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• • N J l en el ep1gob10 Custodia procesional de More/la. Labrada por el orfebre morellano Ber- na/ Santa línea en 1394. Dibujo a pluma del pintor morellano Joaq11i11 O/iet Crue/La. gótíco balencíano Por Arturo Zaragozá Catalán El escultor, arquitecto y tratadista italiano Anto- nio Averlino, quien adoptó el nombre griego de "Fila- rete" (amante de la virtud), describió la cultura artística del entorno que le precedió y que todavía le rodeaba, en su Trattato d'Arquitectura. En este tra- tado, redactado entre 1460 y 1464, Filarete se expre- saba en los siguientes términos: " ... Italia se vió inundada de costumbres y tradiciones traídas del otro lado de los Alpes, no por verdaderos arquitectos, si no por pintores y sobre todo orfebres, que hacían lo que les gustaba y entendían; por lo cual se alzaron edifi- cios en forma de tabernáculos e incensarios y este estilo o manera vino del otro lado de los Alpes, o sea, de los alemanes y franceses". (1) Creo que la afirmación de Filarete no es, única- mente, un comentario peyorativo, si no que es, al mismo tiempo, una descripción precisa de gran parte de la arquitectura europea del siglo XV. Al menos el episodio cuatrocentista valenciano permite ilustrarla ampliamente. 9 El texto de Filarete invita, igualmente, a aden- trarse en la exploración de las intenciones artísticas que se esconden en las arquitecturas tardogóticas. Las construcciones de esta época presentan, general- mente, soluciones estructurales muy alejadas de las levantadas por el gótico clásico. De las sólidas y expe- rimentadas bóvedas de crucería se pasa -en el episo- dio valenciano- a las novedosas bóvedas aristadas, a las bóvedas de rampante redondo} a las plementerías tabicadas. Estas disposiciones constructivas se funda- mentaban en una inusitada mecánica estructural y obligaron a una continua experimentación técnica y formal. La consecuencia fue un nuevo pensamiento técnico y una distinta organización de la obra. Sin embargo el caso valenciano no fue aislado. Por toda la geografía europea pueden describirse fenómenos paralelos. Estos, lógicamente, son diversos en sus resultados como diferentes fueron los presupuestos de los que partieron. Creo que sólo ideas muy poderosas podían catalizar una evolución tan drástica de la arquitectura. Arqueta de los corporales de Uutxent. Foto Paco Alcántara. ORFEBRERÍA Y/O ARQUITECTURA Las relaciones entre las microarquitecturas y los grandes monumentos arquitectónicos del gótico han sido establecidas por Franc;ois Bucher bajo las siguientes premisas: muchos objetos y diseños reali- zados a partir de fines del siglo XIII muestran como la teoría del diseño aplicada a los pequeños objetos fue idéntica a la usada en las grandes estructuras; los contratos muestran como los límites entre la metalis- tería, la carpintería, y la construcción eran fluidas; las invenciones estilísticas eran desarrolladas en obras pequeñas y transferidas a la arquitectura; Eventualmente la tendencia morfológica realizada en pequeños objetos hizo que estos llegaran a ser tan sofisticados que no pudieron transformarse en edifi- cios. Estos objetos, por una extraña inversión, se con- virtieron en meros refugios de microarquitectura. (2) 10 Púlpito de la iglesia arciprestal de Sant Mateu. Foto Arxiu Mas. Bucher ha insistido, igualmente, en que la actitud medieval hacia las microarquitecturas es difícilmente comprensible desde nuestro desritualizado siglo XX. El concepto de relicario, especialmente cuando con- tiene la eucaristía, era considerado como una mate- rialización de la Jerusalén Celestial. No es de extrañar que a medida en que quedaba asentada la teoría del diseño gótico los arquitectos comenzaran a usar las obras pequeñas como laboratorio de refina- miento estilístico. Uno de los ejemplares propuestos