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47Estudios de imagen utilizados en ginecología CA P ÍTU LO 2 la mayoría de los casos, la ecografía tridimensional ofrece mejor visualización, sobre todo de los IUD que contienen levonorgestrel (Bonilla-Musoles, 1996; Lee, 1997; Moschos, 2011). Las imágenes en el plano coronal, que no son posibles con la técnica bidimensio- nal, permiten observar las dos ramas y el cuerpo del dispositivo, así como la relación entre éstos y la cavidad endometrial (Andreotti, 2006; Benacerraf, 2009; Moschos, 2011). Por lo tanto, en la institución de los autores, a las pacientes con IUD in situ que se someten a ecografía ginecológica por cualquier indicación se les realiza un examen bidimensional y una evaluación del volumen tridimensional del útero, con reconstrucción de la vista coronal de la cavidad endometrial a fi n de establecer el tipo, la localización y la posición del IUD (fig. 2-25). Otro uso de la ecografía tridimen- sional es la confi rmación de la esterilización transcervical. Aunque la Food and Drug Administration (FDA) todavía dicta que se realice una HSG posterior a la aplicación de microinsertos espirales en las trompas de Falopio para confi rmar su colocación correcta, varios investigadores han demostrado que la TVS bidimensional y la tri- dimensional son métodos de confi rmación aceptables (fig. 2-26) (Conceptus, 2009; Th iel, 2005). Para la detección de tumoraciones anexiales, la mayoría con- cuerda en que la ecografía tridimensional permite una valoración detallada de las estructuras internas de las tumoraciones ovári- cas (Alcazar, 2003b, 2009; Bonilla-Musoles, 1995; Hata, 1999). Además, la adición del Doppler a color a la valoración tridimensio- nal permite mostrar la morfología interna y la neovascularización, también características de las neoplasias malignas (Kurjak, 2001). Sin embargo, hasta ahora no se ha mostrado que la ecografía Doppler de poder tridimensional tenga una precisión diagnóstica mucho mejor que la imagen Doppler de poder en escala de grises bidimensional (Geomini, 2007; Jokubkiene, 2007; Saldkevicius, 2007). Una nueva técnica tridimensional dirigida a diferenciar entre tumoraciones ováricas benignas y malignas utiliza TVS con con- traste para la detección temprana de microvascularidad tumo- ral. En ciertos estudios, a pacientes con tumoraciones complejas anexiales se les administró un agente de contraste con burbujas microscópicas por vía intravenosa mientras se les realizaba una TVS armónica con inversión de pulsos. Los datos iniciales mues- tran una diferencia signifi cativa en los parámetros cinéticos de la intensifi cación con contraste entre los tumores ováricos benignos y los malignos (Fleischer, 2008, 2009, 2010). En medicina de la reproducción, las imágenes tridimensiona- les proporcionan un volumen ovárico y recuentos foliculares más precisos que las mediciones calculadas a partir de imágenes bidi- mensionales y se espera que se conviertan en la técnica ecográfi ca preferida para la valoración ovárica en casos de esterilidad (Coyne, 2008; Deutch, 2009; Raine-Fenning, 2008). Además, la ecografía tridimensional puede usarse para examinar la vascularidad endo- metrial y determinar la receptividad del endometrio antes de la estimulación ovárica (Kupesic, 2001b; Wu, 2003). Hoy en día, la ecografía tridimensional es una herramienta pre- cisa y de uso habitual para valorar anomalías congénitas del con- ducto paramesonéfrico (Ghi, 2009; Jurkovic, 1995; Raga, 1996; Salim, 2003). Es tan sensible como la histeroscopia, tan exacta como la MRI y proporciona imágenes detalladas de la forma de la cavidad endometrial y del contorno del fondo (Bermejo, 2010). Por tanto, es posible diferenciar las anomalías del conducto para- mesonéfrico, puesto que los cuernos uterinos y el contorno del fondo se presentan con claridad en el mismo plano (Troiano, ración y clasifi cación de las pacientes que requieren tratamiento quirúrgico, el cual depende del conocimiento de la posición exacta del leiomioma y de la extensión del compromiso endometrial (Sylvestre, 2003; Wamsteker, 1993). Estas herramientas ecográ- fi cas también pueden usarse para vigilar la reducción del volumen de un leiomioma en pacientes que reciben agonistas de la GnRH (hormona liberadora de gonadotropina) o que fueron sometidos a una UAE, aunque después de ésta es más frecuente el uso de imágenes por resonancia magnética (Chia, 2006). Con la tecnología tridimensional es posible obtener imágenes más defi nidas de las anomalías del endometrio y del miometrio adyacente, en especial zonas focales de engrosamiento endometrial como pólipos, hiperplasia y cáncer (Andreotti, 2006; Benacerraf, 2008; Bonilla-Musoles, 1997). Bonilla-Musoles et al. (1997) en un estudio comparativo de 36 mujeres con hemorragia posmeno- páusica compararon resultados de SIS tridimensional con hallazgos obtenidos mediante TVS, SIS transvaginal, Doppler transvaginal a color e histeroscopia. La visualización de la cavidad uterina y del grosor endometrial con SIS tridimensional fue comparable a la observada con histeroscopia y fue mejor que con las otras técnicas ecográfi cas. Por lo general, los autores implementan de manera sistemática ensayos de imágenes tridimensionales para evaluar anomalías del endometrio durante los estudios transvaginales y en todos los procedimientos de SIS. En el campo experimental se ha usado la ecografía tridimensional con angiografía Doppler de poder (3D-PDA) para discriminar entre enfermedades endometriales benignas y malignas en mujeres con hemorragia posmenopáusica y un endometrio engrosado (Alcazar, 2009). La 3D-PDA permite valorar el volumen endometrial, que es una representación más precisa de la cantidad real de tejido que la medición bidimensio- nal del grosor endometrial. Por último, las imágenes por Doppler de poder tridimensional intensifi cadas con contraste intravenoso también están en estudio para valorar su capacidad para diferenciar entre pólipos endometriales benignos y cáncer endometrial (Lieng, 2008; Song, 2009). Aunque la TVS habitual documenta en forma adecuada la posi- ción de un dispositivo intrauterino (IUD, intrauterine device) en FIGURA 2-24. Útero arcuato. El plano coronal de la ecografía tridimen- sional muestra esta variedad uterina normal. 02_Chapter_02_Hoffman_4R.indd 4702_Chapter_02_Hoffman_4R.indd 47 06/09/13 20:4806/09/13 20:48
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