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APLICACIÓN DEL CONOCIMIENTO DE LA CONDUCTA ANIMAL EN LA PRODUCCION PECUARIA

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844 DEC 2006, VOL. 31 Nº 12
PALABRAS CLAVE / Animales Domésticos / Etología / Producción Animal /
Recibido: 13/09/2006. Aceptado: 09/11/2006.
María Esther Ortega Cerrilla. Médico Veterinario Zootecnista, M.Sc. y Ph.D., Colegio de 
Postgraduados, México. Profesor Investigador, Colegio de Postgraduados, México. Dirección: C.P. 56230 Montecillo, Texcoco, 
México. e-mail: meoc@colpos.mx
Alejandro Ángel Gómez Danés. Médico Veterinario Zootecnista y M.C., Universidad Au-
tónoma de Nayarit, México. Profesor, Universidad Autónoma de Nayarit, México. e-mail: alagod@nayar.uan.mx
APLICACIÓN DEL CONOCIMIENTO 
DE LA CONDUCTA ANIMAL 
EN LA PRODUCCIÓN PECUARIA
MARíA ESThER ORTEgA CERRILLA 
y ALEjANDRO ÁNgEL gÓMEZ DANÉS 
a etología es la ciencia 
que estudia la conduc-
ta animal, la cual en su 
forma más simple podría ser una serie de 
contracciones musculares realizadas en 
respuesta a un estímulo. Sin embargo, se 
pueden encontrar actividades muy comple-
jas, como la migración de las aves alrede-
dor del mundo, dirigiéndose con ayuda de 
señales como las estrellas, puntos de refe-
rencia en la tierra y geomagnetismo. No 
se conoce qué estímulos ocasionan esta 
conducta, pero aún en pájaros en cautive-
rio expuestos a la luz continua, se observa 
el intento de escapar e irse hacia el sur 
en el tiempo apropiado, sin que se sepa 
cuales señales desencadenan este compor-
tamiento.
La conducta puede in-
volucrar a un individuo que reacciona a 
un estímulo o cambio fisiológico, pero 
también puede darse entre dos individuos 
o más que responden a la actividad de 
otros.
La etología, contrario a 
lo que pudiera pensarse, es tan antigua 
como el hombre. Para poder poner una 
0378-1844/06/12/844-05 $ 3.00/0
trampa o poder matar a un animal mucho 
más grande y pesado, e inclusive peligro-
so, fue necesario que el hombre conociera 
la conducta de estos animales. En pinturas 
encontradas en cuevas de más de 30000 
años de antigüedad, el tema dominante es 
el de animales en diferentes situaciones. 
Posteriormente, Aristóteles escribió ob-
servaciones sistemáticas e ideas sobre la 
conducta animal, 300 años AC (Thorpe, 
1979).
En 1676, él zoólogo in-
glés John Ray escribió un tratado sobre 
el estudio de la “conducta instintiva” de 
las aves. Algo que llamó poderosamente 
su atención fue el hecho que los pájaros 
que eran sacados de sus nidos a edad 
muy temprana, mantenían la capacidad de 
construir un nido en la edad adulta. Ray 
no fue capaz de explicar el fenómeno, 
pero observó que se podían desarrollar 
conductas muy complejas sin aprendizaje 
o práctica alguna. Otros científicos que se 
interesaron en la conducta animal fueron 
Douglas Spalding, quien publicó una serie 
de artículos sobre instinto y experiencia, 
y Charles Darwin, quien posiblemente ha 
sido quien ha tenido una mayor influencia 
en el desarrollo de la etología moderna. 
Darwin es conocido por sus estudios de 
la teoría de la evolución, que es el funda-
mento para el estudio de la etología. No 
obstante, estudió este tema en forma más 
directa al publicar “La expresión de las 
emociones del hombre y los animales”, 
que viene a ser el primer libro sobre eto-
logía comparada (Jensen, 2002).