por Bucher, y que viene al hilo del texto inicialmente citado de Fila- rete, es el grabado de un incensario, hecho a buril, del grabador Martín Schongauer (hacia 1480-91), que sirvió más de una vez de modelo para la producción Anverso de La cruz del "Peiró de Santa Llúcia" en More/la. Foto Pasqual Mercé. de tales objetos de culto (3). Puede repetirse para este grabado las palabras con las que Panofsky ha carac- terizado la obra de su autor: "Los grabados de Schongauer se afirman como obras consumadas, de un acabado sin defecto, de un equilibrio perfecto, bañadas de una atmósfera de inigualable dignidad" (4). El grabado-proyecto de un incensario pese a representar una obra de orfebrería de pequeño tamaño remite a formas arquitectónicas y está cons- truido con el mismo cuidado que el proyecto de una gran catedral. Aunque las conexiones entre las microarquitectu- ras y las grandes estructuras arquitectónicas no han sido todavía convenientemente examinadas, puede citarse un ejemplo milanés que Filarete debía tener presente cuando redactaba su trabajo; El estrecho parentesco, señalado por Antonio Cadei, entre el 11 Claves del coro alto de la iglesia arciprestal de Santa María de Morella. Fotos Arturo Zaragozá. diseño de una famosa obra de orfebrería milanesa, la custodia de Volgera, y los peculiares pilares de la cate- dral de Milán. Estas correspondencias son extensibles al remate de la misma custodia (una arquitectónica aguja medieval) y a un perdido proyecto de cimborrio de la misma catedral (5). Acudiendo al episodio gótico valenciano, pode- mos ver como se desarrolla el mismo fenómeno des- crito. Durante la Edad Media las comarcas del norte valenciano: la ciudad de Morena y sus términos, y los territorios del Maestrazgo dela Orden de Santa María de Montesa, fueron un animado cruce de cami- nos con una economía floreciente. El auge mercantil estaba basado en la exportación de la lana con destino a la industria de paños de la Toscana. El intercambio comercial abrió el territorio a diversas influencias culturales. A finales del siglo XIV se había sentado en Fuente del castillo de PeíUscola con las armas del Papa Benedicto XXlll. Actualmente pila bautismal de la catedral de Tortosa. Foto Heredio. esta zona una prestigiosa escuela de orfebres ( 6 ). Al mismo tiempo aparece en estas comarcas un arte de corte de piedras cuyos diseños parecen depender totalmente de composiciones de orfebrería. Puede ponerse como ejemplo de lo dicho la medieval, y hoy descabalada, cruz de término de pie- dra, o peiró, de la población de Portel1 de l\1orella. En esta construcción se ha sustituido el capitel, o ma11- fa1za, que sirve de base a la cruz, tradicionalmente esculpido con imágenes, por un típico diseño de orf e- bre: un pétreo nudo o corona cabujones dispuestos en losanje. El diseño de este elemento es exactamente igual al que adorna el coetáneo caliz cuatrocentista de la parroquia del lugar o al de la cruz procesional de la vecina localidad de Cinctorres. En realidad lo dicho sobre la cruz de término de Porten es extensible al diseño de la mayor parte de la 12 amplia serie (mu} destrozada en la última guerra civil) de cruces de término de estas comarcas. La reciente restauración del peiró llamado de Santa Lucía, en .Morella, ha permitido rescatar el asom- broso preciosismo del trabajo de la piedra con bajore- lieves dispuestos a modo de obra de platero. En algunos casos la tipología de las cruces, la calidad de las imágenes y la composición general remiten la autoría de estos diseños al afamado taller de los orfe- bres Santalínea de l\!lorella (7). La documentación muestra como estas cruces iban policromadas; un contrato sobre la construcción de un peiró del entorno de J.