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Malnutricion_asociada_a_disfagia_orofari

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Enferm Clin. 2014;24(3):183---190
www.elsevier.es/enfermeriaclinica
ORIGINAL
Malnutrición asociada a disfagia orofaríngea en
pacientes mayores de 65 años ingresados en una
unidad médico-quirúrgica
María José Galán Sánchez-Herederoa,∗, Cecilio Santander Vaquerob,
Milagros Cortázar Sáeza, Felipe de la Morena Lópezc, Rosario Susi Garcíad
y María del Carmen Martínez Rincóne
a Unidad de Aparato Digestivo y Urología, Hospital Universitario de La Princesa, Madrid, España
b Unidad de Aparato Digestivo, Hospital Universitario de La Princesa, Madrid, España
c Unidad de Aparato Digestivo, Hospital Infanta Cristina, Madrid, España
d Departamento de Estadística e Investigación Operativa III, Facultad de Estudios Estadísticos, Universidad Complutense, Madrid,
España
e Departamento de Enfermería, Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, Universidad Complutense, Madrid, España
Recibido el 30 de agosto de 2013; aceptado el 23 de diciembre de 2013
Disponible en Internet el 21 de febrero de 2014
PALABRAS CLAVE
Disfagia orofaríngea;
Malnutrición;
Cribado
Resumen
Objetivos: El objetivo principal es conocer la relación existente entre disfagia orofaríngea,
situación de riesgo nutricional y deterioro funcional en pacientes mayores de 65 años ingresados
en una unidad de hospitalización médico-quirúrgica. Los objetivos secundarios son determinar
la prevalencia de disfagia orofaríngea, conocer el estado nutricional y la capacidad funcional
de estos pacientes.
Metodología: Estudio observacional, analítico y transversal que incluyó durante los meses de
febrero a marzo del 2013 a pacientes mayores de 65 años ingresados en la unidad de Digestivo-
Urología del Hospital Universitario de la Princesa. Se registraron las siguientes variables: edad,
sexo, índice de masa corporal, soporte familiar, diagnóstico, comorbilidad, disfagia orofarín-
gea (EAT-10 y método de evaluación clínica volumen-viscosidad), malnutrición (Mininutritional
Assessment) y capacidad funcional de los pacientes (índice de Barthel).
Resultados: Se reclutó a 167 pacientes, siendo la prevalencia de disfagia y de malnutrición
del 30,8 y 15,4% respectivamente. En pacientes con disfagia orofaríngea la prevalencia de
problemas nutricionales aumentó hasta el 75%.
En el análisis de regresión logística, la obtención de una puntuación baja en el índice de
Barthel (OR 0,97 [IC 95%; 0,95-0,99]), la presencia de comorbilidad (OR 7,98 [IC 95%; 3,09-
20,61]) y padecer disfagia (OR 4,07 [IC 95%; 1,57-10,52]) se asociaron a una mayor probabilidad
de padecer malnutrición.
∗ Autor para correspondencia.
Correo electrónico: mjgalansh@yahoo.es (M.J. Galán Sánchez-Heredero).
1130-8621/$ – see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2013.12.009
dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2013.12.009
http://www.elsevier.es/enfermeriaclinica
http://crossmark.crossref.org/dialog/?doi=10.1016/j.enfcli.2013.12.009&domain=pdf
mailto:mjgalansh@yahoo.es
dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2013.12.009
184 M.J. Galán Sánchez-Heredero et al
Discusión: La disfagia orofaríngea es uno de los problemas más infradiagnosticados y subesti-
mados entre los pacientes ancianos y que mayor afectación tiene sobre su estado nutricional.
Sugerimos detectarla de forma precoz mediante los métodos diagnósticos establecidos y con la
colaboración de un equipo multidisciplinar.
