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Qué es la contaminación radiactiva

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¿Qué es la contaminación radiactiva?
Se llama contaminación radioactiva (o radiactiva) o también contaminación nuclear a la presencia indeseada de sustancias o materiales radioactivos en un ecosistema determinado. Puede tratarse de isótopos naturales o artificiales, que causan alteraciones químicas o biológicas de gravedad, y pueden alojarse en el interior de los cuerpos.
La radioactividad es una propiedad que poseen determinados elementos químicos, que no presentan un balance adecuado entre sus partículas subatómicas del núcleo (protones y neutrones). A causa de esta falta de estabilidad, las partículas son emitidas hacia afuera del átomo como una forma de liberar energía y masa sobrante y convertirse en un elemento más estable.
Este proceso, llamado desintegración radiactiva, emite radiaciones alfa, beta, gamma y neutrónica. Las mismas pueden atravesar la materia y alterar su constitución molecular. Su efecto puede ser letal para el delicado equilibrio químico de la vida. Este proceso toma fracciones de segundo en algunos elementos, mientras que en otros puede tomar miles de años.
Elementos radiactivos
Entre los elementos radiactivos más comunes se encuentran:
· Polonio (Po)
· Ástato (At)
· Radón (Rd)
· Francio (Fr)
· Radio (Ra)
· Actinio (Ac)
· Torio (Th)
· Uranio (U)
· Plutonio (Pu)
· Neptunio (Np)
· Lawrencio (Lr)
· Berkelio (Bk)
· Californio (Cf)
Sin embargo, nótese que cualquier elemento al que en un laboratorio se le modifique su configuración subatómica puede dar como resultado un isótopo radiactivo, es decir, una versión radiactiva.
Causas de la contaminación radiactiva
Las plantas nucleares generan desechos radiactivos que tardan años en desaparecer.
Las principales causas de contaminación radiactiva son de tipo artificial, es decir, se deben a errores o actuaciones del ser humano, tales como:
· Bombas atómicas. Afortunadamente se han arrojado únicamente dos en la historia sobre poblaciones humanas, y las consecuencias pueden verse hasta hoy en los descendientes de Hiroshima y Nagasaki en Japón. Por otro lado, se han hecho miles de pruebas nucleares en diversos lugares inhabitados del mundo, dejando una huella radiactiva y causando daño ecológico considerable.
· Prácticas médicas. En la medicina se emplean a menudo sustancias radiactivas como marcadores para exámenes o como tratamiento terapéutico en casos de cáncer (radioterapia). La incorrecta disposición de dichos elementos puede generar contaminación.
· Manejo de desechos nucleares. El problema con las plantas eléctricas nucleares es que generan materiales como el plutonio (Pu), un metal pesado muy radiactivo cuya descomposición toma al menos 88 años (hay isótopos que demoran hasta 24.100 años) en descomponerse en plomo. Esto implica una eliminación complicada de residuos radiactivos altamente contaminantes.
· Accidentes nucleares. Los fallos técnicos en plantas eléctricas u otro tipo de accidentes con equipamiento nuclear suelen producir contaminaciones masivas en sus áreas vecinas, arrojando al aire, agua y suelo material químico radiactivo de alta peligrosidad para la vida.
Consecuencias de la contaminación radiactiva
Ninguna forma de vida permanece inmune a los efectos radiactivos.
La radiación es una energía no solo letal, sino además mutagénica, es decir, capaz de alterar el funcionamiento del ADN vital de maneras impredecibles. Por esta razón, la contaminación radiactiva se considera de las más peligrosas posibles.
Ninguna forma de vida permanece inmune a sus efectos. Estos incluyen el cáncer, la leucemia, la infertilidad y las malformaciones fetales. En algunos casos, puede producir la muerte inmediata o la transmisión hereditaria de defectos congénitos.
¿Cómo puede evitarse la contaminación radiactiva?
La prevención suele ser la mejor medida para evitar la contaminación radiactiva. Para ello, es necesario:
· Leyes estrictas respecto a la utilización de materiales peligrosos, que contemple fuertes medidas de seguridad y prevención, así como medidas claras y responsables en caso de accidentes o desastres.
· Leyes estrictas respecto a la disposición de desechos radiactivos de la mejor manera y en zonas aisladas.
· Inversión en fuentes de energía más seguras que la energía atómica.
· Educación ambiental para la población y sobre todo en el reconocimiento de la radiación y de sus señales.
