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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
FACULTAD NACIONAL DE MEDICINA 
INFORME GENERAL 
SOBRE LAS CONDICIONES SANITARIAS, 
ECONOMICAS Y SOCIALES 
DE LA VILLA DE JUCHITEPEC, 
DISTRITO DE CHALCO, ESTADO DE MEXICO 
-· 
TRABAJO QUE PRESENTA EN SU RECEP-
CION AL GRADO DE MEDICO CIRUJANO. 
EL SR. WENCESLAO BONILLA DE LA ROSA 
MEXICO, O. F. 
1ª~9. 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
.f/ la memoria de mi adoratla madre, Sra. cz;"omasa de la 'Rosa de {flonilla, 
cuya uirtuo1Ja oida, abnegación y cariflo modelaron mi e1Jpfritu . 
.f/ la memoria de mi queriJo padre, Sr . .'l!Codesto {flonilla, 
cuyo ejemplo de ho11radcz y de trabajo, gufan mi uido . 
.f/ la mamaria de mi inolvidable hermana, Srita. <;;erarda {Bonilla, 
quien :siempre me alentó con m carillo lnme1110 • 
.f/ mi tia {B2rlolomé Ca:itillo de .7ítundo, 
con tJeneración y respeto. 
.f/ mi hermano, niño .71Canuel {flonll(a, 
a quien adoro con paternal cariño. 
JI lodos mis mae!lros, es/Jeclalmenle a los Srea. 'Dres. Somuel .9llrorones .Y Felipe Acevu, 
c:on lodo respeto .Y groillud fJGr 1us sabios enseñanzas . 
.J1J Sr. 'Profesor 'Don 'R,omán Saldaña Oropesa, con mi más profundo ogrodecimienlo, 
./1 mis ainceros amigo:s, 
Qufmlcet {Bacteri6/ogo Sr. W,_oé Saldi'l1ar y estudiante de Leyes /utJn Orllz Loma . 
.JI los campuinos de ~ulyehualco-:; Xuchitepec, con quiene:s he pa:sado hara:s de intema 
emoci6n y amargura, y por quienes luchart hado e/ /In de mi existencia, 
para alcanzar au lib11aci6n integral. 
-------------~·-,.------·--··-------~-·--- -·-·- -~-
A mi estimado amigo, Sr 'Dr. 'Pedro "f?.osa:s [Balanzario, con sincero afecto . 
.fJ mi distinguido amigo, Capitán Aviador .:Jtelguel :J([endoza. 
/l. la os~uela :N..acional de .71Cedicina, Hospital }uárez .Y Hospital General, 
con gratitud y admiración 
/l mi• compañeros de estudios, a quienes recornrd4 fraternalmente 
Honorable Jurado: 
El pl'Cisente trabajo, que expongo a vuestra sabia consideración, sig-
nifica no un cúmulo de principio.:j doctrinarios, sino la realidad' viviente 
de un conglomerado campesino que como tal, tiene apremiantes problemas 
que resolver. 
La Facultad Nacional de Medicina, no podía permanecer en estos 
instantes plenos de aspiraciones, indiferente a nuestras inquietudes :po-
pulares por la liberación indígena, circunstancia ésta que la hizo mandar 
a sus hijos del último año de estudios, los pasantes, al campo, para sedar 
los dolores de los enfermos, así como para consolarlos y prevenir al con-
gfomerado humano, mediante normas hig·iénicas que la sabiduría de nues-
tros abnegados y asiduos Maestros nos han infundido, con objeto de con-
seguir su mayor Men colectivo. 
Y fué para mí altamente satisfactorio haber contribuído en esta 
obra, en sí llena de asperezas por los precarios recursos disponibles que 
no fueron bastanü~s para hacerme d'esistir en ella, sino al contrario, me 
estimularon con ahinco e hicieron superar mi esfuerzo. 
Tel'minaclo mi Servicio l\Iédko Social, he confeccionado este parvo 
trabajo para concluír la última etapa de m1 ideal 1estuldiantil, en el que 
analizó las condiciones higiénicas, económicas y sociales de la Villa de 
Juchitepec, esbozo los problemas de la población y propongo algunos me-
dios necesarios y urgentes para resolver los más palpitantesi que se re-
fieren a la salubridad pública de la misma, los que hasta hoy, han perma-
necido irresolutos por incuria, negligencia y abandono de quienes tienen 
el deber de atenderlos. 
Confieso y reconozco que mi trabajo carece de méritos estrictamente 
científicos; pero no dudo que tomaréjg en consideración el hecho parti-
cularísimo, de haber sido elaborado en medio de una clilacerante crisis 
espiritual que anonadó por completo mi ser, ocasionada por rudos gcilpes 
de\ Destino, que a:huyentaron la serenidad y la quietud que tanto se re-
quieren para estos casos. 
Confío, empero, en vuestra reconocida bondad, y por ello me atrevo, 
con el mayor respeto, a someterlo a vuestra benevolente Y' muy idocta 
consideración . 
el J1utar. 
CAPITULO I. 
INTRODUCCION 
A. 
J\ICl11TEPEC 
Evolución fonética y gráfica de este vocablo. 
El idioma náhuatl, es por su naturaleza descriptivo, veámosle en 
seguida con el nombre de XU.CHtITEPIEC o XOCHITfüPIEC que estructu-
ralmente es yuxtapuesto de los primitivos XUCHITL o XOCHITL, que 
quiere decir, flor y TépetJ, cerro. Etimológicamente, este nombre denota: 
CERRO DE LA FLOR o DE LAS FLORES, siendo importante advertir 
aunque sea de paso, que con los nombres yuxtapuestos del ná!huatl, al 
traducMos al castellano, debe invertirse el orden en qtle están escritos. 
Intientaremos explicar ahora la transformación fónica de este nom-
bre en las siguientes líneas: la palabra FLOR, se decía primitivamente 
en el idioma azteca, XUCHITL, -véase el "Vocabulario en Lengua Caste-
llana y Mexicana, compuesto por e) muy iRev. Padre Fray Alonso de Mo-
lina".-. los españoles, siguiendo la regla del uso de trocar la u tónica o 
átona del latín en o, como lo hicieron con los vocablos castellanos: codo 
que viene de c Ubitus ¡ colmo, de c Umulus; hombro, de h Umerus; Joven, de 
jUvenis; !Ogro, de lUcrum ; lOdo, de lUnrnlus; etc., ejecutaron lo mismo 
con XUCHITL, sustituyendo la u por o. 
Pasemos en seguida a la grafía: la X en náhuatl, siempre tuvo y 
aun conserva el sonido de la Ch francesa o sh inglesa, misma fonía que 
ejecuta el nahuatláhtol cuando espanta las aves. Este sonido, lo mantuvo 
también aquella grafía castellana¡ hasta fines del siglo XVII en que co-
menzó a mudarse por el de J con que se la usa h~ .. ; de aquel tiempo 
data la forma de escribir Jiménez por Xirnénex, Juárez por Xuárez, Jano 
por Xano, jarro por xal'l'o, reloj por relox ¡ como dato histórico, se con-
serva escrito así, ya desde entonces, el antiguo l'efrán que dice: "De una 
parte me cerca Duero, y de otra Peña-Tejada, iio sé donde me vaja", 'Y 
L6pez de Velasco, Y.a desde 1582, escribió: "Y assí, maiestas, en latín 
11 
con I, y magestad, en romance con g, se leen de una misma manera", re-
firiéndose al sonido largo de i que entonces se la daba a la j. 
Se sigue, pues, sin lugar a duda, que los españoles cambiaron el 
nombre original de XUCHI'.DIDPEG por el de Juchitepec, con el que se cono-
ce hoy el Municipio de la jurisdicción de Ohalco correspondiente al Esta-
do de México. 
Por último, hay que notar también que los nativos deben haber dicho 
correctamente en su idioma: XUCHITE:PETL, voz que no pudiendo los con-
quistadores pronunciar tal cual, mudaron la grafía 'DL final, poi• la par-
tícula conjuntiva latina QUE, acostumbrados com,o estaban, sobre todo 
los hombres de letras de entonces, a emplearla en sustitución <le la y como 
se muestra en las proposiciones siguientes: "Id QUE ratione concludimus", 
"Y esto lo decimos po1l la razón". "SeQUE remQUE públicam pérditum 
irent''. "No sólo buscaban su perdición, sino también la de la República.-
Prof eso11 Román Sal daña Oro pesa. 
B. 
HIJTO"IA DE JUCHITE.P'EC 
(Fragmento tomado de un libro del Comité Particular Ejecutivo). 
La Historia de este Pueblo, es la historia de sus tierras. 
PETICION AL GOBIERNO. 
"Ignacio Loaiza, apoderado, Notario del Pueblo de Santo Domingo Xu-
chitepec, del Partido de Chalco, ante el tribunal del Público con el I. A; 
del expresado Xuchitepec, compuesto por los ciudadanosRafael López 
Montero, alcalde I; Cástulo Alvai1ez, alcalde II; Manuel Vida! y Vida!, 
regidor plimero; Ag·ustín Vergara, regidor segundo ; Rafael Martínez Car-
doso, regidor tercero; Soledad Rojas, Regidor cuarto; y, l\fanuel Chávez 
Díaz, Síndico . 
Impulsados por su notoria escasés de terreno y de la multiplicación 
de sus habitantes; impulsados también por el imprescindible derechO 
que tiene este Pueblo de recobrar sus terrenos que la codicia y: avidez 
hubiera maquinado en los tiempos Virreynales de oscurantismo y vasa-
llaje, con los nativos y verdaderamente Nacionales, hijos legítimos de los 
aztecas Xólotl, Netzahualcóyotl, Netzahualpilli, Acamapixtli, y tantos ve-
nerables indios fundadores de numerosas ciudades, Villas, Pueblos y Can-
tones de que se compone la gran Tenochtitlán; impulsados y una vez tra-
zado y conquistado el camino de la reforma por aquel invicto genio que 
acaba de afirmar la Independencia Nacional con su constancia y fide: 
lidad, · que al fin todas las Haciendas y mayorazgos que posee, la ma-
yor. parte fueron usurpados, pues nada trajeron los usurpadores, más 
a 
que los siguientes males: guerra, destrucción y exterminio, se conver-
tirán en Pueblos recobrando su antiguo apogeo. Comparr.cemos tam-
bién ante la Representación Nacional del Congreso, donde reside la sobe-
ranía del Pueblo, y en principal, la del afligido que sufre despojos, azotes, 
prisiones, multas, persecuciones, como se verá después. Tanto ha sufrido 
este Pueblo como la Patria. 
Ella ha recobrado sus derechos, y ha g·anado la inexplicable ventaja 
de haber conocido a sus verdaderos hijos y a sus traidores, desnaturaliza-
dos e ing1:atos. 
