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a139765_Cornejo_K_Bruxismo_del_sueño_en_niñas_2020_Tesis

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Facultad de Odontología 
 Departamento de Odontopediatría 
 
 
“BRUXISMO DEL SUEÑO EN NIÑAS(OS) Y SU RELACIÓN CON 
PANTALLAS, CONSUMO DE AZÚCAR Y MALNUTRICIÓN POR 
EXCESO EN PANDEMIA.” 
 
Tesis de pregrado para optar al título de Médico Cirujano Dentista 
 
Docentes Tutores: 
Valeria Carrión Machuca 
Juan Fernando Oyarzo 
 
Autoras: 
Karina Cornejo Guzmán 
Camila Jofré Salinas 
 
Santiago,Chile 
 2020 
 
Agradecimientos 
 
Quiero dedicar y agradecer a mi madre por el apoyo brindado, a mi compañero por 
todos estos años de aguante, a mi compañera de tesis y amiga por el compañerismo 
incondicional y finalmente a nuestros docentes tutores por la guía brindada. 
 
Karina Cornejo Guzmán 
 
 
Agradezco a mi tío por ser el motor principal que me inspira a ser mejor cada día y por 
estar incondicionalmente a pesar del difícil camino, manteniéndose firme en cada paso; 
a mi padre por financiar mi carrera y a mi compañero por su entrega al compartir en 
esta travesía. 
Quiero agradecer a mi compañera de tesis por su apoyo y trabajo para lograr este 
proyecto y a nuestros tutores por orientarnos durante estos meses. 
 
Camila Jofré Salinas 
 
 
1 
Índice 
 
Resumen……………………………………………………………………………..6 
Introducción………………………………………………………………………….7,8,9 
Marco teórico……………………...…………………………………………….....10-34 
1.Bruxismo……………………………………………………………………….....10
1.1 Clasificación…………………………………………………………....10
1.2 Epidemiología…………………………………………………………..11
1.3 Etiología…………………………………………………………………11 
 1.3.1 Factores centrales……………………………………………...…12, 13, 14 
 1.3.2 Factores locales…………………………………………………...14 
 1.3.3 Factores genético…………………………………………………15 
 1.4 Cuadro Clínico en niñas/os………………………………………….15 
 1.4.1 Facetas de desgaste…………………………………………….16 
 1.4.1.1 Índice de desgaste dentario (TWI)...................................16, 17, 18 
 ​1.5 Categorías diagnósticas de bruxismo………………………………18
2. Malnutrición por exceso infantil y consumo de azúcar……………………..19 
2.1 Prevalencia…………………………………………………………...20
2.2 Entorno de malnutrición por exceso…………………………….20, 21, 22, 23
2.3 Dieta Americana…………………………………………………….23
2.4 Indicadores antropométricos para medir el estado nutricional…24 
 2.4.1 Peso para talla (P/T).............................................................24 
 2.4.2 Peso por edad (P/E).............................................................24 
 2.4.3 Talla para edad (T/E).............................................................25
 2.4.4 Índice de masa corporal (IMC) (Kg/m2)……..….……...25,26 
 ​2.5 Recomendaciones de consumo de azúcar…………...…...27 
 ​2.6 El azúcar como recompensa…………………………….....27 
 
 
2 
3. Pantallas……………………………………………………………………….28 
 3.1 Aparatos tecnológico……………………………………………...28 
 3.1.1 Uso de pantallas………………………………………………29 
 3.1.2 Recomendaciones de uso…………………………………...29 
 3.2 Efectos en los niños………………………………………………30,31 
4. La cuarentena como diario vivir…………………………………………….32 
 4.1 Síntomas frecuentes en cuarentena…………………………….33 
 4.2 Recomendaciones asociadas a la cuarentena………………...33,34 
 4.3 Recomendaciones de consumo de alimentos………………….34 
Pregunta de Investigación……………………………………………………...35 
Hipótesis………………………………………………………………………….35
Objetivos………………………………………………………………………….35,36
Objetivos Generales…………………………………………………….35
Objetivos Específicos…………………………………………………...36
Materiales y Método……………………………………………………………..37
Muestreo………………………………………………………………….37
Criterios de Inclusión/exclusión………………………………………..37
Ética……………………………………………………………………….37
Procedimiento…………………………………………………………...38-43
1. Encuesta Dietética…………………………………………...38,39
2. Tiempo de exposición a pantallas………………………….40
3. Examen Nutricional…………………………………………..41, 42
4. Reporte de Rechinamiento nocturno……………………….43
Resultados………..……………………………………………………………...44-57 
 1. Distribución por género, edad y nacionalidad de los participantes…..44,45 
 2. Presencia de Bruxismo del sueño reportado por terceros…………....46 
 2.1 Frecuencia y síntomas del reporte de rechinamiento dentario…..47,48 
 3. Situaciones de estrés en pandemia……………………………………..49,50 
 4. Uso de pantallas y cantidad de horas frente a ellas………………….51,52 
3 
 
 5. Cantidad de azúcar consumida y el estado nutricional de las niñas(os).........53 
 en la situación sanitaria covid-19. 
 6. Correlación del consumo azúcar, malnutrición y pantallas con BS probable..54 -56 
 7. Correlación del bruxismo del sueño con el estrés producto de la pandemia...57 
Discusión………………………………………………………………………………...58-62
Conclusión……………………………………………………………………………….63-64 
Bibliografía……………………………………………………………………………….65-74
 
 
 
4 
Índice de tablas y gráficos 
 
Tabla 1: ​Clasificación nutricional OMS……………………………………...………….26 
Tabla 2:​ Clasificación nutricional MINSAL según rango etario……………………....26 
Tabla 3:​ Clasificación Nutricional MINSAL……………………………………………..42 
Tabla 4: ​Característica de la muestra…………………………………………………...44 
Tabla 5:​ Situaciones estresantes para las niñas(os)................................................51 
Tabla 6:​ Utilización de pantallas………………………………………………………....52 
Tabla 7:​ Gramos totales de azúcar consumidos en pandemia………………………53 
Tabla 8: ​Valores de media, desviación estándar, min. y máx. de la variables……..54 
Tabla 9: ​Correlación bruxismo del sueño con aumento consumo de azúcar, ……..55 
malnutrición por exceso y uso de pantallas en pandemia. 
Tabla 10: ​Correlación malnutrición por exceso con uso de pantallas……………….56 
Tabla 11: ​Bruxismo del sueño y su relación con estrés……………………………...57 
 
Gráfico 1:​ Proporción según rango etario……………………………………………...45 
Gráfico 2:​ Reporte de rechinamiento nocturno según rango etario………………....46 
Gráfico 3:​ Frecuencia de rechinamiento nocturno…………………………………….47 
Gráfico 4:​ Sintomatología matutina……………………………………………………..48 
Gráfico 5: ​Presencia de estrés en cuarentena………………………………………...49 
Gráfico 6:​ Estado nutricional según rango etario……………………………………...53 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
Resumen 
 
Los avances tecnológicos han producido cambios en los estilos de vida afectando el 
desarrollo sociobiológico, actualmente la crisis sanitaria agudizó el uso de estos 
recursos acentuando los hábitos obesogénicos, afectando la calidad de vida y 
modificando las horas de descanso, es por esto, que la finalidad de este estudio es 
identificar la relación entre el bruxismo del sueño con el uso pantallas, consumo de 
azúcar y malnutrición por exceso en niñas(os) durante la cuarentena. Se analizaron las 
encuestas de 185 participantes de 4 a 13 años, los cuales cumplieron con los requisitos 
de inclusión. Los cuestionarios fueron contestados por los tutores a través de Google 
Form en un link publicado en páginas de Facebook de distintos colegios de la región 
metropolitana en Chile. Al analizar las variables de forma individual se observó que un 
76,2% de los participantes reportó rechinamiento nocturno informado por terceros y un 
82,7% aumentó el tiempo de exposición a pantallas. También los tutores reportaron un 
incremento en el consumo de alimentos azucarados y de malnutrición por exceso, 
afectando mayormente a la muestra que padecía sobrepeso u obesidad. Cabe 
destacar, que al correlacionar estas variables con bruxismo del sueño no se encontró 
significancia, por lo que nuestras hipótesis no son concluyentes estadísticamente 
debido a que diversos factores impidieron indagar en la correlación de las variables a 
estudiar, siendo una de las limitantes principales la cuarentena implementadapor la 
situación sanitaria, restringiendo la evaluación clínica e influyendo en el diseño 
investigativo, ya que al no poder conformar una numerosa muestra no se puede 
comparar un grupo control con uno experimental para contrastar resultados; a su vez, 
la modalidad online excluye a potenciales participantes que no tienen acceso a los 
sitios en que se implementó el estudio, afectando la representatividad muestral. 
 
Palabras claves: bruxismo del sueño, azúcar, pantallas, malnutrición por exceso, 
COVID-19. 
 
