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ALGO 
DE 
CENTRO NACIONAL DE ARTES GRAFICAS 
HISTORIA DE LAS 
ARTES GRAFICAS 
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-
CompartirIgual 4.0 Internacional
CENTRO NACIONAL DE ARTES GRAFICAS 
ALGO 
DE 
HISTORIA DE LAS 
ARTES GRAFICAS 
8/Bl/OGRAFIA 
LA COMPOSICION EN ARTES GRAFICAS 
PRIMER TOMO ,. 
; t, 
.} - -· 
EL TIPOGRAFO COMPOSITOR 
LA IMPRENTA EN COLOMBIA . 
ALFONSO ORJUELA PERILLA 
INSTRUCTOR SENA 
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
La Escritura 
En los primeros tiempos, los hombres para recordar los acontecimientos 
ocurridos, sólo se valían de la narración oral, comunicada de padres a hijos; estos 
hechos estaban por tanto sujetos a inexactitudes y errores, resultando unas veces 
exagerados, otras modificados en parte y otras falseadas por completo sus circunS:. 
tancias y hasta su misma naturaleza. De aquí la necesidad de recordarlos por 
medio de signos es'critos, pintados o grabados, siendo varios los pueblos primiti-
vos, entre ellos los egipcios, los primeros que idearon esta manera de perpetuar 
el pensamiento a través de los tiempos. 
PERIODOS DE LA ESCRITURA 
El hombre co"mo ser pensante, siente la necesidad de inmortalizar todo 
cuanto produce y cuanto sale de su cerebro y de sus manos. Es una pasión de 
inmortalidad la que .padece en su obrar, y la que lo guía en sus empresas, por 
pequeñas que parezcan. Esa es la historia de la humanidad,· en las edades l?ri-
mitivas y sigue siendo en las actuales. 
Reunidos en grupos, en tribus, en sociedades, los primeros habitantes de 
la tierra, bregaron por transmitir todo cuanto sucedía a las generaciones, por me.-
dio de monumentos rústicos o artísticos, auxiliadores de la memoria, recordadores 
de acontecimientos grandiosos, hasta dar principio a la escritura, que comprende 
varios períodos de siglos. 
El nemónico (memoria) el primitivo, en el que el hombre se ayudaba úni-
camente de la memoria, para recordar todos los acontecimientos dignos de vivir 
para la posteridad. 
El pictórico (grabar, dibujar) en el que por medio de figuras más o menos 
fieles a la cultura de sus autores, y al que pertenecen los tatuajes, (rasgos trazados 
en el cuerpo humano), los pueblos, fijaban una historia o un pasaje de la misma, en 
piedras, árboles o metales temerosos de olvidarlos. 
El ideográfico (grabar idea) dio origen a los jeroglíficos, representando 
· gráficamente las ideas con figuras grabadas en madera, piedras etc., figuras que 
semejaban, animales, plantas, formas humanas, astros, etc. Estos jeroglíficos tan 
propagados entre los pueblos indígenas, tan buscados, tan difíciles de interpretar, 
constituyen el tercero; cuántas historias guardan las piedras americanas y las 
rocas de Africa, esperando quién pueda decifrarlas. 
Estos períodos finalizaron con el fonético o aparición de los alfabetos, 
tan diversos y variados-, como lo~ pueblos que los adoptaron no bien aparecieron. 
Se cree que fueron los egipcios los verdaderos creadores de los signos 
alfabéticos, más o menos semejantes a los de hoy, los que adoptaron los griegos 
403 años antes de Cristo. 
,. 3_ 
Los propagadores de los signos alfabéticos, fueron los romanos, por medio 
de sus frecuentes invasiones, como dueños y dominadores del mundo hasta enton-
ces conocido. 
Para los primeros habitantes de la tierra, las piedras, la madera, las plan-
chas enceradas, el papiro, el pergamino, les servían de papel. 
Este lo inventaron los chinos quienes lo exportaron a Europa en el año 
720 de la era cristiana. 
Todo estaba preparado por la Providencia, la invención de la Imprenta, el 
Arte Tipográfico, que alguien apellidó divino. 
ESCRITURA JEROGUFICA 
La escritura antigua, que con tanto acierto se ha llamado la pintura del 
·pensamiento, comenzó por ser jeroglífica, representando g~áficamente las ideas 
con figuras diseñadas ó g:abadas en madera, piedra, etc. Estas figuras semejaban 
animales, plantas, formas humanas, astros o cualquier cosa apta para la expresión 
del pensamiento, que después se fueron esquematizando hasta dar origen a 
los signos y las letras. 
ESCRITURA HIERATICA 
Estas figuras, aisladas primero, se utilizaron después combinadas y más 
tarde simplificadas creando la escritura hierática o de los sacerdotes, con la que 
se representaban los objetos por medio de signos combinados, sacados de los 
je:oglíficos, simulando los contornos más esenciales de cada figura. 
ESCRITURA DEMOTICA 
A m::dida que se manifestaba la tendencia a la escritura rápida, se fueron 
modificando y simplificando los signos, hasta hacer su trazado completo con una 
línea continuada sin necesidad de levantar el instrumento diseñador, creándose 
así la escritura demótica o popular, en el siglo IX antes de la Era Cristiana. 
ESCRITURA FONETlCA 
Esta escritura, debido a la vaguedad de ideas y al excesivo número de 
signos, desconocía por completo el elemento fonético. El progreso humano recla-
mó p:onto el tránsito de la escritura de las ideas, a la escritura de los sonidos y 
de las voces, creando la escritura fonética o de las palabras. 
ESCRITURA SILABICA 
Al analizar el fenómeno de la fonación o pronunciac1on, se observó que 
las palabras se componían de sílabas; entonces se adoptó un signo convencional 
para cada una de estas sílabas, resultando la escritura silábica. 
ESCRITURA ALFABETICA 
Más tarde, al observar que las sílabas se podían descomponer en letras 
(vocales y consonantes) se inventaron signos para cada una de ellas, resultando 
por fin la escritura literal o a!fabética. 
Dejando aparte la escritura y los alfabetos orientales, (indio, chino, 
japonés etc., de características diversas y complejos) diremos que en nuestra 
-4-
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Signos Gerogríficos 
era cultural, fueron los ~enicios, quienes formaron el primer alfabeto fonográfico 
que divulgaron en sus correrías por las riberas del Mediterráneo, y que se basaba 
en la escritura de los diversos pueblos, principalmente e·n la escritura hierática de 
los egipcios. 
ALFABETO FENICIO 
El príncipe fenicio Cadmo, contemporáneo de Moisés, fue el que ideó 
el alfabeto fenicio, formándolo con 22 signos o lettas, cada uno con su sonido 
propio y determinado, de suerte que se prestaban a todas las combinaciones re-
queridas, para signific.ar las diversas modulaciones del lenguaje. 
El alfabeto fenicio no se hizo de una vez, sino g:adualmente, pues los 
caracteres fenicios no tomaron la forma en que los conocemos, sino después de 
una serie de transformaciones necesarias más o menos lentas e importantes. 
ALFABETO GRIEGO 
El alfabeto griego, primitivo, derivado también del fenicio, fue llevado a 
Grecia por navegantes fenicios, dirigidos por Cadmo. 
Respondiendo los griegos a las necesidades de su lenguaje, modifica1on 
unos mil quinientos años antes de Jesucristo, el alfabeto fenicio y formaron el 
suyo de dieciséis letras, conocido bajo la d,:mom:nación de alfabeto griego primitivo. 
Más tarde lo modificaron según el espíritu de sus dialectos, creando los alfabetos 
dórico, ático, jónico, etc. Del griego nacieron varios · alfabetos, siendo el principal 
el alfabeto latino. 
ALFABETO LATINO 
El alfabeto latino, J'lamado también romano, se deriva directamente del 
griego, probablemente a través del alfabeto etrusco (de Etruria, la actual Italia 
Central) o influído notablemente por él. Los romanos a medida que iban dominan-
do los pueblos, les imponían sus leyes, su religión, sus costumbres, sus ciencias y 
artes. Lo primero que introducían en los países conc¡uistados, era el idioma, o 
por lo menos el alfabeto, para poderse entender y de esta manera favorecían 
notablemente la vida comercial. 
El alfabeto latino antiguo se componía de veintidós (22) letras y al prin-
cipio se escribía de derecha a izquierda, como se ·hace todavía en al3unas lenguas 
primitivas. La escritura de los romanos presentaba cuatro variantes principales: 
Capital, Uncial, Semiuncial y Minúscu1a. 
Escritura Capital: Es la más antiguaforma de escritura romana, totalmen-
. te en letras mayúsculas, usada rn los títulos y portadas de los documentos, códi-
ces etc., cuyos textos se escribían en cursiva romana. 
Escritura Uncial~ La dificultad que para su fo rmación presentaba la es-
critura capital, además del espacio que ocupaba, y el tiempo que exigía su trazado, 
determinaron a fines del siglo V cambiar· su escritura, creando la ¡etra uncial ma-
yúscula, que consistía en una mayúscula más pequeña (mitad de la Capital, que 
equivalía a lo que nosotros llamamos versalita) que la empleaban en li¡! t ranscrip-
ción de los códices, por la ventaja que ofrecían a los . amanuences y copistas. 
Escritura Semiuncial: También en el siglo V apareció la letra semiuncial 
creación exclusiva del cristianismo, que constituía un intermedio ent·e la uncial 
y la minúscula, con el fin de ahorrar material empleado en la escritura y facilitar 
-5-
aún más la transcripción de los textos. Se difundió rápidamente sobre todo con 
los Scriptorium en los monasterios; adquirió esta letra gran . difusión y tuvo su 
apogeo en los siglos VI y VI l. 
Mayúscula Romana: Paralela a la escritura mayúscula, se desarrolló en 
Roma, la minúscula romana en dos modalidades: Sentada, que ofrecía aisladamen-
te sus elementos alfabéticos, y cursiva, en la que los t razos finales de cada letra 
admitían cierta unión con los siguientes. 
MATERIA ESCRIPTORIA . 
Inventada la escritura, el libro debía ser tarde o temprano su consecuen-
cia. Muchos fueron los materiales que en un principio, recibieron las imágenes 
o signos de las ideas y del pensamiento humano. 
La escritura primitiva se efectuó sobre piedra, como puede verse en 
las extensas leyendas jeroglíficas grabadas en las pi rámides de Egipto, miles de 
años antes de la Era Cristiana. Así mismo nadie ignora que Moisés recibió el De-
cálogo grabado en tablas de piedra. A la piedra sucedió el metal : oro, bronce, 
plomo etc. Los diplomas milita :·es se grababan sobre dos hojas de cobre unidas 
por anillos. 
