quiere más análisis (ver el Apéndice de la página 249). Cuando una posición filosófica responde a una gama de pro - blemas diferentes, entonces se trata de una teoría. Una teoría pre - t e n d e r e so l ve r p r o b l e m a s . N o ex i s t e en el vac ío . C u a n d o abordamos una teoría, es bueno recordar qué problemas se su - pone que resuelve. Argumentar Debemos buscar evidencia o argumentos a favor de una teoría. Tam- bién necesitamos hallar evidencia y argumentos contra otras pos i - bles respuestas. Pero más que esto, es indispensable ver si hay argumentos contundentes que refuten la respuesta que creemos verdadera. Éstos pueden llegar a cambiar nuestra mente, o pueden introducir la duda (ver el Apéndice de la página 241). Ante la ausencia de evidencia, la mejor respuesta es: no sé. Sin evidencia, cualquier teoría es mera especulación y ésta se encuen- tra a un paso de la superstición, que es un estado en el que cree- mos a lgo s in t ene r una razón. Por es to d e b e m o s exam ina r críticamente los argumentos á favor y en contra de una teoría. Sin un argumento, ¿por qué debe alguien creer lo que uno dice? No debería hacerlo. ¿APLICACIONES PRÁCTICAS? Quizá desea saber cuál es la ut i l idad de la filosofía, para usted y para la sociedad en general. Como la filosofía es a veces muy abs- tracta, parece estar lejos de cualquier aplicación práctica. En primer lugar, teoría y práctica no siempre están divorciadas. La teoría concierne a nuestra comprensión del mundo y de noso- tros mismos, y la comprensión se manifiesta usualmente en la ac- ción. Un ejemplo: los grandes cambios políticos de este siglo, que trajeron la democracia a la mayoría de las naciones, dependieron 2 6 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA en parte del desarrollo de una teoría de los derechos en los siglos anteriores. Estas teorías posibi l i taron una nueva comprensión que d io a luz acciones nuevas. Otro ejemplo: hacemos esfuerzos para mejorar la calidad de nuestras vidas, para ser más felices. Pero, ¿qué const i tuye una mejora de la calidad de vida? El solo hecho de captar mejor los asuntos importantes es una buena noticia, aunque no sepamos exactamente cuál será su utilidad más tarde. La comprensión no siempre paga un dividendo inmedia- to y predecible. El progreso material del que disfrutamos ahora es en parte el fruto de la labor de científicos, matemáticos y filósofos des- de el siglo XVI. Nuestra comprensión cambió y con ella nuestras ac- ciones. Ninguna de estas acciones fue un resultado inmediato. La Revolución Industrial fue precedida por una revolución conceptual. En segundo lugar, hacer filosofía es de algún modo inherente a la condición humana, en parte es inevitable. Es así porque no po - demos evitar las preguntas conceptuales. Son una parte integral de cualquierárea del conoc imiento y también de la vida cotidiana. La comprensión no consiste únicamente en conocer muchos hechos. Uno tiene que saber cómo organizarlos. Los hechos tienen que ser relacionados, conceptual izados. Tercero, en un nivel personal, necesitamos mejorar nuestras ca- pacidades mentales. El punto es que la práctica de la filosofía nos habilitará para razonar, pues preguntaremos, analizaremos, respon- deremos y argumentaremos mejor. No obstante, a menudo la filosofía se sitúa muy lejos de la prác- tica. En parte porque los filósofos tratan de concentrar su atención en cuestiones estratégicas. El punto estratégico clave puede pare- cer incomprens ib le y de difícil acceso si no se reconocen sus implicaciones lejanas. Pero algunas veces, solamente es así: i ncom- prensible y de difícil acceso. LA NATURALEZA DI-: LO NO EMPÍRICO La filosofía tiene tres aspectos: • La primera característica de la filosofía es que se trata de un pro - ceso humano que busca mejorar la comprensión. Capítulo I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN • La segunda es que consta de tres pasos. De éstos, el segundo es especialmente dist int ivo: e[ análisis o el intento de mejorar las preguntas. • El tercer rasgo es su asunto o materia: lo no empírico o a priori . Explicaré lo no empírico o a pr ior i de tres maneras, porque es muy impor tan te . Es crucial captar este pun to de manera t an to intuit iva c o m o inte lectua l . De lo cont ra r io , con fund i remos la f i - losofía con la especulación empírica, con preguntas c o m o "¿exis- ten los f an tasmas 9 " I) Primero, una pregunta empírica es ta l , que se puede resolver por comple to mediante la observación empírica o la exper imen- tación. Ejemplos de preguntas empíricas son: ¿cuántos elefantes hay en Sumatra?; ¿cuáles son las características de un electrón?; ¿cuál es la causa del cáncer? Tales preguntas se pueden contestar por medio de la investigación empírica. Sin embargo, no todas las preguntas son empíricas. Ejemplos de preguntas no empíricas son: ¿qué es la justicia?; ¿cómo debe ser una buena explicación científica? Una pregunta no empírica o a priori es aquella que no puede ser resuelta solamente con evidencia fáctica. Esto no significa que la información empírica sea irrelevante. Significa que es insuficiente. Por ejemplo, uno lee una novela policíaca. ¿Quién es el asesino? Uno conoce todos los hechos, pero eso no basta para responder la pregunta. Hay que saber cuáles hechos son pertinentes y tenemos que poder hacer las deducciones lógicas correctas, como Sherlock Holmes 1 . Conocer los hechos es necesario, pero no suficiente. Para trabajar en la filosofía de la física, uno tiene que saber sobre física, pero eso no basta. También hay que saber cómo pensar críticamente acerca de los conceptos de la física. En este caso, la evidencia empírica es insuficiente. Para apoyar una verdad no empírica o a priori es necesaria una forma distinta de demostración. Esto es, un La frase "Jones es el asesino" es obviamente empírica. La frase relevante a priori es vs¡ Henry estuvo en el dormitor io, si Carla estuvo con Frank, y si el asesinato fue cometido a las 4:30. entonces tiene que ser jones ' . 2 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA argumento. Tratamos de apoyar o refutar una afirmación a priori con una demostración o argumento. 