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307
Principios básicos
El corazón es un órgano muscular que bombea sangre 
arterial a todo el organismo. Para ello se contrae, en el 
caso de un adulto, 60-80 veces por minuto en reposo. Sin 
embargo, con el ejercicio su frecuencia aumenta rápida-
mente y puede alcanzar los 160-180 latidos por minuto 
durante el máximo esfuerzo. Para realizar este trabajo el 
corazón consume incluso en reposo mayor cantidad de 
oxígeno que otros tejidos (hasta 10 veces más por unidad 
de peso), cantidad que debe aumentar hasta cinco veces 
con el ejercicio.
El oxígeno llega al músculo cardíaco a través de la 
sangre que circula por las arterias coronarias. Éstas, en con-
diciones normales, pueden aumentar su flujo (cantidad de 
sangre por unidad de tiempo) durante el ejercicio hasta 
cinco veces en comparación con el reposo.
Enfermedad de las arterias coronarias
Las arterias coronarias (llamadas así porque rodean el 
corazón a modo de corona) son las tuberías que llevan la 
sangre al corazón. Su principal misión es la de permitir 
la adaptación del flujo coronario a las necesidades meta-
bólicas del miocardio o músculo cardíaco. La arteriosclero-
sis es una enfermedad muy frecuente que afecta a las coro-
narias y a otras arterias del organismo. Se caracteriza por 
la existencia de depósitos de colesterol y otras grasas, el 
endurecimiento y la inflamación de la pared arterial. todo 
ello produce una reducción de la luz arterial (estenosis), así 
como una mayor tendencia a la formación de coágulos en 
la pared del vaso.
Cuando la estrechez de los vasos es de suficiente 
intensidad (reducción del diámetro del vaso mayor del 50%) 
afecta al aumento del flujo requerido durante el esfuerzo. 
En esas condiciones se produce una deficiencia de oxígeno 
(isquemia miocárdica), cuya traducción clínica es la apari-
ción de la angina de pecho. La formación de trombos en la 
pared de los vasos puede reducir de forma importante y 
brusca el flujo coronario, produciéndose angina incluso en 
reposo, y dar lugar al llamado síndrome coronario agudo.
Consecuencias de la reducción del flujo coronario
Las estenosis coronarias producen angina de esfuerzo, cuya 
gravedad suele ser (en general, pero no siempre) paralela 
a la gravedad de la estenosis. La angina de esfuerzo puede 
diagnosticarse por los síntomas que refiere el paciente o 
mediante una serie de pruebas (pruebas de detección de 
isquemia), que ponen en evidencia cambios demostrables 
durante el esfuerzo en el electrocardiograma, la perfusión 
o la contractilidad del corazón, y que se normalizan poste-
riormente con el reposo. Se trata de un cuadro clínico que 
tiende a ser estable. El dolor se produce de forma bastante 
reproducible con un determinado nivel de ejercicio.
Cuando en el interior de las arterias coronarias se 
forman trombos, éstos pueden obstruir parcialmente las 
Capítulo 33
Tratamiento invasivo del infarto 
y la angina
Dra. Rosa Ana Hernández Antolín
Médico especialista en Cardiología. Jefe de Sección de la unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista 
del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, Madrid. Profesora asociada de Cardiología 
de la Facultad de Medicina de la universidad Complutense de Madrid
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
308
arterias coronarias mayores, o bien embolizar o migrar a 
arterias menores, produciendo un infarto pequeño, tam-
bién llamado daño miocárdico mínimo o infarto no Q. Este 
cuadro clínico es muy inestable, ya que los episodios de 
necrosis o muerte de tejido miocárdico pueden repetirse, o 
incluso el trombo puede aumentar bruscamente de tamaño 
y ocluir el vaso por completo.
Cuando el trombo es muy grande y obstruye por 
completo el flujo coronario, se habla de infarto agudo de 
miocardio. Es una situación de extremo peligro, ya que 
durante las primeras horas de la oclusión coronaria se pue-
den producir arritmias graves, como la fibrilación ventricu-
lar, que causa una parada cardíaca. En este caso, si no se 
restablece a tiempo el flujo coronario, se producirá necro-
sis o muerte de todo el territorio irrigado por la arteria obs-
truida. En esta región del músculo cardíaco aparecerá en las 
semanas siguientes una cicatriz incapaz de contracción.
