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Revista Chilena de Estudios Medievales | eISSN 0719-689X Resumen Este artículo tiene como objetivo realizar una primera aproximación a la historiografía sobre un campo tipológico arquitectónico que está mayormente ausente de los principales libros de historia de la arquitectura al alcance de los estudiantes en Latinoamérica: los castillos medie- vales. Para este efecto se centra particularmente en el debate existente en el tratamiento que esta tipología recibe en los estudios que los historiadores han realizado en Inglaterra, donde sí han tenido un gran desarrollo incluso como una disciplina especializada. El trabajo nos lleva a la conclusión de que tal debate amerita precisiones teóricas y metodológicas, y nos señala un campo de estudio que promete mayores e interesantes desarrollos. Palabras clave Edad Media, historiografía, arquitectura, símbolo. Abstract This article aims to have a first approach to the historiography of an architectural typological field that is largely absent from the main books of history of architecture accessible to students in Latin America: the medieval castles. To this effect is particularly focused in the existing debate on the treatment of this typology received in the studies that historians have made in England where they have had a great development even as a specialized discipline. The work leads us to the conclusion that this debate merits theoretical and methodological accuracies and points out a field of study that deserves promises major and interesting developments. Keywords Middle Ages, historiography, architecture, symbol. Fernando Jara es Arquitecto, Maestro en Ciencias con mención en arquitectura, pro- fesor en la Universidad Privada de Ciencias Aplicadas, y en la Maestría de la Universidad Nacional de Ingeniería en Lima-Perú. Ha sido Director de la Sección de Posgrado, Director del Instituto de Investigaciones y Coordinador de la Maestría en Arquitectura de la UNI. Asesor de diversas tesis de maestría. Publicaciones: Interpretacion y explicacion en la obra de Aby Warburg. INIFAUA-UNI Lima, 2006, “Bibliotecas: una lectura de la arquitectura del siglo XX”, Waka XXI. n. 5 (2006). FERNANDO JARA Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) en Lima, Perú Recepción de artículo: 3-9-2020 Aceptación del artículo: 2-12-2020 La arquitectura de los castillos ingleses y el debate historiográfico. Unas precisiones teóricas. English ś castles architecture and the historiographical debate. Some theoretical accuracies. | 62 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral INTRODUCCIÓN En las obras más difundidas a nivel universitario en nuestro medio latinoamericano, dedicadas a la historia del arte y la arquitectura y realizadas en el siglo XX, los castillos medievales han constituido un tópico que destaca por su ausencia. Para comprobar esta realidad basta revisar la conocida y compendiosa antología realizada por Luciano Patetta (1997), dirigida según señala el autor, a los estudiantes de las escuelas de arquitectura, con el fin de aproximarlos ‘…a la Historia de la Arquitectura, al conocimiento del pensamiento crítico de autores de prestigio (…….) y de las principales tendencias historiográficas’1; en cuyas 416 páginas este tipo arquitectónico no ha merecido una sola vez la atención de ninguno de los “autores de prestigio” o “principales tendencias historiográficas” incluidos. Es más bien en estudios especializados dedicados exclusivamente a esta producción arquitectónica del medioevo europeo en los que se ha desarrollado a modo de una especialidad independiente, la castellología2, encargada del estudio de los castillos en general3. Es en el contexto de esta producción especializada dedicada a este tipo arquitectónico y particularmente en la bibliografía de origen inglés, que desde el último tercio del siglo XX se realiza un encuentro de enfoques, un debate de dos posiciones historiográficas a cuyo esclarecimiento teórico-conceptual nos interesa aportar unas reflexiones, con las cuales buscamos: en primer lugar, aportar una precisión terminológica, y teórica necesaria para un esclarecimiento de la pertinencia del referido debate y para un mejor desarrollo de estos estudios. Por otro lado cabe señalar que esperamos indirectamente resaltar la necesidad de incluir el análisis de estas construcciones en el panorama más amplio de la historia de la arquitectura. Para este efecto, y como marco teórico nos remitimos a las ideas constitutivas de la teoría de la historia en general planteadas por Agnes Heller (1982), y encontramos que hay – entre otras – dos tareas fundamentales en la historia: la interpretación de los testimonios y la explicación del hecho histórico4; llevando estos conceptos al campo específico de la historiografía artística y/o arquitectónica, tenemos que hablar de la interpretación del objeto arquitectónico y la explicación del hecho histórico arquitectónico. Y dentro de la interpretación nos resultan particularmente relevantes las perspectivas que nos abren los planteamientos de la iconología, enraizada en los pioneros trabajos de Aby Warburg (1866-1929) y sistematizada por Erwin Panofsky. En estos planteamientos Warburg señala claramente los tres niveles de significación del objeto artístico5, (y consecuentemente también arquitectónico), los mismos que, sistematizados por Panofsky son: la “Significación primaria o natural”, cuyo estudio supone simplemente una “descripción pre-iconográfica”, la “Significación secundaria o convencional”, a la que corresponde un “análisis iconográfico”, y la “Significación intrínseca o contenido” Cuyo estudio nos lleva a conocer los verdaderos “valores simbólicos” del objeto6. Todos estos aspectos, que apuntan en última instancia a la “Imagen” arquitectónica y todos los posibles contenidos que el concepto imagen implica, nos dan las herramientas conceptuales con las cuales evaluar el señalado debate de la castellología inglesa. 