 
 
6 
Introducción 
 
 
Los diversos adelantos tecnológicos han producido cambios en los estilos de vida de 
la población, afectando principalmente los hábitos alimenticios. La calidad de vida de 
la sociedad actual ha demostrado, a través del tiempo, tener efectos no deseados a 
mediano y largo plazo en la población chilena. Las niñas(os) evidentemente no han 
quedado excluidas de esta situación, al contrario, son sometidas en edades 
tempranas a entornos de malnutrición por exceso y al uso deliberado de la 
tecnología, teniendo implicancias tanto en su desarrollo psicológico como físico, 
cultural y social. Diversos estudios aluden a los padres y/o tutores de las niñas(os) 
como responsables, al identificarlos como proveedores, directa o indirectamente, de 
las fuentes de alimentos ultraprocesados, especialmente dulces o golosinas que se 
administran a modo de calmar o premiar a las niñas(os). Estos comportamientos al 
ser reiterativos, elevan el consumo de azúcar en las niñas(os) favoreciendo la 
malnutrición por exceso y falta de actividad física al destinar más tiempo para comer y 
realizar actividades de tipo sedentarias. Por otra parte, nos encontramos viviendo la 
peor crisis sanitaria de los últimos cien años, donde los gobiernos tuvieron que 
cumplir con medidas sanitarias extremas, siendo una de ellas la cuarentena 
obligatoria(1). En enero del 2020 China fue el primer gobierno en decretar 
cuarentena, seguido a esto muchos países implementaron esta medida para frenar la 
propagación del COVID-19. En Chile el 16 de marzo del 2020 se suspendieron las 
clases desde pre básica hasta estudios de nivel superior, se decretó cuarentena en la 
gran mayoría de las comunas de santiago y a lo largo del país. Abufhele y cols. 
mencionan que en Hong Kong, los síntomas más frecuentes descritos producto de la 
crisis sanitaria corresponden a inestabilidad emocional (73%), estrés, ansiedad o 
irritabilidad (57%) e insomnio (2). 
 
Debido a lo anterior, la cuarentena ha obligado a los estudiantes a incrementar la 
cantidad de tiempo frente a las pantallas, con el fin de presenciar clases en línea 
durante los últimos 6 meses, es por esto que diversas líneas investigativas han 
7 
averiguado sobre los patrones y comportamientos en las niñas(os), donde han 
encontrado que los padres usan las pantallas para tranquilizarlos, distraerlos o 
recompensarlos, además del uso cotidiano como comer (51%), leer (10%) o dormir 
(14%), afectando en su inteligencia socioemocional. Cabe destacar, que en la 
mayoría de los casos los contenidos a los que acceden las niñas(os) no tienen control 
parental pudiendo acceder a contenidos violentos o no aptos para su edad que 
incitan a recrear las situaciones visualizadas en la vida real; también pueden acceder 
a sitios que potencialmente vulneren su privacidad afectando la salud mental del niño. 
Se evidenció relación asociativa positiva entre padres e hijos que utilizan pantallas, 
influenciando las costumbres de los más pequeños, explicado a través de la 
activación de las neuronas espejo, encargadas de integrar actividades imitativas y 
comportamientos empáticos, donde las neuronas responden frente a estímulos 
visuales simples con acción motora; integrándose neuronalmente y repitiendo los 
hábitos de sus padres (3). 
 
Villagrán y cols. manifiestan el impacto de las pantallas a nivel físico y mental, en 
donde el síndrome visual informático cobra importancia al padecer síntomas como 
dolor, cansancio ocular y muscular, cefaleas, fotofobia y alteraciones en los horario 
preestablecidos, afectando de forma negativa la conducta alimentaria, estimulando el 
consumo nocturno de alimentos ricos en azúcares y favoreciendo el aumento de la 
adiposidad (4). La exposición lumínica sobre la retina afecta la producción de 
melatonina, alterando los ciclos del sueño, su calidad y duración. Domingues, 
sentencia que un mayor tiempo de exposición a pantallas se asocia con alteraciones 
en el desarrollo de habilidades cognitivas, físicas, problemas del sueño, ansiedad, 
depresión, malnutrición por exceso y aumento en el consumo de azúcar. 
 
Las variables a estudiar en niñas(os) sanas ya genera controversia por sus efectos 
negativos, por lo que es de esperar que en niñas(os) que padecen alteraciones del 
SNC tengan efectos aún más perjudiciales; es por esto que internacionalmente se ha 
estudiado el bruxismo desde distintas aristas, sin embargo, debido a las limitaciones 
metodológicas existen pocos estudios que relacionen la malnutrición por exceso, 
8 
consumo de azúcar y utilización de pantallas en simultáneo. Por lo cual, el presente 
estudio ha recopilado evidencia actualizada y orientada en el tema central, además 
de investigaciones que han observado y estudiado la estimulación cerebral en 
distintas estructuras anatómicas a través de conexiones vinculadas a 
neurotransmisores, núcleos sensoriales y homeostasis cerebral. 
 
Como autoras del estudio ponemos en manifiesto que, si bien, el bruxismo del sueño 
es multifactorial, se busca encontrar causas en cascada que tengan como 
consecuencia mayor reporte de BS probable informado por sus tutores. 
9 
Marco Teórico 
 
1. Bruxismo 
 
El bruxismo es considerado por el Consenso Internacional de bruxismo (2019) como 
una “Actividad muscular masticatoria que se caracteriza por apretar o rechinar los 
dientes y/o empujar la mandíbula” (5), con movimientos que producen contactos 
dentarios en distintos grados de intensidad que persiste en el tiempo (6). También, 
podemos encontrar un ruido tipo piedrecillas, intenso, que persiste en los eventos de 
bruxismo y es preocupante para los padres que pesquisan este comportamiento en 
las niñas(os) (7,8), por potencialmente generar consecuencias no deseables que 
alteran la calidad de vida (9), es por esto, la relevancia clínica de pesquisar esta 
condición en un etapa temprana para otorgar un tratamiento oportuno (8). 
 
1.1. Clasificación 
El bruxismo se puede clasificar como: primario o idiopático cuando no se reconocen 
patologías de base y secundario o iatrogénico, al estar asociado a problemas 
neurológicos, psiquiátricos, administración de drogas (9) u otras condiciones 
psicosociales o médicas (7). 
 
El bruxismo según sus manifestaciones fenotípicas circadianas, se presenta como 
Bruxismo del sueño (BS) y Bruxismo vigil (BV). El BV se considera como “una 
actividad muscular masticatoria durante la vigilia que se caracteriza por un contacto 
dental repetitivo o sostenido, que empuja la mandíbula y no es un trastorno delmovimiento en individuos sanos.” En cambio, el BS presenta una fisiopatología 
distinta, que corresponde a “una actividad muscular masticatoria que durante el 
sueño se caracteriza como rítmico (fásico) o no (tónico) y que no es considerado 
como un trastorno del movimiento o un trastorno del sueño en personas sanas” (10). 
A su vez, diagnósticamente se puede considerar como: posible, probable y definitivo 
10 
(11), su categorización varía según el autoreporte o reporte por terceros, examinación 
clínica, anamnesis y polisomnografía. 
 
1.2 Epidemiología 
 
La dificultad diagnóstica del bruxismo y el tipo de metodología utilizada ha llevado a 
varios autores a coincidir en el amplio rango de prevalencia general, variando entre 
3.5% a 40.6% (9,12). En pacientes pediátricos, la prevalencia de bruxismo se 
encuentra entre 14% a 20% (13). 
 
El bruxismo se puede observar en los primeros años de vida, pero por lo general 
comienza en tiempos de dentición temporal estable aproximadamente a los 5 años de 
edad, aumentando hasta alcanzar su límite en la dentición mixta (14). A la edad de 9 
a 10 años, la prevalencia de bruxismo disminuye conforme avanza la edad (15). En 
Chile, la prevalencia de BS sería cercana a un 32%, en niñas(os) de 6 años llega al 
38% a diferencia de los adolescentes de 14 años, donde disminuye a un 27% (16). 
 
1.3 Etiología 
 
Actualmente, se reconoce la etiología multifactorial, en donde se incluye el estrés 
principalmente, hiperfunción dopaminérgica, alteraciones del sueño y genética entre 
otras (6). El estrés, prioritariamente el disestrés (estrés negativo), produce una 
desregulación del sistema generalmente crónica como respuesta a este, 
modificando el desarrollo neuroendocrino, lo que se traduce en efectos negativos en 
las habilidades psicomotoras, relaciones socioemocionales, problemas 
conductuales, generando un mayor riesgo de padecer enfermedades físicas y 
mentales (trastornos de ansiedad, depresión) (17). 
 
 
 
 
11 
1.3.1 Factores centrales 
 
Normalmente el SNC tras percibir estímulos a través de las vías aferentes provocan 
una activación neuronal entregando una respuesta eferente, en este caso activando 
la musculatura estriada, la cual mediada por diversos neurotransmisores químicos y 
diversas condiciones se restringen o liberan de manera atípica y entregan respuestas 
efectoras automatizadas provocando activación anormal de la musculatura cervical y 
masticatoria. Estos se denominan movimientos rítmicos mandibulares (RJM) que son 
de carácter involuntario y potencialmente nocivos para el sistema estomatognático, 
seguido de microdespertares entre el sueño REM y NREM. 
 
