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GINECOLOGIA (55)

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34 Ginecología general
SECCIÓ
N
 1
cubierta similar, antes de introducirlos. Las pacientes que se some-
ten a una ecografía transvaginal (TVS, transvaginal sonography) 
deben ser acompañadas por alguna mujer. Las guías describen el 
examen que se debe realizar en cada órgano y región anatómica de 
la pelvis femenina. Por ejemplo, al valorar el útero debe documen-
tarse su tamaño, forma y orientación y describirse el endometrio, 
el miometrio y el cuello uterino. La descripción del estudio y su 
interpretación se etiquetan y se incluyen en el expediente médico. 
La institución que lleva a cabo el estudio guardará una copia.
Ecografía transabdominal
Existen varias técnicas que se pueden utilizar para el estudio 
ecográfi co de la pelvis femenina. En la mujer no embarazada, el 
método preferido es la valoración transabdominal con un trans-
ductor curvo de 3 a 5 MHz, puesto que ofrece una identifi cación 
global de los órganos pélvicos y las relaciones que guardan unos 
con otros (American Institute of Ultrasound in Medicine, 2009). 
Por lo general es necesario que la vejiga se encuentre llena para 
obtener una buena imagen, puesto que ésta empuja el útero hacia 
arriba desde la parte posterior de la sínfi sis del pubis y desplaza al 
intestino delgado alejándolo del campo de visión. Además, la vejiga 
actúa como ventana acústica mejorando la transmisión de las ondas 
sonoras. En las pacientes con tumores grandes ubicados por arriba 
del fondo vesical la ecografía transabdominal permite la valora-
ción de la enfermedad gracias a su imagen panorámica (Fleischer, 
1997a). Sin embargo, en ocasiones es difícil la valoración de la 
cavidad endometrial con el método transabdominal y por lo gene-
ral es necesario realizar la técnica transvaginal.
Ecografía transvaginal
Esta modalidad utiliza transductores de alta frecuencia (5 a 10 
MHz), lo que incrementa la sensibilidad y la resolución de la ima-
gen espacial. El transductor se coloca en los fondos de saco vagi-
nales y de esta manera se acerca a la región de interés, además de 
que existe menor atenuación del haz en los tejidos blandos superfi -
ciales. A diferencia de la técnica transabdominal, la vejiga se vacía 
antes de llevar a cabo el estudio transvaginal.
Técnicas transrectal y transperitoneal
Los transductores transrectales o convencionales colocados en la 
región perineal se usan con mucha menos frecuencia. Su aplicación 
se limita a determinadas indicaciones como las que se describirán 
en la sección sobre estudios de imagen del piso pélvico (pág. 38).
Imágenes armónicas
Esta modifi cación reciente de la ecografía se diseñó para mejorar 
la visualización de los tejidos y la calidad de la imagen mediante el 
uso simultáneo de varias frecuencias en el haz de ultrasonido, en 
lugar de una sola (Armstrong, 2001). Transductores novedosos y la 
capacidad de procesamiento mejoran la resolución de las imágenes, 
sobre todo en las interfases superfi ciales. Además se reducen los 
artefactos que surgen de estructuras superfi ciales, como el tejido 
adiposo. 
Terapia ultrasónica enfocada
Durante la obtención convencional de imágenes la energía ultrasó-
nica se propaga de manera inocua por el tejido y se absorbe poca 
energía. Ésta se deposita como calor pero se disipa por los efectos 
refrigerantes de la perfusión y la conducción. No se han registrado 
efectos adversos con las intensidades usadas para fi nes diagnósticos 
El rebote de las ondas sonoras es mayor cuando existe una gran 
diferencia entre la impedancia acústica de dos estructuras, lo que 
explica la razón por la que los quistes se observan tan bien en la 
ecografía. Las paredes de los quistes producen ecos intensos, pero el 
líquido dentro de ellos no los origina. Conforme más ondas sono-
ras atraviesan el quiste, más ecos se reciben desde el área situada 
detrás del mismo, característica conocida como reforzamiento acús-
tico posterior (fig. 2-1). Por el contrario, ante una estructura cal-
cifi cada, la cantidad de ondas sonoras que atraviesan es mínima 
y por lo tanto se forma una banda de ecos reducidos más allá de 
ésta, conocida como sombra acústica (fig. 2-2) (Armstrong, 2001). 
 ■ Técnicas de exploración
El American Institute of Ultrasound in Medicine (2009) estableció 
las guías para el examen ecográfi co de la pelvis femenina. Éstas 
fueron diseñadas para asegurar la calidad del estudio y ayudar a los 
médicos que realizan ecografía. Las guías que describen el equipo 
y la documentación se encuentran en http://www.aium.org/publi-
cations/clinical/pelvis.pdf
Después de cada estudio es necesario limpiar todos los trans-
ductores; los dispositivos vaginales se cubren con un condón, o una 
FIGURA 2-1. Ecografía transvaginal de un ovario premenopáusico que 
contiene un quiste folicular. El líquido del quiste aparece de color negro 
o anecoico. Nótese el área hiperecoica o blanca debajo del quiste, 
característica ecográfica llamada reforzamiento acústico posterior.
FIGURA 2-2. Ecografía transvaginal de un teratoma ovárico en que se 
muestra una sombra acústica posterior (flechas).
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	GINECOLOGÍA�������������������������������������������������
	SECCIÓN 1 GINECOLOGÍA GENERAL�������������������������������������������������������������������������������������������������������
	2. ESTUDIOS DE IMAGEN UTILIZADOS EN GINECOLOGÍA�������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������
	ECOGRAFÍA�������������������������������������������
	TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN�������������������������������������������������������������������������������������

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