Al comenzar el siglo 
XX, el estudio de la etología creció en 
Europa y EEUU, pero de formas diferen-
tes. En EEUU prevaleció la investigación 
enfocada a controlar experimentos en la-
boratorio, siendo la rata la especie más 
estudiada. Su interés se centró en conocer 
los mecanismos de aprendizaje y el estu-
dio de la conducta a través de la recom-
pensa o el castigo. Por lo tanto, la evolu-
ción de estos individuos o su entorno eco-
lógico no se consideraron importantes.
En contraste, el desarro-
llo de esta ciencia en Europa fue domi-
nado por biólogos naturalísticos, que de-
dicaron la mayor parte del tiempo a ob-
servar animales salvajes en sus ambientes 
RESUMEN
La etología, ciencia que estudia el comportamiento animal, es 
tan antigua como el hombre, aunque solamente en 1973 fue recon-
ocida como tal, al otorgárseles a los investigadores Lorenz, Tin-
bergen y von Frish el premio Nobel en medicina y fisiología por 
sus estudios en conducta animal. Se ha reconocido la importancia 
que tiene en la producción animal, al aplicarse estos conocimien-
tos en programas de alimentación, reproducción, diseño de insta-
laciones, manejo, transporte y sacrificio de los animales, como lo 
demuestran múltiples estudios realizados con diferentes especies 
domésticas, los cuales son revisados en el presente trabajo.
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naturales (Galindo y Orihuela, 2004). Los 
pájaros e insectos fueron estudiados am-
pliamente. Dentro de estos investigadores, 
Niko Tinbergen y Konrad Lorenz desarro-
llaron una metodología de campo de gran 
precisión. Tinbergen diseñó experimentos 
en donde se alteraron algunos aspectos 
del ambiente de animales libres, registran-
do posteriormente su conducta. Lorenz 
por su parte, mantuvo sus propios ani-
males, formuló muchas de las ideas fun-
damentales de la etología y desarrolló la 
primera teoría sobre el instinto y la con-
ducta innata (Goodenough et al., 1993). 
Lorenz y Tinbergen, junto con Karl von 
Frish, recibieron en 1973 el premio Nobel 
en medicina y fisiología por sus estudios 
sobre conducta animal.
Importancia del Estudio de la Etología 
en la Producción Animal
Desde los inicios del 
hombre ha sido evidente que el conoci-
miento de la conducta de los animales 
ha tenido de gran valor para su sobre-
vivencia. Actualmente, al considerar el 
comportamiento animal en las empresas 
pecuarias puede mejorarse la producción, 
ya que ese conocimiento puede aplicarse 
en programas de alimentación, reproduc-
ción, diseño de instalaciones, manejo y 
transporte de los animales, así como para 
disminuir la presentación de algunas en-
fermedades.
Alimentación
En lo que respecta a 
alimentación, no solamente es importante 
cubrir los requerimientos nutricionales de 
la especie, sino también deben tomarse 
en cuenta las características propias de 
la misma. La conducta alimenticia pu-
ede verse afectada por ritmos diurnos y 
factores sociales. Aún en animales como 
el ganado bovino y las ovejas que pasto-
rean, los patrones varían, observándose 
que al mediodía el pastoreo en los ovi-
nos disminuye en aproximadamente un 
50% comparado con los bovinos (Fraser 
y Broom, 1997). La altura del pasto es 
importante. Los animales prefieren pastos 
largos que cortos, ya que se requiere el 
mismo esfuerzo para obtenerlos pero los 
largos les proporcionan mayor cantidad de 
energía. Por otra parte, los animales pre-
fieren tamaños grandes de partículas antes 
que pequeños. En bovinos se ha obser-
vado una mayor preferencia por ensilado 
entero que picado (Duckworth y Shirlaw, 
1958), lo que se explica debido a que las 
partículas más grandes son más valiosas 
energéticamente que las pequeñas. Por 
otra parte Rutter (2006) estudió la prefe-
rencia de rumiantes por gramíneas y le-
guminosas, encontrando que tanto bovinos 
como ovinos preferían al trébol (70%). 
