Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo68 Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) Resumen Este texto explora la manera como los artículos de arte publicados en la primer época de Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) funcionan como un testimonio del intento de la creación de una cultura de Occidente a través de una identidad alemana. En el texto se pro- pone una lectura que permite entender la manera como los discursos sobre arte que aparecen en Eco tuvieron la capacidad de transmitir la creación de una cultura de un Occidente que hasta el momento se definía desde no- ciones ambiguas: desde un pensamiento alemán espe- cífico a través de una revista cultural pensada y editada en Colombia. A partir del análisis de los textos de Eco es posible observar la manera como la definición de esa pretendida identidad se dio en Colombia gracias a la cla- sificación o a la selección de narraciones especificas por parte de los individuos que fueron directores y redacto- res de la revista y que, al hacer dicha selección, definie- ron un Occidente para el lector colombiano. Palabras clave Eco: Revista de la Cultura de Occidente, revistas culturales de la moder- nidad, Karl Buchholz, revistas culturales colombianas, Occidente. Ana María Zapata Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia Historiadora del Arte y Literata de la Universidad de los Andes. Este texto hace parte de la investigación realizada para la monografía de grado para optar al título de Historiado- ra del Arte dirigida por la profesora María Clara Bernal, Ph.D. Art, testimony and identity in Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) Arte, testemunho e identidade em Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 69 Abstract This text explores the way the art articles published in the first period of Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) work as a testimony of the attempt to crea- te a culture of the Occident through a German identity. The text proposes a reading that allows to understand the way in which the discourses about art that appear in Eco had the capacity to transmit the creation of a culture of the Occident, that until the moment was defined from ambiguous notions, from a specific German thought across a cultural journal planned and edited in Colom- bia. From the analysis of the texts that appear in Eco it is possible to observe how the definition of that assumed identity was given in Colombia thanks to the classifica- tion or the selection of specific narratives by the indivi- duals who were directors and editors of the journal and who, in making this selection, defined the Occident for the Colombian reader. Keywords Eco: Revista de la Cultura de Occidente, cultural journals of the moderni- ty, Karl Buchholz, Colombian cultural journals, Occident. Resumo O presente artigo explora a maneira como os artigos de arte publicados na primeira etapa de Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) testemunham a tenta- tiva de criação de uma cultura do Ocidente por meio de uma identidade alemã. No texto, é proposta uma leitura que possibilita a compreensão do modo como os discur- sos sobre arte impressos em Eco tiveram a capacidade de transmitir a criação de uma cultura de um Ocidente que era, até então, definido a partir de noções ambíguas, isto é, a partir de um pensamento alemão específico, por intermédio de uma revista cultural pensada e editada na Colômbia. Partindo da análise dos textos de Eco, é possí- vel observar a maneira como a definição dessa pretendi- da identidade surgiu na Colômbia devido à classificação ou à escolha de narrações específicas por parte dos indi- víduos que foram diretores e redatores da revista e que, ao fazerem essa escolha, definiram um Ocidente para o leitor colombiano. Palavras-chave Eco: Revista de la Cultura de Occidente, revistas culturais da modernida- de, Karl Buchholz, revistas culturais colombianas, Ocidente. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo70 1 . Michel Foucault, Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas, (México: Siglo XXI, 1979), 5. En Las palabras y las cosas (1966) Michael Foucault analiza las maneras como las modalidades del saber conforman un conocimiento de una cultura en particular. Foucault señala que, a partir del siglo XVI, se han manifestado en la cultura occiden- tal modalidades de orden o leyes. Este autor propone una arqueología del saber en la que investiga y analiza qué modalidades de orden han sido reconocidas para formar un conocimiento o un saber. Así, se establece que en cada época existieron condiciones del discurso, o condiciones subyacentes de verdad, que constituyeron lo que era acep- table. Los sistemas clasificatorios, “epistemes” o “regímenes de verdad”, son tomados como expresiones de una determinada cultura y, al mismo tiempo, son fuerzas que conforman dicha cultura. Es decir, las prácticas discursivas constituyen la cultura o la sociedad en su integridad en tanto que las redes creadas pretenden sugerir que las estructuras admiten cierta información ya que incluyen algo y excluyen el resto.1 En esta coyuntura las revistas culturales latinoamericanas, desde sus pri- meras publicaciones, han intentado crear una identidad cultural o han intentado ser un aporte a la construcción de esa identidad. Es decir, a través de los textos publicados se intenta estipular una mirada o un pensamiento con respecto a la cultura. Si bien la aproximación a la Cultura de Occidente o al Occidente desde un pensamiento alemán no es una propuesta nueva en Colombia, con la llegada de Eco en 1960 es posible observar la manera como la definición de esa identidad se dio en el país gracias a la clasificación o a la selección de los individuos que fueron directores y redactores de la revista y que, al hacer dicha selección, definieron una cultura para el lector colombiano. La revista, entonces, creó un espacio en el que no solo se puede ver que la cultura alemana es el pilar de ese llamado Occidente sino que se puede entender que a través de la selección de artículos en Eco y de las obras de arte que se exponían en la galería, se olvidaba, en esta primera época, el contexto colombiano en el que se ubicaba la revista. El objetivo de este texto es, en primer lugar, rastrear los términos bajo los que se constituye Eco: Occidente y Cultura y, a partir de esto, entender la manera como al ser una revista que se desarrolló en Colombia, en la que se estimulaba la publicación de un pensamiento alemán moderno, se puede establecer un quiebre y una reformu- lación de la noción de Occidente. Por otro lado, y a partir de este quiebre, los artículos de arte publicados en esta época se pueden ver como un testimonio en el que se esta- blece una idea de Occidente a partir de una cultura que narra y explora su contempo- raneidad y la experiencia de esta contemporaneidad a través de la cultura. Sobre la Cultura de Occidente La bibliografía y los comentarios de arte que aparecen en los primeros cincuenta y dos números de Eco se presentan como una formación lo suficientemente Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 71 poderosa en la que el principio de selección le permite al lector encontrar un patrón o una red en lugar de una mera “confusión” sobre el arte que se clasifica bajo la revista de la Cultura de Occidente. Es decir, la red de artículos se presenta como una “modalidad de orden” que define el arte de la Cultura de Occidente desde ciertos parámetros alemanes. La clasificación, entonces, no solamente apela a lo alemán sino que alude a una definición específica de lo alemán. Es decir, al pre- sentar estos artículos de arte se muestra una clasificación que le daimportancia a ciertos elementos y que, por lo tanto, excluye otros para definir una Alemania que en el periodo de pos-guerra, que empezó en 1945, se encontraba en una crisis de identidad. Este contacto con el pensamiento alemán en Colombia no es nuevo, pero sí fortaleció el lazo que se dio en el diálogo de pensamiento entre Alemania y Colombia, específicamente, desde el campo del arte a partir de las exposiciones organizadas por Buchholz y desde los artículos publicados paralelamente a estas exposiciones en la revista.2 La selección que se hace en esta primera época de Eco se da gracias a la redacción de Elsa Göerner3 y a la figura directriz de la revista y la Librería Galería Buchholz: Karl Buchholz (1901-1992), un alemán que llegó al país en el año de 1950 huyendo, en sus palabras, del régimen comunista alemán.4 En el libro Karl Buchholz. Librero y marchante de arte en el siglo 20. Su vida, librerías y galerías: Berlín, Nueva York, Bucarest, Lisboa, Madrid, Bogotá, su hija Godula afirma que desde su galería en Berlín en la década 1920, Buchholz se preocupó por mostrar 2 . El pensamiento alemán no es nuevo en Colombia con la fundación de Eco pues desde la década del veinte venia circulando algo de este pensamiento en la Revista de Occidente de Ortega y Gasset. Así mismo, en la exposición de Presencias alemanas en Colombia se ve un rastreo en donde la fundación de la facultad de Filosofía de la Universidad Nacional en 1945 fue creada por lectores entusiastas del pensamiento alemán como por ejemplo Rafael Carrillo lector de Ortega y Gasset. 