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Las Ciudades Y El Cambio Climático Orientaciones Para Políticas

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RESUMEN EJECUTIVO
“La edición de este año del Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos de 
ONU-HABITAT aclara la relación entre los asentamientos urbanos y el cambio climático, 
y sugiere cómo las ciudades grandes y pequeñas que aún no han adoptado políticas 
contra el cambio climático pueden empezar a hacerlo... recomiendo este informe a 
todas las personas preocupadas en mejorar la capacidad de las ciudades para mitigar 
el cambio climático y adaptarse a sus impactos”.
Extraído del prefacio de BAN KI-MOON, Secretario General de las Naciones Unidas
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO:
ORIENTACIONES PARA POLÍTICAS
INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS 2011
www.earthscan.co.uk
Earthscan se esmera para minimizar los impactos causados al medio ambiente
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS
publicación para un futuro sostenible
Las Ciudades y el Cambio Climático examina los vínculos entre la urbanización y el cambio climático, 
los impactos potencialmente devastadores del cambio climático en las poblaciones urbanas y las 
respuestas y prácticas de políticas que están surgiendo en las áreas urbanas. 
Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en asentamientos urbanos, y la 
convergencia de la urbanización y el cambio climático amenaza con impactos sin precedentes las 
economías, la calidad de vida y la estabilidad social. Sin embargo, junto con estas amenazas hay 
también un conjunto de oportunidades igualmente apremiantes. La concentración de personas, 
industrias e infraestructura, así como actividades sociales y culturales, actúa como un crisol de 
innovación – desarrollando modos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, 
mejorar los mecanismos para abordar el problema y reducir la vulnerabilidad frente a los 
impactos del cambio climático.
Este nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos 
(ONU-HABITAT), principal autoridad mundial en asuntos urbanos, muestra cómo las ciudades pueden 
mejorar su funcionamiento para responder mejor al cambio climático y brindar estrategias prácticas 
para reforzar su papel como parte de la solución. El Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos 
2011 es la evaluación global más autorizada y actualizada sobre las condiciones y tendencias de los 
asentamientos humanos. Los informes anteriores trataron temas como Las Ciudades en un Mundo 
Globalizado, El Desafío de los Tugurios, El Financiamiento de Asentamientos Urbanos, Mejoría de la 
Seguridad Urbana y La Planificación de Ciudades Sostenibles.
www.onuhabitat.org
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LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: 
ORIENTACIONES PARA POLÍTICAS
INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS 2011
Resumen Ejecutivo
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS
Resumen ejecutivo
Título original: Cities and Climate Change: Global Report on Human Settlements 2011 
Primera edición 2011 por Earthscan
Copyright © United Nations Human Settlements Programme (UN-Habitat), 2011
[Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, 2011] 
Una versión electrónica de esta publicación y del informe completo Cities and Climate 
Change: Global Report on Human Settlements 2011 está disponible en versión original 
(inglés) en http://www.unhabitat.org/grhs/2011 
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, 
almacenada en un sistema de recuperación o transmitida de manera alguna ni por 
ningún medio ya sea electrónico, mecánico, de grabación o de otro tipo sin el previo 
consentimiento por escrito del editor, sujeto a las sanciones establecidas por las leyes. 
Earthscan Ltd, Dunstan House, 14ª St Cross Street, Londres, EC1N 8XA, RU
Earthscan LLC, 1616 P Street NW, Washington, DC 20036 EE.UU 
Earthscan publica en colaboración con el International Institute for Environment and 
Development [Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo]
Para más información sobre las publicaciones de Earthscan, visite www.earthscan.co.uk o 
escriba a earthinfo@earthscan.co.uk.
United Nations Human Settlements Programme (UN-HABITAT), 2010
[Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, 2011 (ONU-HABITAT)] 
Casilla Postal 30030, GPO Nairobi 00100, Kenia
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Fax: + 254 20 762 3477 / 4266 / 4267
Web: www.unhabitat.org 
EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD
Las denominaciones usadas y la presentación del material de este informe no expresan 
la opinión de la Secretaría de las Naciones Unidas en lo que se refiere al estado legal de 
ningún país, territorio, ciudad o área o de sus autoridades. Ni tampoco en lo que se refiere 
a la delimitación de sus fronteras o límites, ni en lo relacionado con su sistema económico 
o nivel de desarrollo.
Los análisis, conclusiones y recomendaciones del informe no reflejan necesariamente los 
puntos de vista del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ni 
de su Consejo de Administración ni de sus Estados Miembro.
Composición tipográfica: MapSet Ltd, Gateshead, RU 
Diseño de la portada: Peter Cheseret
Fotos de la portada:
Turbinas eólicas en Cleveland, Ohio, EEUU
Barrera contra marejadas en Zeeland, Países Bajos,
Conductores típicos llevando turistas por la región de los lagos de Houhai,Beijing, China
Escenas callejeras, Asmara, Eritrea,
Vista aérea de Río de Janeiro, Brasil
VERSIÓN EN ESPAÑOL
HS Number: HS/027/11S 
ISBN Number(Series): 978-92-1-131929-3 
ISBN Number:(Volume) 978-92-1-132330-6
Traducción: María Barrera
Revisión: Manuel Manrique/María Barrera
Este libro fue impreso en Río de Janeiro, Brasil, por la Imprenta Acerto.
AgrAdecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vii
introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iX
1 . LA urbAnizAción y eL desAfío deL cAmbio cLimático . . . . . . . . . . . . . . .13
2 . ciudAdes y eL mArco internAcionAL sobre eL cAmbio cLimático . .18
3 . LA contribución de LAs zonAs urbAnAs AL cAmbio cLimático . . . . .23
4 . Los impActos deL cAmbio cLimático en zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . .31
5 . LAs Acciones de mitigAción deL cAmbio cLimático en 
zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39
6 . LAs Acciones de AdAptAción AL cAmbio cLimático en 
zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49
7 . concLusión y orientAciones pArA poLíticAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58
referenciAs bibLiográficAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
ÍNDICE
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO VII
AGRADECIMIENTOS
Equipo de Dirección
director: Oyebanji O. Oyeyinka. 
editor Jefe: Naison D. Mutizwa-Mangiza.
Autores: Equipo Central de ONU-HABITAT
Naison D. Mutizwa-Mangiza, Ben C. Arimah, Inge jensen, Edlam Abera Yemeru y Michael K. 
Kinyanjui.
Autores: Asesores Externos
Patricia Romero-Lankao y Daniel M. Gnatz (Capítulos 1, 2 y 7); Sebastian Carney (Capítulo 2); 
Tom Wilbanks (Capítulo 7); David Dodman, David Satterthwaite y Saleen Huq (Capítulos 3 y 6); 
Matthias Ruth, Rebecca Gaspar y Andrew Blohm (Capítulo 4); Harriet Bulkeley y vanesa Castán 
Broto, con la colaboración de Andrea Armstrong, Anne Maassen y Tori Milledge (Capítulo 5); y 
Christopher Horwood(principal autor del Resumen Ejecutivo).
Equipo de Asistenta Técnica (ONU-HABITAT)
Nelly Kan´gethe y Naomi Mutiso-Kyalo.
Asesores Internacionales (Miembros del Comité Consultivo HS-Net1) 
Samuel Babatunde Arbola, Louis Albrechts, Suocheng Dong, Ingemar Elander, józsef Hegeüs, 
Alfonso Iracheta, A. K. jain, Paula jiron, Winnie Mitullah, Aloysius Mosha, Mee Kam Ng, Deike 
Peters, Debra Roberts, Pamela Robinson, Elliott Sclar, Dina K. Shehayeb, Graham Tipple, Iván 
Tosics y Belina Yuen.
Otros Asesores Internacionales
Titilope Ngozi Akosa, Gotelind Alber, Margaret Alston, jenny Crawford, Simin Davoudi, Harry 
Dimitriou, Will French, Rose Gilroy, Zan Gunn, Cliff Hague, Collin Haylock, Patsy Healey, jean 
Hillier, Aira Marjatta Kalela, Prabha Kholsa, Nina Laurie, Ali Madanipour, Michael Majale, Peter 
Newman, Ambe Njoh, john Pendlebury, Christine Platt, Carole Rakodi, Diana Reckien, Maggie 
Roe, Christopher Rodgers, Mark Seasons, Bruce Stiftel, Pablo Suárez, Alison Todes, Robert Upton, 
Geoff vigar y vanesa Watson.
Asesores (ONU-HABITAT) 
Sharif Ahmed, Karin Buhren, Maharufa Hossain, Robert Kehew, Cecilia Kinuthia-Njenga, Lucia 
Kiwala, Rachael M´Rabu, Raf Tuts y Xing Quan Zhang.
Equipo Editor (Earthscan Ltd)
jonathan Sinclair Wilson, Maíz Ironside y Alison Kuznets.
1 El Comité Consultivo HS-Net está formado por investigadores en el campo de los asentamientos humanos, seleccionados para 
representar diversas regiones geográficas del mundo. La función principal del Comité Consultivo es aconsejar a ONU-HABITAT 
sobre el contenido fundamental y la organización del Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos.
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO IX
Los efectos de la urbanización y del cambio climático están convergiendo en peligrosas 
direcciones que suponen una seria amenaza para la estabilidad medioambiental, económica 
y social del mundo. Ciudades y Cambio Climático: Informe Mundial sobre los Asentamientos 
Humanos, 2011 (Cities and Climate Change: Global Report on Human Settlements 2011) 
pretende mejorar el conocimiento de los gobiernos y demás interesados en el desarrollo 
urbano y en el cambio climático sobre la contribución de las ciudades al cambio climático, los 
impactos del cambio climático en las ciudades y cómo las ciudades están mitigando el cambio 
climático y adaptándose a él. Lo más importante es que este informe identifica prometedoras 
medidas de adaptación y mitigación que sirven de apoyo para adoptar alternativas de 
desarrollo urbano más sostenibles y adaptables.
