Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 Universidad Nacional de Colombia- Sede Bogotá (UNAL) Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) Informe final de pasantía: Recolección y análisis de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana y comparación con topónimos de origen colonial entre 1580 a 1620 Por: José Manuel Gómez Programa curricular: Lingüística Tutor UNAL: Pedro Tulio Marín Silva Encargado de proyecto ICANH: Diego Fernando Gómez Aldana Bogotá- febrero de 2020 Nota El presente informe de investigación, es producto de un convenio de pasantía como opción de grado, entre el departamento de Lingüística de la Universidad Nacional de Colombia, y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), realizado entre agosto de 2019 y febrero de 2020. En este informe reposan hallazgos y resultados, de un proceso investigativo interesado en la toponimia de origen indígena de la cordillera Oriental (puntualmente en Cundinamarca y Boyacá), en la lengua muisca de Bogotá, en los topónimos de origen colonial, y en la geografía lingüística. Este trabajo, ha sido realizado por José Manuel Gómez, y fue guiado por los conocimientos y aptitudes de Diego Fernando Gómez, Oscar Chacón, Pedro Tulio Marín y Jorge Gamboa. A todos gracias, especialmente a nuestro pueblo y cultura muisca. 1. Delimitación de la cordillera Oriental colombiana: 2 1.1 Delimitación geológica-geográfica: En un primer acercamiento hacia la comprensión y delimitación geológico-geográfica de la cordillera Oriental colombiana, es indispensable definir elementos básicos como su origen. Para cumplir con este objetivo, vale la pena citar el trabajo del geógrafo alemán Ernesto Guhl Nimtz (2016), quien afirma que: Ya en el sur del Ecuador se presenta, en el lado oriental de los Andes, recostada sobre ellos, una nueva cadena de montañas, que debido a su poca altura todavía está cortada transversalmente por los ríos; pero desde aproximadamente 2º de latitud norte aumenta su altura, impide el paso de los ríos, delimita la cuenca del río Magdalena y también su aspecto exterior adquiere la fisionomía de una cordillera independiente, o sea la cordillera Oriental de Colombia (76-77). La anterior referencia que proporciona Guhl Nimtz (2016) sobre el origen geográfico de la cordillera Oriental colombiana presenta no solo una nueva postura en la determinación de su origen geográfico, sino que difiere de la idea común que consideraba al origen de la cordillera, en los picos de La Fragua, localizados en el municipio de Acevedo (Huila), y que es en donde se trifurca la Cordillera Interandina. Una vez más, Guhl Nimtz (2016) argumenta que, dentro de la anterior idea común sobre el origen de la cordillera Oriental colombiana, también se inserta la idea de que en los picos de La Fragua, sucede el divorcio de aguas entre los ríos Amazonas y Magdalena, que se consideraban cumbres de cordilleras. Ahora bien, considerando la propuesta y argumentos de Guhl Nimtz (2016) sobre el punto de nacimiento de la cordillera Oriental colombiana en términos geográficos, creemos importante proporcionar un breve acercamiento hacia su origen en términos geológicos, para entender las fuerzas que dieron como resultado el problema que actualmente abordamos. Al respecto, Guhl Nimtz (2016) define que: Su origen data de la era Cenozoica, cuando un movimiento continental hacia el occidente hizo que el macizo guayanés ejerciera fuerte presión sobre el macizo preandino primario. Entre ambos se encontraba un brazo de mar- un geosinclinal bastante profundo- cuyo fondo compuesto por aluviones, limo y arena, fue levantado y constituye hoy las rocas sedimentarias de la cordillera Oriental. A la vez, son característicos de esta cordillera los extensos macizos paleozoicos, los famosos batolitos que sobresalen del manto de los sedimentos del Terciario superior (77). Volviendo de nuevo el concepto de la cordillera Oriental colombiana en términos geográficos, y habiendo introducido de forma breve a su proceso de conformación geológica desde la postura de Guhl Nimtz (2016), es ahora necesario establecer el recorrido o distribución geográfica de la misma por el territorio colombiano, habiendo hecho ya la precisión sobre su punto de origen. Una vez en territorio colombiano, el ramal que corresponde a la cordillera Oriental, ya a la altura de Garzón (Huila), se presenta plegada sobre un solo eje y con valles transversales 3 ubicados a ambos lados de la misma; solo en la latitud que corresponde a Neiva (Huila) la cordillera que antes presentaba valles transversales en ambos lados, se complica en dirección hacia el oriente (Guhl Nimtz, 2016). Para ese entonces, la cordillera que avanza hacia el oriente, comienza a tomar alturas superiores de 3.000 y de 3.500 metros, que continúan hasta la depresión de Uribe, la cual corresponde a uno de los puntos más bajos de la cordillera Oriental y que cuenta con 1.840 metros (Guhl Nimtz, 2016). Superada la depresión de Uribe, en su recorrido a través de Colombia, la cordillera Oriental continúa hacia el macizo del Sumapaz, alcanzando una altura entre los 3.500 a 4.000 metros, y siguiendo una dirección constante hacia oriente, en la que linda hacia los 4º de latitud, con el sector de los altiplanos, y para aquel momento se encuentra en uno de sus puntos más anchos (250km) (Guhl Nimtz, 2016). El sector de los altiplanos, cuyas alturas rondan entre los 2.500 a 2.700 metros, se encuentra resguardado tanto al oriente como al occidente por la cordillera Oriental, y este puede caracterizarse como el antiguo lecho de lagos que ocuparon estas regiones y que fueron resultado de procesos de sedimentación (Guhl Nimtz, 2016). Llegando a los 5 y 6, 5º de latitud, la cordillera Oriental se encuentra en los departamentos de Boyacá y Santander oscilando entre los 2.000 hasta los 3.900 o 4.000 metros, entre pisos térmicos tanto cálidos como fríos, e incluyendo áreas de páramo y de paisaje alpídico (de alta montaña) (Guhl Nimtz, 2016). Para ese entonces, el eje de la cordillera todavía se desplaza aún más hacia el oriente, y en la región del valle del río Chicamocha se ve culminado su ensanchamiento. Sin embargo, a medida que esta se aproxima hacia el macizo de la Sierra Nevada del Cocuy gana cada vez más altura hasta llegar a los 5.439 metros (Guhl Nimtz, 2016). Ya en el macizo de la Sierra Nevada del Cocuy, la cordillera Oriental modifica su dirección de oriente hacia noroeste hasta llegar al páramo de Santurbán, en donde se bifurca una parte hacia Venezuela, donde es conocida como la cordillera de Mérida. En territorio colombiano, la cordillera Oriental en su camino hacia el norte atraviesa los departamentos de Norte de Santander y Cesar, y va reduciendo tanto su altura como su anchura, para formar parte durante su avance, de las serranías de los Motilones, de Valledupar y del Perijá, llegando a alturas de hasta 3.000 metros (Guhl Nimtz, 2016). Posteriormente en su trayecto final, esta vez en el departamento de La Guajira, la cordillera Oriental sufre un descenso altitudinal hasta comprender los montes de Oca, y finalmente culmina su largo recorrido, iniciado en el sur del país y desde el Ecuador, en la península de La Guajira (Guhl Nimtz, 2016). 1.2 Delimitación físico-biótica: Una vez delimitada la extensión geográfica, y algunos aspectos geológicos de la cordillera Oriental colombiana, es importante realizar una breve caracterización de los aspectos físico- bióticos que la hacen particular como región natural de Colombia. En consecuencia, aquellos aspectos físico-bióticos que consideramos para esta delimitación son el clima, la vegetación y la fauna, así como las relaciones que entre ellos se tejen. En lo que respecta a la vegetación que conforma los ecosistemas de la cordillera Oriental colombiana, encontramos que ésta, al poseer diversos puntos altitudinales a lo largo de su recorridopor el país, incorpora diferentes pisos térmicos o climas, que a su vez presentan 4 formaciones vegetales particulares como lo son: Selva neotropical inferior o ecuatorial, selva subandina, selva andina, páramo y zona nival (IGAC, 2011). - Selva neotropical inferior o ecuatorial: Abarca altitudes desde el nivel del mar hasta los 1.000 mts., sus temperaturas oscilan entre los 23 a 30ºC y presenta periodos de lluvias de 6 a 8 meses, y una precipitación superior a los 2.000 mm aproximadamente (IGAC, 2011). Las especies que componen dicha formación, se ven favorecidas tanto por sus precipitaciones como por el clima, por lo que se presenta una rica y amplia gama de crecimiento y desarrollo en cada una de ellas (IGAC, 2011). Adicionalmente, cierto tipo de plantas como las epífitas o los bejucos son características de esta formación (IGAC, 2011). - Selva subandina: Abarca altitudes desde los 1.000 hasta los 2.300 mts, sus temperaturas oscilan entre los 23 a 16ºC, y precipitaciones anuales entre los 1.000 a 4.000 mm (IGAC, 2011). Este tipo de formaciones se encuentra presente principalmente en los flancos de las cordilleras colombianas, en este caso, en la Oriental (IGAC, 2011). Las especies que componen esta formación, dadas las precipitaciones y el clima, presentan una menor (no necesariamente significativa) diversidad en relación a la selva neotropical inferior (IGAC, 2011). Las familias botánicas de las Lauráceas, Moráceas, Rubiáceas, y Meliáceas