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UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA “UPSE” FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD CARRERA DE GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO TEMA HISTORIA DEL 1 DE MAYO – 25 DE NOVIEMBRE ESTUDIANTES SHUILING GENCON PALACIOS ALENNIS BORBOR MALAVÉ HELEN MENDOZA SALINAS ANGEL ANCHUNDIA SALAZAR IRINA DEL PEZO ROCA SOLEDAD DE LA A OLEAS YANDRI BONE MACIAS ROMIMNA CIRES EVELIN RODRIGUEZ ASIGNATURA LEGISLACIÓN SOCIAL DOCENTE Ab. CAMPOS CÁRDENAS FÁTIMA, Mg. CURSO 6/1 LA LIBERTAD-ECUADOR 2022-1 HISTORIA DEL 1 DE MAYO Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE. UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX. Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores, era la jornada de 8 horas. Uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa». En este contexto se produjeron varios movimientos; en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas, «salvo caso de necesidad». Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias debía pagar una multa de 25 dólares. El día 1 de mayo, la huelga El 1 de mayo de 1886, 200 000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro. En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad de sus salarios para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2, la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50 000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas; cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies, sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos. Siglo XXI y actualidad En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Hay algunos que no lo hacen, siendo en general países de colonización británica, como los Estados Unidos de América y Canadá, que celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; Nueva Zelanda, el cuarto lunes de octubre. En Australia, cada estado federal decide la fecha de celebración: el primer lunes de octubre en el Territorio de la Capital Australiana, Nueva Gales del Sur y Australia Meridional; el segundo lunes de marzo, en Victoria y Tasmania; el primer lunes de marzo, en Australia Occidental. DÍA DEL TRABAJO EN EL ECUADOR. Los primeros núcleos de clase obrera aparecen en Ecuador solo a fines del siglo XIX e inicios del XX. Pero su precaria situación recordaba a la de los trabajadores de los países capitalistas centrales. Y también en Ecuador comenzaron las luchas por mejorar salarios, reducir jornadas y conquistar derechos laborales mínimos.Con motivo del Centenario del Primer Grito de Independencia, el 10 de agosto de 1909 se realizó el Primer Congreso Obrero Ecuatoriano. En 1911, por iniciativa de la Asociación de Abastecedores del Mercado de Guayaquil, se conmemoró, por primera vez, el 1 de Mayo en Ecuador, que los trabajadores ecuatorianos continuaron recordando en los siguientes años. El gobierno de Leonidas Plaza Gutiérrez, mediante decreto del 23 de abril de 1915, consagró “el Primero de Mayo de cada año, día feriado para los obreros del Ecuador”. Al año siguiente (1916) se decretó en el país la jornada de 8 horas, aunque fue sistemáticamente burlada.Hubo protestas, huelgas y reivindicaciones de la clase obrera ecuatoriana no solo para avanzar en la conquista de sus derechos, sino también para lograr el respeto y la generalización de la jornada de 8 horas. En Guayaquil, la huelga obrera convocada con estos propósitos fue reprimida el 15 de noviembre de 1922 con una escandalosa matanza de trabajadores. Reconociendo esa trayectoria de luchas del incipiente proletariado ecuatoriano, la Revolución Juliana de 1925, además de modernizar al Estado, institucionalizó la atención a las clases trabajadoras mediante la creación del Ministerio de Previsión Social y Trabajo, la Caja de Pensiones, la expedición de las primeras leyes laborales e incluso la introducción del impuesto a la renta, del que fueron excluidas las clases asalariadas. Tras esos primeros esfuerzos, fue la Constitución de 1929 la primera en reconocer los derechos laborales y recién en 1938 se dictó el Código del Trabajo, que consagró los principios fundamentales de protección a los trabajadores y las garantías básicas de sus derechos. En décadas posteriores se incorporaron nuevas instituciones y derechos para la protección a las clases trabajadoras del Ecuador. Creció la idea de que el desarrollo