2) Hay una segunda manera de pensar acerca de las afirmacio- nes a pr ior i . Son frases que, si son verdaderas, entonces son necesa- riamente ve rdaderas . No pueden ser falsas, c o m o " t o d o s los hermanos son varones". En lógica, seria contradictorio negar una verdad necesaria. Una contradicción es una afirmación que no pue- de ser verdadera. Así, las verdades a priori son verdades necesarias. He aquí una clasificación preliminar de las proposiciones: Verdaderas Falsas Necesarias 2 + 2 = 4 M i abuelo no tiene nietos Empíricas La capital de India Londres está en es Nueva D c l i Italia Este punto se relaciona con la explicación anterior acerca de la evi- dencia. No es necesario recoger evidencia empírica para apoyar una afirmación a prior i . Sería una tontería aplicar una encuesta para verificar si todos los hermanos son varones. No hay que verificar cada día que 2 más 2 es igual a 4 . Ninguna evidencia empírica es suficiente para apoyar una afirmación a priori . Uno puede entrevis- tar a mil hermanos para corroborar si todos son varones, pero esto no nos dará evidencia para afirmar que todos los hermanos lo sean. La matemática consiste en proposiciones a priori o no empíri- cas. Supongamos que puse dos naranjas en mi sombrero y luego puse otras dos. Después usted mira en el sombrero y sólo hay tres naranjas. No concluirá que en esta ocasión 2 más 2 es igual a 3. Es así porque "2 más 2 igual a 4 " es una verdad necesaria. Si es verda- dera, es necesariamente verdadera. No debemos confundir verdades necesarias con af irmaciones que conocemos con certeza. Podemos equivocarnos al pensar que una afirmación es una verdad necesaria. ¡Las personas cometemos C a p í t u l o I. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN 2 9 errores en matemáticas! No hay que pensar que las verdades nece- sarias son obvias. Pueden ser difíciles de descubrir. La ignorancia y el error, ambos, son posibles con respecto a las verdades necesa- rias o a priori . El punto es que las descubrimos mediante el razona- miento, y no solamente a través de la investigación empírica. 3) La tercera explicación de lo a priori es metafórica. Nuestros conceptos son como lentes o gafas a través de los cuales mira- mos el mundo. Un concepto es una manera de pensar o de mirar. Si uno no tiene los lentes o los conceptos apropiados, entonces no puede reconocer lo que mira. Por ejemplo, un hombre de la Edad de Piedra no puede reconocer una computadora porque no tiene el concepto "computadora " . Un niño de dos años no tiene el concepto de introvert ido. Si uno no t iene el concepto de ami - go, no puede reconocer a otros como amigos. Los conceptos de - finen la manera como miramos, pensamos y sent imos el mundo. Son nuestros lentes. (Un ejemplo un poco más abstracto: vemos que el mundo cons- ta de objetos en el espacio. Vemos el mundo a través de este lente o concepto. Quizás hay otras maneras de mirar y de pensar el mun- do. Tal vez aquella que aprendemos de la mecánica cuántica: que el mundo no consiste realmente de objetos materiales. Un objeto debe tener una posición definida en un t iempo def inido, pero los elec- trones no los tienen. En la mecánica cuántica, las partículas están superpuestas. Esto significa que no tienen una ubicación def in i t i - va, sólo un rango de probabil idades, hasta que son medidas. Esto se aplica a otras características de las partículas subatómicas, como su masa y velocidad. Sería erróneo pensar en estas partículas como pequeñas bolas de billar, ya que no son objetos.) Cuando hacemos investigación empírica, examinamos una par- te del mundo; pero, para hacerlo, debemos mirar a través de un juego de lentes o conceptos. En la filosofía estudiamos los lentes. Investigamos el concepto a través del cual miramos normalmente. Mejorar la comprensión requiere reformar nuestros conceptos o lentes. Una manera de caracterizar la filosofía es decir que se trata del estudio de los conceptos. En otras palabras, la filosofía consis- te en pensar acerca de nuestras maneras de pensar. 3 0 INTRODUCCIÓN A LA, PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA En la investigación empírica, uno tiene que intentar verificar o refutar oraciones empíricas acerca del mundo, mediante observa- ciones. Esto es equivalente a mirar a través del lente. En la ciencia empírica, en lugar de examinar el lente, observamos el mundo a través suyo. En la filosofía, en cambio, miramos el lente para estu- diar sus rasgos. Así, la filosofía es el estudio de cómo debemos pensar en un área particular. ¿Cómo debemos examinar los lentes? Tratando de descubrir verdades a pr ior i , sobre todo las quedefinen conceptos. Descubrimos esas verdades a priori por medio de análi- sis y argumentos. Algunos ejemplos Las preguntas conceptuales son amplias. Nos topamos con ellas en todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, consideremos una investigación empírica ordinaria. Necesitamos hacer un censo comple to de cuántos habitantes hay en la ciudad. Antes de hacer una investigación empírica, hay preguntas conceptuales que debe- mos responder: ¿Tendremos en cuenta a las personas que pasaron la noche en un hotel?; ¿qué pasa con los que sólo permanecen tres meses?; ¿y los estudiantes universitarios? No se puede informar cuántos habitantes hay en la c iudad, a menos que antes se haya respondido a la pregunta de qué es un habitante. Ésta es una pre- gunta no empírica o a priori. Responderla es una condición de la investigación empírica. En todas las áreas de estudio usamos conceptos. Así, cada campo tiene su aspecto filosófico propio. Hay filosofía de la biología, de la física, del arte, de la educación, de la historia, de la sociología, de la economía, del deporte y del diseño. Hay filosofía de la arquitectura, de la ingeniería, de la medicina, del desarrollo. La filosofía no se restringe a las ramas tradicionales de metafísica, ética y epistemo- logía. Ciertamente, no se confina al estudio de la historia de la f i lo - sofía. Vamos a mirar algunas ramas de la filosofía para tener una idea de cómo trabaja. Capítulo i. MOSTRAR LO QUE OTROS OCULTAN Psicología ¿Qué es psicología? ¿El estudio de la conducta? Ésta es la def in i - ción usual, peta la naturaleza de la psicología es conceptualmente discutible. Mientras algunos piensan que debemos hacer experi - mentos sobre la conducta, otros afirman que no es sólo cuestión de conducta. Algunos dicen, por ejemplo, que se debe dirigir a las