A los metales siguieron las tablillas de madera enceradas utilizadas por 
los griegos y romanos, sobre las que se escribía con el estilete o punzón, las 
cuales reunidas en fo rma de libro, de dos en dos, de tres en t res o más, se guarda-
ban en cajas de madera, generalmente de cedro. 
La corteza de árboles (álamo, fresno, olmo, plátano, etc), las telas y los 
ladrillos de arcilla fueron también materiales empleados en la escritur:a. En tiem-
pos de la república romana, se redactaban los anales sobre finísimas telas. Los 
caldeos y asirios, escribían por medio de punzones sobre ladrillos de arcilla, blan- · 
dos aún, que después pon ían al horno para endurecer toda la masa. El costo de 
la materia y lo voluminoso y pesado que resultaba el trabajo, constituían un serio 
obstáculo, para la rapidez de la escritu ra. El descubrimiento del papiro, como ma-
teria escriptoria, solucionó el problema. 
EL PAPIRO 
Es una airosa y bella planta de hojas largas y muy estrechas, y cañas 
de dos a tres metros de altura y un decímetro de grueso, terminadas: por un pena-
cho de espigas con muchas flores pequeñas y verdosas. Crece en las orillas del 
río nilo, y de otros ríos de Africa, donde la profundidad no alcanza a un metro. 
Los egipcios abrían la corteza del tallo perpendicularmente con un punzón 
y de él sacaban el liber o película interna, en tiras sutilísimas, que pegaban entre 
sí fo :mando rollos de 15 a 18 metros de largo. 
Los caracteres se escribían por medio de un cálamo, hecho de plumas de 
ave, y tinta obtenida a base de sustancias vegetales y animales, formando colum-
nas a lo largo del rollo a manera de páginas cuidadosamente alineadas. 
Esta fue la primera forma del libro, llamada volumen (del latín vólvere, 
envolver), por que los papiros escritos se enrollaban en cilindros de madera, y se 
guardaban en cajas especiales denomindas Scrfnium. En un extremo del cilindro 
se pegaba una tira de pergamino llamada Sylabus, en la que se escribía el título de 
la obra. Desenrollar un libro significaba leerlo por completo. Para ello se desenro-
llaba con una mano y con la otra se volvía a recoger. 
-6-
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Alfabeto Fenicio 
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Alfabeto Latino Antiguo 
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Libro Primitivo 
Signos de la escritura cuneiforme. Tomó su nombre porque se grababa con cuñas 
sobre placas o cilindros de arcilla. Apareció 3 . 000 años antes de nuestra era. 
Figuras jeroglíficas alto egipto. 
Signos del alfabeto chino, abarca unos 40 . 000 signos de los cuales solo se usan 
normalmente unos 4. 000. 
Jeroglíficos mágicos de los mayas. 
Eran considerados como un don de los diosr~s y solo los .sacerdotes y emperadores 
les estaba dado descifrarlos. 
' ' Escritura hebraica, leída de derecha a izquierda como la árabe, los signos de las voca-les, se le agregan tan solo después de cristo. 
Alfabeto árab:!; siendo oriundo de Siria cuenta con 28 signos para las consonantes 
y solo 3 para las vocales. 
Alfabeto griego contribuyó considerablemente a la superación del analfaretismo, gra-
cias a su facilidad de aprendizaje de la lectura y la escritura. 
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Signos del alfabeto SIAMES, Su escritura está tomada de la Pali. 
La sucesión de las palabras se efectúa sin separación. 
Las separaciones representan párrafos. 
ALFABETO MAGICO DE LOS ALQUIMISTAS 
EL PERGAMINO 
Las rivalidades entre Alejandría de Egipto y Pérgamo, antigua ciudad del 
Asia Menor, por poseer la mejor biblioteca, aconsejaron .a los alejandrinos poner 
toda suerte de trabas a la exportación de papiro. Para obviar la dificultad, los 
de Pérgamo idearon el uso de piéles de animales, {siglo 111 antes de Jesucristo) 
que los industriales de aquella ciudad llamaban Pergamenum (pergamino) _y que 
cu rtían convenientemente, más o menos como en nuestros días. 
Dos eran las clases de pieles destinadas a la escritura: el pergamino y lé) 
vitela. El pergamino e:a de piel de cabra o de carnero. Llamábase pergamino 
virgen, cuando se fabricaba de piel de cordero o de cabritos nonatos. La vitela 
(de vitella, ternerilla) se fabricaba de piel de ternera, resultando unas hojas más 
finas, más flexibles y al mismo tiempo más blancas. 
Con la difusión del pergamino se generalizó poco a poco el uso del libro 
en cuadernos en vez de rollos, como se hacía con el papiro. A la reunión de varias 
hojas de forma cuadrada o rectangular se le llamó códice. Los códices se escri-
bían antes de encuadernarse, marcando los márgenes con nimio. Los dib;ujos e 
iluminación de viñetas, iniciales, títulos, y demás adornos, se hacían después de 
copiado todo el libro. Se cosían los cuadernos, uniéndolos con una tira de cuero 
al lomo y se forraban con dos tablas de madera, las que se recubrían con pieles. 
El uso del pergamino hizo cambiar el significado de las palabras Libro y 
Códice sinónimas hasta entonces; llamándose libro a una reunión de hojas o a 
la obra formada por un solo tomo, y Códice a la obra compuesta de varios libros. 
EL PAPEL 
Se dice que Tsai Lum, humilde chino, quien llegó a ministro, ofreció la 
primera muestra de papel propiamentedicho, al emperador Ho - Ti en el año 155, 
de la era actual; es considerado como el verdadero inventor del papel. 
Los chinos obtenían el papel de caña de bambú, paja de arroz, fibra de 
morera, etc. El descubrimiento pasó de China a Corea y al Japón; hacia el año 750, 
los árabes tuvieron noticia de él a través de unos prisioneros chinos condu-
cidos a Samarkanda (Turquestán). Los árabes empleaban en su fabricación casi 
exclusivamente trapos de algodón obteniendo más calidad. A través de los árabes, 
se difundió por el norte de Africa y pasó a la Península Ibérica, inaugurándose 
en Jávita (Valencia) la primera fábrica de papel en Europa. 
El descubrimiento del papel marcó un paso gigantesco en la historia del 
libro, a pesar de competir durante algún tiempo con el pergamino; ·aunque de 
menor solidez y resistencia, ofrecía la ventaja del precio más económico y de fá-
cil producción, a pesar de obtenerse por procedimiento manual. 
La máquina continua, inventada por el francés Luis Nicolás Robert, cons-
tituyó un paso decisivo en la industria del papel, pues permitió un . adelanto 
considerable en la fabricación. La creciente demanda del papel, para · multitud 
de aplicaciones, obligó a buscar otras materias primas, para obtener la pasta, por 
procedimientos mecánicos y químicos. 
El algodón, el lino, el cáñamo, el esparto, la paja, etc., bastaron inicial-
mente; pero pronto hubo que recurrir a la madsra de pino, abeto, eucalipto, etc., 
buscando siempre las fibras vegetales mucho más ricas en celulosa, que es el 
componente principal en la fabricación. La calidad y proporción da la celulosa, 
junto con los demás componentes y el especial tratamiento y acabado determinan 
la inmensa variedad de los papeles. 
-7-
. LOS COPISTAS 
Eran los que se dedicaban a copiar obras y escritos. Los que más se 
distinguieron en esta profesión fueron los monjes, en sus monasterios, especial-
mente los benedictinos, en la Edad Media. 
En una gran sala llamada Scriptorium, los copistas se sentaban en am-
plios y cómodos bancos, mient:as el lector se acomodaba en un estrado elevado, 
donde iba dictando la obra. De esta manera se obtenían a la vez tantos ejemplares 
de la misma, cuantos eran los copistas. Una vez terminados, se revisaban las 
copias y confrontaban con el original, haciendo las correcciones y enmiendas, 
como hoy puede verse en los diversos códices. El notable escritor Tomás Jamenson, 
en su famosa enciclopedia afirma, que los monjes medievales, durante más de 
dieciseis siglos, dieron albergue en sus pacíficos claustros, a los grnndes pensa-
dores de la antiguedad, y preservaron del común naufragio, las grandes tradiciones 
del arte antiguo. Los monjes, fueron los únicos que paciente y constantemente, 
fueron copiando los códices, que ahora tanto aprecian y con tanto afán buscan 
nuestros magnates. 
El aumento en la producción del libro, trajo como consecuencia natural; 
la división del trabajo y la especialización de los copistas, que se · dividieron en: 
Preparadores del pergamino y vitela, amanuenses o copistas propiamente dichos, 
crisógrafos e ilumindores. 
Preparadores del pe,rgamino y vitela: Eran los que se dedicaban a preparar 
las hojas según el tamaño de la obra, dándoles la adaptación para que pudieran 
recibir bien las tintas. 
Amanuenses o copistas: Los que se dedicaban a copiar el texto o cuerpo 
de la obra dejando los blancos necesarios para los adornos y las iniciales. 
Crisógrafos: Ejecutaban los dibujos de las iniciales, frisos y todos los 
demás adornos. 
Iluminadores o miniaturistas: Completaban el trabajo de los crisógrafos, pin-
tando las iniciales, los frisos y demás adornos, con oro y colores adecuadamente 
aplicados. 
La fantasía de los iluminadores era prodigiosa; y no se contentaban con 
las iniciales, frisos, y demás adornos, sino que pintaban con hermoso arte, escenas 
y pasajes de las obras, y a veces el retiato del autor o de la persona que había 
encargado el trabajo. A estas pinturas se les dió el nombre de miniaturas, por haber 
sido el nimio (rojo anaranjado) el primer color que para ello se usó. 
En el siglo XII, los volúmenes se redujeron de tamaño; del folio, pasaron 
al tamaño cuarto, dando origen a las abreviaturas en el texto. Los códices se so-
metieron a la regla general de reducción, ejecutando sus obras y dibujos en me-
nor tamaño, pero con mayor delicadeza de rasgos y colorido, resultando verdade-
ras obras de arte, a la que contribuyeron los más famosos pintores. 
Todavía se conservan muchos y famosos códices escritos y nimiados, en 
estilos de las diversas épocas, destacando los de la Biblioteca Vaticana, y Biblio-
tecas Nacionales de Madrid, París: Roma, Londres, Viena y Berlín, e incluyendo 
muchas colecciones de catedrales, monasterios y entidades culturales. 
l·MPRESION TABELARIA 
Profesión no menos artística e importante que la de los copistas, fue la 
de los grabadores de figuras en madera, nacida a principios del siglo XV. Estos artis-
tas, llamados xilógrafos, reproducían sus obras entintándolas con una mezcla 
-8-
colorante, cuyo ingrediente principal era la cola de color castaño; oprimiendo 
sobre ellas hojas de pergamino o papel en las cuales aparecían estampados los 
trazos en relieve, grabados en la madera. Estas primeras estampas, llamadas xi lo-
grafías o planchas xilográficas, llevaban breves inscripciones explicativas de la 
escena reproducida. 
