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del Sistema Nacional de Salud. Volumen 35, Nº 3/2011 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AiNes en la práctica clínica: 
lo que hay que saber1 
Loza E. Unidad de Investigación, Sociedad Española de Reumatología, Madrid, España. 
RESUMEN 
El objetivo de este trabajo fue el de revisar los aspectos más relevantes en cuanto a la eficacia y seguridad del uso 
de los anti-inflamatorios no esteroideos (AINE). Los AINE son un grupo de fármacos muy utilizados en la práctica 
clínica habitual, con una gran variedad de indicaciones. Existen múltiples variaciones en cuanto a los perfiles de ries­
go de los pacientes y las diferencias que existen entre AINE obligan a individualizar su uso en función del tipo de 
patología de base, las características del paciente y la experiencia del médico. En general, los AINE deben utilizarse 
en ciclos cortos y a la dosis más bajas posibles, siempre dentro de su rango de eficacia, y vigilando de manera especí­
fica las complicaciones digestivas, cardiovasculares, renales, hepáticas y hematológicas. 
PALABRAS CLAVE: Anti-inflamatorios no esteroideos. Eficacia. Acontecimientos adversos. 
ABSTRACT 
The aim of this study was to review the most relevant issues related to the efficacy and safety of non-steroidal 
anti-inflammatory drugs (NSAID). In clinical practice NSID are widely used, and they have different Therapeutic 
indications. There is a great variability connected to the risk profiles of NSAID as well as the features of these drugs. 
Therefore the use of NSAID should be based on the disease, patients characteristics and physicians experience. 
In general, NSAID should be prescribed during short periods of time, using the lowest dose possible but within 
its effective range dose. Specifically digestive, cardiovascular, renal and hematological adverse events should be 
monitored as well. 
KEY WORDS: Non-steroidal anti-inflammatory. Efficacy. Adverses reactions. 
Inf Ter Sist Nac Salud 2011; 35: 88-95 
Introducción Señalar que los AINE se encuentran entre los fárma­
cos que más se consumen en cualquier parte del mundo 
Los anti-inflamatorios no esteroideos (AINE) son fárma- (1). El Informe Fármaco-Terapéutico del Sistema Nacio­
cos con una estructura química heterogénea que compar- nal de Salud de España de 2009, pone de manifiesto que 
ten actividad antipirética, antiinflamatoria y analgésica a los AINE en conjunto, ocupan un lugar destacado en las 
través de su capacidad para inhibir la producción de pros- ventas de medicamentos, con más de 40 millones de en­
taglandinas proinflamatorias. El término AINE incluye a vases vendidos, lo que representa más de 350 millones de 
los considerados AINE tradicionales (como el ibuprofe- euros sólo en el año 2009(2). 
no, naproxeno o diclofenco), a los inhibidores selectivos Las indicaciones aprobadas en ficha técnica para los 
de la ciclooxigenasa 2 (COX-2), también denominados AINE son muy variadas(3), desde el dolor de origen mus-
COXIB, y al ácido acetilsalicílico (Ácido Acetil Salicílico culoesquelético o neurológico hasta la dismenorrea. Esto 
(AAS). hace que la población diana a la que se puede prescribir 
Los AINE disponibles en el mercado inhiben la ac- estos fármacos sea amplia y muy heterogénea. Por otro 
tividad tanto de la ciclooxigenasa-1 (COX-1) como a la lado, su perfil de seguridad es en general bien conocido, 
COX-2 y, por lo tanto, la síntesis de prostaglandinas y aunque algunos acontecimientos adversos relacionados 
tromboxanos. Se piensa que es la inhibición de la COX-2 con los AINE como el riesgo de hemorragia digestiva, 
la que en parte conlleva la acción antiinflamatoria, anal- más que otros. 
gésica y antipirética de los AINE, sin embargo, aquellos El objetivo del presente documento es analizar aque­
que simultáneamente inhiben a la COX-1 tienen la capa- llos aspectos relacionados con la eficacia y sobre todo con 
cidad de causar hemorragias digestivas y úlceras, y entre la seguridad del uso de AINE que puedan crear dudas o 
ellos en especial el ácido acetil salicílico (AAS). problemas en la práctica clínica habitual. 
