Logo Studenta

INCIDENCIA_SOCIOCULTURAL_Y_ECONOMICA_DE

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

SSEECCRREETTAARRÍÍAA NNAACCIIOONNAALL DDEE CCIIEENNCCIIAA,, TTEECCNNOOLLOOGGÍÍAA EE IINNNNOOVVAACCIIÓÓNN Programa de Fomento I+D 2005 
 Segunda Etapa EEll iimmppaaccttoo ddee llaass ppoollííttiiccaass ppeessqquueerraass ppaannaammeeññaass ((IInnffoorrmmee pprreelliimmiinnaarr)) 
 PROYECTO INCIDENCIA SOCIOCULTURAL Y ECONÓMICA DE LAS POLÍTICAS PESQUERAS PANAMEÑAS ENTRE LOS PESCADORES ARTESANALES DEL GOLFO DE PARITA: UN MODELO DE INVESTIGACIÓN. 
 El caso de El Rompío de Aguadulce como avance y sustento de la propuesta 
 Preparado por: 
KKeevviinn EEvvaannddrroo SSáánncchheezz SSaaaavveeddrraa Contrato No.: P-06-0030-A 
PPaannaammáá,, 1155 ddee nnoovviieemmbbrree ddeell 22000077 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
i 
ÍNDICE DE CONTENIDO 
 
 Página I. Preámbulo ……………………………………………………………………............................... 4 II. Objetivo específico desarrollado ………………………………………………………………..... 5 III. Actividades realizadas ……………………………………………………………………………... 5 IV. Método aplicado ……………………………………………………………….............................. 6 V. Resultados preliminares ……………………………………………………………….................. 7 5.1. La teoría y la práctica antropológica sobre la pesca: el punto de partida ……………………… 7 5.1.1. Antecedentes de investigación ……………………………………………………………………… 8 5.1.1.1. Investigaciones clásicas …………………………………………………………………………… 8 5.1.1.2. El caso Latinoamericano …………………………………………………………………………... 10 5.1.1.2.1. México ……………………………………………………………………………………… 10 5.1.1.2.2. Brasil ……………………………………………………………………………………….. 10 5.1.1.2.3. Argentina …………………………………………………………………………………... 11 5.1.1.2.4. Costa Rica ……………………………………………………………………………….... 11 5.1.1.2.5. Nicaragua ………………………………………………………………………………….. 11 5.1.1.3. El caso de España ………………………………………………………………………………..... 11 5.1.1.4. El caso de Panamá ………………………………………………………………………………… 12 5.1.2. Los pescadores ………………………………………………………………………………………. 12 5.1.3. El proceso productivo pesquero ……………………………………………………………………. 14 5.2. Breve descripción de la pesca en Panamá ………………………………………………………... 17 5.2.1. La productividad del sector pesquero ……………………………………………………………… 17 5.2.2. La pesca artesanal …………………………………………………………………………………… 18 5.2.3. Detalles biogeográficos de la pesca en el Pacífico ……………………………………………..... 18 5.3. Aguadulce y su incorporación al sector pesquero ………………………………………………... 20 5.3.1. Los inicios del distrito de Aguadulce ……………………………………………………………….. 20 5.3.2. Algunos aspectos de la población de Aguadulce durante el siglo XX ………………………….. 22 5.3.3. La economía actual de Aguadulce ………………………………………………………………..... 31 5.3.3.1. La industria azucarera ……………………………………………………………………………... 31 5.3.3.2. La producción de sal ……………………………………………………………………………….. 31 5.3.3.3. La industria camaronera …………………………………………………………………………… 32 5.4. Formación de la comunidad de El Rompío ………………………………………………………... 33 5.4.1. La conchuela y la comunidad de El Rompío ………………………………………………………. 36 5.5. Revelando el impacto de las políticas pesqueras entre los pescadores artesanales de El Rompío ………………………………………………………………………………………………… 39 5.5.1. Entre David y Goliat: la visión de la legislación pesquera desde los pescadores artesanales de El Rompío ……………………………………………………………......................................... 40 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
ii 
5.5.1.1. Categorías significativas de los pescadores artesanales de El Rompío ……………………... 40 5.5.1.1.1. Conocimiento y práctica de la pesca ………………………………………………….... 42 5.5.1.1.2. La conservación de los recursos marinos ……………………………………………… 47 5.5.1.1.3. Las mallas de pesca y su tamaño ………………………………………………………. 49 5.5.1.1.3.1. Redes de la pesca artesanal …………………………………………………………….. 51 5.5.1.1.3.2. Redes de la pesca industrial …………………………………………………………….. 53 5.5.1.1.3.3. Características de las redes ……………………………………………………………... 54 5.5.1.1.3.4. Refutando los informes científicos ……………………………………………………… 55 5.5.1.1.4. Los períodos de veda …………………………………………………………………..... 59 5.5.1.1.5. La pesca industrial versus la pesca artesanal ……………………………………….... 63 5.5.1.1.5.1. Comparación entre la pesca industrial y la pesca artesanal …………………………. 63 5.5.1.1.5.2. La denuncia de la pesca ilegal de barcos industriales ……………………………….. 66 5.5.1.1.5.3. La influencia de la industria camaronera en la política pesquera …………………… 68 VI. Conclusiones ………………………………………………………………………………………….. 70 Bibliografía ……………………………………………………………………………………………………. 72 Anexos ÍNDICE DE CUADROS Página Cuadro Nº 1- Nacionalidades que habitaban el distrito de Aguadulce para 1911 …………………..... 23 Cuadro Nº 2- Nacionalidades que habitaban el distrito de Aguadulce para 1920 …………………..... 23 Cuadro Nº 3- Oficios en el distrito de Aguadulce, censo de 1920 ……………………………………… 25 Cuadro Nº 4- Poblamiento de El Salado entre 1970-2000 ……………………………………………… 35 Cuadro Nº 5- Comparación de la efectividad de las diferentes mallas sobre la población del camarón en el Golfo de Parita, por el porcentaje del total de captura por malla, según tipo de población: año 2005 …………………………………………………………………………………………. 57 ÍNDICE DE GRÁFICAS Página Gráfica Nº 1- Rangos de edad de la población del distrito de Aguadulce en 1930 …………………... 26 Gráfica Nº 2- Porcentajes de viviendas ocupadas en el distrito de Aguadulce: 1950-2000 …………. 28 Gráfico Nº 3- Población del distrito de Aguadulce: 1950-2000 ………………………………………..... 29 Gráfica Nº 4- Tendencia de desocupados en el distrito de Aguadulce: 1970-2000 ………………….. 30 Gráfico Nº 5- Comparación de la efectividad de las diferentes mallas sobre los camarones en el Golfo de Parita ……………………………………………………………………………………………….. 58 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
iii 
 ÍNDICE DE VISTAS SATELITALES Página Vista Satelital Nº 1- República de Panamá ……………………………………………………………….. 6 Vista Satelital Nº 2- Ubicación geográfica de Aguadulce ………………………………………………... 20 Vista Satelital Nº 3- Imagen que señala la ubicación de El Salado …………………………………….. 33 Vista Satelital Nº 4- Un acercamiento a El Rompío ……………………………………………………… 38 ÍNDICE DE FOTOS Página Foto Nº 1- Vista de la boca del Estero Salado en El Rompío …………………………………………... 46 Foto Nº 2- Pescadores de trasmallo de El Rompío ………………………………………………………. 50 Foto Nº 3- Reparación de trasmallo en El Rompío ………………………………………………………. 60 Foto Nº 4- Barco camaronero pescando cerca de El Rompío ………………………………………….. 65 ÍNDICE DE IMÁGENES Página Imagen Nº 1- Red de enmalle de dos tres cuartos (2 ¾ ) pulgadas ……………………………………. 52 Imagen Nº 2- Red de enmalle de dos y media (2 ½ ) pulgadas ……………………………………....... 52 Imagen Nº 3- Red de enmalle de tres (3) pulgadas ……………………………………………………… 52 Imagen Nº 4- Red de arrastre con luz de malla de una un cuarto (1¼) pulgadas ……………………. 53 Imagen Nº 5- Red de arrastre con luz de malla de tres cuartos ( ¾ ) pulgadas ………………………. 53 Imagen Nº 6- Red de arrastre con luz de malla de una tres cuartos (1¾ ) pulgadas ………………... 53 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
4 
II.. PPrreeáámmbbuulloo Cuando presentamos el primer informe de esta investigación hicimos referencia histórica, no exhaustiva, a las políticas pesqueras panameñas que se conciben, instrumentalizan y se ponen en práctica, principalmente, mediante una serie de resoluciones, decretos, decretos-ley y leyes dictadas por autoridades e instituciones gubernamentales (Sánchez Saavedra, 2006b). Desde su inicio, esta investigación intenta contribuir en el manejo de los recursos marino-costeros. En el fomento de la pesca sustentable es necesario tomar en cuenta no sólo el aspecto de los recursos por sí mismos. Hace falta considerar otros componentes distintos y complejos que se relacionan entre sí (naturaleza,economía, cultura y poder, por ejemplo). La investigación se enfoque en aspectos sociales, culturales y económicos de los pescadores artesanales como una manera de contribuir en el manejo de recursos marino-costeros. El área geográfica de estudio ha sido la comunidad de El Rompío. El análisis constituye un estudio de caso, sobre la comunidad pesquera de El Rompío, ubicada en el corregimiento de Barrios Unidos, distrito de Aguadulce, en la provincia de Coclé. Aunque, el proyecto macro inicial incluye otras comunidades que también comparten mayoritariamente la denominada Bahía de Parita, en el litoral Pacífico. El proyecto macro tiene como objetivo general: analizar los cambios, dilemas y oportunidades que han experimentado los pescadores artesanales de la Bahía de Parita en sus prácticas cotidianas, relacionadas con el proceso productivo pesquero, a partir de la implementación de políticas relacionadas con el manejo de los recursos marino-costeros (ver anexo). No obstante, como ya lo dijimos en el primer informe, para este avance de investigación y sustento del proyecto, se decidió adelantar exclusivamente los dos primeros objetivos específicos del proyecto macro. En ese sentido, sólo reconoceremos las manifestaciones concretas de las políticas pesqueras panameñas y la forma como las perciben, conciben e interpretan los pescadores artesanales en El Rompío. Es oportuno agradecer el apoyo brindado por el señor José M. Miranda G., “representante de los pescadores artesanales del Golfo de Parita”, a los pescadores artesanales de la comunidad de El Rompío por sus amenas e ilustrativas conversaciones y a un sinnúmero de personas en Aguadulce, con quien también sostuve conversaciones informales sobre el problema de investigación y la historia de Aguadulce. Especialmente a: Simple, Colombia, Alberto, Geño y Gollo. Así como también a Roger, por su valiosa aporte en el conocimiento de los acopiadores locales en El Rompío. Al biólogo A.C., en el puerto de Vacamonte, por sus valiosos comentarios. De igual manera, a los funcionarios de la Dirección General de Recursos Marinos y Costeros (DIGEREMA) por la facilidad brindada para obtener información pertinente a la investigación. No menos importante es el agradecimiento especial a la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) por el apoyo económico brindado para la realización de este avance de investigación. El agradecimiento también es dirigido a la gran paciencia que Luz Cruz, coordinadora del programa de Investigación y Desarrollo, ha mantenido para la presentación del presente informe. En este trabajo se podrá encontrar una introducción a los análisis de las sociedades de pescadores desde la teoría antropológica sobre la pesca, para justificar el punto de partida. Luego, se describirán algunas características del distrito de Aguadulce y el proceso de incorporación de su población al mundo de la pesca. También se discurre sobre la formación del poblado de El Rompío y algunas de sus características, principalmente de su población pescadora. Posteriormente podrá conocerse el punto de vista de los propios pescadores artesanales de El Rompío y categorías 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
5 
significativas, el conocimiento que mantienen sobre el impacto de las políticas pesqueras en sus vidas, principalmente en su actividad de trabajo. Sus puntos de vista frente a los conflictos entre la pesca artesanal y la pesca industrial. Finalmente, brindaremos algunas conclusiones preliminares sobre toda esta compleja realidad y los posibles ajustes que debería guardar el proyecto macro. 