Estas inscripciones fueron aumentando poco a poco, hasta ocupar ma-
yor espacio que las figuras; entonces fue cuando aprovecharon los artífices de 
este procedim iento, para reproducir libros de refranes, máximas, resúmenes del 
Donato etc., impresos por una sola cara. Los libros impresos por una rola cara 
se llamaban anopistógrafos. Posteriormente se imprimieron por ambas caras y ,re-
cibieron el nombre de opistógrafos. 
Para estampar un libro, se necesitaban tantas tablas xilográficas, como 
páginas. El arte de la xilografía, fue empleada por xilógrafos especuladores, que 
reproducían clandestinamente obras xilográficas y luégo las vendían, haciéndolas 
pasar por manuscritos. Lo cual, después de todo, no dejó de ser un paso avanzado 
hacia la imprenta. 
El papel que empleaban, era de algodón o de las mejores clases de hilo, 
el cual humedecían antes de hacer la impresión. 
Cuando tenían una página grabada en la plancha de madera, la entintaban 
con tampones, de cuero rellenos de crín de caballo o de trapos; colocaban después 
sobre ella el papel previamente humedecido y golpeaban suave y uniformemente 
el dorso del papel, quedando transportado sobre éste, el dibujo o las letras de la 
tabla xilográfica. 
El desarrollo de las impresiones xilográficas, hizo disminuír poco a poco, 
el proceso manuscrito o scriptorium, que desapareció por completo al advenimiento 
de los tipos de metal y la imprenta. 
·9-
La Imprenta 
Inmediatamente el hombre se dió cuenta de los beneficios de los impre-
sos tabelarios, se hizo una necesidad impresindible la lectura. No siendo sufi-
ciente para satisfacerla, la infinidad de copistas, ni los grabadores de páginas 
en madera, los genios fueron puestos a disposición, y la perspectiva del buen 
negocio, alentó el espíritu de empresa, contribuyendo ambas fuerzas a dar en 
definitiva la solución al gran problema. 
JUAN GUTEMBERG ,HV 
Hacia los años de 1395 a 1400, nació Juan Gútemberg, en Maguncia, ciudad 
de Alemania, a orillas del Rin, perteneciente a noble familia, quien desde muy 
joven se dedicó a la orfebrería, a los oficios mecánicos y a los inventos. 
Debido a las contiendas, que entre nobles y plebeyos se sucedían en su 
ciudad natal, emigró con su familia a Estrasburgo en 1434. Allí vivían en una ca-
sa cerca al convento de San Arbogasto, dedicándose independientemente a dis-
tintos oficios artísticos y al grabado de planchas xilográficas. No pertenecía a 
ningún gremio y sus ocupaciones aparecían envueltas en el misterio. 
En 1441, tuvo la feliz idea, de cambiar las tablas xilográficas, por carac-
teres movibles, grabadosen madera, que ataba alineando los renglones, pasán-
doles una cuerda, de parte a parte, (según opinión de algunos autores) por un 
agujero que tenían las letras. De esta manera, juntaba las letras:, formaba las pala-
bras, los renglo-nes y las páginas. 
Los tipos movibles no se idearon rápidamente sino que obedecieron a una 
serie de t ransformaciones, más o menos lentas, que dieron por fin con la clave 
del invento, con la feliz idea que determinó el paso de las tablas xilográficas, al 
tipo suelto de madera, y de éste al de metal. 
Los xilógrafos, lo mismo que los tipógrafos de hoy, estaban s,ujetos a 
errores, al efectuar el preparado de las planchas; omisión, cambio de letras o de 
palabras etc. Para subsanar estos errores, no había otra solución, que hacer apar-
te en un t razo de madera, la nueva letra o letras, que debían sustituirse a las equi-
vocadas, si se quería aprovechar el resto de la plancha. Cortadas éstas, se pe-
gaban las nuevas, procurando dejarlas a la misma altura de las demás. 
De esta operación al tipo suelto no había más que un paso. Este lo dió 
Gútemberg y poco después Schoffer, quien perfeccionó el nuevo procedimiento 
con la fabricación dei tipo suelto de metal. Para la impresión, adaptó Gútembe:g, 
una prensa de exprimir uvas y con ella efectuó los primeros ensayos. En el la colo-
caba la forma para imprimir, entintándola con un tampón, se colocaba sobre 
ella la hoja de papel, y se cubría con una tapa, introduciendo el carro en el cuad ro 
que estaba sujeto debajo del tornillo de la prensa; por medio de una palanca se 
bajaba el cuadro, se daba presión, efectuando la impresión, tan bien como en esa 
época podía quedar. 
·1 O-
SOCIOS DE GUTEMBERG 
Los tipos movibles no se. id~ron rápidamente sino que sufrieron una 
serie de transformaciones. En 1450, ha l'lándose Gútemberg escaso de recursos, 
para continuar su.s ensayos y experimentos, adquirir pergamino, papel, metal para 
fundir los . tipos y .demás materiales tipográficos, se asoció con Juan Fust, rico 
platero de Maguncia, nacido e'n 1410, el. cual le entregó por dos veces, en calidad 
de préstamo, la suma de 800 ducados, exigiéndole el se¡is por ciento de interés, 
parte de los beneficios y el reembolso del dinero en caso de fracaso. Poco tiempo 
después, formó parté de la sociedad, Gútemberg Fust, ·Pedro Schoffer, también de 
Maguncia, quien nació en 1420. La profesión de calígrafo c¡ue ejercía en París, jun-
to con los estudios hechos ~n lá Universidad, le permitieron dar a los tipos, un 
corte más elegante y artístico, que los creados por el mismo Gútemberg. 
Para ello, se sirvió de punzones hechos de acero puro, y con otro metal 
menos fuerte, formó las matrices, fundiendo con ellas los tipos, con una aleaci.ón 
de plom1> y antimonio. A Schoffer se le debe también, la invención de una tinta 
compuesta de negro de humo y aceite de linasa. En los comienzos de la imprenta 
(tipos movibles) hay que grabar con letras de oro, los nombres de Gútemberg, 
Schoffer, y .a su lado el de Fust, el socio capitalista. 
PRIMEROS IMPRESOS 
Entre los primeros impresos efectuados en 1445, pueden citarse, La Bi-
blia de las 42 líneas, varias ediciones del Donato (gramático latino del siglo IV) 
un almanaque para el año de 1448, las Bulas de indulgencias del Papa Nicolás. V 
y la Cruzada contra los turcos, impresas en 1454. 
A causa de las ganancias que con estos impresos se obtuvieran, sobrevi-
nieron disgustos entre Gútemberg y Fust, reclamándole éste, el capital que había 
invertido en la sociedad, el cual había ascendido junto con los intereses, a una 
crecida suma (2 .000 ducados) y no hallándose Gútemberg en condiciones de devol-
verlo, le entabló pleito, que el inventor desgraciadamente perdió, apoderándose 
Fust de la imprenta y de todos los mate~iales. 
Los disgustos tenidos contrariaron hondamente a Gútemberg. Pero gracias 
al auxilio prestado por el alcalde de Maguncia, Conrado Humery, pudo montar una 
nueva imprenta, e inclusive competir con la de sus antiguos soc.ios, donde se im-
primieron obras, como la Biblia de las 36 líneas, impresa en 1458, un diccionario 
latino llamado Cathonicon impreso en 1460, en el cual imprimió Gútemberg el co-
lofón, en la última página que literalmente dice: "Con la ayuda del Altísimo, este 
libro ha sido impreso y encuadernado, sin ayuda de cálamo, estilete o pluma, sino 
por la admirable armonía y proporción de las letras de molde, en el año de 1460 de 
la Encarnación del Señor, en la fecunda ciudad de Maguncia". 
En 1465 el arzobispo de Maguncia, Adolfo de Nassau, conced ió a Gútemberg 
un diploma que aún se conserva, la protección n~cesaria y el t ítulo_ de inventor, 
que sus socios querían arrebatarte, a la vez que le ofrecía un cargo honorífico en 
.su corte, en recompensa de los servicios prestados. 
Gútemberg de edad muy avanzada no prácticaba el arte. Además el em-
pleo que había recibido en la corte, no se lo permitía. Confió la nueva imprenta 
a dos alumnos y parientes suyos, Enrique y Nicolás Bechtermünze, la que continuó 
dirigiendo mientras vivió. Gútemberg envejecido por los sufrimientos físicos y más 
que todo morales, murió el 3 de febrero de 1468 y fue sepultado en la iglesia de 
los Padres Franciscanos de Maguncia, iglesia .que fue destruída en 1793 por un 
bombardeo de los franceses. 
- 11 -
Fust siguió frente a la imprenta y torrió
0 
éom~ . socio' a Sclioff~r, con el 
cual continuó la impresión . de varias obras, como son : la codioi'ada,, Bibfia de las 
42 líneas, terminada en el mismo año del pleito con Gútemberg, 1455, ,y que-este 
dejó muy. adelantada; tanto que se le considera-como su obra maestra, . El Salterio 
·de Maguncia o Psalmorum Codex, en el_que se registra el primer error tipográfico, 
:pues en vez de imprimir: PsaJmorum, : imprlmieróri :Spalniorum, 'l:1echo .que· la .t:iace 
más célebre aún. ., , 
· Años después, Fust se trasladó a París, en donde- sin el menor escrúpulo, 
vendió obras impresas haciénéloÍas pasar pÓr manuscrit6~. De esta forma pr~tendió 
engañar al propio Luis .xr, razón por la· cual el parlamento ·10 condenó a prisión, 
logrando huír poco tiempo después. Una epidemia · lo: llevó a· la muerte :en 1466. 
.. • • : • , · • • • • . ¡ . ' . • 
Schoffer, dueno de la imprenta de Maguncia ·había contraído matrimonio 
con ia' hija única de Fust, siguió adquiriendo gána'ncias; por medio de· la impresión 
de varias obras, hasta 1462 al ser asaltada la ciudad qe Maguncia por las tropas 
del elector Adolfo de Nassáu, se dispersaron los tipógrafos por diversas pártes de 
Europa. Murió en el · año de 1503; sus t res hijos, Júan, Pedro e· lvo, sigui eron el 
bello arte de sü padre, que propagaron por varias ciudades de Europa. En un prin-
cipio la l,mprenta sólo vino a suplir el trabajo · de los copista·s. 
