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(Euskadi Ta Askatasuna) Alrededor de un año después de la Vª Asamblea Nacional de ETA ya próximo el Aberri Eguna, la policía española ha lanzado una campaña de exterminio contra ETA. El Jefe Superior de Policía de Bilbao decía a los periodistas: «Hemos declarado la guerra caliente contra la ETA». Torturas y mentiras En esta campaña, la policía española ha cometido brutalidades que ningun ser humano digno de este nombre puede aceptar. Dirás que nosotros, los etarras, atracamos bancos, robamos coches,etc. y que eso es una brutalidad, quizás lo sea, más delante volveremos sobre ello. Pero de lo que no cabe duda es que la policía española utiliza la tortura y la mentira habitualmente y hasta extremos increíbles. Insistimos aquí para que nadie diga después: «Yo no sabía nada»; para que nadie diga: «Yo me limito a cumplir órdenes». Lo decimos explícitamente de cara a los jueces y fiscales, de cara a obispos y sacerdotes, de cara a alcaldes y concejales, de cara a honrados padres de familia, a todos los «sensatos» del «yo no quiero saber nada, no quiero líos, a mi que me dejen en paz». La policía española ha utilizado una vez más la tortura hasta extremos inconcebibles. La policía española utiliza habitualmente la tortura, la coacción y la mentira. Porque hay una violencia cotidiana, habitual de base. Los menos explotan a los más mediante este estado de violencia continua. Cuando los más se unen y se preparan para la lucha los opresores tienen que recurrir a otro tipo de violencia más espectacular e intermitente que garantice y defienda los privilegios, el estado de violencia contínua de unos cuantos contra la mayoría. Hay ocasiones en que esta violencia intermitente acaba por convertirse en habitual: es cuando la tortura se convierte en arma cotidiana. Es lo que está ocurriendo en nuestro pueblo. El que no alce la voz para protestar el que guarde un «prudente» silencio es un cómplice culpable de los torturadores. Que nadie diga «no sabía», que nadie diga «cumplo órdenes», que nadie puede decir «no quiero líos». Para nadie es un secreto que difícilmente saldremos de 1968 sin algún muerto. El por qué de la represión ¿Por qué la policía española nos persigue a muerte? la respuesta es sencilla: nos persiguen porque somos peligrosos. Ahora bien ¿peligrosos para quién? De nuevo es fácil contestar: somos peligrosos para el sistema captialista que nos oprime. . El auténtico enemigo ETA es la negación radical del capitalismo; un capitalismo que en nuestro caso nos oprime nacionalmente; el capitalismo español -hoy día totalmente vendido al capitalismo internacional, es decir, americano- a través del Estado español (y francés por otra parte) nos impone al Pueblo Vasco una opresión nacional, al tiempo que simultáneamente- nos explota como trabajadores. El explotado es, pues, uno: el capitalismo; las manifestaciones de la opresión son dos y simultáneas: la opresión de Euskadi y la explotación de los trabajadores. ETA lucha, por tanto, por una Euskadi socialista, donde cese la opresión del Estado español y francés sobre el Pueblo Vasco y donde este Pueblo Vasco sea realmente libre, es decir, en un régimen socialista popular. ETA, por tanto, es la negación radical del capitalismo, y el capitalismo nos ataca con todos los medios a su alcance: la Guardia Civil, la Social, los periódicos, etc. El caso Ibarra La composición de tan notables capitalistas como los, Ibarra, nos puede servir de ejemplo. La linajuda familia Ibarra es propietaria del "Correo Español" lleva con su criado Carlos Barrena todo el enfoque de las noticias; es curioso observar cómo, por un sueldo no excesivamente grande, el Sr. Barrena ha podido escribir las crónicas sobre las detenciones de ETA, aparecidas, por cierto, sin firma en que la mentira se ha unido a la sucia ventaja de saber que el contrario no puede contestar, a menos que sea poniendo una bomba, como así lo hicimos. Los Ibarra son también propietarios de Ayuntamiento de Bilbao, de la Diputación y de algunos otros municipios vizcainos, amén de ser los responsables directos de la carencia de universidad en Bilbao; para acabar de retratar a esta insigne familia sólo diremos que los dueños, junto con Aguinaga, de la compañía TUGBSA, que tiene (¡Oh casualidad!) el monopolio de todos los transportes públicos de Bilbao. http://www.ebay.com/sch/i.html?_nkw=padres Pues bien, el alcalde, Sr. Javier Ibarra, impuso al Ayuntamiento el que repudiara públicamente las actividades de ETA, como naturalmente se hizo. Esto nos demuestra dos cosas: 1) Los capitalistas son los dueños del Estado (Ayuntamientos,Ministerios, Diputaciones, etc.) y lo utilizan en pro de sus beneficios. 2) Cuando los Ibarra se dieron cuenta de la pèsima impresión que causaba en el pueblo su periódico, buscaron apoyo para su postura en otros lugares, por ejemplo en el Ayuntamiento. Si el capitalismo nos ataca con tanta furia, a través de sus perros de presa -la policía- o a través de sus perros falderos, como los periodistas de la catadura moral del Sr. Barrena, es porque somos sus enemigos radicales. Y, sobre todo, nos atacan porque ETA no se conforma con decir que es anticapitalista, sino que hace cosas, es decir, lucha en la práctica por una Euskadi socialista. Nuestra lucha revolucionaria Esta lucha en la práctica tiene el cáracter de una lucha revolucionaria. Es un enfrentamiento radical con el opresor que, según la Vª Asamblea de ETA, se manifiesta, en 4 frentes de lucha: el Frente Cultural, el Frente Político, el Frente Económico y el Frente Militar. Estos Frentes, se desarrollan en función de las condiciones objetivas de Euskadi, se encaminan a concienciar al Pueblo Vasco de sus intereses y se concretan en la toma del poder por el Pueblo Trabajador Vasco y el establecimiento qe un régimen socialista vasco. Con esta estrategia revolucionaria,ETA ha desarrollado una serie de actividades que han provocado la furiosa reacción del capitalismo. Junto a esa violenta reacción hemos visto también a grupos «ultra socialistas» y «abertzales», que nos han condenado, acusándonos de «guerrilleros ilusos», etc. Desde luego aceptamos cometer errores, incluso errores graves, pero lo que defendemos ahora y defenderemos siempre es que la única posibilidad de efectuar la Revolución Vasca es mediante la destrucción de los resortes reales del poder ocupante (el Estado, la Administración española y francesa) y la sustitución de estos resortes por otros órganos de poder revolucionario vasco. Para destruir la Administración española y francesa necesitamos un aparato técnico y clandestino que al tiempo que ataca al opresor conciencie al pueblo y lo estructure en los nuevos órganos de poder revolucionario. Todo este proceso sólo se puede efectuar a través de una práctica concreta; con razón decía Lenin que para conocer a un socialista no hay que mirarle a la boca, sino a las manos; y en el mismo sentido decía Cristo: «Por sus obras los conoceréis»; la Revolución no se hace sobre el papel; es mas, en la concienciación del pueblo, el papel, la propaganda es un factor importante, pero no esencial; la concienciación del pueblo es un proceso colectivo, dado a través de prácticas parciales, y el intentar dicha concienciación a través únicamente de cursillos los fines de semana es una idea digna, de una social-democracia tan prudente, que es fácil ver debajo de esa organización un miedo insuperable y una autojustificación perfecta. Fin de la primera parte
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