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REHMSerieApuntes12000

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Universidad Nacional de Tucumán 
FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES E INSTITUTO MIGUEL LILLO 
 
 
 
RESERVA EXPERIMENTAL 
HORCO MOLLE 
- REHM - 
 
 
Fac. de Cs. Vet. de 
Casilda 
UNRosario 
 
 
Laboratorio de Campo 
para el Estudio de 
Vertebrados 
Neotropicales 
- LaCEVEN - 
 
 
CURSO TALLER TEÓRICO PRÁCTICO DE CAPACITACIÓN DE DOCENTES 
AUXILIARES DE LA RESERVA EXPERIMENTAL HORCO MOLLE 
 
 
Aspectos generales de la biología, estatus, uso 
y manejo del Tapir (Tapirus terrestris) en 
Argentina 
Res. HCD, FCN e IML, UNT 0687/99 
 
 
 
REHM, SERIE APUNTES N0 1 
Versión 2.1 
 
Dr Enrique Richard (Editor) 
 
Autores: Dr. Enrique Richard y Lic. Juan P. Juliá. 
 
– 2000 - 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 1
 
 
REHM, Serie Apuntes n0 1 
 
 
Aclaración previa 
 
El presente trabajo fue escrito y elaborado explícitamente por los autores 
para su uso en el Curso Taller Teórico Práctico de Capacitación de Docentes 
Auxiliares de la Reserva Experimental Horco Molle titulado “Aspectos 
generales de la biología, estatus, uso y manejo del Tapir (Tapirus 
terrestris) en Argentina”. Curso aprobado por Resolución 0687/99 del 
Honorable Consejo Directivo de la Fac. de Cs. Nat. e IML (Universidad 
Nacional de Tucumán). 
 
Este trabajo contiene información inédita e información emergente del 
análisis y procesamiento de publicaciones previas. Su uso, en dicho marco, 
es libre siempre y cuando se dé el crédito de autoría correspondiente a 
dicho documento. El uso del mismo implica el conocimiento previo de la 
presente aclaración. 
 
 
REHM, Serie Apuntes 
ISBN 99905-0-381-8 
Tirada versión 2.1: 300 ejemplares 
 
REHM, Serie Apuntes: Es una nueva publicación de la Reserva Experimental 
Horco Molle (FCN e IML – UNT) que tiene por finalidad brindar a estudiantes 
y profesionales material de apoyo docente, didáctico y/o de consulta a los 
temas expuestos en los cursos regulares de extensión, grado y posgrado que 
dicta la REHM. El contenido de estos apuntes, como el curso mismo, se 
actualiza cada vez que el curso correspondiente es repetido. El número de 
actualización se consigna en la portada. 
 
Distribución: REHM, Serie Apuntes se distribuye a los cursantes como parte 
de los materiales incluídos en los cursos. Una copia es ingresada como 
expediente en la FCN e IML, UNT a los fines de dejar constancia escrita de 
la fecha de existencia y contenido de la publicación. Simultáneamente, se 
envían copias gratuitas de los mismos a las bibliotecas de todas las 
instituciones que actúan como organizadoras y/o auspiciantes académicas y 
otras, en carácter de canje, que así lo requieran, 
 
Citar: RICHARD, E. y J. P. JULIÁ; 2000. “Aspectos generales de la biología, 
estatus, uso y manejo del Tapir (Tapirus terrestris) en Argentina”. REHM, 
Serie Apuntes no 1: 78 pp.ISBN 99905-0-381-8 
 
Dirección de los autores de este número: Reserva Experimental Horco Molle y 
LaCEVeN (Laboratorio de Campo para el Estudio de Vertebrados 
Neotropicales), Fac. de Cs. Nat. e IML – UNT, Casilla de correo 454, 4000 – 
Tucumán, Argentina. E-mail: enrique.richard@tucbbs.com.ar. Proyecto CIUNT 
98-2000. 
 
Para información o solicitud de canje dirigirse a: Dr Enrique Richard 
(Editor), Casilla de correo 454, 4000 – Tucumán, Argentina. E –mail: 
enrique.richard@tucbbs.com.ar; eric@csnat.unt.edu.ar 
 
 
 
mailto:enrique.richard@tucbbs.com.ar
mailto:enrique.richard@tucbbs.com.ar
mailto:eric@csnat.unt.edu.ar
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 2
 
TABLA DE CONTENIDOS 
 
 
 
Página 
Prólogo 3 
Sistemática 4 
Nombres vernáculos 4 
Rasgos físicos 5 
Diagnosis del género 5 
Descripción de Tapirus terrestris 6 
Distribución geográfica actual 7 
Historia Natural 10 
 Hábitat 10 
 Densidad 10 
 Hábitos 10 
 Adaptaciones 10 
 Locomoción 10 
 Posturas de descanso 11 
 Rol funcional de los cuerpos de agua 11 
 Alimentación y dieta 13 
 Aspectos reproductivos 14 
REPRODUCCIÓN Y MANEJO EN CAUTIVERIO 15 
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADAS 16 
ASPECTOS CULTURALES: USOS, ETC. 16 
BIBLIOGRAFIA CITADA 19 
 
ACTIVIDADES PRÁCTICAS 22 
 
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA TEMÁTICA 32 
 
APENDICE I: PROGRAMA DEL CURSO 58 
 
APENDICE II: RESERVA EXPERIMENTAL HORCO MOLLE 63 
 
APENDICE III: HISTORIAL DEL LOGO UTILIZADO 73 
 
APENDICE IV: AUSPICIANTE ACADÉMICOS 75 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 3
 
 
 
 
Prólogo 
 
Cuando realizamos el primer curso sobre tapires a principios de 
1999, jamás imaginamos que era el primero de la temática en dictarse 
en Argentina. Con ese curso nuestra intención fue introducir a 
guardafaunas y estudiantes en general a la temática de biología de 
una de las especies más emblemáticas de nuestro país y en especial 
de Tucumán; donde fuera extinto hace relativamente poco tiempo 
(1940).Además es una de las especies que más atención ha recibido, 
en el área de investigación y docencia, en la Reserva Experimental 
Horco Molle. Lamentablemente, el primer curso fue dictado los días 
sábado en atención a los días libres de los estudiantes de la 
Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo; y un 
cursado tan espaciado, no permitió el acceso a estudiantes de otras 
instituciones y/o provincias. Más recientemente, un grupo de 
estudiantes apasionados en el tema juntó voluntades para pedir un 
nuevo dictado de este curso en forma intensiva durante un fin de 
semana y así subsanar los inconvenientes anteriores. La persistencia 
de dichos estudiantes nos entusiasmó y organizamos esta segunda 
versión del mismo, pero totalmente reformulada y actualizada; en 
especial en el área de manejo y actividades prácticas incorporando 
además, los resultados de nuestras más recientes investigaciones en 
el área. Asimismo y en atención a las dificultades manifiestas que 
nos transmitieron, de encontrar bibliografía introductoria al tema 
es que hemos realizado este sencillo apunte que no pretende otra 
cosa que introducir al estudiante en la temática, pero al mismo 
tiempo le damos la posibilidad de incursionar y profundizar, tanto 
como quieran, a través de un extenso listado bibliográfico temático. 
No podemos dejar de agradecer, finalmente, a todas las instituciones 
que constantemente auspician en lo académico este ciclo de cursos: 
Cátedra libre de Fauna Silvestre de la Facultad de Cs. Veterinarias 
de Casilda (UNRosario); Asociación de Veterinarios Especializados en 
Fauna Silvestre (VEAS); Escuela de Conservación de la Fauna 
(E.CO.FAUNA, Córdoba); Fundación Cullunche (Mendoza); Fundación 
Inalafquen (Rio Negro). A ellos, a nuestros estudiantes, nuestro 
agradecimientos con este segundo módulo sobre tapires... 
 
