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274 G E N Ó M I C A , G E N É T I C A Y V I R O L O G Í A importancia ecológica son las Thaumarchaeota. Las especies de este filo son oxidadoras de amoniaco y pueden consumir los niveles infinitamente bajos de amoniaco de las aguas planc- tónicas de mar abierto. A pesar de que no se han encontrado virus arqueanos líticos de este grupo, al menos en una espe- cie de Thaumarchaeota se ha encontrado un genoma vírico dentro de su propio genoma (lo que significa que contiene un provirus). Es por tanto probable que al menos algunos, y quizá muchos, de los virus marinos infecten arqueas mari- nas en lugar de bacterias marinas. Esto se ve reforzado por la observación de que prácticamente todos los virus arqueanos conocidos son virus de DNA bicatenario, el grupo más común detectado en el mar. Estrategias de supervivencia y diversidad de los virus en la naturaleza Cuando hay abundancia de hospedadores en la naturaleza, se cree que los bacteriófagos adoptan el ciclo lítico y por tanto un gran número de células hospedadoras muere. En cambio, cuando el número de hospedadores es bajo, puede ser dif í- cil para los virus encontrar una nueva célula hospedadora, y en estas circunstancias, se ve favorecida la lisogenia si el virus es lisogénico. En estas condiciones, el virus puede sobrevivir como un profago hasta que el número de hospedadores se recu- pere. Apoya esto la observación de que en las profundidades del océano donde el número de bacterias es menor que en las aguas superficiales, cerca de la mitad de las bacterias examina- das tenían uno o más virus lisogénicos. Por lo que se sabe hasta ahora, los virus de DNA monocatenario y todos los virus de RNA no pueden entrar en estado lisogénico. Por tanto, se des- conoce cómo estos virus pueden sobrevivir durante los perío- dos en que hay un número bajo de células hospedadoras. La diversidad genética en la Tierra reside en su mayor parte en los virus, principalmente en los bacteriófagos. El meta- genoma vírico es la suma total de todos los genes de virus en un ambiente en particular. Se han realizado varios estudios de metagenómica de virus y todos muestran indefectiblemente hospedador. El DNA retroviral es ahora un provirus, que se mantiene en el genoma del hospedador indefinidamente y el DNA proviral puede ser transcrito por la RNA polimerasa del hospedador para formar copias del genoma de RNA retrovi- ral y mRNA. Finalmente, las nucleocápsidas que se ensamblan contienen dos copias del genoma retroviral de RNA y adquie- ren la envoltura cuando dejan la célula hospedadora a través de la membrana citoplasmática, de modo parecido a la gemación (Figura 8.24). A partir de aquí, los viriones maduros del retrovi- rus ya pueden infectar las células vecinas. MINIRREVISIÓN Compare cómo entran en sus respectivos hospedadores los virus de animales y los bacterianos ¿Cuál es la diferencia entre una infección vírica persistente y una latente? ¿Por qué los retrovirus son llamados así? ¿Qué se necesita para llevar a cabo este proceso? 8.11 La virosfera y la ecología vírica Los virus están presentes en todos los ambientes de la Tierra que contengan células y están presentes en un número enorme. El número de células procariotas de la Tierra es mucho mayor que el número total de células eucariotas. Una estimación del total de células procariotas está en el orden de 1030 ( Tabla 1.2). Sin embargo, el número de virus es aún mayor, se estima que es del orden de 1031. Las mejores estimaciónes del número de células y de virus en la naturaleza viene de estudios hechos en el agua de mar. Virus de procariotas En el agua de mar, la concentración de procariotas es de alrede- dor de 106 por ml y la de virus es aproximadamente 10 veces la de los procariotas. Se estima que entre un 5 % y un 50 % de los procariotas de las aguas marinas son destruidos por bacteriófa- gos diariamente, y la mayoría de los restantes son consumidos por protozoos. A pesar que los virus representan la mayor parte de los microorganismos totales presentes en el mar en cuanto a su número, debido a su pequeño tamaño solamente constituyen aproximadamente el 5 % de la biomasa total (Figura 8.25). El tipo más común de bacteriófagos, al menos en el mar, son los fagos con cabeza y cola con genoma de DNA bicatenario. En cambio, los bacteriófagos de RNA son comparativamente más raros. Como hemos visto, los bacteriófagos lisogénicos pueden integrarse en el genoma de sus bacterias hospedado- ras (Sección 8.8), y cuando lo hacen, pueden conferir nuevas propiedades a la célula. Además, algunos fagos líticos facili- tan la transferencia de genes bacterianos de una célula a otra por transducción, que es un medio importante de transferen- cia horizontal entre procariotas ( Sección 10.7). Como agen- tes de transducción, se cree que los bacteriófagos tienen una influencia fundamental en la evolución bacteriana. Por ejem- plo, los genes transferidos pueden conferir nuevas propiedades metabólicas o otras propiedades beneficiosas a las células recep- toras y permitir la colonización y el éxito en hábitats nuevos. Muchos procariotas de los ambientes marinos son arqueas. En concreto, un grupo destacado de arqueas marinas con gran J e d F u h rm a n Viriones Células bacterianas Figura 8.25 Virus y bacterias en agua de mar. Micrografía de fluorescencia de agua de mar teñida con el colorante SYBR Green para mostrar las células procarióticas y los virus. A pesar que los virus son muy pequeños para ser vistos con el microscopio óptico, la fluorescencia que emiten los virus teñidos sí que es visible. https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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