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LIBRO DE RESUMENES 18 al 21 de septiembre del 2012 - Tilcara, Jujuy, Argentina PENSANDO LA MULTIPLICIDAD Y LA UNIDAD EN LOS ANDES Rivolta, María Clara Jornadas de Estudios Andinos 2012 : libro de resúmenes : pensando la multiplicidad y la unidad en los Andes : 18 al 21 de septiembre de 2012, Tilcara, Jujuy, Argentina / María Clara Rivolta ; edición a cargo de Radek Alexis Sánchez Patzy ... [et.al.]. - 1a ed. - Buenos Aires : Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires, 2012. E-Book. ISBN 978-987-1785-61-2 1. Arqueología. 2. Antropología. 3. Actas de Congresos. I. Sánchez Patzy, Radek Alexis, ed. II. Título CDD 930.107 11 Fecha de catalogación: 27/08/2012 FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIRES Decano Héctor Hugo Trinchero Vicedecana Leonor Acuña Secretario General Francisco Jorge Gugliotta Secretaría de Asuntos Académicos Graciela Morgade Secretario de Investigación Claudio Guevara Secretario de Posgrado Pablo Ciccolella Secretario de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil Alejandro Valitutti Secretaria de Hacienda y Administración Marcela Paula Lamelza Subsecretaria de Bibliotecas María Rosa Mostaccio Subsecretarios de Publicaciones Rubén Mario Calmels Matías Cordo INSTITUTO INTERDISCIPLINARIO TILCARA Directora María Clara Rivolta CENTRO UNIVERSITARIO “MÁRQUEZ MIRANDA” Director Claudio Guevara Diseño y revisión editorial Radek Sánchez Patzy Jorge Luis Cladera Instituto Interdisciplinario Tilcara Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Belgrano 445 Tilcara 4624, Pcia. De Jujuy, Tel. 54 388 4955768 e-mail: Página web: http://tilcara.filo.uba.ar/ Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2012 Puán 480 Buenos Aires República Argentina Marina Weinberg Pablo Mercolli tilcara.comunicacion@filo.uba.ar JORNADAS DE ESTUDIOS ANDINOS 2012 Presidentes Comité Organizador María Clara Rivolta, IIT-FFyL-UBA Claudio Guevara, FFyL-UBA Juan Domingo Alfaro Lavayen, Juan Ramiro Álvarez, Elisa Aparicio, Daniel Eduardo Aramayo, Alejandro Benedetti, Margarita Elena Benicio, Lucila Bugallo, Miguel Ángel Chuchuy, Jorge Cladera, Carolina Rosana Cruz, Mirta Silvia Cruz, Rosario Dassen, Marisa D'Amato, Mónica Gabriela Giménez, Luis Roberto Lamas, Abel Alejandro Martínez, Isidoro Martínez, Armando Mendoza, Pablo Mercolli, Mónica Montenegro, Noel Miguel Ángel Montoya, Pablo Ochoa, Clarisa Otero, Virginia Passarella, Carolina Rivet, Pantaleón Rueda, Débora Beatriz Sajama, Walter Fortunato Sajama, Radek Sánchez Patzy, Ángel Norberto Serapio, Verónica Soruco, Jorge Tomasi, Pablo Valda, Ariel Gustavo Villamayor y Marina Weinberg. LIBRO DE RESÚMENES Jornadas de Estudios Andinos 2012 3 INDICE GENERAL PRESENTACIÓN 4 MESA 1: RELACIONES ETNOHISTÓRICAS, ETNOGRÁFICAS Y COMPARATIVAS 5 ENTRE SOCIEDADES AMERINDIAS DE TIERRAS ALTAS Y BAJAS Coordinadores: Pablo Sendón y Diego Villar MESA 2: LA MOVILIDAD EN LOS ANDES 28 Coordinadores:María Ester Albeck y Viviana Conti MESA 3: ETNICIDADES Y TERRITORIOS EN TRANSFORMACIÓN. PENSAR EL 60 PRESENTE DESDE EL PALIMPSESTO HISTÓRICO ANDINO Coordinadores: Ana María Presta y Ricardo Abduca MESA 4: LOS PUEBLOS INDÍGENAS FRENTE A LAS FORMAS DE PROPIEDAD Y 99 USO DE LA TIERRA Coordinadores: Federico Kindgard y Gustavo Paz MESA 5: MEMORIA E IDENTIDADES A TRAVÉS DE RITUALES, MITOS Y 130 RELATOS Coordinadores: Gilles Rivière y Vincent Nicolas MESA 6: LENGUAJES VISUALES ANDINOS 157 Coordinadores: Verónica Cereceda y José Luis Martínez MESA 7: LENGUAS Y HABLANTES EN LA REGIÓN ANDINA 186 Coordinadores: Leonor Acuña y Primitivo Nina Llanos MESA 8: PAISAJES ELOCUENTES. PRÁCTICAS DE ESPACIALIDAD Y 206 TERRITORIALIDAD EN EL ÁREA SURANDINA Coordinadores: Pablo Cruz y Cecilia Sanhueza Tohá MESA 9: MOVIMIENTOS SOCIALES: PROCESO DE MOVILIZACIÓN Y 256 CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES Coordinadora: Virginia Manzano MESA 10: REPENSANDO EL ESTADO: POLÍTICAS PÚBLICAS Y GOBIERNO EN EL 300 POSNEOLIBERALISMO Coordinadores: Carlos Vilas y María Elena Martínez MESA 11: NUEVA SITUACIÓN REGIONAL: DESCOLONIZACIÓN DEL SABER Y 323 UNIVERSIDAD NECESARIA Coordinadores: Silvia Llomovate, Flora Hillert y Pablo Gentili INDICE ONOMÁSTICO 370 Jornadas de Estudios Andinos 2012 4 PRESENTACIÓN Las Jornadas de Estudios Andinos representan el primer encuentro organizado de manera conjunta entre el Instituto Interdisciplinario Tilcara, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso‐ Sede Ecuador), teniendo como espacio de reunión la localidad de Tilcara. Este evento constituye por excelencia, el ámbito de discusión, debate y actualización de numerosas temáticas vinculadas con el mundo andino desde perspectivas que abordan el pasado y el presente, basado en un criterio de continuidad. La posibilidad de gestionar un espacio donde sea posible incorporar contenidos tales como territorios y espacialidad, etnicidad, ritualidad, lingüística, movimientos sociales, estado, políticas públicas y, rol de la universidad como ejes principales de discusión, apunta a destacar el espacio andino como punto de partida hacia y desde otros espacios conformados por Latinoamérica, actualmente en pleno proceso de redefinición. La importancia de dar cabida a los estudios que enfatizan el pasado como el presente, representa una forma de generar instancias de debate y acercamiento en las ciencias sociales, partiendo de abordajes que integran la antropología, arqueología, historia, educación, sociología y otras disciplinas. Indudablemente, poder incorporar esta mirada transdisciplinar constituye un gran desafío, y una posibilidad concreta de habilitar nuevos enfoques que trascienden los clásicos en torno a las problemáticas desarrolladas en las diferentes mesas de trabajo. Asimismo, se contemplan espacios de debate desde los foros, centrados en la formación de posgrado que ofrece el Instituto Interdisciplinario Tilcara, básicamente orientados hacia la Antropología y Educación. Un aspecto clave en torno a la organización de las Jornadas es la generación de ámbitos que permitan la expresión de otros actores sociales, tales como la comunidad local, afianzando la necesidad de articular el espacio académico con la sociedad. En este sentido, se plantean actividades específicas a fin de someter a debate cuestiones de relevancia entre las que se cuentan las comunidades originarias y sus territorios, así como también se espera poder aportar en la problemática del lenguaje en los ámbitos escolares, mediante la realización de un curso con los maestros de nivel primario de la región. En esta perspectiva, contamos con la interacción y respaldo de diversas instituciones provinciales, mencionando el Municipio Indígena de Tilcara, Museo Regional de Pintura “José A. Terry” y el Centro Andino para la Educación y la Cultura, como reflejo de las distintas alternativas que resultan posibles implementar a fin de lograr un espacio heterogéneo y articulado sobre la base de múltiples opiniones. Los resúmenes aquí presentados nos hablan del interés despertado por el tratamiento de estos temas, al tiempo que preanuencia la existencia de un rico debate en torno a los mismos. Es de esta forma que uniendo saberes y experiencias, se busca lograr un intercambio enriquecedor y fructífero que permita generar a futuro otros espacios similares de reflexión. Dra. María Clara RivoltaMg. Claudio Guevara Jornadas de Estudios Andinos 2012 5 MESA TEMÁTICA 1: RELACIONES ETNOHISTÓRICAS, ETNOGRÁFICAS Y COMPARATIVAS ENTRE SOCIEDADES AMERINDIAS DE TIERRAS ALTAS Y BAJAS COORDINADORES: SENDÓN, PABLO F. CONICET psendon@yahoo.com VILLAR, DIEGO CONICET villardieg@gmail.com FUNDAMENTACIÓN Hasta hace poco tiempo, las tierras altas y bajas sudamericanas fueron concebidas por las ciencias sociales como áreas culturales independientes e incluso antagónicas. Sin embargo, toda una serie de indicios sugiere en las últimas décadas que es preciso repensar esta oposición y analizar el significado comparativo de sus múltiples conexiones, transformaciones y trayectorias históricas. En el plano metodológico, ni la etnohistoria ni la etnografía ni la arqueología bastan por sí mismas para dilucidar la complejidad de las diversas modalidades de relación. Una comprensión integral de las poblaciones campesino‐indígenas de los Andes, por ejemplo, involucra el rastreo sincrónico y diacrónico de sus múltiples contactos con las poblaciones amerindias de las denominadas tierras bajas, y viceversa. Sin negar un grado de especificidad a la sociabilidad amerindia de las llamadas tierras “altas” y “bajas”, el objetivo del presente simposio apunta a localizar casos estratégicos de mediación e interconexión entre las mismas para realizar el esfuerzo complementario de interpretar los datos relativos a las poblaciones andinas en la clave de los datos de las sociedades de tierras bajas, y viceversa. La hipótesis general que el simposio propone explorar es que la dinámica de la organización sociopolítica, económico‐productiva, cosmológica e interétnica de las poblaciones de las “tierras altas” no se comprende cabalmente si no se contempla en perspectiva comparativa la operación de esas mismas variables en las denominadas sociedades de “tierras bajas”, y viceversa. El divorcio analítico de ambas regiones no sólo no permite dar cuenta del entramado de sus relaciones recíprocas, sino que a la vez impide