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NEWCOMB. "GRUPOS DE REFERENCIA Y GRUPOS DE PERTENENCIA." (Fragmentos del Cáp. VI (de "Social Psychology”) Un grupo de pertenencia, es aquel en el cual una persona es reconocida por otros como perteneciente a su grupo -tal como los grupos: familiar, político, religioso y social-. Una persona comparte las normas de sus grupos de pertenencia, no solamente porque él es reconocido por otros como medio, sino porque él ha aprendido a satisfacer sus motivaciones por medio del uso de las normas compartidas. Frecuentemente ocurre, sin embargo, que una persona también aprende a usar normas de grupos de los cuales él no es miembro reconocido. Para los fines socio-psicológicos, debemos saber no solo de qué grupo de normas una persona hace uso y cómo las use, sino también debemos conocer los grupos de los que otras personas le consideran miembro. Es importante entonces, hacer la distinción entre grupos de pertenencia y grupos de referencia. Si la actitud de una persona está influenciada por un grupo de normas que él cree compartir con otros individuos, estos individuos constituyen su grupo de referencia. Aunque fueren dos personas -por ejemplo un hombre y su esposa- pueden constituir un grupo de referencia para cada una de ellas, si ciertos marcos de referencia son compartidos por ellos dos solamente. Un grupo de referencia puede o no existir -en e l sentido de ser reconocido por otras personas que aquella a la que le sirve de grupo de referencia-. Un hombre puede tener un grupo de referencia cuyos miembros él nunca ha visto, o han muerto hace mucho tiempo. El grupo puede ser, en cierto modo, parcial o completamente f i c t i c i o , como los perseguidores imaginarios con los que ciertos i n s a n o s pueblan sus mundos. La conducta de tal persona es, a veces, completamente in inte l igib le, a menos que nosotros estemos enterados acerca del grupo de referencia y las normas que ellos pretenden compartir. Lo significativo acerca de los grupos de referencia es, en efecto, que sus normas proveen marcos de referencia que influencian realmente las actitudes y conductas de una persona. Los grupos de pertenencia, sirven casi inevitablemente como grupos de referencia, por lo menos ocasionalmente. Apenas se puede evitar, en lo que concierne a política y religión, por ejemplo. Probablemente todos los grupos de pertenencia sirven en a l g ú n grado y de alguna manera como grupos de referencia para sus miembros. Pero no todos los grupos de referencia son grupos de pertenencia; muchos de nosotros, estamos también influenciados por las normas de algunos grupos en los cuales no somos reconocidos como miembros por los otros. Una fraternidad o una hermanad de mujeres a la cual Ud. espera pertenecer algún d ía , es un grupo de referencia para Ud. si sus actitudes están influenciadas en alguna manera por lo que Ud. considera que son las normas de ese grupo. El grado en que el grupo de pertenencia sirve también como grupo de referencia, depende del grado en que la participación en él, brinde satisfacción o insatisfacción. Los miembros de algún grupo difieren como individuos por ejemplo en destreza y capacidad, en necesidades personales, en la formación de la personalidad, y ellos entonces encuentran distintos grados de satisfacción en ser miembros de él. Las insatisfacciones van aumentando, a menuda, por el hecho de que el grupo es comparado desfavorablemente con otros grupos a los que considere que tienen diferentes privilegios y oportunidades. Más aún, todos los individuos incluso e n la sociedad más simple pasan por algunos cambios en sus grupos de pertenencia, con los cambiantes status de edad, ocupación o matrimonio, los individuos llegan a ser elegibles para participar en nuevos grupos. En una sociedad tan compleja como la nuestra, hay muchas clases de grupos - r e l i g i o so s , recreat ivos o profesionales por ejemplo- en l o s que se tiene la posibilidad de ser miembros al mismo tiempo. El resultado de estos hechos es que un grupo en un momento dado está compuesto por individuos que encuentran en él grados variables de satisfacción o i n sat isfacción, que están motivados en distinta medida, para permanecer o s a l i r del grupo. Para un miembro entusiasta -un ardoroso presidente de la fraternidad- su grupo de pertenencia constituye un poderoso grupo de re fe renc ia . Para un miembro completamente insatisfecho o disgustado -un niño adoptado por una f a m i l i a extraña contra s u voluntad o un hombre que ha renunciado a su iglesia,- el grupo de pertenencia indeseado puede servir coma poderoso