(1) Este trabajo está basado (en parte) en el documento consenso “Uso Apropiado de los Anti-Inflamatorios No Esteroideos en Reumatología:
 
Documento de Consenso de la Sociedad Española de Reumatología y el Colegio Mexicano de Reumatología”.
 
Las tablas son de elaboración propia
 
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Eficacia
 
General 
Los AINE en general pueden recomendarse para tratar 
el dolor y la inflamación (consultar fichas técnicas de los 
medicamentos). Además, en este sentido numerosos es­
tudios avalan la eficacia de estos medicamentos en todos 
los rangos de edad para dichas patologías. Sin embargo, 
en base a la percepción en la práctica clínica y a lo pu­
blicado(4, 5), parece que la respuesta a los AINE varía de 
unos individuos a otros, lo que hace que la indicación y 
evaluación de la respuesta a estos medicamentos deba 
individualizarse. Y una cosa está clara, no es en absoluto 
recomendable usar dos o más AINE de manera simultá­
nea, ya que el uso concomitante no incrementa la eficacia 
y en cambio aumenta la toxicidad(6). 
En relación de nuevo con la eficacia, ningún AINE ha 
demostrado ser superior a otro(7). Esto también significa 
que la eficacia de los AINE tradicionales es semejante a 
la de los COXIB. Por ello, la elección de un medicamento 
u otro dependerá fundamentalmente de las característi­
cas del paciente, del perfil del AINE y de la experiencia 
del médico con el uso de los mismos. 
Vía de administración 
Por otro lado, en cuanto a las vías de administración de 
los AINE, hay evidencia de que son más eficaces cuan­
do se administran por vía oral que cuando se utiliza la 
vía tópica(8). Señalar también que su toxicidad cuando se 
emplean por vía rectal, intramuscular o intravenosa es si­
milar a la que ocurre cuando se administran por vía oral, 
hecho importante en pacientes con riesgo de aconteci­
mientos adversos de origen digestivo (consultar sección 
de seguridad). 
Características de la 
enfermedad subyacente 
En procesos agudos es aconsejable utilizar los AINE 
durante el menor tiempo posible y a la dosis tolerada 
suficiente para ser eficaz. No es infrecuente encontrar 
pacientes en los que se ha presupuesto un fallo terapéu­
tico a un AINE y luego encontrar respuesta una vez que 
se aumentó la dosis ya que ésta estaba por debajo de la 
recomendada. Teniendo en cuenta el riesgo de aconteci­
mientos adversos asociados a estos fármacos, de forma 
individualizada se puede considerar la prescripción de 
un AINE a dosis bajas. Sin embargo, antes de considerar 
fallo terapéutico, hay que prescribir dicho medicamento 
a dosis plenas, si no hay contraindicación o intolerancia. 
Independientemente de todo lo anteriormente expuesto, 
hay que intentar buscar la dosis mínima eficaz y pautar el 
AINE durante el menor tiempo posible. 
En los procesos crónicos, los AINE se deben utilizar 
a la dosis mínima necesaria para mantener respuesta clí­
nica favorable, evaluando siempre los factores de riesgo 
de acontecimientos adversos y monitorizando su posible 
aparición.Además, se debe reevaluar la indicación de uso 
de AINE de forma periódica en función de la respuesta 
clínica del paciente y los acontecimientos adversos. 
Por otro lado, en los procesos de características mecá­
nicas como la artrosis, se deben valorar otros tratamien­
tos como el ejercicio, rehabilitación, y la prescripción de 
otros grupos farmacológicos como los analgésicos y los 
SYSADOA (fármacos de acción lenta) para minimizar 
el uso de AINE. Cabe señalar también que la punción 
articular con infiltración con corticoides o el ácido hia­
lurónico son otras de las medidas que se recomiendan 
como sustituto de AINE enel tratamiento de enferme­
dades como la artrosis de rodilla o inflamación de tejidos 
blandos(9), (figura 1). 
