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Maestría en Información y Comunicación 
 
 
 
Tesis para defender el título de la Maestría en Información y 
Comunicación 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y 
alfabetización: el rol de la Biblioteca y el Archivo 
 
 
Autora: Erika Velázquez Guerrero 
 
Directora de Tesis: Profa. Dra. Martha Sabelli 
 
 
 
Montevideo 
Marzo de 2020 
 
 
 
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons 
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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El Tribunal docente integrado por los abajo firmantes, aprueba la Tesis: 
“Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: 
el rol de la Biblioteca y el Archivo” 
 
Tesista: Erika Velázquez Guerrero 
Maestría en Información y Comunicación 
Fallo: 
 
 
Tribunal: 
Profesor/a: 
______________________________ 
Profesor/a: 
______________________________ 
Profesor/a: 
______________________________ 
 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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“Los museos son instituciones complejas. Representan (...) las esencias de la patria y 
el recuerdo de sus glorias pasadas. Por ello son a veces instituciones resistentes al 
cambio, lugares en los que se teme perder la identidad si se proyecta hacia el exterior 
todo el conocimiento acumulado en ellos durante muchos años. Sin embargo en estos 
tiempos de miseria sólo la difusión de este conocimiento puede hacer de los museos 
entidades sostenibles y con futuro.” (Do Campo, 2013, p. 201) 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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in memoriam de Araceli Corbo, gran inspiradora y hacedora de esta tesis 
dedicado a la Biblioteca del Museo Blanes, de quien fui su aprendiz 
 
 
Agradecimientos 
 
A Martha, por su orientación, acompañamiento y confianza. 
A los directores, colegas y responsables de bibliotecas, archivos y educadores, por 
abrirme las puertas de los museos, por su tiempo, interés y buena disposición para 
con esta investigación. 
A Leandro, compañero de todos mis días, incondicional, por los tiempos robados, por 
el aguante siempre. 
A mis padres, por tanto amor y entrega, a mi hermana y a More, quien nació en el 
mismo momento que esta tesis; a ellos, por mostrarme lo que realmente importa en la 
vida. 
A Pato y a Clau, por nuestras charlas apasionadas sobre los museos y la museología, 
por la conexión que nos ha inspirado y motivado siempre. 
A Pía y a Patricia, compañeras en este camino, el cual sería inimaginable sin ellas; 
a Patricia especialmente, por ser ‘nuestra mentora’, por estar siempre, por su apoyo, 
por el ánimo y confianza de que era posible. 
A mis amigas colegas por acompañar, comprender y animarme, especialmente a Yanet 
y a Lucía. 
A las colegas de las bibliotecas y los archivos de los museos, por esta pasión 
compartida. 
A mis compañerxs del Museo Blanes, por haber sido parte de este proceso. 
A los compañerxs de mi querido Espacio Cultural Valdense, a los de ayer y a los de 
hoy, por la confianza, por ser parte tan importante en este camino recorrido. 
A mis compañerxs de la Biblioteca del Poder Legislativo por la escucha y tanta 
energía transmitida en estos pocos meses. 
A mi coterráneo Oscar Buschiazzo, el mejor guía que podríamos haber tenido en esta 
maestría. 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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Tabla de contenido 
 
Lista de acrónimos y siglas……………………………….………………………….9 
Lista de gráficos…………………………………………………………….………...9 
Lista de tablas ………………………………………………………………………..9 
Resumen………………………………………………………………………….…..10 
Abstract………………………………………………………………………………11 
Introducción…………………………………………………………………………12 
PARTE I: Capítulo 1. Fundamentación del objeto de estudio, antecedentes y 
objetivos de la investigación………………………………………………………...14 
 1.1. Antecedentes y fundamentación del objeto de 
estudio…………………………………………………………………………...……14 
 1.2. Objetivos…………………………………………………………………….…15 
MARCO TEÓRICO: Capítulo 2. Diálogos posibles entre la Archivología, la 
Bibliotecología y la Museología……………………………………………………..16 
2.1. Desarrollo disciplinar de la 
Museología………………………………………………………………………….16 
2.2. Evolución disciplinar y vínculos entre la Bibliotecología, la Archivología y la 
Museología…………………………………………….……………………………20 
2.3. Archivos, Bibliotecas y Museos, ¿que los distancia? ¿que los 
acerca?.......................................................................................................................24 
Capítulo 3. Hacia la integración de la Biblioteca, el Archivo y el Centro de 
documentación del Museo…………………………………………………………..29 
 3.1. La información en los museos: patrimonio escondido………………………32 
 3.1.1.¿Colecciones archivísticas, bibliográficas o 
museográficas?..............................................................................................................35 
 3.1.2. Políticas de información en museos para garantizar la gestión, el acceso y el 
empoderamiento………………………………………………………………………35 
 3.1.3. El Museo como espacio de gestión del patrimonio documental y gestión de 
información museística……………………………………………………………….37 
 3.1.4. Rol de la Biblioteca, Archivo y Centro de Documentación en la gestión 
documental y gestión de información del museo……………………………………..40 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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3.1.4.1. Sistemas de información como punto de encuentro entre el archivo, la 
biblioteca y el museo………………………………………………………………40 
3.1.4.2. Difusión y comunicación………………………………………...………43 
3.1.4.3. Biblioteca y archivo del museo como editores y creadores de 
contenidos…………………………………...……………………………44 
3.1.4.4. Memoria institucional……………………...…………………………….45 
3.1.4.5. Rol de la biblioteca en la gestión editorial del museo…………………….46 
3.1.4.6. Importancia del patrimonio documental del museo como base de estudios e 
investigaciones…………………………………………………………....46 
3.2. Museo como espacio de aprendizaje y construcción del conocimiento………48 
 3.2.1. Desarrollo del rol educativo del museo………………………………………48 
 3.2.2. Política educativa del museo…………………………………………………51 
 3.2.3. Museo como espacio de construcción del conocimiento…………………….53 
 3.2.4. Biblioteca, Archivo y/o Centro de Documentación del Museo como espacio de 
alfabetización…………………………………………………………………………55 
3.2.4.1. Conceptualización de alfabetización informacional………………………56 
3.2.4.2. Alfabetizar en información en el museo…………………………………..59 
3.2.4.3. Hacia la construcción de un programa de ALFIN en el museo……………62 
3.3. El Museo como espacio de acción y mediación cultural………………………65 
 3.3.1. Rol de la Biblioteca, Archivo y/o Centro de Documentación del Museo como 
espacio de mediación cultural………………………………………………………...68 
PARTE II: Capítulo 4. Metodología………………………………………...……...73 
 4.1. Estrategia cuantitativa. Encuesta a responsables y directores de museos de 
arte……………………………………………………………………………...…….74 
 4.2. Estrategia cualitativa. Entrevistas a directores de museos, responsables de 
bibliotecas, archivos y/o centros de documentación, de áreas educativas y de gestión 
cultural…………………………………………………………..……………………76 
 4.3. Fuentes y técnicas de la investigación. Fuentes documentales………………...79 
PARTE III: Capítulo 5. Análisis de losresultados…………………………………80 
 5.1. Encuesta………………………………………………………………...……...80 
 5.1.1. Análisis de los resultados de la encuesta…………………………………....81 
 5.2. Análisis de las entrevistas………………………………………………………86 
 5.2.1. Resultados Museo Nº1………………………………………………………87 
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 5.2.2. Resultados Museo Nº2…………………………………..…………………113 
 5.2.3. Resultados Museo Nº3……………………………………………………..128 
 5.2.4. Resultados Museo Nº4…………………………………………………….144 
Capítulo 6. Conclusiones y recomendaciones…………………………………….159 
 6.1. Dimensión 1: La concepción sobre el museo………………………………….159 
 6.2. Dimensión 2: Conceptualizaciones y valoraciones sobre la biblioteca, archivo y/o 
centro de documentación del museo…………………………………………………160 
 6.3. Dimensión 3: Gestión del patrimonio documental y gestión de información para 
garantizar el acceso y apropiación de la información en el museo………………….162 
 6.4. Dimensión 4: El grado de conocimiento sobre los vínculos teóricos entre 
Bibliotecología, Archivología y Museología………………………………………..165 
 6.5. Dimensión 5: Estrategias educativas en los museos para garantizar la apertura al 
diálogo y la participación, experiencias de aprendizaje, representación y disfrute 
significativas………………………………………………………………………...166 
 6.6. Dimensión 6: Rol de mediación cultural del museo………………………….168 
 6.7. Dimensión 7: El reconocimiento y valoración del profesional de la información 
en el museo………………………………………………………………………….169 
 6.8. Proyecciones………………………………………………………………….172 
Referencias bibliográficas…………………………………………………………174 
Anexos………………………………………………………………………………187 
Anexo 1. Formulario de encuesta……………………………………………………188 
Anexo 2. Pautas de entrevista……………………………………………………….190 
Anexo 3. Consentimiento informado………………………………………………..198 
Anexo 4. Cuadros de análisis………………………………………………………...200 
 