 
 
Los autores 
Junio de 2000 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 4
 
EL TAPIR (TAPIRUS TERRESTRIS) 
 
Por Enrique Richard y Juan Pablo Juliá 
 
(*) Reserva Experimental Horco Molle, Fac. de Cs. Nat. e IML, Univ. Nac. de 
Tucumán. Casilla de Correo 454, 4000 Tucumán. E-mail: enrique.richard@tucbbs.com.ar 
 
SISTEMÁTICA 
Clase: Mammalia 
Subclase: Theria 
Infraclase: Eutheria 
Orden: Perissodactyla 
Suborden: Cerathomorpha 
Familia: Tapiridae 
Género: Tapirus Gray, 1868 
Especie: Tapirus terrestris Linnaeus, 1758 
Subespecies: Estatus en discusión 
 
NOMBRES VERNÁCULOS 
ARGENTINA: Tapir, anta, danta, sacha vaca, pinacho (Salta, Jujuy); 
anta; tapi í, mborebí, boreví, mboreví hovih, Mboré (etnia Guayanás 
– Misiones y Corrientes); kumbé guí, guí (Etnia Ingais, Misiones), 
Oyur, oyoro (Etnia Kaingá, Misiones), Tapiich (Etnia Cainguá, 
Misiones); ahuara(qu); sachahuajra (qu) "vaca silvestre"; pinchácu 
(qu) "que anda en las acequias" en S. del Estero; loligac en toba; 
beorí (Misiones). 
PARAGUAY: mboré, mborebí,suborebí. 
BRASIL: capucica. 
 
Algunos significados 
Según Ambrosetti (1898), el nombre Tapir derivaría del vocablo 
Tapiich con que denominan a la especie los Cainguá de la etnia 
Guaraní pura (sensu Ambrosetti, 1898), nombre que seguramente 
olvidaron con el tiempo para adoptar finalmente el actual mborebí 
con que se lo conoce más ampliamente entre las etnias tupí guaraní. 
Por otro lado la visión de Vuletín es diferente ya que según este 
autor Anta es un vocablo mal estudiado hasta el presente, del que se 
ha dicho entre otras opiniones, que procede del quichua. Anta es una 
adulteración del árabe lambt, con que en ese idioma se llama a los 
cueros curtidos de gran espesor y resistencia. Los europeos llamaron 
por esa razón anta a un ciervo de gran alzada y los conquistadores y 
cronistas, por la misma razón, se lo aplicaron a este inofensivo 
tapir. Las cabezadas y riendas de este cuero tan resistente son 
blancas una vez curtido. 
El P. Joshep Gumilla en El Orinoco ilustrado 1741 dice: "....es 
verdad que para pacer (el anta) la yerva de su regalo especial que 
se llama gamálote, siempre sale a tierra". Es decir que nos hallamos 
en presencia también del origen del vocablo camalote de nuestro 
Delta. El nombre de la vía láctea en guaraní mboreví'rapé que 
significa camino del tapir". 
En Venezuela recibe este animal el nombre de vaca mocha, en Méjico 
anteburro y en Costa Rica cascují. En nuestro país tiene el nombre 
quichua de sachahuara que traduzco literalmente por "vaca 
mailto:enrique.richard@tucbbs.com.ar
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 5
silvestre". Huájra que es sinónimo de huámpa o guámpa significa 
"cornamenta" y es una curiosidad esta metonimia usada por los 
indígenas del área quichua. (Vúletin). 
 
RASGOS FÍSICOS 
Tamaño: Longitud cranial-caudal entre 170 y 250 cm. 
Longitud de la cola: Hasta 10 cm. 
Altura cruz: Entre 70 y 110 cm. 
Peso: Entre 200 y hasta 270 kg. 
Coloración general: 
Adulto: Posee un pelaje de color pardo ceniciento, más oscuro hacia 
el dorso y en particular en la región cefálica. Los miembros suelen 
ser también más oscuros e inclusive es frecuente que conserven 
alguna manchas del estado juvenil en los mismos. Existe una gran 
variabilidad en la coloración de los mismos dependiendo de la región 
donde habiten y esta va desde animales de colora casi totalmente 
pardo claro a animales casi totalmente negro. Por otro lado también 
es frecuente que la coloración más oscura la tengan los machos. 
Crías: Sobre una coloración de fondo pardo rojiza aparece 
superpuesto un patrón mimético de manchas y bandas en líneas 
longitudinales de color amarillento. Esta coloración persiste hasta 
pasados los siete meses de vida. 
 
DIAGNOSIS DEL GÉNERO: 
Fórmula dentaria I 3/3, C 1/1, P 4/3 – 4, M 3/3. 
Cabeza y longitud promedio de 2 m, cola corta de no más de 10 cm. 
Huesos nasales cortos y presencia de una prosboscis distintiva 
formada por las fosas nasales y el labio superior (Fig.1). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 1: Vista ventral de la trompa de 
Tapirus terrestris. 
 
La pata delantera posee cuatro dedos, sin embargo a través de una 
disección puede detectarse un vestigio de dedo pulgar. Las patas 
traseras poseen tres dedos (Fig. 2). 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
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Fig. 2: Aspecto ventral de las patas delantera y trasera del tapir. 
 
DESCRIPCIÓN DE Tapirus terrestris 
Es el mayor mamífero terrestre en la porción austral de Sudamérica y 
en la región su aspectos es inconfundible tanto por su tamaño como 
por su forma. Se trata de un ungulado de cuerpo robusto y grande, 
más alto en la grupa que en los hombros, con patas proporcionalmente 
cortas y delgadas. Cola delgada y corta. Piel dura y resistente. La 
cabeza, relativamente corta y grande porta la característica más 
distintiva: una trompa flexible (Fig. 1) formada por la unión del 
labio superior con la nariz que no supera los 17 cm y que les ha 
valido el apelativo de “elefantes en miniatura”. Ojos pequeños y 
hundidos con párpados delgados. Orejas medianas y redondeadas con 
borde externo de color claro o blanco. La fórmula dentaria es 
completa y formada por 44 piezas: Los incisivos distales superiores 
son los más grandes y están separados de los caninos más pequeños. 
Los incisivos inferiores son pequeños y los caninos desarrollados. 
Entre el canino y el primer premolar hay un largo diastema. A veces 
el primer molar no se desarrolla. Los molares son de corona corta y 
raíces fuertes, su contorno es cuadrangular o rectangular con dos 
crestas transversales. En el cráneo (Fig. 3), los huesos nasales son 
reducidos y muy salientes, los arcos zigomáticos están encorvados 
por debajo y por delante y las órbitas son muy grandes. 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 7
Fig. 3: Vista lateral del cráneo de Tapirus terrestris. 
El cuello es corto y robusto con una crin que se extiende desde lo 
alto de la frente hasta la cruz. La melena de T. terrestris es la 
más pronunciada de todas las especies de tapires y es la especie que 
con cresta sagital más desarrollada. Los miembros anteriores tienen 
cuatro dedos y los posteriores tres, con pezuñas y almohadillas 
plantales y palmares (Fig. 4). Aparte de los genitales, no existe 
ninguna característica externa conspicua que distinga los sexos, 
aunque en algunos casos se observa que el macho es más oscuro que la 
hembra. 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 4: Corte longitudinal esquemático de 
la pata de un tapir (Tomado de Yofré 1983) 
 
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA ACTUAL 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 8
 
Fig. 5: Distribución geográfica de las especies del género Tapir en 
América. 
 
AMERICA: 
Tapirus terrestris tiene en Sudamérica una distribución 
relativamente amplia (Lo que no implica que sea abundante) 
extendiéndose desde el Norte de Argentina (Límite austral de su 
distribución), Paraguay, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, 
Venezuela y Guayanas. Es entonces el tapir más ampliamente 
distribuido de Sudamérica (Fig. 5). 
 