Seguridad 
Como cualquier medicamento, los AINE no están exen­
tos de acontecimientos adversos, siendo los de origen 
gastrointestinal, cardiovascular y renal los más frecuentes 
y/o potencialmente graves. A continuación los describi­
mos y emitimos una serie de recomendaciones al respec­
to, (figura 1). 
Seguridad gastrointestinal 
En lo que respecta al riesgo gastrointestinal, es importan­
te tener en cuenta que muchos de los pacientes a los que 
en la práctica diaria vamos a prescribir un AINE proba­
blemente tengan más de un factor de riesgo gastrointes­
tinal. En este sentido, además de la edad y el uso conco­
mitante de otros fármacos gastroerosivos, se asume que a 
mayor duración del tratamiento, el periodo de exposición 
aumenta y con lo que el riesgo de desarrollar un aconte­
cimiento adverso gastrointestinal es mayor. 
Es por ello conveniente estratificar el riesgo gastroin­
testinal previo a la indicación de un AINE. Para ello, en 
la tabla I mostramos los factores de riesgo más relevantes 
así como los distintos perfiles de riesgo (alto, medio, bajo). 
En relación al riesgo gastrointestinal (sin incluir riesgo 
en tracto intestinal bajo), son factores de riesgo a tener 
muy presente la edad avanzada, el antecedente de ulcus, 
el uso de anticoagulación, el uso concomitante de 2 o más 
AINE así como su dosis y duración del tratamiento. 
Una vez estimado el perfil de riesgo gastrointestinal 
potencial del paciente, y tal y como se muestra en la tabla 
II y figura 1, en pacientes con alto riesgo, se debe evitar en 
la medida de lo posible el uso de AINE, y en caso de ser 
necesario, se recomienda utilizar un COXIB junto con 
un inhibidor de la bomba de protones (IBP). En pacien­
tes con riesgo gastrointestinal medio se pueden usar los 
COXIB solos o los AINE tradicionales + IBP con igual 
seguridad. En estos casos, es importante individualizar el 
empleo de los IBP teniendo en cuenta la relación cos­
to-efectividad de su uso. Y finalmente, en pacientes con 
riesgo gastrointestinal bajo, los IBP se pueden utilizar en 
el caso de que el paciente presente dispepsia asociada al 
AINE. Por los mismos motivos anteriormente expuestos 
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se debe individualizar el uso de IBP en este perfil de ries­
go bajo. También señalar que en general se acepta que la 
erradicación de Helicobacter Pylori no elimina la necesi­
dad de IBP en el paciente de riesgo. 
Por otro lado, se ha visto que la aparición de aconte­
cimientos adversos gastrointestinales en niños es similar 
a la encontrada en adultos, siendo parecida con todos los 
AINE salvo la aspirina, que presenta un mayor riesgo. 
Figura 1. Recomendaciones generales de uso de los AINE 
Seguridad cardiovascular 
Al igual que con el riesgo gastrointestinal, es necesario 
realizar una estimación del riesgo cardiovascular (aconte­
cimiento adverso de origen isquémico) de cada paciente 
(ver tabla I) y tener en cuenta que, a mayor duración del 
tratamiento, y a mayor dosis del AINE, el riesgo se incre­
menta. La probabilidad de que ocurra un nuevo evento 
Proceso 
agudo 
Proceso 
crónico 
AINE durante el menor tiempo posible a 
la dosis máxima tolerada suficiente para 
ser eficaz 
AINE a la dosis mínima eficaz evaluando 
factores de riesgo de acontecimientos 
adversos y monitorizando su posible 
aparición 
Factores 
de riesgo 
cardiovascular 
Factores de 
riesgo renal 
¿Se trata de 
un proceso 
agudo o 
crónico? 
Paciente 
con 
dolor o 
inflamación 
¿Tiene el paciente 
factores de riesgo de 
toxicidad 
Factores 
de riesgo 
gastrointestinal 
Riesgo 
ALTO 
Riesgo 
INTERMEDIO 
Riesgo 
BAJO 
¿Es totalmente 
necesario 
utilizar AINE? 