· Informar a los trabajadores y pobladores respecto a la utilización de este tipo de materiales en cualquier instalación médica, industrial o energética y a sus riesgos.
Posibles soluciones para la contaminación radiactiva
El material contaminante debe ser recolectado en barriles de plomo.
Una vez producida la contaminación radiactiva, es poco lo que puede hacerse. Por lo general las medidas de sanidad involucran aislar la región contaminada para evitar el esparcimiento de los elementos tóxicos.
Otra opción es la recolección del material contaminante y su disposición en barriles de plomo, que es uno de los materiales que mejor resiste a la radiación. Estos desechos son posteriormente depositados en lugares secos y apartados, a la espera del fin de su vida media.
Niveles de riesgo de contaminación
En la naturaleza no existe ningún elemento exento de cierto margen de radiactividad. Por otro lado, la Tierra está constantemente bombardeada por tipos dañinos de radiación, de los que nos protegen nuestra atmósfera y magnetósfera.
Sin embargo, si hablamos de materiales particularmente radiactivos, la exposición a los mismo puede catalogarse en dos niveles de riesgo:
Baja exposición. Los niveles bajos de exposición implican menos riesgo, aunque ello depende de la naturaleza puntual del agente radiactivo. Sus efectos en la vida dependen así de la dosis absorbida, y a menos que se exponga uno repetidamente a ellos, sus riesgos deberían ser bajos, pues el cuerpo humano puede deshacerse de ellos a través de las heces, la orina y el sudor.
Alta exposición. Los altos niveles de exposición, ya sea por la presencia continua del material radiactivo o porque se trata de elementos enormemente tóxicos, plantean serios riesgos a la gente y al entorno. Estas sustancias se fijan en el cuerpo en cantidades imposibles de purgar, ocasionando tumores cancerígenos, daños genéticos transmisibles o, simplemente, la muerte en poco tiempo. Todo depende de qué tan altos sean los niveles recibidos.
¿Cómo se mide la contaminación radiactiva?
Para observar la contaminación en los suelos, se mide la radiación superficial.
La unidad establecida en el Sistema Internacional (SI) para medir la radiactividad es el Becquerelio (Bq), equivalente a 1 desintegración por segundo. Anteriormente se empleaba el Curio (Ci), que se identificaba con la actividad de un gramo de radio (Ra).
Esta medición puede expresar dos tipos de contaminación:
· Superficial. La contaminación se expresa en unidades de área, como becquerelios por metro cuadrado (Bq/m2). Es el que ocurre en suelos y la piel de las personas.
· Volumétrica. La contaminación se expresa en unidades de volumen, como becquerelios por metro cúbico (Bq/m3). Es útil para medir la contaminación de territorios o ambientes cerrados.
Tipos de contaminación radiactiva
En principio, se distinguen dos tipos de contaminación radiactiva, según su origen:
· Contaminación natural. Puede darse debido a la aparición o abundancia en la superficie terrestre de elementos radiactivos que forman parte natural de los ciclos terrestres o atmosféricos. Por ejemplo, los que son generados constantemente por el bombardeo de rayos cósmicos del espacio exterior.
· Contaminación artificial. Estos casos dependen de la actividad humana, especialmente la bélica y la energética, como son las bombas atómicas o las plantas de energía nuclear. En ellas se dan procesos fisicoquímicos que generan materiales radiactivos, pudiendo por error liberarlos al medio circundante. Estos materiales generalmente son sintéticos y no existen en el mundo natural, por lo que no hay niveles seguros de su presencia en el ecosistema.
Símbolos de advertencia
Cuando el símbolo de radiaciónes rojo implica un riesgo máximo.
El símbolo internacional de la contaminación radiactiva es círculo negro central del que salen tres alas de forma triangular. Habitualmente tienen un fondo amarillo con forma triangular, como suelen tener las señales de peligro.
En algunos casos, dependiendo de la gravedad del riesgo de contaminación, este símbolo puede ilustrarse en verde (riesgo bajo), amarillo (riesgo medio), naranja (riesgo medio alto) o rojo (riesgo máximo).
El accidente de Fukushima. Similar al accidente de Chernóbyl, este tuvo lugar en Japón durante el terremoto y posterior tsunami de 2011. Se produjo una masa de yodo radiactivo en el mar cercano a la central y el plutonio fue arrojado a los alrededores del reactor, y contaminando la leche de las vacas de la región y las espinacas cosechadas no demasiado lejos. Estos niveles de cesio y yodo tóxicos llegaron tan lejos como el aire de Finlandia y de los EEUU.

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