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Monografía De Grado La biología molecular como herramienta de ayuda en la clasificación de los taxones en el orden Primates. Universidad de Los Andes Facultad de Ciencias Departamento de Ciencias Biológicas. Presentado por: Luis Jaime Gonzalez Fajardo Director de Monografía: Andres Link Ospina Bogotá D.C. Presentación Este trabajo es una de las muchas investigaciones que se han realizado sobre el papel que ha desempeñado la Biología Molecular en la determinación de las relaciones filogenéticas que existen entre diversos grupos de organismos. Mediante la compilación de múltiples estudios y un análisis comparativo se busca establecer la utilidad de la Biología Molecular como una herramienta determinante en la solución de los diferentes problemas taxonómicos en las relaciones filogenéticas del Orden Primates. El informe está estructurado en tres segmentos fundamentales, Introducción, Desarrollo y Conclusiones. En la introducción, se presentan y definen los conceptos claves para el desarrollo del trabajo como sistemática, evolución, especie, biología molecular. En la segunda parte del trabajo se establece el antes y después de la taxonomía del Orden Primates, a través de la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de organización existía antes de la implementación de las diferentes técnicas moleculares? ¿Cuál ha sido el impacto de la implementación de la biología molecular en el desarrollo de este grupo filogenético? Finalmente, en la conclusión se discutirá de forma muy general, con base en cada uno de los casos particulares, cómo la implementación de las técnicas moleculares ha permitido el esclarecimiento de los nodos más conflictivos de este grupo taxonómico y los alcances del entendimiento de la historia evolutiva de este grupo sobre otras ramas de la Biología como la Conservación y la Ecología. Introducción La Sistemática es la ciencia encargada de la clasificación de las especies a partir del desarrollo de una historia evolutiva, por lo que, la definición del concepto de “especie” es fundamental a la hora de realizar un proceso taxonómico (Perfectti, 2002). Si bien existen muchas definiciones para “especie”, la mayoría de autores coinciden con que la especie es una de las unidades fundamentales de la biología sistemática (Mayr, 1989) comparado inclusive con conceptos más básicos a nivel biológico como: individuo u organismos, inclusive células y genes (De Queiroz, 2007). En consecuencia, para acercarse de manera más holística a la definición de tal concepto, se seguirán cuatro propuestas diferentes: la morfológica, la ecológica, la genética y la evolutiva. (Colwell,1970; Vandamme et al.,1996). Por un lado, una Especie Biológica es un conjunto de individuos que pueden cruzarse o reproducirse entre sí pero que a su vez están aislados reproductivamente de otras poblaciones (Dobzhansky, 1935 & Mayr,1942). Una Especie Ecológica es un grupo de individuos que ocupan una zona adaptativa mínima diferenciada de cualquier otro linaje generando un proceso de especiación diferente de otros linajes (Van Valen, 1976). Así mismo la Especie Filogenética está asociada a la genética, debido a que se da la búsqueda de un Clúster basal de organismos el cual se puede diagnosticar diferente de otros Clúster poblacionales manteniendo así un patrón de ascendencia-descendencia (Craftar, 1989) (De Quiroz & Donoghue 1990). En últimas, la Especie Evolutiva es un linaje de individuos pertenecientes a la misma población que mantiene su linaje filogenético distante de otros linajes adquiriendo así una misma historia evolutiva independiente de los demás (Wiley, 1978). La Especie Evolutiva basa su clasificación con base en la genética de poblaciones partiendo de todas las características genéticas y no únicamente en el potencial genético de esa población. De esta manera se establece que una población difiere de otra; cuando estas poblaciones se encuentran en un aislamiento genético bien sea por medio de barreras sexuales o bien sea por medio de barreras geográficas como los procesos de especiación alopátrica (Mayr, 1942). A partir del concepto de especie podemos determinar otros taxones superiores de tal forma se puede agrupar varias especies dentro de una Familia, así mismo varias Familias se pueden agrupar dentro de una Clase y así mismo las Clases están dentro de un Orden. De esta manera, el adecuado uso del concepto de especie es una herramienta que permite observar las interacciones que se pueden dar en la organización interna de grupos de individuos como es la Subclase Placentaria (Wilson, Reeder & DeeAnn,2005) la cual está dividida en 20 ordenes vivientes, aproximadamente. Si bien es cierto que la taxonomía tradicional basada en caracteres fenotípicos puede ser aplicada a una gran mayoría de grupos de seres vivos, en muchas circunstancias parece presentar algunos problemas taxonómicos, (Wilson, 1995) principalmente porque la misma característica fenotípica puede envolver un sin fin de organismos como es el caso de los mamíferos, cuya característica principal es poseer glándulas mamarias. (Rowe, 1989) En consecuencia, estos caracteres morfológicos solo pueden ser aplicados a grandes grupos o en niveles taxonómicos superiores y no permite resolver problemas en taxones internos. Como respuesta a este y otros problemas que presenta la clasificación taxonómica con base en caracteres morfológicos; la utilización de Herramientas Moleculares como la secuenciación de fragmentos de ADN de regiones con características particulares o regiones ribosomales, como observaremos a lo largo de este trabajo, (Wilson, 1995); es una alternativa importante que permite obtener la información genética pertinente para resolver las interacciones internas entre taxones. Además de ello, la utilización de esta técnica molecular reduce errores sujetos a la subjetividad del investigador. (Wilson, 1995) Dentro del grupo de primates existen dos grandes Subórdenes. El Suborden Strepsirrinhi conformado por primates de nariz húmeda o rinario húmedo como los son los Lémures de Madagascar, los Galagos y Potos de África; además de los Loris de la India (Yoder AD & Yang Z; 2004) (Seiffert ER, Simons EL & Attia Y; 2003). En contraste, el Suborden Haplorrhini constituye los otros grandes grupos de primates en los cuales se puede encontrar monos del Nuevo Mundo o Platyrrhini (Goodman et al; 1998) y monos del Viejo Mundo subdividido en Cercopithecoidea conformado por un amplio número de especies y los Hominoidae donde se pueden encontrar a los Gibones y los Grandes Simios tales como: el orangután, el gorila, el chimpancé y el hombre (Perelman et al; 2011). Como puede observarse, el Orden de los Primates está constituido por grupos de mamíferos altamente diversos con múltiples subdivisiones internas con base en una gran cantidad de características morfológicas que si bien han intentado darle solución a la historia evolutiva de este grupo ha presentado varios inconvenientes que no han permitido una clara asociación en su composición. Uno de los ejemplos que más claramente evidencia la importancia de la aplicación de la Biología Molecular en la taxonomía de los primates es el grupo hermano de los monos del Viejo Mundo (Catarrhines), los Tarsios (Tarsiiformes) (Yoder & Yang, 2004). Dependiendo de la posición en la que se ubique este grupo hermano de Haplorrhini existen 3 alternativas a la organización de estos tres grandes grupos de primates (Yoder, 2003). Si se considera a los Tarsiiformes como grupo hermano de los Lémures y Galagos se maneja una división entre Prosimii y Anthropoidea. Si se considera a los Tarsiiformes como el grupo hermano de los Haplorrhini entonces se maneja la clasificación actual entre Strepsirrinhi, Tarsiiformesy Haplorrhini. Finalmente, si se considera que los Strepsirrinhi son el grupo hermano de los Haplorrhini entonces se considera que los Tarsiiformes son el grupo hermano de los Simiolemuriformes (Yoder, 2003). En resumen, existe un gran número de set de datos genéticos que pueden soportar la hipótesis de que la primera agrupación filogenética de primates está conformada por la triada Strepsirrinhi – Tarsiiformes – Haplorrhini (Andrews et al., 1998) (Hayasaka et al., 1993) (Inoue-Murayama et al., 1998); sin embargo, queda