El detentador de los terrenos del Pueblo, lo es aquel Genel'al Don 
Ignacio Mora y Villamil, que con sus fueros ha ofuscado los derechos 
de Xochitepec y sus antecesores, para convertirnos en sus colonos y es-
clavos en nuestras mismas propiedades. 
Nos atreV:emos a dirigirnos a nuestro digno Presidente para conse-
guir lo que hemos pedido muchas veces, por la mala fé conque n JS han 
tratado, como lo acredita la presente . 
. Oreen, Ciudadano Presidente, que a(m existe pam ellos el p1·ivilegio 
de dominación sobre este Pueblo por solo ser poderosos, pues aiún todavía 
creen estar en los siglos pasados, en los que el Pueblo era cualquier cosa, 
considerándolos esclavos para hacer ·su voluntad y obedecer solo a sus 
caprichos. 
Esto ahora ya no sucederá, porque el Pueblo se ha multiplicado a 
4,000 habitantes desgraciados; sí, desgraciados, por Ja usurpación de sus 
terrenos y también por la escasés del agua, pues tenemos que ir por ella, 
a distancia· de dos leguas, por no poder hacer acueductos, porque sólo tra..; 
bajamos para las rentas del tirano. 
EXPOSICION. 
Los ascendientes de los siete teculhuas que asistieron a la torre de 
Babel en el año de 1397 del paganismo y de la dispersión de las Gentes 
descendientes de los aztecas, ocuparon el Tenochtitlán el año de 1369 de 
la era cristiana, y a los 5200 del paganismo, fundaron su Pueblo co·n el 
nombre de Xuchitepec al pie efe un cerro que produce flores no comunes 
que se llaman Xochixilozóntle, ("flor de la cabeza del elote") en el rey-
nado del primero que tuvieron, que fué Acamapichtli, en 1el año de 1382 
de la Era. 
Este, fundó otros ocho pueblos que son: Cuatzozonco, Caloyuco, Zen-
éulco, Ococaleo, Tetlancheo, Tepepatlacher, Tlacutlapilco Y' Tlacaelcalpam. 
Sin interrupción de ningún género, vivieron con prosperidad gozando 
de ella, y de los ópimos frutos de la: labranza de süs calÍl(pOs · 139 años, 
hasta el de 1521, de la conquista, sin haber sufrido despojo ninguno de 
sus terrenos, aunque después pag·aron muy caro. 
18 
·Don Fernando Cortés, según la crónica, no hizo su entrada .por Ayotla, 
sino por los volcanes, tocando Amequemeca por Xuchitepec, así es que, 
todos estos pueblos fueron los primeros combatientes desd'e 1519 hasta 
1521, en que se consumó la muy lamentable conquista. Cuenta la misma 
crónica, que desde 1522 a 1526 que gobernó interinamente Don Fernando, 
asolaba al país acabando a los verracos, cuyo apodo les daban: a los aztecas, 
hasta que en 1531, vino la primera Real Audiencia, habiendo una modera~ 
ción. Fué ya muy tarde ésta, porque la Patria había .quedado ya muy 
arruinada, pero en peor estado los 00ho Pueblos, donde .sólo quedaban 
unos cuantos, hasta el año de 1603 que ya entablado el Gobierno Virrey-
nal, el noveno, que lo fué don Gazpar Zúñig·a y Acevedo, por su• decreto 
del 3 de Julio de ese año, mandó que todos los Pueblos se congregaran 
en la cabecera, que era Xochitepec, y así se verificó, conservando hasta 
la fecha sus nombres, convertidos en Barrios. 
En 1606, hubo edictos para que fueran restituídos los terrenos qui-
tados a los indios congregados. Ese reconocimiento de sus tierras y te-
rrenos, lo verificó antes el Corregidor Don Luis Peralta y Don Juan Fer-
nández de Borja, en el año de 156.9. 
Asegurados ya, acordaron arrendar los terrenos sobrantes de sus la-
bores suficientes de que vivían, y para soportar losl impuestos y demás 
gabelas, ocurrieron al partido de Chalco a que pertenecen, en demanda 
de la licencia Y' demás requisitos para el arrendamjento, y se les otorgó 
por el :Sub-Delegado, pero poco les duró su bien estar. Un Don Mateo de 
los Ríos, en 1745, denunció los terr.tinos y además, el fundo leg:::il; el juez 
de lo privativo admitió el denuncio y al fin remató los terrenos Bn la 
ídima cantidad de $42,500. 00 por la enorme extensión de 155 caballe-
rías de tierra de labor, sin las montañas; al medir, resultaron 97 caba-
llerías más de tierras, y entonces el aprovechado Cotera, contestoó: "Yo 
no he comprado admensuram, sino adcorpus". Vuelvo al denuncio: Esto 
fué, el 6 de Agosto de 17 45, pues el 7 de Agosto del mismo año, se con-
tradijo; no se les quiso oír y se pasaron a la Corte de México en quej~ 
con el Virrey. 
La única enmienda fué, agregar $1,000 a la suma anterior. 
Gotera y el Juez se valieron del cohecho y opresión, legalizando un 
denuncio en contra de los indios, procurando que no surgieran más tie-
rras tituladas. 
Acordaron, adem.:1.s, una acusación libelo infamatoria, diciendo: "Los 
dueños, indios de las tierras, las arriendan, y con sus productos, se han 
entregado a los vicios y la holgazanería, al grado de olvidarse de las cos-
tumbres cristianas". El Juez de lo privativo, Don Francisco Echeva-
rría, dió entrada a tal acusación; después, con el mismo Cotera, envió al 
Rey los autos . 
14 
El Rey, en su cédula, confiesa que: 
Primero.-N o aparecen los carteles de los Pregones que se supuso 
hubo. 
Segundo.-Que los indios fueron despojados de sus tierras para apli-
carlas a su Real Corona. 
Tercero.-No aprobó tanta arbitrariedad que cometió el Sub Delega-
do con los autos e indios. 
En mil setecientos noventa y siete, se invirtieron $4,500 para repa-
rar el Templo de Xochitepec y no en los vicios que les acum;ularon. 
El 6 de Agosto de 1745, el Pueblo estaba convertido .en un llanto, 
luto, y opresión por parte de los nuevos dueños; se acabaron sementeras 
y habitantes, porque se les privó de sus pastos, leñas, etc.; un Sub Dele-
gado sufría azotes de un 'feniente de Justicia y de un Gobernador. 
En cambio, Cotera, (nuevo dueño), exigió un mayorazgo con los fér-
tiles y espaciosos terrenos nombrados RIV ASCACHO en la Hacienda de 
Tequimilco. 
Muchas familias, como más de '50, se fueron a los montes ; al fin, 
secretamente, se estuvieron quejando los indios con el Exmo. Virrey, 
hasta que envió al 1Licenciado Don Francisco Guerrero y Toro por tercera 
vez. El poco puebld comenzó a respirar, volviendo algunos a reconcen-
trarse; entonces, fué necesario despojar a la camarilla Rivas Cacho, co-
menzando por el cura, Don José Vicente Ramírez Cantillano; luego, le 
quitaron al Gobernador Don Juan Pablo García el Rancho de Texpilco y 
luego a Cotera. 
El comisionado, con toda claridad rindió el informe al Exmo. justi-
ficando totalmente el soborno . 
El Sub-Delegado fué cohechado con el1Rancho de Texcaltenco; el 
Teniente Teodoro Gómez, con una pensión y para más oprobio, se exigió 
en el momento, que el Sub-Delegado devolviera los 16 reales que había 
quitado a 9 víctimas que tenía presas. 
El 11 de Julio de 1801, el virrey aprobó todo. 
Dspués, Cotera dejó como sucesor a Miguel Ozta, (para que conti-. 
nuara ese medio opresivo) quien comenzó por arrendar los terrenos nue-
vamente, ahora; con un extraño llamado Luis Robalo; los indios, cono-
ciendo sus derechos, se dirigen al Juez de Chalco y éste pl'O'pone una 
junta de arrendatarios; señalan día, etc., y al fin todos se presentan, 
menos Ozta, (fué esto el 18 de julio de lel48)·; insisten en la junta, pero 
Ozta se excusa, siendo ésta en su propia casa. 
Robalo estuvo de acuerdo con los derechos del Pueblo, y exaspera-
do, nombra con el pueblo al Sr. Manuel de la Peña y Peña para que lo fuese 
a entrevistar; Ozta se da c:uenta "jr hu')"e a su Hacienda de Canaleja, donde 
contrajo un.a afección febril, y cuando lo trajeron a México, murió. 
15 
A éste le sucede Don Ignacio Mora y Villamil. Entonces el Pueblo, 
llombra con los requisitos de la Ley a un representante, Don Ignacio Qui-
roz, para que siguiera los derechos del Pueblo contra el sucesor de Ozta, 
hasta el año de 18'54. 
EH~ de Julio de 1857 se manda un escrito, al Juez de Letras de Chal-
co Don Blás Zamora, de demanda contra el General Jgnacio Mora y Vi-
llamil, pero éste se valió de tantas excusas como su antecesor. 
c. 
POSICION GEOGRAFICAi. 
Xochitepec, Villa y Municipalidad del Distrito de Ohalco, está situa-
da en el extremo Sureste del Estado de México, al Oriente de la Ciudad 
de Toluca y al Sur de Chalco, cabecera del distrito del mismo; coI:ocado 
a loi? 190. 16' die latitud' Norte y a Oo,14' de longitud Este del meridiano 
de México ; su suelo es muy accidentado, y de formación volcánica, y está 
unido a la Sierra del Popocatépetl y a la Serranía qua termina el Valle 
de México por el Sur. 
AREA SUPERFICIAL.-La extensión superficial del Municipio, es 
aproximadamente de 150 kilómetros cuadrados. 
LIMITES.-Limita al Norte, con los Municipios de Tenango del .Aire; 
al Sur, con el Estado de Morelos; al Oriente, con el Municipio de ,Ayapan.-
. go; al Poniente, con terreno de la Población de Santa Ana, de Ja Dele-
gación de l\füpa Alta, Distrito Federal. 
DIVISION INTERICíR,__.El Municipio de Xochitepec, se encuentra 
dividido en: La Villa de .Juchitepec de Mariano Riiva Palacio; el Plueblo 
de San Matías Cuijingo y el Rancho de Moyocalco. 
· DIVISION INTERIOR DE LA VI·LLA.-iLa cabecera se divide en tres 
Barrios: Calayuco, .Juchitepec y Cuautzotzonco. 
VIAS DE COMUNI.CACION.-El Municipio de Juchitepec, estú co-
municado en primer lugar, con los municipios circunvecinos; y en s~egun­
do lugar, con la Ciudad de México de la que dista 63 Km., 1-3.8 de Toluca 
y 21 de Ohalco . 
Sus comunicaciones consisten en caminos de terracería en muv ma-
las condiciones; sin embargo, casi todas ellas transitabL'es por animales 
de carga y "camiones" . 
