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RESUMEN EJECUTIVO “La edición de este año del Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos de ONU-HABITAT aclara la relación entre los asentamientos urbanos y el cambio climático, y sugiere cómo las ciudades grandes y pequeñas que aún no han adoptado políticas contra el cambio climático pueden empezar a hacerlo... recomiendo este informe a todas las personas preocupadas en mejorar la capacidad de las ciudades para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus impactos”. Extraído del prefacio de BAN KI-MOON, Secretario General de las Naciones Unidas LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: ORIENTACIONES PARA POLÍTICAS INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS 2011 www.earthscan.co.uk Earthscan se esmera para minimizar los impactos causados al medio ambiente PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS publicación para un futuro sostenible Las Ciudades y el Cambio Climático examina los vínculos entre la urbanización y el cambio climático, los impactos potencialmente devastadores del cambio climático en las poblaciones urbanas y las respuestas y prácticas de políticas que están surgiendo en las áreas urbanas. Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en asentamientos urbanos, y la convergencia de la urbanización y el cambio climático amenaza con impactos sin precedentes las economías, la calidad de vida y la estabilidad social. Sin embargo, junto con estas amenazas hay también un conjunto de oportunidades igualmente apremiantes. La concentración de personas, industrias e infraestructura, así como actividades sociales y culturales, actúa como un crisol de innovación – desarrollando modos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar los mecanismos para abordar el problema y reducir la vulnerabilidad frente a los impactos del cambio climático. Este nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT), principal autoridad mundial en asuntos urbanos, muestra cómo las ciudades pueden mejorar su funcionamiento para responder mejor al cambio climático y brindar estrategias prácticas para reforzar su papel como parte de la solución. El Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos 2011 es la evaluación global más autorizada y actualizada sobre las condiciones y tendencias de los asentamientos humanos. Los informes anteriores trataron temas como Las Ciudades en un Mundo Globalizado, El Desafío de los Tugurios, El Financiamiento de Asentamientos Urbanos, Mejoría de la Seguridad Urbana y La Planificación de Ciudades Sostenibles. www.onuhabitat.org LA S CI U D A D ES Y E L CA M BI O C LI M Á TI CO : O RI EN TA CI O N ES P A RA P O LÍ TI CA S • RE SU M EN E JE CU TI VO 0 5 25 75 95 100 LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: ORIENTACIONES PARA POLÍTICAS INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS 2011 Resumen Ejecutivo PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS Resumen ejecutivo Título original: Cities and Climate Change: Global Report on Human Settlements 2011 Primera edición 2011 por Earthscan Copyright © United Nations Human Settlements Programme (UN-Habitat), 2011 [Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, 2011] Una versión electrónica de esta publicación y del informe completo Cities and Climate Change: Global Report on Human Settlements 2011 está disponible en versión original (inglés) en http://www.unhabitat.org/grhs/2011 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación o transmitida de manera alguna ni por ningún medio ya sea electrónico, mecánico, de grabación o de otro tipo sin el previo consentimiento por escrito del editor, sujeto a las sanciones establecidas por las leyes. Earthscan Ltd, Dunstan House, 14ª St Cross Street, Londres, EC1N 8XA, RU Earthscan LLC, 1616 P Street NW, Washington, DC 20036 EE.UU Earthscan publica en colaboración con el International Institute for Environment and Development [Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo] Para más información sobre las publicaciones de Earthscan, visite www.earthscan.co.uk o escriba a earthinfo@earthscan.co.uk. United Nations Human Settlements Programme (UN-HABITAT), 2010 [Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, 2011 (ONU-HABITAT)] Casilla Postal 30030, GPO Nairobi 00100, Kenia Tel: + 254 20 762 3120 Fax: + 254 20 762 3477 / 4266 / 4267 Web: www.unhabitat.org EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD Las denominaciones usadas y la presentación del material de este informe no expresan la opinión de la Secretaría de las Naciones Unidas en lo que se refiere al estado legal de ningún país, territorio, ciudad o área o de sus autoridades. Ni tampoco en lo que se refiere a la delimitación de sus fronteras o límites, ni en lo relacionado con su sistema económico o nivel de desarrollo. Los análisis, conclusiones y recomendaciones del informe no reflejan necesariamente los puntos de vista del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ni de su Consejo de Administración ni de sus Estados Miembro. Composición tipográfica: MapSet Ltd, Gateshead, RU Diseño de la portada: Peter Cheseret Fotos de la portada: Turbinas eólicas en Cleveland, Ohio, EEUU Barrera contra marejadas en Zeeland, Países Bajos, Conductores típicos llevando turistas por la región de los lagos de Houhai,Beijing, China Escenas callejeras, Asmara, Eritrea, Vista aérea de Río de Janeiro, Brasil VERSIÓN EN ESPAÑOL HS Number: HS/027/11S ISBN Number(Series): 978-92-1-131929-3 ISBN Number:(Volume) 978-92-1-132330-6 Traducción: María Barrera Revisión: Manuel Manrique/María Barrera Este libro fue impreso en Río de Janeiro, Brasil, por la Imprenta Acerto. AgrAdecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vii introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iX 1 . LA urbAnizAción y eL desAfío deL cAmbio cLimático . . . . . . . . . . . . . . .13 2 . ciudAdes y eL mArco internAcionAL sobre eL cAmbio cLimático . .18 3 . LA contribución de LAs zonAs urbAnAs AL cAmbio cLimático . . . . .23 4 . Los impActos deL cAmbio cLimático en zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . .31 5 . LAs Acciones de mitigAción deL cAmbio cLimático en zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39 6 . LAs Acciones de AdAptAción AL cAmbio cLimático en zonAs urbAnAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49 7 . concLusión y orientAciones pArA poLíticAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58 referenciAs bibLiográficAs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65 ÍNDICE LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO VII AGRADECIMIENTOS Equipo de Dirección director: Oyebanji O. Oyeyinka. editor Jefe: Naison D. Mutizwa-Mangiza. Autores: Equipo Central de ONU-HABITAT Naison D. Mutizwa-Mangiza, Ben C. Arimah, Inge jensen, Edlam Abera Yemeru y Michael K. Kinyanjui. Autores: Asesores Externos Patricia Romero-Lankao y Daniel M. Gnatz (Capítulos 1, 2 y 7); Sebastian Carney (Capítulo 2); Tom Wilbanks (Capítulo 7); David Dodman, David Satterthwaite y Saleen Huq (Capítulos 3 y 6); Matthias Ruth, Rebecca Gaspar y Andrew Blohm (Capítulo 4); Harriet Bulkeley y vanesa Castán Broto, con la colaboración de Andrea Armstrong, Anne Maassen y Tori Milledge (Capítulo 5); y Christopher Horwood(principal autor del Resumen Ejecutivo). Equipo de Asistenta Técnica (ONU-HABITAT) Nelly Kan´gethe y Naomi Mutiso-Kyalo. Asesores Internacionales (Miembros del Comité Consultivo HS-Net1) Samuel Babatunde Arbola, Louis Albrechts, Suocheng Dong, Ingemar Elander, józsef Hegeüs, Alfonso Iracheta, A. K. jain, Paula jiron, Winnie Mitullah, Aloysius Mosha, Mee Kam Ng, Deike Peters, Debra Roberts, Pamela Robinson, Elliott Sclar, Dina K. Shehayeb, Graham Tipple, Iván Tosics y Belina Yuen. Otros Asesores Internacionales Titilope Ngozi Akosa, Gotelind Alber, Margaret Alston, jenny Crawford, Simin Davoudi, Harry Dimitriou, Will French, Rose Gilroy, Zan Gunn, Cliff Hague, Collin Haylock, Patsy Healey, jean Hillier, Aira Marjatta Kalela, Prabha Kholsa, Nina Laurie, Ali Madanipour, Michael Majale, Peter Newman, Ambe Njoh, john Pendlebury, Christine Platt, Carole Rakodi, Diana Reckien, Maggie Roe, Christopher Rodgers, Mark Seasons, Bruce Stiftel, Pablo Suárez, Alison Todes, Robert Upton, Geoff vigar y vanesa Watson. Asesores (ONU-HABITAT) Sharif Ahmed, Karin Buhren, Maharufa Hossain, Robert Kehew, Cecilia Kinuthia-Njenga, Lucia Kiwala, Rachael M´Rabu, Raf Tuts y Xing Quan Zhang. Equipo Editor (Earthscan Ltd) jonathan Sinclair Wilson, Maíz Ironside y Alison Kuznets. 