económico nunca sería suficiente sin crear condiciones de bienestar para la mayoría nacional. Sin embargo, la resistencia de las clases concentradoras del poder económico no logró revertir las herencias históricas de la marginación, la pobreza, la miseria, el desempleo, el subempleo, la difícil situación de los trabajadores ocupados y la escandalosa concentración de la riqueza en minorías dominantes. SIGNIFICADO DEL DIA DEL TRABAJADOR Para conocer los orígenes del Día del Trabajador hay que remontarse a finales del siglo XIX, concretamente al año 1886, cuando empezaron a haber movimientos sindicales en Estados Unidos. Por aquel entonces, los trabajadores estadounidenses padecían jornadas laborales de casi 16 horas diarias en las fábricas. De hecho, hasta el momento, la única limitación que había en algunos estados era la prohibición de no hacer trabajar a una persona más de 18 horas seguidas sin causa justificada. La multa por hacerlo tan solo ascendía a 25 dólares. Ante esta situación, la Federación Americana del Trabajo, el sindicato con más fuerza en el momento, decidió que a partir del 1 de mayo de 1886 la jornada laboral máxima sería de ocho horas y amenazó a la patronal con celebrar una serie de huelgas y protestas en caso de que los empresarios no cumplieran con la ley. En 1889, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional declaró el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores para honrar la lucha por la jornada de ocho horas en el resto de países y, al mismo tiempo, recordar a 'los mártires de Chicago'. Conforme avanzó el siglo XX las condiciones de vida y trabajo de las clases trabajadoras fueron mejorando lentamente. En 1918 se generalizó en Europa la seguridad social. A partir de 1919 la jornada de 8 horas. Durante la crisis de los años 30 el “New Deal”, impulsado por el presidente Franklin D. Roosevelt, volcó la atención a los obreros y desempleados, con la seguridad social, aumentos salariales, protección a los sindicatos y otros beneficios. Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se generalizaron en Europa los sistemas de economíasocial de mercado que trajeron enormes beneficios a los trabajadores con la seguridad social universal, la educación pública, las pensiones para trabajadores y jubilados, alzas salariales, participación de los trabajadores en la administración de las empresas, redistribución de la riqueza con fuertes impuestos a la renta, distribución de utilidades, así como afirmación de los derechos, garantías y protección a todo tipo de trabajadores. Lo más importante en este día es recordar que la mayoría de los derechos laborales con los que se cuenta hoy fueron solicitados por estos obreros, y obtenidos gracias a la persistencia en la lucha de los trabajadores que durante años utilizaron esta fecha para canalizar sus reclamos y demandas. Más allá del feriado y el descanso, es una fecha en la que se debe homenajear a todos los hombres y mujeres que con su labor diaria buscan un mejor futuro y desarrollo para nuestra sociedad. (TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, 2021) El trabajo es considerado hoy en día, un derecho humano social y por lo tanto es central que se reconozca desde los Estados como una de sus responsabilidades a cumplir. El Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas reconoce y agradece el esfuerzo que realizan funcionarios, porque dan lo mejor para que esta institución contribuya con el desarrollo económico y social de nuestro país. EE. UU. y Canadá celebran este día el primer lunes de septiembre El 1 de mayo no se celebra en todo el mundo. Y es que, en Estados Unidos se conmemora esta fecha el primer lunes de septiembre, pues así se decidió para desvincular esta fecha del movimiento obrero por miedo a que el socialismo arraigara en Estados Unidos. Posteriormente, Canadá y otros países tomaron la misma medida. LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que terminó con la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y permanente. La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones sobre seguridad, humanitarias, políticas y económicas. Al sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las Altas Partes Contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad, así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo...” Actualmente, el Programa de