grupo de referencia., pero en sentido i n v e r s o . Puede decirse que sirve como gru p o de referencia n e g a t i v o , en e l sentido de que las actitudes del individuo e s t á n influenciadas por un conjunto de normas que él comparte en la medida en que las comprende (o por lo menos a s í cree) pero no hasta el punto de aceptarlas. Así el partido Comunista es un punto de referencia, negativo para quien cree entender lo que son sus normas y cuya conducta está influenciada por su oposición a ellas. En general, entonces, un grupo de referencia positivo es aquel en el que una persona esta motivada a ser aceptable y tratada como miembro (manifiesta o simbólicamente), mientras que un grupo de referencia negativo es aquel en el cual un individuo está motivado a oponerse o e n el que no quiere ser t r a t a d o como miembro. Los grupos de pertenencia real a menudo sirven a la misma persona tanto como grupo de referencia positivo y negativo a la vez., de distintas maneras. Un adolescente americano, por e j e m p l o , puede compartir muchas de las actitudes comunes de s u familia, y su familia puede querer tratarle como a quien pertenece y comparte sus normas. En t a le s aspectos, la familia le sirve como grupo positivo de referencia. Pero el puede repudiar algunas de sus actitudes comunes, por ejemplo participación en el culto o la a c titud. Respecto al uso del tabaco. Con respecto a estos objetos comunes, su fami l ia le sirve de grupo de referencia negativo, si su conducta está de hecho influenciada por su motivación a oponérseles. Algunas veces esto ocurre por medio de una aguda rebelión, entonces el adolescente busca emanciparse de sus padres. Más comúnmente, sin embargo, tal rebelión del adolescente es influenciada por grupos de referencia positivos, su pandilla por ejemplo, tanto como por g rupos de re f e renc ia negativos, tal como su familia. Es posible que muchas actitudes, particularmente aque llas que están intensamente mantenidas, estén reforzadas en esta forma d u a l . Están ancladas tanto en grupo de referencia negativos coma positivos. Nuestros típicos adolescentes americanos, por ejemplo, basan su actitud rebelde, tanto en la resistencia a sus padres como en el deseo de parecerse a los otros miembros del grupo de s u misma edad. Algunos católicos romanos , afirman sus actitudes anticomunistas tanto en su lealtad a su iglesia como en su oposición a los grupos comunistas. Tales actitudes son particularmente difíciles de cambiar. Si una de las bases se ve debilitada, el sujeto se aferra más firmemente a la otra. (Este particular fenómeno de resistencia al cambio de a c t i tud será examinado en el próximo capitulo). ALGUNOS ESTUDIOS DE GRUPOS DE REFERENCIA Los psicólogos sociales, recién ahora han comenzado a estudiar las actitudes en términos de grupos de referencia. Sin embargo, ha comenzado a acumularse un cuerpo de datos concernientes a ello. Resumiremos brevemente algunas de es tas pruebas. Variación experimental de grupos de referencia S e g ú n una experiencia de Charters y Newcomb, en una clase de 1300 estudiantes de psicología elemental, todos aquellos que previamente se hablan identificado a sí mismos como católicos romanos fueron divididos en tres grupos iguales, seleccionados al azar. El grupo A asistió aclase en los momentos y lugares usuales junto con otros 1000 estudiantes. A los individuos del grupo B puestos en un salón más pequeño no se les dijo nada acerca de la razón de su asignación a ese grupo. Estos grupos sirvieron como grupos de control. El grupo C, grupo experimental también se reunió en un salón más pequeño y se les dijo que habían sido puestos juntos en su calidad de católicos porque se necesitaba su ayuda para perfeccionar una escala de actitudes destinadas al miembro de la iglesia católica romana. Los tres grupos respondieron anónimamente a las mismas ser i e s de enunciados acerca de actitudes, sólo una pequeña porción de los cuales eran en efecto específicamente relevantes para un miembro de la iglesia católica. Estos enunciados particulares se expresaron en forma tal que los sujetos pudieran responder a ellos como miembros de la iglesia católica, miembros de un curso de psicología o de otros grupos. Como ejemplos había: "La última naturaleza de l hombre y de la moral es un asunto de fe más bien que de un juicio c ient í f ico" y "Deberíamos adoptar muy lentamente una legislación que se interfiere con el juicio de los padres acerca de la educación y empleo de sus hijos". La hipótesis fue que, los sujetos que habían sido experimentalmente influenciados para que hicieran uso de