Logo Studenta

HISTORIA DEL 1 DE MAYO 25 DE NOVIEMBRE

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA “UPSE” 
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD 
CARRERA DE GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO 
 
TEMA 
HISTORIA DEL 1 DE MAYO – 25 DE NOVIEMBRE 
ESTUDIANTES 
SHUILING GENCON PALACIOS 
ALENNIS BORBOR MALAVÉ 
HELEN MENDOZA SALINAS 
ANGEL ANCHUNDIA SALAZAR 
IRINA DEL PEZO ROCA 
SOLEDAD DE LA A OLEAS 
YANDRI BONE MACIAS 
ROMIMNA CIRES 
EVELIN RODRIGUEZ 
ASIGNATURA 
LEGISLACIÓN SOCIAL 
DOCENTE 
Ab. CAMPOS CÁRDENAS FÁTIMA, Mg. 
CURSO 
6/1 
LA LIBERTAD-ECUADOR 
2022-1 
 
HISTORIA DEL 1 DE MAYO 
Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de 
la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la 
segunda ciudad en número de habitantes de EE. UU. Del oeste y del sudeste llegaban 
cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas 
humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros 
urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX. 
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores, era la jornada de 8 horas. Uno de 
los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas para el trabajo, ocho 
horas para el sueño y ocho horas para la casa». En este contexto se produjeron varios 
movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva 
York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más 
de 18 horas, «salvo caso de necesidad». Si no había tal necesidad, cualquier funcionario 
de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar 
jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares. 
El día 1 de mayo, la huelga 
El 1 de mayo de 1886, 200 000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 
000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro. 
En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras 
ciudades del país, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica 
que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde 
el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad de sus salarios para 
la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2, 
la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50 000 personas y el 
día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna 
el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los 
concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una 
compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente 
produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos. 
Siglo XXI y actualidad 
 
En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como el origen del 
movimiento obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen, siendo en general países de 
colonización británica, como los Estados Unidos de América y Canadá, que celebran el 
Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto 
lunes de octubre. En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el 
primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y 
Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes 
de marzo, en Australia Occidental. 
DÍA DEL TRABAJO EN EL ECUADOR. 
Los primeros núcleos de clase obrera aparecen en Ecuador solo a fines del siglo XIX e 
inicios del XX. Pero su precaria situación recordaba a la de los trabajadores de los países 
capitalistas centrales. Y también en Ecuador comenzaron las luchas por mejorar salarios, 
reducir jornadas y conquistar derechos laborales mínimos.Con motivo del Centenario del 
Primer Grito de Independencia, el 10 de agosto de 1909 se realizó el Primer Congreso 
Obrero Ecuatoriano. En 1911, por iniciativa de la Asociación de Abastecedores del 
Mercado de Guayaquil, se conmemoró, por primera vez, el 1 de Mayo en Ecuador, que 
los trabajadores ecuatorianos continuaron recordando en los siguientes años. 
El gobierno de Leonidas Plaza Gutiérrez, mediante decreto del 23 de abril de 1915, 
consagró “el Primero de Mayo de cada año, día feriado para los obreros del Ecuador”. 
Al año siguiente (1916) se decretó en el país la jornada de 8 horas, aunque fue 
sistemáticamente burlada.Hubo protestas, huelgas y reivindicaciones de la clase obrera 
ecuatoriana no solo para avanzar en la conquista de sus derechos, sino también para lograr 
el respeto y la generalización de la jornada de 8 horas. En Guayaquil, la huelga obrera 
convocada con estos propósitos fue reprimida el 15 de noviembre de 1922 con una 
escandalosa matanza de trabajadores. 
 Reconociendo esa trayectoria de luchas del incipiente proletariado ecuatoriano, la 
Revolución Juliana de 1925, además de modernizar al Estado, institucionalizó la atención 
a las clases trabajadoras mediante la creación del Ministerio de Previsión Social y 
Trabajo, la Caja de Pensiones, la expedición de las primeras leyes laborales e incluso la 
introducción del impuesto a la renta, del que fueron excluidas las clases asalariadas. Tras 
esos primeros esfuerzos, fue la Constitución de 1929 la primera en reconocer los derechos 
 