trabajo decente de la OIT contribuye a mejorar la situación económica y las condiciones de trabajo que permiten que todos los trabajadores, empleadores y gobiernos participen en el establecimiento de una paz duradera, de la prosperidad y el progreso. La OIT fomenta el tripartismo dentro de sus mandantes, un aspecto esencial en las actividades de la OIT es la importancia de la cooperación entre gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores en la promoción del progreso social y económico. El objetivo de la OIT es responder a las necesidades de los hombres y mujeres trabajadores al reunir a gobiernos, empleadores y trabajadores para establecer normas del trabajo, desarrollar políticas y concebir programas. La estructura de la OIT, en la cual trabajadores y empleadores tienen el mismo derecho a voto que los gobiernos en sus deliberaciones, es una muestra del diálogo social en acción. De esta manera se garantiza que las opiniones de los interlocutores sociales queden fielmente reflejadas en las normas laborales, políticas y programas de la OIT. Las normas internacionales del trabajo están respaldadas por un sistema de control que es único en el ámbito internacional y ayuda a garantizar que los países apliquen los convenios que ratifican. La OIT examina regularmente la aplicación de las normas en los Estados Miembros y señala áreas en las que se podría mejorar su aplicación. Si existe algún problema en la implementación de las normas, la OIT presta colaboración a los países a través del diálogo social y la asistencia técnica. (Organización Internacional del Trabajo, 2020) ECUADOR Y EL TRABAJO DECENTE Ecuador es miembro de la OIT desde el año 1934. El país ha ratificado 61 convenios (54 actualmente en vigor) entre los cuales se encuentran los 8 convenios fundamentales. El Convenio núm. 156 sobre los trabajadores con responsabilidad familiares y el Convenio núm. 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos son los más recientes y fueron ratificados en 2013. La Oficina de Proyectos de la OIT en Ecuador es parte de la Oficina para los Países Andinos (OA) y trabaja en línea con el Plan Nacional para el Buen Vivir (PNBV) 2013- 2017 que representa el principal instrumento de planificación nacional, el Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) 2015-2018 y los ODS. LA MISIÓN DE LA OIT ESTÁ AGRUPADA EN TORNO A CUATRO OBJETIVOS ESTRATÉGICOS 1. CREAR OPORTUNIDADES DE EMPLEOS DIGNOS Promover economías que generen oportunidades de inversión, iniciativa empresarial, desarrollo de calificaciones, puestos de trabajo y modos de vida sostenibles. 2. FORTALECER EL TRIPARTISMO Y EL DIÁLOGO SOCIAL La participación de organizaciones de trabajadores y de empleadores sólidas e independientes es esencial para mejorar la productividad, evitar los conflictos en el trabajo y construir sociedades cohesionadas. 3. EXTENDER LA PROTECCIÓN SOCIAL Garantizar que mujeres y hombres disfruten de condiciones de trabajo seguras, que les proporcionen tiempo libre y descanso adecuados, que tengan en cuenta los valores familiares y sociales, que contemplen una retribución adecuada en caso de pérdida o reducción de los ingresos y que permitan el acceso a una asistencia sanitaria apropiada. 4. PROMOVER EL CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL TRABAJO Obtener el reconocimiento y el respeto de los derechos de los trabajadores, y en particular de los trabajadores desfavorecidos o pobres que necesitan representación, participación y leyes que protejan sus intereses. ACCIONES DE LA OIT EN ECUADOR 2020-2021 1 PROMOVIENDO TRABAJO DECENTE PARA HOMBRES Y MUJERES JÓVENES EN SITUACIÓN DE INFORMALIDAD Transición de la economía informal a la formalidad Para enfrentar la informalidad, el gobierno debe impulsar la elaboración de políticas públicas coordinadas con los gobiernos locales y con una mayor participación de las organizaciones de trabajadores y de empresarios. La OIT ofrece asistencia técnica para trabajar en tres ejes hacia la formalización de la economía: fortalecimiento de capacidades de los actores sociales, generación de evidencias e información para la toma de decisiones y elaboración de propuestas para acelerar el tránsito de la informalidad a la formalidad (Organización Internacional del Trabajo, 2020). 