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Embarazo, parto y puerperio Principales complicaciones vlad Typewriter www.rinconmedico.org http://www.rinconmedico.org AUTORES Juan Vázquez Cabrera. Doctor en Medicina. Profesor Titular y Consultante. Maestro de la Ginecobstetricia Latinoamericana. COLABORADORES Viviana Sáez Cantero. Profesora Auxiliar y Especialista de II Grado. Alejandro Velazco Boza. Máster en Ciencias. Profesor Auxiliar y Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Guillermo Sixto Bustelo. Máster en Ciencias. Profesor Auxiliar y Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Juan Carlos Vázquez Niebla. Máster en Ciencias. Profesor Asistente y Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Victoria Migueliebna Esteva Sergueiva. Especilista de I Grado en Anestesiología y Reanimación. Diplomado en Terapia Intensiva. Luis Miguel Menéndez Vargas. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Alfredo Laffita Batista. Máster en Ciencias. Profesor Asistente y Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Jesús Pérez Contreras. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Jeddú Cruz Hernández. Máster en Ciencias. Profesor Auxiliar y Especialista de I Grado en MGI y Endocrinología. Adrián Grela Martínez. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia Gertrudis Rimbau Torres. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Ariana M. Isla Valdés. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Felicia Fernández Olivares. Especialista de I Grado en Ginecobstetricia. José Juan Millones Tapia. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Fernando Ibáñez Cayon. Máster en Ciencias. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia. Elena Guerra Chang. Especialista de I Grado en Ginecología y Obstetricia Pedro A. Román Rubio. Especialista de I Grado en Cardiología y MGI. Magela Zicavo Vázquez. Bachiller en Ciencias y Humanidades. Técnico Medio en Informática. Carlos Eric Daudinot Cos. Máster en Ciencias. Profesor Instructor. Embarazo, parto y puerperio Principales complicaciones La Habana, 2010 Juan Vázquez Cabrera Doctor en Medicina Profesor Titular y Consultante Maestro Latinoamericano de Obstetricia y Ginecología vlad Typewriter www.rinconmedico.org http://www.rinconmedico.org Edición: Lic. María Luisa Acosta Hernández Diseño de cubierta: D.I. Meylín Sisniega Lorigados Corrección: Natacha Fajardo Álvarez Realización: Elvira M. Corzo Emplane digitalizado: Idalmis Valdés Herrera © Juan Vázquez Cabrera, 2009 © Sobre la presente edición: Editorial Ciencias Médicas, 2009 ISBN 978-959-212-562-9 Editorial Ciencias Médicas Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas Calle 23, No. 177, entre N y O, El Vedado, Edificio Soto Ciudad de La Habana, 10400, Cuba Correo Electrónico: ecimed@infomed.sld.cu Teléfonos: 832-5338 y 838-3377 Catalogación Editorial Ciencias Médicas Vázquez Cabrera; Juan. Embarazo, parto y puerperio. Principales complicaciones / Juan Vázquez Cabrera. -La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2009. 298 p.: gráf., il., tab. 1. Complicaciones del Embarazo 2. Complicaciones del Trabajo de Parto 3. Periodo de Posparto WQ 240 A mi esposa Esther, por su paciencia y tolerancia sin límites; a mis hijos, mi nuera, mi yerno y mis tres nietos, en especial a mi nieta Magela por su gran ayuda en la mecanografía y la revisión de este libro. A las mujeres cubanas, a quienes he dedicado todo el esfuerzo de mi vida. A la Salud Pública de Cuba, ejemplo para las naciones en vías de de- sarrollo. Un agradecimiento especial a mis abnegados hermanos de la Ginecología y la Obstetricia, que trabajan con amor y fervor infinito a lo largo y an- cho de mi amada Patria. Para todos mis cariño, afecto y consideración. Agradecimientos vlad Typewriter www.rinconmedico.org http://www.rinconmedico.org Contenido Prólogo / XVII Introducción / 1 CAPÍTULO 1 Hemorragias. Primera mitad del embarazo / 7 Aborto / 7 Diagnóstico clínico y diferencial / 7 Formas clínicas / 8 Formas clínicas y conductas recomendadas / 9 Misoprostol. Su uso en el aborto terapéutico / 10 Aborto. Un problema de salud / 12 Bases fisiológicas para utilizar medicamentos interruptores del embarazo / 13 Acciones farmacológicas de las prostaglandinas en el aparato reproductor / 14 Complicaciones del aborto medicamentoso / 16 Tratamiento del aborto terapéutico con misoprostol / 17 Embarazo ectópico / 18 Concepto / 18 Grupos de riesgo / 19 Embarazo ectópico complicado / 19 Pacientes con aparente estabilidad hemodinámica / 20 Pacientes con signos de descompensación / 20 Cuadro clínico / 21 Síntomas de embarazo ectópico abdominal / 21 Evolución del embarazo ectópico / 22 Algunas consideraciones finales / 27 Enfermedad Trofoblástica Gestacional / 32 Frecuencia / 33 Síntomas y signos / 33 Tratamiento / 35 Clasificación clínica de la neoplasia trofoblástica gestacional / 36 Algunas consideraciones previas al inicio del tratamiento / 37 Tratamiento de la neoplasia trofoblástica gestacional no metastásica / 38 Tratamiento de la neoplasia trofoblástica gestacional con metástasis / 39 Tratamiento quirúrgico (histerectomía) / 40 CAPÍTULO 2 Hemorragias. Segunda mitad del embarazo / 46 Inserción baja placentaria o placenta previa / 46 Formas clínicas / 47 Cuadro clínico / 47 Mecanismo de producción de la hemorragia / 48 Diagnóstico / 49 Tratamiento / 50 Profilaxis del síndrome neonatal de dificultad respiratoria / 50 Método de Puzós Pinard / 51 Proceder obstétrico / 51 Desprendimiento prematuro de la placenta o hematoma retroplacentario / 52 Epidemiología / 52 Etiopatogenia / 53 Complicaciones / 56 Diagnóstico / 58 Diagnóstico diferencial / 59 Tratamiento / 59 Grado de afectación materna / 60 Determinación del estado fetal / 61 Vía de la interrupción / 62 Reposición de las pérdidas / 62 Aspectos controvertidos / 63 Pronóstico / 63 Rotura uterina / 63 Frecuencia / 63 Clasificación de la rotura uterina durante el embarazo / 64 Diagnóstico / 65 Cuadro clínico / 66 Profilaxis de la rotura uterina / 68 Algunas particularidades del diagnóstico precoz / 68 Tratamiento obstétrico / 69 CAPÍTULO 3 Hemorragias posteriores al parto / 71 Desgarros y laceraciones del canal del parto / 71 Diagnóstico / 72 Examen físico / 72 Atonía uterina / 74 Prevención de los sangramientos por atonía uterina postparto / 76 Acretismo placentario / 79 Formas clínicas / 80 Tratamiento / 80 Inversión aguda del útero puerperal / 83 Tratamiento / 84 Sangramiento posterior al parto / 85 Retención de restos placentarios / 85 Síntomas / 86 Diagnóstico / 86 Tratamiento / 87 Necrosis y expulsión parcelaria o total del área de la histerorrafia en el puerperio después de la operación cesárea / 89 Vasa previa o inserción velamentosa del cordón. Rotura del seno marginal placentario / 89 CAPÍTULO 4 Operación cesárea / 90 Cambios hemodinámicos / 90 Sistema respiratorio / 91 Sistema digestivo / 91 Frecuencia de la operación cesárea en Cuba, Latinoamérica y algunos paí- ses seleccionados / 91 Situación actual en Cuba / 92 Actitud médica / 97 Actitud de las pacientes y los familiares / 97 Cesárea segura para la reducción del riesgo materno / 102 Algunas situaciones especiales / 104 Cesárea y hemorragia / 104 Cesárea y fenómenos tromboembólicos / 104 Cesárea y enfermedad hipertensiva / 105 Cesárea y hepatopatías / 105 Cesárea y enfermedades del Sistema Nervioso Central / 105 Cesárea y asma bronquial / 106 Justificación / 109 Esquema escalonado de decisiones en la distocia, en trabajo de parto con presentación cefálica / 113 Distocia mecánica (desproporción cefalopélvica) / 114 Prueba de trabajo de parto / 115 Presentación pelviana / 116 Asistencia del trabajo de parto / 119 Sufrimiento fetal / 120 Cesárea anterior / 122 Indicaciones de la cesárea programada / 124 Algunas consideraciones indispensables / 126 Investigaciones sobre la cesárea / 126 Perspectivas / 127 CAPÍTULO 5 Ligadura de las arterias hipogástricas en las grandes hemorragias obstétricas / 128 Arteria ilíacainterna o hipogástrica / 128 Ramas parietales / 128 Arteria uterina / 129 Ramas viscerales / 129 Arteria vaginal / 130 Arteria hemorroidal media / 130 Circulación colateral / 130 Indicaciones de la ligadura de arterias hipogástricas en la urgencia obs- tétrica / 131 Técnica quirúrgica y complicaciones / 131 Lesiones de la vena hipogástrica / 132 Ligadura bilateral de arterias y venas uterinas / 133 CAPÍTULO 6 Trastornos de la hemostasia durante el embarazo, el parto y el puerperio / 136 Nomenclatura de los factores (F) de la coagulación y su comportamiento en la Coagulación Intravascular Diseminada (CID) / 136 Cambios hematológicos durante la gestación / 136 Cambios hematológicos durante el parto y después del parto / 137 Cambios hematológicos en el postparto inmediato / 137 Coagulación Intravascular Diseminada / 138 Mecanismos normales de la coagulación / 138 Clasificación etiológica (Bachamann Modificada/enfoque fisiopatológico) / 143 Fisiopatología / 143 Anatomía patológica / 147 Evolución biológica / 148 Cuadro clínico / 149 Exámenes de laboratorio / 150 Tratamiento / 152 Preeclampsia-eclampsia / 154 Síndrome de feto muerto / 154 Aborto séptico / 155 Desprendimiento prematuro de la placenta normoinserta / 156 Consideraciones finales / 156 CAPÍTULO 7 Embolismo del líquido amniótico / 158 Vías de entrada en el embolismo de líquido amniótico / 159 Cuadro clínico / 159 Diagnóstico / 160 Tratamiento / 161 Complicaciones de las pacientes politransfundidas / 161 Tratamiento quirúrgico / 162 CAPÍTULO 8 Tromboembolismo venoso durante el embarazo / 164 Incidencia / 164 Fisiopatología / 165 Factores de riesgo para la enfermedad tromboembólica / 166 Factores personales / 167 Factores relacionados con el embarazo / 168 Profilaxis / 169 Métodos utilizados en la profilaxis del TEV durante el embarazo / 170 Métodos farmacológicos / 170 Métodos no farmacológicos / 171 Fallas de la tromboprofilaxis / 171 CAPÍTULO 9 Infección puerperal / 173 Etiología / 173 Fuentes de contagio / 174 Factores de riesgo / 174 Factores generales de riesgo de infección / 174 Fisiopatología / 175 Formas clínicas / 176 Endometritis puerperal / 176 Otros estudios / 177 Tratamiento / 178 Pelviperitonitis y peritonitis / 179 Tratamiento actualizado de las infecciones de transmisión sexual / 180 Sífilis / 180 Sífilis y embarazo / 181 Gonorrea / 181 Gonorrea y embarazo / 181 Clamydia trachomatis / 181 Clamydia trachomatis y embarazo / 182 CAPÍTULO 10 Hipertensión y embarazo / 183 Clasificación / 183 Hipertensión gestacional preeclampsia-eclampsia / 184 Factores de riesgo / 185 Fisiopatología / 185 Factores contráctiles derivados del endotelio / 187 Calcio / 188 Tratamiento / 191 Preconcepcional o preventivo / 191 Trastornos de la hemostasia y preeclampsia, eclampsia / 194 Conducta ante los trastornos hipertensivos durante la gestación / 194 Hipertensión arterial crónica / 200 Tratamiento obstétrico / 201 Hipertension transitoria o tardía / 201 Hipertensión arterial crónica más preeclampsia sobreañadida / 202 Consideraciones finales / 202 CAPÍTULO 11 Fibroma y embarazo / 204 Diagnóstico / 206 Tratamiento del leiomioma con o sin necrobiosis y embarazo / 206 Miomectomía durante el embarazo / 211 Histerectomía puerperal en el fibroma y el embarazo / 211 CAPÍTULO 12 Anestesia en las complicaciones obstétricas / 222 Manejo de las hemorragias en Obstetricia / 222 Anestesia obstétrica / 224 Anestesia para la operación cesárea / 224 CAPÍTULO 13 Diabetes en el embarazo / 229 Composición del servicio de diabetes y embarazo / 230 Atención preconcepcional a la mujer diabética / 230 Precisión del control metabólico / 231 Precisión de las complicaciones crónicas de la DM / 231 Otros aspectos de interés / 231 Atención ambulatoria a la mujer diabética embarazada / 232 Diabéticas gestacionales (DG) / 232 Diabéticas pregestacionales / 234 Atención hospitalaria en sala / 234 General y metabólica / 234 Obstétrica / 235 Atención durante el parto y el postparto / 235 Lactancia materna en la embarazada diabética / 237 Reclasificación postparto / 238 Manifestaciones clínicas de hipoglicemia / 238 Tratamiento de la hipoglicemia / 238 Manifestaciones clínicas de hiperglicemia / 239 Tratamiento de la hiperglicemia sintomática / 239 Funciones de la enfermera especializada en la atención a la paciente diabé- tica (embarazada) / 239 CAPÍTULO 14 Enfermedades agudas del hígado y el embarazo / 241 Consideraciones sobre la patogenia y la patología / 242 Cuadro clínico / 243 Esteatosis aguda del hígado y el embarazo / 244 Exámenes de laboratorio / 245 Complicaciones maternas / 246 Tratamiento obstétrico / 246 CAPÍTULO 15 Cardiopatía y embarazo / 256 Modificaciones cardiovasculares en el embarazo / 257 Modificaciones durante el trabajo de anteparto y parto / 258 Modificaciones durante el puerperio / 258 Alteraciones semiológicas / 258 Cambios no patológicos de las enfermedades cardiovasculares / 259 Electrocardiograma / 259 Radiografía de tórax / 259 Ecocardiograma / 259 Influencia de la gestación sobre la cardiopatía / 260 Influencia de la cardiopatía sobre la gestación / 260 Contraindicaciones de embarazo en pacientes cardiópatas / 261 Absolutas / 261 Relativas / 261 Factores de riesgo de complicaciones maternas durante la gestación / 261 Anticonceptivos y enfermedades cardiovasculares / 261 Aborto y enfermedades cardiovasculares / 262 Clasificación de las cardiopatías según el riesgo materno / 262 Alto riesgo / 262 Mediano riesgo / 263 Bajo riesgo / 263 Aspectos generales de las enfermedades cardiovasculares durante el em- barazo / 263 Vía del parto / 263 Indicaciones cardiovasculares de cesárea / 263 Conducta ante una Rotura Prematura de Membrana (RPM) / 264 Recomendaciones anestésicas / 264 Tratamiento profiláctico contra Endocarditis bacteriana / 264 Pacientes que no llevan tratamiento profiláctico / 265 Algunos fármacos más utilizados durante el embarazo, el parto y el puer- perio / 266 Administración de líquidos / 266 Diferentes grupos de patologías cardiovasculares durante el embarazo / 267 Estenosis valvulares / 267 Insuficiencias valvulares / 267 Cardiopatías congénitas cianóticas no operadas / 267 Cardiopatías congénitas cianóticas operadas / 268 Cortocircuitos intracardiacos de izquierda a derecha / 268 Coartación de la aorta / 268 Otras cardiopatías congénitas operadas / 268 Otras miocardiopatías / 269 Tratamiento anticoagulante durante el embarazo / 270 Drogas más utilizadas / 270 Esquema de tratamiento anticoagulante durante el embarazo / 270 Trasplante cardiaco y embarazo / 271 Cirugía cardiaca y embarazo / 271 Fármacos cardiovasculares y embarazo / 271 Fármacos no seguros / 271 Fármacos relativamente seguros (sin efectos teratogénicos) / 272 Consideraciones generales para el parto y el puerperio en la gestante cardiópata / 272 CAPÍTULO 16 Influenza A (H1N1) y embarazo / 274 Indicaciones que cumplir en la etapa epidémica de la influenza A (H1N1) en hospitales / 275 Indicaciones que cumplir en la etapa epidémica de la influenza A (H1N1) a la embarazada / 276 Protocolo de atención Influenza A (H1N1) / 278 Criterios de diagnóstico / 278 Factores de riesgo de evolución desfavorable / 279 Consideraciones sobre el uso del oseltamivir / 281 Manejo en área roja / 281 Seguimiento en salas de hospitalización / 283 Evolución diaria, detección de las complicaciones. Recomendaciones para el tratamiento / 284 Tratamiento medicamentoso / 285 Funciones del residente de Ginecobstetricia en la sala de aislamiento res- piratorio / 285 Funciones del especialista de Ginecobstetricia en la sala de aislamiento respiratorio / 285 Conducta con las pacientes que inicien trabajo de parto espontáneo / 286 Lactancia materna en pacientes bajo tratamiento con oseltamivir / 287 Conducta con el neonato / 287 BIBLIOGRAFÍA / 289 vlad Typewriter www.rinconmedico.org http://www.rinconmedico.org Prólogo Este es mi tercer libro de Obstetricia y Ginecología como autor principal. Tras varios añosde revisar y escribir esta obra, la quise impregnar de mi experiencia de más de 30 años, asistiendo mujeres complicadas y graves en el proceso del embarazo, parto y puerperio. En realidad soy afortuna- do. He dedicado mi vida a la mujer cubana y por ella trabajo. Le entrego todo mi esfuerzo y amor cada día. No puedo ni deseo retirar de mi mente que en ella estoy asistiendo a mi madre, esposa, hija y nietas, mis seres queridos. Y entonces repito mil veces: ella no puede morir. En estas páginas están plasmados los procederes que he practicado durante mi labor médica. Con el decursar del tiempo he modificado algu- nos de acuerdo con las evidencias actuales de otros autores, pero no ten- gan la menor duda que cuanto sugiero se basa en la ejecución de técnicas que al reaplicarlas he logrado resultados favorables. Cuando decidí organizar y desarrollar los temas tratados partí del aná- lisis de las principales causas de mortalidad y morbilidad maternas. No podía adentrarme en todas por el volumen de su contenido y ese no es mi objetivo. Pienso que esta publicación tendrá utilidad para los especialis- tas jóvenes de esta especialidad, residentes y alumnos que se forman en Cuba y prestan servicios en decenas de países del mundo subdesarrolla- do. Aspiro que sea una obra de consulta para la atención de la mujer durante la preñez. Cuando escribí estos párrafos volví a leer un viejo libro, Tratado de Obstetricia, editado en 1885 por el doctor F. de Campá, profesor de Obste- tricia y decano entonces de la facultad de Valencia. Dice en el prólogo que “…esta obra no tiene otro objeto que facilitar el estudio de una parte de la Medicina, cuya importancia no puede negarse, que crece cada día a medida que adelantan y progresan las Ciencias Naturales”. Más adelante señala: “Se ha considerado por mucho tiempo la Obstetricia como una especie de accesorio de importancia secundaria…”. Ese es el juicio que se tenía de esta especialidad hasta mediados del siglo pasado. Considero que el sabio fisiólogo uruguayo, profesor Roberto Caldeyro Barcia, fue uno de los precursores de la transformación de la Obstetricia al enunciar y explicar de modo científico los fenómenos que ocurren en la mujer y el feto durante la gestación. En Cuba, el ya también fallecido profesor Ce- lestino Álvarez Lajonchere, representó a su análogo y entrañable amigo. En 1959, la Obstetricia y Ginecología logró avanzar en su desarrollo y fue evidente que junto con la Medicina Interna, la Pediatría y la Cirugía formó parte de las clínicas básicas para ofrecer una atención médica ex- celente. Aún se tiene que trabajar, enseñar investigar y publicar mucho para ocupar el lugar que corresponde entre las disciplinas médicas. En la última década del siglo XX y principios del XXI en el mundo obstétri- co se observa un transmutar hacia el intervencionismo, con un abandono de la práctica clínica y exagerado uso de métodos complementarios y tec- nología de avanzada para el diagnóstico de las enfermedades asociadas con el embarazo. Alerto que esta práctica médica no se corresponde con resultados beneficiosos en la morbimortalidad materna. Aprovecho este espacio de la obra para alentar a los jóvenes obstetras en la tarea de publicar sus resultados producto del estudio y el trabajo cotidianos. Sería injusto y desleal si no señalo mi eterno agradecimiento al grupo de colaboradores que participaron en este libro, en ellos cifro la esperan- za en la brillante Escuela de Obstetricia Cubana del futuro. Por eso deseo proclamar que el amado pueblo y en particular la mujer cubana a pesar de estos tiempos escabrosos de la humanidad, motivados por una dilatada crisis económica mundial: guerra, cambio climático, ca- tástrofes naturales, hambruna… necesitan y merecen nuestra dedicación y que los especialistas estamos comprometidos en lograr la prosperidad que el país requiere, conocedores de que esto solo se logra con el trabajo y el esfuerzo de todos. Hagamos voto por la paz, el diálogo y el amor de toda la humanidad. EL AUTOR Introducción Cuando en 1963 inicié la residencia en Obstetricia y