La angiografía coronaria o coronariografía
La coronariografía permite visualizar la luz de las arterias 
coronarias. El procedimiento se realiza en la sala de hemo-
dinámica de un servicio de cardiología con el paciente des-
pierto bajo anestesia local en la zona de punción (la ingle, 
si se punciona la arteria femoral, o la muñeca, si se pun-
ciona la arteria radial). Por la punción se coloca en la arte-
ria una vaina y a través de ésta se introducen los catéteres, 
que son unos tubos de plástico muy finos, largos y flexi-
bles, que se avanzan siguiendo una dirección contraria al 
flujo arterial hasta la raíz de la aorta, de donde salen las dos 
arterias coronarias (derecha e izquierda que a su vez tienen 
dos ramas: la arteria descendente anterior y la circunfleja). 
En cada una de ellas se inyecta contraste, lo que permite 
visualizar con rayos x la luz de las arterias y detectar si 
existe estenosis o estrechamiento de la luz del vaso, la loca-
lización y el grado de obstrucción que produce. 
Tratamiento de revascularización
Cuando las estenosis coronarias causan angina o isquemia 
demostrable en alguna prueba objetiva, se hace aconse-
jable la realización de algún procedimiento de revascula-
rización coronaria, con el objetivo de mejorar la perfusión 
miocárdica.
Los dos procedimientos de revascularización exis-
tentes en la actualidad son la angioplastia coronaria (dila-
tación por cateterismo de las zonas estrechas) y la cirugía 
de revascularización miocárdica (cirugía de baipás aorto-
coronario con implantación de puentes que salven las obs-
trucciones que sufre el paciente).
La indicación de un método u otro depende del tipo 
de paciente, el número y la localización de las lesiones, el 
estado de los vasos coronarios más allá de las obstruccio-
nes, la función contráctil del corazón y las enfermedades 
asociadas que pudieran modificar el riesgo o el resultado 
de cualquiera de los dos procedimientos. En general, los 
pacientes con una o dos lesiones y obstrucciones favora-
bles para angioplastia se tratan con esta técnica, mientras 
que en los pacientes con enfermedad de los tres vasos prin-
cipales y vasos que permitan implantar puentes sería más 
recomendable, en general, la cirugía. No obstante, hay que 
matizar que cada caso debe analizarse de forma individual y 
preferiblemente de manera conjunta entre los médicos que 
practican la angioplastia coronaria (cardiólogos intervencio-
nistas) y los que realizan la cirugía de baipás (cirujanos car-
díacos). El límite en la indicación de ambos procedimientos 
ha variado de forma importante en los últimos años con una 
tendencia general a un tratamiento intervencionista más 
agresivo y resolutivo (más vasos tratados) y con la incorpo-
ración de nuevas técnicas a la cirugía sin necesidad de circu-
lación extracorpórea, de modo que esta cirugía se ha vuelto 
mucho más segura y por tanto aplicable a pacientes que 
antes eran considerados inoperables. En ocasiones, puede 
incluso realizarse una revascularización llamada híbrida, en 
la que uno o dos vasos son revascularizados mediante ciru-
gía y los demás con angioplastia.
Técnicas invasivas intracoronarias
Son el conjunto de técnicas endovasculares (por realizarse 
desde el interior de las arterias coronarias), cuya finalidad 
FIGURA 1. Angioplastia coronaria con balón
1 2 3 4
1. Corte longitudinal del vaso y la lesión aterosclerótica. 2. Balón desinflado 
situado en la lesión. 3. Inflado del balón y dilatación de la lesión. 4. tras el 
inflado del balón, aumenta la luz del vaso.
309
trAtAMIENto INVASIVo DEL INFArto y LA ANgINA
es mejorar la luz coronaria y, por tanto, el flujo de sangre 
al corazón. Estas técnicas (angioplastia) incluyen la dilata-
ción de la pared del vaso con balón o stent, la aspiración detrombos o la utilización de diversos dispositivos mecáni-
cos capaces de reducir la cantidad de placa aterosclerótica. 
A veces se utilizan también de forma combinada ciertas 
técnicas diagnósticas intravasculares, como la ecografía 
intracoronaria o el estudio mediante guía de presión, que 
ayudan a una mejor valoración de la gravedad de las lesio-
nes, a planear la estrategia más adecuada o a valorar el 
resultado.