2 GENERANDO UN ENTORNO PROPICIO PARA EMPRESAS SOSTENIBLES, RESPONSABLES Y PRODUCTIVAS Para ello, la OIT junto a sus aliadas y organizaciones empresariales promoverán el intercambio de experiencias y lecciones aprendidas entre empresas ecuatorianas y extranjeras, que les permitan mejorar su capacidad para identificar, prevenir y abordar los impactos adversos que sus operaciones y prácticas pueden tener sobre los derechos humanos, el trabajo decente y el medio ambiente. 3 FORTALECIENDO A LOS ACTORES DEL MUNDO DEL TRABAJO PARA PROMOVER UNA AGENDA DE TRABAJO DECENTE Un sistema de inspección del trabajo renovado: condición necesaria para el trabajo decente Un sistema de inspección del trabajo sólido técnicamente es imprescindible para alcanzar el objetivo de trabajo decente. La OIT apoya el diseño de contenidos y metodologías para mejorar la intervención de los inspectores en el control de las condiciones de trabajo, la erradicación del trabajo infantil, la tercerización ilegal y la promoción de la seguridad y salud en el trabajo. Su impacto es mayor cuando se cuenta con un marco normativo adecuado y se actúa encolaboración estratégica con otras entidades gubernamentales y con las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Organizaciones de empleadores y trabajadores fortalecidas La OIT brinda asistencia técnica a sus mandantes para la elaboración de observaciones sobre el cumplimiento de las Normas Internacionales del Trabajo (NIT) ratificadas, para el seguimiento a las recomendaciones y conclusiones derivadas de los órganos de control normativo, y para participar en los procesos de reforma legislativa basándose en los principios y valores de las NIT. 4 REDUCIENDO VULNERABILIDADES Y DESIGUALDADES A TRAVÉS DE LA EXTENSIÓN DE LA PROTECCIÓN SOCIAL Y LA ATENCIÓN A LA POBLACIÓN MIGRANTE Un sistema de protección social reforzado Durante el bienio 2020-2021, la OIT continuará brindando asistencia técnica al gobierno ecuatoriano en el proceso del Acuerdo Nacional por la Seguridad Social que se inició en 2019. Para ello, concluirá el diagnóstico sobre la situación actual del sistema de seguridad social, a partir de una encuesta a beneficiarios. Este diagnóstico, validado también por las entidades más relevantes del sector, será abordado en un diálogo social tripartito para identificar soluciones. La OIT apoyará el proceso de formalización de los acuerdos y disensos para definir una hoja de ruta que permita abordar ambos y avanzar en el fortalecimiento de la seguridad social en el país. HISTORIA DEL 15 DE NOVIEMBRE DE 1922 En el año 1922 Ecuador atravesaba una crisis económica producto del brusco descenso del precio internacional del cacao, que en la época era el principal rubro de exportación del país y se producía en la Costa. Los incidentes iniciaron en octubre de 1922, cuando los empleados ferroviarios de la estación de Durán iniciaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales y mejores salarios. Los sectores sindicales de Guayaquil se unieron a la huelga en días posteriores. Los empleados de la empresa de luz eléctrica, transportistas y trabajadores del astillero se unieron el 7 de noviembre. Entre sus exigencias constaban, además de mejoras salariales, la aplicación de la ley que establecía una jornada laboral máxima de 8 horas, aprobada en 1916, y el anuncio de 30 días previos en caso de despido. El 13 de noviembre la huelga se volvió general y la ciudad quedó paralizada, con cortes de electricidad, falta de transporte urbano y desabastecimiento de mercados. El 13 de noviembre los trabajadores se lanzaron a la huelga general indefinida. El mismo día, cuando el movimiento popular había tomado impulso, el síndico de los motoristas y conductores, José Vicente Trujillo, y el síndico de los trabajadores de la empresa de carros, Carlos Puig, propusieron en la Asamblea General de Trabajadores que se incorporara en la plataforma de lucha la baja del cambio del dólar, “con lo cual remediaremos la situación del país. Para el 14 de noviembre se convocó a una marcha de trabajadores, artesanos, desempleados y sectores populares. Allí estuvieron, también, representantes de los grupos empresariales y bancarios de oposición al régimen de Luis Tamayo que habían planteado, un día antes, el control de las divisas. Antes de la marcha, el abogado José Vicente Trujillo dio a conocer a los manifestantes las ideas centrales del pre proyecto de decreto presidencial que se remitiría al Presidente de