La presente publicación expone que la acción local es indispensable para la puesta 
en marcha de los compromisos nacionales acordados en las negociaciones internacionales 
en materia de cambio climático. Sin embargo, la mayoría de los mecanismos dentro 
del marco internacional sobre el cambio climático están principalmente dirigidos a los 
gobiernos nacionales y no indican un proceso claro por el cual los gobiernos locales, las 
partes interesadas y los actores puedan participar. A pesar de estos desafíos, el actual marco 
multinivel sobre el cambio climático sí ofrece oportunidades para la acción local en el ámbito 
municipal. Lo esencial del desafío es que los actores necesitan moverse dentro de periodos 
cortos con el fin de garantizar intereses globales a largo plazo y de gran alcance, lo que puede 
parecer a lo sumo remoto e imprevisible.
Un resultado importante del informe es que la proporción de las emisiones de gases de 
efecto invernadero (GEI) provocadas por el hombre (o antropogénicas) procedentes de las 
ciudades podrían estar entre un 40 y un 70 por ciento, según cifras basadas en la producción 
(p.ej. cifras calculadas añadiendo emisiones de GEI de las entidades situadas en las ciudades). 
En términos comparativos esta cifra equivaldría a un 60 o 70 por ciento si se utilizara un 
método basado en el consumo (p.ej. cifras calculadas añadiendo emisiones de GEI procedentes 
de la producción de todos los bienes consumidos por residentes urbanos, independientemente 
del punto geográfico de producción). Las principales fuentes de emisión de GEI de las zonas 
urbanas están relacionadas con el consumo de combustibles fósiles, que incluyen el suministro 
de energía para la producción eléctrica (principalmente del carbón, el gas y el petróleo), 
transporte, uso de la energía en locales comerciales y residenciales para la electricidad, la 
calefacción, la refrigeración y para cocinar, la producción industrial 
y residuos. 
No obstante, el informe concluye que es imposible hablar con total certeza sobre la escala 
de emisiones urbanas ya que no hay un método globalmente aceptado para determinar su 
magnitud. Además, la gran mayoría de los centros urbanos del mundo no han tratado de llevar 
a cabo inventarios de las emisiones de GEI. 
El informe señala que, con el aumento de la urbanización, entender los impactos del 
cambio climático sobre el medio urbano será un aspecto cada vez más importante. Las pruebas 
están dando a conocer que el cambio climático presenta desafíos únicos para las áreas urbanas 
y su creciente población. Estos impactos son resultado de los siguientes cambios climáticos:
INTRODUCCIÓN
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 2011X
•	 Días y noches más cálidos y cada vez más calurosos en la mayor parte del área terrestre. 
•	 Días y noches menos fríos en muchos puntos 
del mundo.
•	 Aumento de la frecuencia de periodos calientes/ olas de calor en la mayor parte del área 
terrestre.
•	 Aumento de la frecuencia de episodios de lluvias torrenciales en la mayor parte del área 
terrestre.
•	 Aumento de las áreas afectadas por la sequía.
•	 Aumentos de intensidad de la actividad de ciclones tropicales en algunos puntos del 
mundo.
•	 Aumento del nivel del mar en algunos puntos 
del mundo. 
A parte de los riesgos físicos que entraña el cambio climático, algunas ciudades se enfrentarán 
con dificultades a la hora de proporcionar servicios básicos a sus habitantes. Estos cambios 
afectarán el suministro de agua, la infraestructura física, el transporte, los bienes y servicios del 
ecosistema, el suministro de energía y la producción industrial. Las economías locales se verán 
afectadas y las poblaciones serán despojadas de sus propiedades y sustento. Los impactos del 
cambio climático serán especialmente duros en las zonas costeras bajas donde se encuentran 
muchas de las ciudades más grandes del mundo. Aunque representan solo el 2 por ciento del 
área terrestre total, aproximadamente el 13 por ciento de la población urbana mundial vive en 
estas zonas, y la mayor concentración está en Asia.
Aunque los riesgos del cambio climático a escala local, las vulnerabilidades y la capacidad 
de adaptación varían en todas las ciudades, las pruebas muestran algunos temas comunes 
clave. En primer lugar, los impactos del cambio climático podrían tener efecto dominó en 
muchos sectores de la vida urbana. En segundo lugar, el cambio climático no afecta a todo el 
mundo por igual en una ciudad, así pues, aspectos como género, edad, raza y riqueza tienen 
implicaciones en la vulnerabilidad de los individuos y grupos. En tercer lugar, en cuanto a la 
planificación urbanística, la falta de ajuste de códigos y patrones de zonificación y construcción 
con vistas al futuro podría limitar las posibilidades de adaptación de la infraestructura y colocar 
en riesgo vidas y bienes. En cuarto y último lugar, los impactos del cambio climático pueden 
ser de larga duración y extenderse por todo el mundo.
De cara al futuro y haciendo una revisión global de las medidas de mitigación y 
adaptación al cambio climático tomadas por las ciudades de todo el mundo, el informe 
hace especial hincapié en la idea de que hay que acogerse a diversos principios que son 
fundamentales para lograr un enfoque integrado y multilateral para combatir el cambio 
climático a escala urbana: 
•	 Ninguna política de mitigación y adaptación es igualmente apropiada para todas las 
ciudades.
•Sería recomendable usar un enfoque de gestión de oportunidades /riesgos desde una 
perspectiva de desarrollo sostenible teniendo en cuenta no solo las emisiones sino 
también los riesgos que están presentes en un gran abanico de posibles futuros climáticos 
y socio-económicos. 
•	 Las políticas deberían resaltar, apoyar y recompensar las “sinergias” y “co-beneficios” 
(p.ej. lo que las políticas puedan hacer para lograr tanto objetivos de respuesta al cambio 
climático como de desarrollo).
•	 Las políticas del cambio climático deberían tratar problemas y necesidades a corto y largo 
plazo.
•	 Las políticas deberían incluir nuevos enfoques que apoyen la actuación multiescala y 
multisectorial, según las diferentes expectativas de una amplia gama de participantes. 
El informe propone tres áreas principales en las que la comunidad internacional puede basar y 
lograr acciones más eficaces de mitigación y adaptación a escala urbana: 
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO XI
•	 Los recursos económicos deben estar a disposición de los participantes locales (p.ej. para 
la adaptación al cambio climático en ciudades vulnerables, para invertir en una cartera de 
opciones de energía alternativa y en alianzas de mitigación entre los gobiernos locales y 
las organizaciones del sector privado local).
•	 Debe mejorar la carga burocrática en el acceso local al entorno internacional, y la 
comunidad internacional debe ayudar a establecer una comunicación directa y canales de 
responsabilidad entre los actores locales y los donantes internacionales.
•	 El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las 
Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales deberían hacer más accesible 
los datos científicos del cambio climático y las opciones para las acciones de mitigación 
y adaptación, incluyendo los datos basados en los efectos futuros y actuales del clima en 
centros urbanos, en las alternativas de mitigación y adaptación a escala urbana, y en los 
costos, beneficios, posibilidades y límites de estas opciones.
Con respecto al plano nacional, el informe sugiere que los gobiernos nacionales empleen 
los siguientes mecanismos con el fin de lograr las acciones de adaptación y mitigación en el 
entorno local:
•	 Participar en el diseño e implementación de estrategias nacionales de mitigación y en el 
plan de adaptación.
•	 Ofrecer devolución y exención de impuestos y otros incentivos para inversiones en 
fuentes de energía alternativas, electrodomésticos de consumo eficiente e infraestructura, 
casas y dispositivos a prueba del cambio climático entre otras acciones de mitigación y 
adaptación al cambio climático. 
•	 Apoyar las respuestas apropiadas al cambio climático (p.ej. rediseñar políticas aprobadas 
cuando se tenían otros asuntos en mente o en periodos previos al cambio climático, 
como las políticas de protección contra inundaciones que puedan generar adaptaciones 
incorrectas). 
•	 Participar en la coordinación y organización entre las entidades sectoriales y 
administrativas (p.ej. asegurarse de que las decisiones tomadas por una ciudad 
para proteger las zonas costeras con barreras no tengan efectos en las cuencas que 
proporcionan agua dulce, o en la ecología de humedales que es importante para el tejido 
económico de esta y otras ciudades del interior).
•	 Establecer alianzas con actores no gubernamentales para compartir riesgos (p.ej. los 
gobiernos nacionales podrían trabajar con compañías de seguro privadas para ofrecer 
una protección a cada ciudad sin exigir una inversión considerable con el fin de reducir 
riesgos de un tipo específico de amenaza de baja probabilidad). 
•	 Anticiparse y pensar en la posibilidad de impactos y necesidades de adaptación a largo 
plazo, mucho más considerables que aquellos que se esperan para las próximas décadas. 
Para el entorno local, el informe sugiere, en líneas generales, que los legisladores urbanos 
comiencen a concientizarse de las aspiraciones y preferencias de desarrollo local, 
conocimiento local de las necesidades y opciones, realidades locales que determinen las 
elecciones y posibilidades locales para la innovación. En este contexto, las autoridades urbanas 
locales deberían:
•	 Definir su visión de desarrollo futuro y encontrar modos de relacionar las respuestas al 
cambio climático con las aspiraciones de desarrollo urbano.
•	 Ampliar el campo de actuación y participación comunitarias por parte de los 
representantes del sector privado, barrios (especialmente, los pobres) y grupos de 
base popular, así como todos los líderes de opinión con el fin de asegurar una serie de 
perspectivas más generales.
•	 Con el uso de un procedimiento participativo e incluyente, las ciudades deberían llevar 
a cabo evaluaciones para identificar riesgos comunes y diferenciados para sus planes 
de desarrollo urbano y sus diferentes sectores demográficos, y tomar decisiones sobre 
objetivos y modos de reducir esos riesgos. 