Ginecología, y aún más temprano, en los años 1955 y 1956, cuando como alumno asistía a las guardia de la antigua Maternidad del Hospital Calixto García, las generaciones de gineco- obstetras que nos precedieron y las posteriores se caracterizaron por una ense- ñanza de Ginecobstetricia que basaba sus procederes en el análisis clínico; es decir, una anamnesis cuidadosa y reflexiva, seguida de un examen físico ex- haustivo y sistemático. Eran los tiempos de una escuela de maniobras gentiles como la versión externa de las 38 semanas de gestación, cuando el feto se encontraba en presentación pelviana, el diagnóstico de la variedad de posición, la aplicación correcta del fórceps y la asistencia al parto en presentación pelvia- na evaluando los factores favorables y desfavorables para elaborar un pronós- tico de la vía de este. El seguimiento clínico de la prueba del trabajo de parto se plasma en el insus- tituible partograma. El autor concibe al obstetra como clínico; capaz de identificar y tratar las anomalías que pudieran aparecer en el embarazo y el parto, así como las enfer- medades médicas asociadas con este. El obstetra debe ser virtuoso, prudente y conocedor de maniobras para lograr el parto transvaginal, y hábil cirujano para operar las urgencias quirúrgicas del embarazo, parto y puerperio. El buen obstetra es un pro- fesional abnegado y trabajador, porque la atención del parto así lo exige. En las últimas décadas, el mundo médico se estremeció con la aparición del monitoreo fetal continuo, la ecosonografía, el Doppler, la Tomografía Axial Com- putarizada (TAC), las exploraciones endoscópicas, etc., y se creó una errónea convicción de que el aparataje electrónico sustituiría al acucioso examen clíni- co. Incluso, en los Estados Unidos de Norteamérica, país puntero del Primer Mundo y convencidos de estas efímeras premisas, se realizó un estudio compa- rativo del diagnóstico de certeza en todas las disciplinas médicas, en los años 1960-1969 y se comparó con los años 1990-1999. 2 Embarazo, parto y puerperio Al observar las conclusiones de este estudio comparativo se produjo una colosal sorpresa: El examen clínico de la década de los 60 aportaba excelentes resulta- dos en el diagnóstico médico y superiores a los obtenidos en la década de los 90. ¿Cómo interpretar estos acontecimientos? Sería infantil descalificar el desarrollo de la tecnología actual aplicada a la Medicina, lo inteligente y justo es lograr un equilibrio y un uso racional, apropiado de los métodos modernos de diagnóstico para corroborar el pensamiento médico y ayudarlo en el pronóstico evolutivo de la enfermedad. No obstante, se debe precisar mi oposición al uso indiscriminado de medios diagnósticos y con mayor énfasis durante el embarazo; incluyo el empleo y abuso de la ultrasonografía. En la atención a la gestante lo inocuo es lo que no se hace y el medicamento idóneo es el que no se suministra. La neblina de los métodos complementarios es capaz de provocar error y desconcierto médico, cuando está aceptado por muchos que solo con un buen interrogatorio clínico se logra entre 80 % y 90 % del diagnóstico de certeza. Se recomienda al lector interesado la publicación del profesor Selman-Housein Abdo (2002). En la obstetricia de los últimos años, tanto en Cuba como en otras regiones del mundo se observa la razón de mortalidad materna detenida o elevándose, pero su reducción no se comporta como el indicador de mortalidad infantil y perinatal que desciende en el transcurso del tiempo (Tabs. 1 y 2). TABLA 1. Mortalidad materna en Cuba, según sus causas (2003-2005)* Defunciones Razón por cada 100 000 Causas (años) nacidos vivos 2003 2004 2005 2003 2004 2005 Directas 48 27 45 35,1 21,2 37,3 Embarazo ectópico 8 7 4 5,8 5,5 3,3 Aborto; excluye E. E. 8 4 2 5,8 3,1 1,7 Complicaciones relacionadas 10 3 13 7,3 2,4 10,8 Puerperio 6 1 10 4,4 0,8 8,3 Embolia obstétrica 7 0 4 5,1 0 3,3 Complicaciones del trabajode parto y parto 0 3 6 0 2,4 5 Trastornos placentarios 2 3 8 1,5 2,4 6,6 Otras hemorragias 8 4 3 5,8 3,1 2,5 Trastornos hipertensivos 5 3 5 3,7 2,4 4,1 Otras complicaciones Introducción 3 Indirectas 6 22 18 4,4 17,3 14,9 Enfermedad del Sistema Circulatorio 0 8 6 0 6,3 5,0 Enfermedades infecciosas y 1 1 2 0,7 0,8 1,7 parasitarias 0 1 2 0 0,8 1,7 Anemia 5 12 8 3,7 9,4 6,6 Otras causas indirectas Mortalidad materna 54 49 63 39,5 38,5 52,2 * Tomado de: Anuario estadístico de salud, pp.68-69, Dirección Nacional de Estadís- tica 155N: 1561- 4425, Ministerio de Salud Pública de Cuba, 2005. TABLA 2. Mortalidad relacionada con embarazo, parto y puerperio según causas (2003-2005)* Defunciones Razón por cada 100 000 Causas (años) nacidos vivos 2003 2004 2005 2003 2004 2005 Directas 48 27 45 35,1 21,2 37,3 Indirectas 6 22 18 4,4 17,3 14,9 Otras causas 14 13 12 10,2 10,2 9,9 Accidentes 3 5 1 2,2 3,9 0,8 Enfermedades del corazón 3 0 0 2,2 0 0 Enfermedades cerebrovasculares 0 0 0 0 0 0 Lesiones autoinflingidas intencionalmente 0 1 1 0 0,8 0,8 Mortalidad relacionada con embarazo, parto y puerperio 68 62 75 49,7 48,7 62,6 * Tomado de: Anuario estadístico de salud, pp.68-69, Dirección Nacional de Estadís- tica 155N: 1561- 4425, Ministerio de Salud Pública de Cuba, 2005. Notas aclaratorias (definiciones que la CIE-10 introduce): • Mortalidad relacionada con embarazo, parto y puerperio: muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la ter- minación del embarazo, independientemente de la causa de la defunción. • Defunción materna tardía: es la muerte de una mujer por causas obstétri- cas directa o indirecta después de los 42 días pero antes del año de la terminación del embarazo. Defunciones maternas tardías (Cuba, 2005 = 2). • Muerte por secuelas de causa obstétrica directa: muerte por cualquier causa obstétrica directa que ocurra al año o más, después de la termina- ción del embarazo (Cuba, año 2005 = 1). 4 Embarazo, parto y puerperio Estudiando, cuidadosamente, este problema se aprecia también un alarmante y continuo incremento del índice de operación cesárea que, hoy en día es la intervención quirúrgica más frecuente en la práctica médica. Cada 60 min se opera una mujer de cesárea en Cuba y en el mundo. En Cuba, el índice de cesárea alcanzó entre 30 % y 40 % de los nacimientos en los años 2005 y 2006. (Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública [MINSAP] de Cuba.) Alrededor de 600 000-800 000 mujeres mueren en el mundo, durante el embarazo, el parto y el puerperio, y 90 % de estas muertes ocurren en los países subdesarrollados y pobres. (Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud [OMS], 2007.) En los servicios de obstetricia y ginecología de Europa, América y Asia se han elaborado protocolos de diagnóstico y conducta médica a seguir; sin embar- go, la muerte materna por embarazo ectópico continúa siendo un fracaso para la mujer y su familia. Estoy convencido de que, en gran medida, se debe a que estos algoritmos de atención son cada vez más complicados: dilatadas tomas de decisión médica y preñadas, en múltiples oportunidades, de inútiles métodos complementarios e investigaciones. Busquen la respuesta en el intervensionismo galopante de la era actual, interroguen a las pacientes de cuántos dispositivos intrauterinos se han retirado y vuelto a poner, cuántas regulaciones e interrupciones se han hecho, cuántas laparoscopias; solo por mencionar las agresiones médicas más frecuentes y muchas veces injustificadas. Sin embargo, solo 9 % de la pobla- ción sexualmente activa de Cuba usa el preservativo y se sabe que es el método ideal para prevenir el embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual. Estas reflexiones obligan al esfuerzo de escribir sobre los problemas que provocan mayor morbilidad y mortalidad maternas en Cuba y trasladar a los hermanos ginecobstetras los procederes que se proponen como resultado de la experiencia y revisión crítica acumulados en años de servicio, que con modestia se ha llamado Escuela de Obstetricia y Ginecología de un grupo de profe- sores de los Hospitales Universitarios América Arias y Enrique Cabrera. En esta obra se hace referencia a la primera causa de muerte materna en el mundo la hemorragia del embarazo, el parto y el puerperio, y se incluyen las medidas de estabilización hemodinámicas y de sostén que componen el tra- tamiento de cuidados progresivos. Una profesora colega ha colaborado en el tema �Tromboembolismo venoso durante la gestación� y otros distinguidos pro- fesores cubanos lo han hecho en los temas de �Hipertensión y embarazo�, y �Anestesia en obstetricia�. Todos los autores han tratado de lograr la unidad en el texto, basados en el diagnóstico y la evolución de la paciente en el cuadro clínico, utilizando métodos complementarios indispensables. Introducción 5 En el tratamiento médico y el proceder obstétrico se plasma una revisión de lo establecido en el Manual de diagnóstico y tratamiento de la República de Cuba, actualizado e impregnado de la experiencia de cada uno de los especialistas. A los lectores puedo asegurarles que son miles las mujeres que mueren anual- mente por estas causas. Si el libro pudiera reducir, aunque fuera una sola muer- te, todos los médicos estarían satisfechos del esfuerzo realizado. No deseo terminar esta introducción sin olvidar el paradigma de A. Pinard: �Hay que saber mucho para hacer poco� y otra frase del profesor doctor Euse- bio Hernández, refiriéndose al médico obstetra: �Reguemos el amor a boca llena, porque el odio, como todo lo malo, crece fácil�. En estos tiempos difíciles de la humanidad, cuando el odio, la guerra y la injusticia deshumanizan al ser humano, es necesario, urgente e indispensable un llamado desde todas las tribu- nas posibles, a los líderes políticos y religiosos del mundo, para lograr un diálogo por la paz y la solución de los graves problemas sociales y económicos del planeta. En este milenio, es inhumano y devastador fomentar el odio y la guerra, y oponerse a la reconciliación. Desde estas páginas se invita a la humanidad al diálogo sincero