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Universidad Nacional de Colombia- Sede Bogotá (UNAL) 
Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) 
 
 
Informe final de pasantía: 
 
Recolección y análisis de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera 
Oriental colombiana y comparación con topónimos de origen colonial entre 1580 
a 1620 
 
Por: José Manuel Gómez 
Programa curricular: Lingüística 
 
Tutor UNAL: Pedro Tulio Marín Silva 
Encargado de proyecto ICANH: Diego Fernando Gómez Aldana 
 
 
Bogotá- febrero de 2020 
 
 
 
 
 
Nota 
 
El presente informe de investigación, es producto de un convenio de pasantía como opción 
de grado, entre el departamento de Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia, y 
el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), realizado entre agosto de 
2019 y febrero de 2020. 
En este informe reposan hallazgos y resultados, de un proceso investigativo interesado en 
la toponimia de origen indígena de la cordillera Oriental (puntualmente en Cundinamarca 
y Boyacá), en la lengua muisca de Bogotá, en los topónimos de origen colonial, y en la 
geografía lingüística. Este trabajo, ha sido realizado por José Manuel Gómez, y fue guiado 
por los conocimientos y aptitudes de Diego Fernando Gómez, Oscar Chacón, Pedro Tulio 
Marín y Jorge Gamboa. A todos gracias, especialmente a nuestro pueblo y cultura muisca. 
 
 
 
 
 
1. Delimitación de la cordillera Oriental colombiana: 
2 
 
1.1 Delimitación geológica-geográfica: 
 
En un primer acercamiento hacia la comprensión y delimitación geológico-geográfica de la 
cordillera Oriental colombiana, es indispensable definir elementos básicos como su origen. 
Para cumplir con este objetivo, vale la pena citar el trabajo del geógrafo alemán Ernesto Guhl 
Nimtz (2016), quien afirma que: 
 
Ya en el sur del Ecuador se presenta, en el lado oriental de los Andes, recostada sobre 
ellos, una nueva cadena de montañas, que debido a su poca altura todavía está cortada 
transversalmente por los ríos; pero desde aproximadamente 2º de latitud norte aumenta 
su altura, impide el paso de los ríos, delimita la cuenca del río Magdalena y también su 
aspecto exterior adquiere la fisionomía de una cordillera independiente, o sea la 
cordillera Oriental de Colombia (76-77). 
 
La anterior referencia que proporciona Guhl Nimtz (2016) sobre el origen geográfico de la 
cordillera Oriental colombiana presenta no solo una nueva postura en la determinación de su 
origen geográfico, sino que difiere de la idea común que consideraba al origen de la cordillera, 
en los picos de La Fragua, localizados en el municipio de Acevedo (Huila), y que es en donde 
se trifurca la Cordillera Interandina. Una vez más, Guhl Nimtz (2016) argumenta que, dentro 
de la anterior idea común sobre el origen de la cordillera Oriental colombiana, también se 
inserta la idea de que en los picos de La Fragua, sucede el divorcio de aguas entre los ríos 
Amazonas y Magdalena, que se consideraban cumbres de cordilleras. 
Ahora bien, considerando la propuesta y argumentos de Guhl Nimtz (2016) sobre el punto de 
nacimiento de la cordillera Oriental colombiana en términos geográficos, creemos importante 
proporcionar un breve acercamiento hacia su origen en términos geológicos, para entender las 
fuerzas que dieron como resultado el problema que actualmente abordamos. Al respecto, Guhl 
Nimtz (2016) define que: 
 
Su origen data de la era Cenozoica, cuando un movimiento continental hacia el occidente 
hizo que el macizo guayanés ejerciera fuerte presión sobre el macizo preandino 
primario. Entre ambos se encontraba un brazo de mar- un geosinclinal bastante 
profundo- cuyo fondo compuesto por aluviones, limo y arena, fue levantado y constituye 
hoy las rocas sedimentarias de la cordillera Oriental. A la vez, son característicos de 
esta cordillera los extensos macizos paleozoicos, los famosos batolitos que sobresalen 
del manto de los sedimentos del Terciario superior (77). 
 
Volviendo de nuevo el concepto de la cordillera Oriental colombiana en términos geográficos, 
y habiendo introducido de forma breve a su proceso de conformación geológica desde la 
postura de Guhl Nimtz (2016), es ahora necesario establecer el recorrido o distribución 
geográfica de la misma por el territorio colombiano, habiendo hecho ya la precisión sobre su 
punto de origen. 
Una vez en territorio colombiano, el ramal que corresponde a la cordillera Oriental, ya a la 
altura de Garzón (Huila), se presenta plegada sobre un solo eje y con valles transversales 
3 
 
ubicados a ambos lados de la misma; solo en la latitud que corresponde a Neiva (Huila) la 
cordillera que antes presentaba valles transversales en ambos lados, se complica en dirección 
hacia el oriente (Guhl Nimtz, 2016). Para ese entonces, la cordillera que avanza hacia el oriente, 
comienza a tomar alturas superiores de 3.000 y de 3.500 metros, que continúan hasta la 
depresión de Uribe, la cual corresponde a uno de los puntos más bajos de la cordillera Oriental 
y que cuenta con 1.840 metros (Guhl Nimtz, 2016). Superada la depresión de Uribe, en su 
recorrido a través de Colombia, la cordillera Oriental continúa hacia el macizo del Sumapaz, 
alcanzando una altura entre los 3.500 a 4.000 metros, y siguiendo una dirección constante hacia 
oriente, en la que linda hacia los 4º de latitud, con el sector de los altiplanos, y para aquel 
momento se encuentra en uno de sus puntos más anchos (250km) (Guhl Nimtz, 2016). El sector 
de los altiplanos, cuyas alturas rondan entre los 2.500 a 2.700 metros, se encuentra resguardado 
tanto al oriente como al occidente por la cordillera Oriental, y este puede caracterizarse como 
el antiguo lecho de lagos que ocuparon estas regiones y que fueron resultado de procesos de 
sedimentación (Guhl Nimtz, 2016). 
Llegando a los 5 y 6, 5º de latitud, la cordillera Oriental se encuentra en los departamentos de 
Boyacá y Santander oscilando entre los 2.000 hasta los 3.900 o 4.000 metros, entre pisos 
térmicos tanto cálidos como fríos, e incluyendo áreas de páramo y de paisaje alpídico (de alta 
montaña) (Guhl Nimtz, 2016). Para ese entonces, el eje de la cordillera todavía se desplaza aún 
más hacia el oriente, y en la región del valle del río Chicamocha se ve culminado su 
ensanchamiento. Sin embargo, a medida que esta se aproxima hacia el macizo de la Sierra 
Nevada del Cocuy gana cada vez más altura hasta llegar a los 5.439 metros (Guhl Nimtz, 2016). 
Ya en el macizo de la Sierra Nevada del Cocuy, la cordillera Oriental modifica su dirección de 
oriente hacia noroeste hasta llegar al páramo de Santurbán, en donde se bifurca una parte hacia 
Venezuela, donde es conocida como la cordillera de Mérida. En territorio colombiano, la 
cordillera Oriental en su camino hacia el norte atraviesa los departamentos de Norte de 
Santander y Cesar, y va reduciendo tanto su altura como su anchura, para formar parte durante 
su avance, de las serranías de los Motilones, de Valledupar y del Perijá, llegando a alturas de 
hasta 3.000 metros (Guhl Nimtz, 2016). Posteriormente en su trayecto final, esta vez en el 
departamento de La Guajira, la cordillera Oriental sufre un descenso altitudinal hasta 
comprender los montes de Oca, y finalmente culmina su largo recorrido, iniciado en el sur del 
país y desde el Ecuador, en la península de La Guajira (Guhl Nimtz, 2016). 
 
 
1.2 Delimitación físico-biótica: 
 
Una vez delimitada la extensión geográfica, y algunos aspectos geológicos de la cordillera 
Oriental colombiana, es importante realizar una breve caracterización de los aspectos físico- 
bióticos que la hacen particular como región natural de Colombia. En consecuencia, aquellos 
aspectos físico-bióticos que consideramos para esta delimitación son el clima, la vegetación y 
la fauna, así como las relaciones que entre ellos se tejen. 
 
En lo que respecta a la vegetación que conforma los ecosistemas de la cordillera Oriental 
colombiana, encontramos que ésta, al poseer diversos puntos altitudinales a lo largo de su 
recorridopor el país, incorpora diferentes pisos térmicos o climas, que a su vez presentan 
4 
 
formaciones vegetales particulares como lo son: Selva neotropical inferior o ecuatorial, selva 
subandina, selva andina, páramo y zona nival (IGAC, 2011). 
 
- Selva neotropical inferior o ecuatorial: Abarca altitudes desde el nivel del mar hasta 
los 1.000 mts., sus temperaturas oscilan entre los 23 a 30ºC y presenta periodos de 
lluvias de 6 a 8 meses, y una precipitación superior a los 2.000 mm aproximadamente 
(IGAC, 2011). Las especies que componen dicha formación, se ven favorecidas tanto 
por sus precipitaciones como por el clima, por lo que se presenta una rica y amplia gama 
de crecimiento y desarrollo en cada una de ellas (IGAC, 2011). Adicionalmente, cierto 
tipo de plantas como las epífitas o los bejucos son características de esta formación 
(IGAC, 2011). 
 