IIII.. OObbjjeettiivvoo eessppeeccííffiiccoo ddeessaarrrroollllaaddoo  Analizar las formas en que entienden y perciben los pescadores las políticas relacionadas con el manejo de los recursos marino-costeros. 
IIIIII.. AAccttiivviiddaaddeess rreeaalliizzaaddaass En este momento de investigación el punto principal de enfoque son los pescadores artesanales y su grupo doméstico. En ese sentido, las principales actividades fueron los constantes viajes a la comunidad de Aguadulce y El Rompío, en la costa, para establecer las fechas de entrevistas con pescadores artesanales, dirigentes, moradores del distrito, entre otros, y organizar un posible taller comunitario donde se discutiría la legislación concerniente a la pesca y los principales problemas a los que se enfrentan los pescadores artesanales de Aguadulce. Una actividad importante en el poblado de El Rompío y en Aguadulce, fue la observación de todas las actividades relacionadas con la pesca. Desde el trabajo con las artes de pesca, el equipamiento de las lanchas para salir a pescar, la reparación y fabricación de las lanchas, la pesca en el mar, la descarga del producto, la venta del mismo a los acopiadores locales o extralocales, la preparación del pescado y el camarón, los momentos de ocio y recreación, entre otras muchas actividades más. Se llevaron a cabo entrevistas con pescadores artesanales de varios años de residencia en la comunidad de El Rompío. Inclusive una entrevista grupal donde se discutieron aspectos relacionados con la legislación pesquera panameña (ver anexo). Para esto se elaboró una guía de entrevista que ayudara al desarrollo de la misma, pudiendo incluir todos los aspectos de interés para la investigación. También, en la ciudad de Aguadulce se visitó y solicitó información en algunas instituciones públicas, tales como: la dirección de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), el Centro de Investigaciones Enrique Enseñat de la Dirección Nacional de Acuicultura, la oficina local de la DIGEREMA y de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), la oficina local del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), entre otras. En la Ciudad de Panamá, se hicieron distintos recorridos, en diferentes instituciones públicas, tales como: la DIGEREMA, la Contraloría General de la República, la Universidad de Panamá, entre otros, para recabar información útil a nuestros propósitos de investigación. De gran utilidad fue una visita que se realizó a una de las plantas procesadoras de camarón, para la exportación, en el puerto de Vacamonte. El tiempo utilizado para todas estas actividades fue bastante extenso, después de haber entregado el primer informe de investigación, para indagar sobre el fenómeno de la pesca. Lo cierto es que tanto como investigador social como visitante, se cuenta con una larga experiencia de conocimiento sobre el desarrollo de la comunidad de El Rompío. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
6 
Nota: Vista satelital de Panamá y la ubicación de la Bahía de Parita. 
Fuente: Google Hearth. 
Vista Satelital Nº 1 República de Panamá 
IIVV.. MMééttooddoo aapplliiccaaddoo En el primer informe se habló del método etnográfico como el principal para conocer esta realidad compleja de la pesca. Nuestra elección del método, no solamente se debe a nuestra formación profesional, sino también al tipo de técnicas que principalmente han acompañado el método etnográfico, las cuales son: la entrevista y la observación participante. Definitivamente se ha nutrido de otras técnicas, no menos importante. Esta parte de la investigación que ahora se presenta aquí, estaba orientada a un breve trabajo de campo en la comunidad de El Rompío, en la Bahía de Parita, distrito de Aguadulce (Coclé). Ahora, la investigación tomó un rumbo diferente al analizar una realidad donde las políticas mantenían un impacto directo. Es decir, se observó y analizó los efectos prácticos en la vida cotidiana de la comunidad. Es preciso recalcar que principalmente el enfoque estuvo en los pescadores artesanales y sus familias. Esto no significó la participación de otros actores sociales y su interacción. De tal manera, al igual que en la primera etapa, también aquí se respondió a algunas inquietudes que se encontraban entremezcladas.Sin embargo, para este avance de la investigación 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
7 
macro se decidió ver: Perceptivo propio1: ¿Cuánto o qué conocen los pescadores artesanales sobre las políticas? ¿Cómo las perciben? ¿Qué piensan de ellas? ¿Sienten que los favorece o los perjudica? ¿Cumplen con ellas o no? Observación participante: esta se centró no sólo en las actividades de alta mar, sino también en tierra. Las labores de pesca, de reparación del equipo, de enseñanza de la actividad a los hijos, la percepción sobre el ambiente, las relaciones (de poder, de producción, de parentesco, etc.) entre los diferentes miembros de la comunidad y de éstos con otros fuera. Fue necesario ajustarse al tiempo de la comunidad y de los pescadores. Un tiempo, no tanto condicionado por las horas del reloj sino por “el que hacer” y los ritmos de la naturaleza. “Los pescadores costeños tienen que integrar sus vidas con las mareas y los vientos, deben adecuar sus “horarios” para atender sus lanchas […], los peces” (Gatti, 1986: 11). Eso incluye otras actividades ya expuestas arriba. Supone también jornadas de trabajo que se alargan o se contraen, tiempos de pesca abundante o de escasez, de mayor o menor ingreso. Entrevistas semi-estructuradas: se mencionó antes que la atención se centró en los pescadores artesanales. Las pregunta clave aquí fue: ¿cuáles de todos ellos debían ser tomados en cuenta para ser entrevistados? Es decir, ¿qué características debíamos considerar, y tenían que reunir para poder entrevistarlos? Algunos criterios de selección que fueron importantes son: primero, los pescadores debían ser personas que tuvieran muchos años de vivir en la comunidad, esto aportó en la entrevista una continuidad en el discurso que manejan sobre los diferentes aspectos de la comunidad. Fue importante considerar el liderazgo de ellos dentro de la comunidad, lo cual permitió hacer algunas inferencias con respecto a sus relatos. Otro factor importante que se tomó en cuenta fue el grado de interés por parte de los candidatos a ser entrevistados, lo cual propició obtener una mayor cantidad de información y un aporte mucho más grande por parte del entrevistado. Tal y como se ha señalado, los pescadores fueron los principales “candidatos” a ser entrevistados. Sin embargo, también fueron entrevistados otros actores sociales, tales como: acopiadores locales, visitantes de la comunidad y un representante de los pescadores artesanales. VV.. RReessuullttaaddooss pprreelliimmiinnaarreess 5.1. La teoría y la práctica antropológica sobre la pesca: el punto de partida Desde la antropología social se han utilizado diversas teorías y enfoques para el estudio de los pescadores (Galván y Pascual, 1996). El estudio de las sociedades de pescadores no se ha eximido de la larga discusión sobre la Cultura, en que la antropología como disciplina ha estado envuelta. Por un lado, algunos se muestran a favor de la cultura como determinante del sistema social y por el otro, la cultura determinada por los recursos, productos, modos de producción y relaciones de producción (Rubio-Ardanaz, 1994). No se pretende hacer una discusión extensa sobre este aspecto, sólo se mencionará que en la investigación se tratará de hacer una combinación de estos aspectos, pero brindando mayor importancia al segundo aspecto. En ese sentido, además de analizar lo que sería el proceso productivo pesquero se verá en él las relaciones sociales que se establecen, así como también algunos aspectos socioculturales que están detrás de las políticas pesqueras. 
