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288 SECCIÓN III Bacteriología B. Frotis Los frotis de sedimento de líquido cefalorraquídeo centrifu- gado o del aspirado petequial teñido con tinción de Gram a menudo muestran los gonococos característicos dentro de los leucocitos polimorfonucleares o extracelulares. C. Cultivo Los medios de cultivo sin sulfonato de polianetol sódico son útiles para cultivar muestras sanguíneas. Las muestras de lí- quido cefalorraquídeo se cultivan en agar chocolate, y se incu- ban a 37 °C en una atmósfera de 5% de CO2. Un MTM con antibióticos (vancomicina, colistina, anfotericina) favorece la proliferación de Neisseriae, inhibe a muchas otras bacterias y se utiliza para los cultivos nasofaríngeos. Las colonias presun- tivas de los gonococos en medios sólidos, sobre todo en cul- tivo mixto, se pueden identifi car mediante tinción de Gram y la prueba de la oxidasa. El líquido cefalorraquídeo y la sangre por lo general producen cultivos puros que se pueden identi- fi car también mediante las reacciones oxidativas de hidratos de carbono (cuadro 20-1) y la aglutinación con suero de tipo específi co o polivalente. D. Diagnóstico serológico Los anticuerpos contra los polisacáridos meningocócicos se pueden determinar mediante la aglutinación con látex o las pruebas de hemaglutinación o por su actividad bactericida. Se llevan a cabo estas pruebas sólo en laboratorios de referencia. Inmunidad La inmunidad contra la infección meningocócica se relaciona con la presencia de anticuerpos específi cos, dependientes de complemento, bactericidas, en el suero. Estos anticuerpos se desarrollan después de infecciones asintomáticas con dife- rentes cepas o la inyección de antígenos y son específi cos de grupo, específi cos de tipo o ambos. Los antígenos inmuni- zantes para los grupos A, C, Y y W-135 son los polisacáridos capsulares. Para el grupo B, no se ha defi nido un antígeno específi co adecuado que se pueda utilizar como una vacuna. Sin embargo, se han utilizado en muchas partes del mundo las vacunas del grupo B con mezclas de antígenos. En fecha reciente, la Unión Europea autorizó la vacuna 4CMenB. En la actualidad, existen tres tipos de vacunas contra los serogrupos A, C, Y y W-135 disponibles en Estados Unidos. Una vacuna tetravalente de polisacárido de la cual cada dosis consta de cuatro polisacáridos capsulares purifi cados de bacterias no es muy inmunógena en los niños menores de 18 meses, ni con- fi ere inmunidad prolongada y no causa reducción persistente del estado de portador nasofaríngeo. Ésta se aprobó como una dosis única para individuos de dos años o más. En Estados Unidos, en el año 2005 se concedió la licencia para usar una vacuna conjugada tetravalente en individuos de nueve meses a 55 años de edad; esta vacuna contiene polisacárido capsular conjugado con toxoide dift érico. En niños de nueve a 23 meses de edad se requieren dos dosis. Existe otra vacuna de conju- gado tetravalente en la cual los oligosacáridos A, C, Y, W135 se conjugaron con CRM197 de dift eria; esta vacuna se aprobó para su uso en personas de dos a 55 años de edad. La vacuna de conjugado Hib-MenCy-TT es una vacuna serial de cuatro dosis aprobada para niños de seis a 18 meses de edad. En Europa está disponible una vacuna tetravalente meningocócica en la que el toxoide tetánico es la proteína de conjugado (MenACWY-tt). La ventaja de estas vacunas es que desencadenan una respuesta dependiente del linfocito T a la vacuna. Esto intensifi ca la res- puesta primaria en los lactantes y reduce de manera notable el estado de portador asintomático. En la actualidad se recomienda la vacunación sistemática de adolescentes (11 a 12 años de edad) antes de la secundaria mediante el empleo de la vacuna conjugada y un refuerzo a los 16 años con un conjugado aprobado. Asimismo, se recomienda la vacunación en personas de dos meses de edad o mayores que pertenecen a los siguientes grupos de riesgo: individuos con asplenia funcional o quirúrgica; personas con defi ciencias de complemento. Los individuos de nueve meses de edad o mayo- res que viajan a regiones altamente endémicas o residen en ellas (p. ej., África subsahariana), “poblaciones cerradas” como estu- diantes de primer año que habitan residencias universitarias y miembros de la milicia, poblaciones que sufren un ataque y trabajadores de laboratorios clínicos (microbiólogos), son otros grupos de riesgo que deben ser vacunados de manera habitual. Tratamiento La penicilina G es el fármaco de elección para tratar la infec- ción meningocócica. En personas alérgicas a las penicilinas se utiliza cloranfenicol o una cefalosporina de tercera generación como cefotaxima o ceft riaxona. Epidemiología, prevención y control La meningitis meningocócica ocurre en ondas epidémicas (p. ej., campamentos militares, peregrinos religiosos y en África subsahariana, el llamado “cinturón de la meningitis”) y un número menor de casos interepidémicos esporádicos. El serogrupo A es la causa de la mayor parte de ataques en África subsahariana, en tanto el serogrupo B es más a menudo la causa de infecciones esporádicas. Se sabe que 5 a 30% de la población normal puede tener meningococos en la nasofaringe (a menudo cepas no tipifi cables) durante los periodos interepi- démicos. En las epidemias, la tasa de portador asciende de 70 a 80%. Una elevación del número de casos va precedida de un incremento en el número de portadores respiratorios. El trata- miento con penicilina oral no erradica el estado del portador. Se recomienda que después del contacto con un caso inicial se aplique quimioprofi laxia en contactos familiares u otros muy cercanos, bajo el siguiente esquema: rifampicina, 600 mg VO en adultos, 5 mg/kg en niños que aún no llegan al mes de edad o 10 mg/kg en niños de un mes o mayores, dos veces al día por dos días. Fármacos alternos son la ciprofl oxacina en adultos, 500 mg como dosis única y ceft riaxona en niños en edad antes de 15 años, en dosis única de 125 mg IM. Los casos clínicos de meningitis constituyen sólo una fuente insignifi cante de infec- ción y por lo tanto el aislamiento sólo tiene utilidad limitada. Es más importante la reducción de contactos personales en una población con una elevada tasa de portadores. Esto se logra al evitar el hacinamiento o la administración de vacunas como se mencionó antes. 20 Chapter 20_Carroll_4R.indd 28820 Chapter 20_Carroll_4R.indd 288 14/04/16 18:1414/04/16 18:14
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