De la Villa de Juchitepec, sale un camino de terracería 1hacia el 
Norte en pésimas condiciones, atraviesa los Municipios de 'Ilenango del 
Aire, Temamatla y Cocotitlán, uniéndose a la can-etera México-Cuauhtla 
en el paraje denominado "El Ced'ral". Este camino, a nivel de la pobla-
ción de T.emamatla, se. bifurca, y uno de sus ramales va a unirse con la 
carretera Chalco-Xochimilco, cerca del pueblo de Huilzitzingo. Por este 
camino, ti·ansitan diariamente dos "camiones", que hacen el sei:vicio públi-
16 
co de la Villa de Juchitepec a la Ciudad de México. Por el Oriente de la. 
Villa de Juchitepec, salen dos caminos de terracería en malas condi~ 
ciones y que conducen, uno a Amecameca y otro a Ozumba. All Sur de 
la Villa, sale un camino que conduele a Totolapam, Morelos. Por último, 
al Poniente, se desprende el camino que conduce a Santa Ana, D. F. Estos 
últimos, intransitables por "camiones" y automóviles. 
La población tiene servico de Correos diariamente. 
TOPOGRAF[A.-La Villa de Juchitepec está colocada en una pe-
queña loma de Norte a Sur, rodeada de lomeríos y cerros que son: al 
Norte, el Amoloc, a cuyo pie se levanta lal población, pequeño mont~culo 
cubierto de una vegetación exuberante; al Sur, las Lomas da Tlascanti-
llas; al Oriente, el pintoresco Cerro de Coatepec, a1 cuya falda corre el 
tortuoso camino que conduce al pequeño poblado de .Cuijingo; al Ponien-
te, el Cerro de .Atlalcorra y el Ahuatzotepec; en síntesis, la pobJación está 
encajada en plena montaña. 
Este poblado, ocupa una superficie paralelográmica, aproximadamen-
te; su mayor longitud es de Norte a Sur, con 1,200 metros de largo por 
700 metros de ·ancho. 
HIDROGRAFIA.-EI Municipio carece de ríos. 
CLIMA.-El clima de este Municipio es agradable, puedo calificarlo 
de ligeramente frío; su temperatura máxima oscila alrededor de 170. c. 
y la minima 4o .C., de manern que la media anual es de lOo. 
El pieríodo de lluvias es de mayo a septiembre, siendo abundantísi-
mas, y en ocasiones adquieren caracteres torrenciales. 
Los vientos dominantes soplan de Norte a Sur; son muy fríos, sobre. 
todo en Invierno. 
Las heladas principian en noviembre y tierminan en; marzo, durante 
-este lapso, el frío es intensísimo, circunstancia que se agrava por lo$ 
vientos del Norte que no cesan de correr y que motivan una baja tiempe-
ratura, pues con frecuencia se acerca a 3o. C. y aún a Oo. C., cuando• cae 
nieve. 
EJIDOS 
Sin temor a equivocarme, Juchitepec poseé uno de los más extensos 
ejidos del Estado de: México, al que aúna la buena calidad de la .tierra 
que lo hace envidiable. 
. Este ejido abarca una superficie de 7,úOO h:ectáreas de tierra fer-
tilísima y fácilmente cultivable. 
Abarca las antiguas Haciendas de "El Mayorazgo", situada al Po-
niente de la población y a unos 1,500 metros; la Hacienda de Aclapango 
al Sur del poblado, y como a 10 kilómetros ele distancia de la Villa; la Ha-
cienda de Retana al Noreste, a 8 kilómetros del poblado; la Hacienda 
de Tequimilco al Norte y a 1 kilórn~tro de distancia. 
17 
La Historia de este ·ejido es a grandes rasgos la siguiente: hasta ei 
año de 19122, permanecieron las mencionadas haciendas en. manos de la~ 
tifundistas, fecha en la que el Gobernador del Estado de México, General 
Abundio Gómez, hizo una dotación provisional de la. totalidad de la Ha-
cienda de ''El :Mayorazgo". 
Lámina. 1' 0 !. Vista 1mrcll•l de las tierras 1111 rnnclas "Tetltlalls" 
En 1924, se d'ió posesión provisional de las Haciendas de !Atlapango, 
de Retana y Tequimilco. Desde esta fecha hasta el año de 1936, la .Po-
sesión de la Tierra estuvo en manos de los adinerados de la población, 
(medio burgueses), quienes tomaron la tierra en arrendamiento, con gran 
perjuicio para la clase menesterosa. 
,Llegó por fin el año de 1935, en que se efectuó el fraccionamiento 
entre todos los hombres, comprendidos dentro de una edad y requisitos 
que la Ley Agraria señala; sin embargo, éste fraccionamiento se hizo 
con determinadas irregularidades, que constituyen el problema palpitan-
te de la población, móvil de las diferencias sociales, políticas y económi-
cas, que conducen a una vMa intranquila y que el líder explota para su 
beneficio personal. 
Régimen Colonial con el hacendado: el burgués, el ele explotación; 
régimen semicolonial con el arrendatario, el mismo del plutócrata; y, ré- · 
gimen ejidal, con sus problemas y- el líder oportunista; he ahí, en sín-
te3is, el proceso evolutivo de la tierra en Juchitepcc. 
18 
CAPITULO II 
ORGANIZACION SANITARIA Y AGUA 
Esta Villa carece de un órgano sanitario que pueda atender a las 
necesidades higiénicas y médicas más imperiosas, pues hasta mi llegada, 
había un Delegado Sanitario, que aunque animado de la mejor voluntad, 
su labor se reducía al mínimo ante la carencip~ de elementos indispensa-
bles, ya que el Estado, no se preocupa por este lugar, circunstancia ésta 
que hace todo esfuerzo fracasar. 
La más próxima unidad sanitaria es la de Amecameca,cuya influen-
cia es nula, pues su labor se reduce a extender las tarjetas de sanidad 
a los comerciantes de Juchitepec, en ocasiones sin examen médico pre-
vio, pues sólo lo hacen como medio de contralor hacendario. 
Láalna Nº ~ Aljibe de "El Zacatal" 
AGUA.-Fuentes de aprovisionamiento.-El agua para Juchitepec, es 
problema de vida o muerte, pues careciendo de fuentes naturales de aprovi-
sionamiento, ha tenido que aprovechar las aguas pluviales de la temporada 
anual de lluvias, esto ha hecho que el hombre se ingenie para recoger :el 
agua y almacenarla a fin de disponer de ella en el momento oportuno. 
La población ante la magnitud del problema, ha tenido que apro-
vechar las ag·uas de lluvia, hasta donde humanamente le ha sido posible, 
para lo cual ha constituído un tipo de habitación con techos de dos ale-
ros ele teja, para recoger el agua por medio de canales de lámina que la 
conducen hasta los aljibes, siendo éstos las fuentes de aprovisiona.miento. 
Ved aquí una necesidad biológ·ica determinando el tipo de habitación. 
Existen aljibes públicos y particulal'es. 
19 
Ouatro son los aljibef3 públicos situados en los siguientes lugares: 
dos en el costado Sur del atrio parroquial; los vecinos de Juchitepec !;es 
llaman "Las Pilas", éstos son grandes estanques de mampostería: el ma-
yor, de 45 metros de longitud, 15 de anchura y 4 metros de profundidad; 
el pequeño, de 25 metros de longitud,· 15 de ancho y 4 de profundidad; 
cavados bajo la superficie de la tierra, a la intemperie y sin brocales que 
los protejan de las contaminaciones; a ellos van varios ·pequeños canales 
que recogen el agua del atrio, de la plazoleta y de las . calles cerl:!anas ; 
a estos inconvenientes se añade el constante meter y sacar botes y cubos 
que ocasionan la formación de charcas en sus alrededores, agua que en 
mútiples ocasiones vuelpe a cae1; al interior de los estanques, por 
por la carencia de protección. Esile líquido es utilizado para el uso de 
los animales dom,ésticos; sin embargo, en algunos años, en que las¡ llu-
vias tardan demasiado y el agua de los aljibes 'Particulares se agota, las 
gentes menesterosas la usan para sus trabajos culinarios sin filtración 
previa. · 
Caracteres macroscópicos del agua de las pilas : 
COLO~: ....... ;-·.· ......... Amarillo·obscuro. 
OLOR: .................... Ligeramente amoniacal. 
SABOR: ...... ' . . . . . . . . . . . . . Desagradable. 
SOLIDOS EN SUSP.E~SlON: Abundantísim,os. 
SEUIMIENTO: ............. Abundante. 
Los análisis bacteriológico y químico, no se efectuaron, pues de so-
bra se sabe que son aguas contaminadas. 
Los aljibes de ":El Zacatal", son dos, (Véase la lámina No. 2), situa-
do~ al Sureste del poblado y fuera de él, en el paraje del mismo nombre. 
Uno de ellos es un gran cilindro de 43 metros de diárn,etro y. 7 metros de 
profundidad ; el otro, es un estanque de 25 metros de largo, 23 de ancho y 
7 de .profundidad; ambos, colocados en la parte baja de un pequeño llano 
inclinado de Norte a Sur, cuya superficie cubierta de pasto, alimenta a los 
animales domésticos y permite que las aguas de lluvia se deslicen por su 
superficie, ¡iara acumularse en los depósitos mencionados, recogiendo antes 
todo lo que a su paso hallan. Estos aljibes, están en las mismas condi-
ciones de protección y contaminación que los antes descritos. Su cons-
trucción d::tta del· año de 1857 en que se principiaron, termin ;ndose en 
1899 a inaugurándose en el mes de julio del mismo año, bajo los auspicios 
del ciudadano Gobernador José Vicente Villada, de feliz memoria en 
todo el· Estado. 
Caracteres macroscópicos: Iguales que los anteriores. 
Los aljibes partícularef, son numerosos, pues generalmente en cada 
hogar de ·personas acomodadas hay uno . cuando menos. Estos depósitos 
de forma y dimensiones variadas .. son de man:'1poster.ía, colocados bajo 
'º 
la superficie de la tierra de los patios y en la parte posterior de las ha-
bitadones. Aunque poseen un brocal, están descubiertos y expuestos por 
tanto, a las contaminaciones, ya que, el constante meter y sacar de botes, 
acarrea innumerables elementos nocivos, así como da lugar también a ser 
criadero de pequeños animalillos. 
Caracteres macroscópicos : 
COLOR: .................. Amarillento o ligeramente verde. 
OLOR: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sui-géneris. 
SABOR: . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sui-géneris. 
SOLIDOS EN SUSPENSION: Pequeñas algas o animalillos. 
SEDIMENTOS: . . . . . . . . . . . . En pequeña cantidad. 