- Selva subandina: Abarca altitudes desde los 1.000 hasta los 2.300 mts, sus 
temperaturas oscilan entre los 23 a 16ºC, y precipitaciones anuales entre los 1.000 a 
4.000 mm (IGAC, 2011). Este tipo de formaciones se encuentra presente principalmente 
en los flancos de las cordilleras colombianas, en este caso, en la Oriental (IGAC, 2011). 
Las especies que componen esta formación, dadas las precipitaciones y el clima, 
presentan una menor (no necesariamente significativa) diversidad en relación a la selva 
neotropical inferior (IGAC, 2011). Las familias botánicas de las Lauráceas, Moráceas, 
Rubiáceas, y Meliáceas destacan principalmente en estas regiones (IGAC, 2011). 
 
- Selva andina: Abarca altitudes desde los 2.300 hasta los 3.600 mts (aunque presenta 
variaciones según la ubicación geográfica), sus temperaturas oscilan entre los 16 a 8ºC, 
las precipitaciones anualmente son de alrededor de 1.200 a 900 mm aproximadamente, 
y adicionalmente presenta una humedad atmosférica elevada en relación a la nubosidad 
y niebla (IGAC, 2011). 
Las especies que componen esta formación ejemplifican la relación que existe entre 
altitud y temperatura, en la medida en que a mayor altura disminuye el crecimiento, 
desarrollo y longitud de las especies vegetales (IGAC, 2011). Por lo anterior, en 
altitudes como los 3.300 mts es frecuente la presencia de cubiertas boscosas menores a 
los diez metros, denominadas bosque alto andino, y una gradual predominancia de 
arbustos y hierbas (IGAC, 2011). 
Los géneros botánicos Weinmania, y las familias de las Melastomatáceas, Podocarpus, 
Rosáceas, y Betuleáceas destacan principalmente en estas regiones (IGAC, 2011). 
 
- Páramo: Abarca altitudes superiores a los 3.500 mts (aunque con variaciones según la 
ubicación geográfica), temperaturas que oscilan los 10 y -1,9ºC, y precipitaciones 
mensuales de alrededor de 500 a 160 mm (IGAC, 2011). 
Estas regiones generalmente son húmedas, frías, nubosas, y con una enorme influencia 
de los vientos. Los suelos principalmente son pantanos, debido a la saturación hídrica. 
Las formaciones vegetales suelen estar compuestas por especies resistentes a las 
condiciones del páramo, como el frío, la sequedad fisiológica, y una alta 
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evapotranspiración diurna, que se dividen entre pajonales, chuscales, matorrales, 
jucuales, conjuntos de musgos y hepáticas (IGAC, 2011). 
Adicionalmente el páramo se compone del superpáramo, región que está por encima de 
los 4.500 metros y llega hasta el nivel de la nieve. Allí la vegetación es escasa, siendo 
frecuentes las gramíneas y desapareciendo los frailejones (IGAC, 2011). 
 
- Zona nival: Abarca áreas de cordillera con presencia de casquetes glaciares o nevados, 
y con una temperatura por debajo de los 0ºC. Pertenecen a esta zona los picos nevados 
de de la Sierra Nevada del Cocuy, Güicán o Chita (IGAC, 2011). 
Las formaciones vegetales de esta región suelen estar compuestas por escasas y 
estacionales comunidades de musgos, líquenes, hepáticas y hierbas, adaptadas a las 
duras condiciones del entorno (IGAC, 2011). 
 
Ahora bien, en relación a la fauna que compone los ecosistemas de la cordillera Oriental 
colombiana, podemos presentar algunas especies características de los siguientes ecosistemas 
presentes en la cordillera: Selva neotropical inferior o ecuatorial, selva andina, páramo y 
cuerpos de agua (lagos, lagunas y humedales) (IGAC, 2011). 
 
- Selva neotropical inferior: Se caracteriza por mamíferos como las chuchas 
(Caluromys derbianus, Marmosa Murina, Marmosa robinsoni), los tigrillos (Felis 
parclalis), y otra gran variedad de primates, reptiles y aves (IGAC, 2011). 
 
- Selva andina: Se caracteriza principalmente por anfibios (Andinophryne atelopoides, 
Atelopus carauta, etc), aves tipo colibríes, y mamíferos como el venado de cola blanca 
(Odocoielus virginianus), la danta de montaña (Tapirus pinchaque), y el oso de anteojos 
(Tremactors ornatus) (IGAC, 2011). 
 
 
- Páramo: Se caracteriza por un alto endemismo en aves y anfibios (Bufonidae), así 
como por la presencia de mamíferos como los cusumbos (Nasuella olivacea), los 
venados conejo (Pudu mephistophiles), y los ratones runchos (Caenolestes obscurus) 
(IGAC, 2011). 
 
- Cuerpos de agua (lagos, lagunas y humedales): Presentan gran variedad en especies 
de aves acuáticas como los patos zambullidores (Tachybaptus dominicus y Podilymbus 
podiceps), pollas de agua (Gallinula spp. Porphyrio martinica y Fulica american), 
endémicas como la tingua cundiboyacense (Rallus semiplumbeus) y el pato andino 
(Podiceps andinus), y especies migratorias. Adicionalmente destacan mamíferos como 
las nutrias (Pterouna brasiliensis), los perros de agua (Latra longicaudis) y gran 
variedad de reptiles y anfibios (IGAC, 2011). 
 
1.3 Delimitación etnolingüística: 
6 
 
Al iniciar esta sección, es fundamental precisar que se realizará una breve presentación y 
descripción del componente etnolingüístico que caracterizó en tiempo pasado y presente el área 
de influencia de la cordillera Oriental colombiana, es decir, cada uno de sus pueblos indígenas 
y sus lenguas. Así mismo, es importante considerar a Ernesto Guhl Nimtz (2017), cuando 
plantea que a diferencia de otras regiones colombianas, la región geográfica andina (que abarca 
las tres cordilleras con sus valles interandinos) no posee una extensión considerable, pero que 
en términos poblacionales es sin embargo la más importante, dada la enorme concentración 
humana en núcleos urbanos o dispersa en zonas rurales (Guhl Nimtz, 2017). 
Ahora bien, pasando a la presentación y descripción del componente étnico-lingüístico de la 
cordillera Oriental, y siguiendo de sur a norte su recorrido, enunciaremos a cada uno de los 
pueblos y lenguas indígenas que la habitaron o aún la habitan: 
 
- Andaquí: El territorio originario de este pueblo comprendía al actual departamento del 
Caquetá, y muy probablemente el sur oriente del departamento del Huila dada su 
proximidad geográfica (Adelaar & Muysken, 2004). En el Caquetá, el territorio andaquí 
tenía como límite sur y occidente al Río Caquetá, al oriente al Río Caguán, y al norte 
las tierras altas del Alto Magdalena (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua andaquí se considera extinta y su filiación lingüística es incierta, asociándose 
inicialmente con la familia Chibcha, y considerándose más adelante cercana a la lengua 
nasa, de filiación independiente (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
- Nasa: El territorio originario de este pueblo comprende a los actuales departamentos 
del Cauca, Tolima y Huila, siendo preponderante el primero (Adelaar & Muysken, 
2004). El territorio nasa abarca amplias y variadas regiones naturales que comprenden 
desde los 500 hasta los 3.000 msnm (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua nasa o nasa yuwe posee alrededor de 60.000 hablantes, así como al menos 
dos variedades dialectales, y su filiación lingüística, en un principio dada a la familia 
Chibcha, actualmente es independiente o aislada (Adelaar & Muysken, 2004; 
Landaburu, 1998). 
 
- Pijao: El territorio originario de este pueblo comprende a los actuales departamentos 
del Tolima yel Huila, principalmente el primero, en los municipios del área suroriental 
como Ortega, Coyaima y Natagaima (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua pijao se considera extinta, y su filiación lingüística aún es incierta, pues 
aunque inicialmente se consideraba parte de la familia Caribe como el panche, 
pantágora o el muzo-colima, la escasa cantidad de datos disponibles impide dicha 
asociación (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
- Muzo-Colima: El territorio originario de este pueblo comprendía el área noroccidental 
del actual departamento de Cundinamarca, y el occidente del actual departamento de 
Boyacá (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua muzo-colima se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con 
la familia Caribe, según la información y datos disponibles (Adelaar & Muysken, 2004). 
7 
 
 
- Lenguas chibchas: 
 
● Muisca: El territorio originario de este pueblo comprendía los altiplanos y 
valles interandinos de los actuales departamentos de Cundinamarca y Boyacá 
(Adelaar & Muysken, 2004; Gómez Aldana, 2016). 
La lengua muisca o muysccubun se considera extinta, y se ha emparentado 
lingüísticamente con la familia Chibcha. Actualmente lo que conocemos sobre 
el muysccubun, procede del muisca de Bogotá, la única variedad dialectal que 
fue lo suficientemente documentada y estudiada, como para ser usada en 
evangelización como lengua general (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez 
Aldana, 2016). Adicionalmente, debe considerarse la existencia de otras 
variedades dialectales habidas en las tierras altas y los valles interandinos de 
Boyacá y Cundinamarca, que sin embargo no fueron debidamente 
documentadas (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez Aldana, 2016). 
 
