Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 La profesión de antropólogo en el Estado español: Construyendo itinerarios profesionales fuera de la academia. Rafael Tomás Cardoso, PhD. E-mail: rafa.antropo@gmail.com. Profesor contratado UEM/UEMC. Resumen: El desarrollo de una carrera profesional fuera de la academia constituye uno de los principales retos para la Antropología Social, desde su institucionalización y formalización como carrera universitaria autónoma, que debe ofrecer competencias y una capacitación ocupacional para afrontar opciones de empleo de sus recién titulados. A partir del análisis de sus retos y posibilidades, es preciso definir y difundir los perfiles profesionales para el antropólogo, en distintos ámbitos donde la disciplina puede realizar importantes aportaciones como la Antropología aplicada a la intervención social y la mediación intercultural, la cooperación y desarrollo comunitario, la Antropología Médica y de la Salud, la Antropología del Trabajo y de las Organizaciones, la Antropología de los Negocios (con proyecciones en ámbitos como el Etnomarketing o la experiencia del consumidor/usuario) o la gestión del patrimonio etnológico y cultural. Palabras clave: Profesionalización de la Antropología, Antropología Aplicada, perfiles profesionales, oficio de antropólogo. 1. Introducción. La configuración de un modelo de carrera profesional fuera de la academia para la Antropología, constituye uno de los principales retos para el futuro de la disciplina. Una urgencia que se hace mayor desde su institucionalización como una carrera universitaria autónoma, a comienzos de este siglo, y que debe ofrecer a sus estudiantes la adquisición de unas competencias y capacitación para afrontar opciones de empleo para sus recién titulados. Para alcanzar este objetivo, el perfil de antropólogo cuenta con dificultades como la fuerte competencia de profesionales de áreas cercanas, la baja especialización y escasa formación aplicada dentro de sus programas de formación frente a los profesionales y ramas competidoras, así como el escaso reconocimiento (y conocimiento) público de la competencia profesional del antropólogo. Sin embargo, también la disciplina cuenta con potencialidades como unas menores restricciones 2 teóricas y metodológicas en el trabajo antropológico aplicado frente a otras disciplinas próximas (Psicología, Sociología…), una mayor flexibilidad y mirada abierta a la participación en equipos interdisciplinares, la capacidad para el desarrollo de diseños de investigación e intervención adaptados a los contextos, o la apertura a posibilidades de experimentación e innovación en el uso, triangulación y definición de las técnicas aplicadas de investigación/acción. A partir de estas particularidades y posibilidades características de la disciplina es preciso definir y difundir unos perfiles profesionales del antropólogo, visibles y valorables en distintos ámbitos donde la disciplina puede realizar importantes aportaciones como la Antropología aplicada a la intervención social con poblaciones desfavorecidas, la mediación intercultural y educación intercultural, la cooperación y contribución a los proyectos de desarrollo, el trabajo y desarrollo comunitario, la Antropología de la Salud (incorporando perspectivas socioculturales de la salud/enfermedad/ cuidados en equipos de investigación en Salud Pública, y análisis bioculturales de los procesos vitales humanos), la Antropología del trabajo en ámbitos como las culturas del trabajo y culturas del desempleo, la Antropología de los Negocios (con proyecciones en ámbitos específicos como el Etnomarketing, la experiencia del consumidor/usuario, el comportamiento del consumidor o la investigación de mercados), la Antropología Organizacional y sus aproximaciones al análisis de del comportamiento organizacional y las culturas de empresa, o la gestión del patrimonio etnológico/cultural y la museografía. 2. Estado de la cuestión. Esta cuestión de la profesión de antropólogo “fuera de la academia” para los titulados en Antropología ha tenido un desarrollo destacable en el mundo anglosajón, y en menor medidas, en algunos países europeos. La importancia del (auto)conocimiento y seguimiento de la actividad dentro del colectivo profesional, ha sido ampliamente atendida en instituciones de referencia para la disciplina como la American Anthropological Association (A.A.A., 1987 y 1999; Terry-Sharp, 2009; Turner, 2002) o la National Association for the Practice of Anthropology (Harman, Hess & Shafe 2000; Singer, 1994), quienes llevan años realizando encuestas para un mejor conocimiento de la composición y características de su colectivo, sus campos de especialización y ámbitos de trabajo. En una dirección similar, numerosas universidades y profesores de la disciplina, realizan guías informativas y de orientación profesional para los alumnos de sus planes de estudio, difundidas a través de sus webs y editadas en libros de apoyo al 3 desarrollo profesional y guías en torno a las opciones de carrera en Antropología (Briller & Goldmacher 2009; Camenson, 2004; Gwynne, 2002 y 2003 Kedia & Van Willigen 2005; Kedia, Wallace & Guerron-Montero, 2008; Nolan, 2003, 2013 y 2017; Omohundro, 2001; Stephens, 2002). Aunque con un desarrollo menos amplio, también los antropólogos europeos y su agrupación profesional en la European Association of Social Anthropologists (EASA) ha trabajado en dar apoyo a este conocimiento (interno y externo) y visibilización del colectivo , así como a la difusión del papel de los antropólogos profesionales en campos aplicados (Fotta, Ivancheva & Pernes, 2020), con crecientes desarrollos internacionales como ámbitos aplicados de investigación y estudio (dentro y fuera de la Academia) como el mundo del trabajo y la empresa, la salud o la acción humanitaria, etc; así como una serie de estudios sobre el estado y situación de la Antropología en Europa y sus distintos países, que durante los años del cambio de siglo, sirvieron de base a la reformulación y modernización de la disciplina en distintos países, y en el caso de España, a la construcción del nuevo planteamiento de los planes de estudio, en convergencia con el Espacio Europeo de Educación Superior y las orientaciones del Proceso de Bolonia. 