SUPUESTOS INVENTORES DE LA IMPRENTA 
Lorenzo Cóster, célebre holandés, vendedor de 1magenes y sacristán de 
una .parroquia de Harlem, nacido en 1370 en die.ha ciudad. En 1558 el, doctor Adrián, 
Junius, publicó en una de sus obras, una leyenda sobre Cóster, la cual originó 
_varias controversias, a cerca del verdadero inventor de los tipos movibl~~. con los 
cuáles, decía, imprirriió Cóster el libro "Espejo de nuestra salvación", pero hoy 
esta leyenda está desprovista de todo valor histórico por varios escritores. A 
Wlldfghel en Aviñón, Francia, .ta_mbién se le atribuye haber .sido el inventor de la 
imprenta. 
Pánfilo Castaldi, el supuesto .inventor (según algunos italianos) de los ti-
pos movibles, fue impresor, médico y poeta, nacido en Feltre, Italia en 1398, donde 
fundó una escuela, y se dice que tuvo como alumno a Juan Fust, a quien le reveló 
su secreto y que éste comunico a Gútemberg al llegar a Maguncia. 
Carlos Castellani en una de sus obras, dice que el atribuir a Castaldi la 
invensión de la imprenta, no encontró adeptos sino en Venecia y en Milán. porque 
se carece de documentos que lo acrediten. Castaldi dice Castellani, habrá'. sido uno 
de los primeros impresores de Italia, pero no el inventorde la tipografía. 
El valor de las respectivas pretenciones de todos estos inventores y sus 
países respectivos; se han resumido en los siguientes términos, por autoridades 
competentes en la materia .. . Holanda posee libros· pero no documentos. Francia 
tiene en su poder documentos pero carece· de libros. l,talia no tiene libros ni. docu-
mentos. Mientras que Alemania posee a su vez .libros y documentos. 
En 1440 se da a conocer la imprenta, y en 1500 ya se ejerce en todas partes. 
En el espacio· de 60 -años no solo fue conocido· e·1 invento, sino explotado hasta 
en puntos que por su posición topográfica, parece debiera ser ajeno al' movimien-
to intelectual y ·artístico de su época. Las órdenes religiosas fueron las primeras 
que le presta ron toda su protección y auxilio; Sesenta años, que en la vida de la 
humanidad son un instante, bastaron para ·que se abriera camino y por su medio 
se dieran a conocer 'grandes obras ' y' é:onienzara con denuedo la . lucha de la 
inteligencia. 
-12-
La Imprenta en Europa 
Desde 1462, debido a la destrucción de Maguncia, por el elector Adolfo 
de Nassau, se dispersaron los tipógrafos y el arte de imprimir se fue extendiendo 
oor todos los países de Europa, especialmente en !taifa y de un modo particular 
en Roma y Venecia, ciudad esta última que tenía el mercado de libros más im-
portante del mundo. En sus archivos y biblotecas guardaban la mayor parte de 
los manuscritos de la antiguedad, protegiendo sus gobernantes toda manifesta-
ción de progreso en los diversos ramos del saber humano. 
En la Abadía de los Benedictinos de Subiaco, cerca de Roma, se estable-
cieron hacia el año de 1462, los clérigos Conrado y Arnaldo que provenían del taller 
de Fust y Schoffer, llamados por los cardenales Criffts y Juan de Torquemada, 
quienes consideraron, que era el lugar más apropiado para difundir el arte de 
imprimir por toda Italia. Allí imprimieron varias obras entre ellas "De Oratore" 
de Cicerón, y poco después "La ciudad de Dios" de San Agustín. 
Habiendo sobrevenido algunos disgustos, con los amanuences de la Aba-
día, que veían en el arte de imprimir, un fuerte competidor, se trasladaron a Roma, 
donde en 1467 por primera vez, publicaron en la Ciudad Eterna las "Epistolae ad 
familia¡,es" de Cicerón, utilizando caracteres puramente romanos fundidos a pro-
pósito, para esta obra • . 
Nicolás Jenson, uno de los más insignes tipógrafos de Francia, nacido 
en Sommevoire, a principios del siglo XV. Grabador de la Casa de la Moneda de 
Tours. Fue enviado a Maguncia por el rey Carlos VII en 1458, con el fin de aprender 
y descubrir los secretos de la tipografía. Al volver en 1461 a Tours, no encontró 
en la persona del nuevo rey Luis XI, el apoyo de su antesesor, motivo por el cual 
se estableció en Venecia, donde imprimió más de ciento cincuenta obras, con le-
tras ideadas, grabadas y fundidas por él. El primer libro impreso en Venecia lle-
va la fecha de 1471. Alcanzó un gran, éxito en sus impresiones tanto que el Papa 
Sixto IV, lo nombró conde Palatino. Murió en 1480. 
Al.do Manuzio, el más ilustre de la familia, nacido en 1449, en Bassiano 
(Italia). Gracias a la ayuda que recibió del príncipe Alberto Pío, de Carpí, fundó 
una imprenta en Venecia, en 1494. Imprimió famosas ediciones de autores clásicos, 
griegos y latinos, para los cuales fundió caracteres exprofeso, dibujados y graba-
dos por Francisco Griffi. 
La novedad principal fue el tipo incl inado, para la edición de las obras 
de Virgilio impresas en 1501, inspirado en la cursiva romana, y en el manuscrito 
de las Rimas de Petrarca, grabado también por Griffi. 
No pudiendo atender personalmente, el suministro de obras que iba edi-
tando, fundó la célebre Academia Andina en 1500, compuesta por hombres compe-
-13-
tentes en literaturas clásicas, cuyo fin principal era, la rev1s1on de los originales 
griegos y latinos antiguos, antes de proceder a su impresión. Aldo Manuzio murió 
en Venecia, el 6 de febrero de 1515. 
La imprenta de Aldo Manuzio, subsistió durante un siglo y sus publica-
ciones alcanzan a unas 908 obras distintas. 
Los Giunta, apellido de una ilustre familia de comerciantes de Florencia. 
Felipe, el primero de la familia, nacido en 1450, se dedicó al arte de imprimir. 
Los Giunta, pueden considerarse rivales de Aldo Manuzio, cuyos tipos y 
ediciones, principalmente humanísticas, imitaron y superaron en plan internacioal. 
Sus grandes posibilidades e.conómicas y la vasta preparación de sus co-
laboradores, les permitieron convertirse en editores importantes y abrir talleres 
gráficos y librerías en Roma, Venecia, · Lyon, Londres, Salamanca, Madrid y Burgos. 
Imprimieron importantes ediciones en español, latín y griego. 
La labor editorial y tipográfica de los Giunta abarca desde 1497 hasta fi-
nales del siglo XVI. 
Claudia Garamond, Gélebre fabricante de buriles y punzones y grabador. 
Nació en París a finales de 1400. Dedicóse al estudio de los caracteres de im-
prenta, perfeccionando los tipos de Jenson y Manuzio; alcanzó gran fama en 
toda Europa Central. Los caracteres que grabó son conocidos con el nombre de 
garamond o Garamondinos. 
Durante el reinado de Francisco 1, Roberto· Estienne, director de la Impren-
ta Real, desde 1539, le encargó en 1541, fundir cáracteres griegos, en tres cuerpos, 
conocidos como griegos del rey, cuyas matrices se conservan todavía en la Im-
prenta Nacional de París. Murió después de haber conseguido merecida fama, en 
la capital de Francia, en 1561. 
Los Elzevir, famosísima familia de tipógrafos y libreros holandeses, cuyas 
primeras ediciones eran muy apreciadas por su excelente impresión, calidad de 
papel, belleza de tipos y sobre todo por su presentación literaria. 
Los Elzevir tenían librerías en Amsterdam, Leiden, La Haya y Utrecht. 
El número de obras editadas llegan a 1.207, de las cuales 968 en latín, 44 en griego, 
22 en lenguas orientales, 120 ,en francés, 32 en flamenco, 11 en alemán y 10 e~ 
italiano. · · · · ' 
El quinto hijo de la familia, Buenaventura y su. sobrino Abraham, . traba-
jaron juntos durante 26 años, desde 1608 y editaron .muchos libros de clásicos 
griegos y latinos, en diferentes tamañ·os, especialmente en 129 y 169 utilizados 
por vez primera por ellos mismos. 
Respecto a los tipos elzevirianos, la historia ofrece algunas contradiciones. 
Hay bibliógrafos que los atrib.uyen a Claudia Garamon9, · que murió casi . un siglo 
antes de que los Elzevi·r publicaran la primera obra, y otr~s a otros fundidores. 
Pero el verdadero grabador y fundidor de los tipos elzevirianos, fue el grabador ho-
landés Cristóbal Vand Dyck de la escuela de Garamond, por enc~rgo de los: n:,ismos. 
Los Didot, notable familia francesa de grabadores, fundidores, impreso-
r~s, libreros ·y fabricantes de papel, durante los siglos XVIII y XIX. 
Francisco Didot, el padre de la familia, nació en 1689. Su obra famosa 
fue la Historie genérales des Voyages, en 20 tomos, ilustrada con. numerosos gra-
bádos y cartas geográficas. Murió en 1757. 
-14-
Merece especial mención su hijo, Francisco Ambrosio Didot, nacido en 
París en 1730, al cual se le debe entre otras invenciones, la reforma y adaptación 
del punto tipográfico, ideado por Fournier, llamado Punto Didot. 
Francisco Ambrosio, ayudado por su hijo Fermín, creador de caracteres, 
tipógrafo, editor y librero, fabricante de papel, literato y diputado, dibujó, grabó y 
fundió bellísimos caracteres llamados romanos del rey, Pedro Simón Fournier y 
otros. Estos tipos se apartaban en su estructura y en su trazo, de la uniformidad del 
romano antiguo de Jenson y Garamond, consiguiendo excelentes efectos con el 
contraste entre sus elementos negros y finos, llamados romano moderno, que 
fueron perfeccionándos·e poco a poco, principalmente por el italiano, Bodoni, quien 
dibujó, grabó y fundió diversas familias dentro del nuevo estilo, que tanta apli-
cación tienen en la actualidad. 
Juan Bautista Bodoni, el tipográfo más célebre del siglo XVIII, impresor 
de reyes y príncipe deimpresores. Nació en Saluzzo (Italia) el 26 de febrero de 
1740. A los 18 años se trasladó a Roma, y en dicha Universidad se dedicó al es-
tudio de las lenguas orientales, hasta que e·I filósofo Constantino Ruggieri , lo hizo 
entrar como tipógrafo y fundidor de tipos, en la imprenta de Propaganda Fide, 
grabando poco después los tipos, para completar los alfabetos orientales de aque-
lla fundición. El primer' trabajo que imprimió, fue un misal árabe - copto · en 1762. 