● Duit: El territorio originario de este pueblo, cercano al muisca, comprendía al 
actual departamento de Boyacá, y podría situarse más específicamente en los 
alrededores del municipio de Duitama y Sogamoso (Adelaar & Muysken, 
2004). 
La lengua duit se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con 
la familia Chibcha (Adelaar & Muysken, 2004). Adicionalmente, el duit 
presenta bastantes semejanzas con el muisca de Bogotá y el uwa, esto gracias a 
unos documentos hallados por Ezequiel Uricoechea, en un catecismo durante el 
siglo XIX (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
● Uwa: El territorio originario de este pueblo comprende los actuales 
departamentos de Boyacá (con la mayor población), Arauca, Casanare, 
Santander, y Norte de Santander en Colombia, y los estados de Táchira y Apure 
en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004). En Boyacá, los uwa se encuentran 
ubicados principalmente en los municipios de Güicán, Cubará y El Cocuy; en 
Arauca en Saravena; en Casanare en Sácama y Alto Corozal; en Santander en 
Capitanejo y Carcasí; y en Norte de Santander en Agua Blanca (Adelaar & 
Muysken, 2004) (Landaburu, 1998) (Gómez Aldana, 2016) (et). 
La lengua uwa o uw cuwa, posee alrededor de 3.600 hablantes y cerca de cinco 
variedades dialectales, y está emparentada lingüísticamente con la familia 
Chibcha. Adicionalmente, se considera al uw cuwa la lengua viva más cercana 
al muisca y a aquellas otras lenguas de las tierras altas de Cundinamarca y 
Boyacá (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez Aldana, 2016) (Landaburu, 1998). 
 
● Tegua: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área 
suroccidente del actual departamento de Boyacá, y el suroriente del 
departamento del Casanare, más específicamente en los alrededores de los 
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municipios de Campohermoso (Boy.), Sabanalarga y Monterrey (Cas.) (Adelaar 
& Muysken, 2004). 
La lengua tegua se considera extinta, y su filiación lingüística es incierta dada 
la ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho pueblo (Adelaar & 
Muysken, 2004). 
 
● Guane: El territorio originario de este pueblo comprendía el área suroriental del 
actual departamento de Santander, más específicamente el área sur de 
Bucaramanga y la región correspondiente al Cañón del Chicamocha (Adelaar & 
Muysken, 2004). 
La lengua guane se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con 
familia Chibcha, aunque los datos e información acerca de la lengua y su cultura 
son en extremo escasos (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
● Lache: El territorio originario de este pueblo comprendía los actuales 
departamentos de Boyacá y Santander. En Boyacá, los laches se situaban más 
específicamente, en los municipios nororientales que forman parte del macizo 
de la Sierra Nevada del Cocuy, y que actualmente tienen presencia del pueblo 
uwa (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua lache se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con 
la familia Chibcha, dado que su pueblo colindaba con el territorio de los actuales 
uwa, hablantes del uw cuwa central. Lamentablemente la ausencia de datos 
lingüísticos y culturales, hace que dicha afirmación sea difícil de sustentar 
(Adelaar & Muysken, 2004). 
 
● Sutagao: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el 
suroriente del actual departamento de Cundinamarca, y es probable que el 
noroccidente del actual departamento del Meta (Adelaar & Muysken, 2004). La 
lengua sutagao se considera extinta, y su filiación lingüística es incierta, dada la 
ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho pueblo (Adelaar & 
Muysken, 2004) (Gómez). 
 
 
- Agatano: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área 
suroccidente del actual departamento de Santander, más específicamente las montañas 
al occidente del municipio de Vélez (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua agatana se considera extinta, y se ha especulado sobre su filiación lingüística 
con la familia Chibcha, pero dada la ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho 
pueblo, no puede sostenerse esta relación (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
- Yariguí: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área centro 
oriente del actual departamento de Santander, más específicamente la Serranía de los 
Yariguíes y sus municipios aledaños (Adelaar & Muysken, 2004). 
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La lengua yariguí se considera extinta y su filiación lingüística es incierta dada la 
inexistencia de datos sobre la lengua y cultura de dicha comunidad (Adelaar & 
Muysken, 2004). 
 
- Carare-Opón: El territorio originario de este pueblo comprendía el área noroccidental 
del actual departamento de Santander, más específicamente la región que comprende el 
valle del Río Magdalena, y los ríos Carare y Opón (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua carare-opón se considera probablemente extinta, y se ha emparentado 
lingüísticamente con la familia Caribe, gracias a datos recolectados sobre la lengua y 
su cultura en la primera mitad del siglo XX (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 
1998). 
 
- Chitarero: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el actual 
departamento de Norte de Santander, más específicamente lo que hoy se conoce como 
provincia de Pamplona (Pamplona, Chitagá, Cácota, etc.) (Adelaar & Muysken, 2004). 
La lengua chitarera se considera extinta, y se ha tratado de emparentar lingüísticamente 
con la familia Chibcha, sin embargo, no existen datos lingüísticos y hay muy pocos a 
nivel cultural, como para sostener dicha relación (Adelaar & Muysken, 2004). 
 
- Barí: El territorio originario de este pueblo comprende los actuales departamentos de 
Norte de Santander y Cesar en Colombia, y parte del estado de Zulia en Venezuela 
(Adelaar & Muysken, 2004). En el departamento de Norte de Santander, los barí se 
encuentran ubicados principalmente en el sur de la Serranía del Perijá y en los 
municipios de Tibú, Teorama, Convención y El Tarra (et). En el departamento del 
Cesar, los barí se encuentran ubicados en el piedemonte de la Serranía del Perijá, en los 
municipios de Chimichagua, Pailitas y La Gloria (et). 
La lengua barí o dobocubí posee alrededor de 3.500 hablantes en Colombia, y está 
emparentada lingüísticamente con la familia Chibcha (uwa, ika, muisca, etc) (Adelaar 
& Muysken, 2004). 
 
- Yukpa:El territorio originario de este pueblo comprende el actual departamento del 
Cesar en Colombia, y parte del estado de Zulia en Venezuela (Adelaar & Muysken, 
2004). En el departamento del Cesar, los yukpa se encuentran ubicados principalmente 
en el nororiente de la Serranía del Perijá, compartiéndola por el sur con el pueblo barí, 
y así mismo en los municipios de Becerril y Agustín Codazzi (Adelaar & Muysken, 
2004) (Landaburu, 1998). 
La lengua yukpa o yuko posee alrededor de 3.000 hablantes en Colombia, y está 
emparentada lingüísticamente con la familia Caribe, considerándose también la lengua 
viva más próxima al extinto carare-opón (Adelaar & Muysken, 2004). Adicionalmente, 
la lengua yukpa ha sido descrita con dos variedades dialectales en Colombia y cuatro 
en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 1998). 
 
 
1. Toponimia actual de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana 
10 
 
Antes de dar paso a los siguientes apartados sobre esta pasantía de investigación (2.1, 2.2, etc.), 
es importante contextualizar y precisar a qué nos referimos cuando hablamos de toponimia. 
Siguiendo a Olaya (1999) y al IGAC (2014), la toponimia refiere al estudio e investigación 
sobre los nombres de los lugares y sus significados, es decir cualquier nombre que componga 
u organice a los elementos de un territorio (ciudades, pueblos, veredas, sitios, cuerpos de agua, 
montañas, entre otros). Adicionalmente, es a través de la investigación en toponimia, donde 
también se puede ofrecer un mayor y mejor conocimiento tanto de la organización de un 
territorio, como de su trayectoria humana, histórica y cultural (Olaya, 1999) (IGAC, 2014). 
Finalmente, y de ser posible, esperamos a través de la siguiente identificación, conocer un poco 
más sobre aquellas culturas y lenguas indígenas, que quedaron inmortalizadas en los nombres 
de lugares o espacios de esta parte de la cordillera. 
 
2.1 Herramientas para recolección, sistematización y georreferenciación de topónimos 
actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana 
 
Previamente a la formulación de los criterios que identificarán los topónimos de origen 
indígena en la cordillera Oriental, es preciso hacer una salvedad breve sobre las herramientas 
que han permitido recolectar, sistematizar y georreferenciar dichos datos. Para la recolección, 
se ha utilizado el programa Google Earth Pro (2017), el visor virtual de Consulta Catastral 
(Mapa de Sistema Nacional Catastral) del IGAC (Instituto Geográfico Agustín Codazzi), el 
Geovisor de Consulta del Nivel de Referencia de Veredas - 2017 del Geoportal del DANE 
(Departamento Administrativo Nacional de Estadística), y la herramienta virtual Google Maps. 
Para la sistematización, se ha utilizado el programa Microsoft Excel, que ha permitido organizar 
los datos toponímicos (incluyendo sus coordenadas) en tablas, filtrar los anteriores datos, y 
realizar su posterior análisis lingüístico con comentarios. 
Adicionalmente, también ha sido empleada para el análisis de datos toponímicos actuales, la 
información sobre topónimos coloniales (entre 1537 y 1620) presente en una base de datos 
inédita del investigador Jorge Augusto Gamboa (2010-2019). 
Finalmente, para le georreferenciación de los datos toponímicos actuales, se ha utilizado la 
opción crear mapas de la herramienta virtual Google Maps, y para ajustes y convenciones en 
dichos mapas, el programa Google Earth Pro (2017). 
 