 
 
 
 
 
 
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Lista de acrónimos y siglas 
 
CICOP Uruguay – Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio Uruguay 
IBERMUSEOS 
IBRAM - Instituto Brasilero de Museos 
ICOM – Consejo Internacional de Museos 
ICOFOM – ICOM International Comittee for Museology 
TIC - Tecnologías de la Información y la Comunicación 
 
Lista de gráficos 
 
Gráfico 1: Ámbito de dependencia del museo………………………………………...81 
Gráfico 2: Existencia de archivo, biblioteca y/o centro de documentación del 
museo…………………………………………………………………………………82 
Gráfico 3: Gestión integral y coordinada entre la biblioteca y el archivo del 
museo…………………………………………………………………………………82 
Gráfico 4: Contribución de la biblioteca y el archivo a las funciones del 
museo…………………………………………………………………………………85 
 
Lista de cuadros 
 
Cuadro 1: Variables independientes…………………………………………………..75 
Cuadro 2: Variable dependiente………………………………………………………75 
Cuadro 1: Existencia de bibliotecas y archivos en museos, gestión integral y sugerencias 
de actores a entrevistar………………………………………………………………..83 
 
Notas: 
El uso del masculino genérico obedece a un criterio de economía de lenguaje y procura una lectura 
más fluida, sin ninguna connotación discriminatoria. 
Las referencias bibliográficas fueron elaboradas en base al Estilo APA: American Psychological 
Association, 6ª edición. 
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Resumen 
 
Se trata de un estudio exploratorio sobre las bibliotecas, los archivos y los centros de 
documentación de los museos y pretende constatar el rol que estos cumplen en el ámbito 
museístico uruguayo. El análisis teórico se construye a partir de la evolución disciplinar 
de la Museología, sus principales tendencias teóricas y aborda los diálogos posibles 
entre la Archivología, la Bibliotecología y la Museología; haciendo énfasis en la 
realidad de los museos de América Latina, de modo de contextualizar el objeto de 
estudio en los museos uruguayos. Se conceptualiza y caracteriza a los servicios de 
información de los museos y se desarrollan los procesos de gestión del patrimonio 
documental y de gestión de la información llevados a cabo en los museos, en los que la 
biblioteca y el archivo cumplen un rol fundamental. Se presenta la noción del museo 
como espacio propicio para desarrollar alfabetización en información y alfabetizaciones 
múltiples. Se analiza cómo el museo puede desempeñar un papel relevante de acción y 
mediación cultural, y cómo la biblioteca y el archivo pueden contribuir a ejercer dicho 
rol en la sociedad. Se identifican y estudian las relaciones entre las unidades de 
información, desde las perspectivas de los actores del museo, involucrados en el 
desarrollo de políticas y la gestión de los museos de arte en el país. Las técnicas 
empleadas son la encuesta, la entrevista, el relevamiento de fuentes documentales, 
analizándose los resultados, a través de la teoría fundamentada. Se espera que los 
resultados de la investigación, junto con el desarrollo planteado sobre la biblioteca y el 
archivo del museo, aporten nuevos abordajes teóricos en la especificidad de estas 
unidades de información, a la vez que proporcionen insumos sobre la realidad de las 
bibliotecas y los archivos en el contexto museístico uruguayo, contribuyendo en la 
formación de los profesionales y responsables de las áreas educativas, de bibliotecas, 
de archivos y de las direcciones de los museos. 
 
Palabras clave: bibliotecas de museos, archivos de museos, gestión de información en 
museos, mediación cultural en museos, alfabetización informacional en museos 
 
 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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Abstract 
 
An exploratory study on museum libraries, archives and documentation centers that 
aims to confirm the role these institutions play in the Uruguayan museum sphere. The 
theoretical analysis is built from the evolution of the discipline of Museology, its main 
theoretical trends and approaches the possible connections between Archival Science, 
Librarianship and Museology, focusing on the reality of Latin American Museums to 
contextualize the subject matter within Uruguayan museums. I conceptualize and 
characterize museum information services and develop documentary heritage 
management and information management processes within museums, where libraries 
and archives play an essential role. I introduce the concept of museums as a favorable 
space to develop information literacy as well as multiple literacies. I analyze how 
museums can play a meaningful role in cultural action and mediation and how libraries 
and archives can assist in performing this role in society. I identify and study the 
relationships between information units from the points of view of museum actors who 
are involved in developing the policies and management of art museums in the country. 
The techniques employed are surveys, interviews and collection of documentary 
sources, analyzing the results through grounded theory. I expect the results of the 
research, along with what is presented on museum libraries and archives, contribute 
new theoretical approaches on the specificity of these information units as well as 
provide new input on the reality of libraries and archives within the Uruguayan museum 
context, thus contributing to the education of professionals and heads of museum 
educational areas, libraries, archives and management offices. 
 
 
Keywords 
museum libraries, museum archives, information management in museums, cultural 
mediation in museums, informational literacyin museums 
 
 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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Introducción 
 
La presente investigación se enmarca en el ámbito de las ciencias sociales y 
problematiza respecto a la concepción y el rol de la biblioteca, el archivo y el centro de 
documentación del museo, partiendo de la identificación de que no existe un área de 
acción común y la necesaria interdisciplinariedad bibliotecológica, archivística y 
museológica, que favorezcan al diálogo de sus teorías, conceptos, métodos y objetos de 
estudio. 
 
Se considera al museo como espacio en el que conviven la biblioteca, el archivo y el 
centro de información o documentación, para estudiar sus relaciones desde las 
perspectivas de los actores involucrados en el desarrollo de políticas y la gestión de los 
museos en Uruguay. Adquirir, conservar, documentar, investigar, difundir, democratizar, 
comunicar, son funciones a las que el museo atiende para optimizar la gestión, uso y 
acceso a sus colecciones, así como a la información museística contenida en diversos 
soportes y que circula por múltiples canales de información. En este sentido, la 
convivencia de la biblioteca y el archivo en el museo, en tanto responden a una misma 
institución, políticas, área disciplinar y públicos, configuran un ámbito ideal para 
favorecer al acceso y apropiación de la información, así como para constituirse en un 
instrumento de apoyo a la investigación. Desde esta perspectiva, el museo presenta un 
gran potencial como espacio educativo, contribuyendo a generar instancias de 
aprendizaje y disfrute, de conocimiento y sensibilización del patrimonio, a la vez que 
da lugar a experiencias significativas en los visitantes. 
 
El tema a investigar presenta una doble motivación, por un lado, conjuga las dos 
disciplinas en las que me he formado - Licenciatura en Bibliotecología, Tecnicatura 
Universitaria en Museología-, y por otro se encuentra estrechamente vinculado a la 
realidad profesional en la que me desempeñé durante seis años y medio, en la biblioteca 
de un museo especializado en arte. De esta manera, los resultados y conclusiones 
obtenidos del proceso de investigación, han contribuido en lo personal, hacia la 
especialización de un perfil profesional orientado a la gestión de este tipo de unidades 
de información; y en el colectivo bibliotecario, archivístico y museístico, han aportado 
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en la generación de diálogos en sus perspectivas disciplinarias y quehaceres 
profesionales. 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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CAPÍTULO 1. Fundamentación del objeto de estudio, antecedentes y 
objetivos de la investigación 
 
1.1. Antecedentes y fundamentación del objeto de estudio 
 
En cuanto a investigaciones relativas a bibliotecas y archivos de museos, no existen 
análisis, relevamientos o estudios a nivel nacional provenientes del área de la ciencia de 
la información, que puedan citarse como antecedentes al presente estudio. Esta ausencia 
sobre el tema a investigar sumado al rol que bibliotecas, archivos y centros de 
documentación cumplen en el ámbito museístico de acuerdo a la producción teórica 
relevada, fundamentan y justifican la elección. En esta línea, se caracteriza por ser un 
estudio exploratorio, que aborda teóricamente la conceptualización y caracterización de 
las bibliotecas, los archivos y los centros de documentación de los museos y pretende 
constatar el rol que estos cumplen en el ámbito museístico uruguayo. 
 
En el año 2014 (Araújo, Agüer, 2014) se lleva a cabo un proyecto de grado para obtener 
el título de la Licenciatura en Bibliotecología en que se plantea abordar a las disciplinas 
bibliotecológica y museológica en el contexto de la ciencia de la información, 
analizándose sus orígenes, naturalezas y puntos en común; que contribuirían al 
desarrollo de un campo interdisciplinar y conllevarían al planteamiento de una 
propuesta integradora en el ámbito de la reciente Facultad de Información y 
Comunicación. Tal investigación fue incluida en la producción bibliográfica a relevar y 
constituye un insumo para la fundamentación y construcción del marco teórico. 
 
