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dietoterapia (824)

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826 ParTe 5 | Tratamiento nutricional médico
en casi todos los pacientes con sondas alimentarias (v. capítulo 
14). Los pacientes deberían recibir un preparado estándar antes 
de intentar un preparado «de especialidad», porque los primeros 
suelen ser menos caros y habitualmente tienen menos osmo-
lalidad que los productos renales específicos. Si surgen dudas 
sobre los electrólitos o líquidos, se puede cambiar a uno de los 
preparados disponibles que han sido diseñados específicamente 
para pacientes renales. Si los pacientes solo reciben productos 
renales, podrían llegar a presentar bajas concentraciones de 
fósforo o potasio, porque estos productos suelen utilizarse junto 
con ingesta oral.
nutrición parenteral
La NP en la ERT es similar a la NP usada en otros pacientes 
malnutridos respecto a las proteínas, los hidratos de carbono y 
las grasas, pero se diferencia en el uso de vitaminas y minera-
les. La mayor parte de los investigadores coinciden en que las 
necesidades de vitaminas en la ERT con NP son distintos de 
los normales; no obstante, no se ponen de acuerdo en las reco-
mendaciones acerca de nutrientes concretos. Hay que aportar 
folato, piridoxina y biotina. No se debe administrar vitamina A 
parenteral a no ser que se vigile la proteína transportadora de 
retinol, porque está elevada en pacientes con ERT. Como hoy 
en día no hay vitaminas parenterales diseñadas específicamente 
para pacientes con insuficiencia renal, por lo general se adminis-
tra un preparado estándar de vitaminas. Apenas hay información 
relacionada con los suplementos parenterales de oligoelementos 
minerales. Como la mayor parte de los oligoelementos minera-
les, incluidos cinc, cromo y magnesio, se excretan por la orina, 
parece apropiado vigilar la concentración de estos minerales 
en suero.
nutrición parenteral intradiálisis
Los pacientes malnutridos con insuficiencia renal crónica en 
HD tienen un acceso sencillo a la NP por el acceso sanguíneo 
directo necesario para la propia diálisis. La nutrición parenteral 
intradiálisis (nPid) se puede administrar en caso necesario sin 
más procedimientos invasivos ni precisar una entrada distinta. 
Habitualmente se administra a través de una conexión al lado 
venoso del circuito extracorpóreo durante la diálisis. El uso de 
la fístula creada mediante cirugía permite una gran velocidad 
de flujo sanguíneo y se alcanzan altas velocidades de la bomba 
sanguínea, por lo que se puede administrar glucosa y proteínas 
hipertónicas sin riesgo de flebitis. También se pueden aportar 
lípidos. Las cuestiones relativas a la compensación son com-
plejas, porque la NPID es una alimentación complementaria que 
requiere que el paciente tenga al menos un tubo GI funcional y 
solo aporta 1.000 calorías, de promedio, por cada sesión de HD 
(tabla 36-11).
Las complicaciones son similares a las presentes en la NP 
habitual, con la excepción de la hipoglucemia posdiálisis causada 
por el fin brusco del aporte de glucosa. Para evitar este pro-
blema, la administración de glucosa típicamente se aumenta en 
la primera media hora y se reduce en la última media hora de 
las 3-5 h que dura el tratamiento. A menudo se aporta insulina, 
y puede administrarse en la bolsa de la solución de glucosa y 
aminoácidos, de modo que el paciente no padezca hipoglucemia 
si hay que suspender la infusión. Las concentraciones sanguíneas 
de glucosa se vigilan habitualmente durante el tratamiento. 
Algunos pacientes podrían beneficiarse de ingerir un tentem-
pié a base de hidratos de carbono complejos hacia el final del 
tratamiento para evitar la hipoglucemia de rebote posdiálisis. 
Las pérdidas de aminoácidos por el dializado son del 10% en 
promedio.
Otro método de soporte nutricional en pacientes con DP 
es la nutrición intraperitoneal (niP) mediante una solución de 
dializado peritoneal que contiene aminoácidos en vez de glucosa. 
Habitualmente se usa una bolsa al día de esta solución. Algunos 
pacientes presentan efectos secundarios con este tratamiento. 
Las cuestiones de compensación son significativas.
enfermedad renal terminal en pacientes 
con diabetes
Como la insuficiencia renal es una complicación de la dia-
betes, cerca del 40-50% de todos los pacientes nuevos que 
empiezan con diálisis tienen diabetes (Zhang et al., 2005). La 
necesidad de controlar la glucemia en estos pacientes precisa 
un tratamiento dietético especializado. La dieta de la diabetes 
(v. capítulo 31) puede modificarse para el paciente en diálisis. 
Además, el paciente diabético en diálisis a menudo tiene otras 
complicaciones, como retinopatía, neuropatía, gastroparesia y 
amputación, y todas ellas hacen que su riesgo nutricional sea 
alto. La NKF ha establecido directrices para el tratamiento de 
la diabetes en presencia de ERC (National Kidney Foundation, 
2007; Nelson y Tuttle, 2007), que pueden consultarse en www.
kidney.org.
Tabla 36-11
régimen de nutrición parenteral intradiálisis administrada durante las sesiones de hemodiálisis
Infusión Cantidades Calorías (kcal) Volumen (ml)
70% de glucosa 350 g de glucosa† 1.190 500
15% de aminoácidos 37,5 g de proteínas Las proteínas no deben contarse como calorías 250
20% de emulsión lipídica 50 g de grasa 450 250
total 1.640 1.000*
Vigile las concentraciones séricas de glucosa, sodio, potasio, bicarbonato, fosfato y triglicéridos
Desarrollada por Katy G. Wilkens, MS, RD, Northwest Kidney Centers, Seattle, Wash.
*Se puede añadir más volumen con insulina y vitaminas.
†3,4 kcal/g por la hidratación en la solución de NPID.
	Parte 5 - Tratamiento nutricional médico
	Capítulo 36 - Tratamiento nutricional médico en las enfermedades renales
	Enfermedad renal terminal
	Soporte nutricional en la enfermedad renal terminal
	Nutrición parenteral
	Nutrición parenteral intradiálisis
	Enfermedad renal terminal en pacientes con diabetes

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