destacan principalmente en estas regiones (IGAC, 2011). - Selva andina: Abarca altitudes desde los 2.300 hasta los 3.600 mts (aunque presenta variaciones según la ubicación geográfica), sus temperaturas oscilan entre los 16 a 8ºC, las precipitaciones anualmente son de alrededor de 1.200 a 900 mm aproximadamente, y adicionalmente presenta una humedad atmosférica elevada en relación a la nubosidad y niebla (IGAC, 2011). Las especies que componen esta formación ejemplifican la relación que existe entre altitud y temperatura, en la medida en que a mayor altura disminuye el crecimiento, desarrollo y longitud de las especies vegetales (IGAC, 2011). Por lo anterior, en altitudes como los 3.300 mts es frecuente la presencia de cubiertas boscosas menores a los diez metros, denominadas bosque alto andino, y una gradual predominancia de arbustos y hierbas (IGAC, 2011). Los géneros botánicos Weinmania, y las familias de las Melastomatáceas, Podocarpus, Rosáceas, y Betuleáceas destacan principalmente en estas regiones (IGAC, 2011). - Páramo: Abarca altitudes superiores a los 3.500 mts (aunque con variaciones según la ubicación geográfica), temperaturas que oscilan los 10 y -1,9ºC, y precipitaciones mensuales de alrededor de 500 a 160 mm (IGAC, 2011). Estas regiones generalmente son húmedas, frías, nubosas, y con una enorme influencia de los vientos. Los suelos principalmente son pantanos, debido a la saturación hídrica. Las formaciones vegetales suelen estar compuestas por especies resistentes a las condiciones del páramo, como el frío, la sequedad fisiológica, y una alta 5 evapotranspiración diurna, que se dividen entre pajonales, chuscales, matorrales, jucuales, conjuntos de musgos y hepáticas (IGAC, 2011). Adicionalmente el páramo se compone del superpáramo, región que está por encima de los 4.500 metros y llega hasta el nivel de la nieve. Allí la vegetación es escasa, siendo frecuentes las gramíneas y desapareciendo los frailejones (IGAC, 2011). - Zona nival: Abarca áreas de cordillera con presencia de casquetes glaciares o nevados, y con una temperatura por debajo de los 0ºC. Pertenecen a esta zona los picos nevados de de la Sierra Nevada del Cocuy, Güicán o Chita (IGAC, 2011). Las formaciones vegetales de esta región suelen estar compuestas por escasas y estacionales comunidades de musgos, líquenes, hepáticas y hierbas, adaptadas a las duras condiciones del entorno (IGAC, 2011). Ahora bien, en relación a la fauna que compone los ecosistemas de la cordillera Oriental colombiana, podemos presentar algunas especies características de los siguientes ecosistemas presentes en la cordillera: Selva neotropical inferior o ecuatorial, selva andina, páramo y cuerpos de agua (lagos, lagunas y humedales) (IGAC, 2011). - Selva neotropical inferior: Se caracteriza por mamíferos como las chuchas (Caluromys derbianus, Marmosa Murina, Marmosa robinsoni), los tigrillos (Felis parclalis), y otra gran variedad de primates, reptiles y aves (IGAC, 2011). - Selva andina: Se caracteriza principalmente por anfibios (Andinophryne atelopoides, Atelopus carauta, etc), aves tipo colibríes, y mamíferos como el venado de cola blanca (Odocoielus virginianus), la danta de montaña (Tapirus pinchaque), y el oso de anteojos (Tremactors ornatus) (IGAC, 2011). - Páramo: Se caracteriza por un alto endemismo en aves y anfibios (Bufonidae), así como por la presencia de mamíferos como los cusumbos (Nasuella olivacea), los venados conejo (Pudu mephistophiles), y los ratones runchos (Caenolestes obscurus) (IGAC, 2011). - Cuerpos de agua (lagos, lagunas y humedales): Presentan gran variedad en especies de aves acuáticas como los patos zambullidores (Tachybaptus dominicus y Podilymbus podiceps), pollas de agua (Gallinula spp. Porphyrio martinica y Fulica american), endémicas como la tingua cundiboyacense (Rallus semiplumbeus) y el pato andino (Podiceps andinus), y especies migratorias. Adicionalmente destacan mamíferos como las nutrias (Pterouna brasiliensis), los perros de agua (Latra longicaudis) y gran variedad de reptiles y anfibios (IGAC, 2011). 1.3 Delimitación etnolingüística: 6 Al iniciar esta sección, es fundamental precisar que se realizará una breve presentación y descripción del componente etnolingüístico que caracterizó en tiempo pasado y presente el área de influencia de la cordillera Oriental colombiana, es decir, cada uno de sus pueblos indígenas y sus lenguas. Así mismo, es importante considerar a Ernesto Guhl Nimtz (2017), cuando plantea que a diferencia de otras regiones colombianas, la región geográfica andina (que abarca las tres cordilleras con sus valles interandinos) no posee una extensión considerable, pero que en términos poblacionales es sin embargo la más importante, dada la enorme concentración humana en núcleos urbanos o dispersa en zonas rurales (Guhl Nimtz, 2017). Ahora bien, pasando a la presentación y descripción del componente étnico-lingüístico de la cordillera Oriental, y siguiendo de sur a norte su recorrido, enunciaremos a cada uno de los pueblos y lenguas indígenas que la habitaron o aún la habitan: - Andaquí: El territorio originario de este pueblo comprendía al actual departamento del Caquetá, y muy probablemente el sur oriente del departamento del Huila dada su proximidad geográfica (Adelaar & Muysken, 2004). En el Caquetá, el territorio andaquí tenía como límite sur y occidente al Río Caquetá, al oriente al Río Caguán, y al norte las tierras altas del Alto Magdalena (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua andaquí se considera extinta y su filiación lingüística es incierta, asociándose inicialmente con la familia Chibcha, y considerándose más adelante cercana a la lengua nasa, de filiación independiente (Adelaar & Muysken, 2004). - Nasa: El territorio originario de este pueblo comprende a los actuales departamentos del Cauca, Tolima y Huila, siendo preponderante el primero (Adelaar & Muysken, 2004). El territorio nasa abarca amplias y variadas regiones naturales que comprenden desde los 500 hasta los 3.000 msnm (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua nasa o nasa yuwe posee alrededor de 60.000 hablantes, así como al menos dos variedades dialectales, y su filiación lingüística, en un principio dada a la familia Chibcha, actualmente es independiente o aislada (Adelaar & Muysken, 2004; Landaburu, 1998). - Pijao: El territorio originario de este pueblo comprende a los actuales departamentos del Tolima yel Huila, principalmente el primero, en los municipios del área suroriental como Ortega, Coyaima y Natagaima (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua pijao se considera extinta, y su filiación lingüística aún es incierta, pues aunque inicialmente se consideraba parte de la familia Caribe como el panche, pantágora o el muzo-colima, la escasa cantidad de datos disponibles impide dicha asociación (Adelaar & Muysken, 2004). - Muzo-Colima: El territorio originario de este pueblo comprendía el área noroccidental del actual departamento de Cundinamarca, y el occidente del actual departamento de Boyacá (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua muzo-colima se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con la familia Caribe, según la información y datos disponibles (Adelaar & Muysken, 2004). 7 - Lenguas chibchas: ● Muisca: El territorio originario de este pueblo comprendía los altiplanos y valles interandinos de los actuales departamentos de Cundinamarca y Boyacá (Adelaar & Muysken, 2004; Gómez Aldana, 2016). La lengua muisca o muysccubun se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con la familia Chibcha. Actualmente lo que conocemos sobre el muysccubun, procede del muisca de Bogotá, la única variedad dialectal que fue lo suficientemente documentada y estudiada, como para ser usada en evangelización como lengua general (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez Aldana, 2016). Adicionalmente, debe considerarse la existencia de otras variedades dialectales habidas en las tierras altas y los valles interandinos de Boyacá y Cundinamarca, que sin embargo no fueron debidamente documentadas (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez Aldana, 2016). ● Duit: El territorio originario de este pueblo, cercano al muisca, comprendía al actual departamento de Boyacá, y podría situarse más específicamente en los alrededores del municipio de Duitama y Sogamoso (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua duit se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con la familia Chibcha (Adelaar & Muysken, 2004). Adicionalmente, el duit presenta bastantes semejanzas con el muisca de Bogotá y el uwa, esto gracias a unos documentos hallados por Ezequiel Uricoechea, en un catecismo durante el siglo XIX (Adelaar & Muysken, 2004). ● Uwa: El territorio originario de este pueblo comprende los actuales departamentos de Boyacá (con la mayor población), Arauca, Casanare, Santander, y Norte de Santander en Colombia, y los estados de Táchira y Apure en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004). En Boyacá, los uwa se encuentran ubicados principalmente en los municipios de Güicán, Cubará y El Cocuy; en Arauca en Saravena; en Casanare en Sácama y Alto Corozal; en Santander en Capitanejo y Carcasí; y en Norte de Santander en Agua Blanca (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 1998) (Gómez