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HITOS QUE INTERVINIERON EN LAS PRINCIPALES POLÍTICAS PÚBLICAS Y CORRIENTES EN SALUD MENTAL 1. Cambios de paradigma: Protección integral de Niños Niñas y Adolescentes y Ley de Salud Mental En nuestro país, la sanción de la Ley N° 26061/05, de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes –y la consecuente derogación de la Ley N° 10903/19, denominada “Ley de Patronato”- consolidó a nivel legislativo un proceso de cambio de paradigma en lo referente a políticas de infancia. Se trata del pasaje del paradigma de la situación irregular al de la protección integral. Antecedente: La Convención de los Derechos del Niño (1989),cuyos cuatro principios fundamentales son: el interés superior del niño, el derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, la participación infantil y la no discriminación. Fue incorporada a nuestra Constitución en la reforma de 1994. A partir de ella el Estado Argentino asumió compromisos con los NNA que se encuentran en su territorio. A diferencia de otros instrumentos de derechos humanos contemporáneos, la CDN plantea la necesidad de respetar, proteger y realizar todos los derechos de los NNA sin discriminación; es por eso que hablamos de protección integral de los derechos. En esta misma línea, la Ley de Protección Integral N° 26061 considera y trata a los Niñas, Niños y Adolescentes como sujetos de derechos. La judicialización de las situaciones de violaciones de derechos no es considerada la mejor opción y la separación de los NNA de su familia solo se adopta de modo excepcional. Además deja en claro el derecho a opinar y ser escuchados/as, y el derecho a participar de las deciones que los y las afectan. Desde el anterior paradigma, el sufrimiento psicosocial se lo considera desde un lugar individualizante, anomalías individuales, desviaciones que deben corregirse mediante intervenciones individuales. En cambio, desde la protección integral, las problemáticas se consideran enraizadas en condiciones sociales y económicas determinadas socialmente. En este sentido, el cambio de Paradigma se vincula con las corrientes en Salud apuntadas a la Atención primaria de la Salud, dispuestas desde la Declaración de Alma Ata (1978) que propone que “El desarrollo económico y social es esencial para poder alcanzar la salud para todos”, así como en el nuevo paradigma de Salud Mental, donde encontramos similitudes en el enfoque de derechos y la necesidad de articular desde la intersectorialidad.
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