causas psicológicas de la conducta, los estados mentales o proce- sos cognitivos. Otros psicólogos incluyen cuadros del inconsciente psicológico. Otros afirman que debemos investigar el funcionamien- to del sistema nervioso y otros dicen que debemos construir mode- los de cognición similares a los de los computadores. En conse- cuenc ia , hay p r o b l e m a s metodológicos en el e s t u d i o de la psicología y éstos son problemas conceptuales o filosóficos. No se resuelven tan sólo exper imentando, s ino también clarif icando nuestros conceptos . Historia ¿Qué es una buena explicación histórica? Ésta es una pregunta a priori. ¿Qué causó la caída del Imperio Romano?, es una pregunta empírica. En la historia, buscamos las razones que explican la Re- forma, la Revolución Industrial, la expansión del Imperio Inca. Pero también necesitamos hacer la pregunta no empírica: ¿qué ingre- dientes debe incluir una explicación histórica? Consideremos la Segunda Guerra Mundial . ¿Debemos pensar en las psicologías de líderes como Hitler o Chamberlain? ¿O tal vez la historia debe con - cernir a la masa total de las personas? Otra posibi l idad es que las explicaciones históricas abarquen las fuerzas económicas o los ras- gos estructurales de la sociedad alemana de la época. Por ot ro lado, quizá debamos discutir las condiciones culturales que causaron la guerra. Éstas son preguntas conceptuales acerca de la historia. Biología Las bacter ias están vivas, ¿pero lo están los virus? ¿Qué hace que una cosa viva?, ¿acaso ciertas funciones? Un virus parece cumpl i r muchas de esas funciones. ¿Qué es una cosa viva? Algo 3 2 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA que crece, come y respira. Otra pregunta: ¿cómo debemos c las i - ficar las especies?; ¿qué es una especie? Para saber cuántas es- pecies hay en la cuenca del Amazonas, uno debe saber qué es una especie. Una más: ¿cuándo es cor rec to explicar hechos b i o - lógicos en cuanto a propósitos? Todas éstas son preguntas de la filosofía de la biología. Economía Tanto la micro como la macroeconomía involucran af irmaciones conceptuales. Por ejemplo, los precios se fijan en el pun to en que la demanda marginal es igual a la oferta marginal. Ésta es una afir- mación a pr ior i . Ofrece una parte del armazón conceptua l de la microeconomía. Define parte de la racionalidad económica. Según la teoría microeconómica común, las personas revelan sus prefe- rencias a través de las compras que hacen. Ésta es una suposición def in i tor ia oculta en la curva de la demanda. ¿Es correcta?, ¿cuál es la relación entre las preferencias del consumidor y la fel icidad humana? En la macroeconomía, la teoría de la moneda nos dice que MV es igual a PQ (la cantidad de dinero en circulación, por la velocidad a la que circula, es igual al nivel de precios por la cantidad de bie- nes producidos). Ésta también es una afirmación a pr ior i . ¿Debe- mos explicar la inflación en esos términos? ucacwn ¿Qué d e b e n a p r e n d e r los n iños? ¿ C ó m o se d e b e d e f i n i r e implementar un plan de estudios? ¿En qué términos se deben de f i - nir las metas de una universidad? Todas éstas son preguntas c o n - ceptuales. Para responderlas, uno tiene que saber algo acerca de niños, escuelas y universidades, pero tal conoc imiento no basta. Cualquier campo de estudio t iene un aspecto empírico y o t ro conceptua l . Tradicionalmente, el estudio científico se ha concen - t rado casi exclusivamente en los aspectos empíricos de la ciencia: ¿cómo establecer o demostrar la falsedad de una hipótesis con Capítulo 1. MOSTRAR LO O JE OTROS OCULTAN 3 3 experimentos?, o ¿cómo obtener evidencia y analizarla satisfacto- riamente? Razonablemente, exigimos que nuestros científicos se- pan manejar los métodos de la ciencia empírica con cuidado y coraje. Pero la ciencia tiene también una faceta conceptual , y ésta ha sido menos discutida. Vida cotidiana En nuestro diario vivir usamos conceptos: aburrimiento, diversión, rutina, trabajo, amistad. Si está considerando qué t ipo de trabajo es mejor para usted, o si está considerando su amistad con alguien, o si reflexiona sobre sus obligaciones como esposo o empleado, en cada uno de estos casos usted, probablemente, está haciendo filosofía. Quizás usted hace preguntas como, ¿qué es la amistad, después de todo?; ¿qué debo buscar en un trabajo? Tales pregun- tas buscan redefinir ideas importantes. Son filosóficas porque no estamos buscando únicamente más información, sino también una mejor manera de organizar lo que ya sabemos. Todos nosotros lo hacemos, y todos somos filósofos. Los negocios, el trabajo, las tertulias, los problemas personales, todos exigen que pensemos filosóficamente. Es así porque todas las acciones nacen en el entendimiento, y éste debe ser enmarcado en términos de ideas y conceptos. Cuando tenemos que examinar el armazón conceptual, nos embarcamos en la filosofía. Cualquier buen pensador t iene que romper el molde de las viejas maneras de pensar. Tiene que reinventar los conceptos vie- jos. En la medida en que lo hagamos, seremos filósofos. Einstein era tanto un filósofo de la física como un científico. Jefferson no era sólo un político; era también un filósofo de la política. Más profanamente, t odos los l ibros sobre c rec imiento personal , sa- lud y manejo de negocios cont ienen e lementos de filosofía, pues tratan de desafiar nuestra manera habitual de pensar acerca de esas cosas. ¡No todos los filósofos están en los depar tamentos de Filosofía! Por eso, la filosofía es más que las grandes cuestiones metafísi- cas y éticas, como el significado de la vida y la existencia de Dios. 3 4 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA Por eso hay filosofía de la biología, de la economía, del manejo de los negocios, del crecimiento personal, de la política, de la educa- ción, de los medios de comunicación. En cualquier área del conoc i - miento en la que usemos conceptos, el estudio de esos conceptos es la filosofía de esa rama del conoc imiento . A P É N D I C E C I E N C I A Y K S P E C I M J ^ I Ó N Muchas personas conc iben que los hechosy las op in iones son opuestos . Además, ident i f ican los hechos con los hechos científicos. Por eso, t o d o lo que no sea ciencia, es mera opinión. Y lo que es meramente opinión, es sólo cuestión