Particiacio__n_de_los_robots_en_los_procesos_industriales

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Autor 
Pablo Morales Estay 
Email: 
pmoralesestay@bcn.cl 
Tel.: (56) 22701888 
 
 
Nº SUP: 130044 
Resumen 
De acuerdo al World Robotics Report 2020, la densidad promedio de 
robots en la industria manufacturera alcanzó el récord global de 113 
unidades por 10.000 trabajadores. Si bien en promedio Europa es la 
región que concentra la mayor densidad de robots, es Asia donde 
más rápido se están implementando, siendo tres países asiáticos 
quienes lideran el top de los más automatizados en el mundo. 
 
Mientras Singapur y Corea del Sur, dominan con una amplia ventaja 
la incorporación de robots en los procesos industriales, Japón es el 
país manufacturero de robots por excelencia, con una participación 
del 47% de la producción global de robots. 
 
Por su parte, China aunque no figura entre el top 10 y se encuentra por 
debajo de países como España o Australia, es el mercado más dinámico 
y quien lidera la demanda, con importantes crecimientos en áreas como 
la manufactura de dispositivos electrónicos, baterías, semiconductores y 
microchips. 
 
 
 
 
Introducción 
Según la International Federation of Robotics (IFR) hoy existen 2,7 millones de robots trabajando en las 
fábricas de todo el mundo, una cifra récord que representa un aumento del 12% en comparación con el año 
anterior, totalizando una producción anual de 373.000 unidades.1 
 
Si bien el interés por la automatización llevó a que entre 2014-2019 se concentrara el 85% de la demanda 
internacional, el impacto del coronavirus en industrias como la atención al cliente; automotriz; y la 
eléctrica/electrónica, provocó una desaceleración del 12% en las ventas durante el primer semestre de 2020. 
 
A pesar de ello, aun no es posible visualizar del todo el impacto de la pandemia tanto en 2020 como en el 
proceso de adaptación hacia la “nueva normalidad”. A medida que avance la recuperación económica global 
en 2021 -liderado por China quien comenzó la recuperación en el segundo semestre de 2020- será posible 
retomar el crecimiento, el que se estima podría requerir hasta 2022 o 2023 para alcanzar los nivel pre crisis. 
 
1 International Federation of Robotics, “Executive Summary World Robotics 2020”. En: http://bcn.cl/2nxan 
Participación de los robots en los procesos 
industriales 
 
 
 
Este trabajo ha sido elaborado 
a solicitud de parlamentarios del 
Congreso Nacional de Chile, bajo 
sus orientaciones y particulares 
requerimientos. Por consiguiente, 
sus contenidos están delimitados 
por los plazos de entrega que se 
establezcan y por los parámetros 
de análisis acordados. No es un 
documento académico y se en- 
marca en criterios de neutralidad e 
imparcialidad política. 
mailto:pmoralesestay@bcn.cl
http://bcn.cl/2nxan
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Robots industriales 
La preponderancia de Asia, ha llevado a que dos de cada tres (66%) robots industriales que se instalan en 
el mundo estén en esta región. La rapidez en la adopción de esta tecnología, ha convertido a países como 
China y Japón, en actores muy relevantes en la materia. 
 
Mientras por una parte, China desde 2013 es el mayor mercado a nivel global, con un total de 783.000 robots 
instalados, es también donde más velozmente se están automatizando, con más de 140.000 unidades en 
2019, más del doble de lo realizado en 2014 y superior al número de robots instalados en Europa y América 
combinadas (119.741 unidades). 2 
 
Por otro lado, a pesar de que Japón es el segundo mayor mercado global con 355.000 robots industriales 
instalados, y representa la mitad del total de China, es donde más sofisticada e incorporada está la industria, 
con un alto nivel de automatización en la producción industrial. 
 
Figura Nº1: Instalaciones anuales de robots insdustriales, 15 mayores mercacos de robots 
 
 
Reflejo de ello, es que Japón es el mayor fabricantes de robots en el mundo, donde incluso los robots 
ensamblan robots. Se estima que el 47% de la producción mundial de robots se fabrica en Japón y hay 
industrias como la eléctrica/electrónica donde tiene una participación del 34%, similar a la industria 
automotriz (32%) y más de lejos de la industria del metalúrgica (13%). 
 
A diferencia de lo que ocurre en China, donde la gran mayoría (71%) de los nuevos robots provienen de 
proveedores extranjeros y los fabricantes locales todavía atienden principalmente al mercado interno. 
 
A pesar que a nivel nominal, el gigante asiático es quien domina el total de instalaciones y es el principal 
mercado de robots, debido a factores como su elevado número de trabajadores y el aún tremendo espacio 
de crecimiento para la adopción de nuevas tecnologías, figura con una densidad robot por debajo de otras 
economías de menor escala. La densidad de robots es el número de robots industriales en relación al número 
de trabajadores. 
 
