Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
CONCLUSIONES Barcelona, 26 y 27 de octubre de 2017 Recinto Modernista de Sant Pau Presentación El 26 y 27 de octubre de 2017, la Diputación de Barcelona organizó el Congrés Esport Local, celebrado en Barcelona en el Recinto Modernista de Sant Pau, con el objetivo de analizar el presente y el futuro del deporte local. Participaron 220 personas de diferentes ámbitos: representantes de entidades locales, consejos deportivos, federaciones y clubs deportivos, asociaciones, empresas y profesionales del sector, estudiantes e investigadores. El presente documento sintetiza las conclusiones de los talleres, ponencias, mesas redondas, experiencias y coloquios presentados, que se estructuran en tres círculos, de acuerdo con las propias sesiones del congreso y unos retos transversales: 1. Las personas 2. Las organizaciones 3. La sociedad 4. Retos transversales Estas conclusiones, aplicadas a cada realidad deportiva local, son una oportunidad y un punto de partida para dibujar nuevas estrategias sobre el sector del deporte, el cual está en constante evolución y tiene una enorme y demostrada capacidad para transformar la sociedad. La Diputación de Barcelona reafirma su compromiso para continuar dando soporte a los entes locales con el fin de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía mediante el deporte, y quiere agradecer la participación de todas las personas, entidades e instituciones que han hecho posible este congreso. CÍRCULO 1: LAS PERSONAS 1. Motivar la práctica de la actividad físico-deportiva Para motivar la práctica de la actividad físico-deportiva, los agentes deportivos deben conocerla a fondo. Es fundamental conocer las necesidades que tienen las personas para ofrecer unas actividades físico-deportivas que les satisfagan. Si los agentes deportivos satisfacen las necesidades de las personas en relación a la práctica físico-deportiva (seguridad, aceptación, sentido), las personas responderán al objetivo de los agentes deportivos: hacer deporte. Para iniciarse en la práctica de la actividad físico-deportiva, deben cubrirse las necesidades psicológicas básicas, qué necesita cada persona y plantearse cómo se lo podemos dar. Las personas invierten esfuerzos e ilusiones en una actividad físico-deportiva siempre que se cumplan las expectativas que tienen. Por lo tanto, es necesario garantizar el cumplimiento de estas expectativas, mediante la revisión y el ajuste de la oferta deportiva, si procede. Si no se cumplen las expectativas, se corre el riesgo de que la persona abandone la práctica físico-deportiva. Para satisfacer las necesidades deportivas de un grupo de personas, hay que convertirlo en un equipo, con el fin de garantizar que se comparta un objetivo común. 2. Garantizar la continuidad de la práctica físico-deportiva Los hábitos deportivos deben educarse desde la infancia, para asegurar la práctica físico-deportiva a lo largo de la vida de las personas. El sistema deportivo debe garantizar la continuidad de la práctica físico-deportiva. Las personas deben mantenerse activas toda la vida, especialmente durante la vejez. La oferta deportiva debe conectarse con los centros de asistencia primaria, y coordinar estrategias y sumar esfuerzos entre los departamentos de salud y deporte locales. El sistema deportivo debe diseñar e impulsar la práctica físico-deportiva dirigida a las personas mayores, más vulnerables y dependientes, y acercarla a los hogares y las residencias para la tercera edad. La marcha nórdica es una herramienta para mejorar la salud, que tiene efectos positivos adicionales respecto a la marcha tradicional: aumenta el número de grupos musculares activos, conlleva trabajo de coordinación y equilibrio, incrementa la frecuencia cardíaca en un valor medio del 16% y favorece un consumo de calorías mayor. La marcha nórdica está especialmente indicada en programas deportivos para la gente mayor. 3. Asegurar la práctica saludable de la actividad físico-deportiva El ser humano necesita moverse, pero ¿hasta dónde? ¿Cuándo hay que parar? Se debe usar el sentido común para no perjudicar la salud. Cada persona debe ser responsable de su propia salud, de sus retos, y debe saber gestionar los riesgos que asume y cómo los asume. Para garantizar la práctica saludable de la actividad físico-deportiva, es necesario un tipo de entrenamiento a menudo olvidado: el entrenamiento invisible (nutrición, hidratación, descanso y gestión del estrés). Las organizaciones deben evaluar y gestionar el riesgo de los eventos deportivos: ofrecer avituallamientos nutricionalmente adecuados a la práctica físico-deportiva, garantizar la evacuación de los participantes lesionados e incorporar servicios de prevención de la salud de acuerdo con la prueba deportiva, como por ejemplo solicitar el certificado médico y de aptitud deportiva para participar. Hay que cambiar la cultura del finisher (llegado a meta) por la cultura del beginner (principiante); no preocuparse tanto por acabar una prueba deportiva exigente y dar importancia a comenzar