laborales y recién en 1938 se dictó el Código del Trabajo, que consagró los principios 
fundamentales de protección a los trabajadores y las garantías básicas de sus derechos. 
 En décadas posteriores se incorporaron nuevas instituciones y derechos para la 
protección a las clases trabajadoras del Ecuador. Creció la idea de que el desarrollo 
económico nunca sería suficiente sin crear condiciones de bienestar para la mayoría 
nacional. Sin embargo, la resistencia de las clases concentradoras del poder económico 
no logró revertir las herencias históricas de la marginación, la pobreza, la miseria, el 
desempleo, el subempleo, la difícil situación de los trabajadores ocupados y la 
escandalosa concentración de la riqueza en minorías dominantes. 
SIGNIFICADO DEL DIA DEL TRABAJADOR 
Para conocer los orígenes del Día del Trabajador hay que remontarse a finales del siglo 
XIX, concretamente al año 1886, cuando empezaron a haber movimientos sindicales en 
Estados Unidos. Por aquel entonces, los trabajadores estadounidenses padecían jornadas 
laborales de casi 16 horas diarias en las fábricas. De hecho, hasta el momento, la única 
limitación que había en algunos estados era la prohibición de no hacer trabajar a una 
persona más de 18 horas seguidas sin causa justificada. La multa por hacerlo tan solo 
ascendía a 25 dólares. 
Ante esta situación, la Federación Americana del Trabajo, el sindicato con más fuerza en 
el momento, decidió que a partir del 1 de mayo de 1886 la jornada laboral máxima sería 
de ocho horas y amenazó a la patronal con celebrar una serie de huelgas y protestas en 
caso de que los empresarios no cumplieran con la ley. En 1889, el Congreso Obrero 
Socialista de la Segunda Internacional declaró el 1 de mayo como el Día Internacional de 
los Trabajadores para honrar la lucha por la jornada de ocho horas en el resto de países y, 
al mismo tiempo, recordar a 'los mártires de Chicago'. 
Conforme avanzó el siglo XX las condiciones de vida y trabajo de las clases trabajadoras 
fueron mejorando lentamente. En 1918 se generalizó en Europa la seguridad social. A 
partir de 1919 la jornada de 8 horas. Durante la crisis de los años 30 el “New Deal”, 
impulsado por el presidente Franklin D. Roosevelt, volcó la atención a los obreros y 
desempleados, con la seguridad social, aumentos salariales, protección a los sindicatos y 
otros beneficios. Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se generalizaron 
en Europa los sistemas de economíasocial de mercado que trajeron enormes beneficios 
a los trabajadores con la seguridad social universal, la educación pública, las pensiones 
 
para trabajadores y jubilados, alzas salariales, participación de los trabajadores en la 
administración de las empresas, redistribución de la riqueza con fuertes impuestos a la 
renta, distribución de utilidades, así como afirmación de los derechos, garantías y 
protección a todo tipo de trabajadores. 
Lo más importante en este día es recordar que la mayoría de los derechos laborales con 
los que se cuenta hoy fueron solicitados por estos obreros, y obtenidos gracias a la 
persistencia en la lucha de los trabajadores que durante años utilizaron esta fecha para 
canalizar sus reclamos y demandas. Más allá del feriado y el descanso, es una fecha en la 
que se debe homenajear a todos los hombres y mujeres que con su labor diaria buscan un 
mejor futuro y desarrollo para nuestra sociedad. 
(TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, 2021) El trabajo es considerado hoy en día, un 
derecho humano social y por lo tanto es central que se reconozca desde los Estados como 
una de sus responsabilidades a cumplir. El Tribunal Administrativo de Contrataciones 
Públicas reconoce y agradece el esfuerzo que realizan funcionarios, porque dan lo mejor 
para que esta institución contribuya con el desarrollo económico y social de nuestro país. 
EE. UU. y Canadá celebran este día el primer lunes de septiembre 
El 1 de mayo no se celebra en todo el mundo. Y es que, en Estados Unidos se conmemora 
esta fecha el primer lunes de septiembre, pues así se decidió para desvincular esta fecha 
del movimiento obrero por miedo a que el socialismo arraigara en Estados Unidos. 
Posteriormente, Canadá y otros países tomaron la misma medida. 
LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO 
La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la 
Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es esencial para 
alcanzar una paz universal y permanente. 
La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones sobre 
seguridad, humanitarias, políticas y económicas. Al sintetizarlas, el Preámbulo de la 
Constitución de la OIT dice que las Altas Partes Contratantes estaban “movidas por 
sentimientos de justicia y humanidad, así como por el deseo de asegurar la paz 
permanente en el mundo...” 
Actualmente, el Programa de trabajo decente de la OIT contribuye a mejorar la situación 
económica y las condiciones de trabajo que permiten que todos los trabajadores, 
 
