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810 ParTe 5 | Tratamiento nutricional médico enFermedad renal crónica Múltiples trastornos renales se caracterizan por un deterioro lento y continuo de la función renal. Varias de las enfermedades mencionadas anteriormente llevan a la insuficiencia renal en algunos pacientes, mientras que en otros siguen un curso benigno sin pérdida de la función renal. No está claro por qué en mu- chos pacientes la enfermedad renal crónica (erc) permanece estable durante meses o años, mientras que en otros progresa rápidamente a insuficiencia renal y diálisis. La naturaleza de esta pérdida progresiva de la función ha sido el objeto de una enorme cantidad de investigaciones básicas y clínicas en las últimas dé- cadas; existen varias revisiones excelentes (Remuzzi et al., 2006; Wenjun et al., 2009). Fisiopatología Cuando se pierde aproximadamente de la mitad a dos terceras partes de la función renal, independientemente de la enfermedad causal, la función renal continúa deteriorándose. Esto es cierto incluso en aquellas enfermedades en las que se elimina por completo la causa, como en el reflujo vesicoureteral, la necrosis cortical de la gestación o el abuso de analgésicos. Se piensa que, en respuesta a una TFG decreciente, el riñón pasa por una serie de adaptaciones para mejorar esa reducción. Aunque a corto plazo esto consigue aumentar la tasa de filtración, a largo plazo provoca una pérdida acelerada de nefronas e insu- ficiencia renal progresiva (Remuzzi et al., 2006). La naturaleza de estas adaptaciones supone un cambio de las características hemodinámicas de los glomérulos restantes, que aumenta espe- cíficamente la presión glomerular. Los factores que aumentan la presión glomerular tienden a acelerar este proceso, mientras que aquellos factores que reducen la presión glomerular tienden a mitigarlo. La diabetes es el factor de riesgo principal para la ERC, seguida de la hipertensión. La National Kidney Foundation (NKF) clasifica a la ERC en cinco estadios según la TFG es- timada (TFGe) (tabla 36-7). Los estadios 1 y 2 son fases ini- ciales con marcadores como proteinuria, hematuria o aspectos anatómicos. Los estadios 3 y 4 se consideran avanzados. El estadio 5 conduce a la muerte, a no ser que se inicie la diálisis o el trasplante. Tratamiento médico La prevalencia actual de ERC se estima en 1 de cada 9 adul- tos, aproximadamente, en EE. UU., lo que equivale a 20 mi- llones de estadounidenses. Esta prevalencia calculada es del 11% de la población. Muchos estados exigen actualmente a los laboratorios clínicos que determinan la Cr sérica que calculen también la TFGe, la velocidad a la que los riñones están fil- trando los desechos. La fórmula, que tiene en cuenta el sexo, la edad, la raza y la Cr del paciente, es más precisa que la anterior fórmula de Cockcroff-Gault usada en ocasiones para calcular el aclaramiento de Cr (Rigalleau et al., 2006). Pacientes cuya TFGe arroja una cifra baja no tienen necesariamente ERC. Deben presentar valores repetidos separados por 3 meses que resulten siempre bajos. En la página en Internet de la NKF existe una calculadora en línea (http://www.kidney.org/professionals/kdoqi/gfr_calculator. cfm). Con herramientas de cribado como el cálculo de la TFGe y una mayor conciencia de la naturaleza progresiva de la ERC, se ha prestado más atención a sus aspectos sociales, médicos y económicos. Por ejemplo, la ERC tiene una asociación sólida con las enfermedades cardiovasculares (v. Perspectiva clínica: Enfermedad renal crónica y enfermedad cardíaca: una pareja mortal). Tratamiento nutricional médico En cada estadio de la ERC es posible proponer un tratamiento nutricional distinto. Los objetivos fundamentales del TNM son tratar los síntomas asociados al síndrome (edemas, hipoal- buminemia e hiperlipidemia), reducir el riesgo de progresión a insuficiencia renal y mantener las reservas nutricionales. Los pacientes reciben tratamiento fundamentalmente con estatinas para corregir la hiperlipidemia, dietas hiposódicas y diuréticos (Appel, 2006). Los pacientes con déficit proteico grave esta- blecido que continúen perdiendo proteínas pueden necesitar atención nutricional cuidadosamente supervisada durante mu- cho tiempo. La dieta debería intentar aportar las suficientes proteínas y calorías para mantener un equilibrio nitrogenado positivo, y aumentar la concentración de albúmina plasmáti- ca y lograr la desaparición de los edemas. En la mayor parte de los casos se necesita una ingesta suficiente de hidratos de carbono y grasas con el fin de reservar a las proteínas para el anabolismo. Algunos de los diagnósticos nutricionales más frecuentes en las personas con ERC son: • Ingesta inadecuada de minerales • Ingesta excesiva de minerales • Desequilibrio de nutrientes • Ingesta excesiva de líquidos • Uso alterado de los nutrientes Tabla 36-6 resumen del tratamiento nutricional médico en la lesión renal aguda Nutriente Cantidad Proteínas 0,8-1 g/kg del PCI, aumentando a medida que la TFG vuelve a valores normales; el 60% debería ser con proteínas de AVB Calorías 30-40 kcal/kg de peso corporal Potasio 30-50 mEq/día en la fase oligúrica (según diuresis, diálisis y K+ sérico); reponer las pérdidas en la fase diurética Sodio 20-40 mEq/día en la fase oligúrica (según diuresis, edemas, diálisis y Na+ sérico); reponer las pérdidas en la fase diurética Líquidos Reponer las pérdidas del día anterior (vómitos, diarrea, orina) más 500 ml Fósforo Limitar si es preciso AVB, alto valor biológico; K+, potasio; Na+, sodio; PCI, peso corporal ideal; TFG, tasa de filtración glomerular. Parte 5 - Tratamiento nutricional médico Capítulo 36 - Tratamiento nutricional médico en las enfermedades renales Enfermedad renal crónica Fisiopatología Tratamiento médico Tratamiento nutricional médico
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