Logo Studenta

FENOMENO_E_INTERPRETACION

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

RAMÓN RODRÍGUEZ
FENÓMENO 
E INTERPRETACIÓN
Ensayos de fenomenología hermenéutica
TC00_FENOMENO_00.indd 5TC00_FENOMENO_00.indd 5 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
Diseño de cubierta: 
Carlos Lasarte González
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra 
está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o 
multas, además de las correspondientes indemnizaciones por 
daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, 
distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, 
una obra literaria, artística o científi ca, o su transformación, 
interpretación o ejecución artística, fi jada en cualquier tipo 
de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la
preceptiva autorización.
© RAMÓN RODRÍGUEZ, 2015
© EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, S. A.), 2015
Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madrid
ISBN: 978-84-309-6729-2
Depósito Legal: M. 
Printed in Spain
TC00_FENOMENO_00.indd 6TC00_FENOMENO_00.indd 6 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
[7]
ÍNDICE
PRÓLOGO .......................................................................................... Pág. 11
I. FILOSOFÍA TEÓRICA
CAPÍTULO 1. LA FENOMENOLOGÍA EN LA OBRA DE HEI-
DEGGER ............................................................................................... 19
1. LA MOTIVACIÓN FENOMENOLÓGICA DEL PENSAMIENTO ...................... 20
2. LA FENOMENOLOGÍA, HERMENÉUTICA DE LA FACTICIDAD .................. 24
3. LA RADICALIZACIÓN DEL «HECHO» FENOMENOLÓGICO ...................... 27
CAPÍTULO 2. LA MANERA CORRECTA DE ENTRAR EN EL CÍR-
CULO. LA CUESTIÓN DEL SENTIDO EN SER Y TIEMPO .......... 31
1. EL PROBLEMA METÓDICO DE SER Y TIEMPO ........................................ 31
2. FENOMENOLOGÍA Y CÍRCULO DEL COMPRENDER ................................ 35
3. EL CONCEPTO HERMENÉUTICO DE SENTIDO COMO PROBLEMA FENO-
MENOLÓGICO ..................................................................................... 37
3.1. Sentido y manifestabilidad. La continuidad fenomenológica de 
Husserl a Heidegger ................................................................. 37
3.2. La infl exión hermenéutica del sentido ....................................... 42
3.3. La estructura hermenéutica fundamental y la cuestión de la sig-
nifi cación ................................................................................. 46
3.4. Recapitulación: la legitimidad del «sentido originario» ............. 50
CAPÍTULO 3. LA INDICACIÓN FORMAL Y SU USO EN SER Y 
TIEMPO ................................................................................................ 53
1. LA VIDA FÁCTICA COMO TEMA ............................................................ 54
2. EL PAPEL DE LA INDICACIÓN FORMAL ................................................ 58
3. LA INDICACIÓN FORMAL Y EL PROBLEMA METÓDICO DE LA CONCEP-
TUACIÓN PREVIA (VORGRIFF) ............................................................. 63
4. LA INDICACIÓN FORMAL EN SER Y TIEMPO ......................................... 66
CAPÍTULO 4. PERCEPCIÓN E INTERPRETACIÓN. HEIDEGGER Y 
LA TRADICIÓN HERMENÉUTICA ................................................. 73
1. INTRODUCCIÓN .................................................................................. 73
2. LA INTERPRETACIÓN COMO DESARROLLO EXPLICITANTE DE LO YA 
COMPRENDIDO ................................................................................... 76
3. LA PERCEPCIÓN COMO COMPORTAMIENTO VERITATIVO PECULIAR ........ 81
4. LA INTERPRETACIÓN Y LA TRADICIÓN HERMENÉUTICA ....................... 87
4.1. Nietzsche: interpretación como introducción de sentido ............. 88
4.2. ¿Hecho bruto o «cosa misma»? ................................................. 92
TC00_FENOMENO_00.indd 7TC00_FENOMENO_00.indd 7 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
8 FENÓMENO E INTERPRETACIÓN