 
1 Como se puede notar, este ámbito se presenta en referencia directa a las políticas ambientales. Es decir, busca la opinión de los pescadores artesanales haciendo alusión a ellas por si solas. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
8 
5.1.1. Antecedentes de investigación En esta primera aproximación al fenómeno de la pesca y las sociedades pesqueras, pareciera que el análisis sistemático de las sociedades humanas que se organizan en torno a la pesca, desde la antropología social y su práctica en diferentes países, no ha sido abordado hasta épocas recientes. Países con una considerable producción literaria en torno al tema han sido: Canadá, Estados Unidos, España y en menor medida, México. En Centroamérica, las investigaciones se han concentrado en mayor número en Costa Rica y la mayoría de ellas fueron llevadas a cabo por extranjeros provenientes de Canadá o Estados Unidos hace ya varios años. De los trabajos hasta ahora revisados, ninguno parece enfocarse directamente en el tema que se pretende analizar. Sin embargo, presentan aspectos importantes para el análisis de las sociedades pesqueras que obviamente se deben tener presente a manera de comparación. 5.1.1.1. Investigaciones clásicas Se mencionó lo reciente del análisis sistemático de las sociedades humanas que se organizan en torno a la pesca, porque “ya en los trabajos de los evolucionistas y de los difusionistas se mencionan diversos grupos cuya supervivencia dependía principal y secundariamente de las actividades haliéuticas” (Breton y Estrada, 1989: 42). Pero el interés de éstos antropólogos no implicaba una riqueza de análisis, ni mucho menos una persistencia en el estudio de las sociedades de pescadores. Antes, los primeros estudios de las sociedades pesqueras contribuyeron más a la discusión de problemas disciplinarios generales, que al fomento de un interés vigoroso en el estudio de estas sociedades. Los trabajos eran sobre todo de un carácter descriptivo, haciendo especial referencia a la tecnología. Es decir, enfocaban su atención en la variada y compleja gama de aparejos utilizados por los pescadores, o los tipos de embarcaciones, por ejemplo (Rubio-Ardanaz, 1994). Como mencionan Erick Breton y Raúl López Estrada (1989), en esas épocas la antropología mantenía un curso de investigación ecléctico y exploratorio. Además, 
“Como los efectos de la industrialización eran visibles sobre todo entre las poblaciones agrícolas, y como la 
búsqueda de la especificidad antropológica respondía a un contexto de diferenciación empírica del mundo occidental y no occidental pero siempre basada en el descubrimiento de condiciones universales para 
comprender la realidad humana, el continuum esquemático caza-recolección-agricultura-industria, reforzado por los descubrimientos de la paleontología y de la arqueología, tenía mayor fuerza de atracción que la evolución interna del sector haliéutico” (p. 43). En esta primera etapa descriptiva, a principios del siglo XX, puede mencionarse los trabajos de Alfred Kroeber y Clark Wissler sobre las tribus californianas, o los de Franz Boas entre los inuit o los kwakiulst en la Colombia Británica. También, aquellos realizados por Bronislaw Malinowski en las Islas Trobriand o los de Raymond Firth entre los pescadores malayos (Breton y Lopez Estrada, 1989; Rubio-Ardanaz, 1994). Posteriormente, en los años de 1950 y 1960, el análisis de las sociedades de pescadores sigue manteniendo una orientación funcionalista, recurriendo al material ilustrativo proveniente de diferentes sociedades de pescadores para así desarrollar teorías más dinámicas. Los trabajos de Roy Rappaport o Conrad P. Kottak son un ejemplo de estas décadas en donde el reconocimiento de la fluidez de las relaciones sociales en la pesca fue muy importante (idem). 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
9 
A partir de la década de 1970 se muestra una consolidación mayor de la antropología marítima. En la actualidad existen principalmente tres posiciones teóricas en el análisis de las sociedades de pescadores: 
 La primera de ellas, la destacan como “un planteamiento a caballo del procesualismo, la etnometodología y el intercambio simbólico”. Los temas queprevalecen en este enfoque son la interacción tierra-mar y “la función social del secreto”2. Así como también, “el análisis de los componentes simbólicos y cognitivos de la pesca, la topología de los sexos, el orden moral, la percepción de la suerte. Se Sostiene “que el transaccionismo ha dominado gran parte de la producción reciente sobre la actividad pesquera” (Galván y Pascual, 1996: 129). Lamentablemente, estas posturas teóricas parecen no ver estas sociedades desde un panorama mucho más amplio que comprenda, por ejemplo, las condiciones del mercado nacional e internacional o la estructuración de las comunidades como un proceso. 
 La segunda, influenciada por la antropología ecológica y por la denominada teoría de los juegos, se interesa en cómo los individuos enfrentan las eventuales perturbaciones del entorno ambiental mediante “estrategias adaptativas”. “Desde esta perspectiva, denominada ecología procesual, las estrategias deben entenderse en un sentido amplio, haciendo referencia a ‘estrategias económicas’ donde la pesca no es necesariamente la única actividad. Tal planteamiento supone, por ejemplo, que las actividades productivas de los individuos pertenecientes a una familia de pescadores artesanales deben ser analizadas desde el punto de vista de la ‘reproducción’ social y económica de toda la unidad doméstica, que constituiría la unidad adaptativa fundamental” (ibidem: 130). En esta perspectiva “la cultura misma” forma parte del “entorno ecológico”. Por tanto, contendría “factores tales como situación del mercado, recursos humanos, cambios tecnológicos, o legislaciones gubernamentales sobre artes y zonas de pesca”. “Se debe tener en cuenta... la inserción del sector pesquero en el conjunto del sistema económico global, abordando análisis diacrónicos que combinen diversas unidades de estudio a fin de poder captar en una dimensión más amplia las causas y la naturaleza de las estrategias de las unidades domésticas” (ídem). En cuanto a la teoría de los juegos, el concepto básico que es la noción de estrategias, aparece como un procedimiento concreto que señala el comportamiento de los jugadores en sus posibles circunstancias a lo largo del juego (Rubio-Ardanaz, 1994: 54). En esta última teoría se corre el riesgo de no analizar las estructuras que hacen posible que el juego exista; además, de someter las relaciones sociales a la correlación de probabilidades entre el mar y los pescadores, si entendemos que las relaciones sociales entre los pescadores va mucho más allá del entorno natural. 