apreciar en toda su dimensión la complejidad y variabilidad internas de cada una de ellas. A la vez, sería impropio suponer a priori que en diferentes zonas las modalidades de relación entre sociedades de tierras altas y bajas fueron necesariamente las mismas, pues las diversas regiones se inscriben en circunstancias históricas singulares: diversos tipos de relaciones con la ocupación incaica, diversos procesos de colonización, modalidades de evangelización misionera, estrategias de intervención del capital y el Estado (según se trate de zonas caucheras, cocaleras, mineras, azucareras, ganaderas o agrícolas), o bien diferentes reconfiguraciones del mapa étnico regional producidas por fenómenos tales como la expansión incaica hacia las fronteras del Antisuyu y el Collasuyu, el avance de la colonización española, las rebeliones de fines del siglo XVIII, la Guerra del Pacífico, la Guerra del Chaco, los tratados limítrofes, las reformas agrarias y diversos tipos de enfrentamientos bélicos internos. Jornadas de Estudios Andinos 2012 6 M01‐01 EL MULTINATURALISMO COMO ECONOMÍA ONTOLÓGICA COMÚN A LOS ANDES Y AMAZONÍA CAVALCANTI‐SCHIEL, RICARDO Universidad Estatal de Campinas‐ Unicamp riccaval@yahoo.com.br El modelo tipológico neoevolucionista legado por el Handbook of South American Indians (Steward 1946‐1950) obtuvo el éxito todavía no enteramente cuestionado de consagrar una división de grandes áreas culturales en Sudamérica, por la que se tomaron las formaciones sociales andinas como el antípoda político‐organizacional de las formaciones sociales amazónicas (y de las tierras bajas en general): de una parte, jerarquía, coerción y complejidad; de otra, igualitarismo, dispersión y simplicidad. En términos análogos, se estableció en la antropología continental una especialización del trabajo etnográfico que, aunque no parta del parámetro de la “organización social”, toma como previamente evidente el presunto hecho de que Andes y Amazonía serían cosas distintas en naturaleza. Entre los años de 2001 y 2006 realicé investigaciones etnográficas en la región de Tarabuco, Departamento de Chuquisaca, en los Andes meridionales bolivianos, produciendo, entre otros resultados, la primera etnografía extensiva del grupo característico que ocupa la región (Cavalcanti‐Schiel 2005). El hecho de que se caracterice como un contingente indígena del “arco quechua” que contornea el Altiplano, ubicándose en las serranías orientales, con una formación histórica por la que el acomodo de los movimientos y de la diversidad poblacionales sobresalió frente a la reiteración generacional de los marcos territoriales, parece haber puesto a los Tarabuco en un lugar ajeno a ciertos referentes relativamente triviales para la morfología y la organización social de los grupos andinos: las tan reiteradas oposiciones entre alto y bajo, centro y periferia y, en lo que atañe a sus vecinos norpotosinos y altiplánicos, la presunción de una red segmentar de pertenencias locales. Para los Tarabuco nada de esto funciona. La aparente “anomalía” de su caso, sin embargo, se resuelve en otros lugares y otras dinámicas simbólicas. Y los encontramos compartiendo con los demás andinos una cosmología donde los dualismos complementarios “en perpetuo desequilibrio” (Lévi‐Strauss 1991) son traspasados por una dinámica de intercambios que tiene como término más elemental el esfuerzo, o trabajo, o energía (en quechua, kallpa). Es también esta dinámica que dispone (o supone) como sus agentes (a) una multiplicidad de entes dotados de subjetividad propia: no sólo los hombres (o más bien hombres y mujeres), sino también animales, cerros, rocas, fuentes de agua, el arcoíris, los instrumentos musicales, espíritus y condenados, entre otros tantos. Todos ellos operan esfuerzos que, a buen término o no, son de algún modo intercambiables, desde los trabajos colectivos, agrícolas o no, hasta la música, la maestría textil, la germinación de las semillas y las lluvias. En este sentido, y encontrando en estas concepciones tarabuco un parámetro común para los operadores cosmológicos andinos, defiendo que las concepciones andinas de agentividad y alteridad sugieren una economía simbólica de la socialidad análoga al modelo amazonista del “multinaturalismo” acuñado por Eduardo Viveiros de Castro (2002), por el que el término de lo universal es la subjetividad (o la subjetivación potencial) atinente al reconocimiento de la condición de sujetos a los muchos agentes del cosmos (Cavalcanti‐Schiel 2007). En los Andes, sin embargo, el negocio de la subjetividad entre los seres de las muchas naturalezas operaría fundamentalmente bajo el código del intercambio de esfuerzos (kallpa), en lugar del intercambio paradigmático amazónico, el de perspectivas, al que está implicado, casi siempre, un intercambio de sustancias. Tanto en uno como en otro caso, lo que está en juego es la Jornadas de Estudios Andinos 2012 7 perpetuidad de la existencia por medio del encuentro y negocio, a veces feliz a veces predatorio, de las subjetividades de los seres sociales. En resumen, la propuesta interpretativa que me propongo a disertar acerca de las comparaciones y confrontaciones entre Andes y Amazonia, desde las lecciones etnográficas que nos sugieren el caso Tarabuco, es que si nos alejamos del parámetro de la “organización social” (algo que el caso Tarabuco ya de por si impone como necesidad de alejamiento) y nos desplazamos hacia la cosmología y la economía de las lógicas simbólicas, podemosencontrar más acercamientos que diferencias tajantes o presumidas como “naturales” entre aquellas dos grandes áreas etnográficas sudamericanas. Estos planteamientos vienen siendo desarrollados en varios encuentros académicos precedentes, desde la Conferencia Andes‐Amazonía en la Universidad de St‐Andrews, en 2006, pasando por los Congresos Internacionales de Americanistas (México y Viena próximamente) y workshops locales, en la Universidad Autónoma de Barcelona y en la Universidad Federal de San Carlos (Brasil). Ellos han producido, además del artículo preliminar ya citado (Cavalcanti‐ Schiel 2007), un artículo en recopilación a ser publicada este año en Argentina. BIBLIOGRAFÍA CITADA Cavalcanti‐Schiel, R. 2005. Da relutância selvagem do pensamento. Memória social nos Andes Meridionais. Tesis de Doctorado.Rio de Janeiro: PPGAS‐ Museu Nacional‐ UFRJ. ―――――. 2007. “Las muchas naturalezas en los Andes”. En: Perifèria 7 (Universitat Autònoma de Barcelona). Disponible en: <http://antropologia.uab.es/Periferia/Articles/Cavalcanti_s.pdf>. Lévi‐Strauss, C. 1991. Histoire de Lynx. Plon, Paris. Steward, Julian. 1946‐1950 (ed.). Handbook of South American Indians. Smithsonian Institute, Washington. Viveiros de Castro, E. B. 2002. “Perspectivismo e multinaturalismo na América Indígena”. En:. A inconstância da alma selvagem, editado por Eduardo Viveiros de Castro, pp: 345‐399. Cosac & Naify. M01‐02 ¿PRÁCTICAS FUNERARIAS SINGULARES O COMPARTIDAS? MUERTE Y ANCESTRALIDAD EN POBLACIONES SUB‐ANDINAS DE LA CUENCA DEL SAN FRANCISCO, NOROESTE DE ARGENTINA ORTIZ, GABRIELA CONICET‐CREA‐FHyCS.UNJu yolatordo@hotmail.com En una temprana discusión acerca de las relaciones entre poblaciones de las tierras altas y bajas del noroeste de Argentina, se esgrimía en un largo y acalorado debate, sobre la pertinencia de asignar determinados indicadores materiales o conductuales como adscriptores de pertenencia a una población u otra (Imbelloni 1951). Un ejemplo de esto eran las prácticas que involucraban a las formas de tratar a los difuntos, asumiendo comportamientos diferenciales entre los grupos de las regiones alto‐andinas y sus contrapartes de las tierras bajas. Sin embargo el noroeste de Argentina tiene una larga historia de vínculos entre regiones complementarias que pudieron haber configurado prácticas compartidas más que situadas, sin dejar obviamente de tener en cuenta que en cada región en particular estas pudieron haber desarrollado con el tiempo significantes singulares de acuerdo a las propias trayectorias históricas de los actores sociales que las configuraron. Jornadas de Estudios Andinos 2012 8 Desde el Arcaico temprano (circa 9000aP), la manipulación de los difuntos parece ser una práctica cultural que se torna recurrente en espacios macro‐regionales y que parece devenir de una larga secuencia de eventos desde los más tempranos pobladores. En regiones de la puna jujeña y de Catamarca cuerpos cercenados, quemados, redepositados, transportados y manipulados en espacios domésticos, parecen hablarnos acerca de antiguos rituales que intersectan a numerosos grupos habitando regiones dispares de los Andes (Fernandez Distel 1974, Aschero 2007; Lopez Campeny et al 2011). Dado que la mayor parte de la información conocida sobre las formas de tratar a los muertos provienen de las regiones andinas, se arrogó que tales costumbres debían ser por lo tanto comunes a estas poblaciones como una expresión del culto a los ancestros, cuya manifestación más tardía fue registrada por los conquistadores europeos en la conquista de los Andes. Así, sin mayores elementos de comparación se asumió que la ancestralidad expresada en la manipulación de los difuntos era algo propio de las poblaciones andinas, y en algunos casos particularmente manifiesta en el noroeste de Argentina. Sin embargo como ya fue tempranamente alertado en un trabajo de