© 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
KEYWORDS
Oropharyngeal
dysphagia;
Malnutrition;
Screening
Relationship between dysphagia and malnutritition in patients over 65 years of age
Abstract
Aims: The main objective of this study was to understand the relationship between oropharyn-
geal dysphagia, nutritional risk factors and functional impairment in the elderly (>65y) admitted
to a medical-surgical hospital unit. Secondary objectives were to determine the prevalence of
oropharyngeal dysphagia, the nutritional status and their functional capacity.
Methods: A cross-sectional observational study was performed. It included patients over 65
years of age admitted to the Gastroenterology-Urology Department in La Princesa University
Hospital (Madrid, Spain) during the months of February and March. The following variables
were recorded: age, sex, body mass index, family support, diagnosis, comorbidity, oropharyn-
geal dysphagia (EAT-10 and volume-viscosity evaluation method), malnutrition (Mininutritional
Assessment) and functional capacity (Barthel index).
Results: A total of 167 patients were recruited, with 30.8% and 15.4% prevalence of dysphagia
and malnutrition, respectively. Prevalence of malnutrition increased to 75% in patients with
oropharyngeal dysphagia.
The logistic regression analysis showed how conditions as low score on the Barthel index (OR
0.97 [95% CI, 0.95-0.99]), comorbidity (OR 7.98 [CI 95%, 3.09-20.61]) and dysphagia (OR 4.07
[CI 95%, 1.57-10.52]) were associated with a greater likelihood of suffering malnutrition.
Discussion: Oropharyngeal dysphagia is one of the most underdiagnosed and underestimated
conditions among elderly patients and one that has a greater effect on their nutritional status.
Accordingly, we suggest using established diagnostic methods with a multidisciplinary team
collaboration for its early detection.
© 2013 Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Qué se conoce
La disfagia orofaríngea es uno de los síndromes geriá-
tricos más infradiagnosticados y subestimados entre los
pacientes mayores de 75 años institucionalizados y que
mayor afectación tiene sobre su estado nutricional y
calidad de vida.
Qué aporta
La elevada prevalencia de disfagia orofaríngea en
pacientes mayores de 65 años ingresados en una unidad
hospitalaria médico-quirúrgica convencional se revela
como un problema importante dada su influencia sobre
el estado nutricional y la capacidad funcional.
La utilización sistemática del EAT-10 en combinación
con el Método de Evaluación Clínica Volumen-
Viscosidad son herramientas útiles y prácticas para la
detección precoz de problemas deglutorios por parte
de la enfermera al ingreso del paciente.
Introducción
La disfagia es un trastorno de la deglución caracterizado
por la dificultad de progresión del bolo alimentario desde la
boca hasta estómago. Puede deberse a causas estructurales
o funcionales desde un punto de vista fisiopatológico, y a
disfunciones orofaríngeas o esofágicas, desde un punto de
vista anatómico1.
La disfagia orofaríngea se presenta con mayor frecuen-
cia como un trastorno funcional de la motilidad que afecta
a la propulsión del bolo, la reconfiguración orofaríngea
durante la deglución o la apertura del EES. Frecuente-
mente tiene relación con enfermedades neurológicas y el
envejecimiento2. Su prevalencia media en ancianos hospi-
talizados por enfermedades agudas oscila entre el 35 y el
55%, presentando el 70% de estos pacientes malnutrición o
riesgo de malnutrición y hasta el 38%, antecedentes de neu-
monía. La prevalencia de este tipo de disfagia en mayores
de 75 años que viven en la comunidad oscila entre el 15 y el
25%3.
Existe una relación indudable entre la situación funcional
y la disfagia, teniendo los pacientes con disfagia una peor
situación funcional basal. Por ello, la disfagia podría con-
siderarse como un factor de riesgo de deterioro funcionalMalnutrición asociada a disfagia orofaríngea en pacientes hospitalizados 185
hospitalario y de mal pronóstico de recuperación funcional3.
Algunos autores defienden que la dependencia para la rea-
lización de las actividades de la vida diaria es un factor
de riesgo asociado a la supervivencia en pacientes con
disfagia4,5.