Las alteraciones a nivel funcional modifican la neuroplasticidad cerebral, que si bien 
se realiza de manera adaptativa y benéfica, puede sobrepasar los límites induciendo 
la aparición parafuncional de potenciales de acción sobre los músculos asociados 
como resultado de un constante flujo de neurotransmisores. Los ganglios basales 
(núcleo caudado, putámen y globo pálido), tálamo y corteza se ven relacionados con 
el flujo de información, organización y respuesta motora. Mientras, que los núcleos de 
sustancia negra y la parte ventral del globo pálido aportan neurotransmisores que 
provocan respuestas contráctiles e hiperfunción muscular. Por otra parte, las 
sensaciones somáticas de la región orofacial son transmitidas por neuronas aferentes 
primarias del nervio trigémino (NT), en donde algunos de sus somas residen 
centralmente dentro del tronco encefálico, específicamente en el núcleo 
mesencefálico del NT llevando información somatosensorial a los núcleos sensoriales 
del NT para que establezcan contactos sinápticos generando respuestas eferentes 
excitadoras a través de neuronas corticales y subcorticales de cierre mandibular. 
Estas inducen respuestas disfuncionales con hiperactividad que eventualmente se 
pueden asociar al BS. Los hábitos, el estilo de vida y la personalidad son factores 
presumiblemente modificadores de esta alteración de neurotransmisores, afectando 
de manera directa o indirecta la función de los músculos en los pacientes con BS 
(14). Por otra parte, fisiológicamente también se incluye la activación de dos sistemas 
involucrados e interrelacionados; el sistema simpático-adrenérgico produce 
12 
adrenalina desde el centro de la glándula suprarrenal y en conjunto con el eje 
hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA) secretan cortisol en la capa exterior de la 
corteza suprarrenal, encargándose de la iniciación, regulación y término de la 
respuesta al estrés. Estas moléculas son habituales en circunstancias normales, la 
adrenalina por su parte altera el flujo sanguíneo al movilizar reservas energéticas 
para preparar los sistemas de respuesta. El cortisol, además de movilizar las reservas 
de energía, alerta al SNC respecto a la percepción, mejorando la memoria y 
activando la respuesta inmune. Si bien esto sucede constantemente, la exposición a 
altos niveles y/o prolongados puede ser perjudicial e incluso tóxico para el organismo 
(17). Palacios y Cols (2019) en una revisión sistemática indican que estas situaciones 
pueden ser reflejadas en las niñas(os) que enfrentan acontecimientos tales como: 
enfermedades catastróficas, separación de padres, fallecimiento de personas 
cercanas, incumplimiento de objetivos académicos, malas relaciones interpersonales, 
cambios en hábitos alimenticios y de sueño, condiciones de vida, logros personales 
entre otros; afectando tanto físico como motor y psíquicamente por lo que no se debe 
menospreciar tanto los factores biológicos como los factores psicosociales 
(estrategias de afrontamiento y apoyo social), psicosocioeducativos y 
socioeconómicos como grandes influyentes durante el desarrollo en la infancia. 
 
En relación a lo anterior, los altos índices de estrés predisponen al desarrollo de 
enfermedades que impactan la calidad de vida y salud, manifestándose en una 
disminución en los niveles de inteligencia, equilibrio socio afectivo alterando la 
sensación de satisfacción, ansiedad y disfrute en sus variados contextos (18). 
 
El daño fisiológico permanente puede afectar tanto a las niñas(os) en desarrollo, sin 
discriminar edad, como al feto en formación, damnificando la programación fetal y 
produciendo la desregulación del eje HPA y de ciertas regiones secretoras de cortisol, 
implicadas en el miedo, ansiedad y respuesta impulsiva generando sobreproducción 
de conexiones neuronales y una disminución en zonas asociadas al razonamiento, 
planificación y control del comportamiento, como también predisponiendo en un futuro 
a sobre reacciones que no debieran ser estresantes, desgastando la respuesta 
13 
inmune (17). En ausencia de la protección de un adulto cuidador desencadenan 
adaptaciones disfuncionales y dañinas, según lo descrito por Teicher et al el 2016. 
explicando la activación inconsciente de los músculos por parte del SNC, donde las 
neuronas dopaminérgicas aumentan la secreción de dopamina y otras catecolaminas, 
activando los músculos masticatorios e inhibiendo los reflejos protectores (19) 
autoperpetuandolos ciclos de espasmos al activar vías gamma eferentes (20) 
sustentando la teoría sobre los centros emocionales: hipotálamo, sistema reticular y 
límbico (6). 
 
1.3.2 Factores locales 
 
- Malos hábitos orales y de postura: 
Las parafunciones orales alteran el tono de la musculatura perioral, siendo 
considerados como predictores del BS, destacando: sialorrea durante el sueño, uso de 
chupete, onicofagia y queilofagia. 
 
Firmani et al asociaron la dentición temporal con la anteposición de la cabeza en 
niñas(os), donde observaron hipertonía de los músculos cervicales, lo que generó 
una alteración de la fuerza muscular craneofacial. Se desconoce si la cifosis cervical 
sería causa y/o consecuencia del bruxismo, pero se puede concluir que contribuiría al 
desarrollo del BS (13). 
 
- Factores ventilatorios: 
Destacan entre los de mayor prevalencia: alergias, síndrome de apnea obstructiva del 
sueño (SAHOS), hipertonía de amígdalas y los problemas posturales; estos favorecen 
la hipoxia del sistema ventilatorio, activando el sistema autónomo lo que provoca un 
aumento de los episodios de BS según Aguilera (2019) (7). Por su parte, las apneas 
generan microdespertares con activación motora cortical que provoca la contracción 
muscular mandibular (21). Aguilera y otros estudios han correlacionado la malnutrición 
por exceso en los pacientes pediátricos con mayor prevalencia de SAHOS (15). 
 
14 
1.3.3 Factores genéticos 
 
El 2017 Camoin y Cols encontraron que los padres de los pacientes con bruxismo 
padecían BS entre un 21% a 50%, a pesar de no existir algún gen asociado aún, se 
cree una asociación probable entre ambos al estar bajo condiciones ambientales 
similares (22). 
 
1.4 Cuadro Clínico en niñas(os) 
 
Entre las manifestaciones clínicas, destacan los siguientes signos y síntomas (7,13): 
- Facetas de desgastes con exposición dentinaria a nivel incisal u oclusal (9). 
- Fracturas dentales o de restauraciones. 
- Hipertrofia masetero/temporal. 
- Línea alba aumentada o indentaciones linguales. 
- Al despertar: mialgias en musculatura temporal o maseterina, dolores de 
cabeza acompañado en ocasiones con bloqueo mandibular y limitación de 
apertura bucal. 
- Ensanchamiento del espacio periodontal (observación mediante radiografía). 
- Movilidad dentaria sin enfermedad periodontal. 
- Ruido tipo piedrecillas durante los eventos de bruxismo, reportado por terceros. 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
1.4.1 Facetas de desgaste 
 
Rendón y Alvarado las definen como el desgaste mecánico que resulta de las fuerzas 
friccionales que aplanan superficies curvas, afectando las superficies oclusales de los 
dientes y provocando la pérdida del contacto antagónico puntiforme, donde los 
contactos excéntricos creados por el movimiento del BS corresponden 
etiológicamente a la mayor parte de los desgastes según su muestra de estudio; 
también, encontraron que estos pacientes tenían una probabilidad 16 veces mayor de 
desarrollar desórdenes psicosociales asociados con la ansiedad, hostilidad o 
frustración, donde el estrés emocional fue un factor común, el cual se relaciona 
íntimamente con el comportamiento del BS (23). 
 
El desgaste dentario se ve influenciado además por la dureza del esmalte, fuerza 
masticatoria empleada y el tipo de dieta. 
 
Es importante detectar hábitos parafuncionales para evitar el deterioro del sistema 
estomatognático y sus funciones, por esto, se hace relevante la examinación clínica y 
diagnóstica. Las zonas que se encuentran principalmente afectadas corresponden a 
los bordes incisales, cúspides de caninos y molares (9), estas superficies se observan 
lisas, brillantes, pulidas y sin detalles anatómicos en casos “activos” (23), en casos 
remotos se observan tonalidades mate y/o superficies cóncavas (15). 
 
1.4.1.1 Índice de desgaste dentario (TWI) 
 
Cabe destacar que la erosión dental, entendida como la destrucción mineral de los 
dientes asociada a ácidos, es multifactorial. Dentro de esta multicausalidad cobra 
importancia la frecuencia y el período del episodio de BS (por el grado de abrasión 
que genera), los patrones morfológicos de desgaste y los factores que contribuyen al 
desarrollo de la erosión (24), donde el estilo y tipo de alimentación es relevante para 
su progreso. El consumo de alimentos que provocan una disminución en el pH salival 
ha sido relacionado con procesos de caries y erosión del esmalte, favoreciendo la 
16 
desmineralización del esmalte, ya que a través de la ingesta de carbohidratos 
fermentables, bebidas ácidas y de las bacterias productoras de ácido del biofilm, 
provocan pérdida de estructura dental,dependiendo del tipo de alimento, tiempo de 
exposición al ácido e incluso la temperatura de las bebidas (25). 
 
El desgaste producido por el bruxismo se puede clasificar en grados, uno de los más 
utilizados es el índice de desgaste dentario (TWI). Si bien, no se ha llegado a un 
consenso sobre cuál es el más eficaz, existen variados índices que miden el desgaste 
dentario. Smith y Knight introdujeron el concepto de desgaste dentario sin incluir la 
etiología, tomando en cuenta la multifactorialidad de estos y en distinguir los niveles 
aceptables de los patológicos. El desgaste patológico se define como atípico para la 
edad del paciente (exposición dentinaria), que provoca dolor y alteraciones 
morfo-funcionales. Por otra parte, Uribe y cols. mencionan sobre las bruxofacetas, 
que desde un índice igual o mayor a 3 se considera como patológico, es decir, desde 
la exposición dentinaria mayor a 1 mm (9). 
 