síntesis, la noción de ancestralidad está presente en diferentes poblaciones independientemente de su origen o asignación territorial (Chaumeil 1992a y b). Asumir que solo las poblaciones alto‐andinas recurren a prácticas mortuorias que incluyen acciones de manipulación de los difuntos es sesgar nuestra comprensión acerca de procesos de larga data que podrían estar más íntimamente vinculados de lo que se ha supuesto a primera vista. A su vez implica negar indirectamente que el culto a los ancestros pueda estar presente en otras poblaciones con las que interactuaron. En vez de observar estas modalidades de trato a los difuntos desde una mirada contrapuesta, se propone realizar una relectura de la información conocida hasta el presente bajo un enfoque comparativo de larga duración. Nuevos datos en relación a las prácticas mortuorias registradas en grupos arqueológicos sub‐andinos de la provincia de Jujuy (800 aC‐500 dC), sugiere que diversas formas de manipulación de los difuntos son muy similares a aquellas registradas para poblaciones de las tierras alto‐andinas (termoalteración, selección de partes anatómicas, manipulación y conservación en áreas domésticas, etc.) (Ortiz y Nieva 2011), lo que nos invita a reflexionar cómo ciertos rituales pueden haber contribuido a la consolidación de memorias e identidades colectivas. Así, más que sugerir que se trata de prácticas privativas de ciertas poblaciones, en este caso en particular “andinas”, las diversas formas de manipulación de los difuntos deberían ser abordadas como evidencia de la larga interacción entre pueblos ubicados en regiones que estuvieron íntimamente vinculadas por miles de años. Esto permite a su vez la reflexión acerca de complejos fenómenos sociales apartándonos de una mirada esencialista, posibilitando encontrar así regularidades compartidas y las implicancias de la continuidad de particulares prácticas sociales expresada a través de materialidades específicas. BIBLIOGRAFÍA Fernández Distel A. 1974. “Excavaciones arqueológicas en las cuevas de Huachichocana, dep. de Tumbaya, provincia de Jujuy, Argentina”. En: Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología Nº 8:101‐127 Aschero C. 2007. “Iconos, Huancas y complejidad en el Puna sur Argentina”. En: Producción y circulación prehispánicas de bienes en el sur andino. Compilado por: A. Nielsen; M.C. Rivolta; V. Seldes; M.Vazquez y P. Mercolli, pp:305‐350. Editorial Brujas, Córdoba. Imbelloni J.1951. “Lo Andino y lo Amazónico en el noroeste argentino”. En: Boletín Bibliográfico de Antropología Americana. México. Jornadas de Estudios Andinos 2012 9 Chaumeil, J. P. 1992a. “Entre la memoria y el olvido. Observaciones sobre los ritos funerarios en las tierras bajas de América del Sur”. En: La Muerte en el antiguo Perú: contextos y conceptos funerarios. Boletín de Arqueología PUCP, Vol. 1:207‐232. ―――――. 1992b. “La vida larga. Inmortalidad y ancestralidad en la Amazonía”. En: La muerte y el más allá en las culturas indígenas latinoamericanas. Coordinado por: M.S. Cipolletti y E.J. Langdon, Colección 500 años. Ediciones ABYA‐YALA. López Campeny S.; A. Romano; M. Fernanda Rodríguez; M. Corvalán y A. Martel. 2011. De lazos familiares a redes sociales: nuevos aportes para la discusión de la interacción entre poblaciones de la puna y las tierras bajas orientales. Taller TANOA III, Libro de resúmenes. Inédito. San Salvador de Jujuy. Ortiz G. y Nieva L. 2011. Manipulando los difuntos. Prácticas funerarias complejas en el sitio Pozo de la Chola, Tradición San Francisco, Jujuy. Taller TANOA III, Libro de resúmenes. Inédito. San Salvador de Jujuy. Ortiz G. y L. Nieva. 2011. “Prácticas mortuoriasen las poblaciones tempranas del valle del río San Francisco (prov. de Jujuy, Argentina)”. En: Revista Comechingonia 14:43‐61. M01‐03 UN ALTAR PARA LOS MUERTOS SENDÓN, PABLO F. CONICET psendon@yahoo.com Aunque hasta hace poco tiempo las poblaciones indígenas que habitan las así llamadas “tierras altas” y “tierras bajas” de los Andes centrales y meridionales fueron concebidas como universos contrastantes, lo cierto es que la empresa etnográfica abocada a la región desmiente tamaña distinción. Desde los viajes pioneros de, por ejemplo, Erland Nordenskiöld (1906) a lo largo y ancho de la frontera peruano‐boliviana a comienzos del siglo XX, los límites que parecerían separar los universos de sociabilidad amerindia entre poblaciones “selváticas” y “andinas” se complejizan hasta adquirir un carácter irreconocible. Ello se aplica a todos los niveles de la vida social de estas poblaciones, entre los que destaca la esfera simbólica y ritual. En lo que respecta a la órbita “andina”, ya en la década de 1960 Ulpiano Quispe (1969) descubrió en los preparativos del ritual de la herranza celebrado en las comunidades ayacuchanas de Choque Huarcaya y Huancasancos elementos y productos provenientes del ámbito selvático. El mismo autor y R. Tom Zuidema (1989 [1967]) analizaron un mito de la misma zona que describe un viaje al encuentro de Dios en el que su protagonista atraviesa todos los pisos ecológicos del ámbito andino: desde la selva hasta las alturas inconmensurables del cielo. La presencia de elementos selváticos en la esfera ritual también se observa en el análisis dedicado por Manuel Burga (2005 [1988]) a la celebración anual del rito masha en el pueblo de Mangas (Cajatambo), así como también en el análisis de Natan Wacthel (2001 [1990]) sobre las ofrendas rituales dedicadas a los mallkus por parte de los chipayas de Carangas de la región de Oruro, Bolivia. Más recientemente, autores como Antoinette Molinié (2005) y Xavier Ricard Lanata (2007) dedicaron sendas páginas a la peregrinación anual al Señor de Quyllurit’i en el corazón mismo del macizo del Ausangate (Cuzco) y en el que la figura del ch´uncho, o “selvático” por excelencia, detenta un protagonismo insoslayable. Los ejemplos etnográficos acerca de la presencia o incluso protagonismo de elementos provenientes de las “tierras bajas” en rituales andinos podrían multiplicarse. Jornadas de Estudios Andinos 2012 10 Esta comunicación describe y analiza, desde una perspectiva comparativa en relación con lo informado en otros registros etnográficos, un altar (“ofrenda”) confeccionado por los pobladores campesino‐indígenas y quechua hablantes del distrito de Marcapata (provincia de Quispicanchi, departamento del Cuzco) en ocasión del deceso de alguno de sus miembros. Los elementos con los cuales es confeccionado el altar, así como la lógica que inspira la disposición de cada uno de ellos en la ofrenda final, en sí mismos remiten al fenómeno de interacción y comunicación entre elementos provenientes de las tierras “altas” y “bajas” en este sector de los Andes sur‐peruanos. La comunicación, asimismo, vinculará los elementos simbólicos desplegados en el altar con algunos elementos provenientes del acervo mitológico vernáculo con miras a incursionar aún más en la lógica simbólica desplegada en la “ofrenda”. BIBLIOGRAFÍA Burga, M. 2005 [1988]. Nacimiento de una utopía. Muerte y resurrección de los incas. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM)‐Universidad de Guadalajara. Molinié, A. 2005. “La transfiguración eucarística de un glaciar: una construcción del Corpus Christi”. En: Etnografías de Cuzco, editado por: A. Molinié, pp. 69‐87. Laboratoire d’ethnologie et de sociologie comparative‐Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”‐ Instituto Francés de Estudios Andinos. Nordenskiöld, E. 1906. “Travles on the Boundaries of Bolivia and Peru”. En: The Geographical Journal 28 (2): 105‐127. Quispe, U. 1969. La herranza en Choque Huarcaya y Huancasancos, Ayacucho. Instituto Indigenista Peruano, Lima Ricard Lanata, X. 2007. Ladrones de sombra. El universo religioso de los pastores del Ausangate. Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA)‐Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas” (CBC), Lima. Wachtel, N. 2001. El regreso de los antepasados. Los indios urus de Bolivia, del siglo XX al XVI. Ensayo de historia regresiva. El Colegio de México‐Fideicomiso de Historia de las Américas‐ Fondo de Cultura Económica, México. Zuidema, R. T. y U. Quispe. 1989. “Un viaje al encuentro de Dios: narración e interpretación de una experiencia onírica en la comunidad de Choque‐HuarKaya”. En: Reyes y guerreros. Ensayos de cultura andina, pp. 33‐53. editado por R. T. Zuidema. FOMCIENCIAS, Lima [1967] M01‐04 ¿INCAS EN LA SELVA? COMBÈS, ISABELLE Instituto francés de estudios andinos kunhati@gmail.com Resentidas hoy como una invasión o un avasallamiento por parte de los habitantes del llano, las migraciones andinas hacia las tierras bajas de la actual Bolivia no son sin embargo una novedad, y los contactos entre Andes y Amazonía se remontan a varios miles de años. Se rastrea aquí la presencia andina pre‐ y post‐hispánica en los llanos orientales a partir de los mitos sobre el fabuloso imperio del Paititi. Las fuentes revelan un verdadero torbellino étnico donde los pueblos hoy identificados como “de tierras bajas” conocen el arte metalúrgico andino, donde los grupos de habla aymara viven en las yungas vistiendo cortezas de árboles, y Jornadas de Estudios Andinos 2012 11 donde una serie de lazos, nexos y mestizajes remplaza a una frontera inexistente entre lo alto y lo bajo. FUENTES UTILIZADAS Documentos del Archivo General de Indias, secciones Charcas y Lima Documentos del Archivo Romanum SocietatiIesu, Roma Documentos del Archivo Melgar i Montaño del Museo de Historia de Santa Cruz Documentos del Archivo Nacional de Bolivia (Sucre), secciones Mojos y Chiquitos Documentos publicados en compilaciones de Víctor Maurtua, Ricardo Mujía y Bautista Saavedra. Crónicas andinas (Guamán Poma, Garcilaso, Murúa, etc.) BIBLIOGRAFÍA PRELIMINAR Adelaar, W. F.H. 2004. The Languages of the Andes. Cambridge University Press, Nueva York. Alconini, S. 2002. Prehistoric Inka Frontier Structure and Dynamics in the Bolivian Chaco, Tesis de doctorado, University of Pittsburg. Armentia, N. 1905. Descripción del territorio de las Misiones Franciscanas de Apolobamba, por otro nombre, frontera de Caupolicán. Tipografía artística, La Paz: Cabello de Balboa Miguel. 