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_Anatomia con Orientacion Clinica (793)

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tríada portal (vena porta hepática, arteria hepática propia y conducto biliar).
C U A D R O C L Í N I C O
PERITONEO Y CAVIDAD PERITONEAL
Permeabilidad y bloqueo de las tubas uterinas
Aunque en teoría es posible que los microorganismos entren directamente
en la cavidad peritoneal femenina a través de las tubas uterinas, esta
peritonitis primaria es excepcional, lo que atestigua la eficacia de los mecanismos
protectores del aparato reproductor femenino. Uno de los principales mecanismos
para evitar dichas infecciones es el tapón mucoso que bloquea eficazmente el
orificio externo del útero ante la mayoría de los patógenos, pero no ante los
espermatozoides. La permeabilidad de las tubas uterinas puede explorarse
clínicamente mediante una técnica con la cual se inyecta aire o contraste
radiopaco en la cavidad uterina, y desde esta normalmente fluye hacia la cavidad
peritoneal a través de las tubas uterinas (histerosalpingografía; v. detalles en cap.
6).
Peritoneo y procedimientos quirúrgicos
Debido a que el peritoneo está muy inervado, los pacientes sometidos a
cirugía abdominal sufren más dolor tras las incisiones grandes, invasivas y
abiertas del peritoneo (laparotomía), que con pequeñas incisiones laparoscópicas
o intervenciones vaginales. Los cirujanos hacen referencia a este proceso como
reperitonealización. La cubierta de peritoneo (a la que a menudo se conoce
clínicamente como serosa) hace que las anastomosis término-terminales
herméticas de los órganos intraperitoneales, como el intestino delgado, sean
relativamente fáciles de conseguir. Resulta más difícil conseguir anastomosis
herméticas de estructuras extraperitoneales que poseen una capa adventicia
externa, como el esófago torácico.
Debido a la elevada incidencia de complicaciones como peritonitis y
adherencias (v. cuadro clínico «Adherencias peritoneales y adhesiotomía»)
después de operaciones en las cuales se ha abierto la cavidad peritoneal, se
intenta permanecer fuera de la cavidad peritoneal siempre que sea posible (p. ej.,
abordaje translumbar o extraperitoneal anterior para los riñones). Cuando es
necesario abrir la cavidad peritoneal, se extreman los cuidados para evitar su
contaminación.
Peritonitis y ascitis
En caso de contaminación bacteriana durante una laparotomía o cuando se
produce una penetración o una rotura traumática del intestino como
consecuencia de una infección o una inflamación (p. ej., apendicitis), en la
cavidad abdominal entran gas, materia fecal y bacterias. El resultado es una
infección e inflamación del peritoneo denominada peritonitis. Se produce la
exudación de suero, fibrina, células y pus dentro de la cavidad peritoneal, que se
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