Sin embargo, su precio es elevado, pues en los meses de sequía, su 
costo alcanza alreddor de diez centavos los treinta litros y en los años 
de lluvias retardadas, quince centavos; no obstante el alto precio, el agua 
8e expende al público consumidor en las peores condiciones de impureza: 
algas, animalillos numerosos y abundantes basuras, contribuyen a dar los 
más variados colores, que van desde el ambarino al verde. La venta. se 
hace sin previa filtración, ;por individuos poco !escrupulosos de la salud 
pública, pero sí de bolsillos ávidos de dinero, pues según el dech' de las 
autoridades del lugar, un aljibe de regulmies dimensiones, llega a produ-
cir algunos centenares de pesos. 
Esto constituye¡ una explotación inícua; todavía más, un crimen de 
lesa salud. 
·En semejantes condiciones, cada individuo procura reducir al mínimo 
el consumo de agua, calculando por término medio quince litros por per-
sona, con un costo de cinco centavos diarios en época que no· es de lluvia; 
el costo por familia en época de lluvias es nulo; fuera de ella, alcan-
za de veinticinco a treinta centavos diarios. 
~-~..--..-=--=·--· ---,~~~-----------
CAPTIULO III 
AVENAMIENTO. 
Los retretes en esta población, como en casi todas nuestras comuni~ 
dades rurales, no existen; sin embargo, en contadas casas de famiias adi-
neradas, los hay, pero en condiciones del todo antihigiénicas. 
A grandes ragos, constan de: Una fosa cavada bajo la superficie 
de la tierra, de dos a tres metros de longitud, uno de ancho y una y me-
dio de profundidad, sobre la que se coloca una caja de madera sin: base 
inferior, y en cuya base superior, se hallan 2 o 3 perforaciones circulares, 
todo esto cubierto por una pequeña caseta de madera; carece de fosa séptica 
ad-hoc, de instalación de agua que arrastue el excremento, pues este cae 
al fondo del foso directamente, en el momento de la defecación; la per-
foración circular carece de tapa y· el foso de tubo de ventilación, condi .. 
dones que hacen a estos lugares verdaderos focos de olores deleté,reos Y' 
mefíticos, de aspecto repugnante. 
En las casas de los humildes, los i·etretes brillan 'por su ausencia, 
sus moradores defecan y miccionan en los corrales contiguos a las pe-
queñas chozas o bien en los solares anexos, pero siempre depositándolos 
sobre la superficie de la tierra o sobre los estercoleros, en donde con 
frecuencia llega 1el puerco o las aves de corral e ingie1·en los excrementos. 
Esto explica la abundancia de cistesercosis en los puercos, dando aspec-
tos antiestéticos y. antihigiénicos en las m:oradas de nuestros campesinos . 
Ahora bien, en la época de lluvias, los patios se inundan de agua, lodo 
y excrementos humanos y animales, contribuyendo tales circunstan-
cias a contaminar el agua de los aljibes dedicados al consumo de los ani-
males domésticos, todo lo cual explica la abundancia de la ascaridosis 1en 
los animales de tiro y carga. 
La eliminación de inmundicias es primitiva e insanitaria, pues con-
siste. en colocar simplemente en la superficie, te1'restre, formando basu-
reros, en donde los detritus quedan sujetos a una lenta e incompleta íde-
puración biológica ; además, constituyen un foco propicio para el desarro-
llo considerable de moscas . 
El drenaje no existe. 
23 
CAPITULO IV. 
BASURAS 
Las basuras y desperdicios, son coleccionados en botes y cajones 
que permanecen en ocasiones largo tiempo cerca del lugar de elabora-
ción de los alimentos11 su contenido es después arrojado a los estercole-1·os, que con las aguas de lluvia sufren una putrefacción lenta, con des-
prendimiento de malos olores; después. son aprovechados en forma de 
abonos para fertilizar las tierras cercanas de cultivo, llamadas teti-
tlalis'': (tierras donde hay piedra) . 
En la parte Oeste y posterior del edificio Municipal, existe un ba-
surero; en la partle Norte del Atrio Parroquial, existe otro, donde .los 
asiduos parroquianos de las tabernas cercanas, exhoneran a la luz públlca, 
con beneplácito de autoridades Y' moradores. En algunas calles céntricas 
principales, se"hallan verdaderas sentinas de aguas negras, alimentadas 
por los caños que del interior de algunas casas salen, y en donde los puer-
cos se re~rean . 
Por lo anteriormente mencionado, colegimos que en cada casa se tie-
ne un estercolero, es decir, un foco de olores nauseabundos y de pl'Oduc-
ción de moscas, así como de contaminación de las- aguas telúricas. 
GRITICA.-Las autoridades sanitarias y municipales hasta la fecha, 
no han hecho nada por suprimir estos lugares, ni han impartido los co-
nocimientos necesarios para evitar esas molestias, que dejan mucho que 
desear a sus habitantes. 
25 
CAPITULO V. 
1- DATOS DEMOGRAFICOS 
C~NSO.-Según los datos estadísticos del año de 1889, insertados 
en el boletín del Estado de México, el Municipio de Juchitepec contaba 
con 4815 habitantes, distribuíd'os así: 
Hombres . . . . . . . . .......................... ·. 2422 
l\1:uj eres . . . . . . . . ........................... 2393 
El censo de 1930 arroja las siguientes cifras: 
Juchitepec de Mariano Riva Palacio. Villa 
Moyocalco . . . . . . ............. Rancho 
San Matías .Cuijingo .............. Pueblo 
ILl\1. 
2859 
20 
341 
M. 
1468 
9 
34.3 
Total del Municipio................ 3'563 1748 1815 
El último censo, efectuado por bs Profesores de la Escuela Muni-
cipal, en agosto de 1938, arroja los sigiuentes datos exclusivamente para 
la cabecera : 
Hombres adultos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 973 
Mujeres adultas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 994 
Niños en edad escolar. . . . . . . . . . . . . . . 499 
Niñas en edad escolar. . . . . . . . . . . . . . . . . . 522 
Niños que no están en edad escolar. . . . . . 268 
Niñas que no están en edad escolar. . . . . . 256 
Total de hombres .................... 1740 
Total de mujeres . . . . . . . . . . . . . . . 1772 
Total de hombres y mujeres. . . . . . . . . . . . 3512 
Aunque carezco de los elatos exactos y necesarios para un buen cálcu-
lo de la población intercensal, de la comparación de los mencionados cen-
sos, se deduce lo siguiente: Año H.M. 
Población del Municipio de Juchitepec ................... 1889 ~815 
Población del Municipio de .J uchitepec ................... 1930 3!5i63 
Diferencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 1252 
El -Municipio de Juchitepec, tuvo un decremento real en 41 años, de 
1,252 habitantes. 
De donde resulta que el decremento real o actual estimado por año, 
27 
es: 1252 entre 41 igual a 31 por año, (este cálculo es defectuoso por i.ier 
de un lapso muy grande y carente de los datos censales 'intermedios). 
Sin embargo, concluyo, que la población tuvo un decremento real, so-
bre todo en los años de la revolución de 1910 a 11920, corno eonsecuencia 
del gran número de defunciones en el campo de batalla, por enfermedad 
o por :emigración. 
Comparemos los datos censales exclusivamentei de .Juchitepec de los 
años de 193() y de 1938. H.M. 
Juchitepec, 1930. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28'59 
Juchitepec, 1938 • . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3512 
Diferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 653 
(Inc1·emento actual entre 1930 a 1938) . 
Incremento real estimado por año: 653 entre 8 igual a 82. 
Este dato viene a comprobar que una vez desapar1ecido uno de los; 
factores que ocasionaba el decremento de la población, ésta va en increM 
mento, aunque demasiado pequeño, porque persisten aún algunos factoM 
tores que elimina!', corno lo demostraré despuég. 
CAPI'l'ULO VI. 
PROBLEMA EJIDAL, CENSOS Y COEFICIENTES 
En esta Villa, el problema ejidal es siempre palpitante y reviste los 
caracteres más típicos efe nuestra inquietud nacional, con justa razón, 
ya que de él dependen varios problemas biológicos, médicos e higiénicos, 
pues aunque parezca paradójico, trae aparejada la crisis económica del 
campesino, y ésta, su consecuencia ineludible: la miseria biológica. 
Cuando los hombres bien intencionados de este .pequeño jirón de tie-
rra mexicana, aborden su problema agrario con amplio sentido de res-
ponsabilidad social, habrán hallado la solución de su vida misma. 
CENSO EJIDAL.~Est0 censo, arroja la cantidad de 889 ejidatarios, 
(cada uno de ellos, es jefe de. 'ma familia de cuatro o cinco miembros por 
termino medio), con un& dotación de cinco hectáreas, repartidas en dos 
parrelas de dos y media hectáreas; una de ellas, en tierra fácilmente cul-
tivable; y otra, en terreno feraz, donde se hace un trabajo árduo e intenso, 
En virtud de que la cantidad total de hectáreas de tierra no fué su-
ficiente para dotar a todos por igual, a un grupo se le dotó con una sola 
pa~·cela de dc.·s y media hectáreas de tierra laborable y como siempre 
sucede en México, a los que más necesitan la tierra, se les comete la 
injusticia de darles menos o nada. 
Resumiendo, diré: que hay dos grupos de ejidataric~, según la can .. 
tidad de tierra que poseén: 
7·69 ejidatarios con 2 parcelas de 21/.! Hectáreas, igual a 5 Hectáreas. 
1'20 ejidatarios con 1 parcela de 2.1/2 Hectáreas, igual a 2112 Hectáreas. 
Se han repartido en total: 769 por 2 igual a 1538 
Se han i·epartido en total: 120 por 1 igual a 120 
Total de parcelas de 2% hectáreas. .. . . . . . 1658 
que dan un total de 4145 hectáreas. 
De aquellas, 1462 parcelas son de tierra laborable con un total de 3655 
hectáreas y el resto para completar 7.-000 hectáreas que es la dotactón total 
ejidal dte Juchitepec, o sea 3345 Hectáreas, son de cerril, montes, pedre-
gal, tierras pastales., etc.; sacando un promedio, se obtiene: qu~: cada 
ej idatario tiene 4 Hectáreas de tierra cultivable. 
De lo anterior se deduce, que del . total del ejido: el 5í2.4% es la-
borable y el 4 7. 6 '1<, no lo es. 
29 
En el año de 1937, según los datos obtenidos en la comisaría ejidal, 
el ejido produjo: 
Maíz ....................... 1'55,010 Kg. 