1965 [1595‐96]. “Entrada y misión de los chunchos”, en Relaciones geográficas de Indias III, M. Jiménez de la Espada, pp. 184: 109‐113. Biblioteca de autores españoles, Madrid. Combès, I. 2006. “Coçi: hacia una relectura de la historia del oriente boliviano”, en Definiciones étnicas, organización social y estrategias políticas en el Chaco y la Chiquitania, pp. 69‐79, editado por: I. Combès. IFEA‐SNV‐El País, Santa Cruz de la Sierra. ―――――. 2009. “Saypurú: el misterio de la mina oculta, del Inca chiriguano y del dios mestizo”, Revista Andina 48: 185‐224. ―――――. 2010. “El Candire de Condori. El Saypurú inca y la ‘tierra sin mal’”, en: Arqueologia, Etnologia e Etno‐históriaem Iberoamérica. Fronteiras, Cosmologia, Antropologia em aplicação, editado por R. Aguiar, J. Eremites y L. Marques, pp. 233‐256.UFGD, Dourados. Combès, I. y A. Meyers. 2011. “La Relación Cierta de Alcaya(ga)”, en Paititi. Ensayos y documentos, Editado por: Combès y V. Tyuleneva, pp. 158‐171. Itinerarios‐Instituto de Misionología, Cochabamba. Combès, I. y V. Tyuleneva. 2011. “Alotro lado de la gran cordillera nevada. El efímero Paititi de Larecaja”, en Paititi. Ensayos y documentos, editado por: I. Combès y V. Tyuleneva, pp. 172‐ 206. Itinerarios‐Instituto de Misionología, Cochabamba. Daillant, I. 2003. Sens dessus dessous. Organisation sociale et spatiale des Chimane d’Amazonie bolivienne. Société d’Ethnologie, Nanterre. ――――― . 2008 “Le centre salé du monde. La saline des Chimane du piémont bolivien”, en: Sel, eau et forêt d’hier à aujourd’hui, editado por : O. Weller, A. Dufraisse y P. Pétrequin, pp. 13‐47. Presses universitaires de Franche‐Comté, Besançon. Egaña, A. de (ed.) 1954‐74. Monumenta Peruana, Instituto Histórico de la Compañía de Jesús, Roma. Estévez Castillo, J. 2005. La Red Vial Prehispánica en Bolivia. Presentado en la Sexta Reunión Internacional de expertos sobre el proceso de nominación del QhapaqÑan como Patrimonio Mundial, Buenos Aires. García Recio, J. M. 1988. Análisis de una sociedad de frontera. Santa Cruz de la Sierra en los siglos XVI y XVII, Excma. Diputación provincial de Sevilla, Sevilla. Garcilaso de la Vega (el Inca). 1990 [1609]. Comentarios reales. Porrúa, México. Jornadas de Estudios Andinos 2012 12 Julien C. s/f. Andes y Amazonas: la historia de una diferencia, manuscrito inédito. Levillier R. 1976. El Paititi, El Dorado y las Amazonas. Emecé, Buenos Aires. Meyers, A. y C. Ulbert. 1997. “Inka Archaeology in Eastern Bolivia: Some Aspects of the Samaipata Project”, Tawantinsuyu 3: 79‐85. Meyers, R. 2002. Cuando el sol caminaba por la tierra. Orígenes de la intermediación kallawaya. Plural, La Paz. Pärssinen, M. y A. Siiriäinen. 2003. Andes Orientales y Amazonía Occidental Ensayos entre la historia y arqueología de Bolivia, Brasil y Perú. UMSA‐CIMA‐Colegio Nacional de Historiadores de Bolivia, La Paz. Renard‐Casevitz, F.‐M., T. Saignes y A.‐C. Taylor‐Descola. 1986. L’Inca, l’Espagnol et les Sauvages. Rapports entre les sociétés amazoniennes et andines du XVº au XVIIº siècle. Recherches sur les Civilisations, París. Saignes, T. 1981. “El piedemonte amazónico de los Andes meridionales: estado de la cuestión y problemas relativos a su ocupación (siglos XVI‐XVII)”, Bulletin de l’InstitutFrançaisd’ÉtudesAndines 10 (3‐4): 141‐176. ――――― . 1985. Los Andes orientales. Historia de un olvido. CERES‐IFEA, Cochabamba. M01‐05 HISTORIA, MEMORIA Y PASADO RECIENTE ENTRE LOS GUARANÍES DE LA MISIÓN SAN FRANCISCO (PICHANAL, SALTA): UNA APROXIMACIÓN PÉREZ BUGALLO, NAHUEL FFyL‐UBA grupoantigal@hotmail.com Durante los siglos XV y XVI, numerosas bandas de indígenas amazónicos pertenecientes a la familia ligüística tupí‐guaraní asentadas al este del río Paraguay migraron hacia occidente en busca de la anhelada “Tierra sin Mal”. Luego de atravesar el Gran Chaco y llegar a las laderas orientales de los Andes bolivianos, se toparon con grupos de antigua ascendencia arawak, a los que sometieron y denominaron “tapíi” (esclavos). Con el etnónimo “chiriguano” se ha designado tradicionalmente al producto de este mestizaje, correspondiendo el de “chané” a las parcialidades que no obstante optaron por desligarse tempranamente de la dominación guaraní. Dicho proceso tuvo lugar en la llamada “Cordillera chiriguana”, región que mantuvo su independencia respecto de los frentes de colonización hasta finales del siglo XIX. En el actual territorio argentino, la presencia de estos grupos se incrementa notablemente a principios del siglo XX, cuando inician desde Bolivia un éxodo a las provincias de Salta y Jujuy en búsqueda de oportunidades laborales en los ingenios azucareros de la región y asimismo durante la Guerra del Chaco (1932‐1935) entre Bolivia y Paraguay. Así, fueron conformándose progresivamente diversos asentamientos guaraníes a lo largo de la ruta nacional 34. Los misioneros franciscanos Doroteo Giannecchini (1996 [1898]) y Bernardino de Nino (1912), como así también los etnólogos Erland Nordenskiöld (2002 [1912]) y Alfred Métraux (1931), se sorprendieron al notar que los chiriguano y los chané olvidaban todo acontecimiento histórico ocurrido más allá de unas dos o tres generaciones. Unos cuantos años más tarde, el historiador Thierry Saignes (2007) describe el olvido ‐o “amnesia histórica” según sus propios términos‐ que le permitió decretar el fin de la sociedad chiriguana. La búsqueda persistente del mito y de ciertos acontecimientos ancestrales ha teñido fuertemente estos enfoques, que han prestado muy poca atención a la dinámica concreta mediante la cual los protagonistas construyen cotidianamente su percepción del tiempo. Jornadas de Estudios Andinos 2012 13 En la Argentina, de igual modo, no abundan los estudios etnohistóricos, de historia oral e historia regional centrados en la perspectiva de los guaraníes del noroeste. Recuperar estas historias particulares puede ser provechoso para reconstruir, analizar y comparar el modo en el que cada comunidad experimenta su pasado, asimilando fenómenos como la experiencia ambivalente de la labor misionera, el trabajo asalariado en los ingenios, la convivencia con los grupos étnicos vecinos de las tierras altas y bajas, los conflictos limítrofes y las identidades nacionales, las migraciones colectivas o la propia guerra del Chaco. Esta ponencia ofrece una primera aproximación a las formas específicas en las cuales los integrantes de la Misión San Francisco de Pichanal (Salta) elaboran su pasado colectivo. Sobre la base de información etnográfica obtenida en entrevistas realizadas en el terreno, y tomando como referencia los distintos marcos temporales que los guaraníes utilizan para situar sus recuerdos, se analizan: a) los usos de la memoria en tanto construcción colectiva vinculada al espacio/territorio, y en particular la gesta colectiva del desalojo de La Loma y la reinstalación grupal en Pichanal; b) los cambios y las variaciones individuales y grupales en los discursos de la historia oral a través de los años; y c) el olvido ‐estratégico o no (Saignes 2007), pero también aparente‐ de las cuestiones vinculadas con la identidad grupal. BIBLIOGRAFÍA CITADA Giannecchini, D. 1996 [1898]. Historia natural, etnografía, geografía, lingüística del Chaco boliviano, FIS/Centro Eclesial de Documentación, Tarija. Métraux, A. 1931. “Observaciones sobre la psicología de los indios chiriguano”, Solar, 1: 89‐ 122, Buenos Aires. Nino, B.de. 1912. Etnografía chiriguana, Tipografía Comercial Ismael Argote, La Paz. Nordenskiöld, E. 2002 [1912]. La vida de los indios. El Gran Chaco (Sudamérica), APCOB/Plural, La Paz. Saignes, T. 2007. Historia del pueblo chiriguano, IFEA/Plural, La Paz. M01‐06 LA EVANGELIZACIÓN ALREDEDOR DE LOS LLANOS Y LA SIERRA NEVADA DEL COCUY: EL CASO DE MUISCAS Y TUNEBOS EN EL PUEBLO DE CHITA PINZÓN AVENDAÑO, EDUARDO PENSAR‐Pontificia Universidad Javeriana pinzon‐e@javeriana.edu.co La Sierra Nevada del Cocuy se encuentra ubicada al nororiente de la cordillera de los Andes, y durante siglos ha sido un lugar de paso para quienes se dirigen hacia los Llanos Orientales colombianos y venezolanos. En la época de “conquista” los exploradores alemanes de la compañía Welser supieron adentrase a las provincias de Tunja y Santa Fe a través del Cocuy, de igual forma los conquistadores españoles descendieron a los Llanos en busca del “Dorado” tomando como punto de referencia esta cadena montañosa. En el siglo XIX, durante las campañas libertadoras el tránsito de los ejércitos llaneros hacia el centro de la Nueva Granada fue de vital importancia en el proceso “independentista”, y las