una fuerte incertidumbre sobre el origen de los Tarsiiformes (Yoda, 2003). A lo largo de este trabajo se analizarán varios ejemplos, como el mencionado anteriormente, con mayor profundidad realizando una revisión bibliografía de la historia antes y después de cada uno de los casos particulares con el fin de determinar la articulación de la Biología Molecular en la sistemática del Orden Primates. Contenido El objetivo de cada uno de los capítulos es poner en evidencia algunos de los más importantes ejemplos en los cuales la Biología Molecular ha funcionado como amortiguador para la solución de algunos de los problemas filogenéticos más profundos en este orden de mamíferos. Trataremos temas como la clasificación previa del Orden Chyroptera (Murciélagos) como grupo hermano de los Primates y la nueva reagrupación de estos ordenes con respecto a los Roedores. Así mismo, entraremos más a profundidad con la posición de Tarsios y el grupo parafilético de los prosimios; la convergencia evolutiva entre Mandrillus sp. y Papio sp., la posición de Aotus sp.; las múltiples clasificaciones que ha tenido el género Lagothrix sp.; además de aterrizar la temática a los nuevos descubrimientos de grupos monofiléticos como Cebus/Sapajú, Plecturocebus/Cheraceus y Callicebus sp. y Saguinus sp. y Leontocebus sp. Capítulo 1: Chiroptera y Primates LA RELACIÓN FILOGENÉTICA DEL ORDEN PRIMATE CON RESPECTO A LOS DEMÁS ORDENES DE MAMÍFEROS PLACENTARIOS El Super orden Archonta era un clado de mamíferos conformado por 4 principales ordenes: Primates-Scandentia-Dermoptera-Chiroptera y en algunos casos se logra incluir el orden Macroscelidae (Adkins, & Honeycutt, 1991). Sí bien, muchos ordenes de mamíferos poseen caracteres específicos que les permiten conformar grupos definidos como los Perrisodactyla (animales que balancean su peso sobre el tercer digito) (Alberdi, 1996) (Steiner,2011) o los Artiodactylas (Animales que balancean su peso sobre un numero par de dedos siendo los más desarrollados el tercer y cuarto digito) (Graur, 1998) (Bibi, 2013); entre muchos más ejemplos. Este no es el caso del Superorden Archonta que no posee caracteres morfológicos definidos puesto que cada orden de este grupo presenta diferentes tipos morfologías tanto en sus extremidades (Szalay, & Lucas, 1993) como en otros apéndices. En los estudios revisados sobre el tema, se observa que, en la mayoría de ellos, la clasificación se ha basado especialmente en características craneales, post-orbitales y algunos caracteres esqueléticos (Adkins, & Honeycutt,1991). Sin embargo, muchos de estas descripciones cladísticas han llevado al desarrollo de un gran número de apomorfias (caracteres novedosos dentro de un clado, diferentes a los caracteres ancestrales) (Szalay et al,19867) lo que ha generado una gran incertidumbre para establecer si realmente el Superorden Archonta se puede considerar como un grupo monofilético (Pettigrew et al; 1989) o no, en consecuencia, la relación entre los órdenes que conforman este clado de mamíferos es todavía incierta en muchos aspectos, especialmente a la hora de establecer la monofila del orden Chiroptera (Pettigrew, 1986). Dada la alta diversidad y la alta complejidad de los integrantes de este grupo de mamíferos es necesario analizar aspectos propios de la clasificación como los caracteres que se han utilizado para establecer la conformación de Archonta, las complicaciones que ha presentado este tipo de clasificación y evidenciar como la utilización de herramientas moleculares ha permitido la superación de los principales problemas que se presentaban y generando una nueva reagrupación de los integrantes de este grupo de mamíferos. La primera línea de investigación que se dedicó a determinar el parentesco que existe entre el orden Primates y el orden Chiroptera se basó en la morfología del órgano reproductor masculino de las especies agrupadas aquí (Smith & Madkour,1980). En este caso se había determinado que el cuerpo esponjoso del pene de Primates, Dermoptera y Megachiroptera se alongaba en la formación del glande. Sin embargo, los micro murciélagos carecen de este carácter por lo cual se había determinado que el grupo más cercano de los murciélagos a los Primates era los Megachiroptera (Jamieson et al 1989). Posteriormente el desarrollo de la filogenia de este grupo se basó sobre todo en la descripcion de las características craneales en especial el desarrollo del sistema nervioso central, en la alta capacidad de visibilidad y la muy evidente similaridad de los sistemas visuales en estos organismos (Jamienson et al;1989). Sin embargo, muchas de estos caracteres definitorios presentan arbitrariedad y no van acordes con un desarrollo histórico de las diferentes líneas evolutivas sino más bien parece tener relación con convergencias evolutivas. Los caracteres analizados para la determinación de la relación filogenética de Archonta se basaron especialmente en 24 caracteres sobre el sistema nervioso central. Uno de los principales problemas que presenta el análisis cladistico con base en estos caracteres es la falta de asociación entre Microchiroptera y Macrochiroptera; mientras que este último se asocia más al orden Primates que con su grupo hermano; siendo de este modo la conexión que existe entre los Primates y Chiroptera. Previamente, se evidenció que en la especie Pteropus spp. (Megachirpotera) se puede observar todas las estructuras involucradas en “retinotectal patway” (Pettigrew, 1986); la cual es una de las características primordiales de las adaptaciones visuales de los primates. Otra de las características que define increíblemente la relación entre murciélagos y primates es la posición del Tectum como soporte orbital y post-orbital (Alman, 1977). En el caso de los primates este Tectum se inserta en la región post-orbital del cerebro generando una fuerte conectividad entre el ojo y el encéfalo, así como se incrusta en el campo ipsilateral de ambas retinas (Jamienson & Pettigrew, 1989) permitiendo una conectividad entre la visión y el movimiento de los ojos; característica que se ha encontrado en todos los prosimios; monos del Viejo y Nuevo Mundo, y gibones, etc. HEMOGLOBINA ALFA Y BETA COMO PRIMERA APORXIMACION EN LA SOLVENCIA DE LA FILOGENIA ENTRE PRIMATES Y MURCIELAGOS Una de las primeras opciones que se aplicó para poder entender mejor la relación filogenética entre Primates y Murciélagos, dada la utilización de caracteres morfológicos poco comunes; fue la secuenciación completa del fragmento de ADN correspondiente al gen de la hemoglobina (alfa y beta) (Jamienson & Pettigrew,1989). La utilización de esta región nuclear trae como ventajas que la secuencia de aminoácidos codificantes esta interrumpida por regiones no codificantes o intrones; por lo cual, son regiones altamente variables que permiten hacer una fuerte distinción entre grupos de organismos. Otra característica importante es que esta región no codificante presenta posiciones homólogas (esto es consistente con el origen común de los genes) entre organismos; por lo cual un análisis sobre estas regiones brindaría gran información evolutiva en un amplio grupo de organismos. En este primer ensayo no solo se utilizaron secuencias correspondientes a Primates y Murciélagos, sinotambién se usaron diversos grupos de animales emparentados entre todos como Equinos (caballos y cebras); se usaron también secuencias correspondientes al Orden Rodentia (Ardillas) y el orden Lagomorfa (Conejos) (Jamienson &Pettigrew, 1989). Dentro del orden Chiroptera los más representativos son Pteropus sp (Macro murciélagos). y Rhinopoma sp. (Micro murciélagos). En el caso de los primates se obtuvo información de cada uno de los grupos internos Tarsios, Nycticebus sp. (Loris), Macaca mulatta (Macaco) Saguinus sp. (Mono titi), Gibón y secuencia de humanos (Jamienson , 1989). Los resultados obtenidos en esta primera aproximación fueron diversos en muchos aspectos. En primer lugar; la posición filogenética de la gran mayoría de mamíferos coincidió perfectamente en los árboles filogenéticos obtenidos tanto morfológica como genéticamente (Jamienson, 1989); especial con grupos hermanos de los mamíferos placentarios como monotremas y marsupiales. Además, se dieron otras organizaciones internas esperadas como el clado de los equinos, así como