3. Método. Se aborda la revisión de la literatura, registros e información de instituciones de referencia, en torno a la historia reciente de la disciplina, y en particular, en torno al tema clave de la promoción de la profesionalización de la Antropología en España. Partiendo de la revisión bibliográfica y de fuentes secundarias vinculadas (informes, encuestas y estadísticas), se aborda un apunte de descripción de los principales perfiles profesionales del colectivo de antropólogos, y el panorama de inserción laboral de éstos. Y seguidamente, se plantea una reflexión sobre las posibilidades y limitaciones profesionales para los titulados en Antropología en el Estado español. En esta línea, y partir de un modelo DAFO de análisis estratégico del problema (Kumar et al. 2004), se definen las posibilidades y retos para el desarrollo de una carrera fuera del ámbito académico en distintos ámbitos de actividad., 4. Desarrollo. Una breve historia de la Antropología española nos describe un rol antropólogo, en su forma tradicional, como profesional estrictamente académico (Santos y Massó, 2003). La 4 creación de una licenciatura específica de segundo ciclo en los años noventa, apoyaba la posibilidad de reforzar y visibilizar perfiles de antropólogos aplicados como profesionales fuera de la academia, y dada la procedencia de los egresados desde otras titulaciones previas (Enfermería, Educación, Psicología, Sociología, Trabajo Social…) ofrecía la posibilidad de proyectar la presencia y conocimiento de la Antropología y sus posibles aplicaciones en múltiples ámbitos de actividad.Y la incorporación de perfiles mixtos en estos campos, establecía puentes a líneas de colaboración y formas de abordaje interdisciplinar de los ámbitos de trabajo de estos sectores: intervención social, salud, empresa, negocios... Como instituciones claves de apoyo al desarrollo profesional y social del colectivo, cabe señalar la contribución derivada de la fundación de la Federación de Asociaciones de Antropología del Estado español (FAAEE) en 1981, con motivo de la celebración del II Congreso de Antropología celebrado en Madrid en este año. Si bien, los componentes de estas primeras Asociaciones se vinculaban a la actividad y los profesionales académicos, la composición de estas agrupaciones de profesionales y practicantes de la Antropología se fue modificando con el inicio del nuevo siglo. Y en línea con un intento de adaptación a estos cambios y transformaciones en el colectivo, en 2017, la FAAEE cambió su denominación por la de Asociación de Sociedades de Antropología del Estado Español (ASAEE), buscando lograr un mayor alcance dentro del colectivo, y promover una política integradora de la institución. Si desde sus inicios, las asociaciones incluyeron en sus objetivos la promoción profesional de los antropólogos, a partir de los años del cambio de siglo, éstas convirtieron en un elemento prioritario de su actividad la promoción de una creciente profesionalización del colectivo, y el esfuerzo de visibilización de los perfiles profesionales del antropólogo. 4.1. Antropología fuera de la Academia. 4.1.1. La promoción de carrera de antropólogo fuera de la academia en el mundo anglosajón. Durante mucho tiempo, el modelo de profesionalización de la Antropología Social característico en el Estado español (así como en bastantes países europeos), circunscribía la actividad del antropólogo a la docencia/investigación universitaria, y en contados casos, a prestar servicios como técnicos de Administraciones Públicas en ámbitos de la gestión del patrimonio cultural o de la intervención social. Sin embargo, en el caso del 5 modelo profesional anglosajón, y especialmente en el norteamericano, la concepción de la actividad del oficio de antropólogo se amplía a numerosos ámbitos en el campos de la empresa, la salud pública, la investigación de mercados y el marketing, el diseño de productos y otros campos emergentes, ligados a nuevos sectores y realidades tecnológicas, como los estudios de la experiencia de usuario/cliente en el sector tecnológico o el análisis de la información cualitativa o thick data en el complejo mundo de las redes de información masivas y telemáticas. Para la gestión y promoción eficaz del colectivo profesional, resulta de interés disponer de datos sobre sus tendencias, composición y orientaciones por especialidades y áreas de actividad. En esta dirección la AAA realiza encuestas e informes periódicos, respecto al panorama del colectivo de antropólogos en formación y en ejercicio, dentro o fuera de la Academia, y de los ámbitos donde desarrollan su actividad (Fiske et al., 2010; Rud, Morrison, Picciano & Nerad, 2008; Turner, 2002); así como abordando otras cuestiones de mayor detalle como el género o el clima de relaciones interprofesionales dentro del colectivo (Brondo, 2009). En el caso de nuestro país, salvo breves aproximaciones en el ámbito del colectivo de antropólogos físicos (Tomás y Varea, 2017) apenas disponemos de datos sobre las características del colectivo, orientaciones y perfiles de los antropólogos españoles. En Europa, la EASA firmaba la “Declaración de Praga” en su reunión del 15 de octubre 2015, y con relación a su reflexión en torno al estado de la disciplina en Europa, se presentaba un documento relevante en la práctica de la Antropología Social en Europa con el informe “¿Porqué es importante la Antropología?”. Sin embargo, aunque algunos países como Holanda o Italia tienen una presencia importante en ámbitos profesionales como la Antropología Médica, y en los países nórdicos existe una creciente presencia de los antropólogos en campos como los Negocios y el Marketing, existe un largo camino en la promoción de perfiles profesionales “no académicos” del antropólogo. 4.1.2. El oficio de antropólogo en España. Frente a la consolidación de la Antropología fuera de la Academia en países como los EE.UU., el retardo de este camino en otros países, plantea intentos de identificación del problema y las rutas posibles hacia la profesionalización del antropólogo “no académico”. En nuestro cercano marco latinoamericano numerosos trabajos y propuestas han intentado abordar estas cuestiones (Echeverri 1997; Escamilla, Salmeroni & Valladares, 2007; 6 García-Gavidia, 2007; Matta y Planes, 2016). Y en el caso de España, durante marco del cambio de siglo y con el desarrollo de esfuerzos dentro de la disciplina por la redefinición y reformulación de los planes de estudios para su adaptación al Espacio Europeo de Educación, tomará fuerza la reflexión y discusión en torno a la situación y posibilidades de profesionalización de la Antropología Social y Cultural (Bullen y Urquijo, 2017; Santos y Massó, 2003; Valdés, 2012). En el año 2004 se constituye la “Comisión para el Grado de Antropología Social y Cultural”, y en el núcleo de los debate de estos grupos de trabajo estaba el interés esta problemática de la profesionalización, que estuvo presente en la confección de las distintas memorias de acreditación de los Grados de Antropología Social y Cultural desarrollados en múltiples universidades españolas. En 2007 crea la “Comisión de Profesionalización de la Antropología” dentro de la FAAEE (ahora ASAEE), con la aspiración de recuperar el ya antiguo anhelo de creación de un colegio profesional de antropólogos. Ese año, esta comisión realiza un estudio sobre la inserción laboral del colectivo, que publica el siguiente año (Subcomisión Perfiles Profesionales, 2008). Un registro de evidencias en torno a las posibilidades y retos para la profesionalización de la disciplina apoyada por otros estudios sobre la inserción de los titulados en Antropología Social y Cultural, por parte de algunas universidades, como el caso de la Universidad Autónoma de Madrid o la Autónoma de Barcelona (Observatorio de Empleo de la Universidad Autónoma de Madrid, 2014; Observatori de Graduats de la Universitat Autónoma de Barcelona, 2008). Desde la Comisión para la Profesionalización de la Antropología se crea en el año 2012 el Portal Estatal de Antropología, como herramienta de difusión y registro de los profesionales antropólogos en las emergentes redes virtuales, orientado a promover la visibilización de la Antropología. Gestionando una base de datos de expertos, abierta y de libre acceso, donde se presentan diversos perfiles de actividad (en ámbitos académicos y o fuera de estos). Desde la FAAEE se esta reactivando el interés por el debate y reflexión en torno a esta cuestión, como queda patente con la inclusión de dos simposios sobre profesionalización en su XV Congreso Nacional de Antropología; y dedicando un espacio específico de su página web a “La profesión de antropólogo/a: ámbitos de aplicación del conocimiento antropológico y mercado de trabajo”. 