la iglesia católica como grupo de referencia, responderían con más probabilidades, a los enunciados de la manera prescripta para los católicos, que aquellos que no habían sido influenciados en ese sentido. La hipótesis fue confirmada por casi todas las preguntas de relevancia para el experimento. Las diferencias promedio entre el grupo experimental y los de control fueron lo suficientemente grandes como pa ra no a t r i bu i r l o a l a za r . (A o t ros grupos seleccionados en forma similar le fueron presentados enunciados asignados para judíos y protestantes evangelistas, por varias razones, los resultados de esta parte del experimento fueron menos claros) . El experimento no tenía como propósito cambiar actitudes sino sólo demostrar que sus expresiones están influenciadas por el grupo a l que están referidas est o es, las normas de grupo en cuyos términos los s u j e t o s percibieron los enunciados. Para algunos de estos sujetos, indudablemente, ser miembro de la iglesia era tan importante que las actitudes fueron referidas al grupo-iglesia aún en la situación de control. Sin embargo, las respuestas de los sujetos de control católicos a los enunciados asignados a los católicos, se asemejaron más a las respuestas de los no católicos que a las respuestas de los católicos del grupo experimental. Esto sugiere, aunque no prueba, que la Iglesia no sirvió como grupo de referencia para l a mayoría de los c a t ó l i c o s de l g rupo de con t ro l . Una investigación sobre afiliación a clases Las entrev is tas celebradas con individuos que representan un corte t rans ve rsa l de la población masculina, blanca, adulta de los E.U. (Cen te rs 1949) incluyó 6 p r e guntas concebidas para probar orientaciones radicales o conservadoras, de las cuales, las siguientes son una muestra : "En huelgas o discusiones entre trabajadores y empleadores, ¿Ud géneralmente toma parte por los trabajadores o los empleadores?" "¿Con cuales de estos enunciados esta Ud. más de acuerdo? 1 ) La tarea importante del gobierno es garantizar a todas las personas un trabajo y standard de vida decente y estables. 2) “La tarea más importante del gobierno es asegurar que hayan buenas oportunidades para que cada persona se desenvuelva por sí misma" A los entrevistados se les hizo describir con algún detalle su propia posición ocupacional y responder ademes a esta pregunta: "Si a Ud. se le pidiera usar uno de estos cuatro nombres para designar su clase soc ia l , a cual diría Ud. que pertenece, clase media, clase baja, clase trabajadora o clase alta? E l investigador incluyó "clase trabajadora" y "clase baja" con el intento (exitoso según el resultado) de encontrar etiquetas que, s e g ú n fueran aplicadas por los interesados a sí mismos, los distinguiría realmente en t re s í , Un trabajo anterior (ver Cantril 1943) mostró que, si a los que responden se les da como alternativas para elegir solo clase alta, media y baja, prácticamente todos ellos eligen la segunda alternativa. El uso de estos términos no sugiere que alguna de estas “clases” exista realmente en términos absolutos. Estas preguntas estaban dirigidas más bien a despertar grupos de referencia distintos. El porcentaje de respuestas de toda la muestra está resumido en la tabla siguiente: Clase alta 3 Clase media 43 Clase trabajadora 51 Clase baja 7 no se no creo en las clases 1 100 Los entrevistados fueron luego interrogados acerca de cuál de los distintos grupos ocupacionales ("propietarios y agentes de pequeños negocios", "doctores y abogados", "trabajadores tales como mineros, camioneros y empleados de tienda") pertenecían a su clase. Las respuestas a estas preguntas juntas nos muestran con qué grupos ocupacionales en cada clase autodesignada, los individuos se identifican a sí mismos. Las diferencias entre aquellos que dicen pertenecer a la clase trabajadora y aquellos que dicen pertenecer a la clase media, es sorprendente. Por ejemplo, 40% de las respuestas que se manifiestan, como clase media incluyen doctores y abogados en su propia clase, pero sólo el 8% de la clase trabajadora los incluye; 63% de la clase media in c lu ye directores de negocios y talleres; pero sólo el 17% de la clase trabajadora lo hace; 24% de l a clase media y 82% de clase trabajadora incluye trabajadores de fabrica; 11% de clase media incluye mozos de café y confitería comparado con un 53% de la clase trabajadora. Dos hallazgos posteriores son de particular interés para la teoría de los grupos de referencia. Se preguntó a los entrevistados: "Si debe decidir acerca de si una persona pertenece o no a su clase, cuál de estos otros