\,lorella datada en 1414, habla de dorar la piedra e obrar lo dit peyró be segons se pertany e ah lo or e colós que 11ecesaris hi serán. Otro documento sobre la construcción de una cruz de término de Vilareal, datada en 1494, indica que E tola la dita creu e esmatges e armes daurades e colós, segóns tals obres requirene han menester (8). La apariencia de Fuente de la plaza de la Trinidad. Xativa. Foto Museu de L'Almolí. estas obras, una vez acabadas, debía ser extraordi- nariamente similar a obras de orfebrería. Otra pieza digna de ser reseñada es el perdido (en la misma guerra civil) púlpito de la iglesia arciprestal de Sant Mateu. Una caja de planta rectangular, cerrada por una elaborada tracería se levantaba sobre una columnilla octogonal. Solamente sus dimensiones y el material -la piedra- lo diferencian de muchos reli- carios de la misma época. (9) Pero no son sólo piezas de mobiliario religioso, ni la influencia del orfebre se limita a las comarcas del norte valenciano. La fuente de la plaza del Cid en Xátiva, y la construida para el castillo de Peñíscola, cuando fue utilizado como residencia del papa Bene- dicto XIII muestra, igualmente, su dependencia de la coetánea platería cuatrocentista. La primera está for- mada por una trabajada copa octogonal, soportada por una fina caña y queda rematada por una estirada 13 Lignum Crucis de Clemente Vlll. Iglesia parroquial de Peíiíscola. Foto Arxiu Mas. piramide de planta también octogonal decorada con fronda y rematada por una macolla. La fuente de Peñíscola está formada por una copa octogonal deco- rada en sus caras, alternativamente, por cabezas de leones y por escudos papalares similares, éstos, a los que conocemos por miniaturas y obras de orfebrería procedentes de la corte papal de Aviñon. Actualmente esta pieza se custodia en la catedral de Tortosa, donde se utiliza como fuente bautismal. Su similitud a un gigantesco caliz es notable. La huella del orfebre no quedó únicamente en obras de pequeña dimensión. Su rastro puede seguirse igualmente en la arquitectura monumental. La portada de las Vírgenes de la arciprestal de More- Ha se caracteriza por un tímpano calado con filigra- nas pinjantes. Su peculiar diseño muestra como la formación del artista que ha diseñado esta portada proviene de la orfebrería. Similar análisis puede Caíia de la custodia de la parroquia de Traiguera. Foto Pasqual Mercé. 14 hacerse del coro alto de la misma iglesia que se adorna con la lahor de claraboya con crestería. En ambos casos este característico diseño va asociado a habilísimos despieces de cantería y a un notable avance en el dominio de los maestros canteros sobre la estereotomía de la piedra. Con todo, la construc- ción más importante que muestra el influjo de los dibujos de un artista con formación de orfebre es el cimborio de la catedral de Valencia. Su similitud con los coetáneos modelos de custodias turriformes sólo es comparable con su arriesgado diseño estructural. Esta atrevida construcción, estructuralmente muy vulnerable, se mantiene en pie, probablemente, por ocultas ataduras de hierro. "Cn diseño de este tipo carente de contrafuerte~ ) arbotantes, expuesto a los vientos y a los asientos diferenciales, necesitado de un contínuo mantenimiento para evitar su ruina sólo ha podido ser concebido desde modelos ajenos a la for- mación del cantero arquitecto. (10) De la misma forma que lo hacen las arquitecturas construidas, la documentación de archivo muestra la influencia de los orfebres en el mundo del diseño; la obra de la fachada de alabastro del trascoro de la catedral de Valencia se contrató entre el maestro can- tero Jaume Esteve y el cabildo en 1415, conforme a unas capitulaciones en las c¡ue, reiteradamente, se alude a una mostra, o dibujo, en la que el proyecto de fachada estaba deboixat e pintat en un gran pergamí. Al finalizar la obra, en 1424, hubo desavenencias entre los contratantes. La obra fue al final parcial- mente demolida basándose en