La angioplastia coronaria es un tratamiento muy 
efectivo, pero no está exento de complicaciones, algunas 
de ellas graves e incluso mortales. Su duración es muy 
variable, dependiendo de la complejidad del caso, pero lo 
más frecuente es que dure entre 30-90 minutos.
El paciente está despierto o ligeramente sedado 
mediante anestesia local en el lugar de la punción arterial 
y se emplea la ayuda de contraste y rayos x para visualizar 
las arterias coronarias. Durante todo el procedimiento el 
paciente debe estar bajo el efecto de medicación anticoa-
gulante para evitar que se formen coágulos en el interior 
de las arterias coronarias.
La fase inicial es, por tanto, idéntica a la de la coro-
nariografía diagnóstica. Se identifican con precisión la 
lesión o lesiones que hay que tratar, se planifica la estrate-
gia y se elije el material. Después se introduce dentro del 
catéter un alambre muy fino (guía) que navega por el inte-
rior de la arteria coronaria, cruza la obstrucción y avanza 
hasta el final de la arteria. A partir de entonces, se utilizan 
diversas técnicas para el tratamiento de la obstrucción 
coronaria, según las características de la lesión, de forma 
aislada o combinadas entre sí. Así, se puede avanzar sobre 
la guía un catéter muy fino con un globo en la punta (caté-
ter balón) que se infla en el lugar de la obstrucción (angio-
plastia coronaria con balón), o implantarse, precedida o no 
por una dilatación con balón, una o varias mallas metálicas 
(angioplastia con stent). otras veces es necesario utilizar 
otros catéteres diferentes, que llevan en su extremo algún 
dispositivo que corta, pule o aspira (aterectomía) parte del 
material de la placa aterosclerótica.
terminado el procedimiento, se cierra el punto de 
acceso arterial de forma inmediata o diferida (a las 4-6 
horas, para esperar a que concluya el efecto de la medica-
ción anticoagulante), ya sea por compresión manual, instru-
mental o con algún dispositivo de cierre. Dependiendo de 
la organización de la unidad y de la situación del paciente, 
esta parte se realiza en la sala de hemodinámica, en insta-
laciones adyacentes, en la habitación del paciente o en la 
unidad coronaria. En general, el alta hospitalaria se realiza 
a las 24 horas en los pacientes con angina estable, aunque 
en algunas ocasiones podría darse en el mismo día. En los 
pacientes con infarto de miocardio el alta debe retrasarse 
un mínimo de tres o cuatro días y en los casos de infartos 
grandes los pacientes deben permanecer en observación 
en el hospital durante unos días más.
Angioplastia coronaria con balón
A través de la guía se avanza un balón de dilatación des-
inflado hasta el lugar de la obstrucción. Allí el balón se 
infla con una presión variable (normalmente entre 6-12 
atmósferas) mediante un dispositivo de inflado que per-
mite determinar con exactitud la presión seleccionada. 
Existen en el mercado muchos tipos de balón, todos ellos 
de diferentes materiales plásticos, que varían en longitud, 
diámetro y propiedades mecánicas (como la distensibili-
dad, que es el incremento del diámetro del balón cuando 
se aplican altas presiones). En general, se emplean balo-
nes ajustados al diámetro real del vaso (que se puede 
estimar a partir de la coronariografía diagnóstica) y a la 
longitud de la lesión, y no distensibles o al menos poco 
distensibles, ya que el incremento del diámetro a altas 
presiones podría romper el vaso. El balón, al inflarse, deja 
una muesca o cintura en el lugar de la lesión, que desapa-
rece al aumentar la presión. Si esto ocurre a baja presión, 
se habla de lesiones blandas, y si sucede a alta presión 
(más de 10 atmósferas) se habla de lesiones duras. En 
El balón de angioplastia es una pequeña membrana hinchable que se 
introduce en la zona de la lesión y se infla para desobstruir las arterias.
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
310
ocasiones, es necesario superar las 20 atmósferas para 
hacer desaparecer la cintura del balón.
