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B) CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS: INFRAESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA 1) IDEAS Y ORDEN MATERIAL A) F. Engels: carta de Mehring (14 de julio de 1893). Fragmento La ideología es un proceso que el pensador cumple conscientemente pero con una conciencia falsa. La verdaderas fuerzas motrices que lo impulsan le permanecen desconocidas. Es un proceso mental, deriva su forma y contenido del pensamiento puro. Trabaja con material meramente intelectual, que acepta sin examen; su origen le parece evidente, porque como todo acto se verifica por intermedio del pensamiento. El ideólogo que trata de todas las esferas posee en cada dominio científico una documentación formada independientemente en el pensamiento de generaciones anteriores y que ha atravesado una serie independiente de desarrollos en los cerebros de esas generaciones sucesivas. B) Marx – Engels. Ideología alemana La producción de las ideas y representaciones de la conciencia, aparece el principio directamente entrelazada con la actividad material y el comercio material de los hombres, como lenguaje de la vida real. Los hombres son los productores de sus representaciones pero éstos son reales y actuantes, tal como se hallan condicionados por un determinado desarrollo y sus fuerzas productivas y por el intercambio que a él corresponde, hasta llegar a sus formaciones más amplias. La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real. Los hombres que desarrollan su producción material y su intercambio cambian también su pensamiento y los productos del mismo. No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia. C) Marx. Crítica de la economía política. Estudia el sistema de la Economía burguesa por este orden: capital, propiedad del suelo, trabajo asalariado, Estado, comercio exterior, mercado mundial. Los debates sobre la tala furtiva y la parcelación de la propiedad del suelo, la situación de los campesinos del Mosela, y los debates sobre el libre cambio y el proteccionismo, fue lo que lo movió a ocuparse por primera vez de cuestiones económicas. En la revista que el trabajaba, dejaba traducir un eco de socialismo y de comunismo francés, teñidos de un tenue matiz filosófico aunque en su época el buen deseo de marchar en vanguardia superaba por mucho el conocimiento de la materia. Su investigación desembocaba en el resultado de que, tanta las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican en las condiciones materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII bajo el nombre “sociedad civil”, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la Economía política. El resultado final al que llegó es que en la producción social de vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponde a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurrido en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia, las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y lucha por resolverlo. No podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución por su conciencia, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. 2) IDEAS Y ACCIÓN SOCIAL (Marx) Los hombres hacen su propia historia pero no bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias que se encuentran directamente, que existen y trasmite el pasado. Los vivos cuando se disponen precisamente a revolucionarse y a revolucionar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionarias es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena en la historia universal. 3) INTERPRETACIÓN DEL DETERMINISMO ECONÓMICO A) Engels. Carta a J. Bloch (21 de setiembre de 1890) Según la concepción materialista de la historia, el elemento determinante de esta es en última instancia la producción y la reproducción en la vida real. Nosotros hacemos nuestra historia pero en primer lugar con premisas y condiciones muy determinadas, las económicas son en definitivas las decisivas. La historia se hace ella misma de modo tal que el resultado final proviene siempre de conflictos entre gran número de voluntades individuales, cada una de las cuales está hecha a su vez por un cúmulo de condiciones particulares de existencia. Hay pues innumerables fuerzas que se entrecruzan, que dan origen a una resultante: el hecho histórico. Este puede considerarse como producto de una fuerza que, tomada en su conjunto, trabaja inconscientemente y sin volición. Lo que desea cada individuo es obstaculizado resultando algo que nadie quería. Pero el hecho de que las libertades individuales no logren lo que quieren, sino que se funden en una media colectiva, es una resultante general, no deben concluirse que su valor es igual a cero. Por el contrario, cada una contribuye a la resultante y en esa medida está incluida en ella. B) Engels. Carta a C. Schmidt (27 de octubre de 1890) Allí donde hay división del trabajo en escala social hay también recíproca independencia entre los diversos sectores del trabajo. El factor decisivo es la producción. Cuando el comercio de productos se independiza de la producción misma sigue un movimiento propio que si bien es gobernada en conjunto con la producción, en casos particulares y dentro de esta dependencia general, sigue leyes particulares contenidas en la naturaleza de este nuevo factor; este movimiento tiene fases propias y reactúa a su vez sobre el movimiento de la producción. La sociedad da origen a ciertas