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 2011XII
Para lograr políticas más eficaces, los gobiernos locales necesitan ampliar el ámbito de 
actuación, la responsabilidad y la eficacia de la participación y el compromiso con las 
organizaciones no gubernamentales (ONG), como grupos comunitarios de base popular, el 
sector académico, el sector privado y los líderes de opinión. Un compromiso eficaz con las 
ONGs puede cumplir con múltiples propósitos:
•	 Llegar a ser una fuente de opciones innovadoras así como una fuente de información 
importante tanto de carácter local como científico.
•	 Permitir a los participantes entender y mediar en las diversas perspectivas e intereses que 
entran en juego.
•	 Proporcionar un apoyo general para la toma de decisiones y promover conocimiento sobre 
las causas de emisión y vulnerabilidades así como las opciones de mitigación y adaptación 
logradas.
•	 Las colaboraciones con el sector privado y las ONGs tienen una gran relevancia en este 
contexto. Por ejemplo: 
•	 Los recursos de las organizaciones privadas internacionales, nacionales y locales 
pueden movilizarse para invertir en el desarrollo de nuevas tecnologías, en viviendas 
de protección oficial e infraestructuras a prueba del cambio climático, y ayudar en el 
desarrollo de las evaluaciones de riesgo del cambio climático.
•	 La amplia experiencia de las ONGs en el contexto del cambio climático, que va de 
la concientización sobre este fenómeno a la ayuda educativa y humanitaria, debería 
tener una buena acogida. Los aportes y perspectivas de estas organizaciones pueden 
aprovecharse para ayudar a desarrollar un plan de desarrollo urbano más integrado.
Finalmente, el informe propone que deberían crearse organizaciones de supervisión de base 
amplia, como comités consultivos que representen los intereses de todos los actores, para 
ayudar a evitar el peligro de que los intereses privados o sectarios puedan tergiversar la acción 
local (p.ej. invirtiendo en tecnologías, infraestructuras y viviendas que solo benefician a 
una minoría, usurpando los beneficios de los fondos de grupos de base popular). Esto afecta 
principalmente a las áreas urbanas en países que han sufrido un fuerte control centralizado en 
manos de las élites locales y agentes del estado, pero el principio de supervisión general puede 
y debería practicarse en todas partes.
En muchos pueblos y ciudades, especialmente en los países en desarrollo, aún lidian con 
los desafíos de cómo organizar las estrategias para luchar contra el cambio climático, cómo 
tener acceso a los fondos internacionales para el cambio climático, y cómo aprender de las 
ciudades pioneras. Creo que este informe global representará un punto de partida para estos 
pueblos y ciudades. En rasgos generales, considero que este informe contribuirá a aumentar la 
conciencia global sobre el papel tan importante que las ciudades pueden y deberían desarrollar 
para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y para adaptarse al cambioclimático.
Dr. Joan Clos 
Subsecretario General y Director Ejecutivo
Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos ONU-HABITAT
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 13
LA URbANIzACIÓN y EL DESAfÍO 
DEL CAMbIO CLIMáTICO 1
La humanidad se enfrenta a una amenaza muy peligrosa. 
Los efectos de la urbanización y del cambio climático, 
alimentados por dos poderosas fuerzas humanas que han 
sido desencadenadas por el desarrollo y la manipulación 
del medio ambiente en la era industrial, están 
convergiendo en peligrosas direcciones. Los resultados de 
esta convergencia amenazan causar impactos negativos 
sin precedentes en la calidad de vida y en la estabilidad 
económica 
y social. 
Sin embargo, junto con estas amenazas surge 
también una serie de oportunidades que llaman 
igualmente la atención. Aunque es probable que las 
áreas urbanas, con sus altos niveles de concentración 
demográfica, industrias e infraestructuras, sufran los 
efectos más duros del cambio climático, la urbanización 
también ofrecerá muchas oportunidades para desarrollar 
estrategias cohesivas de mitigación y adaptación con el 
fin de enfrentar el cambio climático. Las poblaciones, 
las empresas y las autoridades de los centros urbanos 
desempeñarán un papel fundamental en el desarrollo de 
estas estrategias. 
Mientras algunas ciudades se están haciendo 
cada vez más pequeñas, muchos centros urbanos 
están presenciando un crecimiento demográfico rápido 
y descontrolado, lo que está provocando una una 
urbanización acelerada. Gran parte de este crecimiento 
ocurre en los países en desarrollo y está concentrado en 
asentamientos informales y barrios precarios.
Por eso, las áreas urbanas que están creciendo más 
rápido son también aquellas que cuentan con menos 
recursos para enfrentar el cambio climático. Estas 
zonas tienen a menudo altos déficit de gobernabilidad, 
infraestructura e igualdad social 
y económica.
Dado que el cambio climático se está presentando 
a un ritmo vertiginoso, la magnitud de muchas de las 
amenazas a las áreas urbanas está creciendo. Estos 
impactos afectarán de un modo desproporcionado a los 
pobres urbanos tanto de países en desarrollo como de los 
desarrollados. La destrucción de la propiedad y la pérdida 
de vidas en zonas costeras y en otras partes obviamente 
no las padecerán únicamente los más pobres, pero los 
sectores acomodados de la población estarán mucho 
mejor protegidos por los seguros así como por el hecho de 
poder gozar de ventajas políticas y económicas.
Los efectos de la urbanización y del cambio climático están 
convergiendo en peligrosas direcciones 
© Nicholas Homrich / iStock
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201114
TABLA 1 
POBLACIÓN URBANA EN DIFERENTES ECOZONAS, POR REGIÓN (2000 y 2025)
Ecozona Año
Población urbana (%)
África Asia Europa
América del 
Norte
Oceanía Sudamérica Mundo
Costera 2000
2025
62
73
59
70
83
87
85
87
87
90
86
92
65
74
Costera de poca 
elevación
2000
2025
60
71
56
68
80
85
82
86
79
83
82
90
61
71
Cultivada 2000
2025
38
48
42
55
70
75
75
81
67
72
67
80
48
59
Tierra seca 2000
2025
40
51
40
51
66
70
78
84
49
60
61
75
45
55
Forestal 2000
2025
21
31
28
41
53
59
64
72
36
40
53
68
37
47
Aguas 
continentales
2000
2025
51
62
47
58
78
82
84
88
77
80
71
83
55
64
Montaña 2000
2025
21
30
27
40
46
53
50
60
11
13
54
67
32
43
Media del 
continente 
2000
2025
36
47
42
55
69
75
74
80
66
70
66
78
49
59
Fuente: Bark et at, 2009
URBANIZACIÓN y CAMBIO 
CLIMÁTICO
Es importante entender las fuerzas que determinan el 
crecimiento mundial de las zonas urbanas para que 
se pueda mitigar el cambio climático y sobrellevar sus 
inevitables consecuencias:
•	 El ritmo o la urbanización en el mundo actual no 
tienen precedentes. Entre 1950 y 2011 la población 
urbana aumentó casi cinco veces.
•	 Los mayores niveles actuales de urbanización se 
están alcanzando en los países menos desarrollados, 
seguidos por el resto de países en desarrollo, lo que 
representa tres cuartas partes de la población urbana 
mundial. 
•	 Mientras que la población de algunas ciudades está 
disminuyendo, el número de grandes ciudades y 
el tamaño de las ciudades más grandes del mundo 
están aumentando debido al nuevo crecimiento 
urbano que está teniendo lugar en las áreas urbanas 
más pequeñas. 
•	 Las empresas, los vehículos y las poblaciones de 
áreas urbanas son fuentes clave de gases de efecto 
invernadero (GEI), y, por eso es de vital importancia 
entender la dinámica de generación de los GEI en 
áreas urbanas. 
•	 Las ciudades son centros de diversas innovaciones 
que podrían contribuir a reducir o mitigar las 
emisiones, adaptarse al cambio climático y mejorar la 
sostenibilidad y la capacidad de adaptación.
•	 La dinámica de los centros urbanos está 
estrechamente relacionada con la geografía, 
incluyendo el clima y la situación en relación con los 
recursos naturales.
Muchos riesgos relacionados con el clima, ya presentes 
en áreas urbanas (ver Tabla 1 y Gráfico 1), empeorarán a 
medida que el cambio climático progrese y riesgos como 
el aumento de la temperatura, patrones climáticos cada 
vez más duros, aumento del nivel del mar, intrusión salina 
y tormentas más intensas se convertirán en las realidades 
cotidianas para las poblaciones pobres y vulnerables en 
centros urbanos. Sin embargo, la urbanización no solo 
representa riesgos, ya que ciertos patrones del desarrollo 
urbano pueden aumentar la capacidad de adaptación al 
cambio climático.
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 15
LA PRUEBA DEL CAMBIO 
CLIMÁTICO: IMPLICACIONES PARA 
LOS CENTROS URBANOS
No se puede negar que el clima terrestre es cada 
vez más cálido. Los modelos y observaciones a nivel 
global y continental lo dejan claro, así como el trabajo 
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el 
Cambio Climático (IPCC). De acuerdo con estos datos, 
hubo un aumento de 0,74º C entre 1906 y 2005. Los 
centros urbanos han desempeñado un papel clave en 
este proceso, aunque el alcance de su papel no está aún 
totalmente claro.
Las actividades humanas como la quema de 
combustibles fósiles, la contaminación industrial a gran 
escala, la deforestación y los cambios en el uso del suelo, 
entre otras, han llevado a una acumulación de los GEI 
en la atmósfera junto con una reducción de la capacidad 
de los océanos y de la vegetación de absorber estos 
gases. Esto ha reducido la habilidad natural de la Tierra 
para restablecer el equilibrio al ciclo del carbono, lo que 
está ocasionando los cambios globales actuales en las 
temperaturas medias. 
