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1 MERCANTILISMO: Es la corriente del pensamiento económico que agrupa diversas tendencias y economistas europeos a finales del s. XV a mediados del siglo XVIII. La creencia en la similitud de riqueza y metales preciosos, el fomento de la población, la intervención del Estado y la necesidad dela balanza de pagos favorable son los temas fundamentales. El auge de la economía de mercancías y de la economía monetaria, así como del capital comercial en Portugal, España, Francia, despertaron el interés por el estudio de las leyes que actúan en la economía política y la valorización de la importancia del conocimiento de estas leyes para la política económica del Estado. Esta doctrina se inspira en la idea de que el bienestar económico de una nación es proporcional a la cantidad de moneda y de los metales preciosos existentes en el país. La regla fundamental de toda su política económica era, la de conservar y aumentar el monto de la moneda y de los metales preciosos existentes en el país. Los mercantilistas mantenían que las exportaciones traen la riqueza a la nación, y por lo tanto, defendieron la conveniencia de proteger la balanza comercial. Un déficit de la balanza comercial se consideraba como algo perjudicial por dos razones: _ Por un lado, porque afectarían negativamente a la producción ya que regajaría la demanda interna de mercancías. Las importaciones son una vía para gastar, pero sin generar ninguna renta nacional, puesto que la producción tiene lugar fuera del país. Las exportaciones, por el contrario, representan un incremento de la demanda, de forma que los ingresos percibidos se canalizan hacia el mercado nacional. _ Por otro lado, el déficit comercial se consideraba como un instrumento a través del cual tiene lugar una salida de oro y esto era algo negativo, pues en ausencia de un sistema monetario internacional, un país que tuviese un déficit en su balanza de pagos se vería obligado a cubrir la diferencia en efectivo, esto es, en oro y plata, que eran las únicas formas de pago internacional. Una balanza comercial favorable, por el contrario, traería a la nación el oro que deseaban. En este sentido, el mercantilismo es nacionalista, no universalista, ya que el incremento de metales preciosos habría de hacerse a costa de otras naciones. Para los mercantilistas, el objeto orientador de las actuaciones de las autoridades debían ser el excedente en la balanza comercial. Para ello se tenían que promulgar medidas de carácter proteccionistas, y en general, todo tipo de disposiciones administrativas tendientes a fomentar la prosperidad nacional y las exportaciones. El gran mérito del mercantilismo reside en haber advertido la relación de dependencia que existe entre el Estado y la vida económica, pues , 2 propugnaba diversas formas de intervención del Estado en la economía, limitadas en su parte principal al refuerzo del comercio exterior y la navegación interior y al establecimiento y adquisición de colonias. Por otra parte, existía en los mercantilistas el pleno convencimiento de que ayuna oposición sistemática de los intereses entre una nación y otra, y de él se deriva que tanto la teoría como la práctica se proponen investiga r y poner en actuación los medios más convenientes para el enriquecimiento del país y del estado, con perjuicio de los otros países. Para conseguir estos objetivos, los gobiernos concedieron privilegios comerciales monopólicos a companías dispuestas a desarrollar nuevos mercados, con el objetivo de ahorrar moneda extranjera y de aumentar sus ingresos de numerario estimulando su comercio de exportación. El proteccionismo, mal entendido a que dio lugar la política mercantilista ocasionó el auge de la industria inglesa, pero trajo aparejado un lamentable descuido de la agricultura y la ganadería que repercutió en una escasez de alimentos y en las agudas crisis del s. XVIII. Los mercantilistas destacaban la importancia de alcanzar sueravit en el saldo de la balanza comercial como una forma de acomular oro. Defendían el establecimiento de medidas intervensionistas, pues creían que una postura liberal podría conducir a una perdida de oro. Los mercantilistas intentaron responder a los problemas económicos suscitados por el desarrollo del capitalismo comercial; las aportaciones teóricas son, en sus obras, secundarias y no realizaron ningún análisis sistemático del transcurso del proceso de producción y distribución en la sociedad. Conceptos como “Riqueza nacional”, “producción”, “demanda”, “masa monetaria”, etc, leyes como la teoría cuantitativa o instrumentos como la balanza comercial, aparecen por primera vez en os escritos del mercantilismo. Ciertos mercantilistas, los llamados bullionistas sustentaban la opinión de que la riqueza de una nación dependía de la cantidad de metales preciosos que poseyera, e idearon métodos para introducir el mayor número posible de ellos en el país. El comercio exterior es un instrumento para ese fin. Los antibullionistas se preocuparon más del desarrollo de la producción de mercancías y de la obtención de un excedente de producción para el comercio exterior. La doctrina mercantilista fue iniciada a mediados del siglo XV, o sea, en una época en que las exuberancias de la vida cortesana y las guerras continuas exigían elevados medios financieros. Los problemas más importantes eran entonces el problema del dinero y del comercio exterior, pues la superioridad de la economía del dinero sobre la economía natural y la peculiaridad lucrativa del comercio exterior parecieron a los economistas de ese tiempo los apoyos principales del aumento de la riqueza, que a su vez se reconoció como base de las finanzas del estado y del poder político. Algunos autores dividen la historia del mercantilismo en tres etapas: 1) La fase monetaria, cuyas manifestaciones principales consisten en prohibir la exportación de las monedas, en alterarlas y en fijar el curso legal de los cambios, procedimientos ya utilizados con anterioridad ala implantación del mercantilismo como instrumentos de la política restrictiva y exclusivista de las ciudades medievales. 3 2) La fase del balance de los contratos, practicada en Inglaterra desde los últimos siglos de la Edad Media, y que consistía en un conjunto de normas que establecían para los contratos entre comerciantes ingleses y extranjeros las siguientes estipulaciones: obligación para los comerciantes ingleses de traer al país en metálico una parte del precio de sus ventas al extranjero, obligación de los comerciantes extranjeros que vendían artículos en Inglaterra, de emplear el dinero recibido en pago en la compra de productos ingleses, yotras obligaciones 3) La fase de la balanza de comercio, concepto éste en que se basa el mercantilismo como doctrina y que constituye su rasgo distintivo. El principio de la balanza de comercio sostiene que el único medio para enriquecer al país y al estado consiste en dirigir el conjunto de las operaciones comerciales de manera tal que el valor de la exportacones supere al de las importaciones, obteniéndose de esta manera un residuo activo que se debe pagar mediante metálicos. En el mercantilismo no existe una exacta distinción entre “balanza de comercio” y “balanza de pagos”, olvidándose aquellos elementos que pueden compensar los desequilibrios entre el monto de las importaciones y el de las exportaciones. Además, tiene un concepto equivocado de lo que constituye la riqueza de una nación, y de ahí su exaltación del comercio exterior como único medio de obtenerla.
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