ARGENTINA 
El tapir (Tapirus terrestris), es el mamífero autóctono más grande 
de Argentina, en donde ha sufrido un acelerado retroceso numérico y 
espacial en este siglo (Roig, 1988), lo que ha significado 
estimativamente inferir una retracción de más del 60% de su área de 
distribución histórica. Las estimaciones más pesimistas sobre su 
situación poblacional llegaron a postular que la población total de 
esta especie en Argentina no superaría los 70-100 ejemplares 
(Olrog, 1980). En Argentina y hasta hace unos 150 - 200 años, el 
tapir habitaba las provincias biogeográficas del Chaco, Yungas y 
Paranaense, ocupando las provincias de Formosa, este de Jujuy, 
centro y este de Salta, centro y este de Tucumán, centro y norte de 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 9
Santiago del Estero, centro y norte de Chaco, norte de Santa Fe, 
centro y norte de Corrientes y Misiones. En poco menos de 200 años, 
la distribución geográfica y el número relativo del tapir en 
Argentina se redujo notablemente. Actualmente la especie se la 
encuentra mayormente presente en las provincias de Formosa, norte y 
este de Salta, Jujuy, noreste de Santiago del Estero y Misiones. En 
Tucumán el último tapir hubiera sido abatido en la localidad de 
AntaMuerta (A unos 17 km de S.M. de Tucumán) en la década del 40 
(Lucero, 1983). Los causales de esta retracción geográfica y 
numérica son varios pero entre los principales debemos destacar el 
avance de la frontera agropecuaria y en una escala equivalente, la 
caza con distintas finalidades: El siglo pasado la caza era 
practicada por indígenas y criollos a los fines del uso y 
aprovechamiento integral del animal (Piel, carne, piedras bezoar, 
pezuñas, etc.) pero además en las áreas de cultivo, como animal 
plaga, que se acercaba sobre todo a las plantaciones de sandías, 
zapallos, etc. En la distribución actual, el tapir se encuentra muy 
reducido numéricamente vagando en forma solitaria o en parejas 
ocupando amplias zonas de su hábitat. Más recientemente, y para el 
Noroeste Argentino (Vides Almonacid et al., 1998), se ha vinculado 
la prácticamente eliminación de la ecoregión de Selvas Pedemontanas 
con la extinción de esta especie y otras como el tucán (Ramphastos 
toco). En razón de lo expuesto es que, para la Argentina la especie 
ostenta el estatus de En Peligro (García Fernández et al., 1997). 
 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 10
 
 
1)-. PN Baritú (72.430 has) 
2)-. PN y Reserva Natural Estricta 
Calilegua (76.306 has.) 
3)-. PN El Rey (44.162 has.) 
4)-. Reserva Provincial El Copo 
(114.250 has.) 
5)-.Reserva Natural Formosa (10.000 
has.) 
6)-. PN y Reserva Natural Estricta 
Río Pilcomayo (47.000 has.) 
7)-. PN y Reserva Natural estricta 
Chaco (15.000 has.) 
8)-. PN, Reserva Nacional y Reserva 
Natural Iguazú (67.620 has.) 
9)-. Reserva Provincial Uruga-Í y 
reserva de FVSA Urugau-Í (87.000 has 
y 3243 has). 
10)-. Reserva privada El Bagual 
(6.000 has.) 
 
Fig. 6: Distribución histórica y actual estimada del tapir en Argentina y 
principales áreas donde este se encuentra protegido (Tomado de Richard y 
Juliá, en prensa). 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
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HISTORIA NATURAL 
Hábitat 
Tal como su nombre inglés lo indica (lowland tapir) el tapir es un 
habitante de bosques de tierras bajas la mayoría en áreas húmedas e 
inundables, aunque también habita sabanas y áreas inundables de la 
región chaqueña. 
 
Densidad 
Al ser un animal de gran tamaño el tapir posee una densidad 
naturalmente baja, lo que sumado a su baja tasa de natalidad lo 
convierten en muy sensible a la sobrecaza. Las densidades promedio 
de tapires para ambientes bien conservados fueron estimadas 
inicialmente en 1.61 ind./km2 (Robinson y Redford, 1991). Más 
recientemente (Bodmer, 1993, en Bodmer y Brooks, 1997) obtuvo 
valores de entre 0,4 a 0.6 ind./km2 en el amazonas peruano, la cual 
parece ser una cifra mas cercana a la realidad en la mayor parte del 
área de distribución de esta especie. 
 
Hábitos 
En los ambientes selváticos, el tapir realiza extensas caminatas por 
el interior de la selva donde abre caminos o túneles entre la 
espesura que al ser recorridos regularmente, lamentablemente 
facilitan su detección y captura. En áreas donde el animal es 
perseguido sólo sale a área abiertas y aguadas durante la noche. 
 
Adaptaciones 
Tapirus terrestris habita selvas perennifolias y caducifolias así 
como el bosque chaqueño y como todo mamífero que se desplaza entre 
vegetación tupida y/o enmarañada y eventualmente espinosa su cuerpo 
presenta las siguientes adaptaciones: 
1) Cuerpo forma fusiforme o de torpedo (Similar a la de los 
pecaríes) que facilita tales desplazamientos. 
2) Patas cortas pero robustas. 
3) Piel gruesa y de pelo corto está especialmente adaptada a 
vegetación enmarañada o espinosa. 
4) Los ojos hundidos y párpados delgados disminuyendo con ello la 
exposición a golpes con ramas o espinas. 
5) La crin dorsal protege las partes vulnerables de nuca y cuello 
contra los dientes de su principal depredador, el yaguareté. 
6) Una trompa móvil y retráctil que le sirve tanto para agarrar y 
arrancar ramaje o hierbas con los que se nutre como también 
para percibir olores en forma direccional. 
7) En función de los ambientes cerrados que habita la vista está 
poco desarrollada a favor del olfato y la audición. 
 
Locomoción 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 12
Al desplazarse el tapir lo hace en forma 
semejante al caballo mientras va husmeando 
el suelo y el aire con su trompa que se 
balancea de un lado a otro. En su caminar 
pausado y tranquilo lleva las orejas 
orientadas hacia delante (Fig. 7A), 
mientras que durante el galope y con la 
finalidad de evitar rasgaduras con la 
vegetación, las echa hacia atrás (Fig. 7C). 
Finalmente cuando trota las mueve 
alternativamente o simultáneamente atrás y 
adelante (Fig. 7B). 
Con el tamaño y peso que posee, es sin 
embargo un animal ágil capaz de trepar con 
facilidad barrancas escarpadas. 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 7: Formas de desplazamiento del tapir y 
movimiento de orejas durante el mismo 
(Modificado de Erlich de Yofre, 1983) 
 
Posturas de descanso 
La especie descansa varias horas al día. Para acostarse lo hace 
apoyando primero el tren posterior, luego se asienta sobre un muslo 
y finalmente se hecha extendiendo los miembros anteriores hacia 
delante. Si bien es frecuente verlo simplemente sentado, el tapir 
tolera esta posición por pocos minutos y luego o bien se para o bien 
se acuesta. La posición de descanso más relajado la obtiene cuando 
se acuesta con las cuatro extremidades extendidas y la cabeza hacia 
delante reposando sobre una de las mejillas. En dicha posición, en 
la REHM es frecuente hallar una madre con la cría en lugares 
específicamente elegidos (dormideros) e incluso grupos familiares 
formados por la madre un joven hijo y la cría más reciente. Menos 
frecuentemente se puede ver grupos de hasta cinco tapires 
descansando estrechamente juntos en diferentes posturas (Acostados 
en posición dorsal con la cabeza erguida, acostados de lado con los 
cuatro miembros extendidos, y sentados. 
Se trata de animales preferentemente solitarios, si bien diferentes 
crónicas (Andrews, 1825) comentan sobre “ejércitos de antas” o 
antas en manadas 
 