En relación con eventos académicos y profesionales, Latinoamérica ha sido escenario 
en el que se han llevado a cabo diversos congresos, encuentros, jornadas, con el objetivo 
de poner en cuestión la integración de las disciplinas. En 2002 se llevó a cabo en San 
Pablo el I Congresso Internacional de Arquivos, Bibliotecas, Centros de Documentação 
e Museus (INTEGRAR). Desde el 2009 se realiza de forma ininterrumpida en distintos 
puntos geográficos de América Latina el EBAM. Encuentro Latinoamericano de 
Archivistas, Bibliotecarios y Museólogos, que surge como un espacio incluyente de 
profesionales de estas disciplinas y de personas interesadas en las temáticas afines a las 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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áreas. Desde el 2009 se llevan a cabo en Argentina las JOBAM. ‘Jornadas Nacionales 
de Bibliotecas, Archivos y Museos’ en distintos puntos del país, teniendo como objetivo 
trazar metas comunes, plantear soluciones, proponer políticas y, fundamentalmente, la 
cooperación interdisciplinar; convocando también a participantes de otros países. 
 
1.2 Objetivos 
 
Objetivo general 
 
Contribuir al desarrollo integral de la biblioteca, el archivo y el centro de documentación 
del museo y situarlos dentro de los tópicos de interés académico y profesional de la 
Bibliotecología, Archivología y Museología uruguaya, de modo de sensibilizar sobre la 
importancia del objeto de estudio. 
 
Objetivos específicos 
 
● Identificar y analizar los postulados y criterios según los cuales se desarrolla la 
política de gestión de información museística, para garantizar el acceso y 
apropiación de la información. 
● Reconocer y estudiar el lugar asignado a la función educativa en los museos y 
las estrategias que las bibliotecas, archivos y/o centros de documentación 
desarrollan para garantizar experiencias participativas, dialógicas, de 
representación, aprendizaje y disfrute. 
● Conocer las experiencias e iniciativas de mediación cultural llevadas a cabo en 
los museos que contribuyan a su desarrollo integral y al de sus bibliotecas, 
archivos y/o centros de documentación. 
● Identificar y analizar la concepción y el rol asignado a la biblioteca, el archivo 
y/o centro de documentación en el museo desde los distintos actores 
involucrados, así como los vínculos existentes entre ellos. 
 
 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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MARCO TEÓRICO 
CAPÍTULO 2. Diálogos posibles entre la Bibliotecología, la 
Archivología y la Museología 
 
El marco teórico se construyó a partir de la bibliografía existente sobre la evolución 
disciplinar de la Museología y sus principales tendencias teóricas, haciéndose énfasis 
en los postulados de investigadores latinoamericanos y que han centrado sus estudios 
en el contexto de los museos de América Latina. El análisis de los vínculos posibles 
entre la Archivología, la Bibliotecología y la Museología, se abordó principalmente 
desde la perspectiva latinoamericana, de modo de contextualizar el objeto de estudio en 
la realidad uruguaya. Particularmente, la bibliografía empleada referente a bibliotecas, 
archivos y centros de información y/o documentación de museos, proviene 
principalmentedel ámbito europeo y anglosajón, lo que tiene relación directa con la 
falta de estudios de este tema en el contexto latinoamericano. En el ámbito del museo, 
se abordan los procesos de gestión del patrimonio documental y de gestión de la 
información, en los que la biblioteca y el archivo cumplen un rol fundamental; se 
presenta y desarrolla la noción del museo como espacio propicio para desarrollar 
alfabetización en información y alfabetizaciones múltiples. Por último, se analiza cómo 
el museo puede cumplir un papel relevante de acción y mediación cultural, y cómo la 
biblioteca y el archivo pueden contribuir a ejercer dicho rol en la sociedad. 
 
2.1 Desarrollo disciplinar de la Museología 
 
La Museología es un campo de conocimiento académico de naturaleza interdisciplinaria, 
pudiéndose identificar sus orígenes en diversas disciplinas humanísticas. Durante 
mucho tiempo los museólogos se interesaron y preocuparon por los aspectos técnicos 
propios de la práctica museológica en detrimento de la discusión teórica, la cual se vio 
reflejada en las formaciones académicas de los profesionales. Por esta razón, no es de 
extrañar que en general la teoría de la disciplina provenga de distintos campos del saber 
y en pocos casos surja desde la Museología y sí por ejemplo desde la Antropología, la 
Pedagogía, la Historia del Arte por nombrar las más predominantes. En este contexto, 
la museología se supeditó a las teorías y discursos de las otras disciplinas que conviven 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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con ella en el museo -ciencias sociales, naturales y exactas-, donde la definición 
consensuada de museología como “ciencia del museo”, marcó una dependencia con la 
institución museo, reafirmando a la vez, la dificultad para definir su objeto de estudio. 
(Navarro y Nazor, 2001, p. 2) 
 
Escudero y Panozzo señalan que el origen de los museos se da con los principios del 
coleccionismo, en un contexto de cambios culturales y ambientales que ocurren 1000 
años antes del ‘museion griego’, al que en general se atribuye su origen, constituyéndose, 
por el contrario, como instituciones propias del sistema capitalista. (Escudero y Panozzo, 
2014, p. 155) El hecho de coleccionar ha atravesado la historia de la humanidad por lo 
menos desde la civilización sumeria, pero es en este contexto que tiene origen el 
coleccionismo, el cual difiere de las anteriores formas de coleccionar, y que es germen 
de los museos. Las colecciones continuaron conformándose por utensilios sagrados, 
pero comienzan a sobresalir elementos profanos y ya se caracterizan por ser 
exclusivamente privadas. El Renacimiento, el descubrimiento de América, la Reforma 
Protestante conllevaron a un cambio radical en la manera de ver al mundo, con el 
surgimiento de la clase social de la burguesía y la posibilidad de comprar cosas, la 
fractura entre el conocimiento albergado en las Sagradas Escrituras y las explicaciones 
brindadas desde la Iglesia Católica. Se generaron así colecciones de todo tipo y tamaño, 
a las que se agregan la publicación de catálogos, gracias a la imprenta. Las colecciones 
continuaron siendo privadas hasta el siglo XVIII, en que ocurren los cambios sociales 
y políticos que dan lugar al surgimiento de los estados-nación. Estos crearán sus propios 
museos nuevos y públicos y surgirán museos como el Británico (1759) y el del Louvre 
(1753). Los museos exhibían evolución desde la estructura arquitectónica, la 
distribución de los objetos, de las vitrinas, del recorrido, educando a los ciudadanos en 
la concepción de estado-nación, es decir, construyendo ciudadanía. A través del siglo 
XX colecciones privadas pasarán a manos del Estado, reflejando y estatizando el gusto 
de las familias patricias y burguesas, pudiendo identificarse hasta este momento, la 
presencia de la Museología Tradicional. Esta teoría centró la práctica del museo en 
torno a las colecciones y a las funciones desarrolladas en las instituciones. Sostiene que 
el museo es una “autoridad cultural” al decir de Harrison, que mantiene y comunica la 
verdad; siendo su función social más relevante la de “civilizar” y “disciplinar” a la 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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población, estableciendo patrones en relación a los gustos sociales de determinados 
grupos de élites. 
En torno a la década de los 60, en estrecha relación con el contexto social y cultural 
francés, surge la Nueva Museología, que reclama por un nuevo tipo de museo, en el que 
tuviesen lugar la sociedad toda y las diversas manifestaciones artísticas. Tienen origen 
así los ecomuseos, en los que Varine-Bohan y Georges Riviere cumplieron un rol vital, 
promoviendo una innovadora forma de museo en la cual ya no hay un edificio, sino un 
territorio-museo, ya no se centra la atención en una colección sino en todo un ecosistema 
humano, incluyendo elementos de cultura material pero también inmaterial -como 
cantos, bailes y tradiciones locales-. Son autogestionados por la propia comunidad, 
haciendo partícipes activos a los visitantes y público en general, siendo este el elemento 
dinamizador indispensable del ecomuseo. De este modo, los museos comenzaron a tener 
más en cuenta a sus comunidades, a hacerlas partícipes y co-creadoras de contenidos y 
relatos. Una de las mayores preocupaciones de Rivière fue la de tratar de crear un nuevo 
museo vivo y participativo con la sociedad. Según Solá (1987) el ecomuseo “es más un 
proceso que un hecho y más una acción y una reacción que una institución. La colección 
del ecomuseo […] es la consecuencia de su interacción con el medio ambiente.” (p. 48), 
habiendo contribuido en gran medida a la salvaguarda del patrimonio, al redefinir el 
objeto de museo y los procesos de musealización. 
 