2.2 Criterios para identificación y recolección de topónimos actuales de origen indígena 
en la cordillera Oriental colombiana 
 
Para la identificación y recolección de topónimos actuales de origen indígena, ha sido 
importante precisar y definir unos criterios básicos que permitan no solo facilitar la obtención 
de los mismos, sino también su filtrado y posterior organización según sus orígenes 
lingüísticos. Por lo anterior, consideramos como primer criterio general, y como filtro para 
excluir datos toponímicos: 
 
● Pertenencia al corpus léxico de la lengua española o de lenguas no americanas 
11 
 
No se considerarán dentro de la identificación ni recolección de topónimos de la 
cordillera Oriental, aquellos topónimos que pertenezcan etimológicamente al corpus 
léxico documentado de la lengua española o de otras lenguas no americanas (árabe, 
latín, francés, inglés, etc). Para dicho filtro es fundamental el uso del Diccionario virtual 
de la lengua española, de la Real Academia Española (RAE), el cual permite filtrar por 
medio de un buscador, aquellos términos que aunque presentes en español, son de 
origen americano, como de otras lenguas occidentales. Adicionalmente, se proporciona 
una posible etimología para cada término consultado, con sus posteriores acepciones o 
significados. Por ejemplo: 
 
- Tabacal (Laguna de La Vega, Cundinamarca): Del árabe clásico ¨tub[b]āq¨, 
que significa ¨nombre que, antes del descubrimiento de América, se aplicó a la 
olivarda, el eupatorio y otras hierbas medicinales que mareaban o adormecían¨, 
o ¨planta narcótica de la familia de las solanáceas, originaria de América¨. 
 
- Cuja (Río de Fusagasugá, Cundinamarca): Del latín ¨coxa¨ (cadera), que 
significa ¨bolsa de cuero o anillo para asir el cuento de un arma o lanza¨; o del 
francés ¨couche¨, que significa ¨cama o armazón de la cama¨. 
 
- La Palma (Municipio de Cundinamarca): Del latín ¨palma¨, que significa 
¨árbol de la familia de las palmas¨, o ¨cada una de las plantas angiospermas 
monocotiledóneas¨. 
 
- La Vega (Municipio de Cundinamarca): Del latín ̈ vaica¨, que significa ̈ terreno 
bajo, llano y fértil¨. 
 
Como segundo criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: 
 
● Pertenencia al corpus léxico de lenguas indígenas americanas o colombianas 
 
Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera 
Oriental, los topónimos que etimológicamente tengan un correlato en el corpus léxico 
documentado, de lenguas indígenas americanas (náhuatl, quechua, cumanagoto, etc.) o 
colombianas (muisca, pijao, muzo-colima, uwa, etc.). Para dicho filtro, es fundamental 
el uso de diccionarios de lenguas indígenas americanas (quechua, náhuatl, cumanagoto, 
etc.) o colombianas (muisca, muzo-colima, uwa, pijao, nasa yuwe, etc.). Por ejemplo: 
 
- Las Quinchas (Quebrada de Paime, Cundinamarca): Del muysca de Bogotá 
¨quynza¨, que significa ¨colibrí o tominejo¨. 
 
- Guacimal (Vereda de Honda, Tolima): Del taíno ¨guasuma¨, que significa 
¨árbol de hasta seis metros de altura, follaje abundante, hojas agudas y dentadas, 
flores blancas y frutos globosos, comestibles, de color blanco y rosa¨. 
12 
 
- Chuscal (Quebrada de El Rosal, Cundinamarca): Del muysca de Bogotá 
¨chusquy¨, que significa ¨planta gramínea usada principalmente en cestería y 
construcción¨. 
 
- Guacamayas (Vereda de Vergara, Cundinamarca): Del taíno ¨huacamayo¨, 
que significa ¨ave de América, especie de papagayo¨. 
 
- Yurayaco (Río y corregimiento de San José del Fragua, Caquetá): Del quechua 
¨yura¨, que significa ¨arbusto, vegetal o hierba¨; del quechua ¨yaco(u)¨, que 
significa ¨agua, manantial, río¨. 
 
 
Como tercer criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: 
 
● Pertenencia a un corpus léxico de americanismos de lenguas indígenas americanas 
o colombianas 
 
Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera 
Oriental, aquellos topónimos que etimológicamente, tengan un correlato en un corpus 
léxico de americanismos de lenguas indígenas americanas o colombianas. Para dicho 
filtro, es fundamental el uso del Diccionario virtual de americanismos, de la Real 
Academia Española (RAE), el cual permite filtrar por medio de un buscador el término 
particular, y proporcionándole una etimología, con sus posteriores acepciones o 
significados. Por ejemplo: 
 
- Guamito (Quebrada de Dolores, Tolima): De la voz indígena sin identificar, 
¨guamo¨, que significa ¨ árbol americano de la familia de lasmimosáceas, de 
ocho a diez metros de altura, tronco delgado y liso, hojas alternas compuestas 
de hojuelas elípticas, y flores blanquecinas en espigas axilares, con vello sedoso. 
Su fruto es la guama, y se planta para dar sombra al café¨. 
 
- Caney (Quebrada de Pitalito, Huila): Del taíno ¨caney¨, que significa 
¨cobertizo con techo de palma o paja, sin paredes y sostenido por horcones¨. 
 
- El Gaque (Cuchilla de San Juanito, Meta): Del morfema sin identificar ¨ga¨, y 
del muysca de Bogota ¨-quye¨, que significa ¨árbol nativo del norte de 
Suramérica propio de climas templados y fríos, y de la familia de las 
Clusiáceas¨. 
 
- Cumaral (Municipio del Meta): De la voz indígena sin identificar ̈ cumare¨, que 
significa ¨palma de poca altura, que se caracteriza por tener el tallo cubierto de 
muchas espinas; sus frutos, de 6 a 8 cm, son ovalados y terminados en punta¨, 
13 
 
y ¨fibra suave y flexible que se obtiene de las hojas tiernas del cumare con la 
que se fabrican chinchorros muy apreciados¨. 
 
 
Como cuarto criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: 
 
● Presencia de marcas morfológicas no presentes en la lengua española, su corpus, 
o el de otras lenguas no americanas 
 
Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera 
Oriental, aquellos topónimos en cuya forma se encuentren marcas morfológicas 
(prefijos, infijos, sufijos, etc.) asociadas y presentes en lenguas indígenas americanas o 
colombianas, y no en la lengua española o lenguas no americanas. Para este filtro, al 
igual que en los anteriores dos criterios, es fundamental el uso de diccionarios físicos o 
digitales de lenguas indígenas americanas, colombianas o americanismos. Por ejemplo: 
 
● -pay: Del muzo-colima ¨-pay¨, que significa ¨poblado, poblamiento o poblador¨. Por 
ejemplo: 
- Cachipay (Municipio de Cundinamarca). 
- Muchipay, Nacopay (Veredas de Topaipí, Cundinamarca). 
- Pinipay (Vereda y caserío de San Cayetano, Cundinamarca). 
- Abipay (Quebrada de La Palma, Cundinamarca). 
 
● -pí: Del muzo-colima ¨-pí¨, que significa ¨sitio poblado, morador o vecino¨. Por 
ejemplo: 
- Caparrapí, Topaipí, Maripí (Municipios de Cundinamarca y de Boyacá). 
- Recuipí (Vereda y cuchilla de Paime, Cundinamarca). 
- Minipí (Vereda de La Palma, Cundinamarca). 
- Minipí (Vereda de Nimaima, Cundinamarca). 
 
● -yaco(u): Del quechua ¨yaco(u)¨ que significa ¨agua, río, manantial¨. Por ejemplo: 
- Yurayaco (Río y corregimiento de San José de la Fragua, Caquetá). 
- Charguayaco (Vereda, alto y quebrada de Pitalito, Huila). 
- Upayaco (Quebrada de Pitalito, Huila). 
- Anayaco (Quebrada de Suaza, Huila). 
 
● -toque/teque: Del muysca de Bogotá ¨arroyo, quebrada o cañada¨. Por ejemplo: 
- Guateque (Quebrada de Pacho, Cundinamarca). 
- Siatoque (Vereda de Sutatenza, Boyacá). 
- Guatoque (Quebrada de Santa Sofía, Boyacá). 
 
● -irco/arco: Probable voz indígena. Por ejemplo: 
- Pocharco, Chaquirco, Tiurco, Tamirco (Quebradas de Natagaima, 
Tolima). 
14 
 
- Anacarco, Tamirco, Pocharco (Veredas de Natagaima, Tolima). 
 
2.3 Metodología de análisis de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera 
Oriental colombiana 
 
Es pertinente indicar de antemano al desarrollo de este apartado, que los datos de topónimos 
actuales de origen indígena en la cordillera Oriental, se han recolectado hasta los departamentos 
de Cundinamarca y Boyacá, priorizando en los objetivos de este trabajo investigativo, dada la 
envergadura de los datos ya recogidos (hasta el momento) y aún por recoger en el resto de la 
cordillera. Lo anterior, es un trabajo que en tiempo futuro podrá seguir siendo desarrollado por 
nuevas investigaciones. 
Ahora bien, para efectos de esta pasantía de investigación, se han considerado los datos 
correspondientes a los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, pues estos serán analizados 
a través de los conocimientos en lengua muisca o muysc cubun (específicamente la variedad 
documentada de Bogotá), lengua históricamente asociada a buena parte de los anteriores 
departamentos (González de Pérez, 1980) (González de Pérez, 2006) (Gómez Aldana, 2016). 
Adicionalmente, los datos recolectados en los anteriores departamentos son 3.977 
aproximadamente; de los cuales 2.164 corresponden a Cundinamarca, y 1.813 a Cundinamarca. 
 