Los tipos más importantes de GEI producidos por el 
hombre son: CO2, metano, óxido nitroso, halocarbonos 
y otros gases fluorados. Estos gases no tienen el mismo 
efecto en el cambio climático, pues a menudo se 
describen utilizando su valor equivalente de CO2 (CO2eq), 
lo que representa una herramienta de gran utilidad para 
comparar emisiones.
No todos los países han contribuido de igual forma al 
calentamiento global. Los países en desarrollo generaron 
solo un 25 por ciento de las emisiones per capita de los 
GRÁFICO 1: LAS CIUDADES EN RELACIÓN CON LOS ACTUALES PELIGROS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
NOtA: Las zonas urbanas incluidas en este mapa tienen una población 
superior a un millón. El riesgo de peligro representa un nivel acumulativo 
basado en el riesgo de ciclones, inundaciones, desprendimientos de tierra y 
sequías. La puntuación de “0” indica “riesgo bajo” “10”, “riesgo alto”. Fuente: Con base en de Sherbinin et al, 2007, Figura 1.
países desarrollados. Un grupo de países desarrollados 
y los principales países de economía emergente son los 
grandes responsables por el total de las emisiones de CO2. 
Estas contribuciones desiguales ocupan el centro 
de los temas de justicia internacional sobre el medio 
El crecimiento urbano descontrolado está contribuyendo 
a mayores emisiones de GEI © Chad Ehlers / AlamyONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201116
ambiente y de los desafíos de la comunidad global para 
encontrar soluciones eficaces y equitativas.
La humanidad, por lo tanto, enfrenta principalmente 
dos desafíos que los centros urbanos pueden ayudar 
a tratar: es necesario adaptarse al cambio climático, 
pero también es necesario mitigar las fuerzas de origen 
humano que lo están produciendo. Concretamente, 
las zonas urbanas pueden ayudar a lograr una vía de 
desarrollo que mantendría los aumentos de la temperatura 
media global de 2 a 2.4º C sobre niveles preindustriales. 
De este modo, se seguiría cumpliendo con el objetivo 
trazado en la Convención Marco de las Naciones Unidas 
sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Artículo 2.
MARCO PARA EXPLORAR LA 
RELACIÓN ENTRE LAS ZONAS 
URBANAS y EL 
CAMBIO CLIMÁTICO
El análisis de cómo los centros urbanos contribuyen 
al cambio climático requiere comprender cómo el 
transporte, los sistemas de calefacción y refrigeración, las 
industrias y otras actividades urbanas e infraestructuras 
actúan tanto como emisores como causas directas 
del cambio climático. Los centros urbanos crean dos 
categorías principales de impactos sobre el ciclo del 
carbono y el sistema climático, concretamente cambios 
relacionados con la emisión de aerosoles, GEI y residuos 
sólidos, y cambios relacionados con el uso del suelo.
En las ciudades, la contribución de las diferentes 
poblaciones, actividades económicas e infraestructuras 
al calentamiento global es diferente debido a diversos 
factores relacionados entre sí que determinan los patrones 
del consumo de energía y las emisiones de GEI, unos 
modelos a los que los recursos climáticos y naturales, y 
la base económica de una ciudad dan forma de manera 
significativa. Además, en repetidas ocasiones se ha 
reconocido el bienestar económico como un importante 
factor de las emisiones de GEI, además del tamaño, 
crecimiento, estructura y densidad de la población 
urbana. Algunos estudios apuntan al hecho de que 
las injusticias de género existen tanto en el consumo 
de energía como en las emisiones de GEI, y que las 
diferencias están relacionadas no sólo con la riqueza 
sino también con el comportamiento y las actitudes. 
Los estudios muestran que existe una correlación entre 
la densidad demográfica y las emisiones atmosféricas 
de GEI. Los desarrollos urbanos compactos y mixtos 
El aumento del consumismo de las elites urbanas conduce 
a las emisiones de GEI © Mark Henley / Panos
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 17
han aportado generalmente beneficios en materia de 
emisiones de GEI.
El desarrollo urbano puede provocar una mayor 
vulnerabilidad a los peligros climáticos, pero centrarse 
únicamente en la exposición de los asentamientos 
urbanos a los peligros de este hecho sin precedente es 
insuficiente para comprender los efectos del cambio 
climático. También, es necesario prestar atención a la 
capacidad de adaptación urbana, el desarrollo, la igualdad 
socio-económica y de género, y las estructuras de 
gobernabilidad como determinantes clave de la capacidad 
de adaptabilidad y las acciones reales de adaptación.
No todos los segmentos demográficos de las 
poblaciones urbanas se ven igualmente afectados por 
los peligros que el cambio climático ha empeorado. La 
capacidad de las diferentes poblaciones urbanas para saber 
llevar la situación o adaptarse a ella está influenciada 
no solo por la edad y el género, sino también por una 
combinación de otros muchos factores incluyendo el 
capital humano, económico, físico, natural y social. Las 
pruebas muestran que, mientras los grupos más ricos 
son menos vulnerables, las mujeres, los ancianos, los 
niños, los grupos minoritarios y los pobres urbanos son 
especialmente vulnerables.
ORGANIZACIÓN DEL INFORME
El informe está organizado de la siguiente manera:
•	 El capítulo 2 se centra en el marco internacional 
sobre el cambio climático y en las implicaciones, 
oportunidades y desafíos propuestos para la acción 
urbana.
•	 El capítulo 3 analiza la contribución de las zonas 
urbanas al cambio climático.
•	 El capítulo 4 describe cómo el cambio climático 
podría agravar las dificultades físicas, sociales y 
económicas vividas actualmente por las ciudades.
•	 El capítulo 5 se centra en la mitigación del cambio 
climático y presenta un análisis comparativo 
de tendencias emergentes en las respuestas de 
mitigación de zonas urbanas. 
•	 El capítulo 6 muestra la adaptación urbana al 
cambio climático y examina los papeles relativos 
y colaboraciones potenciales entre las partes 
interesadas.
•	 El capítulo 7 resume los principales resultados del 
informe, mostrando las limitaciones, dificultades 
y oportunidades para las acciones de mitigación y 
adaptación.
Los efectos del cambio climático afectarán de un modo desproporcionado a 
los pobres urbanos. © Mark Edwards / Still Pictures
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201118
CIUDADES y EL 
MARCO INTERNACIONAL 
SObRE CAMbIO CLIMáTICO2
Las reacciones al desafío que representa el cambio 
climático están teniendo lugar en el contexto de un marco 
internacional que define las actuaciones y decisiones 
relacionadas en todos los niveles. Este marco se define 
aquí como el conjunto de acuerdos, mecanismos, 
instrumentos y actores que gobiernan y dirigen la acción 
global contra el cambio climático. La estructura general 
de este marco es compleja y multidimensional. Mientras 
los acuerdos negociados por gobiernos nacionales como 
la CMNUCC y el Protocolo de Kyoto siguen siendo 
aspectos cruciales del marco, no representan los únicos 
mecanismos que rigen la actuación contra el cambio 
climático. 
Las ciudades desempeñan un papel de vital 
importancia en la implementación y logro de los 
compromisos dentro del marco internacional sobre el 
cambio climático. También pretenden obtener beneficios 
de las oportunidades creadas por este marco para las 
respuestas locales al cambio climático. Sin embargo, 
muchos responsables por la toma de decisión a nivel 
municipal carecen de un conocimiento práctico de 
las oportunidades y limitaciones relacionadas con las 
opciones internacionales de financiación, incluyendo 
aquellas establecidas como parte de la CMNUCC.
LA CONVENCIÓN MARCO DE LAS 
NACIONES UNIDAS SOBRE EL 
CAMBIO CLIMÁTICO
El objetivo fundamental de la CMNUCC es estabilizar las 
concentraciones globales de GEI a niveles que evitarían 
la interferencia del ser humano en el sistema climático. 
Estos esfuerzos por frenar las emisiones están basados en 
unas normas explícitas e implícitas que se han convertido 
en puntos esenciales para el régimen internacional sobre 
el clima. Entre los principios más importantes de estas 
normas están el principio de “responsabilidades comunes 
pero diferenciadas y sus respectivas capacidades” y el 
“principio de precaución”, fundamento por el cual, 
incluso sin una certeza científica plena, los países están 
obligados a anticiparse, prevenir o minimizar las causas 
del cambio climático y mitigar sus efectos adversos.
Los países signatarios de la CMNUCC deben 
proporcionar inventarios de manera regular sobre 
sus emisiones de GEI, teniendo 1990 como año base 
para estas tabulaciones. En 1997, los principios de la 
CMNUCC finalmente se tradujeron en compromisos 
legalmente vinculantes mediante el Protocolo de Kyoto.
Además de intentar reducir las emisiones, la 
CMNUCC también pretende apoyar las actividades 
de adaptación en los países en desarrollo a través de 
mecanismos especializados de financiación para la 
adaptación: Fondo Especial para el Cambio Climático, 
Fondo para los Países Menos Desarrollados y el Fondo 
para la Adaptación (ver Cuadro 1).
CUADRO 1: MECANISMOS DE FINANCIACIÓN DE 
LA CMNUCC
El Fondo Especial para el Cambio Climático se creó 
para financiar proyectos relacionados con la adaptación, 
transferencia de tecnología, desarrollo de la capacidad, 
energía, transporte, industria, agricultura,silvicultura, 
gestión de residuos y diversificación económica.
El Fondo para los Países Menos Desarrollados tiene 
como objetivo ayudar a los 48 países menos desarrollados 
a preparar e implementar “Programas Nacionales de 
Adaptación para la Acción” a través de los cuales se 
identifican las actividades de adaptación más importantes 
para la financiación.
El Fondo para la Adaptación se estableció para financiar 
proyectos y programas de adaptación en los países en 
desarrollo, especialmente vulnerables a los impactos del 
cambio climático. Los recursos para su financiación vendrán 
de un impuesto de 2 por ciento en todos los proyectos de 
“Mecanismo de Desarrollo Limpio” (Ver Cuadro 2).