La Nueva Museología pone en crisis el sistema de valores y los objetivos del museo 
tradicional, en el que su colección es reemplazada por el concepto más global de 
patrimonio, la institución o edificio por el territorio o ecosistema y el público por la 
población. Hernández (2006), Solá (1987). En este sentido, algunos teóricos plantean 
un concepto más amplio del museo, afirmando que todo puede ser museable. Ya no se 
puede seguir considerando al museo sólo como un lugar o edificio que alberga una 
colección y un público; debiendo entenderse a la museología como ciencia global de lo 
que es museable, comprendiendo al universo y a la sociedad y las relaciones entre 
contenido y continente y entre este y los públicos, entremezclados. En este sentido, el 
objeto de estudio de la Museología puede definirse como el análisis de los procesos de 
musealización, o sea, los modos a través de los cuales una sociedad adquiere, preserva 
y gestiona ciertos objetos, otorgándole un sentido que lo resignifica y lo convierte en 
museal. Los teóricos Stránský (1987:294), Spielbauer (1987:281) y Gregorová 
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(1980:20) (Hernández, 2006, p. 40) coinciden en afirmar que el museo no puede ser 
considerado como un fin en sí mismo, sino como un medio que propicia la relación 
entre el hombre y la realidad, representando siempre el museo un recorte de esta realidad, 
un fragmento. Navarro y Nazor consideran que, si bien la museología puso la situación 
en discusión, fue el museo el que logró redefinirse, no así la disciplina. 
 
Con el surgimiento de las teorías críticas en las ciencias sociales y humanas, a partir de 
la Escuela de Frankfurt (1923), se pone en crisis el capitalismo como sistema de 
ordenamiento y disciplinamiento. Más conocida como museología crítica o 
museologías críticas,se trata más bien de enfoques críticos aplicados a la Museología. 
Los enfoques críticos de estas teorías se aplican y reflexionan hacia el fenómeno museo, 
hacia lo disciplinar y hacia las funciones museísticas, en un intento de entender y 
redefinir el museo y de acercarse a la realidad museal con la finalidad de analizar los 
motivos y las circunstancias que han dificultado su desarrollo; lo que ha conllevado a 
visiones más controvertidas y pesimistas que las aportadas por la nueva museología. 
 
Hernández plantea que la museología crítica, busca conocer a través de la revisión y 
reflexión, los contextos en los que se ha producido el conocimiento, ya sea en los objetos, 
textos, talleres, programas o prácticas, cuestionándolos e indagando sobre la razón de 
su existencia. Este posicionamiento teórico ha implicado un proceso de revisión, 
deconstrucción y recontextualización de las funciones y tareas de los museos. Desde 
esta perspectiva, la conceptualización del museo como construcción social y cultural de 
Foucault, aporta y conlleva a analizar las formas de coleccionismo en relación con el 
poder y prestigio social, a la vez que a revisar la historia institucional de ciertos museos. 
Los enfoques críticos desconfían de los grandes relatos y nos invitan a revisar y 
cuestionar el rol social y cultural de los museos, desde la visión del género, la clase 
social o la raza. 
 
Una de las posturas críticas interesante de referir es la de James Clifford (1999), quien 
adhiere a la definición de Mary-Louise Pratt del museo como “zona de contacto”. Si 
bien comparte con otros autores que el museo ha sido una herramienta de dominación 
por parte del capitalismo, representa una visión optimista al afirmar que una vez 
comprendido, puede hacerse algo positivo con esto; el museo puede operar como una 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
20 
 
zona de contacto intercultural, en el que dialoguen las distintas partes interesadas, 
diversas culturalmente, produciendo nuevos sentidos y nuevas formas de comunicar. 
Por otro lado, Giorgio Agamben critica el olvido del pasado y la museificación del 
presente, expresando que no es posible museificar la experiencia, haciendo por tanto 
una crítica a los ecomuseos; sostiene que no es posible apropiarse de lo que vivimos, ya 
que no nos permite vivir experiencias auténticas. (Agamben, 2006, p. 109 - 110) 
 
Si bien desde las teorías críticas suelen surgir concepciones y posturas un tanto 
pesimistas y controvertidas, es indiscutible el aporte de estas nuevas miradas en el 
diálogo del museo con la sociedad, que confirman la importancia de la investigación 
para la comprensión y recreación de los contenidos y el abordaje de los objetos desde 
su polisemia y como metarrelatos, que nos aproximan a la realidad desde distintas 
miradas. En este contexto “...el museo deja de ser un edificio para convertirse en un 
ámbito vital donde las experiencias humanas se representan y viven como una nueva 
forma de ser y estar en el mundo.” (Hernández, 2006, p. 204) 
 
2.2 Evolución disciplinar y vínculos entre la Bibliotecología, la Archivología y la 
Museología 
 
Para abordar los vínculos entre la Archivología, la Bibliotecología y la Museología, es 
necesario referir someramente a la evolución de las disciplinas, a partir de determinadas 
perspectivas o paradigmas, que permiten visualizar su constitución como campos de 
conocimiento, con sus especificidades, siendo asimismo evidentes las afinidades 
respecto a sus orígenes y funciones. 
 
Es a partir del Renacimiento, con el surgimiento de los primeros tratados dedicados a la 
sistematización de los conocimientos producidos en las áreas, que las disciplinas se 
constituyen como campos de conocimiento. (Araújo, 2014, p. 29) 
 
Carlos Ávila Araújo de la Escola de Ciência da Informação da Universidade Federal de 
Minas Gerais (UFMG) (2010, 2011, 2012, 2013, 2014a, 2014b, 2017), aborda las 
relaciones entre la Bibliotecología, la Archivología y la Museología y las define como 
disciplinas que se han consolidado a partir de un modelo custodial patrimonialista, luego 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
21 
 
desde una perspectiva funcionalista, desde las teorías críticas, identificando finalmente 
teorías o perspectivas contemporáneas. 
El paradigma custodial patrimonialista comprende desde finales del siglo XVIII hasta 
mediados del siglo XX, período durante el que la Bibliotecología, la Archivología y la 
Museología estarán dedicadas a las instituciones, colecciones y reglas. En este primer 
momento se privilegia a las colecciones y la función de custodia; posteriormente, con 
el advenimiento de la Modernidad, las reflexiones en estas tres áreas se centrarán en las 
técnicas de procesamiento de las colecciones de los archivos, bibliotecas y museos, 
adhiriendo en el siglo XIX, como harán las demás ciencias sociales y humanas, a la 
corriente positivista. El énfasis estuvo entonces en las técnicas de tratamiento 
diferenciados de los acervos de las instituciones, promoviendo así su separación. Este 
siglo es también testigo del surgimiento de los estados-nación, siendo fundamental el 
rol de los archivos, bibliotecas y museos como lugares que abarcan y custodian los 
conceptos de la cultura, el patrimonio y la memoria; legitimando y reforzando la unidad 
de los pueblos, así como identidades idealizadas. 
 
En este período, la importancia de la historia y de las “humanísticas” fue preponderante 
en la formación científica de los profesionales de estas instituciones, dándose la 
formación práctica en el lugar de trabajo y orientada por el sentido común. A fines del 
siglo XIX se da la consolidación disciplinar de estas tres áreas, separándose de la 
‘ciencia madre’, acentuándose la corriente tecnicista y primando las ideas elementales 
del estudio de los acervos, de las prácticas institucionales y de las técnicas de 
procesamiento. A principios del siglo XX, la separación de las disciplinas se acentúa 
con las acciones de las asociaciones profesionales, que buscaron establecer las 
diferencias entre los profesionales de archivo, de biblioteca y de museo. 
 
Desde la perspectiva funcionalista se amplía el campo de problematizaciones y se 
enfatiza en los vínculos entre las instituciones y la sociedad, asignando a la vez 
funciones diferentes para las bibliotecas, archivos y museos. Se traslada la atención de 
los ‘aspectos internos’ (acervos, instituciones, técnicas) a los ‘aspectos externos’ o 
funciones desempeñados por las unidades de información: garantizar el bienestar y la 
integración social, así como la transmisión de la herencia cultural. Si bien se visualiza 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
22 
 
un cambio de perspectiva, también puede apreciarse una continuidad del pensamiento 
positivista como fundamento en estos estudios. 
 
Con el surgimiento de las teorías críticas, que ponen en crisis al capitalismo como 
sistema de ordenamiento y disciplinamiento, las disciplinas amplían su campo de 
estudio y problematizaciones. Tal apertura condujo a la inclusión en la discusión más 
amplia de las ciencias sociales y humanas, a que ya no fuesen consideradas como 
ciencias auxiliares, sino como disciplinas con estatus científico, generándose un mayor 
diálogo y fortalecimiento recíproco entre las tres áreas. 
 