1 El Comité Consultivo HS-Net está formado por investigadores en el campo de los asentamientos humanos, seleccionados para representar diversas regiones geográficas del mundo. La función principal del Comité Consultivo es aconsejar a ONU-HABITAT sobre el contenido fundamental y la organización del Informe Mundial sobre Asentamientos Humanos. LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO IX Los efectos de la urbanización y del cambio climático están convergiendo en peligrosas direcciones que suponen una seria amenaza para la estabilidad medioambiental, económica y social del mundo. Ciudades y Cambio Climático: Informe Mundial sobre los Asentamientos Humanos, 2011 (Cities and Climate Change: Global Report on Human Settlements 2011) pretende mejorar el conocimiento de los gobiernos y demás interesados en el desarrollo urbano y en el cambio climático sobre la contribución de las ciudades al cambio climático, los impactos del cambio climático en las ciudades y cómo las ciudades están mitigando el cambio climático y adaptándose a él. Lo más importante es que este informe identifica prometedoras medidas de adaptación y mitigación que sirven de apoyo para adoptar alternativas de desarrollo urbano más sostenibles y adaptables. La presente publicación expone que la acción local es indispensable para la puesta en marcha de los compromisos nacionales acordados en las negociaciones internacionales en materia de cambio climático. Sin embargo, la mayoría de los mecanismos dentro del marco internacional sobre el cambio climático están principalmente dirigidos a los gobiernos nacionales y no indican un proceso claro por el cual los gobiernos locales, las partes interesadas y los actores puedan participar. A pesar de estos desafíos, el actual marco multinivel sobre el cambio climático sí ofrece oportunidades para la acción local en el ámbito municipal. Lo esencial del desafío es que los actores necesitan moverse dentro de periodos cortos con el fin de garantizar intereses globales a largo plazo y de gran alcance, lo que puede parecer a lo sumo remoto e imprevisible. Un resultado importante del informe es que la proporción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provocadas por el hombre (o antropogénicas) procedentes de las ciudades podrían estar entre un 40 y un 70 por ciento, según cifras basadas en la producción (p.ej. cifras calculadas añadiendo emisiones de GEI de las entidades situadas en las ciudades). En términos comparativos esta cifra equivaldría a un 60 o 70 por ciento si se utilizara un método basado en el consumo (p.ej. cifras calculadas añadiendo emisiones de GEI procedentes de la producción de todos los bienes consumidos por residentes urbanos, independientemente del punto geográfico de producción). Las principales fuentes de emisión de GEI de las zonas urbanas están relacionadas con el consumo de combustibles fósiles, que incluyen el suministro de energía para la producción eléctrica (principalmente del carbón, el gas y el petróleo), transporte, uso de la energía en locales comerciales y residenciales para la electricidad, la calefacción, la refrigeración y para cocinar, la producción industrial y residuos. No obstante, el informe concluye que es imposible hablar con total certeza sobre la escala de emisiones urbanas ya que no hay un método globalmente aceptado para determinar su magnitud. Además, la gran mayoría de los centros urbanos del mundo no han tratado de llevar a cabo inventarios de las emisiones de GEI. El informe señala que, con el aumento de la urbanización, entender los impactos del cambio climático sobre el medio urbano será un aspecto cada vez más importante. Las pruebas están dando a conocer que el cambio climático presenta desafíos únicos para las áreas urbanas y su creciente población. Estos impactos son resultado de los siguientes cambios climáticos: INTRODUCCIÓN ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 2011X • Días y noches más cálidos y cada vez más calurosos en la mayor parte del área terrestre. • Días y noches menos fríos en muchos puntos del mundo. • Aumento de la frecuencia de periodos calientes/ olas de calor en la mayor parte del área terrestre. • Aumento de la frecuencia de episodios de lluvias torrenciales en la mayor parte del área terrestre. • Aumento de las áreas afectadas por la sequía. • Aumentos de intensidad de la actividad de ciclones tropicales en algunos puntos del mundo. • Aumento del nivel del mar en algunos puntos del mundo. A parte de los riesgos físicos que entraña el cambio climático, algunas ciudades se enfrentarán con dificultades a la hora de proporcionar servicios básicos a sus habitantes. Estos cambios afectarán el suministro de agua, la infraestructura física, el transporte, los bienes y servicios del ecosistema, el suministro de energía y la producción industrial. Las economías locales se verán afectadas y las poblaciones serán despojadas de sus propiedades y sustento. Los impactos del cambio climático serán especialmente duros en las zonas costeras bajas donde se encuentran muchas de las ciudades más grandes del mundo. Aunque representan solo el 2 por ciento del área terrestre total, aproximadamente el 13 por ciento de la población urbana mundial vive en estas zonas, y la mayor concentración está en Asia. Aunque los riesgos del cambio climático a escala local, las vulnerabilidades y la capacidad de adaptación varían en todas las ciudades, las pruebas muestran algunos temas comunes clave. En primer lugar, los impactos del cambio climático podrían tener efecto dominó en muchos sectores de la vida urbana. En segundo lugar, el cambio climático no afecta a todo el mundo por igual en una ciudad, así pues, aspectos como género, edad, raza y riqueza tienen implicaciones en la vulnerabilidad de los individuos y grupos. En tercer lugar, en cuanto a la planificación urbanística, la falta de ajuste de códigos y patrones de zonificación y construcción con vistas al futuro podría limitar las posibilidades de adaptación de la infraestructura y colocar en riesgo vidas y bienes. En cuarto y último lugar, los impactos del cambio climático pueden ser de larga duración y extenderse por todo el mundo. De cara al futuro y haciendo una revisión global de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático tomadas por las ciudades de todo el mundo, el informe hace especial hincapié en la idea de que hay que acogerse a diversos principios que son fundamentales para lograr un enfoque integrado y multilateral para combatir el cambio climático a escala urbana: • Ninguna política de mitigación y adaptación es igualmente apropiada para todas las ciudades. •Sería recomendable usar un enfoque de gestión de oportunidades /riesgos desde una perspectiva de desarrollo sostenible teniendo en cuenta no solo las emisiones sino también los riesgos que están presentes en un gran abanico de posibles futuros climáticos y socio-económicos. • Las políticas deberían resaltar, apoyar y recompensar las “sinergias” y “co-beneficios” (p.ej. lo que las políticas puedan hacer para lograr tanto objetivos de respuesta al cambio climático como de desarrollo). • Las políticas del cambio climático deberían tratar problemas y necesidades a corto y largo plazo. • Las políticas deberían incluir nuevos enfoques que apoyen la actuación multiescala y multisectorial, según las diferentes expectativas de una amplia gama de participantes. El informe propone tres áreas principales en las que la comunidad internacional puede basar y lograr acciones más eficaces de mitigación y adaptación a escala urbana: LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO XI • Los recursos económicos deben estar a disposición de los participantes locales (p.ej. para la adaptación al cambio climático en ciudades vulnerables, para invertir en una cartera de opciones de energía alternativa y en alianzas de mitigación entre los gobiernos locales y las organizaciones del sector privado local). • Debe mejorar la carga burocrática en el acceso local al entorno internacional, y la comunidad internacional debe ayudar a establecer una comunicación directa y canales de responsabilidad entre los actores locales y los donantes internacionales. • El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales deberían hacer más accesible los datos científicos del cambio climático y las opciones para las acciones de mitigación y adaptación, incluyendo los datos basados en los efectos futuros y actuales del clima en centros urbanos, en las alternativas de mitigación y adaptación a escala urbana, y en los costos, beneficios, posibilidades y límites de estas opciones. Con respecto al plano nacional, el informe sugiere que los gobiernos nacionales empleen los siguientes mecanismos con el fin de lograr las acciones de adaptación y mitigación en el entorno local: • Participar en el diseño e implementación de estrategias nacionales de mitigación y en el plan de adaptación. • Ofrecer devolución y exención de impuestos y otros incentivos para inversiones en fuentes de energía alternativas, electrodomésticos de consumo eficiente e infraestructura, casas y dispositivos a prueba del cambio climático entre otras acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. • Apoyar las respuestas apropiadas al cambio climático (p.ej. rediseñar políticas aprobadas cuando se tenían otros asuntos en mente o en periodos previos al cambio climático, como las políticas de protección contra inundaciones que puedan generar adaptaciones incorrectas). • Participar en la coordinación y organización entre las entidades sectoriales y administrativas (p.ej. asegurarse de que las decisiones tomadas por una ciudad para proteger las zonas costeras con barreras no tengan efectos en las cuencas que proporcionan agua dulce, o en la ecología de humedales que es importante para el tejido económico de esta y otras ciudades del interior). • Establecer alianzas con actores no gubernamentales para compartir riesgos (p.ej. los gobiernos nacionales podrían trabajar con compañías de seguro privadas para ofrecer una protección a cada ciudad sin exigir una inversión considerable con el fin de reducir riesgos de un tipo específico de amenaza de baja probabilidad). • Anticiparse y pensar en la posibilidad de impactos y necesidades de adaptación a largo plazo, mucho más considerables que aquellos que se esperan para las próximas décadas. Para el entorno local, el informe sugiere, en líneas generales, que los legisladores urbanos comiencen a concientizarse de las aspiraciones y preferencias de desarrollo local, conocimiento local de las necesidades y opciones, realidades locales que determinen las elecciones y posibilidades locales para la innovación. En este contexto, las autoridades urbanas locales deberían: • Definir su visión de desarrollo futuro y encontrar modos de relacionar las respuestas al cambio climático con las aspiraciones de desarrollo urbano. • Ampliar el campo de actuación y participación comunitarias por parte de los representantes del sector privado, barrios (especialmente, los pobres) y grupos de base popular, así como todos los líderes de opinión con el fin de asegurar una serie de perspectivas más generales. • Con el uso de un procedimiento participativo e incluyente, las ciudades deberían llevar a cabo evaluaciones para identificar riesgos comunes y diferenciados para sus planes de desarrollo urbano y sus diferentes sectores demográficos, y tomar decisiones sobre objetivos y modos de reducir esos riesgos. ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 2011XII Para lograr políticas más eficaces, los gobiernos locales necesitan ampliar el ámbito de actuación, la responsabilidad y la eficacia de la participación y el compromiso con las organizaciones no gubernamentales (ONG), como grupos comunitarios de base popular, el sector académico, el sector privado y los líderes de opinión. Un compromiso eficaz con las ONGs puede cumplir con múltiples propósitos: • Llegar a ser una fuente de opciones innovadoras así como una fuente de información importante tanto de carácter local como científico. • Permitir a los participantes entender y mediar en las diversas perspectivas e intereses que entran en juego. • Proporcionar un apoyo general para la toma de decisiones y promover conocimiento sobre las causas de emisión y vulnerabilidades así como las opciones de mitigación y adaptación logradas. • Las colaboraciones con el sector privado y las ONGs tienen una gran relevancia en este contexto. Por ejemplo: • Los recursos de las organizaciones privadas internacionales, nacionales y locales pueden movilizarse para invertir en el desarrollo de nuevas tecnologías, en viviendas de protección oficial e infraestructuras a prueba del cambio climático, y ayudar en el desarrollo de las evaluaciones de riesgo del cambio climático. • La amplia experiencia de las ONGs en el contexto del cambio climático, que va de la concientización sobre este fenómeno a la ayuda educativa y humanitaria, debería tener una buena acogida. Los aportes y perspectivas de estas organizaciones pueden aprovecharse para ayudar a desarrollar un plan de desarrollo urbano más integrado. Finalmente, el informe propone que deberían crearse organizaciones de supervisión de base amplia, como comités consultivos que representen los intereses de todos los actores, para ayudar a evitar el peligro de que los intereses privados o sectarios puedan tergiversar la acción local (p.ej. invirtiendo en tecnologías, infraestructuras y viviendas que solo benefician a una minoría, usurpando los beneficios de los fondos de grupos de base popular). Esto afecta principalmente a las áreas urbanas en países que han sufrido un fuerte control centralizado en manos de las élites locales y agentes del estado, pero el principio de supervisión general puede y debería practicarse en todas partes. En muchos pueblos y ciudades, especialmente en los países en desarrollo, aún lidian con los desafíos de cómo organizar las estrategias para luchar contra el cambio climático, cómo tener acceso a los fondos internacionales para el cambio climático, y cómo aprender de las ciudades pioneras. Creo que este informe global representará un punto de partida para estos pueblos y ciudades. En rasgos generales, considero que este informe contribuirá a aumentar la conciencia global sobre el papel tan importante que las ciudades pueden y deberían desarrollar para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y para adaptarse al cambioclimático. Dr. Joan Clos Subsecretario General y Director Ejecutivo Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos ONU-HABITAT LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 13 LA URbANIzACIÓN y EL DESAfÍO DEL CAMbIO CLIMáTICO 1 La humanidad se enfrenta a una amenaza muy peligrosa. Los efectos de la urbanización y del cambio climático, alimentados por dos poderosas fuerzas humanas que han sido desencadenadas por el desarrollo y la manipulación del medio ambiente en la era industrial, están convergiendo en peligrosas direcciones. Los resultados de esta convergencia amenazan causar impactos negativos sin precedentes en la calidad de vida y en la estabilidad económica y social. Sin embargo, junto con estas amenazas surge también una serie de oportunidades que llaman igualmente la atención. Aunque es probable que las áreas urbanas, con sus altos niveles de concentración demográfica, industrias e infraestructuras, sufran los efectos más duros del cambio climático, la urbanización también ofrecerá muchas oportunidades para desarrollar estrategias cohesivas de mitigación y adaptación con el fin de enfrentar el cambio climático. Las poblaciones, las empresas y las autoridades de los centros urbanos desempeñarán un papel fundamental en el desarrollo de estas estrategias. Mientras algunas ciudades se están haciendo cada vez más pequeñas, muchos centros urbanos están presenciando un crecimiento demográfico rápido y descontrolado, lo que está provocando una una urbanización acelerada. Gran parte de este crecimiento ocurre en los países en desarrollo y está concentrado en asentamientos informales y barrios precarios. Por eso, las áreas urbanas que están creciendo más rápido son también aquellas que cuentan con menos recursos para enfrentar el cambio climático. Estas zonas tienen a menudo altos déficit de gobernabilidad, infraestructura e igualdad social y económica. Dado que el cambio climático se está presentando a un ritmo vertiginoso, la magnitud de muchas de las amenazas a las áreas urbanas está creciendo. Estos impactos afectarán de un modo desproporcionado a los pobres urbanos tanto de países en desarrollo como de los desarrollados. La destrucción de la propiedad y la pérdida de vidas en zonas costeras y en otras partes obviamente no las padecerán únicamente los más pobres, pero los sectores acomodados de la población estarán mucho mejor protegidos por los seguros así como por el hecho de poder gozar de ventajas políticas y económicas. Los efectos de la urbanización y del cambio climático están convergiendo en peligrosas direcciones © Nicholas Homrich / iStock ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201114 TABLA 1 POBLACIÓN URBANA EN DIFERENTES ECOZONAS, POR REGIÓN (2000 y 2025) Ecozona Año Población urbana (%) África Asia Europa América del Norte Oceanía Sudamérica Mundo Costera 2000 2025 62 73 59 70 83 87 85 87 87 90 86 92 65 74 Costera de poca elevación 2000 2025 60 71 56 68 80 85 82 86 79 83 82 90 61 71 Cultivada 2000 2025 38 48 42 55 70 75 75 81 67 72 67 80 48 59 Tierra seca 2000 2025 40 51 40 51 66 70 78 84 49 60 61 75 45 55 Forestal 2000 2025 21 31 28 41 53 59 64 72 36 40 53 68 37 47 Aguas continentales 2000 2025 51 62 47 58 78 82 84 88 77 80 71 83 55 64 Montaña 2000 2025 21 30 27 40 46 53 50 60 11 13 54 67 32 43 Media del continente 2000 2025 36 47 42 55 69 75 74 80 66 70 66 78 49 59 Fuente: Bark et at, 2009 URBANIZACIÓN y CAMBIO CLIMÁTICO Es importante entender las fuerzas que determinan el crecimiento mundial de las zonas urbanas para que se pueda mitigar el cambio climático y sobrellevar sus inevitables consecuencias: • El ritmo o la urbanización en el mundo actual no tienen precedentes. Entre 1950 y 2011 la población urbana aumentó casi cinco veces. • Los mayores niveles actuales de urbanización se están alcanzando en los países menos desarrollados, seguidos por el resto de países en desarrollo, lo que representa tres cuartas partes de la población urbana mundial. • Mientras que la población de algunas ciudades está disminuyendo, el número de grandes ciudades y el tamaño de las ciudades más grandes del mundo están aumentando debido al nuevo crecimiento urbano que está teniendo lugar en las áreas urbanas más pequeñas. • Las empresas, los vehículos y las poblaciones de áreas urbanas son fuentes clave de gases de efecto invernadero (GEI), y, por eso es de vital importancia entender la dinámica de generación de los GEI en áreas urbanas. • Las ciudades son centros de diversas innovaciones que podrían contribuir a reducir o mitigar las emisiones, adaptarse al cambio climático y mejorar la sostenibilidad y la capacidad de adaptación. • La dinámica de los centros urbanos está estrechamente relacionada con la geografía, incluyendo el clima y la situación en relación con los recursos naturales. Muchos riesgos relacionados con el clima, ya presentes en áreas urbanas (ver Tabla 1 y Gráfico 1), empeorarán a medida que el cambio climático progrese y riesgos como el aumento de la temperatura, patrones climáticos cada vez más duros, aumento del nivel del mar, intrusión salina y tormentas más intensas se convertirán en las realidades cotidianas para las poblaciones pobres y vulnerables en centros urbanos. Sin embargo, la urbanización no solo representa riesgos, ya que ciertos patrones del desarrollo urbano pueden aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático. LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 15 LA PRUEBA DEL CAMBIO CLIMÁTICO: IMPLICACIONES PARA LOS CENTROS URBANOS No se puede negar que el clima terrestre es cada vez más cálido. Los modelos y observaciones a nivel global y continental lo dejan claro, así como el trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). De acuerdo con estos datos, hubo un aumento de 0,74º C entre 1906 y 2005. Los centros urbanos han desempeñado un papel clave en este proceso, aunque el alcance de su papel no está aún totalmente claro. Las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la contaminación industrial a gran escala, la deforestación y los cambios en el uso del suelo, entre otras, han llevado a una acumulación de los GEI en la atmósfera junto con una reducción de la capacidad de los océanos y de la vegetación de