La severidad de la disfagia orofaríngea puede variar
desde una dificultad moderada hasta la total imposibilidad
para la deglución, considerándose un síntoma grave que
puede originar 2 grupos de complicaciones con trascenden-
cia clínica6.
• La malnutrición o deshidratación, causadas por una dis-
minución de la eficacia de la deglución. La prevalencia
de malnutrición en la población general es del 2%7,8. En
pacientes ancianos con disfagia se estima un aumento en
la prevalencia de malnutrición del 36,8% y un riesgo de
malnutrición del 55,3%, ambos significativamente mayo-
res que en pacientes sin disfagia9. La malnutrición es
un importante problema emergente entre la población
anciana. Se han identificado otros factores de riesgo que
la provocan como la incapacidad funcional, alteracio-
nes neurológicas (demencia, ictus, Parkinson, esclerosis
lateral amiotrófica), alteraciones psiquiátricas, estados
de hipercatabolismo (sepsis, neoplasia, hipertiroidismo,
úlcera por presión y politraumatismo), hospitalización
prolongada, enfermedades crónicas (insuficiencia car-
diaca, respiratoria, renal, hepática y pancreática) y
enfermedades del tracto digestivo10.
• El atragantamiento con aspiración traquebronquial cau-
sado por una disminución de la seguridad de la deglución,
que ocasiona neumonía por aspiración en el 50% de los
casos con una mortalidad asociada de hasta el 50%11,12.
La disfagia origina malnutrición y esta contribuye al dete-
rioro funcional y la debilidad muscular, ocasionando, a su
vez, disfagia. Se produce así un circulo vicioso que sugiere
que la disfagia puede ser uno de los factores de inicio y
mantenimiento del proceso de fragilidad en los pacientes13.
La utilización de programas de detección, diagnóstico
y tratamiento de la disfagia orofaríngea en pacientes vul-
nerables puede conseguir una importante reducción de la
morbimortalidad, disminuyendo el número de infecciones
nosocomiales, detectando trastornos de desnutrición o des-
hidratación secundarios y mejorando el estado nutricional y
la calidad de vida de estos pacientes14.
Mediante este estudio pretendemos conocer la preva-
lencia de disfagia orofaríngea en pacientes mayores de 65
años ingresados en la unidad, conocer el estado nutricional y
capacidad funcional de los pacientes y la relación existente
entre disfagia orofaríngea, situación de riesgo nutricional y
deterioro funcional.
Método
Estudio observacional, analítico y transversal en el que se
reclutó de forma prospectiva entre los meses de febrero a
marzo del 2013 a los pacientes mayores de 65 años ingre-
sados en la Unidad de Aparato Digestivo y Urología del
Hospital Universitario de la Princesa. Quedaron excluidos los
pacientes con colaboración nula por deterioro cognitivo o
deterioro del nivel de consciencia, contraindicación médica
para alimentación oral o enteral, pacientes que no otorga-
ron el consentimiento informado y aquellos con un tiempo
de hospitalización mayor a 72 h para controlar otras causas
de malnutrición relacionadas con el tiempo de hospitaliza-
ción, como dieta absoluta prescrita o deterioro secundario
a la situación del ingreso hospitalario.
El cálculo del tamaño muestral se realizó para una pre-
valencia de malnutrición o riesgo de padecerla del 70% en
pacientes hospitalizados con enfermedades agudas. Fijamos
un nivel de riesgo en 0,05% y una precisión en 0,7. Con una
estimación de pérdidas del 1%, el tamaño muestral necesario
se estableció en 169 pacientes.
Para la valoración del estado nutricional de los pacientes
se utilizó el Mininutritional Assessment (MNA). Esta herra-
mienta ha demostrado tener una elevada sensibilidad (96%)
y especificidad (98%), siendo válida para diferentes ámbitos
asistenciales. Consta de 18 ítems y según la puntuación obte-
nida clasifica a los pacientes en 3 categorías: buen estado
nutricional (> 23,5 puntos), riesgo de desnutrición (de 17 a
23,5 puntos) y malnutrición (< 17 puntos)15,16.