Este índice aplicado de manera clínica discrimina el desgaste dentario en 5 grados, 
de cero a cuatro, según el criterio predeterminado, se consideran los dientes 
visualmente afectados y en cuatro superficies a examinar: bucal, lingual, cervical y 
ocluso-incisal (24). 
 
La puntuación y criterios del índice corresponde a: 
0. B/L/O/I/C: No hay pérdida de las características superficiales del esmalte. Sin 
pérdida de contorno. 
1. B/L/O/I/C: Pérdida de características de la superficie del esmalte. Mínima 
pérdida de contorno. 
2. B/L/O/I/C: Pérdida de esmalte exponiendo dentina en menos de un tercio de la 
superficie. Los defectos no superan 1 mm de profundidad. 
3. B/L/O/I/C: Pérdida de esmalte. Exposición de más de un tercio de la superficie 
de dentina. Pérdida sustancial de dentina. Defectos menos de 1-2 mm de 
profundidad. 
17 
4. B/L/O/I/C: Pérdida completa del esmalte y exposición de la dentina. Defectos 
con más de 2 mm. de exposición de dentina secundaria y exposición pulpar. 
 
Esta clasificación permite medir y evaluar el desgaste dentario multicausal, Aguilera y 
cols. (2019) mencionan que este indicador ha demostrado ser eficaz en la evaluación 
y es usado ampliamente en estudios clínicos y epidemiológicos (15). 
 
1.5 Categorías diagnósticas de bruxismo 
 
Las categorías diagnósticas describe al bruxismo “posible” cuando se cuenta con el 
reporte de rechinamiento por padres o cuidadores y/o anamnesis; bruxismo 
“probable”, donde sumado a lo anterior se realiza inspección a través de la 
examinación clínica en busca de signos o síntomas; y bruxismo “definitivo” al agregar 
polisomnografía (PSG) (audio/video),siendo este el gold standard para el diagnóstico 
de BS; Uribe y cols en el 2019, mencionan que si bien la PSG es excelente, es un 
procedimiento intrahospitalario, de alto costo, con poca o nula disponibilidad en 
centros médicos para pacientes pediátricos, siendo un procedimiento largo y requiere 
de tiempo para la adaptación por parte de la niña(o), lo que trae desventajas 
importantes para su realización. El desgaste patológico si bien es difícil de cuantificar, 
mediante índices como TWI se puede determinar. Se considera de mayor gravedad al 
tener exposición dentinaria, causante de dolor o malestar, problemas funcionales, 
estéticos y que, si progresan, pueden provocar complicaciones de mayor complejidad 
(9). 
 
18 
 2. Malnutrición por exceso infantil y consumo de azúcar 
 
Fonseca y cols. definen la malnutrición como: nutrición deficiente o desequilibrada 
producida por un déficit o exceso de alimentos, el cual contribuye a la carga mundial 
de morbilidad, donde los aspectos tanto biológicos, sociales, culturales y 
socioeconómicos tienen implicancia sobre el estado nutricional que afecta el 
desarrollo físico, psicomotor, social y de hábitos que condicionan el bienestar 
modificando la calidad de vida del futuro adulto (26). 
 
Diversos autores concuerdan que la malnutrición por exceso (obesidad) es un 
problema de salud pública a nivel mundial, el cual ha ido creciendo exponencialmente 
en las últimas décadas (26,27,28,29). 
 
El entorno de malnutrición por exceso se relaciona con la falta de actividad física y 
sedentarismo (30), según el informe de la comisión liderada por la OMS, se considera 
a aquel entorno en el que se fomenta la ingesta calórica elevada junto con el 
sedentarismo, considerando las opciones para acceder a ellos y las normas sociales 
en relación con la alimentación y la actividad física (31). 
 
Esta se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del 
tejido adiposo en el cuerpo (28), favoreciendo otras patologías como la diabetes tipo 
2 y cardiopatía isquémica arterioesclerótica, siendo estas, las primeras causas de 
muerte en la población chilena (27). También, es considerada como el sexto factor 
principal de riesgo de defunción en el mundo, donde el sedentarismo y la 
alimentación inadecuada cooperan directamente (29). 
 
 
 
 
 
 
19 
2.1 Prevalencia 
 
A nivel mundial un 10% de las niñas(os) en edad escolar tienen malnutrición por 
exceso. En América Latina se identificó que entre 22.2 a 25.9 millones de niñas(os) 
tienen exceso de peso; donde México lidera con 34.5%, Brasil con 33.5% y Colombia 
con un 18.9%. Siendo el sobrepeso un indicador de malnutrición por exceso en un 
futuro (29). 
 
Un estudio realizado en Santiago de Chile en el año 2018, analizó escolares de 4º y 
5º básico de la provincia, se observó que un 25% tenían sobrepeso y un 30% 
obesidad, destacando los niños (35.8%) sobre las niñas (23.9%) en la prevalencia de 
malnutrición por exceso, esta diferencia se debe a la presión socio familiar ejercida 
sobre las niñas en su alimentación y estereotipos físicos (32). Además, cabe destacar 
que las cifras desde el año 2010 lideran en el ranking mundial de la OCDE a nuestro 
país entre los de mayor prevalencia de malnutrición por exceso (entre sobrepeso y 
obesidad) (33). 
 
Dentro del aumento de la prevalencia de la malnutrición por exceso existen diversos 
factores sociales que se ven implicados, entre ellos se incluyen: fenómenos 
migratorios, transculturización, condiciones de urbanización no aptas para caminar, 
falta de cultura nutrimental con el consecuente aumento de porciones dietéticas altas 
en azúcar y condiciones económicas que favorecen lo ya mencionado (28). 
 
2.2 Entorno de malnutrición por exceso 
 
La malnutrición por exceso se puede presentar a cualquier edad, las niñas(os) y 
adolescentes tienen mayor probabilidad de padecer este trastorno debido a la 
velocidad de crecimiento del tejido adiposo que es mayor en edades tempranas (18), 
perpetuando la enfermedad. Los principales determinantes de la malnutrición por 
exceso infantil corresponden básicamente a la dieta y sedentarismo (29,33). 
20 
Por una parte, los cambios en la dieta se ven influenciados por el aumento de la 
ingesta de alimentos de alto contenido calórico y el tamaño de las porciones. A su 
vez, los cambios en el tipo de alimentos, su biodisponibilidad junto con la publicidad 
de estos, han llevado a un aumento en el descenso de la actividad física, 
acrecentado por la urbanización y los nuevos modos de transporte; provocando un 
desequilibrio energético, fomentando estilos de vida sedentarios en ambientes de 
malnutrición por exceso (33). 
 
Sir G. Alleyne y cols. demostraron que la población sedentaria en Chile es del 80,1% 
según la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes del año 2015, 
proporción que es aún mayor en mujeres y en personas de menor situación 
socioeconómica (30). La población pediátrica sedentaria en Chile es del 48.4%(34), 
en donde el excesivo tiempo destinado frente a las pantallas como la TV, los 
videojuegos y teléfonos móviles, han sido factores de reducción de la actividad física 
y el consecuente aumento de peso. En este mismo contexto, en las últimas décadas 
se ha observado un incremento de niñas(os) y de padres que ofrecen estos alimentos 
como “recompensa” frente a diversas situaciones y conductas cotidianas, prefiriendo 
alimentos procesados altos en azúcares y bebidas carbonatadas, relacionándose 
íntimamente con el nivel de glucosa, serotonina y sus derivados (35). 
 
Sierra confirma la correlación asociativa entre el alto consumo de azúcar y trastornos 
emocionales, además de patologías físicas; insistiendo en que si bien, los 
padecimientos mentales son de origen multifactorial, se ha observado contribución 
del azúcar en las alteraciones, en donde destaca: padres o tutores que promueven su 
consumo al relacionarlo como muestra de afecto, desplazando a los que tienen valor 
nutricional esencial y viendo esta sustancia como inocua para el cuerpo humano. El 
azúcar genera inflamación crónica, incrementa la oxidación (generando disturbios en 
el sistema inmunológico), causa efectos importantes e indeseables en la bioquímica 
cerebral, provocando conductas de consumo compulsivo, adictivo y alteraciones 
emocionales. Por otra parte, es una de las causas del síndrome metabólico, 
incluyendo patologías crónico degenerativas como: malnutrición por exceso, 
21 
cardiopatías, hipertensión, diabetes, hígado graso, daño renal, aumento de niveles de 
colesterol y triglicéridos. En este mismo artículo se cita una investigación alemana, 
donde realizaron un estudio durante 10 años, con información de 3437 participantes, 
se analizaron datos sobre la dieta de las niñas(os), problemas de comportamiento y 
alteraciones emocionales (reportadas por los padres); entre las conclusiones se 
señala que el consumo de alimentos con alto contenido de azúcar y una dieta de 
mala calidad se asocia con mayor presencia de alteraciones emocionales en losniños. Realizaron una revisión de la literatura internacional, encontrando correlación 
entre una dieta de bajo aporte nutricional con depresión, ansiedad y alteraciones del 
estado anímico en las niñas(os). La relación más notoria se vió en niñas con 
obesidad y síndrome de déficit de atención e hiperactividad, asociado a la mayor 
presión familiar y social para que disminuyan su peso, si bien, la presencia de déficit 
de atención e hiperactividad no está contemplado en el presente estudio, Sierra 
menciona la correlación positiva entre consumo de bebidas comerciales, una de las 
fuentes principales de azúcar en la vida moderna, con síntomas de déficit de atención 
e hiperactividad debido a la mala alimentación, sugiriendo que en torno a los hábitos 
de alimentación y de vida del niño se debe retirar el azúcar procesada de la dieta 
(36). 
 