 La tercera, procede del marxismo y reclaman “la necesidad de insertar las sociedades pesqueras en el debate sobre la persistencia de la pequeña producción mercantil en las sociedades capitalistas avanzadas. Consideran que es más productiva la inserción del análisis de los pescadores en aquellos temas que también involucraban al campesinado en vez de insistir en “la especificidad cultural o económica de los pescadores” Sin embargo, hay una contradicción en su propuesta, porque aun cuando desacreditan enunciar la especificidad de los 
 
2 A diferencia de la tierra donde la demarcación no es tan compleja y los recursos se pueden concentrar artificialmente en determinada área, lo que en muchos casos permite la propiedad privada de las tierras y su adecuada defensa; en el mar esta demarcación resulta ser mucho más difícil, por no decir imposible y el recurso aparentemente se encuentra diseminado en todas partes y su apropiación es libre. Por tanto, teóricamente los pescadores no poseen un pedazo de mar sino el conocimiento sobre las áreas de pesca o concentración de mayor cantidad de peces. Esta información es la que en muchos casos pasa a ser privada y es lo que se llama “el secreto”. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
10 
pescadores sí insisten en “la especificidad del proceso de trabajo y de la articulación de los factores de producción en este sector”. “El estudio histórico de las diversas formas de apropiación del recurso, desde las más informales a las más formales, constituye un tema de enorme interés, pues incide en múltiples aspectos de la organización social y económica de la actividades pesquera” (Galván y Pascual, 1996: 130-31). 5.1.1.2. El caso Latinoamericano A nivel de Latinoamérica existen una serie de investigaciones entre los pescadores artesanales que merecen siquiera mencionarse. Muchas de ellas corresponden a investigaciones hechas por antropólogos canadienses o norteamericanos en estos países, principalmente en México y Brasil. La importancia que tienen es que se refieren a realidades no muy alejadas de las que se enfrentan los pescadores artesanales en El Rompío. 5.1.1.2.1. México A mediados de 1980 el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), en Conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia en México, inauguraron una serie de Cuadernos de la Casa Chata, en donde se tocaban diversos aspectos de los diferentes pescadores de México. El cuaderno más representativo sería el de José M. Gatti (1986), bajo el título de Los pescadores de México: la vida en un lance, en él pretende reunir aspectos como la historia, el espacio, la economía y la vida cotidiana de los pescadores de este país. Es un trabajo de vital referencia para conocer aspectos prácticos y culturales en la vida de los pescadores, que pueden extrapolarse al caso de los pescadores artesanales en Panamá. Otro intento posterior por querer hablar en general sobre los pescadores de México es el de Graciela Alcalá (1995) —quien antes ya había participado en las investigaciones del CIESAS— con artículo bajo el título de Situación y perspectiva de los pescadores artesanales de El Soconusco. Define los pescadores por región geográfica y por el tipo de recursos que explotan. Su definición de la pesca artesanal resulta muy útil para nuestro trabajo. 5.1.1.2.2. Brasil Durante la década de 1990, con el auspicio de la Universidad de Laval (Québec), se realizaron investigaciones por parte de Steve Plante en la comunidad costera de Trindade, en el litoral pacífico brasileño, justo en la frontera entre los estados de Río de Janeiro y São Paulo (Plante y Breton, 1994). El tema principal de ese momento era el impacto del turismo en la actividad de la pesca y las transformaciones de la comunidad. Algo parecido había hecho el antropólogo norteamericano C. P. Kottak, en las décadas de 1960, 1970 y 1980, en la comunidad pesquera de Arembepe, en Bahía. Allí estudio el cambio social y ecológico, mediante el análisis de: formas de trabajo, división laboral, la pesca, el turismo y las desigualdades económicas. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
11 
5.1.1.2.3. Argentina De importancia para mi investigación es el trabajo del antropólogo argentino Fernando A. Balbi (1995), quien se refiere al proceso productivo pesquero en su artículo titulado Las paradojas de la regularidad: algunas consideraciones en torno del papel de los intermediarios en el proceso productivo pesquero del área del Delta entrerriano. A pesar de que se refiere a una actividad pesquera que no ocurre en el mar, su trabajo sigue siendo importante por el análisis que hace de lo que él llama el Proceso Productivo Pesquero. Un concepto que pretendo utilizar en mi investigación macro. 5.1.1.2.4. Costa Rica A finales de la década de 1980 y principios de 1990 en Costa Rica, a través del apoyo financiero de la Universidad de Laval (Québec), se realizan diferentes investigaciones sobre pescadores artesanales de distintas partes del Pacífico costarricense. El encargado de dichas investigaciones fue el antropólogo canadiense Yvan Breton. La intención de estos estudios fue buscar distintas realidades a las que se enfrentan los pescadores artesanales como por ejemplo: el cambio tecnológico, el impacto del turismo,la diversificación de la economía, entre otros. Y. Breton es un antropólogo de gran experiencia en el campo de la antropología marítima y ha formado a muchos otros, incluyendo investigadores latinoamericanos. Ha dirigido trabajos de investigación en Costa Rica, Brasil, Venezuela y México. Sus escritos y los que ha dirigido son de referencia obligatoria para nuestro trabajo. 5.1.1.2.5. Nicaragua Con una fuerte descripción de la actividad económica y una importancia del componente étnico, el antropólogo norteamericano Mark Jamieson (2002) realiza su trabajo de campo en los primeros años de 1990 en una comunidad miskita del caribe nicaragüense, su artículo, La reproducción desigualdades internas y la economía del camarón en una comunidad miskita, habla de varios casos de pescadores y la importancia que para ellos tiene la captura del camarón. Él intenta recoger los nombres populares dados tanto a las especies como al procedimiento que se utiliza para que sean procesados. 5.1.1.3. El caso de España En este país existen diferentes antropólogos que ya han empezado a realizar trabajos en lo que al tema de la gestión de la pesca se refiere. Existen grupos de investigación surgidos desde la Universidad de La Laguna (Galván y Pascual, 1996). Otros desde la Universidad de Girona (Alegret 1998, 2000) y otros desde el País Vasco (Rubio-Ardanaz, 1994). Es más, en los últimos años se han sucedido una serie de Jornadas de Antropología Marítima dedicadas a distintos temas de interés, principalmente en la pesca artesanal, donde han participado investigadores de distintas partes de España (Rubio-Ardanaz, 2003). David Florido del Corral es otro representante de estudios de la antropología marítima en Andalucía, con un sugerente análisis glocalista (Florido del Corral, 2002a). 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
12 
5.1.1.4. El caso de Panamá Desde la antropología, el único trabajo que se ha encontrado y que analiza algún aspecto del sector pesquero panameño es el de Jhon Bort y James Sabella (1986). Este puede servir para contemplar el probable panorama histórico del poblamiento de El Rompío y el aumento de la importancia de la pesca del camarón. En resumen, su trabajo, realizado entre otras comunidades de la Bahía de Parita, señala que antes de 1960 la captura de peces —que implicaba técnicas sencillas y de bajo costo— se efectuaba a través de “anzuelo y cuerda, barredores y corrales”. Era una gran variedad de peces la que se obtenía y la cual era vendida a muchos “compradores de pequeña escala” que revendían el producto en zonas cercanas. La captura de peces resultaba ser más importancia que la del camarón. Los pescadores intercalaban esta actividad con otras como: la agricultura, la ganadería o el trabajo asalariado. Sin embargo, en el transcurso de 1960 la demanda internacional del camarón progresivamente aumento. Esta paulatina expansión del mercado internacional del camarón encausó cambios en las estrategias de pesca y en todos los contextos relacionados a ésta actividad. Un beneficio mutuo fue la construcción de caminos. Además, la implementación de equipos de refrigeración fue otro cambio que propició la importancia del camarón. Para 1986 la pesca del camarón resultó ser más importante que la captura de peces con aleta entre los pescadores de la Región de Azuero (Bort y Sabella, 1986: 383). Los llamados compradores de pequeña escala empezaron a revender el camarón a unas cuantas compañías grandes que procesaban y congelaban el camarón para ser exportado. “Debido a requisitos de capital y equipo necesario, es típico encontrar que sólo hay uno o dos compradores de camarón en cualquier área local. Como el mercado local de camarón es extremadamente limitado, los pescadores no tienen otra alternativa que vender su pesca al comprador local. Los compradores, a su vez, no tienen otra opción que vender a los pescadores” (ibidem: 384). 5.1.2. Los pescadores En el manejo de los recursos marino-costeros intervienen diferentes actores sociales que juegan un papel diferenciado. Esta investigación se enfoca principalmente en los pescadores. Cuando aquí se habla de pescadores se intenta hacer entender que el trabajo entre ellos no sólo incluye aquellos que salen a pescar, sino ellos en conjunto con sus familias, sus relaciones sociales y con otros grupos familiares o individuos fuera de la comunidad de El Rompío. La investigación centró su atención en aquellos que realizan un tipo de “pesca artesanal”. Principalmente ha sido caracterizada así en el ámbito de las instituciones del Estado. Es probable que aquellos pescadores que se incluyen aquí tengan otras maneras de llamarse así mismos, y de seguro es de importancia rescatar este aspecto en futuras investigaciones [Así lo pudieron hacer notar investigaciones hechas en Golfito de Costa Rica, definiéndose los pescadores de la costa como “pichorchos” en contraposición a los de alta mar (Bozzoli de Wille y Chávez, 1987)]. De manera preliminar se les continuará llamando pescadores artesanales. Sin dejar de hacer notar que este término no deja de ser ambiguo, pues también existen diferencias entre todos los pescadores que son llamados de esa manera (Breton y López Estrada, 1989: 65). A este tipo de pesca también se le ha llamado costera para referirse a aquellos pescadores o comunidades de pescadores que trabajan, casi exclusivamente, en la zona del mar territorial, pero sin dejar de considerar sus desarrollos históricos y económicos locales y su geografía particular que 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
13 