Aldana, 2016) (et). La lengua uwa o uw cuwa, posee alrededor de 3.600 hablantes y cerca de cinco variedades dialectales, y está emparentada lingüísticamente con la familia Chibcha. Adicionalmente, se considera al uw cuwa la lengua viva más cercana al muisca y a aquellas otras lenguas de las tierras altas de Cundinamarca y Boyacá (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez Aldana, 2016) (Landaburu, 1998). ● Tegua: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área suroccidente del actual departamento de Boyacá, y el suroriente del departamento del Casanare, más específicamente en los alrededores de los 8 municipios de Campohermoso (Boy.), Sabanalarga y Monterrey (Cas.) (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua tegua se considera extinta, y su filiación lingüística es incierta dada la ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho pueblo (Adelaar & Muysken, 2004). ● Guane: El territorio originario de este pueblo comprendía el área suroriental del actual departamento de Santander, más específicamente el área sur de Bucaramanga y la región correspondiente al Cañón del Chicamocha (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua guane se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con familia Chibcha, aunque los datos e información acerca de la lengua y su cultura son en extremo escasos (Adelaar & Muysken, 2004). ● Lache: El territorio originario de este pueblo comprendía los actuales departamentos de Boyacá y Santander. En Boyacá, los laches se situaban más específicamente, en los municipios nororientales que forman parte del macizo de la Sierra Nevada del Cocuy, y que actualmente tienen presencia del pueblo uwa (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua lache se considera extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con la familia Chibcha, dado que su pueblo colindaba con el territorio de los actuales uwa, hablantes del uw cuwa central. Lamentablemente la ausencia de datos lingüísticos y culturales, hace que dicha afirmación sea difícil de sustentar (Adelaar & Muysken, 2004). ● Sutagao: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el suroriente del actual departamento de Cundinamarca, y es probable que el noroccidente del actual departamento del Meta (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua sutagao se considera extinta, y su filiación lingüística es incierta, dada la ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho pueblo (Adelaar & Muysken, 2004) (Gómez). - Agatano: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área suroccidente del actual departamento de Santander, más específicamente las montañas al occidente del municipio de Vélez (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua agatana se considera extinta, y se ha especulado sobre su filiación lingüística con la familia Chibcha, pero dada la ausencia de datos sobre la lengua y cultura de dicho pueblo, no puede sostenerse esta relación (Adelaar & Muysken, 2004). - Yariguí: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el área centro oriente del actual departamento de Santander, más específicamente la Serranía de los Yariguíes y sus municipios aledaños (Adelaar & Muysken, 2004). 9 La lengua yariguí se considera extinta y su filiación lingüística es incierta dada la inexistencia de datos sobre la lengua y cultura de dicha comunidad (Adelaar & Muysken, 2004). - Carare-Opón: El territorio originario de este pueblo comprendía el área noroccidental del actual departamento de Santander, más específicamente la región que comprende el valle del Río Magdalena, y los ríos Carare y Opón (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua carare-opón se considera probablemente extinta, y se ha emparentado lingüísticamente con la familia Caribe, gracias a datos recolectados sobre la lengua y su cultura en la primera mitad del siglo XX (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 1998). - Chitarero: El territorio originario de este pueblo podría haber comprendido el actual departamento de Norte de Santander, más específicamente lo que hoy se conoce como provincia de Pamplona (Pamplona, Chitagá, Cácota, etc.) (Adelaar & Muysken, 2004). La lengua chitarera se considera extinta, y se ha tratado de emparentar lingüísticamente con la familia Chibcha, sin embargo, no existen datos lingüísticos y hay muy pocos a nivel cultural, como para sostener dicha relación (Adelaar & Muysken, 2004). - Barí: El territorio originario de este pueblo comprende los actuales departamentos de Norte de Santander y Cesar en Colombia, y parte del estado de Zulia en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004). En el departamento de Norte de Santander, los barí se encuentran ubicados principalmente en el sur de la Serranía del Perijá y en los municipios de Tibú, Teorama, Convención y El Tarra (et). En el departamento del Cesar, los barí se encuentran ubicados en el piedemonte de la Serranía del Perijá, en los municipios de Chimichagua, Pailitas y La Gloria (et). La lengua barí o dobocubí posee alrededor de 3.500 hablantes en Colombia, y está emparentada lingüísticamente con la familia Chibcha (uwa, ika, muisca, etc) (Adelaar & Muysken, 2004). - Yukpa:El territorio originario de este pueblo comprende el actual departamento del Cesar en Colombia, y parte del estado de Zulia en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004). En el departamento del Cesar, los yukpa se encuentran ubicados principalmente en el nororiente de la Serranía del Perijá, compartiéndola por el sur con el pueblo barí, y así mismo en los municipios de Becerril y Agustín Codazzi (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 1998). La lengua yukpa o yuko posee alrededor de 3.000 hablantes en Colombia, y está emparentada lingüísticamente con la familia Caribe, considerándose también la lengua viva más próxima al extinto carare-opón (Adelaar & Muysken, 2004). Adicionalmente, la lengua yukpa ha sido descrita con dos variedades dialectales en Colombia y cuatro en Venezuela (Adelaar & Muysken, 2004) (Landaburu, 1998). 1. Toponimia actual de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana 10 Antes de dar paso a los siguientes apartados sobre esta pasantía de investigación (2.1, 2.2, etc.), es importante contextualizar y precisar a qué nos referimos cuando hablamos de toponimia. Siguiendo a Olaya (1999) y al IGAC (2014), la toponimia refiere al estudio e investigación sobre los nombres de los lugares y sus significados, es decir cualquier nombre que componga u organice a los elementos de un territorio (ciudades, pueblos, veredas, sitios, cuerpos de agua, montañas, entre otros). Adicionalmente, es a través de la investigación en toponimia, donde también se puede ofrecer un mayor y mejor conocimiento tanto de la organización de un territorio, como de su trayectoria humana, histórica y cultural (Olaya, 1999) (IGAC, 2014). Finalmente, y de ser posible, esperamos a través de la siguiente identificación, conocer un poco más sobre aquellas culturas y lenguas indígenas, que quedaron inmortalizadas en los nombres de lugares o espacios de esta parte de la cordillera. 2.1 Herramientas para recolección, sistematización y georreferenciación de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana Previamente a la formulación de los criterios que identificarán los topónimos de origen indígena en la cordillera Oriental, es preciso hacer una salvedad breve sobre las herramientas que han permitido recolectar, sistematizar y georreferenciar dichos datos. Para la recolección, se ha utilizado el programa Google Earth Pro (2017), el visor virtual de Consulta Catastral (Mapa de Sistema Nacional Catastral) del IGAC (Instituto Geográfico Agustín Codazzi), el Geovisor de Consulta del Nivel de Referencia de Veredas - 2017 del Geoportal del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), y la herramienta virtual Google Maps. Para la sistematización, se ha utilizado el programa Microsoft Excel, que ha permitido organizar los datos toponímicos (incluyendo sus coordenadas) en tablas, filtrar los anteriores datos, y realizar su posterior análisis lingüístico con comentarios. Adicionalmente, también ha sido empleada para el análisis de datos toponímicos actuales, la información sobre topónimos coloniales (entre 1537 y 1620) presente en una base de datos inédita del investigador Jorge Augusto Gamboa (2010-2019). Finalmente, para le georreferenciación de los datos toponímicos actuales, se ha utilizado la opción crear mapas de la herramienta virtual Google Maps, y para ajustes y convenciones en dichos mapas, el programa Google Earth Pro (2017). 