la República para la creación del Comité Ejecutivo Económico, instancia que tendría amplias atribuciones para solucionar la crisis con medidas como la fijación del máximo de venta de los giros incautados y en cuya composición, se dijo, habría una importante representación popular. Trujillo dejó claro que, de aceptarse la propuesta, los trabajadores deberían dejar insubsistente la huelga indefinida (Chavez, 2019) • Que se respete la ley de 8 horas de jornada diaria y la de accidentes de trabajo. La jornada de 8 horas fue decretada en 1916 y la Ley sobre Accidentes de Trabajo en 1921 • Aumento de salarios: mientras la remuneración mensual de los trabajadores era de unos 30 sucres, el sueldo de los jefes era de por lo menos 250 dólares, en momentos en que el dólar llegaba hasta a 4 sucres • Considerar la semana de trabajo de 6 días: hasta entonces, la semana laboral era de 7 días • Estabilidad laboral: a fin de no separar a cualquier trabajador sin causa justificada • Otras: suprimir descuentos de los sueldos de los trabajadores para el hospital, un nuevo cirujano, botiquines en Durán, Bucay y Ambato, restituir en el puesto a varios trabajadores despedidos 15 DE NOVIEMBRE DE 1922 Cuando el Dr. José Luís Tamayo asumió la Presidencia de la República para gobernar durante 1920 a 1924, la crisis que se venía reflejando desde 1914 como consecuencia de las restricciones económicas a causa de la Primera Guerra Mundial llegó a límites casi insostenibles para la economía nacional y se presentó con toda su agudeza. Esta situación afectó duramente a todos los ecuatorianos, sobre todo a partir de 1922, año en que nuestro país debió enfrentar una dura situación económica debido a la falta de divisas, originada por el exceso de importaciones y la falta de exportaciones; pues en ese tiempo en el que se basaba la economía nacional era la exportación del cacao, cuyo precio -justamente en ese año- había sufrido una significativa caída en el mercado internacional. La falta de divisas originó la especulación y el encarecimiento de los artículos de primera necesidad, y mientras por un lado el costo de la vida alcanzaba niveles imposibles de soportar, sobre todo por las clases más necesitadas; por otro la moneda ecuatoriana fue desvalorizada, y el dólar americano que anteriormente se lo compraba a S/. 2,00, se lo adquiría ahora en S/. 3,20. Todas estas condiciones trajeron como resultado el descontento de los trabajadores que, influenciados por la novelería izquierdista proveniente de la Unión Soviética, organizados en diferentes gremios laborales empezaron a exigir mejoras salariales. Por esa época ya se había creado en Guayaquil la «Confederación Obrera del Guayas», y se advertían los primeros movimientos destinados a lograr la organización sindical, situación que fue aprovechada por los politiqueros para intentar poner fin al gobierno constitucional del Dr. Tamayo y de esa manera alcanzar el poder. Al odio contra los abusos y los privilegios establecidos entre las clases dominantes, y las limitaciones económicas y sociales que venía padeciendo el pueblo ecuatoriano, únase un idealismo político y clasista que por primera vez pretendía hacerse valer plenamente en todo el país, pero cuyas aspiraciones chocaban con lo establecido por la Constitución vigente. Las masas obreras de Guayaquil -que eran las que representaban el poder productivo ecuatoriano- reclamaron mejores salarios, la reducción de las horas de trabajo y en los primeros días de noviembre de 1922 decretaron en Guayaquil la primera gran huelga general de trabajadores. Luego de que la ciudad viviera una semana sin alumbrado - debido a cortes en el fluido eléctrico- y sin abastecimiento de alimentos, miles de trabajadores empezaron a desfilar por las calles exigiendo soluciones inmediatas a sus problemas y al alto costo de la vida, paralizando, además -completamente- la actividad comercial, social y económica de Guayaquil. El Dr. José Vicente Trujillo, quien entonces ejercía el cargo de Síndico de los Centros Obreros, y sobre quien recaía la responsabilidad de mantener la huelga, pronunció el día 14 una encendida arenga política en la que dijo: “…hasta hoy el pueblo ha sido cordero, pero mañana se convertirá en león”. El 15 de noviembre se originó al fin la huelga anunciada, la misma que comenzó cuando las masas de trabajadores se dieron cita en la Plaza del