Haba. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . 70,200 '' 
·C'ebada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50,400 " 
Trigo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268,240 " 
Cada hectárea de tierra, produce alrededor de tres o cuatro cargas 
de trigo (tomo el producto mínimo) ; como cada ejidatario siembr~ por 
término medio 4 hectáreas, recoje anualrn;ente 12 cargas de trigo, (llá-
mase carga a 1"61 kg.), que vendidas a 30 pesos cada una, dan un pro-
ducto de 3610 pesos; deduciendo de ello 150 pesos de gastos, queda una 
ganancia líquida de 210 pesos, que repartidos entre los 3,so días del año, 
dan un promedio de $0. 58 diarios aproximadamente, cantidad del todo 
insuficiente para ayud'ar al salario de $1. 00 diario, como jornal del padre 
de familia que tiene necesidad de alimentar y v1estirse él y los suyos. Y 
este estado de penuria, pesa sobre la mitad de los m01·adores de -esta 
Villa, que no tienen más patrimonio que la parcela; el resto de la pobla-
ción, posee además de las parcelas ejidales, tierras en abundancia, lle-
gando a poseer algunos, según he sabido, hasta 100 hectáreas y• más, 
y sin embargo, poseen parcela; esto es un crimen, cuando se hallan 3tl0 
individuos capacitados para ser ejici'atarios y carentes de todo recurso 
para hacer frente a la vida. He sabido, que en estos últimos tiempos, se 
han lanzado estos deshe1·edad'os soJJrc un pequeño feudo, y con rnzón: 
¡Quieren vivir! 
COEFICIENTES.-El registro de defunciones diel año de 1937, arro-
ja 95 individuos muertos; como la población asciende a 3'512 habitantes, 
resulta que el coeficiente de Mortalidad General es de: 
95 
3512 /27 X HJOO 
De la cantidad anterior de mtlertos, 34 fueron niños en el primer año 
ue vida; como en el mismo año nacieron 129, el coeficiente de mortalidad 
Infantil es de: 
34 
t63 X 1000 
1~9 
En la misma fecha se registraron 8 mortinatos, que dan un coefi-
ciente de mortinatalidad de: 
8 
129 
60 X 1000 
De 120 mujeres que dieron a luz, una murió; el coeficieni.'e de mor-
talidad materna es de: 
1 
8 X 
l:IO 
1000 
Los coeficientes mencionados no tienen una exactitud matemática; 
son aproximaciones a la verdad, pues los datos demográficos que nos han 
servido para formarlos~ carecen de exactitud, porque no existen censos 
dignos de todo crédito; los que· hay, carecen de seriedad; eD registro id.e 
nacimientos no existe, los torné del censo efectuado por los :maestros d'e 
la escuela del que ya hice mención; los certificados de defunción, a me-
nudo, son expedidos por personas que carecen de cultura médica para 
asentar las causas de la defunción con veracidad. Motivos estos, sobre 
todo el último, que m,e impiden formar coeficientes de otras enfermedades. 
,La forma de corregir todos estos defectos, es ejecutar censos perió-
dicamente, como lo marca la Ley; exigir a los padres el deber de regis-
tra1· a sus hijos al nacimiento, en el tiempo oportuno, y que lds certifi-
cados de defunción, sean expedidos por Médicos legalmente titulados. 
Bl 
•\\ CAPITULO VII. 
E'NF)ERMEDADES TRANSMISIBLES 
ii: Las enfermedades infecciosas y tl'ansmisibles, presentan un ritmo 
que está de acuerdo con.~.Ias diversas estachmes. 
En Invierno, dominan las enfermedades del aparato i·espiratorio: rini-
tis, laringitis, coqueluche, bronquitis, neumonías y bronconeumonías; la 
mayoría de las·.veces eil los niños y en los ancianos. 
En el período de transición del Inviemo a la Primavera: el sarampión Y 
las amigdalitis, frecuentísimas entre los adultos. 
Ya en plena Primavera y estaciones restantes: g·astroenteritis, tifoi-
deas y paratifoideas, éstas últimas poco frecuentes, no obstante la mala 
calidad del agua. 
El reumatismo poliarticular agudo es frecuente, toma el aspecto cró-
nico en los ancianos. Las parasitosis, amibiasis, ascaridosis y teniasis, en 
todas las edades y épocas . 
La patología que caracteriza a este lugar, se explica en sus facto-
res predisponentes por lo siguiente: la baja tempeartura que se reg·istra 
en Invierno; los vientos dominantes y fríos del Norte; su situación en 
pleno monte; la mala calidad del agua, puesto que son las aguas pluvia-
les que deslizándose sobre la superficie terrestre, arrastran los excremen-
tos, así como su larg·a estancación en !os aljibes, ayuda a la reproducción 
· microbiana. 
La gran ingestión de alcohol por los adultos, (como demostraré des-
pués), ocasiona intoxicaciones que conducen, en un gran porcentaje a las· 
cirrosis hepáticas, a las arterioesclerosis que determinan las :frecuentes 
hemorragias ce1;ebrales que se presentan, sobre todo en los ancianos. 
Como ya he mencionado, llama la a~ención la poca frecuencia de las 
tifo y paratifoideas, tal vez los habitantes presenten un cierto grado de 
inmunidad, producida por la ingestión del agua contaminada desde muy 
pequeños, y durante toda su vida, y quizá también contribuya la baj·a 
temperatura, qu'e no permite la reproducción bacilar. 
Las neumo y bronconeumonías, son las causas mfü:; frecuentes de mor-
talidad en los extremos de la vida; en segundo lugar, las enterocolitis. 
La existencia de enf ermedad'es infecciosas ::1• transmisibles, perma-
necen a menudo ignoradas por los organismos superiores dé Salubridad, pues 
careciendo de mécUcos, enfermeras y visitadoras, no se da aviso de ellas. 
~rn 
1Los médicos que a veces llegan, no dan noticia tampoco, por su conve-
niencia económica, esto y la ignorancia de los habitantes, que cargados 
ere temor se niegan a dar aviso, contribuye al desarrollo de verdaderas epi-
demias de sarampión o de coqueluche. Como se colige, la población se 
halla abandonada por las autoridades sanitarias, que ni por vía de paseo, 
ya no digamos por curiosidad científica, llegan al poblado, y eso que es-
tamos en una etapa de decantado prolentarismo. 
ENFERMEDADES VENEREAS 
Un dato importante en esta región es que, el 50% de los jóvenes 
bien de la población, padecen o han padecido de enf ermdades venéreas 
(blenorragia, chancro duro o blando), y esto a pesar de que no existen lu-
gares de lenocinio y ni hetairas profesionales, pues las que hay, son en 
corto número y clandestinas, precisamente por esto último más peligro-
sas. Y es que los jóvenes bien, las han contraído en la Capital de la ~e­
pública o en la Villa de Amecameca . 
La juventud que paga en esa forma su tributo a los deleites carna-
les, carece d'e las nociones elementales de Profilaxis, sobre tan intere-
sante tópico de higiene sexual: A menudo les oí decir que la blenorragia 
la habían contraído por el calor, la ingestión abundante de bebidas al-
cohólicas o por alimentos irritantes. 
Los recién nacidos presentan casi siempre oftalmías purulentas, por 
la falta de aplicación de las sales de plata, que la ignorancia de las co-
madronas les niega, pues sólo se concretan a aplicarles gotas de limón. 
PROSTITUCION 
La prostitución es casi nula, pues las pocas mujeres que se dedican 
a estas actividades, lo hacen clandestinamente, y en consecuencia, no son 
controladas por Salubridad, constituyendo en esa forma, una amenaza 
social. 
Durante mi estancia en Juchitepec, con frecuencia háblé a pequeños 
grupos de hombres jóvenes sobre enfermedades venéreas, instruyéndolo:> 
respecto a su sintomatología, profilaxis y tratamiento preventivo y cu-
rativo; todo esto con absoluta reserva, por la escrupulosidad religiosa 
que es un obstáculo para hablar claro sobre tan importante tema. 
84 
CAPITULO VIII 
L1E CH ·E 
El problema del agua no solo repercute en la vida de los hombres, 
sino también en la de los J.nimales domésticos, y de éstos, es el ganadu 
vacuno el que resiente considerablemente la escctsés de agua y su mala 
calidad. 
El número de vacas lecheras es verdaderamente reducido, flacas y 
desaseadas ; no pertenecen a razas consagradas como lecheras. 
La producción media por vaca, es de 6 a 7 litros en las 24 horas, 
y esto contrasta con la abundancia y buena calidaa de los pastos. 
ESTABLOS.-En rigor del vocablo no hay; la totalidad de las va-
cas sa~en nl campo a pastar; a su regreso, se les encierra en corrales, 
en donde se. les tiene ya construídos pequeños estanques de mamposte-
ría o de madera, llenos de aguas telúricas. 
La cantidad que se les proporciona es reducidísima; acto continuo, 
van a los iJ€sebres a reunirse con los animales de tiro, donde hallan 'Paja 
ele maíz o cebada en abundancia. 
Todas las mañanas, los ordeñadores, extraen la leche a las vacas en 
producción, sin previo aseo de las tetillas y mucho menos de sus manos. 
Principia el ordeñador por aproximar al becerrillo a su madre, per-
mitiéndole algunas succiones, que impide alternativamente, (a esto le 
nombran "bajar el apoyo"), tal maniobra la repiten varias veces, hasta 
que por fin retiran la cría y pt'incipia la ordeña, recogiendo la leche en 
cubetas o en ollas casi desaseadas puesto que sólo lo han hecho con jabón 
y agua fría de los aljibes dedicados a los animales; la extracción de la 
leche es incompleta, acto que continúan los becerros. 
Al regreso de las vacas, en la tarde, ''los boyeros'' (nombre que 2e 
da al pequeño pastorcillo del ganado vacuno), ponen excremento en las 
mamilas de las vacas, con objeto de que el novillo no succione en la noche, 
y así, a la mañana siguiente, se ordeña. 
De' esta manera, la leche extraída se contamina; a esto, debemos 
añadir la frecuencia con que le ponen agua, contribuyendo a adulterarla 
y a contaminarla en un grado mayor. 
Los ordeñadores son, generalmente, individuos sucios, a quienes no 
ge les ha sujetado, previamente, a exámenes médicos, y con mucha frecuen-
cia, sufren enfermedades de la piel: dermitis, verrugas, etc. 
~!)La leche así obtenida, se expende al público en la misma mañana, 
en las propias casas productoras o en los tendejones, sin pasteurizar y 
sin refrigerar, sino tal y como se ordeña. Cuando por alguna circuns-
tancia sobra lech'e, ésta se hierve y se guarda en ollas. 
La medición de la leche en el momento de su venta, se hace con 
litros de lámina o con trastos de barro previamente calculados, que el 
constante meter y sacar aumenta su contaminación . 
. La producción lechera 'en esta población es demasiado reducida, pues 
apenas si llega a unos 300 litros, cantidad que se consume totalmente. 
La cantidad que cada individuo torna diariamente, oscila alrededor de 
250 e.e. por término medio. Debo advertir que habiendo en la población 
ap1·oximadamente la mitad de familias pobres, de peones, éstos y· sus es-
posas no acostumbran a tomar leche en las mañanas, sólo sus pequeños 
hijos lai toman, en una cantidad de 250 e.e.; la otra. mitad i1estante de 
familias acomodadas, sí toman leche, pero en una cantidad de 300 a 350 
e.e. por persona. 