rasgos, piensa Ud. que es más importante saber: Cual es su familia; cuánto dinero tiene; que clase de educación tiene o cómo cree y siente a c e r c a de ciertas cosas. La última de estas respuestas fue por mucho la más común. Más de l a mitad de aquellos que contestaron dió esta respuesta: alrededor de 1/3 contestó "educación", y "familia" y "dinero" fueron mencionados cada uno por 1 / 5 (unos pocos individuos dieron m á s de una contestación). De acuerdo con este estudio, la mayoría de los americanos adultos, varones, blancos, evidentemente se identifican con aquellos cuyas actitudes h a c i a objetos comunes creen que son las suyas propias. Lo más significativo de todo esto es que, aún en el mismo grupo ocupacional, varían las actitudes con la identificación de clases. Entre los entrevistados de la zona urbana, clasificados como hombres de negocio, profesionales y empleados ( w h i t e - c o l l a r ) por ejemplo, 23% de aquellos que se consideran a sí mismos como pertenecientes a la "clase trabajadora", expresó actitudes "radicales" y 4 7 % actitudes conservadoras. De aquellos que se consideraron c o mo "clase media": sin embargo fueron expresadas las actitudes radicales sólo por un 6% y 74% de actitudes conservadoras. Estas diferencias en actitudes (entre aquellos que, aunque clasificados juntos por ocupación se identificaron a sí mismos con diferentes clases) son sólo apenas menos que las diferencias entre l as diferentes categorías ocupacionales (trabajadores manuales frente a hombres de negocios) prescindiendo de su identificación de clase. Estos hallazgos, junto con otras pruebas, llevan a la conclusión de que la identificación de clases, prescindiendo de la ocupación rea l , es casi tan importante para determinar estas clases de actitudes como el status ocupacional, prescindiendo de la identificación de clases. Estos datos representan sólo promedios degrupos de individuos clasificados diversamente, y hay por supuesto muchas excepciones individuales a los resultados generales. Este estudio indica claramente, sin embargo, que ciertas actitudes de un gran número de personas son mejor entendidas en términos de su grupo de referencia positivo que meramente en términos de su grupo de pertenencia ocupacional el cual puede, o no servir como grupo de referencia. Psicológicamente, a menudo, es menos importante preguntar "a qué grupos", las otras personas, consideran que Ud. pertenece que preguntar "a que grupos considera Ud. que pertenece". Un estudio de grupos de referencia de clase La mayor parte de los estudios de conductas relacionadas a la participación en clases sociales, han identificado cada posición de clase del individuo sólo sobre la base de un índice objetivo tal como renta u ocupación. Un investigador (Steiner, 1948) que estaba interesado en la deseabilidad o indeseabilidad relativa a varios rasgos de la personalidad, usó tanto el índice ocupacional de pertenencia a clases como la declaración directa de los sujetos acerca de la clase que ellos se consideran miembros, como en el estudió precedente. De esa manera, fue capaz de asignar a cada sujeto una posición de clase tanto por medio de un índice objetivo (ocupación) como por uno subjetivo (autodesignación). Era presumible que el último indicaría la clase, que servirla como grupa de referencia. El investigador sometió una lista de 44 adjetivos descriptivos, concernientes a rasgos de la personalidad a 339 estudiantes secundarios en un suburbio industrial de Detroit. Se les pidió que asignaran un valor de 1 a 10 a cada palabra indicando cuan valioso ellos lo consideraban como rasgo en sus amigos. Una calificación de 10 indicaba que el rasgo era muy valioso, y 1 indicaba que era muy indeseable. Los primeros 10 adjetivos incluidos en la lista eran: inteligente, ingenioso, sofisticado, alerta, sagaz, astuto, imaginativo, estúpido, ignorante y ocioso. De particular interés para este investigador eran las divergencias que pudieran ocurrir cuando la auto-localización no coincidía con el índice objetivo. Los estudiantes que se colocaron a si mismos en la clase media, aunque el índice ocupacional de su padre los situaba en clase trabajadora; ¿serían más parecidos a aquellos asignados a la posición clase-trabajadora por ambos índices? ¿o más parecídos a aquellos asignados a una posición de clase media por los índices? El grado de parecido esta basado en la forma que los estudiantes calificaban los rasgos personales. Primero, el investigador tenia que encontrar en qué forma los juicios de los rasgos de personalidad hechos por los sujetos de la clase trabajadora difieren