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GINECOLOGIA (63)

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42 Ginecología general
SECCIÓ
N
 1
terísticas vasculares de las tumoraciones ováricas (Ameye, 2009; 
Timmerman, 2005). Se usa una califi cación de color de cuatro 
puntos para describir el fl ujo sanguíneo tumoral sólo dentro de 
los tabiques y porciones sólidos de la lesión (Timmerman, 2000).
Estas observaciones condujeron a muchos investigadores a eva-
luar la presencia, la distribución espacial y la prevalencia de las 
señales de fl ujo dentro de las tumoraciones ováricas para distinguir 
entre las neoplasias benignas y las malignas. Sin embargo, debido 
a la superposición de los parámetros vasculares observados entre 
las neoplasias malignas y las tumoraciones benignas, no es posible 
hacer un diagnóstico diferencial fi rme basado sólo en la evaluación 
espectral Doppler (Valentin, 1997).
Torsión. Aunque la torsión ovárica es un diagnóstico clínico, la 
evaluación Doppler a color puede ser de ayuda. Su apariencia eco-
gráfi ca, como se describe en el capítulo 9 (pág. 271), varía según 
el grado de compromiso vascular y la presencia de una tumoración 
anexial. El Doppler a color de los vasos del ligamento infundi-
bulopélvico puede ayudar a establecer el diagnóstico específi co al 
demostrar ausencia de los fl ujos arterial y venoso. Un dato impor-
tante es que la presencia de fl ujo no descarta el diagnóstico, en 
cambio se cree que las señales venosas de origen aproximadamente 
central con torsión tuboovárica indican viabilidad del tejido ová-
rico (Fleischer, 1995).
Enfermedad pélvica inflamatoria
Infección aguda. La ecografía pélvica es un estudio habitual en 
las mujeres con salpingitis aguda, pero no existen estudios exten-
sos que valoren su sensibilidad, especifi cidad y utilidad global 
(Boardman, 1997; Cacciatore, 1992; Patten, 1990). Los datos eco-
gráfi cos varían según la gravedad del padecimiento. Al principio 
de la infección, la anatomía muchas veces es normal. Al avanzar, 
aparecen algunos datos inespecífi cos como líquido pélvico libre, 
engrosamiento endometrial, distensión de la cavidad uterina por 
líquido o gas y bordes mal defi nidos del útero y de los ovarios. Se 
ha demostrado que la presencia de ovarios grandes con numerosos 
quistes pequeños (“aspecto de ovarios poliquísticos”) se correla-
ciona con la enfermedad pélvica infl amatoria (PID). Cacciatore et 
al. (1992) encontraron ovarios más grandes que los normales en las 
mujeres con PID demostrada por medio de biopsia endometrial o 
laparoscopia. También observaron que el tamaño de los ovarios se 
reduce con el tratamiento.
Las características más notables y específi cas de la PID son los 
datos ecográfi cos de las trompas de Falopio (fig. 2-17). Aunque es 
raro observar unas trompas normales a menos que se encuentren 
rodeadas por ascitis, la infl amación de las paredes de dichas estruc-
turas permite su visualización por medio de ecografía. Conforme la 
luz se ocluye en su parte distal, las trompas de Falopio se distien-
den y se llenan de líquido. Su aspecto es variable (Timor-Tritsch, 
1998). Algunas veces adquieren forma ovoide o de pera, se llenan 
de líquido que puede ser anecoico o ecógeno. La pared tubaria se 
engrosa, midiendo ≥5 mm, y a menudo aparecen estructuras simi-
lares a tabiques incompletos cuando las trompas se doblan. Si se 
observa una trompa distendida en un corte transversal, se encuen-
tra el signo de la rueda dentada por engrosamiento de los pliegues 
del interior de la trompa (Timor-Tritsch, 1998). Las trompas de 
Falopio edematizadas suelen extenderse en sentido posterior hacia 
el fondo de saco, en lugar de hacerlo en dirección anterosuperior 
hacia el útero como tiende a ocurrir con los tumores ováricos gran-
des. A menudo se observan niveles líquido-residuos en las trompas 
de califi cación basado en el número y el espesor de los tabiques, la 
presencia y el número de papilas y la proporción de tejido sólido 
dentro del tumor (DePriest, 1993; Sassone, 1991). Cuando se 
combinan el tamaño, la morfología y la estructura de las tumora-
ciones anexiales con el estudio Doppler a color y el análisis espec-
tral de las señales de la circulación, aumentan la especifi cidad y el 
valor predictivo positivo del diagnóstico ecográfi co (Buy, 1996; 
Fleischer, 1993; Jain, 1994; Twickler, 1999; Valentin, 1997). En 
un metaanálisis de 46 estudios con 5 159 pacientes, Kinkel et al. 
(2000) publicaron una precisión mucho mayor de las técnicas eco-
gráfi cas combinadas que de cualquier otra técnica individual. Hace 
poco, el International Ovarian Tumor Analysis (IOTA) Group, un 
esfuerzo conjunto que incluye nueve centros de cinco países euro-
peos, comenzó un estudio prospectivo multicéntrico a partir del 
cual desarrollaron el modelo matemático más exacto hasta ahora 
para calcular el riesgo de malignidad de una tumoración anexial 
con base en sus características ecográfi cas (Timmerman, 2005).
La neovascularización secundaria a angiogénesis dentro de la 
neoplasia genera un aumento signifi cativo en las señales de fl ujo 
Doppler a color. La vascularización de la mayoría de los tumores 
benignos es escasa y la de la mayor parte de las neoplasias malignas 
es profusa, con señales de fl ujo en las regiones periférica y central, 
incluso dentro de los tabiques y de las áreas sólidas del tumor. Sin 
embargo, no es posible hacer un diagnóstico contundente sólo con 
base en este hallazgo. Hay informes de neoplasias malignas avas-
culares y de tumoraciones benignas muy vascularizadas (Brown, 
1994; Kawai, 1992).
La neovascularización dentro de los tumores malignos está 
constituida por vasos anormales que carecen de músculo liso y con-
tienen numerosas anastomosis arteriovenosas. Por consiguiente, 
se espera que haya fl ujo de baja impedancia en tales masas, como se 
muestra en la figura 2-16 (Fleischer, 1993; Kurjak, 1992; Weiner, 
1992). Sin embargo, otros estudios demuestran una superposición 
considerable ente los valores de las lesiones benignas y las malignas 
(Jain 1994; Levine, 1994; Stein, 1994). 
Dentro de los parámetros de la técnica Doppler, es probable 
que el contenido de color del tumor refl eje mejor la vascularidad de 
la neoplasia que cualquier otro dato. La impresión general de esta 
vascularidad refl eja el número, el tamaño y la capacidad funcio-
nal de los vasos. El sistema de califi cación del grupo IOTA utiliza 
la valoración semicuantitativa del fl ujo para describir las carac-
FIGURA 2-16. Tumor ovárico complejo con áreas quísticas irregulares 
que muestran un flujo de impedancia reducida [PI = 0.87] en un ta-
bique grueso. Este tumor resultó ser un cistadenocarcinoma mucinoso 
en la intervención quirúrgica.
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