También observó que la preferencia por 
esta leguminosa fue mayor en la maña-
na, aumentando el consumo de gramíneas 
por la tarde. En caballos se ha visto que 
una dieta baja en forraje causa conductas 
inadecuadas y problemas de salud como 
ulceras gástricas e impactación cólica 
(Thorne et al., 2005). En otra investiga-
ción realizada por Dumont et al. (2005), 
en un grupo de vaquillas productoras de 
leche se determinó el líder del grupo para 
el pastoreo, considerado como el primero 
que inicia un movimiento de larga dis-
tancia y es seguido por el grupo, lo que 
puede indicar las zonas donde pastorean 
los animales, cual es la composición del 
alimento y las preferencias.
Se ha observado que 
cuando los animales tienen la opción de 
escoger su alimento, tienen un desarrollo 
similar a aquellos que no pueden hacer-
lo. En un estudio con pollos de engorda 
(Cumming, 1983), se tuvieron dos grupos 
experimentales, uno tuvo la oportunidad 
de escoger entrevarios cereales, además 
de que se les proporcionó un alimento 
alto en proteína y otro grupo consumió 
solamente un cereal y el alimento alto en 
proteína, observándose que el crecimiento 
en ambos grupos fue similar.
Los animales domésticos 
son en su mayoría especies gregarias. Se 
ha visto que si los bovinos, ovinos o cer-
dos se separan cuando son alimentados, 
su consumo disminuye (Fraser y Broom, 
1997), aun cuando el alimento esté dis-
ponible en forma continua. En pollos se 
ha reportado que los animales que están 
alojados en grupo tienen mayor capacidad 
para seleccionar los alimentos que cubren 
sus requerimientos, que aquellos alojados 
en forma individual, posiblemente por-
que aprenden de los más experimentados 
(Forbes y Covasa, 1995). En becerros ali-
mentados con substitutos de leche, se en-
contró que becerros alojados en grupos de 
diez, aumentaron el consumo de alimento 
al poder ser vistos y escuchados por otros 
animales al momento de comer (Barton, 
1983a, b). En cerdos Nielsen et al. (1996) 
encontraron que estos animales preferían 
comer en comederos de cuatro espacios 
que en comederos individuales.
El efecto de competencia 
es otro factor que debe ser considerado al 
alimentar a los animales. En un estudio 
Wagnon (1965) observó que las vaquillas 
perdían peso al ser alimentadas junto con 
vacas adultas, por no tener el comedero el 
espacio suficiente para alimentar a todos 
los animales, debido a lo cual las vacas 
con mayor experiencia, evitaban que las 
vaquillas comieran. En esta situación de 
competencia la raza también juega un pa-
pel importante; animales Hereford pueden 
no tener acceso al alimento al compe-
tir con animales de otras razas, como la 
Aberdeen-Angus (Wagnon et al., 1966). 
La conducta de los animales también está 
influenciada por el rango social del ani-
mal dentro del grupo, así como que sean 
molestados mientras comen, como puede 
ser por moscas u otros insectos, lo que 
puede disminuir el consumo por parte del 
animal (Fraser y Broom, 1997).
Reproducción
La actividad reproducti-
va no es una conducta permanente, sino 
que requiere de procesos de maduración y 
estimulación. La mayoría de las conduc-
tas reproductivas dependen de los estados 
hormonales y de la percepción sensorial. 
El desarrollo de la conducta reproductiva 
se ve afectado por diversos factores, como 
son mecanismos neuronales, hormonas, 
feromonas y la recepción sensorial de una 
gran variedad de estímulos.
Las respuestas reproduc-
tivas están muy relacionadas con el olfato, 
el olor es un estímulo que dirige la res-
puesta sexual del macho, las feromonas 
desempeñan un papel importante a través 
del sistema olfativo que incluye al órga-
no vomeronasal y los bulbos olfatorios 
(Wyatt 2004). Las feromonas pueden pro-
ducirse en las secreciones de los órganos 
genitales, glándulas de la piel, o encon-
trarse en la orina, heces o saliva (Wyatt 
2004). Ungerfeld y Slilva (2005) encon-
traron que la aplicación de antibióticos 
para la eliminación de la flora bacteriana 
normal de la vagina de borregas disminu-
yó la atracción del macho debido a la dis-
minución en la producción de feromonas.