la agrupación de los Lémures dentro del caldo de los primates (Jamienson, 1989). Sin embargo, produjo intriga la asociación que se hacía con respecto a los grupos hermanos de los primates generado un clado conformado por Galagos, Tarsios, Macacos Lorices, Monos Titis, Gibones y el hombre; manteniendo como grupo hermano las ardillas y el conejo. Es interesante observar como en este primer intento de diagnóstico molecular se obtiene nueva información con respecto a la clasificación vigente hasta el momento. Como, por ejemplo, que a nivel molecular los Roedores y Primates forman un clado separado totalmente de los murciélagos. Adicionalmente a esto, se observa que los Lémures son el primer clado en divergir de los primates. Muy similar a la taxonomía que se maneja en la actualidad. Si bien es cierto que el trabajo realizado por Pettigrew y colaboradores en 1989 resolvió algunas preguntas sobre la relación filogenética de este grupo, también generó otras inquietudes resueltas en las llamadas “cuatro hipótesis en el desarrollo de la filogenia entre primates y murciélagos. LAS CUATRO HIPÓTESIS DE LA RELACIÓN ENTRE PRIMATES Y MURCIELAGOS. El primer escenario que se plantea en este es “Fallen Angel”, según el cual el desarrollo de las alas se dio primero tanto en Primates y Murciélagos pero se fueron perdiendo consecuentemente en el desarrollo del linaje de los primates (Jamienson, 1989). El segundo escenario es “Blind Cave Bat”; el cual parte de la primicia de que un desarrollo encefálico y genita como un carácter ancestral y posteriormente a la divergencia entre murciélagos y primates, viene el desarrollo de las alas y la perdida de este carácter ancestral en los Micro murciélagos (Jamienson, 1989). “Deaf Fruit Bat”, plantea que hay una divergencia entre Macro y Micro murciélagos; en la cual los Megachiroptera perdieron sus características eco sensoriales y simultáneamente a los primates fueron desarrollando estructuras visuales encefálicas y un desarrollo genital (Jamienson, 1989). El último escenario que intenta darle una explicación a esta relación entre ordenes es “Flying Primates” en el cual los Micro Chiroptera divergieron primero y se desarrollaron como mamíferos voladores, de un linaje evolutivo diferente con un desarrollo encefálico similar al de los primates. Por otro lado, los Macro Chiroptera se desarrollaron como un linaje paralelo, pero al interior de los primates (Jamienson, 1989). LA EMERGENCIA DE LA BIOLOGÍA MOLECULAR Y LA SOLUCIÓN DE LA FILOGENIA CON BASE EN ARN RIBOSOMAL Como se ha podido observar mediante los ejemplos propuestos anteriormente; la ubicación del orden Primates dentro de los mamíferos con base en los caracteres morfológicos no resuelve todas las preguntas inherentes a la relación. En este contexto, la biología molecular emerge como una alternativa a la taxonomía de los primates. Una de las principales dificultades que ha presentado este tipo de filogenia es la falta de establecimiento de una línea temporal con base en los registros fósiles y la formación de los continentes, por lo cual estudios posteriores han (Goodman et al; 1998) demostrado que la historia evolutiva de los primates con base en registros fósiles presenta una línea totalmente diferente y separada de los murciélagos; por lo cual las características morfológicas con las cuales se agrupan estos organismos pueden verse más como convergencias evolutivas que como sinapomorfias de un grupo monofilético. Por otro lado, el establecimiento de una línea temporal mediante el registro fósil asocia el origen geográfico de los primates en el sur de África cuando este se encontraba unido a Madagascar, India y Suramérica (Horvat et al, 2008). Sin embargo, Madagascar divergió de África hace 160 millones de años y de la India hace 90 millones de años por lo cual, para mantener una relación entre los lémures y demás Strepsirrhinos (Garvutt, 2007), una población de sus ancestros tuvo que llegar a Madagascar en un único evento de rafting hace unos 50 y/o 80 millones de años. Por el lado de los murciélagos, el registro fósil más antiguo ubica al ancestro de este orden hace unos 52.5 millones de años correspondiente a Onychonycteries (Simons, 2008) el cual se ha datado en la latitud norte del globo especialmente en Norteamérica. Por lo cual, se evidencia que hay una fuerte discrepancia en los orígenes de los linajes evolutivos emparentados aquí presentes. Como resultado de la evidencia del registro fósil apoyado en la teoría de la deriva continental, los linajes evolutivos tanto de primates como de murciélagos presentan dos desarrollos geográficos separados y distantes uno de otro demostrando que la mayoría de características morfológicas por las cuales se les ha asignado dentro de un clado de mamíferos parece coincidir más como convergencias evolutivas producto de la similitud de su comportamiento ancestral, más que como sinapomorfias de un grupo monofilético. En el 2017 Esselstyn et al; (2017) mediante el estudio de las regiones ultra variantes y ultra conservadas del ARN ribosomal encontró una nueva distribución y reagrupación de algunos ordenes de mamíferos. Por ejemplo, el grupo hermano de los Primatemorfos (Orden Dermoptera y Primates) es el Orden Scandentia (musarañas o tupayas); mientras que el grupo del Orden Chyroptera queda asociado a los Ferungulta (Esselstyn et al, 2017) conformando un nuevo clado de mamíferos: Laurasiatheria, el cual está conformado por Carnívora, Pangolines, Perrisodactyla y Artiodactyla; los cuales tienen en común un origen en Laurasia (Europa y Asia). Los resultados obtenidos por Esselstyn y colaboradores indican que dada las condiciones en las cuales se fueron desarrollando cada uno de los linajes evolutivas de Primates y Murciélagos, basados en el registro fósil y además apoyada en la teoría de deriva continental, es poco probable que los murciélagos y primates compartan un ancestro común que les permita conforman un clado interior dentro de los mamíferos asi como que muchas de las características morfológicas que comparten estos ordenes en cuanto a desarrollo encefálico y visual está más asociado a la vida arbórea y nocturna ancestral en primates, que algunos linajes internos conservan, y conservada en murciélagos. Además, en este mismo estudio se logró establecer una nueva estructura filogenética para el orden de los primates. Si bien estudios previos habían dado indicios de una relación filogenética entre Dermoptera como grupo hermano de Primates y asociado a Scandentia como grupo hermano de estos (Perelman, 2011); todavía no está clara la posición de los grilles (Rodentia y Lagomorfa). Sin embargo, la utilización de Regiones Ultra conservadas permitió soportar la hipótesis del clado de los Euarchonta,en el cual se puede agrupar tanto a Scandentia como ha Primatemorfos (Esselstyn et al; 2017). Así, la agrupación de los grilles en este clado reorganizó toda la estructura filogenética; por lo cual el orden Scandentia paso a ser el grupo hermano de todos los Euarchontagrilles (Primates, Dermoptera, Rodentia y Lagomorfa) (Esselstyn, 2017). Nuevamente es importante recalcar la importancia de la utilización de la genética y la biología molecular como herramientas que permitieron darle una solvencia a las diferentes hipótesis que se planteaban en la relación filogenética que existía entre los primates y los demás ordenes de los mamíferos. Así mismo no solo permitió darles una solución a estas preguntas sino también que permitió la generación de una nueva organización y el establecimiento de nuevos ordenes dentro de los mamíferos, así como dentro de los primates. Capítulo 2: Strepsirrhini, Tarsiiformes y Anthropoidea LOS TARSIOS UBICADOS ENTRE STREPSIRHNI Y ANTHROPOIDEA Si bien la organización filogenética del orden de los Primates con respecto a los demás grupos de mamíferos intenta mantener una solides con base en la evidencia fósil, morfológica y molecular, al interior del orden de los primates también se han presentado algunos nudos filogenéticos que ha derivado en varias reorganizaciones filogenéticas. En la mayoría de casos, el establecimiento de los grupos hermanos entre individuos es relativamente sencillo con respecto a otros grupos dado que la mayoría de los géneros presenta una gran abundancia de representantes en la actualidad, lo