No 
Si 
Evitar 
Coxib + IBP 
Coxib 
AINE + IBP 
¿Dispepsia? 
Si 
No 
AINE + IBP 
AINE 
Factores de riesgo 
en general 
Riesgo ALTO 
Riesgo BAJO 
Riesgo MEDIO 
Evitar 
Dosis mínimas durante el 
menor tiempo posible 
AINE 
Insuficiencia 
cardiaca o edemas 
Anticoagulados 
Hipertensión 
Evitar o monitorizar 
Evitar o monitorizar 
Evitar a favor de 
medidas no farmacológicas 
Evitar 
Monitorizar hemograma 
Precaución 
¿Tiene alguna alteración hemática? 
¿Es asmático o alérgico o con 
antecedentes de hipersensibilidad 
Factores de 
riesgo hepático 
Grado de insuficiencia 
hepática 
Contraindicados 
ALTO 
INTERMEDIO 
minima dosis menor 
tiempo posible + 
monitorizando enzimas 
hepáticas 
Evitar el uso de AINE 
Usar AINE con precauciones 
adicionales o monitorización 
estrecha 
Uso de AINE recomendado 
Situaciones 
especiales 
Antiagregar 
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del Sistema Nacional de Salud. Volumen 35, Nº 3/2011 
Tabla I. Principales acontecimientos adversos, factores y perfiles de riesgo con el uso de AINE 
Acontecimiento 
adverso 
FACTOR dE RIESGO PERFIL dE RIESGO 
Gastrointestinal 
Cardiovascular 
Renal 
Hepática − Cirrosis hepática 
− Alcoholismo 
− Uso concomitante fármacos hepatotóxicos 
− Historia de úlcera péptica o gastroduodenal 
complicada 
− Uso de anticoagulantes 
− Historia de úlcera péptica o gastroduodenal no 
complicada 
− Edad superior a 65 años 
− Uso concomitante de más de un AINE 
(incluyendo AAS como antiagregante) 
− Tratamiento con dosis altas de AINE y duración 
prolongada del tratamiento con AINE 
− Factores de riesgo: 
• Historia previa de eventos 
cardiovasculares 
• Diabetes mellitus 
• Tabaquismo 
• Hipertensión 
• Hipercolesterolemia / dislipemia 
− Factores asociados o modificadores: sexo 
masculino edad mayor de 60 años, lupus 
eritematoso sistémico o artritis reumatoide 
activos 
− Insuficiencia renal 
− Enfermedad arteriosclerótica renal 
− Diabetes mellitus 
− Depleción de volumen 
− Edad por encima de 60 años 
− Uso concomitante de diuréticos 
− Cirrosis hepática 
− Riesgo gastrointestinal alto: 
• Historia de úlcera complicada 
• o empleo de anticoagulantes 
• o combinación de dos o más de los 
factores de riesgo restantes. 
− Riesgo gastrointestinal medio 
•	­ Pacientes ni anticoagulados, ni con historia 
de úlcera complicada, pero que presentan
 algún factor de riesgo aislado. 
− Riesgo gastrointestinal bajo 
•	­ Pacientes sin factores de riesgo. 