En cerdas expuestas a 
robots o estímulos auditivos y olfatorios 
no se encontró la misma respuesta que al 
estar en presencia del semental (Gerristen 
et al., 2006). Los esteroides liberados en 
la saliva cuando el verraco corteja a la 
cerda, causan que ésta adopte una posi-
ción inmóvil que permite que el macho 
la monte. En el caso de las ovejas, se ha 
sugerido que los machos pueden estimular 
la actividad estral en ovejas que no están 
ciclando, por una respuesta olfatoria de la 
hembra (Fletcher y Lindsay, 1968).
El estímulo visual es de 
gran importancia y la duración del perio-
do de luz diario es un factor que deter-
mina la conducta reproductiva de los ani-
males domésticos. El fotoperiodo actúa de 
dos formas. Algunos animales muestran 
su actividad reproductiva cuando el perio-
do de luz diurna es largo, como es el caso 
del caballo que empieza la temporada de 
empadre en primavera, cuando la luz se 
hace más fuerte y aumenta el número de 
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horas luz, continuando en el verano (Fra-
ser y Broom 1997). Otras especies tienen 
su mayor actividad reproductiva en la 
época del año en la que hay una mínima 
cantidad de luz al día como sucede en las 
ovejas y las cabras. La mayor parte de ra-
zas de ovejas y cabras empiezan el empa-
dre en otoño, cuando el periodo diario de 
luz es menor que el de oscuridad (Hadley, 
2000).
La estimulación auditiva 
es importante en algunas especies como 
los cerdos, ya que se han encontrado res-
puestas a ciertos sonidos en su conducta 
reproductiva. Por otra parte, se conoce 
que el estimulo auditivo juega un papel 
muy importante en mantener el vínculo 
entre la madre y el recién nacido (Fraser 
y Broom 1997).
La temperatura es otro 
factor que afecta la conducta reproductiva 
y aún en animales que no son estacióna-
les, los cambios de temperatura pueden 
afectar su comportamiento reproductivo. 
Se ha observado en vacas y ovejas que 
una temporada de frío súbito disminuye 
el número de animales en estro (Fraser y 
Broom 1997; McKenzie et al., 1975).
En el caso de los machos 
(toros, verracos) el aumento de tempera-
tura en el verano (40-45ºC) disminuye la 
libido, debido posiblemente a la hiperter-
mia y a la dificultad para disipar el ca-
lor (Fraser y Broom, 1997). Si a esto se 
agrega el calor producido por la actividad 
física durante el apareamiento, el animal 
sufre mayor incomodidad, lo que da como 
resultado una menor actividad sexual.
Por otra parte, debe con-
siderarse que la periodicidad en el aparea-
miento resulta de los ritmos ambientales e 
internos. Se ha observado en ovejas envia-
das de Inglaterra a Sudáfrica, que algunas 
fueron capaces de cambiar inmediatamen-
te a la temporada de empadre del hemis-
ferio sur, mientras que otras tardaron dos 
años en cambiar a la temporada de em-
padre de otoño del hemisferio sur (Fraser 
y Broom, 1997). No debe olvidarse que 
los animales no sólo tienen un ritmo, sino 
múltiples en su organización fisiológica 
y cada elemento de la conducta tiene su 
propia relación con el ambiente.
Existen otros factores 
que afectan la conducta reproductiva, 
como los que influyen sobre la conducta 
de la libido y la fertilidad de los semen-
tales bovinos, tales como lo son la pre-
sencia de un toro dominante, la edad, la 
raza, dieta, temperatura o situaciones que 
produzcan estrés al semental y modifiquen 
su conducta, además de considerar las ca-
racterísticas topográficas o el tamaño del 
potrero (Petherick, 2005). 
Las diferentes especies y 
aún las razas pueden tener patrones dia-
rios de conducta reproductiva diferentes. 