que ha permitido una fácil clasificación; este no es el caso de los Tarsios. El principal conflicto que presenta los Tarsiiformes; es que está representado por una única Familia, Tarsiide, que a su vez está representada por un género especifico Tarsius (Perelman et al, 2011). Consecuencia de ello los caracteres (morfológicos y genéticos) presente determinan unidireccionalmente las relaciones evolutivas con otros clados, los cuales presentaron una divergencia temprana en el Eoceno (Schmitz, Ohme & Zuschler, 2000). Por lo cual, la mayoría de características que presenta este grupo de primates está determinado por un importante número de automorfías las cuales se han adquirido de forma independiente a lo largo de su historia evolutiva (Martin, 1990). Si bien este es el grupo de primates en menor número de individuos su correcta ubicación dentro del orden de los Primates es esencial para un correcto desarrollo filogenético del grupo, como se había mencionado anteriormente. La correcta ubicación de los Tarsiiformes dentro del orden puede generar diversos clados internos. Si la ubicación de los Tarsiiformes se da con respecto al grupo conformado por Lémures y Lorices el clado de los primates se puede dividir entre Prosimii y Anthropoidea (Yoder, 2003). En caso tal, de que la agrupación dentro del orden se dé con respecto a Monos de Nuevo y Viejo mundo; es posible hablar de Strepsirrinhi y Haplorrhini. Finalmente, si se considera a los Tarsiiformes como outgruops dentro de los primates tenemos dos clasificaciones Tarsiiformes y Simiolemuriformes (Yoder, 2003). Lastimosamente esta clasificación está basada únicamente en una gran variedad de caracteres morfológicos, así como en un registro fósil que intenta plantear una línea temporal comparativa entre los tres grandes grupos de primates por lo cual ha dificultado una correcta ubicación de los Tarsiiformes con respecto a los demás primates. EL REGISTRO FOSIL Y LA HISTORIA MORFOLOGICA DE LOS TARSIIFORMES Una de las primeras clasificaciones que se tuvo con respecto a los Tarsiiformes fue realizada por Geofroy (1915) quien estableció claramente que el género Tarsius pertenecía al clado Prosimii agrupado con Lémures y Lorices. A partir de esta clasificación se organizaron tres infraordenes: Lemuriformes, Loriformes y Tarsiiformes. (Geofroy, 1915) (Simpsons, 1945). La organización de estos infraordenes en el suborden estaba basada en la hipótesis de que los tres grupos de organismos representaban las formas más primitivas del orden Primates agrupándolos como “Primates inferiores” (Yoden, 2003). Todo esto claramente basado en características netamente morfológicas. Una de las principales características morfológicas que apoya la relación entre Tarsiiformes y los primates Haplorrhini es la similitud en la formación de una arteria craneal (Yoden, 2003), carácter derivado de los parientes Lemuriformes. Por lo cual, este sería uno de los principales indicios para establecer una relación entre Tarsiiformes y Haplorrhini (Simpson, 1945). Continuando un poco con el desarrollo de la filogenia de los Tarsios; Le Gros Clark (1971) estableció la formación de un orden cronológico dentro del orden de los primates; partiendo de las musarañas arborícolas (Scandentia) como la base de los primates hasta llegar al hombre como el final del árbol evolutivo (Yoden, 2003). Sin embargo, para el desarrollo de esta teoría se tenía que plantear la división del orden en dos subgrupos Primates Superiores y Primates Inferiores; teniendo como base el desarrollo craneal, encefálico, complejo desarrollo visual, reducción del bulbo olfatorio y lo más importante desarrollo de extremidades prensiles (Le Gros Clark, 1971). Por otro lado, el registro fósil ubica a este pequeño grupo de organismos primates en una divergencia temprana en el Eoceno por lo cual se ha establecido que su pronta división del resto de grupo de primates, ha permitido que los Tarsiiformes desarrollen una historia evolutiva peculiar con respecto al resto de organismos (Le Gros Clark, 1971). Claramente, esta hipótesis está ligada al uso de herramientas paleontológicas, que mediante el registro fósil han permitido desarrollar un linaje independiente de los Tarsiiformes, así como de una gran diversidad de grupos hermanos interiores, que generan una cercanía a los Lémures y Anthropoidea. Del mismo modo, la hipótesis de Plesiotarsiiformes y Simiolemuriformes está basada en la divergencia temprana del linaje de Tarsiiformes, como se ha mostrado anteriormente. Para poder apoyar esta teoría Schwartz (1978) desarrolló un trabajo de homología dental, que, si bien generaba alguna cercanía con los otros grupos hermanos, llegó a presentar varios problemas. Primero era necesario establecer una línea de disrupción entre los lémures y los Tarsiiformes como grupos hermanos a los Euprimates, además de esto, era necesario el establecimiento de un gran número de convergencias evolutivas entre Tarsiiformes y Euprimates como el reemplazo de garras por uñas y una ampliación y rotación hacia delante de los orbitales como de la barra post-orbital (Yodem, 2003). Como se puede observar el grupo de los Tarsiiformes es un grupo que ha sido ampliamente trabajado por diversos autores como: Geofroy (1915), Simpson (1945), Le Gros Clark (1971), Schwartz (1978) y Yodem (2003). Sin embargo, uno de los principales problemas que se puede observar a lo largo de esta sección es la falta de un consenso entre autores con respecto a la forma más arbitraria de llevar a cabo la correcta selección de caracteres que permitan desarrollan una relación filogenética que permita darle mayor soporte a los clados de primates. “SHORT INTERSPERSED ELEMENTS” UNA SOLUCIÓN GENETICA Como se observa, uno de los principales problemas que presenta este grupo, es la discrepancia en el análisis de los datos y la falta de un consenso en el desarrollo de una postura firme con respecto al análisis requerido. Por un lado, si realizamos un análisis con respecto al estudio de los organismos vivos en la actualidad podemos agrupar a los Tarsiiformes con los Anthropoidea y tener un grupo hermano con los lémures. Mientras que, si a esta colección de datos le agregamos un registro fósil y una cantidad variade conceptos deductivos evolutivos, podemos encontrar a los Tarsiiformes como grupo hermano de los Strepsirrinhi y de los Anthropoidea; conformando entonces el clado Simiolemuriformes con una divergencia temprana por parte de los Tarsiiformes (Soshani et al,1996) (Fleagle, 1999). Así como se ha visto en el ejemplo anterior; una de las ventajas que nos permite la utilización de biología molecular como solución de los problemas filogenéticos es la determinación de un tiempo de divergencia que puede servir como comprobante de la línea cronológica determinada por el registro fósil. Sin embargo, es necesario ser prudentes a la hora de realizar un estudio filogenético con base en datos morfológicos. Para este caso es necesario establecer qué elemento molecular va a ser estudiado. Es decir, si se van obtener datos moleculares del ADN nuclear o del ADN mitocondrial. En el caso de los Tarsiiformes los datos moleculares tanto del AND mitocondrial (Andrews et al, 1998) como del ADN nuclear (Jaworski, 1995) no han servido como fuentes de datos congruentes con una misma historia evolutiva, principalmente porque el ADN nuclear presenta una tasa de recombinación mucho mayor dentro de una población que el ADN mitocondrial porque en los mamíferos el ADN mitocondrial es obtenido principalmente de la línea materna, mientras que el DNA nuclear de una población siempre se obtiene tanto por línea materna como línea paterna (Schmitz, Ohme & Zuschler, 2000). Por lo cual, es necesario ser muy cautelosos a la hora de realizar análisis sobre estos datos. Para darle una solución a este problema de conflictos entre un análisis molecular nuclear y uno mitocondrial, se puede llevar a cabo un análisis de presencia/ausencia de “Short Interspersed Elements”, (SINE), como lo puede llegar a ser loci ortólogos en organismos representativos de diferentes infraordenes de primates (Schmitz, Ohme & Zuschler, 2000). Estos fragmentos genéticos, SINE, pueden estar subdivididos en dos regiones. La primera región contiene ARN transcrito derivado de elementos que cubren o que se encuentran en la gran mayoría de SINE de diferentes animales (Okada, 1991; Deinnger &Batzer, 1993). El segundo fragmento denominado ARN 7SL derivado de la retrotrasposición del mismo, el cual está restringido únicamente a Roedores y los elementos específicos Alu en primates (Schmid, 1993), una importante secuencia de 300 pb, que contiene algunas variaciones. Los resultados obtenidos por Schimtz et al (2000) con base en la secuenciación de 118 loci cromosomales provenientes del ser humano con secuencias Alu ha sido uno de los trabajos más extensos en la utilización de la biología molecular como una solución a los conflictos internos en el orden de los primates. El ensamblaje de los elementos Alu entre humanos, dos ejemplares de Monos del Viejo Mundo, dos ejemplares de Monos del Nuevo Mundo, una muestra obtenida de T. bancanus y dos ejemplares pertenecientes al infraorden Strepsirrinhi permitió determinar que la transposición de estos fragmentos genéticos no se realiza de forma uniforme a lo largo de una línea temporal.