4.3. La insuprimible diferencia comprensión-interpretación .............. 94
4.4. ¿Percepción como interpretación? ............................................. 95
CAPÍTULO 5. IMPRESIÓN DE REALIDAD Y COMPRENSIÓN DE 
SENTIDO. HEIDEGGER Y ZUBIRI .................................................. 101
1. ¿ANÁLISIS FENOMENOLÓGICO DE LA IMPRESIÓN DE REALIDAD? .......... 102
2. EL CONCEPTO FENOMENOLÓGICO DE SENTIDO .................................... 104
3. IMPRESIÓN DE REALIDAD Y SENTIDO FENOMENOLÓGICO ..................... 108
4. EL CONCEPTO HERMENÉUTICO DE SENTIDO ........................................ 112
5. COSA-SENTIDO Y COSA-REALIDAD ...................................................... 118
CAPÍTULO 6. EXPLICITACIÓN Y COMPRENSIÓN. SOBRE LOS SEN-
TIDOS DE «INTERPRETACIÓN» EN LA OBRA DE RICOEUR ...... 123
1. «TODO COMPRENDER ES INTERPRETAR» ............................................. 123
2. LOS SENTIDOS DE «INTERPRETACIÓN» ................................................ 125
3. ¿TODO COMPRENDER ES INTERPRETAR? LA EQUIVOCIDAD DE LA IN-
TERPRETACIÓN .................................................................................. 134
CAPÍTULO 7. INTERPRETACIÓN Y VERDAD. EN TORNO A G. 
VATTIMO .............................................................................................. 139
1. DESPUÉS DE....................................................................................... 140
2. HERMENÉUTICA: DE METAFÍSICA DE LA PRESENCIA A ONTOLOGÍA DE 
LA PROVENIENCIA .............................................................................. 144
2.1. El nihilismo como horizonte ...................................................... 145
2.2. El nihilismo de la analítica existencial ...................................... 147
2.3. El nihilismo de la historia del ser .............................................. 150
3. METATEORÍA DE LA HERMENÉUTICA .................................................. 156
II. FILOSOFÍA PRÁCTICA
CAPÍTULO 8. ONTOLOGÍA EXISTENCIAL Y ÉTICA. EN TORNO A 
LA «ÉTICA IMPLÍCITA» DE SER Y TIEMPO .................................. 163
1. CUESTIONES PREVIAS: EL COMETIDO Y EL MÉTODO DE LA ANALÍTICA 
EXISTENCIAL ...................................................................................... 166
1.1. La pretensión del análisis de la existencia ................................. 166
1.2. Consecuencias metodológicas ................................................... 168
2. EL LUGAR DE LA ÉTICA Y DEL FENÓMENO MORAL .............................. 172
3. LA ONTOLOGÍA EXISTENCIAL Y EL PROBLEMA DE LA ÉTICA ................. 174
3.1. Ontología y autorreferencia práctica ......................................... 175
3.2. «Por mor de», fi n en sí mismo y normatividad ........................... 178
3.3. Propiedad e impropiedad .......................................................... 182
3.4. El sentido de la existencia propia ............................................. 184
3.5. La función de la voz de la conciencia ......................................... 186
3.6. Existencia propia y resolución, ¿una forma de ética? ................. 189
3.7. La estructura de la existencia y la fundamentación de la mora-
lidad ........................................................................................ 193
CAPÍTULO 9. LA INTERPRETACIÓN ONTOLÓGICA DEL SENTI-
MIENTO MORAL ................................................................................ 199
1. LOS CAMINOS PARALELOS DE FILOSOFÍA MORAL Y ANÁLISIS ONTOLÓ-
GICO .................................................................................................. 201
TC00_FENOMENO_00.indd 8TC00_FENOMENO_00.indd 8 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
 ÍNDICE 9
2. EL RESPETO A LA LEY COMO AUTORREVELACIÓN ................................ 205
3. LA INTERPRETACIÓN ONTOLÓGICA: EL «POR MOR DE SÍ» COMO CONDI-
CIÓN DE POSIBILIDAD DE LA PERSONALIDAD MORAL ........................... 209
CAPÍTULO 10. APELACIÓN, DEBER Y ONTOLOGÍA. UNA CONSI-
DERACIÓN FENOMENOLÓGICA .................................................... 219