1. ESQUEMA DE LA EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DE LOS CASTILLOS MEDIEVALES El desarrollo del castillo medieval estará ligado al desarrollo de las relaciones feudales en Europa, fenómeno que se inicia en Francia en el siglo IX, a partir del debilitamiento de la autoridad política y militar imperial, y se expande de Francia a toda Europa. Este Castillo es fundamentalmente un complejo residencial y centro de defensa de un señor local y sus allegados; diferenciándose de las “fortalezas” específicamente construidas en un proceso bélico como punto estratégico de defensa o de ataque, así como de las “ciudadelas” o fortalezas urbanas7. Lo que será corroborado por Christopher Gravett: They had been in use, at least in north-western France, from about the 9th or 10th century. As the Carolingian Empire tottered and Charlemagne's sons and grandsons squabbled over his territories, Viking raiders took full advantage to probe down the river systems and strike quickly. Central government was in disarray and local lords were thrown back on their own resources. The feudal system was emerging, with knights doing homage to a powerful man and promising to fight for him in exchange for land, or a place in his household. Castles emerged to protect the lord and the warriors who lived within them.8 El carácter fortificado de los castillos medievales toma sus principales características arquitectónicas de las experiencias más antiguas, a través del legado romano, que contiene ya en sus fortificaciones los elementos fundamentales del castillo medieval, a saber: la muralla o 1. Patetta 1997, p. 17 2. La llamada “castellology” en la literatura inglesa, termino inglés que resulta pertinente mencionar en este contexto, ya que estamos refiriéndonos a la historiografía inglesa. 3. Al respecto pueden consultarse las bibliografías proporcionadas por los trabajos de Luis de Mora: “Consideraciones sobre la bibliografía castellológica Anglo-Francesa”, Estudios de historiay de arqueología medievales X (1994) pp. 235-256, y de Kenyon John. Castle Studios recent Publications, The Castle Studies Group, 2005. http://www.castlestudiesgroup.org.uk/csg2005bib.PDF, consultado el 12.09.16 4. Heller 1982, p.132 5. Jara 2006, p.27 6. Panofsky 1955, pp.47-50 7. Kilimnik 2013, p.17 8. “Habían estado en uso, al menos en el noroeste de Francia, aproximadamente desde el siglo IX o X. Mientras el Imperio carolingio se tambaleaba y los hijos y nietos de Carlomagno se peleaban por sus territorios, los asaltantes vikingos aprovecharon al máximo para explorar los sistemas fluviales y atacar rápidamente. El gobierno central estaba en desorden y los señores locales se vieron obligados a recurrir a sus propios recursos. El sistema feudal estaba emergiendo, con los caballeros rindiendo homenaje a un hombre poderoso y prometiendo luchar por él a cambio de tierras o un lugar en su casa. Surgieron castillos para proteger al señor y a los guerreros que vivían dentro de ellos”. Gravet 2003, pp 4-5 (Traducción propia) | 63 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral “Curtain-wall” de mampostería, con torres en los ángulos, el “camino de ronda” o “Wall-walk”, el antepecho con aperturas o “Crenels” y almenas o “Merlons”, y torres de refuerzo9. Predomina en las primeras épocas de los castillos medievales – particularmente durante la conquista normanda de Inglaterra – el castillo tipo “motte-and-bailey” (que podemos traducir como “mota y aldea”) cuya organización espacial implica una separación jerárquica entre la parte elevada que refleja la autoridad del señor y la parte baja, para sus servidores. Es hacía finales del siglo XII que las características de los castillos sufren cambios, con nuevas ideas y nuevos elementos, como consecuencia del contacto de occidente con la cultura arquitectónica de medio oriente durante las cruzadas, así como del conocimiento de las poderosas fortificaciones bizantinas. Siendo el más importante de estos cambios el uso del trazado circular. Formando volúmenes cilíndricos (lo que ya había sido trabajado en la arquitectura románica religiosa, particularmente en los ábsides de las iglesias). Este trazado curvo de los muros favorecía su rigidez y se aplicó particularmente a las torres de las murallas y/o al Torreón Principal, “Donjon” o “Keep”, estas torres también llamadas “Torres del homenaje” tendrán un desarrollo mayor principalmente en los siglos XIII y XIV.10 Esta evolución entre los siglos IX y XIV que someramente hemos esbozado, lleva según Kilimnik, a la definición en la Europa medieval de un tipo arquitectónico, un arquetipo cuya imagen se difunde en la Europa occidental adaptándose a las características del entorno físico y cultural de cada país o territorio: To a large extent the ideal archetype of the castle in the medieval Europe is characterized for a brevity and compactness that empha- size modularity and monolith of any feudal fortress, Therefore, it makes sense the Weber´s "logical linking of phenomena that occur at different times in different cultures" which allows combining all existing feudal castles, created by the nations inhabited medieval European into a single image, or the perfect archetype.11 Y es específicamente acerca de un particular debate que se evidencia en la visión historiográfica que articulan los historiadores ingleses sobre este hecho histórico-arquitectónico, de lo que nos ocupamos en este trabajo. 2. EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO EXISTENTE: UNA VISIÓN “SIMBÓLICA” FRENTE A LA TRADICIONAL ORTODOXIA “FUNCIONALISTA” QUE HABÍA PREDOMINADO EN LA HISTORIA DE LOS CASTILLOS MEDIEVALES El estudio de la arquitectura de los castillos ha sido en los últimos años materia de un debate entre dos principales tendencias, la de aquellos que continuando la tradición historiográfica se han centrado en el análisis de sus aspectos defensivos, ligando su visión de esta arquitectura a los avatares constructivos que actuaban como reacción a las características de las guerras medievales, y la de aquellos que, desde el último tercio del siglo XX han intentado enfocar su visión en los aspectos simbólicos de esta arquitectura, originados en las pretensiones de poder de sus dueños y habitantes. En su obra Castles in Context. Power, Symbolism and Landscape. 1066 to 1500, originalmente publicada en el 2005 y reimpresa en el 2012, Robert Liddiard nos proporciona en su primera parte una sucinta reseña del interés de los estudiosos modernos de los castillos, remitiendo sus primeras manifestaciones al romanticismo del siglo XIX en obras como las de Sir Walter Scott, “Ivanhoe”, señalándonos que posteriormente se generó la categoría de “Arquitectura militar”, base de la ortodoxia propia del siglo XX, y su interpretación funcionalista - militar de los castillos; mencionándonos al respecto entre otros12, tres obras referenciales de este enfoque13. Como refiere Liddiard, esta ortodoxia “funcionalista” que imperó en la historia de los castillos medievales es de algún modo recusada por Charles Coulson con una propuesta de carácter “simbolista”. De hecho Coulson en el año 1996, dice que desde 1979 se ha revisado particularmente en Inglaterra, el “determinismo militar” dominante en el estudio de los castillos medievales, planteando que se ha descuidado lo que denomina ‘The cultural method of architectural and art history’ con el consiguiente perjuicio de esta rama de la investigación historiográfica14. Coulson resalta que tanto la guerra como el estilo de vida aristocrático son fuente de la búsqueda de las apariencias en la arquitectura de los castillos, y que en la construcción de castillos la apariencia parece haber sido más importante que la eficiencia militar15. En el caso de las portadas principales (Gatehouse) señala la existencia de aperturas que obviamente no son para defensa, sino unas ventanas en las que el señor del castillo hacía sus apariciones públicas, denominando a este conjunto principal del castillo towers of display16, las que tendrían un uso ceremonial, en el que el señor del castillo se presenta 9. Lepage 2002, p.5 y Kilimnik 2013, p.174 10. Lepage 2002, pp. 59-113 11. “En gran medida el arquetipo ideal del castillo en la Europa medieval se caracteriza por una concisión y compacidad que enfatizan el carácter modular y monolítico de cualquier fortaleza feudal, por lo tanto, tiene sentido la ‘vinculación lógica de fenómenos que ocurren en diferentes épocas y en diferentes culturas’ de Weber que permite combinar todos los castillos feudales existentes, creados por las naciones que habitaban Europa medieval, en una sola imagen, o arquetipo perfecto”. Kilimnik 2013, p.173 (Traducción propia) 12. Liddiard 2012, pp.2-6 13. Robert Liddiard se refiere a las obras de: Ella Armitage, The Early Norman Castles of the British Isles, London, Jhon Murray, 1912; de A. Hamilton Thompson, Military Archaeology in England during the Middle Ages. Oxford, Oxford university Press,1912; y de Sidney Toy, The castles of Great Britain, London, William Heinemann. 1953 14. Coulson 1996, p.171 15. Coulson 1996, pp. 174-175 16. Sobre el carácter simbólico de esta característica de las portadas véase Baldwin Smith, Architectural symbolism of Imperial Rome and the Middle Ages, Princenton, Princenton University Press, 1956. | 64 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral entronizado, y cuyos amplios vanos, debilitan su capacidad defensiva, en este sentido, y refiriéndose a afirmaciones de Derek Renn17 nos dice que este ve en las “torres del homenaje”: … most minutely examined, as having upper apertures 'not for defence' but for some ceremony of lordly durbar, the lord of the manor elevated above his dependants assembled outside, enthro- ned or standing in full view. (…………) 'such galleries weakened the passive defensive capability of a gatehouse’18. Al respectomenciona Coulson como uno de sus ejemplos el Castillo de Exeter en Devon, que data del 1068 y cuyos vanos triangulares son de tipo anglosajón, lo que para Coulson es una constatación de que estas Demonstrative gateways constituyen un elemento arquitectónico que persiste desde tiempo atrás (se refiere a las construcciones previas a la invasión normanda de Inglaterra). Similar muestra del dominio señorial como carácter principal de estas portadas, sería posteriormente la exposición en estos puntos principales de los castillos, de los escudos de armas y/o nichos con estatuas, en los que una visión funcionalista bélica del castillo, nos dice ‘..would expect to find an arrow loop or two..’19. En la línea de pensamiento de Coulson, Marten-Holden niega el énfasis en la tecnología militar como fundamento en el diseño y construcción de los castillos resaltando su carácter de símbolo de estatus social y de prestigio. .