absorber estos gases. Esto ha reducido la habilidad natural de la Tierra para restablecer el equilibrio al ciclo del carbono, lo que está ocasionando los cambios globales actuales en las temperaturas medias. Los tipos más importantes de GEI producidos por el hombre son: CO2, metano, óxido nitroso, halocarbonos y otros gases fluorados. Estos gases no tienen el mismo efecto en el cambio climático, pues a menudo se describen utilizando su valor equivalente de CO2 (CO2eq), lo que representa una herramienta de gran utilidad para comparar emisiones. No todos los países han contribuido de igual forma al calentamiento global. Los países en desarrollo generaron solo un 25 por ciento de las emisiones per capita de los GRÁFICO 1: LAS CIUDADES EN RELACIÓN CON LOS ACTUALES PELIGROS DEL CAMBIO CLIMÁTICO NOtA: Las zonas urbanas incluidas en este mapa tienen una población superior a un millón. El riesgo de peligro representa un nivel acumulativo basado en el riesgo de ciclones, inundaciones, desprendimientos de tierra y sequías. La puntuación de “0” indica “riesgo bajo” “10”, “riesgo alto”. Fuente: Con base en de Sherbinin et al, 2007, Figura 1. países desarrollados. Un grupo de países desarrollados y los principales países de economía emergente son los grandes responsables por el total de las emisiones de CO2. Estas contribuciones desiguales ocupan el centro de los temas de justicia internacional sobre el medio El crecimiento urbano descontrolado está contribuyendo a mayores emisiones de GEI © Chad Ehlers / AlamyONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201116 ambiente y de los desafíos de la comunidad global para encontrar soluciones eficaces y equitativas. La humanidad, por lo tanto, enfrenta principalmente dos desafíos que los centros urbanos pueden ayudar a tratar: es necesario adaptarse al cambio climático, pero también es necesario mitigar las fuerzas de origen humano que lo están produciendo. Concretamente, las zonas urbanas pueden ayudar a lograr una vía de desarrollo que mantendría los aumentos de la temperatura media global de 2 a 2.4º C sobre niveles preindustriales. De este modo, se seguiría cumpliendo con el objetivo trazado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Artículo 2. MARCO PARA EXPLORAR LA RELACIÓN ENTRE LAS ZONAS URBANAS y EL CAMBIO CLIMÁTICO El análisis de cómo los centros urbanos contribuyen al cambio climático requiere comprender cómo el transporte, los sistemas de calefacción y refrigeración, las industrias y otras actividades urbanas e infraestructuras actúan tanto como emisores como causas directas del cambio climático. Los centros urbanos crean dos categorías principales de impactos sobre el ciclo del carbono y el sistema climático, concretamente cambios relacionados con la emisión de aerosoles, GEI y residuos sólidos, y cambios relacionados con el uso del suelo. En las ciudades, la contribución de las diferentes poblaciones, actividades económicas e infraestructuras al calentamiento global es diferente debido a diversos factores relacionados entre sí que determinan los patrones del consumo de energía y las emisiones de GEI, unos modelos a los que los recursos climáticos y naturales, y la base económica de una ciudad dan forma de manera significativa. Además, en repetidas ocasiones se ha reconocido el bienestar económico como un importante factor de las emisiones de GEI, además del tamaño, crecimiento, estructura y densidad de la población urbana. Algunos estudios apuntan al hecho de que las injusticias de género existen tanto en el consumo de energía como en las emisiones de GEI, y que las diferencias están relacionadas no sólo con la riqueza sino también con el comportamiento y las actitudes. Los estudios muestran que existe una correlación entre la densidad demográfica y las emisiones atmosféricas de GEI. Los desarrollos urbanos compactos y mixtos El aumento del consumismo de las elites urbanas conduce a las emisiones de GEI © Mark Henley / Panos LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 17 han aportado generalmente beneficios en materia de emisiones de GEI. El desarrollo urbano puede provocar una mayor vulnerabilidad a los peligros climáticos, pero centrarse únicamente en la exposición de los asentamientos urbanos a los peligros de este hecho sin precedente es insuficiente para comprender los efectos del cambio climático. También, es necesario prestar atención a la capacidad de adaptación urbana, el desarrollo, la igualdad socio-económica y de género, y las estructuras de gobernabilidad como determinantes clave de la capacidad de adaptabilidad y las acciones reales de adaptación. No todos los segmentos demográficos de las poblaciones urbanas se ven igualmente afectados por los peligros que el cambio climático ha empeorado. La capacidad de las diferentes poblaciones urbanas para saber llevar la situación o adaptarse a ella está influenciada no solo por la edad y el género, sino también por una combinación de otros muchos factores incluyendo el capital humano, económico, físico, natural y social. Las pruebas muestran que, mientras los grupos más ricos son menos vulnerables, las mujeres, los ancianos, los niños, los grupos minoritarios y los pobres urbanos son especialmente vulnerables. ORGANIZACIÓN DEL INFORME El informe está organizado de la siguiente manera: • El capítulo 2 se centra en el marco internacional sobre el cambio climático y en las implicaciones, oportunidades y desafíos propuestos para la acción urbana. • El capítulo 3 analiza la contribución de las zonas urbanas al cambio climático. • El capítulo 4 describe cómo el cambio climático podría agravar las dificultades físicas, sociales y económicas vividas actualmente por las ciudades. • El capítulo 5 se centra en la mitigación del cambio climático y presenta un análisis comparativo de tendencias emergentes en las respuestas de mitigación de zonas urbanas. • El capítulo 6 muestra la adaptación urbana al cambio climático y examina los papeles relativos y colaboraciones potenciales entre las partes interesadas. • El capítulo 7 resume los principales resultados del informe, mostrando las limitaciones, dificultades y oportunidades para las acciones de mitigación y adaptación. Los efectos del cambio climático afectarán de un modo desproporcionado a los pobres urbanos. © Mark Edwards / Still Pictures ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201118 CIUDADES y EL MARCO INTERNACIONAL SObRE CAMbIO CLIMáTICO2 Las reacciones al desafío que representa el cambio climático están teniendo lugar en el contexto de un marco internacional que define las actuaciones y decisiones relacionadas en todos los niveles. Este marco se define aquí como el conjunto de acuerdos, mecanismos, instrumentos y actores que gobiernan y dirigen la acción global contra el cambio climático. La estructura general de este marco es compleja y multidimensional. Mientras los acuerdos negociados por gobiernos nacionales como la CMNUCC y el Protocolo de Kyoto siguen siendo aspectos cruciales del marco, no representan los únicos mecanismos que rigen la actuación contra el cambio climático. Las ciudades desempeñan un papel de vital importancia en la implementación y logro de los compromisos dentro del marco internacional sobre el cambio climático. También pretenden obtener beneficios de las oportunidades creadas por este marco para las respuestas locales al cambio climático. Sin embargo, muchos responsables por la toma de decisión a nivel municipal carecen de un conocimiento práctico de las oportunidades y limitaciones relacionadas con las opciones internacionales de financiación, incluyendo aquellas establecidas como parte de la CMNUCC. LA CONVENCIÓN MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO El objetivo fundamental de la CMNUCC es estabilizar las concentraciones globales de GEI a niveles que evitarían la interferencia del ser humano en el sistema climático. Estos esfuerzos por frenar las emisiones están basados en unas normas explícitas e implícitas que se han convertido en puntos esenciales para el régimen internacional sobre el clima. Entre los principios más importantes de estas normas están el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades” y el “principio de precaución”, fundamento por el cual, incluso sin una certeza científica plena, los países están obligados a anticiparse, prevenir o minimizar las causas del cambio climático y mitigar sus efectos adversos. Los países signatarios de la CMNUCC deben proporcionar inventarios de manera regular sobre sus emisiones de GEI, teniendo 1990 como año base para estas tabulaciones. En 1997, los principios de la CMNUCC finalmente se tradujeron en compromisos legalmente vinculantes mediante el Protocolo de Kyoto. Además de intentar reducir las emisiones, la CMNUCC también pretende apoyar las actividades de adaptación en los países en desarrollo a través de mecanismos especializados de financiación para la adaptación: Fondo Especial para el Cambio Climático, Fondo para los Países Menos Desarrollados y el Fondo para la Adaptación (ver Cuadro 1). CUADRO 1: MECANISMOS DE FINANCIACIÓN DE LA CMNUCC El Fondo Especial para el Cambio Climático se creó para financiar proyectos relacionados con la adaptación, transferencia de tecnología, desarrollo de la capacidad, energía, transporte, industria, agricultura,silvicultura, gestión de residuos y diversificación económica. El Fondo para los Países Menos Desarrollados tiene como objetivo ayudar a los 48 países menos desarrollados a preparar e implementar “Programas Nacionales de Adaptación para la Acción” a través de los cuales se identifican las actividades de adaptación más importantes para la financiación. El Fondo para la Adaptación se estableció para financiar proyectos y programas de adaptación