− Riesgo cardiovascular alto 
• Pacientes con historia previa de evento
 cardiovascular 
• o diabéticos 
• o con niveles muy altos de algún factor de
 riesgo, sobre todo en presencia de 
factores asociados o modificadores 
• o con más de un factor de riesgo, sobre
 todo en presencia de factores asociados 
o modificadores 
− Riesgo cardiovascular medio 
• Pacientes con un sólo factor de riesgo 
– salvo las situaciones definidas arriba 
como riesgo alto–, sobre todo en presencia
 de factores asociados 
− Riesgo cardiovascular bajo 
• Pacientes sin factores de riesgo 
Abreviaturas: AINE = antiinflamatorio no esteroideo; AAS = ácido acetil salicílico 
Tabla II. Recomendaciones sobre el uso de AINE en función del riesgo gastrointestinal 
Se debe evaluar el perfil gastrointestinal basal de riesgo del paciente y del AINE a utilizar, de tal manera que: 
•	­ en pacientes con alto riesgo gastrointestinal, se debe evitar en la medida de lo posible el uso de AINE tradicional y en caso de ser 
necesario utilizarlos se recomienda usar un COXIB + IBP 
•	­ en pacientes con riesgo gastrointestinal medio se pueden usar COXIB solos o AINE tradicionales + IBP con igual seguridad 
•	­ en pacientes con riesgo gastrointestinal bajo, se deben usar IBP en el caso de que presenten dispepsia asociada a AINE 
tradicional
­
Abreviaturas: AINE = antiinflamatorio no esteroideo; COXIB = inhibidores de la ciclooxigenasa 2; IBP = inhibidor de la bomba de protones 
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Tabla III. Recomendaciones sobre el uso de AINE en función del riesgo cardiovascular 
Se debe evaluar el perfil basal de riesgo cardiovascular del paciente y del AINE a utilizar, teniendo en cuenta que los factores 
fundamentales son el tiempo y la dosis y de tal manera que: 
• en pacientes con riesgo cardiovascular alto se debe evitar el uso de AINE. Excepcionalmente pueden utilizarse por un tiempo 
limitado y a la menor dosis posible 
• en pacientes con riesgo cardiovascular intermedio pueden utilizarse AINE a dosis bajas durante el menor tiempo posible 
• en pacientes con riesgo cardiovascular bajo se deben seguir las recomendaciones generales para el uso de AINE 
Abreviatura: AINE = antiinflamatorio no esteroideo 
cardiovascular o del agravamiento de uno previo aumen­
ta de modo significativo en los pacientes con alto riesgo 
cardiovascular, por lo que es preferible el uso de alterna­
tivas terapéuticas diferentes a los AINE (analgésicos tipo 
paracetamol, ejercicio, etc.). Además, de acuerdo con las 
guías de manejo de prevención de riesgo cardiovascular, 
todos los pacientes con riesgo cardiovascular alto reciben 
antiagregantes plaquetarios(10). Dado que ningún AINE 
iguala el efecto antiagregante del ácido acetil salicílico 
o antiagregante equivalente, en los pacientes que tienen 
indicación de antiagregación plaquetaria, ésta no deberá 
suspenderse por la administración concomitante de al­
gún anti-inflamatorio. 
Una vez evaluado el perfil basal de riesgo cardiovas­
cular del paciente y del AINE, y teniendo además en 
cuenta el tiempo y la dosis del fármaco, en pacientes con 
riesgo cardiovascular alto se recomienda evitar el uso de 
AINE (consultar la tabla III y figura 1). Excepcional­
mente pueden utilizarse por un tiempo limitado y a la 
menor dosis posible. A continuación, en pacientes con 
riesgo cardiovascular intermedio se pueden prescribir 
AINE a dosis bajas también durante el menor tiempo 
posible. Y finalmente, los pacientes con riesgo cardiovas­
cular bajo seguirán las recomendaciones generales para 
los AINE. 
Por otro lado, es bien conocido que el riesgo cardio­
vascular de los COXIB frente a placebo planteó serias 
dudas sobre la seguridad cardiovascular de los AINE tra­
dicionales. A día de hoy se reconoce que los COXIB tie­
nen un riesgo cardiovascular mayor cuando se comparan 
con placebo, pero su perfil de riesgo cardiovascular pare­
ce ser muy similar al de diclofenaco(11), lo que hace que 
en principio los AINE tradicionales no estén exentos de 
riesgo cardiovascular. Existe alguna evidencia aislada de 
que el perfil cardiovascular del naproxeno podría ser más 
beneficioso que el de otros AINE(12), aunque no está del 
todo clara. Indicar que apenas hay evidencia disponible 
sobre la toxicidad cardiovascular (de origen isquémico) 
de los AINE en niños. Aunque la edad, en ausencia de 
factores de riesgo, no parece aumentar el riesgo cardio­
vascular de los AINE(13). 
En pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, 
edema o hipertensión arterial no controlada, se deberán 
restringirse los AINE. La hipertensión arterial aislada no 
es una contraindicación de AINE aunque es obligado su 
control durante el tratamiento. En estos casos, muy comu­
nes en la práctica clínica diaria, previamente habrá que 
definir el perfil de riesgo cardiovascular y aplicar las reco­
mendaciones pertinentes según dicho riesgo. Cuando hay 
además alguna de estas patologías, se recomienda valorar 
cuidadosamente la indicación, evitar el uso de AINE en 
la medida de lo posible, usar la dosis más baja durante el 
menor tiempo y establecer las medidas de vigilancia que 
se consideren oportunas. 
Por otro lado, en los pacientes anticoagulados se acon­
seja restringir el uso de AINE.Así, es preferible como pri­
mera elección el uso de medidas no farmacológicas tales 
como el reposo, bajar peso, el uso de bastón, la rehabi­
litación, el paracetamol o la codeína (en casos de dolor 
intenso o refractario). 
Señalar que la asociación entre anticoagulación o 
antiagregación y AINE incrementa el riesgo de acon­
tecimiento adverso gastrointestinal y el de sangrado en 
general. Además, los pacientes anticoagulados suelen te­
ner un perfil de riesgo cardiovascular elevado. Teniendo 
en cuenta que en la práctica clínica nos enfrentamos con 
muchos pacientes en esta situación, pueden existir dudas 
sobre cuál es el mejor AINE a emplear. Se han publicado 
distintos estudios que han observado cierta seguridad con 
el empleo de inhibidores selectivos de COX-2 en dichas 
circunstancias(14). A pesar de ello, se debe individualizar 
su uso y mantener una monitorización estrecha. 
Seguridad renal y de otro origen 
En principio, a los pacientes con riesgo renal se les debería 
restringir el uso de AINE. Señalar que entre los pacientes 
con insuficiencia renal subaguda, se estima que aproxima­
damente un 8% lo está como resultado de la toxicidad 
renal de los AINE(15). Hasta la fecha no disponemos de 
evidencia suficiente para saber si un AINE o COX-2 tie­
ne mejor perfil de riesgo de acontecimiento adverso renal 
que el resto. Por ello, en general, en pacientes con riesgo 
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renal se sugiere prudencia a la hora de prescribir tanto un 
AINE convencional como un inhibidor de la COX-2, y 
siempre una monitorización estrecha de los mismos. (La 
tabla I y figura 1). 
Por otro lado, en pacientes con enfermedad hepática, 
los AINE deben ser utilizados a la dosis mínima necesa­
ria durante el menor tiempo posible y monitorizando los 
niveles de las transaminasas. Recordar que en pacientes 
con insuficiencia hepática grave el uso de AINE está con­
traindicado. 
En pacientes con antecedentes de hipersensibilidad 
a AINE, eritema multiforme, urticaria, antecedentes de 
Síndrome de Stevens-Johnson o fotosensibilidad, se debe 
tener mucha precaución antes de prescribir un AINE. El 
uso de los AINE en estos pacientes se debe individuali­
zar. No existe evidencia clara sobre qué hacer en el caso 
de administración de AINE a pacientes con estados de 
hipersensibilidad previos, de tal modo que no se pueden 
establecer recomendaciones precisas, sino generales. En 
base a esto, se recomienda extremar las precauciones en 
el uso de AINE en pacientes asmáticos. Así se sugiere in­
dividualizar el uso de AINE en estos casos y en los que fi­
nalmente se utilicen realizar una monitorización estrecha. 
Si existen antecedentes de alergia demostrada y espe­
cífica a AINE tradicionales o al ácido acetilsalicílico, se 
debe tener en cuenta que hay evidencia, aunque contra­
dictoria, de reacción cruzada con otros AINE. Por ello de 
nuevo se recomienda individualizar el uso de AINE en 
estos casos y en los que se prescriba realizar una monito­
rización estrecha. 
Por otro lado, en pacientes con trastornos hematoló­
gicos como la anemia o leucopenia, los AINE deben ser 
utilizados a la dosis mínima necesaria durante el menor 
tiempo posible y monitorizar los recuentos celulares de 
forma periódica. 