fuentes registran los miedos y las fabulas de los guerreros llaneros sobre las gentes de la montaña. Ya para el siglo XX, las guerrillas liberalesde los llanos, superiores al ejército regular en los años cincuenta, detuvieron su accionar alrededor de la Sierra Nevada del Cocuy porque el medioambiente demandaba una forma de combatir que desconocían hasta entonces. Para la segunda mitad del siglo pasado, los movimientos agrarios y guerrilleros de orientación marxista, hicieron del Jornadas de Estudios Andinos 2012 14 conocimiento de los senderos de transito de los Andes hacía los llanos un bastión de la guerra de guerrillas. Varias tendencias historiográficas (la historia económica de Germán Colmenares y Michael Francis; la historia social de Ruiz Rivera, Jaramillo Uribe, y Marta Herrera, entre otros) ilustran de alguna forma los vínculos entre dos regiones geofísicas e históricas definidas. Con este trabajo pretendo develar dichos nexos enfocándome detenidamente en las comunidades amerindias que habitaron la zona, pues a mi ver los acontecimientos sociopolíticos recién enunciados, no se explican si no se tiene en cuenta la territorialidad indígena y un saber tradicional sobre el espacio que se pudo transmitir gracias al mestizaje, por otro lado, que las inmediaciones del Cocuy sean un escenario recurrente de conflictos, puede ser un indicio de que existe cierta memoria de las dinámicas de resistencia indígena. Con el fin de ganar precisión en el estudio, tomaré un caso particular que, por un lado, deja ver la territorialidad indígena y la yuxtaposición de un poblamiento propio del orden colonial, y por otro lado, evidencia las tensiones en el proceso de imposición de dicho ordenamiento espacial hispánico, que iba acompañado de unas estrategias civilizatorias y unos modelos de evangelización. Ahora bien, el caso de referencia es especial pues por los avatares del proceso de dominación, indígenas de las tierras altas y de las tierras bajas convivieron sin distinción y aún con un acervo étnico diferente, encontraron “zonas de contacto” propias de su especialidad y puntos de fuga frente a la subyugación colonial. EL PUEBLO DE CHITA A grandes rasgos Chita es un Pueblo de Indios instaurado a principios del siglo XVII, en una zona fronteriza en términos geográficos, culturales y políticos. Es un caso excepcional, por tres razones: a) mientras la mayoría de los Pueblos de Indios disminuyeron su productividad por la llamada “catástrofe demográfica”, este pueblo fue una gran fuente de riqueza hasta el siglo XVIII, b) también fue un escenario privilegiado de la labor misional del siglo XVI al XVIII, es decir, mientras que en el resto de los Andes centrales se evidenció una menor presencia de las campañas evangelizadoras, en Chita dichas campañas siguieron llevándose a cabo con la misma intensidad, finalmente, c) las jurisdicciones coloniales no son compatibles con las organizaciones prehispánicas: la mayor parte de los corregimientos de la Provincia de Tunja coinciden de alguna forma con los territorios muiscas del Zipa, del Zaque, o de comunidades muiscas intermedias, por el contrario, el corregimiento del Cocuy, cuya “cabeza de doctrina” fue Chita, era territorio tunebo o U’wa y a la vez muisca (“lache”), por ende la organización territorial y las divisiones administrativas no les eran familiares a las comunidades indígenas, puesto que, en principio, ni siquiera se distinguieron los grupos indígenas que habitaron el pueblo. Todo parece indicar que las características a y b están relacionadas, es decir, la presencia continua de campañas misionales de distintas órdenes religiosas es directamente proporcional a la riqueza que los indígenas representaban al encomendero de Chita, pues junto con las numerosas mantas que se recogían en el pueblo para cubrir el monto del quinto real, los recursos para edificar templos y pagar estipendios, desde el siglo XVII, fueron altos si se comparan con la media general de la provincia de Tunja (ver Julián Ruiz Rivera). Es curioso que un área que se tiene como periférica dentro del sistema colonial, y que por lo mismo es una preocupación catequética continua, sea una zona tan desarrollada en términos de usufructo del trabajo indígena. Son precisamente los vaivenes e intereses dentro de las múltiples campañas de evangelización, los puntos que quedan por investigar, para ello realizaré una búsqueda de archivo en el AGN, en los fondos Visitas Boyacá y Fábrica de Iglesias de la Sección Colonia, para revisar las visitas a la tierra efectuadas entre 1602 y 1636, las cuales registran las dificultades del proceso de Jornadas de Estudios Andinos 2012 15 reducción a pueblo de indios; por otro lado, el Archivo Histórico Javeriano y los folios de curas y obispos, registran la repartición de las doctrinas y las dificultades a la hora de evangelizar a los indígenas, que estuvieron bajo la tutela de jesuitas, agustinos y seculares, lo que produjo no pocas tensiones y conflictos de intereses entre las ordenes y arzobispado. BIBLIOGRAFÍA Archivo General de la Nación [AGN], Visitas Bolívar y Boyacá, Tomo 4; AGN, Visitas Boyacá, Tomos 9 y 13. Amaya Roldan, M. 1930. Historia de Chita. Imprenta Oficial, Tunja. Bonilla, A. L. 2003. “Espacio y poblamiento en el resguardo de Chita en la segunda mitad del siglo XVIII” en Historia Crítica, 26: 77‐98. Carmagnani, M. 1988. El regreso de los dioses. FCE, México. Colmenares, G. 1997. La Provincia de Tunja en el Nuevo Reino de Granada. Tercer Mundo, Bogotá. Francis, M. 2005. “Población, enfermedad y cambio demográfico 1537‐1636”, en: Muiscas, Representaciones, cartografías y etnopolíticas de la memoria, editado por: A. M. Gómez Londoño. Universidad Javeriana, Bogotá. Herrera, M. 2007. Ordenar para controlar. La Carreta, Medellín. Ruiz Rivera, J. 1972. Fuentes para la demografía histórica de Nueva Granda. Escuela de Estudios Hispanoamericanos, Sevilla. M01‐07 NUPCIALIDAD Y TRASHUMANCIA EN LOS VALLES ORIENTALES DE JUJUY DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX FERNÁNDEZ, FEDERICO CONICET‐FHyCS‐ Universidad Nacional de Jujuy antropo428@yahoo.com.ar El objetivo central de este trabajo es el de establecer cruces analíticos entre información nupcial, y redes de apellidos asociados a territorios que presentan importantes disimilitudes ecológicas entre sí. La micro‐región comprendida entre los extensos valles orientales de Jujuy, y que desde finales del siglo XIX ha sido definida en términos políticos‐administrativos como Departamento Valle Grande, comprende básicamente dos grandes espacios: Una región de altura caracterizada por el clima hostil que producen las bajas temperaturas, donde las poblaciones que han habitado históricamente estos territorios se encuentran emplazadas en una elevación superior a los 3000 metros sobre el nivel del mar; y una zona baja (por debajo de los 1800 metros sobre el nivel del mar), de abundante vegetación y humedad, con un paisaje similar a las yungas bolivianas. La complementariedad establecida por los pobladores vallistos entre ambos espacios (alto y bajo), como así también entre regiones transversales al espacio vallegrandino (Humahuaca hacia el oeste, y localidades como Paraní o los Naranjos dentro de la Provincia de Salta en dirección Este), es de antigua data. El registro arqueológico de la zona nos informa que ya para el Periodo Tardío se encuentra material cerámico vinculado a la Quebrada de Humahuaca, lo cual ha suscitado interpretaciones divergentes en torno al carácter político y la profundidad temporal de posibles colonias procedentes del área central de Humahuaca y sus instalaciones Jornadas de Estudios Andinos 2012 16 permanentes o semi‐permanentes en Valle Grande.Asimismo, en la actual localidad de Santa Bárbara, ubicada en el sector meridional del departamento, se ha registrado un sitio arqueológico cuyo patrón de asentamiento y ergología asociada se correspondería con poblaciones de tierras bajas vinculadas al oriente. En síntesis, el escaso registro arqueológico presente en la zona, nos permite pensar en la región vallegrandina como un espacio inter‐étnico complejo, territorio liminal donde confluían grupos con acervos culturales diversos, y, bajo determinadas condiciones contextuales, en franca oposición y conflicto. Los estudios etnohistóricos sobre la región parecen confirmar esta idea de “pasillo étnico múltiple” que habría abarcado todos los valles orientales de Jujuy. Se han reconocido básicamente la presencia y co‐existencia de grupos churumatas, ocloyas y mataguayos (provenientes del chaco). Es posible entonces que hayan existido a lo largo de un tiempo prolongado diversas formas de interacción entre estos pueblos; el enfrentamiento bélico es quizás el más conocido, pero también hubo intercambios comerciales, vínculos recíprocos de carácter asimétrico; todo esto puede haber existido sin necesidad de excluir unos y otros. El estudio etnográfico contemporáneo sobre la región de Valle Grande, nos permite establecer al menos tres regularidades estructurales: 1) Una dinámica profunda de movilidad poblacional intra‐regional entre diferentes pisos ecológicos. 2) Trashumancia practicada entre tierras altas y bajas asociadas a la actividad pastoril del ganado vacuno y la agricultura de secano. 