7 4.1.3. La carrera de antropólogo en España: Un mirada al panorama tradicional. Desde la institucionalización de la Antropología Social como especialidad, en la década de los setenta del pasado siglo, dentro de planes de estudios de Licenciatura en Sociología o de Licenciatura en Geografía e Historia, o de sus independencia relativa como licenciatura de segundo ciclo en Antropología Social y Cultural, a la que se accedía después de cursar otra titulación o el primer ciclo de éstas, en la década de los noventa; la característica común de todo este periodo es que los titulados tenían una titulación distinta a la de su especialidad o segunda licenciatura.Y en su mayoría, salvo aquellos contados casos que accedían a las vías tradicionales de ejercicio de la profesión de antropólogo social en la academia o las contadas plazas en las Administraciones, solían ejercer su actividad profesional a través del uso público de su condición ocupacional asociada a la primera titulación: profesores de secundaria, sociólogos, investigadores de mercados, enfermeras, psicólogos, maestros y educadores… De hecho en el Informe de Ocupación 2008 (Subcomisión Perfiles Profesionales (2008), solo el 42,7 % de los profesionales encuestados (N=225) declaraban presentarse como “antropólogos”, y otro 42,7% señalaban que solo en ocasiones (ver Figura 1). Figura 1: Distribución de la forma en que se presentan los profesionales antropólogos. Fuente: Subcomisión Perfiles Profesionales (2008). Así, los itinerarios tradicionales de actividad profesional de la Antropología Social en España, durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años de este nuevo siglo fueron la enseñanza/ investigación universitaria dentro del área de conocimiento de Antropología Social, que logra su reconocimiento en el polémico proceso de acreditaciones a comienzos de la década de los ochenta, en el marco y bajo el amparo del 42,70% 42,70% 11,10% 3,60% ¿Te presentas como antropólogo? En ocasiones Sí, siempre Nunca ns/nc 8 emergente Estado de la Autonomías y su creciente interés por el estudio de las identidades y particularismos regionales. Una situación que favorecerá el crecimiento de unidades docentes de la disciplina en numerosas universidades, y seguidamente, de especialidades y planes de estudios de Licenciatura. Y de un modo, bastante más minoritario, la investigación básica en centros oficiales (Estatales o Regionales), también vinculada a este mismo proceso de interés por determinados ámbitos y aplicaciones de la disciplina en las nuevas Administraciones regionales que fueron apareciendo en el marco de las distintas Autonomías, y apoyaron dentro de sus apuestas por la recuperación, estudio (y en ocasiones, resignificación) de sus realidades socioculturales tradicionales, culturas populares y manifestaciones folklóricas, la formación de equipos de investigadores y divulgadores de estas realidades, y de conservadores y promotores de museos etnográficos y etnológicos… Muy posiblemente, las nuevas instituciones dedicadas a la puesta en valor de las identidades y patrimonios culturales de las distintas regiones del Estado, también ampliaron en algunos casos, este interés por la investigación sociocultural al estudio de otros ámbitos como las culturas urbanas, grupos en riesgo de exclusión/marginación social y otras realidades de diversidad cultural en contextos urbanos crecientes. Y seguidamente a un panorama nuevo, y cada vez más diverso, al que se suma con el cambio de siglo, el nuevo ámbito de trabajo de los marcos multiculturales asociados a la inmigración que llegaría en estos años al Estado español, cambiando el paisaje sociocultural de ciudades, escuelas, barrios, usuarios de servicios de salud, etc; que requería de la participación de expertos en el estudio sociocultural y la mediación intercultural (VV.AA. 2009). 4.1.4. Tendencias recientes en el proceso de profesionalización en el Estado español. Con la implantación de un exclusivo programa de estudios en el Grado de Antropología Social y Cultural, la búsqueda de nuevos nichos profesionales se convertía, y así esta sucediendo, en un reto improrrogable para las nuevas promociones de titulados. Así, frente a este panorama, y con el reto de la empleabilidad de los jóvenes antropólogos de los últimos años, es preciso considerar que este colectivo ya no asimilable por las vías tradicionales de ocupación; y sin el recurso a una ocupación alternativa, estas nuevas y recientes generaciones de titulados se estarían enfrentando, de un modo particular y 9 obligadamente creativo a la necesaria construcción de sus perfiles particulares, con orientación hacía nichos ocupacionales propios. Unos proyectos e itinerarios profesionalizantes en los que resulta calve la especialización formativa (con master y cursos de especialización en ámbitos de Antropología Aplicada o en campos relacionados a éstos: investigación social, intervención psicosocial y socio-comunitaria, salud pública, estudios de mercados, gestión de personas…), la lucha por la visibilización de estos perfiles en el mercado laboral y puesta en valor de sus competencias y el acceso (lento y costoso) a ocupaciones en campos complejos, y en competencia con profesionales de disciplinas cercanas y competidoras en estos nichos ocupacionales, tales como ONGs, equipos de intervención sociocomunitaria, programa de cooperación al desarrollo, equipos multidisciplinares de salud, consultoría empresarial… Figura 2: Distribución de las frecuencias de los principales ámbitos estimados como campos de trabajos de los estudiantes de Antropología. Fuente: Comisión del Grado de Antropología (2005). Con una mirada amplia de las aplicaciones de una Antropología Aplicada y Práctica (Joy, Rana & Joshi, 2014; Pink, 2006), siguiendo como referente los antecedentes del mundo anglosajón (Rylko-Bauer, Singer & Van Willigen, 2006; Van Willigen, 2002), aunque poniendo el filtro cultural de los ámbitos de servicios y trabajo en estos campos se pueden traducir en la práctica profesional del antropólogo en nuestro país, podemos hablar de una lista de posibles campos emergentes hacia la practica en nuestro contexto de una Antropología fuera de la academia (Tabla 1). Todos los ám bitos C om prensión cul t y social M ediación/In tegrac ión Investigac ión M us eos Em presa RR H H D ocencia Sanidad O NG /D esarro llo Pol ítica M edios C om unicación Instituc iones Públicas A m b i t o s 0 1 0 2 0 3 0 4 0 P or ce nt aj e A m b i t o s 10 Tabla 1: Campos emergentes y potenciales para la práctica antropológica fuera de la Academia. • Antropología aplicada a la intervención social y los servicios sociales. • Antropología aplicada a la investigación en Salud Pública y promoción de la salud. • Mediación y educación intercultural • Antropología en cooperación y proyectos de desarrollo, trabajo y desarrollo comunitario. • Antropología en consultoría empresarial y desarrollo organizacional. • Antropología del Trabajo: Culturas de trabajo y del desempleo. • Antropología de los negocios: Estudios de Marketing, comportamiento del consumidor e investigación de mercados. • Gestión del Patrimonio Etnológico y Cultural (Museografía, Difusión Cultural…). 