también influyen en sus características. En estudios hechos por un equipo de investigadores, patrocinados por la Universidad de Laval (Canadá), sobre comunidades de pescadores costeros entre 1989 y 1990 se concluyó, por ejemplo, que “los productores se caracterizan por una relativa heterogeneidad en cuanto a las especies capturadas, del tiempo dedicado a la actividad y el apogeo de su oficio” (Breton, et. al., 1991: 117). En España, algunos antropólogos se refieren a este tipo de pesca como pesca de bajura, para diferenciarle de la pesca de altura (Rubio-Ardanaz, 1994; Alegret, 1998, 2000). En suma, la pesca artesanal, la pesca costera y la pesca de bajura parecen tener casi las mismas connotaciones. En esta investigación, los pescadores artesanales son aquellos que en el mar sus medios de transportes son los botes, cayucos o pangas con un tamaño que oscila entre los 5 y 10 metros de eslora (largo). Para el caso de los botes y cayucos, estos son hechos con madera de una sola pieza. Las pangas son hechas a base de fibra de vidrio, mucho más livianas que las anteriores. Se pueden operar a través de remos o con motores fuera de borda. Las artes de pesca, generalmente consisten de trasmallo (red agallera) para peces, o un trasmallo con una luz de malla más reducida para la pesca de camarones. También se utilizan diferentes tipos de líneas (palangres) que pueden ser tanto de superficie como de profundidad, o en todo caso el más usual que sería la cuerda de mano. El tiempo en que operan no sobrepasa un día y su tripulación es de entre 2 y 3 personas (González A y otros, 1993). La gran mayoría trabaja en el ámbito familiar o escoge la tripulación de acuerdo al parentesco. Principalmente el tipo de pesca que realizan es múltiple, o sea, que capturan indistintamente diferentes tipos de especies, aunque muchos se especializan en la pesca del camarón. Esta definición podría complementarse con la que ofrece G. Alcalá (1995) para el caso de los pescadores de México. Para ella, el pescador artesanal es “aquel que utiliza artes de pesca no automatizada y embarcaciones de pequeño calado (cayucos, pangas, lanchas de fibra de vidrio), que captura en aguas ribereñas (patrimoniales), y cuya captura se destina a la subsistencia y/o a la venta en un mercado local, regional o nacional” (p. 343). Una definición dela pesca artesanal, no tan alejada de las que ya hemos mencionado, la presenta José Regalado de la Cruz (2004b) para el caso de Panamá, que esta amparada en la legislación panameña. Esta se delimita mediante el tipo de embarcación y las artes de pesca que utilizan. Así tenemos: los botes, “conocido en otros países como cayucos o canoas. Son pequeñas embarcaciones hechas del vaciado de un árbol, impulsadas por remos, velas y en algunos casos con motores fuera de borda. Son ocupadas para actividades de pesca muy cercanas a la costa y de baja autonomía”. Las pangas, “conocidas también como “lancha”. Construidas de madera, fibra de vidrio o aluminio, usando generalmente motor fuera de borda, aunque alguna de ellas ha sido equipadas con motor interno. Los pescadores las utilizan para jornadas de uno o más días en promedio y aunque se alejan más que los botes, los pescadores procuran no distanciarse más allá de donde se vean las montañas del continente. Por último, las lanchas, que “son pequeños barcos construidos de madera, hierro o fibra de vidrio, con motor central y cabina de tripulantes, teniendo una mayor autonomía con una capacidad de pesca que va de 5 a 10 días”. Tomando en cuenta estas definiciones y conceptos, actualmente los pescadores artesanales de El Rompío, en su mayoría se agrupan en lo que sería Las Pangas, construidas en su mayoría de fibra de vidrio, de un tamaño que va de los 5 a 7 metros de eslora. La tripulación está compuesta de no más de 3 personas. Las artes de pesca más utilizados son los trasmallos o redes agalleras. El principal producto de captura es el camarón. Efectivamente sus faenas no sobrepasan de un día y la pesca la realizan sin distanciarse más allá de puntos de referencias continentales preestablecidos. Buena parte de la captura resulta para la comercialización. Sin embargo, otros pescadores también 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
14 
utilizan los Botes, que generalmente son hechos de madera, de no más de 4 metros de largo. Sus principales artes de pesca son la atarraya para la pesca de camarón o la cuerda de mano. No se distancian mucho de la costa, faenando principalmente en el Estero Salado o en su boca, que se encuentra justo frente a la comunidad. Su producción es principalmente para el consumo. 5.1.3. El proceso productivo pesquero Estos pescadores artesanales, en conjunto con otros sujetos sociales, intervienen en lo que F.A. Balbi (1995) ha llamado proceso productivo pesquero, un concepto que pretendemos analizar más ampliamente, reconociendo todas sus facetas, en el proyecto macro (por ahora sólo nos limitamos a describirlo teóricamente). Esos otros sujetos serían: los acopiadores extralocales, quienes cuentan con los medios técnicos, económicos, los contactos y la capacidad de gestión necesarios para acceder a los centros de consumo, en general no viven en la comunidad (Balbi, 1995: 143). Están también los acopiadores locales o intermediarios, los cuales cuentan con una capacidad personal para negociar entre los pescadores y el extralocal. No compran el producto al pescador debido que no cuentan con el capital para ello, sino que se lo ofrecen al extralocal y aseguran que éste se los compre. Ellos sí viven dentro de la comunidad (ibidem: 151-153). Para nuestra investigación, este concepto lo hemos readaptado de F. A. Balbi (1995) quien se refiere al papel que juegan los intermediarios en él. En ese sentido, nuestra investigación tendría un sentido diferente, ya que en nuestro caso, como mencionamos ya, nos enfocamos mucho más en las pescadores y en el impacto que tienen las políticas pesqueras en dicho proceso productivo, aspectos que este investigador no considera en su estudio. Este autor define el proceso productivo pesquero como: 
“un sistema de actividades productivas que se basa en un amplio conjunto de relaciones sociales que sirven 
de sostén a las diversas actividades concretas que lo conforman. Por cierto, la distinción entre las actividades y las relaciones es solamente una operación teórica, puesto que lo que de hecho observamos es 
simplemente un conjunto de acciones: así que cuando hablamos de características del proceso productivo pesquero nos referimos tanto a rasgos del sistema de actividades como a particularidades del conjunto de relaciones” (Balbi, 1995: 140). Él considera que para que este proceso exista debe haber una cierta regularidad, sólo que paradójicamente para que ella exista debe actuar el intermediario. Su definición está más íntimamente ligada a las relaciones sociales que se dan entre estos tres actores sociales. Debido a nuestra experiencia en la comunidad de El Rompío, hemos notado que no están presentes acopiadores locales tal y como los define. Allí los acopiadores locales son aquellos que sí poseen el capital y los medios técnicos para obtener el producto, además de vivir en la comunidad. Algunos son pescadores en la actualidad, otros, poseen pequeños comercios de abastecimiento. Por otro lado, las relaciones sociales de las que él habla sólo tienen que ver con las relaciones de producción, sin hacer notar por ejemplo, aquellas que se establecen entre los mismos pescadores o al interior de sus familias. Con todo y esto su trabajo resulta importante para definir algunos actores sociales que intervienen en El Rompío, así como también para definir ese cúmulo de actividades productivas en torno a la pesca. Se ha considerado que, para el caso de los pescadores artesanales, la pesca, como parte del proceso productivo, consiste en un conjunto de actividades productivas, las cuales serían: apropiación, consumo, transformación y comercialización del recurso marino-costero. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
15 
En el caso de la apropiación intervienen otros aspectos que no son meramente económicos, sino que están caracterizados por aspectos socioculturales relacionados con el aprendizaje del conocimiento que permiten llevar a cabo la actividad de la pesca. Al respecto, varios trabajos de investigación se han enfocado en este aspecto. El aprendizaje supone un profundo conocimiento de los tiempos que, digamos, implica la capacidad de anticiparse a las tormentas reconociendo ciertas características del oleaje, de las nubes, del color del cielo, de la presencia o ausencia de determinadas aves o peces, etc. Tal y como señala J. M. Gatti: 
“El conocimiento que se empieza a adquirir desde muy joven, prácticamente desde niño, es el fundamento 
de esta sabiduría que tienen los pescadores. Ella exige reconocer no solamente los cambios de tiempo y los cambios de clima, si no los efectos que esto tiene sobre la presencia o ausencia de peces, la posibilidad de 
pescarlos según su comportamiento” (Gatti, 1986: 16). Este consiste en un conocimiento, que aun con los cambios, es transmitido de generación en generación y les ha permitido dedicarse a la actividad de la pesca. La asociación entre el tiempo y el clima está a su vez asociada con la migración de los peces, las áreas de pesca, la abundancia de peces y épocas de pesca. Resulta entonces un calendario casi preciso manejado por casi todos los pescadores y con gran exactitud como el de cualquier biólogo marino. Aunque es necesario tomar en cuenta que no necesariamente el conocimiento sobre las áreas de pesca es de tipo colectivo. “Cada pescador de acuerdo a su experiencia, ha desarrollado un conocimiento de sus lugares de pesca preferidos y funciona de manera autónoma en sus decisiones” (López Estrada y Breton, 1991: 31). A todos estos aspectos de la pesca, envueltos en los aspectos de la apropiación y hasta aquí mencionados llamaré en mi investigación conocimiento ambiental. No sólo resulta importante el saber sobre el clima, el tiempo, las mareas, las migraciones de peces o las épocas de pesca, en suma el conocimiento ambiental, sino que también es fundamental la orientación en el mar, que en definitivaestá íntimamente ligada a esta otra sabiduría. Por tanto, el aspecto geográfico, el paisaje, es crucial. Hasta podría decirse que este saber determina la orientación en el mar en conjunto con el conocimiento ambiental. Este “saber orientarse” en conjunto con el “saber del paisaje” es lo que llamaré conocimiento geográfico. Todo este conocimiento está íntimamente ligado al técnico. Es decir, aquel relacionado con las artes y aparejos que son utilizados para la pesca. Su utilización y función depende mucho del tipo de pesca al que se quiera dedicar, la época del año y el lugar donde se realiza. La misma forma de cómo saber utilizarlas y en cuáles circunstancias involucra un sinnúmero de decisiones asociadas a otros aspectos, tanto socioculturales como económicos. 