y respetuoso, al amor, a la tolerancia y al perdón, para que cese definitivamente la muerte y el sufrimiento de los inocentes. Para los médicos la generosidad es hermosa, el perdón es la virtud subli- me del ser humano. El papa Juan Pablo II, que fue un gran hombre, pidió perdón a la humanidad por los crímenes e injusticias que ejecutó la Inquisición. La América Latina, lleva siglos esperando por la súplica de perdón de los parlamentos en los países europeos que fueron colonialistas, esclavistas y además aniquilaron la población autóctona americana. Cuba, amado y digno país, junto a otros pueblos como México, República Dominicana, Panamá, Haití, Centroamérica y Sudamérica demanda el cese de las intervenciones, bloqueo genocida, agresiones y hostilidad de los Estados Unidos de Norteamérica, seguro de que también es deseo del laborioso, honesto y fraterno pueblo norteamericano que, como los cubanos, desea la paz, el diálo- go y rechaza la guerra. DR. JUAN VÁZQUEZ CABRERA Verano, 2009 Hemorragias. Primera mitad del embarazo 1 Aborto El aborto es la interrupción de la gestación antes del inicio del período perinatal definido por la OMS CIE 10, a partir de las 22 semanas completas (154 días) de gestación (tiempo cuando el peso al nacer es, normalmente, 500 g). Se acos- tumbra clasificar el aborto como precoz, cuando ocurre antes de las 12 sema- nas y tardío a partir de las 13 semanas y hasta las 21 semanas. Diagnóstico clínico y diferencial El sangramiento vaginal de una mujer en edad y actividad reproductivas, des- pués de un determinado tiempo de amenorrea, hace pensar en un embarazo evolucionando en las formas clínicas del aborto. Existen dos complicaciones posibles a tomar en consideración: la hemorragia por retención de partes ovulares y la infección. En la anamnesis se debe precisar la fecha de la última menstruación y si han ocurridopequeñas hemorragias previas. Se preguntará, además y de forma especial, por los síntomas subjetivos que puede presentar un embarazo ectópico (dolor cólico intenso, pérdida de la estabilidad corporal, nublado de la vista, colapso periférico, etc.). Se intentará ver el material expulsado de la vagina, si la paciente lo refiere o lo trae consigo. Antes de continuar con el examen físico, se debe tomar la temperatura y el pulso radial. Desde los 38 ºC, se debe denominar el aborto como séptico o infectado. Continuará la exploración con el tacto y la palpación bimanual, con guantes estériles y, igual que W. Pschyrembel (1958), seguir las secuencias de las comprobaciones siguientes: 1. Si el orificio externo del conducto cervical está abierto o cerrado (en la multípara es normal que esté abierto). 2. Si el conducto cervical está solamente entreabierto o si es ya permeable. 8 Embarazo, parto y puerperio 3. Si el orificio interno del conducto cervical está abierto. 4. Si al tacto se nota parte del huevo en el cuello uterino. 5. El tamaño, posición y actitud del útero, así como su consistencia, en espe- cial, si está en retroflexión y fijarse cuidadosamente: a) Si por palpación los anexos de ambos lados son normales o presentan alteraciones patológicas (engrosados en forma de cordón, hinchados como un tumor, dolorosos al presionarlos). b) Si los parametrios, a los lados y hacia atrás, están libres o infiltrados; si se palpan en estos masas blandas, pastosas (¿hematoma retrouteri- no, embarazo ectópico?) o masas tumorales (¿tumor anexial pro- fundo, embarazo ectópico?). c) Si al hacer el examen físico se encuentran, en los anexos o en parame- trios, signos inflamatorios y fiebre de 38 °C o más, se debe señalar de forma visible la categoría de aborto complicado. Formas clínicas Amenaza de aborto Síntomas: el primer síntoma es la hemorragia; aparece después de la falta mens- trual de varias semanas, su aparición es frecuente antes de las 17 semanas. El sangrado, generalmente, es escaso y sanguinolento. Antes de aparecer el san- grado presenta dolores que se inician en el hipogastrio, que la mujer compara con cólicos menstruales. Al hacer el examen físico se aprecia que esos dolo- res coinciden con el útero en contracción. El cuello uterino está cerrado, largo, sin modificaciones anatómicas. Aborto inminente en evolución o en curso Los dolores se intensifican, son más evidentes mientras más semanas tenga la gestante. La hemorragia aumenta, especialmente si el feto está vivo y los coti- ledones placentarios se desprenden lentamente. Al realizar el examen físico, se comprueban modificaciones cervicales (bo- rramiento y dilatación), se puede percibir el huevo y si este se ha desprendido: al hacer el tacto y la palpación se aprecian las bolsas, y más arriba el embrión y la placenta. Si las membranas están rotas, se apreciará el feto en la vagina y la placenta aún en el útero. Posterior al aborto, ocurren fenómenos semejantes al puerperio posparto, los loquios son más escasos y duran menos días, la aparición de la lactancia es escasa y el retorno de la menstruación se presenta entre la quinta y la sexta semanas postaborto. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 9 Complicaciones La retención de los anexos ovulares adquiere este término cuando transcurren más de 6 h de la expulsión del feto (Tarnier y Budín, 1945), la hemorragia en el curso del aborto puede ser tan abundante que ponga en peligro la vida de la mujer. Es menos cuantiosa, si obedece a la retención de la placenta y la membrana. La complicación más frecuente y grave es la infección (fiebre alta, escalo- fríos, taquicardia, hipotensión). Las complicaciones tardías se refieren a infla- maciones genitales y a la esterilidad secundaria causada por oclusión tubaria bilateral, todas como secuela de la sepsis. El aborto infectado o séptico puede presentar graves complicaciones de en- dometritis e incluso endomiometritis, cuando se hace ineficaz el tratamiento antibiótico y de evacuación instrumental, siendo indispensable la histerectomía total con doble anexectomía. En las complicaciones por sepsis se recomienda la administración conjunta de fármacos anticoagulantes (heparina sódica o mejor fraxiheparina). Formas clínicas y conductas recomendadas Amenaza de aborto Se debe esperar la evolución clínica ayudada por estudios ultrasonográficos, aunque también se pueden indicar estudios cuantitativos de la fracción beta de la hormona gonadotropina coriónica humana; y así evaluar la supervivencia del saco embrionario. Aborto inminente Se puede actuar empleando: 1. El método farmacológico (misoprostol). 2. Legrado instrumental de la cavidad uterina. Si el sangrado es abundante se procede con esta técnica quirúrgica, con anestesia general; previo tacto vaginal para conocer la forma, el tamaño y la posición del útero; se observa el cuello uterino, si no está bien dilatado, se usan bujías de Hegar y se realiza la revisión de la cavidad uterina de forma gentil y cuidadosa: su cara ante- rior, posterior y bordes laterales, así como el fondo uterino hasta tener la seguridad de que no existan restos placentarios embrionarios. Aborto diferido Se hace referencia al cuadro clínico en que, muerto el huevo in utero, no es expulsado al exterior. El médico actuará bien con el método farmacológico (mi- 10 Embarazo, parto y puerperio soprostol) o por aspiración con vaccum o legrado instrumental de la cavidad uterina. Se indicará, previo a la intervención, médica un estudio completo de la coagu- lación de la sangre. En embarazos superiores a las 16-17 semanas, e incluso en muerte fetal intermedia y tardía es muy eficaz la administración de misoprostol. Vale la pena recordar que en Cuba hay experiencias favorables de lograr la expul- sión del producto de la gestación con el uso de métodos extraovulares solos (Rivanol) o añadiéndole al tratamiento soluciones salinas con oxitocina pesada. En la experiencia del autor de esta obra es infrecuente y casi excepcional el síndrome del feto muerto, antes de las 22 semanas de amenorrea. Aborto en curso Se facilitará la expulsión del huevo en un cuello uterino dilatado, con presencia de sangrado, o pérdida, o ambas de líquido amniótico: empleando soluciones salinas con oxitocina pesada; también se puede usar misoprostol. Se recomienda, una vez expulsado el feto y la placenta, evaluar si se trata de un aborto completo (es raro y siempre existe la posibilidad de que sea incom- pleto, por lo que es obligatorio la revisión instrumental de la cavidad uterina. Con la administración del misoprostol es frecuente la expulsión completa del producto de la gestación). No obstante, ante la menor duda de presencia de restos ovulares se debe indicar un estudio ecosonográfico de la cavidad uterina. Aborto infectado o séptico Puede ser resultado o consecuencia posterior de un aborto provocado o ante maniobras abortivas. No se debe olvidar que un aborto espontáneo, al de- morar su tratamiento o ignorar su presencia, puede evolucionar al aborto séptico e incluso al choque séptico grave. En presencia de un aborto séptico se debe proceder a la evacuación uterina. En formas clínicas severas de sepsis postaborto es necesario valorar la inter- vención radical de histerectomía total con doble anexectomía, pues el ova- rio es un órgano carente de peritoneo visceral y muy embolizante a órganos a distancia como el pulmón, el corazón y el cerebro. Misoprostol. Su uso en el aborto terapéutico En todo el mundo, millones de mujeres han arriesgado sus vidas y su salud para poner fin a un embarazo no deseado, utilizando para eso el aborto, el cual es tan antiguo como la humanidad. Este procedimiento al cual han acudido casi todas Hemorragias. Primera mitad del embarazo 11 las mujeres del Nuevo y Viejo mundos, no está exento de un alto riesgo. Cada día se estiman en más de 55 000 los abortos en condiciones de riesgo, de esos 95 % en países en vías de desarrollo, lo cual conlleva una elevada tasa de morbilidad y mortalidad maternas.La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que a escala mundial una de cada 8 muertes maternas se debe a compli- caciones