de gustos. Esto implica que, c o m o la filosofía no es ciencia, entonces es puramente subjetiva. Esto es un error. Algunas de las razones por las cuales es una equ i vo - cación serán tratadas en el apéndice del capítulo X. Por el m o m e n t o , basta con decir que las af irmaciones a priori no son empíricas, pero t a m - poco son una mera cuestión de gusto . Consideremos dos puntos : Primero: las matemáticas no consisten en af i rmaciones empíricas. No son una ciencia empírica. Aun así, no son meramente un asunto de gus - tos. Uno puede ser ignorante y equivocarse en matemáticas. Y éstas se basan en af i rmaciones a pr ior i . Segundo: igualmente, en la filosofía, uno puede comete r errores o ser ignorante. Algunas def in ic iones son mejores y peores que otras. Las t e o - rías filosóficas pueden ser erróneas. Los argumentos pueden ser débiles. Es así porque la filosofía consiste también en af i rmaciones a pr ior i . A lgunas veces se d ice que los filósofos están en c o m p l e t o desacuer- do unos con ot ros . Tomemos cualquier afirmación filosófica y podremos hallar a lguno que esté en desacuerdo con ella. En consecuencia, en f i l o - sofía no hay progreso . Esas af i rmaciones son equivocadas. En pr imer lugar, realmente hay mucho más consenso en la filosofía de lo que parece a primera vista. Por e jemplo, en la filosofía de la mente, algunos son dual istas y otros son material istas. Desacuerdo, pero éste impl ica el acuerdo. El dualista puede decir: "si el a rgumento del lenguaje pr ivado fuera sólido, el mater ia l ismo sería verdadero, pero el a rgumento no es sólido". El material ista puede decir: "si el a rgumento del lenguaje pr ivado fuera débil, el dua l ismo sería verdadero, pero el a rgumento es sólido". Hay un p r o f u n d o acuerdo aquí acerca de lo que es el asunto central . Gran parte del consenso en filosofía es cond ic iona l de esa manera. En otras palabras, consiste en un acuerdo mutuo sobre propos ic iones de la fo rma «Si p entonces q» o «Dado p. se sigue q». 36 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA Por otra parte, el desacuerdo entre los filósofos es más aparente que real: usualmente enfocan sus trabajos en los puntos de desacuerdo, t ien- den a escribir acerca de ellos. Pero lo hacen así, normalmente, creyendo que ésa es la mejor manera de progresar. C A P Í T U L O I J D I S C U T I R A C E R C A D E D I O S Muchas personas piensan que no puede haber un argumento sóli- do para probar la existencia de Dios, que se trata de una mera cues- tión de fe. Sin embargo , esa suposición es muy ampl ia . Esta afirmación se justificaría, o bien porque se conocieran todos los posibles argumentos a favor de la existencia de Dios, o bien en el caso de que se tuviera una excelente razón general y a priori para pensar que es imposible probar tal cosa. No se puede recoger la evidencia que señale quién mató a J. F. Kennedy, por ejemplo, examinando la composición de las depos i - ciones de una ardilla. ¿Por qué no? Lo que cuenta como prueba o evidencia de un hecho dado, no es cuestión de decisión o creencia personal. Aquello que cuenta como evidencia depende en parte del significado de la proposición y de las cadenas causales pertinentes. No hay una cadena causal plausible y pertinente que conecte el ase- sinato con la composición de las deposiciones de las ardillas. Quizá podemos probar que Dios realmente existe. Sin estudiar los argumentos, no podemos dejar esa posibi l idad por fuera. Tene- mos que examinar las mejores pruebas de la existencia de Dios, cuidadosamente y sin prejuicios. Además, la creencia personal o la fe no pueden contar como evidencia para probar la existencia de Dios, o para probar lo contrario. Lo verdadero o lo falso no depen- de de nuestras creencias. La afirmación "Dios existe" es verdadera 3 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA o falsa, y la verdad o falsedad de las proposiciones no depende de las creencias de alguien. La afirmación de que Dios existe no de- pende de si alguien es ateo, agnóstico o creyente. Dios existe o no, independientemente de lo que creamos. Aunque t o d o el mundo crea que es verdad, eso no la hace verdadera. Lo mismo si es falsa. Así, quizá hay realmente un argumento sólido para probar la exis- tencia de Dios. Miremos. E L PRIMEIS M O V I M I E N T O Quizá la mejor evidencia de la existencia de Dios está siempre ante nuestros ojos. ¡Usted la está viendo en este momento ! El universo mismo. Sin duda alguna, el universo existe. Sea lo que sea, algo existe, y la total idad de lo que existe es el universo. Por más que lo pensemos, lo más notor io es que alguna cosa existe. ¿Cómo puede ser que algo exista? Parece que hay dos posibil idades: o ha existido siempre, o ha l legado a ser. Y si llegó a ser, debe de haber una explicación. La única explicación posible del nacimiento del univer- so es Dios. Según esta línea de pensamiento, el primer argumento a favor de la existencia de Dios es como sigue: 1. Algo existe 2. Si algo existe, entonces hubo un primer evento 3. Todo debe tener una causa 4 . Debe de haber una causa del primer evento 5. La única causa posible del primer evento es Dios 6. Por lo tanto, Dios existe Este argumento es lógicamente válido. Ahora la pregunta es: ¿son verdaderas las premisas? Tal vez la más inquietante de las premisas es la segunda ("Si algo existe, entonces hubo un primer evento".