Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1. EMPATIZAR. En un primer momento, se aborda una fase de observación activa destinada a identificar las necesidades de las personas a las que nos queremos dirigir y lo que realmente es importante para ellas. La empatía juega un papel crucial durante esta etapa, por lo que en todo momento debemos ponernos en la piel del usuario final. 2. DEFINIR. Con toda la información obtenida a partir de esa observación inicial, debemos ser capaces de clarificar y concretar el problema que vamos a abordar, de manera que sea significativo para nuestros clientes y que podamos aportar una solución viable al mismo. 3. IDEAR. Una vez identificada la necesidad de nuestros clientes, durante esta fase debemos generar ideas que la satisfagan. Haremos un esfuerzo por generar un gran número de ideas, con independencia de que no estén conectadas entre sí o no se parezcan en nada a nuestra idea inicial. 4. PROTOTIPAR. En este momento toca pasar de la teoría a la práctica. Para ello, materializaremos la solución ideada, construiremos un producto real que nos permita comprobar la reacción de nuestro público objetivo. 5. EVALUAR / PROBAR. En la fase final de este proceso iterativo, haremos que el usuario se enfrente al producto o servicio creado, observaremos cómo interactúa con el mismo y nos esforzaremos por sacar un aprendizaje que nos permita mejorar la propuesta.
Compartir