empleadores y gobiernos participen en el establecimiento de una paz duradera, de la 
prosperidad y el progreso. 
La OIT fomenta el tripartismo dentro de sus mandantes, un aspecto esencial en las 
actividades de la OIT es la importancia de la cooperación entre gobiernos y 
organizaciones de trabajadores y empleadores en la promoción del progreso social y 
económico. 
El objetivo de la OIT es responder a las necesidades de los hombres y mujeres 
trabajadores al reunir a gobiernos, empleadores y trabajadores para establecer normas del 
trabajo, desarrollar políticas y concebir programas. La estructura de la OIT, en la cual 
trabajadores y empleadores tienen el mismo derecho a voto que los gobiernos en sus 
deliberaciones, es una muestra del diálogo social en acción. De esta manera se garantiza 
que las opiniones de los interlocutores sociales queden fielmente reflejadas en las normas 
laborales, políticas y programas de la OIT. 
Las normas internacionales del trabajo están respaldadas por un sistema de control que es 
único en el ámbito internacional y ayuda a garantizar que los países apliquen los 
convenios que ratifican. La OIT examina regularmente la aplicación de las normas en los 
Estados Miembros y señala áreas en las que se podría mejorar su aplicación. Si existe 
algún problema en la implementación de las normas, la OIT presta colaboración a los 
países a través del diálogo social y la asistencia técnica. (Organización Internacional del 
Trabajo, 2020) 
ECUADOR Y EL TRABAJO DECENTE 
Ecuador es miembro de la OIT desde el año 1934. El país ha ratificado 61 convenios (54 
actualmente en vigor) entre los cuales se encuentran los 8 convenios fundamentales. El 
Convenio núm. 156 sobre los trabajadores con responsabilidad familiares y el Convenio 
núm. 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos son los más recientes y 
fueron ratificados en 2013. 
La Oficina de Proyectos de la OIT en Ecuador es parte de la Oficina para los Países 
Andinos (OA) y trabaja en línea con el Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV) 2013-
2017 que representa el principal instrumento de planificación nacional, el Marco de 
Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) 2015-2018 y los ODS. 
 