a realizar una actividad física segura y saludable. CÍRCULO 2: LAS ORGANIZACIONES 1. Favorecer el crecimiento de las organizaciones deportivas Las organizaciones crecen y se revalorizan cada vez que reorganizan sus recursos. Cuando los agentes deportivos combinan elementos y reglas, facilitan el crecimiento del deporte local. Hay que concebir y tratar a los destinatarios de los servicios deportivos a partir de sus capacidades y no sólo como meros consumidores. El crecimiento de las organizaciones deportivas debe reconocer a los activos, las redes, los socios y las comunidades. Estos elementos deben utilizarse como apoyo para alcanzar sus objetivos. Para impulsar el crecimiento de las organizaciones deportivas, son necesarios cinco factores: 1. Connect (conexión). ¿Dónde se conecta la organización? ¿En qué red o medio? ¿Cómo se desarrolla en la red donde se conecta? 2. Collect (inventario de productos y servicios). ¿Lo que ofrece la organización deportiva, se produce o bien se combinan elementos producidos por terceros? 3. Empower (empoderamiento de los usuarios). ¿El consumidor de servicios deportivos se concibe tradicionalmente, o bien como quien también produce y ayuda a tomar decisiones? 4. Enable (capacitación de terceros para crecer conjuntamente). ¿Se facilita el crecimiento del sistema deportivo? 5. Share (de manera abierta). ¿De qué dispone la organización deportiva que se pueda compartir abiertamente para que todo el mundo lo use? El deporte local tiene mucho camino por recorrer. Para tener un mayor impacto como sector, hay que trabajar en colaboración y provocar que todos los agentes del sistema deportivo local adopten nuevas combinaciones. 2. Fortalecer las entidades deportivas Hay que preservar las entidades deportivas, dado que son unos agentes fundamentales para fomentar la práctica físico-deportiva de los municipios. Las administraciones públicas deben ser especialmente proactivas con las entidades que promocionan el deporte, con las cuales deben formalizar y reforzar la colaboración; las han de empoderar y facilitar la profesionalización de sus estructuras. El deporte está experimentando cambios como los que vivió el sector del ocio hace aproximadamente unos quince años, cuando comenzó a tender a la profesionalización de la gestión. Para asegurar este nuevo cambio y para superar la precariedad de las entidades deportivas, son necesarias tres condiciones: una Administración pública responsable, el reconocimiento de las profesiones deportivas y la concienciación del sector asociativo para no competir con desigualdad. Las entidades deportivas deben reconocer y afrontar los siguientes retos: 1. Fomento de la participación interna para tener socios comprometidos 2. Profesionalizaciónde la gestión 3. Reconocimiento de las profesiones del deporte 4. Gestión interna coherente con los valores de cada entidad 5. Trabajo en red con otros ámbitos: educativo, social y cultural 6. Financiación 7. Transparencia 3. Innovar en los servicios deportivos Hay que replantear los servicios que las administraciones públicas deben ofrecer a los ciudadanos, ya que, tradicionalmente, se ha pretendido ofrecer de todo a todo el mundo. El sector público debe posicionarse sobre cómo debe ser el sistema deportivo local y cómo se debe financiar, además de proponer una distribución de roles entre los agentes públicos y privados, acordar la distribución de la oferta de servicios deportivos y evitar duplicidades innecesarias. Las políticas públicas deben encaminarse, sobretodo, a promocionar actividades que el sector privado no ofrece total o parcialmente. La promoción pública del deporte no se debería basar en la rentabilidad económica de los servicios deportivos, característica propia de la oferta privada, sino que debería de priorizar tanto la promoción social del deporte como los valores intrínsecos de la actividad físico-deportiva para todos. Las empresas concesionarias de servicios públicos deben ofrecer los servicios deportivos que las administraciones públicas decidan ofrecer y deben respetar los criterios y las directrices municipales. Las organizaciones deportivas deben de prestar servicios deportivos dirigidos a procurar la felicidad y la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, y velar también por la felicidad de los recursos humanos propios. Es necesario facilitar la actividad física dentro del ámbito laboral, dado que genera hábitos saludables, estimula la práctica deportiva, la interioriza como un hábito cotidiano, promueve el buen ambiente, disminuye las bajas laborales y mejora la productividad. CÍRCULO 3: LA SOCIEDAD 1. Diseñar entornos saludables En la redacción de planteamientos urbanísticos o de planes directores de espacios públicos, es necesario promover la utilización de herramientas de evaluación del impacto en la salud, dado que aportan datos muy contundentes sobre el ahorro económico que implica reducir los trayectos en vehículo y sustituirlos por trayectos a pie o en bicicleta, entre otros. La evaluación del impacto en la salud refuerza la incidencia