La detección de síntomas de disfagia orofaríngea se rea-
lizó mediante los métodos EAT-10 y MECV-V. El método de
cribado de disfagia EAT-10 es una herramienta segura y fiable
para documentar la autopercepción por parte del paciente
de la severidad de sus problemas deglutorios. Ha demos-
trado una excelente consistencia interna, reproductibilidad
y validez. Consta de 10 ítems, estimando resultado positivo
igual o mayor a 3 puntos. Presenta una alta sensibilidad para
la detección de pacientes con problemas de deglución17,18.
A los pacientes cuya puntuación en el EAT-10 fue mayor o
igual a 3 se les realizó el MECV-V para confirmar la disfagia y
graduar su intensidad, registrando en qué viscosidad y volu-
men presentaban dificultad. El MECV-V es una prueba clínica
de esfuerzo deglutorio11, presenta una sensibilidad del 100%
para detectar aspiraciones y una especificidad del 64,4%2. Su
criterio general de aplicación es que el riesgo de aspiración
en pacientes con disfagia orofaríngea aumenta al disminuir
la viscosidad de los fluidos que se administran al paciente
y al incrementar el volumen del bolo. Por lo tanto, no se
debe exponer a un paciente a un bolo de viscosidad inferior
o volumen superior (para la misma viscosidad) que aquel
con que ya haya presentado signos de aspiración (fig. 1).
Se determina que la prueba es positiva ante la aparición de
cualquier signo de compromiso en la seguridad o eficacia de
la deglución6,13.
También se registraron variables antropométricas, socio-
demográficas (índice de masa corporal [IMC], soporte
familiar, motivo de ingreso, edad, sexo), comorbilidad (fac-
tores de riesgo de malnutrición) y grado de dependencia
mediante el índice de Barthel19.
Desde el punto de vista estadístico los datos se anali-
zaron mediante el programa estadístico IBM SPSS Statistics
versión 20, considerándose significativos los test con valor
de p < 0,05. Se determinó la normalidad de las variables
mediante la prueba de Kolgomorov-Smirnov.
Las variables cualitativas se expresaron como porcenta-
jes con sus intervalos de confianza para una significación
del 95%. Se compararon dichas variables con el test de Chi-
cuadrado.
Las variables cuantitativas se expresaron como la
media ± su desviación estándar y, en caso de variables no
paramétricas, se mencionó la mediana y el rango. Para
186 M.J. Galán Sánchez-Heredero et al
Bolo n.º/volumen
Inicio
5 ml
10 ml
20 ml
5 ml
10 ml
5 ml
10 ml
20 ml
20 ml
Deglución
segura
Alteración
seguridad
Alteración
seguridad
Alteración
seguridad
Fin de la exploración
Deglución
segura
Deglución
segura
V
is
c
o
s
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a
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p
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V
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1
2
3
4
5
6
7
8
9
Figura 1 Clave et al. Diagnóstico y tratamiento de la disfagia orofaríngea funcional. Aspectos de interés para el cirujano
digestivo.
comparar las variables cuantitativas entre distintos gru-
pos de pacientes se emplearon los test de t-Student y
anova de un factorcuando las variables continuas tenían
una distribución normal y los test no paramétricos de
Wilcoxon-Mann-Whitney y Kruskal-Wallis cuando las varia-
bles continuas no se distribuían normalmente.
Por último, para determinar una variable dependiente
en función de un conjunto de variables se empleó el test de
regresión logística.
El estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investiga-
ción Clínica del Hospital Universitario de la Princesa.
Resultados
En el estudio se reclutó a un total de 169 pacientes cuyas
características más relevantes se expresan en la tabla 1.
Tras evaluar el MECV-V la prevalencia de disfagia orofa-
ríngea en la muestra fue del 30,8%. En 4 casos los pacientes
presentaron puntuación en el EAT-10 igual o superior a 3
(EAT-10 positivo) no objetivándose posteriormente disfagia
mediante el método MECV-V.