LA MISIÓN DE LA OIT ESTÁ AGRUPADA EN TORNO A CUATRO 
OBJETIVOS ESTRATÉGICOS 
1. CREAR OPORTUNIDADES DE EMPLEOS DIGNOS 
 Promover economías que generen oportunidades de inversión, iniciativa empresarial, 
desarrollo de calificaciones, puestos de trabajo y modos de vida sostenibles. 
2. FORTALECER EL TRIPARTISMO Y EL DIÁLOGO SOCIAL 
La participación de organizaciones de trabajadores y de empleadores sólidas e 
independientes es esencial para mejorar la productividad, evitar los conflictos en el 
trabajo y construir sociedades cohesionadas. 
3. EXTENDER LA PROTECCIÓN SOCIAL 
Garantizar que mujeres y hombres disfruten de condiciones de trabajo seguras, que les 
proporcionen tiempo libre y descanso adecuados, que tengan en cuenta los valores 
familiares y sociales, que contemplen una retribución adecuada en caso de pérdida o 
reducción de los ingresos y que permitan el acceso a una asistencia sanitaria apropiada. 
4. PROMOVER EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS 
FUNDAMENTALES EN EL TRABAJO 
Obtener el reconocimiento y el respeto de los derechos de los trabajadores, y en particular 
de los trabajadores desfavorecidos o pobres que necesitan representación, participación y 
leyes que protejan sus intereses. 
ACCIONES DE LA OIT EN ECUADOR 2020-2021 
1 PROMOVIENDO TRABAJO DECENTE PARA HOMBRES Y MUJERES 
JÓVENES EN SITUACIÓN DE INFORMALIDAD 
Transición de la economía informal a la formalidad 
Para enfrentar la informalidad, el gobierno debe impulsar la elaboración de políticas 
públicas coordinadas con los gobiernos locales y con una mayor participación de las 
organizaciones de trabajadores y de empresarios. La OIT ofrece asistencia técnica para 
trabajar en tres ejes hacia la formalización de la economía: fortalecimiento de capacidades 
de los actores sociales, generación de evidencias e información para la toma de decisiones 
 
y elaboración de propuestas para acelerar el tránsito de la informalidad a la formalidad 
(Organización Internacional del Trabajo, 2020). 
2 GENERANDO UN ENTORNO PROPICIO PARA EMPRESAS SOSTENIBLES, 
RESPONSABLES Y PRODUCTIVAS 
Para ello, la OIT junto a sus aliadas y organizaciones empresariales promoverán el 
intercambio de experiencias y lecciones aprendidas entre empresas ecuatorianas y 
extranjeras, que les permitan mejorar su capacidad para identificar, prevenir y abordar los 
impactos adversos que sus operaciones y prácticas pueden tener sobre los derechos 
humanos, el trabajo decente y el medio ambiente. 
3 FORTALECIENDO A LOS ACTORES DEL MUNDO DEL TRABAJO PARA 
PROMOVER UNA AGENDA DE TRABAJO DECENTE 
Un sistema de inspección del trabajo renovado: condición necesaria para el trabajo 
decente 
Un sistema de inspección del trabajo sólido técnicamente es imprescindible para alcanzar 
el objetivo de trabajo decente. La OIT apoya el diseño de contenidos y metodologías para 
mejorar la intervención de los inspectores en el control de las condiciones de trabajo, la 
erradicación del trabajo infantil, la tercerización ilegal y la promoción de la seguridad y 
salud en el trabajo. Su impacto es mayor cuando se cuenta con un marco normativo 
adecuado y se actúa encolaboración estratégica con otras entidades gubernamentales y 
con las organizaciones de empleadores y de trabajadores. 
Organizaciones de empleadores y trabajadores fortalecidas 
La OIT brinda asistencia técnica a sus mandantes para la elaboración de observaciones 
sobre el cumplimiento de las Normas Internacionales del Trabajo (NIT) ratificadas, para 
el seguimiento a las recomendaciones y conclusiones derivadas de los órganos de control 
normativo, y para participar en los procesos de reforma legislativa basándose en los 
principios y valores de las NIT. 
4 REDUCIENDO VULNERABILIDADES Y DESIGUALDADES A TRAVÉS DE 
LA EXTENSIÓN DE LA PROTECCIÓN SOCIAL Y LA ATENCIÓN A LA 
POBLACIÓN MIGRANTE 
Un sistema de protección social reforzado 
 