De acuerdo a la International Federation of Robotics (IFR), las 10 economías más automatizados del mundo 
son: Singapur (1), Corea del Sur (2), Japón (3), Alemania (4), Suecia (5), Dinamarca (6), Hong Kong (7), 
Taiwán (8), EE.UU. (9) y Bélgica/Luxemburgo (10). 
 
 
2 International Federation of Robotics, “Executive Summary World Robotics 2020”. En: http://bcn.cl/2nxan 
http://bcn.cl/2nxan
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Es ahí donde surgen otros país como Singapur, el país con la mayor densidad de robots en el mundo, con 
918 unidades por cada 10.000 empleados. Los cuales se concentran en la industria de la electrónica, 
especialmente focalizados en la elaboración de semiconductores y periféricos informáticos, donde llegan a 
contar con una participación del 75%. 
 
Figura Nº2: Densidad de robots en la industria manufacturera 
 
 
Una situación similar es la de Corea del Sur, quien ocupa el segundo lugar con 868 unidades por cada 10.000 
trabajadores y es líder del mercado en la fabricación de chips de memoria y LCD, con empresas como 
Samsung y LG en la cima. 
 
Si bien en Corea las instalaciones anuales de robots han ido disminuyendo desde que alcanzaron su nivel 
máximo de 41.373 unidades en 2016, el mercado surcoreano está consolidado, con una fuerte 
automatización en industrias como la electrónica y automotriz, especialmente la fabricación de baterias para 
autos eléctricos. 
 
Cabe mencionar también el caso de la India, quien si bien se encuentra lejos de sus pares asiáticos, desde 
2014 ha duplicado el número de robots industriales que operan en las fábricas del país, incorporando 
alrededor de 26.300 nuevas unidades en 2019. 
 
Recuperación económica 
Más allá del impacto sanitario del COVID-19, la pandemia ha ofrecido una oportunidad para la modernización 
y digitalización de la producción, en miras hacia la recuperación económica. A largo plazo, los beneficios de 
aumentar las instalaciones de robots siguen siendo los mismos: la producción rápida y la entrega de 
productos personalizados a precios competitivos son los principales incentivos. 
 
La automatización permite a los fabricantes mantener la producción en las economías desarrolladas o 
reubicarla, sin sacrificar la rentabilidad. La gama de robots industriales continúa expandiéndose, desde 
robots enjaulados tradicionales capaces de manejar todas las cargas útiles de manera rápida y precisa hasta 
nuevos robots colaborativos que trabajan de manera segura junto con los humanos, completamente 
integrados en los bancos de trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Es ahí donde los robots colaborativos o cobots tienen un importante espacio de crecimiento, dentro de la 
industria y se presentan como un área de expansión a desarrollar tras la pandemia. La facilidad para reubicar 
a un cobot junto con su versatilidad, lo hacen un robot más facil de manejar y de cooperar con los 
trabajadores, a diferencia de los robots industriales tradicionales, que son usualmente de mayores 
dimensiones y programados para tareas específicas. 
 
De cara al futuro, la adopción de la robótica y la automatización en un mundopost pandemia es fundamental, 
tanto para proteger la salud de los trabajadores como para mejorar la continuidad del negocio. Imaginar un 
mundo en el que la fabricación sea lo suficientemente flexible como para hacer frente a cambios inesperados 
en la demanda a cualquier escala, sería una gran ventaja, al igual que uno donde las personas ya no 
necesiten hacer un trabajo peligroso o repetitivo, y puedan disfrutar de un empleo con mayor valor agregado 
en un entorno de trabajo más saludable y agradable. 
 
América Latina 
A nivel regional, si bien nos encontramos lejos de lo experimentado en Asia, es posible identificar dos actores 
relevantes. Por una parte México, quien encabeza la adopción de esta tecnología con 40.300 unidades, solo 
superado en Norteamérica por Estados Unidos (aunque muy de lejos de sus 293.000 unidades), pero que 
en 2019 le permitió posicionarse como el noveno a nivel mundial por numero de instalaciones anuales 
(4.600), levemente superior a la India (4.300).3 
 
Mientras que por otro lado, le sigue Brasil quien con 15.000 robots industriales lidera a nivel sudamericano, 
congregando sobre el 80% de las instalaciones de robots regionales a pesar de contar con menos de la 
mitad de las instalaciones mexicanas, y luego Argentina con (3.000 unidades aprox.) 
 
De manera menos significativa, otros países del entorno como Chile (200 aprox), Colombia (180 aprox) y 
Perú (50 aprox) continúan el listado, sin embargo, cuentan con una participación muy por dejajo los países 
anteriormente mencionados. 
 