86 
CAPITULO IX. 
HABI'l'ACION 
Una observación ligera a esta Villa, nos lleva a concluír que en la 
pobalción existen 2 tipos de habitación, cuyos caracteres de construcción, 
confección y situación, las hace diferir entre sí: las casas de los patrones 
J• las de los peones. 
Las primeras están situadas en su mayoría en el centro y principa-
les calles de la población, son de grandes dimensiones, con muros de ad'o-
Lámina. N9 a Vista exterior de la.s casas de ramillas u.comodudas 
be, pisos de madera, techos también de madera que sirven de tlapanco, 
encima d'e los cuales se coloca otro techo de dos aleros, generalmente de 
teja. Estos departamentos están casi siempre cerca de la calle y comu-
nican con ella por medio de una puerta, lo mismo que para el patio; ca-
recen en general de ventanas. El interior de los muros está· cubierto de 
"mezcla" y pintades a la cal. Las piezas están destinadas al uso siguien-
te: la primera del frente, para sala; la segunda, para recámara; y la 
tercera, para granero y útiles de labranza; un patio amplio donde se en-
37 
cuentran uno o más aljibes y algunas plantas; este espacio comunica con 
los corrales. 
En resumen, los departamentos son amplios pero carecen de ilumi-
nación, ventilación y calefacción correctas . 
Las casas de los peones, están situadas lejos del centro, en los ex-
tremos del poblado, solo por excepción se mezclan con las anteriores. 
Constan de dos departamentos: uno de ellos de regulares dimensiones con 
muros de adobe o zacate, techos de dos aguas del mismo material, pisos 
de tierra, una pequeña puerta que comunica con el patio, un tlapanco en 
el interior para guardar semillas y útites de labranza; ésta pieza sirve 
de sala y dormitorio a la vez, y en. ocasiones hasta de cocina; sil~ em-
bargo, casi siempre hay un; pequeño jacal de reducidas dimensiones con 
muros de adobe o zacate, con techos de un alero del mismo material, co-
locados tras la sala dormitorio; utilízanlo para cocina y· comedor. Cerca 
ele estos departamentos, se halla el solar, el estercolero y los corrales 
que sirven de pesebre para los animales, de donde se desprenden malos 
olores y contribuyen a dar al conjunto aspectos antiestéticos. 
No todos los campesinos viven en casa propia, un buen porcentaje 
alquila el terreno para construír sus jacales. 
En tales condiciones, la aglomeración no existe; al contrario, las ha-
bitaciones son amplias y permiten vivir d'esahog;adamente a sus mora-
dores, lo que pasa es que hay una mala distribución y falta de higíene 
para la iluminación y ventilación, que son defectuosas casi siem-
pre, originadas por la falta absoluta de ventanas que hacen de estos ho-
gares, antros obscuros y fríos. 
38 
CAPITULO X 
ESCUELAS 
La población de J uchitepec, a pesar de los grandes roecursos econó-
micos que le brindan sus fertilísimas tierras, no ha hecho gran cosa en 
favor de la educación. 
Existe una sola escuela situada en el centro del poblado; el edi-
ficio escolar se reduce propiamente a un gran salón semidestruído, c<Jn 
cuatro ventanas y dos puertas estrechas y viejas, piso ele madera en ma-
las condiciones, techo de lámina; su temperatura demasiado fría en los 
últimos meses del año escolar, se exacerba como consecuencia de la Vt~n­
tilación e iluminación pésimas, y cTe sus inadecuadas dimensiones y orien-
taciones; por el contrario, en Verano, se eleva la temperatura por la irra-
diación considerable· de la lámina . 
En el año ele 1937, se acondicionó provisionalmente la planta alta 
del Edificio Municipal, que consta de un gran salón con intensa ilumina-
ción y ventilación, proporcionadas por grandes y amplias ventanas, aunque 
poseé los inconvenientes del anterior salón en cuanto a techo, dimensio-
nes y temperatura, según las dive1·sas estaciones del año. 
Estos dos enormes salones sirven de recinto a cinco grupos de alum-
nos, con una asistencia media diaria de 275 a 300 áproximadamente, no 
obstante que existen en la población 1021 niños en edad escolar, según 
el censo de 1938. 
La Escuela "Netzahualcóyotl", alberga tres grupos (así se llama el 
primer salón descrito) ; la planta alta del edificio municipal dos grupos, 
en cuyo interior se arma una algarabía infernal, por la confusión de las 
voces de alumnos y profesores de los diversos grupos, como consecuen-
cia de la au:Jencia de divisione~ adecuadas en el interior de los salones, 
redundando esto en perjuicio ele los alumnos eme desvían constantemente 
su atención, y de los maestros, que luchan por hacerse oír y entender. 
Estos inconvenientE!s en último anfüisis, conducen a un rendimiento 
mínimo en el aprendizaje y a un esfuerzo máximo del profesor con detri-
mento de su salud. 
Esta escuela tiene un reducidísimo patio de recreo con piso de tie. 
rra y en malas condiciones, que en época de lluvias da lugar a la forma-
ción de charcas y de sitios resbalaclizos, y en el resto del año, a pol-
varedas. 
Se carece de bebederos higiénicos; los alumnos tienen que salir a las 
casas vecinas a tomar agua sin filtrar y sin hervir. 
Los excusados, además de antihigiénicos, son insuficientes; con fre-
cuencia, los niños depositan su excremento sobre el suelo, en la parte 
posterior del edificio Municipal. 
Los excusados están colocados en el ángulo noroeste del patio, cons-
tan de una fosa cavada bajo la superficie de la tierra, con muros. de 
mampostería, cubiertas en su base por un techo de bóveda que 
tiene tres perforaciones rectangulares por donde los niños, sentándose en 
cuclillas, depositan el excremento al fondo del pozo; como se ve, carecen 
de tazas, de instalación de agua y aún de protección, pues prácticamente 
se hallan a la intemperie, con las molestias consiguientes. 
EQUIPO ESCOLAR-El mobiliario es insuficiente, inadecuado y 
está en pésimas condiciones . 
;Los mesabancos binarios no son suficientes para la población escolar, 
circunstancia esta, que da lugar a la utilización de pequeñas vigas o ca-
jones, con las molestias inherentes para los alumnos; son inadecuadas 
!Jorque todas son de las mismas dimensiones (tamaño "Standar"). r. 
tando pequeñas para los niños grandes y videversa, haciendo que los 
niños adopten posiciones defectuosas que a la larga ocasionan desviacio-
nes en su columna. vertebral; además, esto es motivo de distracción por 
parte del niño; los pocos rnesabancos que existen, se hallan semidestruí-
dos, algunos en su asiento y otros en su respaldo, ocasionando molestias 
para los alumnos y contribuyendo a dar un aspecto desagradable al con-
junto. Los muebles para el uso de los maestros son en corto número y 
malas condiciones, viéndose obligados a adaptar rnesabancos de alumnos 
para su uso personal. 
Los útiles de trabajo son demasiado escasos y los maestros animados 
de buena voluntad; los construyen o acondicionan para la satisfacción cTe 
las exigencias escolares. 
INSPECCION MEDIO.A A LAS ESCUELAS.-,Las autoridades sa-
nitarias muy; poco se preocupan por la higieneescolar, sólo por exceP-
ci6n, han llegado algunas brigadas sanitarias, cuyo trabajo se ha reducido 
a la aplicación de la linfa antivariolosa. 
Durante mi estancia en este lugar y en los primeros meses del año 
escolar, vacuné y revacuné con linfa antivariolosa a todos los alumnos 
del plantel y a los niños de los planteles circunvecinos, pues no pude rea-
iizar otras actividades a pesar de mi buena voluntad, dado que las au-
toridades sanitarias no proporcionan los elementos necesarios. (Véase lá-
mina No. 4). 
Son los profesores quienes dictan las medidas necesarias en caso 
de epidemias de enfermedades infecciosas y transmisibles entre los esco-
40 
lares, y quienes determinan el tiempo que el 111110 debe separarse de la 
escuela, en caso de sarampión o de coqueluche, que es lo rniás frecuente, 
todo esto conforme a su criterio. 
Los profesores son en su mayoría personas sin ·estudios profesiona-
les, pero animados de las mej_ores intenciones para realizar su ardua 
Lámina~ El t1us11ate vacunando r. los nlüos transe untes en la Plata del Me rea do de Juchltepce 
labor; sin embargo, no basta la buena voluntad para resolver los proble-
mas pedagógicos, higiénicos y epidemiológicos que se les presentan, pues 
carecen de los preceptos de profilaxis sobre enfermedades infecciosas y 
transmisibles . 
El personal docente se halla en buenas condiciones de salud, aunque 
ya la decrepitud y el cansancio mentales dejan entreverse en algunos de 
ellos. Los maestros transmiten a los alumnos los más elementales princi-
pios de higiene personal, y es así, como los niños en su mayoría, se pre-
sentan a la escuela aseados de su cuerpo y• ropa, no obstante, algunos se 
presentan sucios, pero esto se atribuye a las precarias condiciones eco-
nómicas, sobre todo, de los campesinos asalariados. 
Debo advertir que una cosa me llamó la atención: el aseo personal 
de todos los habitantes, sobre todo en los domingos, no obstante la ca-
rencia de agua. 
Los maestros, aunque modestamente vestidos, se presentan en bue-
nas condiciones de aseo, y algunos hasta con cierta elegancia, a pesar 
de·que su sueldo es demasiado bajo: $1.5-0 diarios. 
41 
CAPITULO XI. 
ALGUNAS MOLESTIAS SANITARIAS 
En líneas anteriores, he dicho que son abundantes los estercoleros 
y que en cada casa existen uno o dos, estando por dern¡ás volver a repetir 
todas las molestias a que dan lugar. 
En esta población los lotes vacíos son abundantes, de grandes di-
mensiones ; les llaman solares, los utilizan para sembrafüos de árboles 
frutales, (nogales, tejocotes y capulines), y maíz. Es ahí el depósito 
final de basuras y estiércol, con objeto de abonar la tierra. 
,Las moscas son abundantes :por la gran cantidad de estercoleros que 
constituyen criaderos inagotables, y por ende, una verdadera plaga para 
el hogar, tendejones y carnicerías, sobre todo en los meses calurosos del 
año. 
Los mosquitos, ("culex"), existen en la época de lluvias abundantes 
~n el campo; en la población son relativamente escasos durante todo el 
año. 
Son los aljibes y las charcas el lugar donde las larvas se desarro-
llan, pero principalmente los aljibes forman fuentes permanentes donde 
las larvas y pupas se hallan, aunque no llegan en su totalidad a su com-
pleta metamorfosis; quizá se deba esto a la baja temperatura del agua 
que les impide llegar al fin de su ciclo evolutivo. 