Durante el bienio 2020-2021, la OIT continuará brindando asistencia técnica al gobierno 
ecuatoriano en el proceso del Acuerdo Nacional por la Seguridad Social que se inició en 
2019. Para ello, concluirá el diagnóstico sobre la situación actual del sistema de seguridad 
social, a partir de una encuesta a beneficiarios. Este diagnóstico, validado también por las 
entidades más relevantes del sector, será abordado en un diálogo social tripartito para 
identificar soluciones. La OIT apoyará el proceso de formalización de los acuerdos y 
disensos para definir una hoja de ruta que permita abordar ambos y avanzar en el 
fortalecimiento de la seguridad social en el país. 
HISTORIA DEL 15 DE NOVIEMBRE DE 1922 
En el año 1922 Ecuador atravesaba una crisis económica producto del brusco descenso 
del precio internacional del cacao, que en la época era el principal rubro de exportación 
del país y se producía en la Costa. 
Los incidentes iniciaron en octubre de 1922, cuando los empleados ferroviarios de la 
estación de Durán iniciaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales y 
mejores salarios. Los sectores sindicales de Guayaquil se unieron a la huelga en días 
posteriores. Los empleados de la empresa de luz eléctrica, transportistas y trabajadores 
del astillero se unieron el 7 de noviembre. Entre sus exigencias constaban, además de 
mejoras salariales, la aplicación de la ley que establecía una jornada laboral máxima de 8 
horas, aprobada en 1916, y el anuncio de 30 días previos en caso de despido. 
El 13 de noviembre la huelga se volvió general y la ciudad quedó paralizada, con cortes 
de electricidad, falta de transporte urbano y desabastecimiento de mercados. El 13 de 
noviembre los trabajadores se lanzaron a la huelga general indefinida. El mismo día, 
cuando el movimiento popular había tomado impulso, el síndico de los motoristas y 
conductores, José Vicente Trujillo, y el síndico de los trabajadores de la empresa de 
carros, Carlos Puig, propusieron en la Asamblea General de Trabajadores que se 
incorporara en la plataforma de lucha la baja del cambio del dólar, “con lo cual 
remediaremos la situación del país. 
Para el 14 de noviembre se convocó a una marcha de trabajadores, artesanos, 
desempleados y sectores populares. Allí estuvieron, también, representantes de 
los grupos empresariales y bancarios de oposición al régimen de Luis Tamayo que 
habían planteado, un día antes, el control de las divisas. Antes de la marcha, el 
abogado José Vicente Trujillo dio a conocer a los manifestantes las ideas centrales 
 
del pre proyecto de decreto presidencial que se remitiría al Presidente de la 
República para la creación del Comité Ejecutivo Económico, instancia que tendría 
amplias atribuciones para solucionar la crisis con medidas como la fijación del 
máximo de venta de los giros incautados y en cuya composición, se dijo, habría 
una importante representación popular. Trujillo dejó claro que, de aceptarse la 
propuesta, los trabajadores deberían dejar insubsistente la huelga indefinida 
(Chavez, 2019) 
• Que se respete la ley de 8 horas de jornada diaria y la de accidentes de trabajo. La 
jornada de 8 horas fue decretada en 1916 y la Ley sobre Accidentes de Trabajo en 1921 
• Aumento de salarios: mientras la remuneración mensual de los trabajadores era de unos 
30 sucres, el sueldo de los jefes era de por lo menos 250 dólares, en momentos en que el 
dólar llegaba hasta a 4 sucres 
• Considerar la semana de trabajo de 6 días: hasta entonces, la semana laboral era de 7 
días 
• Estabilidad laboral: a fin de no separar a cualquier trabajador sin causa justificada 
• Otras: suprimir descuentos de los sueldos de los trabajadores para el hospital, un nuevo 
cirujano, botiquines en Durán, Bucay y Ambato, restituir en el puesto a varios 
trabajadores despedidos 
15 DE NOVIEMBRE DE 1922 
Cuando el Dr. José Luís Tamayo asumió la Presidencia de la República para gobernar 
durante 1920 a 1924, la crisis que se venía reflejando desde 1914 como consecuencia de 
las restricciones económicas a causa de la Primera Guerra Mundial llegó a límites casi 
insostenibles para la economía nacional y se presentó con toda su agudeza. 
Esta situación afectó duramente a todos los ecuatorianos, sobre todo a partir de 1922, año 
en que nuestro país debió enfrentar una dura situación económica debido a la falta de 
divisas, originada por el exceso de importaciones y la falta de exportaciones; pues en ese 
tiempo en el que se basaba la economía nacional era la exportación del cacao, cuyo precio 
-justamente en ese año- había sufrido una significativa caída en el mercado internacional. 
La falta de divisas originó la especulación y el encarecimiento de los artículos de primera 
necesidad, y mientras por un lado el costo de la vida alcanzaba niveles imposibles de 
 