1. UNA SITUACIÓN MORAL ..................................................................... 219
2. EL ANÁLISIS FILOSÓFICO:LOS INGREDIENTES DE LA SITUACIÓN ........... 221
3. LA CORRELACIÓN SER-DEBER ............................................................. 223
4. LAS CONDICIONES ONTOLÓGICAS DEL DEBER MORAL .......................... 227
CAPÍTULO 11. SERENIDAD .................................................................... 233
1. SENTIRSE EN EL MUNDO, SENTIR EL MUNDO ....................................... 235
2. NUESTRA SITUACIÓN SENTIMENTAL: SUBJETIVIZACIÓN Y MERCANTILI-
ZACIÓN DE LOS SENTIMIENTOS ............................................................ 238
3. LA SERENIDAD COMO ACTITUD SENTIMENTAL .................................... 243
CAPÍTULO 12. ¿ES POSIBLE ENSEÑAR EL ACTO FILOSÓFICO DE 
PENSAR? ............................................................................................... 249
1. ¿QUÉ SIGNIFICA PENSAR? ................................................................... 250
2. APRENDER FILOSOFÍA ........................................................................ 252
3. EL ACTO «FILOSÓFICO» DE PENSAR .................................................... 255
4. LAS «REGLAS» DE LA ENSEÑANZA DEL ACTO FILOSÓFICO .................... 258
5. CONCLUSIÓN ..................................................................................... 260
TC00_FENOMENO_00.indd 9TC00_FENOMENO_00.indd 9 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
TC00_FENOMENO_00.indd 10TC00_FENOMENO_00.indd 10 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
[11]
PRÓLOGO
La idea de interpretación se ha convertido hoy en uno de esos 
conceptos omnipresentes que encontramos en los más diversos con-
textos y del que justamente por su universalidad resulta casi impo-
sible establecer un significado preciso, pues, como ya sabían los vie-
jos lógicos, a mayor extensión, menor comprensión. Pero más que 
un problema de significado, lo que es en sí mismo indicativo es el 
hecho de que ha rebasado con mucho su lugar primario, el campo 
de los discursos o textos canónicos (Biblia, Corán, oráculos, leyes), 
para adentrarse en prácticamente cualquier sector de la actividad 
humana. Si vamos a un parque nacional de cualquier país, casi con 
seguridad encontraremos que en lugar de una oficina de informa-
ción hay un «Centro de interpretación de la naturaleza»; si leemos u 
oímos una crónica deportiva invariablemente nos enteramos de que 
tal jugador supo interpretar muy bien el partido; lo mismo si esta-
mos a la busca de un buen restaurante: enseguida nos informan de 
que tal cocinero realiza una «interpretación excepcional del cevi-
che». Pero, por otro lado, si discutimos con alguien acerca de cual-
quier tema, es raro que no salte pronto la respuesta «es mi interpre-
tación». Y podríamos seguir con múltiples ejemplos en los más 
variados ámbitos. ¿Por qué este desbordamiento sin límites del ám-
bito propio? ¿Qué propicia el éxito de la idea de interpretación, que 
funciona ya como una muletilla lingüística? El ascenso y la caída de 
las palabras no son nunca casuales, por más que sean deliberada-
mente introducidas o postergadas; responden siempre a ciertos esta-
dos de espíritu o a determinadas situaciones sociales, que son de 
alguna forma reflejadas por ellas. Así, el uso extensivo de «interpre-
tación» indica un cierto estado de espíritu «hermenéutico», en el 
sentido de que claramente laten en él dos ideas que el pensamiento 
hermenéutico, dominante en ciertos momentos del final del siglo 
pasado, ha generalizado: que la relación del hombre con el mundo 
tiene siempre carácter interpretativo y que toda interpretación es 
esencialmente relativa al contexto en que se produce. El uso indiscri-
TC00_FENOMENO_00.indd 11TC00_FENOMENO_00.indd 11 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
12 FENÓMENO E INTERPRETACIÓN
minado de interpretación dice mucho de nuestra situación intelec-
tual.