“Estos conocimientos que combinan lo meteorológico con lo biológico alcanzan a ser sabiduría —y no un mero conocer parcializado—, por el hecho de que estos fenómenos se complementan con un saber técnico 
acerca del tipo de arte de pesca a utilizar para obtener suceso en la actividad; estos conocimientos muy finos y muy precisos que todo pescador termina adquiriendo son los determinantes del buen desempeño en el oficio […] del pescador” (ibidem: 16-17). En otros términos muy simples, este conocimiento está asociado a la naturaleza. Entre estos dos ámbitos existe una estrecha relación. Sin embargo, en la determinación de las artes de pesca también intervienen otros factores como por ejemplo: las exigencias del mercado, la introducción de nueva tecnología y la intervención del Estado (López Estrada y Breton, 1991: 35). A estos aspectos de la tecnología es lo que llamaremos en la investigación el conocimiento técnico. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
16 
Si el conocimiento técnico, el geográfico y el ambiental están relacionados y el primero se ve influido a su vez por otros factores, sería también probable que su incidencia se extienda a los otros. En ese sentido, tratar de entender la incidencia que tienen las políticas relacionadas con el manejo de los recursos marino-costero en estos aspectos resulta crucial. Al igual que, en el ámbito económico, la administración de la unidad de producción. Esto tiene que ver con el cuándo, dónde y cómo se realiza la pesca. Estas decisiones en cierta medida están mediadas por lo lucrativo de la pesca. El cuándo involucra el conocimiento ambiental; el dónde también, pero además la información sobre sitios de pesca que se capta a través de la cooperación entre pescadores; el cómo se refiere a actividades de tierra y mar en donde se define como armar la pesca, quiénes realizaran esta operación, el número de mallas de las redes o el tipo de material que será usado, el tipo de la embarcación, cómo se efectúa el mantenimiento del motor, del bote, de las redes y cómo se seleccionarán los pescadores ayudantes ((López Estrada y Breton, 1991: 45). La idea es optimizar la pesca, de manera que el riesgo de pérdidas económicas sea menor. En resumen, la pesca es mucho más que salir al mar para recoger el producto, implica actividades fuera del mar que incluyen costos económicos y energéticos importantes que deben ser evaluados por los pescadores (Breton y López Estrada, 1989: 60). En el aspecto de consumo y transformación dentro del proceso productivo pesquero, para el caso de los pescadores artesanales, tiene especial importancia la organización familiar en ellos. Es decir, cómo se distribuye el trabajo al interior de la familia. De hecho, dada la naturaleza frágil del producto, es preciso transformarlo o escurrirlo rápidamente, estas operaciones requieren de un trabajo intenso que puede impedir cualquier otra actividad durante cierto período, por tanto debe recurrirse a la mano de obra familiar o doméstica para completar estos procesos (ibidem). Se Considera que es en el aspecto de la comercialización donde tiene mayor relevancia el análisis que hace F. A. Balbi sobre el proceso productivo pesquero y en específico las relaciones sociales que se desarrollan en torno a las actividades productivas. Las relaciones entre los pescadores y los acopiadores extralocales son totalmente desiguales. “El intercambio es desigual en la medida en que el pescador, que no puede conservar fresco el pescado, se ve forzado a aceptar los precios que impone el extralocal, quien cuenta con el camión término y el hielo necesario para hacerlo” (Balbi, 1995: 144). En ese sentido, las acciones de cada actor contribuyen a delimitar las posibilidades de acción de los demás en el seno de cualquier sistema de acción: permiten ciertas prácticas e imposibilitan otras. Es decir, aun cuando el extralocal impone el tipo de relación, las prácticas de los distintos actores sociales conservan un margen de maniobra, debido entre otras cosas a que también existen otras fuentes de recursos que los actores pueden utilizar en sus prácticas, las cuales no siempre están en manos de los extralocales (ibidem). Inclusive, opera lo que Nuria Gamboa y Allen Cordero (1989) han convenido en llamar redes de ayuda mutua. La ayuda mutua viene a representar un tipo de relación social entre unidades domésticas y tiene un valor monetario cuya función es “ser un mecanismo para la reproducción de la fuerza de trabajo” (p. 70). Está basada en un principio de generosidad y solidaridad, de economía de recursos para satisfacer necesidades de reproducción de la población (Gamboa y Cordero, 1989: 71). Esto no implica que esté exenta de intereses, pues se espera implícitamente que si se brinda la ayuda se retribuya el favor. Sólo que, por ejemplo, el hecho de que sea intercambiable en términos monetarios no implica que la ayuda y lo pagado por ella tengan un valor equivalente. Aspectos simbólicos como lo oportuno de la ayuda, el agradecimiento, el reconocimiento o la aceptación social, son más importantes. La ayuda mutua lo que permite es redistribuir el ingreso global de los grupos familiares, coadyuvando de esta manera a la sobrevivencia del grupo en su conjunto. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
17 
En suma, “las relaciones sociales que se tejen en torno a la ayuda mutua se expresan concretamente en un fenómeno social y organizativo al que llamamos redes de ayuda mutua, que es una relación social que está ‘más allá’ de la familia nuclear tradicional y ‘más acá’ del estrato o la clase social” (idem). Es más, la actividad de la pesca, al ser un proceso inestable que depende de múltiples factores inciertos, obliga a mantener este tipo de relaciones sociales, más aun cuando muchos de los pescadores provienen de un sector empobrecido. Desde la antropología marítima, John A. Barnes (1954), en Noruega, ya había hecho estudios relacionados con este aspecto, utilizando el concepto de redes comunales o entramado social (Barnes en Rubio-Ardanaz, 1994: 50). 5.2. Breve aspectos de la pesca en Panamá Panamá es un país con una población de poco más de 3 millones de habitantes y territorialmente pequeño con una extensión de 75,517 Km2. Sin embargo, esto es compensado por los 319,832.8 Km2 de mar territorial (Mckay, 1993), los 180,200 Km2 de zona económica exclusiva en el litoral Pacifico y los 139,624 Km2 en el Caribe (PRADEPESCA, 1995); donde la costa en el Mar Caribe tiene una longitud que se extiende por 1,287.7 kilómetros y la costa Pacífico por 1,700.6 kilómetros (Mackay, 1993). 5.2.1. La productividad del sector pesquero Es la pesca industrial y comercial la que juega el principal papel en la exportación. “El sector pesca tuvo un buen desempeño en el año 2003 al crecer 12.6%. Creció notablemente la captura de peces en alta mar, principalmente atún. Se registra un aumento significativo de 51.5% en el volumen exportado de atún de aleta amarilla, pescado fresco y filete. Las exportaciones de anchovetas y arenques utilizados en la producción de aceite y harina de pescado crecieron en 77.3%” (MEF, 2003: 49). Esabonanza del 2003, ha ido disminuyendo año tras año. En el 2004, este sector tuvo un modesto crecimiento de 1.5%. Lo que ha afectado esto ha sido los bajones de los precios internacionales del camarón, producto de la competencia por el mercado estadounidense que ha sostenido la producción nacional para la exportación de camarones con países exportadores asiáticos (MEF, 2004) [China es el país en el mundo con mayor producción pesquera]. Para el 2005, este sector tuvo un crecimiento de 2.6%, principalmente por el aumento de la demanda exportadora de camarones a pesar de que los precios del mercado se mantuvieron bajos, el aumento del cultivo de camarón fue significativo. Sin embargo, el crecimiento del sector pesca se ve limitado por los altos costos de producción (MEF, 2005). Únicamente el volumen exportado de aceite y harina de pescado fue lo que aumentó durante el 2006. Tanto el volumen como el valor de las exportaciones de camarones disminuyeron. También lo hizo el pescado y las larvas de camarones, éstas últimas con una caída del ¡76.1%! en su valor (MEF, 2006). Aún se mantiene bajo el precio internacional del camarón y la competencia del mercado con países de Asia. El Informe Económico Anual del 2006 observa el sector pesca de la siguiente forma: 
Es evidente que el ritmo de crecimiento del sector pesca se ha frenado debido al efecto de los altos costos de 
operación, por el alza del combustible, que ha ocasionado una disminución en la dinámica de captura y exportación de especies de alta mar y algunas restricciones impuestas a las redes para proteger los delfines 
han desplazado en alguna medida la flota pesquera. Además, la crisis que hoy enfrenta la exportación del camarón también se atribuye a factores ambientales como la contaminación de las costas y el exceso de sedimento en los pantanos y manglares donde la especie crece y se reproduce. Sin embargo, la producción de 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
18 
camarones de estanque sigue siendo muy productiva respondiendo a su máxima capacidad, lo que atenúa en gran medida el deterioro del sector (p. 56). Lo anterior señala un panorama poco halagador de la producción pesquera para la exportación. Aunque el alza del precio del combustible también afecta a los pescadores artesanales, por su bajo costo de operación la pesca artesanal aún sigue siendo un buen medio de subsistencia para ellos, no les genera grandes ganancias, pero les permite una mejor vida. 5.2.2. La pesca artesanal En tanto, los productos del mar (camarones, pescados, y conchas, principalmente) que son consumidos por la población panameña, tanto de las áreas rurales como urbanas, en su mayoría provienen de pescadores artesanales de pequeñas embarcaciones con técnicas y equipos muy sencillos3. Según informes gubernamentales del 2006, la pesca artesanal extrae cerca de 4 millones 731 mil 102 kilogramos de pescado al año; entre un 47 y un 49% es para el autoconsumo. Mientras, entre un 50 y 53% es para su comercialización local, rural, urbana o la exportación (El Panamá América, 22/10/2006). “La pesca artesanal se disemina por las aguas costeras de los golfos de Panamá y Montijo y por las del oriente del golfo de Chiriquí”, así como también por muchas islas en el lado Pacifico. “En el Caribe, la pesca artesanal es menos productiva y se concentra en Bocas del Toro y Costa Arriba de Colón” (Mackay, 1993: 48). En el litoral Pacífico, según datos arqueológicos, el consumo y explotación de los recursos marinos fue muy importante para los primeros asentamientos humanos que se ubicaron en la región central del país (Cooke, 1981, Cooke y Ranere, 1994). Actualmente, alrededor del 83% de la población panameña se ubica en el área de influencia del litoral Pacífico (ANAM, 2003; ANAM, 2004). Una gran cantidad de comunidades pesqueras se encuentran diseminadas por casi toda esta costa. La población total de pescadores artesanales en el Pacifico para 1986, según la Dirección General de Recursos Marinos, ascendía a 6,562 personas (Turner y Carranza, 1987). En 1995, la población creció a 9,370 personas dedicados a la pesca artesanal (PRADEPESCA, 1995)4. Para el 2004, existían en todo el país 6,116 embarcaciones artesanales y 18,348 pescadores artesanales (ANAM, 2004: 65). 5.2.3. Detalles biogeográficos de la pesca en el Pacífico En los golfos del lado Pacífico aparecen “diferencias biológicas entre los ambientes rocosos, los arenosos y los fangosos. Estos últimos, organizados sobre acumulaciones fluviomarinas, poseen manglares o asociaciones costeras en las que Rizophora mangle (mangle rojo) es la especie dominante. En ellas hay varios géneros de moluscos y distintas especies de crustáceos, colúbridos, saurios y algunos mamíferos como los Procyon o gatos mangleteros” (Mckay, 1993: 24). En la Península de Azuero (región central del país) el mar ofrece “una diversa y abundante variedad de recursos marinos. La combinación de un oleaje fuerte, salinas, y de extensos estuarios de mangle crean condiciones que estimulan alta producción biológica y proveen criaderos naturales a muchas especies. Las aguas de baja profundidad cercanas a la costa, proveen también, 
 