A mediados del siglo XX, principalmente, a partir del análisis de los criterios empleados 
por los archivos y del revisionismo de las prácticas archivísticas pos- Revolución 
Francesa, la Archivología comienza a ser puesta en crisis. En los años 60, algunos 
autoresse comienzan a cuestionar la supuesta ‘nacionalidad’ de los principios y 
prácticas archivísticas, haciéndose visible la ideología presente en los archivos. Con 
estas teorías, se reconoce que la identidad de un país se encuentra en gran parte, en ellos. 
En las décadas del 60 y 70, ocuparán un lugar importante las discusiones sobre políticas 
nacionales de información, con el impulso de la Unesco, y en referencia a los archivos 
se discutirá sobre el derecho de acceso a la información y particularmente sobre los 
criterios de secretos de Estado y la necesidad de transparencia por parte de este. En 
diálogo con el psicoanálisis, existe una perspectiva crítica más orientada al análisis de 
la obsesión de las sociedades contemporáneas de “archivar” el registro de cada 
momento y de llevar a cabo el correcto tratamiento de ese registro. Esta perspectiva 
teórica visualiza a los archivos ya no como depósitos pasivos, sino como espacios 
activos que reflejan relaciones de poder y son por tanto instrumentos de poder, que 
influencian en la enseñanza formal, la construcción de memoria colectiva y de la 
identidad nacional, así como del modo como los individuos se conocen a sí mismos. 
Estas teorías, ponen en cuestión los usos políticos de los archivos como medio para 
legitimar sistemas totalitarios en varios países. El énfasis en los documentos y su 
contenido se traslada entonces al énfasis en los contextos históricos, sociales y políticos 
en los que se producen los documentos. 
La perspectiva crítica en la Bibliotecología se da de una forma más explícita en países 
del tercer mundo y bastante vinculada a los procesos de redemocratización pos 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
23 
 
dictaduras militares. En principio, se diseñan un conjunto de prácticas orientadas a 
quienes no tenían acceso a la información (extensión bibliotecaria, bibliotecas móviles, 
entre otros); describiéndose como prácticas de “acción cultural” o de “animación 
cultural”. En este sentido, Flusser (1983, p. 152) (Araújo, 2014a, p. 33-34) refiere a dos 
posibles ideas de cultura: una como un conjunto de objetos, artefactos, o sea, como un 
acervo; y otra que entiende como conjunto de representaciones, visiones de mundo, 
prácticas sociales; es decir cultura como “contexto” en oposición a “acervo”. 
 
Las bibliotecas se redefinen entonces como “centros de cultura” (Milanesi, 1997) y se 
enfatiza en su rol como mediadora cultural y garante de la apropiación cultural. Otros 
trabajos como el de Brito, buscaban sustituir el “depósito silencioso de libros” que era 
la biblioteca “tradicional”, por instituciones sociales, dinámicas y vivas, en las que la 
sociedad tuviese una participación activa. Desde esta perspectiva, la mediación 
bibliotecaria, tiene que ver con toda acción de interferencia que realiza el profesional 
de la información, la cual es intencional (Júnior, 2009, p. 93) en contraposición a la idea 
de neutralidad que se ha defendido por mucho tiempo respecto a la profesión. Las 
bibliotecas dejarán así de ser simples artificios de transferencia de contenidos 
informacionales para constituirse en verdaderos dispositivos productores de sentidos, 
siendo los usuarios sujetos activos en el proceso. 
 
En lo que respecta a la museología, en el siglo XX surgen las primeras manifestaciones 
críticas provenientes desde otras áreas y disciplinas (literatura, antropología, historia, 
entre otras), vinculándose directamente con su evolución disciplinar, su producción 
teórica, proveniente de distintas áreas del saber. Los enfoques críticos de estas teorías 
se aplican y reflexionan hacia el fenómeno museo, hacia lo disciplinar y hacia las 
funciones museísticas, en un intento de entender y redefinir el museo y acercarse a la 
realidad museal con la finalidad de analizar los motivos y las circunstancias que han 
dificultado su desarrollo. En la exposición realizada en el capítulo anterior sobre la 
evolución disciplinar de la museología, ya fueron abordadas las perspectivas críticas 
aplicadas a la disciplina, con las cuales se amplía su campo de estudio y se reflexiona 
sobre los museos y sus prácticas en el marco de políticas culturales hegemónicas. 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
24 
 
A partir de una extensa y amplia investigación bibliográfica a nivel internacional, Ávila 
Araújo abordó las perspectivas y teorías contemporáneas de investigación en ciencia 
de la información, considerando como teorías o perspectivas, iniciativas muy diferentes: 
teorías propiamente dichas, propuestas de subáreas o campos interdisciplinares y 
acciones prácticas que implican desarrollos teóricos. Estas teorías conducen a la 
Archivología, a la Bibliotecología y a la Museología a volver a proyectar y posicionar 
a los archivos, a las bibliotecas y a los museos en la vida de las personas, en el ejercicio 
de sus responsabilidades, su formación y en el desarrollo de actividades recreativas y 
de disfrute. (Araújo, 2014a, p. 42) 
 
2.3. Archivos, Bibliotecas y Museos, ¿qué los distancia? ¿qué los acerca? 
 
Para abordar las proximidades y especificidades entre los archivos, las bibliotecas y los 
museos, se conceptualizará al museo, que, en el marco de la investigación, se constituye 
como el espacio en el que conviven la biblioteca y el archivo. 
En las últimas décadas, los museos han sido testigos de profundas transformaciones en 
sus principios, políticas y prácticas, lo que ha conllevado a que la definición del Museo 
de ICOM (versión 2007), no contemple los nuevos roles, tendencias y desafíos que 
afronta y deberá enfrentar en el futuro. La definición vigente al día de hoy, la 
conceptualiza como “una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la 
sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, 
comunica y expone el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio 
ambiente con fines de educación, estudio y deleite”. En esta definición, el individuo es 
considerado como destinatario, no como un actor con un rol activo, que puede participar 
en la construcción de nuevos relatos del museo, posicionándose desde la perspectiva de 
la museología tradicional. A la vez, no se considera la potencialidad del museo como 
espacio de encuentro y diálogo intercultural. 
 
En este sentido, desde el ICOM y específicamente desde el Comité de ICOFOM para el 
estudio, discusión y producción de teoría museológica, se han promovido y llevado a 
cabo simposios de carácter internacional en las distintas regiones del mundo en torno a 
la “Definición del Museo del siglo XXI”. Asimismo, se han habilitado espacios en el 
sitio web del ICOM, para que toda persona interesada, vinculada o no al mundo de los 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
25 
 
museos, pueda contribuir en este cometido de definir el museo. En este contexto y como 
resultado de un proceso de trabajo colaborativo, se propone una nueva definición de 
museo, a ser considerada por el colectivo museológico a nivel internacional, en la 
Conferencia de ICOM llevada a cabo en Kioto, Japón en setiembre del 2019. La 
definición propuesta los concibe como 
“espacios democratizadores, inclusivos y polifónicos para el diálogo crítico sobre los 
pasados y los futuros. Reconociendo y abordando los conflictos y desafíos del presente, 
custodian artefactos y especímenes para la sociedad, salvaguardan memorias diversas 
para las generaciones futuras, y garantizan la igualdad de derechos y la igualdad de 
acceso al patrimonio para todos los pueblos. Los museos no tienen ánimo de lucro. Son 
participativosy transparentes, y trabajan en colaboración activa con y para diversas 
comunidades a fin de coleccionar, preservar, investigar, interpretar, exponer, y ampliar 
las comprensiones del mundo, con el propósito de contribuir a la dignidad humana y a 
la justicia social, a la igualdad mundial y al bienestar planetario.” (ICOM, 2019) 
 
Si bien esta concepción consigue trascender los principios de la museología tradicional 
y en gran medida, reflejar los postulados de la nueva museología y de las teorías críticas 
aplicadas a la disciplina, no se logra consenso en esta nueva propuesta, argumentándose 
la necesidad de que esta definición sea revisada. De este modo, se mantiene la versión 
actualizada del 2007, con el compromiso de continuar trabajando en la definición de 
museo del siglo XXI. 
 
En esta misma línea, se vienen llevando a cabo eventos en todo el mundo, siendo el más 
representativo en América Latina, el Encuentro ‘El Museo Reimaginado’ organizado 
por la Fundación Typa, en que se propone promover la formación de redes profesionales 
y presentar las mejores metodologías, ideas innovadoras y perspectivas creativas para 
la región, a la vez que compartir respuestas exitosas a problemas comunes. Parten de la 
concepción de que “los museos tienen la capacidad de reformular valores sociales, 
culturales o ambientales”, así como “tienen la posibilidad de hacer eco de los problemas 
de los contextos en los que están inmersos y enfocarse en fomentar valores positivos 
para una mejor convivencia social.” (Fundación Typa, 2019) 
 
El IBRAM (2003) propone que “los museos son puentes, puertas y ventanas que 
conectan y desconectan mundos, tiempos, culturas y personas diferentes. El museo es 
un concepto y prácticas en constante metamorfosis.” De corte metafórico, esta 
definición es muy vaga en cuanto a la referencia al cambio y necesaria transformación 
de los museos, incorporando sí la noción de museo como espacio abierto de diálogo y 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
26 
 
encuentro intercultural, que tiende nexos entre el pasado y el presente. El Programa 
Ibermuseos recoge los aportes de la nueva museología y de las teorías críticas aplicadas 
a la disciplina, concibiéndolos 
“como instituciones dinámicas, vivas y de encuentro intercultural, como 
espacios que trabajan con el poder de la memoria, como instancias relevantes 
para el desarrollo de las funciones educativa y formativa, como herramientas 
adecuadas para estimular el respeto a la diversidad cultural y natural y valorar 
los lazos de cohesión social de las comunidades y su relación con el 
medioambiente.” (IBERMUSEOS, s.f.) 
 