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 19
CUADRO 2: LOS 3 MECANISMOS DE 
FLEXIBILIDAD DEL PROTOCOLO DE KyOTO
•	 El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) permite que 
los proyectos de reducción de las emisiones en los países 
en desarrollo consigan créditos de reducción certificada 
de emisiones que pueden canjearse o venderse. 
•	 El Mecanismo de Aplicación Conjunta permite a los 
países desarrollados invertir en proyectos de reducción 
de las emisiones en otros países desarrollados. De 
este modo, el país inversor puede obtener “unidades 
de reducción de emisiones” a partir de un proyecto de 
eliminación o reducción de las emisiones en otro país 
desarrollado, lo que puede ayudarle a conseguir su 
objetivo de Kyoto. 
•	 El Comercio de Derechos de Emisión permite que los 
países desarrollados que superen su límite de emisiones 
lo contrarresten comprando “créditos” de países que 
emitan por debajo de su límite. Durante el periodo de 
cinco años comprendido entre 2008 y 2012, los países 
que no superen su cuota de emisión podrán vender su 
cuota excedente a los países que superen los niveles de 
emisión.
EL PROTOCOLO DE KyOTO
El Protocolo de Kyoto entró en vigor el 16 de febrero 
de 2005. Según este acuerdo internacional, los países 
desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones 
totales de GEI hasta un 5 por ciento por debajo de los 
niveles de 1990 durante el periodo 2008-2012. Después 
de que Australia ratificara el protocolo en 2007, Estados 
Unidos es el único país desarrollado que no lo ha 
ratificado.
Aunque se espera que los países cumplan con sus 
objetivos de mitigación principalmente a través de los 
programas nacionales, el protocolo también les permite 
reducir sus emisiones mediante tres mecanismos flexibles 
que reciben el nombre de “Mecanismo de Desarrollo 
Limpio (MDL)”, “Mecanismo de Aplicación Conjunta” y 
“Comercio de Derechos de Emisión” (ver Cuadro 2).
La gran incertidumbre actual es si la comunidad 
internacional será capaz de alcanzar un acuerdo 
legalmente vinculante para sustituir el Protocolo de Kyoto 
que expira en 2012. El fracaso de este objetivo supondría 
futuras fragmentaciones del marco global para la lucha 
contra el cambio climático.
OTROS ACUERDOS EN LA LUCHA 
CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Las últimas dos décadas han presenciado la multiplicación 
de otros mecanismos y actores regionales, nacionales y 
locales (p.ej. las ciudades) que responden a las dificultades 
impuestas por el cambio climático. Estos incluyen 
iniciativas de entidades multilaterales y bilaterales, niveles 
subnacionales de gobierno, grupos de base popular, 
empresas privadas, organizaciones no gubernamentales 
(ONG) y particulares. 
Ámbito internacional
Las Naciones Unidas es uno de los actores clave 
en la lucha contra el cambio climático en el ámbito 
internacional. Además de su trabajo en la CMNUCC y 
el IPCC (ver Cuadro 3), varios de sus programas y otras Progreso lento en las negociaciones internacionales sobre 
el cambio climático © Kristian Buus / Greenpeace / Alamy
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201120
entidades están contribuyendo con la acción global para 
actuar contra este hecho sin precedentes. Las Naciones 
Unidas ha desempeñado un papel primordial en dirigir 
y coordinar internacionalmente los pasos que se deben 
seguir. También, ha estado al frente de la generación de 
conocimiento científico sobre el cambio climático para 
apoyar negociaciones internacionales y la elaboración de 
políticas basadas en pruebas. Entidades como el Programa 
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente o la 
Organización Meteorológica Mundial han participado 
activamente en varias iniciativas globales y nacionales, 
junto con otras intervenciones y campañas que están 
llevando a cabo ONU-HABITAT, el Programa de las 
Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización para 
la Agricultura y la Alimentación, entre otros.
Las Naciones Unidas también han desempeñado 
un papel destacado en temas relacionados con la gestión 
de riesgo de desastres, algo primordial en los esfuerzos 
de adaptación al cambio climático. La Estrategia 
Internacional de Reducción de Desastres, adoptada en el 
año 2000, es un sistema de alianzas entre organizaciones 
locales, nacionales, regionales e internacionales con el 
objetivo de reducir el riesgo de desastres en el mundo.
Otras instituciones multilaterales están 
adquiriendo gran importancia en la adaptación y 
mitigación del cambio climático en diferentes niveles. 
Se han convertido en una fuente destacada de ayuda 
Las reivindicaciones por acciones gubernamentales contra el cambio 
climático están en auge. © Steve Forrest / Panos
económica y técnica para la acción contra el cambio 
climático en los países en desarrollo. El Instituto del 
Banco Mundial está implementando actividades sobre el 
cambio climático para desarrollar en ciudades a través de 
diversos mecanismos e iniciativas, incluyendo el “Carbon 
Finance Assist Programme”; el programa “Carbon Finance 
Capacity Building” para nuevas megaciudades; el Grupo 
de Trabajo de Alcaldes sobre Pobreza Urbana y Cambio 
Climático; el “Marco de Inversión de Energía Limpia”; el 
“Macro Estratégico”; y el “Fondo de Inversión en 
el Clima”. 
Los bancos regionales de desarrollo, como el Banco 
Asiático de Desarrollo y el Banco Interamericano de 
Desarrollo, son también actores multilaterales clave en 
la lucha contra el cambio climático, llevando a cabo sus 
propias iniciativas. El Banco Europeo de Inversiones, 
con un enfoque más concentrado en el ámbito de los 
estados miembro de la Unión Europea, ha desempeñado 
un papel fundamental al respaldar las acciones contra el 
cambio climático a través de la mitigación, adaptación, 
investigación, desarrollo e innovación, transferencia 
de tecnología, cooperación y apoyo a los mercados de 
carbono. La Organización de Cooperación y Desarrollo 
Económicos (OCDE) también ha estado trabajando en 
asuntos relacionados con el cambio climático durante casi 
tres décadas, concretamente en los análisis económicos y 
de políticas.
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 21
CUADRO 3: EL PANEL INTERGUBERNAMENTAL DE CAMBIO CLIMÁTICO
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial 
y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con el fin de mantener informados a todos los gobiernos sobre los temas 
relacionados con el cambio climático. Los 194 países miembros del IPCC se reúnen una vez al año en sesiones a las que también acuden 
otras instituciones y organizaciones observadoras. La Resolución 43/53 de diciembre de 1988 de la Asamblea General de las Naciones 
Unidas establece que la función del IPCC es “proporcionar evaluaciones científicas coordinadas de la magnitud, ritmo e impacto 
medioambiental y socio-económico del cambio climático y estrategias de actuación”. 
El IPCC analiza información científica y socioeconómica sobre el cambio climático y sus efectos, y evalúa las opciones de mitigación y 
adaptación. Hasta la fecha, el IPCC ha elaborado regularmente informes científicos exhaustivos sobre el cambio climático. El Primer 
Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 1990, indicó que los niveles de GEIproducidos por el hombre estaban aumentando 
en la atmósfera y predijo que este crecimiento agravaría el calentamiento global. También, mostró la necesidad de una plataforma 
política donde los países trataran las consecuencias del cambio climático, lo que desempeñaría un papel primordial en la creación de 
la CMNUCC. Tanto el Segundo Informe de Evaluación (1995) como el Tercer Informe de Evaluación (2001) establecieron nexos más 
fuertes entre la actividad humana y el cambio climático, y así se reforzaron las iniciativas para la negociación del Protocolo de Kyoto. El 
Cuarto Informe de Evaluación (2007), el último que se ha publicado, señaló que las pruebas del calentamiento global son “inequívocas” 
y previó un aumento de las temperaturas de 1,8º C a 4,0º C en 2100. Actualmente, el IPCC está elaborando el Quinto Informe de 
Evaluación que se publicará en 2014.
En los últimos años, han surgido diversas iniciativas 
bilaterales para tratar el cambio climático. Uno de los 
mayores fondos de este tipo es la “Asociación Tierra 
Fresca” de japón junto con el “Fondo de Transformación 
Ambiental” del Reino Unido y la “Iniciativa Internacional 
de Protección del Clima” promulgada por Alemania. 
La Unión Europea trabaja en temas sobre el cambio 
climático, principalmente a través de la “Alianza Mundial 
contra el Cambio Climático”. Mientras que los fondos 
bilaterales están apoyando de manera activa las acciones 
para hacer frente al cambio climático en los países en 
desarrollo, muchos se consideran como parte de la ayuda 
oficial de desarrollo que dan los donantes y, en algunos 
casos, los fondos son préstamos en vez de subvenciones.
También, han ido surgiendo acuerdos para actuar 
frente al cambio climático en el ámbito regional. Un 
ejemplo es la “Alianza Asia y Pacífico para el Desarrollo 
Limpio y el Clima”, una alianza entre los siete países 
principales de la región de Asia y el Pacífico.
Otro ejemplo de cooperación regional es el “Régimen 
de Comercio de los Derechos de Emisión de la Unión 
Europea”, el mayor régimen multinacional de comercio 
de las emisiones de GEI en el mundo, abarcando 25 
países. Su objetivo es ayudar a los países a cumplir con 
sus compromisos de reducción de emisiones tal y como 
está establecido en el Protocolo de Kyoto.
Ámbito Nacional
Los gobiernos nacionales tienen la responsabilidad 
primordial de firmar acuerdos internacionales, frenar las 
emisiones de GEI y actuar ante los desastres ocasionados 
por el cambio climático. Países como los EE.UU. y 
China no han mostrado todo su apoyo a las políticas 
internacionales sobre el clima, pero han establecido 
sólidas iniciativas nacionales sobre el cambio climático. 