Centenario, mientras otros lo hacían en la Av. Eloy Alfaro. Luego de escuchar los discursos de los síndicos,grupos de manifestantes entre los que se habían mezclado delincuentes y anarquistas enceguecidos por las noticias de la revolución rusa intentaron desarmar a las fuerzas policiales, apostadas por obvia precaución en diversos lugares de la ciudad. Vinieron luego las incitaciones para asaltar los almacenes y en la Av. 9 de Octubre se inició un escandaloso saqueo que obligó a la policía a realizar disparos al aire, primero, y luego al cuerpo de los asaltantes. Horas más tarde y solo gracias a la intervención del ejército y la policía, se pudo detener el vandalismo, con el lamentable saldo de gran número de muertos. Posteriormente, cuando aquellos que pidieron a las autoridades que actuaran con mano dura se lavaron cobardemente las manos tratando de rehuir sus responsabilidades, el Gral. Enrique Barriga, Jefe de Zona de Guayaquil, declaró virilmente: “Yo soy el único responsable de esos sucesos”. Tres días más tarde todo -o casi todo- había vuelto a la normalidad. Se restableció el servicio eléctrico, los bancos abrieron sus puertas con normalidad y las actividades generales volvieron a marcar el ritmo laboral de Guayaquil, aunque aún se podían ver las huellas de los destrozos causados en los almacenes y negocios que habían sido saqueados, y en las calles persistía la presencia de policías y militares que custodiaban la ciudad. La tragedia de Guayaquil pudo haberse evitado si el gobierno hubiera atendido prontamente las reclamaciones de los trabajadores y, sobre todo, si no hubieran aparecido los «heroicos y sacrificados dirigentes clasistas y politiqueros», que a la hora de la verdad son siempre los primeros en salir corriendo y los últimos en dar la cara. Desenlace La cifra total de personas asesinadas varía de acuerdo a distintas fuentes, con las estimaciones más bajas poniendo la cifra alrededor de un centenar de muertos y las más altas llegando hasta 500 personas (como afirmó Cobo), aunque algunos historiadores y medios de prensa aseguran que la cifra real es cercana al millar de fallecidos. El régimen de Tamayo ubicó la cifra en 10 muertos, mientras líderes sindicales contaron 90. La dificultad para calcular el número exacto de víctimas radica en que muchas de ellas habrían sido enterradas en fosas comunes, bajo control militar. La mayoría de los muertos fueron llevados al Hospital General, la Clínica Guayaquil, la Clínica Parker y el Cementerio General de Guayaquil, donde fueron enterrados en una fosa común y donde se impidió la entrada a muchos familiares, que habían llegado a reconocer los cuerpos. Esto fue corroborado por el escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, quien contaba con 13 años al momento de la masacre, y que en una carta a la política Nela Martínez afirmó también que varias de las personas arrojadas a la fosa común aún estaban con vida, pero que los militares impidieron ayudarlos y los enterraron junto a los demás. Otros cadáveres, levantados por los militares dentro de los almacenes Cassinelli y Cía. del centro de la ciudad, fueron arrojados en camiones al Río Guayas, a la altura de la calle Mejía, como denunció diario El Universo en su edición del 18 de noviembre. Días después de la masacre, el gobierno inició un juicio penal contra los trabajadores sobrevivientes, acusándolos de ser los supuestos responsables de los disturbios suscitados. Sin embargo, el juicio sólo llegó a la etapa sumarial. Por su lado, el director del diario El Telégrafo, José Abel Castillo, fue desterrado y tuvo que exiliarse en Alemania por publicar un editorial en que condenaba la masacre. De acuerdo a José Guzmán, obrero y participante de la huelga, el general Barriga asumió toda la responsabilidad de los hechos. LOGROS DEL MOVIEMINTO OBRERO Limitación de la jornada laboral. Prohibición del trabajo infantil. La aprobación de leyes que garantizan la seguridad en las fábricas. La prohibición de que las mujeres y los adolescentes trabajen en mina. El surgimiento de sistemas de seguridad social. TESTIMONIOS Y PERSONAJES DEL 15 DE NOVIEMBRE EN ECUADOR La matanza del 15 de noviembre de 1922, se considera el primer baño de sangre del proletariado ecuatoriano, fue durante el gobierno liberal de José Luis Tamayo. Y fue el Ejército Nacional, con sus batallones Constitución, Zapadores del