(referencia) En este caso, el análisis de la secuencias obtenidas, muestra tres Transposiciones de Secuencias Alu entre Tarsiu bancanus y primates antropoides, las cuales pueden ser asociadas como un carácter molecular derivado que puede llegar unir a estos dos grupos (Schmitz, Ohme & Zuschler, 2000). En cuanto a la cuestión de los otros loci, se ha planteado un escenario en el cual, las transposiciones de diferentes SINEs, ha ocurrido independientemente, en el mismo intron, a lo largo del linaje que corresponde al ancestro común entre Tarsiiformes y Anthropoidea (Schmitz, Ohme & Zuschler, 2000). Por lo cual, parece ser que existe una relación interna entre los Strepsirrihini y los Haplorrhini interrumpida por una división entre Tarsiiformes y Anthropoidea. La utilización de secuencias Alu obtenidas a partir del ARN mitocondrial se ha establecido como un marcador molecular dentro del orden de los primates que permitido marcar un antes y después de la historia de los linajes evolutivos dentro de este orden de mamíferos. Así mismo el establecimiento de este marcador molecular dentro del Orden Primates ha dado una solución a la carencia de datos morfológicos actuales que impide una comparación adecuada para el establecimiento de una correcta relación filogenética entre los primates. De esta forma es claramente evidente como la biología molecular puede ser utilizada para la determinación de marcadores moleculares que permite solución las dificultades de la subjetividad de los caracteres morfológicos, así como el establecimiento de métodos concesos que permitan almacenar los datos evolutivos de una especie asi como un análisis más profundo con respecto a los datos obtenidos. Capítulo 3: Monos del Viejo Mundo: Papiones, Mandriles, Driles y Galados. COMPLEJIDAD ENTRE LOS MONOS DEL VIEJO MUNDO Uno de los grupos más diversos y exitosos al interior del clado de los primates es la familia Cercophitecidae, la cual representa el 40% de las especies de primates (Disotell, 1996). Al igual que los demás clados de primates, este grupo presenta varias irregularidades dentro de sí mismos. Inicialmente esta subdivido en dos subfamilias Colobinae y Cercophitecinae (Disotell,1996). La principal sinapomorfias que caracteriza a cada uno de estos grupos y permite una correcta división, radica en el complejo sistema digestivo de los Colobinos y en el desarrollo de las bolsas bucales por parte de los cercopitecos. (Disotell, 1996). Complementario a esto, el extenso registro fósil correspondiente a esta familia de Monos del Viejo Mundo, ha permitido el desarrollo de una clara clasificación taxonómica interna. (Pugh & Gilbert, 2018). Sin embargo, este capítulo se focalizará únicamente en la subfamilia Cercophitecinae. La subfamilia cercophitecidae está dividida en dos Tribus las tribus Papionii y Cerpithecinii (Szalay & Delson, 2013). La especifica diversidad de este grupo de primates está determinada principalmente por las características morfológicas con base en el esqueleto (Shoultz, 1970)) y su dentadura (Martin, 1990), sin embargo, esta organización sugiere algo más que solo una clasificación taxonomica (Disotell, 1996). En este caso, la Tribu Papionii está conformada por Babuinos (Papio), gelados (Theropithecus), driles y mandriles (Mandrillus) y los mangabeis (Lophocebus, Cercocebus) (Harris & Disotell, 1998). Si bien el estudio sobre este clado de primates está bastante desarrollado en los campos de la ecología, anatomía, comportamiento y genética (Harris & Disotell, 1998) lo que ha permitido una adecuada agrupación de las especies en cada uno de los clados y desarrollar una fuerte relación evolutiva entre ellos; el estudio de la filogenética de este clado a nivel tanto de especie como de género permanece aún incierto. Dentro de la tribu Papionii se han desarrollado varias controversias significativas que giran especialmente alrededor de las relaciones filogenéticas de los otros miembros del grupo y los mangavies (Harris & Disotell, 1998). Este clado en específico, si bien comparte las demás características de la tribu Papionii: moderada proyección de las narinas, dientes incisivos largos con fuerte pronunciación de los colmillos, fuerte pronunciación de los hoyuelos y colas más largas que el resto de primates del viejo mundo (Napier & Napier, 1986). Tradicionalmente, se considera este grupo de primates dentro de un único género Cercocebus especialmente ubicado en la región del Sahara senegalés, el este de Tanzania y Oeste de Kenya (Kingdon, 1997). Por otro lado, los tres grandes Monos del Viejo Mundo Mandrillus, Papio y Theropithecus se han agrupado dentro de una sola radiación evolutiva común (Fleagle & McGraw, 1999), basada en loscaracteres morfológicos de los mangabeis que soporta la relación monofilética al interior de este clado (Szalay & Deloso, 1979). Sin embargo, estas características morfológicas se encuentran en conflicto cuando nos referimos a la relación filogenética que presenta con los otros grandes monos del viejo mundo, que además de las características ya mencionadas anteriormente presentan una fuerte territorialidad; comportamiento ausente en los Cercocebus y Lophocebus (Harris & Disotell, 1998). Así mismo, las características compartidas entre Mandrillus y Papio los ha organizado en el mismo clado monofilético. Además de eso, se ha establecido en la mayoría de filogenias morfológicas que el género Macacca se presenta como el grupo hermano de los demás Monos del Viejo Mundo (Szalay and Delson 1979; Strasser and Delson 198). ANÁLISIS TOTAL NUCLEAR EN MONOS DEL VIEJO MUNDO Uno de los trabajos más exhaustivo que se realizó para buscar alguna solución en la interpretación de la filogenia entre este clado de primates fue el realizado por (Harris & Disotell, 1998). La recopilación de los estudios moleculares realizada por Harris y colaboradores está basada en un exhaustivo análisis de datos obtenidos a partir de ensayos Inmunológicos, estructura cromosomal, Secuenciación de regiones no codificantes de ADN y secuenciación de ADN mitocondrial (Van der Kuyl et al. 1994). Esta primera impresión dejo como resonancia que el grupo de los Magrebíes no conforman un grupo monofilético como se esperaba, sino que por el contrario forman un grupo polifilético con los Papionini (Harris & Disotell,1998). Otros de los datos interesantes obtenidos en esta investigación fue que, a diferencia de las características morfológicas, la secuenciación de la región mitocondrial Citocromo Oxidasa II (COII) propone que el grupo de Lophocebus y Papio conforman un solo clado junto a Theropithecus; del mismo modo, Cercocebus está más estrechamente relacionado con Mandrillus fuera de Papio (Harris & Disotell,1998) Si bien la complejidad dentro de este orden de primates del viejo mundo no presentaba tantas dificultades taxonómicas es importante resaltar que la utilización de marcadores moleculares establecidos no solo dentro del orden de primates sino también dentro de otros grupos vivientes puede ser una herramienta practica a la hora de establecer las relaciones evolutivas y los parentescos de los grupos. Es decir, no es necesario establecer un marcador propio dentro de los primates para darle orden a la clasificación taxonómica de los Primates, sino que el soporte en los trabajos