en los países en desarrollo, especialmente vulnerables a los impactos del cambio climático. Los recursos para su financiación vendrán de un impuesto de 2 por ciento en todos los proyectos de “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (Ver Cuadro 2). LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 19 CUADRO 2: LOS 3 MECANISMOS DE FLEXIBILIDAD DEL PROTOCOLO DE KyOTO • El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) permite que los proyectos de reducción de las emisiones en los países en desarrollo consigan créditos de reducción certificada de emisiones que pueden canjearse o venderse. • El Mecanismo de Aplicación Conjunta permite a los países desarrollados invertir en proyectos de reducción de las emisiones en otros países desarrollados. De este modo, el país inversor puede obtener “unidades de reducción de emisiones” a partir de un proyecto de eliminación o reducción de las emisiones en otro país desarrollado, lo que puede ayudarle a conseguir su objetivo de Kyoto. • El Comercio de Derechos de Emisión permite que los países desarrollados que superen su límite de emisiones lo contrarresten comprando “créditos” de países que emitan por debajo de su límite. Durante el periodo de cinco años comprendido entre 2008 y 2012, los países que no superen su cuota de emisión podrán vender su cuota excedente a los países que superen los niveles de emisión. EL PROTOCOLO DE KyOTO El Protocolo de Kyoto entró en vigor el 16 de febrero de 2005. Según este acuerdo internacional, los países desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones totales de GEI hasta un 5 por ciento por debajo de los niveles de 1990 durante el periodo 2008-2012. Después de que Australia ratificara el protocolo en 2007, Estados Unidos es el único país desarrollado que no lo ha ratificado. Aunque se espera que los países cumplan con sus objetivos de mitigación principalmente a través de los programas nacionales, el protocolo también les permite reducir sus emisiones mediante tres mecanismos flexibles que reciben el nombre de “Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)”, “Mecanismo de Aplicación Conjunta” y “Comercio de Derechos de Emisión” (ver Cuadro 2). La gran incertidumbre actual es si la comunidad internacional será capaz de alcanzar un acuerdo legalmente vinculante para sustituir el Protocolo de Kyoto que expira en 2012. El fracaso de este objetivo supondría futuras fragmentaciones del marco global para la lucha contra el cambio climático. OTROS ACUERDOS EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO Las últimas dos décadas han presenciado la multiplicación de otros mecanismos y actores regionales, nacionales y locales (p.ej. las ciudades) que responden a las dificultades impuestas por el cambio climático. Estos incluyen iniciativas de entidades multilaterales y bilaterales, niveles subnacionales de gobierno, grupos de base popular, empresas privadas, organizaciones no gubernamentales (ONG) y particulares. Ámbito internacional Las Naciones Unidas es uno de los actores clave en la lucha contra el cambio climático en el ámbito internacional. Además de su trabajo en la CMNUCC y el IPCC (ver Cuadro 3), varios de sus programas y otras Progreso lento en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático © Kristian Buus / Greenpeace / Alamy ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201120 entidades están contribuyendo con la acción global para actuar contra este hecho sin precedentes. Las Naciones Unidas ha desempeñado un papel primordial en dirigir y coordinar internacionalmente los pasos que se deben seguir. También, ha estado al frente de la generación de conocimiento científico sobre el cambio climático para apoyar negociaciones internacionales y la elaboración de políticas basadas en pruebas. Entidades como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente o la Organización Meteorológica Mundial han participado activamente en varias iniciativas globales y nacionales, junto con otras intervenciones y campañas que están llevando a cabo ONU-HABITAT, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización para la Agricultura y la Alimentación, entre otros. Las Naciones Unidas también han desempeñado un papel destacado en temas relacionados con la gestión de riesgo de desastres, algo primordial en los esfuerzos de adaptación al cambio climático. La Estrategia Internacional de Reducción de Desastres, adoptada en el año 2000, es un sistema de alianzas entre organizaciones locales, nacionales, regionales e internacionales con el objetivo de reducir el riesgo de desastres en el mundo. Otras instituciones multilaterales están adquiriendo gran importancia en la adaptación y mitigación del cambio climático en diferentes niveles. Se han convertido en una fuente destacada de ayuda Las reivindicaciones por acciones gubernamentales contra el cambio climático están en auge. © Steve Forrest / Panos económica y técnica para la acción contra el cambio climático en los países en desarrollo. El Instituto del Banco Mundial está implementando actividades sobre el cambio climático para desarrollar en ciudades a través de diversos mecanismos e iniciativas, incluyendo el “Carbon Finance Assist Programme”; el programa “Carbon Finance Capacity Building” para nuevas megaciudades; el Grupo de Trabajo de Alcaldes sobre Pobreza Urbana y Cambio Climático; el “Marco de Inversión de Energía Limpia”; el “Macro Estratégico”; y el “Fondo de Inversión en el Clima”. Los bancos regionales de desarrollo, como el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo, son también actores multilaterales clave en la lucha contra el cambio climático, llevando a cabo sus propias iniciativas. El Banco Europeo de Inversiones, con un enfoque más concentrado en el ámbito de los estados miembro de la Unión Europea, ha desempeñado un papel fundamental al respaldar las acciones contra el cambio climático a través de la mitigación, adaptación, investigación, desarrollo e innovación, transferencia de tecnología, cooperación y apoyo a los mercados de carbono. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) también ha estado trabajando en asuntos relacionados con el cambio climático durante casi tres décadas, concretamente en los análisis económicos y de políticas. LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 21 CUADRO 3: EL PANEL INTERGUBERNAMENTAL DE CAMBIO CLIMÁTICO El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) fue creado en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con el fin de mantener informados a todos los gobiernos sobre los temas relacionados con el cambio climático. Los 194 países miembros del IPCC se reúnen una vez al año en sesiones a las que también acuden otras instituciones y organizaciones observadoras. La Resolución 43/53 de diciembre de 1988 de la Asamblea General de las Naciones Unidas establece que la función del IPCC es “proporcionar evaluaciones científicas coordinadas de la magnitud, ritmo e impacto medioambiental y socio-económico del cambio climático y estrategias de actuación”. El IPCC analiza información científica y socioeconómica sobre el cambio climático y sus efectos, y evalúa las opciones de mitigación y adaptación. Hasta la fecha, el IPCC ha elaborado regularmente informes científicos exhaustivos sobre el cambio climático. El Primer Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 1990, indicó que los niveles de GEIproducidos por el hombre estaban aumentando en la atmósfera y predijo que este crecimiento agravaría el calentamiento global. También, mostró la necesidad de una plataforma política donde los países trataran las consecuencias del cambio climático, lo que desempeñaría un papel primordial en la creación de la CMNUCC. Tanto el Segundo Informe de Evaluación (1995) como el Tercer Informe de Evaluación (2001) establecieron nexos más fuertes entre la actividad humana y el cambio climático, y así se reforzaron las iniciativas para la negociación del Protocolo de Kyoto. El Cuarto Informe de Evaluación (2007), el último que se ha publicado, señaló que las pruebas del calentamiento global son “inequívocas” y previó un aumento de las temperaturas de 1,8º C a 4,0º C en 2100. Actualmente, el IPCC está elaborando el Quinto Informe de Evaluación que se publicará en 2014. En los últimos años, han surgido diversas iniciativas bilaterales para tratar el cambio climático. Uno de los mayores fondos de este tipo es la “Asociación Tierra Fresca” de japón junto con el “Fondo de Transformación Ambiental” del Reino Unido y la “Iniciativa Internacional de Protección del Clima” promulgada por Alemania. La Unión Europea trabaja en temas sobre el cambio climático, principalmente a través de la “Alianza Mundial contra el Cambio Climático”. Mientras que los fondos bilaterales están apoyando de manera activa las acciones para hacer frente al cambio climático en los países en desarrollo, muchos se consideran como parte de la ayuda oficial de desarrollo que dan los donantes y, en algunos casos, los fondos son préstamos en vez de subvenciones. También, han ido surgiendo acuerdos para actuar frente al cambio climático en el ámbito regional. Un ejemplo es la “Alianza Asia y Pacífico para el Desarrollo Limpio y el Clima”, una alianza entre los siete países principales de la región de Asia y el Pacífico. Otro ejemplo de cooperación regional es el “Régimen de Comercio de los Derechos de Emisión de la Unión Europea”, el mayor régimen multinacional de comercio de las emisiones de GEI en el mundo, abarcando 25 países. Su objetivo es ayudar a los países a cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones tal y como está establecido en el Protocolo de Kyoto. Ámbito Nacional Los gobiernos nacionales tienen la responsabilidad primordial de firmar