3 Del cultivo del camarón también se emplea una gran parte para el consumo local y regional del producto. 
4 Es probable que estas dos encuestas realizadas para la obtención de estos datos no contemplaran aquellos pescadores que se dedican a la pesca, pero que no se encuentran habitando en comunidades de pescadores y combinan esta actividad con otros tipos (agricultor, trabajo asalariado, funcionario público, pequeño comerciante, etc.). 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
19 
excelentes condiciones para los pescadores que usan pequeñas embarcaciones y equipo sencillo” (Bort y Sabella, 1986: 382). En efecto, las poblaciones costeras —tal y como sucedió en el pasado— se benefician abundantemente del ecosistema marino de esta región. Por ejemplo, “las hojas de los manglares, al descomponerse, liberan nutrientes que son aprovechados por procesos oceanográficos que producen un fitoplancton consumido por especies marinas de gran valor comercial. Los estudios indican que casi todas las especies de camarones marinos de importancia comercial en Panamá pasan los primeros meses de su ciclo de vida, refugiados en estuarios bordeados por manglares, donde abunda la materia orgánica que le sirve de alimento. Se reconoce también que unas 30 especies de peces de importancia comercial en el golfo de Panamá viven en estuarios y manglares durante las primeras etapas de su vida” (Mckay, 1993: 28). En estas zonas costeras, estuarinas y poco profundas abundan “las especies de los géneros Polydactiylus (bobos), Cynoscion (corvinas) y Lufjanus (pargos), al igual que Scomberomorus maculatus (sierra). Otro grupo de gran valor alimenticio pero de menores rendimientos está representado por Caranx (jureles) y por las familias Mugelidae (lisas), Centropomidae (robalos), Ariidae (congos, babres), Mullidae (salmonetes) y Serranidae (meros)” (ibidem: 33). Esto se una al hecho de que alrededor de 140 de las 1, 351 especies de peces marinos en Panamá son de interés comercial (ANAM, 2004). Sin embargo, “el desarrollo de las actividades agropecuarias, acuícolas, turísticas y urbanísticas, en los últimos treinta años han provocado la pérdida de 5,647 hectáreas de mangle, por efectos de la construcción de enormes estanques para cultivo de camarones, rellenos para proyectos urbanos y turísticos, construcción de espigones, rompeolas, contaminación industrial, doméstica, por agroquímicos, derrames petroleros, así como por la producción de carbón vegetal, postes e insumos de construcción” (ANAM, 2003). Además, “se observa que las descargas de aguas residuales en los cuerpos de aguas cercanos a ciudades y comunidades urbanas va en aumento” (ANAM, 2004: 62). La AutoridadMarítima ha comprobado contaminación de la zona costera en varias ciudades costeras del Pacífico, incluida Aguadulce, cuidad donde se concentra este estudio. En el 2005, pescadores artesanales del Puerto de Aguadulce denunciaron la contaminación de los manglares y esteros, productos de la actividad del mismo puerto, las compañías camaroneras y azucareras, muy cercanas al área (El Panamá América, 22/04/2005). 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
20 
Nota: Nótese la amplitud de esta bahía y la forma en que limita con Aguadulce. 
Fuente: Google Hearth. 
Vista Satelital Nº 2 Ubicación Geográfica de Aguadulce 5.3. Aguadulce y su incorporación al sector pesquero El distrito de Aguadulce política y administrativamente pertenece a la actual provincia de Coclé, una de las cuales forma el bloque de las provincias centrales del país (Herrera, Veraguas y Los Santos son las otras), y posee una extensión aproximada de 4,827.3 km2. Junto con el distrito de Aguadulce, está además conformada por los distritos de: Natá, Olá, Penonomé, La Pintada y Antón. El censo del 2000 registró una población de 202, 461 habitantes en dicha provincia. Fue creada en 1855 con el título de departamento, y en 1886 su nombre definitivo de provincia de Coclé. Según el censo de 1870, su población era de aproximadamente 31,888 habitantes. Actualmente, limita al norte con las provincias de Colón y Veraguas, al sur con la Provincia de Herrera y el Océano Pacífico, al este con la provincia de Panamá y al oeste con la provincia de Veraguas. 5.3.1. Los inicios del distrito de Aguadulce Oficialmente Aguadulce fue fundada, como distrito parroquial, el 19 de octubre de 1848, separándose del distrito de Natá de los Caballeros. Para aquel entonces su importancia como poblado radicaba en la presencia de un puerto natural, en la Bahía de Parita, que comunicaba esta parte de la región central del país con la Ciudad de Panamá. Por este Puerto, principalmente, salían 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
21 
materias primas y llegaban objetos suntuarios y herramientas de trabajo. Muchos viajeros y nativos utilizaban esta rada para sus travesías hasta la capital y para el envío de mensajes. A principios del Siglo XX, Mariano Prado, maestro y escritor de Natá, lo describe de la siguiente manera: 
“Visitado regularmente todas las semanas su puerto por uno o varios vapores de la Compañía Nacional, por el Taboga cada quince días y con frecuencia por no pocos buques de vela siendo los principales: el San Juan, la Mary Hill, El Ligero, El Triunfo, ora demuestra el tráfico activísimo de la población, ora importando los productos extranjeros, ora exportando los propios” (González Bazán, 1996: 24-25). Un poco, después, en 1926, uno de los fundadores del distrito de Aguadulce, Sebastián Sucre, menciona la utilidad del Puerto y el trasiego de mercancías desde el Siglo XIX: 
“Desde el comienzo del siglo pasado…, la navegación se practicaba en lo general en ‘canoas’, buques de una sola pieza con velas de trapo; así se hacía todo el comercio de cabotaje. Los productos de exportación consistían en sal, canela, azúcar ‘de pilón’, quesos, cueros, suela, monturas ordinarias, granos, aves, huevos y 
carne ‘de macito’ (salada y seca al sol) que se llevaban principalmente a Panamá, Taboga, y puertos intermedios. En buques inseguros como aquellos, la navegación se hacía por toda la costa, gran parte a palanca, en pleno día, pues en la noche se suspendía para echar ancla” (p. 45). Este trasiego de manufacturas, materias primas, personas y productos importados a través del Puerto de Aguadulce contribuía enormemente a la economía local; facilitando a los ganaderos y terratenientes la venta de la carne del ganado vacuno, ocupando un buen cúmulo de personas en el transporte, estiba y cuidado de las cargas, abonando al negocio de posadas y otra serie de servicios ligados a las dinámicas de puertos. Sin embargo, en Aguadulce también se practicaba la agricultura de subsistencia y en mayor medida la ganadería. La ciudad de Panamá era abastecida por carne procedente de la región central del país que en su mayoría zarpaba en embarcaciones desde Aguadulce. “Tiene en primera línea el ganado vacuno que por exportación deja una renta regular al distrito y es una de las fuentes de riqueza local”, manifestaba M. Prado a principios del Siglo XX (Gonzáles Bazán, 1996: 25). “¿Qué panameño existe que no haya usado la sal de Aguadulce? Elaborada en la inmensa marisma situada al Este, pingüe es el rendimiento que produce a sus propietarios”, otra vez vuelve a recalcar M. Prado (idem). Un producto que desde el mismo Siglo XIX ya se comercializaba en otras regiones fuera de Aguadulce. Que mantendría un buen auge en su volumen de producción hasta finales del siglo XX (nótese cómo se describe como un producto “pingüe en rendimiento”, lo cual denota el bajo costo en que era comercializado). Ese auge comercial de Aguadulce, ligado a su puerto, se vio desmejorado entre 1899 y 1902 a causa de la Guerra de los Mil Días: una guerra civil entre liberales y conversadores que asoló a Colombia, y a Panamá como parte de ésta, durante el Siglo XIX. Aún hoy se recuerda la Batalla de Aguadulce de 1901, donde el ejército liberal vence al conversador, apostado en la ciudad de Aguadulce. Las consecuencias del conflicto armado continuaron hasta después de la separación de Panamá de Colombia, en 1903. De esta manera describe M. Prado el asunto: 
“¿Cuántas familias gimen hoy en la miseria gracias a la revolución?... Lástima daba ver a Aguadulce al 
siguiente día de firmarse el tratado Wisconsin, el 21 de noviembre de 1902… Calles enteras completamente destruidas. Madres rodeadas de hijos hubo que tras la pena de haber perdido a su esposo querido, al salir de sus garitas, en donde pasando penalidades sin cuento, tuvieron que implorar caridad pública para hospedarse habiendo caído su vivienda, víctima del proyectil destructor. Otra sería la riqueza del país si las numerosas reses que apacentaban en el llano no hubiesen caído unas veces bajo la mano de un enemigo personal que en 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
22 