Ulloa y cols. mencionan en la Revista Chilena de Nutrición del año 2020, que diversos 
estudios internacionales han expuesto asociaciones inversas entre la malnutrición por 
exceso y duración del sueño (35,37), donde tanto la restricción como el exceso de 
horas afectan y/o predisponen esta condición (37), lo que provoca una alteración en 
el perfil metabólico favoreciendo la aparición de resistencia a la insulina, generando 
un aumento de la actividad simpática y la disminución de la saciedad e hiperfagia 
(35). La evidencia relaciona la insulinoresistencia, sedentarismo y patrones dietéticos 
pocos saludables, con el latente aumento calórico y/o disminución del gasto cardíaco, 
asociado al pasar mayor tiempo frente a una pantalla y a falta de actividad física, 
alterando a las hormonas leptina, insulina y ghrelina, reguladoras del apetito. La 
leptina sigue un ritmo circadiano tanto para su producción como función 
anorexigénica, por lo que la privación de sueño puede provocar una reducción 
22 
plasmática aproximada de 18% a 20%; por otra parte, los sujetos con malnutrición por 
exceso tienen niveles elevados de la hormona, generando una leptino resistencia a 
nivel central, disminuyendo su función. La insulina por su parte lleva a un incremento 
gradual de su secreción e incidencia de diabetes mellitus tipo II. Con respecto a la 
ghrelina, predispone el incremento de peso corporal al aumentar la sensación de 
hambre en respuesta a la restricción del sueño parcial (35). 
 
2.3 Dieta Americana 
 
La dieta mediterránea caracterizada por una minuta equilibrada, saludable a base de 
alimentos frescos y naturales se ha visto desplazada en nuestra sociedad debido a la 
industrialización y a los cambios psicoculturales que han modificado el estilo de vida 
en el común de las personas, donde las grandes empresas alimentarias han 
reforzado su consumo a través de la publicidad dirigida tanto a adultos como 
niñas(os), incentivando menor tiempo en la preparación y adquisición de los 
alimentos, prefiriendo productos precocinados y ultraprocesados ricos en azúcares 
refinadas, sal y grasas saturadas. En los mercados encontramos tres tipos que se 
distribuyen básicamente: la comida real, que no ha sido procesada industrialmente 
como frutas, pescados y leche (según el tipo); los buenos procesados, que tienen un 
mínimo de proceso industrial y su calidad nutricional no disminuye, por ejemplo: 
conservas, congelados; y los ultraprocesados, que corresponden a productos 
envasados sometidos a procesos industriales con adición de diferentes ingredientes; 
suelen ser ricos en azúcares, sales, grasas de mala calidad y ricos en calorías, por lo 
general tienen 5 ingredientes o más. Dentro de los hidratos de carbono encontrados 
en los diversos alimentos tenemos los de cadenas simples, de ​absorción rápida, el 
azúcar común que se encuentra en los alimentos o azúcar intrínseco; pero también 
este se puede encontrar como añadido en los ultraprocesados, al metabolizarse más 
rápido el almacenaje colapsa fácilmente, incrementando los niveles séricos siendo 
perjudiciales y dañinos para la salud al consumirlos en exceso (38). 
 
 
23 
2.4 Indicadores antropométricos para medir el estado nutricional 
 
Los indicadores antropométricos corresponden al uso de las variables peso y talla al 
relacionarlo con la edad. De acuerdo a las curvas gráficas de crecimiento se 
determina el estado nutricional de la niña(o) (39). ​Es por esto que el MINSAL ha 
creado tablas acordes a la población chilena infantil para monitorear el estado 
nutritivo de las niñas(os), en esta misma línea cabe destacar que el odontopediatra es 
responsable de pesquisar alteraciones nutricionales y derivar al médico de cabecera 
con el fin de restituir la salud integral del paciente. 
 
Ambas variables corresponden a parámetros de evaluación individual. El peso se 
debe medir con una balanza digital calibrada, con el sujeto de pie, apoyado de forma 
estable en ambos pies y con el mínimo de ropa posible. La talla se evalúa con un 
tallímetro vertical, de pie, descalzo, con los talones y columna apoyado sobre un 
plano duro y los brazos extendidos a ambos lados. 
 
2.4.1 Peso para talla (P/T) 
 
Corresponde a un indicador de crecimiento actual, relaciona el peso con la talla en un 
momento determinado, detecta malnutrición aguda por desnutrición o exceso (40). 
 
2.4.2 Peso por edad (P/E) 
 
Indicador de crecimiento de la masa corporal, detecta la malnutrición global al evaluar 
el retardo del crecimiento, desnutrición o su combinación. En los programas de 
vigilancia nutricional predice el riesgo de morir en menores de 5 años, allí radica su 
importancia (40). 
 
 
 
 
24 
 2.4.3 Talla para edad (T/E) 
 
Corresponde al índice del crecimiento y detecta la malnutrición crónica, si bien al 
reanudar el balance alimentario el peso puede recuperarse prontamente, la talla es 
mucho más lenta de recuperar (40). 
 
 2.4.4 Índice de masa corporal (IMC) (Kg/m2) 
 
Dentro de los distintos indicadores, el IMC se utiliza ampliamente para determinar el 
estado nutricional de una persona, a pesar de ser un índice simple, su uso universal 
está dado por ser eficaz para diagnosticar y valorar el grado de malnutrición por 
exceso en la población general (38). Cabe destacar que puede ser inexacto en los 
infantes, ya que los constantes períodos de crecimiento y de cambios en la 
composición corporal, dificultan los puntos de corte para establecer diagnósticos, es 
por esto que el MINSAL, el año 2018, adapta los patrones recomendados por la OMS 
a través de las desviaciones estándar que se usan en la vigilancia nutricional, dichos 
índices están referidos en distintas normas y guías ministeriales, en donde se 
exponen tablas nutricionales y gráficos que establecen valores estandarizados para 
cada sexo y edad (39), considerando IMC mayores o iguales +1 como sobrepeso y 
obesidad igual o superior a +2 (41). 
 
La OMS propone una clasificación basada en el IMC, que relaciona el peso en Kg. y 
la talla en mts. elevada al cuadrado, la cual se indica a continuación en la tabla 1: 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
Tabla 1: ​Clasificación nutricional OMS 
 
A continuación, en la siguiente tabla se exponela clasificación nutricional, entregada 
por el MINSAL, el cual se correlaciona de acuerdo al resultado del indicador del rango 
etario (Tabla 2) (39). 
 
Tabla 2:​ Clasificación nutricional MINSAL según rango etario. 
 
 
 
26 
Bajo peso IMC bajo 18.4 
Normopeso IMC entre 18.5 - 24.9 
Sobrepeso IMC entre 25 - 29.9 
Obesidad grado I, moderada IMC entre 30 -34.9 
Obesidad grado II, severo IMC entre 35 - 39.9 
Obesidad grado III, mórbida IMC superior a 40 
Calificación 
Nutricional 
<1 año Entre 1 año y 5 
años 29 días 
Entre 5 años 1 mes 
y 19 años 
Desnutrición P/E <= -2DE P/T <= -2DE IMC/E < = -2DE 
Riesgo de desnutrir P/E <= -1DE y >-2DE P/T <= -1DE y >-2DE IMC/E <= -1DE y >-2DE 
Normal o 
Eutrófico 
P/E > -1DE y < +1DE P/T > -1DE y < 
+1DE 
IMC/E > -1DE y < 
+1DE 
Sobrepeso P/T >= +1DE y < +2DE P/T >= +1DE y<+2DE IMC/E > = +1DE y< +2DE 
Obesidad P/T >< + 2DE P/T >< + 2DE IMC/E >= +2DE y <+3DE 
Obesidad Severa ----- ---- IMC/E >= +3DE 
2.5 Recomendaciones de consumo de azúcar 
 
La OMS recomienda una ingesta reducida en azúcares libres durante toda la vida, 
tanto en niños como en adultos recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a 
menos del 10% e idealmente por debajo del 5% de la ingesta total de energía (42). ​La 
OMS indica que los bebés no deben consumir azúcares añadidos, las niñas(os) un 
máximo de 15 gr. al día y los adultos 25 gr. al día de azúcar, cifras que son 
sobrepasadas fácilmente gracias a los refinados (38). 
 
2.6 El azúcar como recompensa 
 
Ciertos alimentos, especialmente los ricos en azúcares y grasas, actúan en la 
asociación estímulo recompensa, posterior a la ingesta las neuronas dopaminérgicas 
activan el área tegmental ventral enviando proyecciones al núcleo accumbens, en 
donde la exposición frecuente modula la respuesta dopaminérgica reforzando la 
conducta e integrándose a las funciones cognitivas superiores que gradualmente son 
transferidas a estímulos asociados con la comida, por ejemplo a través del olor, 
procesándolo como predictor de recompensa, activando circuitos neuronales en el 
dorso estriado, amígdala, hipocampo e ínsula. Además, participan la leptina, ghrelina 
e insulina en la regulación homeostática de la ingesta de alimentos implicados en los 
efectos gratificantes de la comida rica en azúcar que produce la liberación de 
dopamina en áreas mesolímbicas. Este constante flujo de interacciones tiene 
implicancias neuronales a nivel central en el BS (21,42). 
27 
 3. Pantallas 
 
La aparición de nuevas tecnologías junto con su creciente consumo se ve favorecido 
con los videojuegos y la irrupción de Internet en los infantes, propiciando la 
realización de nuevos estudios sobre el impacto de las tecnologías en los menores, 
analizando sus efectos benéficos y perjudiciales (44). La interacción con dispositivos 
electrónicos comienza a una edad prematura (45), lo que resulta preocupante al 
verse afectado el desarrollo intelectual, emocional y social de la niña(o) (46). 
 