Las ovejas se aparean principalmente al 
amanecer o al atardecer, siendo la mayor 
frecuencia al amanecer, en tanto que en 
el ganado Brahman y otras razas de Bos 
indicus, se ha visto una preferencia para 
aparearse en la noche (Fraser y Broom, 
1997).
Instalaciones
Es necesario conocer el 
espacio mínimo que requiere un animal 
de acuerdo a la especie y a la edad, para 
disminuir el estrés y evitar los efectos que 
este puede tener en la producción. En un 
estudio de Meunier-Salaun et al. (1987), 
en el que se midieron los niveles de cor-
tisol plasmático en cerdos alojados con 
tres densidades de población, los menores 
niveles de cortisol (87,7ngµml-1) que indi-
can menores niveles de estrés se observa-
ron en cerdos que disponían de un mayor 
espacio por animal (1,52m2). En animales 
que se encuentran hacinados es frecuente 
que se desarrollen conductas esteriotipa-
das, que afectan su productividad (Vic-
kery y Manson, 2005).
Se ha encontrado tam-
bién relación entre el espacio de que dis-
ponen los animales y la estación del año. 
En granjas de venado rojo, se estudiaron 
dos tamaños de corral, grande (5×4m) y 
chico (2,5×4m). Se observó que la agre-
sividad varió de acuerdo a la estación del 
año; en primavera las conductas agresivasfueron mayores en los corrales grandes y 
en verano en los chicos (Pollard y Little-
john, 1996).
Se han estudiado algu-
nos materiales empleados como cama en 
ovejas y vacas, así como el tiempo que 
los animales permanecen echados. Los 
materiales que se compararon fueron pa-
jas contra desecho de madera (aserrín), y 
se midió el tiempo que invirtieron en des-
cansar en cada uno de éstos. Se observó 
que tanto ovinos como bovinos preferían 
las pajas y que el tiempo que utilizaron 
en descansar fue de aproximadamente 12h 
(Faerveik et al., 2005; Jensen et al., 2005; 
Munksgaard et al., 2005)
En cerdas mantenidas en 
diferentes condiciones de alojamiento du-
rante sus primeras cuatro pariciones, se 
comparó (Broom et al., 1995) a cerdas en 
grupos de 38 animales, con cerdas aloja-
das en grupos de cinco o en corrales in-
dividuales, encontrando que las conductas 
estereotipadas fueron más frecuentes en 
los animales alojados en forma individual, 
seguidas por las cerdas en grupos de cin-
co y finalmente en el grupo de 38 cerdas, 
atribuyendo los autores la menor presen-
cia de conductas estereotipadas en el gru-
po más grande de animales, por el mayor 
espacio de que se disponían. En pavos se 
realizaron investigaciones con respecto al 
número de individuos en la parvada y la 
agresividad que manifiestan y su efecto 
en la producción (Buchwalder y Huber-
Eicher, 2006). Se usaron 12 grupos de 6 
animales como grupo pequeño y 12 de 30 
individuos como grupo grande, observan-
do menor agresividad y mayor productivi-
dad en el grupo grande, en el que hubo 
menores pérdidas económicas.
Investigaciones con ga-
llinas de postura (Duncan et al., 1992) 
han mostrado que el tipo de alojamiento 
en que se tiene a estos animales afecta 
su producción (83 vs 85% en jaulas con-
tra jaulas con perchas, respectivamente). 
Knowles y Broom (1990) estudiaron el 
efecto que tiene el tipo de alojamiento en 
la fuerza y resistencia de los huesos de 
las piernas, lo cual es importante porque 
muchos animales sufren fracturas. Estos 
autores encontraron que la fuerza y resis-
tencia de los huesos fue menor, aproxima-
damente en 50%, en aves alojadas en jau-
las, que en aves en jaulas con perchas.