2.2 Criterios para identificación y recolección de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana Para la identificación y recolección de topónimos actuales de origen indígena, ha sido importante precisar y definir unos criterios básicos que permitan no solo facilitar la obtención de los mismos, sino también su filtrado y posterior organización según sus orígenes lingüísticos. Por lo anterior, consideramos como primer criterio general, y como filtro para excluir datos toponímicos: ● Pertenencia al corpus léxico de la lengua española o de lenguas no americanas 11 No se considerarán dentro de la identificación ni recolección de topónimos de la cordillera Oriental, aquellos topónimos que pertenezcan etimológicamente al corpus léxico documentado de la lengua española o de otras lenguas no americanas (árabe, latín, francés, inglés, etc). Para dicho filtro es fundamental el uso del Diccionario virtual de la lengua española, de la Real Academia Española (RAE), el cual permite filtrar por medio de un buscador, aquellos términos que aunque presentes en español, son de origen americano, como de otras lenguas occidentales. Adicionalmente, se proporciona una posible etimología para cada término consultado, con sus posteriores acepciones o significados. Por ejemplo: - Tabacal (Laguna de La Vega, Cundinamarca): Del árabe clásico ¨tub[b]āq¨, que significa ¨nombre que, antes del descubrimiento de América, se aplicó a la olivarda, el eupatorio y otras hierbas medicinales que mareaban o adormecían¨, o ¨planta narcótica de la familia de las solanáceas, originaria de América¨. - Cuja (Río de Fusagasugá, Cundinamarca): Del latín ¨coxa¨ (cadera), que significa ¨bolsa de cuero o anillo para asir el cuento de un arma o lanza¨; o del francés ¨couche¨, que significa ¨cama o armazón de la cama¨. - La Palma (Municipio de Cundinamarca): Del latín ¨palma¨, que significa ¨árbol de la familia de las palmas¨, o ¨cada una de las plantas angiospermas monocotiledóneas¨. - La Vega (Municipio de Cundinamarca): Del latín ̈ vaica¨, que significa ̈ terreno bajo, llano y fértil¨. Como segundo criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: ● Pertenencia al corpus léxico de lenguas indígenas americanas o colombianas Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera Oriental, los topónimos que etimológicamente tengan un correlato en el corpus léxico documentado, de lenguas indígenas americanas (náhuatl, quechua, cumanagoto, etc.) o colombianas (muisca, pijao, muzo-colima, uwa, etc.). Para dicho filtro, es fundamental el uso de diccionarios de lenguas indígenas americanas (quechua, náhuatl, cumanagoto, etc.) o colombianas (muisca, muzo-colima, uwa, pijao, nasa yuwe, etc.). Por ejemplo: - Las Quinchas (Quebrada de Paime, Cundinamarca): Del muysca de Bogotá ¨quynza¨, que significa ¨colibrí o tominejo¨. - Guacimal (Vereda de Honda, Tolima): Del taíno ¨guasuma¨, que significa ¨árbol de hasta seis metros de altura, follaje abundante, hojas agudas y dentadas, flores blancas y frutos globosos, comestibles, de color blanco y rosa¨. 12 - Chuscal (Quebrada de El Rosal, Cundinamarca): Del muysca de Bogotá ¨chusquy¨, que significa ¨planta gramínea usada principalmente en cestería y construcción¨. - Guacamayas (Vereda de Vergara, Cundinamarca): Del taíno ¨huacamayo¨, que significa ¨ave de América, especie de papagayo¨. - Yurayaco (Río y corregimiento de San José del Fragua, Caquetá): Del quechua ¨yura¨, que significa ¨arbusto, vegetal o hierba¨; del quechua ¨yaco(u)¨, que significa ¨agua, manantial, río¨. Como tercer criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: ● Pertenencia a un corpus léxico de americanismos de lenguas indígenas americanas o colombianas Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera Oriental, aquellos topónimos que etimológicamente, tengan un correlato en un corpus léxico de americanismos de lenguas indígenas americanas o colombianas. Para dicho filtro, es fundamental el uso del Diccionario virtual de americanismos, de la Real Academia Española (RAE), el cual permite filtrar por medio de un buscador el término particular, y proporcionándole una etimología, con sus posteriores acepciones o significados. Por ejemplo: - Guamito (Quebrada de Dolores, Tolima): De la voz indígena sin identificar, ¨guamo¨, que significa ¨ árbol americano de la familia de lasmimosáceas, de ocho a diez metros de altura, tronco delgado y liso, hojas alternas compuestas de hojuelas elípticas, y flores blanquecinas en espigas axilares, con vello sedoso. Su fruto es la guama, y se planta para dar sombra al café¨. - Caney (Quebrada de Pitalito, Huila): Del taíno ¨caney¨, que significa ¨cobertizo con techo de palma o paja, sin paredes y sostenido por horcones¨. - El Gaque (Cuchilla de San Juanito, Meta): Del morfema sin identificar ¨ga¨, y del muysca de Bogota ¨-quye¨, que significa ¨árbol nativo del norte de Suramérica propio de climas templados y fríos, y de la familia de las Clusiáceas¨. - Cumaral (Municipio del Meta): De la voz indígena sin identificar ̈ cumare¨, que significa ¨palma de poca altura, que se caracteriza por tener el tallo cubierto de muchas espinas; sus frutos, de 6 a 8 cm, son ovalados y terminados en punta¨, 13 y ¨fibra suave y flexible que se obtiene de las hojas tiernas del cumare con la que se fabrican chinchorros muy apreciados¨. Como cuarto criterio general, y como filtro para incluir datos toponímicos: ● Presencia de marcas morfológicas no presentes en la lengua española, su corpus, o el de otras lenguas no americanas Sí se consideran dentro de la identificación y recolección de topónimos de la cordillera Oriental, aquellos topónimos en cuya forma se encuentren marcas morfológicas (prefijos, infijos, sufijos, etc.) asociadas y presentes en lenguas indígenas americanas o colombianas, y no en la lengua española o lenguas no americanas. Para este filtro, al igual que en los anteriores dos criterios, es fundamental el uso de diccionarios físicos o digitales de lenguas indígenas americanas, colombianas o americanismos. Por ejemplo: ● -pay: Del muzo-colima ¨-pay¨, que significa ¨poblado, poblamiento o poblador¨. Por ejemplo: - Cachipay (Municipio de Cundinamarca). - Muchipay, Nacopay (Veredas de Topaipí, Cundinamarca). - Pinipay (Vereda y caserío de San Cayetano, Cundinamarca). - Abipay (Quebrada de La Palma, Cundinamarca). ● -pí: Del muzo-colima ¨-pí¨, que significa ¨sitio poblado, morador o vecino¨. Por ejemplo: - Caparrapí, Topaipí, Maripí (Municipios de Cundinamarca y de Boyacá). - Recuipí (Vereda y cuchilla de Paime, Cundinamarca). - Minipí (Vereda de La Palma, Cundinamarca). - Minipí (Vereda de Nimaima, Cundinamarca). ● -yaco(u): Del quechua ¨yaco(u)¨ que significa ¨agua, río, manantial¨. Por ejemplo: - Yurayaco (Río y corregimiento de San José de la Fragua, Caquetá). - Charguayaco (Vereda, alto y quebrada de Pitalito, Huila). - Upayaco (Quebrada de Pitalito, Huila). - Anayaco (Quebrada de Suaza, Huila). ● -toque/teque: Del muysca de Bogotá ¨arroyo, quebrada o cañada¨. Por ejemplo: - Guateque (Quebrada de Pacho, Cundinamarca). - Siatoque (Vereda de Sutatenza, Boyacá). - Guatoque (Quebrada de Santa Sofía, Boyacá). ● -irco/arco: Probable voz indígena. Por ejemplo: - Pocharco, Chaquirco, Tiurco, Tamirco (Quebradas de Natagaima, Tolima). 14 - Anacarco, Tamirco, Pocharco (Veredas de Natagaima, Tolima). 2.3 Metodología de análisis de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana Es pertinente indicar de antemano al desarrollo de este apartado, que los datos de topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental, se han recolectado hasta los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, priorizando en los objetivos de este trabajo investigativo, dada la envergadura de los datos ya recogidos (hasta el momento) y aún por recoger en el resto de la cordillera. Lo anterior, es un trabajo que en tiempo futuro podrá seguir siendo desarrollado por nuevas investigaciones. Ahora bien, para efectos de esta pasantía de investigación, se han considerado los datos correspondientes a los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, pues estos serán analizados a través de los conocimientos en lengua muisca o muysc cubun (específicamente la variedad documentada de Bogotá), lengua históricamente asociada a buena parte de los anteriores departamentos (González de Pérez, 1980) (González de Pérez, 2006) (Gómez Aldana, 2016). Adicionalmente, los datos recolectados en los anteriores departamentos son 3.977 aproximadamente; de los cuales 2.164 corresponden a Cundinamarca, y 1.813 a Cundinamarca. Actualmente la lengua muisca o muysccubun es una lengua muerta, por lo que no posee hablantes vivos o nativos (Gómez Aldana, 2016) (González de Pérez, 2006) (González de Pérez, 2016). Por lo anterior, para la presente propuesta de análisis de datos, se considera indispensable el uso de las fuentes lingüístico-misioneras (gramáticas, confesionarios, catecismos) de la variedad de lengua muisca hablada en Bogotá (única con documentación actual), archivos de origen colonial de los siglos XVI y XVII, así como el diccionario de muisquismos, para términos de la lengua muisca (de su variedad documentada, y de posibles otras) presentes en el actual español hablado en Colombia. Los anteriores recursos, tanto las fuentes lingüístico-misioneras, como el diccionario de muisquismos, están disponibles y digitalizados (fuentes lingüístico-misioneras) para consulta pública, a través de la plataforma virtual Muysc ubun, del Grupo de Investigación Muysc cubun (Gómez Aldana, s.f.) (Gómez, J. M. & Gómez Aldana, 2008-2019). Como primer paso del análisis de datos toponímicos de Cundinamarca y Boyacá, se propone partir de un análisis morfológico de tipo lingüístico, dado que el muysc cubun tipológicamente como otras lenguas chibchas, es polisintético y aglutinante, es decir, una lengua en la que las palabras se componen de morfemas dependientes (prefijos, sufijos, afijos, etc.) o independientes (determinantes, preposiciones, conjunciones, etc) (Constenla, 1995). Para este primer paso, es importante hacer una revisión detallada del corpus (datos) en busca de morfemas o partículas regulares, sean prefijos (a inicio de palabra), infijos (en medio de palabra), sufijos (a final de palabra), o sustantivos (nombres). Como segundo paso del análisis, se etiquetará de ser posible, cada marca morfológica según se presente como sufijo, infijo, prefijo o sustantivo a través de las siglas Suf. (sufijo), Pre. (prefijo), In. (infijo), Su. (sustantivo). 