realizados sobre otros organismos también puede ser un factor determinante en el entendimiento de los primates. . Capítulo 4: Primates del Nuevo Mundo Como se ha observado anteriormente, el Orden de los Primates es un orden altamente diverso con grandes ramas en su árbol filogenético con importantes similitudes y diferencias que ha permitido desarrollar un gran número de estudios a nivel biológico, ecológico, morfológico, evolutivo y filogenético. Sin embargo, en los capítulos anteriores únicamente se mencionaron uno de los grandes brazos del árbol evolutivo de los primates, los Monos del Viejo Mundo. Si bien este grupo de primates tuvo un análisis profundo en los grupos que se consideraban más relevantes en cuestiones de dificultades taxonómicas, se ha observado como la biología molecular y la utilización de análisis genéticos con base en genes específicos ha permitido establecer con claridad el orden taxonómico correspondiente a cada especie, así como hacer nuevas evaluaciones de los mismos, hacer reorganizaciones y establecer nuevos niveles taxonómicos para diferentes especies y grupos de primates del viejo mundo. Por otro lado, el árbol evolutivo de los primates consta de un grupo monofilético, paralelo a los monos del Viejo Mundo e igual de diverso, los cuales se conocen como Monos del Nuevo Mundo o Platyrrhini. Para el 2009, las listas de distribución poblacional de los primates del Neotrópico, publicadas por la IUCN, determinaron aproximadamente 204 especies y subespecies; de las cuales 23 se encuentran en estado crítico de conservación (CR); otras 23 se encuentran en peligro (EN) y 35 especies están vulnerables (VU) (IUCN/SSC, 2009; Rylands & Mittermeier, 2009). Sin embargo, en el 2015 se estimó que el 30% de las especies (44 especies) de Platirrinos, monos del nuevo mundo, se encuentran en estado crítico de conservación; con cinco géneros que comprenden más del 50% de la diversidad de sus especies clasificadas como amenazadas (Ateles sp., Brachyteles sp., Chiropotes sp., Lagothrix sp. y Leontopithecus sp.) (The IUCN Red List of Threatened Species 2015). Como se mencionó anteriormente los Monos del Nuevo Mundo son primates antropoides de menor tamaño corporal que los primates del Viejo Mundo (Dumás, & Mazzoleni,2017); el cual se estima que divergió de los Catarrhines aproximadamente hace 40 millones de años; este grupo de primates está dividido internamente en tres familias monofiléticas: Cedibae, Atelidae y Pithecidae (Keisling et al; 2015). Sin embargo, el origen de esta clasificación actual, así como en los primates del Viejo Mundo, ha tenido una historia evolutiva con base en diferentes autores y diferentes estudios que se han realizado a lo largo de casi 40 años. Dew acuerdo con Hershkovits (1977), quien fue el primero en intentar agrupar los Primates Neotropicales en un mismo árbol filogenético, establece que todos los Primates del Nuevo Mundo se pueden clasificar dentro de tres grandes familias (Schneider & Sampaio, 2015). La primera familia que podemos encontrar en la clasificación de Hershkovits es la Callithrichidae compuesta por Callithrix sp. y Cebuela sp. (comúnmente marmosetes) y el grupo de los tamarindos Saguinus sp. y Leontopithecus sp. (Thomás, 1903). El segundo grupo monofilético de los primates del Nuevo Mundo está conformado por Callimico en una única familia Callimiconidae (Dollman,1933). Finalmente, el tercer grupo y de mayor número de especies es la familia Cebidae conformado por Cebus, Saimiri, Aotus, Alouatta, Ateles, Lagothrix, Brachyteles, Callicebus, Pithecia, Chiropotes, and Cacaja (Bonaparte, 1931). Sin embargo, este tipo de clasificación presentaba grandes incógnitas y complicaciones, especialmente porque se basaba en clasificaciones arbitrarias dependiendo más del tamaño corporal que de otro tipo de identificación (Schneider & Sampaio, 2015). Por lo cual, en años posteriores, se realizaron múltiples trabajos entre los cuales destacaron Susan Ford, Richard Kay y Alfred Rosenberger; quienes intentaron buscar una nueva interpretación de la historia filogenética en los Platyrrhini (Ford, 1986; Rosenberg, 1984). Este nuevo sistema de clasificación estaba basado principalmente en caracteres morfológicos derivados de diferentes procesos evolutivos paralelos basados en la dieta y la ecología de las especies ubicadas en cada uno de los clados (Schneider & Sampaio, 2015). De esta forma se logró obtener tres grandes clados taxonómicos. El clado Callithrichidae, el cual no presentaba variación con respecto a las clasificaciones anteriores. Un segundo clado conformado principalmente por los primates neotropicales de mayor tamaño con una dieta principalmente frugívora y una cola prensil característica del grupo de los Atelinae conformado por las especies Alouatta, Ateles, Lagothrix, y Brachyteles. (Schneider & Sampaio, 2015). Finalmente, el último grupo basado especialmente en un adieta y especializados dispersores de semillas Pitheciinae: Pithecia, Chiropotes, and Cacajao (Schneider & Sampaio, 2015). Sin embargo, ninguno de los trabajos realizador por los autores mencionados, pudo darles una posición filogenética a las especies Cebus, Saimiri, Aoutus y Callicebus. Como consecuencia, seha establecido siempre a las especies Cebus y Saimiri como especies hermanas al grupo de Callithrichinae (Rosenberg, 1981). Del mismo modo, se establece que Cebus y Aotus, así como Saimiri y Callicebus, presentan una radiación temprana en la línea evolutiva de los Platyrrhini (Ford,1986). Este primer problema dentro de los monos del nuevo mundo generó algunas incertidumbres con respecto a los nodos que conformar su árbol filogenético. La primera cuestión es la monofilia de la familia Cebidae con respecto a otras familias de platirrinos especialmente la cercanía de algunos géneros de la familia Cebidae con la familia Callithricidae más que con otros géneros de la misma familia (Baba et al; 1971), lo cual ha hecho pensar que los Cebidae pueden presentarse más como un grupo parafilético o polifilético. Otra de las cuestiones que no se han podido resolver con base en las taxonomías establecidas anteriormente por Susan Ford, Richard Kay y Alfred Rosenberger es el establecimiento del taxón considerado “primitivo” o el taxón más ancestral y el taxón más “especializado” o más reciente dentro del grupo de primates del nuevo mundo. Paralelamente a los trabajos realizados por la taxonomía clásica, se fueron desarrollando estudios moleculares con base en la técnica de Inmunodifusión siendo este el precursor de los estudios moleculares sobre este grupo de primates. El trabajo más sobresaliente fue el realizado por Baba y colaboradores en 1979, el cual mediante la estimación de la distancia entre antígenos homólogos y heterólogos se pudo determinar la distancia evolutiva entre especies pertenecientes a un mismo grupo, así como la relación filogenética entre las mismas (Baba, 1979). Otras ventajas de esta técnica de inmunodifusión es que permite comparar diferentes proteínas que se difunden por medio de un agar a tasas diferentes permitiendo formar líneas de precipitación separadas cuando reacción con antígeno especifico (Baba,1979). En este caso, los autores determinaron la distancia antigénica usando antisuero producido en conejos y aplicando esta aproximación a un gran número de primates pertenecientes a los Monos del Nuevo Mundo como Alouatta, Aotus, Ateles, Callicebus, Cebus, Chiropotes, Lagothrix, Saimiri, y Saguinus (Schneider & Sampaio, 2015). El resultado final de este trabajo permitió la determinación de cuatro clústeres importantes dentro de la organización de los monos Plathyrrhini: Aloutta, Ateles y Lagothrix; Chirpotes y Cacajao; Aotus, Calimico, Saguinus y Callicebus; y finalmente Saimiri y Cebus como grupo externo dentro de Cebidae (Schneider & Sampaio, 2015). Finalmente, Shneider y colaboradores, desarrollaron un árbol filogenético con base en dos regiones moleculares de ADN. Mediante la secuenciación completa de la región nuclear correspondiente al gen épsilon-globina y la secuenciación de 1.8 kpb de la proteína foto receptor intron 1 (IRBP) se pudo determinar con mayor exactitud estadística y genética la conformación de los diferentes clústeres en 16 géneros de Plathyrrhinos (Schneider et al; 1996). Si bien los cambios no fueron