Manejo
Múltiples estudios en 
cerdos, pollos y ganado lechero muestran 
que el manejo agresivo de los anima-
les puede reducir considerablemente su 
productividad y bienestar, debido a que 
aprenden a tener miedo a las personas en 
general o a algunos individuos como re-
sultado de un manejo rudo. Los anima-
les tienden a asociar el maltrato con las 
personas. La capacidad para reconocer a 
la gente por parte de los animales se ha 
demostrado en muchas especies y se ha 
visto que los animales que tienen miedo 
a las personas disminuyen su producción 
(Rushen et al., 1999a).
En ganado lechero la 
presencia de un individuo que maltrata a 
los animales durante la ordeña puede re-
ducir la producción de leche y por lo tan-
to aumentar la leche residual (Rushen et 
al., 1999b), lo que a su vez puede causar 
mastitis.
Se ha visto que la per-
sonalidad y actitud de los individuos que 
manejan a los animales afectan la pro-
ducción. En una investigación relacionada 
con el tiempo de manejo de las crías de 
conejas en la primera semana de edad, se 
observó que cuando son manejados 30min 
después del amamantamiento se reduce el 
miedo en manejos futuros (Csatádi et al., 
2005). Por otra parte, en un estudio reali-
zado por Hemsworth et al. (1989) se ob-
servó que la actitud de las personas encar-
gadas de manejar a cerdas en maternida-
des, dependía del concepto que tenían de 
que tan fácil o difícil podía ser manejar 
DEC 2006, VOL. 31 Nº 12 847
a estos animales, lo cual se correlacionó 
positivamente con el total de lechones na-
cidos vivos y el número de camadas por 
año, debido a que aquellos individuos que 
consideraban que era fácil manejar a las 
cerdas, generalmente les dieron un buen 
trato. Por el contrario, quienes pensaron 
que era difícil hacerlo, usaron métodos 
más agresivos, lo que afectó a los anima-
les en forma negativa.
El buen manejo de los 
animales, especialmente desde una edad 
temprana, puede evitar que desarrollen 
miedo a los humanos, por lo que es muy 
importante capacitar a las personas encar-
gadas de su manejo para que no lleven a 
cabo prácticas agresivas, que en muchas 
ocasiones no son necesarias en las rutinas 
de una granja.
Transporte y sacrificio de los animales
En explotaciones donde 
el encargado y sus empleados manejan 
humanitariamente a los animales y que 
además cuentan con el equipo adecuado 
y vehículos bien diseñados para trans-
portarlos, el manejo se facilita con la 
consecuente disminución de estrés, tanto 
para las personas como para los animales 
(Grandin, 2000).
Las pérdidas económicas 
debidas a un mal manejo y transporte son 
muy elevadas. En EEUU se ha calculado 
que se pierden 4,03USD por cada animal 
que va al mercado (Grandin, 2000). Bo-
leman et al. (1998) y Smith et al. (1995) 
reportaron que 48% de las canales de 
novillos y vaquillas en EEUU tienen ma-
gulladuras. En una encuesta realizada 
en Minnesota se observó que el 67% de 
las cerdas de desecho que iban al rastro 
tenían lesiones en las patas y 4% en las 
paletillas, lo que causa daño excesivo a la 
carne (Ritter et al., 1999).
El estrés también cau-
sa problemas en la calidad de la carne, 
como son los cortes oscuros. El organis-
mo encargado de auditar la calidad de la 
carne en los EEUU estima que los cortes 
oscuros causan a la industria de la carne 
6,08USD de pérdida por cada animal sa-
crificado. Esta carne es más oscura y seca 
que la normal y tiene una vida de anaquel 
más corta (Scanga et al., 1998), lo que 
ocasiona que su valor comercial sea me-
nor.
Investigaciones realizadas 
en la Universidad de Oklahoma, EEUU, 
mostraron que el dejar de dar alimento a 
novillos por 24h antes del sacrificio, cau-
sa una pérdida de 5,00USD por animal, 
debido a la contracción de la canal y al 
aumento de cortes oscuros (OSU, 1999).