Debido a sus dotes de artista, mereció que el gran duque de Parma, don 
Francisco ~ de Borbón, lo nombrara en 1768, director de la Imprenta Palatina, que 
acababa de establecer en la capital de su ducado. 
El ministro plenipotenciario de España en Roma, don José Nicolás de 
Azara, ilustre admirador y protector de Bodoni, le consiguió de Carlos 111, de Es-
paña en 1782, el título de "Tipógrafo de su Majestad" y al estallar la revolución 
francesa en 1789, le ofrece como lugar seguro y tranquilo la Corte de Madrid. 
Pero Bodoni n.o aceptó el traslado. Entonces Azara le ayudó a montar en Parma, una 
imprenta propia, sin abandonar la dirección de la imprenta ducal. A partir de 1790, 
en su taller de Parma, ibc1 imprimiendo Bodoni, obras de todas las literaturas 
occidentales, en suntuosas ediciones, denominadas "Bodonianas" que tenían como 
destino principal, la corte de Madrid, por lo que fue considerado como el l'!lejor 
tipógrafo del siglo. En ellas se dan la mano, la solemnidad del formato, _la severa 
armonía de los tipos de su creación, el valor de los blancos y márgenes, la elegancia 
de la composición y la proporción de todo~ los elementos' de la página. 
El mayor timbre de gloria de Bodoni, lo forman las, 268 series de carac-
teres latinos, griegos y orientales, realizados con verdadera maestría y gusto tipo-
gráfico, con un total aproximado de 55 .000 matrices, dibujadas y grabadas por él 
mismo. Algunos duplicados de estas matrices fueron enviados por el propio Bodoni, 
a la imprenta Real de Madrid en 1799. En sus últimos años vivió rodeado_ de es-
tima y aprecio universales. El Papa Pío VII, el Duque de Parma, Napoleón I y 
los Reyes Carlos 11,I y Carlos IV de E~paña, lo colmaron de honores, condecoracio-
nes y pensiones anuales, que hacían contraste con las penas y amarguras ante-
riormente sufridas, · tanto que llegó a decir a los 70 años: "Ahora que me veo en-
fermo y viejo, lluevan sobre mi ,honores": . 
En el "Manual Tipográfico", su obra maestra, impresa en dos tomos, fruto 
de 45 años de trabajo, Bodoni presenta 291 alfabetos latinos, 34 griegos, 48 de 
países extranjeros y multitud de obras y viñetas, probablemente el muestrario mejor 
elaborado y publicado en el mundQ. Murió en Parma, el 30 de noviembre _<;le 1813. 
- 15-
La Imprenta en España 
En la Penínsul'.a Ibérica, entró la imprenta por los reinos de la Corona 
de Aragón, durante el reinado de Juan 1111 según afirma el notario y archivero real 
de la época de Pedro Miguel Carbonell, por impresos efectuados simultáneamente 
en Barcelona, Zaragoza y Valencia. 
Barcelona. En 1833, Fray Pedro de la Concepción, encontró en la biblioteca 
de su convento de Vich, un libro en octavo de 58 hojas, impreso en caracteres 
góticos, por el alemán Juan Gherlinc, en cuyo colofón se lee claramente: "Im-
preso en 1468". 
Esta fecha ha sido muy discutida por, notables bibliógrafos, entre ellos el 
Padre Francisco Méndez en su Tipografía Española; sostiene que los datos son 
erroneos y apócrifos. Los detallados estudios que los bibliógrafos han efectuado, 
sobre la impresión de esta gramática, establece la fecha de 1488. 
Zaragoza. El catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, 
don Manuel Serrano Sanz, encontró en 1914, entre los documentos existentes en 
el archivo de Protocolos, un contrato de sociedad privada, en latín, formada por 
tres alemanes, con fecha 5 de enero de 1473, para ejercer el arte tipográfico 
durante tres años. 
Nada se sabe de los trabajos impresos durante este trienio. No obstante 
se les atribuye la impresión de Etica, Economía y Política, de AriS1tóteles. Consta de 
250 hojas, .impresas en tipo latino. No lleva fecha de impresión, carece de folios 
y capítulos. Se conoce un solo ejemplar completo, que se guarda en la Biblioteca 
de la Seo de Zaragoza. El padre Lambert, monje Benedictino y erudito bibliográfo, 
que encontró este ejemplar lo atribuye a la mencionada compañía, quien lo im-
primió probablemente por los añoS" de 1473 a 1475. 
Valencia. El 11 de febrero de 1474 se convocó en la ciudad de Turia, un 
_ concurso poético en honor de la Virgen, para el día 25 de marzo. A él concurrieron 
cuarenta poetas con cuarenta y cinco composiciones. Todas estas composicione,s 
se recopilaron y se imprimieron bajo el título, "Les obres e trobe.s" por ell español 
Fernández de Córdoba, en el año de 1474, que según documentos ejercía el arte 
tipográfico en Valencia desde esta fecha. 
En Sevilla. Los españoles Antonio Martínez, Alonso del Puerto y Bartolomé 
Segura imprimieron en 1477 la obra, "Repertorium super Nicolaum de Tudeschis" 
de Díaz de Montalvo. En el colofón dice que aprendieron el arte tipográfico por 
sí mismos. Imprimieron otras obras más, antes de que llegaran a España, impreso-
res extranjeros. 
Con el descubrimiento del Nuevo Mundo en · 1492, Sevilla se convirtió en 
la puerta de América, ei más importante centro comercial de Europa, fundándose 
-16-
nuevos talleres tipográficos, siendo el principal el de el alemán Jacobo Crom-
berger, instalado en 1502, donde imprimió varias obras del gran humanista, Elías 
Antonio de Nebrija. Juan Cromberger, hijo de Jacobo, mandó en 1539, a uno de sus 
trabajadores llamado Juan Pablo, a fundar un taller en Méjico, que fue la primera 
imprenta de América, como veremos en "La imprenta de América". 
Arnaldo Guillén de Brocar. Fue uno de los grandes maestros que· hubo en 
España, al finalizar el período de los incunables. Francés de nacimiento aunque 
se le consideró español, introdujo la imprenta en Pamplona en 1489. Cinco años 
después se trasladó a Logroño y se dedicó a la impresión de misales y libros de 
coro para varias ciudades de Castilla y Galicia. 
El cardenal Fray Francisco Jiménez de Cisneros, regente del Reino, viendo 
en él, a un hombre de extremada cultura y grandes aptitudes, le confió la 
impresión de la inmortal Biblia Poliglota de Alcalá, seis volúmenes, tamaño folio, 
en cuatro idiomas: Ebreo, Caldeo, Griego y Latín. El cardenal no escatimó esfuer-
zos para realizar la obra dignamente; puso a disposición de los preparadores·, 
valiosos códices bíblicos, que compró o pidió prestados a las más famosas biblio-
tecas de Europa, mandando dibujar y grabar caracteres de diversos cuerpos, para 
las distintas lenguas, destacados por su belleza, el gótico y el romano y sobre todo, 
los griegos, considerados por los entendidos en el arte de imprimir, como los más 
bellos que jamás se hayan tallado. El gran maestro, dentro del más exquisito es-
tilo .renacentista, dispuso artísticamente la composición en las diversas lenguas y 
todos los elementos como los escudos y las orlas. 
Brocar puso manos a la obra, con la cooperación de un considerable nú-
mero de artistas en los diferentes trabajos. De continuo se reunía con su equipo de 
colaboradores, donde él mismo revisaba, anotaba, sugería ideas y daba orientación 
sobre el delicado trabajo. 
La impresión de la obra se empezó en 1514 y quedó terminada en 1517. 
Sin embargo no se puso a la venta, sino hasta el año 1520, después de ser aproba-
da por el Papa León X a qujen estaba dedicada. De esta Biblia se imprimieron 
solo 600 ejemplares que se vendieron a seis ducados y medio, a pesar de que los 
gastos de toda la obra, pasan de 50 .000 ducados de oro. La Biblia Políglota es sin 
duda el exponente cultural más valioso de la época, verdadera maravilla de eru-
dición y artesanía tipográfica que el gran cardenal (fallecido en 1517) no pudo 
ver absolutamente terminada. La Biblia Políglota, es la primera obra de estaclase que se publicó en toda Europa y es todavía una de las ediciones del mundo, 
no solo por su valor tipográfico sino también por su alto valor científico, monu-
mento de eterna gloria para España. 
Brocar, fue el impresor más famoso, del primer tercio del siglo XVI y 
por la belleza y notable técnica que consiguió en la impresión de la Crónica de 
don Juan 1,1 de Castilla y de León y otras obras; el emperador Carlos I le otorgó el 
título de tipógrafo real, dignidad que después extendió a su hijo Juan. Arnaldo 
Guillén de Brocar, falledó hacia el año de 1523. · 
Cristóbal Plantin, nació en Francia en 1514. A los 33 años, se trasladó a 
Amberes. Allí fundó una imprenta en 1550, que llamó "Compás de Oro". Por la fama 
que progresaron sus ediciones, se vió obligado a establecer sucursales en París 
y Leyden y representación en Liberías de Hamburgo, Salamanca y Lóndres. Con 
alto espíritu emprendedor, arte excepcional y gran constancia en el trabajo, con-
siguió que su oficina tipográfica, fuera la más importante del mundo en aquella 
época, llegando a imprimir más de 1500 ediciones. Tenía 160 empleados, fundi-
-17 -
ción de caracteres propia, con 7 clases de punzones y 64 especies de, matrices· y 
para estampar disponía de 25 tórculas. 
Cristóbal Plantin, está considerado entre los tipógrafos españoles, porque 
pasó casi toda su vida en los Países Bajos, que entonces pertenecían a la Coro-
na de España y trabajó bajo la alta protección de Felipe 11. 
Así mismo se le considera como el gran impresor del humanismo, pues 
en colaboración con los más destacados sabios y los mejores, artístas de su tiem-
po, trabajó incansable por poner dignamente la cultura y la ciencia al alcance 
de todos los hombres. De vasta cultura humanística, pues dominaba el latín, el 
francés y el español y comprendía perfectamente el flamenco y el italiano. 
Al prestigio de ·SU nombre y de su taller, se unió el apoyo de hombres 
notables, como el cardenal Granvela, el escribano Alejandro Grapheus, los espa-
ñoles Gabriel de Zayas y Benito Arias Montano, grandes amigos y bienhechores, 
secretario y capellán de Felipe II respectivamente. El mismo Felipe 11, en 1570, 
le otorga el título de Architipógrafo Real, con autoridad para examinar y aprobar 
a los maestros y obreros de la imprenta, de los países pertenecientes a la corona 
y darles carta de idoneidad, según facultades otorgadas. 