soportar, sobre todo por las clases más necesitadas; por otro la moneda ecuatoriana fue 
desvalorizada, y el dólar americano que anteriormente se lo compraba a S/. 2,00, se lo 
adquiría ahora en S/. 3,20. Todas estas condiciones trajeron como resultado el 
descontento de los trabajadores que, influenciados por la novelería izquierdista 
proveniente de la Unión Soviética, organizados en diferentes gremios laborales 
empezaron a exigir mejoras salariales. 
Por esa época ya se había creado en Guayaquil la «Confederación Obrera del Guayas», y 
se advertían los primeros movimientos destinados a lograr la organización sindical, 
situación que fue aprovechada por los politiqueros para intentar poner fin al gobierno 
constitucional del Dr. Tamayo y de esa manera alcanzar el poder. 
Al odio contra los abusos y los privilegios establecidos entre las clases dominantes, y las 
limitaciones económicas y sociales que venía padeciendo el pueblo ecuatoriano, únase un 
idealismo político y clasista que por primera vez pretendía hacerse valer plenamente en 
todo el país, pero cuyas aspiraciones chocaban con lo establecido por la Constitución 
vigente. 
Las masas obreras de Guayaquil -que eran las que representaban el poder productivo 
ecuatoriano- reclamaron mejores salarios, la reducción de las horas de trabajo y en los 
primeros días de noviembre de 1922 decretaron en Guayaquil la primera gran huelga 
general de trabajadores. Luego de que la ciudad viviera una semana sin alumbrado -
debido a cortes en el fluido eléctrico- y sin abastecimiento de alimentos, miles de 
trabajadores empezaron a desfilar por las calles exigiendo soluciones inmediatas a sus 
problemas y al alto costo de la vida, paralizando, además -completamente- la actividad 
comercial, social y económica de Guayaquil. 
El Dr. José Vicente Trujillo, quien entonces ejercía el cargo de Síndico de los Centros 
Obreros, y sobre quien recaía la responsabilidad de mantener la huelga, pronunció el día 
14 una encendida arenga política en la que dijo: “…hasta hoy el pueblo ha sido cordero, 
pero mañana se convertirá en león”. El 15 de noviembre se originó al fin la huelga 
anunciada, la misma que comenzó cuando las masas de trabajadores se dieron cita en la 
Plaza del Centenario, mientras otros lo hacían en la Av. Eloy Alfaro. 
Luego de escuchar los discursos de los síndicos,grupos de manifestantes entre los que se 
habían mezclado delincuentes y anarquistas enceguecidos por las noticias de la 
 