4.1.5. La Comisión de Profesionalización de la Antropología. Ya hemos visto como el desarrollo y redacción de las memorias de acreditación de las nuevas titulaciones de Grado y de Másteres en Antropología, en el marco de la confección de las nuevas titulaciones adaptadas al Proceso de Bolonia, supuso un momento importante de reflexión obligada y de análisis de en torno a las opciones y posibilidades a considerar como salidas profesionales de estos planes de estudio. Y en este contexto, también las distintas asociaciones regionales de antropólogos y su articulación estatal de Asociaciones dio lugar a la creación de una comisión de expertos dedicados al trabajo sobre las líneas de profesionalización de la disciplina y el estudio de la inserción laboral de los titulados/as en Antropología. Como resultado de este trabajo, la Subcomisión de Perfiles Profesionales, publicó en el año 2008, el “Informe de la Ocupación Laboral de los Titulados/as en Antropología en España y otros países”. Un interés por esta problemática que estuvo presente también en la confección de las distintas memorias de acreditación de los Grados de Antropología Social y Cultural desarrollados por las universidades españolas con propuestas de esta titulación. 4.2.La Antropología en España más allá de Bolonia. 11 La conocida como “Reforma de Bolonia” y efecto de actualización de los planes de estudio, planteó un importante reto y motivo de reflexión respecto a la identidad del colectivo profesional de los antropólogos. En este camino a la reforma de los planes de estudios y titulaciones hacía su convergencia con el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), en el año 2003 se propone un proyecto conjunto de Grado en Sociología y Antropología Social, que rápidamente movilizó al colectivo de antropólogos sociales y culturales (y paralelamente, al de sociólogos) en un petición y justificación de un plan de Grado autónomo. Las reuniones, jornadas y comités de trabajo creados con objeto de esta reivindicación vendrían a reforzar la identidad y conciencia de grupo del colectivo. El trabajo y construcción conjunta de los etnólogos, antropólogos sociales y culturales y antropólogos americanistas españoles de un proyecto de enseñanza y futura idea de profesionalización de la Antropología Social y Cultural, no solo contribuyó al éxito de esta movilización y reclamación conjunta de los profesionales de la Antropología, de un plan de estudios y un reconocimiento de la carrera y profesión de antropólogos sociales, sino también, a la unificación de concepciones de la disciplina provenientes de modelos y esquema divergentes. No obstante, y a pesar de la lucha por el distanciamiento y la diferenciación académica y epistemológica de la Sociología, llama la atención la paradójica vinculación y presencia mantenida en los planes de estudios de una gran parte de las universidades que impartirán estos estudios, con una amplia presencia de contenidos y orientación sociológicos de sus planes de estudios. O en su defecto de la presencia de materias de Historia y Geografía, como relictos, en ambos casos, de sus orígenes vinculados a facultades y planes de estudios de Ciencias Políticas y Sociología o de Geografía e Historia. El nuevo Grado de Antropología Social y Cultural comenzó a impartirse a partir del curso 2009/2010 aprobado, en más de una docena de universidades, de acuerdo con las directrices del Proceso de Bolonia. En la propuesta básica del plan de estudios, para su elaboración, adaptación e implantación, jugó un papel clave la Comisión Estatal del Grado de Antropología -CEGA-, que había sido creada en el año 2004, a propuesta de 13 universidades junto con la FAAEE (Rivas, 2016). Dicha comisión confeccionó en 2005 el “Estudio preliminar del Grado de Antropología Social y Cultural”, que serviría, a modo de Libro Blanco de la Antropología Social y Cultural, como soporte a la propuesta de aprobación por parte de la ANECA de los estudios de Grado, justificación del título, y referente para los planes de estudios propuestos a aprobación por el Ministerio, por parte 12 de cada universidad. Y al tiempo que definía los perfiles profesionales asociados a esta formación. La creación y activación en estos años de un marco de cooperación de activa del colectivo, la creación de la Comisión de Profesionalización de la Antropología, y la frecuente celebración por parte de la universidades que imparten estos estudios de jornadas de sobre sobre Antropología Aplicada y Práctica Profesional, refrenda este creciente interés dentro de la disciplina por la construcción de caminos para la práctica del oficio de antropólogo fuera de la Academia. 4.2. Construyendo la profesión de antropólogo. En el ámbito profesional, la consecuencia más destacable de la adaptación de los planes de estudio al EEES será la desvinculación de los estudios de Antropología Social y Cultural con otras trayectorias de formación y carreras vinculadas, tal como ocurría durante su etapa como especialidades de planes de estudios de Sociología, Historia, Filosofía…; o en la etapa de su implantación como Licenciatura de Segundo Clico para titulados previamente en otras titulaciones diversas. Ya que la nueva titulación representaba una ruptura con los perfiles híbridos y la aparición de una necesaria concepción de una, estrictamente autónoma, carrera profesional de antropólogo. El interés creciente por las cuestiones relativas a las ocupaciones y la consideración de la inserción laboral ligada a la titulación, ya había llevado, durante el proyecto de construcción de la nueva titulación y futura profesión de antropólogos sociales y culturales, a que se abordase desde la Comisión del Grado de Antropología una “Encuesta de Demanda Potencial de un Grado de Antropología” (publicada en enero de 2005), donde se incorporaba un análisis de la actividad profesional y ocupación de los estudiantes de Antropología Social y Cultural en este momento (como Licenciatura de Segundo Grado), donde destacaban los titulados de enfermería (30%), magisterio (17%) y Trabajo Social (15%). 