El estado nutricional de los pacientes, evaluado por el
MNA, fue normal en el 58,6% de la muestra, mientras que
los pacientes con riesgo de malnutrición supusieron un 26%
y los malnutridos, un 15,4% del total.
En el análisis de la normalidad de las variables cuantita-
tivas (mediante el test de Kolmogorov-Smirnov), se rechaza
que el índice de Barthel siga una distribución normal. Al no
poder rechazar dicha hipótesis para las variables edad e IMC,
se analizarán como variables con distribución normal.
En el análisis comparativo entre los grupos con y sin
disfagia orofaríngea (tabla 2), existían diferencias esta-
dísticamente significativas con relación a la edad media,
siendo superior en los pacientes que sufrían disfagia. Tam-
bién encontramos diferencias significativas en el valor medio
del IMC, que fue menor en pacientes con disfagia orofarín-
gea. Respecto al estado nutricional, la ausencia de disfagia
Malnutrición asociada a disfagia orofaríngea en pacientes hospitalizados 187
Tabla 1 Características generales de los pacientes
estudiados
n 169 (%)
Edad (años) 80,8 ± 7,8
Sexo masculino 97 (57,4)
Índice de masa corporal 25,2 ± 4,7
Comorbilidad 50 (29,6)
Enfermedad neurológica 8 (4,7)
Estado hipercatabólico 16 (9,5)
Alteraciones psiquiátricas 17 (10,1)
Insuficiencia cardiaca 1 (0,6)
Insuficiencia respiratoria 2 (1,2)
Insuficiencia renal 6 (3,6)
Insuficiencia hepática 5 (3)
Insuficiencia pancreática 1 (0,6)
Soledada 31 (18,3)
Disfagia 52 (30,8)
Estado nutricional (MNA)
Normal 99 (58,6)
Riesgo de malnutrición 44 (26)
Malnutrición 26 (15,4)
Índice de Barthel 78,7 ± 28,3
Las variables cuantitativas se expresan como media ± desviación
típica.
Las variables cualitativas se expresan como valores absolutos;
entre paréntesis se indica su proporción respecto al total de la
muestra.
aAusencia de cuidador principal en domicilio.
orofaríngea se asoció a una menor prevalencia de malnutri-
ción. En relación con la capacidad funcional, la puntuación
media del índice de Barthel fue significativamente diferente
entre ambos grupos, teniendo los pacientes con disfagia oro-
faríngea peor estado funcional. También observamos que
vivir o no con cuidador en domicilio y el sexo del paciente
no se asociaban con la presencia o no de disfagia orofarín-
gea. Por último, el riesgo de padecer disfagia orofaríngea
era 4,41 veces mayor en pacientes con comorbilidad, con
un intervalo de confianza al 95% entre 2,1 y 8,9.
En la tabla 3, analizando las edades medias de los
pacientes con estado nutricional normal y estado nutricional
alterado, encontramos como la edad de los pacientes con
buen estado nutricional fue significativamente menor que
la de los pacientes con problemas nutricionales. La capa-
cidad funcional medida mediante la puntuación del índice
de Barthel era mejor en pacientes con buen estado nutricio-
nal. En cuanto al sexo, no hallamos diferencias significativas
entre los 2 grupos (estado nutricional normal y alterado),
pero sí fue significativa la diferencia cuando consideramos
3 categorías: riesgo de malnutrición, malnutrición y estado
nutricional normal (tabla 4).
Analizando la asociación entre malnutrición y disfagia
(tabla 3), un valor de p menor de 0,05 nos indicó que la
disfagia orofaríngea y la malnutrición no eran factores inde-
pendientes. Conocer que un paciente al ingreso presentaba
disfagia nos aportaba información acerca del riesgo de que
pudiera padecer problemas nutricionales. Así, el riesgo de
sufrir problemas nutricionales era 8 veces mayor en enfer-
mos con disfagia orofaríngea, siendo el odds ratio (OR) de
8,3 con un intervalo de confianza al 95% entre 3,9 y 17,6.