3 . Eco fue fundada en Bogotá en mayo de 1960 por Karl Buchholz y apareció mensualmente hasta junio de 1984. Durante su primera apari- ción publicó 272 números y más de 40.000 pági- nas que fueron marcadas por cinco redactores: Elsa Goerner (1960-1963), Hernando Valencia Goelkel (1963-1967), Nicolás Suescún (1967- 1971), Ernesto Volkening (1971-1972) y Juan Gustavo Cobo Borda (1973-1984). 4. Godula Buchholz, Karl Buchholz: librero y marchante de arte en el siglo 20. Su vida, librerías y galerías: Berlín, Nueva York, Bucarest, Lisboa, Madrid, Bogotá (Köln: DuMont, 2005), 188. Eco: Revista de la Cultura de Occidente 1, nº 5 (agosto 1960), (redacción Elsa Goerner), Librería Buchholz, Bogotá. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo72 las obras del expresionismo alemán.5 Aunque una gran parte de estos artistas, y otros que se habían mostrado en la galería, fueron prohibidos por los nazis por ser considerados “degenerados”6 Buchholz siguió exponiendo sus obras de manera clandestina.7 Entre 1938 y 1941, Buchholz fue uno de cuatro comercian- tes de objetos de arte que trabajaron para el régimen nazi vendiendo este arte “degenerado” al extranjero con el fin de obtener ganancias para el gobierno nazi.8 En el primer número de propósito de Eco publicado en mayo de 1960 se pretendían publicar artículos de un pensamiento alemán. Esto se cobija bajo palabras claves. Así, en la nota editorial se afirma que: Esta revista aspira a constituir un eco de las más nobles y verdaderas voces de Occidente, en particular del ámbito alemán. Mas su propósito no es la producción de un mero reflejo intelectual, sino estimular, en la medida de sus fuerzas, la aventura espiritual del hombre de Occidente y, de modo más concreto, del hombre hispanoamericano. Esas voces y ese eco son nuestro programa de acción. Sólo el espíritu defiende el espíritu.9 Bajo este propósito, entonces, cabe preguntar: ¿cuál es ese Occidente? y ¿cómo se define la cultura bajo los parámetros de las voces alemanas de la revista? y, en el curso de análisis de este ensayo: ¿cuál es el papel del arte en la Cultura de Occidente y bajo qué parámetros se aborda? Occidente El Occidente se refiere en alemán como Abendland, la tierra del sol poniente. Abendland fue un término usado desde el renacimiento en Alemania hasta finales de la Segunda Guerra Mundial para definir y delimitar diferentes ideas. Vaneza Conze en su artículo titulado “Facing the Future Backwards” realiza un estudio del término desde la primera guerra mundial hasta los sesenta en Alemania. Antes de empezar a establecer las facetas del término Abendland, la autora afirma que el término “Europa” denota algo más que las ideas de un orden europeo, por lo que para tener un sentido adecuado de la amplitud de su significado en esta época se debe tener en cuenta un contexto semántico mucho más amplio.10 Por ello, términos como Reich, Mitteleuropa, Paneuropea y Abendland ofrecieron modelos políticos, económicos y sociales que anularon barreras nacionales y permitieron la concepción de un ámbito europeo. Hablar entonces de Abendland en este con- texto era participar principalmente en un debate alemán sobre Europa. Conze establece que Abendland se trataba de un concepto católico conser- vador de Europa que se refería históricamente a aquellos elementos entre los pue- blos europeos que compartían una antigua herencia que se había reconstruido en 5 . Godula Buchholz, Karl Buchholz: librero y marchante de arte en el siglo 20, 188. 7 . Hal Foster, “1937ª”, 188. 8. Jonathan Petropoulos, The Faustian Bargain: the Art World in Nazi Germany (New York: Oford University Press, 2000), 70. 9 . “Propósito”, Eco: Revista de la cultura de Occidente, nº 1 (1960): 2. 10 . Vanessa Conze, “Facing the future Backwards: “Abendland” as an Anti-Liberal Idea of Europe in Germany Beween the First World War and the 1960s”, en Anti-liberal Europe: A Neglected Story of Europeanization, editado por Dieter Gosewinkel (Nueva York, Berghan, 2015), 73. 6 . El término degenerado se refiere aquí al uso que se le da desde la exposición Arte Degenerado inaugurada el 19 de julio de 1937 en Múnich por Hitler. En esta se pretendía desvelar la degene- ración del arte moderno como un componente intrínsecamente judío y bolchevique. Según el ministro de propaganda, Joseph Goebbels, el arte degenerado “insulta al sentimiento alemán o des- truye o confunde la forma natural, o simplemente revela una ausencia de aptitud manual y artística adecuada”. El arte nazi entonces se presentaba como una antítesis pues presentaba una temática nacionalista y exaltaba el “sentimiento alemán” blindaba la “forma natural” con un revestimiento neoclásico, como en las figuras de escultores como Arno Breker. En el arte nazi se proyectaba una imagen paranoide del arte moderno y reaccio- naba contra su imagen tildándola de un arte de enfermos mentales, primitivo, y hecho por niños. Sobre arte degenerado véase: Hal Foster, “1937ª”, en Arte desde 1900 : modernidad, antimodernidad, posmodernidad (Madrid : Ediciones Akal, 2006), 281-285. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 73 una cristiandad medieval. El concepto de Abendland era una imagen del pasado a partir del cual se quería crear un reflejo del futuro de Europa. Esto le dio a Abendland una orientación profundamente anti-liberal y anti-moderna.11 Entre el final de la primera guerra mundial y el final de la década de 1950 este concepto católico conservador gozó de influencias considerables a través de periódicos, revistas y publicaciones académicas alemanas. La noción de Abendland le permitió una reconciliación y una unidad a la Alemania de pos guerra pues, después de las dos guerras mundiales, este era un país en búsqueda de una identidad. El término jugó un papel fundamental en la transformación de la nación alemana de enemigo de la democracia occiden- tal a ser uno de los más grandes y más expuestos defensores de Occidente. Un Occidente que, como lo expone Conze, no era un concepto que buscaba una ampliación ya que siempre apelaba y glorificaba la Edad Media pues, era allí, en donde existía una identidad germana que valía la pena señalar en vez de referirse al tiempo de guerra o al presente y a la realidaddespués de dichas guerras. Stephen Brockmann plantea en el artículo “Germany as Occident at the Zero Hour”, publicado en el German Studies Association, que el Abendland en el periodo de pos guerra le permitió a Alemania estar en un estado cero. Es decir, un momento de redefinición. El autor establece cuatro nociones que le permitieron a Alemania definirse bajo el termino de Occidente: primero, la noción de que el Occidente tenía, o por lo menos se percibía de esta manera, una larga tradición histórica en Alemania, y, por lo tanto, le permitía a los alemanes en el periodo de pos guerra verse a sí mismos en una fase estable y de continuidad con la historia previa a la guerra y a la modernidad. Segundo, la noción de que lo occidental le permitía a la República Federal de Alemania imaginarse como una parte integral del universo geográfico y ético que los unía con sus enemigos previos: Francia, Estados Unidos e Inglaterra y los alejaba de los parámetros del enemigo: Hitler. Brockmann establece que “Once Western Europeans had come to understand the deep identity between Germany’s traditions and their own, they would rea- lize that it was not Germany itself but rather Germany’s non occidental usurper Hitler, and others like him, who was their enemy”.12 Lo anterior lleva al tercer punto en el que la noción de lo occidental dio una clara delimitación contra la Unión Soviética, el enemigo del momento, que permitió, una vez más, la alianza entre la nación alemana con sus antiguos enemigos. Y por último, la cuarta noción es aquella que establece que lo occidental les permitió a los alemanes pasar por alto preguntas de culpa, tanto colectivas como individuales, por lo que se podía percibir a la nación más como una víctima que como un perpetrador.13 El término de Abendland fue usado como un concepto en el que la Alemania de ese momento podía encontrar una identidad que había sido des- truida ya que si apelaba al presente se debía hacer frente a las catástrofes de las 11 . Conze, “Facing the future Backwards”, 73. 