} Consideremos el razo- namiento a su favor. La idea es que debe de haber un primer even- to, porque para la cadena de razonamientos es imposible continuar Capítulo I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS 3 9 por siempre. Un acontecimiento debe tener una causa, y ésta a su vez otra, y así sucesivamente, pero no para siempre. ¿Por qué no? Si la cadena se extendiera por siempre en el pasado, entonces t en - dríamos c o m o un in f in i to número de deudas que ningún dinero podría pagar. En tal caso, la deuda primitiva u original no puede ser pagada. Según esta analogía, una cadena infinita de causas no podría explicar los acontecimientos actuales. Nos quedaríamos con una deuda explicativa en nuestras manos. Por consiguiente, tiene que haber un primer evento. Ésta es una manera de explicar el razonamiento que apoya la segunda premisa en el argumento. ¿Logra realmente justificarla? La debilidad de este argumento a favor de la segunda premisa es que para concluir que una cadena infinita de causas no puede ex- plicar los eventos en el presente, se apoya en una analogía. Sin embargo, podría argumentarse que la serie infinita de acon- tecimientos pasados, como un todo, debe tener una causa, y que la única causa posible de esta serie infinita es Dios. En vista de estas consideraciones, quizás la premisa más débil del argumento anterior no es la segunda, sino la quinta ("La única causa posible del primer evento es Dios".) Esta premisa tiene dos t ipos de problemas. En primer lugar, ¿podemos pensar en otra p o - sible causa del primer evento? Advierto que esta premisa no afirma: la causa del primer evento es Dios. Puesta así, esta premisa seria una petición de principio. La frase "Dios es la causa del primer even- to " , asume que Dios existe, y por eso no presenta ninguna eviden- cia para la conclusión que a f i rma . Es un a r g u m e n t o c i rcu lar : concluimos que Dios existe, sólo porque lo presuponemos. La quinta premisa afirma que la única causa posible del primer evento es Dios. Escrita de ese modo, la premisa no asume la exis- tencia de Dios. Para refutar la quinta premisa, tenemos que mostrar que aparte de Dios, hay otras posibles causas del primer evento. Si hay otras posibles causas del primer evento, entonces la premisa es falsa. En efecto, hay otras posibles causas del pr imer evento, pore jemplo: el universo mismo; Blod; Gog; Gop. Si Dios es un ser 4 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA omnisc iente, omn ipo ten te y t o d o bondadoso, entonces Blod p o - dría ser muy sabio (pero no omnisciente) , omn ipo ten te y t odo b o n - dadoso ; Gog podría ser omn isc i en te , muy poderoso (pero no omnipotente ) y t o d o bondadoso, y Gop podría ser omnisciente, o m n i p o t e n t e y muy bondadoso (pero no t o d o bondadoso) . Tai vez, la causa del pr imer evento no es ningún ser en absoluto. En otras palabras, no hay únicamente una posible causa del primer evento. La quinta premisa declara que sólo hay una posible causa y, en consecuencia, esta premisa es falsa. Por lo tanto , el argu- mento no es sólido y no aporta ninguna evidencia de la existen- cia de Dios. En segundo lugar, otra forma de refutar la qu inta premisa se- ría mostrar que Dios no es una posib le causa del universo. ¿Qué es el universo? Seguramente la definición correcta es: t o d o lo que existe. Si Dios existe, entonces esta definición implica que Dios forma parte del universo y, en este caso, no podemos exp l i - car el universo ape lando a Dios c o m o su causa, aun si Dios exis- te. Dada esta definición del universo, ¿durante cuánto t i empo existe el universo? Si Dios existió antes del pr imer evento, y si hace parte del universo, entonces tal vez la respuesta debe ser: Dios ha existido por s iempre. Consideremos este punto de ot ro modo : si Dios existe, en ton - ces es parte del universo (todo lo que existe) y en este caso, una posible causa del universo es el universo mismo. Por lo tanto, Dios no sería una posible causa del universo. Si el universo es t o d o lo que existe, y si Dios existe, entonces Dios no es una posible causa del universo. Este argumento asume que una parte del universo no puede ser su causa. Pero esa suposi - ción es razonable. JÜL S E G U N D O M O V I M I E N T O ¿Sabe algo acerca del ADN? El ADN es una molécula extraordina- riamente grande y compleja, y no parece probable que una cosa así ocurra por puro azar. Visto de esta manera, esto parece ser Capítulo lí. DISCUTIR ACERCA DE DIOS 4 1 evidencia suficiente de que el universo ha sido diseñado, y la única cosa que podría diseñar el universo es Dios. 1. El universo tiene un orden 2. Si tiene un orden, entonces debe haber un diseño 3. Si hay un diseño en el un ive rso , en tonces debe haber un diseñador 4. El único diseñador posible del universo es Dios 5. Dios existe Una vez más, hemos construido argumento que pueda ser válido. Así, para evaluarlo, sólo tenemos que preguntar: ¿son verdaderas las premisas? Podríamos objetar la cuarta premisa de este argumento ("El úni- co diseñador posible del universo es Dios"), con base en las mis - mas consideraciones que hicimos acerca de la quinta premisa del primer argumento en la sección anterior (aquella que dice "La única causa posible del primer evento es Dios"). Es decir, podemos obje - tar que hay otros posibles diseñadores del universo aparte de Dios, y por eso este segundo argumento no es sólido. Sin embargo, vale la pena examinar la segunda premisa ("Si el universo tiene un orden, entonces debe haber un diseño"). El razo- namiento oculto en la segunda premisa es que el orden que vemos en el universo es muy improbable, y que, en consecuencia, no pue- de ser sólo cuestión de azar: lo más probable es que haya un plan. Esta línea de razonamiento tiene dos problemas. Primero, la premisa sólo nos ofrece dos alternativas para expl i - car el orden: diseño o azar. Seguramente, éstas no son las únicas posibil idades. Si no lo son, entonces la premisa nos ofrece una dicotomía falsa. Otra opción es que el orden en el universo se deba en par te a leyes causa les . Por e j e m p l o , la ley causa l newtoniana (Fuerza = masa x aceleración), que explica mucho del orden que vemos. En segundo lugar, la suposición oculta en esta segunda premisa es que el orden no se debe al azar. Pero ésa parece ser una afirmación INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA injustificada. Supongamos que usted tiene un dado con un billón de lados. Usted lo tira y aparece el número 587.678.998, y entonces exclama: "Válgame Dios, ¿se da cuenta de que la probabi l idad de que aparezca ese número es de un billón a uno? ¡Esto no puede ser mero azar!" Pero, por supuesto, es puro azar, y usted habría excla- mado lo mismo en relación con cualquier otro número que hubiera salido. Así, este segundo argumento en favor de la existencia de Dios falla, al igual que el primero. Dos de los argumentos más comunes y más interesantes para probar la existencia de Dios, fallan. Por supuesto, esto no significa que ningún argumento a favor de la existencia de Dios pueda tener éxito. Ausencia de pruebas, no implica ausencia de existencia. E L TERCF.R MOVIMIBNTO En esta sección argumentaré que, como es def in ido