significativos se pudieron establecer genéticamente cuales eran los grupos externos dentro de los mismos clados y, adicionalmente, se establecieron nuevas relaciones evolutivas anteriormente no pensadas. Como resultados contundentes de los trabajos realizados por Schneider y compañía; el primer Clado incluye a Saguinus como grupo basal seguido por Leonthopitecus y el género Calimico como grupo hermano del clado Calithrix-Cebuela (Schneider & Sampaio, 2015). Del mismo modo, se le pudo dar un orden, con fuerte rigor estadístico, al grupo conformado por Aoutus, Cebus y Saimiri, con base en la información filogenética obtenida. Finalmente, el tercer clado, quedo determinado como Alouatta como el grupo hermano de Ateles que a su vez quedó como grupo hermano de Brachytelles y Lagothrix (Schneider & Sampaio, 2015). Si bien, este trabajo fue importante para darle una clarificación taxonómica a los Monos del Nuevo Mundo es importante tener en cuenta que no solo se mantuvieron algunas incógnitas dentro de la filogenia, sino que, además, surgieron nuevas preguntas. Por ejemplo, todavía persiste la duda sobre las relaciones internas que ocurren dentro de géneros como Cebus y su relación con los monos ardillas del género Saimiri. Así mismo, estos marcadores moleculares arrojaron una relación más profunda entre los monos churucos y los monos araña lanudos que con los marimondas como se había establecido anteriormente, dada su similitud morfológica. Del mismo modo surgieron otras dudas, como el establecimiento de nuevas especies dentro de los monos churucos, así como procesos de hibridación geográfica que ha dificultado aún más su clasificación taxonómica. Dado las anteriores cuestiones, a continuación, se profundizará en dos puntos importantes. Primero la relación filogenética que existe entre los monos capuchinos y los monos ardilla, así como la reorganización interna de los monos capuchinos. Y finalmente, se evaluará de una manera más profunda la relación y los procesos de hibridación internos que existen dentro de los monos churucos que ha dificultado la determinación de su diversidad como uno de los primates más grandes del Nuevo Mundo. CEBUS, BIOGEGRAFIA, ESPECIACION Y BIOLOGIA MOLECULAR Los monos capuchinos pertenecen al genero Cebus, el cual como veremos posteriormente está conformado por dos grupos diferenciados morfológicamente. Sin embargo, en relación con su grupo hermano, los monos ardillas (Saimiri) lo cual se cree que divergieron de este segundo grupo entre 13.8 millones de años (Chiou et al; 2011) y 15.5 millones de años (Lynch Alfaro et al; 2015); se puede encontrar que los monos capuchinos robustos y gráciles comparten un gran número de cambios sinapmorficos como el tamaño corporal (3 kg vs 900 gr), una cola semi-prensil y un alto grado de encefalizacion. De esta manera se considera, con respecto a su grupo hermano, que todos los monos capuchinos conforman un grupo monofilético (Lynch Alfaro et al; 2012) Por otro lado; una de las aplicaciones que ha permitido la utilización de la biología molecular es la reclasificación de los monos capuchinos pertenecientes al género Cebus. Nuevamente una de las primeras clasificaciones que se le dio al grupo de los monos capuchinos fue dada por (Hershkovitz,1949) el cual caracterizo a este grupo dentro del género Cebus subdivido en dos morfo especies. Los monos capuchinos “cornudos” o “cachudos” representados por una única especie Cebus apella; y los “no cachudos” en la cual se agrupaban 3 especies: C. nigrituns; C.capuccinus y C. albifrons (Martins et al; 2014). Sin embargo, se fue estableciendo que era importante hacer una revaluación y una reconsideración de clasificar estos dos fuertes grupos de monos capuchinos como dos especies diferentes teniendo en cuenta las antiguas consideración de establecer un género Cebus para los monos no cachudos y otro género independiente, Sapajus, para los monos cachudos (Silva et al;2001). Del mismo modo el trabajo realizado por Silva y colaboradores en el 2001sugeria la utilización de una nueva connotación de especiación geográfica teniendo en cuenta las fuertes diferencias que existen entre los monos capuchinos gráciles del norte y los monos capuchinos robustos del sur amazónico; sugiriendo que era importante hacer una distinción de los monos capuchinos en cuanto a su ecología y distribución geográfica por lo cual se pudo obtener nuevos géneros que anteriormente se consideraban subespecies pertenecientes al género Cebus (Martins et al;2014) (Silva et al 2001). Siguiendo con las ideas establecidas por Silva, así como el aumento del número de especies introducidas dentro de los grupos gráciles, Cebus kaapori (Queiroz; 1992); y robustos Cebus flavius (Oliviera & Langguth;2006). Lynch-Alfaro y compañía se tomaron la tarea de proveer una amplia información morfológica, ecológica, biogeográfica y especialmente información molecular que permitía darle soporte y mayor robustecida a la reclasificación de estos subgéneros o morfo especies como verdaderos géneros dentro del grupo de monos capuchinos (Martins et al; 2014). El primer trabajo realizado por Lynch Alfaro et al (2011) mediante la secuencia del gen mitocondrial citocromo oxidasa b, extraído de 57 individuos aproximadamente, permitio hacer un primer acercamiento a las conclusiones obtenidas por Silva (2001). Mediante la utilización de una Distribución Bayesiana Discreta por modelo de difusión, se pudo hacer una reconstrucción aproximada de la historia evolutiva del grupo de los monos capuchinos demostrando que posiblemente la colonización del continente sudamericano por parte de los monos capuchinos se dio a través de Centroamérica (Lynch Alfaro et al; 2012). Sin embargo, el dato más relevante con respecto a este estudio es la obtención de dos grupos monofiléticos establecidos anteriormente por Silva et al (2001) con base en caracteres morfológicos pero esta vez sustentado en datos genéticos y moleculares permitiendo establecer claramente una distinción entre monos capuchinos Gráciles y Robustos (Lycnh Alfaro et al;2011) Por otro lado, los análisis bayesianos filogeográficos indicaron que geográficamente los monos capuchinos pertenecientes al genero Sapajus presentan una historia evolutiva más confinada a los bosques cercanos al Atlántico mientras que los capuchinos pertenecientes al genero Cebus presentan un mayor recorrido evolutivo en los bosques amazónicos (Alfaro Lynch et al;2012). Asi mismo se pudo determinar la presencia de zonas con simpatía entre ambos géneros de capuchinos en las selvas montañosas del Caquetá Colombia presentando una convergencia de espacios en las faldas montañosas de la Cordillera de Los Andes colombiano. De esta nueva distribución se pudieron obtener nuevas especies biogeográficas como es el caso de Sapajus apella la cual es la especie amazónica; la especie Centro Sudamericana Sapajus robustus y la especie perteneciente a los bosques atlánticos Sapajus nigrituns (Alfaro et al; 2011). Sin embargo, en el 2012 Lynch-Alfaro y compañía establecieron mediante la combinación de datos moleculares y su distribución geográfica funcionando como una barrera de especiación a lo largo del tiempo; les permitió establecer diferentes grupos de Cebus, por lo cual se pudo hacer una distinción especial de los grupos Cebus y Sapajus confirmando el trabajo realizado anteriormente por Silva y colaboradores. RELACIÓN FILOGEOGRÁFICA ENTRE MICOS CHURUCOS (LAGOTHRIX LAGOTHRICA) En Colombia, el mono churuco o mono lanudo (Lagothrix lagothrica), es una especie ampliamente distribuida en la zona centro sur de Colombia, ocupando la zona montañosa de los Andes (Fooden, 1963). Los micos churucos, presentan una subespecialización basada en la distribución geográfica de las cuales se pueden encontrar 4 subespecies diferentes. El mono lanudo colombiano (L.l. lugens) está distribuida en el pie de monte llanero, en la cordillera oriental de los Andes colombianos ocupando un área desde el norte del Rio Guayabero, en el departamento del Meta, extendiéndose desde los llanos orientales colombianos hasta la cuenta del rio Apure en la frontera colombo-venezolana (Hernández-C & Cooper,1976). También se han encontrado poblaciones dispersas ocupando la zona central en el valle del Magdalena Medio entre el costado occidental de la Cordillera