Habiendo abordado diversas conceptualizaciones sobre el museo, se pretende 
desarrollar desde las perspectivas teóricas de la Ciencia de la Información y desde las 
teorías críticas y contemporáneas, los aspectos que distancian y acercan a las bibliotecas, 
archivos y museos. Las unidades de información dialogan en sus teorías, conceptos, 
métodos y objetos de estudio y tal como lo afirma Yarrow, Clubb y Draper “son socios 
naturales en la colaboración y cooperación, en el sentido que acostumbran a servir a la 
misma comunidad de maneras parecidas.” (2009, p. 5) 
Adquirir, conservar, documentar, investigar, difundir, democratizar, comunicar, son 
funciones que bibliotecas, archivos y museos comparten, con el objetivo de garantizar 
el acceso y apropiación del patrimonio cultural, contribuir a la investigación y a los 
procesos educativos, sea para experiencias de aprendizaje o disfrute. (Dempsey, 2000) 
(Almeida, 2016, p. 164) y (Homulus, 1990). 
En el museo, el carácter informativo está presente en el objeto de museo y la dimensión 
comunicativa en el museo como institución. Ya en 1987 Tomislav Solá refería a que 
“...la riqueza de un museo reside en su potencial de información y comunicación, en su 
capacidad técnica, en su personal especializado y en su programa museológico.” (Solá, 
1987, p. 48) 
 
Podría referirse al concepto de patrimonio cultural como un aglutinador, en cuanto está 
presente en los acervos y las colecciones de las bibliotecas, los archivos y los museos. 
El patrimonio, como concepto polisémico, amplio y a veces ambiguo, ha estado, en los 
últimos tiempos, en permanente transformación y expansión, extrapolándose para 
explicar fenómenos en otras disciplinas. Aplicado al concepto de la cultura, representa 
todo lo que los individuos hacen, se conforma por los productos y bienes culturales 
materiales e inmateriales, que tienen significado para una determinada comunidad 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
27 
 
(CICOP Uruguay, 2019; Bolfy, 2001; Davallon, 2014) e integran su identidad cultural 
(Bolfy, 2001). Se trata por tanto de una construcción social y contextual, en que, a partir 
de los recursos heredados del pasado, se construye en el presente, reformulándose 
constantemente y transmitiéndose a las generaciones. Su función de gestores del 
patrimonio documental, posiciona a las bibliotecas, archivos y museos en un lugar clave 
para contribuir a su preservación y salvaguarda, aportar en la reflexión sobre la 
diversidad cultural y sus manifestaciones, a la vez que favorecer en la revalorización 
continua de la cultura y de las identidades. En diálogo con otras disciplinas afines al 
patrimonio y la cultura, las bibliotecas, archivos y museos, constituyen vehículos para 
la transmisión de experiencias, actitudes y conocimientos, promueven su difusión y 
acceso, favoreciendo al ejercicio democrático de los derechos culturales y a la 
construcción de identidad que conlleva a fortalecer el sentido de pertenencia, individual 
y colectivo, a la cohesión social y el desarrollo de las sociedades. 
 
El énfasis en la información, no ya en el documento (Smit 1999, 2003) y por ende en el 
rol que las bibliotecas, los archivos y los museos cumplen en cuanto a facilitar la 
disponibilidad y el acceso a la información, independientemente del soporte, representa 
un objeto común. En este sentido, son indudables los aportes de la Ciencia de la 
Información, la que, surgiendo en la década de 1960 como campo de naturaleza 
interdisciplinar, e independientemente de las posiciones de distintos autores en torno a 
si su relación con la Bibliotecología, la Archivología y la Museología, es de 
subordinación, exclusión o inclusión (Columbié, 2008), abona insumos en sus 
posibilidades de integración. Más allá de las discusiones epistemológicas al interior de 
las disciplinas -que no son objetivo de esta investigación-, la práctica informacional 
denota la incuestionable conexión de estos campos de conocimiento, que tienen como 
objeto la información, el desarrollo de sistemas de información y los medios para 
procesarla, que garanticen su uso y acceso. 
 
Los archivos, bibliotecas y museos se diferencian por la naturaleza de sus colecciones, 
conformadas por diversos soportes, por los objetivos de sus instituciones, por el público 
atendido (Homulus, 1990), así como por las técnicas y métodos a través de las que se 
gestionan sus colecciones. El acercamiento entre ellos se vería facilitado por el cambio 
de visión que enfatiza en el usuario y ya no en el acervo (Smit, 2003) y por el uso cada 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
28 
 
vez más acentuado de las tecnologías (Smit, 2003, Homulus, 1990), representando la 
oportunidad de poner en diálogo su patrimonio, teorías y métodos. (Homulus, 1990) 
 
Así, la similitud en sus funciones en cuanto instituciones responsables por la guarda y 
conservación del patrimonio de la humanidad (Guarnieri, 2010) (Ayres daSilva 
Maringelli, 2016, p. 66), como “instituciones de memoria” (Dempsey, 2000) (Barbosa 
de Almeida, 2016, p. 164), por sus orígenes (Thiesen, 2009) (Ayres da Silva Maringelli, 
2016, p. 66), por el rol que han tenido y tienen en relación a su uso público, en los 
procesos de construcción de conocimiento, cultura y de las identidades (Vivarelli, 2016), 
favorecen a la construcción de un escenario común. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
29 
 
 
CAPÍTULO 3. Hacia la integración de la Biblioteca, el Archivo y el 
Centro de Documentación del Museo 
 
Se considera al museo como espacio en el que conviven la biblioteca, el archivo y el 
centro de información o documentación, para estudiar sus relaciones en el contexto de 
las políticas de información y cultura uruguayas, particularmente las orientadas a las 
instituciones museísticas. 
 
Las palabras de Yarrow et al. (2009) “las bibliotecas, archivos y museos son socias 
naturales” -a que se ha hecho referencia con anterioridad- adquieren aún más valor si 
las posicionamos en el contexto museístico, en que naturalmente estas instituciones 
coexisten y conviven. La conjunción de unidades de información en el museo, en tanto 
responden a una misma institución, políticas, área disciplinar y públicos, configuran un 
entorno ideal para favorecer al acceso y apropiación de la información; contribuyendo 
a brindar un servicio de información de calidad al público en general, apoyando la 
gestión museística y optimizando los tradicionales servicios archivísticos y 
bibliotecarios. 
 
Abordar la gestión de la biblioteca, el archivo y el centro de documentación del museo 
desde una perspectiva integradora, implica trascender los enfoques disciplinarios, 
potenciando la integración de las disciplinas desde sus semejanzas y respetando sus 
particularidades y diferencias. 
 
La mayor parte de la revisión de la literatura sobre el tema proviene del continente 
europeo y anglosajón, y refiere en general a los casos de bibliotecas, archivos y centros 
de documentación de los museos más reconocidos y prestigiosos. Javier Do Campo -
jefe del Área de Documentación, Archivo y Biblioteca del Museo Nacional del Prado-, 
Mela Dávila Freire -responsable del Centro de Estudios y Documentación del MACBA 
(Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y Araceli Corbo -Responsable de la 
Biblioteca - Centro de Documentación del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de 
Castilla y León), constituyen referentes de esta tipología de bibliotecas y servicios de 
información. Desde su actuación profesional y producción teórica e investigación han 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
30 
 
aportado al tema y contribuido a posicionar a estas unidades, como centros de 
información y comunicación de referencia en sus instituciones, constituyendo buenos 
ejemplos para el presente análisis. 
Javier Do Campo y Ana Martín (2009) refiere en uno de sus trabajos sobre el Museo 
del Prado de Madrid, a la creación de un Centro de Estudios que comprenda las áreas 
de Conservación, Biblioteca, Centro de Documentación y Archivo y los Programas de 
Formación. Ya en el Plan Estratégico de 2009-2012 se dedica un capítulo al Centro de 
Estudios, proponiendo la integración en una única área. 
En lo referente a Redes y Encuentros de Bibliotecas de Museos existentes a nivel 
internacional, pueden mencionarse la Red Internacional de Bibliotecas de Museos que 
integra a instituciones de Patrimonio Cultural, Conservación y Restauración, creada y 
dirigida por la Fundación Museodata, con el objetivo de apoyar y asesorar la gestión de 
Bibliotecas y Centros Documentales de Museos. En España existe además la Red de 
Bibliotecas de Museos BIMUS, la cual se propone la optimización y mejora de los 
recursos materiales y humanos de las bibliotecas, favoreciendo a la cooperación en 
todas sus dimensiones posibles y desde el 2011, cada dos años, lleva a cabo Jornadas de 
Bibliotecas de Museos. 
En relación a los archivos de museos, más recientemente -en febrero de 2019-, se 
llevaron a cabo en el Museo del Prado, en Madrid, las Primeras Jornadas de archivos de 
museos 'Mirar el pasado para construir el futuro', organizadas por el Área de Educación 
y Área de Biblioteca, Archivo y Documentación del Museo del Prado. Las jornadas se 
centraron en el patrimonio documental de los museos, los fondos, los servicios de los 
archivos, la relación con las colecciones museísticas y las formas de acceso. A través 
del relevamiento bibliográfico y en la web, no se han identificado encuentros y eventos 
sobre esta temática en otras partes del mundo. 
 