3) Vínculos parentales basados en una fuerte “homogamia de pueblo”, expresada fundamentalmente a través de asociaciones entre apellidos de larga tradición local y jurisdicciones territoriales específicas. El análisis e interpretación de fuentes históricas disponibles en relación al último punto, será el eje principal de la presente pesquisa. En este sentido, y teniendo como base los antecedentes arqueológicos e históricos descriptos para Valle Grande como Unidad de Análisis, me he planteado dos preguntas problematizadoras: ¿Cuánto de continuidad y cuanto de cambio en lo que respecta a la movilidad poblacional es posible de ser “rastreada” a través de la construcción de redes nupciales micro‐regionales durante la primera mitad del Siglo XIX?, ¿Es posible establecer pautas de nupcialidad asociadas a prácticas de trashumancia y combinación en el control de diferentes espacios ecológicos en distancias relativamente cortas? La metodología utilizada se basó fundamentalmente en el Análisis Reticular (Análisis de Redes Sociales) asistido por programas informáticos especializados como UCINET.VI y PAJEK. Ambos programas permiten medir y graficar diferentes tipos de relaciones (individuos, grupos, territorios, padrinazgos, nupcias, etc). En primer lugar se registraron las Actas de Matrimonio correspondientes a tres periodos: 1801‐1816, 1827‐1833 y 1852‐1855. En estos tres espacios temporales, se han consignado solo las uniones conyugales entre individuos (hombres y mujeres) de las localidades de Lonlonso, Caspalá y Santa Ana (todos poblados de altura). Posteriormente, y una vez obtenidos los cálculos y posiciones de centralidad, intermediación y agrupamientos directos (camarillas o cliques) para cada una de las vinculaciones nupciales entre apellidos, he desarrollado un análisis comparativo entre una matriz de red elaborada con apellidos que abarca todo el departamento Valle Grande (áreas bajas y altas) que data de finales del Siglo XIX (años 1896‐ 1899), y la información surgida de los tres primeros periodos tratados. Por último, se realizaron cuatro grafos (uno por cada periodo) teniendo como criterio de diferenciación las medidas de centralidad e intermediación expresadas en el tamaño de los nodos‐apellidos. Cada uno de los nodos que conforman los cuatro grafos presentan además una distinción en colores por localidad y región (zona alta y baja), configurando así un objeto de análisis e interpretación significativo en términos socio‐antropológico. Los resultados de las Jornadas de Estudios Andinos 2012 17 comparaciones entre cada uno de los mapeos de redes, será, en suma, la propuesta final para debatir y reflexionar en el marco de esta investigación. BIBLIOGRAFÍA MÍNIMA Borgatti, S. P., M. G. Everett and L.C. Freeman. 2002‐2007. Ucinet for Windows. Software for Social Network Analysis. Analytic Technologies, Harvard, MA. De Feo, C. y Fernández, A. 1998. “Una aproximación al periodo Tardío en la arqueología de Valle Grande (Jujuy)”. En: Pasado y Presente de un mundo postergado, editado por O. Jerez. Universidad Nacional de Jujuy, San Salvador de Jujuy. Fernández, F. y J.P. Ferreiro. 2008. “Apuntes etnográficos y análisis de redes sociales en la localidad de Santa Ana (Provincia de Jujuy)”. http://www.caas.org.ar. Congreso Argentino de Antropología social, Misiones. Ferreiro, J. P. 1994. “El Chaco en los Andes. Churumatas, Paypayas, Yalas y Ocloyas en la etnografía del oriente jujeño” en Población y Sociedad Nº 2, Tucumán. Mayer, E. 1980. “Repensando Mas allá de la familia nuclear”. En Parentesco y Matrimonio en los Andes, compilado por E. Mayer y R. Bolton. Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima. Molina, J. L. 2002. Medidas de Centralidad. Taller ARS. http://seneca.uab.es/antropologia/jlm Quiroga, A. 2003. Introducción al análisis de datos reticulares, v. 2, Depto. Cs. Pol., Univ. Pompeu Fabra. Teruel, A. y M. T. Bovi. 2010. “El ordenamiento de la propiedad territorial en Jujuy. Del “antiguo régimen” a la “modernidad”, en Problemas nacionales en escalas locales. Instituciones, actores y prácticas de la modernidad en Jujuy, dirigido por: A. Teruel. Edit. Prohistoria, Rosario. White, D., M. Schnegg, L. Brudner y H. Nutini. 2002. Conectividad múltiple, fronteras e integración: parentesco y compadrazgo en Tlaxcala rural, en Análisis de redes. Aplicaciones en ciencias sociales, editado por: J. Gil Mendieta y S. Schmidt. IIMAS‐UNAM, México. M01‐08 ELEMENTOS PARA UNA "HODOGRAFÍA" COMPARADA : LA PUNA DE ATACAMA Y EL CHACO BOREAL, SIGLO XX RICHARD, NICOLAS Chargé de recherche au CNRS, CERHIO‐UMR6258 / Université de Rennes2 ‐ Investigador asociado al IIAM, Universidad Católica del Norte, San Pedro de Atacama nicolasrichardv@gmail.com Se explorarán las posibilidades del concepto de "hodografía" (hodo, camino) trabajando comparativamente sobre las evoluciones contemporáneas de la puna de Atacama y del Chaco boreal, con atención particular a los procesos de nacionalización implementados tras la guerra del Pacifico y la guerra del Chaco respectivamente. Se estudiarán tres "sistemas hodográficos" sucesivos (arriería, tren, carretera) interrogando para cada territorio 1) las formas de sobre‐ posición entre dichos sistemas (de redundancia o resonancia, de jerarquizacion y de clandestinización, de marcación y reescritura del espacio, etc.), 2) las formas de conexión o contigüidad entre dichos sistemas (cuál es el límite de un sistema de caminos, como se conectan anacrónicamente distintos sistemas de caminos, etc.); 3) de intersección y traslación (camino y lugar, traslación de intersecciones, fundación de lugares, etc.). La ponencia presenta Jornadas de Estudios Andinos 2012 18 los resultados preliminares y una primera aproximación del proyecto Fondecyt "Caminos y biografías. La puna sur andina desde sus márgenes industriales, s. XX" (2011‐13). M01‐09 MODELOS DEL LIDERAZGO AMERINDIO: UNA CRÍTICA ETNOLÓGICAVILLAR, DIEGO CONICET villardieg@gmail.com Encarnada en los modelos de Robert Lowie y Pierre Clastres, la teoría etnológica del liderazgo político amerindio consagró una oposición genérica entre dos estereotipos de sociabilidad: por un lado, las poblaciones de “tierras altas” (paradigmáticamente asociadas con “altas culturas” andinas); por el otro, sus contrapartes de las “tierras bajas” (asociadas en bloque con sociedades caracterizadas como “cazadores‐recolectores”, “agricultores incipientes”, etc.). Para las primeras se presuponía la complejidad, jerarquía, integración regional y diferenciación social; para las segundas, un carácter elemental, igualitarismo, atomismo e indiferenciación social. Desde la perspectiva de las tierras bajas, el modelo resultante del liderazgo “titular”, “sin poder” o “contra el Estado” se aplicaba fácilmente a áreas culturales como las Guyanas, el Brasil Central o buena parte del Chaco; sin embargo, en las últimas décadas diversos estudios de caso en regiones como los llanos de Mojos, el Alto Xingú o incluso el Chaco boreal sugieren que es preciso revisar la oposición canónica. A partir de un estudio comparativo del liderazgo indígena se plantea su relación paradójica con las teorías predominantes sobre la autoridad política en las tierras bajas sudamericanas. Finalmente se ensayan algunas consideraciones metodológicas a la hora de interpretar la relación entre teoría y práctica en la organización sociopolítica amerindia. M01‐10 LAS RELACIONES INTERÉTNICAS EN LOS INGENIOS AZUCAREROS BOSSERT, FEDERICO CONICET fbossert@gmail.com Se abordará el problema de las relaciones interétnicas dentro de los ingenios azucareros del noroeste Argentino, entre grupos del Chaco, el pedemonte y las tierras altas. Para eso, se analizarán datos provenientes de fuentes documentales, la literatura etnológica y etnohistórica y la memoria personal y grupal de los propios indígenas. Dentro de esta temática, serán abordados diferentes tópicos: la persistencia o transformación, dentro del ingenio, de los patrones de alianza/enemistad; la lógica de la distribución espacial; la formación de una jerarquía interétnica a partir de la organización del trabajo; las transformaciones en la percepción del blanco por parte de los indígenas; y las consecuencias generales de esta experiencia laboral en el plano de las relaciones interétnicas mantenidas por estos grupos en sus comunidades de origen. Jornadas de Estudios Andinos 2012 19 M01‐11 LLAIMA E ISLUGA: HACIA UN DIÁLOGO PRELIMINAR ENTRE MAPUCHES Y AYMARAS URRUTIA LORENZINI, FRANCISCA Programa de Magíster en Antropología, Universidad de Tarapacá solinaria@hotmail.com Este trabajo se suscita en la idea de reflexionar sobre una experiencia de dos años y medio entre las comunidades mapuches del Llaima, volcán aún activo que se localiza en la precordillera de la Araucanía. Anteriormente, habíamos tenido la oportunidad de desarrollar una prolongada etnografía entre las comunidades aymaras de la franja Isluga‐Camiña, sectores ubicados respectivamente en la precordillera y el altiplano de Tarapacá. Ergo, nuestra reflexión está marcada por una comparación inevitable entre las sociedades amerindias de tierras bajas y altas, cuestión que muchas veces nos remite a otro problema más vasto acerca del surgimiento del Estado. Nuestro relato girará principalmente en torno a ciertas ideas e instituciones mapuches, las cuales nos posibilitarán a su vez traducirlas o entenderlas bajo la perspectiva andina y así hallar en el espacio de dicho equívoco las propias