de las políticas urbanas en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Los equipos multidisciplinares con profesionales de la salud y del deporte son necesarios en la redacción de los instrumentos de planeamiento urbanístico para poder implementar conceptos sobre salud y actividad física en la toma de decisiones. La colaboración de los técnicos de deportes en la redacción de nuevos planteamientos urbanísticos es clave, ya que les corresponde formalizar las demandas de actividad físico-deportiva de los ciudadanos de sus municipios, para incidir en el diseño del espacio público y en el acondicionamiento de los entornos urbanos. Las decisiones adoptadas en el diseño urbano no sólo tienen una incidencia en la economía y en el medio ambiente, sino también en la salud física, psíquica y social de la ciudadanía. Los ayuntamientos deben promover espacios públicos de calidad e integradores, puntos de encuentro que fomenten actividades cívicas, como por ejemplo las actividades físico-deportivas al aire libre. Favorecer la movilidad regular a pie o en bicicleta a lo largo de la semana para favorecer la mejora de la condición física de la ciudadanía. Estos tipos de trayectos cotidianos, a pesar de ser cortos, hacen disminuir el sedentarismo y mejoran la salud de la población. El espacio público y el entorno urbano son excelentes para la práctica físico-deportiva y pueden convertirse en nuevos equipamientos deportivos. El análisis del diseño de los espacios públicos urbanos constata la necesidad de incluir la salud y la actividad físico-deportiva en las políticas públicas, lo que sitúa a las personas en el centro de la toma de decisiones. 2. Cohesionar la sociedad y favorecer la convivencia Los ayuntamientos han sido los grandes impulsores del deporte popular, mediante la dinamización de actividades y programas que, más allá de la vertiente estrictamente deportiva —sean competitivos o bien recreativos—, han alcanzado una vertiente claramente social. Hay que sacar el máximo partido tanto del carácter transversal del deporte como de su potencialidad para diseñar políticas públicas focalizadas en la cohesión y la convivencia sociales. Incentivar la práctica deportiva sobretodo en la familia y la escuela, entornos propicios con gran capacidad de producir sólidos procesos de socialización deportiva. Concebir el deporte como una herramienta, no como una finalidad: diseñar, administrar e implementar correctamente el deporte para lograr beneficios importantes (educación en valores, cohesión social, empoderamiento de los jóvenes y adquisición de hábitos saludables). Hay que convencer a las personas que tienen poder de decisión que el deporte es una inversión que genera beneficios educativos, saludables y sociales, y que hay que destinarle más recursos. 3. Impulsar el impacto económico del deporte El deporte transciende al ámbito propio e influye en otros sectores, como la educación y la sanidad, siendo especialmente notable su impacto en la economía (2,1% del PIB en la demarcación de Barcelona). Más allá de la divulgación de los acontecimientos deportivos de carácter singular, el deporte es un pilar del bienestar que se practica siete días a la semana en todos los municipios. Se trata pues de un sector con continuidad productiva y un retorno económico notabilísimo, a menudo desconocido o infravalorado, que hay que difundir y poner en valor para reconocer la aportación real del sector deportivo en la economía. El deporte ofrece valor añadido a los pueblos y a las ciudades, y también facilita su proyección exterior. La colaboración de los ayuntamientos con los clubs y las entidades deportivas contribuye a la comercialización de los eventos deportivos. Corresponde a los ayuntamientos crear sinergias que aglutinen los diferentes agentes turísticos, culturales, industriales y sociales potencialmente implicados en los acontecimientos deportivos del municipio, y reforzar también el sentimiento de pertenencia municipal de la ciudadanía, mediante la vinculación emocional con los eventos deportivos y el fomento de la práctica físico-deportiva entre la ciudadanía. El acondicionamiento de caminos y de pequeñas infraestructuras en el medio natural facilita la práctica físico- deportiva y multiplica las actividades turísticas, lo cual tiene un impacto económico especialmente transcendente en los pueblos de montaña como complemento de las actividades económicas tradicionales, como la agricultura y la ganadería, y genera, además, un impacto moral positivo en la población de estos municipios. En cualquier caso, más allá de la inversión necesaria en este acondicionamiento, se debe prever la promoción, la difusión y el mantenimiento necesarios de las infraestructuras específicamente adaptadas a la práctica deportiva. Las actividades físico-deportivas son generadoras de economía, más allá del turismo, y promueven la creación de empresas. Las administraciones públicas deben favorecer nuevas oportunidades de negocio para generar un mayor impacto económico del deporte. Corresponde a las administraciones públicas