Las ratas son abundantísimas, sobre todo las especies siguientes: 
mus-músculus, músculus o ratón, mus rattus o rata negra y mus norvi-
gicus o rata de los graneros; es fácil comprender, que su abundancia se 
deba a la existencia de gTaneros en cada casa, a la misma naturaleza de 
construcciones de adobes, y a la existencia de espacios libres en los te-
chos que favorecen su reproducción y nidación; sin embargo, no constitu-
yen una amenaza para la salud pública, aunque sí un factor de detrimen-
to económico . 
Las pulgas son abundantes en las casas de los peones, sobre todo en 
los meses lluviosos, por la humedad constante de los .pisos de tierra que 
no permiten un aseo correcto, y a la ausencia del uso de insecticidas. 
Los piojos sólo existen entre la clase verdaderamente menesterosa, 
sucia e ignorante, pues creén que la suciedad es una cualidad inherente 
de la pobreza y del trabajo. 
He afirmado en líneas anteriores que no hay establos, que en su ma-
43 
yoría son corrales donde conviven el ganado vacuno y caballar bajo te-
chos, a donde se han adaptado pesebres, todos ellos llenos de estiércol y 
charcas que con frecuencia inundan los l)esebres mismos. Muy cerca de 
estos se hallan las zahurdas, en las mismas condiciones descritas. El aseo 
de esos lugares ies difícil por la carencia de agua, pues apenas el líquido 
existente, alcanza para mitigar la sed de los animales. Esta situación se 
agudiza en épocas de sequía, en tal _grado, que el mitigar la sed al gana-
do constituye una i·enta diaria, aproximadamente de un peso diario por 
cada diez animales. 
La forma de corregir todas estas molestias, se consigue por la lim-
pjeza diaria de pesebres, zahurdas y corrnles, depositando las basuras y 
estiércol en sitios lejanos a las habitaciones y procurando cubrirlas, para 
evitar la emanación de olores nauseabundos, la cría de moscas, mosquitos 
y el aspecto antiestético. 
44 
CAPITULO XII. 
HI~I,ENE INDUSTRIAL 
La industria en esta localidad es casi nula, solo existe la molinera y 
es reducidísima. 
Existen tres molinos de nixtamal que se dedican a la molienda, A 
grandes rasgos las condiciones de los locales son los siguientes: un cuar-
tucho con muros de adobe cubiertos de un aplanacfo de "mezcla", corroí-
dos en su parte inferior, por la excesiva humedad, consecuencia del derra-
me abundante d'el agua; piso empedrado o de cemento deteriorado, dando 
lugar a sentinas pequeñas de agua sucia y mal oliente; techos de un ale-
ro <le teja o lámina y una puerta abierta al público. La ventilaciéln e 
iluminación están reducidas al mínimo por al ausencia de ventanas, que 
hacen de estos locales verdad'eros ventisqueros en invierno. 
En el interior del departamento, un mostrador pequeño de madera, 
cuya cubierta forrada de lámina se halla semi-destrufüa por el cons-
tante arrastre de las cubetas, siendo esto un peligro para los trabajado-
res y para la clientela, pues con relativa frecuencia Ies ocasionan heri-
das cortantes en las manos o punturas, que son la puerta de entrada para 
los microbios y como consecuencia, la formación de panadizos. Estos 
mostradores se hayan geooralmente cubiertos de una mezcla de masa 
tierra, y "nexallote", que es motivo de atracción para considerable can-
tidad de moscas, sobre todo en Verano. El molino propiamente dicho, se halla 
colocado en 1el centro; el motor de explosión en un extremo, descubierto, 
sin ninguna protección para la banda que impida a la clientela aproxj-
marse demasiado. Este abandono es un peligro para los trabajadores y 
clientes que por aht se acerquen, pues no son excepcionales los acciden-
tes por traccion o arrancamiento. 
El agua que se utiliza en la molienda es la de los aljibes :particulares, 
cuyos caraderes ya mencioné, a esto se añade la carencia de instalación 
sanitaria de agua que da ocasión a mayores contaminaciones, por el cons-
tante meter y sacar de un peqeuño botecito en el tinaco de agua pro-
veedor. 
Los obreros son gieneralmente del sexo f em.enino, con salarios de 
hambre, pues se les paga $0. 75 diarios por una jornada de diez a doce 
horas (principian a trabajar a las 6 a.m. y terminan a las 18 p.m.) ex~ 
puestos a toda clase de accidentes de trabajo por la nula protección de los 
45 
molinos, a infecciones, sobre todo en las manos, por las heridas contu-
sas y cortantes que se producen y por el agua contaminada; a esto aña-
damos la humedad y frío exagerados del local, que les predisponen a 
ataques reumáticos o neumónicos. Carecen de descanso dominical y me-
nos se les paga el sé'Ptirno día, todo esto hace, de ellas verdaderos seres 
desgraciados, sometidas a un trabajoexcesivo en malas condiciones de 
higiene y con pésima alimentación, factores estos que minan hora tras 
hora su organismo . 
Estas obreras están sujetas, por una parte a la voracidad del patrón, 
cuya única preocupación, es el máximo rendim~ento económico de su ne-
gocio, :yr por otra, al abandono de las autoridades sanitarias y del tra-
bajo, que no exigen a los dueños la instalación sanitaria y segura de sus 
negocios, y menos se efectúan exámenes médicos periódicamente a los 
empleados ; no se les exigen ropas higiénicas ni menos se les instruye 
con nociones de higiene industrial y personal, pero sí, con frecuencia, 
se da el caso, que se les haya extendido tarjetas de salud sin haber sido 
examinadas por los médicos. Esto constituye un peligro para la salud pú-
blica y es frecuente que los trabajadores sufran enfermedades infeccio-
sas y transmisibles. 
46 
CAPITULO XIII. 
CO:MESTIBL'ES Y BEBIDAS 
Es verdaderamente deplorable la situación que prevalece, con res-
pecto a mercados, la población carece en lo absolutq de ellos. 
1Los vendedroes que concurren domingo a domingo a expender sus 
mercaderías: frutas, verduras, semillas, etc., etc., improvisan a la intem-
perie el mercado, frente al Edificio Municipal, utilizando r.ara ello un es-
pacio rectangular con piso de tierra suelta y bajo la bóveda celeste. Estos 
infelices mercaderes colocan sobre la superficie tenestre mantas y sacos 
de yute encima de los que depositan sus artículos, que quedan expuestos 
así al polvo que levantan los transeúntes. Todo esto con la complacencia 
de autoridades civiles y sanitarias que no se preocupan en lo más mínimo por 
acabar con esa situación que. deja mucho que desear desde el punto de 
vista higiénico Y' estético. 
Se ca11ece de rastro para hacer el degüello de los animales. 
Cada individuo que se dedica a esta clase de actividades, los hace 
morir en el corral de su casa, sobre el suelo lleno de basuras, de dey;ec-
ciones humanas o animales; en ocasiones, en plena plaza o calle pública, 
con los mismos inconvenientes; el aseo de estas carnes en el momento del 
degüello se hace con las aguas negras de los aljibes públicos. 
La inspección sanitaria de estos "rastros improvisados'' es nula. Las 
autoridades municipales, sólo se preocupan por el contralor del pago de 
fa cuota de degüello de cada animal, ~in importarles el estado de salud 
de éstos, pues no los examinan ni antes 11i después del sacrificio. 
De esta suerte, es frecuente comprobar que las carnes que se ex-
penden, están invadidas de triquina o de sistecercosis (a ésta última, 
le llaman tomatillo o zaguate) por eso es frecuente la ilenia entre los 
habitantes y en ocasiones la tuberculosis. 
Terminado el tasajo, es colgada la carne de ganchos que penden 
del techo de las habitaciones o de pequeñas barracas, expuestas a la in-
temperie; no se le proteje con vitrinas ni con lienzos, ni se le coldca en 
refrigeradores, quedando así expuesta al polvo, a las moscas, y a la vo-
racidad de los perros. 
La venta de carne es uno de los muchos atentados contra la salud 
pública, pues esta rama como otras, carece en absoluto de reglamenta-
ción sanitaria. Cada individuo que quiere y puede, lo hace en las con-
47 
diciones que rn,ejor les parece: en el tendejón, que es una verdadera mis-
celánea, donde se expenden abarrotes, bebidas alcohólicas, medicinas, car-
nes, etc.; 'todo por una misma persona, que generalmente está sucia y 
que carece de la indumentaria que su oficio reclama,; y en las llamadas 
pomposamente carnicerías, que mejor debían llamarse "barracas infec-
tas" por ser verdaderos expendios de muerte. 
Estas carnicerías son pequeños jacales d'e madera colocados en el cen-
tro del pueblo, en plena vía pública, sin ninguna protección, carentes de 
puertas, de vitrinas, de refrigeradores, de toda instalación sanitaria. 
Solo poseén mostradores de madera. sin cubierta protectora que facilite 
su aseo constante ; todo lo contrario, siempre se hallan cub:ilertas de pol-
vo y de moscas; un pedazo de tronco de árbol que los carniceros llaman 
"banco", el cual también está perfectamente desaseado, ]es sirve para 
apoyarse en el momento de cortar y aplanar la carne, según lo exija el 
ciente, y este es el auxiliar indispensable de su oficio. 
En la parte posterior del Palacio Municipal, se halla un terreno bal-
dío, que según las autoridades, está dedicado al Rastro Municipal, pero 
hasta la fecha solo ha sido un proyecto halagador. 
48 
CAPI'l'ULO XIV. 
HIGIENE DE LA ALIMENT.ACION 
CALIDAD DE LAS TIERRAS Y DE LOS CULTIVOS.-Sin temor 
a equivocación, esta Villa poseé los mejores terrenos en el Distrito de 
Chalco, tanto en cantidad: como en calidad; en su mayoría corresponden a 
las tierras arcillosas y humíferas ":t~ a la mezcla de las dos, que dan una 
tierra de ouena calidad, húmeda y siempre suave, dispu:esta, gracias a 
la asidua preparación del campesino, a recibir en su seno la semilla que 
más tarde debe fructificar. 
Es motivo de orgullo para el campesino, el gran desarrollo de sus 
plantíos de trigo, cebada, haba y maíz, sobre todo los dos primeros, pues 
son farr.osas en toCio el Distrito las dimensiones de las plantas, y sobre 
todo su rendimiento en grano, que consagran a Juchitepec como el gra-
nero del Distrito de Chalco. 
La incansable laboriosidad de los ·habitantes, hace de sus tierras ver-
daderas praderas de esm.eralda y tisú en todo el año, cualquiera que sea 
la estación. Es esta una de las pocas poblaciones del Distrito, donde más 
se trabaja y es verdaderamente notable la constante ocupación de peo-
nes; es sencillamente halagador contemplar en las mañanas la salida de 
los yunteros que en alegres caravanas y con inusitada algarabía, se diri-
gen a sus faenas; se me ocurre calificarlas de: ferias matinales del tra-
bajo. 