Rol funcional de los cuerpos de agua 
El tapir es una especie altamente dependiente del agua y 
coherentemente un muy hábil nadador. El agua cumple en estos 
animales varias funciones vitales dentro de su ciclo de vida a 
saber: 
1) Regulación del tráfico intestinal: El tapir (juveniles y 
adultos) necesita de la presencia de algún cuerpo de agua 
para defecar. En tal sentido, hemos observado que para esta 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 13
función el tamaño del cuerpo no es importante ya que en la 
REHM donde tienen disponibles cuerpos de agua de diferentes 
tamaños el tapir defeca sobre ellos o en las cercanías con 
independencia del tamaño de los mismos. En tal sentido es 
normal y frecuente que defequen regularmente en la misma 
zona, horario y cuerpo de agua. Hemos notado también que la 
privación de tales cuerpos de agua inquietan al animal y lo 
inducen a un estado de estrés que los lleva incluso a voltear 
cercas para acceder a los cuerpos de agua. Hemos notado con 
desagrado, que en muchos zoológicos argentinos los tapires 
están en recintos sin cuerpos de agua y aparentemente toleran 
esta situación, no nos cabe duda en función de lo expuesto 
que dicha situación totalmente antinatural debe influir 
negativamente en el manejo de la especie en cautiverio. 
2) Termorregulación: La forma fusiforme del animal y el gran 
tamaño poseen una relación superficie volumen poco favorable 
para la pérdida del exceso de calor metabólico, situación 
agravada por el grosorde la piel del mismo (Richard y Juliá, 
in prep.). En tal sentido el tapir con mucha frecuencia y en 
particular en horas de la tarde o al final de la misma 
(Observaciones en la REHM) busca cuerpos de agua donde poder 
sumergirse. En la REHM hemos observado que si el cuerpo de 
agua tiene la extensión y profundidad adecuada (Ej. represa 
principal de la REHM) el tapir puede permanecer más de una 
hora en ella y es común que en ese lapso retoce sobre la 
misma, dé saltos en el aire para caer de costado (Función 
probablemente vinculada a la desparasitación) como lo hacen 
las ballenas (Richard, 2000) o simplemente camine por el 
fondo totalmente sumergido al estilo de los hipopótamos. 
Entre estos ejercicios que fuerzan de alguna manera el roce 
del agua con la piel y por tanto facilitan el flujo de calor 
desde el cuerpo al agua, el animal aprovecha para pastar 
sobre la vegetación flotante. 
3) Eliminación de ectoparásitos: Es muy probable que los 
frecuentes baños del tapir ayuden a la eliminación de 
parásitos externos y en función de ello es muy probable que 
hayan desarrollado específicamente para ello la pauta 
conductual de elevarse por encima del agua y caer fuerte y 
estrepitosamente de lado golpeando el flanco contra la 
superficie del agua, con lo que se lograría que los parásitos 
se suelten. Esta pauta es convergente con la utilizada por 
las ballenas para esa función precisamente (Richard, 2000) y 
la realizan tapires de todos las edades, incluidas crías de 
tres meses de edad en adelante (Richard y Juliá, in prep.). 
4) Refugio contra predadores: Los cuerpos de agua le dan al 
tapir un refugio seguro contra predadores y son buscados 
cuando se sienten perseguidos. Este comportamientos es 
realizado tanto por adultos como por crías. En estos casos y 
como el primero comentado el tapir puede sumergirse 
totalmente. A los fines del manejo, y en este aspecto en 
particular no dudamos que un cuerpo de agua de proporciones 
generosas debe proporcionarle seguridad al animal. 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 14
5) Cópula: El tapir en su medio, normalmente copula en el agua, 
la cual le ofrece un medio de “ingravidez relativa” que 
facilita la monta y movimientos de la cópula. También durante 
el cortejo en el cual el macho persigue a la hembra es 
frecuente que la persecución termine en el agua. Si bien 
hemos observado que en los zoos y afines con tapires, en 
algunos casos estos copula en ausencia de agua; dicha 
situación dista con mucho de acercarse a lo natural y normal 
y de nuestra experiencia en la REHM donde hemos alcanzado y 
superado la tasa reproductiva media en condiciones naturales 
con la especie consideramos que a los fines de un manejo 
adecuado de la especie en cautiverio o semicautiverio, la 
presencia de un cuerpo de agua proporcionalmente grande y 
profundo es necesario y vital a los fines expuestos. 
 
Alimentación y dieta 
En cautiverio un tapir adulto consume 3.5 Kg. de alfalfa, 1 a 1.5 
Kg. de balanceado y 5 a 12 Kg. de frutas y vegetales varios por día 
(Fowler, 1986). En estado silvestre, la dieta del tapir varía según 
los hábitats, Salas y Fuller (1996) observaron que la misma está 
constituida principalmente por especies arbustivas, mientras que 
Bodmer (1989b, 1991), Varela (1992) y Varela y Brown (1995) indican 
que la dieta consiste principalmente en herbáceas y gramíneas, 
consumiendo frutos de manera oportunista, esto último también 
observado en la REHM. En la REHM los tapires consumen un mayor 
número de especies arbóreas, luego herbáceas y graminoideas y 
finalmente arbustos y acuáticas (Fig. 8) (Richard y Juliá, en 
prensa). En la época de caída de frutos los tapires se reúnen a 
comer debajo de estos en forma similar a lo observado por Bodmer 
(1990), Salas y Fuller (1996) y Salas (1996). 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 15
Frecuencia relativa de consumo de los principales grupos
vegetales
0
2
4
6
8
10
12
14
16
Frecuencia relativa
Número
de
especies
Alta 5 1 5 5 2 1
Media 7 1 1 0 0 1
Baja 2 2 0 0 0 1
Arboles Arbustos Herbáceas Graminoideas Enredaderas Acuáticas
 
Fig. 8: Número de especies consumidas por el tapir en la Reserva 
Experimental Horco Molle discriminadas por modo de vida y su frecuencia 
relativa de consumo (Tomado de Richard y Juliá, en prensa). 
 
Los tapires se comportan alternativamente como dispersores y 
depredadores de semillas (Bodmer, 1989a, 1991; Janzen, 1981, 1982) 
por lo que su importancia en uno y otro rol debe ser evaluada 
puntualmente. Entre los aspectos que realzan su valor como 
dispersores está el que al consumir frutos caídos previenen la 
depredación de sus semillas por los roedores e insectos y sus 
desplazamientos favorecen la ocupación de nuevos hábitats (Howe y 
Smallwood, 1982 en Downer, 1999). Sin embargo, la costumbre de 
defecar en el agua pudiera ser muy perjudicial para muchas de las 
semillas que pasen el tracto digestivo y continúen viables (Varela, 
1992). 
Como parte de los planes de manejo y con el fin de aumentar la 
capacidad de carga del cercado y mejorar la sanidad de los animales 
su dieta se suplementa con semillas y frutos de avena, soja, maíz, 
melón y zapallo (sin semillas) además de papa, lechuga, caña de 
azúcar, zanahoria, berengena y repollo, que son puestas a 
disposición de los animales y cuyo consumo se intensifica durante el 
invierno. Las hembras en gestación y lactantes reciben suplemento de 
complejos de vitaminas, todos los animales disponen de panes de sal 
distribuidos en todo el cercado (Richard y Juliá, 1999; Richard y 
Juliá, en prensa). 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 16
Aspectos reproductivos 
Aparentemente no hay una estación reproductiva para los tapires y 
nuestra experiencia en la REHM apoya esta postura. Como se mencionó 
actualmente el tapir es una especie solitaria y mientras no hay un 
celo existe cierta indiferencia entre los sexos, si bien en la REHM 
hemos observado algunas interacciones sociales vinculadas o no a 
los aspectos sexuales. Se ha reportado como normal en cautiverio el 
poliestro en las hembras (Bodmer y Brooks, 1997). 
El celo dura unos cuatro o cinco días. El cortejo se compone de 
prolongadas persecuciones del macho a la hembra que naturalmente se 
realizan de noche, aunque en la REHM hemos observado esto en 
diferentes oportunidades en prácticamente todos los momentos del 
día. Estas persecuciones se realizan al trote o galope y se 
extienden aún dentro del agua. En ellas el macho se ubica al lado 
de la hembra, la roza y le mordisquea las orejas, mientras esta 
intenta morderle las patas. Durante toda la persecución, ambos 
emiten en forma regular silbidos característicos, gritos agudos y 
resoplidos. También es frecuente que se olfateen los genitales 
girando sobre si mismos y golpeando con el hocico el vientre del 
otro. 
La cópula es mas bien breve, durante alrededor de 5 – 7 minutos y 
como se nombró, generalmente (si esta está disponible) ocurre en el 
agua. Estando ambos en el agua, el macho monta a la hembra y apoya 
su mandíbula sobre la región dorsal de ella, permaneciendo por lo 
general ambos con la cabeza fuera del agua, aunque hemos observado 
ocasiones en que la hembra permanecía totalmente sumergida. 
Concluida la cópula ambos individuos se separan y continúan sus 
actividades en forma independiente. 
La gestación dura aproximadamente 13 meses (405 días) y los 
nacimientos ocurren durante todo el año (En la REHM especialmente 
en el verano). Cuando se aproxima la parición la hembra elige 
lugares abrigados y tranquilos donde la hembra pueda ocultar a la 
cría. Normalmente nace una por camada y excepcionalmente dos 
(Erlich deYofré, 1983). El recién nacido pesa entre 4 y 7 kilos 
con la coloración mimética característica que se extiende hasta los 
6 – 8 meses. El amamantamiento dura alrededor de un año pero en 
cautiverio puede extenderse más y lo realiza en posición de pié, 
sentada o acostada lateralmente. Durante los primeros días el 
cachorro no acompaña a la madre y permanece solo e inmóvil en el 
lugar donde lo deja la madre mimetizado con el entorno. Durante el 
período de amamantamiento el cachorro incursiona con la vegetación 
natural y a los fines de hacer su flora intestinal busca 
periódicamente la boca de la madre para tomar su saliva (Richard y 
Juliá, en prensa). El crecimiento de la cría es bastante lento y la 
edad adulta se alcanza a los tres o cuatro años. 
 