13 Figura 3: Distribución de las formaciones de origen de los estudiantes en la titulación de Licenciatura de segundo ciclo en Antropología. Fuente: Comisión del Grado de Antropología (2005). La creación en 2008 de la “Subcomisión de Perfiles Profesionales” dentro de la nueva “Comisión Estatal del Grado de Antropología” (creada en 2007), afirma el interés patente por estas cuestiones, que explicitaba en la publicación del “Informe de la Ocupación Laboral de los Titulados/as en Antropología en España y otros países” (Subcomisión Perfiles Profesionales, 2008), en el que vuelven a aparecer descritos unos datos de ocupación sesgados por los dobles perfiles ocupacionales de los titulados de Antropología Social y Cultural, en este momento, con otras titulaciones universitarias previas. Apreciando el interés de este primer intento de aproximación a la cuestión de la inserción laboral de los antropólogos españoles, y su descripción de un panorama ocupacional de la profesión, bastante razonable en términos de ocupación, con un 53,3% de ocupados fuera de la Academia y un 36,4% trabajando dentro de la Academia (Subcomisión Perfiles Profesionales, 2008). Con una presencia mayoritaria en los ámbitos de la Sanidad, Bienestar Social y Educación (ver Figura 4). Historia M agisterio Enferm er ía Trabajo Socia l Educac ión Socia l Ps ico logía G eografía Filosofía Soc io logía HªA rte Periodism o AD E D erecho F ilo logía C om unicación P edagogía O tros T i t u l a c i ó n 0 5 1 0 1 5 2 0 2 5 3 0 P or ce nt aj e T i t u l a c i ó n 14 Figura 4: Distribución de la distribución de los ámbitos de ocupación fuera de la Academia en el estudio de inserción laboral de Titulados en Antropología. Fuente: Subcomisión Perfiles Profesionales, 2008 Figura 5: Distribución de la distribución de los ámbitos de ocupación fuera de la Academia en el estudio de inserción laboral de Titulados en Antropología. Fuente: Subcomisión Perfiles Profesionales, 2008 En los datos los titulados en Antropología en las universidades catalanas –UB, UAB y URV- (Observatori de Graduats de la UAB, 2008), entre los graduados en el curso 2003/2004, a la fecha del estudio se encontrarían ocupado un 92,13 % (82) de los encuestados (N=89). Y en el estudio de 2014 (Observatorio de Empleo de la UAM, 2014) de los graduados en Antropología Social y Cultural (ya dentro del nuevo Grado) en la 15 universidad Autónoma de Madrid en el curso 2011/2012 se registró una tasa de inserción del 93,8% (N=27), con una distribución del 75% en hombres (N=15) y el 100% en mujeres (N=12). Sin embargo, es precisa una segunda lectura de estos datos, considerando como hemos hablado, que el colectivo analizado se corresponde con personas que en su totalidad, disponían de al menos una segunda titulación universitaria. Con lo que posiblemente, el dato estará ampliamente sesgado, por un alto número de personas que se encuentren ocupados en calidad de su otra titulación (profesores, enfermeros,maestros, sociólogos, psicólogos…), aunque es posible que en parte de ellos, la disponibilidad de una segunda titulación en Antropología haya contribuido a su contratación, por las competencias complementarias o el nivel formativo que esta les ofreciese. Este sería el caso de un importante número de personas formadas en la Licenciatura de Antropología Social y Cultural, entre finales de los noventa y la implantación de los nuevos planes Bolonia, pertenecientes al colectivo de las Diplomadas en Enfermería; quienes accedieron en gran número a esta opción a una vía que les ofrecía una titulación universitaria superior, con la que poder optar a puestos de mayor nivel dentro de la Administración Sanitaria, como jefe/as de servicio, coordinadores de equipos en los Centros y Servicios Sanitarios; o como doctorados con opción a la enseñanza superior en los ámbitos de las Ciencias de la Salud y la Salud Pública. Considerando todas estas cuestiones queda patente la necesidad de continuar profundizando en un mayor conocimiento y actualización de la información respecto al colectivo de los profesionales de la Antropología en nuestro país, y de sus particularidades. Ya con los nuevos programas de Grado en Antropología Social y Cultural (implantados desde el curso 2009-2010), en el año 2012, la “Comisión de Profesionalización de la Antropología” crea una herramienta en red, para la promoción profesional del colectivo, con la apertura del “Portal Estatal de Antropología”, donde junto a amplia información general sobre la disciplina en España (enseñanza, actividad académica, oferta formativa), se incluía un “Registro de Expertos”, organizada mediante fichas descriptiva de expertos, su afiliación institucional, campos de especialización y contacto. Lo cual suponía un primer intento de visibilización del colectivo, conocimiento mutuo y recursos informativo de una base de datos de profesionales especialistas antropólogos. 16 4.3. Rutas y oportunidades en el oficio de antropólogo. Desde una mirada panorámica y con visión estratégica de las posibilidades futuras y posición actual del rol profesional de antropólogo en el mercado laboral, así como de su función social, como profesionales especialistas en diversidad humana y enfoques integradores, cabe reflexionar en torno a las características generales del perfil profesional que juegan como ventajas o dificultades, frente a otros profesionales con los que compite frente sus principales ámbitos ocupacionales. Tabla 2.: Ventajas y dificultades del perfil de antropólogo fuera de la Academia. Dificultades Ventajas � Fuerte competencia de profesionales de áreas cercanas. � Baja especialización y formación en campos aplicados, frente a los profesionales y ramas competidoras. � Escaso reconocimiento (y conocimiento) público de la competencia profesional del antropólogo. � Menores restricciones teóricas y metodológicas en el trabajo aplicado que otras disciplinas. � Mayor predisposición a la participación en equipos interdisciplinares. � Destreza para la investigación e intervención abierta y adaptada a contextos. � Apertura a la experimentación e innovación en el uso y triangulación de técnicas de investigación-acción. 4.3.1. Análisis DAFO. Dentro de este planteamiento estratégico, en línea con la aplicación de las técnicas DAFO (SWOT, en inglés) al estudio de los contextos sociales de las disciplinas científicas (Kumar et al., 2004), este enfoque nos facilita definir un conjunto de debilidades y amenazas junto a fortalezas y oportunidades para la situación actual de la Antropología, en el ámbito académico y dentro de la sociedad española en general. Y nos señalaría hacía 17 las siguientes características de los factores internos y externos, negativos y positivos con los que habrá de enfrentarse la disciplina dentro de la coyuntura actual. Figura 6: Análisis DAFO de los factores internos y del contexto social actual como base para la formulación de medidas y estrategias de acción en la promoción de la Antropología fuera de la academia. En aplicación de esta técnica, cabe definir como condiciones internas y externas, positivas y negativas de la disciplina, que definen las posibilidades y retos de la Antropología, los siguientes puntos: 1. Debilidades: - Abandono de los graduados y posgraduados en favor de otras especialidades profesionales con mayor presencia en los mercados. - Deficiencias en una formación muy generalista de base de muchos de los nuevos antropólogos. - Desconexión entre la formación y las competencias y orientaciones prácticas. - Formación de docentes más que de perfiles profesionales. - Dificultades en el acceso al mercado laboral. - Invisibilidad social (pública y mediática). - Desconexión universidad-demandas sociales. 2. Amenazas: - Indefinición y falta de reconocimiento social de nichos profesionales propios. - Desconocimiento de los potenciales perfiles profesionales por parte de los estudiantes, y de los empleadores. - Debilidad de las imágenes sociales de la profesión. 