supralocales que los agentes implicados coordinen un calendario territorial de eventos deportivos singulares. Por otra parte, hay que evitar la tendencia, a menudo generalizada, de repetir la organización de eventos deportivos de los municipios vecinos. Se aconseja ofrecer actividades especializadas o complementarias a dichos eventos, dentro del mismo sector deportivo o de otros sectores económicos. RETOS TRANSVERSALES 1. Promoverel deporte para todos El deporte local debe promover la felicidad y la salud de todos. Hay que impulsar políticas deportivas que incidan en la sociedad y fomentar el deporte de base, de ocio y recreación, como factor de crecimiento personal, de cohesión social y de civismo de pueblos y ciudades, mediante políticas que favorezcan la práctica general del deporte. 2. Difundir los beneficios del deporte Los beneficios del deporte son indiscutiblemente positivos para la salud, las relaciones sociales y el desarrollo físico y mental. Las administraciones públicas deben difundir a la sociedad los beneficios del deporte. 3. Reconocer el deporte como un servicio de interés general El deporte local tiene una gran relevancia: es el tercer ámbito con más gasto municipal en la demarcación de Barcelona. Es preciso reivindicar su relevancia a escala nacional. El deporte es esencial en la cultura de los pueblos y se convierte en un elemento central en las sociedades más avanzadas donde tiene el reconocimiento que le corresponde, debido al carácter transversal básico para la mejora de la salud, de la educación y de la cohesión social. Por lo tanto, hay que lograr el reconocimiento del deporte como servicio de interés general, responsabilidad que recae sobre las administraciones públicas. Hace cuarenta años, la Carta Europea del Deporte afirmaba que el deporte era un derecho, y ello supuso una revolución. Hoy en día, se constata una segunda revolución: el deporte está pasando de ser un derecho a ser una necesidad básica. Por razones de salud, económicas y sociales, las personas deben realizar deporte por necesidad. Corresponde a las administraciones públicas incentivar la práctica deportiva de la ciudadanía, atender a sus necesidades y aplicar los cinco factores del crecimiento de las organizaciones (identificadas en el círculo 2). 4. Desarrollar un nuevo modelo de gobernanza Los agentes deportivos y la sociedad civil deben trabajar coordinados y sumar esfuerzos y recursos, con el fin de generar nuevas sinergias que aprovechen el gran potencial del sector deportivo, y deben aplicar en el ámbito local el “Pacto Nacional de la Actividad Física y del Deporte”, impulsado por la Generalitat de Catalunya. 5. Liderar el sistema deportivo local Los últimos cuarenta años, el deporte ha hecho un cambio radical, ya que se ha invertido el sentido de la demanda. Antes la ciudadanía reclamaba instalaciones deportivas, hoy en día las administraciones reclaman usuarios para las instalaciones deportivas. Por lo tanto, el sector público debe asumir un nuevo rol como promotor del deporte local y trabajar para una misión muy concreta: luchar contra el sedentarismo e incorporar más personas a la práctica físico-deportiva regular. Los ayuntamientos deben liderar, coordinar y equilibrar el complejo sistema deportivo y al mismo tiempo definir las estrategias deportivas locales en colaboración con el sector privado. 6. Impulsar la igualdad de género Las administraciones públicas deben promover políticas de igualdad de género, para incrementar la participación de las mujeres, tanto en la práctica deportiva como en la gestión y dirección del deporte. 7. Definir un marco legal, económico y financiero Definir el marco legal del voluntariado y los monitores deportivos, y también el marco legal, económico y financiero de las entidades deportivas. 8. Modificar el tratamiento fiscal aplicado al deporte Concebir el deporte como una inversión, como una herramienta que aporta ingresos a la sociedad, y no como una fuente de gastos. El deporte facilita la mejora de la salud, y supone un ahorro en el gasto sanitario; contribuye a la educación y a la convivencia social, y es una herramienta básica para la inclusión social. Por lo tanto, hay que modificar el tratamiento fiscal aplicado al deporte y lograr la reducción del IVA en los servicios deportivos y la deducción del gasto deportivo de la cuota del IRPF. 9. Contribuir a la financiación del deporte local Los recursos económicos del deporte profesional son una oportunidad para financiar el deporte para todos. Facilitar la financiación de los eventos deportivos locales, mediante nuevas fórmulas de patrocinio que reconozcan las singularidades del sector deportivo. 10. Mejorar la calidad de los servicios deportivos El rol del técnico deportivo debe evolucionar desde la tradicional gestión de las instalaciones deportivas convencionales a la continua innovación de la gestión para mejorar permanentemente la calidad de los servicios deportivos, mediante la incorporación del medio natural y del medio urbano como espacios de práctica físico- deportiva.
Compartir