Actualmente la lengua muisca o muysccubun es una lengua muerta, por lo que no posee 
hablantes vivos o nativos (Gómez Aldana, 2016) (González de Pérez, 2006) (González de 
Pérez, 2016). Por lo anterior, para la presente propuesta de análisis de datos, se considera 
indispensable el uso de las fuentes lingüístico-misioneras (gramáticas, confesionarios, 
catecismos) de la variedad de lengua muisca hablada en Bogotá (única con documentación 
actual), archivos de origen colonial de los siglos XVI y XVII, así como el diccionario de 
muisquismos, para términos de la lengua muisca (de su variedad documentada, y de posibles 
otras) presentes en el actual español hablado en Colombia. Los anteriores recursos, tanto las 
fuentes lingüístico-misioneras, como el diccionario de muisquismos, están disponibles y 
digitalizados (fuentes lingüístico-misioneras) para consulta pública, a través de la plataforma 
virtual Muysc ubun, del Grupo de Investigación Muysc cubun (Gómez Aldana, s.f.) (Gómez, 
J. M. & Gómez Aldana, 2008-2019). 
 
Como primer paso del análisis de datos toponímicos de Cundinamarca y Boyacá, se propone 
partir de un análisis morfológico de tipo lingüístico, dado que el muysc cubun tipológicamente 
como otras lenguas chibchas, es polisintético y aglutinante, es decir, una lengua en la que las 
palabras se componen de morfemas dependientes (prefijos, sufijos, afijos, etc.) o 
independientes (determinantes, preposiciones, conjunciones, etc) (Constenla, 1995). Para este 
primer paso, es importante hacer una revisión detallada del corpus (datos) en busca de 
morfemas o partículas regulares, sean prefijos (a inicio de palabra), infijos (en medio de 
palabra), sufijos (a final de palabra), o sustantivos (nombres). 
 
Como segundo paso del análisis, se etiquetará de ser posible, cada marca morfológica según se 
presente como sufijo, infijo, prefijo o sustantivo a través de las siglas Suf. (sufijo), Pre. 
(prefijo), In. (infijo), Su. (sustantivo). 
15 
 
Como tercer paso del análisis, y una vez identificadas y etiquetadas las regularidades, es 
necesario proseguir con un filtrado de las mismas, según sean de origen muisca (con una 
etimología segura en las fuentes), o si son de probable origen muisca (sin etimología o con 
una probable pero no segura). Adicionalmente, aquellos datos del corpus que no hayan sido 
analizados morfológicamente, se excluyen por no tener regularidades o ser estas 
insuficientes, porque no puede asegurarse su etimología o una probable desde el 
muysccubun, o porque se carece de información para su análisis. 
 
Como cuarto paso del análisis, se espera ofrecer el significado de cada una de las regularidades 
morfológicas (prefijos, infijos, sufijos o sustantivos); para ello es fundamental el uso de las 
fuentes lingüístico misioneras de la variedad de lengua muisca de Bogotá, el diccionario virtual 
muisca-español, y el diccionario de muisquismos; únicas fuentes verificables de dicha lengua 
y sus variedades (Gómez Aldana, s.f.) (Gómez, J. M. & Gómez Aldana, 2008-2019). 
Adicionalmente en este paso, se incluyen también posibles comentarios al respecto para cada 
marca morfológica identificada. 
 
Como quinto paso del análisis, se indicará si alguna(s) de estas marcas presentan una relación 
comprobada o probable con otros términos o variantes (alternancias) en el corpus; para esto 
último, que puedan reflejar o no posibles variaciones dialectales de la lengua muisca en la 
variedad de Bogotá. 
 
Como sexto paso del análisis, se busca comparar si cada marca morfológica identificada en los 
topónimos actuales cuenta (o no) con correlatos en los datos toponímicos coloniales (entre 
1537 a 1620) presentesen la base de datos inédita del investigador Jorge Augusto Gamboa 
(2010-2019). La anterior comparación permitiría comprender qué marcas morfológicas 
toponímicas hay en común en diferentes periodos, así como apoyar o justificar posibles 
etimologías u observaciones. 
 
Como séptimo paso del análisis, se presentan los hallazgos u observaciones en las marcas 
morfológicas toponímicas actuales, al igual que en su posterior cotejamiento con los datos 
toponímicos coloniales. 
 
Como octavo paso del análisis, se presentan las marcas morfológicas de la toponimia actual 
georreferenciadas en mapas, y se discuten los hallazgos u observaciones que puedan hacerse 
de cada una de ellas. 
 
2.4 Análisis de datos para topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental 
colombiana (Cundinamarca y Boyacá) 
 
En este apartado se presenta el análisis de datos correspondiente, paso a paso, para cada una de 
las marcas o regularidades morfológicas (sufijos, prefijos, infijos o sustantivos) identificadas 
en el corpus de topónimos de origen indígena en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. 
Cabe reiterar que cada una de las marcas o regularidades morfológicas identificadas se 
16 
 
analizará lingüísticamente, a través de los conocimientos en la lengua muisca en su variedad 
de Bogotá. 
 
 
2.4.1 Marcas morfológicas toponímicas de origen muisca y de probable origen muisca (del 
1.º al 5.º paso) 
 
2.4.1.1 Marcas de origen muisca 
 
A continuación, se presentarán y analizarán (alfabéticamente) cada una de las marcas 
morfológicas toponímicas, que una vez filtradas, poseen un origen muisca comprobado: 
 
● Bochica (Su.): Del muisca de Bogotá ¨bozica¨. Nombre de una deidad muisca. El 
término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un 
muisquismo mitológico. 
 
● -cá (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨cá(2). Hoja de cualquier planta (clasificador léxico). 
Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la 
Cordillera Oriental colombiana como chisacá, bijuacá, rúchica, etc. Var. -ca. 
 
● Cubia (Su.): Del morfema sin identificar ¨cubio/a. Cubio, planta y tubérculo andino. 
El vocablo se encuentra relacionado con el muisca, dada una referencia en el área 
cundiboyacense dentro del Epítome de la Conquista del Nuevo Reino de Granada, 
documento del siglo XVI; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. cubio. 
 
● Cucacuy (Su.): Del muisca de Bogotá ¨guaica¨ y ¨cui¨. Podría significar ¨artífice del 
mal o daño intencional. Adicionalmente, es un personaje mitológico dentro del folclore 
popular de Cundinamarca y Boyacá; el término se usa actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo mitológico. 
 
● Cura (Su.): Del uwa central ¨cúruwa¨. Fruto del aguacate (Persea americana). El 
término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana para 
designar al fruto del aguacate, y el vocablo ¨curo¨ para el árbol; dado su actual uso se 
clasifica como muisquismo fitónimo. Rel. curo. 
 
● Curo (Su.): Del uwa central ¨cúruwa¨. Árbol del aguacate (Persea americana). El 
término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana para 
designar al árbol; dado su actual uso se clasifica como muisquismo fitónimo. Rel. cura. 
 
● Chisgua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chisua¨, y encontrado en el uwa central como 
¨siscura¨. Mochila o bolso. Actualmente ¨chisgua¨, aplica para una hierba y planta 
Canna indica) cuyas hojas, semillas y tubérculos son utilizados en alimentación, 
medicina y empaque de alimentos (el anterior uso justifica su etimología, dada una 
17 
 
posible forma de empaque) el término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. chisgual(es). 
 
● Choque/-choque (Su./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨zoque¨. Viento con lluvia, páramo. 
Dado que el término se usa en la región de la Cordillera Oriental colombiana para 
designar principalmente filos, cuchillas, veredas o páramos ubicados en regiones frías 
o paramunas, concuerda con la etimología propuesta; es un muisquismo. 
 
● Chucua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chupqua¨. Pesquería, pantano, lodazal, o 
humedal. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental 
colombiana; es un muisquismo. Var. chucual/chuquio/chucas. 
 
● Chusque/-chusque (Su./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨chusquy¨. Plantas gramíneas 
tipo caña (Chusquea sp.) de tierras templadas y frías. Su actual uso se da en la cestería, 
construcción y artesanía; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. chuscal(es)/chusques. 
 
● Fique (Su.): Del muisca de Bogotá ¨fique¨. Planta de fique o maguey (Furcraea sp., 
Furcraea andina). Su uso actual se da en la artesanía, medicina y para uso doméstico, 
según la parte de la planta; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. fical/ficalito. 
 
● Fute (Su.): Del muisca de Bogotá ¨futynsuca¨. Acto de pudrirse o descomponerse de 
una materia orgánica, particularmente alimentos (papa, maíz, etc.). Actualmente el 
anterior vocablo, se asocia tanto al acto de pudrirse cualquier materia orgánica, como a 
un plato basado en papas y/o maíces descompuestos; el término se usa actualmente en 
la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo gastronómico. 
 
● Guala (Su.): Del muisca de Bogotá ¨guao¨. Gallinazo de cabeza roja (Cathartes aura). 
Para la anterior especie y semejantes, suelen asociarse actualmente prácticas y creencias 
de tipo mágico-religioso y médico; el término se usa actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo zoónimo. Var. guara(s). 
 
