Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
He recibido y comprendo las instrucciones de este folleto. Proveedor: Firma Fecha: Documentos recibidos: Si el problema continúa, no mejora o empeora, le recomendados que consulte a su médico de cabecera, al médico al que lo deriven o que se dirija de inmediato a la sala de emergencias más cercana. Ante todo, no deje de consultar a un médico. Monday, November 6, 2023 1) Accidente cerebrovascular, isquémico y diabetes mellitus, tipo 2, en adultos, by Richman S, (et al) Quick Lesson Accidente cerebrovascular, isquémico y diabetes mellitus, tipo 2, en adultos By: Sharon Richman, MSPT; Sara Grose, MSN, RN, PHN, CNL, CLE Edited by: Diane Pravikoff, RN, PhD, FAAN Cinahl Information Systems Descripción/Causas El accidente cerebrovascular isquémico (ACVI) es la interrupción del suministro sanguíneo al cerebro debido al bloqueo de los vasos por un coágulo sanguíneo. El ACVI puede ser ocasionado por trastornos cardiovasculares, incluida ateroesclerosis e hipertensión. (Para obtener información, consulte la serie de Lecciones rápidas sobre accidentes cerebrovasculares). La diabetes mellitus, tipo 2 (DM2) es un factor de riesgo independiente para el ACVI. La característica de hiperglucemia de la DM2 produce cambios patológicos en la estructura y la función vascular. El ACVI, especialmente el ACV lagunar y los infartos infratentoriales, ocurre con más frecuencia entre los pacientes con DM2 que entre personas sin DM2. La prevención del ACVI en todas las personas con DM2 incluye metformina, sulfonilureas, meglitinidas o insulina para tratar la hiperglucemia, la dieta para diabéticos y el ejercicio regular, el control habitual de la vista, las exploraciones del pie, la evaluación de la enfermedad de las arterias coronarias y la medición del espesor íntima media carotídeo para identificar la ateroesclerosis de la arteria carótida subclínica. Las estrategias adicionales de prevención pueden incluir anticoagulación usando warfarina, aspirina o clopidogrel para personas con fibrilación auricular; terapia del comportamiento, reemplazo de nicotina o bupropión para personas que fuman; pérdida de peso para personas con resistencia a la insulina; estatinas o ácido nicotínico para personas con dislipidemia; e inhibidores de la enzima convertasa de angiotensina (ECA) para personas con hipertensión o proteinuria. El tratamiento del ACVI en pacientes con DM2 es similar al de los pacientes sin DM2 (para obtener información sobre el tratamiento, consulte las Lecciones rápidas, antes mencionadas), pero también incluye el mantenimiento estricto de euglucemia (es decir, la concentración normal de glucosa sérica) y de la hidratación. Las personas con DM2 y ACVI tienden a estar hospitalizados durante más tiempo, tienen mayor discapacidad (es decir, discapacidad neurológica y funcional permanente) y tienen mayor mortalidad después de un ACVI, comparado con personas sin DM2. Datos y cifras El riesgo de ACVI entre personas con DM2 es 1 1/2 a 3 veces más que el riesgo de ACVI entre la población general. La DM2 aumenta el riesgo de ACVI 10 veces para personas mayores de 55 años de edad. Las personas con DM2 tienen diez veces más de probabilidad de tener un ACVI que un ACV hemorrágico. Factores de riesgo Los factores de riesgo para el ACVI entre personas con DM2 incluyen edad (es decir, más de 40 años) obesidad, fibrilación auricular, hipertensión, complicaciones microvasculares, hiperglucemia, niveles bajos de colesterol HDL (< 0,9 mmol/l), niveles altos de triglicéridos totales (< 2,3 mmol/l), síndrome metabólico, hiperuricemia, proteinuria, duración de la DM2, antecedentes de ACV y sexo masculino. Signos y síntomas/Cuadro clínico Los pacientes pueden presentar hemiplejía, caída facial, pérdida sensorial del lado afectado, afasia o dificultad del habla, pérdida del equilibrio y de la coordinación, visión borrosa o pérdida de la visión, ataxia (es decir, la falta