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LAS POLÍTICAS PÚBLICAS ESTABLECIDAS EN EL SALVADOR SOBRE LAS PANDILLAS

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UNIVERSIDAD ESTATAL PENÍNSULA DE SANTA ELENA 
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD 
CARRERA DE GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO 
 
 
 
 
PARALELO: 
GESTIÓN SOCIAL Y DESARROLLO 7/1 
 
 
 
 
ASIGNATURA: 
DEONTOLOGÍA 
 
 
 
 
ESTUDIANTE: 
Angel Anchundia Salazar 
 
 
 
 
 
 
LA LIBERTAD 
Diciembre, 2022 
 
 
 
LAS POLÍTICAS PÚBLICAS ESTABLECIDAS EN EL SALVADOR SOBRE 
LAS PANDILLAS 
INTRODUCCIÓN 
Situación actual 
Las pandillas en Centroamérica, comúnmente conocidas como “maras”, se han 
convertido en un grave problema en los países del norte de la región. En Guatemala, El 
Salvador, Honduras y el sur de México, estas bandas son responsables, de diversas 
maneras y en diversos grados, de una proporción significativa de homicidios, robos, 
secuestros y tráfico de drogas y armas. 
En el combate que se ha implementado en contra de las pandillas están las diversas leyes 
especiales promulgadas para suprimirlas, la constante reforma del código penal para 
cambiar tipos delictivos, creación de nuevos delitos y aumento las penas, la creación de 
juzgados especializados y el encarcelamiento masivo de pandilleros. 
El Salvador ha instituido rápidamente políticas públicas dirigidas a los jóvenes, en parte 
para frenar el crecimiento y deterioro del fenómeno de las pandillas juveniles. 
Probablemente el más importante de ellos sea la creación de la Secretaría de la Juventud. 
Desde entonces se han impulsado una serie de reformas legales, consultas para desarrollar 
políticas públicas, conferencias internacionales, programas policiales relacionados con la 
seguridad del país y problemas de pandillas. 
ANÁLISIS 
Cambio deseado y herramientas (políticas públicas, leyes y programas) utilizadas 
La Ley Antimaras y el Plan Mano Dura 
La ley nació para “establecer un régimen espacial y temporal para el combate de las 
agrupaciones conocidas como maras o pandillas”. Aunque en términos generales se 
calcula que durante estuvieron vigentes las Leyes Antimaras se arrestaron a casi 20,000 
pandilleros como producto de una serie de operativos bastante agresivos por parte de la 
policía, en la práctica los jueces negaron la aplicación de dicha ley. 
Las mesas de concertación 
Para discutir el tema de pandillas y definir elementos de trabajo para el abordaje del 
problema de la violencia y delincuencia en El Salvador se propuso la creación de mesas 
de concertación con la participación de la sociedad civil, instancias de gobierno central, 
agencias de cooperación. En el proceso se crearon 3 mesas de trabajo denominadas: 1- 
Prevención, reinserción y tratamiento (Esta fue dividida en 4 submesas: Prevención A y 
B, reinserción y tratamiento C y D); 2- Ley del menor Infractor; 3- Código Penal y 
procesal Penal. 
Plan Súper Mano Dura 
Fue definido como “un plan integral que lo incluye todo, la parte punitiva que es la parte 
represiva contra los delincuentes y que busca rescatar la tranquilidad de la familia 
salvadoreña, y por supuesto la parte de rehabilitación y de prevención, que a mi juicio es 
la más importante para evitar que este fenómeno siga creciendo”. 
El Plan cuenta con tres modalidades: operativos policiales denominados “puño de hierro”, 
y los programas “mano amiga” y la “mano extendida”. 
 
Operativos “puño de hierro” 
Consisten en la incursión de un contingente policial en comunidades con presencia de 
pandillas con el principal objetivo de hacer cateos y detenciones, la idea es que los 
aprendidos puedan ser procesados según la evidencia que se les encuentre o por la 
acusación de pertenecer a una agrupación ilícita. 
Programa “mano amiga 
Se define como “la intervención temprana de apoyo a jóvenes en riesgo, es decir, todos 
los programas y proyectos encaminados a prevenir que la juventud salvadoreña se 
involucre en actividades violentas o delictivas, ingrese a pandillas, deserte de sus centros 
educativos, se convierta en drogodependiente o indigente o padezca un embarazo 
precoz”. 
Programa “mano extendida” en cambio 
Es el componente que brinda una mano extendida a los jóvenes pandilleros, en conflicto 
con la ley, drogodependientes o indigentes. En la planificación de este programa existen 
varias modalidades de aplicación, entre ellas: ambulatorio, externado, internado 
voluntario, menor Infractor, centro penal, comunidad terapéutica y centros de paso. 
El actual gobierno salvadoreño ha publicitado su política de seguridad ciudadana “Plan 
de Control Territorial” al igual que con otras políticas, acciones y estrategias, utilizando 
los medios de comunicación y principalmente las redes sociales. El Plan de Control 
Territorial combina dos ejes: la política de mano dura y la prevención de la violencia en 
algunos municipios considerados prioritarios; es decir, un esquema similar al ofrecido por 
los gobiernos anteriores, incluso 19 de los 22 municipios prioritarios ya se contemplaban 
en la estrategia de seguridad del último gobierno. 
CONCLUSIONES 
Ambas políticas (Mano Dura y Súper Mano Dura) resultaron en un aumento paulatino de 
los asesinatos anuales, el hacinamiento y descontrol carcelario, y un grave deterioro de la 
institucionalidad del país. Además, provocó cambios y transformaciones en las pandillas, 
que pasaron a formas más complejas y estructuras más organizadas y jerarquizadas con 
mayor control a nivel regional. 
El gobierno de Nayib Bukele no se distanció de sus antecesores. Durante su gestión, la 
política de seguridad ciudadana sigue caracterizándose por la improvisación, la falta de 
planificación, la desorganización de las instituciones responsables, la represión del delito 
y la falta de compromiso con la prevención, el diálogo y la transparencia de las acciones 
gubernamentales en materia de seguridad. La existencia de la esperada nueva tregua y las 
consecuencias adversas que pueda ocasionar el incumplimiento de dicho acuerdo tendrán 
un impacto directo en la sociedad salvadoreña. 
Los obstáculos en la elaboración de políticas de seguridad ciudadana se relacionan con la 
falta de voluntad política, las pretensiones electoralistas, el populismo, la fragilidad 
democrática e institucional, la nula visión de nación.

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