18 - Debilidad profesional frente a otros grados y áreas de conocimiento competidoras. - Cierre social, académico y profesional a la entrada de antropólogos. - Reducción y recortes de fondos para la investigación y dotaciones académicas. - Riesgo de pérdida de matrícula en base a las escasas salidas profesionales. 3. Fortalezas: - Interdisciplinaridad y versatilidad. - Amplitud de campos y líneas de investigación. - Amplitud de métodos y técnicas. Posibilidades de triangulación. - Flexibilidad investigadora y profesional: temáticas heterogéneas. - Transversalidad y diversidad de áreas de especialización. - Integración de la reflexión teórica con las aplicaciones prácticas en el desarrollo. de programas y proyectos de intervención. 4. Oportunidades: - Limitaciones para atender nuevas demandas de competencias flexibles en otros grados y posgrados. - Posgrados específicos (Antropología Aplicada, Investigación Etnográfica…). - Posgrados transversales (Problemas Sociales, Salud Pública…) y afines (Investigación social, intervención social y comunitaria…). - Proyección internacional en universidades americanas y europeas. - Demanda social de nuevos nichos profesionales para la Antropología Aplicada: estudios de usuario/consumidor, interculturalidad, diversidad organizacional… De acuerdo a estas condiciones, el panorama actual de la Antropología española nos muestra la necesidad de adoptar medidas para la promoción y difusión de un mayor conocimiento social de la disciplina, sus contenidos y aplicaciones. Que en el caso español incluye el interés y propuesta estratégica de promover la incorporación de la enseñanza de conceptos antropológicos básicos en las estudios de secundaria (Soto, 2015). Una difusión del conocimiento y visibilidad social, a partir de la cual, cabe establecer interacciones relevantes entre el grado de conocimiento y valoración pública de nuestra ciencia, así como las necesidades y demandas sociales (explícitas, implícitas o incluso potenciales) de la sociedad en general, y de determinadas instituciones o 19 segmentos de población particulares (grupos profesionales, colectivos específicos…) respecto a las contribuciones que a ella puede hacer la Antropología. Figura 7: Procesos de interacción Ciencia-Sociedad en la difusión del conocimiento antropológico y la respuesta a demandas sociales de conocimiento aplicado (Adaptado de Del Pozo, 2013). Así, el escaso grado de conocimiento social de Antropología y sus aplicaciones, tanto a nivel público como institucional, pero también su potencial interés práctico en la aplicación de muchos de sus enfoques y miradas holísticas e integradoras a realidadessociales, económicas y organizacionales, de naturaleza compleja y poliédrica, refuerzan la importante función social y potencialidades de los perfiles profesionales con base en una formación y carrera de antropólogo. Para todo ello, resultará fundamental promover actuaciones para el conocimiento y reconocimiento social de la Antropología en el marco general de la sociedad y de las administraciones del Estado español; así como en el contexto más particular del mercado laboral y los demandantes de profesiones para sus organizaciones. 4.4. Consideraciones y propuestas en torno a nuevas líneas y nichos de actividad. 20 En una revisión a las posibilidades de promoción profesional dentro de actividad pública o privada cabe apuntar como principales líneas de actuación en la promoción profesional de la Antropología Social y Cultural: • Consolidar la presencia de la enseñanza de la Antropología en los planes de enseñanza superior • Ampliar y afianzar la presencia en otras titulaciones, en sus vertientes aplicadas: Antropología Médica, Etnomarketing, Antropología del usuario, culturas del trabajo… • Promover posgrados específicos y con orientación aplicada, como vía para la formación de profesionales de la Antropología Práctica y Aplicada. • Ampliar y difundir el conocimiento público y la valoración social e institucional de la disciplina. • Promover la participación de antropólogos profesionales en instituciones, ámbitos aplicados y equipos de trabajo múltiples: Ampliar la presencia profesional y lograr una mayor visualización del antropólogo como especialista en distintos ámbitos y proyectos institucionales. A modo de apuntes, respecto a los perfiles de algunas ocupaciones potenciales de los profesionales antropólogos en múltiples sectores con cabida para la práctica de la Antropología Aplicada, cabe describir un abanico de diversos ámbitos y posibles instituciones, organizaciones y entidades empleadoras (ver Tabla 3). Tabla 3.: Potenciales ocupaciones y empleadores para titulados en Antropología Social y Cultural. Ámbitos Entidades de Empleo Intervención social / Trabajo comunitario. ONGs / Fundaciones … Investigación e intervención social, desarrollo local, trabajo comunitario. Administraciones Públicas / Administración Local. 21 Promoción de la Salud, Educación para la Salud, Epidemiología Biocultural, Determinantes de Salud y Calidad de Vida. Instituciones Sanitarias / Centros de Salud / Unidades Sociosanitarias en Salud Pública. Estudios de Mercado/ Comportamiento del Consumidor/ Experiencia de Cliente- Usuario Consultoras en Investigación de Mercados / Empresas y Departamentos de Marketing y Mercadotecnia. Desarrollo Organizacional, Gestión de Personas, Gestión de la Diversidad Organizacional. Consultoras de RRHH / Departamentos de RR.HH. y Gestión de Personas. Evaluación e intervención psicosocial/ Salud y Bienestar Laboral Empresas de Prevención de Riesgos Laborales / Mutuas… Gestión del Patrimonio Cultural, Gestión de Museos… Administraciones Públicas / Fundaciones… 4.4.1. Trabajos en Promoción de la Salud y Antropología Médica. En el ámbito de la salud, la larga historia de la disciplina en los estudios sobre los procesos de salud-enfermedad-cuidados en las poblaciones contemporáneas (tradicionales o urbanas), tiene interesantes derivadas en la participación de los antropólogos en equipos de programas de promoción de la salud, así como en contribuciones a la adaptación de protocolos a los múltiples factores de diversidad y variables emergentes en las sociedades complejas, para la mejora de la atención clínica (Chrisman & Maretzki, 1982). Así, como la aportación de modelos e indicadores biosociales, como útiles instrumentos en el estudio y evaluación del bienestar social y la calidad de vida (Tomás, 2019). 4.4.2. Intervención socio-comunitaria y en ámbitos del desarrollo comunitario y la sostenibilidad 22 La aportación ya clásica de la Antropología Aplicada al apoyo de programas de desarrollo comunitario (Satish & Van Willigen 2005; Pink, 2006), con un alcance muy importante en la participación con programas y organizaciones dedicadas a la cooperación internacional y la ayuda al desarrollo, presenta actualmente una mayor amplitud en la aplicación de estas técnicas y procedimientos dentro del Tercer Sector, los Servicios Sociales y la intervención social y comunitaria, con una amplia actividad dentro de las sociedades europeas. 