● Jucua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨fupqua/bupqua¨. Plantas juncáceas o tifáceas cuya 
paja se usa para techar. El anterior vocablo se asocia actualmente a cualquier tipo de 
hierba acuática, principalmente a aquellas de ecosistemas de humedal, utilizables para 
techar casas o ranchos, elaborar esteras o sudaderos para equinos; el término se usa 
actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo 
fitónimo. Var. jucual/ jupa(l). 
 
● -que (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quye¨. Árbol, palo, tabla o madero (clasificador 
léxico). Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso 
en la Cordillera Oriental colombiana como gaque, chaque, chuque, cuarque, etc. 
18 
 
● - quín (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quyne¨. Hueso, tallo o palo (sustentáculo de los 
seres vivos); fuerza. Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos 
fitónimos aún en uso en la Cordillera Oriental colombiana como guasquín, aguaquín, 
bunquín, sorquín, etc. 
 
● Quincha (Su.): Del muisca de Bogotá ¨quynza¨. Colibrí, picaflor o tominejo 
(Trochilidae sp.). Las anteriores aves o sus semejantes, suelen asociarse actualmente a 
prácticas y creencias de tipo mágico-religioso; el término se usa actualmente en la 
región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo zoónimo. Var. 
quinchas/quincho(s)/quinchal/quinchita. 
 
● - quira (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quicha/quihicha¨. Pie, pata o base; objeto que 
está en la base de algo. El vocablo se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana, y es probable su relación con antiguas o actuales locaciones ¨al 
pie, en la pata o base¨ de algún un cerro, montaña o superficie, dada la etimología 
propuesta; ¨-quira¨ y su variante ¨-quirᨠson probablemente variaciones dialectales de 
¨quicha¨, dada la alternancia ch-r documentada por (Montes); es un muisquismo. Var. 
quirá. 
 
● -sía (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨sie/xie (2) ¨. Agua, río. Dado que el término se usa 
en la región de la Cordillera Oriental colombiana para designar principalmente 
quebradas, ríos, cañadas o veredas (por las que atraviesancursos de agua), concuerda 
con la etimología propuesta; es un muisquismo. Var. sia/cía, cia, cío. 
 
● Sute (Su.): Del muisca de Bogotá ¨sotu¨ o ¨chuta¨. Pequeño, delgado; hijo(a), criado, 
sobrino(a), pequeño(a). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana, y alude también a personas o animales pequeños/desnutridos, y a 
los hijos(as) o animales menores; es un muisquismo. Var. zute(s). 
 
● Tíbar (Su.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Amarillo, pardo, morado, marrón (color de 
fruto maduro). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental 
colombiana, y alude a dos especies vegetales (Escallonia paniculata/Escallonia 
myrtilloides) cuya madera es parda y/o rojiza; es un muisquismo fitónimo. 
 
● Tiba-/-tiba (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Amarillo, pardo, marrón (color 
de fruto maduro); capitán. Su relación etimológica con ¨capitán¨, proviene de que un 
¨tybacha¨ (hombre maduro, anciano), podía ser ¨zibyn tyba¨ (jefe de una zibyn 
(parcialidad política y territorial); el vocablo se usa actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo. Var. tiva/tivá. 
 
● Toque-/-toque (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨toque¨. Arroyo, quebrada, cañada. 
El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana, y alude 
tanto a quebradas o cuerpos de agua, como a veredas o cadenas montañosas por las que 
discurren los mismos; es un muisquismo. 
19 
 
● Tunja/ Tunja- (Su./Pref.): Del muisca de Bogotá ¨chunsua¨ o ¨chunso¨. Tunjo, ídolo 
(ofrenda votiva); santuario. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; se asocia también a un personaje y/o a figuras votivas de carácter 
mítico-religioso, dentro del folclore popular de Cundinamarca, Boyacá y Tolima; es un 
muisquismo mitológico. Var. tunjita/tunjuelo/tunjo(s). 
 
● -uba (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨uba¨. Fruto(a), semilla, simiente, flor. Dicha marca 
se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la Cordillera 
Oriental colombiana como curubo(a), uchuva, cucubo(a)/cocubo(a), etc. 
 
 
2.4.1.2 Marcas morfológicas toponímicas de probable origen muisca 
 
A continuación, se presentarán y analizarán (alfabéticamente) cada una de las marcas 
morfológicas toponímicas, que una vez filtradas, poseen un probable origen muisca: 
 
● Bosa-/Bosa (Pref./Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨bosa¨. A la 
redonda, a su rededor, sobre alguien. Aún es incierta la relación entre la marca ¨bosa¨ 
y su posible etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental 
colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● -cá (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨ca o 
ca(2)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin un mayor 
detenimiento; es un probable muisquismo. 
 
● -cón (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
 
● Cone (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨cone¨. Llanto. Aún es incierta 
la relación entre la marca ¨cone¨ y su posible etimología; se usa actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. gone. 
 
● -coque (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chía/-chía (Su./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chica/Chica-/-chica (Su./Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá 
¨chica¨. Cumbre (máxima altura de algo). Una posible relación entre la marca ¨chica¨ 
y los lugares que referencia, es que en algunos casos, coincide con accidentes 
20 
 
geográficos como cerros, cuchillas, montañas o lomas; se usa actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. zipa. 
 
● China-/-china (Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chinga/Chinga- (Su./Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la 
región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chipa/Chipa- (Su./Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chita-/-chita (Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Chite (Su.): Sin etimología. El término se usa y está presente actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana. La marca ¨chite¨ alude a varias especies vegetales 
muy utilizadas del género Hypericum (Hypericum juniperinum, etc.), sin embargo, la 
ausencia de etimología impide realizar una mejor asociación con el muisca; es un 
probable muisquismo fitónimo. Var chital (Rel. chite). 
 
● Fira- (Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. var. firi/fir. 
 
● -gota (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Gacha/Gacha-/-gacha (Su./Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente 
en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Guata/Guata-/-guata (Su./Pref.Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá 
¨guata¨. Alto, en lo alto, a lo alto. Es posible que la marca ¨guata¨, guarde relación con 
alguna localidad o punto geográfico, cuya ubicación se encontrase ¨alta, en lo alto, o a 
lo alto¨ de una referencia espacial; se usa actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. guate. 
 
● Guane (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guane¨. Aliso (Erythrina 
poeppigiana); hoja (de la mitad del tallo para abajo). Usado y presente actualmente en 
la región de la Cordillera Oriental colombiana; de estar relacionado con la acepción de 
¨aliso¨, es probable que el lugar referenciado tuviese o tenga una presencia considerable 
de dicha especie, tal vez de allí la asociación; es un probable muisquismo fitónimo. 
 
● -jaca (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Nariz, cresta, dorso 
(parte prominente de algo). Es posible que la marca ¨jaca¨, guarde relación con alguna 
21 
 
parte prominente del relieve de la localidad a la que refiere (colina, montaña, filo, etc.); 
se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable 
muisquismo. Var. jacá. 
 
● -neca (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. rel. neque. 
 
● -neque (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. rel. neca. 
 
● -quía (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Prob. var. quia. 
 
● Quiba (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨quyba¨. Sueño (acto de 
dormir). Aún es incierta la relación entre la marca ¨quiba¨ y su posible etimología; se 
usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable 
muisquismo. 
 
● Saca- (Pref.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Nariz, cresta, dorso 
(parte prominente de algo). Es posible que la marca ¨saca¨, guarde relación con alguna 
parte prominente del relieve de la localidad a la que refiere (colina, montaña, filo, etc.); 
se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable 
muisquismo. 
 
● Soa- (Pref.):Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨sua¨ o ¨sua(2)¨. Sol; día, de 
día, al sol, al amanecer. Puede que la marca ¨soa¨, guarde relación con los territorios a 
los que refiere, debido a fenómenos (hitos) meteorológicos o astronómicos; se usa 
actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable 
muisquismo. Var. sua. 
 
● -suca (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨suca, 
-suca, suca(2) o suca (3)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin 
un mayor detenimiento; es un probable muisquismo. Var. sucá/ zuca/ suga. 
 
● Suta-/-suta (Pref./Suf): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de 
la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● -tá (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨ta o 
ta(2)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin un mayor 
detenimiento; es un probable muisquismo. 
22 
 
● Tama-/-tama (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tama¨. Par, 
conjunto de dos cosas. Aún es incierta la relación entre la marca ¨tama¨ y su posible 
etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un 
probable muisquismo. 
 
● -té-/-té (In./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la 
Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● Toba/Toba-/-toba-/-toba (Su./Pref./In./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de 
Bogotá ¨toba¨. Medicina, fruto de Otoba (Otoba sp.); hechicería. Una posible relación 
entre la marca ¨toba¨ y los lugares que referencia, es que dichos espacios tuviesen una 
presencia considerable del árbol de Otoba (Otoba sp.); adicionalmente hay otras dos 
especies vegetales llamadas Tobo (Escallonia myrtilloides/ Clusia sp.), que podrían 
también tener relación con la marca ¨toba¨, aunque sin una etimología; se usa 
actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable 
muisquismo fitónimo. Var. tobal/tobal(es)/tobo(s). 
 
● Tobia (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tobia¨. Canasto(a). Una 
posible relación entre la marca ¨tobia¨ y los lugares que referencia, podría ser por la 
forma de su relieve, o por una antigua asociación con la cestería; se usa actualmente en 
la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. 
 
● -vita (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. bita. 
 
● -za (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera 
Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. zá. 
 