15 Como tercer paso del análisis, y una vez identificadas y etiquetadas las regularidades, es necesario proseguir con un filtrado de las mismas, según sean de origen muisca (con una etimología segura en las fuentes), o si son de probable origen muisca (sin etimología o con una probable pero no segura). Adicionalmente, aquellos datos del corpus que no hayan sido analizados morfológicamente, se excluyen por no tener regularidades o ser estas insuficientes, porque no puede asegurarse su etimología o una probable desde el muysccubun, o porque se carece de información para su análisis. Como cuarto paso del análisis, se espera ofrecer el significado de cada una de las regularidades morfológicas (prefijos, infijos, sufijos o sustantivos); para ello es fundamental el uso de las fuentes lingüístico misioneras de la variedad de lengua muisca de Bogotá, el diccionario virtual muisca-español, y el diccionario de muisquismos; únicas fuentes verificables de dicha lengua y sus variedades (Gómez Aldana, s.f.) (Gómez, J. M. & Gómez Aldana, 2008-2019). Adicionalmente en este paso, se incluyen también posibles comentarios al respecto para cada marca morfológica identificada. Como quinto paso del análisis, se indicará si alguna(s) de estas marcas presentan una relación comprobada o probable con otros términos o variantes (alternancias) en el corpus; para esto último, que puedan reflejar o no posibles variaciones dialectales de la lengua muisca en la variedad de Bogotá. Como sexto paso del análisis, se busca comparar si cada marca morfológica identificada en los topónimos actuales cuenta (o no) con correlatos en los datos toponímicos coloniales (entre 1537 a 1620) presentesen la base de datos inédita del investigador Jorge Augusto Gamboa (2010-2019). La anterior comparación permitiría comprender qué marcas morfológicas toponímicas hay en común en diferentes periodos, así como apoyar o justificar posibles etimologías u observaciones. Como séptimo paso del análisis, se presentan los hallazgos u observaciones en las marcas morfológicas toponímicas actuales, al igual que en su posterior cotejamiento con los datos toponímicos coloniales. Como octavo paso del análisis, se presentan las marcas morfológicas de la toponimia actual georreferenciadas en mapas, y se discuten los hallazgos u observaciones que puedan hacerse de cada una de ellas. 2.4 Análisis de datos para topónimos actuales de origen indígena en la cordillera Oriental colombiana (Cundinamarca y Boyacá) En este apartado se presenta el análisis de datos correspondiente, paso a paso, para cada una de las marcas o regularidades morfológicas (sufijos, prefijos, infijos o sustantivos) identificadas en el corpus de topónimos de origen indígena en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Cabe reiterar que cada una de las marcas o regularidades morfológicas identificadas se 16 analizará lingüísticamente, a través de los conocimientos en la lengua muisca en su variedad de Bogotá. 2.4.1 Marcas morfológicas toponímicas de origen muisca y de probable origen muisca (del 1.º al 5.º paso) 2.4.1.1 Marcas de origen muisca A continuación, se presentarán y analizarán (alfabéticamente) cada una de las marcas morfológicas toponímicas, que una vez filtradas, poseen un origen muisca comprobado: ● Bochica (Su.): Del muisca de Bogotá ¨bozica¨. Nombre de una deidad muisca. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo mitológico. ● -cá (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨cá(2). Hoja de cualquier planta (clasificador léxico). Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la Cordillera Oriental colombiana como chisacá, bijuacá, rúchica, etc. Var. -ca. ● Cubia (Su.): Del morfema sin identificar ¨cubio/a. Cubio, planta y tubérculo andino. El vocablo se encuentra relacionado con el muisca, dada una referencia en el área cundiboyacense dentro del Epítome de la Conquista del Nuevo Reino de Granada, documento del siglo XVI; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. cubio. ● Cucacuy (Su.): Del muisca de Bogotá ¨guaica¨ y ¨cui¨. Podría significar ¨artífice del mal o daño intencional. Adicionalmente, es un personaje mitológico dentro del folclore popular de Cundinamarca y Boyacá; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo mitológico. ● Cura (Su.): Del uwa central ¨cúruwa¨. Fruto del aguacate (Persea americana). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana para designar al fruto del aguacate, y el vocablo ¨curo¨ para el árbol; dado su actual uso se clasifica como muisquismo fitónimo. Rel. curo. ● Curo (Su.): Del uwa central ¨cúruwa¨. Árbol del aguacate (Persea americana). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana para designar al árbol; dado su actual uso se clasifica como muisquismo fitónimo. Rel. cura. ● Chisgua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chisua¨, y encontrado en el uwa central como ¨siscura¨. Mochila o bolso. Actualmente ¨chisgua¨, aplica para una hierba y planta Canna indica) cuyas hojas, semillas y tubérculos son utilizados en alimentación, medicina y empaque de alimentos (el anterior uso justifica su etimología, dada una 17 posible forma de empaque) el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. chisgual(es). ● Choque/-choque (Su./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨zoque¨. Viento con lluvia, páramo. Dado que el término se usa en la región de la Cordillera Oriental colombiana para designar principalmente filos, cuchillas, veredas o páramos ubicados en regiones frías o paramunas, concuerda con la etimología propuesta; es un muisquismo. ● Chucua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chupqua¨. Pesquería, pantano, lodazal, o humedal. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo. Var. chucual/chuquio/chucas. ● Chusque/-chusque (Su./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨chusquy¨. Plantas gramíneas tipo caña (Chusquea sp.) de tierras templadas y frías. Su actual uso se da en la cestería, construcción y artesanía; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. chuscal(es)/chusques. ● Fique (Su.): Del muisca de Bogotá ¨fique¨. Planta de fique o maguey (Furcraea sp., Furcraea andina). Su uso actual se da en la artesanía, medicina y para uso doméstico, según la parte de la planta; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. fical/ficalito. ● Fute (Su.): Del muisca de Bogotá ¨futynsuca¨. Acto de pudrirse o descomponerse de una materia orgánica, particularmente alimentos (papa, maíz, etc.). Actualmente el anterior vocablo, se asocia tanto al acto de pudrirse cualquier materia orgánica, como a un plato basado en papas y/o maíces descompuestos; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo gastronómico. ● Guala (Su.): Del muisca de Bogotá ¨guao¨. Gallinazo de cabeza roja (Cathartes aura). Para la anterior especie y semejantes, suelen asociarse actualmente prácticas y creencias de tipo mágico-religioso y médico; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo zoónimo. Var. guara(s). ● Jucua (Su.): Del muisca de Bogotá ¨fupqua/bupqua¨. Plantas juncáceas o tifáceas cuya paja se usa para techar. El anterior vocablo se asocia actualmente a cualquier tipo de hierba acuática, principalmente a aquellas de ecosistemas de humedal, utilizables para techar casas o ranchos, elaborar esteras o sudaderos para equinos; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo fitónimo. Var. jucual/ jupa(l). ● -que (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quye¨. Árbol, palo, tabla o madero (clasificador léxico). Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la Cordillera Oriental colombiana como gaque, chaque, chuque, cuarque, etc. 18 ● - quín (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quyne¨. Hueso, tallo o palo (sustentáculo de los seres vivos); fuerza. Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la Cordillera Oriental colombiana como guasquín, aguaquín, bunquín, sorquín, etc. ● Quincha (Su.): Del muisca de Bogotá ¨quynza¨. Colibrí, picaflor o tominejo (Trochilidae sp.). Las anteriores aves o sus semejantes, suelen asociarse actualmente a prácticas y creencias de tipo mágico-religioso; el término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo zoónimo. Var. quinchas/quincho(s)/quinchal/quinchita. ● - quira (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quicha/quihicha¨. Pie, pata o base; objeto que está en la base de algo. El vocablo se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana, y es probable su relación con antiguas o actuales locaciones ¨al pie, en la pata o base¨ de algún un cerro, montaña o superficie, dada la etimología propuesta; ¨-quira¨ y su variante ¨-quirᨠson probablemente variaciones dialectales de ¨quicha¨, dada la alternancia ch-r documentada por (Montes); es un muisquismo. Var. quirá. ● -sía (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨sie/xie (2) ¨. Agua, río. Dado que el término se usa en la región de la Cordillera Oriental colombiana para designar principalmente quebradas, ríos, cañadas o veredas (por las que atraviesancursos de agua), concuerda con la etimología propuesta; es un muisquismo. Var. sia/cía, cia, cío. ● Sute (Su.): Del muisca de Bogotá ¨sotu¨ o ¨chuta¨. Pequeño, delgado; hijo(a), criado, sobrino(a), pequeño(a). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana, y alude también a personas o animales pequeños/desnutridos, y a los hijos(as) o animales menores; es un muisquismo. Var. zute(s). ● Tíbar (Su.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Amarillo, pardo, morado, marrón (color de fruto maduro). El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana, y alude a dos especies vegetales (Escallonia paniculata/Escallonia myrtilloides) cuya madera es parda y/o rojiza; es un muisquismo fitónimo. ● Tiba-/-tiba (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Amarillo, pardo, marrón (color de fruto maduro); capitán. Su relación etimológica con ¨capitán¨, proviene de que un ¨tybacha¨ (hombre maduro, anciano), podía ser ¨zibyn tyba¨ (jefe de una zibyn (parcialidad política y territorial); el vocablo se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un muisquismo. Var. tiva/tivá. ● Toque-/-toque (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨toque¨. Arroyo, quebrada, cañada. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana, y alude tanto a quebradas o cuerpos de agua, como a veredas o cadenas montañosas por las que discurren los mismos; es un muisquismo. 19 ● Tunja/ Tunja- (Su./Pref.): Del muisca de Bogotá ¨chunsua¨ o ¨chunso¨. Tunjo, ídolo (ofrenda votiva); santuario. El término se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; se asocia también a un personaje y/o a figuras votivas de carácter mítico-religioso, dentro del folclore popular de Cundinamarca, Boyacá y Tolima; es un muisquismo mitológico. Var. tunjita/tunjuelo/tunjo(s). ● -uba (Suf.): Del muisca de Bogotá ¨uba¨. Fruto(a), semilla, simiente, flor. Dicha marca se encuentra presente en varios muisquismos fitónimos aún en uso en la Cordillera Oriental colombiana como curubo(a), uchuva, cucubo(a)/cocubo(a), etc. 2.4.1.2 Marcas morfológicas toponímicas de probable origen muisca A continuación, se presentarán y analizarán (alfabéticamente) cada una de las marcas morfológicas toponímicas, que una vez filtradas, poseen un probable origen muisca: ● Bosa-/Bosa (Pref./Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨bosa¨. A la redonda, a su rededor, sobre alguien. Aún es incierta la relación entre la marca ¨bosa¨ y su posible etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● -cá (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨ca o ca(2)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin un mayor detenimiento; es un probable muisquismo. ● -cón (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Cone (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨cone¨. Llanto. Aún es incierta la relación entre la marca ¨cone¨ y su posible etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. gone. ● -coque (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chía/-chía (Su./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chica/Chica-/-chica (Su./Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨chica¨. Cumbre (máxima altura de algo). Una posible relación entre la marca ¨chica¨ y los lugares que referencia, es que en algunos casos, coincide con accidentes 20 geográficos como cerros, cuchillas, montañas o lomas; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. zipa. ● China-/-china (Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chinga/Chinga- (Su./Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chipa/Chipa- (Su./Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chita-/-chita (Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Chite (Su.): Sin etimología. El término se usa y está presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana. La marca ¨chite¨ alude a varias especies vegetales muy utilizadas del género Hypericum (Hypericum juniperinum, etc.), sin embargo, la ausencia de etimología impide realizar una mejor asociación con el muisca; es un probable muisquismo fitónimo. Var chital (Rel. chite). ● Fira- (Pref.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. var. firi/fir. ● -gota (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Gacha/Gacha-/-gacha (Su./Pref./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Guata/Guata-/-guata (Su./Pref.Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guata¨. Alto, en lo alto, a lo alto. Es posible que la marca ¨guata¨, guarde relación con alguna localidad o punto geográfico, cuya ubicación se encontrase ¨alta, en lo alto, o a lo alto¨ de una referencia espacial; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. guate. ● Guane (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guane¨. Aliso (Erythrina poeppigiana); hoja (de la mitad del tallo para abajo). Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; de estar relacionado con la acepción de ¨aliso¨, es probable que el lugar referenciado tuviese o tenga una presencia considerable de dicha especie, tal vez de allí la asociación; es un probable muisquismo fitónimo. ● -jaca (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Nariz, cresta, dorso (parte prominente de algo). Es posible que la marca ¨jaca¨, guarde relación con alguna 21 parte prominente del relieve de la localidad a la que refiere (colina, montaña, filo, etc.); se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. jacá. ● -neca (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. rel. neque. ● -neque (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Pos. rel. neca. ● -quía (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Prob. var. quia. ● Quiba (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨quyba¨. Sueño (acto de dormir). Aún es incierta la relación entre la marca ¨quiba¨ y su posible etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Saca- (Pref.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Nariz, cresta, dorso (parte prominente de algo). Es posible que la marca ¨saca¨, guarde relación con alguna parte prominente del relieve de la localidad a la que refiere (colina, montaña, filo, etc.); se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Soa- (Pref.):Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨sua¨ o ¨sua(2)¨. Sol; día, de día, al sol, al amanecer. Puede que la marca ¨soa¨, guarde relación con los territorios a los que refiere, debido a fenómenos (hitos) meteorológicos o astronómicos; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. sua. ● -suca (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨suca, -suca, suca(2) o suca (3)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin un mayor detenimiento; es un probable muisquismo. Var. sucá/ zuca/ suga. ● Suta-/-suta (Pref./Suf): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● -tá (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; podría llegar a tener posibles etimologías en muisca como ¨ta o ta(2)¨, pero se considera poco acertado postular una aproximada sin un mayor detenimiento; es un probable muisquismo. 22 ● Tama-/-tama (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tama¨. Par, conjunto de dos cosas. Aún es incierta la relación entre la marca ¨tama¨ y su posible etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● -té-/-té (In./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● Toba/Toba-/-toba-/-toba (Su./Pref./In./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨toba¨. Medicina, fruto de Otoba (Otoba sp.); hechicería. Una posible relación entre la marca ¨toba¨ y los lugares que referencia, es que dichos espacios tuviesen una presencia considerable del árbol de Otoba (Otoba sp.); adicionalmente hay otras dos especies vegetales llamadas Tobo (Escallonia myrtilloides/ Clusia sp.), que podrían también tener relación con la marca ¨toba¨, aunque sin una etimología; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo fitónimo. Var. tobal/tobal(es)/tobo(s). ● Tobia (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tobia¨. Canasto(a). Una posible relación entre la marca ¨tobia¨ y los lugares que referencia, podría ser por la forma de su relieve, o por una antigua asociación con la cestería; se usa actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. ● -vita (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. bita. ● -za (Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. zá. ● Zaque/-zaque (Su./Suf.): Sin etimología. Usado y presente actualmente en la región de la Cordillera Oriental colombiana; es un probable muisquismo. Var. saque. 2.4.2 Comparación entre actuales marcas toponímicas indígenas de Cundinamarca y Boyacá con datos toponímicos coloniales (entre 1537 a 1620) (6to paso) A continuación, se presentará una comparación entre las actuales marcas toponímicas indígenas de Cundinamarca y Boyacá (de origen muisca y probable origen muisca), con 793 datos toponímicos coloniales (entre 1537 a 1620), correspondientes a una base de datos inédita elaborada por el investigador Jorge Augusto Gamboa (2010-2019). La anterior comparación tiene como objetivo encontrar y exponer marcas toponímicas en común (partiendo de unas diferencias cronológicas), así como presentar los comentarios y las observaciones realizadas por Gamboa (2010-2019), que puedan soportar o justificar el análisis realizado en el apartado 2.4.1. 