…. developments in castle architecture have been viewed as res- ponses to the evolution of Military technology- Yet recent studies at the late-medieval site at Bodiam in Sussex have revealed a castle that lay within a manipulated landscape, its spectacular site desig- ned less to thwart military attack than to impress the visitor as a symbol of social standing and prestige.20 Christopher Gravett (2003) abundaría en favor de la posición de Coulson al referirse al castillo de Orford en Suffolk y señalar sus formas aparentemente en esencia defensivas pero cuya funcionalidad se devela principalmente habitacional, aludiendo además al carácter simbólico de su gran tamaño: …. Orford in Suffolk, built by Henry II in about 1165, has a poly- gonal tower in the new experimental style. However, the large buttresses give it even squarer angles, as well as blind spots, while the numerous rooms set in the buttresses mean the walls are quite thin (……). This all suggests the tower was not designed prima- rily for defense. As a solar tower, however, it does contain all the conveniences for a king and his guests. (…………..) It has also been suggested that the dimensions of the building, like those of cathedrals, have symbolic meaning.21 El funcionalismo militarista reacciona contra el simbolismo de Coulson y seguidores. Al respecto, Colin Platt señala que los artículos de Charles Coulson Structural symbolism in medieval castle architecture de 1979 y Hierarchism in conventual crenellation de 1982, constituyen en realidad una nueva ortodoxia en la historiografía sobre los castillos. Y que el planteamiento de que estos fueron solo excepcionalmente construidos por razones militares y fueron principalmente una expresión de estatus social y de prestigio, habría ganado mayor prominencia desde el estudio de Coulson sobre el castillo de Bodiam de199122. … it was only when Coulson turned his mind to structural ar- chaeology that his ideas attracted wider attention. Bodiam — (…………….) — gave Coulson what he believed to be clear proof of his original thesis that applications to crenellate (i.e. to fortify with wall and ditch) had more to do with ‘symbolism and affecta- tion’ than with any real-life military objectives.23 Platt niega en consecuencia la validez de las afirmaciones de Coulson sobre el Castillo de Bodiam, y aludiendo al carácter explícito del texto de la licencia real (Crenellation License) otorgada para esta construcción, emitida el 20 de octubre de 1385, resalta que esta licencia dio el poder a Sir Edward Dallingridge su propietario, para, construir estructuras de eminente carácter defensivo en su casa señorial, es decir para: …strengthen with a wall of stone and lime, and crenellate and construct and make into a castle his manor-house of Bodyham, near the sea in the county of Sussex, for the defence of the adja- cent country, and the resistance to our enemies, and (to) hold his 17. Derek Renn, Norman castles in Britain, Londres, John Baker, 1968. 18. “..., más minuciosamente examinadas, con aberturas superiores 'no aptas para defensa' sino para alguna ceremonia, en la que el señor de la mansión se presente entronizado o de pie, elevado por encima de sus dependientes reunidos afuera. (…………) 'tales galerías debilitaban la capacidad defensiva de la puerta de entrada'” Coulson 1996, p. 175 (Traducción propia) 19. Coulson 1996, p. 176 20. “.…. los desarrollos en la arquitectura del castillo se han visto como respuestas a la evolución de la tecnología militar. Sin embargo, estudios recientes en el sitio tardomedieval de Bodiam en Sussex han revelado un castillo que se encuentra dentro de un paisaje manipulado, su espectacular ubicación diseñada menos para frustrar un ataque militar que para impresionar al visitante como un símbolo de posición social y prestigio”. Marten-Holden 2001, p.46 (Traducción propia) 21. “…. Orford en Suffolk, construido por Enrique II alrededor de 1165, tiene una torre poligonal en el nuevo estilo experimental. Sin embargo, los grandes contrafuertes le confieren ángulos aún más cuadrados, así como puntos ciegos, mientras que las numerosas habitaciones colocadas en los contrafuertes hacen que las paredes sean bastante delgadas (……). Todo esto sugiere que la torre no fue diseñada principalmente para la defensa. Sin embargo, como torre solar, contiene todas las comodidades para un rey y sus invitados. (………… ..) También se ha sugerido que las dimensiones del edificio, como las de las catedrales, tienen un significado simbólico”. Gravett 2003, p.38 (Traducción propia 22. “... fue sólo cuando Coulson se centró en la arqueología estructural que sus ideas atrajeron una mayor atención. Bodiam - (…………) - le dio a Coulson lo que él creía que era una prueba clara de su tesis original de que las aplicaciones para almenar (es decir, fortificar con muro y zanja) tenía más que ver con "simbolismo y afectación" que con reales objetivos militares”. Platt 2007, p.83 (Traducción propia) 23. Platt 2007, p.85 | 65 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral aforesaid house so strengthened and crenellated and made into a Castle for himself and his heirs forever.24 Revelando explícitamente, un enfoque marcadamente caracterizado por el funcionalismo moderno, al sustentar su posición respecto a los castillos de la Baja Edad Media en los que – como en Bodiam – el marcado uso residencial otorga a Coulson y sus seguidores su principal argumento, afirmando que difícilmente habría tenido el objetivo de impresionar a sus vecinos, y más allá de que no haya sido en la práctica, objeto este de unas efectivas acciones de guerra, su función fue señaladamente defensiva y esta función determinó sus formas: …. while it’s true that the great majority of those miniature for- tresses were never tested in war, building a tower-house in those (or any) circumstances was not the most efficient (or most com- fortable) use of space. It could only exceptionally have been done to impress the neighbours, who had similar security worries