Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
tríada portal (vena porta hepática, arteria hepática propia y conducto biliar). C U A D R O C L Í N I C O PERITONEO Y CAVIDAD PERITONEAL Permeabilidad y bloqueo de las tubas uterinas Aunque en teoría es posible que los microorganismos entren directamente en la cavidad peritoneal femenina a través de las tubas uterinas, esta peritonitis primaria es excepcional, lo que atestigua la eficacia de los mecanismos protectores del aparato reproductor femenino. Uno de los principales mecanismos para evitar dichas infecciones es el tapón mucoso que bloquea eficazmente el orificio externo del útero ante la mayoría de los patógenos, pero no ante los espermatozoides. La permeabilidad de las tubas uterinas puede explorarse clínicamente mediante una técnica con la cual se inyecta aire o contraste radiopaco en la cavidad uterina, y desde esta normalmente fluye hacia la cavidad peritoneal a través de las tubas uterinas (histerosalpingografía; v. detalles en cap. 6). Peritoneo y procedimientos quirúrgicos Debido a que el peritoneo está muy inervado, los pacientes sometidos a cirugía abdominal sufren más dolor tras las incisiones grandes, invasivas y abiertas del peritoneo (laparotomía), que con pequeñas incisiones laparoscópicas o intervenciones vaginales. Los cirujanos hacen referencia a este proceso como reperitonealización. La cubierta de peritoneo (a la que a menudo se conoce clínicamente como serosa) hace que las anastomosis término-terminales herméticas de los órganos intraperitoneales, como el intestino delgado, sean relativamente fáciles de conseguir. Resulta más difícil conseguir anastomosis herméticas de estructuras extraperitoneales que poseen una capa adventicia externa, como el esófago torácico. Debido a la elevada incidencia de complicaciones como peritonitis y adherencias (v. cuadro clínico «Adherencias peritoneales y adhesiotomía») después de operaciones en las cuales se ha abierto la cavidad peritoneal, se intenta permanecer fuera de la cavidad peritoneal siempre que sea posible (p. ej., abordaje translumbar o extraperitoneal anterior para los riñones). Cuando es necesario abrir la cavidad peritoneal, se extreman los cuidados para evitar su contaminación. Peritonitis y ascitis En caso de contaminación bacteriana durante una laparotomía o cuando se produce una penetración o una rotura traumática del intestino como consecuencia de una infección o una inflamación (p. ej., apendicitis), en la cavidad abdominal entran gas, materia fecal y bacterias. El resultado es una infección e inflamación del peritoneo denominada peritonitis. Se produce la exudación de suero, fibrina, células y pus dentro de la cavidad peritoneal, que se 836 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
Compartir