Por último, también encontramos diferencias estadística-
mente significativas respecto a la comorbilidad en pacientes
con y sin problemas nutricionales. Los enfermos que pre-
sentaban comorbilidad tenían 14 veces más riesgo de sufrir
problemas nutricionales, siendo el OR de 14,1 con un inter-
valo de confianza al 95% entre 6,1 y 32,5.
Con el objetivo de poder expresar la probabilidad de
tener problemas nutricionales en función de las distintas
variables con las que se relacionaba el estado nutricional,
se realizó una regresión logística binaria donde la varia-
ble dependiente fue el estado nutricional (normal/alterado)
y las variables independientes las variables que se asocia-
ron significativamente a la presencia de malnutrición en el
Tabla 2 Comparaciones entre los grupos de pacientes con y sin disfagia
Disfagia No disfagia p Odds ratio
n 52 117
Edad (años) 86,3 ± 6,2 78,4 ± 7,3 p < 0,05
Sexo masculino (%) 51,9 (38,1-65,6) 59,8 (50,7-68,8) ns (p = 0,40)
Índice de masa corporal 22,7 ± 4,4 26,1 ± 4,4 p < 0,05
Comorbilidad (%) Soledad (%) 51,9 (38,1-65,6) 9,6
(1,5-17,6)
19,7 (12,5-26,9) 22,2
(14,5-29,8)
p < 0,05 ns (p = 0,51) 4,41 (2,1-8,9)
Malnutrición (%) p < 0,05
Normal 25 (3,4-46,5) 73,5 (63,3-83,6)
Riesgo de malnutrición 36,5 (14,9-58) 21,4 (11,2-31,5)
Malnutrición 38,5 (16,9-60) 5,1 (-5-15,2)
Índice de Barthel 46 102,3 p < 0,05
Las variables cualitativas se expresan como porcentajes, entre los pacientes con y sin disfagia, con sus intervalos de confianza para una
significación del 95%. Se comparan dichas variables con el test de Chi-cuadrado.
Las variables cuantitativas se expresan como media ± desviación estándar. Al distribuirse normalmente la edad y el IMC, se compara
entre pacientes con y sin disfagia con el test t-Student.
Los valores del índice de Barthel se expresan como rango promedio y se utiliza el test Wilcoxon-Mann-Whitney para comparar su valor
entre pacientes con y sin disfagia.
188 M.J. Galán Sánchez-Heredero et al
Tabla 3 Comparación entre los grupos de pacientes con estado nutricional normal y estado nutricional alterado (riesgo de
malnutrición y malnutrición)
Estado nutricional
normal
Estado nutricional
alterado
p Odds ratio
n 99 70
Edad (años) 78,5 ± 7,6 84,2 ± 7 p <,0,05
Sexo masculino (%) 63,6 (54-73,2) 48,6 (36,8-60,3) p =,0,51
Disfagia (%) 13,1 (6,4-19,7) 55,7 (43,9-67,4) p <,0,05 8,3 (3,9-17,6)
Comorbilidad (%) Soledad (%) 9,1 (3,5-14,7) 20,2
(12,1-28,2)
58,6 (47-70,1) 15,7
(7-24,3)
p <,0,05 p = 0,45 14,1 (6,1-32,5)
Índice de Barthel 104,9 56,7 p < 0,05
La edad se expresa como media ± desviación estándar y se utiliza el test de la t-Student para determinar si existen diferencias estadís-
ticamente significativas entre las edades de los pacientes con estado nutricional normal y alterado.
Los valores del índice de Barthel se expresan como rango promedioy se compara, para los pacientes con estado nutricional normal y
alterado, con el test de Wilcoxon-Mann-Whitney.
Las variables cualitativas se expresan como porcentajes, entre los pacientes con y sin disfagia, con sus intervalos de confianza para una
significación del 95%. Se comparan dichas variables con el test Chi-cuadrado.