● Zaque/-zaque (Su./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región 
de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. saque. 
 
 
2.4.2 Comparación entre actuales marcas toponímicas indígenas de Cundinamarca y 
Boyacá con datos toponímicos coloniales (entre 1537 a 1620) (6to paso) 
 
A continuación, se presentará una comparación entre las actuales marcas toponímicas indígenas 
de Cundinamarca y Boyacá (de origen muisca y probable origen muisca), con 793 datos 
toponímicos coloniales (entre 1537 a 1620), correspondientes a una base de datos inédita 
elaborada por el investigador Jorge Augusto Gamboa (2010-2019). La anterior comparación 
tiene como objetivo encontrar y exponer marcas toponímicas en común (partiendo de unas 
diferencias cronológicas), así como presentar los comentarios y las observaciones realizadas 
por Gamboa (2010-2019), que puedan soportar o justificar el análisis realizado en el apartado 
2.4.1. 
23 
 
Seguidamente, se presentan alfabéticamente, las marcas morfológicas halladas en común entre 
las anteriores dos fuentes de datos. Cabe recordar que se presentará cada marca, con una 
abreviatura que indique si es sustantivo, prefijo, infijo o sufijo; una etimología, si la hay (sea 
muisca o prob. muisca), y los comentarios u observaciones que realiza Gamboa (2010-2019)., 
así como posibles variaciones registradas: 
 
 
● Boza (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨bosa¨. Según Gamboa (2010- 
2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨boza¨ o sus variantes, se asocian a 
¨un pueblo, un lugar de origen o un lugar (sin especificar su tipo). Var. bossa. Prob 
Rel. bosa. 
 
● -cá (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨cá¨, se asocian a ¨lugares de nacimiento (sin especificar su tipo) o 
pueblos¨. 
 
● -con (Suf.): Sin etimología. Sin comentarios. Pos. var. cón. Rel. cón. 
 
● -coque (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨coque¨, se asocian a ¨una estancia¨. 
 
● Cubia- (Pref.): Del morfema sin identificar ¨cubio/a. Sin comentarios. 
 
● Chía/-chía (Su./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los 
datos que incluyen la marca ¨chía¨ o sus variantes, se asocian a ¨un pueblo fronterizo¨. 
Pos var. chia. Rel. chia. 
 
● Chica-/-chica (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨chica¨. Según 
Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chica¨ o sus 
variantes, se asocian a ¨pueblos y a una sierra¨. Var. zipa/çipa. 
 
● Chinga (Su.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨chinga¨, se asocian a ¨un pueblo¨. 
 
● Chipa- (Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨chipa¨, se asocian a ¨un pueblo¨. 
 
● Chita/Chita- (Su./Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los 
datos que incluyen la marca ¨chita¨, se asocian a ¨una sierra, una capitanía y un lugar 
de nacimiento¨. 
 
● -choque-/-choque (In./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨zoque¨. Según Gamboa (2010- 
2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨choque¨, se asocian a ¨un pueblo, un 
sitio cerca a un pantano o cerca de una quebrada ¨. 
24 
 
● Gacha/Gacha-/-gacha (Su./Pref./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), 
algunos de los datos que incluyen la marca ¨gacha¨, se asocian a ¨lomillas, valles o 
lugares de nacimiento (sin especificar su tipo) ¨. 
 
● Gota-/-gota (Pref./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los 
datos que incluyen la marca ¨gota¨, se asocian a ¨arcabucos o tierras cercanas al río¨. 
 
● Guane (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guane¨. Según Gamboa 
(2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨guane¨, se asocian a ¨una 
quebrada¨. 
 
● Guata-/-guata (Su./Pref.Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guata¨. 
Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨guata¨ o sus 
variantes, se asocian a ¨valles, cerros o cerros altos¨. Var. guate/guati/goata. 
 
● -jaca (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Según Gamboa (2010- 
2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨jaca¨ o sus variantes, se asocian a 
¨lugares o lugares de origen (sin especificar su tipo). Var jacá/xaca. 
 
● Quira-/-quira (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quicha/quihicha¨. Según Gamboa 
(2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨quira¨ o sus variantes, se 
asocian a ̈ pueblos, repartimientos, quebradillas, cerros, o sitios (sin especificar su tipo) 
¨. Var. quirá. 
 
● -saca-/-saca (In./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Sin 
comentarios. 
 
● –sía/ -sía- (Suf./In.): Del muisca de Bogotá ¨sie/xie (2) ¨. Agua, río. Según Gamboa 
(2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ̈ sía¨ o sus variantes, se asocian 
a ¨cerros, una loma o sitios de siembra¨.Var. sia/ ssia. 
 
● Soa- (Pref.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨sua¨ o ¨sua(2)¨. Según 
Gamboa (2010-2019), algunosde los datos que incluyen la marca ¨soa¨ o sus variantes, 
se asocian a ̈ un repartimiento real, lugar de nacimiento (sin especificar su tipo), lomilla, 
llano, capitanía, tierras lindantes o un lugar de doctrina¨. Var. sua. 
 
● -suca (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨suca¨ o sus variantes, se asocian a ¨una sierra, quebrada seca, 
capitanía, lugar de nacimiento (sin especificar su tipo), tierras colindantes o un mojón¨. 
Var. suga. 
25 
 
● Suta- (Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨suta¨, se asocian a ¨pueblos, encomiendas o lugares (sin especificar 
su tipo). 
 
● -tama (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tama¨. Según Gamboa 
(2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨tama¨, se asocian a ¨un 
pueblo¨. 
 
● -tá (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨té¨, se asocian a ¨pueblos o lugares (sin especificar su tipo). 
 
● -té (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que 
incluyen la marca ¨té¨, se asocian a ¨lugares de origen (sin especificar su tipo) ¨. 
 
● Tiba-/-tiba-/-tiba (Pref./In./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Según Gamboa 
(2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨tiba¨ o sus variantes, se 
asocian a ¨pueblos, repartimientos, capitanías, arcabucos o quebradas¨. Var. tiva/tivá. 
 
● Toba-/-toba (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨toba¨. Sin 
comentarios. Var. tova. 
 
● Toque-/-toque (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨toque¨. Según Gamboa (2010- 
2019), una parte de los datos que incluyen la marca ¨toque¨, se asocian a ¨cañadas, 
quebradas o quebradillas¨. 
 
● Tunja (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chunsua¨ o ¨chunso¨. Sin comentarios. 
 
● -vita (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que 
incluyen la marca ¨vita¨ o sus variantes, se asocian a ¨estancias, lugares (sin especificar 
su tipo), valles, poblaciones o parcialidades¨. Var. bita. 
 
● -za (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que 
incluyen la marca ¨za¨ o sus variantes, se asocian a ¨pueblos, un alto, un río¨. Var. ça. 
 
● -zaque (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que 
incluyen la marca ¨zaque¨ o sus variantes, se asocian a ¨cerros y pueblos¨. Var. saque. 
 
Como resultado del proceso de comparación entre las dos mencionadas fuentes de datos, se han 
identificado en común 31 marcas morfológicas (sustantivos, prefijos, infijos, sufijos): 6 de 
origen muisca (con etimología comprobada) y 25 de probable origen muisca (con probable 
etimología o sin ella). Al incluir los comentarios de Gamboa (2010-2019) en el anterior 
proceso, algunas de las anteriores marcas morfológicas se refuerzan en su etimología 
comprobada o aproximada, así como también ofrecen otra información de interés para futuras 
investigaciones e investigadores. 
26 
 
2.4.3 Hallazgos u observaciones en marcas morfológicas toponímicas actuales y coloniales 
(7mo paso) 
 
A continuación, se presentarán los hallazgos u observaciones realizadas en las marcas 
morfológicas de origen indígena, identificadas en la toponimia actual de Cundinamarca y 
Boyacá. Adicionalmente, se presentarán los hallazgos realizados en el proceso de comparación 
entre las marcas de topónimos actuales, con los datos toponímicos coloniales de Jorge Gamboa 
(2010-2019) (ver apartado 2.4.2). 
 
2.4.3.1 Hallazgos u observaciones en marcas morfológicas de topónimos actuales de 
Cundinamarca y Boyacá 
 
Del corpus de topónimos de origen indígena de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, 
fueron identificadas en total 59 marcas morfológicas (sustantivos, sufijos, infijos, prefijos), de 
las cuales 25 son de origen muisca (con etimología comprobada en el muisca de Bogotá), y 
34 de probable origen muisca (sin etimología o con una propuesta). 
 
2.4.3.1.1 Marcas morfológicas de origen muisca 
 
 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 12 se encuentran presentes 
en nombres de plantas (fitónimos) de la región cundiboyacense, por ejemplo: fique, 
gaque, jucua, cocubo, curuba, uchuva, chisgua, chusque, guasquín, etc. Actualmente, 
muchas de las anteriores especies vegetales, poseen usos, aplicaciones o saberes dentro 
la vida cotidiana de comunidades urbanas o rurales.
 
 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 6 corresponden a accidentes 
geográficos, características geomorfológicas, o a elementos de un espacio, por ejemplo: 
chucua, quira, tiba, choque, toque (incluyendo variantes) y sía (incluyendo variantes).
 
 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 3 corresponden a seres 
mitológicos o del folclore de la región cundiboyacense, por ejemplo: cucacuy, bochica 
y tunjo (incluyendo variantes). Actualmente, a los anteriores seres o fenómenos 
mitológicos, se les asocia con creencias o saberes dentro de la vida cotidiana de 
comunidades urbanas o rurales.
 