Muchas veces aceptó con gran sacrificio los encargos reales, ejerciendo 
hasta 1576 el cargo de architipógrafo, llegando a expedir 62 certificados de aptitud, 
a impresores noveles, algunos de los cuales aprendieron en su propio taller y 
llegaron a ser célebres como Luis Elzevir, fundador de la famosa familia holandesa 
de editores. 
La obra de mayor importancia y la que le dió fama, fue la impresión de 
la Biblia Regia, o Políglota, encargada por Felipe n, ocho volúmenes en folio y 
cinco lenguas: griego, latín, ebreo, caldeo y sirio, timbre de gloria para la cultura 
de España y ornato de las artes gráficas de Bélgica, para reemplazar a la Biblia 
ya agotada. Felipe U además de prometer la suma de 12. 000 florines, suma que 
después elevó a 21.000, a cambio de 12 ejemplar:es de la obra, le envió en 1568 al 
teólogo Arias Montano, que asistió al Concilio de Trento y capellán del rey, y a 
varios especialistas más, para ayudar en los trabajos y para corregir las pruebas 
del gran monumento linguístico, científico y tipógrafo. Plantin buscó también como 
colaboradores a los mejores tipógrafos, punzonistas y grabadores de caracteres, y 
hasta el mismo Garamond le prestó punzones y matrices para los textos griego, 
ebreo y sirio. 
La impresión empezó en julio de 1568 y se terminó en mayo de 1572. 
Plantin imprimió 1212 ejemplares, doce en pergamino para el rey y los demás en 
distintas calidades de papel de lujo. La aprobación oficial pontificia la obtuvo 
Arias Montano de Gregario XIII, de 19 de septiembre de 1572. 
Felipe II siguió concediendo a Plantin favores y privilegios, como una pen-
sión anual de 400 florines, que le otorgó después de la impresión de la Biblia, 
y los libros litúrgicos para España y sus dilatados dominios, la cual disfrutó 
durante tres siglos, la casa Plantin - Moretus, hasta que Carlos 111 en 1787 la su-
primió por el abuso que de ella llegaron a hacer. Murió Pliantin en Amberes, e,I 
19 de julio de 1589. 
Manuel Rivadeneyra, la personalidad más sobresaliente del siglo XIX. Na-
ció en Barcelona en 1815. Después detrabajar como tipógrafo varios años en dicha 
ciudad, entró a la Imprenta Real de Madrid, en 1823. Un años después, fue a 
París en busca de trabajo, que obtuvo con facilidad. Pareciéndole esta ciudad 
muy estacionaria en el Arte, pasó en 1825 a Zuiza, Bélgica, Holanda, Inglaterra 
y Alemania. 
-18-
En 1829 volvió a Barcelona, y se estableció como impresor - editor, con 
el célebre publicista barcelonés "Berges de IES Cases", imprimiendo obras selectas 
en las cuáles manifestó el adelanto aprendido en el extranjero, usando con arte 
la filetería en portadas de libros. Disuelta la sociedad en 1835, pensó en su Biblio-
teca de autores Españoles, pero falto de capital, marchó a América en 1837. 
En Santiago de Chile se asoció con un capitalista y montó una imprenta 
editorial donde tuvo oportunidad de conseguir plata y desplegar su actividad. 
Regresó a España en 1843 para organizar con Buenaventura Carlos Aribau 
su soñada Biblioteca. En 1846 apareció el primer tomo. 
Pero donde mostró Rivadeneyra, su carácter tenaz y heróico, fue al em-
prender en 1862 la impresión del Quijote, instalando para ello una imprenta, en la 
misma prisión, en que dicen, que había estado Cervantes. Murió en Madrid el 
31 de marz0 de 1872, después de haber dirigido hasta los últimos momentos las 
ediciom·s de su Biblioteca. 
LA ACTUALIDAD GRAFICA 
Finalizó el siglo XIX con un gran desarrollo en las Artes Gráficas, siguiendo 
ideas que han revolucionado las normas tradicionales de la antigua tipografía, tanto 
en la composición como en la impresión. 
En el siglo actual, especialmente al iniciarse la segunda mitad, ha to-
mado gran expansión en España, todo lo que se refiere al Arte Gráfico. Unos 
6 .500 talleres funcionan actualmente en Madrid, Barc c: lona y otras ciudades, al-
gunos dotados de todos los adelantos, con maquinaria y material modernísimos, 
y adecuada instalación de los cuales salen perfectas impresiones, .fotocompuestas 
e impresas por cualquiera de los procedimientos: tipografía, offset y huecograbado. 
Como datos elocuentes, citamos las cifras de un estudio realizado por 
el l,nstituto Nacional del Libro Español; durante el año de 1969, la producción 
editorial española, fue de 13 .041 títulos, de los cuales 10 .451 fueron libros y 
2.590 folletos de toda índole. 
Por provincias, Barcelona y Madrid, han sido las que más libros han 
publicado: la primera 6.672 títulos y la segunda 4 .232, seguidos de Vizcaya con 
530, Salamanca 299, Zaragoza 185, León 145, Valencia 122 y Navarra 115 obras. 
La producción gráfica en España se elevó en 1968 a 19 . 000 millones de 
pesetas y la exportación a 3.236 millones. Hispanoamérica es lógicamente, el 
principal mercado, pues absorbe más del 90 por ciento de envíos al extranjero. 
En el último anuario estadístico publicado por la UNESCO, correspondiente 
a 1964, aparece España como el tercer productor de libros en Europa, con 15 . 540 
títulos, solo precedido por el Reino Unido con 26 .123 y Alemania Occidental con 
25 . 204 obras. 
La industria gráfica de España, ocupa en la actualidad, el sexto lugar 
en el mundo, considerando el número de empleados en ella . 
-19-. 
La Imprenta en América 
Habían trascurrido poco más de 30 años después del descubrimiento 
del Nuevt:1 Mundo, cuando don Antonio Mendoza, primer Virrey de Méjico y don 
Juan de Zumárraga, primer obispo de la misma ciudad, pidieron al emperador 
Carlos I ele España, entre otras cosas una prensa y un impresor experto para editar 
libros para la conversión de los indios. 
Juan Cromberger,alemán, que hacia varios años ejercía el arte en Sevilla, 
centro editorial de las expediciones a América, mandó a Méjico uno de sus me-
jores tipógrafos llamado Juan Pablos, natural de Brescia (Lombardía - Italia). Llegó 
a esta ciudad en septiembre de 1539, con los materiales. y personal para montar 
la nueva empresa, bajo la razón social d_e "Imprenta de Juan Crom:berger" según 
contrato firmado el 12 de junio de 1539 •. 
Un hecho que vale la pena anotar, es la ·presencia de tres juanes, en la 
fundación de la imprenta en Américai: Juan de Zumárraga obispo de Méjico, 
Juan Cromberger quien mandó a Méjico a uno de sus mejores tipógrafos y Juan 
Pablos quien fue el primer tipógrafo en Méjico y fundador del primer taller de 
imprent"3. 
Juan Pablos, aunque era el que imprimía en Méjico, se veía obligado a 
colocar el nombre del dueño y no el suyo. En ninguna edición aparece impresa po'r 
Juan Cromberger, sino en casa de Juan Cromberger, dando a entender, que éste no 
era el impresor, sino el dueño de la imprenta. A la muerte de Cromberger acaecida 
en 1540, y después de liquidar el negocio con los herederos de este, p'IJdO Juan 
Pablos colocar su nombre en los libros que imprimía. En 1548 aparece por primera 
vez su nombre, en la Doctrina Cristiana, impresa en lengua mejicana y española, 
por los padres de la orden de Santo Domingo, concluida el 17 de enero del mismo año. 
El 13 de julio de 1554, terminó de imprimir Juan Pablos, la obra . Dialéctica 
re.solutio cum textu, primer libro compuesto con tipos romanos en Méjico. 
Antonio Espinosa, merece ·especial recordación, puesto que imprimió varios 
libros desde 1559 hasta 1575. Su obra principal fue el Missale Romanum Ordinario. 
Consta de 330 hojas tamaño folio, a dos columnas y en tipo gótico. 
Otro impresor no menos famoso fue Pedro Ocharte, heredero de Juan 
Pablos, por haberse casado con su hija. Una de sus mejores impresiones, fue la 
obra Cedulario de Puga, concluída en noviembre de 1563. 
A este impresor le sucedió Antonio Ricardo, quien después de trabajar 
varios años en Méjico, se trasladó a Lima, donde montó una imprenta, apareciendo 
en 1584 el primer libro, titulado Doctrina Cristiana·, para instrucción de los indios, 
impreso en español, quechua y aymará, traducido por los padres de la Compañía 
de Jesús. 
-20-
Deber de justicia es consigi1ar aquí, que los misioneros jesuítas, fueron 
en América, uno de los principales factores, para la propagación de la Imprenta, 
por todo el Continente, y que ellos utilizaban para la propagación del Cristianismo 
entro los indios. Labor paralela a la de los jesuítas, desarrollaron los miembros de 
otras ordEnes religiosas, que trabajaron en América, desde su descubrimiento prin-
cipalmente dominicos y franciscanos. Su misión apostólica y cultural echaba mano 
del más importante medio de difusión de la época. La imprenta. 
Estos mismos religiosos implantaron talleres de imprenta en Argentina, 
en territorios de misiones en 1605. No fue importada (dice José Mitré), fue una 
creación original. Nació en medio de las selvas vírgenes, como una diosa indígena 
armada de todo su poderío, con tipos de fabriación manejados por indios salvajes, 
recientemente reducidos a la vida civilizada. De allí pasó a Buenos Aires, para servir 
a Mariano Moreno, de vehículo en la publicación de la Gaceta, a favor de la inde-
pendencia. En 1780 el Virrey del Río de la Plata, trasladó a Buenos Aires, los 
materiales de la imprenta que hasta 1766 tuvieron los jesuítas, expulsados por 
Carlos 111 de todo el mundo hispánico. 
La iniciativa de fundar una imprenta en Quito la dió don Alejandro Coro-
nado, quien presentó ante el Consejo de Indias, la necesidad de la imprenta, 
por haber hombres de letras. El Consejo de Indias consultó el caso con don Dio~ 
nisio Alcedo, antiguo gobernador de la provincia, quien dió su opinión favorable 
al proyecto. Coronado inició sus gestiones el 6 de octubre de 1741 y después de 
muchos contratiempos llegó la imprenta a Quito en 1759. 
El trabajo más antiguo que se conoce impreso en el Ecuador, es un ca-
tálogo de los jesuítas ingresados a la Compañía, cuya fecha data de. 1760. El pri-
mer periódico allí impreso se llamaba Primicias de la cultura de Quito. 