relacionadas con el aborto. Quizás ningún otro problema en el campo de la salud ha suscitado más con- troversias que el aborto. En 1984, el tema más problemático en la Conferencia Internacional sobre Coagulación, celebrada en México, fue la situación del aborto en los programas de planificación familiar. De acuerdo con una publicación de la OMS, en los países desarrollados donde el aborto es legal y se practica dentro del sistema de salud, la mortalidad materna es menor (un deceso por cada 100 000 abortos realizados). En cambio, en países en vías de desarrollo donde el aborto es legalmente restringido se estima que la mortalidad oscila entre 100 y 1 000 muertes por cada 100 000 procedimientos. En la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, en el Cairo, auspiciada por Naciones Unidas, en 1994 y la cuarta Conferencia de las Muje- res que tuvo lugar en Beijing, en 1995, se reafirmaron los derechos de la mujer en el área sexual y reproductiva, En esa conferencia se acordó que los dere- chos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que son reconocidos por leyes y documentos internacionales. Este derecho, considerado básico de cada pareja e individuo, es decidir libre y responsablemente el número de hijos que decidan tener, el intervalo entre ellos, así como tener acceso a la información y a los medios para hacerlo, que no es más que el derecho a obtener el máximo estándar de la salud sexual y reproductiva. El aborto, en América Latina, es más crítico por que no está legalizado. Sin embargo, actualmente, en muchos países de Europa, Asia, América Latina y en un creciente número de países del Tercer Mundo se utilizan medicamentos para interrumpir un embarazo, como métodos alternativos para la evacuación uterina por medios físicos (curetaje y aspiración). Es importante que el personal de salud conozca la relevancia que, actualmente, tienen los medicamentos interrup- tores del embarazo en muchos países y que, apoyándose en la evidencia cientí- fica, el personal de salud considere y defina el valor potencial de estos fármacos para su uso en la región. Frente a la ilegalidad del aborto en muchos países, las mujeres han adoptado una doble estrategia: iniciarlo practicándose ellas mismas alguna maniobra abortiva o recurriendo a un tercero y, posteriormente, acudir al hospital para la termina- ción del aborto incompleto, procederes de alta morbilidad y mortalidad. El aborto farmacológico ha revolucionado como una nueva técnica para la interrupción del embarazo no deseado, utilizando vías adecuadas que no requie- ren hospitalización de la mujer, esta no suele presentar complicaciones y los 12 Embarazo, parto y puerperio efectos secundarios son menores. En los últimos tiempos, se ha empleado mun- dialmente este aborto. En abril de 1980 Georges Teutsch y Daniel Philibert, de los laboratorios Roussel Uclaf y el científico Frances Etienne-Emile Bauleiu, tuvieron éxito al sintetizar la RU-486, un esteroide que, en la actualidad está registrado comercialmente como Mifegyne (Mifepristona). En octubre de 1981 se realizó el primer estudio en 11 mujeres, en Suiza; se logró la interrupción de los embarazos, pero se detectaron reacciones adversas al afectar las glándulas adrenales. Para erradicar esos resultados negativos se combinó esta con la prostaglandina. Desde 1970 se sabe que las prostaglandinas inducen las con- tracciones uterinas y se han usado en todo el mundo para iniciar el proceso del parto y para interrumpir el embarazo. Uno de los medicamentos más empleados en el aborto farmacológico es el misoprostol, el cual es un análogo sintético de la PGE-1, comercializado en 72 países para la prevención y el tratamiento de la úlcera gastroduodenal que, al igual que otras prostaglandinas tiene una fuerte acción uterocontractiva. El mi- soprostol por vía vaginal ha demostrado ser eficaz como abortivo farmacológico y es muy útil cuando se utiliza con el metotrexate IM y la Mifepristona para el aborto precoz. Se plantea que de todas las mujeres que han usado este método, 92 % a 96 % han tenido un aborto completo. El misoprostol como abortivo farmacológico crea la fuerza de la contracción uterina que facilita el desprendimiento y la subsecuente expulsión del saco ges- tacional. Su eficacia puede estar en relación directa con la cantidad de miso- prostol que se absorba y pase al torrente sanguíneo; por tanto, cabe plantearse la hipótesis de que administrando la dosis de misoprostol en intervalos más cor- tos, provocaría contracciones más fuertes y mantenidas y más capaces de des- prender del endometrio el huevo fecundado. Aborto. Un problema de salud 1972. La OMS lo evaluó como un problema de salud y califica al aborto como el medio más importante de la regulación de la fecundidad. 1984. La conferencia internacional de la población lo señaló como un tema polémico con respecto a los programas de planificación familiar. 1994. La conferencia de población, en el Cairo, lo catalogó como un problema que va en ascenso y sin solución. 1994. En un encuentro de investigadores sobre aborto inducido, en América Latina y el Caribe, se consideró como uno de los más importantes problemas de la salud pública de las mujeres en la región. 2002. En Bruselas, una organización no gubernamental Marle Estopes Interna- tional reveló que el aborto es la tercera causa de muerte materna y representa 13 % del total de muertes, cuando se realiza en condiciones inseguras. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 13 Frecuencia La cantidad de abortos que se realizan, incluyendo la regulación menstrual, se desconoce en el mundo actual, teniendo en cuenta los pocos datos que se con- trolan y la no confiabilidad de los registros que emiten los diferentes países. Estimados actuales De 30-35 millones de abortos inducidos cada año representan: 1. De 40-70 por cada 1 000 mujeres en edad fértil. 2. De 200-460 por cada 1 000 nacidos vivos. 3. De 26-31 millones, cada año, son abortos legales. 4. De 10-22 millones, cada año, son abortos ilegales. Bases fisiológicas para utilizar medicamentos interruptores del embarazo El embarazo se considera, desde el punto de vista fisiológico, una extensión de la fase proliferativa del ciclo menstrual de la mujer. Este ciclo responde a un sistema neuroendocrino complejo de retroalimentación constante, que empieza en el hipotálamo, pasa por la hipófisis, llega a los ovarios y finalmente induce las modificaciones histológicas del endometrio. Después que ocurre la ovulación, alrededor de la mitad del ciclo menstrual, el sitio del ovario donde se desprendió el óvulo se transforma en un órgano hormo- nal regulador, llamado cuerpo amarillo o cuerpo lúteo. Su función principal es producir progesterona, la hormona responsable de sostener el embarazo. Si el embarazo no ocurre, el cuerpo lúteo se degenerará y se presenta el sangrado menstrual. Si el embarazo ocurre, el cuerpo lúteo será el principal responsable de la producción de progesterona hasta la séptima semana de amenorrea, aproxi- madamente. Después de esta fecha, la placenta se encargará del mantenimien- to de las concentraciones hormonales requeridas. El cuerpo lúteo logra desempeñar esta función por el estímulo que recibe de la hormona gonadotropina coriónica humana, la cual es producida en el trofo- blasto, un tejido embrionario que a su vez, se diferencia en dos grupos celulares: el primero es el sincitiotrofoblasto, un tejido invasor del endometrio y cuya mi- sión principal es la de lograr la implantación definitiva del huevo fecundado y, además, el productor de las hormonas esteroides (progesterona, estrógenos y otros); el segundo es el citotrofoblasto, un tejido con células altamente divisibles y que nutre de células al sincitiotrofoblasto para su crecimiento e invasión de la decidua del endometrio, además es el encargado de producir la gonadotropina coriónica detectada en las pruebas de embarazo.14 Embarazo, parto y puerperio La progesterona es una hormona esencial para la implantación del huevo fecundado y la continuación del embarazo. Para cumplir con esas funciones, esta genera una serie de efectos fisiológicos: 1. Altera los potenciales eléctricos de las células musculares del útero o miometrio, evitando así la estimulación y contracción uterina, a pesar del crecimiento del útero con el paso de las semanas de gestación. 2. Ejerce un efecto inhibitorio en la enzima cicloxigenasa 2, esencial para la síntesis de prostaglandinas (estimuladores potentes de la contracción uterina). 3. Hace que el miometrio sea relativamente insensible a los efectos estimu- lantes de la oxitocina y las prostaglandinas. Estos efectos combinados hacen que el útero lleve el embarazo a término. Acciones farmacológicas de las prostaglandinas en el aparato reproductor Existen varias acciones de las prostaglandinas que merecen ser recordadas: 1. Ovarios (prostaglandinas primarias): tienen un efecto luteolítico. Si tiene efecto luteolítico entonces pueden actuar sobre el cuerpo amarillo del embarazo, disminuyendo la progesterona. 2. Trompas de Falopio: contracción tubárica al administrar PGF 2 alfa, y se plantea que la PGE1 inhíbe la contracción tubárica. 3. Útero no grávido: actividad contráctil del miometrio, tanto in vitro como in vivo (incluyendo el endometrio humano). 4. Útero grávido: el efecto de las prostaglandinas primarias en el útero em- barazado se ha demostrado ampliamente. Sobre todo el efecto estimulan- te contráctil sobre el miometrio y la dilatación cervical. Indicaciones El tratamiento farmacológico para la interrupción del embarazo es altamente eficaz, seguro, conveniente para la paciente y con un mínimo de efectos secun- darios. En algunos países, se practica la interrupción farmacológica del embara- zo combinándose el uso del misoprostol con otros medicamentos como mifepristona (RU-486) o el metotrexate; sin embargo, otras alternativas se es- tudian en los momentos actuales. Las prostaglandinas, cuando son utilizadas solas, ofrecen posibilidades abor- tivas, seguras y confiables, y tienen ventajas especiales; la más importante es la posibilidad de diversas vías de administración, facilidad para las pacientes y reducción de las reacciones adversas. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 15 Otras áreas donde las prostaglandinas han probado ser eficaces es la dilata- ción del cérvix, previo al aborto quirúrgico. Estudios realizados señalan que de tres a cuatro horas antes del proceder se obtiene más dilatación cervical para disminuir la frecuencia de complicaciones, como daño cervical y perforaciones uterinas durante la dilatación, la aspiración o el curetaje. Hoy en día se usan con frecuencia, en procedimientos combinados en el aborto del segundo trimestre (12-22 semanas), con una alta taza de eficacia. En este grupo se incluyen cuando está indicado por problemas sociales, así como por indicación médica a causa de malformación fetal. En la actualidad, el misoprostol es utilizado en el aborto espontáneo incompleto, para evitar los riesgos del legrado uterino. Por último, su uso en el aborto diferido ha tenido gran aceptación y alta eficacia, evitando riesgo de morbimortalidad. El misoprostol solo, como método farmacológico para abortar, induce la fuer- za de la contracción abortiva que facilita el desprendimiento y la subsiguiente expulsión del saco gestacional, su eficacia puede estar en relación directa con la cantidad del misoprostol que se absorbe y el pase al torrente circulatorio. Se deben tener en cuenta algunos criterios imprescindibles en las indicacio- nes para el uso del aborto médico: 1. La paciente debe tener un perfil psicosocial adecuado que permita una comunicación y una información sobre el proceder. 2. Se debe brindar un servicio de aborto quirúrgico en una unidad rectora, en caso de emergencia, complicación o falla del método. 3. Se debe tener el permiso de la paciente para practicar el aborto (consen- timiento informado). Contraindicaciones No se recomienda el uso de este medicamento en la interrupción del emba- razo en pacientes con las características siguientes: 1. Presencia de cifras tensionales elevadas, por encima de 160/90 mmHg. 2. Con historia de enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. 3. Pacientes mayores de 40 años de edad. 4. Que presenten mala salud general. 5. Presencia de enfermedades crónicas como hepatopatías y neuropatías. 6. En mujeres fumadoras, especialmente las que fuman más de 10 cigarrillos al día. 7. En pacientes con Diabetes Mellitus descompensada. 8. En portadoras de infección genital activa. 9. Que hayan tenido sangramiento uterino previo al proceder. 10. En pacientes alérgicas a las prostaglandinas. 16 Embarazo, parto y puerperio Ventajas del medicamento El misoprostol, conocido comercialmente como Cytotec, es un análogo sintético de la PGE1 que, igual que otras prostaglandinas, produce fuertes contracciones uterinas. En resumen: 1. Es mucho más económico (bajo costo). 2. No necesita refrigeración. 3. Es de fácil adquisición. 4. Es de fácil uso y administración. 5. Tiene mayor aceptación entre las mujeres. 6. Su utilización es más flexible. 7. Tiene acción broncodilatadora. Precauciones Se recomienda lo siguiente: 1. Examen físico general y ginecológico para precisar la edad gestacional. En aquellos lugares en que exista la posibilidad de hacer ecografía abdo- minal o transvaginal, realizarlas para descartar el embarazo ectópico. 2. La ecografía se debe repetir después del aborto farmacológico, para con- firmar el éxito del método. 3. Realizar hemograma con diferencial, teniendo en cuenta fundamental- mente hemoglobina y hematocrito. 4. Se aconseja un exudado vaginal y endocervical para descartar sepsis vaginal. 5. Donde los recursos lo permitan, realizar estudios de serología para el diag- nóstico de sífilis. 6. Determinación VIH. 7. También se debe detectar el grupo sanguíneo y el factor Rh, y en las casos que la paciente sea Rh negativo utilizar una dosis de suero anti-D, posterior al proceder. Complicaciones del aborto medicamentoso Las complicaciones originadas en el aborto medicamentoso se reducen de for- ma significativa comparada con el aborto quirúrgico. El sangramiento transva- ginal que ocurre durante un aborto inducido con medicamentos suele ser más intenso que el de la menstruación regular y en general no se diferencia del sangrado que ocurre en el caso de un aborto espontáneo temprano. Según estu- dios realizados, se considera sangrado excesivo cuando la paciente refiere que se ha cambiado dos toallas sanitarias completamente saturadas de sangre en un tiempo menor de 1 hora y en un período de 2 horas consecutivas. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 17 Si debido a fallas del método, el embarazo continúa, no se recomienda la continuación de este. Los servicios de aborto que utilizan protocolo farmacoló- gico o los médicos que así lo empleen deben también facilitar y proveer a las pacientes del servicio de legrado por el riesgo teratogénico. El sangrado prolongado o intenso es la complicación más común y ocurre en aproximadamente 1 de cada 100 mujeres. Se define como éxito la evacuación completa no quirúrgica de los productos de la concepción (aborto completo). Se define como fracaso la no expulsión completa de los productos de la concepción y, por consiguiente, la necesidad de recurrir al legrado uterino. Efectos secundarios Los fármacos abortivos tienen efectos no deseados que, en su mayoría, no llegan a generar complicaciones médicas o quirúrgicas mayores, y en gran me- dida desaparecen en las primeras 24 h posteriores a la toma de medicamentos. El sangrado vaginal y los cólicos son efectos que están presentes en el aborto médico y es expresión de que el producto está produciendo contracciones ute- rinas efectivas. Se debe señalar que los cólicos están vinculados con la dilatación cervical y la expulsión del producto de la concepción (evacuación uterina), tal comoocurre en el aborto espontáneo. Esto debe ser del conocimiento de la paciente para que no genere preocupación y ansiedad y lo considere una complicación. Se reporta que el dolor abdominal de tipo cólico está presente en 85 % de las pacientes. Los efectos secundarios comunes son náuseas, vómito y diarrea. Estas ma- nifestaciones gastrointestinales están presentes, independientemente de las do- sis y las vías de administración; por lo general desaparecen después de la expulsión del producto. Se refiere que los efectos gastrointestinales son más severos, cuando la vía utilizada es la oral o sublingual. Se recomienda el uso de ibuprofeno o dipirona para contrarrestar el dolor. Tratamiento del aborto terapéutico con misoprostol Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en múltiples estudios con más de 5 000 casos se recomienda: 1. Para el aborto terapéutico, dosis de 800 μg (microgramos) cada 6-12 h por vía vaginal hasta completar 3 dosis, en embarazos menores de 12 sema- nas. La expulsión se logra en las primeras 24 h de la administración del medicamento, con una tasa de éxito por encima de 90 %. También se puede administrar, por vía sublingual, 800 μg cada 3-4 h, hasta completar 3 dosis, en embarazos menores de 9 semanas. 18 Embarazo, parto y puerperio 2. En el segundo trimestre se puede usar como dosis inicial 400 μg entre las 13 y 15 semanas por vía vaginal. También se usa 200 μg entre las 16 y 20 semanas, por vía vaginal y repetir dosis durante 6-12 h, si no hubo respuesta. 3. Si fuera un aborto incompleto, se debe administrar una dosis de 600 μg por vía oral o 400 μg por vía sublingual, como única dosis y realizar control en 7 días. 4. En el huevo anembrionado se usa una dosis única de 800 μg por vía vagi- nal. Se sugiere, además, que las tabletas deben ser humedecidas, lo cual favorece una mayor absorción y un paso al torrente circulatorio más rápi- do del medicamento, también se debe hacer una limpieza previa de la vagina con agua y jabón. 5. Las reacciones adversas estarán presentes después de aplicada la prime- ra dosis del medicamento, por lo que la frecuencia no va a incrementar las reacciones secundarias. Embarazo ectópico En toda mujer que esté entre 12 y 45 años de edad y presente dolor en bajo vientre, amenorrea o sangramiento, se debe sospechar siempre un embarazo ectópico, que es una entidad sumamente peligrosa, en la que si no se establecen su diagnóstico y tratamiento a tiempo, acabará con la vida de muchas mujeres que lo padecen. El embarazo ectópico es la implantación del huevo fuera de la localización habitual o normal. Su incidencia está aumentando en muchas partes del mundo. En Cuba constituyó 11, 9 % del total de las muertes maternas directas entre 1985 y 1995, y en los últimos 6 años es de 12 %. El embarazo ectópico complicado (roto) es una causa importante de muerte materna. La mayoría de las muertes maternas por este motivo se pueden evitar, si se hace un diagnóstico precoz y oportuno, y se inicia de inmediato una terapia ágil y efectiva. Concepto El embarazo ectópico es el que no anida en el sitio de implantación normal dentro de la cavidad uterina. Constituye un trastorno que puede causar la muer- te de la mujer que lo padece y el producto de la concepción casi siempre se pierde. De estos embarazos, aproximadamente 98 % son tubáricos (60 % ampulares, 30 % ístmicos, 5 % fimbricos y 3 % intersticiales). El restante 2 % corresponde a otras localizaciones: ováricas, cervicales, intraligamentarias y abdominales. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 19 En las últimas décadas ha aumentado la frecuencia del embarazo ectópico. Una vez diagnosticada esta sospecha hay que ingresar a la paciente para inves- tigar hasta confirmarla o negarla con seguridad y rapidez. Grupos de riesgo En estas se incluyen las pacientes que con mayor frecuencia tienen: 1. Antecedentes de inflamaciones pélvicas, principalmente por Clamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae. 2. Operaciones sobre las trompas para buscar fertilidad. 3. Embarazo ectópico anterior. 4. Esterilización tubárica. 