de aquellos de la clase media. (Sólo estos dos grupos fueron analizados, puesto que pocos entrevistados se identificaron a sí mismos en la clase alta o baja). Para realizar esto fueron seleccionados dos grupos de 70 sujetos entre aquellos que respondieran e l cuestionario. El grupo que servia como cr i te r io de clase media lo integraban todos aquellos sujetos clasificados objetiva y subjetivamente como clase medía. El grupo de clase trabajadora estaba compuesto por todos los sujetos clasificados como clase trabajadora según los 2 índices. Los miembros de cada grupo fueron divididos por sexo y religión. El examen del promedio de evaluación de deseabilidad de 44 rasgos mostró que 19 de ellos fueron evaluados en forma tan diferente par los dos grupos de criterio contrastante como para indicar que representan verdaderas diferencias y no meras ocurrencias del azar. Estos 19 rasgos fueron seleccionados para posterior análisis. ¿Qué pasa en aquellos en los qué su autolocalización difiere de su objetiva posición de clase? Entre aquellos que eran de clase media según la ocupación del padre pero que aseguraban ser miembros de la clase trabajadora se encontró que la evaluación promedio de los rasgos personales era más parecida a las evaluaciones del grupo de criterio de clase trabajadora que aquellos del grupo de criterio de clase media. De hecho, la evaluación promedio de estos estudiantes distaba un 75% de la media del grupo de c r i t e r io de clase media en dirección a la media del grupo de criterio de clase trabajadora. En cinco de los rasgos, la evaluación media estuvo de hecho más allá de la media del grupo de clase trabajadora. Esto es, los estudiantes de clase media para quienes la clase trabajadora sirve de grupo de referencia dan evaluaciones de tipo de clase trabajadora a estos 5 rasgos que eran más extremos que los de los estudiantes de clase trabajadora según los 2 índices. Cuando se tomaron como constantes el sexo y la religión, apareció la misma tendencia. Para los estudiantes que por ocupación pertenecen a la clase trabajadora, y que se consideraron a sí mismos como de clase media, los resultados son menos claros. Sólo 12 de los 19 rasgos tenían una evaluación promedio por miembros de este grupo que se orientaba en dirección al grupo de criterio de clase media. El promedio de las 19 evaluaciones indicaba que estaban alejadas sólo un 15% de la evaluación promedio del grupo de criterio de clase media. No es segura la interpretación de que los grupos de referencia de la clase media tengan una pequeña influencia sobre las evaluaciones de los estudiantes colocados objetivamente en la clase trabajadora. El investigador sugiere que se requiere una motivación más fuerte para una persona de clase media para colocarse a sí misma en la categoría de clase trabajadora de acuerdo al índice objetivo, que para una persona que objetivamente pertenece a la clase trabajadora, se asigne a sí misma, la clase media. El valor prevalente en América es aspirar a una clase más alta y las personas que siguen el camino inverso deben tener una motivación mucho más fuerte para hacerlo. Si este es e l caso, puede indicar, también que la clase social sea más efectiva como marco de referencia para estas personas qua para otras. Cualquiera que sea la explicación, la última parte de la experiencia muestra convincentemente que el grupo que sirve a l individuo como marco de referencia influencia sus actitudes. Los marcos de referencia individuales están socialmente influenciados en primer lugar porque las personas e s t á n movidas o pertenecen a grupos. Al compartir los marcos de referencia de los otros miembros de tales grupos les está permitido comunicarse libremente con e l los, y así ellos comienzan a compartir las actitudes comunes de esos grupos. La conducta de una persona, está a menudo más influenciada por la motivación que le lleva a relacionarse con el grupo que por su participación real en é l , y así necesitamos saber tanto acerca de sus grupos de referencia como de sus grupos de pertenencia. En el capitulo 9, al considerar la importancia de los modos en que una persona se percibe a s í misma, tendremos oportunidad de referirnos nuevamente a grupos de re fe renc ia . Quedará c l a r o que los grupos de referencia proveen de marcos de referencia para percibirse a sí mismo. En este capítulo notemos principalmente que las actitudes están necesariamente determinadas por el marco de referencia personal, los que a su vez, están muy influenciados por l a re lación motivacional a varios grupos
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