Domingues en una revisión realizada el año 2017, analiza los efectos frente a las 
pantallas, si bien confirma que se desconocen los mecanismos fisiológicos exactos, 
menciona que el tiempo de exposición se ha asociado negativamente con el 
desarrollo de habilidades cognitivas y físicas, y positivamente con la malnutrición por 
exceso, problemas del sueño, depresión y ansiedad (45). 
 
3.1 Aparatos tecnológicos 
 
Los dispositivos actualmente desarrollados han sido factores contribuyentes a la 
génesis de la malnutrición por exceso infantil en el siglo XXI, promoviendo el estilo de 
vida sedentario y la ingesta de alimentos hipercalóricos a través de su contenido 
(46,47), constituyendo así un riesgo para las enfermedades metabólicas (48). Entre las 
pantallas que más se utilizan por las niñas(os), encontramos en orden decreciente: 
televisión, computadores, tablets, celulares inteligentes y videojuegos (46). 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
3.1.1 Uso de pantallas 
 
En un estudio descriptivo sobre la prevalencia del uso de pantallas en Argentina, 
donde participaron 148 niñas(os) entre 2 y 12 años con sus padres, reveló que un 
88% de las niñas(os) y un 79% de los padres lo utilizan para redes sociales, y de 
ellos un 67% lo hacía durante dos horas diarias y el resto por 3 horas o más. Por otra 
parte, los padres indicaron que lo utilizan como método para calmarlo (44%), durante 
la cena (46%) y antes de dormir (62%). El grupo que lo utiliza durante la cena y antes 
de dormir presentaron una prevalencia de obesidad de 14.9% y 17.9% de sobrepeso 
(malnutrición en exceso). A pesar de no encontrar relación significativa entre el IMC y 
el uso de pantallas, sí hubo una asociación entre mayor tiempo de exposición y 
mayor IMC (35). 
 
 3.1.2 Recomendaciones de uso 
 
La Academia Americana de Pediatría el año 2016, entregó recomendaciones para el 
uso adecuado en la infancia: 
 
- Evitar la interacción con pantallas en menores de 18 meses. 
- Entre los siguientes 18 y 24 meses, los tutores que deseen permitir su uso, 
deben realizarlo bajo su supervisión y enfocarse en programas de alta 
calidad. 
- Entre los 2 y 5 años se recomienda no sobrepasar las dos horas diarias con 
contenidos de calidad y en compañía de sus padres para ayudarlos a 
comprender los diversos programas. 
- A partir de los 6 años mantener un equilibrio entre el uso de pantallas y otras 
actividades que pueda realizar la niña(o), en donde no contemplen artículos 
tecnológicos. 
- Tomar descanso cada 10 minutos para evitar problemas oculares, como la 
miopía. 
29 
- Evitar el uso de pantallas durante: las comidas, tiempo de estudio, una hora 
mínimo antes de ir a dormir, dispositivos dentro de la habitación con uso libre 
por parte del menor. 
- Potenciar actividades físicas, hábitos saludables y procurar descanso 
nocturno suficiente (35). 
 
3.2 Efectos en las niñas(os) 
 
El uso de pantallas ofrece beneficios y riesgos, por lo que se recomienda control 
parental sobre su uso para no favorecer efectos fisiológicos dañinos. 
 
Dentro de los beneficios de su uso, se encuentra como fuente de información 
promoviendo la educación, entretenimiento y socialización a distancia. Por otra parte, 
los videojuegos permiten desarrollar habilidades manuales, coordinación, resolver 
problemas, toma de decisiones, mejorar su autoestima y establecer relaciones 
sociales vía on-line. 
 
La interacción prematura en las niñas(os) produce que adopten comportamientos 
violentos a través de la visualización al no discriminar la realidad de la ficción 
correctamente, disminuyendo el tiempo de aprendizaje, realización de actividades 
físicas y tiempo de interacción socio-familiar (48). El uso prolongado también genera 
conductas adictivas, en donde se observan señales tales como: pasar mayor tiempo 
conectada, sensación de nerviosismo o tristeza mientras no se usa, preferencia para 
relacionarse socialmente vía internet, no controlar el tiempo que pasa ante la pantalla 
alterando horarios y el sueño (44). 
 
El uso excesivo de TV se asocia con retrasos cognitivos, en el lenguaje y en el 
contexto socio-emocional, el internet si bien otorga información, también pueden 
accedera contenidos inapropiados o potencialmente perjudiciales comprometiendo 
su privacidad, confidencialidad y ser acosadas(os), afectando directamente en la 
salud mental de la niña(o) (50). 
30 
Las pantallas producen comúnmente el síndrome visual informático (SVI), en donde 
se reconocen síntomas como dolor y cansancio ocular, cefaleas, náuseas, ojos 
secos, irritación, fotofobia, rigidez, dolor en los hombros, extremidades superiores y 
espalda (35). 
 
En relación al sueño, este puede verse afectado por el mal uso de la tecnología, 
asociado al mayor tiempo de exposición, cambiando los horarios preestablecidos 
(48). Debido al efecto lumínico sobre la retina, la producción de melatonina se ve 
afectada, provocando alteraciones en los ciclos del sueño, calidad y duración, siendo 
los primeros tres años de vida los más vulnerables por encontrarse en las etapas más 
importantes del desarrollo humano (35). Es por esto, que la Asociación Americana de 
Medicina del Sueño (AAMS), el año 2016, indica que las niñas(os) entre 3 y 5 años 
deben dormir entre diez y trece horas, y las niñas(os) entre 6 y 12 años entre nueve y 
doce horas (49). Una cantidad mayor o menor de horas destinadas a dormir podría 
repercutir al estar más propensos a accidentes, lesiones, hipertensión, malnutrición 
por exceso, alto consumo de azúcar, diabetes y depresión, según indica Uribe (9). 
Diferentes autores concuerdan en que es necesario realizar más estudios que 
relacionen las variables enmarcadas para conocer el funcionamiento específico, en 
varias de las referencias bibliográficas concluyeron que existe asociación entre un 
mayor IMC con mayor tiempo de exposición a pantallas, estos a su vez 
retroalimentan los sistemas de recompensa, generando circuitos reflejos que alteran 
la regulación de la dopamina, comportamientos compulsivos y los ciclos naturales del 
sueño. Los flujos de información aferentes activan centros corticales, subcorticales y 
núcleos asociados con los patrones de movimientos mandibulares, beneficiando 
directa o indirectamente el desarrollo de BS. 
 
 
 
 
 
 
31 
 ​4. La cuarentena como diario vivir 
 
Durante la segunda semana de marzo del presente año la propagación del 
Coronavirus se hizo notar en el territorio chileno y las organizaciones 
gubernamentales decidieron cerrar todos los establecimientos educacionales y 
decretar cuarentena masiva para la población, especialmente dirigida a niñas(os) y 
ancianos, obligando a un total de 4.104.900 de personas a permanecer en sus casas, 
con el fin de prevenir el contagio, constituyéndose como medida necesaria y efectiva. 
Sin embargo, el prolongado tiempo que lleva la población bajo estas condiciones han 
provocado cambios significativos en la vida de las personas, afectando el bienestar 
de los niños y sus familias. La interrupción de la rutina, la disminución del apoyo 
social y de sistemas habituales de cuidado infantil han alterado el desarrollo integral 
de la población infanto-adolescente (1), afectando los procesos cognitivos, ya que 
áreas como alimentación y sueño son claves para el aprendizaje (2). Por otro lado, la 
inasistencia escolar, el no poder ver a los amigos, familiares y/o participar en 
actividades de su interés limitan las vías habituales de liberación de estrés y energía, 
aumentando los niveles de irritabilidad, hiperactividad, impulsividad y ansiedad, 
pudiendo precipitar en respuestas impulsivas y/o violentas. 
 
El cierre prolongado de los establecimientos educacionales afecta la salud física y 
mental de los niños, Abufhele indica que debido a la ausencia de clases presenciales, 
realizan menor actividad física, tienen mayor tiempo de exposición a pantallas y 
dietas menos saludables lo que desencadena trastornos de sueño, aumento de peso 
y disminución de la capacidad funcional (1, 51, 52). El 2017 Brazendale y cols. 
mencionan que la rutina diaria escolar estructurada es un factor protector de 
comportamientos obesogénicos en niñas(os) (52). 
 
 
 
 
32 
4.1 Síntomas frecuentes en cuarentena 
 
Los síntomas más frecuentes en las niñas/os producto de la pandemia corresponden: 
inestabilidad emocional, ánimo bajo, estrés o ansiedad, irritabilidad, insomnio, 
síntomas de despersonalización, desrealización y agotamiento emocional. Durante el 
brote de H1N1 en el año 2009 se estimó que la incidencia del trastorno de estrés 
postraumático era cuatro veces más alto en niñas(os) que habían sido puestos en 
cuarentena en relación a los que no, por lo que la actual crisis sanitaria es un riesgo 
inminente capaz de desencadenar enfermedades mentales en niñas(os) (1). 
 