El mecanismo de dilatación con balón es la rotura 
de la placa y la distensión de los segmentos sanos, que pos-
teriormente sufren un cierto retroceso elástico debido a las 
propiedades elásticas de la pared arterial. Ello se traduce en 
una parcial pérdida precoz de la luz ganada con el inflado 
del balón. Además, el daño arterial producido por la angio-
plastia pone en marcha el mecanismo de cicatrización o 
reparación vascular, que dura unos seis meses y que es res-
ponsable de la llamada reestenosis (nueva obstrucción del 
vaso), fenómeno que depende del tipo de lesión y de vaso, 
pero que de forma global afecta al 20-30% de los vasos tra-
tados exclusivamente con balón. Como se verá a continua-
ción, el stent coronario, sobre todo el recubierto con drogas 
antiproliferativas, también llamado stent liberador de fárma-
cos, ha logrado reducir de forma importante el fenómeno 
de la reestenosis, por lo que en la actualidad la angioplastia 
exclusivamente con balón se aplica sólo en aquellos vasos 
que tienen unas dimensiones muy reducidas o en los que 
por razones mecánicas (peor navegabilidad del stent) no es 
posible avanzar este dispositivo hasta el lugar de la lesión.
Angioplastia con stent
La aparición del stent a finales de la década de los ochenta 
del siglo xx representó una revolución en el tratamiento 
intracoronario. Los resultados eran mejores (dilatación más 
efectiva en términos de área de luz obtenida), más prede-
cibles (menos oclusión inmediata del vaso) y más dura-
deros (mucho menos riesgo de reestenosis). A partir de 
mediados de los noventa se implantan stents en la mayo-
ría (más del 90%) de los procedimientos intervencionistas 
coronarios.
Los stents coronarios son dispositivos realizados de 
diversas aleaciones de metal, con diferente estructura, que 
se comercializan replegados (o montados) en un balón. El 
complejo balón-stent se avanza sobre la guía hasta la lesión, 
donde, al inflarse el balón, se libera el stent. A continuación 
se retira el balón y queda el stent incrustado en la pared del 
vaso garantizando la dilatación de la luz. No obstante, el 
contacto del metal con la sangre circulante puede inducir 
la formación de coágulos o trombos. Para evitarlo es esen-
cial administrar al paciente dos fármacos antiplaquetarios 
(en general, Aspirina® y clopidogrel) hasta que se complete 
la reendotelización del stent (formación de una capa fina 
de neoendotelio que tapice la superficie interna del stent). 
Dicho proceso se completa en un mes con la utilización del 
stent metálico convencional, si bien puede retrasarse más 
de un año en el caso del stent recubierto, por lo que, tras la 
implantación de un stent u otro, se hacen recomendacio-
nes diferentes con respecto a la duración del tratamiento 
antiagregante.
Tipos de stents
La introducción del stent metálico en la angioplastia coro-
naria redujo significativamente la tasa de reestenosis en 
comparación con el balón, pero ésta seguía siendo ele-
vada sobre todo en vasos pequeños o en lesiones largas 
que precisaban la implantación de dispositivos de más de 
30 mm de longitud. Por esta razón, a partir de la segunda 
mitad de los noventa se empezó a investigar en la pro-
ducción de stents que incorporaran la liberación de dro-
gas antiproliferativas responsables de reducir la respuesta 
cicatricial causante de la reestenosis. Estas investigacio-
nes dieron como resultado el lanzamiento al mercado de 
diversos stents farmacoactivos o liberadores de drogas 
antiproliferativas. Éstos, en su mayoría, se componen de 
una estructura metálica similar a la del stent metálico con-
vencional:un polímero de plástico capaz de almacenar 
la droga y liberarla lentamente (en varias semanas) y un 
FIGURA 2. Angioplastia coronaria con stent
1. El catéter guía (en azul) se ha colocado al inicio de la arteria coronaria 
derecha. A través de él se avanza una guía que atraviesa la lesión. 2. A través 
de la guía se avanza el stent montado sobre el balón, que se coloca en la 
lesión y se infla. 3. tras desinflarse el balón, el stent queda aplastado contra 
la pared del vaso.
311
trAtAMIENto INVASIVo DEL INFArto y LA ANgINA
fármaco cuyo efecto local es reducir la respuesta proli-
ferativa. Los medicamentos utilizados pertenecen a dos 
familias de drogas: los limus (sirolimus, everolimus, zota-
rolimus, tacrolimus), que detienen la proliferación celular 
en fase de reposo, y los derivados del paclitaxel, que son 
agentes citotóxicos para las células que se encuentran en 
fase de replicación.