acuerdos internacionales, frenar las emisiones de GEI y actuar ante los desastres ocasionados por el cambio climático. Países como los EE.UU. y China no han mostrado todo su apoyo a las políticas internacionales sobre el clima, pero han establecido sólidas iniciativas nacionales sobre el cambio climático. Otros como el Reino Unido y Alemania han sido promotores fundamentales de las políticas en materia del clima e introducido una serie de políticas para lograr reducciones a largo plazo. Sin embargo, las estrategias de mitigación así como los planes de adaptación y de gestión de desastres olvidan incluir las zonas urbanas. Los países en desarrollo aún están por detrás de los países desarrollados en cuanto a la actuación para frenar el cambio climático, aunque cada vez más países de este grupo están adoptando programas para luchar contra este fenómeno. Ámbito estatal / provincial Los gobiernos nacionales no son capaces de cumplir con sus compromisos internacionales para tratar la mitigación y adaptación sin una acción localizada. Ya los gobiernos subnacionales en el ámbito estatal / provincial están desempeñando un papel cada vez más importante para mitigar y adaptarse al cambio climático. Las redes de políticas, los líderes políticos y los grupos de investigación han sido fundamentales en promover una agenda política en materia del clima en sus países. Sin embargo, en términos generales, la elaboración de políticas se ha visto limitada por dos grupos de factores institucionales: el problema de la fragmentación en la gobernabilidad local y la falta de capacidad institucional. Ámbito local / urbano Aunque el Protocolo de Kyoto no señala explícitamente el papel de las ciudades y los gobiernos locales con respecto al cambio climático, los actores municipales ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201122 están tomando parte en estrategias, proyectos y programas en materia del clima. Las ciudades cada vez están más involucradas en las redes internacionales de ciudades, lo que representa una forma de gobierno medioambiental a diferentes niveles más allá de las fronteras nacionales y con la cooperación de múltiples participantes gubernamentales, del sector privado, de organizaciones sin ánimo de lucro y de otros actores de la sociedad civil (ver Cuadro 4). Las redes nacionales de ciudades también han sido importantes en el desarrollo de la capacidad municipal en países donde los gobiernos nacionales no han logrado emprender ninguna acción. En líneas generales, la mayoría de las redes de ciudades se han centrado en la mitigación del cambio climático, aunque la adaptación ha recibido especial atención en los últimos años. Sin embargo, las redes han tenido un efecto desigual, con pruebas que sugieren que han tenido más importancia a la hora de desarrollar la capacidad de aquellos municipios que ya están llevando a cabo actuaciones destacadas para combatir el cambio climático, y que, aunque el respaldo político y las funciones de transferencia de conocimiento que dichas redes llevan a cabo sea de gran utilidad, sus efectos pueden verse limitados por la falta de recursos para implementar programas. Además de las autoridades municipales, los particulares, las organizaciones domésticas y comunitarias así como otros actores locales tienen una importante función que desempeñar tanto en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático como en las actividades de mitigación y adaptación en la ciudad. El sector privado también cumple una función importante en los esfuerzos para lograr frenar las emisiones de GEI con un creciente número de compañías del sector privado que consideran cómo mitigar las emisiones por medio de la transformación de sus prácticas laborales y desempeñando un papel clave en la fijación de inversiones en infraestructuras a prueba del cambio climático, servicios energéticos y otros sectores urbanos. De hecho, la capacidad urbana para hacer frente al cambio climático está adquiriendo una mayor forma debido a las alianzas entre actores públicos, privados y de la sociedad civil. El potencial del marco internacional sobre el cambio climático para la acción local Un factor importante que restringe el uso de los mecanismos de los actores urbanos dentro del marco internacional sobre el cambio climático es aquel que indica que dichos mecanismos están dirigidos principalmente a los gobiernos nacionales y no indican un proceso claro por el cual las zonas urbanas y los actores puedan participar. Como consecuencia, puede resultar problemático colocar las prioridades urbanas en un nivel más destacado de las agendas políticas nacionales. Otro desafío de mayor importancia para que las autoridades locales aprovechen el marco internacional sobre el cambio climático con el fin de implementar acciones para combatirlo en el ámbito local es que se vean arrolladas por prioridades contrarias. Además, existen desajustes entre el problema ambiental y los plazos de elaboración de políticas locales. Dado que muchas de las relaciones causa y efecto son de largo plazo y prácticamente irreversibles, es necesario establecer pautas que vayan más allá de la ocupación, el poder administrativo e incluso la vida de la mayoría de los actuales responsables y otras partes interesadas. CUADRO 4: PRINCIPALES REDES INTERNACIONALES DE CIUDADES E INICIATIVAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO • ICLEI – Gobiernos locales para la sostenibilidad. • El Grupo de Liderazgo de Grandes Ciudades (también conocido como C40). • Iniciativa Clinton por el Clima. • ConsejoMundial de Alcaldes por el Cambio Climático. • Ciudades y Gobiernos Locales Unidos. • Alianza del Clima. • La Red de Resistencia al Cambio Climático en las Ciudades de Asia. • El Pacto de los Alcaldes.El MDL ofrece importantes posibilidades para proyectos urbanos en sectores como el de reciclaje de residuos © UK Stock Images Ltd / Alamy LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 23 LA CONTRIbUCIÓN DE LAS zONAS URbANAS AL CAMbIO CLIMáTICO 3 Hay varias razones por las cuales es importante tener en cuenta la contribución de las áreas urbanas al cambio climático. En primer lugar, un gran abanico de actividades que contribuyen directamente con las emisiones de GEI como el transporte, la generación de energía y la producción industrial están relacionadas con las ciudades y su funcionamiento. Los centros urbanos también dependen de la circulación de alimentos, agua y bienes de consumo que pueden provocar emisiones de GEI desde áreas que se encuentran fuera de la ciudad. En segundo lugar, medir las emisiones que proceden de diferentes ciudades proporciona una base de comparación y crea el potencial para la competición interurbana y cooperación para reducir las emisiones. En tercer lugar, un análisis de la contribución de las ciudades al cambio climático es el primer paso fundamental en identificar posibles soluciones así como la correcta distribución de las responsabilidades. En último lugar, y relacionado con el tema de la responsabilidad, es importante subrayar las diferencias entre los análisis basados en la producción de las emisiones de GEI. MEDICIÓN DE LAS EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO Los protocolos internacionales para medir las emisiones de GEI han sido elaborados por el IPCC. Se han preparado inventarios nacionales de acuerdo con los puntos desarrollados por dicho organismo. Sin embargo, la metodología del IPCC para los países no proporciona especificaciones a nivel de la autoridad local para medir las emisiones. Un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de las zonas urbanas en la contribución y mitigación de las emisiones de GEI ha llevado a mayores esfuerzos por desarrollar inventarios apropiados para determinar las emisiones en ciudad. Por ejemplo, los “Gobiernos Locales por la Sostenibilidad” (ICLEI) ha desarrollado un marco (Protocolo de Análisis para las Emisiones de GEI de los Gobiernos Locales) que proporciona las bases para calcular los inventarios de emisiones actuales de GEI por toda la ciudad. El recientemente publicado Estándares Mundiales de Gases de Efecto Invernadero para las Ciudades da a conocer un método común para las ciudades con el que calcular los niveles de GEI producidos dentro de sus fronteras. Debido a que las industrias y compañías también se han ido concientizando del efecto que sus actividades tienen en el medio ambiente, están llevando a cabo inventarios de GEI. El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero propone un mecanismo por el cual los actores del sector privado pueden contribuir al objetivo mundial de reducir las emisiones de GEI. Sin embargo, los métodos que existen para medir las emisiones de GEI tienen que lidiar con temas complejos de medidas basadas en la producción y el consumo para distribuir las emisiones. Un análisis más detallado sobre el consumo requiere mucha más información sobre el contenido de carbono presente en los bienes de consumo adquiridos por particulares. El tema de delimitar las barreras urbanas al realizar evaluaciones es también problemático. Incluso en un solo país, la contribución de las áreas urbanas al cambio climático puede variar por un factor de dos dependiendo de la definición espacial de esas áreas. Además, los patrones urbanos de consumo que producen emisiones (en particular en los sectores de energía e industria) son a menudo encubiertos, puesto que por ejemplo, muchos procesos contaminantes y de fabricación intensiva de carbono ya no tienen lugar en países desarrollados, sino que se encuentran en lugares donde se puedan aprovechar los bajos costes laborales y responsabilidades medioambientales menos estrictas. ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201124 LAS FUENTES DE LAS EMISIONES DE GAS DE EFECTO INVERNADERO Diferentes actividades o sectores emiten diferentes cantidades de diferentes gases de efecto invernadero, con distintos efectos sobre el cambio climático. Las principales fuentes de las emisiones de GEI de las zonas urbanas están relacionadas con el consumo de combustibles fósiles para el suministro de energía, transporte o industria. El suministro de energía es responsable por aproximadamente 26 por ciento de las emisiones globales de GEI. La quema de combustibles fósiles es la fuente más importante y se emplea en todo el mundo para la generación de electricidad, calefacción, refrigeración, transporte, producción industrial y para cocinar. Las zonas urbanas dependen mucho de los sistemas de energía (por la cantidad de energía utilizada), la estructura energética (tipos de formas de energía utilizada) y la calidad de la energía (sus características energéticas y medioambientales). En los países que dependen mucho del carbón para la generación de electricidad, este puede ser el único factor que contribuye a las emisiones de GEI. Se ha observado que las ciudades que dependen de la energía nuclear o hidroeléctrica producen considerablemente menos emisiones que aquellas que dependen principalmente de las centrales eléctricas de carbón, aunque un gran número de emisiones indirectas están relacionadas con la extracción (y refino) de uranio y la construcción de plantas nucleares. Una amplia variedad de sistemas de energía renovable (p.ej. solar, eólica, de las olas, etc. – en diferentes fases de madurez y desarrollo de la tecnología) pueden contribuir a la seguridad del suministro de energía y la reducción de las emisiones de GEI. El transporte genera en torno a un 13 por cierto de las emisiones de GEI en el mundo. Las zonas urbanas dependen mucho de las redes de transporte de diversos tipos para el desplazamiento interno y externo de los bienes y de las personas. La proporción de trayectos realizados por el transporte privado en comparación con el público, especialmente en grandes ciudades, representa un factor importante en las emisiones de GEI desde una zona urbana. Incluso cuando se elige el coche como medio de transporte, hay un gran número de variaciones en las emisiones de GEI producidas por los diferentes tamaños y tipos de vehículos. El tema de las emisiones originadas por el transporte en países en desarrollo adquiere especial importancia en aquellos donde la compra de vehículos a motor se está expandiendo rápidamente. Actualmente (2011), hay casi 1,2 mil El aumento del uso de vehículos motorizados es la principal fuente de emisiones urbanas de GEI © Rick Rhay / iStock LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 25 El consumo urbano lleva al desarrollo industrial generando las emisiones relacionadas con los GEI © PSL Images / Alamy millones de vehículos de pasajeros en todo el mundo. Se espera que esta cifra alcance los 2,6 mil millones de vehículos en 2050, con la mayor parte en países en desarrollo. Existe una fuerte asociación entre el aumento de los ingresos y el uso del coche en países en desarrollo, siendo probable que el crecimiento económico resulte en el aumento del uso del coche y en más atascos. La industria de la aviación, que produce en torno a un 2 por ciento de las emisiones antropogénicas totales de los GEI, no se incluye en los inventarios nacionales sobre GEI de los países. La industria naviera mundial es responsable por aproximadamente el 10 por ciento del consumo de energía empleada en transporte, pero las emisiones del transporte marítimo internacional no están incluidas en los inventarios nacionales de GEI. Las emisiones de GEI procedentes de los edificioscomerciales y residenciales están estrechamente relacionadas con las emisiones generadas por el uso de la electricidad, la calefacción y la refrigeración de locales. Cuando se combinan, el IPCC estima que las emisiones mundiales de los edificios comerciales y residenciales representan un 8 por ciento de las emisiones globales de GEI. De hecho, la necesidad de calentar y refrigerar y el comportamiento de las personas que ocupan esos edificios son factores que influyen en las emisiones. El tipo de combustible utilizado para la calefacción y la refrigeración también determina la cantidad de GEI emitidos así como los patrones de la densidad residencial en total. A escala mundial, el 19 por ciento de las emisiones de GEI están relacionadas con la industria. Muchas actividades de este sector requieren un gran consumo de energía, especialmente la fabricación de hierro y acero, metales no férricos, químicos y fertilizantes, refino de petróleo, cemento, y pulpa y papel. Hay pruebas y diversas diferencias en las emisiones industriales según la localización y el tamaño de la industria. En las últimas décadas, el patrón de las actividades industriales ha cambiado, en parte por las compañías transnacionales que persiguen salarios más bajos y una mayor rentabilidad, y en parte por el creciente éxito de compañías y corporaciones de China, India, Brasil y otros lugares que compiten en el mercado mundial. También las diferencias en la legislación medioambiental han transformado la geografía de la localización industrial. Las emisiones procedentes de los residuos representan en torno al 3 por ciento de las emisiones totales. A pesar de contribuir poco a las emisiones ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201126 mundiales, las medias de la generación de residuos han ido aumentando en los últimos años, especialmente en países en desarrollo que han experimentado un mayor bienestar económico. Aunque la generación de residuos está ligada a la población, el bienestar económico y la urbanización, las emisiones procedentes de los residuos podrían ser menores en las ciudades ricas, como las zonas urbanas, que tienen la posibilidad de reducir en gran nivel, o incluso eliminar, los residuos. Por ello, las variaciones relevantes entre los países en materia de las emisiones de los residuos se deben no solo a patrones diferentes de consumo y generación de residuos, sino también a las diferencias en la gestión de residuos y en los mecanismos de prestación de cuentas. A escala mundial, el 31 por ciento de las emisiones de GEI pueden asignarse a actividades relacionadas con la agricultura y la silvicultura. Las zonas urbanas determinan las emisiones procedentes de la agricultura, el cambio en el uso de la tierra y la silvicultura de dos maneras principalmente. En primer lugar, el proceso de urbanización puede ocasionar cambios directos en el uso del suelo, como por ejemplo, que la tierra destinada a la agricultura llegue a formar parte de las zonas edificadas. De hecho, las tendencias urbanas mundiales hacia la suburbanización indican que las ciudades continúan expandiéndose e invadiendo tierra que podría haber estado cubierta con vegetación, reduciendo así su capacidad para absorber CO2. En segundo lugar, los patrones de consumo de residentes urbanos que están aumentando sus niveles de riqueza pueden determinar el tipo de actividades agrícolas llevadas a cabo. Para cubrir sus necesidades de consumo, las empresas, los hogares y las instituciones municipales demandan cada vez más en materia de bosques, tierras de labranza y cuencas fluviales fuera de los límites urbanos. LA ESCALA DE EMISIONES EN EL PLANO URBANO y NACIONAL Es imposible emitir afirmaciones definitivas sobre la escala de las emisiones urbanas ya que no hay una normativa mundialmente aceptada para evaluar su alcance y la mayoría de los centros urbanos no han intentado llevar a cabo un inventario de este tipo. Las actividades económicas, los patrones de conducta y las emisiones de GEI originadas en zonas urbanas están determinadas por todas las circunstancias económicas, políticas y sociales de los países en los que están presentes. A escala mundial, hay diferencias llamativas sobre las emisiones de GEI entre las regiones y los países. El 18 por ciento de la población mundial que vive en países desarrollados origina el 47 por ciento de las emisiones de CO2 en el mundo, mientras que el 82 por ciento de la población que vive en países en desarrollo genera el 53 por ciento restante (ver Gráfico 2) TABLA 2 COMPARATIVA DE LAS EMISIONES DE GEI EN EL PLANO URBANO y NACIONAL DE ALGUNAS CIUDADES Ciudad Emisiones de GEI per cápita (toneladas de CO2 eq) Emisiones nacionales per cápita (año de estudio) Washington, DC (EE.UU.) 19,7 (2005) 23,9 (2004) Glasgow (RU) 8,4 (2004) 11,2 (2004) Toronto (Canadá) 8,2 (2001) 23,7 (2004) Shangai (China) 8,1 (1998) 3,4 (1994) Nueva York (EE.UU.) 7,1 (2005) 23,9 (2004) Beijing (China) 6,9 (1998) 3,4 (1994) Londres (RU) 6,2 (2006) 11,2 (2004) Tokio (Japón) 4,8 (1998) 10,6 (2004) Seúl (Rep. Corea) 3,8 (1998) 6,7 (1990) Barcelona (España) 3,4 (1996) 10,0 (2004) Río de Janeiro (Brasil) 2,3 (1998) 8,2 (1994) Sao Paulo (Brasil) 1,5 (2003) 8,2 (1994) Fuente: Dodman, 2009. LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 27 GRÁFICO 2: EMISIONES PER CÁPITA DE CO2 EN ALGUNOS PAíSES y REGIONES DEL MUNDO, 2007 Catar Antillas Holandesas, Kuwait Emiratos Árabes Unidos, Bahréin EE.UU. Australia Canadá, Arabia Saudí Estonia, Kazajstán Finlandia, Rep. Checa, Singapur Federación Rusa, Países Bajos Rep. de Corea, Japón, Alemania Israel, Libia, Dinamarca Noruega, Sudáfrica, RU Polonia, Austria, Italia Guinea Ecuatorial, Irán Venezuela, Francia, Hong Kong Suecia, Suiza, China Argentina, México, Rumania, Chile Tailandia, Argelia, Turquía Mauricio, Maldivas, Corea del Norte Botswana, Cuba, Túnez, Egipto Ecuador, Panamá Brasil, Uruguay Costa Rica, Indonesia Perú, Marruecos, India Colombia, Angola, Bolivia Vietnam, Moldavia Tayikistán, Yemen, Guatemala Pakistán, Suazilandia, Samoa Nicaragua, Filipinas, Zimbabwe