Tabla 4 Comparación entre los grupos de pacientes con estado nutricional normal, riesgo de malnutrición y malnutrición
Normal Riesgo de
malnutrición
Malnutrición p
n 99 44 26
Edad (años) 78,5 ± 7,6 83,3 ± 7,4 85,6 ± 6,06 p <,0,05
Sexo masculino (%) 63,6 (54-73,2) 34,1 (19,9-48,2) 73,1 (55,7-90,5) p <,0,05
Disfagia (%) 13,1 (6,4-19,7) 43,2 (28,4-58) 76,9 (60,5-93,3) p <,0,05
Comorbilidad (%) Soledad (%) 9,1 (3,5-14,7) 20,2
(12,1-28,2)
38,6 (24,1-53,1) 22,7
(10,2-35,2)
92,3 (81,9-102,6) 3,8
(-3,6-11,24)
p <,0,05 p = 0,10
Índice de Barthel 104,9 70,4 33,5 p < 0,05
La edad se expresa como media ± desviación estándar y se utiliza el test de anova de una vía para determinar si existen diferencias
estadísticamente significativas entre las edades de los pacientes con distintos estados nutricionales.
Los valores del índice de Barthel se expresan como rango promedio y se compara, para los pacientes con distintos estados nutricionales,
con el test de Kruskal-Wallis.
Las variables cualitativas se expresan como porcentajes, entre los pacientes con y sin disfagia, con sus intervalos de confianza para una
significación del 95%. Se comparan dichas variables con el test Chi-cuadrado.
análisis univariante (edad, disfagia orofaríngea, comorbili-
dad y capacidad funcional).
Tras el análisis de regresión logística, se observó una aso-
ciación estadísticamente significativa entre la presencia de
malnutrición y todas las variables excepto la edad. De esta
forma la obtención de una puntuación baja en el índice de
Barthel (OR 0,97 [IC 95%; 0,95-0,99]), la presencia de comor-
bilidad (OR 7,98 [IC 95%; 3,09-20,61]) y padecer disfagia
orofaríngea (OR 4,07 [IC 95%; 1,57-10,52]) se asociaron a
una mayor probabilidad de padecer malnutrición.
Discusión
La disfagia es uno de los síndromes geriátricos menos conoci-
dos a pesar de su elevada prevalencia y su enorme impacto
en la capacidad funcional y calidad de vida de los ancia-
nos que la padecen3. El diagnóstico y tratamiento de la
disfagia orofaríngea depende del trabajo en equipo de un
grupo multidisciplinar de profesionales formado por médi-
cos, enfermeras, logopedas, dietistas, cuidadores y la propia
familia del paciente2.
La prevalencia de disfagia orofaríngea en ancianos hos-
pitalizados por enfermedades agudas en nuestro estudio
es del 30,8%, por debajo de los datos de prevalen-
cia que proporcionan otros estudios que la sitúan entre
el 35 y el 55%3. Probablemente hemos hallado una
menor prevalencia de disfagia orofaríngea al disminuir
10 años la edad de inclusión de los pacientes, que
es en nuestro estudio mayor de 65 años, a diferen-
cia de otros estudios que incluían pacientes mayores de
75 años3,13. En este sentido también la inclusión de casos
quirúrgicos puede explicar la menor prevalencia de disfagia
orofaríngea: los pacientes ingresados para cirugía progra-
mada (16,57%) presentaban una prevalencia de disfagia muy
baja (0,59%) (datos no mostrados). De acuerdo con otros
estudios nuestros enfermos con disfagia orofaríngea presen-
tan mayor edad (86,3 ± 6,2), mayor comorbilidad (51,9%) y
peor estado funcional5.