A Brasil se introdujo en 1744. A Chile en 1780. A Venezuela la llevaron 
Mateo Gallagher y Jaime Lamb en 1808. 
LA IMPRENTA EN AMERICA DEL NORTE 
Se estableció, la imprenta por primera vez en 1639, en Cambrigde (Massa-
ch:.issets) publicándose en el mismo año la primera obra The Freeman',s Oath 
por el impresor Esteban Daye. 
Samuel Green, su sucesor, enseñó la imprenta a un joven indio, llamado 
Jacobo, el cual hacia el año 1660 imprimió la primera Biblia India de Eliot, de la 
cual se conserva un ejemplar en el musE.o nacional de Washington. 
Como ejemplo digno de recordarse, del cultivo de las Artes Gráficas, en 
Norteamérica nos es muy agradable incluír brevE.s noticias sobre Franklin. Este 
ilustre patriota y estadista popular de la indspendencia norteamericana, nació en 
Boston en el año de 1706. Autodidacta, físico notable, inventor del pararayos, escri-
bió algunas obras importantes, de ciencia, moral y economía política. De muchacho 
fue aprendiz de tipografía y trabajó como tal en Filadelfia. Años después, en esta 
misma ciudad, estableció una fundición de tipos y una imprenta propia, donde pu-
blicó obrns muy bien editadas, como el Poor Richard'.s Almanack en 1732, que tuvo 
un gran éxito y alcanzó numerosas ediciones. Murió en Filadelfia en 1790. 
En la actualidad, las Artes Gráficas, han alcanzado gran impulso en 
el Nuevo Mundo. Los Estados Unidos han aportado notables inventos y pe1feccio-
nado el arte de Gútemberg y su producción gráfica, junto con los demás países 
americanos, compite con las naciones europeas más avanzadas. 
-21 -
la Imprenta en Colombia 
La historia de la Imprenta en Colombia, es como una larga cadena cuyos 
extremos tenemos en la mano, y de la cual no se conocen todavía algunos eslabones 
intermedios, para que sea completa. Con sobrada razón, Lichtenberg ha dicho: 
"El plomo ha cambiado el mundo más que el oro", más que el plomo de las balas 
de fusil, lo ha cambiado el plomo de las letras de la caja. Nuestro país eminente-
mente aficionado a las letras, desde la época de la colonia, y hoy su capital, 
llamada Atenas Suramericana, no podía quedarse atrás, y es así como a partir de 
1738 tuvo su propia imprenta. 
¿A quién se debe éste hecho tan importante? A los padres jesuítas quienes 
prestaron con amor y con fe, el contingente de la evangelización y fueron los 
constantes abnegados, en todas las actividades humanas, y más concr1etamente, 
en aquellas aptas para la colonización de los extensos territorios. Jesuítas, Domi-
nicos, Franciscanos y Agustinos, trabajaron celosamente y a su influjo bienhechor, 
se hizo la luz de las conciencias, se abrió paso en el progreso y se impulsó la 
civilización. 
Una de las primeras y más nobles manifestaciones del progreso, fue el 
establecimiento de la imprenta en Santafé. En 1735 llegó a la ciudad, el hermano 
Francisco de la Peña, quien se estableció en el Colegio de San Bartolomé, y de 
quie~ solo se conocen algunos datos: Nació en Sant Celoni, municipio de la pro-
vincia de Barcelona (España) el 23 de enero de 1716. Ingresó en la Compañía de 
Jesús el 25 de octubre de 1734, y siendo novicio vino al Nuevo Reino de Granada; 
como Tipógrafo y Administrador de Haciendas. En 1767 salió del Nuevo Reino ex-
pulsacio como los demás jesuítas por decreto de Carlos 111. Según el necrologio de 
los padres y hermanos desterrados, de quienes no hay constancia del sitio, ni la 
fecha de su muerte. 
De acuerdo con el impreso más antiguo, encontrado por el padre Mesanza, 
de la Orden de Predicadores, en agosto de 1916, la imprenta de la Compañía, co-
menzó a funcionar en 1738, aunque fácilmente pudo haber sido antes, si ~e tiene 
en cuenta que el hermano de la Peña, llegó al Nuevo Reino en 1735. Este impreso 
se conoce con el nombre de "Septenariodel Corazón dolorso _de María Santísima", 
del cual el doctor Edurado Posada dice: - Esta obra es el comienzo de nuestr<;1 
Bibliogr<;1fía -. Primicia en este suelo del glorioso invento de Gútemberg que debe 
guardarse con alta veneración. Es un folleto en 89 de 36 páginas . . 
La tipografía de los jesuítas sólo subsistió hasta 1750. El ilustre dominico 
Padre Andrés Mesanza, a quien muchísimo debe la historia de la imprenta en 
Colombia, encontró varias novenas hechas en la imprenta de la compañía, Hasta 
el año de 1755. También el padre Mesanza encontró . impresos en el convento del 
Carmen de Bogotá, hoy Colegio Salesiano de León XIII. 
-22-
La última obra encontrada e impresa en la imprenta jesuita, es la Novena 
de María Madre Santísima de la Lumbre, sin fecha en la portada, aun cuando en 
el comienzo de la introducción se lee: En este año de 1742. Suponemos que esta 
novena y otras obras estaban rn prensa cuando llegó la orden de cerrar la imprenta 
y se suprimieron fechas, para evitar responsabilidades. En 1767 fueron expulsados 
los jesuitas, como vimos anteriormente y muda queda la prensa santafereña du-
rante 35 años. Había transcurrido más de un tercio de siglo, antes que el glorioso 
invento de Maguncia, volvieia a aparecer, al pie de este ramal de la cordillera : 
de los Andes, en los días santafereños de la colonia. 
Si observamos, la mayoría de los impresos eran d¿ tipo religioso, según las, 
costumbres y los principios de la época, tanto más si se tiene en cuenta que ese' 
modestísimo taller no tenía ninguna proyección comercial y sólo pretendía servir' 
de vehículo de expresión al colegio de San Bartolomé y a las obras apostólicas de. 
la compañía. 
A continuación damos unas ideas sobre la formación y capacidades téc-
nicas y tipográficas del fundador de la imprenta en Colombia; tenemos que de-' 
ducir que su formación corrió pa .eja con el grado de progreso que había alcanzado 
el arte tipográfico en el siglo XVll;I, entre los operarios de un nivel medio y en ' 
ambiente como el nuestro, carente por complE.to de elementos, como grabados,' 
fundición de tipos, molinos de papel, competencia, etc. 
El hermano de la Peña no fue un tipógrafo sobresaliente, entre otras 
cosas porque vino al nuevo reino de Granada de 19 años y no tuvo tiempo suficienté 
para practicar el arte y adquirir experiencia indispensable. Era un religioso de· 
excelente voluntad, de esos que abundan en las comunidades religiosas, que pres-
tan sus servicios con abnegación y cariño indescr.iptibles. Era un tipógrafo nato,'. 
sea que hubiese aprendido el arte, antes de ingresar a la Compañía, sea que sus: 
superiores antes de destinarlo a la Nueva Granada, lo hubiesen preparado, pero! 
sin el tiempo necesario para practicar. 
Es muy probable que las cajas de tipos, que llegaron de España, para la. 
imprenta santafereña, no fueran nuevas, sino usadas y agotadas en otro taller d~: 
la península, pues en los trabajos hechos por el hermano de la Peña, se ven· 
además de los defectos de impresión, por deficiencia de las máquinas, de las 
tintas y de las técnicas, se pueden apreciar tipos rotos y deteriorados por el uso 
y por el tiempo, hasta el punto que hay páginas ilegibles. 
La obra del hermano de la Peña fue trascendental para el progreso y el. 
desenvolvimiento de nuestra patria, él señaló la pauta y abrió el camino, cr'eó una1 
conciencia colectiva, sembró la semilla e hizo el campo propicio para consquistas 
posteriores, como sucede con los colonizadores que descubren las selvas inhóspi-
tas e inician los trabajos de saneamiento, de limpieza y de vida civilizada y 
cuyos nombres pasan inadvertidos; así la obra del humilde jesuita no ·ha sido 
revaluada suficientemente y Colombia está en mora de honrar la memo: ia del 
hermano Francisco de la Peña, el modesto tipógrafo que fundó entre nosotros el 
primer taller Tipográfico. 
No tendría nada de imposible que cuando don Antonio Espinosa de los 
Monteros, fundó la segunda imprenta 23 años más tarde, hubiera encontrado Yi 
utilizado los servicios de tipógrafos iniciados por el hermano Francisco. ¡ 
Con la llegada del Virrey Flórez, vino de Ca~gena a principios de 1777 el 
Impresor Don Antonio Espinosa de los Monteros, quien con los pocos tipos de su 
propiedad y los materiales arrinconados en San Bartolomé, dió principio a .1~ 
propaganda gráfica que tanto bien hizo a la incipiente sociedad intelectual d~ 
entonces, anciosa de saber como lo prueban las reuniones literarias de esa época! 
-23-
Tan satisfecho se hallaba el mandatario español, con la inici.ación pr_ogr~siva de 
la imprenta, que así se expresaba en una carta, con fecha del 15 de mayo de 1778; 
- Me siento hondamente complacido, de que mi pensamiento se haya 
cumplido, con el hecho de que se haya realizado la impresión de un almanaque, 
con el que no solo en esta capital, sino en la mayor parte de los lugares de este. 
reino, pueden saber los días que son de fiestas, con la obligación de oír misa, o de 
no trabajar, los ayunos y abstinencias, los días que. vienen y las demás noticias, de 
que antes se carecía. 
Con el virrey Espeleta, vino en 1790, el cubano Don Manuel del Socorro 
Rodríguez, :verdadero fundador del periodismo colombiano. Aunque el primer pe-
riódicó que apareció fue Aviso del Terremoto, eón f.::cha junio 12 de 1785, el cual 
constaba de cuatro páginas, bajo la dirección técnica de don Antonio Espinosa 
de los Monteros. 
De la imprenta de don Antonio Espinosa de los Monteros, al referirse Vergara 
y Vergara, a una obra impresa en 1787, escribía: La edición de Cristo Paciente, 
demuestra que las imprentas, empezaban a estar bien su rtidas. La impresión 
muy semejante a la que por aquel tiempo se hacía en España, limpia y sin ador-
nos eri la portada, mal gusto tipográfico que había reinado en Santaféi, y qüe 
desapareció. desde esa época en la impresión de folletos. 