ellas saciaba su venganza, otras sirviendo de blanco al desocupado soldado que en eso hallaba su pasatiempo. Todo eso aparte de las necesidades por ambos ejércitos” (Gonzáles Bazán, 1996: 27-28). No obstante, sin duda existió una recuperación de las secuelas de la guerra y el Puerto de Aguadulce continuó siendo un gran polo comercial del distrito y de la región central del país. Más cuando a partir de 1920 inicia la fuerte introducción de la agroindustria capitalista mediante la instauración de ingenios azucareros. Para 1911, los Del Valle Henríquez contaban con un moderno ingenio para la elaboración a vapor de azúcar de caña. A mediados de la década de 1910, entre los poblados de Natá, Pocrí y Aguadulce (como existe actualmente), se encontraba la finca más grande de caña de azúcar, propiedad de Rodolfo Chiari (presidente entre 1924-1928), denominada La Estrella; la cual poseía maquinaria para el beneficio de éste rubro, así como también automóviles para el transporte de las cañas durante los períodos de zafra (Quintero, 1993: 8). En resumen, en las primeras décadas después de la fundación del distrito de Aguadulce y en los inicios del Siglo XX y Panamá como república independiente, tanto la vida cotidiana como la actividad comercial estuvieron ligadas al Puerto de Aguadulce. A su vez, la ganadería, la producción de sal y azúcar de caña fueron otra serie de actividades que emplearon a se población, que, para 1911, era de 5, 986 personas en todo el distrito. La pesca no resultaba una actividad importante y empleaba a pocas personas, sobre todo para la subsistencia económica, para lo cual se usabancomo técnicas de pesca: el cordel, los atajos, corrales y pequeñas redes. Dicho sea de paso, debemos recordar que la primera Constitución de 1904 ni siquiera contemplaba la regulación ni el fomento de la actividad pesquera (Sánchez Saavedra, 2006b). 5.3.2. Algunos aspectos de la población de Aguadulce durante el siglo XX Al constituirse la ciudad de Aguadulce en un puerto nacional importante durante el siglo XIX y, por lo menos, hasta la primera mitad del siglo XX (cuando se sustituye definitivamente el trasiego de mercancías mediante el uso de la carretera que conectaba a la ciudad de Panamá, iniciada en la década de 1920 y terminada durante la Segunda Guerra Mundial), su población era bastante diversa y con influencia de personas de distintas nacionalidades, a pesar de ser minoría. “Es la población más cosmopolita del interior, debido a su situación central con respecto de las provincias de Coclé, Veraguas y Los Santos. Varios hoteles, aunque pequeños, pueden dar alojamiento cómodo a los viajeros a precios módicos”, advierte M. Prado (González Bazán, 1996: 27). Sin embargo, la población del distrito mayoritariamente era mestiza y panameña, según lo estimado en los tres primeros censos del siglo XX. 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
23 
Nacionalidad Hombres Mujeres Total
Colombiana 24 1 25
Costarricense 3 0 3
Cubana 5 0 5
China 3 0 3
Española 8 0 8
Norteamericana 3 1 4
Francesa 4 0 4
Británica 1 0 1
Italiana 16 1 17
Mexicana 1 0 1
Otras 3 0 3
Totales 71 3 74
Diferentes Nacionalidades que habitaban el Distrito de 
Aguadulce para 1911.
Nacionalidad Hombres Mujeres Total
Colombiana 26 3 29
Costarricense 2 5 7
Cubana 4 0 4
China 19 0 19
Española 5 2 7
Norteamericana 2 0 2
Antillana (francés) 5 1 6
Antillana (inglés) 28 2 30
Francesa 5 1 6
Holandesa 1 0 1
Italiana 13 4 17
Mexicana 1 0 1
Nicaragüense 2 0 2
Peruana 0 2 2
Venezolana 2 2 4
Otras 2 1 3
Totales 117 23 140
Diferentes Nacionalidades que habitaban el Distrito 
de Aguadulce para 1920.
Cuadro N° 1 Estos Cuadros N° 1 y Nº 2, a modo de ejemplo, muestran las distintas nacionalidades que habitaban en el distrito de Aguadulce. Puede notarse que la mayoría de ellos eran de nacionalidad colombiana, italiana, española y china. Para 1920, aumentan la cantidad de población china y antillana, resultado del cese de los trabajos de la construcción del Canal. Hay que notar también que la mayoría eran hombres, que seguramente fueron formando sus hogares con la población de mujeres presentes en Aguadulce. Dicho sea de paso, la población de mujeres registradas en los tres primeros censos nacionales muestra una diferencia cuantitativa por arriba de 200 personas, con respecto a los hombres. Cuadro N° 2 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
24 
Aunque la dinámica comercial de puerto influía en la vida de sus pobladores, lo hacía mucho más de forma directa en la propia ciudad. Para 1920, el Censo determinó que un 29.9% de la población del distrito era urbano, o sea 2,075 personas, mientras que 4,852 personas, el 70.06%, era población rural. Lo cual sugiera que gran parte de su población, que sumaba 6,927 habitantes, dependía de la agricultura de subsistencia, así como también del trabajo como jornalero durante los períodos de zafra de los ingenios azucareros presentes en la zona. Posiblemente también, por la cercanía a la costa, la pesca era practicada de forma esporádica y para el consumo local, junto con la producción de sal para la comercialización. Los denominados barrios que componían la ciudad de Aguadulce, en 1920, eran los siguientes: Aguadulce cabecera, con una población de 2, 025 personas; El Puerto, poblado por 38 personas; Estero Salado con 86 personas; El Coco con 240; Loma del Pájaro con 163; en La Cruz, 39 personas; Palo Blanco, 58 personas; Las Salinas con 67 personas, y Panchillo con unas 34 personas, para un total de 2, 750 habitantes. Unos datos que van indicando ya la existencia de pobladores y sus viviendas cerca de toda esa zona llana de salinas, cocoteros, esteros, manglares y lagos salobres naturales en la costa, donde hoy se encuentran la Playa El Salado, El Rompío y las Salinas de Aguadulce. El Coco, como aún hoy se le conoce, actualmente es atravesado por la vía que va hasta la playa. Aunque con la debida reserva en la confianza de los datos5, Se observa cómo en el Cuadro N° 3 (página siguiente) prevalecen los oficios de agricultores, jornaleros, comerciantes y domésticos, que aglutinan a la mayor cantidad de personas ocupadas. Nótese entonces cómo la labor doméstica era un oficio predominantemente femenino. Eran los hombres quienes principalmente se ocupaban de actividades que eventualmente serían remuneradas en dinero. Destaca también la existencia del oficio de pescador. El Cuadro muestra a un total de 28 Improductivos, a los que habría que agregarle, la población de niños y niñas menores de 10 años, que suman 1,194. 
 
5 Para el Censo de 1911, Nicolas Victoria Jáen dice lo siguiente sobre el Censo: “Hablando en rigor, la perfección en los censos es cosa que no han alcanzado aún los países adelantados, por lo que nada de particular tendría que el que acaba de hacerse en Panamá adoleciera de defectos…” (1917: vi). Sobre el Censo de 1930, José A. Zubieta nos dice: “No tengo la pretensión de creer que el Censo de 1930 sea una obra perfecta…” (1931: 7). Estos dos personajes, en su momento estuvieron encargados de la elaboración del Censo, de acuerdo a lo que cada uno menciona, mal haríamos si creemos ciegamente en los datos que proporcionan. De hecho, el Censo de 1940 considera que los cálculos de población hechos en los Censos de 1911 y 1920 fueron sobreestimados y por decreto se exageró la cantidad de población (Censo de Población de 1940, 1944). 
Segunda Etapa: El Impacto de las políticas pesqueras 
El Caso de El Rompío como avance y sustento de la propuesta 
25 
Oficio Hombres Mujeres Total
Agricultores 479 10 489
Jornaleros 826 1 827
Vaqueros 5 0 5
Ganaderos 24 0 24
Hacendados 0 0 0
Pescadores 16 0 16
Tejedores de sombrero 1 0 1
Curtidores de Cuero 11 0 11
Panaderos 4 16 20
Carniceros 7 0 7
Sastres 1 0 1
Costureros 0 78 78
Zapateros 5 0 5
Carpinteros 25 0 25
Pintores 3 0 3
Carroceros 17 0 17
Talabarteros 7 0 7
Comerciantes 157 4 161
Empleados de comercio 11 2 13
Oficios domésticos 17 1828 1845
Improductivos 12 16 28
TOTALES 1628 1955 3583
Oficios en el Distrito de Aguadulce, Censo de 1920
Cuadro Nº 3 Para la década de 1930, había en el distrito un total de 1,454 viviendas y una población de 7,118 habitantes. Lo que resulta un crecimiento población bastante bajo de 2.7%6. Las cantidades de población con algún nivel de preparación educativa y de población analfabeta, casi eran similares. Había 3,099 personas con enseñanza primaria, 164 con segunda enseñanza y 45 profesionales. En cambio, 3,810 habitantes no tenían ningún tipo de enseñanza formal. En otros términos, el 46.5% de la población tenía algún nivel de preparación educativa (de ese porcentaje, el 93.7% enseñanza primaria) y el 53.5% no tenía ningún nivel de instrucción. 
 
6 Posiblemente sea un error del mismo Censo de 1930 o una severa emigración de la población a otras regiones del país: ¿será el efecto de la gran depresión económica mundial de 1930? El análisis del Censo de 1940 sobre los datos de los censos anteriores es revelador, refiriéndose a lo bajo del aumento poblacional para los distritos de Penonomé, Aguadulce y Olá: “Indudablemente no pueden explicarse estos aumentos tan pequeños, dada las circunstancias de que las condiciones locales continúan más o menos en el mismo plano de 1920, sino por una creciente migración de individuos de estos distritos, penonomeños y aguadulceños especialmente

Continuar navegando