tradicional- mente, hay evidencia para probar que Dios no existe. He aquí el argumento: 1. Si Dios existe, entonces es omnipotente , omnisciente y todo- bondadoso 2. Si existiera un ser omnisciente y todo bondadoso, entonces no habría ningún sufr imiento malo o innecesario (SIN) 3. Hay sufr imiento malo o innecesario (SIN) 4. Por lo tanto, Dios no existe El sufr imiento es malo cuando hay una razón concluyente para evi - tarlo, y es innecesario cuando no es requisito para alcanzar un pro - pósito de i m p o r t a n c i a de f i n i t i v a . Se puede pensar que estas definiciones son insatisfactorias y preliminares, pero no necesita- mos una teoría completa de los valores para poder sostener que hay algún sufr imiento malo o innecesario. ¿Según qué criterios el sufr imiento es malo o innecesario? No necesitamos tener una gama de criterios que nos permita poner cada ejemplo de sufr imiento en Jas categorías bueno y malo. Basta con tener un ejemplo de sufr i - miento malo o innecesario. Capítulo If. DISCUTIR ACERCA DE DIOS Construí el argumento anterior de m o d o que fuera lógicamente válido, y así debamos preguntarnos si las premisas son verdaderas. Argüiré que las premisas 2 y 3 son verdaderas. Por eso, si Dios exis- te, entonces la primera premisa debe ser falsa. En otras palabras, este argumento implica que si af irmamos que Dios existe, entonces tenemos que cambiar la definición de Dios. Tenemos que concebir a Dios de otra manera (ver Capítulo IV). La segunda premisa es verdadera porque, si Dios es omnisc ien- te, entonces conoce el sufr imiento malo o innecesario, si lo hay. Si es omnipotente , podría cambiarlo. Si es todo-bondadoso, en ton - ces lo cambiaría. Obviamente, Dios no eliminaría el sufrimiento que no es malo o innecesario. Él sólo permitiría el sufr imiento bueno o necesario, pero debería eliminar el sufr imiento malo o innecesario. Esto significa que si Dios es omnisciente, omnipotente y todo-bon - dadoso, ningún sufr imiento real puede ser SIN. Antes de examinar la tercera premisa, responderé algunas ob je - ciones a la segunda ("si existiera un ser omnisc iente y t odo podero - so, entonces no habría sufr imiento malo o innecesario -SIN-"). Maldad La manera como he presentado el argumento es muy diferente de la formulación habitual. Lo he hecho así para evitar compl icac io - nes innecesarias. El argumento se formula usualmente en términos de maldad. Pienso que la maldad, que es un concepto teológico, no tiene nada que ver aquí. "Maldad" sugiere una fuerza malévola en el universo. Invoca un punto de vista teológico de la ética y en consecuencia, introduce el debate acerca de si el papel del ser h u - mano en el universo es luchar contra la maldad. Lo que está en juego en el argumento precedente es algo más simple: el argumen- to afirma que si hay algún sufr imiento malo o innecesario, en ton - ces Dios no existe. El argumento no es acerca del lugar de la maldad en el universo; más bien concierne a si la existencia de sufr imiento malo o innecesario es evidencia suficiente contrala existencia de Dios, tal c o m o éste es def inido tradicionalmente. 4 4 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA LiLre albedrío Consideremos el argumento de que Dios no puede existir porque hay maldad en el mundo. Algunos escritores replican que la mal - dad existe porque Dios nos ha dado libre albedrío, y hemos elegi- do l ibremente hacer el mal. La réplica del ateo es: Dios podría haber creado personas que'eligieran l ibremente no cometer actos 'malos (o no tantos). El creyente contesta: la l ibertad requiere la posibi l i - dad real del mal. Sin embargo, este debate es irrelevante para el argumento que he ofrecido. Es así porque el argumento no concier- ne a las causas del sufr imiento. No es pertinente, por ejemplo, si el SIN es causado por la estupidez humana, la malicia, los desastres naturales o el demonio. El argumento depende de si hay algún su- fr imiento innecesario, y no de la causa de tal sufr imiento. Usted encuentra a una persona agonizando en la calle. Hay una razón para detener su dolor, independientemente de cuál sea la causa de éste. Usted no necesita conocer la causa, o buscar un culpable. Us- ted no necesita preguntar, quién es el culpable de su sufr imiento. El argumento es acerca de la existencia de SIN, no de sus causas. En defensa de la réplica del libre albedrío, usted podría afirmar que Dios sólo podía eliminar el sufr imiento privando a los huma- nos de su libertad. A esto contesto que si algún sufrimiento es ne- cesario para la preservación de la l ibertad humana, entonces no es un sufr imiento innecesario. Este sufr imiento es necesario para que tengamos libre albedrío y éste es verdaderamente precioso. Este punto nos devuelve a la tercera premisa. Comparemos cua- tro oraciones: 3: Hay sufr imiento malo o innecesario NO-3: No hay ningún sufr imiento malo o innecesario O.IR. 2 1: Muchos sufrimientos son buenos y necesarios O.IR. 2: Todos los sufrimientos sirven a algún buen propósito La negación de la tercera premisa de nuestro argumento equiva- le a afirmar que no hay sufr imiento malo o innecesario. No hay 2 O.IR: Abreviatura de "oración irrelevante" Capítulo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS ninguno. Negar la tercera premisa es afirmar NO-3, y para demos- trar que NO-3 es falsa, es suficiente con presentar un solo caso de sufrimiento malo o innecesario. Infortunadamente, lohn Hick parece olvidar este punto . En su libro Eí mal y el amor de Dios, afirma que el argumento del sufrimiento no muestra la inexistencia de Dios porque el sufrimiento es necesa- rio para el desarrollo del alma. Quizá Hick tiene razón. Quizás tene- mos un alma que necesita sufrir .para desarrollarse. Sin embargo, éste es un procedimiento completamente irrelevante. Mostrar que algunos o muchos sufrimientos son necesarios, o buenos, no basta para refutar la tercera premisa. Para hacerlo, tenemos que mostrar que ningún sufr imiento es malo o innecesario. En otras palabras, para oponernos al argumento, tenemos que mostrar NO-3 en lugar de O.IR. I. De nuevo, es completamente irrelevante mostrar que algún sufr i - miento es bueno o necesario para nosotros. Puedo estar de acuer- do en que muchos sufrimientos son buenos para nosotros, pero ése no es el punto . Para negar la premisa 3, uno