Finalmente, recordar que en enfermos con lupus erite­
matoso sistémico, se han comunicado casos de meningitis 
aséptica asociadas al uso de ibuprofeno, aunque también 
con el uso de otros AINE(16). La presentación clásica de 
la meningitis aséptica inducida por AINE incluye fiebre, 
cefalea y rigidez de nuca, que aparecen desde pocos mi­
nutos hasta varias horas después de la ingesta del fárma­
co. Por ello, en pacientes con lupus se deberá tener en 
cuenta la posibilidad de aparición de este acontecimiento 
adverso. 
Uso en ancianos 
Los ancianos (definidos como mayores de 65 años), son 
un grupo de población en el que los AINE se pueden 
prescribir por diferentes motivos como el dolor e infla­
mación de origen musculoesquelético o la cefalea,de 
forma aguda o más continua en el tiempo. Pero, por otro 
lado, los ancianos parecen ser más susceptibles a desa­
rrollar acontecimientos adversos relacionados con el uso 
de AINE, sobretodo cuando su uso es más continuado, 
y especialmente acontecimientos adversos de origen di­
gestivo. De hecho, algunos estudios han puesto de mani­
fiesto que estos pacientes tienen un riesgo 5 veces mayor 
de toxicidad gastrointestinal. Múltiples factores parecen 
estar implicados: el daño directo en la mucosa digestiva, 
la inhibición de prostaglandinas protectoras endógenas, 
el aumento del tiempo de hemorragia y la posible dis­
minución de la capacidad de eliminación de estos fárma­
cos que produciría mayores concentraciones sanguíneas. 
Pero además, y en probable relación con la inhibición de 
prostaglandinas, se han descrito alteraciones en la fun­
ción renal que pueden causar importantes cambios en el 
filtrado glomerular y en la presión arterial, y en pacientes 
con disfunción ventricular, un mayor riesgo de desarro­
llar insuficiencia cardíaca congestiva(17, 18). A esto habría 
que añadir la polimedicación de muchos de estos pacien­
tes y la posibilidad de interacciones. 
Recientemente una revisión sistemática(19) ha puesto 
de manifiesto que en cuanto a la eficacia, hay datos que 
apoyan el uso de los AINE para el dolor e inflamación 
de origen musculoesquelético en los pacientes mayores 
de 65 años, aunque hasta la fecha es imposible asegurar 
que uno sea claramente superior a otro. También se han 
mostrado eficaces para el tratamiento de otras patolo­
gías como la migraña o la cefalea(20). Pero también se ha 
puesto de manifiesto que los ancianos tienen más riesgo 
de desarrollar acontecimientos adversos graves especial­
mente de origen gastrointestinal (hospitalización o muer­
te, hemorragia digestiva, ulcus u obstrucción digestiva). 
Por último, señalar que el uso de protectores gástricos se 
asocia a reducción del riesgo de ulcus gastroduodenal en 
este grupo de población. 
En conclusión, los AINE son eficaces en los ancianos 
para el tratamiento de diversas patologías, si bien el ries­
go de acontecimiento adverso grave es mayor, por lo que 
sería recomendable, por un lado, el uso de gastroprotec­
tores siempre que se utilicen, además de individualizar en 
cada caso el uso de los AINE, ya que hay otras alternati­
vas de tratamiento del dolor o la inflamación muy seguras 
y eficaces, como los analgésicos o los esteroides a dosis 
bajas. 
Uso durante el embarazo 
Se ha documentado que el uso de AINE al final del em­
barazo puede tener como efecto el cierre prematuro del 
ductus arterioso(21), producir oligohidramnios y anuria 
neonatal(22). Debido a estos efectos, no está indicado el 
uso de AINE en el tercer trimestre del embarazo. Sin em­
bargo, se sabe poco acerca de los posibles efectos terato­
génicos y si el beneficio de su uso en el primer trimestre 
supera los riesgos. En este sentido, una revisión sistemá­
tica(23) ha mostrado que, aunque no existe una asociación 
estadística clara (probablemente debida al escaso núme­
ro de pacientes estudiadas, heterogeneidad de los diseños, 
etc.), si se han dado casos de malformaciones cardíacas, 
defectos orofaciales, gastrosquisis y abortos espontáneos. 