Otros como el Reino Unido y Alemania han sido 
promotores fundamentales de las políticas en materia 
del clima e introducido una serie de políticas para lograr 
reducciones a largo plazo. Sin embargo, las estrategias 
de mitigación así como los planes de adaptación y de 
gestión de desastres olvidan incluir las zonas urbanas. 
Los países en desarrollo aún están por detrás de los países 
desarrollados en cuanto a la actuación para frenar el 
cambio climático, aunque cada vez más países de este 
grupo están adoptando programas para luchar contra 
este fenómeno.
Ámbito estatal / provincial
Los gobiernos nacionales no son capaces de cumplir con 
sus compromisos internacionales para tratar la mitigación 
y adaptación sin una acción localizada. Ya los gobiernos 
subnacionales en el ámbito estatal / provincial están 
desempeñando un papel cada vez más importante para 
mitigar y adaptarse al cambio climático. Las redes de 
políticas, los líderes políticos y los grupos de investigación 
han sido fundamentales en promover una agenda política 
en materia del clima en sus países. Sin embargo, en 
términos generales, la elaboración de políticas se ha visto 
limitada por dos grupos de factores institucionales: el 
problema de la fragmentación en la gobernabilidad local y 
la falta de capacidad institucional.
Ámbito local / urbano
Aunque el Protocolo de Kyoto no señala explícitamente 
el papel de las ciudades y los gobiernos locales con 
respecto al cambio climático, los actores municipales 
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201122
están tomando parte en estrategias, proyectos y 
programas en materia del clima. Las ciudades cada vez 
están más involucradas en las redes internacionales 
de ciudades, lo que representa una forma de gobierno 
medioambiental a diferentes niveles más allá de las 
fronteras nacionales y con la cooperación de múltiples 
participantes gubernamentales, del sector privado, de 
organizaciones sin ánimo de lucro y de otros actores de 
la sociedad civil (ver Cuadro 4). Las redes nacionales de 
ciudades también han sido importantes en el desarrollo 
de la capacidad municipal en países donde los gobiernos 
nacionales no han logrado emprender ninguna acción. 
En líneas generales, la mayoría de las redes de ciudades 
se han centrado en la mitigación del cambio climático, 
aunque la adaptación ha recibido especial atención en 
los últimos años.
Sin embargo, las redes han tenido un efecto 
desigual, con pruebas que sugieren que han tenido 
más importancia a la hora de desarrollar la capacidad 
de aquellos municipios que ya están llevando a cabo 
actuaciones destacadas para combatir el cambio climático, 
y que, aunque el respaldo político y las funciones de 
transferencia de conocimiento que dichas redes llevan 
a cabo sea de gran utilidad, sus efectos pueden verse 
limitados por la falta de recursos para implementar 
programas. 
Además de las autoridades municipales, los 
particulares, las organizaciones domésticas y comunitarias 
así como otros actores locales tienen una importante 
función que desempeñar tanto en las negociaciones 
internacionales sobre el cambio climático como en las 
actividades de mitigación y adaptación en la ciudad. El 
sector privado también cumple una función importante 
en los esfuerzos para lograr frenar las emisiones de 
GEI con un creciente número de compañías del sector 
privado que consideran cómo mitigar las emisiones por 
medio de la transformación de sus prácticas laborales y 
desempeñando un papel clave en la fijación de inversiones 
en infraestructuras a prueba del cambio climático, 
servicios energéticos y otros sectores urbanos. De hecho, 
la capacidad urbana para hacer frente al cambio climático 
está adquiriendo una mayor forma debido a las alianzas 
entre actores públicos, privados y de la sociedad civil.
El potencial del marco internacional sobre el 
cambio climático para la acción local
Un factor importante que restringe el uso de los 
mecanismos de los actores urbanos dentro del marco 
internacional sobre el cambio climático es aquel 
que indica que dichos mecanismos están dirigidos 
principalmente a los gobiernos nacionales y no indican un 
proceso claro por el cual las zonas urbanas y los actores 
puedan participar. Como consecuencia, puede resultar 
problemático colocar las prioridades urbanas en un nivel 
más destacado de las agendas políticas nacionales.
Otro desafío de mayor importancia para que las 
autoridades locales aprovechen el marco internacional 
sobre el cambio climático con el fin de implementar 
acciones para combatirlo en el ámbito local es que se 
vean arrolladas por prioridades contrarias. Además, 
existen desajustes entre el problema ambiental y los 
plazos de elaboración de políticas locales. Dado que 
muchas de las relaciones causa y efecto son de largo plazo 
y prácticamente irreversibles, es necesario establecer 
pautas que vayan más allá de la ocupación, el poder 
administrativo e incluso la vida de la mayoría de los 
actuales responsables y otras partes interesadas.
CUADRO 4: PRINCIPALES REDES 
INTERNACIONALES DE CIUDADES E 
INICIATIVAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
•	 ICLEI – Gobiernos locales para la sostenibilidad.
•	 El Grupo de Liderazgo de Grandes Ciudades 
(también conocido como C40).
•	 Iniciativa Clinton por el Clima. 
•	 ConsejoMundial de Alcaldes por el Cambio Climático.
•	 Ciudades y Gobiernos Locales Unidos.
•	 Alianza del Clima.
•	 La Red de Resistencia al Cambio Climático en las 
Ciudades de Asia.
•	 El Pacto de los Alcaldes.El MDL ofrece importantes posibilidades para proyectos urbanos en sectores 
como el de reciclaje de residuos © UK Stock Images Ltd / Alamy
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 23
LA CONTRIbUCIÓN DE LAS zONAS 
URbANAS AL CAMbIO CLIMáTICO 3
Hay varias razones por las cuales es importante 
tener en cuenta la contribución de las áreas urbanas 
al cambio climático. En primer lugar, un gran abanico 
de actividades que contribuyen directamente con las 
emisiones de GEI como el transporte, la generación de 
energía y la producción industrial están relacionadas con 
las ciudades y su funcionamiento. Los centros urbanos 
también dependen de la circulación de alimentos, agua 
y bienes de consumo que pueden provocar emisiones de 
GEI desde áreas que se encuentran fuera de la ciudad. 
En segundo lugar, medir las emisiones que proceden de 
diferentes ciudades proporciona una base de comparación 
y crea el potencial para la competición interurbana y 
cooperación para reducir las emisiones. En tercer lugar, 
un análisis de la contribución de las ciudades al cambio 
climático es el primer paso fundamental en identificar 
posibles soluciones así como la correcta distribución de 
las responsabilidades. En último lugar, y relacionado con 
el tema de la responsabilidad, es importante subrayar las 
diferencias entre los análisis basados en la producción de 
las emisiones de GEI.
MEDICIÓN DE LAS EMISIONES DE 
GASES DE EFECTO INVERNADERO
Los protocolos internacionales para medir las emisiones 
de GEI han sido elaborados por el IPCC. Se han 
preparado inventarios nacionales de acuerdo con los 
puntos desarrollados por dicho organismo. Sin embargo, 
la metodología del IPCC para los países no proporciona 
especificaciones a nivel de la autoridad local para medir 
las emisiones.
Un reconocimiento cada vez mayor de la importancia 
de las zonas urbanas en la contribución y mitigación de 
las emisiones de GEI ha llevado a mayores esfuerzos por 
desarrollar inventarios apropiados para determinar las 
emisiones en ciudad. Por ejemplo, los “Gobiernos Locales 
por la Sostenibilidad” (ICLEI) ha desarrollado un marco 
(Protocolo de Análisis para las Emisiones de GEI de los 
Gobiernos Locales) que proporciona las bases para calcular 
los inventarios de emisiones actuales de GEI por toda la 
ciudad. El recientemente publicado Estándares Mundiales 
de Gases de Efecto Invernadero para las Ciudades da a 
conocer un método común para las ciudades con el que 
calcular los niveles de GEI producidos dentro de sus 
fronteras.
Debido a que las industrias y compañías también 
se han ido concientizando del efecto que sus actividades 
tienen en el medio ambiente, están llevando a cabo 
inventarios de GEI. El Protocolo de Gases de Efecto 
Invernadero propone un mecanismo por el cual los 
actores del sector privado pueden contribuir al objetivo 
mundial de reducir las emisiones de GEI.
Sin embargo, los métodos que existen para medir las 
emisiones de GEI tienen que lidiar con temas complejos 
de medidas basadas en la producción y el consumo para 
distribuir las emisiones. Un análisis más detallado sobre 
el consumo requiere mucha más información sobre el 
contenido de carbono presente en los bienes de consumo 
adquiridos por particulares. El tema de delimitar las 
barreras urbanas al realizar evaluaciones es también 
problemático. Incluso en un solo país, la contribución de 
las áreas urbanas al cambio climático puede variar por 
un factor de dos dependiendo de la definición espacial de 
esas áreas.
Además, los patrones urbanos de consumo que 
producen emisiones (en particular en los sectores de 
energía e industria) son a menudo encubiertos, puesto 
que por ejemplo, muchos procesos contaminantes y de 
fabricación intensiva de carbono ya no tienen lugar en 
países desarrollados, sino que se encuentran en lugares 
donde se puedan aprovechar los bajos costes laborales y 
responsabilidades medioambientales menos estrictas.
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201124
LAS FUENTES DE LAS EMISIONES 
DE GAS DE EFECTO INVERNADERO
Diferentes actividades o sectores emiten diferentes 
cantidades de diferentes gases de efecto invernadero, con 
distintos efectos sobre el cambio climático. Las principales 
fuentes de las emisiones de GEI de las zonas urbanas 
están relacionadas con el consumo de combustibles fósiles 
para el suministro de energía, transporte o industria.