el informe de los peri- tos. Fueron éstos el famoso platero de la catedral Berthomeu Coscollá y el maestro cantero Pere Bala- guer. La inesperada presencia de un platero juzgando una obra de cantería sugiere una pregunta ¿había sido, acaso, Coscollá el autor de la mostra dibujada con la que se había contratado la obra?. (11) No deja de ser significativo que los hijos de presti- giosos maestros de cantería no siguieran el oficio de sus padres sino que fueron orfebres. Tenemos noticia documental de dos casos. En 1407 el famoso orfebre morellano Bernat Santalínea recibe como aprendiz o discípulo, mediante contrato, a Joan Durá, hijo del importante mestre de fer iglesies, Berthomeu Durá (12). Del más famoso maestro de cantería del cuatro- cientos valenciano, Pere Compte, sabemos que tuvo dos hijos; uno fué sacerdote y el otro orfebre (13). Seguramente influiría en estos casos que el aprendi- zaje del dibujo más sofisticado, había pasado a ser, en gran parte, dominio de la formación del orfebre. Es ilustrativo al respecto que el escudo del gremio de pla- teros de Valencia estuviera formado por una escuadra y un compás (14). ~liguel Falomir ha señalado como de entre todas las profesiones artísticas de la Valencia Bajomedieval, la platería no sólo fue la que contó con un mayor número de practicantes, si no que estos dis- frutaron de un prestigio social y de una posición eco- nómica incalzanzable para el resto de sus colegas (15). Aparte de las razones socioeconómicas propuestas por Falomir, no sería ajeno a este prestigio la sanción bíblica que prestaba a este oficio el que hubieran sido dos orfebres; Besalel y O/zoliab a quien Dios, a través de Moisés, había designado como artífices de su pri- mer santuario. (Exodo 35.30) Ayudó, sin duda, a la preeminencia de los orfe- bres en el diseño, el nuevo gusto por el abigarra- miento decorativo y por los materiales costosos. Ejemplo de ello, en el área valenciana, es la descrip- ción de la tumba del heróe literario por autonomasia del siglo XV valenciano: Tirant lo Blanch, El heróe, al morir, es enterrado en una tumba de alabastro levan- tada sobre leones labrados y adornada con letras de oro y esmaltes. La novela de Martorell relata que la tumba estaba "dentro de una capilla de bóveda, cuyos arcos erán de pórfido y se apoyaban sobre cuatro ¡ l·- 1-~ t'. ~;.-..=--.-- 1 .. r· ' . . - ,-, ___ . 1-- -:_. ¡:-_ - ~~~~~~~~~~~ ~:. __ ¡::7 ,-,- ~ - 1.:--· Fachada norte del crucero de la catedral de Valencia. Según George Edmud Street. Somme Account of Gothic Architec- ture in Spain. Londres, 1865. 15 Caíia de la cruzprocesio11al de los Comí de Sa11t Mateu. Foto Arxiu Mas. Custodia de la parroquia de Traiguera. Detalle. Foto Pasqual Mercé. columnas de jaspe y la clave del crucero era de oro macizo, guarnecida por muchas perlas finas ... el pavi- mento era de mármoles y las paredes estaban cubi~r- tas de brocado carmesí. Únicamente la tumba quedaba al descubierto". (16) La tesis de Bucher se hace nuevamente razonable en el episodio valenciano. La inconstructible Jerusa- lén Celestial como arquitectura hizo derivar el diseño hacia la microarquitectura. Sólo así puede entenderse la micro "arquitecturización" de la escultura y de la orfebrería. De la primera podemos ver como algunas claves de bóvedas ( elementos que en el gótico clásico habían pertenecido al dominio de las imágenes escul- pidas) toman modelos arquitectónicos. La clave de la sala del reloj de la torre de la iglesia arciprestal de Sant Mateu (seguramente construida por el maestro 16 Detalle del dosel de la cátedra de San Pedro de la homónima tabla medieval de Cinctorres. Berthomeu Durá cuyo hijo estudiaba para orfebre) es un complejo y riquísimo rosetón de elaborado dibujo como no existe otro construido en toda la arquitec- tura gótica valenciana, y las cla,es del coro alto de la arciprestal