of their own. ‘Form follows function’ is the much-quoted aphorism of the great Chicago architect, Louis Sullivan (d. 1924), inventor of the steel-framed skyscraper. Thus the form of the tower-house followed its function in self-defense….25 Por otro lado en esta línea del debate, y optando por la opción “funcional- militar” en su visión de los castillos, el estudioso Richard Hulme, califica de revisionismo a la posición de los llamados “simbolistas”, y aludiendo al contenido de su discurso, señala que las teorías que cuestionan el “determinismo militar” en la historiografía de los castillos medievales, al buscar explicaciones no militares, y al hacer énfasis en lo social y económico constituyen en realidad un “revisionismo pacifista” que sería expresión de un sentimiento de culpa existente a finales del siglo XX, frente a los horrores de las guerras totales experimentadas en ese siglo26. La permanencia de este debate en la castellología inglesanos la demuestran investigaciones más recientes que, además de poner en cuestión el tema militarista, se interesan en la interpretación desde nuevas perspectivas, como el “enfoque de género”, por ejemplo el trabajo de Dempsey y otros, quien se plantea cuestionar la mirada militarista y aboga por “interpretaciones significativas”: Yet, castles hold potential to inform multi-vocal accounts of the medieval past and to inspire meaningful heritage interpretations to achieve greater societal impact. (………………………………….) The enduring narrative of militarism at medieval castles sites is dis- cussed, together with issues of authenticity in relation to the his- torical record, which is in itself biased and inherently gendered.27 Por el lado de la persistencia de la posición funcional-militarista, vemos el importante trabajo de Jayson Gold Pambianchi, si bien desarrollado en una universidad norteamericana, centrado totalmente en el debate que ocupa este artículo, cuya tesis está, nos dice al inicio: … centered on English medieval castellology, [y] disputes the re- visionary sentiment that castles were not frequently constructed to serve as fortifications, but to instead substantiate affluence … [planteando finalmente en su conclusion, que] … The Castle Age was dominated by defensive architecture for four centuries. Kings and conquerors routinely utilized castles for strategic and defen- sive benefits, erecting them to augment invasions and for subse- quent territorial preservation…28. Resulta importante señalar sin embargo, que ICOFORT (Comité Científico Internacional del ICOMOS sobre Fortificaciones y Patrimonio Militar) en su Charter on Fortifications and Related Heritage29, soslaya el considerar a los castillos como entidades intrínsecamente bélicas, al no hacer una mención explícita de estos en su definición de las fortificaciones. Con lo que expresa una visión más amplia, en la que la función militar es un elemento más, y no es necesariamente el factor que define a los castillos, como tampoco define – podemos añadir – a ciertas arquitecturas fortificadas, como pueden ser algunas iglesias y viviendas medievales: Las fortificaciones y el patrimonio militar consisten en cualquier estructura construida con materiales naturales (es decir, vegetales o geológicos) o artificiales, por una comunidad humana para pro- tegerse de los agresores, tales como; trabajos de ingeniería militar, arsenales, puertos y campos de batalla navales, cuarteles, bases militares, campos de prueba y otros enclaves y construcciones construidas o utilizadas con fines militares y defensivos.30 24. “... fortalecer con un muro de piedra y cal, y almenar y construir y convertir en un castillo su casa solariega de Bodiam, cerca del mar en el condado de Sussex, para la defensa del país vecino y la resistencia a nuestros enemigos, y (para) mantener su casa mencionada tan fortalecida y almenada y convertida en un Castillo para él y sus herederos para siempre”. Platt 2007, pp.86-87 (Traducción propia) 25. “…. Si bien es cierto que la gran mayoría de esas minúsculas fortalezas nunca se probaron en la guerra, construir una casa torre en esa (o en cualquier otra) circunstancia no fue el uso más eficiente (o más confortable) del espacio. Solo se pudo haber hecho excepcionalmente para impresionar a los vecinos, quienes tenían preocupaciones de seguridad similares. "La forma sigue a la función" es el aforismo muy citado del gran arquitecto de Chicago, Louis Sullivan (muerto en 1924), inventor del rascacielos con estructura de acero. Así, la forma de la casa-torre siguió su función de defensa …” Platt 2007, p.86 (Traducción propia) 26. Hulme 2007, p. 224 27. “Sin embargo, los castillos tienen el potencial de informar los relatos de múltiples voces del pasado medieval e inspirar interpretaciones significativas del patrimonio para lograr un mayor impacto social. (………………………………) Se discute la narrativa perdurable del militarismo en los sitios de cas- tillos medievales, junto con cuestiones de autenticidad en relación con el registro histórico, que en sí mismo está sesgado y es intrínsecamente sexista.” Dempsey et al. 2019, p. 1 (Traducción propia) 28. “... centrada en la castellología medieval inglesa, [y] cuestiona el sentimiento revisionista de que los castillos no se construían con frecuencia para servir como fortificaciones, sino para fundamentar la opulencia' … [planteando finalmente en su conclusión, que] … La Edad de los Castillos estuvo dominada por la arquitectura defensiva durante cuatro siglos. Los reyes y conquistadores utilizaron de manera rutinaria los castillos para obtener beneficios estra- tégicos y defensivos, erigiéndolos para aumentar las invasiones y para la posterior preservación territorial ….” Gold 2019, pp. IV, 67 (Traducción propia) 29. ICOFORT 2020 30. ICOFORT 2020, p.1 | 66 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral En esta ampliación de perspectivas ha habido múltiples aportes al conocimiento de los castillos medievales: Como el enfoque sociológico de Matthew Johnson, quien se plantea el estudio de la manera cómo el castillo y el paisaje circundante funcionan entre sí, controlando, delimitando y definiendo el movimiento de cosas, animales y personas en el contexto bajo su influencia31; o la vinculación castillo - paisaje que estudia Robert Liddiard32. 