Los stents farmacoactivos han resultado útiles para 
reducir la reestenosis, pero obligan a un tratamiento pro-
longado con dos antiplaquetarios. En algunos casos se ha 
observado una obstrucción tardía del stent (tras meses o 
años), que, aunque poco frecuente (alrededor de un 1%), 
suele ocasionar un infarto de miocardio y un riesgo ele-
vado de mortalidad. Esto ha levantado en los dos últimos 
años una polémica sobre la seguridad de los stents far-
macoactivos que ha saltado a la prensa no médica. Con 
los datos de que disponemos en la actualidad podemos 
decir que el stent recubierto ha demostrado disminuir 
la tasa de reestenosis y la necesidad de nuevos procedi-
mientos de revascularización, si bien se asocia a una tasa 
de trombosis tardía mayor que los stents convencionales. 
Hoy día estaría indicada la implantación de un stent metá-
lico en lesiones con bajo riesgo de reestenosis (vasos 
grandes, lesiones cortas) y en pacientes en quienes la 
doble antiagregación prolongada pueda representar un 
problema clínico.
Otros dispositivos
En ocasiones, se hace necesaria la utilización de otros dis-
positivos que permiten la aspiración de trombos (extrac-
tores de trombos, muy empleados en la angioplastia del 
infarto agudo de miocardio) o que impiden su emboliza-
ción o migración a otros territorios del organismo. Se trata 
de dispositivos que producen cortes en las placas (balón 
de corte), que cortan parte de la placa (aterectomía direc-
cional, prácticamente en desuso) o que giran a gran velo-
cidad de una forma parecida a las fresas de los dentistas 
y que permiten pulir el interior de las arterias coronarias 
muy endurecidas (técnica empleada en el 1-5% de las 
angioplastias) como paso previo a la dilatación con balón 
e implantación posterior del stent.
Resultados inmediatos y complicaciones de 
la angioplastia electiva
En las angioplastias de vasos no ocluidos que se realizan 
fuera del infarto agudo de miocardio, y debido al desarro-
llo de los materiales y a la experiencia de los especialistas, 
la tasa de éxito es mayor del 95%. Cuando se trata de dila-
tar vasos que llevan ocluidos mucho tiempo, los resultados 
favorables son mucho menores (50-70%) incluso en manos 
expertas. Las complicaciones suelen deberse a la existen-
cia de disecciones en los segmentos adyacentes al stent, a 
la oclusión de ramos laterales y, más raramente, a la oclu-
sión inmediata o en las primeras 24 horas del vaso tratado, 
produciéndose un infarto agudo de miocardio de mayor o 
menor tamaño.
Entre las complicaciones no isquémicas destacan 
la aparición de arritmias graves, el empeoramiento de la 
función renal o de la insuficiencia cardíaca y la aparición 
de complicaciones vasculares en el lugar de la punción 
arterial. La probabilidad de complicaciones depende de 
las características del paciente, de sus vasos sanguíneos y 
de la lesión. Presentan mayor riesgo los pacientes ancia-
nos, las mujeres, los obesos o muy delgados, los pacientes 
con enfermedad renal previa, diabéticos o en mala situa-
ción general por la razón que sea, así como aquellos con 
enfermedad vascular en varios territorios (arterias cerebra-
les, arterias de las piernas) o con vasos muy calcificados. 
Los pacientes cuyo procedimiento termina con éxito y sin 
Visión angiográfica durante la angioplastia coronaria. 1. El contraste 
administrado en el origen de la coronaria derecha tiene un stop 
(flecha) a partir del cual no avanza. 2. Al avanzar una guía por el interior 
de la arteria, ésta se abre y el contraste la rellena completamente; se 
observa una obstrucción (flecha) que pone de manifiesto la exis-
tencia de ésta. 3. Colocación del stent en el lugar de la obstrucción. 
4. resultado final.
1 2
3 4
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
312
complicaciones habitualmente tienen una importante 
mejoría de sus síntomas anginosos y quedan muchos de 
ellos libres de angina.
Con esta alta tasa de éxito y baja de complicaciones, 
no es de extrañar que el número de procedimientos se haya 
disparado. En España el crecimiento anual en estas técnicas 
es de aproximadamente el 10%. El número de angioplastias 
realizadas en España en 2006 fue de más de 57.000.