El núcleo central del presente libro pretende indagar en las razo-
nes filosóficas de la idea de interpretación y plantear, en ese plano 
filosófico, algunas de las cuestiones que surgen a partir de la expe-
riencia de su generalización. La manera de enfocar ambos aspectos 
es nítidamente fenomenológica. A partir de La transformación her-
menéutica de la fenomenología (Tecnos, Madrid, 1997) el problema 
de la relación entre fenomenología y hermenéutica, tanto en el pla-
no teórico como en el concreto de ciertas aplicaciones, ha constitui-
do lo esencial de mi trabajo. Y a través de él la idea de transforma-
ción se ha ido precisando: no es un término que exprese algo así 
como una superación de la fenomenología, ni que indique que a 
partir de ella surja otra cosa, la hermenéutica; transformación sig-
nifica más bien que la hermenéutica es una forma de fenomenolo-
gía, distinta desde luego de la fenomenología trascendental de Hus-
serl, pero que sigue respondiendo a un modo inequívocamente 
fenomenológico de pensar. La hermenéutica es fenomenología y si 
no se la piensa con esta clave es difícil entender sus pretensiones 
fundamentales. Los ensayos de este libro ahondan en esta idea y en 
lugar de exponer las diferencias —como hacían algunos capítulos 
de Hermenéutica y subjetividad y de Del sujeto y la verdad— insisten 
en la continuidad y subrayan las posibilidades que la fenomenología 
proporciona para entender las necesidades de una filosofía de la 
interpretación y proponer soluciones a algunas de las aporías del 
proceder hermenéutico. Ciertamente estas afirmaciones están pen-
sadas para la filosofía hermenéutica que tiene su ámbito preciso en 
la línea de pensamiento que va de Heidegger a Gadamer y Ricoeur, 
no para algunos de sus epígonos, como Vattimo o Rorty, ni tampo-
co para la Escuela de Dilthey. Pero justamente por eso resultan un 
buen banco de prueba para comprender los rasgos más decisivos del 
pensamiento hermenéutico y el porqué de las divergencias en su 
seno. Los ensayos del presente volumen se enmarcan claramente en 
una fenomenología hermenéutica (o en una hermenéutica fenome-
nológica, si se prefiere la primitiva formulación heideggeriana) y se 
distinguen de la línea hermenéutica, quizá hoy dominante, inspira-
da en Nietzsche y en un cierto Heidegger.