5. Pacientes con dispositivos intrauterinos. 6. Anticonceptivos por vía oral. 7. Embarazo por técnicas de reproducción asistida. 8. Fumadoras. Se puede sospechar la presencia de un embarazo ectópico en toda mujer que presente como factores predisponentes: 1. �En mujer sana, sin antecedentes algunos de enfermedad�. 2. Enfermedad inflamatoria pélvica. 3. Anormalidades anatómicas de las trompas. 4. Cirugía previa en las trompas. 5. Masas tumorales extrínsecas que compriman las trompas. 6. Anomalías del cigoto. 7. Endocrinopatías, deficiencias del cuerpo lúteo, en ovulación tardía. 8. Dispositivo intrauterino (DIU). 9. Embarazo ectópico anterior. 10. Anticonceptivos con gestágenos en dosis bajas. 11. Técnicas de fecundación asistida. 12. Fumadoras. Embarazo ectópico complicado Puede dividirse en dos grupos: 1. Con estabilidad hemodinámica. 2. Con signos de inestabilidad hemodinámica o choque. En ambos grupos, síntomas del embarazo ectópico no complicado están pre- sentes. En el segundo es muy poco probable que se pueda realizar cirugía con- 20 Embarazo, parto y puerperio servadora, pues por lo general, son casos graves donde se ha roto la pared tubárica. A continuación se describen las características fundamentales de esta forma clínica en comparación con la anterior. Pacientes con aparente estabilidad hemodinámica Estas pacientes pueden presentar, de forma brusca, los síntomas siguientes: 1. El dolor es más intenso y puede irradiarse a otros sitios, a todo el abdomen o al hombro. 2. El sangramiento generalmente no varía. 3. La palpación de la tumoración anexial es muy dolorosa. 4. Al examinar el fondo del saco de Douglas, este puede estar abombado o ser muy doloroso. 5. Cuando se sospecha la rotura, no se debe diferir su confirmación por pun- ción de fondo del saco de Douglas o del abdomen. La punción también se puede realizar en pacientes sin evidencias de complicación, para poder asegu- rar que no existe un hemoperitoneo pequeño o de poco tiempo de evolución. 6. En dependencia del tiempo de evolución del hemoperitoneo, se encontra- rán signos de irritación peritoneal e intestinal por la sangre libre. 7. Ante la sospecha o el diagnóstico presuntivo del embarazo ectópico en una paciente estable, se debe realizar una laparoscopia confirmativa que puede ser seguida de cirugía laparoscópica, si se dispone de los equipos y las habi- lidades necesarias o de una laparotomía para la operación convencional. Pacientes con signos de descompensación Estas pacientes, ante el examen físico ya presentan signos y síntomas de gravedad: 1. Están presentes los signos de choque: sudoración, palidez, taquicardia, frialdad e hipotensión. 2. La punción del fondo del saco de Douglas o del abdomen, hace el diag- nóstico de la complicación, al extraer sangre que no coagula y con peque- ños coágulos oscuros. La reposición del volumen se hace de inmediato, la solución es quirúrgica por laparotomía con rapidez y sin pérdida de tiempo. No espere la recuperación de la tensión arterial porque el sangrado será más abundante. Se debe intervenir reponiendo volumen y con la tensión arterial mínima soportable, y bien oxigenada e inhibido el dolor. El embarazo ectópico es el gran simulador en su sintomatología, siempre capaz de provocar la muerte en la población femenina. Según Vital Asa, un Hemorragias. Primera mitad del embarazo 21 clásico de la Ginecología. �El embarazo ectópico al horadar la trompa cava su propia tumba�, o sea, al romper la vascularización del lecho tubárico inicia la hemorragia profusa que puede ser mortal. Cuadro clínico Síntomas del embarazo ectópico La paciente, al interrogarla, dice �que se siente embarazada� y puede presentar modificaciones generales en su organismo y locales en el aparato genital (zonas de pigmentación, hipertrofia de las mamas con secreción de calostro, aumento discreto del útero y con consistencia blanda). Entre los síntomas subjetivos precocesse señala, la pérdida de sangre geni- tal, que aparece después de un período de amenorrea. En ocasiones, el sangra- do es escaso y la paciente no precisa su amenorrea, la cual puede ser interpretada como de origen menstrual, pero la época y su calidad son diferentes. Aparece entre dos fechas catameniales, es escasa, pegajosa y de color oscuro. El dolor es en forma de cólico (signo de Martín) casi nunca persistente, loca- lizado hacia la trompa enferma y se irradia en la pelvis, es frecuente que coinci- da con la pérdida de sangre. Puede existir constipación, disuria, dificultad para orinar y neuralgias, que corresponden a trastornos por compresión. Síntomas objetivos Se exploran mediante el tacto y la palpación combinados. Cerca o junto al útero, coincidiendo con el lugar de dolor exquisito, se descubre una masa o tumor de volumen diferente, según las semanas de embarazo, elástico, fusiforme, ovoide o en �cuerno de la fortuna�. A veces es posible encontrar un surco entre el útero y la trompa (embarazo ístmico y ampular), también se puede palpar un desplazamiento pulsátil en el ángulo inferior del tumor, debido al desarrollo vas- cular que impuso la gestación ectópica. En el embarazo intersticial, cuando el huevo se implanta en la porción uterina de la trompa, su relieve a nivel del cuerno correspondiente es semiesférico. Si progresa la gestación, los ángulos del útero grávido se colocan en un mismo eje vertical (signo de Rounge-Simon o verticalidad del fondo uterino) y de esta forma queda la trompa grávida más alta que la contra lateral. Síntomas de embarazo ectópico abdominal Todos los síntomas se hacen evidentes (signos y síntomas de compresión, dolo- res abdominales, pérdida de sangre) y puede expulsar moldes de decidua. Ante 22 Embarazo, parto y puerperio la palpación �se aprecia un tumor�, cuyo volumen coincide aproximadamente con la edad del embarazo, de forma caprichosa, de consistencia desigual, que no se contrae, desviado lateralmente y poco movible. En su interior, si la pacien- te no es obesa, se pueden localizar partes fetales (polos, miembros) dando la sensación de �superficialidad�. Los movimientos fetales activos �son muy dolorosos�, así como la ausculta- ción del corazón fetal. Combinando la palpación y el tacto, se puede �separar� el tumor principal del útero que está aumentado de tamaño. Cuando el embarazo abdominal llega al término, o pocas semanas antes, se inicia un falso trabajo de parto constituido por contracciones uterinas dolorosas e intermitentes, a veces borramiento del cuello y hasta dilatación de 2 cm. Evolución del embarazo ectópico La evolución depende del sitio donde esté implantada la gestación. La forma clínica intersticial implica la rotura del saco y el paso del huevo al útero para salir al exterior. También puede implantarse en el cuerno uterino, correspon- diendo entonces a la forma �cornual�, que de seguir evolucionando provocaría �literalmente� un estallamiento del ángulo cornual del útero y ser la causa de un grave e intenso sangrado, sumamente grave para el pronóstico materno. A continuación se ilustra un embarazo ectópico gemelar no complicado, en una paciente de 27 años de edad, de piel blanca, en el 2005, operada en el hospital América Arias (Figs. 1-3). El embarazo abdominal se puede llamar primitivo, si el huevo se anidó ahí desde que fue fecundado; y secundario, cuando la implantación se hizo después de desprenderse de otra parte. Para aceptarlo como embarazo abdominal pri- mitivo, no deben existir signos de rotura ni cicatrices en el útero, las trompas y los ovarios, lo cual es excepcional. La gestación abdominal secundaria estuvo implantada, primero, en otro sitio y continuó su desarrollo en el peritoneo, pero es preciso que no esté totalmente desprendida de donde anidó. En el embarazo ectópico ístmico uterino y cervical, el huevo anida profunda- mente en el istmo uterino o en el orificio cervical, penetrando en el tejido muscu- lar muy delgado del istmo o en el tejido conjuntivo del cérvix que no tiene tejido muscular. El sangrado será constante y solo solucionable por la operación ur- gente de histerectomía total. Por observación macroscópica, se verá una predominancia del largo y el ancho del cuello uterino en relación con el cuerpo del órgano que recuerda el útero infantil. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 23 Fig. 1 Embarazo gemelar ectópico tubárico. Fig. 2 Corte de la trompa de Falopio, donde se aprecia gestación doble. 24 Embarazo, parto y puerperio En el embarazo tubárico ístmico, la evolución se hace hacia la superficie externa de la trompa que, destruida por las vellosidades, acaba por desgarrarse (rotura tubárica). En el embarazo ampular la porción libre del huevo hace pro- minencia en la luz tubárica, pudiendo perforar su envolturas hacia adentro y desprenderse después del saco, dando origen al aborto tubárico. Otra forma evolutiva del aborto tubárico es cuando el huevo, influenciado por las contrac- ciones de la trompa, vuelve a recorrer el camino que había hecho hasta que anidó, y es expulsado hacia el abdomen. La rotura tubárica ocurre, generalmente, entre las 8 y 12 semanas, puede evolucionar al estado latente, produciendo pequeñas grietas o fisuras en la su- perficie de la trompa que corresponde al perímetro ovular y escapando por ahí vellosidades y sangre. Con mayor frecuencia, la rotura se hace brusca y enton- ces la sangre se derrama en la cavidad peritoneal (hemorragia cataclísmica de Barnes). El embarazo tubárico también puede destruir la pared tubárica inferior y pasar al ligamento ancho (embarazo intraligamentario). Continuando con la sintomatología del embarazo ectópico se reitera que pro- duce todas las modificaciones generales y locales del embarazo implantado normalmente (ectópico): pigmentación, hipertrofia de las mamas, aumento dis- creto del útero, etcétera. Puede producirse expulsión de la caduca en colgajos o completa, reproduciendo a veces la forma interna del útero. Fig. 3 Corte de la trompa de Falopio donde está bien definido el embarazo gemelar. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 25 El dolor en forma de cólico (signo de Martín), rara vez continuo, se localiza en la trompa enferma, se irradia hacia la pelvis y coincide casi siempre con la metrorragia. El aborto tubárico y a menudo la rotura tubárica se anuncian por crisis suce- sivas de dolor y rara vez por un dolor agudo y brusco que lleva al síncope y se localiza en el epigastrio o en el hombro (signo de Laffont o signo del frénico). El dolor pélvico se acompaña de reacción peritoneal (náuseas, meteorismo, retención de orina, de heces, etc.) y, excepcionalmente, de fenómenos de ane- mia aguda (palidez de la piel y las mucosas, hipotensión, taquicardia y enfria- miento de las extremidades). Si el embarazo ectópico está fisurado o el sangramiento interno dura varias horas, puede aparecer el signo �de la planta del pie y manos azafranados� (signo de Kustallov). El signo de Oddy es el dolor intenso provocado en la micción y el cateterismo de la vejiga, que se produce por irritación del peritoneo de revestimiento. El dolor, también de origen reflejo, puede ser constante o solamente por la defecación. El signo de Banki es el dolor intenso que se produ- ce al rechazar el cuello uterino contra la sínfisis del pubis. A medida que la sangre pasa al abdomen se acumula en los sitios declives, va adquiriendo consistencia (hematocele) y entonces se limita a un tumor blando y pastoso que abomba la cavidad del fondo del saco de Douglas, llamado �verte- dero de la pelvis�, y que provoca dolor al comprimirlo por medio del fondo vaginal posterior o lateral (signo de Douglas-Proust). El hematocele puede in- fectarse secundariamente. Con frecuencia, la rotura tubárica se hace evidente por síntomas agudos y dramáticos (lo cual es excepcional en el aborto tubárico). Inicia la escena un dolor repentino y violento, que se localiza en el sitio de la rotura y se extiende a todo el abdomen. Aparecen vértigos, síncope y el cuadroimpresionante de la anemia aguda y el choque por hemorragia interna. Algunas pacientes de piel muy blanca, describen en esta circunstancia el sínto- ma del color azulado que adquieren las zonas periumbilical (signo de Hofstaetter- Cullen-Hellendal). También puede aparecer el signo de la anisocoria (Santomanso y Salmon), que aparece en las grandes hemorragias intraperitoneales. La hemorragia cataclísmica conduce a la muerte en pocas horas. No obstan- te, se puede decir que �en la actualidad una mujer que llega viva al hospital por embarazo ectópico roto, en choque hemorrágico, no debe morir�, la urgencia quirúrgica y las medidas de sostén inmediatas deben estar siempre dispuestas. Diagnóstico de formas clínicas no complicadas (no roto ni fisurado) El primer elemento a tener en consideración es pensar y buscar el embarazo ectópico, en toda mujer en edad fértil que asiste a consulta por dolor en hipogas- 26 Embarazo, parto y puerperio trio, tenga o no sangrado vaginal, con trastornos menstruales, esté o no en ame- norrea. Se debe considerar de mayor importancia el grupo de riesgo establecido en el manual de diagnóstico y tratamiento de Cuba. El tratamiento del embarazo extrauterino es eminentemente quirúrgico. Las frases de Pinard �todo embarazo extrauterino diagnosticado requiere su inter- vención� y la de Westh �todo embarazo ectópico debe ser considerado como un tumor maligno y extirpado como tal�, deben ser tomadas en cuenta y no olvidarlas jamás, pero en la actualidad se deben hacer algunas reflexiones sobre ciertas circunstancias que el desarrollo actual de las ciencias médicas obliga a considerar. El tratamiento con citostáticos puede ser utilizado en pacientes cuyo diagnós- tico se hace temprano, antes de las 7 semanas de amenorrea. En gestaciones mayores es ineficaz y peligroso y se recomienda no utilizarlo en embarazos de 8-10 semanas o más. Es indispensable que se haga por personal dedicado a su estudio, con una vigilancia evolutiva muy estrecha. En su seguimiento, se deben realizar dosificaciones periódicas de la fracción beta de la gonadotropina coriónica y ultrasonografía, para precisar el crecimien- to, en función y el desarrollo del saco gestacional. Se mantendrá ingresada la paciente el tiempo que sea necesario y se informará su evolución diaria a los servicios de Obstetricia y Ginecología. Se da como ejemplo, a una paciente, tratada en el hospital América Arias. Tiene 32 años de edad, con un parto desde hace 12 años y ausencia de la trompa derecha por embarazo ectópico anterior complicado. Con su nuevo matrimonio no tiene hijos ni su esposo tampoco. Presenta ahora un embarazo ectópico cornual, sumamente peligroso para su vida por la cuantiosa hemorra- gia que puede aparecer, si estalla el cuerno uterino. Se logró su diagnóstico temprano por las pruebas biológicas del embarazo y ultrasonido con solo 5 se- manas. Se empleó una dosis única de 50 mg de metotrexato, sugerida en con- sulta con el colega profesor Eduardo Cutié León. Se repitió igual dosis al tercer día y, por ultrasonido se observó que el saco gestacional detuvo su crecimiento y apareció más tarde un pequeño hematoma de absorción a su alrededor. En esta etapa la fracción beta de la gonadotropina coriónica comenzó a descender, ya que después de la primera dosis hubo un ligero ascenso. Se utilizó el equipo SUMA de fabricación cubana, del hospital. Finalmente, se le dio alta 2 semanas después, con la seguridad que mostró la ultrasonografía: desaparecieron los síntomas clínicos de la gestación, el declinar de la fracción beta de la gonadotro- pina y el tamaño del huevo era cada vez menor. Con estas dosis no se observa- ron signos ni síntomas secundarios ante la administración del citostático en esta paciente y se ha informado que tampoco se asocia con efectos teratogénicos en embarazos posteriores. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 27 Algunas particularidades del tratamiento En el embarazo ectópico cervical sangrando es obligado hacer histerectomía total sin anexectomía. Se puede intentar uso de citostáticos si se logra el diag- nóstico temprano y sin síntomas. En esta eventualidad no se ha tenido experien- cia clínica con esta terapia. En el embarazo abdominal con feto a término o viable se debe proceder a extraer el feto sin manipular el área de implantación placentaria. Si la placenta está inserta en órganos vitales de difícil acceso, solamente se debe ligar el cordón umbilical bien cercano a la placenta y dejarla intraabdominal para lograr su absorción. Es probable que el posoperatorio sea tormentoso y aparezca un íleo paralítico. No es necesario alarmarse pues con el tratamiento médico opor- tuno en un tiempo corto desaparecerá. Si la placenta estuviera implantada en un sitio de posible acceso quirúrgico o por accidente transoperatorio comenzara a sangrar, se debe extraer cuidadosa- mente, y por personal hábil y de experiencia quirúrgica. Ahora se presenta una paciente atendida en el hospital América Arias, de 31 años de edad, raza negra, primera gestación, con varios fibromas gigan- tes y un embarazo abdominal cuyo niño pesó 2 800 g. La placenta estaba implantada en parte en el ligamento ancho derecho y otra porción al ciego; y fue posible extraer los fragmentos implantados en el ligamento ancho y dejar, previa cuidadosa hemostasia vascular, la porción que anidaba en el ciego. A continuación se realizó una histerectomía subtotal con ligadura de ambas arte- rias hipogástricas, visualizando ambos uréteres disecados al exterior. En el postoperatorio presentó íleo paralítico que evolucionó favorablemente ante el tratamiento médico con aportes de soluciones cristaloides y coloides, lo que garantizó el equilibrio hidromineral. Previamente se administró terapia con anticoagulante (fraxiheparina) como prevención de posibles fenómenos tromboembólicos, tal como se recomienda siempre en intervenciones grandes, y con amplia movilización y extracción de órganos y tejidos. Se decidió no emplear citostáticos para eliminar el resto de la placenta adherida al ciego (Figs. 4-8). Algunas consideraciones finales Embarazo ectópico tubárico no complicado El momento ideal para lograr el diagnóstico del embarazo ectópico es antes de que ocurra alguna complicación, pues se evitan los riesgos de la rotura; se puede hacer con más facilidad la cirugía endoscópica, tanto conservadora como realizar exéresis de la trompa, e incluso es posible efectuar tratamiento médico con citostáticos. 28 Embarazo, parto y puerperio Fig. 5 Placenta adherida al ciego. Fig. 4 Embarazo abdominal. Extracción del feto. Hemorragias. Primera mitad del embarazo 29 Fig. 6 Debridación de la placenta. Hay que tener muy presente que el tacto vaginal puede provocar la rotura del embarazo ectópico, por lo que se debe efectuar con mucho cuidado. También es prudente tener en cuenta que los casos que ingresan y se han examinado bien, pueden presentar complicaciones (hemorragia interna) en las primeras horas. La cirugía conservadora (salpingostomía con aspiración del contenido o el ordeño tubárico), se realiza solo cuando la otra trompa está dañada, obstruida o ausente. Si se inspecciona con mucho cuidado y está aparentemente normal, es preferible efectuar la resección de la trompa dañada, pues así se corren menos riesgos de sangramiento transoperatorio y posoperatorio, de recidiva de emba- razo ectópico en el mismo sitio y quede tejido residual. Cuando se vaya a reali- zar una cirugía conservadora, se debe contar con la posibilidad de seguimiento con Beta-HCG de la actividad trofoblástica. En todos los casos con embarazo ectópico se recomienda administrar antimi- crobianos que pueden actuar sobre la Clamydia trachomatis y la Neisseria en caso de estar presentes. Las tetraciclinas, la eritromicina y las quinolonas son las más empleadas en este momento. Además: 1. Realizar una anamnesis y un cuidadoso examen físico. 2. Ante su sospecha, seguir las orientaciones que aparecen en el flujograma de atención primaria de salud y del nivel hospitalario.
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