Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
826 ParTe 5 | Tratamiento nutricional médico en casi todos los pacientes con sondas alimentarias (v. capítulo 14). Los pacientes deberían recibir un preparado estándar antes de intentar un preparado «de especialidad», porque los primeros suelen ser menos caros y habitualmente tienen menos osmo- lalidad que los productos renales específicos. Si surgen dudas sobre los electrólitos o líquidos, se puede cambiar a uno de los preparados disponibles que han sido diseñados específicamente para pacientes renales. Si los pacientes solo reciben productos renales, podrían llegar a presentar bajas concentraciones de fósforo o potasio, porque estos productos suelen utilizarse junto con ingesta oral. nutrición parenteral La NP en la ERT es similar a la NP usada en otros pacientes malnutridos respecto a las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, pero se diferencia en el uso de vitaminas y minera- les. La mayor parte de los investigadores coinciden en que las necesidades de vitaminas en la ERT con NP son distintos de los normales; no obstante, no se ponen de acuerdo en las reco- mendaciones acerca de nutrientes concretos. Hay que aportar folato, piridoxina y biotina. No se debe administrar vitamina A parenteral a no ser que se vigile la proteína transportadora de retinol, porque está elevada en pacientes con ERT. Como hoy en día no hay vitaminas parenterales diseñadas específicamente para pacientes con insuficiencia renal, por lo general se adminis- tra un preparado estándar de vitaminas. Apenas hay información relacionada con los suplementos parenterales de oligoelementos minerales. Como la mayor parte de los oligoelementos minera- les, incluidos cinc, cromo y magnesio, se excretan por la orina, parece apropiado vigilar la concentración de estos minerales en suero. nutrición parenteral intradiálisis Los pacientes malnutridos con insuficiencia renal crónica en HD tienen un acceso sencillo a la NP por el acceso sanguíneo directo necesario para la propia diálisis. La nutrición parenteral intradiálisis (nPid) se puede administrar en caso necesario sin más procedimientos invasivos ni precisar una entrada distinta. Habitualmente se administra a través de una conexión al lado venoso del circuito extracorpóreo durante la diálisis. El uso de la fístula creada mediante cirugía permite una gran velocidad de flujo sanguíneo y se alcanzan altas velocidades de la bomba sanguínea, por lo que se puede administrar glucosa y proteínas hipertónicas sin riesgo de flebitis. También se pueden aportar lípidos. Las cuestiones relativas a la compensación son com- plejas, porque la NPID es una alimentación complementaria que requiere que el paciente tenga al menos un tubo GI funcional y solo aporta 1.000 calorías, de promedio, por cada sesión de HD (tabla 36-11). Las complicaciones son similares a las presentes en la NP habitual, con la excepción de la hipoglucemia posdiálisis causada por el fin brusco del aporte de glucosa. Para evitar este pro- blema, la administración de glucosa típicamente se aumenta en la primera media hora y se reduce en la última media hora de las 3-5 h que dura el tratamiento. A menudo se aporta insulina, y puede administrarse en la bolsa de la solución de glucosa y aminoácidos, de modo que el paciente no padezca hipoglucemia si hay que suspender la infusión. Las concentraciones sanguíneas de glucosa se vigilan habitualmente durante el tratamiento. Algunos pacientes podrían beneficiarse de ingerir un tentem- pié a base de hidratos de carbono complejos hacia el final del tratamiento para evitar la hipoglucemia de rebote posdiálisis. Las pérdidas de aminoácidos por el dializado son del 10% en promedio. Otro método de soporte nutricional en pacientes con DP es la nutrición intraperitoneal (niP) mediante una solución de dializado peritoneal que contiene aminoácidos en vez de glucosa. Habitualmente se usa una bolsa al día de esta solución. Algunos pacientes presentan efectos secundarios con este tratamiento. Las cuestiones de compensación son significativas. enfermedad renal terminal en pacientes con diabetes Como la insuficiencia renal es una complicación de la dia- betes, cerca del 40-50% de todos los pacientes nuevos que empiezan con diálisis tienen diabetes (Zhang et al., 2005). La necesidad de controlar la glucemia en estos pacientes precisa un tratamiento dietético especializado. La dieta de la diabetes (v. capítulo 31) puede modificarse para el paciente en diálisis. Además, el paciente diabético en diálisis a menudo tiene otras complicaciones, como retinopatía, neuropatía, gastroparesia y amputación, y todas ellas hacen que su riesgo nutricional sea alto. La NKF ha establecido directrices para el tratamiento de la diabetes en presencia de ERC (National Kidney Foundation, 2007; Nelson y Tuttle, 2007), que pueden consultarse en www. kidney.org. Tabla 36-11 régimen de nutrición parenteral intradiálisis administrada durante las sesiones de hemodiálisis Infusión Cantidades Calorías (kcal) Volumen (ml) 70% de glucosa 350 g de glucosa† 1.190 500 15% de aminoácidos 37,5 g de proteínas Las proteínas no deben contarse como calorías 250 20% de emulsión lipídica 50 g de grasa 450 250 total 1.640 1.000* Vigile las concentraciones séricas de glucosa, sodio, potasio, bicarbonato, fosfato y triglicéridos Desarrollada por Katy G. Wilkens, MS, RD, Northwest Kidney Centers, Seattle, Wash. *Se puede añadir más volumen con insulina y vitaminas. †3,4 kcal/g por la hidratación en la solución de NPID. Parte 5 - Tratamiento nutricional médico Capítulo 36 - Tratamiento nutricional médico en las enfermedades renales Enfermedad renal terminal Soporte nutricional en la enfermedad renal terminal Nutrición parenteral Nutrición parenteral intradiálisis Enfermedad renal terminal en pacientes con diabetes
Compartir