12 . “Una vez que la Europa occidental había lle- gado a comprender la profunda identidad entre las tradiciones de Alemania y la suya propia, se darían cuenta de que no era la propia Alemania sino el usurpador no occidental de Alemania Hitler, y otros como él, el que era su enemigo” (traducción de la autora) (Brockmann, “Germany as occident at the Zero hour”, 488). 13 . Stephen Brockmann, “Germany as occident at the Zero hour”, 488. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo74 guerras. Esto no es solo una construcción que se da desde parámetros políticos sino que en los discursos académicos de la historia del arte se toma una aproxima- ción similar cuando, de acuerdo con las palabras de Hans Belting, hay un escape a un Arte Occidental. En el libro The Germans and Their Art: a Troublesome Relationship (1998) (Los alemanes y su arte: una difícil relación) el historiador del arte alemán Hans Belting hace un recorrido cronológico por las diferentes etapas del arte alemán y las diferentes funciones y relaciones que éste ha tenido al momento de definir una nación. En el capítulo titulado “The Scape Into “Occidental Art” (Un escape al “Arte Occidental”) Belting afirma que desde lo planteado por Oscar Spengler en su libro La decadencia de Occidente (1917) se ve una oposición al modernismo ya que este suponía para el Occidente una declinación cultura.14 Belting menciona que al hablar de arte Spengler afirma que “is urban culture, non-metaphysical civilization, apocalypse and cosmopolitanism, instead of homeland. [It is] faceless masses ins- tead of a nation of citizens, and convention instead of tradition”.15 De acuerdo con Belting, estas palabras eran fáciles de aplicar al momento de juzgar las diferentes facetas del modernismo, incluyendo el arte. En la era en la que los alemanes esta- ban buscando una manera de reinventarse y re definirse de cualquier manera, lo occidental entró en batalla contra lo moderno y planteó la idea de un mito, el mito de una nación que se reinventaba desde una Edad Media idealizada y glorificada.16 Es decir, en el periodo de catástrofe de 1945, de acuerdo con Belting, Alemania estaba fijada con un pasado que podía construir idealmente desde el presente pues era una definición de lo occidental que compartía con los otros países europeos, lo que ofrecía una protección en contra de los sentimientos de humillación después de la segunda guerra mundial. Los académicos alemanes no hicieron del periodo de guerra un tópico a discutir y el arte, junto con las otras expresiones culturales reali- zadas en esta época, se convirtieron en víctimas de una amnesia colectiva.17 Belting afirma que para los académicos de este periodo el concepto de “lo occidental” no admite lo moderno y que, como lo menciona Conze, la cultura occi- dental se convirtió en un sinónimo de una Europa Católica antes de la reforma pro- testante. Es decir, una Europa limpia de las guerras y de la sangre derramada en ellas. Así, la historia del arte que se escribió en este periodo tomó como objeto de estudio la Edad Media pues le permitía a los académicos escribir sobre un tema desde una aproximación histórica evitando, por ejemplo, hablar de una relación entre arte y política que se podía dar si se trataba el arte alemán moderno que se desarrolló en el periodo de las guerras.18 La relación con la religión, al ser reducida a un común denominador, se convirtió en un símbolo de una tradición cultural sin mancha. Como se puede ver, la construcción del Abendland que se estaba desarro- llando en Alemania de manera paralela a Eco no permitió que se viera lo moderno o el presente como un elemento que valía la pena estudiar. Para un análisis de este 14 . “Es la cultura urbana, la civilización no meta- física, la apocalipsis y el cosmopolitismo, en lugar de la patria. [Son] las masas sin rostro en lugar de una nación de ciudadanos, y la convención en lugar de la tradición” (traducción de la autora) (Belting, The Germans and Their Art: A Troublesome Relationship, 80). 15 . Belting, The Germans and Their Art, 80. 16 . Belting, The Germans and Their Art, 81. 17 . Belting, The Germans and Their Art, 82. 18 . Belting, The Germans and Their Art, 85. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 75 tipo no se puede olvidar, tal como aquí se intenta reconstruir, las implicaciones que supone hablar de una Cultura de Occidente que se reconstruye en primera medida desde unas voces alemanas. A partir del término antes explicado y de los artículos que se publican en esta primera época en Eco se ve una imagen de que va en una línea diferente al momento de definir lo Occidental. Los diferentes artícu- los publicados abogan por ese propósito inicial en el que se pretende estimular el espíritu del hombre a través de artículos que aluden a la experiencia de un presente o una imagen de esa Alemania en crisis. Se podría decir que ese Occidente al que se refiere Eco pretende influir en el lector colombiano al momento de definir el Occidente. Es decir, se presenta un Abendland a través de ciertos aspectos de la modernidad que se dan a través de la experiencia de la realidad en la que el artista vive. Las voces a las que se refiere esa nota editorial con la que inicia Eco hablan de un espíritu de una Cultura de Occidente. Una cultura europea que habla desde la experiencia vivida gracias a las guerras y desde la construcción del presente desde lo que ocurrió allí. La experiencia de la realidad, entonces, es para los artistas y los escritores la manera como se construye el espíritu y una manera como se puede construir una identidad alemana y del Occidente. Cultura En los meses de abril a mayo de 1998 la Biblioteca Nacional de Colombia y la Biblioteca Luis Ángel Arango presentaron una exposición titulada KOLUMBIEN:presencias alemanas en Colombia en la que, como lo dice su título, se pretendía mos- trar la construcción del diálogo entre Colombia y el pensamiento Alemán. Uno de los ensayos publicados en este catálogo señala que el papel de la transmisión del pensamiento alemán se dio a través de canales que no eran precisamente académi- cos sino desde revistas culturales. Rubén Jaramillo Vélez en su texto “La influen- cia alemana en el surgimiento y desarrollo de la influencia moderna en Colombia” estudia la labor realizada por Ortega y Gasset en la Revista de Occidente fundada en 1923 en España en la que, gracias a su gestión editorial, se abrieron puertas a la modernidad europea. Curiosamente para analizar dicha labor Jaramillo Vélez hace referencia a un texto de Cayetano Betancur titulado “El mundo alemán a través de la “Revista de Occidente” publicado en Eco en el número de agosto de 1961. Al respecto de la tarea de Ortega y Gasset, Betancur dice que: Ortega nos dejaba solos con los libros y ensayos a cuya lectura nos llevaba con tan diestra exigencia. Sin embargo, hoy comprendemos que esos libros de la “Revista de Occidente” eran, en general, los que más nos convenían como guía certera de acceso al pensamiento moderno. Esos libros y ensayos fueron en su gran mayoría de origen alemán.19 19 . Rubén Jaramillo, “La influencia alemana en el surgimiento y desarrollo de la influencia moderna en Colombia” en Kolumbien: presencias alemanas en Colombia Bogotá, editado por Giorgio Antei (Bogotá: Biblioteca Nacional de Colombia; Biblioteca Luis Angel Arango, 1998), 46. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo76 Jaramillo se pregunta qué significa la gestión editorial de Ortega en este momento para los intelectuales del país y qué repercusiones tiene más adelante, pues como lo demostrará Eco años más tarde, es este grupo que leía la empresa editorial de Ortega y Gasset quien participaría activamente en Eco al traer un contacto con el pensamiento alemán. En su texto, Betancur hace especial énfasis en que fue gracias a la Revista de Occidente que fue posible poner en contacto a los intelectuales con nuevas formas y nuevas visiones de pensamiento: la biblioteca que dirigía Ortega nos puso en contacto con los historiadores de la filosofía, los cuales nos trajeron no solo una nueva visión de los maestros historiadores, sino un método hasta entonces desconocido entre nosotros, el cual era el de presentarlos dentro de una época, en un contorno histórico que hacia ver a otro luz y muchas veces sin su tremente pesadumbre, las grandes líneas de una gran doctrina.20 Con la llegada de Eco: Revista de la Cultura de Occidente en los inicios de los sesenta el haz de luz que representa el pensamiento alemán moderno, como lo llama Betancur, vuelve a difundirse. Desde lo propuesto por Jaramillo a partir de las palabras de Betancur con respecto a la Revista de Occidente y a partir del Propósito que se presenta en primer número de Eco en el que se afirma que es a partir de las voces alemanas de donde se quiere dar un estimulo al espíritu, se puede ver una reformulación de la idea de un Occidente a través de la publica- ción de textos de un pensamiento de la modernidad en una revista cultural. Las nociones académicas con las que se construía el Occidente en Alemania fueron sustituidas por las voces de la modernidad alemana en una revista cultural que se constituyo en Colombia. Se podría decir que las decisiones editoriales que se dieron tanto en La revista de Occidente y en Eco muestran una construcción del Occidente desde un pensamiento alemán que habla de la experiencia de la guerra. Así, la cultura que se mostraba en las revistas se da desde la selección de textos que hablaban de la búsqueda por parte de los artistas y escritores europeos de una libertad y de una estimulación del espíritu a través de la realidad contemporánea. El Abendland se construyó en Alemania a partir de nociones políticas de diferente índole. Sin embargo, es en la cultura, esa cultura que estuvo escondida, vetada y hasta quemada en el periodo de Hitler, en donde se ve una atmosfera espiritual del Occidente. Una cultura que, como lo anota el sociólogo alemán Norbert Elías, fue construida a partir de elementos espirituales de unas voces que, a diferencia de Francia, se construyeron tarde pero que, al aceptar su idioma y su identidad, vieron la necesidad de identificarse no con elementos políticos sino con las voces y con las experiencias de la cultura. 20 . Jaramillo, “La influencia alemana en el surgi- miento y desarrollo de la influencia moderna en Colombia”, 46. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 77 En el libro El proceso de la civilización (1987) Norbert Elías analiza los diferentes significados y valoraciones que tienen los conceptos de civilización y cultura. Su objetivo de investigación es analizar la forma de comportamiento que se considera típica del hombre civilizado occidental. El concepto de civilización, afirma Elías, “resume todo aquello que la sociedad occidental de los últimos dos o tres siglos cree llevar de ventaja a las sociedades anteriores o a as contemporáneas “más primitivas””.21 Con el término de “civilización” la sociedad occidental, de acuerdo con Elías, trata de caracterizar aquello que expresa su peculiaridad y de lo que se siente orgullosa. Con el fin de allanar el camino para la comprensión del término, Elías analiza el significado tan diferente que tiene dicho término en Alemania y en Francia pues civilización no significa lo mismo en distintos países de Occidente. En Francia “el concepto resume el orgullo que inspira la nación propia en el conjunto del progreso de Occidente y de la humanidad en general”.22 Por lo tanto, en Francia el término civilisation puede referirse a hechos políticos, económicos, religiosos, técnicos, morales o sociales. Por otro lado, en el ámbito germano parlante “civilización” significa algo muy útil, pero con un valor de segundo grado, esto es, algo que afecta únicamente a la exterioridad de los seres humanos, solamente a la superficie de la existencia humana. La palabra con la que los alemanes se interpretan a sí mismos, la palabra con la que se expresa el orgullo por la contribución propia y por la propia esencia es cultura.23 Por lo tanto, Kultur se refiere a productos del hombre dotados de realidad, a obras de arte, a libros, a sistemas religiosos o filosóficos en los cuales se expresa la peculiaridad de un pueblo. Elías hace especial énfasis en que la situación de origen de la Kultur es la de un pueblo que alcanzó tardíamente una unidad y consolidación política y, por lo tanto, en el concepto se refleja la conciencia que tiene una nación de sí misma que se está constantemente preguntando ¿en qué consiste en realidad nuestra peculiaridad?.24 Elías construye la Kultur alemana desde una clase social excluida y cuya legitimación reside fundamentalmente en las realizaciones espirituales, científicas y artísticas. Hasta el momento se han analizado los dos términos bajo los que se cons- truye Eco. desde la figura directriz de Buchholz y a partir del análisis previamente presentado se puede decir que existe un interés por la revista en crear una defini- ción específica del Occidente a partir de una cultural alemana particular. Es decir, no se habla de toda la cultura alemana o de toda la cultura de Occidente. la selec- ción, como lo explica Foucault, es la que construye esta cultura que se le presenta al lector colombiano. La revista en esta primera época presenta a la modernidad alemana como el pilar del de arte de ese Occidente. ¿qué significa esto para el lec- tor Colombiano y como toma esta definición de el Occidente? Un colombiano que lee en la década del sesenta, se podría decir, “es un lector de texto, un lector de publicaciones, de periódicos, denoticias sobre temas políticos y sociales, un 21 . Norbert Elías, El proceso de la civilización: investigaciones socio genéticas y psicogenéticas. (México: Fondo de Cultura Económica, 2009), 80. 22. Elías, El proceso de la civilización, 85. 23 . Elías, El proceso de la civilización, 85. 24 . Elías, El proceso de la civilización, 85. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo78 ciudadano con inclinaciones políticas definidas frente al país, frente a los demás colombianos”. Tal vez desde los textos de Eco no se vislumbre para nosotros lec- tores contemporáneos de hoy la situación política ni la social, ni la violencia ni ningún otro suceso que haya ocurrido en el país en esta época.25 Lo que nos llega con Eco es el intento de un alemán de definir una cultura que parece favorecer y enaltecer tanto a su país como a él mismo. Si bien en Eco no existe una correspondencia de los lectores como se publicaba en otras revistas culturales de la época, como por ejemplo en MITO, se puede notar que estar en otro país en el exilio le da la posibilidad a Buchholz, un hombre extranjero, con un poder adquirido con su galería y librería y con el grupo de la redacción que lo acompaña, de perfilar a la modernidad alemana, especialmente al expresionismo alemán, como la voz pilar de Occidente. en esta selección de artículos no solo se puede ver una modernidad alemana sino que se puede ver un intento por mostrar cómo los escritores y artistas alemanes de esta época querían encontrar una noción de libertad y, si se quiere, se puede ver tam- bién una idea de culpa al publicar sobre estos temas. Es decir, se puede ver que Eco es una revista que, en su primera época, es alemana y a partir de esto se puede ver una reivindicación de esos movimiento y de ese pensamiento que fue eliminado y por lo tanto se ve un sentimiento de culpa por acontecimientos de la guerra de los que se pueden hablar desde una periferia, Colombia. A partir de lo anterior, se puede preguntar ¿cómo se construye el Occidente en Eco en esta primera época?. Para entender lo anterior, y al tener en cuenta la idea de que la revista plantea diferentes temas y artículos, aquí se hará un enfoque en los artículos de arte pues a lo largo del análisis de estos textos se puede entender qué el arte del que se habla en estos artículos se presenta como un testimonio de la construcción de una defi- nición de Occidente en Eco. A partir del análisis anterior es posible observar ciertas directrices desde las que se define la Cultura de Occidente en Eco, una publicación concebida en otro espacio diferente de Alemania: Colombia. Es decir, un espacio en donde se podía crear la definición de la cultura de Occidente en un nuevo lugar geo- gráfico. El Abendland se reconfigura al ser visto desde los ojos de la cultura en donde la experiencia de lo que ocurre es escrita o mostrada por el escritor o por el artista. América representa un momento en el que se podía narrar lo que no se quería narrar en ese Occidente, en ese Abendland que solo remitía idealmente al medioevo que no había sido manchado por ninguna de las dos guerras. Uno de los aspectos en los que se ve con mayor claridad este propósito es en los artí- culos de arte publicados en esta primera época. En los artículos de esta primera época en Eco se presentaba una preocupación por el análisis de algunos aspectos de lo que estaba aconteciendo en el campo artístico europeo, especialmente en el arte alemán moderno. Los artículos de arte publicados jugaron un rol decisivo 25 . Pardo, Paulina. Correspondencia entre lectores: Mito. Revista bimestral de cultura. (Bogotá, edi- ciones uniandes, 2009), 12. Aquí se expone la idea del lector colombiano y su relación con la revista MITO y como para un lector colombiano contem- poráneo no se logra vislumbrar, a partir de la lec- tura de la revista, una relación clara con el contexto colombiano en el que esta se publicó. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 79 en establecer conexiones con la modernidad para la creación de una identidad contemporánea alemana que se definía como una cultura que pretendía tener una búsqueda de un sentimiento de libertad. La selección de artículos en Eco está marcada por un interés en mostrar este arte que alguna vez fue llamado degenerado como el arte de la Cultura de Occidente. Al publicar estos artículos se ve, por un lado, un arte que busca exal- tar eso que Hitler atacó, lo cual se puede ver en los textos que se analizará mas adelante. Por otro lado, ubica una definición del Occidente desde un arte con- temporáneo que, para definirse, se tenía que remitir al arte moderno alemán. No es azar que la primera imagen de arte que aparece en el primer número de Eco (Mayo 1960) sea precisamente sobre un arte contemporáneo alemán que tiene como principal referente al arte expresionista. El pensamiento que aparece en Eco se alimenta de ese devenir, de esa reconvención que no cesa. Los artículos publicados sobre arte en la revista en la primera época se dividen en ensayo, reseñas y acercamientos biográficos a artistas y a pensadores del campo. En este texto se hace especial énfasis en los artículos que hablan sobre dos exposiciones. La primera exposición Arte Actual Alemán (1960-1962) que se expuso en Colombia y en otros cinco países sudamericanos: Venezuela, Perú, Argentina, Uruguay y Chile, y la segunda, que ocurrió en Alemania: la exposi- ción titulada Pintura sudamericana de hoy (1964), que recorrió Bonn, Baden- Baden, Pforzheim y Berlín occidental.26 Arte Alemán Actual (1960) En el artículo titulado “Anti-balance 1960”, que apareció en la revista Estampa en enero de 1961, Marta Traba hace un recuento de la actividad del arte en Colombia. Traba, al ir enumerando las diferentes exposiciones, hace especial énfasis en el título de su texto, pues afirma que ante la falta de calidad de lo acon- tecido en el año no se puede hacer un balance satisfactorio ni positivo sino de un anti balance. Sin embargo, la autora señala la importancia de la tarea de la gale- ría Buchholz. Traba afirma que Arte Alemán Actual fue la mejor exposición del año.27 De acuerdo con Traba, esta exposición, al igual que las otras exposiciones que fueron organizadas por Buchholz, se caracterizaron por una independencia y una búsqueda de calidad. El anti balance, que en las exposiciones organizadas por Buchholz no se ve, se debe a que las otras galerías, Callejón o El Caballito, perfila- ban sus exposiciones desde un compromiso con la amistad, una buena vecindad y una dificultad al no poder decir no.28 En el catálogo de la exposición se presenta una corta introducción por Karl Buchholz en la que se dice que Arte Actual Alemán se estableció a partir de una muestra que fue organizada en la Asociación de Artistas Alemanes en 26. Buchholz, Karl Buchholz: librero y marchante de arte en el siglo 20, 188. 27. Marta Traba, “Anti balance 1960”, Revista Estampa, 1961, 35. 28 . Traba, “Anti balance 1960”, 35. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo80 Wiesbaden durante 1959.29 Se aclara que las obras mostradas son una selección que nació del interés personal de Buchholz de exponer las obras de los actuales artistas alemanes que había visto en la exposición de Wiesbaden. Así, de acuerdo con el catálogo, “la exposición reunida por el Sr. Buchholz permite a los sudame- ricanos aficionados al arte formarse una idea bastante completa del estado actual de las artes plásticas en nuestro país”.30 Buchholz establece el éxito de la exposición en Europa al afirmar que mas allá de quedar reducida a las manifestaciones de una especie de florecimiento puramente vegetativo, “esa pintura se nos presenta como resultado de la paciente búsqueda que tiende a la claridady la forma; constituye el notable ejemplo de la facultad plasmadora plenamente desarrollada, guiada por un intelecto de con- natural ocasión filosófica”.31 Así mismo, resalta un “vivificador mensaje de colo- res” de las obras que se pierde en el catálogo al ser una publicación en blanco y negro. Sin embargo, las obras se pueden rescatar por su estructura y por estar al “alba de una nueva época que aspira a dominar las turbias pasiones”.32 Las ideas de Buchholz se pueden establecer como una exaltación de las obras de arte alemán contemporáneo mostradas en la exposición. Se hace especial énfasis en la impor- tancia de exhibir las obras, pues los artistas no solo son reconocidos internacio- nalmente sino que le permiten al espectador latinoamericano observar obras que rescatan un pasado y aspiran, desde la realidad en la que se encuentran, dominar y plasmar una identidad alemana. Así, el espectador latinoamericano puede crear una definición del arte alemán a partir de la selección personal de Buchholz. Aquí se puede ver que Buchholz pretendía crear y simplificar la cultura alemana para el lector y el espectador. Es decir, su selección personal se puede ver desde Colombia como un discurso oficial de lo que se define como arte alemán contemporáneo. Si bien el catálogo es corto en explicaciones y simplemente presenta ilus- traciones de algunas de las obras de la exposición es en Eco en donde el espec- tador/lector puede entender el por qué se está mostrando esta exposición en Latinoamérica y, al mismo tiempo, entiende el tipo de identidad que se quiere crear sobre Alemania a través de la exposición de las obras seleccionadas por Buchholz y a través de la escritura sobre estas obras. El propósito de Buchholz, a través de los textos publicados en Eco, se fundamenta en que un análisis y una problematización de las obras que se muestran en la exposición va más allá de mostrar al “espectador aficionado” las obras de arte alemán contemporáneo por sus valores formales. Los textos muestran un contexto y una problematización del arte alemán y de la identidad alemana que se crea a partir de las diferentes clasificaciones del pasado y del presente. En el primer número de la revista aparece, con motivo de la exposición de arte alemán, una transcripción de la conferencia pronunciada por Werner Haftmann el 11 de julio de 1959 como inauguración de la documenta II de Kassel. 29 . Karl Buchholz, “Introducción”, en Arte actual alemán: pintura absoluta, escultura abstracta, arte figurativo de hoy, editado por Karl Buchholz (Berlín : Brüder Hartman, 1960), 1. 30 . Buchholz, “Introducción”, 2. 31 . Buchholz, “Introducción”, 1. 32 . Buchholz, “Introducción”, 1. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 81 La transcripción se publica pues fue en la documenta en donde apareció una selec- ción de arte alemán equivalente a la que se mostró en Suramérica. Nuevamente, al introducir la relación con la documenta, en Eco se le da un nuevo significado a la exposición de Arte Actual Alemán y se crea un nuevo nodo de conexión al momento de constituir la identidad de arte alemán y, por consiguiente, del Occidente que se construye desde un arte contemporáneo y moderno alemán. El autor establece que documenta, una exposición de tan singular trascendencia y magnitud, brinda la oportunidad de hacer un examen de conciencia común en donde se desplace el centro de gravedad del análisis formal y se inquiera por la configuración humana y por la sustancia del mensaje del arte creado por la gene- ración de los que nacieron después de 1900.33 De esta premisa, Haftmann divide su texto en tres apartados en los que analiza el arte moderno y la importancia de éste en la creación de una identidad de arte contemporáneo alemán. Por ello, de acuerdo con el autor, la realidad por la que atraviesa cada artista se hace vital para la descripción del arte que se exhibe en la documenta. Haftmann establece que: El arte exhibido en documenta fue creado por la generación de los que nacie- ron después de 1900 y recordamos ahora que esa misma generación de artis- tas se vio enfrentada a una realidad tan monstruosamente fantasmagórica que, en comparación con ella, las mas sombrías pesadillas del género humano parecen meras bagatelas.34 Es decir, las guerras rompieron las tradiciones estructurales morales y la realidad del artista se vio afectada. Sin embargo, este arte sobrevive en la exposición pues es a partir del arte creado en esta época (el arte creado durante la guerra) que se puede crear una identidad alemana en la época contemporánea a la documenta (1959). Al reclamar al expresionismo como la forma de ver la realidad alemana y como una continuidad en el arte alemán, Haftmann presenta una manera de alejar la influencia del nacional socialismo en la cultura alemana de esta época y, como ya se ha mencionado, una manera de definir el Occidente desde la moderni- dad alemana. Es decir, la reivindicación del arte moderno alemán no es gratuita ni arbitraria. El expresionismo se le muestra al artista contemporáneo como una forma de libertad. Libertad que había sido callada y, en algunos casos, eliminada. El autor dice que: Durante doce años, la Alemania de Hitler perseguía el arte moderno precisa- mente por considerarlo como manifestación del hombre libre, incompatible con la estrategia de la unificación totalitarista en la misma medida en que constituía una tentativa de autorrealización.35 33 . Werner Haftmann, “La rebelión silenciosa de los artistas”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 1, nº 1 (1960): 68. 34 . Haftmann, “La rebelión silenciosa de los artis- tas”, 69. 35 . Haftmann, “La rebelión silenciosa de los artis- tas”, 77. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo82 Sin embargo, los doce años de persecución no fueron suficientes y los artistas de la generación de pos guerra no desisten de la misión de crear y presentar un arte desde la libertad. El arte moderno, entonces, se establece aquí como un eco que pretende despertar una sensibilidad espiritual tanto en la Alemania contemporá- nea como en el lector de Eco y en el espectador que visita la exposición. Visitar el pasado permite entonces crear una identidad contemporánea sólida que se puede mostrar en el exterior. La función social del arte, de acuerdo con Haftmann, con- siste en dar expresión a la manera como una época se comprende a sí misma y al mundo.36 En la realidad nacen las formas expresivas propias de cada época y se establece un proceso formativo a partir del pasado. El expresionismo alemán se presenta como un momento inspirador para el presente. Haftmann termina su texto afirmando que gracias al estudio del arte moderno el arte contemporáneo concuerda con la visión de la realidad. Se podría decir que Eco se guía por este artículo al hablar de arte durante su primera época. Las ideas planteadas por Haftmann en la documenta se ven a lo largo de los artículos de arte que aparecen en estos primeros años de publica- ción, no solo al momento de tratar la exposición de Arte Alemán Actual, sino al reseñar fundamentos teóricos del arte, como por ejemplo la sociología del arte escrita por Hausser o las aproximaciones biográficas que se hacen a Paul Klee y a Marc Chagall. Así, se le da un énfasis al arte expresionista con el fin de establecer una historia del arte alemán que se aleje de lo establecido bajo los parámetros de Hitler. Segundo, se establece que a partir de la visión de la realidad que se veía en este arte moderno se puede ver una historia y una identidad alemana que, al estar en crisis de definición después de las guerras, intenta ser rescatada para construir una identidad contemporánea de lo occidental que, de alguna manera, no eli- mine ni silencie al arte moderno de la historia del arte al tratar de glorificar ese pasado de la Edad Media.Y tercero, a partir de la combinación de estos dos ele- mentos, se crea una continuidad entre el arte contemporáneo y el arte moderno alemán. Una identidad contemporánea establecida provee una conexión con una comunidad mucho más global y le permite crear una identidad que se aleje de los parámetros establecidos en el tercer Reich y de la definición del Occidente que se perfilaba en la academia de la historia del arte que buscaba una identidad alemana en el arte de la Edad Media. Sobre la exposición de arte alemán que se llevó a cabo en Lima, Caracas y Bogotá se sabe a través de los artículos que aparecen en la revista. Se puede decir que las palabras y el lenguaje escrito que aparece en Eco no se acompaña por nin- guna imagen ni ilustración. La palabra, entonces, se vuelve el medio por el cual se documenta el arte alemán que se exhibió en América Latina en ese momento. En el número de junio de 1960 aparece un articulo de Rafael Bosch titulado “Arte actual alemán en Caracas” publicado inicialmente en el Universal, periódico de Caracas, 36 . Haftmann, “La rebelión silenciosa de los artis- tas”, 78. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 83 el 9 de junio de 1960. La frase inicial del artículo constituye una exaltación del arte alemán: “el arte alemán ha sido en los comienzos de siglo la influencia total más poderosa en el desarrollo del arte moderno”.37 El autor afirma que ningún otro país como Alemania produjo una revolución tan consistente y tan entusiasta en todos los campos del arte que llevó el signo del expresionismo.38 Bosch establece, bajo las líneas planteadas por Haftmann, que el arte actual alemán era fiel a sí mismo gracias a cuatro tipo de artistas: los artistas que perpetúan el pasado, los que lo amplían, los que están al día y los que trabajan por el porvenir. Bosch señala la importancia de los artistas que marcan el camino para el porvenir, ya que son “los artistas que tratan de aplicar los elementos abstrac- tos e imaginativos a la creación de un nuevo mundo significativo, generalmente figurativo y a veces abstracto”.39 A este grupo pertenecen: Karl Hasrtung y Mac Zimmermann, artistas que aparecen en la exposición. De estos artistas, el autor postula que muestran una continuidad del arte alemán en donde lo más esencial es, de acuerdo con Bosch, ser un arte significativo. Lo significativo se entiende en el artículo de Bosch como un arte alemán que se preocupaba por establecer una visión y una imagen de la realidad en la que los artistas vivían. Si bien el texto es corto y se limita a enumerar los artistas que se encuentran en la exposición, el autor rescata la visión de Haftmann: la creación de un nuevo arte alemán basado en una realidad contemporánea e internacional puede ser reconocida mundial- mente como una representación de una cultura alemana y del Occidente. El tercer artículo que aparece sobre la exposición demuestra con mayor énfasis la idea anterior. En el artículo “Arte contemporáneo alemán en Bogotá” del número de abril de 1960 Marta Traba hace una reseña de la exposición cuando esta estuvo expuesta en Bogotá en las salas del Museo Nacional. Traba hace un recorrido por la pintura alemana desde la premisa que la pintura contemporánea europea está marcada por el dominio creciente del expresionismo abstracto.40 Para desarrollar esta idea, la autora hace un breve recorrido por la historia del arte ale- mán del periodo de guerras. Al periodo de pre guerra le impone un tono investi- gativo. Aquí afirma que los artistas revisan las nociones, destruyen y reconstruyen completamente las formas, estudian los colores y las relaciones estructurales de la obra.41 Esta experiencia, afirma Traba, se realizó en equipos: la Bauhaus, De Sitjll, el cubismo, el futurismo, el fauvismo, el surrealismo, el dadaísmo y el puntillismo. Dentro de estos grupos rescata la posición de autonomía creadora de Alemania. De acuerdo con Traba, este país en vez de adoptar una disciplina, adopta una actitud. El expresionismo, de acuerdo con Traba, al convertirse en una actitud se resis- tió a una formulación teórica, preservaba la individualidad y la espontaneidad lo que hacía que promovieran una libertad a través de sus obras. Esta búsqueda de libertad les permitió a los expresionistas una capacidad confesional y una audacia para con- vertir dichas confesiones en energía espiritual dentro del cuadro. Este elemento fue 37 . Rafael Bosch, “Arte actual alemán en Caracas”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 1, nº 3 (1960): 218. 