REPRODUCCIÓN Y MANEJO EN CAUTIVERIO (Tomado de Richard y Juliá, en 
prensa) 
La REHM ha obtenido un notable éxito en el manejo y reproducción de 
tapires desde 1989 a la fecha. Nuestra experiencia demuestra que: 
una dieta adecuada, disposición de un gran espacio (25 has), una 
gran superficie de agua (más de 550 m2 ) y las relaciones 
interespecíficas de protocooperación (sensu Odum, 1972), constituyen 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 17
factores predisponentes para ello. La dieta, que incluye mayormente 
elementos autóctonos, es suplementada con numerosas frutas y 
verduras de alta calidad, a la vez que el amplio espacio dispuesto 
elimina completamente las patologías nerviosas asociadas al 
encierro. La disposición de un espejo de agua favorece la 
termorregulación de estos animales y su defecación, que se produce 
normalmente en el agua (Erlich de Yoffe, 1983; Varela, 1992; Varela 
y Brown, 1995). También se observaron "letrinas" en tierra firme 
donde acumulan sus heces al igual que ocurre en T. Bairdii (Naranjo 
y Cruz, 1998). En el agua se observó la mayoría de las cópulas, 
aunque también se produjo fuera de esta. 
Las relaciones interespecíficas contribuyen a mejorar la sanidad en 
la REHM, puesto que se observaron monos (Cebus apella), coatíes 
(Nasua nasua), corzuelas (M. gouazoubira; Juliá y Richard, 1995) 
etc.. El consumo de garrapatas al tapir de Baird es realizado por 
coatíes (Nasua narica) en la isla de Barro Colorado Panamá (Overall, 
1980). Durante el comportamiento de limpieza interespecífico o 
aloaseo (sensu Wilson, 1980), los tapires exponen a los aseadores 
las partes de su cuerpo que generalmente presentan mayor número de 
garrapatas, como el mentón, axilas e ingle (Juliá y Richard, 1995). 
Para ello llegan a recostarse de costado con las patas abiertas y el 
cuello extendido, manteniendo los ojos entrecerrados, comportamiento 
que repiten cuando son acariciados por el personal. 
El manejo sanitario se completa con vacunaciones rutinarias 
(encefalomielitis equina, rabia, controles de tuberculosis anuales o 
bianuales y revisiones semanales). 
En estas condiciones, desde 1995 a la fecha nacieron 5 tapires 
(Richard y Juliá, en prensa). 
Al igual que lo documentado en cautiverio (Fowler, 1986), se observó 
un estro post - parto de unos 30 días (el estro normal dura 5 a 7 
días). En estas condiciones y durante este período, el macho adulto 
se muestra particularmente agresivo con el personal de planta por lo 
que es aislado del área de visitantes mediante cercado eléctrico. 
Actualmente la REHM forma parte de una red de información e 
intercambio nacional sobre colecciones de fauna silvestre viva 
(Zoos, estaciones de cría, etc.) (Aprile, 1999), a través de la cual 
se planea llevar adelante intercambios que permitan evitar la 
consanguinidad. 
La madurez sexual se alcanzó a los 24 meses en una hembra y a los 50 
meses en un macho, de los restantes ejemplares tres son inmaduros y 
de una hembra madura se carece de datos sobre su primer celo 
(Richard y Juliá, 1999; Richard y Juliá, en prensa), todas estas 
cifras son consideradas normales (Fowler, 1986; Brooks y Eisenberg, 
1999). 
Los estudios comportamentales determinaron escasas vocalizaciones 
consistentes principalmente en silbidos de distinta frecuencia 
(Nieva et al., 1999), cuya correcta interpretación facilita el 
manejo de estos animales. En las condiciones de la REHM los tapires 
se muestran muy sociables y tolerantes con sus congéneres e incluso 
se agregan para tomar sol, forrajear y descansar. En este último 
caso es muy frecuente que se junten en lugares específicos, 
generalmente a la sombra de algún árbol o arbusto. 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 18
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN TOMADAS 
En Argentina, la especie se encuentra protegida en las siguientes 
áreas naturales protegidas: PN Iguazú (APN), PN Pilcomayo (APN), RN 
Formosa (APN), (?) RNE San Antonio (APN), (?) PN Mburucuyá (APN), PN 
Calilehua (APN), PN El Rey (APN); PN Baritú (APN). Además, 
ejemplares reproductores pueden encontrarse en la Granja y Reserva 
La Esmeralda (Santa Fé), y la Reserva Experimental Horco Molle (FCN 
e IML, Tucumán). En esta última bajo una estricto plan de manejo y 
seguimiento. Ejemplares aislados o parejas, productos de 
generaciones en cautiverio y/o sin localidades geográficas se 
encuentran en diversos zoos del país (Córdoba, Roque Saenz Peña, La 
Plata, Buenos Aires, Mendoza). 
 