En general cabe decir que esa primera forma de pensamiento 
hermenéutico continúa la fenomenología clásica en el sentido de 
que su tema es el hecho fenomenológico primario del darse o apa-
recer del mundo, del que intenta pensar hasta el final las condicio-
nes de su aparecer —es el tema del capítulo 1 «La fenomenología en 
TC00_FENOMENO_00.indd 12TC00_FENOMENO_00.indd 12 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
 PRÓLOGO 13
la obra de Heidegger»—. Pero cuando se pasa a la interpretación 
concreta de un fenómeno, tres son los problemas que la conjunción 
de fenomenología y hermeneútica plantea: el concepto de sentido, 
la articulación de anticipación y donación y el lugar y la función de 
la interpretación. Esos tres problemas son el centro de la primera 
parte del libro, la dedicada a la filosofía teórica. La tesis que allí se 
sostiene es homogénea: la fenomenología es la clave para entender 
por qué se plantean esos tres problemas y cómo son exigencias fe-
nomenológicas las que conducen las decisiones más relevantes para 
solventarlos. En el capítulo 2, «La manera correcta de entrar en el 
círculo», se muestra cómo la vieja idea del círculo hermenéutico, 
proveniente de la filología del siglo XIX, toma una figura completa-
mente nueva cuando se lo inscribe en la problemática fenomenoló-
gica del acceso correcto a un determinado fenómeno, el tipo de ser 
de la existencia humana. Es lo que en general ocurre con los tres 
problemas aludidos: 1) El concepto hermenéutico de sentido se 
malentiende si se lo ve con las anteojeras del problema lingüístico 
del significado y no en el trasfondo fenomenológico de la manifes-
tabilidad de algo, del hacerse algo visible o manifiesto, tal como 
propone el mismo capítulo 2, que juega en la economía del libro el 
papel de lugar de referencia de todos los demás. 2) El hallazgo her-
menéutico de la pre-comprensión no significa que los horizonteslatentes que anticipan el sentido las cosas sean condiciones subjeti-
vas que impongan el sentido a los fenómenos sino requisitos que 
permiten a las cosas aparecer como «ellas mismas»; es el darse de 
las cosas lo que justifica la estructura anticipativa y no al revés. Es 
lo que intentan poner de manifiesto los capítulos 3, «La indicación 
formal y su uso en Ser y tiempo», y 4, «Percepción e interpreta-
ción». 3) Por último, la interpretación no es nunca la introducción 
de un sentido en lo que no lo tiene, sino la explicitación de un sen-
tido ya dado (capítulo 4). La polisemia de la idea de interpretación, 
acrecentada por su uso descontrolado, exige un cuidadoso esfuerzo 
de distinguir sus sentidos si no queremos caer en las más groseras 
falacias. Y para ello lo decisivo es situar la interpretación en el pro-
ceso de comprensión de lo que se muestra (capítulos 4 y 6, «Expli-
citación y comprensión»). Una discusión con la idea de interpreta-
ción de Vattimo y en general con su forma de entender la 
hermenéutica ayuda a precisar el concepto fenomenológico/herme-
néutico de interpretación (capítulo 7, «Interpretación y verdad»). 
Por su parte, un examen de la confrontación entre la zubiriana «im-
presión de realidad» y la idea fenomenológica y hermenéutica de 
sentido permite precisar el significado de ésta, a la vez que cuestio-
TC00_FENOMENO_00.indd 13TC00_FENOMENO_00.indd 13 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
14 FENÓMENO E INTERPRETACIÓN
na la crítica que Zubiri dirige contra ella (capítulo 5, «Impresión de 
realidad y comprensión de sentido»). 
La segunda parte, dedicada a cuestiones de filosofía práctica 
(ética y pedagogía), es un ejercicio de fenomenología hermenéutica 
del que está ausente la preocupación por los problemas teóricos 
que ella comporta, objeto de la primera parte. Es un ejercicio apli-
cado a dos ámbitos diferentes de comprensión: uno, el de la inter-
pretación de textos filosóficos, en concreto de Heidegger, sobre fe-
nómenos de índole moral; otro, el de experiencias reales de la vida 
moral o de la vida de la enseñanza, cuyo sentido se trata de desen-
trañar. En lo que se refiere al primer aspecto, el capítulo 8, «Onto-
logía existencial y ética», realiza una interpretación de las posibles 
implicaciones éticas de la analítica existencial de Ser y tiempo, tema 
clásico de controversia, mientras que el 9, «La interpretación onto-
lógica del sentimiento moral», examina la viabilidad de una visión 
puramente ontológica del kantiano sentimiento de respeto a la ley. 