La disfagia orofaríngea está íntimamente asociada a la
capacidad funcional y puede considerarse un factor de
riesgo del deterioro funcional5. Diversos estudios muestran
como la disfagia contribuye a la malnutrición y la malnu-
trición al deterioro funcional y debilidad muscular, en un
Malnutrición asociada a disfagia orofaríngea en pacientes hospitalizados 189
circulo vicioso que sugiere que la disfagia es un factor de
riesgo en el proceso de fragilidad del anciano13. En este
sentido, los pacientes con disfagia orofaríngea de nuestra
muestra obtienen una puntuación media en el índice de
Barthel significativamente menor que aquellos que no pre-
sentan disfagia, en consonancia con los hallazgos de otros
estudios9.
La disfagia orofaríngea es uno de los problemas más infra-
diagnosticados y subestimados entre los pacientes ancianos
y que mayor afectación tiene sobre su estado nutricional9.
En la mayoría de nuestros hospitales y centros asistenciales
existe una gran discrepancia entre la elevada morbilidad,
mortalidad y costes sanitarios ocasionados por las complica-
ciones de la disfagia orofaríngea y el bajo nivel de recursos
materiales y humanos dedicados a esta afección. De hecho,
los recursos suelen dirigirse más al tratamiento de las com-
plicaciones de la disfagia que al diagnóstico y tratamiento
del problema primario2,3. El MNA es un método validado y
más comúnmente utilizado en la práctica clínica para iden-
tificar situaciones de riesgo nutricional15. Utilizando el MNA,
se estimó una prevalencia de malnutrición en ancianos hos-
pitalizados del 21 ± 0,5%, incluyendo a 6.231 pacientes en
32 estudios15,16. Según esta escala, el 58,6% de los pacien-
tes de nuestro estudio presentaban un estado nutricional
normal y una prevalencia de malnutrición del 15,4%. Esta
discrepancia puede explicarse debido a que la mayoría de
los estudios incluyen a enfermos geriátricos institucionali-
zados y, probablemente, con mayor comorbilidad y edad
asociadas. Lo mismo ocurre si comparamos el porcentaje
de pacientes con riesgo de malnutrición en nuestro estudio
(26%) con el de otros estudios en enfermos hospitalizados
geriátricos que lo sitúan en el 39%, con un porcentaje de
malnutrición del 25%7. Un 75% de los pacientes con disfagia
orofaríngea identificada por el MECV-V presentan en nues-
tro estudio problemas nutricionales, malnutrición y riesgo
de malnutrición. Este dato coincide con otros estudios que
establecen una prevalencia de malnutrición y riesgo de mal-
nutrición en pacientes con disfagia orofaríngea mayor del
70%1. Al igual que en otros estudios, hemos encontrado
mayor tasa de discapacidad, mayor prevalencia de disfagia
(55,7%) y mayor comorbilidad (58,6%) en pacientes malnu-
tridos frente a los que tienen un estado nutricional normal9.
Todos estos factores se asocian en nuestro estudio a una
mayor probabilidad de padecer una alteración en el estado
nutricional7.
La utilización sistemática de estrategias diagnósti-
cas y terapéuticas resulta fundamental para detectar
de forma precoz problemas de disfagia en los ancia-
nos. En este sentido, el test de screening EAT-10 nos
permite documentar la autopercepción por parte del
paciente de la severidad de sus problemas degluto-
rios y, con el método de evaluación clínica volumen-
viscosidad, logramos objetivar dichos problemas y ela-
borar recomendaciones terapéuticas sobre la dieta más
adecuada, optimizando el volumen y viscosidad del
bolo17,18.
En conclusión, debemos detectar de forma precoz
mediante los métodos diagnósticos establecidos y con la
colaboración de un equipo multidisciplinar síntomas de dis-
fagia orofaríngea, ya que su presencia incrementa el riesgo
de padecer malnutrición en pacientes hospitalizados mayo-
res de 65 años.
Conflicto de intereses
El estudio respeta las normas de buena práctica clínica y no
presenta ningún conflicto de intereses.Agradecimientos
Mi agradecimiento a la Unidad de Aparato Digestivo y
Urología del Hospital Universitario de la Princesa y los
departamentos de Estadística e Investigación Operativa III
y Enfermería de la Universidad Complutense, por su apoyo
y compromiso con este proyecto.
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