ASPECTOS CULTURALES 
USOS E IMPORTANCIA HISTORICA EN ARGENTINA (Modificado y ampliado de 
Palermo, 1983) 
"Gran bestia" llamaron los españoles a esta fornido representante de 
la fauna local, impresionados por lo macizo de su cuerpo que suele 
lanzarse velozmente entre la vegetación destrozando sin inmutarse 
ramas y arbustos, y por su costumbre (pese a no ser un animal 
normalmente agresivo) de arremeter en devastadora carrera ante quien 
le cierre el paso si se siente amenazado. Tradicionalmente fue en el 
país un animal útil para el hombre, que lo ha cazado con distintas 
finalidades. 
El tapir aún hoy es cazado en el noroeste argentino por citadinos y 
lugareños para obtener productos destinados al alimentación y se 
consume la carne, hígado, lengua y cabeza aunque por lo general 
desechan el cuero (Richard y Juliá, in prep). 
Los grupos indígenas del Chaco (algunos de los cuales la consideran 
especialmente fortificante por transferencia del vigor del animal a 
quien lo come) la cuecen sobre las brasas o en hornos subterráneos 
cavados en el suelo, llenos de ascuas y cubiertos con ramas; a veces 
la secan al sol, cortada en tiras, para conservarla en forma de 
charqui. Los guaraníes también la asan o la muelen para preparar 
piracuí, un plato típico que se hace con carne de distintos 
mamíferos o pescados. Los criollos del Nordeste charquean la carne 
del tapir o la guisan de distintas formas. 
El notablemente grueso y resistente, ha sido tradicionalmente 
utilizado por la población aborigen que ha fabricado gran cantidad 
de objetos, especialmente correas, tientos y suelas de sandalias. En 
tiempos coloniales, los grupos de la familia lingüística y cultural 
guaykurú (tobas, mocobies, abipones, etc.) fabricaban (igual que 
criollos y españoles) petos de cuero de tapir sin ablandar, que 
solían forrar vistosamente con piel de yaguareté. Estos petos, 
empleados en la guerra, resistían eficazmente flechazos y sablazos, 
aunque eran perforados por las lanzas de punta de hierro y las 
balas. Con el mismo fin defensivo confeccionaban con este cuero 
anchos cintos que protegían el abdomen de los guerreros. 
También se han fabricado látigos hechos con tiras de cuero de tapir. 
Tan usual era esto, que produjo un cambio en la palabra guaraní que 
designa al animal (en lengua clásica se denomina tapi'í,' de allí 
tapir en castellano). En tiempos coloniales se introdujo un 
neologismo, que es el más usado actualmente entre los guaraní-
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestrisRichard & Juliá 19
parlantes: mborevy, palabra derivada de mboteví (mbo = "hacer con 
las manos"; teví = "nalgas"), en alusión al chicote o látigo. 
Los métodos de caza de los aborígenes han sido varios. Uno es al 
acecho, con arco y flechas; para ello los abipones del Chaco se 
ocultaban entre la vegetación y atraían a las presas imitando su 
llamada. También los áborígenes de las misiones y los criollos 
solían cazarlos en las noches de luna apostándose cerca de los 
sembrados de sandías, muy frecuentados por estos animales. 
En tiempos pasados, los tobas de la región empleaban un sistema de 
caza colectivo consistente en incendiar los matorrales, rodeados por 
un grupo de hombres armados con pesadas mazas de madera arrojadizas 
con las que daban muerte a los tapires a medida que salían del monte 
huyendo del fuego. 
Igual que otros pueblos chaquenses, los matacos han usado 
tradicionalmente perros rastreadores para ubicar a los tapires, 
eliminados luego a lanzazos. Por otro lado, una vez adquirido el uso 
del caballo, los pueblos guaykurúes de la región, igual que los 
criollos, solían también cazar estos animales enlazándolos y 
arrastrándolos con sus cabalgaduras. Pero este sistema (si bien del 
gusto de los amantes de la equitación) no dejaba de ser 
considerablemente riesgoso ya que por su gran fuerza un tapir adulto 
enlazado era capaz a su vez de arrastrar a un caballo mal afirmado y 
derribar al jinete. 
Ya que la gruesa piel de estos animales no hace sencillo herirlos 
con flechas, algunos pueblos han acudido también al uso de trampas 
de peso que dejan caer un tronco sobre la presa; así hacían los 
abipones en época colonial y así hacen actualmente los mbyá 
guaraníes o cainguás de Misiones, quienes también usan trampas de 
cimbra o lazo con este objeto. En el caso de este último pueblo, su 
actividad se ve entorpecida a veces por la acción de cazadores 
deportivos que destruyen las trampas, disputando la caza a los 
indigenas, que se ven así privados de un buen recurso alimenticio. 
Por último, en el inventario de métodos de caza del tapir tanto 
entre los criollos como en los indígenas del Nordeste ha de contarse 
el uso de armas de fuego. 
Aunque en el país la cría de estos animales en cautiverio no asume 
la importancia que tiene en el norte de Sudamérica donde se lo ha 
llegado a usar para mover los trapiches azucareros, suele darse el 
ocasional mantenimiento de crías como mascotas entre los indígenas 
chaquenses. Actualmente en Bolivia y Brasil aún es frecuente que se 
tengan tapires jóvenes y aún adultos como mascotas semisilvestres 
(Richard y Juliá, in prep.). A comienzos del siglo XIX, Félix de 
Azara describía la cría de tapires entre los criollos del Nordeste: 
"Cogido joven, se domestica desde el primer día; anda por toda la 
casa casi sin salir, aun después de adulto; cualquiera le rasca y 
manosea, sin que por esto prefiera ni obedezca a nadie, y si se le 
quiere echar de un lugar contra su voluntad, casi es preciso 
arrastrarle. No muerde; y si le incomodan, da un silbido delgado no 
correspondiente al cuerpo. Bebe como un cerdo; come carne cruda y 
cocida, todo pasto, y lo que encuentra, sin excluir los trapos de 
lana, lienzo o seda... Por cierto que no se encuentra deleite en 
criar un animal tan perjudicial, y sin atractivo ni cosa buena que 
no necesitar atención ni cuidado"; aunque luego reflexiona sobre las 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 20
posibles ventajas que podría tener para la alimentación humana si se 
lo convirtiera en ganado doméstico. 
El tapir ha sido centro de una serie de creencias entre los 
aborígenes. En la astronomía de los guaraníes la Vía Láctea se llama 
Mborevi Rapé o Tapi'i Rapé ("Camino del Tapir"), y los chiriguanos 
(pueblo del mismo tronco cultural) describen una constelación que 
llaman Morevi nayiki ("Cerco del Tapir"), un óvalo formado por 
estrellas de la constelación de Sagitario. Explican que no aparece 
allí la figura del animal, sino del cerco que rodea la chacra de un 
tapir mítico que cuida su cosecha en el cielo. 
Para los kaingang, pueblo que ha habitado en partes del territorio 
de las antiguas Misiones, tanto en la Argentina como en el Brasil, 
el origen del animal se remonta a una inundación que en tiempos 
arcaicos cubrió la tierra. Solo se salvaron algunos hombres y 
mujeres que treparon a un cerro; al bajar las aguas esos antepasados 
míticos se abocaron a la tarea de crear nuevos animales que poblaran 
un mundo arrasado. Encendieron fuego y con las cenizas formaron a 
los yaguaretés, a los que pintaron manchas con carbón y dieron 
instrucciones de comer animales y gentes. Luego se dedicaron a crear 
tapires; como se les había acabado el carbón no los pintaron, y les 
mandaron a alimentarse con animales. Pero en su apuro no habían 
perfeccionado el oído de estas nuevas criaturas, y éstas no 
entendieron qué debían comer. Desconcertados, volvieron a preguntar 
a sus creadores que de lleno fabricando otras especies les 
contestaron, impacientes, que comieran ramas y hojas de árboles; 
desde entonces la alimentación del tapir es vegetal. 
Los matacos del Chaco, por su parte, también atribuyen a un 
personaje mítico la alimentación del tapir; en sus relatos, Tókjuaj 
es el que arregló todos los bichos". El tapir era antes muy flaco: 
no comía. Tokjuaj le arrimó pasto, pero el animal no lo aceptó; 
buscó otra cosa y le dio ramas, que finalmente devoró; por eso el 
anta o tapir "come ramas y tunas y toda rama espinuda". Para este 
pueblo, el origen del tapir tiene también algo que ver con Tokjuaj. 
Este niega una semilla de calabaza para sembrar al armadillo, que 
opta por cortarse la cola y enterrarla, dando origen a la primera 
planta de maíz. Tokjuaj quiere probar el nuevo vegetal pero se le 
niega, en represalia por su anterior egoísmo. Se sienta entonces 
bajo un palo borracho, pensando cómo conseguir maíz, y talla la 
madera creando el primer caballo, al que da vida gracias a sus 
extraordinarios poderes y luego canjea por cereal. Otros quieren 
imitarlo, pero no tallan tan bien: al primero le sale el tapir; a 
otros, el burro y la mula. 
También entre los matacos, algunas características físicas del 
animal se explican por un mito en el cual un ave (la chuña) pelea 
con otros animales que querían disputarle una mujer. El tapir (un 
hombre muy fuerte) fue el último en lanzarse al ataque, tras el 
fracaso de los demás. La chuña dejó que el adversario se le 
acercase, revoleó su garrote y lo dejó caer con fuerza sobre su 
frente dándole tal golpe que aun hoy el tapir tiene un bulto en ese 
lugar. 
Para este pueblo, la caza de este animal se origina en un mítico 
dador de cultura (Chilaj según algunas versiones, Tokjuaj en otras) 
que entregó a los matacos los primeros perros y les enseñó cómo 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 21
capturar a cada especie. En el caso del tapir les indicó que lo 
rastrearan con los perros y le dieran muerte con lanzas pero 
protegiéndose tras los árboles al aproximarse pues el animal es 
capaz de arremeter contra el hombre. 
En las historias de los tobas del Chaco no falta la alusión al sexo 
cuando se trata del tapir, en correspondencia con el llamativo 
tamaño de los genitales del macho cuando está excitado. Así aparece 
como él amante de la mujer de la cigueña (en tiempos míticos un 
hombre-,y el relato describe las lesiones sufridas en el sexo por la 
adúltera debido a su relación con hombre de físico tan 
desproporcionado. 
También la fuerza de este animal es tema de la narrativa toba, en 
alguno de cuyos relatos aparece enfrentado exitosamente al puma. 
Este ha robado un hijo a un hembra de tapir, que espera la ocasión 
en que el felino se mete en el agua para atacarlo; las garras y la 
dentadura del puma nada pueden contra lafuerza del tapir, que se 
mueve con eficiencia en el agua y lo ahoga. 
Por su parte, los criollos, misioneros creían que -la fuerza del 
animal se transfería al hombre que usaba su cuero. Por eso los 
peones de los yerbatales de la región solían usar correas de dicho 
material para transportar las cargas, en la seguridad de que este 
trabajo resultaría menos penoso. 
Además de carne, cuero y temas narrativos, el tapir ha proporcionado 
al hombre indígena y criollo del Nordeste argentino elementos 
medicinales. Así. as pezuñas -en especial las de la mano izquierda- 
raspadas o molidas, mezcladas en infusión con hierbas, se utilizaban 
para curar hemorragias en los partos y afecciones cardíacas, remedio 
también adoptado por los españoles en tiempos coloniales. El 
fundamento de la virtud terapéutica del procedimiento se halla en la 
creencia de que el animal duerme con la uña de su "mano" izquierda 
apoyada sobre la región cardíaca y más específicamente que' se cura 
los dolores de la misma rascándose con las pezuñas. Desde antiguo 
también se atribuyó al polvo de pezuñas de tapir la propiedad de 
curar la alferecia o convulsiones. Por último, los bezoares o 
cálculos hallados ocasionalmente en las vísceras del animal han sido 
apreciados en la farmacopea tradicional, igual que los de ciervo, 
guanaco y otros animales, para curar distinto tipo de 
envenenamientos y picaduras de insectos o reptiles ponzoñosos, para 
aliviar inflamaciones en general -entre los abipones y contra los 
"aires malignos" (entre los españoles de la colonia). 
 