tiene que afirmar NQ-3, no O.IR. I. La oración "algún sufrimiento es bueno" no ayuda a establecer NO-3: No hay ningún sufrimiento malo o innecesario. Para refutar NO-3 es suficiente con mostrar un ejemplo de SIN. Uno solo. Tomemos uno: un bebé ardiendo en llamas (volveré a este ejemplo más adelante). Hick también afirma que quienes se oponen a esta idea están buscando el paraíso perfecto del hedonista, en el cual todos los deseos son satisfechos. Éste parece ser un argumento ad hominem, que imputa motivos deshonrosos a su oponente. Por supuesto, si es así, no funciona. Aunque quienes piensen que las premisas 2 y 3 son verdaderas estuvieran motivados de esa manera, eso no prue- ba que las premisas sean falsas. Además, la sugerencia es incorrec- ta, porque es el propio Hick quien debe mostrar que el mundo está libre de sufr imiento malo o innecesario. Usted puede preguntar: ¿es el sufrimiento necesariamente malo? A riesgo de repetir, pensar que esta pregunta es pertinente es co - meter el mismo error de Hick. Ésa no es la cuestión. Uno puede 4 6 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA pensar que mucho del sufr imiento es bueno para nosotros, porque nos hace fuertes; nos hace pensar audazmente; nos hace valientes, compasivos, y enfoca nuestra atención en las cosas más impor tan - tes de la vida. Todo esto puede ser verdad, y en este caso, el sufr i - miento en general, f inalmente, sería una cosa buena. Sin embargo, la tercera premisa dice que hay algún sufr imiento malo o innecesa- rio. Para negarla, uno tiene que mostrar que no hay ningún sufr i - m ien to malo o innecesario. El sufr imiento que necesitamos para crecer no es innecesario. Es un sufr imiento necesario. Por ejemplo, la Biblia dice que si uno mira a una mujer maliciosamente, uno debe arrancar su ojo, echarlo al fuego. Eso es algo muy doloroso de ha- cer, pero es por nuestro propio bien, y no es nada comparado con la felicidad en la otra vida. Si esto es cierto, entonces el sufr imiento que produce la extirpación del ojo no es malo o innecesario. Algunas personas afirman que t o d o lo que ocurre tiene una ra- zón. Ellos también tratan de negar la tercera premisa ("Hay sufr i - m ien to malo o innecesario"), sin conseguir lo realmente. Aunque t o d o tenga una razón, el argumento contra la existencia de Dios sigue funcionando. Aun si nuestras vidas tienen un propósito, el argumento sirve todavía. Es así, por la simple razón de que para derrotar el argumento se tiene que negar la tercera premisa, se t ie - ne que afirmar NO-3. La afirmación de que todo tiene una razón no lo hace. Necesidad y utilidad Para probar que el sufrimiento es necesario, uno tiene que demos - trar que no hay una mejor manera de lograr el objet ivo en cuestión. Suponga que necesita aprender una lección, por e jemplo: llevar siempre consigo la tarjeta de crédito cuando salga de viaje al exte- rior. Para aprender esta lección, usted sufre un accidente y no pue- de encontrar un hospital que lo at ienda. Finalmente, un hospita l decide ayudarlo, a pesar del hecho de que al parecer usted no t iene con qué pagar el t ratamiento. Gracias a esta experiencia horrible, usted aprende que es prudente llevar la tarjeta de crédito, en caso de emergencia. Af i rmar que ese su f r im ien to era necesario para aprender la lección, equivale a af irmar que no había una mejor Cap í tu lo 11. DISCUTIR ACERCA DE DIOS manera de aprender la lección. Equivale a decir que un poco me- nos de sufr imiento no serviría, que era necesario todo. Cuando usted dice que necesita agua, está dic iendo que el agua es exactamente lo que necesita tener. Ninguna otra cosa puede t o - mar su lugar Eso es lo que implica "necesidad" o "necesario". Decir, "el sufr imiento era necesario", significa que no podía aprender su lección de una manera mejor. Al reflexionar sobre el significado de estos términos, uno puede ver que la afirmación de que todo el sufr i - miento es necesario es demasiado fuerte y poco plausible. Implica que no hay una alternativa mejor. Estos puntos clarifican el argumento contra la premisa 3. No basta con argumentar en favor de O.IR. 2, a saber: todos los sufrimientos tienen un propósito. O.IR. 2 sólo establece que el sufr imiento es útil, pero no es evidencia suficiente para afirmar que t o d o sufr i - miento es necesario o bueno. Algo puede ser útil sin que tenga que ser necesario; para ser necesario, tiene que ser la única y mejor alternativa. Dios no lo permitiría Algunos de ustedes piensan: "Dios es perfecto, entonces el sufr i - miento en el mundo no puede ser malo o innecesario". Hay que tener cuidado con esto. Uno no puede presuponer que existe un Dios omnipotente , omniscientey todo bondadoso, para probar que no hay SIN. La existencia de Dios, así definido, es aún cuestión de debate. No podemos apelar a esa proposición para defenderla, sin caer en circularidad o petición de principio. Comparemos esta idea con este argumento: Dios existe Por lo tanto, Dios existe. Éste es un argumento lógicamente válido. ttP implica P" es una p ro - posición verdadera. Sin embargo, el argumento no es bueno por- que presupone la conclusión, y no presenta ninguna evidencia a su favor. Un argumento circular no ofrece ninguna evidencia para la conclusión. La afirmación que tenemos a la mano es "Dios existe". 4 8 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA Uno no puede argumentar contra la tercera premisa asumiendo que Dios existe: no puede haber ningún sufrimiento malo o innecesario porque Dios no lo permitiría. Esto es asumir que Dios existe y es una petición de principio. Otros significados para bueno y malo Ésta es una idea tentadora: los términos "bueno" y "malo" tienen un significado cuando se aplican a las acciones humanas, y o t ro cuando se aplican a Dios. Efectivamente, esta idea implica que Dios es amoral o, quizá, moralmente trascendente. Una galaxia es amo- ral porque los términos "moralmente bueno" y "moralmente malo" no son aplicables a ella. No es ni buena ni mala, y en este sentido, está más allá de la moral idad humana. De todas maneras, si se argumenta que Dios es como la galaxia, entonces se está negando la primera premisa y, por supuesto, esto es precisamente lo que af irmo: que el argumento de SIN implica que, si Dios existe, en ton - ces la concepción tradicional