Paraguay, Nigeria Mauritania, Sri Lanka Papúa Nueva Guinea, Benín, Senegal Ghana, Islas Salomón Camerún, Kenia, Sudán, Bangladesh Zambia, Togo, Liberia, Tanzania Eritrea, Mozambique, Burkina Faso Uganda, Etiopía, Chad, Afganistán América del Norte Europa Asia/Pacífico América Latina y el Caribe África 0 10 20 30 40 Emisiones de CO (toneladas métricas per cápita, 2007)2 Media países menos desarollados Media países en desarollo Media países desarollados Media mundial 50 60 El crecimiento global de las emisiones de GEI no se ha distribuido por lo tanto de manera equitativa entre los países, y muchos de los países con niveles bajos de emisiones no están experimentando en la actualidad aumentos rápidos de las emisiones. Sin embargo, esta situación puede cambiar, si esos países viven un rápido crecimiento económico. Un aspecto sorprendente sobre los inventarios de las emisiones es que las emisiones per capita promedio de muchas grandes ciudades son considerablemente más bajas que las del país en el que se encuentran (ver Tabla 2). Obviamente, para un determinado nivel de desarrollo económico, las zonas urbanas ofrecen la oportunidad de fomentar estilos de vida que generen cantidades más pequeñas de emisiones de GEI. EMISIONES EN CIUDADES DE PAíSES DESARROLLADOS Desde mediados del siglo 20, las economías urbanas en países desarrollados han cambiado la industria del sector secundario por industrias del sector terciario y cuaternario. Esto significa que sus emisiones procedentes de la fabricación de productos (sector secundario) son relativamente más bajas. Al mismo tiempo, esas zonas urbanas se han convertido en centros de riqueza y consumo. Los estilos de vida de sus habitantes, especialmente relacionados con consumo y viajes, generan una gran huella de carbono, aunque estorara vez se tiene en cuenta para los inventarios de las emisiones. ONU-HABITAT • INFORME MUNDIAL SOBRE ASENTAMIENTOS HUMANOS, 201128 En comparación con las ciudades de Norte América, la contribución de las zonas urbanas en Europa al cambio climático es relativamente bajo. Esto es resultado de diversos factores: las zonas urbanas europeas tienden a ser más compactas y a tener índices más bajos de propiedad y uso del coche, y coches más pequeños y de bajo consumo de combustible, reduciendo así las emisiones procedentes del transporte privado. También tienden a tener servicios de transporte público más eficaces, y socialmente aceptables para un gran número de personas. EMISIONES EN CIUDADES DE PAíSES EN DESARROLLO Muy pocos inventarios detallados de las emisiones se han producido en ciudades de países en desarrollo. Estas ciudades son con frecuencia centros económicos que contribuyen de manera significativa al producto interior bruto, y actúan como centros económicos, políticos, sociales y culturales. Como consecuencia, son centros de consumo y riqueza y es probable que tengan mayores niveles de emisiones de GEI per cápita que las zonas de los alrededores. Mientras que la fabricación ha perdido importancia en los países desarrollados, se ha expandido rápidamente en algunos países en desarrollo como Brasil, China, India y Sudáfrica que, estimulados por cambios económicos y geopolíticos, son ahora centros para la fabricación global y, por ello, desempeñan un papel cada vez más importante en la contribución de las emisiones globales de GEI. Recientemente, China ha superado a EE.UU. como el principal emisor de GEI en el mundo, aunque sus emisiones per cápita son bastante más bajas. Brasil, China, India y Sudáfrica reconocen, aunque el marco regulatorio no los obliga por ley, que sus emisiones sustanciales les fuerza a tomar un papel más progresivo en negociaciones internacionales en materia del clima. La responsabilidad de las emisiones urbanas obviamente no está distribuida de manera equitativa en la población urbana, especialmente en sociedades con altos niveles de desigualdad. Una parte significativa de los residentes urbanos en los países menos desarrollados y países de renta baja tienen niveles muy bajos de emisiones de GEI debido a su uso limitado de combustibles fósiles y electricidad, y el consumo de bienes y servicios que genera emisiones de GEI para su producción y transporte. CÁLCULO DE LAS EMISIONES URBANAS A ESCALA MUNDIAL Cualquier afirmación general sobre la contribución de las zonas urbanas o ciudades a las emisiones de GEI debe tratarse con mucho cuidado. No hay una definición aceptada mundialmente sobre lo que es una zona urbana o ciudad, ni tampoco estándares aceptados globalmente para registrar las emisiones producidas en áreas subnacionales. Además, no está muy claro el asunto de la responsabilidad en los enfoques basados en producción o consumo y, por ello, distinguir exactamente cómo las zonas urbanas “contribuyen” al cambio climático puede ser un proceso bastante subjetivo. No obstante, algunos expertos sugieren que la proporción de emisiones antropogénicas de GEI procedentes de ciudades que utilizan datos sobre la producción podría representar entre el 40 y el 70 por ciento del total, mientras que un cálculo sobre el consumo muestra niveles elevados que oscilan entre el 60 y el 70 por ciento. FACTORES QUE INFLUyEN EN LAS EMISIONES Como se apuntó en la sección anterior, la contribución de las zonas urbanas a las emisiones de GEI en diferentes países, e incluso en diferentes zonas urbanas dentro de un mismo país, varía mucho. Esto es debido a una variedad de factores interrelacionados, incluyendo las diferencias en las fuentes de emisión. Situación geográfica Diferentes aspectos de la geografía influyen en la contribución de las zonas urbanas al cambio climático como la situación climática, la altitud y la localización en relación con los recursos naturales. La situación climática de cualquier zona urbana afecta a la demanda energética de calefacción y refrigeración. La situación geográfica con respecto a los recursos naturales influye en los fósiles que se utilizan para la generación de energía y, por lo tanto, se relaciona con los niveles de emisiones de GEI. Las posibilidades de utilizar fuentes renovables de energía, y las reducciones en las emisiones de GEI en relación a este tema, tienen que ver también con factores de localización. Hay energías renovables que dependen por completo de recursos naturales. Por LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO: RESúMEN EjECUTIvO 29 ejemplo, es necesario disponer de grandes ríos para la generación hidroeléctrica. Las energías eólica, geotérmica, mareomotriz y la generada por las olas también dependen de recursos naturales que existen en determinados lugares. Situación demográfica La relación entre el crecimiento demográfico y las emisiones de GEI es complicado y varía según el nivel de análisis. Las extensas variaciones en las emisiones nacionales de GEI (ver Gráfico 2) indican que el tamaño de la población en sí no es un factor generador del calentamiento global. A escala mundial, las zonas que experimentan mayores índices de crecimiento demográfico son áreas con bajos niveles de emisiones per cápita en la actualidad. Del mismo modo, los países en desarrollo tienen niveles más bajos de aumento de las emisiones de CO2 en comparación con los países desarrollados que tienen niveles más bajos de crecimiento poblacional. La composición demográfica de una sociedad comprende un amplio abanico de efectos sobre la conducta de consumo y las emisiones de GEI. En algunas zonas urbanas, las estructuras de edad influirán en las emisiones de GEI relacionadas con el uso de la energía. La tendencia demográfica hacia núcleos familiares más pequeños también ofrece economías de escala reducida con el resultado de que el consumo de energía per cápita de las viviendas más pequeñas es significativamente mayor que en las viviendas más grandes. Paradójicamente, el descenso del crecimiento poblacional puede producir un aumento de las emisiones, así como los niveles más bajos de crecimiento demográfico y las viviendas más pequeñas pueden estar asociadas con un aumento de viviendas separadas y el aumento de los ingresos disponibles para consumo. Teniendo esto en cuenta, no es el número total de personas que viven en zonas urbanas lo que influye en la contribución de estas áreas al cambio climático. Más bien, es el modo en que se gestionan estas zonas y las elecciones que toman los residentes urbanos que viven ahí lo que tiene mayores efectos. Forma urbana y densidad La forma urbana y la densidad están relacionadas con las consecuencias sociales y medioambientales. Por una parte, las densidades extremadamente altas de muchas ciudades en países en desarrollo, especialmente en asentamientos informales y barrios precarios, originan mayores riesgos para la salud y altos niveles de vulnerabilidad al cambio climático y eventos extremos. Por otra parte, las bajas densidades de muchas zonas suburbanas en América del Norte están vinculadas a los altos niveles de consumo doméstico de energía como resultado del crecimiento descontrolado y del gran uso del vehículo privado. Hay pruebas contundentes de que, a escala mundial, las densidades urbanas han ido descendiendo en los últimos dos siglos, algo que es probable que continúe en el futuro. Se calcula que la población total de las ciudades en los países en desarrollo se duplique entre 2000 y 2030, mientras que el tamaño de las zonas edificadas se triplicará. La forma urbana y la organización espacial urbana pueden representar un gran número de implicaciones en las emisiones de GEI de la ciudad. Las altas concentraciones de las actividades personales y económicas en las zonas urbanas pueden conducir a economías de escala, proximidad y aglomeración, factores que pueden
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