 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 2 se encuentran presentes 
en nombres de animales (zoónimos) de la región cundiboyacense, por ejemplo: guala y 
quincha (incluyendo variantes). Actualmente, para las anteriores especies animales, 
existen usos, creencias o saberes dentro la vida cotidiana de comunidades urbanas o 
rurales.
27 
 
 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 2 se encuentran presentes 
dentro del léxico cotidiano de la región cundiboyacense, por ejemplo: fute y sute. 
Actualmente, a los anteriores términos, se les asocia con creencias, saberes o 
costumbres dentro de la vida de comunidades urbanas o rurales.
 
 
 
2.4.3.1.2 Marcas morfológicas de probable origen muisca 
 
 De las 34 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 12 poseen una 
probable relación etimológica con el muisca de Bogotá. Por lo anterior, es importante 
que para dichas marcas y sus probables etimologías, pueda profundizarse en futuras 
investigaciones.
 
 De las 34 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 22 no se han 
asociado con ninguna etimología por falta de datos o por no poseer ningún correlato en 
el muisca de Bogotá. Por lo anterior, y considerando poco prudente una asociación de 
cualquier tipo, se invita en futuras investigaciones, a profundizar en aspectos 
etimológicos o lingüísticos de las anteriores marcas.
 
 De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 
8 parecen estar asociados a accidentes geográficos, características geomorfológicas, o 
a elementos de un espacio, por ejemplo: bosa, chica, guata, jaca, saca (incluyendo 
variantes), etc.
 
 De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 
2 parecen estar asociados a nombres de plantas (fitónimos) de la región cundiboyacense, 
por ejemplo: guane y toba (incluyendo variantes) (incluso ¨chite¨). Actualmente, las 
anteriores especies vegetales, poseen usos, aplicaciones o saberes dentro la vida 
cotidiana de comunidades urbanas o rurales.
 
 De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 
2 parecen no sugerir lógicamente, la relación entre dicha marca y el espacio al que 
referencian, por ejemplo: quiba y cone (incluyendo variantes).
 
 
 
 
 
2.4.3.2 Hallazgos en la comparación de marcas morfológicas de topónimos actuales con 
datos toponímicos coloniales 
28 
 
De las 59 marcas morfológicas identificadas en los topónimos indígenas de Cundinamarca y 
Boyacá, que fueron comparadas con 793 datos toponímicos coloniales de Gamboa (2010- 
2019), se hallaron 32 marcas en común: 7 de origen muisca (con etimología comprobada) y 
25 de probable origen muisca (con probable etimología o sin ella). 
Es de resaltar, que más de cuatrocientos años después del registro de los datos coloniales (entre 
1537a 1620), un poco más de la mitad de las marcas morfológicas, aún se mantiene en uso en 
la toponimia actual de Cundinamarca y Boyacá. 
 
 
2.4.3.2.1 Marcas morfológicas de origen muisca 
 
 De las 7 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 5 corresponden según 
observaciones de Gamboa (2010-2019), a accidentes geográficos, características 
geomorfológicas, o a elementos de un espacio, por ejemplo: choque, quira, tiba y toque 
(incluyendo variantes), sía (incluyendo variantes). Para las marcas, tiba y toque, las 
observaciones de Gamboa apoyan y concuerdan con las etimologías dadas. 
 
 De las 6 marcas morfológicas de origen muisca, 1 corresponde a lugares relacionados 
con un ser mitológico o del folclore de la región cundiboyacense, por ejemplo: tunjo 
(incluyendo variantes). Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, pero es 
vigente la existencia del topónimo tanto en la colonia como en la actualidad. 
 
 De las 6 marcas morfológicas de origen muisca, 1 se encuentra presente en el nombre 
de una planta (fitónimo) de la región cundiboyacense, por ejemplo: cubia (incluyendo 
variantes. Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, pero es vigente la 
existencia del topónimo fitónimo tanto en la colonia como en la actualidad. 
 
2.4.3.2.2 Marcas morfológicas de probable origen muisca 
 
 De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 9 poseen una 
probable relación etimológica con el muisca de Bogotá. Gamboa (2010-2019) no da 
comentarios al respecto, por lo anterior, es importante que para dichas marcas y sus 
probables etimologías, se pueda profundizarse en futuras investigaciones. 
 
 De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 16 no se han 
asociado con ninguna etimología por falta de datos o por no poseer ningún correlato en 
el muisca de Bogotá. Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, por lo 
anterior, y considerando poco prudente una asociación de cualquier tipo, son necesarias 
futuras investigaciones que profundicen en aspectos lingüísticos y etimológicos. 
 
 De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 7 poseen en los 
datos coloniales, variaciones (ortográficas o dialectales) no encontradas en las marcas 
toponímicas actuales, por ejemplo: jaca, guata, bosa, chía, za (incluyendo variantes), 
29 
 
etc. Para investigaciones futuras, se invita a profundizar en las variaciones de dichas 
marcas. 
 
 Para gran parte de las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, las 
observaciones hechas por Gamboa (2010-2019), no sugieren o lanzan información más 
precisa sobre su etimología, aparte de la ya sugerida en el apartado 2.4.1. Las 
observaciones proporcionan información genérica también presente en otras marcas, 
por ejemplo: ¨estancias, pueblos, repartimientos, capitanías, lugares de nacimiento, 
quebradas, cerros, arcabucos o sitios¨, etc. Para investigaciones futuras, se invita a 
profundizar en dichas marcas morfológicas durante la época colonial y en sus 
respectivas observaciones. 
 
2.4.4 Cartografía comentada en el análisis (8vo paso) 
 
A continuación, se presentará en forma de mapas georreferenciados, cada una de las marcas 
morfológicas (de origen muisca y prob. origen muisca) identificadas en el corpus de topónimos 
de origen indígena de Cundinamarca y Boyacá. Adicionalmente, por cada marca en su 
respectivo mapa, se hará una lectura del mismo con comentarios y/o posibles hallazgos. 
 
2.4.4.1 Marcas morfológicas de origen muisca 
 
 ¨choque¨/ ̈ toque¨ 
 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨choque¨, se encuentran concentrados 
principalmente en el centro occidente de Cundinamarca y el centro oriente de Boyacá. Algunos 
30 
 
otros puntos menos numerosos, se localizan en la confluencia nororiental y suroccidental de 
los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, y en la zona nororiental de Boyacá. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨toque¨, se encuentran concentrados 
principalmente en la confluencia nororiental y suroccidental de los departamentos de 
Cundinamarca y Boyacá. Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan en el centro 
oriente de Cundinamarca y el centro oriente de Boyacá. 
Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una 
distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue 
principalmente la cordillera Oriental hacia el nororiente. 
 
 
 ¨chusque¨/ ̈ fique¨/ ̈ que¨ 
 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chusque¨, se encuentran distribuidos 
principalmente entre el centro y centro oriente de Cundinamarca, y continúan hacia el 
nororiente de Boyacá. Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan en el suroccidente 
y centro occidente de Cundinamarca, y en el suroriente y nororiente de Boyacá. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ̈ fique ̈ , se encuentran diseminados en diversos 
sectores de Cundinamarca, en el occidente, norte y oriente, y en Boyacá, en el occidente, centro, 
centro norte y sur occidente. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨que¨, se encuentran localizados 
principalmente en el suroriente de Cundinamarca y en el centro y suroccidente de Boyacá. 
Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan aislados en el oriente de Cundinamarca, 
y en el suroriente y nororiente de Boyacá. 
31 
 
Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una 
distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la 
cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. 
 
 
 ¨quira¨ y var. / ̈ chucua¨ y var. / 
 
 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨quira¨ y sus variantes, se encuentran 
localizados principalmente entre el centro occidente y el centro oriente de Boyacá. Algunos 
puntos menos numerosos, se encuentran localizados en el suroccidente y norte de 
Cundinamarca, y en el nororiente de Boyacá. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chucua¨ y sus variantes, se encuentran 
localizados principalmente entre el centro y el centro norte de Cundinamarca. Algunos puntos 
menos numerosos, se encuentran aislados en el suroriente y nororiente de Boyacá. 
Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una 
distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la 
cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. 
32 
 
 ¨jucua¨ y var. / ¨uba¨/ ̈ chisgua¨ 
 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨jucua¨ y sus variantes, se encuentran 
localizados principalmente en la zona de confluencia entre el nororiente de Cundinamarca y el 
suroccidente de Boyacá. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran dispersos en el 
centro oriente y noroccidente de Cundinamarca, y en el centro norte y nororiente de Boyacá. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨uba¨, se encuentran diseminados en el área 
cundiboyacense, localizados principalmente en el centro norte de Cundinamarca y el nororiente 
de Boyacá. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran en el sur de Cundinamarca, y en 
el occidente y el extremo norte de Boyacá. 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chisgua¨, se encuentran focalizados en dos 
sectores, en el suroccidente y en el centro oriente de Cundinamarca. Para Boyacá esta marca 
no se presenta. 
Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una 
distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la 
cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. 
33 
 
 ¨cubia¨ y var. / ¨cᨠy var. / ¨curo(a)¨ y var. 
 
 
Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨cubia¨ y sus variantes, se encuentran 
localizados principalmente entre el suroriente y el suroccidente de Cundinamarca. Un

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