de coordinación muscular), disminución repentina del nivel de consciencia o cambios en el estado mental. Evaluación Antecedentes del paciente Evaluar los antecedentes de tabaquismo, consumo de alcohol y abuso de sustancias, trastornos cardiovasculares, respiratorios, ortopédicos o neurológicos, dieta y actividad física, y antecedentes familiares de ACVI. Datos de la exploración física de interés particular Consulte Signos y síntomas/Cuadro clínico, más arriba. Análisis de laboratorio que pueden indicarse Los niveles de colesterol LDL/HDL, glucosa en sangre, proteína C reactiva y homocisteína pueden encontrarse elevados. Los hemocultivos pueden indicar presencia de infección. Los estudios de coagulación (TP, TTP, razón normalizada internacional [RNI]) pueden indicar hipercoagulabilidad. El análisis de orina puede indicar microalbuminuria o proteinuria. Otros análisis y estudios de diagnóstico Todos los adultos que presentan signos y síntomas de ACV deben someterse a lo siguiente: Tomografía computarizada del cráneo para evaluar si existen áreas de infarto Ultrasonido Doppler transcraneal para evaluar si existe oclusión arterial Angiografía por resonancia magnética (ARM) para evaluar si existe oclusión arterial Objetivos del tratamiento Evaluar y resolver los síntomas del ACV y mantener un estado fisiológico óptimo. Controlar los signos vitales, evaluar todos los sistemas fisiológicos y revisar los resultados de estudios de diagnósticos y análisis de laboratorio. Mantener la seguridad del paciente (p. ej. vías respiratorias, circulación y prevención de lesiones). Conservar la hidratación, la euglucemia y la temperatura normal del cuerpo. Evaluar el nivel de conciencia y la presencia de dolores y otras molestias. Administrar analgésicos, tPA, antiplaquetarios, antihipertensivos, anticoagulantes, estatinas u otros medicamentos recetados. Controlar los niveles de glucosa en sangre y administrar la insulina recetada. Administrar antidiabéticos por vía oral, si se indica. Alentar la alimentación apropiada siguiendo una dieta para diabéticos. Brindar apoyo emocional y educar. Evaluar la ansiedad y la capacidad de lidiar con la enfermedad del paciente y su familia. Educar y estimular el debate sobre el ACVI y la DM2, los riesgos y los beneficios del tratamiento, el proceso de recuperación, el autocontrol de la DM2 y la fijación de metas para recobrar la funcionalidad. Solicitar la derivación a un asistente social para que identifique los recursos locales para rehabilitación ambulatoria, los grupos de apoyo de DM2/ACVI y los servicios a domicilio. Derivar a un profesional especializado en salud mental para que asesore al paciente acerca de las estrategias para lidiar con la enfermedad. Temas para reflexionar Las personas con DM2 que realizaron el autocontrol de la glucosa en sangre tuvieron menos ACV durante los cinco a siete años después del diagnóstico de DM2. El control de la glucemia medido por los niveles promedio de glucosa en sangre diarios y los niveles de glucosa posprandial pueden ser un factor de predicción más exacto del riesgo de ACV que los niveles de Hgb A1c y la glucosa en sangre en ayunas (Martin et al., 2009). Los pacientes que tomaban antidiabéticos por vía oral antes del ACV generalmente son tratados con insulina durante la recuperación. La insulina es el tratamiento de elección para la DM aguda. ¿Qué debo informar al paciente o a la familia del paciente? Son esenciales la adherencia estricta del tratamiento terapéutico personalizado de medicamentos, las modificaciones del estilo de vida y el autocontrol de la DM para reducir el riesgo de recurrencia del ACVI. Solicitar asistencia médica inmediata en el caso de síntomas de ACV nuevos o agravados. Las alteraciones fundamentales en el estilo de vida incluyen dejar de fumar, evitar el consumo de alcohol, realizar actividad física en forma habitual, bajar de peso en caso de sobrepeso y llevar una dieta nutritiva, con bajo