En cerdos, muertes du-
rante el transporte y la presencia de PSE 
(carne pálida, suave y exudativa) causada 
por una combinación de diferentes facto-
res tales como animales con genes sus-
ceptibles al estrés, manejo rudo antes del 
sacrificio y enfriamiento inadecuado de la 
canal, causan pérdidas económicas muy 
grandes (Tarrant, 1993). En Inglaterra se 
han calculado pérdidas de 2,00USD por 
canal con PSE (Smith y Lesser, 1982).
En un estudio canadiense 
(Murray y Johnson, 1998) se observó que 
aún después de haberse eliminado al 90% 
de los animales portadores de los genes 
susceptibles al estrés, se seguía presentan-
do el PSE en un 14,8%, lo cual se debía 
al excesivo uso de bastones eléctricos para 
manejar a los animales.
Por lo mencionado an-
teriormente, es evidente que el manejo y 
transporte inadecuado de los animales, 
causa grandes pérdidas económicas al 
sacrificio, por lo que deben considerarse 
seriamente estos aspectos en las granjas y 
en los rastros.
Presentación de enfermedades
Se ha reportado que la 
conducta social e individual de los anima-
les puede favorecer la presentación de al-
gunas enfermedades, como son las cojeras 
en vacas lecheras. En un trabajo realizado 
por Galindo y Broom (2000) se encontró 
que el rango social del animal tiene un 
efecto importante en la presentación de 
esta enfermedad. Estos autores observaron 
que las vacas de más bajo rango perma-
necían más tiempo paradas que echadas 
que las de rango medio o alto, y al per-
manecer más tiempo paradas las lesiones 
en tejido blando y la presencia de cojeras 
aumentaron. También se vio que la sobre-
vivencia por cojeras fue menor en las va-
cas de menor rango, que en las de rango 
medio y alto. Esto es debido a que las va-
cas que muestran mayor dominancia y por 
lo tanto se encuentran en los rangos altos 
y medios, tienden a ocupa los mejores lu-
gares, con menor humedad, y disponen de 
mayor espacio para echarse, desplazando 
a las de bajo rango a los lugares con las 
peorescondiciones y con menor posibili-
dad de encontrar lugares adecuados para 
descansar, lo que las hace permanecer 
más tiempo paradas, sin moverse, con las 
consecuencias antes mencionadas.
Conclusión
En granjas y sistemas de 
producción animal es necesario considerar 
los conocimientos relativos a la conducta 
animal, motivo de estudio de la etología, 
cuya adecuada aplicación permite aumen-
tar la productividad de los animales y 
mejorar su bienestar.
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APLICAÇÃO DO CONhECIMENTO DA CONDUTA ANIMAL NA PRODUÇÃO PECUÁRIA
María Esther Ortega Cerrilla e Alejandro Ángel Gómez Danés
RESUMO
A etología, ciência que estuda o comportamento animal, é 
tão antiga como o homem, ainda que somente em 1973 fosse 
reconhecida como tal, ao ser-lhes outorgado, aos investiga-
dores Lorenz, Tinbergen e von Frish, o premio Nobel em me-
dicina e fisiologia por seus estudos em conduta animal. Foi 
reconhecida a importância que têm na produção animal, ao 
aplicarem-se estes conhecimentos em programas de alimenta-
ção, reprodução, desenho de instalações, manejo, transporte 
e sacrifício dos animais, como o demonstram múltiplos estu-
dos realizados com diferentes espécies domésticas, os quais 
são revisados no presente trabalho.
APPLICATION Of ThE kNOwLEDgE ABOUT ANIMAL BEhAVIOR IN ANIMAL PRODUCTION
María Esther Ortega Cerrilla and Alejandro Ángel Gómez Danés
SUMMARY
Ethology is the science which studies animal behavior. It is as 
old as man, although it has only been in recent years that its im-
portance has been recognized, when Lorenz, Tinbergen and von 
Frish were awarded the Nobel Prize of medicine and physiology 
in 1973. The importance of the knowledge about animal behav-
ior to improve animal production when it is applied to nutrition 
programs, reproduction, animal housing design, animal handling, 
transport and slaughter, has been demonstrated in several studies 
with domestic animals, which are reviewed in the present article.

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