Resultados inmediatos y complicaciones de 
la angioplastia del infarto agudo de miocardio
En los pacientes con infarto agudo de miocardio la fina-
lidad de la angioplastia es restablecer con la mayor bre-
vedad posible el flujo coronario interrumpido por la pre-
sencia de coágulos en el interior de la arteria. En este tipo 
de pacientes la rapidez en el restablecimiento del flujo 
coronario es clave. Si ocurre en menos de una hora desde 
el inicio de la oclusión, el miocardio o músculo cardíaco 
se recupera casi por completo. Si han pasado más de seis 
horas, la recuperación es prácticamente nula, aunque se 
restablezca un flujo normal. De ahí la importancia que 
tienen, por una parte, la educación de la ciudadanía con 
respecto a la actuación en caso de un dolor intenso en 
el pecho sospechoso de infarto de miocardio y, por otra, 
la rapidez en la respuesta de los servicios de urgencias. 
La repermeabilización del vaso puede llevarse a cabo por 
medios farmacológicos (fibrinolisis) o mecánicos (angio-
plastia). Aunque la angioplastia es más efectiva, conlleva 
un retraso mayor que la fibrinolisis y no está disponible 
a todas horas en todos los hospitales. Se estima que en 
España, a pesar de haber aumentado de forma impor-
tante la posibilidad de realizar este procedimiento a 
cualquier hora del día o de la noche, todavía menos de 
un 20% de los infartos son tratados con angioplastia 
inmediata (angioplastia primaria). La utilización de este 
método frente a la fibrinolisis es particularmente útil en 
los pacientes con infartos grandes que producen afecta-
ción hemodinámica, en pacientes con infarto previo, en 
aquellos que acuden relativamente tarde al hospital y 
en aquellos que tienen un riesgo aumentado de san-
grado con la fibrinolisis.
El procedimiento en sí mismo es bastante similar 
al que se realiza en los pacientes con angina, salvo que 
frecuentemente se utilizan dispositivos de aspiración de 
trombos que en la mayoría de los casos restablecen el 
flujo coronario, realizándose la dilatación de la estenosis 
residual de una forma similar a la de la angioplastia no 
urgente. tras la apertura del vaso, disminuyen las altera-
ciones del electrocardiograma, así como el dolor. El resta-
blecimiento del flujo coronario epicárdico (de las arterias 
coronarias mayores) se obtiene en más del 95% de los 
pacientes, si bien en muchos de ellos no se logra normali-
zar la perfusión miocárdica debido a la existencia de daños 
importantes en el lecho microvascular, ya sea por el infarto, 
la revascularización o la reperfusión.
La evolución posterior del paciente depende 
más bien del estado circulatorio previo y del tamaño del 
infarto que de la angioplastia en sí misma. La mortalidad 
varía entre el 2-4% de los pacientes con infartos pequeños 
reperfundidos muy precozmente, y hasta el 50% de los 
infartos masivos acompañados de fallo circulatorio o shock 
cardiogénico. La precocidaddel tratamiento reduce de 
forma importante el porcentaje de pacientes que se pre-
sentan con fallo circulatorio.
En la angioplastia del infarto es especialmente 
importante revertir el estado protrombótico del individuo 
mediante la administración de fármacos antitrombóticos y 
antiplaquetarios.
Resultado a largo plazo
Además del aspecto de la reestenosis previamente comen-
tado y que afecta grosso modo al 30% de las angioplastias 
con balón, al 15-20% de las realizadas con stent metálico 
y a menos del 10% de las efectuadas con stent recubierto, 
FIGURA 3. Número de procedimientos anuales de 
intervencionismo coronario realizados 
en España desde 1996
0
5.000
10.000
15.009 18.545
20.146 23.010
26.993
31.290
34.723
40.584
45.469
51.689
57.041
15.000
20.000
25.000
30.000
35.000
40.000
45.000
50.000
55.000
60.000
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
El número de intervencionismos coronarios ha aumentado de una 
forma muy significativa en los últimos años y es previsible que siga 
incrementándose en los próximos. 
Fuente: registro de la Sección de Hemodinámica de la Sociedad 
Española de Cardiología. 
313
trAtAMIENto INVASIVo DEL INFArto y LA ANgINA
la evolución del paciente tras la angioplastia coronaria 
depende más de la extensión y la gravedad de la enfer-
medad coronaria, de la afectación de la función contráctil 
de corazón y de la progresión de la enfermedad coronaria, 
que de la evolución del vaso tratado.