funciones comunes de las cuales no puede prescindir. Las personas elegidas para realizar estas funciones constituyen una nueva rama de la división del trabajo dentro de la sociedad. De esta manera adquieren intereses particulares, distintas también de los intereses de quienes los emplearon; se independizan de estos últimos y he aquí el Estado. La nueva fuerza independiente reactúa sobre las condiciones y el curso de la producción. Es la interacción de dos fuerzas desiguales: el movimiento económico y el nuevo poder político. El movimiento económico se abre camino, pero también debe sufrir reacciones del movimiento político que estableció, dotado de relativa independencia. La reacción del poder estatal sobre el desarrollo económico puede ser uno de estos tres tipos: puede tener la misma dirección, y entonces el desarrollo es más rápido; puede oponerse a la línea del desarrollo, caso en el que el poder estatal moderno de cualquier gran nación termina, a la larga, por despedazarse; o puede desviar el desarrollo económico de ciertos causes imponiéndole otros. Pero es evidente que en los últimos casos el poder político puede causar gran daño al desarrollo económico y provocar ladilapidación de grandes cantidades de energía y materiales. Con el derecho ocurre algo parecido. Tan pronto como se hace necesario la nueva división del trabajo que origina el abogado profesional, se inagura un dominio nuevo e independiente, el que, a pesar de su independencia general respecto a la producción y el comercio, no deja de tener su capacidad propia de reactuar sobre esos dominios. En un Estado moderno el derecho debe ser una expresión coherente y que n o parezca palmariamente inconsistente. Para lograrlo, se infrige más y más el fiel reflejo de las condiciones económicas, más raramente ocurre que un Código sea la expresión brutal, sin mitigar, no adulterada, de la dominación de una clase: esto ofendería a la “concepción de la justicia”. El reflejo de las relaciones económicas, en la forma de principio jurídico se produce sin que la persona sea consciente de él; el jurista se imagina que opera con principios a priori en tanto que en realidad solo son reflejos económicos. A Engels le parece evidente que esta inversión reactúe a su vez sobre la base económica y pueda, dentro de ciertos límites, modificarla. En lo concerniente a los dominios de la ideología de aspecto religioso, filosófico, etc; tienen una raíz prehistórica. Estas diversas concepciones falsas de la naturaleza, el hombre, de los espíritus, de las fuerzas mágicas, etc, tienen en su mayor parte solo una base económica negativa. La historia de las ciencias es la historia de la eliminación gradual de estos disparates o su remplazo por nuevos pero ya menos absurdos. Quienes se ocupan de esto pertenecen a su vez a campos especiales de la división del trabajo; y en medida en que constituyen un grupo independiente dentro de la división social del trabajo, sus creaciones, incluyendo sus errores, ejercen una influencia retroactiva sobre el desarrollo social de conjunto, incluso sobre su desarrollo económico. De todos modos, ellos mismo no dejan de estar bajo la influencia dominante del desarrollo económico. C) Engels. Carta a H. Starkenburg (25 de enero de 1894). Los autores entienden por condiciones económicas los métodos por los cuales los seres humanos de una sociedad dada producen sus medios de subsistencia e intercambian los productos; está incluida en ella toda la técnica de la producción y del transporte, esta técnica determina el método de cambio, la distribución de los productos y con ella (luego de la disolución de la sociedad tribal) la división en clases y con éstas el Estado, la política, el Derecho, etc; se incluyen la base geográfica sobre la cual operan y los restos de etapas anteriores al desarrollo económico que realmente han sido trasmitidos o que han sobrevivido, también el ambiente externo que circunda a esta forma social. Consideran que las condiciones económicas son lo que en última instancia determina el desarrollo histórico. La misma raza es un factor económico. Dos puntos que no deben pasarse por alto son: a) El desarrollo político, jurídico, filosófico, religioso, literario, artístico, etc; se basa sobre el desarrollo económico. Hay interacción sobre la base de la necesidad económica la que en última instancia siempre se abre camino. Los hombres hacen su propia historia, solo que en medios dados que la condicionan y en base a relaciones reales ya existentes, entre las cuales las relaciones económicas siguen siendo las que deciden en última instancia. b) Los propios hombres hacen su historia, pero hasta ahora no la hacen con una voluntad colectiva o de acuerdo a un plan colectivo ni siquiera dentro de una sociedad dada perfectamente definida. Sus esfuerzos se entrechocan y pro esta misma razón todas esas sociedades son gobernadas por la necesidad. La necesidad que aquí se impone en medio de todos los accidentes, es nuevamente la necesidad económica. Cuanto más es alejado de la esfera económico el domino particular que investigan acercándose al de la ideología puramente abstracta, tanto más lo hallan exhibiendo azares en su desarrollo, tanto más zigzagueante será su curva. La medida de esta curva será cada vez más casi paralela a la del desarrollo económico cuanto más largo sea el período considerado y cuanto más amplio sea el campo tratado.
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