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REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 24
 
 
 
 
 
 
CURSO TALLER TEÓRICO PRÁCTICO DE CAPACITACIÓN DE DOCENTES 
AUXILIARES DE LA RESERVA EXPERIMENTAL HORCO MOLLE 
 
 
 
 
Aspectos generales de la biologia, estatus, uso y 
manejo del Tapir (Tapirus terrestris) en Argentina 
 
 
 
 
 
 
 
 
ACTIVIDADES PRÁCTICAS 
Versión 2.0 
 
Autores: Dr Enrique Richard y Lic. Juan P. Juliá. 
 
– 2000 - 
 
 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 25
Aspectos generales de la biologia, estatus, uso y manejo del Tapir (Tapirus 
terrestris) en Argentina 
 
ACTIVIDADES PRÁCTICAS 
 
INTRODUCCIÓN 
Teniendo en cuenta que la Reserva Experimental Horco Molle, es la 
institución de Argentina con el mayor plantel de tapires, manejados 
en semicautiverio, este curso además de impartir conocimientos 
teóricos le dará al estudiante la oportunidad de interactuar 
directamente con la especie convocante. En tal sentido podrá 
observarse el comportamiento materno infantil aprovechando la 
presencia actual de una madre con una cría en período de lactación, 
y en diferentes horas del día otros pautas comportamentales. Al 
final de las actividades prácticas y como apéndice a las mismas se 
adjunta un apunte y bibliografía correspondiente con la teoría de la 
metodología utilizada para el censo. 
 
ACTIVIDAD 1: MORFOLOGÍA TAPIR 
En el cercado de visitas pueden observarse detenidamente ejemplares 
adultos y juveniles de tapir, donde además de las diferencias de 
tamaño, existen diferencias de coloración que en el caso de la cría 
constituyen un pelaje disruptivo o mimético. La experiencia del 
contacto físico con estos animales permitirá observar su tipo de pie 
y huella (diferencia entre patas delanteras y traseras), la 
característica crin en la nuca, un detalle de la trompa prensil, la 
dureza de su cuero, usado antaño para fabricar escudos, etc. 
 
ACTIVIDAD 2: TRANSECTAS 
Se realizará dentro del cercado de manejo una transecta para el 
registro simultáneo de indicios y animales con la finalidad de 
realizar un estimado de la población y ejercitarnos en la 
metodología en cuestión. Durante la misma se caracterizarán y 
esquematizarán los distintos rastros (huellas, bosteaderos, "camas" 
y marcas en árboles) dentro de una transecta de ancho fijo. Los 
animales que se observen serán contados en la misma transecta 
midiendo la distancia angular al observador para conformar una 
transecta de ancho variable. La fórmula a utilizar será: 
 
P= AZ/2YX 
 
donde P es la población que queremos estimar sobre la base de los 
rastros, A es el área total estudiada (unas 25 has), Z el número de 
individuos observados, Y el promedio de las distancias de escape y X 
la longitud de la franja. 
Los datos de la transecta se registrarán en la planilla adjunta. 
Al finalizar se discutirán los problemas de esta metodología y los 
resultados obtenidos. 
 
Medidas de seguridad a considerar: 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 26
El ingreso al cercado se hará en grupo, no se permitirá separarse 
del mismo, ni el ingreso de mujeres embarazadas o mestruando. 
Durante el recorrido el grupo deberá mantener un estricto silencio. 
Se recomienda no utilizar perfumes, ni ropas de colores llamativos 
(amarillo, rojo, azul). Asimismo no se puede ingresar al cercado con 
alimentos del tipo que sean. Estas medidas apuntan a disminuir el 
riesgo potencial que constituyen los machos adultos de tapir. 
 
Obtención de Huellas 
En la visita al cercado se tomarán muestras de huellas en moldes de 
yeso cuyo armado será realizado por los estudiantes. El yeso 
utilizado a tales fines es el de tipo odontológico, ya que al ser de 
grano muy fino retiene la mayor cantidad de detalles de la huella 
relevada. Entre los datos a registrar se considerarán, medidas de la 
huella: largo y ancho total, largo y ancho de dedos, separación 
entre dedos, distancia entre huellas (ver Fig. 1). Se realizará un 
esquema de la huella, sus medidas y distribución en el terreno. 
 
 
Fig. 1 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 27
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 28
Ficha para censo en transectas 
Lugar N Ficha 
Fecha Hora inicio (solar) 
Censador Hora Fin (Solar) 
 
Especie No Sexo Edad Distancia 
(m) 
Hora Km 
recorrido 
Otros* 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La hora debe indicar inicio y fin de la observación. 
* Anotar datos como modo de observación (visual, vocalizaciones, 
sonidos al desplazarse) y actividad del animal. 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 29
Aspectos generales de la biologia, estatus, uso y manejo del Tapir (Tapirus 
terrestris) en Argentina 
 
METODOLOGÍA PARA EL CENSADO DE GRANDES MAMÍFEROS 
 
INTRODUCCIÓN 
Los estudios ecológicos y de manejo de grandes animales requieren, 
en muchas ocasiones, de estimaciones más o menos precisas sobre las 
densidades de los mismos dentro de un área de estudio dada. El tipo 
de metodología a emplear estará en función de los resultados que se 
desean obtener y de la posibilidades de tiempo y esfuerzo de que se 
disponga para arribar a estos resultados. El presente, no pretende 
ser un compendio detallado de todas las metodologías existentes, su 
aplicación, defectos y virtudes, sino solamente una aproximación a 
las más utilizadas. Para mayores detalles al respecto remitimos a la 
bibliografía. Esencialmente estas pueden reunirse dentro de tres 
grandes grupos: 
 
 
Censos 
 
Conteo total de individuos 
 
Estimaciones 
 
Transectas de ancho fijo 
Transectas de ancho variable 
Captura y recaptura 
 
Índices 
Conteo de rastros en transectas 
Trampas de huellas 
IKA 
Encuestas 
 
CENSOS 
De las técnicas enumeradas, los censos totales son prácticamente 
inviables en grandes vertebrados como el tapir, por lo que no 
ahondaremos en los mismos, baste decir que implica el conteo de 
todos los individuos de una especie en un área dada. En algunos 
cotos europeos se procede a cazar todos los ciervos del mismo para 
renovar la población lo que permite hacer censos totales, obviamente 
esto es inaceptable en tapires. El conteo de ejemplares sin técnicas 
de defaunación implica el riesgo de contar a estos más de una vez. 
En grandes animales gregarios y en ambientes abiertos pueden 
realizarce censos por vía aérea. 
 