Conclusiones 
El protagonismo de Asia no es al azar. Sus estrategias nacionales por posicionar la robótica y particularmente 
la industrial, los ha llevado a concentrar tanto la demanda como la oferta del mercado global. 
 
Por una parte, mientras China domina nominalmente la adopción de esta tecnología y cuenta aún con un 
tremendo potencial de expansión, existen otros países como Corea del Sur o Singapur donde dado sus 
dimensiones y como resultado de un posicionamiento de la robótica, han logrado un alto grado de 
participación en algunas industrias, pero por consiguiente con menores espacios de crecimiento. 
 
Japón se visualiza como el mercado más consolidado y maduro, con altas tasa de participación en algunas 
de sus mayores industrias y con un ritmo de adopción muy superior al resto de los países. Lo que al igual 
que los casos anteriores, es el reflejo de estrategias que han propiciado el desarrollo e implementación de 
estas tecnologías. 
 
 
 
3 International Federation of Robotics, “Executive Summary World Robotics 2020”. En: http://bcn.cl/2nxan 
http://bcn.cl/2nxan
 
 
 
 
 
 
 
 
A nivel regional, la robótica industrial aún es poco extensiva y se encuentra concentrada principalmente en 
dos países (México y Brasil). Chile si bien figura similar a otros países como Colombia -que cuentan con el 
doble de población y por ende un mayor número de trabajadores- carece a su vez de una estrategia que 
guie y fomente la adopción de este tipo de tecnologías. 
 
De este modo, existen aún importantes obstáculos tanto políticos como técnicos para alcanzar mayores 
niveles de automatización en el país. Por un lado, la Política Nacional de Inteligencia Artificial presentada 
por el ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, se encuentra aún en elaboración tras 
haber implementado un proceso de consulta pública entre diciembre 2020 y enero de 2021, pero buscaría 
definir los lineamientos estratégicos del país en materia de IA, siendo la robótica industrial uno de los 8 
objetivos.4 
 
Mientras que en el aspecto técnico, a pesar de que Chile cuenta con buenos indicadores en materia de 
penetración de tecnologías y acceso a Internet, existe un alto riesgo de pérdida de empleos por la 
automatización, fruto de las limitadas habilidades digitales otorgadas en la educación. Es por ello, que si bien 
por un lado se hace necesario aumentar la robotización en Chile con motivo de la productividad, también se 
requiere mejorar ciertos factores habilitantes que permitan el desarrollo y adopción de la tecnología, junto 
con mejorar las oportunidades y habilidades digitales de sus habitantes, con el fin de acortar la brecha 
respecto a otros países. 
 
De este modo, es como la falta de competencias digitales es uno de los mayores obstáculos en el camino 
hacia la automatización, debido a que hoy la educación no responde a los desafios del mercado laboral del 
mañana. No obstante, dentro de las ventajas cabe mencionar, que dado el alto grado de actividad minera 
con que cuenta Chile y el elevado conocimiento técnico en la materia, es terreno fértil para la implementación 
de la robótica minera. 
 
Ya sea impulsado por la industria local o por el Estado, nuestro país podría convertirse en especialista y 
referente de la minería robótica a nivel internacional. Desde hace una década, se ha trabajado exitosamente 
la automarización de equipos de transporte en rajos (camiones autónomos) y minas subterráneas en el país, 
siendo Chile pionero en el uso de estas tecnologías en tareas de producción. Sin embargo, muchas otras 
labores y procesos unitarios propios de la minería, quedan fuera porque no cuentan con tecnología robótica 
disponible.5 
 
Es ahí donde surge la relevancia de generar robótica colaborativa, donde los equipos autónomos sean 
capaces de asistir a los operadores en tareas que impliquen riesgo o en las cuales se requiera mayor 
eficiencia. Mientras que los humanos apoyarían a los equipos autónomos cuando estos no puedan observar 
y evaluar adecuadamente el entorno.6 
 
El Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) de la Universidad de Chile, desde 2009 trabaja 
en encontrar soluciones tecnológicas que responsan a estas necesidades, no obstante, queda de manifiesto 
la necesidad de diseñar políticas o estrategias específicas para este ámbito, que permita articular a los 
actores en Chile, tal como en su momento lo han planteado algunos países asiáticos. 
 
4 Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. “Ministerio de Ciencia abre consulta pública para la Política Nacional de 
Inteligencia Artificial”. En: http://bcn.cl/2nxcq 
5 Universidad de Chile, “Industria 4.0: Robótica colaborativa en minería”. En: http://bcn.cl/2nxx2 
6 Ibíd. 
http://bcn.cl/2nxcq
http://bcn.cl/2nxx2
	Autor
	Resumen
	Robots industriales
	Recuperación económica
	América Latina
	Conclusiones