de Morella no son en definitiva, mas que maquetas de edificios abovedados con planta central, labradas al modo de los doseles arquitectónicos. yendo, por fin, al mundo de la estricta orfebrería puede verse como la larga ) espléndida serie de custodias turriformes del cuatrocientos valenciano (Xátiva, Burriana, Vilareal,Ontinyent...) objetos que alojan la más preciada presencia, el Corpus Christi, se disponen al modo de arquitectónicas aunque pequeñas cate- drales de oro y pedrería. Las tracerías, agujas, arbo- tantes y bóvedas de crucería de oro, o plata sobredorada, muestran unas arquitecturas que ya no podían -ni acaso necesitaban- pasar a mayor tamaño. Custodia de Burriana. Foto Pasqual Mercé. 17 NOTAS (1) Sigo la traducción, no literal de ERWIN PANOFSKY en Renacimiento y renacimientos en el arte occidental, Alianza editorial, Madrid, 1975, pág. 58. Para una traducción literal del texto de Filarete véase, Antonio Averlino, "Filarete"; Tratado de Arqui- tectura, edición de Pilar Pedraza, Ephialte, Instituto de Estudios iconográficos, Vitoria-Gasteiz 1990, pág. 227. (2) BUCHER, FRAN<;OIS; "Micro-Architecturc as the "idea" of Gothic Theory and Style". GESTA; vol. XV (1 y 2), 1976. (3) BIALOSTOCKI, "L'Art du XV Siecle", le livre de poche, 1993, pág. 222. (4) BIALOSTOCKI; op. cit. pág. 224. (5) CADEI, ANTONIO. "Cultura artística delle catedrali: Due esempi a Milano". Arte Medievale, 11ª Serie, Anno V, n.º 1, 1991. (6) BETÍ BONFILL, MANUEL. Los Santalínea orfebres de Morella, S.C.C. (Sociedad Castellonense de Cultura), Castellón, 1928. (7) Al menos uno de los miembros de esta familia está documentado como imaginero, BETÍ BONFILL, op. cit. pág. 28 y SS. (8) SIMO CASTILLO, J. B. "Document referent a la construcció d 'un peiró (en Xiva - Els Ports)", C.E.M. (Centro de Estudios del Maestrazgo) Boletín n.º 16, Octubre - Diciembre 1986. DOÑATE SEBASTIÁ, J M.3, Efemérides, cruces de término, historia y evolución de nuestro escudo, Villarreal, 1970. (9) GIL CABRERA, J. L. "Arqueta-ostensori deis Próxita" en Xátiva, Els Borja, una projecció europeu, págs. 161-164. Xátiva, 1995. (10) BÉRCHEZ, JOAQUÍN Y ZARAGOZA, ARTURO, "Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María (Valencia)". Monumentos de la Comu- nidad Valenciana, Tomo X, Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, Valencia, 1995, pág. 15 y ss. (11) SANCHIS SIVERA, JOSÉ "Arquitectos y escultores dela catedral de Valencia", A.A.V. (Archivo de Arte Valenciano), Valencia, 1933, pág. 17-24. 18 (12) Berthomeu Durá era maestro de obras de la iglesia de Sant Mateu. BETÍ BONFILL, op. cit. pág. 21 y PUIG, JUAN "Canteros en Catí", B.S.C.C. XXIII, 1947, pp. 99-101. En el Maestrazgo los orfebres pudieron no sólo dar modelos a los maestros de obra sino, incluso a los pintores. En opinión de Elías Tormo "El secreto vigor, sobriedad y gran parte de ese arte del Maestrazgo tiene allí su explicación cumplidísima. Valentín Mon- tolíu ... no se educó dibujante en un gremio de pinto- res ... más bien en la tarea de dibujar y grabar con mano fuerte y sintética sobriedad sobre placa dorada de plata, figuras que iban a cubrirse enseguida de esmaltes translúcidos; era y se formó, como colabora- dor de la hasta hace cuatro años desconocidas y nunca bien estudiada orfebrería de San Mateo y de Morella". - Citado por BETÍ BONFILL, op. cit., pág. 77. (13) FALOMIR FAUS, MIGUEL, Arte en Valen- cia 1472-1522, Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Valencia 1995, pág. 132. (14) TRAMOYERES BLASCO, LUIS, Institucio- nes gremiales, Valencia, 1889, pág. 113. (15) FALOMIR FAUS, op. cit. pág. 142. (16) Tirant Lo Blanch, edición castellana de Alianza Editorial, 1969, T. 11, pág. 478. Clave de la crucería de la sala del reloj de la torre campanario de Sant Mate11. Foto Arturo Zaragozá.
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