El suministro de energía es responsable por 
aproximadamente 26 por ciento de las emisiones globales 
de GEI. La quema de combustibles fósiles es la fuente 
más importante y se emplea en todo el mundo para la 
generación de electricidad, calefacción, refrigeración, 
transporte, producción industrial y para cocinar. Las zonas 
urbanas dependen mucho de los sistemas de energía 
(por la cantidad de energía utilizada), la estructura 
energética (tipos de formas de energía utilizada) y la 
calidad de la energía (sus características energéticas y 
medioambientales). En los países que dependen mucho 
del carbón para la generación de electricidad, este puede 
ser el único factor que contribuye a las emisiones de 
GEI. Se ha observado que las ciudades que dependen 
de la energía nuclear o hidroeléctrica producen 
considerablemente menos emisiones que aquellas que 
dependen principalmente de las centrales eléctricas de 
carbón, aunque un gran número de emisiones indirectas 
están relacionadas con la extracción (y refino) de uranio y 
la construcción de plantas nucleares. Una amplia variedad 
de sistemas de energía renovable (p.ej. solar, eólica, de las 
olas, etc. – en diferentes fases de madurez y desarrollo 
de la tecnología) pueden contribuir a la seguridad del 
suministro de energía y la reducción de las emisiones de 
GEI.
El transporte genera en torno a un 13 por cierto 
de las emisiones de GEI en el mundo. Las zonas urbanas 
dependen mucho de las redes de transporte de diversos 
tipos para el desplazamiento interno y externo de los 
bienes y de las personas. La proporción de trayectos 
realizados por el transporte privado en comparación con 
el público, especialmente en grandes ciudades, representa 
un factor importante en las emisiones de GEI desde una 
zona urbana. Incluso cuando se elige el coche como 
medio de transporte, hay un gran número de variaciones 
en las emisiones de GEI producidas por los diferentes 
tamaños y tipos de vehículos. El tema de las emisiones 
originadas por el transporte en países en desarrollo 
adquiere especial importancia en aquellos donde la 
compra de vehículos a motor se está expandiendo 
rápidamente. Actualmente (2011), hay casi 1,2 mil 
El aumento del uso de vehículos motorizados es la principal 
fuente de emisiones urbanas de GEI © Rick Rhay / iStock
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 25
El consumo urbano lleva al desarrollo industrial generando las 
emisiones relacionadas con los GEI © PSL Images / Alamy
millones de vehículos de pasajeros en todo el mundo. 
Se espera que esta cifra alcance los 2,6 mil millones 
de vehículos en 2050, con la mayor parte en países en 
desarrollo. Existe una fuerte asociación entre el aumento 
de los ingresos y el uso del coche en países en desarrollo, 
siendo probable que el crecimiento económico resulte en 
el aumento del uso del coche 
y en más atascos.
La industria de la aviación, que produce en torno a 
un 2 por ciento de las emisiones antropogénicas totales 
de los GEI, no se incluye en los inventarios nacionales 
sobre GEI de los países. La industria naviera mundial es 
responsable por aproximadamente el 10 por ciento del 
consumo de energía empleada en transporte, pero las 
emisiones del transporte marítimo internacional no están 
incluidas en los inventarios nacionales de GEI.
Las emisiones de GEI procedentes de los edificioscomerciales y residenciales están estrechamente 
relacionadas con las emisiones generadas por el uso de la 
electricidad, la calefacción y la refrigeración de locales. 
Cuando se combinan, el IPCC estima que las emisiones 
mundiales de los edificios comerciales y residenciales 
representan un 8 por ciento de las emisiones globales de 
GEI. De hecho, la necesidad de calentar y refrigerar y el 
comportamiento de las personas que ocupan esos edificios 
son factores que influyen en las emisiones. El tipo de 
combustible utilizado para la calefacción y la refrigeración 
también determina la cantidad de GEI emitidos así como 
los patrones de la densidad residencial en total.
A escala mundial, el 19 por ciento de las emisiones 
de GEI están relacionadas con la industria. Muchas 
actividades de este sector requieren un gran consumo 
de energía, especialmente la fabricación de hierro y 
acero, metales no férricos, químicos y fertilizantes, refino 
de petróleo, cemento, y pulpa y papel. Hay pruebas y 
diversas diferencias en las emisiones industriales según 
la localización y el tamaño de la industria. En las últimas 
décadas, el patrón de las actividades industriales ha 
cambiado, en parte por las compañías transnacionales que 
persiguen salarios más bajos y una mayor rentabilidad, 
y en parte por el creciente éxito de compañías y 
corporaciones de China, India, Brasil y otros lugares que 
compiten en el mercado mundial. También las diferencias 
en la legislación medioambiental han transformado la 
geografía de la localización industrial. 
Las emisiones procedentes de los residuos 
representan en torno al 3 por ciento de las emisiones 
totales. A pesar de contribuir poco a las emisiones 
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201126
mundiales, las medias de la generación de residuos han 
ido aumentando en los últimos años, especialmente en 
países en desarrollo que han experimentado un mayor 
bienestar económico. Aunque la generación de residuos 
está ligada a la población, el bienestar económico y la 
urbanización, las emisiones procedentes de los residuos 
podrían ser menores en las ciudades ricas, como las 
zonas urbanas, que tienen la posibilidad de reducir en 
gran nivel, o incluso eliminar, los residuos. Por ello, las 
variaciones relevantes entre los países en materia de las 
emisiones de los residuos se deben no solo a patrones 
diferentes de consumo y generación de residuos, sino 
también a las diferencias en la gestión de residuos y en los 
mecanismos de prestación de cuentas. 
A escala mundial, el 31 por ciento de las emisiones 
de GEI pueden asignarse a actividades relacionadas 
con la agricultura y la silvicultura. Las zonas urbanas 
determinan las emisiones procedentes de la agricultura, 
el cambio en el uso de la tierra y la silvicultura de dos 
maneras principalmente. En primer lugar, el proceso de 
urbanización puede ocasionar cambios directos en el uso 
del suelo, como por ejemplo, que la tierra destinada a la 
agricultura llegue a formar parte de las zonas edificadas. 
De hecho, las tendencias urbanas mundiales hacia la 
suburbanización indican que las ciudades continúan 
expandiéndose e invadiendo tierra que podría haber 
estado cubierta con vegetación, reduciendo así su 
capacidad para absorber CO2. En segundo lugar, los 
patrones de consumo de residentes urbanos que están 
aumentando sus niveles de riqueza pueden determinar el 
tipo de actividades agrícolas llevadas a cabo. Para cubrir 
sus necesidades de consumo, las empresas, los hogares y 
las instituciones municipales demandan cada vez más en 
materia de bosques, tierras de labranza y cuencas fluviales 
fuera de los límites urbanos.
LA ESCALA DE EMISIONES EN 
EL PLANO URBANO y NACIONAL
Es imposible emitir afirmaciones definitivas sobre la escala 
de las emisiones urbanas ya que no hay una normativa 
mundialmente aceptada para evaluar su alcance y la 
mayoría de los centros urbanos no han intentado llevar a 
cabo un inventario de este tipo.
Las actividades económicas, los patrones de 
conducta y las emisiones de GEI originadas en zonas 
urbanas están determinadas por todas las circunstancias 
económicas, políticas y sociales de los países en los 
que están presentes. A escala mundial, hay diferencias 
llamativas sobre las emisiones de GEI entre las regiones y 
los países. El 18 por ciento de la población mundial que 
vive en países desarrollados origina el 47 por ciento de las 
emisiones de CO2 en el mundo, mientras que el 82 por 
ciento de la población que vive en países en desarrollo 
genera el 53 por ciento restante (ver Gráfico 2)
TABLA 2 
COMPARATIVA DE LAS EMISIONES DE GEI EN EL PLANO URBANO y NACIONAL DE ALGUNAS CIUDADES
Ciudad Emisiones de GEI per cápita (toneladas de 
CO2 eq)
Emisiones nacionales per cápita (año de 
estudio)
Washington, DC (EE.UU.) 19,7 (2005) 23,9 (2004)
Glasgow (RU) 8,4 (2004) 11,2 (2004)
Toronto (Canadá) 8,2 (2001) 23,7 (2004)
Shangai (China) 8,1 (1998) 3,4 (1994)
Nueva York (EE.UU.) 7,1 (2005) 23,9 (2004)
Beijing (China) 6,9 (1998) 3,4 (1994)
Londres (RU) 6,2 (2006) 11,2 (2004)
Tokio (Japón) 4,8 (1998) 10,6 (2004)
Seúl (Rep. Corea) 3,8 (1998) 6,7 (1990)
Barcelona (España) 3,4 (1996) 10,0 (2004)
Río de Janeiro (Brasil) 2,3 (1998) 8,2 (1994)
Sao Paulo (Brasil) 1,5 (2003) 8,2 (1994)
Fuente: Dodman, 2009.
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 27
GRÁFICO 2: EMISIONES PER CÁPITA DE CO2 EN ALGUNOS PAíSES y REGIONES DEL MUNDO, 2007
Catar
Antillas Holandesas, Kuwait
Emiratos Árabes Unidos, Bahréin
EE.UU.