modulaciones. De acuerdo a esto, intentaremos describir el concepto de comunidad que practican y teorizan los propios mapuches del Llaima; para luego dirigirnos hacia el rol de las autoridades tradicionales, encarnadas en la figura sociopolítica del lonko y en la preeminencia espiritual de el/la machi. Por su parte, la traducción andina se establecerá mediante los principios de dualidad, movilidad y reciprocidad que embargan tanto la relacionalidad comunitaria de los Isluga como la de los Llaimache, junto a sus correspondientes ritmos y texturas diferentes; asimismo, mallku y yatiri darán la pauta hacia las transformaciones entre política y espiritualidad. Por último, nos abocaremos en narrar brevemente la mediación e interconexión entre las sociedades andinas y mapuches, tomando algunos elementos que nos permitan reseñar mediante dos situaciones específicas el doble tránsito de la relación. La noción de “equivocidad” se propone aquí para reconceptualizar ese procedimiento emblemático de nuestra antropología académica que es la comparación. La comparación implica al observador en su relación con lo observado; esa implicación se llama “traducción” (Viveiros de Castro 2010). Traducir es comunicar por la diferencia; allí el equívoco aparece como el modo de comunicación por excelencia entre diferentes puntos de vista. La decisión de tomar las ideas indígenas como conceptos es para situarlas en el mismo plano que las ideas antropológicas; es decir, ambas en tanto conceptos. Cabe recordar que las teorías antropológicas se ubican en estricta correspondencia con las pragmáticas intelectuales de los colectivos que estudia. Tomar en serio el pensamiento indígena no significa describirlo en términos de creencia, por el contrario, éste deber ser tomado en tanto “una práctica del sentido: como dispositivo autorreferencial de producción de conceptos” (Viveiros de Castro 2010:210). La etimología del vocablo latino communitas nos introduce a una noción completamente diferente de comunidad; si tomamos como referencia el paradigma weberiano que la retrata bajo los principios de pertenencia y propiedad, de ahí se desprenden todos los ribetes semánticos de esencia, cualidad, atributo, valor, sustancia que la recorren. Contrariamente, el cum y el munus que componen etimológicamente a la comunidad abrevan una relación, no una propiedad, entre quienes comparten un deber. Si cum (con, estar entre, vivir en medio) alude al modo relacional, munus (don, deuda, obligación) signa el deber que los acomuna en tanto falta recíprocamente convocada. Así, lo común ya no se entiende desde lo “propio”; sino Jornadas de Estudios Andinos 2012 20 de su opuesto: lo “impropio” (Esposito 2003). “Lo propio del Hombre es no tener nada propio” (Viveiros de Castro 2010:19). La comunidad debe ser avizorada en torno a los propios conceptos indígenas que la traducen. Por ejemplo, entre los mapuche del Llaima la comunidad se recrea en relación al lof, al grupo familiar extenso y sus redes de parentesco más amplias; también el concepto de adkintum, hasta donde llega la mirada, o de admapu, la imagen de un territorio. Igualmente la imbricación del mapuche con su rol de nguillatufe, extiende la idea de comunidad desde la colectividad humana hacia todos los seres actuantes del universo. Por su parte, los Isluga perciben la contigüidad de los paisajes quebradeños y cordilleranos como un territorio tradicional en la impronta andina; ayllu y saya son categorías distintivas a la hora de describir a la comunidad andina. Sin duda lo es el ayni y su filosofía de “criar la vida” (Cf. Martínez 1989, van Kessel 1992). Es que movilidad y dualidad no sólo se manifiestan en términos del territorio y la percepción del paisaje, también refrendan el devenir de las configuraciones sociopolíticas y el resto de los ordenamientos culturales; lo mismo que implican al juego constante de la asimetría, el desequilibrio perpetuo, las síntesisdisyuntivas. De modo similar, la reciprocidad se manifiesta como un lenguaje común a todas las esferas de la tradición, donde obligación y voluntad se ubican en el mismo campo semántico; reciprocidad aquí quiere decir simplemente recursividad: forzar al otro a actuar. La traducción entre lonko y mallku posibilitará el abordaje de las configuraciones sociopolíticas, resaltando y potenciando las diferentes perspectivas a las que aluden junto al espacio del equívoco que habitan. En cambio, las figuras machi y yatiri nos zambullirán en la espiritualidad amerindia, en las nociones de chamanismo y sacrificio, sus corolarios y rapsodias en torno a las formaciones estatales. Las pragmáticas intelectuales mapuche y aymara inscriben los conceptos antropológicos según un ejercicio permanente de descolonización del pensamiento, así como nos permiten vislumbrar virtualidades o potencialidades insospechadas de éste. El pueblo mapuche fue la resistencia que halló el Inka en los contornos meridionales del Qollasuyu y que también enfrentó la invasión española. La interconexión entre las sociedades andinas y mapuche se ejemplificará en dos situaciones concretas; la primera retratada en contextos coloniales, la segunda a caballo entre la república peruana y la chilena. Por un lado, la temprana importación colonial de tejidos andinos desde el altiplano para el uso de los habitantes de Arauco, se entrelazó con la incorporación del arte textil en la cultura mapuche y su enorme relevancia social durante el apogeo en el siglo XIX de poderosos caciques y sus decenas de mujeres (Aldunate 1996, Foerster y Gundermann 1996, Grebe 1998). Por el otro, finalizada la Guerra del Salitre, la mayor parte de las estancias de Isluga inscribió sus títulos de dominio entre 1888 y 1895 en el Conservador de Bienes Raíces de Pisagua; no obstante, en 1918 se realiza una “Presentación al Supremo Gobierno de la Comunidad de Santo Tomás de Isluga”, donde solicitan al Presidente de la República, a través del Gobernador Departamental, el establecimiento de los deslindes y títulos de la “comunidad”, apoyando su solicitud en la ley del 4 de diciembre de 1866 sobre tierras indígenas, que había sido dictada y operaba en la zona sur del país para la radicación de los mapuche. Esta petición nunca fue respondida por el gobierno chileno (González y Gundermann 2009). BIBLIOGRAFÍA CITADA Aldunate, C. 1996. “Mapuche: gente de la tierra”. En Etnografía, editado por J. Hidalgo et al., pp: 111‐134. Editorial Andrés Bello, Santiago. Esposito, R. 2003. Communitas. Origen y destino de la comunidad. Amorrortu Editores, Buenos Aires. Jornadas de Estudios Andinos 2012 21 Foerster, R. y H. Gundermann. 1996. “Religiosidad mapuche contemporánea”. En Etnografía, editado por J. Hidalgo et al., pp: 189‐240. Editorial Andrés Bello, Santiago. González H. y H. Gundermann. 2009. “Acceso a la propiedad de la tierra, comunidad e identidades colectivas entre los aymaras del norte de Chile” (1821‐1930). Revista Chungara Vol. 41 Nº 1: 51‐70. Universidad de Tarapacá, Arica. Grebe, E. 1998. Culturas indígenas de Chile. Pehuén Editores, Santiago. Martínez, G. 1989. Espacio y Pensamiento I, Editorial Hisbol, La Paz. van Kessel, J. 1992. Cuando arde el tiempo sagrado. Editorial Hisbol, La Paz. Viveiros de Castro, E. 2010. Metafísicas caníbales. Líneas de antropología postestructural. Katz Editores, Buenos Aires. M01‐12 RELACIONES ENTRE TIERRAS ALTAS Y BAJAS ALTOPERUANAS EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA: SANTA CRUZ DE LA SIERRA, 1810‐1816 MARTÍNEZ, CECILIA G. UBA – Universitat Jaume I, Castellón ceciliagmartinez@gmail.com El proceso de revolución y guerra de independencia en el Alto Perú suele ser identificado con los sucesos que tuvieron lugar en las tierras altas de esa región. La centralidad política y económica de la sierra en el período colonial contribuyó a ello, mientras que la condición marginal atribuida a las tierras bajas del actual territorio boliviano tuvo un correlato equivalente en la historiografía tradicional sobre la independencia boliviana. Sin embargo, los sucesos ocurridos en Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores en esa época nos permiten proponer que el espacio situado al este de los Andes Meridionales no resultó ajeno ni irrelevante al proceso en cuestión. El objetivo de este trabajo historiográfico sobre las relaciones entre las tierras altas y las tierras bajas del actual territorio boliviano en la guerra de independencia es identificar y analizar las circunstancias y los modos en que esas interacciones tuvieron lugar, a través del análisis de evidencia documental de carácter diverso: partes y documentos de guerra, memorias de oficiales, manifiestos y proclamas, entre otros. El trabajo abarca el período 1810‐1816 (desde la conformación de una Junta de Gobierno en Santa Cruz de la Sierra hasta la derrota de Ignacio Warnes y la restauración del poder virreinal peruano) por tratarse del momento de auge del enfrentamiento entre ejércitos regulares del Perú y Buenos Aires, circunstancia que consideramos que le imprimió un amplio dinamismo a la vinculación entre tierras bajas y altas. Se propone la idea de la permeabilidad del piedemonte andino teniendo en cuenta la concomitancia entre los procesos políticos y militares de ocurridos en la sierra y en el área cruceña. El nombramiento de Ignacio Warnes en la gobernación de Santa Cruz de la Sierra como representante de la Junta de Buenos Aires, la batalla de Florida de 1814, las operaciones de Warnes en la región chiquitana en 1815 y la disputa por el control de esta región entre realistas y revolucionarios que derivó en la restauración del poder virreinal del Perú en Santa Cruz con el gobernador Aguilera en 1816, son algunos ejemplos de las situaciones analizadas. Éstas nos permiten a su vez abordar la especificidad y relevancia del área cruceña en el contexto de la guerra y los elementos que la distinguen de la sierra. Por último, se propone que la incorporación de Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores al conflicto independentista no como excepcionalidad, sino como una circunstancia de intensificación de vinculaciones previamente existentes. Jornadas de Estudios Andinos 2012 22 FUENTES Archivo General de la Nación (Argentina). 