Gracias a la prensa traída en buena hora a Colombia, Nariño hizo impri: 
mir con Ía ayuda de Don Antonio Espinosa; a fines de 1793 los Derechos del Hom-
bre, tendientes a despertar id::as de independencia en la dormida colon ia. Muy 
justo, hacer conocer los ~ombres de los dos colabo:adores del Arte de Gútemberg· 
en estas altas crestas andinas, y son el del Carpintero Narciso Gutiérrez, y el del 
herr~ro Marciano Millán, qué intervinieron en ' la construcción de la P!ensa de 
imprimir, la· primera que se fabrico en nuestra tierra. ' 
La imprenta en Colombia se divide en dos épocas muy definidas: La primerc,J · 
compre,nde de 1738, cuando; los Pac!:e~ de la Compañía _de Jesús e_stabl:.cieron la 
primera: imprenta en Santafé , hasta 18glJ. La segunda d.~ 1890 año· de lafundaciói:i 
del Colegio Salesiano de León XIII, que .marcó la era de la- tecnificación, .·hasta, . ' ,,,·. 
nuestros, días. 
Llegados 1os padres salesianos a Bogotá, en 1890, prestaron atención especial 
a la fundación de la Escuela Tipográf-ca Salesiana y bien· puede afirmarse que 
ella ha sidó la mayor contribución · de lo's hijos de Don Bosco, al arte y a la cultura 
nacional; al calor de esos claustros, surgieron los elementos más distinguiclos, 
qt1e con el correr de los años- llevaron el a:te de Gútemberg a las principales 
ciudades del pais. 
· · • Los talleres dél Colegio Sales-iano de León XIII han sido para Colombia 
en el arte, ' lci qi.J'e· San Bartolomé y el Rosario, para las ·ciencias y la literaturá: 
DON CESAR PRANO 
Nacido en italia, en 1870, vino. a Colombia · en 1893 y regrizso a su 
patria· eri 1928. Trabájó en Bogotá 35 años. Murió en Florencia (l.talia) en 1942: 
HolT!bre de personalidad definida, artista nato por vocación y por escuela; en· ltaJja 
se especializó en Tipografía, Celoso de -la tradición, pues era de la-.es1.:uela Clásica, 
fina.ncista 'y organizador insuperable, hizo de lcis Tallsres Salesianos, un organismo 
eficiente· y ágil como' el · más. Dominaba ampliamente · 1a técnica tipográfica, 
sobre todo la impresión. A· pesar de las condicionés de religioso, dentro d2l ·admi· 
rabie engranaje dé lasobras ideadas pnr Don Bosco, el señor Prano, sobr.esalió 
-24,-
dentro de las jerarquías directrices del Colegio León XIII, y sus conceptos no solo 
fueron escuchados, sino que sus sugerencias principalmente en el campo técnico, 
siempre fueron acatadas. Hombre de visión excepcional fue siempre consultado 
en Bogotá y en Colombia, como autoridad indiscutible. Gracias a él, se estructura-
ron cuidadosamente los Talleres Salesianos, que fueron los mejores de su época, 
en Bogotá y en Colombia. 
Vale la pena recordar que en 1893, los salesianos fundaron paralelamente 
con los talleres de imprenta, la primera fundición de tipos del país, la cual p:estó 
durante muchos años invaluables servicios a la industria gráfica. 
El señor Prano, fundó en colaboración con el señor Luis J. del Real, en el 
año de 1962 la reivista Arte Gráfica, que fue Tribuna de las Artes Gráficas colombia-
nas, a la altura de similares extranjeras de su tiempo. Esta revista subsistió hasta 
1942, año en que murió su fundador, don César Prano. 
DON JOSE PRETl1 
Nació en Italia en 1884, vino a Colombia en 1912. Regresó a Italia en 1920 
y murió en 1921. Trabajó en Bogotá siete años. 
Por su personalidad, por su apuesta figura de latino auténtico, por sus 
grandes dotes de intelectual, de músico, de compositor y de tipógrafo eminente, se 
puede comparar a Aldo Manucio, ot ro italiano de cultura deslumbrante, que puede 
mencionarse rntre los patriarcas de la tipografía; supo sentirla y cultivarla, no 
tanto para explotarla comercialmente, sino para comprenderla en su auténtico 
valor, y encontrar en ella el ideal del hombre culto, que se id2ntifica con el arte 
gutemberiano y hace de él como su segunda naturaleza, para ennoblecerlo con su 
inteligencia y arrancarle valiosos filones inexplotados y brindarlos generosamente 
a sus alumnos. 
Vino a Colombia de 19 años, después de haber terminado su formación 
profesional, en las famosas escuelas salesianas de San Benigno Cananese y brindó 
sin egoísmo a sus alumnos las primicias de su arte. Siete años después regresó a 
su patria, y antes de volver a Bogotá, lo sorprendió la muerte a la edad de 37 años; 
de manera que no se le conoce sino como un maestro arrogante, experto, de juventud 
perdurable y atractiva, el mejo~ maestro que tuvo el León XIII, conocedor de latín, 
griego, francés, inglés, dibujo y pintura. Revolucionó la tipografía, modernizando el 
benemérito ta II ler. 
DON LUIS DEL REAL 
Nació en el Guamo (Bolívar) en 1895. Trabajó en Bogotá de 1920 a 1945. 
Murió en el colegio Salesiano de Barranquilla, el 24 de septiembre de 1968. Salesia-
no ·y colombiano, figura cimera y promisora que asimiló con desconcertante ca-
pacidad, las enseñanzas de sus maestros italianos Prano y Preti, a fe de que no los 
defraudó, pues le correspondió en suerte prolongar la obra de tecnificación en nuestro 
país sin que la ausencia de los primeros, desmejorara en ningún momento, entre 
la legión de sus alumnos; por el contrario se consolidó durante los 25 años de su 
dirección, en la histórica Escuela Salesiana de Tipografía. 
Del Real llenó toda una época en los faustos de León XIII y su obra habla 
por sí sola. Trabajador asiduo, estudioso incansable, organizador como ninguno, 
formado de nuestra misma arcilla, supo estimular a sus alumnos con orgullo nacio-
nalista de colombiano auténtico; erudito e intelectual, maestro en el más com-
pleto sentido de la palabra, en Bogotá y Medellín, donde lo recuerdan con -aprecio 
y admiración, no solo las altas esferas de la inteligencia, sino también la legión 
de profesionales gráficos exparcidos por todo el país. 
-25- . 
No complementó su formación p~ofesional, fuera de las fronteras patrias, 
pero a fe que no le hizo falta, pues con su estudio, consagración, inteligencia 
y superación personal, alcanzó las más codiciadas alturas de la técnica y dejó una 
obra digna de recuerdos dentro de la concepción moderna. 
Prano, Preti y del Real, formaron el trípode sobre el cual se apoyó la "edad 
de oro" de las artes gráficas en el Colegio Salesiano de León XIII, desde 1893 
hasta 1945. 
De lo anterior se deduce que estos tres componentes, formaron un todo 
indivisible y cada uno de ellos llenó a cabalidad una misión definida; Prano el 
impulsor inicial, Preti el arte moderno y la técnica y Del Real, el realizador. Gracias 
a ellos, Colombia puede exhibir unas artes gráficas, dignas de su tradición cultural 
y de su progreso industrial. 
Pocos saben que Colombia tuvo también una magnífica fundición de tipos, 
montada con toda la técnica y que surtió de material gráfico, fundido en los talleres 
del antiguo Colegio Salesiano de León XIII. no solo a las imprentas de Bogotá, 
sino a las existentes en todo el país. Las máquinas de esa Escuela eran de fabri-
cación alemana y el resto del equipo lo sumin istró la casa Foucher de París y la 
Cucco de Turín. Los tipos, viñetas, líneas, interlíneas y blancos que fabricó du-
rante varios años, eran de primera calidad y nada tenían qu~ envidia r a similares 
de fabricación extranjera. Esta escuela y fábrica se fundaron gracias a los es-
fuerzos de los salesianos llegados a Colombia en 1890, quienes fueron factor 
decisivo e!" la tecnificación industrial y desenvolvimiento de la tipografía y de la 
industria editorial colombiana. 
Afortunadamente los salesianos, después de un receso y al darse cuenta 
de que no era posible borrar de un tajo, la tradición de medio siglo, están reaccio-
nando, y si es verdad que los talleres gráficos, dejaron los claustros de la antigua 
casona del Colegio Salesiano de León XIII, resolvieron trasladar la antigua maquina-
ria a las instalaciones del Centro Don Bosco, avenida el Do rado, en donde están 
rehaciendo sus efectivos para dar a la juventud opo:tunidades técnicas. Los sale-
sianos cuentan con escuelas de artes gráficas, en Bogotá, Medellín, Cali, Cúcuta 
y Bucaramanga. Cali cuenta con la asesoría técnica de Carvajal y Cía. 
BREVE HISTORIA 
Fundada en 1904 por don Manuel Carvajal Valencia y sus ·hijos mayores 
Alberto y Hernando, se inició la empresa con el nombre de IMPRENTA COMERCIAL 
La totalidad de los elementos, la constituía, una prensa tipográfica de operación 
manual, de construcción metálica, pero de diseño simi lar a la empleada por 
Gútemberg y algunas cajas de tipos. El fin principal de la imprenta era la publi-
cación del semanario EL DiA. El taller era el garage de la casa de la familia. 
Recordemos que Cali como toda región de la Costa del Pacífico, estaba 
aislada del resto del país porque no había comunicación por ca rretera, con ninguna 
otra población importante. No había tampoco, servicio de agua ni alcanta rillado, 
ni teléfono, ni electricidad. 
La terminación del ferrocarril de Cali - Buenaventu:a, la apertura del Canal 
de Panamá en 1914, y la instalación de la pri mera planta eléctrica para alumbrado, 
(no se prestaba servicio diurno) marcaron el principio d .: I progreso de la región, 
princlpalmente por la comunicación marítima con las principales naciones del 
mundo. 
La tesis de libre cambio seguía teniendo vigencia en Colombia y por esto 
no había protc.cción para la industria. Las dificultades para la importación causa-
-26-
das por la primera guerra mundial constituyeron el primer estímulo para el desa-
rrollo de las incipientes industrias. 
La Imprenta Comercial, que desde 1906 había tomado el nombre de Carvajal y 
Cía., había importado poco antes de la guerra una pequeña máquina rayadora de pa-
pel, gracias a ella y a la imposibilidad de importar artículos como cuadernos, papel 
oficio, etc., por el bloqueo, logró buenas utilidades, mediante la utilización de las 
24 horas diarias, de dicha máquina y de otra que a pesar de la guerra se logró 
importar de Alemani.a en 1916. 
En 1935 Carvajal importa la primera prensa Offset rápida, de dos colores, 
contando de este modo con la reducción de los costos y en 1937 se iniciaron las 
ventas de material impreso en Bogotá. 
En 1944 participó en la fundación de Cartón de Colombia,

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