4.2 Recomendaciones asociadas a la cuarentena 
 
Dado que la cotidianeidad y los estilos de vida saludables se han visto afectados por 
los cambios del diario vivir, diversas sociedades médicas han querido contribuir con 
recomendaciones asociadas a la cuarentena, entre ellos el “Grupo de Sueño 
Pediátrico, Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la infancia y adolescencia de 
Chile” indica: 
 
- Mantener una rutina diaria, estructurada con horario para levantarse, horarios 
de alimentación, deberes escolares a través de pantallas, esparcimiento y 
horario de dormir. 
- No exponerse más de 3 horas diarias a pantallas en tiempos de esparcimiento. 
- Apagar las pantallas una hora antes de dormir. 
- Realizar deportes rutinariamente, no hacerlo previo al descanso nocturno. 
- Una hora antes ambientar y disminuir estímulos para dormir. 
- No pasar mucho tiempo en el dormitorio. 
- Estudiar en lugares apropiados, no utilizar la cama. 
- Mantener ventilación constante en el dormitorio. 
- Evitar el uso de alimentos estimulantes como: azúcares, colorantes, bebidas 
tipo colas, té o café en horario vespertino o pronto a la hora de acostarse. 
33 
- Es ideal que toda la familia mantenga rutinas similares previo a dormir, en 
especial los hermanos mayores con el fin de disminuir conflictos de 
convivencia con los más pequeños o utilizar durante la noche las pantallas 
(53). 
 
4.3 Recomendaciones de consumo de alimentos 
 
Por otra parte la Academia Española de Nutrición y Dietética y cols. en marzo del 
2020, mencionaron que si bien la dieta saludable debe mantenerse como un hábito 
diario, la situación pandemia ofrece una amplia variedad de alimentos ricos en grasas 
y azúcares, es por esto que decidieron aportar con siete recomendaciones claves 
para la alimentación durante la cuarentena: 
 
- Mantener buena hidratación, beber al menos 1.8 L. de agua, esta acción 
corresponde a uno de los pilares básicos de la alimentación saludable. 
- Consumir al menos 3 raciones de frutas al día y 2 de verduras. Se recomienda 
ofrecer pero no forzar su ingesta para evitar que las niñas(os) pequeños las 
rechacen en un futuro. 
- Preferir productos integrales y legumbres (pan integral, pasta integral, arroz 
integral, ), tratando de cocinarlos con verduras. 
- Preferir productos lácteos bajos en grasa o fermentos como el kéfir. 
- Consumo moderado de alimentos de origen animal: carnes rojas 1 vez por 
semana, pescados: 2 o 3 veces por semana, huevos: 3 o 4 veces por semana, 
evitar y limitarel consumo de quesos, embutidos, fiambres y carnes grasas. 
- Elegir frutos secos, semillas y aceite de oliva. 
- Evitar alimentos procesados, ultraprocesados y comida rápida. A pesar que 
generalmente no se recomiendan en la alimentación saludable por su alto 
contenido en grasas y/o azúcares, es altamente consumido en niñas(os), es 
por esto que es importante mencionarlo, dado que durante el confinamiento 
aumenta su demanda y junto a las conductas sedentarias podría aumentar el 
riesgo de padecer enfermedades crónicas (54). 
34 
Pregunta de Investigación 
 
¿Habrá relación entre el bruxismo del sueño con el uso de pantallas, consumo de 
azúcar y malnutrición por exceso en niñas y niños? 
 
Hipótesis 
 
● Las niñas(os) que utilizan pantallas durante la pandemia tienen 
mayor reporte de rechinamiento nocturno informado por terceros. 
● El excesivo consumo de azúcar produce un aumento de malnutrición 
por exceso en las niñas(os), lo que se puede asociar con un 
incremento en el reporte de rechinamiento nocturno. 
● La malnutrición por exceso se relaciona con el sedentarismo 
aumentado por la pandemia favoreciendo el uso de pantallas 
 
Objetivos 
 
Objetivos Generales 
● Relacionar la presencia del reporte de rechinamiento dentario en 
niñas(os) con el uso de pantallas, consumo de azúcar y malnutrición 
por exceso. 
● Analizar el estrés relacionado a la situación sanitaria Covid-19 con el 
aumento del reporte de rechinamiento nocturno en las niñas(os) 
informado por terceros. 
 
35 
Objetivos Específicos 
 
1. Caracterizar a la población en estudio según sexo, rango etario y 
nacionalidad. 
2. Identificar la presencia de rechinamiento nocturno reportado por 
terceros en la muestra de estudio. 
3. Identificar la presencia de estrés y su principal causa durante la 
cuarentena en la muestra de estudio. 
4. Describir y cuantificar la frecuencia del uso de pantallas en la 
situación sanitaria covid-19. 
5. Cuantificar la cantidad de azúcar consumida y categorizar el estado 
nutricional de las niñas(os) en la situación sanitaria covid-19. 
6. Relacionar las variables azúcar, malnutrición por exceso y el uso de 
pantallas con el reporte de rechinamiento nocturno indicado por 
terceros. 
7. Relacionar el estrés con el aumento del reporte de rechinamiento 
nocturno en las niñas(os). 
 
36 
Materiales y Método 
 
Muestreo 
 
El tipo de estudio de la presente investigación fue aplicado con enfoque 
descriptivo, cuantitativo y analítico con diseño de corte observacional. Se 
publicó una encuesta en las redes sociales de facebook de los colegios de 
la región metropolitana. A través de esta publicación en sus páginas se 
invitó a participar a los padres y apoderados a través de una encuesta en 
formato de formulario de google form. Participaron niñas(os) de 1 hasta 20 
años, pero solo se contabilizaron las niñas y niños entre 4 a 13 años. 
 
Criterios de Inclusión/Exclusión: Se incluyó a todos los tutores de las 
niñas(os) que aceptaron participar, asintieron el consentimiento informado y 
contestaron la encuesta. Niñas(os) que tengan edades entre 4 a 13 años. 
 
Fueron excluídos de la muestra todas aquellas niñas(os) cuyos tutores no 
otorgaron la autorización para realizar la investigación y tutores que no 
respondieron la encuesta. Todas las niñas(os) que no tengan edades entre 
4 a 13 años. 
 
Se obtuvo una muestra de 218 participantes, de los cuales un 15,4% del 
total no cumplió con el rango de edad estudiado, por lo que se obtuvo una 
muestra final de 185 individuos. 
 
Ética; Este estudio contó con la aprobación del comité de ética científico de 
la escuela de Odontología de la Universidad Andrés Bello. 
 
37 
Procedimiento: 
 
 
Se contactó a los colegios y centro de padres y apoderados con cuentas en 
facebook de la región metropolitana para la difusión de la encuesta entre los 
tutores de los respectivos colegios. En una primera instancia publicamos la 
encuesta en sus respectivas páginas de facebook con el fin de explicar en 
qué consiste la investigación e invitarlas(os) a participar en el presente 
estudio donde pudieron ingresar seleccionando el link de google form. 
 
Posterior a este primer contacto, se respondieron dudas y consultas de los 
tutores de los colegios que aceptaron compartir la encuesta. La encuesta se 
realizó a través de un cuestionario digital (Google Form) donde se 
encontraba: consentimiento informado para su autorización y 3 
cuestionarios dirigidos a los tutores, los cuales se detallan a continuación: 
 
1. Encuesta Dietética​: 
 
Esta encuesta se basó en el diario de dieta ocupado por el pregrado de 
ODP de la carrera de Odontología de la Universidad Andrés Bello (UNAB), 
consistió en dos secciones: la primera se basó en 11 preguntas orientadas a 
identificar el tipo de bebidas, frutas y alimentos azucarados que consumen 
las niñas(os), el momento en que consumen estos alimentos, cantidad y 
frecuencia con que ingieren dichos alimentos. La segunda parte consta de 5 
enunciados en donde los tutores señalaron 3 tipos de desayuno, almuerzo, 
once, cena y colación que las niñas(os) consumen habitualmente y 2 
preguntas en relación a la situación sanitaria actual, Covid-19, enfocado a 
reconocer si ha aumentado el consumo de alimentos en las niñas(os) y 
cuáles son los que más consume por estar en cuarentena desde marzo del 
2020. Para contabilizar la cantidad de azúcar (azúcar añadida, alimentos 
procesados y ultraprocesados, carbohidratos fermentables) que consumen 
las niñas(os) se designó por cantidad de azúcar en gramos, donde según la 
38 
OMS las niñas(os) deben consumir un máximo de 15 gr. al día de azúcar, 
donde lo más saludable es abstenerse de este tipo de azúcar. 
 
39 
2. Tiempo de exposición a pantallas: 
 
Se calculó el tiempo de exposición a pantallas en minutos al día según los 
sugiere la Academia Americana de Pediatría (A.A.P.), a través de la encuesta 
digital los tutores respondieron 12 preguntas las cuales contenían: respuestas 
dicotómicas (si/no) sobre el uso de pantallas, existencia de normas sobre el 
uso de pantallas y si se ha aumentado su uso por la situación sanitaria 
Covid-19 de las niñas(os). El otro tipo de respuestas politómicas en donde los 
tutores respondieron: cuántos aparatos poseen, cuántas veces a la semana 
las niñas(os) utilizan las pantallas, cuántas horas ocupan los elementos 
electrónicos, en qué momento y dónde las usa, se basó en respuestas de 
selección múltiple con más de una opción. Básicamente se les pidió a los 
tutores que midieran en minutos al día, el tiempo de exposición a pantallas 
como tablet, smartphone, computadora, TV o similares a los que están 
expuestos las niñas(os). Para validar las escalas de ítems individuales se hizo 
una correlación entre el número de horas de uso de pantallas y 
categorización. 
 