23 Seguidamente, se presentan alfabéticamente, las marcas morfológicas halladas en común entre las anteriores dos fuentes de datos. Cabe recordar que se presentará cada marca, con una abreviatura que indique si es sustantivo, prefijo, infijo o sufijo; una etimología, si la hay (sea muisca o prob. muisca), y los comentarios u observaciones que realiza Gamboa (2010-2019)., así como posibles variaciones registradas: ● Boza (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨bosa¨. Según Gamboa (2010- 2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨boza¨ o sus variantes, se asocian a ¨un pueblo, un lugar de origen o un lugar (sin especificar su tipo). Var. bossa. Prob Rel. bosa. ● -cá (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨cá¨, se asocian a ¨lugares de nacimiento (sin especificar su tipo) o pueblos¨. ● -con (Suf.): Sin etimología. Sin comentarios. Pos. var. cón. Rel. cón. ● -coque (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨coque¨, se asocian a ¨una estancia¨. ● Cubia- (Pref.): Del morfema sin identificar ¨cubio/a. Sin comentarios. ● Chía/-chía (Su./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chía¨ o sus variantes, se asocian a ¨un pueblo fronterizo¨. Pos var. chia. Rel. chia. ● Chica-/-chica (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨chica¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chica¨ o sus variantes, se asocian a ¨pueblos y a una sierra¨. Var. zipa/çipa. ● Chinga (Su.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chinga¨, se asocian a ¨un pueblo¨. ● Chipa- (Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chipa¨, se asocian a ¨un pueblo¨. ● Chita/Chita- (Su./Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨chita¨, se asocian a ¨una sierra, una capitanía y un lugar de nacimiento¨. ● -choque-/-choque (In./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨zoque¨. Según Gamboa (2010- 2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨choque¨, se asocian a ¨un pueblo, un sitio cerca a un pantano o cerca de una quebrada ¨. 24 ● Gacha/Gacha-/-gacha (Su./Pref./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨gacha¨, se asocian a ¨lomillas, valles o lugares de nacimiento (sin especificar su tipo) ¨. ● Gota-/-gota (Pref./Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨gota¨, se asocian a ¨arcabucos o tierras cercanas al río¨. ● Guane (Su.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guane¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨guane¨, se asocian a ¨una quebrada¨. ● Guata-/-guata (Su./Pref.Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨guata¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨guata¨ o sus variantes, se asocian a ¨valles, cerros o cerros altos¨. Var. guate/guati/goata. ● -jaca (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Según Gamboa (2010- 2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨jaca¨ o sus variantes, se asocian a ¨lugares o lugares de origen (sin especificar su tipo). Var jacá/xaca. ● Quira-/-quira (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨quicha/quihicha¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨quira¨ o sus variantes, se asocian a ̈ pueblos, repartimientos, quebradillas, cerros, o sitios (sin especificar su tipo) ¨. Var. quirá. ● -saca-/-saca (In./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨saca¨. Sin comentarios. ● –sía/ -sía- (Suf./In.): Del muisca de Bogotá ¨sie/xie (2) ¨. Agua, río. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ̈ sía¨ o sus variantes, se asocian a ¨cerros, una loma o sitios de siembra¨.Var. sia/ ssia. ● Soa- (Pref.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨sua¨ o ¨sua(2)¨. Según Gamboa (2010-2019), algunosde los datos que incluyen la marca ¨soa¨ o sus variantes, se asocian a ̈ un repartimiento real, lugar de nacimiento (sin especificar su tipo), lomilla, llano, capitanía, tierras lindantes o un lugar de doctrina¨. Var. sua. ● -suca (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨suca¨ o sus variantes, se asocian a ¨una sierra, quebrada seca, capitanía, lugar de nacimiento (sin especificar su tipo), tierras colindantes o un mojón¨. Var. suga. 25 ● Suta- (Pref.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨suta¨, se asocian a ¨pueblos, encomiendas o lugares (sin especificar su tipo). ● -tama (Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨tama¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨tama¨, se asocian a ¨un pueblo¨. ● -tá (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨té¨, se asocian a ¨pueblos o lugares (sin especificar su tipo). ● -té (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨té¨, se asocian a ¨lugares de origen (sin especificar su tipo) ¨. ● Tiba-/-tiba-/-tiba (Pref./In./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨tyba¨. Según Gamboa (2010-2019), algunos de los datos que incluyen la marca ¨tiba¨ o sus variantes, se asocian a ¨pueblos, repartimientos, capitanías, arcabucos o quebradas¨. Var. tiva/tivá. ● Toba-/-toba (Pref./Suf.): Prob. relacionado con el muisca de Bogotá ¨toba¨. Sin comentarios. Var. tova. ● Toque-/-toque (Pref./Suf.): Del muisca de Bogotá ¨toque¨. Según Gamboa (2010- 2019), una parte de los datos que incluyen la marca ¨toque¨, se asocian a ¨cañadas, quebradas o quebradillas¨. ● Tunja (Su.): Del muisca de Bogotá ¨chunsua¨ o ¨chunso¨. Sin comentarios. ● -vita (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que incluyen la marca ¨vita¨ o sus variantes, se asocian a ¨estancias, lugares (sin especificar su tipo), valles, poblaciones o parcialidades¨. Var. bita. ● -za (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que incluyen la marca ¨za¨ o sus variantes, se asocian a ¨pueblos, un alto, un río¨. Var. ça. ● -zaque (Suf.): Sin etimología. Según Gamboa (2010-2019), una parte de los datos que incluyen la marca ¨zaque¨ o sus variantes, se asocian a ¨cerros y pueblos¨. Var. saque. Como resultado del proceso de comparación entre las dos mencionadas fuentes de datos, se han identificado en común 31 marcas morfológicas (sustantivos, prefijos, infijos, sufijos): 6 de origen muisca (con etimología comprobada) y 25 de probable origen muisca (con probable etimología o sin ella). Al incluir los comentarios de Gamboa (2010-2019) en el anterior proceso, algunas de las anteriores marcas morfológicas se refuerzan en su etimología comprobada o aproximada, así como también ofrecen otra información de interés para futuras investigaciones e investigadores. 26 2.4.3 Hallazgos u observaciones en marcas morfológicas toponímicas actuales y coloniales (7mo paso) A continuación, se presentarán los hallazgos u observaciones realizadas en las marcas morfológicas de origen indígena, identificadas en la toponimia actual de Cundinamarca y Boyacá. Adicionalmente, se presentarán los hallazgos realizados en el proceso de comparación entre las marcas de topónimos actuales, con los datos toponímicos coloniales de Jorge Gamboa (2010-2019) (ver apartado 2.4.2). 2.4.3.1 Hallazgos u observaciones en marcas morfológicas de topónimos actuales de Cundinamarca y Boyacá Del corpus de topónimos de origen indígena de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, fueron identificadas en total 59 marcas morfológicas (sustantivos, sufijos, infijos, prefijos), de las cuales 25 son de origen muisca (con etimología comprobada en el muisca de Bogotá), y 34 de probable origen muisca (sin etimología o con una propuesta). 2.4.3.1.1 Marcas morfológicas de origen muisca De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 12 se encuentran presentes en nombres de plantas (fitónimos) de la región cundiboyacense, por ejemplo: fique, gaque, jucua, cocubo, curuba, uchuva, chisgua, chusque, guasquín, etc. Actualmente, muchas de las anteriores especies vegetales, poseen usos, aplicaciones o saberes dentro la vida cotidiana de comunidades urbanas o rurales. De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 6 corresponden a accidentes geográficos, características geomorfológicas, o a elementos de un espacio, por ejemplo: chucua, quira, tiba, choque, toque (incluyendo variantes) y sía (incluyendo variantes). De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 3 corresponden a seres mitológicos o del folclore de la región cundiboyacense, por ejemplo: cucacuy, bochica y tunjo (incluyendo variantes). Actualmente, a los anteriores seres o fenómenos mitológicos, se les asocia con creencias o saberes dentro de la vida cotidiana de comunidades urbanas o rurales. De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 2 se encuentran presentes en nombres de animales (zoónimos) de la región cundiboyacense, por ejemplo: guala y quincha (incluyendo variantes). Actualmente, para las anteriores especies animales, existen usos, creencias o saberes dentro la vida cotidiana de comunidades urbanas o rurales. 27 De las 25 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 2 se encuentran presentes dentro del léxico cotidiano de la región cundiboyacense, por ejemplo: fute y sute. Actualmente, a los anteriores términos, se les asocia con creencias, saberes o costumbres dentro de la vida de comunidades urbanas o rurales. 