ESTIMACIONES 
Las estimaciones se basan en el conteo total de individuos dentro de 
una porción representativa del área de estudio, dicho valor podrá 
así ser extrapolado al resto del área. 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 30
Las transectas son sin duda la metodología más empleada para arribar 
a este objetivo (el de estimarla densidad de una especie en el área 
de estudio), cuentan a su favor con que son robustas, económicas y 
fáciles de realizar. Esencialmente, consisten en realizar recorridos 
lineales distribuidos generalmente al azar o en arreglo a las 
características del hábitat. Durante estos recorridos se contaran 
todos los individuos observados a ambos lados de la transecta, para 
un ancho W a cada lado de la transecta y una distancia transectada 
L, es posible obtener para n individuos observados, un cálculo de 
densidad según la fórmula: 
 
D = n/L x 2W 
 
El ancho W de la transecta puede estimarce a partir de diferentes 
parámetros que se registran en el momento en que se atisba un 
animal: P= distancia perpendicular entre el animal y la línea de 
transecto, S= distancia en línea recta desde el observador al animal 
y ∝= ángulo de observación entre la transecta y la línea observador 
- animal. Normalmente el ancho será fijo cuando se pueda determinar 
una distancia fija, perpendicular a la transecta, dentro de la cual 
puedan observarce el 100% de los individuos presentes. Las 
transectas de ancho variable serán un promedio de las distancias de 
los animales, al momento de ser observados, respecto del observador 
o de la línea de transecta. 
 
 
 
La metodología de transectas requiere que se cumplan una serie de 
supuestos para que la misma sea efectiva: 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 31
 
a)- Todos los animales ubicados dentro del área transectada (L x 2W) 
deben ser observados. 
b)- Los animales deben ser localizados antes de su huida. 
c)- Las distancias y ángulos son medidas exactas. 
d) Los avistamientos son sucesos independientes. 
e)- Los animales están distribuidos al azar. 
f)- Los animales varían con respectos a las distancias y ángulos de 
escape. 
g)- El promedio de las distancias de escape es representativo del 
promedio de dicha distancia para el total de la población. 
 
En transectas de ancho variable el último supuesto, que suele no 
cumplirse, da como resultado anchos de transecta muy pequeños que 
llevan a sobreestimar la población. Sobre esta metodología básica 
existen numerosas fórmulas y arreglos tendientes a disminuir los 
errores de estimación derivados del no cumplimiento de alguno de los 
supuestos mencionados. 
Otras técnicas como los métodos de captura y recaptura, son 
sumamente costosos de implementar con grandes vertebrados y 
necesitan del marcado seguro de los animales. Una alternativa al uso 
de trampas físicas lo es el uso de trampas fotográficas, siempre que 
pueda identificarse a los individuos en base a sus señas 
particulares o a marcas dejadas en una captura previa. Lo primero es 
útil con felinos manchados, pero difícil de aplicar en tapires dado 
su escaso dimorfismo. La captura - recaptura permite estimar una 
población en base al Índice de Lincoln, según el cual la población 
(N) es al número capturado, marcado y liberado (M) como el número 
total capturado en un período de tiempo posterior (n) es al número 
recapturado (m): 
 
N/M = n/m, o sea N= Mn/m 
 
Para que esta fórmula sea válida es necesario que se cumplan tres 
supuestos: 
 
a)- No hay pérdida o ganancia de marcas. 
b)- No hay nacimiento ni inmigración de nuevos individuos durante el 
período de estudio. 
c)- No hay diferencia de mortalidad y emigración entre los grupos 
marcadas y no marcados durante el período de estudio. 
 
Otros métodos relacionados son estimaciones en base a Suma de 
Capturas Diarias, Valores Acumulados, Probabilidad de Captura y 
Esfuerzo de Captura. 
 
INDICES 
Dado que no siempre es posible observar a los animales, pueden 
desarrollarse índices de abundancia que permiten comparar densidades 
relativas entre distintos períodos de estudio o entre distintos 
hábitats. 
El conteo de rastros o indicios de todo tipo (huellas, heces, marcas 
territoriales, nidos, etc.) puede realizarse con una metodología 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 32
similar a los censos mediante transectas. En algunos casos huellas y 
heces pueden utilizarce para estimar densidad absoluta, aunque su 
valor es relativo y solo recomendable para especies muy poco 
abundantes o difíciles de ver, dado el alto riesgo de sobrestimar la 
población. 
El número de heces encontradas en áreas de superficie conocida y 
constante marcadas a tal fin (placetas) pueden utilizarse para 
estimar la población de un área conocida a partir de la siguiente 
fórmula: 
 
N = (no de placetas por ha) (no medio de excrementos por superficie 
de placetas) / (no de días desde el conteo anterior) (tasa media de 
defecación de la especie). 
 
Para la medir densidad de indicios (D) se usa la fórmula: 
 
D = N (número de indicios) / A (área muestreada) T (tiempo de 
revisión) 
 
Las trampas de huellas consisten en despejar áreas de tamaño 
conocido y cubrirlas de arena fina (cuando el suelo no es adecuado 
para registrar huellas). El número de huellas registradas para un 
período determinado puede utilizarse como un indicador de densidad 
relativa y de preferencia de hábitats. Las huellas pueden 
registrarse en moldes de yeso. Aunque discutido, muchos autores 
afirman que pueden identificarse individuos en base a sus huellas. 
El Indice Kilométrico de Avistamiento (IKA) se obtiene a partir del 
número de animales observados por kilómetro recorrido y es también 
un índice relativo para comparar densidades entre áreas o dentro de 
un mismo hábitat en distintas épocas. 
Las encuestas no constituyen un índice en si mismas pero aportan 
datos que pueden ser explicativos o indicadores de variaciones 
poblacionales. Estos datos deben ser confirmados o no con trabajos 
de campo. Es necesario conocer que muchos encuestados suelen mentir 
para satisfacer los deseos del encuestador. Para darle un máximo 
valor a estas, el encuestador debe entrar en confianza con los 
entrevistados. Las encuestas también pueden realizarse por correo a 
cazadores, organismos de caza, ONGs, organismos estatales, etc., su 
envío en gran cantidad compensa una relativamente baja tasa de 
respuesta. 
 
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REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 34
 
 
 
 
 
 
CURSO TALLER TEÓRICO PRÁCTICO DE CAPACITACIÓN DE DOCENTES 
AUXILIARES DE LA RESERVA EXPERIMENTAL HORCO MOLLE 
 
 
 
 
Aspectos generales de la biologia, estatus, uso y 
manejo del Tapir (Tapirus terrestris) en Argentina 
 
 
 
 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA TEMÁTICA 
Versión 2.1 
 
Autores: Dr Enrique Richard y Lic. Juan P. Juliá. 
 
– 2000 - 
 
 
 
REHM, Serie Apuntes no 1, Biología, manejo ... Tapirus terrestris 
Richard & Juliá 35
 
Aspectos generales de la biologia, estatus, uso y manejo del Tapir (Tapirus 
terrestris) en Argentina 
 
 
BIBLIOGRAFIA TEMÁTICA DE TAPIRES (Todas las especies) 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Los listados de bibliografía que a continuación ofrecemos están 
ordenados por temas prioritarios, es decir que algunos trabajos aún 
cuando incluyan varios temas o áreas fue ordenada en base al de 
mayor importancia relativa dentro del mismo. Las citas aquí listadas 
incluyen trabajos de todas las especies de tapires del mundo. En 
este sentido somos concientes de que con absoluta seguridad faltan 
muchas citas y trabajos, sin embargo tambien estamos convencidos que 
este listado constituye un buen punto de partida para iniciarse en 
cualquier tema referido a estas especies. 
 
Anatomía y Fisiología 
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