3. MÁS ALLÁ DE LA GUERRA O EL ESTATUS. PRIMERAS CRÍTICAS A LA FALTA DE SENTIDO DEL DEBATE PLANTEADO Y LA APERTURA A UNA VISIÓN METODOLÓGICAMENTE MÁS AMPLIA E INCLUSIVA Sin embargo estos importantes aportes a la ampliación temática, es decir a la ampliación del dominio del discurso histórico, no ponen explícitamente en cuestión y desde una perspectiva de la teoría historiográfica, el debate que en el fondo subsiste. Por otro lado, Abigail Margaret Wheatley (2001) con sus críticas, sí lo recusa e intenta ir más allá de la disyuntiva “guerra o estatus” para entender a los castillos medievales. Wheatley, en su tesis de doctorado en la Universidad de York, en el año 2001, se refiere al debate (centrado principalmente alrededor del castillo de Bodiam) y hace notar la falta de sentido de este debate entre “militaristas” y “simbolistas”, señalando la obvia presencia en los diversos castillos, al menos desde los más tempranos días de la conquista normanda, de ambas funciones, la bélica y la habitacional (y de las consiguientes connotaciones no militares de esta función, que señala Coulson). Y al respecto afirma: …. castles were from the earliest days of the Norman Conquest, residences, centres of local administration and architectural mar- kers of prestige and power. Pure military engineering could not begin to accommodate these important functions. Why should scholars then reject later and more residential buildings from the category of castles when they merely emphasize features already present in earlier castles?33 Por su parte, Oliver Creighton y Robert Liddiard profundizan en este tipo de argumento y tras cuestionar el cliché funcionalista como base del argumento de Platt, señalan el error de mantener la idea de una supuesta oposición interpretativa irreconciliable en la historiografía de los castillos, señalando el peligro de una interpretación simplista que al ver en la guerra su única explicación, los descontextualiza, ignorando su dimensión sociológica. Creighton además destaca que ni Coulson ni sus seguidores plantean sustituir a la “guerra” por una “expresión de estatus” como base única de su interpretación, sino que abogan más bien por una visión holística, integral, de esta arquitectura34. Con trabajos como los mencionados, se cuestiona pues este debate y se dirige la atención a una vinculación más rica de esta producción arquitectónica con su circunstancia histórica y particularmente con la mentalidad de la época y el rico imaginario que radica en su conciencia histórica y alimenta su cultura. Podemos ver talposición por ejemplo en el trabajo de Hulme (2007), cuando se refiere al interés – enraizado en una conciencia histórica que remonta sus orígenes a la más lejana antigüedad clásica y que vincula su ser contemporáneo al prestigio imperial en ese momento corporizado en Bizancio – por las supervivencias de la arquitectura fortificada romana y bizantina en la construcción de los castillos medievales, observada por la experiencia de los cruzados, y que se evidencia incluso en detalles tan pequeños como la forma de los vanos: … tower builders probably copied Roman windows. Fulk Nerra, count of Anjou (d 1040), an early builder of great towers, went on pilgrimage to the Holy Land where he would have observed Byzantine fortifications, which often employed relatively wide rec- tangular loops.35 Y esta relación, es planteada en términos de consideraciones de carácter simbólico, lo cual se realiza no solo en referencias formales, sino también en la historia que se atribuye en los relatos de la época a determinados castillos, y se materializa también en la misma relación física, al construir los nuevos castillos en sitios romanos e inclusive reutilizando sus restos materiales. Así, en el caso del castillo Caernarfon, del siglo XIII, se habría buscado representar una continuidad entre la casa dominante y el pasado imperial: …I have already suggested that castles could often be seen in the Middle Ages as an architectural form belonging to the Roman past, and that certain medieval castles could also be projected back to give them a (spurious) ancient history. (………) Caernarfon Castle might thus be seen both as a renewal of the actual Roman fort and as a reconstruction of the same fortress as it is imagined in its heyday in Breuddwyd Maxen36. I would go further to suggest that 31. Johnson 2018 32. Liddiard 2012 33. “…. los castillos fueron desde los primeros días de la conquista normanda, residencias, centros de administración local y signos arquitectónicos de prestigio y poder. La ingeniería militar pura no pudo incorporar estas importantes funciones. ¿Por qué los estudiosos deberían entonces rechazar los edificios residenciales posteriores de la categoría de castillos cuando simplemente enfatizan las características ya presentes en castillos anteriores?” Wheatley 2001, pp.9-10 (Traducción propia) 34. Creighton, Liddiard, pp.163-165 35. “… los constructores de torres probablemente copiaron las ventanas romanas. Fulk Nerra, conde de Anjou (d 1040), uno de los primeros constructores de grandes torres, fue en