Para determinar la frecuencia y el tipo de uso de las pantallas, se refirió la 
frecuencia de uso de pantallas con una escala de 1-5 tipo likert (1: Nunca; 2: 
Raramente; 3: A menudo; 4: Muy a menudo; 5: Continuamente). 
 
Este cuestionario se ha adaptado del estudio de Martín-Perpiña et al (50) 
quién describe la escala de autoclasificación de uso TIC (Tecnología de la 
informacióny las comunicaciones) en habla inglesa, su rango etario (11 a 18 
años), donde se puede clasificar de manera correcta el uso y tipo de 
consumidor de TIC en el 83.1% de los participantes. 
40 
3. Examen Nutricional: 
 
Los tutores midieron los datos antropométricos talla (m), peso (kg), edad de 
las niñas(os) en años. Para evaluar estos datos se ocupó la guía del Minsal 
“Patrones de Crecimiento para la evaluación de niñas, niños y adolescentes, 
desde el nacimiento hasta los 19 años de edad”, donde se miden 4 
parámetros para establecer el estado nutricional de la niña(o). La clasificación 
nutricional se realizó según los indicadores: peso/edad, peso/talla, IMC/edad y 
el grupo etario. Según la OMS los grupos etarios se dividen en los siguientes 
segmentos: 0 a 2 años, 2 años a 5 años y 5 años 1 mes a 19 años. Para este 
estudio se ocupó el grupo etario de 2 años a 5 años y el grupo etario 5 años 1 
mes a 19 años y tablas diferenciadas por sexo. Las medidas antropométricas 
de peso y talla se preguntaron en la encuesta a los tutores, las cuales fueron 
confirmadas vía correo electrónico y teléfono. Para el cálculo del IMC (Índice 
de Masa Corporal), se obtuvo de la ecuación IMC=peso (kg)/ talla (m²). 
 
Para la interpretación de las tablas y gráficos se utilizó la clasificación 
nutricional de la guía del MINSAL “Patrones de Crecimiento para la evaluación 
de niños, niñas y adolescentes, desde el nacimiento hasta los 19 años de 
edad”: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
41 
Tabla 3: ​Clasificación Nutricional MINSAL* 
 
*Los valores registrados en la tabla 3 están ajustados para la muestra en estudio​. 
 
42 
 
Clasificación Nutricional 
 
Entre 1 año y 5 años 29 días 
 
Entre 5 años 1 mes y 19 años 
 
Desnutrición 
 
P/T <= -2DE 
 
IMC/E < -2DE 
 
Riesgo de desnutrición 
 
P/T <= -1DE y > -2DE 
 
IMC/E < -1DE Y > -2DE 
 
Normal o Eutrófico 
 
P/T > -1DE y <+1DE 
 
IMC/E > -1DE y <+1DE 
 
Sobrepeso 
 
P/T >= +1DE y < +2DE 
 
IMC/E > +1DE y +2DE 
 
Obesidad 
 
P/T >< + 2DE 
 
IMC/E > +2DE y <+3DE 
 
Obesidad Severa 
 
---- 
 
IMC/E > +3DE 
4. Reporte de Rechinamiento nocturno: 
Para esta sección se orientaron 3 preguntas del cuestionario dirigido a los 
tutores, orientadas a indicar: reporte de rechinamiento de las niñas(os) por las 
noches, despertares con dolor en mejillas o dolor de cabeza y si la niña(o) se 
enfrenta a situaciones de estrés por la actual pandemia Covid-19, estas 
preguntas fueron respondidas dicotómicamente (si/no). También se incluyó 1 
pregunta sobre la frecuencia con que rechinan los niños/as con una escala de 
1-5 de tipo likert (1: Nunca; 2: Raramente; 3: A menudo; 4: Muy a menudo; 5: 
Continuamente) y finalmente 4 preguntas de respuesta escrita donde se 
consultó si los niños han sido afectados producto de la emergencia sanitaria 
actual Covid-19 teniendo algún comportamiento fuera de lo común y si las 
niñas(os) y/o tutores o familiar directo se han infectado por Covid-19. 
 
43 
Resultados 
 
El estudio fue conformado por 185 participantes, los cuales respondieron la 
encuesta de Google Form entre los meses julio y agosto de 2020 tras cumplir 
con los criterios de inclusión establecidos. 
Los resultados mostrados a continuación se obtuvieron del análisis de los 
cuestionarios aplicados a los tutores (formulario google form), donde a través de 
la muestra se extrajeron de forma prospectiva cifras numéricas, que se midieron 
mediante un instrumento de corte transversal. Los datos fueron procesados por 
el software estadístico GNU PSPP 1.2.0 para su análisis; los datos fueron 
tabulados y graficados con Microsoft Excel. 
 
1. Distribución por género, edad y nacionalidad de los participantes 
 
Se realizó la distribución de la muestra por género en femenino y masculino y la 
nacionalidad de los participantes (Tabla 4). 
 
Tabla 4: ​Característica de la muestra. 
 
 
44 
Característica N (frecuencia) Porcentaje 
Género Femenino 82 44,3 
Masculino 103 55,7 
Nacionalidad Chilena 180 97,3 
Argentina 2 1,1 
Mexicana 2 1,1 
Venezolana 1 0,5 
A continuación, el gráfico 1 muestra la edad de los participantes en dos 
rangos etarios de 4 a 7 años y de 8 a 13 años. 
 
Gráfico 1: ​Proporción según rango etario 
 
 
45 
2. Presencia del reporte de rechinamiento nocturno informado por 
terceros. 
 
Se analizó la presencia de rechinamiento nocturno informado por terceros 
durante la pandemia, donde se obtuvo que un 76,2% (n=141) manifestó reporte 
de rechinamiento nocturno (gráfico 2). 
 
Gráfico 2: ​Reporte de rechinamiento nocturno según rango etario 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
46 
2.1 ​Frecuencia y síntomas del reporte de rechinamiento nocturno 
 
También se analizó la frecuencia con que rechinaron los dientes las niñas(os) 
donde 27% (n=50) rechino a menudo, el 14,6% (n=27) rechino muy a menudo y 
el 14,1% (n=26) rechino continuamente (gráfico 3). 
 
Gráfico 3:​ Frecuencia de rechinamiento nocturno. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
47 
Los participantes reportaron que un 21,6% (n=39) de las niñas(os) despertó con 
dolor en la mandíbula y un 17,3% (n=32) tal vez despertó con dolor en la 
mandíbula, mejillas y/o dolor de cabeza. (gráfico 4) 
 
Gráfico 4:​ Sintomatología matutina 
 
 
48 
3. Situaciones de estrés en pandemia 
 
Las niñas(os) que tuvieron situaciones de estrés durante la pandemia 
corresponden a un 42,7% (n=79), en el gráfico 5 se observa según los rangos 
etarios. 
 
Gráfico 5: ​Presencia de estrés en cuarentena 
 
 
 
49 
Dentro de las situaciones que los estresan encontramos que un 48% (n=89) se 
estresa con situaciones vividas durante la pandemia como no poder salir a 
jugar, estar encerrado, clases on line, etc. (Tabla 5). 
 
Tabla 5: ​Situaciones estresantes para las niñas(os) 
 
 
50 
 
N (frecuencia) Porcentaje 
Sin situaciones estresantes 77 41,7 
Encierro por pandemia 39 21 
Clases en línea 27 14,6 
No hacer lo que el niño quiere 18 9,7 
Exceso de TV 6 3.2 
Problemas familiares 5 2,7 
Peleas con hermanos 5 2,7 
TEA + estrés pandemia 4 2,2 
Jugar o interacción social 3 1,6 
Dormir solo 1 0,5 
4. Uso de pantallas y cantidad de horas frente a ellas. 
 
El 99,5% (n=184) de la muestra contestó que usa pantallas. Se analizó la 
cantidad de veces que usan las pantallas a la semana donde el 82,7% (n=153) 
usa pantallas todos los días y un 62% (n=115) pasa 4 horas o más al día frente 
a las pantallas. 
 
Se observó el aumento de utilización de pantallas por las cuarentenas 
obligatorias donde un 88,6% (n=164) tuvo un aumento de utilización de 
pantallas (Tabla 6). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
51 
Tabla 6: ​Utilización de pantallas* 
 
*Se consideró el uso, las veces a la semana y horas diarias en el que utilizaron las pantallas y si su 
uso se incrementó por la actual crisis sanitaria, en las niñas/os del estudio . 
 
52 
 N 
(Frecuencia) 
 
Porcentaje 
 
Usa pantallas 
no 1 0,5 
si 184 99,5 
 
 
 
 
 
Veces a la semana que usa 
pantallas 
 
1 vez a la semana 
1 0,5 
2 a 3 veces a la 
semana 
6 3,2 
4 o más veces a la 
semana 
25 13,5 
Todos los días 153 82,7 
 
Horas diarias frente a pantallas 
Bajo riesgo 70 37,8 
Riesgoso 115 62,2 
 
 
 
 
 
 
¿En qué momento el niño/a utiliza 
pantallas? 
 
1 momento 
39 21,1 
2 momentos 64 34,6 
3 momentos 50 27,0

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