1900. Partes oficiales y documentos relativos a la guerra de la independencia argentina. Buenos Aires: Penitenciaría nacional. Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Colección Fototeca. 1946. Ignacio Warnes. 1770‐1816. Kapelusz, Buenos Aires. García Camba, A. 1846. Memorias del General García Camba para la historia de las armas españolas en el Perú. 1809‐1821. Sociedad Tipográfica de Hortelano y Cia, Madrid. Honorable Senado de la Nación. 1963. Biblioteca de Mayo. Tomos XIV y XV. Guerra de independencia, Buenos Aires. Mendizábal, Francisco Xavier. 1997 [1824]. Guerra de la América del Sur. Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires. Paz, José María. 1957 [1855]. Memorias póstumas. Estrada, Buenos Aires. Roca, José Segundo. 1866. Apuntes póstumos: relación histórica de la primera campaña del general Arenales. Imprenta de Mayo, Buenos Aires. Sánchez de Velazco, Manuel 1938 [1848]. Memorias para la historia de Bolivia. Sucre: Ed. Charcas. Vespa Adomeit, Y. 2003. Ignacio Warnes y La Florida. s.e. Anexo documental, Santa Cruz de la Sierra. BIBLIOGRAFÍA GENERAL Cáceres, A. 1944. Primera campaña del General Arenales en el Valle Grande (Alto Perú). Biblioteca del Oficial, Buenos Aires. Chust Calero, M. et. al. 2008. Una independencia, muchos caminos. El caso de Bolivia. Universitat Jaume I, Castellón. Bidondo,E. A 1979. La guerra de la independencia en el Alto Perú. Círculo Militar, Buenos Aires. Mitre, B. 1968 [1859]. Historia de Belgrano y de la independencia argentina. Eudeba, Buenos Aires. Porcel, R. E. 2001. Biografías cruceñas: Ñuflo de Chaves, Ignacio Xavier Warnes Altamira, Buenos Aires Roca, J. L. 2002. El brigadier Francisco Xavier Aguilera, su gobierno en Santa Cruz, Chiquitos y Mojos (1817‐1825). Santa Cruz de la Sierra. Siles Salinas, J. 1992. Historia de la independencia de Bolivia. Mapfre, Madrid. M01‐13 EL REINO LUPAQA: ARTICULACION ENTRE TIERRAS ALTAS Y BAJAS SALLES, ESTELA CRISTINA Universidad Nacional de Lujan ecsalles@gmail.com NOEJOVICH, HÉCTOR OMAR Pontificia Universidad Católica del Perú hnoejov@pucp.edu.pe El reino Lupaqa, origen del repartimiento de Chucuito, que no tuvo encomendero alguno, fue tomado como ejemplo por Murra (1955, 1964, 1972) para su modelo de los pisos ecológicos. Jornadas de Estudios Andinos 2012 23 Pero tiene un antecedente en la evolución del eje Huari‐Tiahuanaco, posteriormente influenciado por la etnia aymara. El área en cuestión se centra, principalmente, en la vertiente occidental del lago Titicaca; ubicado entre 3.800/3.900 m.s.m. donde las pendientes son abruptas, generando, como mínimo tres regiones (Cf. Dollfuss, 1981): la Puna —a más de 3.500 m.s.m. —, la Quechua — entre 2.000/3.500 m.s.m— y la Yunga —debajo de los 2.000 m.s.m. — en distancias relativamente cortas.1 Esta vertiente occidental corresponden al desarrollo del trabajo por presentar, donde las investigaciones arqueológicas evidencian la influencia altiplánica en la costa occidental. Queda marcada en términos geopolíticos y geoeconómicos la evolución de las culturas preincaicas en el área, estableciendo una diferencia con las orientaciones de la etnografía argentina, que hace hincapié en las formaciones al sur del Titicaca (Tarragó 2006). Es importante, asimismo, la ubicación en los horizontes arqueológicos que se detallan en el Cuadro inserto a continuación. Cuadro Nº 1 2 : Los “Horizontes” en la cuenca del Titicaca PERIODOS CRONOLOGIA NORTE CENTRAL SUR 1600 Colonial temprano Colonial temprano Colonial temprano Colonial temprano 1500 Inca expansivo Inca expansivo Inca expansivo Inca expansivo 1400 1300 1200 Señoríos aymara Colla Lupaqa Pacajes 1100 1000 900 800 700 600 500 400 Tiwanaku expansivo Tiwanaku IV‐V Tiwanaku IV‐V Tiwanaku temprano 300 200 100 A. C/ D. C 100 Formativo tardío 200 Pucara 300 400 500 Chiripa Chiripa 600 700 800 900 1000 Formativo medio 1100 1200 1300 1400 1500 Formativo temprano 1 Por ejemplo, saliendo de Lima hacia el oriente, en 135 km se alcanzan los 4,765 m.s.m. 2 Fuentes: Bouysse‐ Cassagne 1978 ; Stanish, Cohen y Aldenderferr (Eds.) 2005; Lemus Aguirre 2006. Jornadas de Estudios Andinos 2012 24 En definitiva se trata de desarrollar la formación especial, a nuestro entender que tuvo el reino Lupaqa y que desembocó en la articulación entre la puna, la costa y la ceja de selva (Cf. Salles y Noejovich 2008), sin dejar de remarcar que, según la arqueología peruana, estaba en el centro de la articulación Huari‐Tiwanaku (Cf. Lumbreras 1974) BIBLIOGRAFÍA CITADA Bouysse‐Cassagne, T. 1978. “L’organisation de l’espace aymara”, Annales, Economies Société Civilisations, 33: 5‐6. Colin, Paris. Dollfuss, O. 1981. El reto del espacio andino. IEP, Lima. Lemus Aguirre, C. 2006. “Reconfiguración sociopolítica y redes de tráfico e intercambio durante el período Formativo en la cuenca del lago Titicaca”. En: Esferas de interacción prehistóricas y fronteras nacionales modernas : los Andes sur centrales, editado por Heather Lechtman, IEP, Lima; Institute of Andean Research, Nueva York. Lumbreras, L. G. 1974. “Los reinos post‐Tiwanaku en la meseta altiplánica”. Revista del Museo Nacional, XL. Lima. Murra, J. V. 1972. “El control vertical de un máximo de pisos ecológicos. En: Iñigo Ortiz de Zuñiga,]; Visita de la provincia de Leon de Huanuco en 1562. II, John V.Murra (Ed.). Universidad Herminio Valdizán, Huánuco. Murra, J. V. 1978 [1955]. La organización económica del Estado Inca. Siglo XXI, México. Murra, J.V. 1964 [1567]. “Una apreciación etnológica de la visita”. En: Diez de San Miguel, Visita a la Provincia de Chucuito. Salles, E. C. y H. O. Noejovich. “El reino Lupaqa y su área de influencia en el siglo XVI. En: Salles y Noejovich, La visita general y el proyecto de gobernabilidad del virrey Toledo. UNSMP‐ Instituto de Gobierno, Lima. Stanish, C., A. Cohen y Aldenderfer (Eds.) Advances in Titicaca Basin archaeology. UCLA, Los Angeles: 200. Tarragó, M. N. 2006. “Espacios surandinos y la circulación de bienes en época del Tiawanaku”. Esferas de interacción prehistóricas y fronteras nacionales modernas : los Andes sur centrales, editado por Heather Lechtman. IEP, Lima; Institute of Andean Research, Nueva York. M01‐14 ENTRE LOS ANDES Y LA AMAZONÍA: LA CONFORMACIÓN DE LAS MISIONES FRANCISCANAS DE APOLOBAMBA, SIGLO XVIII WASINGER ESPRO, JOSÉ IGNACIO FFyL UBA josewasinger@yahoo.com.ar En mi tesis de licenciatura (2012) sobre el pasaje de la economía moral al capitalismo entre el siglo XVIII al XIX en la región de Apolobamba, también conocida por Caupolicán, al norte de la actual república de Bolivia, estudié la conformación de las misiones franciscanas. Reconstruí las pautas de la política de las etnias indígenas hacia el mundo hispánico como una lógica dual, de alternancia cíclica de reciprocidad positiva y negativa a partir del entrecruzamiento de fuentes, mas estudios anteriores como los de Daniel Santamaría (2005, 2006 y 2008), Pablo Ibañez (2011), y las perspectivas teóricas de la antropología de Pierre Clastres (1978 y 1981), Dominique Temple y Mireille Chabal (2003). A partir de esto, surgieron algunas preguntas ¿Cómo frente a esta lógica dual indígena, los franciscanos pudieron establecer un sistema misional sin recurrir a la coerción armada? Y ¿Cómo las confederaciones, macro‐etnias de la Jornadas de Estudios Andinos 2012 25 región al cabo de un siglo desaparecieron fragmentándose en pequeños grupos étnicos vinculados con cada pueblo de las misiones? Los indígenas también generaron instancias de resistencia, las que se extremaron en una desobediencia general de las Misiones durante el contexto de la gran rebelión andina (1781), lo que remarca el nexo Andes y Amazonía. La poca historiografía existente sobre la región ha eludido la cuestión o negado los sucesos como en la principal obra historiográfica sobre la región del franciscano Nicolás Armentia (1903). Por ello, es un aporte fundamental para entender la relación Andes‐Amazonas responder a la pregunta de por qué estos indígenas de las misiones que aún no pagaban tributo ni diezmo, ni sufrían ninguna de las coerciones impuestas a los indios de los Andes, se sumaron a las rebeliones y recibieron algunos rebeldes andinos. Las dimensiones de la rebelión fueron modestas en relación a los acontecimientos andinos, pero esto no nos debe inhibir a analizar cuáles fueron las razones endógenas por las cuales los indígenas de las misiones se rebelaron. Entonces podemos preguntar ¿contra qué se rebelaron? ¿Cuál
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