peregrinación a Tierra Santa donde habría observado fortificaciones bizantinas, que a menudo empleaban vanos para uso de los arqueros, rectangulares y relativamente anchos.” Hulme 2007, p.217 (Traducción propia) 36. Título en galés de un cuento pseudo histórico del siglo XII conocido en inglés como "El sueño del príncipe Maxen". https://www.oxfordreference.com/ view/10.1093/oi/authority.20110803095526476. Consultado el 01.12.20 | 67 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral in this account of Caernarfon's symbolic scheme there lies also a rationale for the distinctive appearance of the castle, which would be perfectly accessible to ordinary medieval observers.37 Esta búsqueda de relación simbólica se da también mediante el uso de similares sistemas constructivos, Wheatley destaca que si bien se ha señalado que no hay precedentes para el uso de bandas polícromas en Caernarfon, estas sin embargo provienen de la antigüedad imperial38. Añadiendo el ejemplo del Castillo Colchester en Castle Park, construido en parte sobre unos muros romanos del año 60 de nuestra era y cuyas bandas policromadas están realizadas con técnicas romanas, cuya similaridad con restos romanos en la inmediata vecindad del castillo es evidente. Derek Renn (……………) is quite happy to connect this kind of polychrome banding with the Roman technique visible all over Colchester, and appends a list of many polychrome features in early Norman architecture. Whatever else may be said about it, the visual effect of Colchester Castle is undeniably striking. It also shows readily visible similarities with the Roman remains in the immediate vicinity of the castle.39 De hecho Wheatley considera que para los hombres medievales esta cercanía y reutilización se dan al interior de un pensamiento que no ha establecido distancia histórica con la antigüedad y que contiene un sentimiento de contigüidad con esta40; forma de conciencia histórica que perdurará durante toda la edad media y que se expresará en las diversas manifestaciones de su cultura. Así – como expresión de similar conciencia histórica – en el Baptisterio de San Giovanni el mismo sentimiento de “Romanitas”, anima a sus artífices en la joven republica Florentina. Just as the contemporary Florentine imaginary transformed the Romanesque Baptistery into a Roman “Temple of Mars”, so, it can fairly be argued, Florentines would have seen – have intended - in the palace rustication a parallel sign of romanitas of their city (……………………), addressing the need of the young, fragile republic for visible signs of its status, legitimacy, and authority.41 Otro aspecto interesante del trabajo de Wheatley es su constatación de que la continuación de los tiempos antiguos o en todo caso la continuidad con estos, propias del pensamiento medieval, lleva a los constructores normandos de castillos mucho más lejos, a vincularse incluso con la ciudad de Troya. De hecho – señala – hay en la cultura de Britania un mito de origen que la vincula con la legendaria Troya, mito mediante el cual se atribuye la fundación de Britania a Brutus, descendiente de Eneas. Y sería Geoffrey of Monmouth el primero en identificar la capital de Brutus que se llamaba Troia Nova con la ciudad que luego sería Londres, incluso nos dice Wheatley, en este contexto de ideas, se atribuía al mencionado Brutus la “Torre de Londres”42. Nos encontramos pues, con una relación teórica entre las propuestas de Wheatley y la visión iconológica de Panofsky, - si bien no de manera explícita en Wheatley – del concepto de “dicotomía medieval”: …Benoit de Sainte-Maure describes Troy in the Roman de Troie as most beautiful city on earth, emphasizing its positive exemplary qualities. The outer walls of the town with large towers around their circuit; the houses within the walls are then mentioned and finally the citadel of 'Ylion' is described, in the highest part of Troy, complete with battlements and crenellations…43 Constatamos consecuentemente en su trabajo el señalamiento de que a las formas nuevas, es decir murallas y torres almenadas, en suma castillos medievales, se les asigna antiguos significados, los de la vieja Ilión de los poemas homéricos; evidente vinculación teórica, con el mencionado concepto de “dicotomía medieval” en el que Panofsky afirma haber una “disparidad emotiva” entre antigüedad y medioevo que llevaba no solamente a asignar antiguos contenidos a las formas nuevas sino también a asignar a las formas antiguas nuevos significados.44 En esta línea de vincular la arquitectura de los castillos con el pensamiento mítico medieval y consiguientemente con los “mitos de origen” que alienta la formación de las identidades en la Europa medieval, encontramos nuevos trabajos como el de Rachel Swallow, quien retomando el 37. “... Ya he sugerido que los castillos a menudo podían verse en la Edad Media como una forma arquitectónica perteneciente al pasado romano, y que ciertos castillos medievales también podrían proyectarse hacia atrás para darles una historia antigua (espuria). (………) El castillo de Caernarfon podría, por tanto, verse como una renovación del actual fuerte romano y como una reconstrucción de la misma fortaleza que se imagina en su apogeo en Breuddwyd Maxen. Yo iría más allá para sugerir que en este relato del esquema simbólico de Caernarfon hay también unajustificación para la apariencia distintiva del castillo, que sería perfectamente accesible para los observadores medievales ordinarios.” Wheatley 2001, p.138 (Traducción propia) 38. Ibidem 39. “Derek Renn (……………) está muy feliz de conectar este tipo de bandas policromadas con la técnica romana visible en todo Colchester, y agrega una lista de muchas características