Australia
Canadá, Arabia Saudí
Estonia, Kazajstán
Finlandia, Rep. Checa, Singapur
Federación Rusa, Países Bajos
Rep. de Corea, Japón, Alemania
Israel, Libia, Dinamarca
Noruega, Sudáfrica, RU
Polonia, Austria, Italia
Guinea Ecuatorial, Irán
Venezuela, Francia, Hong Kong
Suecia, Suiza, China
Argentina, México, Rumania, Chile
Tailandia, Argelia, Turquía
Mauricio, Maldivas, Corea del Norte
Botswana, Cuba, Túnez, Egipto
Ecuador, Panamá
Brasil, Uruguay
Costa Rica, Indonesia
Perú, Marruecos, India
Colombia, Angola, Bolivia
Vietnam, Moldavia
Tayikistán, Yemen, Guatemala
Pakistán, Suazilandia, Samoa
Nicaragua, Filipinas, Zimbabwe
Paraguay, Nigeria
Mauritania, Sri Lanka
Papúa Nueva Guinea, Benín, Senegal
Ghana, Islas Salomón
Camerún, Kenia, Sudán, Bangladesh
Zambia, Togo, Liberia, Tanzania
Eritrea, Mozambique, Burkina Faso
Uganda, Etiopía, Chad, Afganistán
América del Norte
Europa
Asia/Pacífico
América Latina y el Caribe
África
0 10 20 30 40
Emisiones de CO (toneladas métricas per cápita, 2007)2
Media países menos desarollados
Media países en desarollo
Media países desarollados
Media mundial
50 60
El crecimiento global de las emisiones de GEI no 
se ha distribuido por lo tanto de manera equitativa entre 
los países, y muchos de los países con niveles bajos de 
emisiones no están experimentando en la actualidad 
aumentos rápidos de las emisiones. Sin embargo, esta 
situación puede cambiar, si esos países viven un rápido 
crecimiento económico. Un aspecto sorprendente sobre 
los inventarios de las emisiones es que las emisiones 
per capita promedio de muchas grandes ciudades son 
considerablemente más bajas que las del país en el 
que se encuentran (ver Tabla 2). Obviamente, para un 
determinado nivel de desarrollo económico, las zonas 
urbanas ofrecen la oportunidad de fomentar estilos de 
vida que generen cantidades más pequeñas de emisiones 
de GEI.
EMISIONES EN CIUDADES 
DE PAíSES DESARROLLADOS
Desde mediados del siglo 20, las economías urbanas 
en países desarrollados han cambiado la industria del 
sector secundario por industrias del sector terciario y 
cuaternario. Esto significa que sus emisiones procedentes 
de la fabricación de productos (sector secundario) 
son relativamente más bajas. Al mismo tiempo, esas 
zonas urbanas se han convertido en centros de riqueza 
y consumo. Los estilos de vida de sus habitantes, 
especialmente relacionados con consumo y viajes, 
generan una gran huella de carbono, aunque estorara vez 
se tiene en cuenta para los inventarios de las emisiones.
ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201128
En comparación con las ciudades de Norte América, 
la contribución de las zonas urbanas en Europa al cambio 
climático es relativamente bajo. Esto es resultado de 
diversos factores: las zonas urbanas europeas tienden a ser 
más compactas y a tener índices más bajos de propiedad y 
uso del coche, y coches más pequeños y de bajo consumo 
de combustible, reduciendo así las emisiones procedentes 
del transporte privado. También tienden a tener servicios 
de transporte público más eficaces, y socialmente 
aceptables para un gran número de personas.
EMISIONES EN CIUDADES 
DE PAíSES EN DESARROLLO
Muy pocos inventarios detallados de las emisiones se 
han producido en ciudades de países en desarrollo. Estas 
ciudades son con frecuencia centros económicos que 
contribuyen de manera significativa al producto interior 
bruto, y actúan como centros económicos, políticos, 
sociales y culturales. Como consecuencia, son centros 
de consumo y riqueza y es probable que tengan mayores 
niveles de emisiones de GEI per cápita que las zonas de 
los alrededores.
Mientras que la fabricación ha perdido importancia 
en los países desarrollados, se ha expandido rápidamente 
en algunos países en desarrollo como Brasil, China, India 
y Sudáfrica que, estimulados por cambios económicos 
y geopolíticos, son ahora centros para la fabricación 
global y, por ello, desempeñan un papel cada vez más 
importante en la contribución de las emisiones globales 
de GEI.
Recientemente, China ha superado a EE.UU. como 
el principal emisor de GEI en el mundo, aunque sus 
emisiones per cápita son bastante más bajas. Brasil, China, 
India y Sudáfrica reconocen, aunque el marco regulatorio 
no los obliga por ley, que sus emisiones sustanciales les 
fuerza a tomar un papel más progresivo en negociaciones 
internacionales en materia del clima. 
La responsabilidad de las emisiones urbanas 
obviamente no está distribuida de manera equitativa en 
la población urbana, especialmente en sociedades con 
altos niveles de desigualdad. Una parte significativa de los 
residentes urbanos en los países menos desarrollados y 
países de renta baja tienen niveles muy bajos de emisiones 
de GEI debido a su uso limitado de combustibles fósiles 
y electricidad, y el consumo de bienes y servicios que 
genera emisiones de GEI para su producción y transporte.
CÁLCULO DE LAS EMISIONES 
URBANAS A ESCALA MUNDIAL
Cualquier afirmación general sobre la contribución de 
las zonas urbanas o ciudades a las emisiones de GEI 
debe tratarse con mucho cuidado. No hay una definición 
aceptada mundialmente sobre lo que es una zona urbana 
o ciudad, ni tampoco estándares aceptados globalmente 
para registrar las emisiones producidas en áreas 
subnacionales. Además, no está muy claro el asunto de 
la responsabilidad en los enfoques basados en producción 
o consumo y, por ello, distinguir exactamente cómo las 
zonas urbanas “contribuyen” al cambio climático puede 
ser un proceso bastante subjetivo. 
No obstante, algunos expertos sugieren que 
la proporción de emisiones antropogénicas de GEI 
procedentes de ciudades que utilizan datos sobre la 
producción podría representar entre el 40 y el 70 
por ciento del total, mientras que un cálculo sobre el 
consumo muestra niveles elevados que oscilan entre el 60 
y el 70 por ciento.
FACTORES QUE INFLUyEN 
EN LAS EMISIONES
Como se apuntó en la sección anterior, la contribución 
de las zonas urbanas a las emisiones de GEI en diferentes 
países, e incluso en diferentes zonas urbanas dentro de un 
mismo país, varía mucho. Esto es debido a una variedad 
de factores interrelacionados, incluyendo las diferencias 
en las fuentes de emisión.
Situación geográfica
Diferentes aspectos de la geografía influyen en la 
contribución de las zonas urbanas al cambio climático 
como la situación climática, la altitud y la localización en 
relación con los recursos naturales. La situación climática 
de cualquier zona urbana afecta a la demanda energética 
de calefacción y refrigeración. La situación geográfica con 
respecto a los recursos naturales influye en los fósiles que 
se utilizan para la generación de energía y, por lo tanto, se 
relaciona con los niveles de emisiones de GEI.
Las posibilidades de utilizar fuentes renovables 
de energía, y las reducciones en las emisiones de GEI 
en relación a este tema, tienen que ver también con 
factores de localización. Hay energías renovables que 
dependen por completo de recursos naturales. Por 
LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 29
ejemplo, es necesario disponer de grandes ríos para la 
generación hidroeléctrica. Las energías eólica, geotérmica, 
mareomotriz y la generada por las olas también dependen 
de recursos naturales que existen en determinados 
lugares.
Situación demográfica
La relación entre el crecimiento demográfico y las 
emisiones de GEI es complicado y varía según el nivel 
de análisis. Las extensas variaciones en las emisiones 
nacionales de GEI (ver Gráfico 2) indican que el 
tamaño de la población en sí no es un factor generador 
del calentamiento global. A escala mundial, las zonas 
que experimentan mayores índices de crecimiento 
demográfico son áreas con bajos niveles de emisiones 
per cápita en la actualidad. Del mismo modo, los países 
en desarrollo tienen niveles más bajos de aumento de 
las emisiones de CO2 en comparación con los países 
desarrollados que tienen niveles más bajos de crecimiento 
poblacional.
La composición demográfica de una sociedad 
comprende un amplio abanico de efectos sobre la 
conducta de consumo y las emisiones de GEI. En algunas 
zonas urbanas, las estructuras de edad influirán en las 
emisiones de GEI relacionadas con el uso de la energía. 
La tendencia demográfica hacia núcleos familiares más 
pequeños también ofrece economías de escala reducida 
con el resultado de que el consumo de energía per cápita 
de las viviendas más pequeñas es significativamente 
mayor que en las viviendas más grandes. 
Paradójicamente, el descenso del crecimiento poblacional 
puede producir un aumento de las emisiones, así como 
los niveles más bajos de crecimiento demográfico y las 
viviendas más pequeñas pueden estar asociadas con un 
aumento de viviendas separadas y el aumento de los 
ingresos disponibles para consumo.
Teniendo esto en cuenta, no es el número total de 
personas que viven en zonas urbanas lo que influye en 
la contribución de estas áreas al cambio climático. Más 
bien, es el modo en que se gestionan estas zonas y las 
elecciones que toman los residentes urbanos que viven 
ahí lo que tiene mayores efectos.
Forma urbana y densidad
La forma urbana y la densidad están relacionadas con 
las consecuencias sociales y medioambientales. Por 
una parte, las densidades extremadamente altas de 
muchas ciudades en países en desarrollo, especialmente 
en asentamientos informales y barrios precarios, 
originan mayores riesgos para la salud y altos niveles de 
vulnerabilidad al cambio climático y eventos extremos. 
Por otra parte, las bajas densidades de muchas zonas 
suburbanas en América del Norte están vinculadas a los 
altos niveles de consumo doméstico de energía como 
resultado del crecimiento descontrolado y del gran uso 
del vehículo privado.
Hay pruebas contundentes de que, a escala mundial, 
las densidades urbanas han ido descendiendo en los 
últimos dos siglos, algo que es probable que continúe en 
el futuro. Se calcula que la población total de las ciudades 
en los países en desarrollo se duplique entre 2000 y 
2030, mientras que el tamaño de las zonas edificadas se 
triplicará. 
La forma urbana y la organización espacial 
urbana pueden representar un gran número de 
implicaciones en las emisiones de GEI de la ciudad. 
Las altas concentraciones de las actividades personales 
y económicas en las zonas urbanas pueden conducir a 
economías de escala, proximidad y aglomeración, factores 
que pueden

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