contenido de grasas y sodio. El autocontrol de la DM puede resultar difícil con el deterioro funcional posterior al ACV, pero el proceso se simplifica si se aprendea usar jeringas precargadas, dispositivos alternativos para el control de la glucosa en sangre y otros dispositivos especializados. Para obtener más información sobre la educación del paciente, consulte Quick Lesson About… Diabetes Mellitus, Type 2. References 1. Bowman, L. (2010). Management of patients with cerebrovascular disorders. In S. C. Smeltzer, B. G. Bare, J. L. Hinkle, & K. H. Cheever (Eds.), Brunner & Suddarth’s textbook of medical-surgical nursing (12th ed., pp. 1895-1917). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins. 2. Golden, S. H., Hill-Briggs, F., Williams, K., Stolka, K., & Mayer, R. S. (2005). Management of diabetes during acute stroke and inpatient stroke rehabilitation. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 86(12), 2377-2384. 3. Hitman, G. A., Colhoun, H., Newman, C., Szarek, M., Betteridge, D. J., Durrington, P. N., … Neil, H. A. (2007). Stroke prediction and stroke prevention with atorvastatin in the Collaborative Atorvastatin Diabetes Study (CARDS). Diabetic Medicine, 24(12), 1313-1321. 4. Idris, I., Thomson, G. A., & Sharma, J. C. (2006). Diabetes mellitus and stroke. International Journal of Clinical Practice, 60(1), 48-56. 5. Janghorbani, M., Hu, F. B., Willett, W. C., Li, T. Y., Manson, J. E., Logroscino, G., & Rexrode, K. M. (2007). Prospective study of type 1 and type 2 diabetes and risk of stroke subtypes: The Nurses’ Health Study. Diabetes Care, 30(7), 1730-1735. 6. Kamalesh, M., Shen, J., & Eckert, G. J. (2008). Long term postischemic stroke mortality in diabetes: A veteran cohort analysis. Stroke: A Journal of Cerebral Circulation, 39(10), 2727-2731. 7. Kissela, B., & Air, E. (2006). Diabetes: Impact on stroke risk and poststroke recovery. Seminars in Neurology, 26(1), 100-107. 8. Lees, K. R., & Walters, M. R. (2005). Acute stroke and diabetes. Cerebrovascular Diseases (Basel, Switzerland), 20(Suppl. 1), 9-14. 9. Martin, S., Kolb, H., Schneider, B., Heinemann, L., Weber, C., Kocher, S., … Lodwig, V. (2009). Myocardial infarction and stroke in early years after diagnosis of type 2 diabetes: Risk factors and relation to self- monitoring of blood glucose. Diabetes Technology & Therapeutics, 11(4), 234-241. 10. Roy, M. S., Peng, B., & Roy, A. (2007). Risk factors for coronary disease and stroke in previously hospitalized African-Americans with type 1 diabetes: A 6-year follow-up. Diabetic Medicine: A Journal of the British Diabetic Association, 24(12), 1361-1368. https://web-s-ebscohost-com.bdigital.sena.edu.co/nrc/delivery?sid=1089743f-bdcd-4e2b-8b0c-296b33f0c5be@redis&vid=14&db=nre&ss=AN+%225000001606%22&sl=ll https://web-s-ebscohost-com.bdigital.sena.edu.co/nrc/delivery?sid=1089743f-bdcd-4e2b-8b0c-296b33f0c5be@redis&vid=14&db=nre&ss=AN+%225000001606%22&sl=ll 11. Sander, D., Sander, K., & Poppert, H. (2008). Stroke in type 2 diabetes. British Journal of Diabetes & Vascular Disease, 8(5), 222-229. Reviewer(s) Darlene A. Strayer, RN, MBA, Cinahl Information Systems, Glendale, California Nursing Practice Council, Glendale Adventist Medical Center, Glendale, California Original document: 2007 Nov 23 Latest revision: 2010 Apr 02 Published by Cinahl Information Systems. Copyright © 2010, Cinahl Information Systems. All rights reserved. No part of this may be reproduced or utilized in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying, recording, or by any information storage and retrieval system, without permission. Cinahl Information Systems accepts no liability for advice or information given herein or errors/omissions in the text. It is merely intended as a general informational overview of the subject for the healthcare professional. Fuente: Cinahl Information Systems (Glendale, California). 2010 Apr 02 (2p) Número de elemento:: SPA5000004212
Compartir