Por tanto, es de capital importancia el control de los 
factores de riesgo coronario (diabetes, tabaquismo, disli-
pemia, hipertensión, sobrepeso, sedentarismo, etc.) para 
frenar en lo posible la evolución de la enfermedad ateros-
clerótica, proceso crónico y con tendencia a la progresión 
que afecta a múltiples territorios (corazón, cerebro, riñón, 
extremidades inferiores, etc.).
Consultas más frecuentes
¿Cuándo debe indicarse una coronariografía?
Se debe realizar una coronariografía en aquellos pacientes con 
síntomas de angina de pecho, con síntomas difíciles de interpre-
tar o sin síntomas pero con datos objetivos de enfermedad car-
díaca grave (alteraciones del electrocardiograma, de la contracti-
lidad del ventrículo izquierdo o evidencia de isquemia en alguna 
prueba de imagen), así como en los pacientes con enfermedad 
cardíaca grave diagnosticada por otros métodos que requieran 
intervención quirúrgica.
¿En qué pacientes debe indicarse una angioplastia coronaria?
En aquellos con síntomas anginosos o con evidencia clara de isque-
mia miocárdica (falta de aporte de flujo sanguíneo al músculo 
cardíaco) y en los que se detectan lesiones coronarias que se con-
sideren apropiadas para esta técnica.
¿Cómo se realiza la angioplastia coronaria?
A través de una punción en la zona de la ingle (abordaje por la 
arterial femoral) o de la muñeca (abordaje por la arterial radial), 
se introduce un catéter que se posiciona en el origen de la arteria 
coronaria que se va a tratar. Por ese catéter se avanza una guía 
(alambre muy fino) a través de la obstrucción que se va a dilatar 
y hasta el final de la arteria en cuestión. Sobre la guía se conduce 
un balón, que se coloca en el lugar de la lesión y se infla (predi-
latación). una vez desinflado, se retira el balón y se introduce el 
stent montado sobre un balón que nuevamente se infla al nivel 
de la lesión. Al desinflarse el balón, el stent queda incrustado en 
la pared del vaso. Se retira entonces el balón desinflado.
¿Qué es la reestenosis?
La angioplastia (tanto con balón como con stent) produce un 
daño vascular que pone en marcha una serie de mecanismos 
de cicatrización que pueden llegar a obstruir de nuevo la luz del 
vaso. En definitiva, es la aparición de un nuevo episodio de estre-
chamiento de la luz del vaso sanguíneo.
¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de los stents 
recubiertos?
Su principal ventaja es que disminuyen el riesgo de reestenosis. Su 
principal inconveniente, que retrasan la reendotelización del 
vaso, por lo que el metal del stent puede generar trombos que 
obstruyan por completo la luz del vaso. Para evitar este problema 
es preciso tomar fármacos antiplaquetarios potentes durante un 
tiempo prolongado.
Glosario
Angina de pecho: dolor característico en el pecho producido por 
un estrechamiento de las arterias que llevan la sangre al corazón.
Angioplastia coronaria: forma de tratamiento intervencionista 
para determinados tipos de enfermedad coronaria. Consiste en 
dilatar las estenosis, o estrechamientos de las arterias coronarias 
producidas por la aterosclerosis, que impiden el normal flujo de 
sangre por la arteria. una vez identificada la zona de la obstruc-
ción mediante una coronariografía, se introduce un catéter que 
tiene un balón en su extremo y que se infla en el lugar de la lesión. 
Por la acción mecánica del balón, la obstrucción se aplasta contra 
la pared de la arteria y se restablece el flujo sanguíneo. Para com-
pletar con éxito el procedimiento, a menudo se precisa colocar 
una malla metálica, denominada stent, que soporta las paredes 
del vaso y garantiza un buen resultado. 
Antiagregantes plaquetarios: fármacos que disminuyen la capa-
cidad de las plaquetas de agregarse entre sí e iniciar la formación 
de un trombo. 
Anticoagulante: fármaco que impide la formación de coágulos. 
Se emplea para prevenir embolias. Los anticoagulantes más utili-
zados son la heparina y el Sintrom®. 
Arteriosclerosis, aterosclerosis: proceso inflamatorio crónico 
que se caracteriza por la infiltración y acumulación de lípidos en 
las paredes de las arterias, que con el tiempo formarán la placa de 
ateroma. Ésta, en su crecimiento, va obstruyendo paulatinamente 
la luz de los vasos. Se inicia en respuesta a una agresión sobre la 
pared vascular por diversos factores, como el tabaquismo, la hiper-
tensión arterial, la diabetes y la hipercolesterolemia. 