38 . Bosch, “Arte actual alemán en Caracas”, 218. 39 . Bosch, “Arte actual alemán en Caracas”, 221. 40. Marta Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá” Eco: Revista de la cultura de Occidente 2, nº 6 (1961): 584. 41 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 585. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo84 interrumpido cuando se tildó a este tipo de arte como “degenerado”. Sobre el periodo de entre guerras, Traba afirma que a pesar de que signifique un quiebre y una muerte en los fundamentos planteados por el expresionismo, el artista de pos guerra resuelve todavía, desde una libertad, dar “signos inequívocos de su presencia en la obra”.42 El arte contemporáneo de la exposición no es un arte de derrota. Traba dice que el equilibrio se ha restablecido, la cultura se reintegra a un cauce más constante y normal desde que no afronta contingencias políticas ni las ambiciones de domi- nio que se dieron en el periodo de entreguerras. La autenticidad de la exposición se apoya en las obras mismas: “al responder a un espíritu verídico, las obras se cargan de necesidad y de sentido. Nunca caen en el “acto gratuito” que tanto perjudica el arte abstracto, limitándolo a un juego superficial y sin consecuencias”.43 La primera época de Eco presenta textos sobre arte alemán escritos en el periodo de pos-guerra en los que se resalta la creación de una identidad alemana contemporánea a partir de una identificación y comprensión de un pasado: el arte moderno, específicamente, el expresionismo alemán. Los artículos que se presentan establecen que el arte fue una parte importante para establecer conexiones entre el pasado, el arte de preguerra, y el presente. Así, se publican interpretaciones del pasado reciente y, a partir de éstas, se analizan nuevas definiciones del arte moderno y su influencia en la definición de una identidad en el arte contemporáneo alemán. Los artículos sobre la exposición de Arte Alemán Actual marcan, enton- ces, el punto neurálgico al momento de abarcar el arte en la primera época de Eco. A través de estos tres artículos se puede establecer que la revista promulgó una escritura de arte en la que se exaltaban las cualidades del arte alemán que se querían compartir en Colombia por parte de la redacción de Eco. La identidad alemana que se trasmite a partir de los artículos en los que se hablan sobre arte no solo se construye a partir de la exposición de Arte Alemán Actual. Es decir, no solo se trasmitió una mirada de los artistas o de los escritores alemanes sino que, como ya se mencionó, la exposición de Arte Actual Alemán se desarrolló de manera paralela con la recolección de las obras que se iban a exponer en 1964 en Alemania sobre arte contemporáneo suramericano y, por lo tanto, en Eco también se crea una mirada de un espectador alemán que observó un arte latinoamericano. Pintura sudamericana de hoy (1963) En el artículo titulado “Pintura sudamericana contemporánea en Alemania” publi- cado en el número de agosto de 1963 en Eco, y tomado del número del 30 de julio de 1963 del periódico de la ciudad de Bonn Bonner Nachrichten, se hace una reseña de la exposición que, a la fecha, se encontraba expuesta en la ciudad de Bonn. El autor anónimo empieza su texto afirmando que la selección realizada por Godula y Karl Buchholz fuereunida en su lugar de origen, América del Sur, y presentaba el 42 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 588. 43 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 594. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 85 trabajo de pintores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela. La exposición presenta similitudes con la exposición de Arte Alemán Actual. Al igual que la exposición que itineró por diferentes países de América del Sur, esta exposición fue una selección personal realizada por los Buchholz de artis- tas que son desconocidos en los lugares en los que fueron exhibidos pero que, al mostrarse, pretendieron dar una visión en conjunto de las nuevas corrientes con- temporáneas tanto en la pintura suramericana como en el arte alemán. La exposición de arte suramericano se presentó, de acuerdo con el autor, como una unidad en la que es estrictamente imposible separar los pintores de acuerdo a los países a los que pertenecen.44 A partir de esta totalidad el autor advierte un carácter internacional pues las obras elegidas parecen presentarse como una selección en la que se promueve una identidad de arte suramericano a partir del retrato de la naturaleza. El autor afirma que: A juzgar por la selección mostrada, el círculo sudamericano parece ser bas- tante cerrado: nos encontramos casi exclusivamente, frente a obras abstrac- tas que rechazan inclusive cualquier alusión objetiva; falta además todo lo geométrico, no hay composiciones fuertes, acentuadas; no se encuentra nin- guna provocación revolucionaria.45 La pintura de la muestra conserva su unidad en la medida en que retrata una naturaleza que se ubica más allá de la selva virgen tropical hasta las montañas, pasando por el desierto y llegando al mar. La particularidad del paisaje crea, de acuerdo con el autor, imágenes típicas y propias de Suramérica. Se puede ver en las palabras del autor que se crea una especie de simplificación del arte que se estaba creando en esta época en América del Sur. A partir de esto, el autor enumera algunos artistas de la muestra en los que se resalta la aproximación al paisaje y a la naturaleza. Por ejemplo, de la boliviana Luisa Pacheco afirma que: Partiendo del contraste de una pesada oscuridad y del blanco más luminoso construye composiciones abstractas con grandes rasgos, composiciones que, en último término, pueden reflejar la amplitud del paisaje de su patria que llega hasta las alturas más cubiertas de nieve de las cimas de los Andes.46 Por otro lado, al hablar de la obra de Alejandro Obregón, que sirve de imagen de portada para el catálogo de la exposición, afirma que sus pinturas: producen un efecto fantasmal surrealista, lo orgánico se une aquí con lo tec- tónico, despreocupadamente se atrapa en la época atómica la exuberancia 44 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 391. 45 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 391. 46. Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 393. Arte, testimonio e identidad en Eco: Revista de la Cultura de Occidente (1960-1963) H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo86 orgánica, desterrada en espantosos desiertos de paisajes vacíos, llenos de crá- teres. En un cuadro un volcán en llamas la cubre de rojo.47 Finalmente, se señala que la exposición se recibió con agradecimiento pues, al ser una exposición que abarcó veintiocho pintores de ocho países suramericanos, fue la primera vez que se mostró en Alemania y en Europa una exposición de este tipo y, por lo tanto, puso en contacto al espectador alemán, de acuerdo con el autor, con artistas creadores de un valor propio.48 A lo largo de estas palabras se puede ver que el autor del texto que sirve de espectador de la exposición entiende la muestra desde un lenguaje plástico similar a las descripciones que se escribieron sobre Arte Alemán Actual en los artículos ya mencionados. Es decir, las descripciones de las obras se hacen desde un lenguaje que recuerda las palabras con las que se describieron las obras que se reunieron en la exposición de arte alemán que circuló por América del Sur. A través de esta exposición en Alemania se puede ver el interés de Buchholz de crear un modelo de arte en donde fue él el que definió un arte alemán para los surame- ricanos y un arte suramericano moderno para los alemanes. Así mismo, las obras escogidas, por lo que nos da a conocer el escritor que las vio en Bonn, se definen a partir de una clasificación que pretende mostrar obras que pueden parecer o que pueden ser reconocidas como típicamente “sura- mericanas”. Se