,La siembra de maíz y haba se realizan en los meses de marzo y abril, 
su recolección en noviembre y diciembre. La siembra de cebada' se efec-
túa en _los meses de agosto y septiembre Y' se cosecha a fin de año. 
La ···tapa de trigo" (así llama el campesino a la siembra de ese cc-
1·eal), principia el 18 de octubre, día en que toda la población se pone de 
fiesta, pues tocios, absolutamente todos los pobladores, celebran esta fe-
cha con festines campestres donde se come, baila y canta en alegre ca-
maradería. La recolección cl'e las doradas mieses, se efectúa en mayo y 
junio. 
Por todo lo anterior se ve, que este poblado goza de una posición 
privilegiada, desde el punto de vista agrícola, ya que tiene dos cosechas 
anualmente. Y a pesar cie esto, el campesino asalariado vive una vida 
miserable, cúlpese a su igncimncia y a la voracidad de algunos hombres, 
mas no a la Naturaleza. 
49 
El prom,edio de producción por hectárea es como sigue: 
'Jna hectárea produce 4 cargas de trigo. . de ll6'i5 kl. igual a S60 kl. 
Una hectárea produce 15 cargas de cebada . . de 100 kl. igual a 1'500 kl. 
Una hectárea produce 17 cargas de maíz . . . . de 150 kl. igual a 1550 kl. 
Una hectárea produce 16 cargas de haba .... de 140 kl. igual a 2240 kl. 
La producción es una de las mejores de la región, no obstante que 
los procedimientos de cultivo no 1están guiados por métodos cientí;ficos, 
existiendo como consecuencia lógica, la posibilidad de un gran margen 
de mejoramiento. El día que la Ciencia Agrícola sea difundida por los téc-
nicos agrónomos (que hasta ahora sólo se han dedicado a la política), 
enseñando la mejor preparación de la tierra por medio de la maquinaria 
moderna, la bondad de los abonos químicos, la selección de semillas, los 
cultivos que corresponden a la tierra según su composición quíJmica y su 
variación anual; cuando esto se haga, Juchitepec escalará un peldaño 
más hacia su liberación. 
A pesar de que la agricultura es incipiente en sus procedimientos, 
el campesino no es refractario, pues ha procurado sacar enseñanzas a 
su propia experiencia, y es así como principia a aceptar los grandes be-
neficios de la maquinaria moderna; utiliza ya el tractor, la s·egadoray 
la trilladora, aunque en pequeña escala y en la medida de las c01:idiCiones 
del terreno, de sus necesidades y de sus posibilidades económicas: 
1RACION MEDIA EN LAS DIFER;ENTES EPOC'AS DEL A~O.-La 
alimentación constituye un verdadero problema vital, que reviste los mis-
mos caracteres de todas nuestras poblaciones rurales; carece de una base 
científica. Es bien conocido que la Cocina Mexicana, y princirpalmente la 
culinaria campesina, peca por la falta de los principios nl,is elementales 
que deben regir a una sencilla, pern sana alimentación. 
Puedo resumir así los caracteres de esta alimentación: 
1.-Es insuficiente. 
2.--iEs inadecuada. 
3 .'-ES incompleta. 
4. -Es uniforme. 
Insuficiente en cantidad y en calidad, porque no basta. a llenar bs 
procesos de reparación y formación de tejidos jóvenes y no propordona 
el material energético necesario para el trabajo y conservación de la 
salud. 
Inadecuada, porque la misma alimentación que se proporciona al niño, 
se dá al adolescente, a la madre, al adulto y1 al viejo, no por '10 que se 
refiere a la cantidad, sino a la calidad, pues apenas ·si hay uria ligera va-
riación, como demostraré oportunamente. -
Incompleta, porque en ella; ~neralmente, rio están representados los 
tres principios C1Iimenticios, ni guardan la proporción que toda buena 
ñO 
ración alirnentiCia debe tener: prótidos (de origen animal o vegetal) , glú-
cidos, lípidos y a- menudo faltan· los minerales: calcio, fósforo yi hierro; 
no se toma en consideración la edad, sexo, trabajo, estatura y peso. Las 
más de las veces se hace con predominio de la 2a. clase y con detrimento 
de las demás. · 
La uniformidad es una de las características de la culinaria campe-
sina, pues no tienen en consideración las diversas estaciones del año ni 
los estados funcionales del organismo: embarazo, lactancia. 
Es en este aspecto, como en algunos anteriormente tratados, donde 
con mayor fuerza se establece una notoria diferencia entre la! clase .aco-
modada Y' la asalariada. 
Es una verdad innegable, que el hombre es lo qu'e come, y aunque 
haya a este r'especto muchos opositores, afirmo con Engels: "que el h.om-
b1·e antes que hacer arte, política o ciencia, necesita habitar, vestir y ali-
mentarse" ; principio este que encierra una verdad biológica. Si deseamos 
que un organismo dé el máximo rendimiento en el trabajo físico o mental, 
urge ·proporcionar los elementos que su estructura orgánica necesita; si 
deseamos que el campesino produzca el máximo de trabajo, necesita me-
jorar su alimentación, y sólo así podrá alcanzar su liberación. A mi jui-
cio, ·es obra de educación y economía si se toma en cuenta que el salaiiio 
del camJpesino es de un peso diario. 
Después dEi estas disgresiones, me atr.evo a hacer una división un 
tanto grosera, de la alimentación del pueblo, tomando en cuenta el factor 
económico: 
1.-Alimentación del niño y adultos pobres. 
2.-Alimentación del niño y adultos acomodados. 
Hago esto, para facilidad ere mis estudios, atendiendo a lo dicho ·por 
muchas madres campesinas con quienes tuve oportunidad de hablar y 
a mi observación personal. 
Alimentación de la familia pobre 
Algunos mujeres campesinas me refirieron lo siguiente: "Dispone-
IDOi:\ diariamente die $0.75 a $0.80 que distribuímos en la siguiente forma: 
: En la mañana,: para el desayuno: 
112 litro de leche . . . . . . . . . . . . . . . . . $0 .10 
Azúca1· . . . . .................. · . O . 03 
Café . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . O.ü2 
Bizcocl~os de 2x5. : . . . . . . . . . . O .10 Total. . . $0 .25 
51 
· En la tarde, para la comida: 
2 litros de maíz. . .. ., ......... . 
500 gramos de frijol. . . . ......... . 
125 .gramos de pastas o arroz ........ . 
30 gramos de manteca. . . . . : ....... . 
tomates y chiles. . . . .. ...... .. 
$0.22 
0.18 
0.06 
0.05 
0.00 
. Total. ............. $0. 53 
Los domingos, 250 gramos de carne de res ... $0.2'5. 
Desayuno del niño (le 6 a 10 años: Grs. o e.e. 
Dos jarros le café con leche o leche pura. . . . . . . . . . . . 250 
Azúcar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 
Dos bizcochos ·. . . . ........................ ; . '50 
.. J 
Calorías 
. 163 
180 
190 
Total de calorías ........ 433 
Comida: un platillo de pastas o de arro~ .......... . 25 27 
1;2 huevo cocido . . . . . . ................... . g3 
Dos platillos de frijoles . . . . ................ . 60 21!6 
Mant.eca. . . . ........ ., .................... . 10 no 
Siete tortillas . . . . . . ................ '" ..... . 350 1000 
e Total ............ 1368 
Los domingos, carne de res . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 85 
·Calorías .. por día: 433 más 1368 más 368 igual a 1801. 
Los niños no acostumbran cenar; por excepción, una tortilla con fri~ 
joles. La cantidad de calorías que necesita el organismo en estas eda-
des, es de 1561 a 2244. 
Las madres, en lo general, dan la misma cantidad d'e alimentos a sus 
hijos en estas edades, hecho que eX:plica por qué los primeros sufren fre-
cuentemente trastornos digestivos y· !Os segundos. desnutrición. 
ADULTOS.__.Desayuno: No toman leche, sino el resto de los alimentos 
del día anterior. 
Grs. 
Un platillo de frijoles . ; . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 
Salsa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·25 
Seis tortillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300 
Una taza de café negro o cocimiento de hojas de na-
r~njo endulzado con azticar . .' . . . . . . . . . . . . . 10 
Calorías 
144 
30 
855 
40 
Tota1 ........ 1069 
(:::omida: un platillo de pastas o arroz . . . . . . . . . . .. '.'10 · 44 
Dos platillos de frijoles . . . . ....•........•.• , 80 288 
Nueve tortillas . . . . ......... · .... "· ... :. ; ... ~o' . • '4'50 1282 
Manteca . . . . ............ : . ; ; . : ; . ; ; . :·:.;:.: 1!5 · 135 
Un litro de pulque . . . . · ..... ; . ; .. ; ; .... ; . : . . 3'50 
Total. ........ 2089 
Los domingos carne de res ......... " ; " . " " . " . . . . 75 · 1·57 
Total de calorías po1"día: 1069 más 2099 igual a 3168. 
Las calorías que necesita un organismo adulto de 60 a 70 kilogramos 
de peso, con trabajo muy intenso como el del campesino, son de 3300, y la 
mujer emba1·azacla, en el segundo o tercer trinÍ.estre, 31102 y en la que 
lacta, 3704. · 
Por lo anteriormente expuesto, estoy autorizado para afirmar que 
la alimentación de los padres de familia, es, deficiente y no llena: los gas-
tos energéticos. Por lo g~eneral, la comida de la familia campesina, está 
hecha a base de glúcidos, aunque con la carencia de legumbres y frutas.· 
Alimentación de fa famifü1 acomodada · 
En este sector de la población, la alimentación 1es variada, completa 
y abundante. En ellas están representadas los tres principios alimenti-
cios y los minerales . 
Desayuno del niño de . 6 a 1 O años Gramos 
Dos tazas de café con leche o leche pura. . . . . . . . . . . 300 
Cuatro bizcochos . . . ·. . ..................... 100 
Azúcar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 
To.tal. ............ . 
Algunas veces pan con mantequilla. 
Caloria.s 
195 
380 
100 
675 
Comida:. un platillo de pastas o de arroz. . . . . . . . . . . 25 .27 
Un huevo cocido o frito .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. "ro- 70 
Un platillo de verduras o legumbres y papas. , . . . . 100 90 
Oarne de res . . . . . . .............. ~ ~ ......... · 125 212 
Un platillo de frijoles . . . . ................. , . 30 108 
Manteca· ............................ : . . . 20 18'0 
Tres tortillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150 · 427 
Un plátano o cualquiera otra fruta ............... 100 50 
Total. ............ 1164 
Merienda: leche o· café con leche. . . . . . . . . . . . . . . . 100 · .. 65 ·. 
Azúcar· . . . . .................. ·. . . . . . . . . . . . . . . 1 o. _ 40 
Un bizcocho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 9.0 ·-
Total., ....... · 195. 
'rotal

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