Lo que debe caracterizar una interpretación fenomenológica no es 
la mera explicación del significado de la letra de los textos ni su 
coherencia interna, ni tampoco las influencias históricas registra-
bles en las posiciones del autor, sino si el «tema» del texto, los fenó-
menos que el autor analiza, permiten decir lo que el autor dice, lo 
que supone evaluar tanto la descripción del fenómeno como la pos-
tura del autor ante él y su consecuente interpretación. Esto es espe-
cialmente obligado en el caso de Heidegger, que es el indiscutible 
propulsor de esta forma de interpretación de los grandes textos de 
la tradición filosófica, como sus múltiples cursos titulados «inter-
pretación fenomenológica de…» (Aristóteles, Kant, etc.) atesti-
guan. El cuestionamiento que ambos capítulos terminan haciendo 
de momentos esenciales de la posición heideggeriana obedece a 
esta peculiaridad de la fenomenología hermenéutica, que no deba-
te sólo con los textos, sino con la «cosa misma» de que tratan. Por 
lo que se refiere al segundo aspecto, se trata del ejercicio fenomeno-
lógico de tomar directamente una situación, describirla lo más pul-
cramente posible, desentrañar su significado y establecer sus impli-
caciones. Es lo que realiza el capítulo 10, «Apelación, deber y 
ontología», con una experiencia moral fortuita, para, a la luz de su 
sentido, comprender la relación entre ser y deber; el lo mismo que 
el capítulo 11, «Serenidad», con la situación actual de los senti-
mientos y el posible papel en ella de una actitud como la serenidad 
y el capítulo 12, «¿Es posible enseñar el acto filosófico de pensar?», 
con la experiencia de la enseñanza de la filosofía en las aulas uni-
versitarias. 
TC00_FENOMENO_00.indd 14TC00_FENOMENO_00.indd 14 25/09/15 16:4925/09/15 16:49
 PRÓLOGO 15
Como se puede fácilmente apreciar, Heidegger es el filósofo 
que protagoniza buena parte de los ensayos y actúa, en cierta ma-
nera, como referencia continua de todos ellos. Y es que, en efecto, 
Heidegger ocupa una posición única cuando se trata de pensar la 
hermenéutica fenomenológica. No sólo es el filósofo que en los años 
que precedieron a Ser y tiempo más detenidamente ha pensado sus 
problemas metodológicos, es también quien más sistemáticamente 
la ha puesto en práctica en múltiples análisis, cuyo estudio enseña 
tanto o más que las disquisiciones teóricas. Pero, a su vez, Heide-
gger es también quien ha puesto las bases de una posible historiza-
ción radical de la hermenéutica, y con ello de una neutralización 
incipiente del momento fenomenológico fundamental del ateni-
miento a lo que se da. De esta forma la práctica deconstruccionista 
y el nihilismo hermenéutico encuentran en él, junto con Nietzsche, 
uno de sus puntos de apoyo. No es este el camino que siguen estos 
ensayos, pero no puede ignorarse la posible ambigüedad del pensa-
miento heideggeriano, incluso en la época de Ser y tiempo, y el papel 
de encrucijada que representa para la hermenéutica. En este senti-
do, las peculiaridades del pensamiento de Gadamer, Ricoeur y Vat-
timo, que también son examinadas en el libro, retroiluminan la po-
sición heideggeriana y acentúan la convicción de que la sujeción a la 
fenomenología es la vía más productiva de la hermenéutica. 
* * *
La gran mayoría de estos trabajos han sido escritos en los últi-
mos cinco años y provienen de conferencias y artículos publicados 
en revistas y volúmenes colectivos. Sus textos se han adecuado a la 
publicación en forma de libro, estableciendo referencias internas y 
aligerando redundancias. No obstante, tienen cierta autonomía y 
pueden leerse separadamente sin pérdida de sentido.
Finalmente quiero agradecer a Manuel Garrido, agudo filósofo 
y sabio editor, sus consejos y el apoyo a este libro, cuya publicación 
fue quizá la última que pudo aprobar.
TC00_FENOMENO_00.indd 15TC00_FENOMENO_00.indd 15 25/09/15 16:4925/09/15 16:49

Continuar navegando