2.4.3.1.2 Marcas morfológicas de probable origen muisca De las 34 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 12 poseen una probable relación etimológica con el muisca de Bogotá. Por lo anterior, es importante que para dichas marcas y sus probables etimologías, pueda profundizarse en futuras investigaciones. De las 34 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 22 no se han asociado con ninguna etimología por falta de datos o por no poseer ningún correlato en el muisca de Bogotá. Por lo anterior, y considerando poco prudente una asociación de cualquier tipo, se invita en futuras investigaciones, a profundizar en aspectos etimológicos o lingüísticos de las anteriores marcas. De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 8 parecen estar asociados a accidentes geográficos, características geomorfológicas, o a elementos de un espacio, por ejemplo: bosa, chica, guata, jaca, saca (incluyendo variantes), etc. De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 2 parecen estar asociados a nombres de plantas (fitónimos) de la región cundiboyacense, por ejemplo: guane y toba (incluyendo variantes) (incluso ¨chite¨). Actualmente, las anteriores especies vegetales, poseen usos, aplicaciones o saberes dentro la vida cotidiana de comunidades urbanas o rurales. De las 12 marcas de probable origen muisca con aproximación etimológica, un total de 2 parecen no sugerir lógicamente, la relación entre dicha marca y el espacio al que referencian, por ejemplo: quiba y cone (incluyendo variantes). 2.4.3.2 Hallazgos en la comparación de marcas morfológicas de topónimos actuales con datos toponímicos coloniales 28 De las 59 marcas morfológicas identificadas en los topónimos indígenas de Cundinamarca y Boyacá, que fueron comparadas con 793 datos toponímicos coloniales de Gamboa (2010- 2019), se hallaron 32 marcas en común: 7 de origen muisca (con etimología comprobada) y 25 de probable origen muisca (con probable etimología o sin ella). Es de resaltar, que más de cuatrocientos años después del registro de los datos coloniales (entre 1537a 1620), un poco más de la mitad de las marcas morfológicas, aún se mantiene en uso en la toponimia actual de Cundinamarca y Boyacá. 2.4.3.2.1 Marcas morfológicas de origen muisca De las 7 marcas morfológicas de origen muisca, un total de 5 corresponden según observaciones de Gamboa (2010-2019), a accidentes geográficos, características geomorfológicas, o a elementos de un espacio, por ejemplo: choque, quira, tiba y toque (incluyendo variantes), sía (incluyendo variantes). Para las marcas, tiba y toque, las observaciones de Gamboa apoyan y concuerdan con las etimologías dadas. De las 6 marcas morfológicas de origen muisca, 1 corresponde a lugares relacionados con un ser mitológico o del folclore de la región cundiboyacense, por ejemplo: tunjo (incluyendo variantes). Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, pero es vigente la existencia del topónimo tanto en la colonia como en la actualidad. De las 6 marcas morfológicas de origen muisca, 1 se encuentra presente en el nombre de una planta (fitónimo) de la región cundiboyacense, por ejemplo: cubia (incluyendo variantes. Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, pero es vigente la existencia del topónimo fitónimo tanto en la colonia como en la actualidad. 2.4.3.2.2 Marcas morfológicas de probable origen muisca De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 9 poseen una probable relación etimológica con el muisca de Bogotá. Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, por lo anterior, es importante que para dichas marcas y sus probables etimologías, se pueda profundizarse en futuras investigaciones. De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 16 no se han asociado con ninguna etimología por falta de datos o por no poseer ningún correlato en el muisca de Bogotá. Gamboa (2010-2019) no da comentarios al respecto, por lo anterior, y considerando poco prudente una asociación de cualquier tipo, son necesarias futuras investigaciones que profundicen en aspectos lingüísticos y etimológicos. De las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, un total de 7 poseen en los datos coloniales, variaciones (ortográficas o dialectales) no encontradas en las marcas toponímicas actuales, por ejemplo: jaca, guata, bosa, chía, za (incluyendo variantes), 29 etc. Para investigaciones futuras, se invita a profundizar en las variaciones de dichas marcas. Para gran parte de las 25 marcas morfológicas de probable origen muisca, las observaciones hechas por Gamboa (2010-2019), no sugieren o lanzan información más precisa sobre su etimología, aparte de la ya sugerida en el apartado 2.4.1. Las observaciones proporcionan información genérica también presente en otras marcas, por ejemplo: ¨estancias, pueblos, repartimientos, capitanías, lugares de nacimiento, quebradas, cerros, arcabucos o sitios¨, etc. Para investigaciones futuras, se invita a profundizar en dichas marcas morfológicas durante la época colonial y en sus respectivas observaciones. 2.4.4 Cartografía comentada en el análisis (8vo paso) A continuación, se presentará en forma de mapas georreferenciados, cada una de las marcas morfológicas (de origen muisca y prob. origen muisca) identificadas en el corpus de topónimos de origen indígena de Cundinamarca y Boyacá. Adicionalmente, por cada marca en su respectivo mapa, se hará una lectura del mismo con comentarios y/o posibles hallazgos. 2.4.4.1 Marcas morfológicas de origen muisca ¨choque¨/ ̈ toque¨ Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨choque¨, se encuentran concentrados principalmente en el centro occidente de Cundinamarca y el centro oriente de Boyacá. Algunos 30 otros puntos menos numerosos, se localizan en la confluencia nororiental y suroccidental de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, y en la zona nororiental de Boyacá. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨toque¨, se encuentran concentrados principalmente en la confluencia nororiental y suroccidental de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan en el centro oriente de Cundinamarca y el centro oriente de Boyacá. Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue principalmente la cordillera Oriental hacia el nororiente. ¨chusque¨/ ̈ fique¨/ ̈ que¨ Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chusque¨, se encuentran distribuidos principalmente entre el centro y centro oriente de Cundinamarca, y continúan hacia el nororiente de Boyacá. Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan en el suroccidente y centro occidente de Cundinamarca, y en el suroriente y nororiente de Boyacá. Los puntos toponímicos que contienen la marca ̈ fique ̈ , se encuentran diseminados en diversos sectores de Cundinamarca, en el occidente, norte y oriente, y en Boyacá, en el occidente, centro, centro norte y sur occidente. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨que¨, se encuentran localizados principalmente en el suroriente de Cundinamarca y en el centro y suroccidente de Boyacá. Algunos otros puntos menos numerosos, se localizan aislados en el oriente de Cundinamarca, y en el suroriente y nororiente de Boyacá. 31 Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. ¨quira¨ y var. / ̈ chucua¨ y var. / Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨quira¨ y sus variantes, se encuentran localizados principalmente entre el centro occidente y el centro oriente de Boyacá. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran localizados en el suroccidente y norte de Cundinamarca, y en el nororiente de Boyacá. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chucua¨ y sus variantes, se encuentran localizados principalmente entre el centro y el centro norte de Cundinamarca. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran aislados en el suroriente y nororiente de Boyacá. Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. 32 ¨jucua¨ y var. / ¨uba¨/ ̈ chisgua¨ Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨jucua¨ y sus variantes, se encuentran localizados principalmente en la zona de confluencia entre el nororiente de Cundinamarca y el suroccidente de Boyacá. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran dispersos en el centro oriente y noroccidente de Cundinamarca, y en el centro norte y nororiente de Boyacá. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨uba¨, se encuentran diseminados en el área cundiboyacense, localizados principalmente en el centro norte de Cundinamarca y el nororiente de Boyacá. Algunos puntos menos numerosos, se encuentran en el sur de Cundinamarca, y en el occidente y el extremo norte de Boyacá. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨chisgua¨, se encuentran focalizados en dos sectores, en el suroccidente y en el centro oriente de Cundinamarca. Para Boyacá esta marca no se presenta. Con respecto al área de influencia del muisca de Bogotá, las anteriores marcas poseen una distribución que, dada una mayor o menor concentración, establecen un continuo que sigue la cordillera Oriental hacia el nororiente, con algunos puntos en sectores aledaños a la misma. 33 ¨cubia¨ y var. / ¨cᨠy var. / ¨curo(a)¨ y var. Los puntos toponímicos que contienen la marca ¨cubia¨ y sus variantes, se encuentran localizados principalmente entre el suroriente y el suroccidente de Cundinamarca. Un
Compartir