4.4.3. Enfoques interdisciplinares en el ámbito empresarial y de los negocios. La aplicación de las herramientas antropológicas en el mundo de la empresa, el trabajo y los negocios tiene un largo recorrido en el mundo anglosajón, y más específicamente, en Norteamérica (Baba, 2005 y 2006; Bate, 1997; Qirko, 2012).Y aunque en nuestro entorno este ámbito nos resulte menos frecuentemente asociado al ámbito de trabajo de antropólogo, van en aumento los profesionales antropólogos que desarrollan su actividad principal en el ámbito de la consultoría en estudios de mercados, campañas de marketing o los proyectos de transformación cultural para el desarrollo organizacional. Las posibilidades y ámbitos donde las competencias del antropólogo en la empresa y los negocios pueden ser muy productivas son numerosos. Las nuevas orientaciones en las políticas de Recursos Humanos hacía la Gestión de Personas y del Talento, el interés de las organizaciones por la Gestión del Conocimiento o la Gestión de la Diversidad (cultural, generacional, de género…). La relevancia las políticas y estrategias corporativas por la ética empresarial y la Responsabilidad Social Corporativa, ofrece nichos de actividad donde las destrezas de antropólogo ofrecen recursos de gran productividad. Lo mismo cabe señalar respecto a campos emergentes como la promoción de la salud y el bienestar laboral, con su foco en los factores psicosociales, la evaluación e intervención psicosocial en problemas socio-organizacionales como el mobbing, el burnout o los liderazgos tóxicos; y la necesidad de promoción de culturas y prácticas preventivas y saludables en las empresas. Dentro del replanteamiento de los estudios de mercado, con un nuevo énfasis en las perspectivas experienciales, el antropólogo se convierte en un perfil especialmente capacitado de conocimientos y destrezas para el análisis de la experiencia de usuario/cliente; y en su versión organizacional, de la experiencia de empleado. 23 5. Consideraciones éticas en la práctica profesional de las Antropologías Aplicadas. Respecto a la este proceso de incorporación a la práctica profesional en ámbitos fuera de la Academia se han generado numerosas reflexiones éticas y consideraciones deontológicas en torno a estas prácticas (Baba, 2000; Brody & Pester, 2014). Y derivadas de estas reflexiones y debates en torno a estos nuevos campos de práctica del oficio de antropólogo, han aparecido posturas muy diversas, y algunas de ellas, muy críticas y de rechazo a la mercantilización de la práctica antropológica, con una percepción negativa de estos profesionales, como una traición al compromiso social del antropólogo y de posicionamiento y alianza con el poder y los intereses empresariales. Al respecto de estas severas críticas, también cabría considerar la reflexión ética en torno a si aquellos trabajos más “deseables”, fuera de esas posiciones (supuestamente) menos cercanas al establishment, en universidades, con ONGs y Fundaciones, etc; hasta que punto pueden considerarse como realmente independientes, no condicionadas y éticamente no cuestionables. Así como si cabe considerar no cuestionables éticamente todos los interés y objetivos de los Programas y Políticas Públicas que financian proyectos e iniciativas del Tercer Sector o las líneas de investigación universitarias. 6. Conclusiones. La revisióndel discurso reciente dentro del colectivo de antropólogos en nuestro país, muestra un interés, preocupación y actuaciones crecientes para la promoción de una mayor actividad profesional de los antropólogos en ámbitos múltiples y fuera de la Academia. Un conjunto de intereses y propuestas crecientemente compartidas por el colectivo profesional de antropólogos, que apoyarían la apuesta por poner en valor las competencias y destrezas características del perfil profesional de antropólogo; y la búsqueda de soluciones o medidas compensatorias de las dificultades y obstáculos identificados para la carrera profesional de antropólogo. Como principales líneas de actuación se propone la apuesta por medidas para salvar el amplio (des)conocimiento social de la Antropología, entre la población general, y entre los potenciales empleadores, en particular. Y de otra parte, apostar por una mejora en los programas de grado y posgrado, con mayores orientaciones hacía la Antropología Aplicada; y de otra parte, apoya la utilidad de reconducir a antropólogos titulados hacía itinerarios de especialización y formación de posgrado (master y doctorado) en programas 24 que faciliten su orientación hacía una Antropología con aplicaciones en los campos del bienestar social, la salud pública, las organizaciones y la empresa, la gestión de proyectos sociales o la planificación operativa. Lo que también ayudará a promover un mayor conocimiento público y mejor valoración social de la disciplina. 7. Bibliografía. • American Anthropological Association (A.A.A.) (1987). “1986 Survey of Anthropology PhDs”. Departmental Services Program Report - American Anthropological Association, Washington. • American Anthropological Association (A.A.A.) (1999). “1998 Biennial Survey of Anthropology Departments in the United States”. American Anthropological Association, Washington. • Baba, Marietta L. (2000). Theories of practice in anthropology: A critical appraisal. National Association for the Practice of Anthropology Bulletin, 18, 17- 44. • Baba, Marietta L. (2005). Anthropological practice in business and industry. In S. Kedia & J. van Willigen (Eds.), Applied anthropology: Domains of application (pp. 221-262). New York, NY: Praeger. • Baba, Marietta L. (2006). Anthropology and business. In H. J. Birx (Ed.), Encyclopedia of Anthropology (pp. 83-117). Thousand Oaks, CA: Sage. Retrieved from • Bate, S. Paul (1997). Whatever happened to organizational anthropology? A review of the field of organizational ethnography and anthropological studies. Human Relations, 50, 1147-1175. • Briller, Sherylyn H. & Goldmacher, Amy (2009) Designing Anthropology Career. Professional Development Excercises. Lanham, M.D.: Altamira Press. • Brody, Elisabeth.K & Pester, Tracy Meerwarth. (2014). “The Coming of Age of Anthropological Practice and Ethics”. JBA, Journal of Business Anthropology, 1, pp. 11-37. • Brondo, Keri Vacanti; Bennett, Linda; Farner, Harmony; Martin, Cindy & Mrkva, Andrew (2009). “Work Climate, Gender, and the Status of Practicing Anthropologists. Report commissioned by the Committee on the Status of Women in Anthropology”. American Anthropological Association, Washington. 25 • Bullen, Margaret y Urquijo, Miren (2017). “Las posibilidades de la profesionalización vislumbrada en el Practicum del Grado de Antropología Social de la UPV-EHU”. Resúmenes de Comunicaciones XIV Sympoium, Poio, pp. 1- 2. • Camenson, Blythe (2004 ) Great Jobs for Anthropology Majors, New York: Mc Graw Hill. • Comisión del Grado de Antropología (2005). “Encuesta de Demanda Potencial de un grado de Antropología”. ASAAEE, Madrid. • Del Pozo, Francisco (2013). “La Formación de los investigadores y su necesaria capacitación para pensar Out of the Box”. Encuentros Multidisciplinares 44(XV):10-14. • Echeverri, Marcela (1997). “El Proceso de Profesionalización de la Antropología en Colombia. Un Estudio en torno a la Difusión de las Ciencias y su Institucionalización”. Coloquio Culturas Científicas y saberes locales. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. • Escamilla, Guadalupe, Salmeroni, Fernando & Valladares, Laura (2007). “El campo laboral de la Antropología en México”. Revista Colombiana de Antropología, 43. Pp. 387-418. • Fiske, Shirley J., Bennett, Linda A., Ensworth, Patricia, Redding, Terry & Brondo, Keri, 2010, The Changing Face of Anthropology: Anthropology Masters Reflect on Education, Careers and Professional Organizations. (Arlington VA: AAA/CoPAPIA 2009 Anthropology MA Career Survey. American Anthropological Association). • Fotta, Martin; Ivancheva, Mariya & Pernes, Raluca (2020). “The anthropological career in Europe: A complete report on the EASA membership survey”. European Association of Social Anthropologists EASA, London. • García-Gavidia, Nelly. (2007). “La profesionalización en antropología: una problemática poco discutida en la antropología venezolana”. Boletín Antropológico, 25(69). pp: 7-28 • Gwynne, Margaret (2003). Applied anthropology: a career-oriented approach. Boston: Allyn and Bacon. • Gwynne, Margaret (2002) Anthropology: Career Resources Handbook. Boston: AlIyn & Bacon. 26 • Harman, Robert C.; Hess, Jim & Shafe, Amir. (2000). “Report on Survey of Alumni of Master´s Level Applied Anthropology Training Programs”. napa – national association for the practice of anthropology, Chicago. • Joy, Rimai; Rana, Garima & Joshi, Tarun (2014). “Anthropology beyond Books. An Academic Survey on the Importance of Anthropology”. International Journal of Scientific and Research Publications, 4(4), April, pp.1-3. • Kedia, Satish & John Van Willigen (2005). Applied Anthropology: Domains of Application. Westport, Conn.: Praeger. • Kedia, Satish; Wallace, Tim & Guerron-Montero, Carla (2008) Careers in Applied Anthropology in the 21st Century: Perspectives from academics and practicioners. Chicester (UK): John Wiley & Son Ltd. • Kumar, A. Anil; Ciftja, Orion; Faber, Robert H. y Garner, Linda L. (2004). “Science Education in Texas. A SWOT Analysis”. Página del 8th Annual Conference on School-University Partnerships (San Antonio), consultado el 14/07/2015. http:// http://www.pvamu.edu/include/Physics/Presentations/K-C-F- G-FINAL-WEB.pdf • Matta. Juan Pablo & Planes, Carolina Belén (2016). “Antropologías Aplicadas. El trabajo antropológico fuera del ámbito académico”. Departamento de Antropología Social, Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aíres. • Noel J. Chrisman & Thomas W. Maretzki (eds.) (1982). Clinically applied anthropology: anthropologists in health science settings. Boston: D. Reidel. • Nolan, Riall (2017) Using Anthropology in the world. A guide to becoming an anthropologist practicioner. London: Routledge. • Nolan, Riall (ed.) (2013). A handbook of practicing anthropology. Hoboken, N.J.: Wiley-Blackwell. • Nolan, Riall (2003). Anthropology in Practice: Building a Career Outside the Academy. Boulder, CO : Lynne Rienner Publishers. • Observatori de Graduats de la Universitat Autonoma de Barcelona (2008). “Informe sobre la Inserció Laboral: Titulació de Antropología Social i Cultural. Graduades i Graduats de la Promoció 2003/2004”. Universitat Autonoma de Barcelona, Barcelona. 27 • Observatorio de Empleo de la Universidad Autónoma de Madrid (2014). “La Inserción Laboral de los Titulados de la Universidad Autónoma de Madrid del curso 2011/2012. Antropología Social y Cultural”. UAM, Madrid. • Qirko, Hector N. (2012). “Applied Anthropology and Business Diversity Management”. International Journal of Business Anthropology, 3(2). pp. 107- 129. • Omohundro, John T. (2001) Careers in Anthropology, Second Edition. Mountain View, CA: Mayfield Publishing • Pink, Sarah (ed.) (2006). Applications of anthropology: professional anthropology in the twenty-firstcentury. New York: Berghahn Books. • Rivas, Ana (2016). La enseñanza de la Antropología en España. ANUAC, 5 (2), pp. 53-57. • Rud, Elisabeth; Morrison, Emory; Picciano, Joseph. & Nerad, Maresi (2008). “Social SciencePhDs Five+YearsOut. Anthropology Report”. Center of Innovation and Research in Graduate Education. University of Washington, Seattle. • Rylko-Bauer, Barbara, Singer, Merrill, & Van Willigen, John (2006). Reclaiming applied anthropology: Its past, present, and future. American Anthropologist, 108, 178-190. • Singer, Merrill (Ed.) (1994). Anthropologists at work; Responses to Students Questions About Anthropology Careers”. napa – national association for the practice of anthropology, Chicago. • Santos, Sandra y Massó, Ester (2003). “Introducción. Antropología en España: Nuevos Caminos Profesionales”. Revista de Antropología Experimental, 12, Monográfico Antropología en España: Nuevos caminos profesionales, pp. 1-6. • Soto, Josefa (2015). “Antropología y educación secundaria en Catalunya”- Quaderns-e / Institut Catalá d´Antropologia, 20(1). pp. 71-90. • Stephens, W. Richard (2002). Careers in Anthropology. What an Anthropology degree can do for you. Boston: Allyn & Bacon. • Subcomisión Perfiles Profesionales (2008). “Informe de la Ocupación Laboral de los Titulados/as en Antropología en España y otros países”. Comisión Estatal del Grado de Antropología, Madrid. 28 • Terry-Sharp, K Kathleen (2009). “Anthropology Faculty Job Market Report”. Academic Relations Deparment. - American Anthropological Association (AAA), Washington. • Tomás, Rafael (2019). “Antropología Médica: Enfoques y aplicaciones desde un enfoque biocultural”. En Daschber, A.; Gómez, J.L. y Trujillo, M.J. (Eds.). “Medicina Evolucionista: Aportaciones Pluridisciplinares. Volumen V”. Ed. MedEvo – Createspace, Madrid. • Tomás, Rafael y Varea, Carlos (2017). “Panorama y tendencias percibidas en la Antropología Física en el Estado español: resultados de una encuesta”. ANTROPO - Revista de Antropología Física. nº 37. ISSN: 1578-2603. pp. 115- 130. • Turner, Trudy R., 2002, Changes in Biological Anthropology: Results of the 1998 American. Association of Physical Anthropology Membership Survey. American Journal of Physical Anthropology, 118, 111-116. • Van Willigen, John (2002). Applied anthropology: an introduction. Westport, CT: Bergin & Garvey, 3rd ed. • Valdés, María (2012). “Antropología e Interés Público. El desafío profesional de la Antropología en España”. Revista de Antropología Experimental, 12, Monográfico Antropología en España: Nuevos caminos profesionales, pp- 7-12. • VV.AA. (2009). “Agenda. María Valdés Gázquez: Dada la creciente diversificación sociocultural española, los antropólogos deberíamos participar en el debate público sobre los problemas sociales contemporáneos”. Revista Ph – Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 70, mayo. pp. 114-125. Otros Recursos: Comisión Profesional. ASAAE. https://asaee-antropologia.org/asaee/comisiones/comision-profesional/ American Anthropological Association. Careers in Anthropology https://www.americananthro.org/AdvanceYourCareer/Content.aspx?ItemNumber=1783 Portal Estatal de Antropología. Listserv – Fórum de profesionales de la Antropología Social. 29 http://dafits.urv.cat/portal/index.php/es/enlaces-web/listserv-antropologia.html Portal Estatal de Antropología – Listado de expertos. http://dafits.urv.cat/portal/
Compartir