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Hidratar el cuerpo reduce las molestas rampas musculares Los calambres son especialmente frecuentes entre deportistas y el 95% de los más jóvenes los sufre L a imagen de un depor-tista, sobre en el terreno de juego, estirando una de sus piernas, pero mos-trando al mismo tiempo el dolor en su rostro, suele delatar un calambre muscular. Gemelos, isquiotibiales y cuádriceps son los músculos más propicios a agarrotar- se repentinamente por el efecto de un calambre, una situación a la que popularmente nos referimos como tener una rampa. «Hasta el 95% de los jóvenes que practican deporte sufren calam- bres», indica el jefe de Neurofisio- logía del servicio de Neurología del Hospital de Bellvitge, Jordi Monte- ro. «El calambre se produce por la excitación masiva y brusca de las fi- bras musculares de una zona locali- zada, generalmente la pantorrilla o los músculos de la parte posterior del muslo», explica Montero. «Y la excitación de las fibras musculares se produce por deshidratación lo- calizada en esos músculos, causan- do cambios en las membranas que Carme ESCALES rodean las fibras, de forma que se transmite la excitación de una fibra a otra por contigüidad hasta hacerlo a frecuencias extraordinariamente altas –pueden superar las de más de 100 por segundo–. Dicha situación provoca una falta de oxigenación –isquemia– en el músculo. Esa es la causa del intenso dolor que se siente cuando se tiene un calambre», prosi- gue el doctor Montero. TENSAR LA EXTREMIDAD / Cuando se pro- duce una rampa, la primera acción más común es tratar de estirar el músculo afectado. «Se provoca así que pierdan contacto entre sí las fi- bras musculares y cese el paso de ex- citación por contigüidad», detalla el neurólogo del Hospital de Bellvitge. «Estirando, el calambre y el dolor ce- den, sin embargo, el peligro de que se produzcan nuevos episodios de rampa, no, pues el estado de deshi- dratación local continúa», precisa. Por ello, una buena hidratación ayuda a reducir las dolorosas ram- pas que, cuando se dan, obligan a cesar la actividad. «Además de la hi- dratación, un buen entrenamien- to contribuye a prevenirlas», seña- la Montero. «El mejor medicamento para evitar los calambres es el sul- fato de quinina, que no está comer- cializado pero que preparan en far- macias. A falta de ese preparado, «tomar un botellín de agua tónica suple el contenido de sulfato de qui- nina necesario, pues contiene unos doscientos miligramos. Y una al día es suficiente», precisa Montero. COMPENSAR POTASIO Y MAGNESIO /«La pér- dida de potasio y magnesio, cuando se suda en exceso por una hiperac- tividad muscular, puede provocar rampas. Por ello, la hidratación es fundamental. Las bebidas isotónicas ayudan a recuperar estas pérdidas. El plátano y la coca-cola aportan po- tasio, y el magnesio se puede adqui- rir de la clorofila y, en general, de to- dos los vegetales verdes», detalla el jefe clínico de Neurología del Hospi- tal Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona, Jaume Coll Cantí. Calentamiento y estiramientos antes de iniciar una sesión deportiva son aconsejables para no padecer esas contracciones súbitas en los múscu- los. Igualmente, una buena alimen- tación, equilibrada, y realizar un au- mento de la intensidad de la prácti- ca deportiva de manera progresiva. «Si la rampa es intensa, puede lle- gar a lesionar las fibras musculares, a través de un infarto isquémico, lo cual produciría una pérdida de fuer- za en la zona afectada», informa Jor- di Montero. La neurología se ocupa de estudiar los calambres, ya que en ellos interviene todo el sistema ner- vioso del organismo: el cerebro, la médula, nervios y músculos. Pero cualquier médico de familia puede indicar lo más conveniente cuando las rampas son muy habituales. H ESTIRAMIENTOS. Núria Codina, una corredora popular, estira las piernas, una forma de prevenir o hacer desaparecer los calambres. FERRAN NADEU 12 5 DE MAYO DEL 2015 A tENEr EN CuENtA 1 «En el 97% de los casos, las rampas son parte de la normalidad. La exploración de los reflejos, análi- sis de sangre y descartar problemas en músculos y nervios periféricos con electromiograma confir- marán si hay patologías asociadas», afirma Coll. RAMPAS ASOCIADAS A ENfERMEDADES 2 Las rampas o calambres pueden darse a cualquier edad y se acusan más en periodos de cansancio, ansiedad o deshidratación. Son frecuentes en em- barazadas y enfermos renales en tratamiento con diálisis y alguna medicación las puede favorecer. EDADES Y CIRCUNSTANCIAS 3 La redistribución de líquidos por el cuerpo, al acos- tarnos, puede producir calambres. Embarazadas y pacientes con enfermedades metabólicas acos- tumbran a sufrir más estos calambres nocturnos que, en general, son frecuentes al ir a dormir. CALAMbRES NOCTURNOS
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