debe ser falsa. Algún sufrimiento malo o innecesario Quizás usted está listo para ir por el camino difícil, para tratar de argumentar valientemente, sin esconderse tras una nube de vague- dad, que no hay ningún sufr imiento malo o innecesario. Sin embar- go, sin una apelación circular, a la existencia de Dios para apoyarla, es difícil ver cómo se puede argumentar en favor de esta af irma- ción. (Ver atrás la sección "Dios no lo permitiría".) R. Swinburne parece deseoso de ir por este camino. En su artícu- lo El problema del mal, divide el mal en dos clases: mal activo, direc- tamente causado por las acciones inmorales de las personas y mal pasivo, causado por los eventos y desastres naturales. Él argumen- ta que el mal activo es compat ib le con la existencia de Dios porque defiende el libre albedrío: Dios d io l ibertad a las personas, y esto implica que t ienen la capacidad de actuar l icenciosamente. Tam- bién argumenta que el mal pasivo es compat ible con la existencia de Dios, porque es el resultado de las leyes naturales, y sin tales leyes, no habría orden y regularidad en la naturaleza. Al parecer, Capítulo I I . DISCUTIR ACERCA DE DIOS 4 9 entonces, el mal pasivo es el precio que debemos pagar por vivir en un mundo regular y ordenado. Si estos puntos son relevantes para negarla tercera premisa ("Hay sufrimiento malo o innecesario"), el resultado final del argumento de Swinburne debe ser que no hay ningún sufr imiento malo o inne- cesario en el mundo. Su posición deber ser ésta: todos los ejem- plos de mal activo son el precio necesario del libre albedrío, y todos los ejemplos de mal pasivo son el mon to ineludible del orden cau- sal. En otras palabras, no hay ningún sufr imiento malo o innecesa- rio. Esto es lo que debe afirmar Swinburne si su punto de vista es relevante con respecto a la tercera premisa. ¿Es verdadera la tercera premisa? Como afirmé atrás, para argu- mentar contra NO-3, es suficiente mostrar un solo ejemplo de SIN. Consideremos el ejemplo de un bebé ardiendo en llamas. Puede objetar con todas sus fuerzas que no es un ejemplo de sufr imiento malo o innecesario. Tal vez, la muerte del bebé a manos del fuego alcanzará un objetivo desconocido, que servirá a un propósito me- jor. En ese caso, tendría que construir el ejemplo con más cuidado. Supongamos que nadie sabe que el bebé está ardiendo, y que por eso, este evento terrible no puede inspirar a alguien para prevenir un sufr imiento peor más adelante. Sin embargo, usted puede afir- mar que, tal vez, de haber vivido, el bebé hubiera causado más su - f r i m i e n t o ; de esta manera, quizá éste no sea un e j emp lo de sufrimiento malo o innecesario, por razones que desconocemos 3 . Tal discusión omite un punto importante . Para mostrar que la premisa 3 es verdadera, es suficiente con mostrar un solo ejemplo de sufr imiento malo o innecesario. Pero eso no significa que es necesario dar tal ejemplo. Tal vez ninguno de los ejemplos específi- cos que podría dar serían un ejemplo claro e indiscutible de sufr i - miento malo o innecesario. Sin embargo, puede haber otras razones para pensar que hay algún sufr imiento de esa índole, aunque se pueda discutir cada uno de los ejemplos dados. 5 Por ejemplo, Alston afirma que no podemos determinar si el mal aparentemente innecesario lo es realmente. (Ver ALSTON, W R, "The Inductive Argument from Evil and the Human Cognitive Condit ion ' , en Philosophica! Perspectives, Vfol. 5 ed. f. Tomberlin, Ridgeview, Atascadero, California. 1991.) 5 0 INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA Por ejemplo, aunque se pueda discutir cada ejemplo individual con alguna fuerza o plausibi l idad, eso no significa que todos los ejemplos pueden ser imputados en conjunto. Una cosa es afirmar de un ejemplo particular: "Éste puede no ser un ejemplo de SIN", y otra bien diferente es afirmar de todos los ejemplos en conjunto: "Ninguno de estos ejemplos puede ser un ejemplo de SIN"..Mien- tras que la primera parece razonable, la segunda lo es mucho me- nos. Hay una buena razón para pensar que NO-3 es falso. Afirmar NO-3 es sostener que nunca hay una razón concluyente para evitar el sufr imiento. Si nunca hay una razón concluyente, entonces, ¿cuál es el objet ivo del razonamiento práctico? En el razonamiento prác- t ico, t ratamos de descubrir, en condiciones de ignorancia e incerti- dumbre, qué es lo mejor que se puede hacer en una circunstancia dada. Tratamos de hallar una razón concluyente para actuar en s i - tuaciones particulares. Por supuesto, tener una razón concluyente para actuar involucra más que prevenir SIN. En ocasiones, tendre- mos una razón concluyente para no privar a otras personas de su autonomía, para no encarcelarlas sin razón. No obstante, si NO-3 fuera verdadero, entonces no habría nunca una razón concluyente para prevenir y evitar el sufrimiento, y el razonamiento práctico es- taría desprovisto de una parte importante de su objet ivo. Es inade- cuado contestar a esto: "Dios sabe mejor" , como parece hacerlo Swinburne. Porque eso implica que, si nosotros conociéramos me- jor, entonces también podríamos saber - justo como alegaría Dios- que nunca hay una razón concluyente para evitar el sufrimiento. C A P Í T U L O I I I P R E G U N T A R L E L A H O R A A D I O S Consideremos o t ro problema con respecto al concepto t rad ic io - nal de Dios. Según éste, Dios está más allá del t i empo y conoce el futuro. El principio de bivalencia 4 dice que cualquier proposición clara e inequívoca es verdadera o falsa. Por ejemplo, la afirmación "hay planetas con vida en el sistema solar de Alfa Centauro" es verdade- ra o falsa. La oración "hay un agujero negro en el centro de la ga- laxia" es verdadera o falsa. No importa si sabemos si es verdadera o no. El principio de bivalencia se aplica a tales oraciones, aunque estemos en la ignorancia absoluta. Ahora pensemos en el pr inc ipio de bivalencia con respecto al t iempo. Claramente, el pr incipio se aplica a las oraciones acerca del pasado: "hace 100.000 años aproximadamente, arribó gente a América del Sur por el Océano Pacífico" es o verdadera o falsa. El principio también se aplica al presente: "en este momento hay a l - guien cantando Macarena en Alaska" es verdadera o falsa. 4 Michael Dummctt distingue entre el principio de bivalencia y ia