Ante la falta de datos más concluyentes, se debería res­
tringir el uso de AINE durante todo el embarazo. 
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Uso concomitante con fármacos 
hipoglucemiantes 
En relación con los aconteciminetos adversos menos fre­
cuentes o menos estudiados relacionados con los AINE, 
en la literatura médica y algunos estudios de farmacoci­
nética se señala la posibilidad de aparición de hipoglu­
cemias graves por el uso de AINE en sujetos que se en­
cuentran en tratamiento con hipoglucemiantes, e incluso 
se han descrito casos de insuficiencia renal aguda y aci­
dosis láctica. De nuevo, una revisión sistemática(24) estu­
dió el efecto de los AINE en la población diabética. Esta 
incluyó 199 pacientes, la mayoría jóvenes o de mediana 
edad, sin enfermedades graves concomitantes. Los AINE 
y los fármacos hipoglucemiantes estudiados fueron diver­
sos: antidiabéticos orales (ADO) e insulinas, así como las 
dosis prescritas. Señalar que no se evidenciaron proble­
mas en el control glucémico o en la función renal. Sólo un 
estudio describió que el uso de fenilbutazona con ADO 
produjo una reducción significativa de las glucemias ba­
sales (que no fueron clínicamente importantes). Tampo­
co se ha puesto de manifiesto que se produjera mayor 
número de otros eventos adversos graves. Sólo en otro 
estudio el uso de ibuprofeno se asoció a mayor número 
de eventos adversos gastrointestinales, pero fueron leves. 
En resumen, no se ha encontrado evidencia suficiente 
que contraindique el uso concomitante de AINE y fár­
macos hipoglucemiantes (ADO o insulina). 
Uso concomitante con glucocorticoides 
Otro de los posibles acontecimientos adversos (gastroin­
testinales) menos conocido es el que se pueda derivar del 
uso concomitante de glucocorticoides y AINE. Esta hi­
pótesis surge de estudios que han tratado de analizar el 
efecto gastroerosivo de los glucocorticoides, aunque en 
este caso su riesgo resulta controvertido. Según algunas 
publicaciones, los glucocorticoides orales aumentarían 
al doble el riesgo de complicaciones gastrointestinales, 
efecto que, además, dependería de la dosis. Sin embargo, 
insistimos esta suposición no ha sido debidamente com­
probada.Aún así, y en el supuesto que fuera cierta, su uso 
concomitante con AINE claramente podría aumentar el 
riego de acontecimientos adversos gastrointestinales. 
A este respecto, en una revisión sistemática(25) que 
incluyó 10 estudios se ha visto que la incidencia general 
de acontecimientos adversos gastrointestinales graves 
(sangrado, perforación, etc.) que pudieran contraindicar 
el uso combinado de ambos medicamentos es baja. Ade­
más, los resultados de los estudios incluidos indican que 
la combinación no incrementa el riesgo de acontecimien­
tos adversos gastrointestinales (tanto graves como otros 
como la dispepsia leve o las náuseas) u otros (trastornos 
del sistema nervioso central o dolor torácico) en compa­
ración con el uso de los AINE sin glucocorticoides. 
En resumen, no se ha encontrado evidencia suficiente 
que contraindique el uso concomitante de AINE y glu­
cocorticoides. 
Conclusiones del autor 
Los AINE son fármacos recomendables para el trata­
miento del dolor y la inflamación en diferentes enferme­
dades, ya que se ha visto que pueden ser muy eficaces. Las 
múltiples variaciones en los perfiles de riesgo de los pa­
cientes y las diferencias que existen entre moléculas obli­
gan a individualizar su uso en función del tipo de proceso 
para el que se utilicen y las características del paciente. 
Los AINE deben utilizarse, en la medida que la patología 
de base lo permita, en ciclos cortos de tratamiento y a 
las dosis más bajas posibles, siempre dentro de su rango 
de eficacia, y vigilando de manera específica las compli­
caciones digestivas, cardiovasculares, renales, hepáticas y 
hematológicas. 
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