revolución rusa intentaron desarmar a las fuerzas policiales, apostadas por obvia 
precaución en diversos lugares de la ciudad. 
Vinieron luego las incitaciones para asaltar los almacenes y en la Av. 9 de Octubre se 
inició un escandaloso saqueo que obligó a la policía a realizar disparos al aire, primero, y 
luego al cuerpo de los asaltantes. Horas más tarde y solo gracias a la intervención del 
ejército y la policía, se pudo detener el vandalismo, con el lamentable saldo de gran 
número de muertos. Posteriormente, cuando aquellos que pidieron a las autoridades que 
actuaran con mano dura se lavaron cobardemente las manos tratando de rehuir sus 
responsabilidades, el Gral. Enrique Barriga, Jefe de Zona de Guayaquil, declaró 
virilmente: “Yo soy el único responsable de esos sucesos”. 
Tres días más tarde todo -o casi todo- había vuelto a la normalidad. Se restableció el 
servicio eléctrico, los bancos abrieron sus puertas con normalidad y las actividades 
generales volvieron a marcar el ritmo laboral de Guayaquil, aunque aún se podían ver las 
huellas de los destrozos causados en los almacenes y negocios que habían sido saqueados, 
y en las calles persistía la presencia de policías y militares que custodiaban la ciudad. 
La tragedia de Guayaquil pudo haberse evitado si el gobierno hubiera atendido 
prontamente las reclamaciones de los trabajadores y, sobre todo, si no hubieran aparecido 
los «heroicos y sacrificados dirigentes clasistas y politiqueros», que a la hora de la verdad 
son siempre los primeros en salir corriendo y los últimos en dar la cara. 
Desenlace 
La cifra total de personas asesinadas varía de acuerdo a distintas fuentes, con las 
estimaciones más bajas poniendo la cifra alrededor de un centenar de muertos y las más 
altas llegando hasta 500 personas (como afirmó Cobo), aunque algunos historiadores y 
medios de prensa aseguran que la cifra real es cercana al millar de fallecidos. El régimen 
de Tamayo ubicó la cifra en 10 muertos, mientras líderes sindicales contaron 90. La 
dificultad para calcular el número exacto de víctimas radica en que muchas de ellas 
habrían sido enterradas en fosas comunes, bajo control militar. 
La mayoría de los muertos fueron llevados al Hospital General, la Clínica Guayaquil, la 
Clínica Parker y el Cementerio General de Guayaquil, donde fueron enterrados en una 
fosa común y donde se impidió la entrada a muchos familiares, que habían llegado a 
reconocer los cuerpos. Esto fue corroborado por el escritor guayaquileño Joaquín 
 
Gallegos Lara, quien contaba con 13 años al momento de la masacre, y que en una carta 
a la política Nela Martínez afirmó también que varias de las personas arrojadas a la fosa 
común aún estaban con vida, pero que los militares impidieron ayudarlos y los enterraron 
junto a los demás. 
Otros cadáveres, levantados por los militares dentro de los almacenes Cassinelli y Cía. 
del centro de la ciudad, fueron arrojados en camiones al Río Guayas, a la altura de la calle 
Mejía, como denunció diario El Universo en su edición del 18 de noviembre. 
Días después de la masacre, el gobierno inició un juicio penal contra los trabajadores 
sobrevivientes, acusándolos de ser los supuestos responsables de los disturbios 
suscitados. Sin embargo, el juicio sólo llegó a la etapa sumarial. Por su lado, el director 
del diario El Telégrafo, José Abel Castillo, fue desterrado y tuvo que exiliarse 
en Alemania por publicar un editorial en que condenaba la masacre. 
De acuerdo a José Guzmán, obrero y participante de la huelga, el general Barriga asumió 
toda la responsabilidad de los hechos. 
LOGROS DEL MOVIEMINTO OBRERO 
 Limitación de la jornada laboral. 
 Prohibición del trabajo infantil. 
 La aprobación de leyes que garantizan la seguridad en las fábricas. 
 La prohibición de que las mujeres y los adolescentes trabajen en mina. 
 El surgimiento de sistemas de seguridad social. 
TESTIMONIOS Y PERSONAJES DEL 15 DE NOVIEMBRE EN ECUADOR 
La matanza del 15 de noviembre de 1922, se considera el primer baño de sangre del 
proletariado ecuatoriano, fue durante el gobierno liberal de José Luis Tamayo. Y fue el 
Ejército Nacional, con sus batallones Constitución, Zapadores del Chimborazo, 
Montúfar, Marañón, Artillería Sucre No. 2 y Cazadores de los Ríos, quienes dispararían 
sus fusiles brutales. 
Después de este acontecimiento Joaquín Gallegos Lara (que tenía 13 años de edad en los 
días en que se produjo la matanza) traslada a las páginas de la novela a personajes 
históricos de la vida política del país. Por ello se considera que la pluma de Joaquín 
Gallegos Lara escribió un documento testimonial. La cruce sobre el agua fue dedicada 
 