Chimborazo, Montúfar, Marañón, Artillería Sucre No. 2 y Cazadores de los Ríos, quienes dispararían sus fusiles brutales. Después de este acontecimiento Joaquín Gallegos Lara (que tenía 13 años de edad en los días en que se produjo la matanza) traslada a las páginas de la novela a personajes históricos de la vida política del país. Por ello se considera que la pluma de Joaquín Gallegos Lara escribió un documento testimonial. La cruce sobre el agua fue dedicada por su autor «A la sociedad de panaderos de Guayaquil, cuyos hombres vertieron su sangre por un nuevo Ecuador». En el caso de los testimonios de los involucrados directa o indirectamente en el 15 de noviembre de 1922 que recopiló la Corporación Editora Nacional, hay varias voces que dotan de validez el ambiente y las circunstancias que ya expuso Las cruces sobre el agua. Algunos de los testimoniantes catalogaron la narración como una visión válida sobre el sentido del acontecimiento, casi con una intención de asumirlas como algo por lo menos muy cercano a la verdad. A pesar de la diferencia en las percepciones sobre el personaje y su papel en la marcha, los mismos testigos establecen un punto de coincidencia con el relato literario: en ambos casos Baldeón es parte de una colectividad heroica y evidencia del horror de la matanza ese 15 de noviembre de 1922. De esta manera, ambos sujetos sustentan su visión y memoria ante quien registra su versión. Es decir, el vínculo con la novela les permite avalar su presencia, el “haber estado ahí” o cerca del hecho o, incluso, validar el relato del novelista. LAS CRUCES SOBRE EL AGUA Las cruces sobre el agua relatan la Guayaquil a inicios del siglo XX y es un su parte final que hace referencia a lo ocurrido el 15 de noviembre de 1922. La novela sigue principalmente la historia de dos amigos: Alfredo Baldeón y Alfonso Cortez. Relata principalmente tres momentos conocido en la historia como viajes. El primero el viaje de Alfredo Baldeón hijo de un panadero viaja a Esmeraldas para unirse a las montoneras de Carlos Concha a luchar contra las fuerzas del gobierno. Cuando volvió a Guayaquil, su padre había comprado la panadería en la que trabajaba y la pagaba a plazos. Con Alfonso, su amigo, recorrieron Guayaquil en busca de amores. Alfonso y Alfredo vivieron diferentes noviazgos hasta que Alfredo conoció y se enamoró de Leonor, muchacha que trabajaba en una fábrica de cigarros. Sin embargo, la abandonó para realizar su segundo viaje hacia Lima. A su regreso, Alfredo se ha convertido en un hombre. Alfredo encontró a Guayaquil sumido en la miseria absoluta. A su padre le habían quitado la panadería porque no pudo pagarla y volvió a trabajar como empleado, con un sueldo miserable. Alfredo buscó a Leonor y se casó con ella. Quiso montar una panadería con un amigo suyo. El negocio no despegó porque la gente no tenía nada con qué comprar. Cuando vio a niños hurgando entre la basura para comer, enfureció y asistió a las reuniones de los sindicatos que discutían las manifestaciones proletarias contra la pobreza. Las cruces sobre el agua y el tercer viaje Cansados de los abusos y rebajas de salarios los síndicos obreros de Guayaquil en 1992 decidieron ir a huelga. Alfredo Baldeón decidió apoyar la protesta en representación de los panaderos. El 15 de noviembre los manifestantes regresan en las calles para protestar contra la carencia de alimentos, la subida de dólar y los bajos salarios. Para parar a las manifestaciones el gobierno de esa época ordena el ejército disparar sobre la multitud de obrerossin importar la presencia de mujeres y niños. Alfonso Cortez amigo de Baldeón que apoyaba también a las protestas no fue a las calles por pedido de su familia, pero al enterarse Alfredo de la desaparición de su amigo decidió ir a buscarlo. Alfredo peleo contra los militares recordó sus días de guerrilla y murió asesinado por una bala en su garganta. Alfonso Cortez quien se había ido de viaje regresa a Guayaquil unos años después y visualiza unas cruces negras sobre el rio guayas las cuales representaban los muertos que habían lanzado al rio el 15 de noviembre de 1922. BIBLIOGRAFÍA Chavez, G. R. (17 de Noviembre de 2019). El Comercio . Obtenido de https://web.archive.org/web/20191117202256/https://www.elcomercio.com/tend encias/episodio-cruento-entretelones-rodas-chaves.html
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