declara típico en la medida en que el espectador alemán lo puede definir como una representación de un lugar que no conoce pero que, a partir de la expresión de las obras, entiende un poco más del espíritu de Sur América. Las dos exposiciones hicieron parte de la labor de intercambio que realizó Buchholz desde su llegada a Colombia. No es arbitrario que la exposición de Arte Actual Alemán esté creando una identidad contemporánea a partir de la concepción y la comprensión del arte moderno desde los parámetros de libertad que encontraron en el arte expresionista, antes de la primera guerra. No es arbitrario tampoco que se dé una exposición de arte suramericano que aparentemente habla de la expe- riencia de América del Sur. Conclusiones Las exposiciones y el arte del que se escribió en esta primera época de Eco habla de una búsqueda de una realidad contemporánea a través de la cultura. Los artistas mostrados aquí, reunidos en una clasificación que permite crear la definición de una idea de Occidente, le son explicados al lector colombiano como artistas que pretenden crear a través de obras que apelen a la realidad y a la experiencia en la que se encontraban. Esta búsqueda le permitió a Eco construir y redefinir en Colombia una noción de Occidente a partir de textos de un pensamiento moderno alemán 47 . Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 393. 48. Traba, “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”, 394. Ana María Zapata H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 87 que pretenden, desde lo aprendido en la guerra buscar una realidad que a través de la palabra o de las obras de arte estimule el espíritu del hombre. El lector colombiano se encontró con la visión de una Cultura de Occidente a partir del interés personal de Buchholz de crear un Occidente desde una cultura moderna y contemporánea alemana. Es decir, la construcción de esta cultura no se dio desde un discurso oficial o académico sino que nació del interés de unos cuantos que se reunían en una Torre de Babel de libros en el centro bogotano. Los libros leí- dos, el arte visto y las ideas discutidas se reunieron en unas páginas que pretendían definir una cultura. El arte contemporáneo tanto alemán como suramericano, que se mostró en las exposiciones que se trabajaron aquí, funcionaron como un testimo- nio de la construcción o de la reconstrucción de la idea de un Occidente que, en este periodo, se encontraba en una crisis de identidad pero que, al construirse desde otra geografía permitía obviar y abandonar discursos oficiales y podía ser construida desde una revista cultural que no se produjo en Alemania sino que se estableció en un espacio colombiano pero que también, en su primera época, parecía olvidar el contexto geográfico en el que se definía. La construcción de cultura que se dio en Eco en esta primera época desde la cultura alemana no es gratuita, pues desde este pensamiento se vio una necesidad de seguir ampliando esa definición del Occidente desde una nueva cultura: la colombiana y la latinoamericana. Este trabajo es comienzo de la explo- ración del papel fundamental que jugaron los artículos de arte publicados en la revista en esta definición de la identidad de la Cultura de Occidente, que en las siguientes épocas y gracias a la llegada de directores como Ernesto Volkeningy Gustavo Cobo Borda la noción de lo Occidental empezó a definirse desde aquí, desde el pensamiento colombiano. Cabe finalmente preguntar ¿para quién fue esa definición de Cultura de Occidente que se dio en Eco? Como ya se mencionó, en la revista no se vio un inte- rés por hablar del contexto en el que fue construida. Los sucesos políticos y sociales no son mencionados ni caracterizados desde la ficción. Se podría decir que, como lo señala Foucault en ese texto que se menciona al principio del ensayo, la selección de algunas cosas define, en este caso, una cultura. De la mano de Buchholz se dio una cultura de Occidente que, se podría decir, se construyó a partir de elementos cul- turales que no se podían mencionar en Alemania pero que al estar aquí en el exilio podían ser publicados y podían ser usados para definir una cultura alemana que se veía desde una postura de culpa por lo acontecido en la guerra. Así mismo, al llevar arte de América del Sur a Alemania demostró un interés por crear ciertos modelos de arte o ciertos modelos culturales en los que pretendía simplificar y mostrar dos culturas. Por un lado, en la exposición de Arte Actual Alemán, lo que podía ser identificado como lo más alemán y, por el otro lado en la exposición de arte surame- ricano, lo que podía ser identificado como lo más suramericano. H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo88 Fuentes primarias Bosh, Rafael. “Arte actual alemán en Caracas”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 1, nº 3 (1960): 218-221. Haftmann, Werner. “La rebelión silenciosa de los artistas”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 1, nº 1 (1960): 67- 83. “Nota de presentación”. Eco: Revista de la cultura de Occidente, nº 52-54 (1964): 341-342. “Propósito”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 1, nº 1 (1960): 1-2. Traba, Marta. “Arte contemporáneo alemán en Bogotá”. Eco: Revista de la cultura de Occidente 2 nº 6 (1961): 584-594. “Pintura sudamericana contemporánea en Alemania”. Eco: Revista de la cul- tura de Occidente 2, nº 6 (1963): 586-590. Fuentes secundarias Belting, Hans. The Germans and their art : a troublesome relationship. New Haven: Yale University Press, 1998. Bourdieu, Pierre. Campo de poder, campo intelectual. Buenos Aires: Editorial Montresor, 2002. Brockmann, Stephen. “Germany as Occident at the Zero Hour”. German Studies Review 25, nº 3 (2002): 477–96. Buchholz, Godula. Karl Buchholz. Librero y marchante de arte en el siglo 20. Su vida, librerías y galerías: Berlín, Nueva York, Bucarest, Lisboa, Madrid, Bogotá. Köln: DuMont, 2005. Castilla, María. “Presencias, enfoques…”. En Kolumbien: presencias alemanas en Colombia, editado por Giorgio Antei. Bogotá: Biblioteca Nacional de Colombia; Biblioteca Luis Angel Arango, 1998, 35-37. Curtius, Ernst Robert. Literatura Europea y Edad Media Latina. México: Fondo de Cultura Económica, 1955. Elías, Norbert. El proceso de la civilización: investigaciones socio genéticas y psi- cogenéticas. México: Fondo de Cultura Económica, 2009. Foucault, Michel. Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas. México: Siglo XXI, 1979. Bibliografía H-ART. número 0. Bogotá, enero-junio 2017, 152 pp. Artículo 89 Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. Introducción a la estética. Barcelona: Ediciones Península, 1971. Jaramillo Vélez, Rubén. “La influencia alemana en el surgimiento y desarrollo de la filosofía moderna en Colombia”. En Kolumbien : presencias alemanas en Colombia, editado por Giorgio Antei. Bogotá: Biblioteca Nacional de Colombia; Biblioteca Luis Angel Arango, 1998, 38-45. Jaramillo Zuluaga, Eduardo. “Eco: Revista de la cultura de Occidente:1960-1984”. Boletín Cultural y Bibliográfico XXVI, nº 18 (1989): 3-19. Mathews, Heter Elizabeth. Making Histories: The Exhibition of Postwar Art and the Interpretation of the Past in Divided Germany, 1950-1959. Ann Arbor: ProQuest, 2007. Museo Nacional de Arte Moderno. Palacio de Bellas Artes (México). Arte actual alemán: pintura absoluta, escultura abstracta, arte figurativo de hoy. Berlin: Brüder Hartman, 1960. Pardo, Paulina. Correspondencia entre lectores: Mito. Revista bimestral de cul- tura. Bogotá, ediciones uniandes, 2009. Petropoulos, Jonathan. The Faustian Bargain: the art world in Nazi Germany. New York: Oxford University Press, 2000. Sarlo, Beatriz. Una modernidad periférica: Buenos Aires, 1920 y 1930. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1988. Serna, Julián Camilo. “El valor del arte. Historia de las primeras galerías de arte de Colombia (1948-1957)”. Ensayos. Historia y teoría el arte, nº 17 (2009): 61-84. Spengler, Oswald. La decadencia de Occidente: bosquejo de una morfología de la historia universal. Madrid: Espasa-Calpe, 1966. Traba, Marta. “Anti balance 1960”. Revista Estampa (1961). Uribe, María Teresa y José María Álvarez Gaviria. Cien años de prensa en Colombia 1840-1940. Catálogo indizado de la prensa existente en la Sala de Periódicos de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 2002. Zweig, Stefan. El mundo de ayer. Barcelona: Editorial Juventud, 1968.
Compartir