policromadas en la arquitectura normanda temprana. Independientemente de lo que se pueda decir al respecto, el efecto visual del castillo de Colchester es innegablemente sorprendente. También muestra similitudes fácilmente visibles con los restos romanos en las inmediaciones del castillo.” Wheatley 2001, p.148 (Traducción propia) 40. Wheatley 2001, p.149 41. “Así como el imaginario florentino contemporáneo transformó el baptisterio románico en un “templo de Marte” romano, así, se puede argumentar con justicia, los florentinos habrían visto - habrían pretendido - en la forma de la mampostería del palacio un signo paralelo de romanitas de su ciudad (...... ………………), abordando la necesidad de la joven y frágil república de tener signos visibles de su estatus, legitimidad y autoridad.” Trachtenberg 1999, pp. 971-972) (Traducción propia) 42. Wheatley 2001, pp. 70-71, 157 43. “… Benoit de Sainte-Maure describe Troya en el Roman de Troie como la ciudad más hermosa del mundo, enfatizando sus cualidades ejemplares posi- tivas. Las murallas exteriores de la ciudad con grandes torres alrededor de su circuito; luego se mencionan las casas dentro de las murallas y finalmente se describe la ciudadela de 'Ylion', en la parte más alta de Troya, con almenas y merlones ...” Wheatley 2001, p. 72 (Traducción propia) 44. Panofsky 1955, pp. 65-69 | 68 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral 45. Swallow 2019 46. Panofsky 1955, p.57 planteamiento de Wheatley, y refiriéndose al castillo de Caernarfon, atribuye al rey Eduardo I, la deliberada intencionalidad simbólica de vincular este con la antigüedad romana y con las sagas artúricas.45 CONCLUSIONES Nuestra apreciación es que este estado de cosas en el debate historiográfico entre los estudiosos ingleses de los castillos medievales nos señala claramente la necesidad de precisiones teóricas, las mismas que tienen que realizarse en el campo de la teoría de la historia en general y de la historiografía artística arquitectónica en particular. En este sentido encontramos una primera incongruencia del debate reseñado tal como está planteado, que necesita ser dilucidada: esta incongruencia estriba en que las posiciones contrapuestas se ubican en ámbitos distintos de los campos de acción en que se desarrolla el discurso histórico: la posición “funcionalista-militarista” basada en la función bélica de los castillos pertenece al campo de la explicación del hecho histórico arquitectónico; y la posición “simbolista” en su alusión a los significados que tuvieron estas construcciones, pertenece al campo de la interpretación del hecho histórico arquitectónico. Y todos aquellos trabajos que amplían de manera valiosa y actual el dominio del discurso, sea refiriéndose a aspectos sociológicos, aportando nuevas perspectivas como el enfoque de género, no apuntan a la disyuntiva planteada entre militarismo y simbolismo, o lo que es lo mismo al debate entre una visión funcionalista que apunta a la explicación, y una visión de los significados, que apunta a la interpretación del hecho histórico arquitectónico. No apuntan pues al núcleo teórico de un debate que – como hemos visto – no resulta conceptualmente pertinente. Por otro lado cabe señalar la necesidad de entender los alcances de la interpretación planteada por los llamados “simbolistas”; aclarando que estos estudiosos al identificar ciertos “motivos arquitectónicos” como domésticos en lugar de bélicos, están en realidad realizando un análisis iconográfico, es decir, circunscribiendo su enfoque al campo restringido de la “significación secundaria o convencional” de los castillos, y no propiamente al carácter simbólico – es decir a la “Significación intrínseca o contenido” cuyo estudio nos lleva – como ya hemos señalado al principio – a conocer los verdaderos “valores simbólicos” del objeto, lo que sí intentarán trabajos como los de Abigail Wheatley y Rachel Swallow. De tal manera, nos encontramos con que trascendiendo la falsa dicotomía que hemos descrito, el conocimiento histórico de los castillos requerirá, en primer lugar entender que este conocimiento es una construcción social que implica tanto la explicación histórica como la interpretación histórica. Y en este último aspecto de la interpretación, requiere trascender un discurso limitado a la identificación de motivos, para poder dilucidar el verdadero carácter simbólico, es decir la “significación intrínseca o contenido” de los castillos medievales, descubriendo en ellos “las tendencias generales y esenciales del espíritu humano” entendiéndolos realmente como “síntomas culturales” o “símbolos”46, realizando un estudio que los vincule a las tendencias más profundas del pensamiento, la cultura y el imaginario de la Edad Media. Como hemos visto, si bien autores como Robert Liddiard señalaron el camino para desatar el nudo gordiano de este debate cuya falta de bases teóricas consistentes no promete mayores avances; estudiosas como Abigail Wheatley y Rachel Swallow han avanzado en el camino para profundizar enfoques que llevan el estudio de la arquitectura de los castillos medievales por rumbos más prometedores, con mayor rigor y precisión conceptual, teórica y metodológica. Con la comprensión de los valores y profundos contenidos que esta arquitectura como hecho cultural posee, permitiendo para esto la ampliación de los límites disciplinares y el reconocimiento de la pluridimensionalidad del hecho histórico-arquitectónico constituido por cada castillo medieval. | 69 Revista Chilena de Estudios Medievales | Número 18, 2020Universidad Gabriela Mistral BIBLIOGRAFÍA • Coulson Charles “The state of research. 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