En América Latina se identifica en 2015 la realización de la Primera Jornada de 
Bibliotecas de Museos en Buenos Aires, por iniciativa de la Dirección General de 
Museos, la cual se enmarca en las acciones de difusión y proyección de estas bibliotecas, 
como una instancia pensada para el encuentro y el debate profesional y de los 
interesados, reuniendo a participantes de Argentina, Uruguay y Colombia. Con esta 
jornada se abre por primera vez un ámbito de reflexión sobre la especificidad de los 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
31 
 
servicios documentales de los museos, su vínculo con ellos, a la vez que se exponen sus 
dinámicas y públicos diferenciales. 
Los servicios de información en museos se conforman como bibliotecas, archivos, 
mediatecas y/o centros de información o documentación, según los tipos de soportes y 
fondos documentales que alberguen, los que, independientemente del tipo de unidad de 
información de que se trate, contribuirán a la interpretación, investigación, 
documentación y construcción de nuevo conocimiento. 
 
Los archivos y las bibliotecas de museos son definidos como servicios dentro de los 
museos con escasa apertura al público usuario externo, orientadas sobre todo a satisfacer 
las necesidades de información de su personal técnico -museólogos, docentes, 
conservadores, curadores, gestores-; siendo por tanto poco conocidas y accesibles a la 
sociedad en su conjunto. En relación a las bibliotecas, se trata en general de bibliotecas 
especializadas, pequeñas y que suelen ser gestionadas por una sola persona. López de 
Prado (2003) las define como “colecciones de fondos documentales especializados, 
organizados para facilitar la adquisición, conservación, comunicación y presentación 
con fines de estudio, educación y deleite de los materiales que guarda un museo y apoyar 
las actividades propias del mismo.” (p. 14) Tavares y otros se refieren a las bibliotecas 
de museos como espacios de difusión del saber, cultura y de conocimiento, que ofrecen 
a usuarios y visitantes un nuevo espacio para el intercambio de experiencias, momentos 
de distendimiento, ocio y aprendizaje; transformando el espacio tradicional de la 
biblioteca como lugar que se vincula exclusivamente a colecciones y soportes clásicos, 
al de espacios vivos, repletos de arte, memoria e historia. 
 
Las bibliotecas y archivos de los museos conforman sus colecciones y fondos en 
relación con el acervo museístico y con la institución museo, definiendo una misión y 
visión propias, pero en relación y consonancia con las políticas de información 
museística de la institución en que se encuentran. Las bibliotecas y los archivos dentro 
de los museos deben posicionarse como ambientes dinámicos, que garanticen la 
preservación de la memoria y la herencia cultural de la sociedad, a la vez que redefinan 
su identidad como espacios de lectura tradicional que favorezca a la integración de 
coleccionesy servicios, a que ‘la biblioteca y el archivo sean parte del museo’ y ‘el 
museo sea parte de la biblioteca y el archivo’. Garantizar el acceso a la información es 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
32 
 
una función vital de los archivos y las bibliotecas, así como también debiera serlo el 
desarrollo de actividades formativas y educativas, que contribuyan a la divulgación y 
socialización de las colecciones museísticas, a favorecer a su interpretación, 
conocimiento y apropiación por parte de los diversos públicos. 
 
Se presenta entonces en esta investigación a las bibliotecas y los archivos, como 
espacios dentro de los museos con un gran potencial de acción educativa y cultural y 
con un rol clave en el ámbito de la gestión del patrimonio documental y la gestión de la 
información museística. Se trata de un abordaje exploratorio que pretende presentar en 
líneas generales, las diversas maneras en que las bibliotecas y los archivos de los museos 
pueden dialogar, los roles que pueden desempeñar y que, por su carácter de exploratorio, 
constituye un primer acercamiento, en que cada uno de estos temas, podría configurarse 
como una investigación en sí misma. 
 
3.1. La información en los museos: patrimonio escondido 
 
“Sólo aquellas entidades capaces de posicionarse públicamente a través del 
ofrecimiento generoso y gratuito de uno de sus principales activos, la información 
devenida en conocimiento en torno a sus colecciones, podrán asegurarse un lugar en 
la nueva sociedad que está naciendo. Y en este proceso el papel fundamental sólo 
puede ser ejercido por los servicios documentales del museo.” 
(Do Campo, 2013, p. 201) 
 
En la Antigüedad, las bibliotecas fueron el primer lugar creado para albergar a todos los 
documentos, sin distinción entre los tipos de documentos administrativos y filosóficos, 
siendo tratados como un conjunto único y orgánicamente homogéneo. En los ámbitos 
de ejercicio profesional actual de los archivos, bibliotecas y museos, la constitución de 
sus colecciones presenta en ocasiones complejidades, que pueden causar arbitrariedades 
en las prácticas de tratamiento de la información de las colecciones en las respectivas 
disciplinas. A propósito, Almeida (2007) al referirse específicamente al área de la 
información de arte, expresa que “en razón de la diversidad de tipos de documentos, 
objetos y obras de arte que constituyen las colecciones de arte, la diferenciación clásica 
entre biblioteca, archivo y museo no siempre se aplica.” (p. 254) 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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En las bibliotecas y archivos de museos es frecuente la dispersión de sus fondos, 
resultado muchas veces del desconocimiento, la falta de concientización del valor de 
las colecciones y la ausencia o cantidad insuficiente de profesionales de la información. 
El presente capítulo se centrará en las colecciones y fondos documentales que albergan 
las bibliotecas, archivos y/o centros de documentación del museo, no considerándose a 
los efectos de este análisis, los acervos museológicos o museográficos, a los que se hará 
referencia en la medida que se identifiquen relaciones con las colecciones bibliográficas 
y fondos archivísticos. 
 
Tal como se ha referido con anterioridad, la diferenciación de las disciplinas enfatizó 
hasta fines del siglo XIX en las instituciones de archivo, biblioteca y museo en los 
acervos y los distintos tipos de documentos que los constituían. Así, el énfasis dado al 
documento se traslada ahora a la información, afirmando el museólogo Homulus (1990) 
que es el “contenido de información” de cada una lo que las distingue; en la biblioteca 
los documentos representan la propia información almacenada, en los museos los 
objetos dan escasa información sobre ellos mismos, aportando sí potencial información 
sobre la sociedad que los creó y empleó, mientras que en los archivos los documentos 
informan sobre la institución que los almacenó. 
 
Glusberg (1981) planteaba que en el museo tradicional las piezas que integran la 
colección, constituían un objeto de valor por su material, por el trabajo que representaba 
o por su singularidad y extrañeza. Cumplían la función de fomentar el prestigio de sus 
propietarios. Posteriormente se atribuye al objeto de museo un valor intrínseco e 
independiente, por el que los objetos considerados de “triviales” integrarían también las 
colecciones. 
“La creación de museos especializados como los dedicados a la tecnología o a 
la historia natural o incluso los museos conmemorativos, dio origen a una nueva 
manera de pensar: cobró así nueva importancia el objeto de museo como 
elemento de un contexto cultural y como vehículo de un concepto.” (Solá, 1987, 
p. 49) 
 
En este sentido, la práctica museológica debería hacer su centro no ya en los objetos, 
sino en las ideas que interesan transmitir. Smit (2003) plantea que la distinción entre las 
instituciones ya no se plantea ni debe sustentarse con relación a los tipos de documentos 
que ellas poseen, sino por la función que es atribuida a esos documentos. Las nociones 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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de documentos y sus funciones en cada disciplina son abordadas por Isabel Ayres Da 
Silva Maringelli (2016) en su Tesis de Maestría en Ciencia de la Información, hace una 
compilación en la que refiere a que, en el ámbito de los museos, existe consenso en la 
noción de que: 
 
“los objetos son documentos (Otlet) portadores de información (Desvallées; Mairesse), 
que testimonian un hecho o acto (Guarnieri) y poseen función documental (Lara Filho). 
Los documentos de archivo también son testimonios, pues tienen valor probatorio y, 
consecuentemente, valor informativo (Fonseca) y las bibliotecas son poseedoras de 
objetos informativos, en diversos formatos. (Miksa).” (p. 68) [las ideas o conceptos 
están excluidos de los derechos de autor] 
 
Investigadores y profesionales de las disciplinas comparten que los documentos de 
archivos y museos son siempre únicos, siendo los principios de procedencia y 
organicidad fundamentales sobre todo para los primeros, mientras que en el caso de las 
bibliotecas se constituye sobre todo por documentos publicados. Botallo (2010) y Smit 
(1999) refieren a que las constantes y cambiantes demandas de la contemporaneidad 
hacia el trabajo en las unidades de información, ya no se resuelven con la tradicional 
distinción y son insuficientes para atender la complejidad que implicarán las nuevas 
funciones. En este sentido, Smit agrega que “la necesidad informacional no se enuncia, 
por regla general, en términos exclusivamente 'archivísticos', 'biblioteconómicos', o 
'museológicos', sino en términos de 'información' que se busca.” (Smit, 1999, p. 4) 
Asimismo, el énfasis no ya en el documento sino en la información, así como el cambio 
de visión que enfatiza en el público usuario y no ya en el acervo, facilitan el 
acercamiento de archivos, bibliotecas y museos. 
 