Baipás aortocoronario: véase cirugía de revascularización coronaria.
Catéter: tubo delgado y flexible que se introduce dentro de los 
vasos sanguíneos para realizar pruebas diagnósticas y terapéu-
ticas. Para que su introducción en la corriente sanguínea no sea 
dolorosa se aplica anestesia local. 
Cateterismo: procedimiento que implica el avance de catéteres 
en el interior de las arterias o las venas.
Cirugía de revascularización coronaria: procedimiento qui-
rúrgico cuya finalidad es mejorar el riego coronario mediante la 
implantación de puentes arteriales o venosos.
LIBro DE LA SALuD CArDIoVASCuLAr
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Coronariografía: procedimiento diagnóstico radiológico que 
permite, mediante la inyección de un medio de contraste, visuali-
zar la luz interna de las arterias coronarias. 
Embolia: obstrucción que se produce cuando un coágulo san-
guíneo es transportado por el sistema vascular desde un vaso 
sanguíneo o el corazón hacia otro lugar del cuerpo, pudiendo 
bloquear el riego sanguíneo en órganos vitales (corazón, cerebro, 
pulmones). Las masas que obstruyen la luz del vaso se denomi-
nan émbolos, y el trastorno, embolia. 
Estenosis: referido a las arterias, significa que existe un determi-
nado grado de estrechamiento u obstrucción en su interior pro-
vocado por las placas de ateroma. 
Infarto de miocardio: muerte de una parte del corazón debido a 
que no le llega sangre. Se produce por la obstrucción total de una 
arteria del corazón por un coágulo. 
Isquemia coronaria: falta de aporte de oxígeno a las arterias 
coronarias que genera un daño en la zona irrigada por esa arteria 
ocluida (una zona del miocardio). 
Isquemia miocárdica: falta de flujo sanguíneo al miocardio o 
músculo cardíaco; la mayoría de las veces se produce por la obs-
trucción de las arterias coronarias. 
Reestenosis: proceso de cicatrización tras la angioplastia que limita 
el flujo coronario en condiciones de aumento de la demanda.
Revascularización percutánea: véase angioplastia coronaria.
Revascularización quirúrgica: véase cirugía de revascularización 
coronaria.
• Para conseguir un mayor aportede oxígeno al miocardio 
en pacientes con aterosclerosis coronaria existen dos 
procedimientos terapéuticos: la revascularización per-
cutánea (angioplastia coronaria con stent) y la quirúr-
gica (cirugía de baipás aortocoronario). La conveniencia 
de realizar un procedimiento u otro depende del tipo de 
paciente, su situación clínica, las enfermedades asocia-
das, el número y las características de las lesiones coro-
narias, el tamaño de los vasos distales (a más distancia) 
y la función ventricular.
• La angioplastia coronaria es, en general, el procedi-
miento más adecuado en la enfermedad de uno o 
dos vasos con lesiones apropiadas para la dilatación, 
produce un gran beneficio clínico, pero no está exenta 
de complicaciones, que, aunque infrecuentes, pueden 
ser muy graves (infarto o muerte).
• Con cierta frecuencia, la cicatrización tras la angioplastia 
afecta nuevamente a la luz del vaso o reestenosis. Con 
el fin de prevenir ésta se desarrollaron los stents farma-
coactivos, que, si bien reducen la tasa de reestenosis, se 
asocian a una reendotelización retardada y a un cierto 
incremento del riesgo de trombosis tardía, fenómeno 
que, aunque raramente, se asocia a una alta tasa de 
mortalidad. Para prevenir estos eventos es necesaria la 
administración de una doble antiagregación plaquetaria 
durante un período de al menos seis meses o un año.
Resumen
Stent: dispositivo, generalmente una malla, que se coloca dentro 
de la arteria coronaria durante la angioplastia para mantenerla 
abierta y permitir el paso de la sangre. 
Stent farmacoactivo: dispositivo que incorpora fármacos anti-
proliferativos que limitan la respuesta cicatricial tras la angioplastia.
Trombo: material compuesto por plaquetas, células inflamatorias 
y productos que favorecen la coagulación, y que se generan en el 
sitio de ruptura de una placa de ateroma; pueden llegar a produ-
cir la oclusión total del vaso. 
Bibliografía
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2005.
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