por su autor «A la sociedad de panaderos de Guayaquil, cuyos hombres vertieron su 
sangre por un nuevo Ecuador». 
En el caso de los testimonios de los involucrados directa o indirectamente en el 15 de 
noviembre de 1922 que recopiló la Corporación Editora Nacional, hay varias voces que 
dotan de validez el ambiente y las circunstancias que ya expuso Las cruces sobre el agua. 
Algunos de los testimoniantes catalogaron la narración como una visión válida sobre el 
sentido del acontecimiento, casi con una intención de asumirlas como algo por lo menos 
muy cercano a la verdad. 
A pesar de la diferencia en las percepciones sobre el personaje y su papel en la marcha, 
los mismos testigos establecen un punto de coincidencia con el relato literario: en ambos 
casos Baldeón es parte de una colectividad heroica y evidencia del horror de la matanza 
ese 15 de noviembre de 1922. De esta manera, ambos sujetos sustentan su visión y 
memoria ante quien registra su versión. Es decir, el vínculo con la novela les permite 
avalar su presencia, el “haber estado ahí” o cerca del hecho o, incluso, validar el relato 
del novelista. 
LAS CRUCES SOBRE EL AGUA 
Las cruces sobre el agua relatan la Guayaquil a inicios del siglo XX y es un su parte final 
que hace referencia a lo ocurrido el 15 de noviembre de 1922. 
La novela sigue principalmente la historia de dos amigos: Alfredo Baldeón y Alfonso 
Cortez. Relata principalmente tres momentos conocido en la historia como viajes. 
El primero el viaje de Alfredo Baldeón hijo de un panadero viaja a Esmeraldas para 
unirse a las montoneras de Carlos Concha a luchar contra las fuerzas del gobierno. 
Cuando volvió a Guayaquil, su padre había comprado la panadería en la que trabajaba y 
la pagaba a plazos. Con Alfonso, su amigo, recorrieron Guayaquil en busca de amores. 
Alfonso y Alfredo vivieron diferentes noviazgos hasta que Alfredo conoció y se enamoró 
de Leonor, muchacha que trabajaba en una fábrica de cigarros. Sin embargo, la abandonó 
para realizar su segundo viaje hacia Lima. 
A su regreso, Alfredo se ha convertido en un hombre. Alfredo encontró a Guayaquil 
sumido en la miseria absoluta. A su padre le habían quitado la panadería porque no pudo 
pagarla y volvió a trabajar como empleado, con un sueldo miserable. 
 
Alfredo buscó a Leonor y se casó con ella. Quiso montar una panadería con un amigo 
suyo. El negocio no despegó porque la gente no tenía nada con qué comprar. Cuando vio 
a niños hurgando entre la basura para comer, enfureció y asistió a las reuniones de los 
sindicatos que discutían las manifestaciones proletarias contra la pobreza. 
Las cruces sobre el agua y el tercer viaje 
Cansados de los abusos y rebajas de salarios los síndicos obreros de Guayaquil en 1992 
decidieron ir a huelga. 
Alfredo Baldeón decidió apoyar la protesta en representación de los panaderos. El 15 de 
noviembre los manifestantes regresan en las calles para protestar contra la carencia de 
alimentos, la subida de dólar y los bajos salarios. 
Para parar a las manifestaciones el gobierno de esa época ordena el ejército disparar sobre 
la multitud de obrerossin importar la presencia de mujeres y niños. 
Alfonso Cortez amigo de Baldeón que apoyaba también a las protestas no fue a las calles 
por pedido de su familia, pero al enterarse Alfredo de la desaparición de su amigo decidió 
ir a buscarlo. 
Alfredo peleo contra los militares recordó sus días de guerrilla y murió asesinado por una 
bala en su garganta. 
Alfonso Cortez quien se había ido de viaje regresa a Guayaquil unos años después y 
visualiza unas cruces negras sobre el rio guayas las cuales representaban los muertos que 
habían lanzado al rio el 15 de noviembre de 1922. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
Chavez, G. R. (17 de Noviembre de 2019). El Comercio . Obtenido de 
https://web.archive.org/web/20191117202256/https://www.elcomercio.com/tend
encias/episodio-cruento-entretelones-rodas-chaves.html

Otros materiales