Las bibliotecas y los archivos de museos suelen atesorar colecciones valiosas, que no 
son posibles de encontrar en otro sitio. Rafael Cippolini -escritor, ensayista y curador- 
en su presentación ‘El Futuro de las Bibliotecas’ en el marco de la Primera Jornada de 
Bibliotecas de Museos en Buenos Aires, en 2015, alude a la biblioteca del Museo de 
Arte Moderno (Buenos Aires) como “un maravilloso rompecabezas de datos que no 
convivían en ningún otro lugar del planeta. Tuve la impresión de que esos sobres 
provenían de una suerte de máquina que acumulaba sin descanso la más diversa 
información. Algo fabuloso.”(Cippolini, 2015, p. 60) 
 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
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3.1.1. ¿Colecciones archivísticas, bibliográficas o museográficas? 
 
La conformación de los acervos de los museos presenta complejidades en cuanto 
pueden estar constituidos, de forma simultánea por colecciones bibliográficas, fondos 
archivísticos y colecciones museográficas. Ante esta situación, se presentan 
complejidades con relación a la definición de las normas y las técnicas de una disciplina 
u otra que sea pertinente aplicar, así como los aspectos relativos a la conservación, que 
serán variables según las colecciones documentales se encuentren en depósito, en 
exposición, almacenadas junto a objetos museísticos, que puedan alterar las condiciones 
ambientales recomendadas, para los distintos tipos de colecciones. Por otro lado, la 
función de investigación si bien es razón de ser de los museos, no así de los archivos ni 
principalmente de las bibliotecas. En este escenario, Andrés Azpiroz, director del 
Museo Histórico Nacional, en su conferencia 'Las Bibliotecas del Museo Histórico 
Nacional, apuntes para la historia de sus colecciones', señalaba que las colecciones de 
los archivos y las bibliotecas de los museos deben ser abordadas en sus contextos, en 
cuanto se constituyen como fuentes para la historia. Las colecciones archivísticas y 
bibliográficas, al ser puestas en diálogo con otros aspectos materiales, contribuyen en 
la construcción de la historia de las colecciones y a entablar diálogos posibles entre ellas, 
que se materializarán a través de exposiciones, audiovisuales, publicaciones, entre otros 
recursos de difusión y comunicación. 
 
3.1.2. Políticas de información en el museo para garantizar la gestión, el acceso y 
el empoderamiento de los individuos 
 
El pensar a las políticas de museos como políticas de información, conduce a 
preguntarnos acerca de cuáles son las razones que justifican que los museos estén 
incluidos en las agendas de gobierno, y concretamente que estén comprendidos en las 
políticas de información de un país. En primer lugar, porque por definición los museos 
constituyen centros de información y al igual que las bibliotecas y los archivos, a través 
de sus acervos museísticos brindan “...una información que se presenta directamente al 
público en su exposición…” (Caballero Zoreda, 1986, p. 261). La colección del museo 
constituye su principal fuente de información, que se complementa con la información 
bibliográfica de catálogos, investigaciones de informantes calificados y documentos de 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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archivo, los cuáles procesados adecuadamente darán lugar a sistemas de información, 
que se presentarán “...al público por medio de la comunicación, educación y acción 
cultural…” (Caballero Zoreda, 1986, p. 271) La segunda razón refiere al proceso de 
“empoderamiento”, por el cual los individuos aumentan sus capacidades y fortalezas, 
potenciando y mejorando la situación en la que viven. Este concepto es desarrollado por 
Martha Sabelli, quien refiere a los “derechos a la información como derechos sociales 
del ciudadano”, afirmando que no se trata de “un proceso individual, y que sería la 
antítesis del paternalismo, la esencia de la autogestión”. Agrega que “entre las 
condiciones necesarias para el empoderamiento se destacan: la creación de espacios 
institucionales adecuados para que los sectores excluidos participen en el quehacer 
político público […]” (Sabelli, 2008, p. 65) En este sentido, los museos se constituyen 
como uno de esos espacios institucionales adecuados, propicios para el desarrollo del 
aprendizaje no formal, en que los visitantes, a través de visitas guiadas, recursos 
didácticos, informativos, interactivos y participativos, protagonizan experiencias que 
favorecen al empoderamiento, a la creación de discursos propios, a identificarse y 
reconocerse o no, con lo que ven. El rol de los museos en cuanto a la construcción de 
memoria e identidades es protagónico en relación a otras instituciones culturales, ya que 
“... tienen poder para afirmar o negar una identidad cultural para la comunidad, 
identidad que, por otra parte, es vital para su existencia.” (Romero De Tejada Picatoste, 
2002, p.15) El museo es quien legitima relatos locales, regionales y nacionales, y debe 
hacerlo contemplando la diversidad cultural presente en la comunidad de la que forma 
parte. 
 
Como organización que brinda servicios al público, el contacto y vínculo con los 
visitantes, favorecerán a la configuración de los museos como verdaderos centros de 
información ciudadana. Cumplen por tanto un rol fundamental en la construcción de 
ciudadanía, “son una herramienta para el crecimiento y desarrollo económico, social y 
político de la comunidad dónde se origina.” (Romero De Tejada Picatoste, 2002, p.17) 
Montviloff (1990) plantea que “las políticas proporcionan orientaciones para la 
concepción de una estrategia y de programas destinados al desarrollo y uso de recursos, 
servicios y sistemas de información.” (p. 7). Hernon y Relyea (2003) plantean que las 
políticas de información brindan un marco de referencia que influyen profundamente la 
forma en que los individuos toman sus decisiones políticas, económicas y sociales. 
Museo como espacio de gestión de información, mediación cultural y alfabetización: el rol de la 
Biblioteca y el Archivo / Erika Velázquez Guerrero 
 
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Afirman a la vez que, dada la complejidad y naturaleza diversa de estas, es mejor hablar 
en plural de “políticas de información”. Hill (1995) al definir a las políticas de 
información, hace hincapié en los contextos involucrados en su diseño y desarrollo: 
aspectos sociales, económicos, culturales, políticos; resaltando la importancia de que 
sean definidas en contextos y en convergencia con políticas afines. En este sentido, es 
fundamental que las políticas de información en los museos se alineen con las políticas 
públicas de información y cultura a nivel nacional. Así, la política de información en el 
museo debe contribuir a la conformación de un sistema de información de los acervos 
de museos, a través de las herramientas tecnológicas necesarias, que favorezcan a la 
accesibilidad de las colecciones y promueva a la vez la participación ciudadana. 
Asimismo, es fundamental el lugar que ocupa la alfabetización en todos los niveles de 
confección de la política; ha de ser su objetivo brindar a la sociedad las herramientas y 
habilidades necesarias para desenvolverse en la Sociedad de la Información. 
 
Los procesos de gestión de los documentos, gestión de la información -los cuales se 
desarrollarán a continuación- y el desarrollo de productos y servicios de información, 
deben enmarcarse siempre en el contexto de una política de información museística. La 
política de información del museo debe conformarse de modo que cada unidad de 
información mantenga sus especificidades técnicas en el tratamiento de la información 
(Botallo, 2010), desarrolle un sistema que articule las fuentes de información dispersas 
y proponga el diseño de diversos productos y servicios al público. 
 
3.1.3. El Museo como espacio de gestión del patrimonio documental y gestión de 
información museística 
 
Los museos suelen contar con servicios de información especializados -bibliotecas, 
archivos y/o centros de documentación-, los cuales según Gallego-Casilda Benítez se 
vuelven fundamentales para completar la experiencia del visitante en el museo: “... 
muchas veces, el usuario no dispone de la formación necesaria para obtener los mejores 
resultados en la experiencia” (s.f., p. 70). El tratamiento de la información en el museo 
requiere de procesos de