Oriental y el costado oriental de la Cordillera Central, a lo largo del Rio Magdalena (Ruiz-García y Pinedo-Castro, 2010). Altitudinalmente, la especie presenta un rango entre los 100 m s.n.m, Guaicaramo, Boyaca; y 2500 m s.n.m. en la región de San Antonio, Huila (Fooden, 1963). Se ha encontrado que las poblaciones de tierras altas pueden mantenerse en los bosques andinos por dos razones. Primero, cuando la producción de frutos es relativamente alta en los bosques subandinos con alto grado de conservación, las poblaciones pueden mantener una dieta fuerte en frutos carnosos (Cifuentes et al, 2013). En segundo lugar, pueden complementar la dieta frugívora con artrópodos distribuidos en el dosel del bosque (Cifuentes et al, 2013), dado que estos tipos de bosques presenta un amplio rango de hogares que pueden aprovechar (Gently,1995), por lo cual se convierte en un recurso disponible para los micos churucos. Morfológicamente, el mico lanudo colombiano se caracteriza por su grueso y oscuro pelaje; siendo así la subespecie con mayores polimorfismos, en este carácter, encontrando una relación entre la altitud, el color y el grosor del pelo (Botero & Stevenson,2014). Es decir, a mayor elevación los individuos presentan pelaje más oscuro y grueso (Defler, 2010). Por otro lado, el mono lanudo gris (L.l. lagothrica), habita en las zonas bajas del territorio colombiano, especialmente en las selvas amazónicas de Colombia, ocupando el espacio desde el norte del rio Guaviare, en la región del Orinoco colombiano hasta el rio Amazonas; en la región del Orinoco se distribuyen específicamente en el suroeste del departamento del Vichada (Ruiz- García y Pinedo-Castro, 2010). Además de eso también se pueden encontrar población en las selvas del Norte del Brasil, Perú y Ecuador, a lo largo del rio Amazonas; desde su nacimiento en el rio Napo hasta el oeste del rio Negro en Brasil. Esta población se caracteriza principalmente por la tenencia de un pelo lanudo menos grueso con una coloración más opaca del pelaje en comparación los andinos (Defler, 2010). En cuanto a su organización taxonómica; la clasificación de los churucos ha sido bastante discutida, dependiendo de la forma como se presente el análisis de los especímenes. En 1963, Fooden y compañía, clasificaron a este grupo de primates dentro de una sola especie Lagothrix lagothrica; la cual está conformada por cuatro subespecies L.l. lagothrica, L.l. cana, L.l. poeppigii, y L.l. lugens (Defler, 2014). Sin embargo, en el 2001, Groves y colaboradores establecieron que las subespecies de L. lagothrica; no poseían las suficientes características como para clasificarlas dentro de la misma especie por lo cual se ascendió cada una de las categorías al taxón de especie (Defler,2010). Para aclarar los problemás filogenéticos que presentaba este grupo de primates, Botero et al, (2010); mediante un análisis de DNA mitocondrial, reafirmaron la filogenia establecida por Fooden en 1963. En este estudio (Botero et al, 2010), se realizó un mapeo del cariotipo para cada uno de los especímenes que eran considerados por Fooden como subespecies. Utilizando los datos obtenidos se realizó una reconstrucción filogenética mediante Inferencia Bayesiana; lo cual permitió reafirmar la clasificación anteriormente mencionados. Como consecuencia de este trabajo, en el 2015, Botero y colaboradores, realizaron una reconstrucción filogenética y geográfica, de 6 población de micos churucos en el territorio colombiano. Este análisis se basó en la utilización de los marcadores mitocondriales D-loop y COII; de los cuales como resultado se obtuvieron que de estas 6 poblaciones diferentes encontrando una clara diferenciación de al menos de tres haplotipos para las poblaciones del Meta, Guaviare, Huila, Vaupés, Caquetá y Amazonas (Botero, 2015). Sin embargo, la solución de los problemás filogenéticos que presentan estas poblaciones todavía no está del todo claro; esto es debido a que en varios zoológicos alrededor del mundo; han nacidos híbridos entre las subespecies de los micos churucos, por lo cual la idea de un aislamiento sexual no es común en los churucos (Stevenson, 2010). Del mismo modo se ha observado que en la región del Caquetá colombiano; en la zona de baja montaña andina, las poblaciónde L.l. lagotricha y L.l. lugens, presentan una zona de hibridación geográfico y encuentro de poblaciones (Di Fiore,2015). Por lo cual es necesario el estudio de la viabilidad de los descendientes híbridos de poblaciones en cautiverio (Botero, 2010). Conclusiones Como se ha podido observar en los ejemplos mencionados anteriormente, la utilización de la Biología Molecular, así como el aprovechamiento de las herramientas mismás nos ha permitido destacar cuatro grandes puntos en este trabajo: 1) La amplificación de regiones genéticas especificas estandarizar un método por el cual se puedan comparar la mayoría de grupos taxonómicos. 2) La utilización de los relojes moleculares, con base en marcadores moleculares específicos, por cada uno de los grupos de primates, para establecer los tiempos de divergencia permitiendo reconstruir mejor la historia evolutiva de los primates. 3) El establecimiento de regiones génicas específicas como las regiones alu que permitieron la estandarización de las relaciones filogenéticas entre los diferentes clados de los primates. 4) La combinación con otras áreas de la ciencia como la geología y los estudios con base en la deriva continental que han sido importantes para la reconstrucción de los diferentes procesos de especiación alopátricos. Con base en estos resultados anteriormente el apoyo de la sistemática en la biología molecular ha establecido una línea de comparación en el desarrollo de nuevas teorías evolutivas sobre el orden de los primates, así como la resolución y ratificación sobre teorías anteriormente mencionadas. Esto a su vez ha permitido reducir el número de respuestas para la organización taxonómica al interior del orden de primates. Es importante resaltar que en este trabajo se ha podido documentar el establecimiento de regiones moleculares nucleares que pueden ser utilizadas al interior de todo el clado de los primates permitiendo establecer mayores comparaciones entre especies y darle mayor robustecida a las respuestas a encontrar al interior de este grupo. Si bien el objetivo de este trabajo es entrar a profundidad de la importancia de la implementación de biología molecular en el estudio de la evolución al interior del orden Primates, no podemos concluir sobre la efectividad de la implementación de esta área de la biología; sin embargo es claramente evidente que al introducir las herramientas moleculares en el orden primates se puede observar un fuerte cambio no solo en la distribución de las especies al interior de todo el clado, sino también la variación de las teorías y como poco a poco se van dando los diferentes procesos de convergencias y divergencias evolutivas no solo entre el orden de primates sino también su relación con otros ordenes de mamíferos. En conclusión; la biología molecular ha permitido establecer la relación filogenética presente entre el orden de primates con respecto a los otros ordenes de mamíferos aclarando la relación entre Primates, Scandentia y Chyroptera. Por otro lado, le ha dado una solución a la organización filogenética que existan entre los 3 grandes subórdenes de primates, que había sido tan difícil de obtener mediante datos morfológicos y que mediante un robusto análisis molecular no solo se ha podido darle una solución a la relación interna del orden sino también ha permitido establecer tiempos de divergencia y procesos paralelos a este. Finalmente, con ayuda de otras disciplinas la biología molecular permite determinar la historia evolutiva de un grupo en específico del orden asi como reconstruir y darle una aproximación más exacta a esto. Referencias Adkins, R. M., & Honeycutt, R. L. (1991). Molecular phylogeny of the superorder Archonta. Proceedings of the National Academy of Sciences, 88(22), 10317-10321. Alberdi, M. T., Prado, J. L., & Ortiz-Jaureguizar, E. (1995). Patterns of body size changes in fossil and living Equini (Perissodactyla). Biological Journal of the Linnean Society, 54(4), 349-370. Baba, M. L., Darga, L. 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